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Delito contra la intimidad de las personas en Internet y Redes Sociales

Atentar contra la intimidad de las personas es un delito grave tipificado y recogido en el


Código Penal, sin embargo sabemos ¿cuándo se produce un delito de estas características? o
¿qué papel juegan las nuevas tecnologías?

 
En el artículo 197 del Código Penal se especifican las situaciones que se consideran delito en
este caso. En concreto, se indica que descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su
consentimiento, ya sea mediante la apropiación de papeles, cartas, mensajes de correo
electrónico u otros documentos o efectos personales, ya a través de la intercepción de sus
telecomunicaciones o de distintos medios técnicos de escucha, transmisión, grabación o
reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, puede ser
castigado con penas de prisión (entre uno y cuatro años) o multas (de 12 a 24 meses).

Al mismo tiempo, se contemplan las mismas penas para aquel individuo que sin autorización
previa se apodera o modifica, en perjuicio de un tercero, de datos de carácter personal o familiar
que se encuentren registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o
en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado.
 

Por último, se recoge otro supuesto que es el que se refiere a la persona que vulnerando las
medidas de seguridad pertinentes acceda sin autorización a datos o programas informáticos
contenidos en un sistema informático o que, por ejemplo, se mantenga dentro del mismo en
contra de la voluntad de quien tenga el legítimo derecho a excluirlo. En estas situaciones el
delincuente se expone a una pena de prisión de seis meses a dos años.

 
La ley ampara, por tanto, a los afectados por un delito contra la intimidad. El problema es que
además de que existe, en general, un gran desconocimiento de esta legislación, actualmente las
nuevas tecnologías están propiciando que se produzcan con más frecuencia este tipo de delitos.
Como consecuencia se están dando cada vez más casos de delitos contra la intimidad, pero los
damnificados, muchas veces por desconocimiento, no acuden a la vía judicial. Uno de los casos
más populares es el de la difusión del vídeo de la exconcejala del Partido Socialista, Olvido
Hormigos. El contenido erótico de la grabación y el hecho de que lo protagonizara una persona
vinculada a la política le dio más relevancia, pero se han dado más casos de este tipo de prácticas
fraudulentas.

 
Las redes sociales e Internet usados indebidamente son una forma más de atacar a la intimidad de
las personas, especialmente de los más jóvenes que ante este tipo de actos suelen ser más
vulnerables. Por eso, los expertos aconsejan, ante todo, pensárselo dos veces antes de grabar
vídeos o realizar fotografías comprometidas y compartirlos según con quién y en las redes
sociales. En estas últimas, este tipo de archivos pueden hacerse públicos en cuestión de minutos
por eso se aconseja prudencia y sentido común. Aún así, si alguien es víctima de un delito contra
la intimidad en los supuestos anteriormente citados debe saber que la legislación vigente lo
protege, por lo que no se debe tener miedo a denunciar.

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