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DE LA
GUERRA
(Apuntes)
Capítulo I
ESTIMACIONES (Cálculos)
Generalmente quien llega primero al campo de batalla, está descansado; el que llega más
tarde está descansado.
Los duchos en la guerra, llevan al enemigo al campo de guerra y no son llevados por él.
Se debe hacer que el enemigo venga, ofreciendo alguna ventaja. Se impide que el enemigo
venga, hiriéndolo.
Cuando el enemigo está descansado, fatigarlo; cuando está alimentado, hambrearlo;
cuando está reposado, obligarlo a moverse.
Desplazarse donde el enemigo no lo espera.
Viajar por donde no hay enemigos. Avanzar hacia el vacío.
Atacar donde el enemigo no proteja. Defender donde el enemigo no ataque.
Que el enemigo no sepa donde defenderse ni donde atacar.
Se debe ser imperceptible.
Se debe atacar las debilidades del enemigo y ser veloz en la retirada.
Si ataco una posición débil, obligo a mi enemigo a moverse.
Para defender, debo crear u límite y evitar el avance de mi enemigo.
Ser capaz de determinar las disposiciones del enemigo y ocultar las propias. Concentrarse
mientras el enemigo se divide. Atacar con todas las fueras una fracción de las del enemigo.
Si el enemigo no sabe dónde atacaré, no sabe dónde defenderse. Si se prepara en todas
partes, será débil en todas partes.
El que tiene poco, debe prepararse contra el enemigo; quien tiene mucho, obliga a
prepararse contra él.
Es imperativo saber dónde y cuándo se librará una batalla.
Aunque mi enemigo sea numeroso, si no conoce mi situación, yo puedo obligarlo a
preparar su defensa sin tiempo para planear su ataque.
Descubrir los planes enemigos.
Inquietar al enemigo para descubrir su sistema de movimientos.
Conocer las disposiciones del enemigo y así se descubre el campo de batalla.
Poner a prueba al enemigo y descubrir cuáles son sus fortalezas y debilidades.
Lo esencial en la disposición de las tropas es adoptar una forma indiscernible. El enemigo
no podrá trazar planes sobre uno.
Trazar planes según la forma del enemigo. Así no se entiende la forma en que trazo la
victoria.
Si logro una victoria, no repito táctica; respondo a las circunstancias en forma variada.
Un ejército evita lo fuerte y golpea lo débil.
Se debe obtener la victoria modificando la táctica de acuerdo a la situación del enemigo.
En la guerra no hay situaciones constantes.
Capítulo VII
MANIOBRAS
Una vez establecida la tarea del soberano, la primera tarea es armonizar al ejército.
La maniobra es lo más complejo en el arte de la guerra. Hacer que una desventaja se
convierta en ventaja.
Engaña al enemigo y tórnalo flojo y lento y entonces, marcha velozmente. Se debe
comprender la estrategia de lo directo y lo indirecto.
El éxito y el peligro son inherentes a la maniobra.
Quien pone en movimiento el ejército entero para lograr una ventaja, no la obtendrá.
Si se debe obtener una posición ventajosa, se debe usar una marcha forzada; se selecciona
primero al más robusto que avance primero y se ordena a los otros que lo sigan. Así las
tropas irán llegando en forma sucesiva.
Un ejército que carece de equipo pesado, forrajes, comida y pertrechos está perdido.
Aquel que no conoce el terreno, no puede dirigir un ejército.
Aquellos que no usan los guías locales, son incapaces de obtener ventajas del terreno.
La guerra se basa en la impostura. Muévete cuando es oportuno y crea cambios en la
situación dispersando y concentrando las fuerzas.
En la campaña, se veloz como el viento; en la marcha pausada, majestuoso como el
bosque; en la incursión y el saqueo, como el fuego; en la inmovilidad, firme como la
montaña. Insondable como las nubes, muévete como el rayo.
Cuando saqueas una región, divide tus fuerzas. Cuando conquistes un territorio, divide sus
beneficios.
Sopesa la situación y luego muévete.
Quien conozca el arte de los aproches directos o indirectos, saldrá victorioso. Tal es el arte
de la maniobra.
En batalla no se puede escuchar la voz, ni ver las tropas, por eso se usan tambores y
campanas, banderas y pendones.
Los gongos y tambores, banderas y pendones, sirven para concentrar las tropas. Así el
valiente no avanzará solo ni el cobarde se retirará. Este es el arte de emplear las huestes.
Un campamento se forma con pequeños campamentos alrededor del cuartel general.
Estos campamentos se encuentran equidistantes, para que cada uno se apoye en los
otros.
Un ejército puede ser privado de su ánimo y su comandante de su temple.
En la mañana, los espíritus son agudos; en el día decaen, y por la noche los pensamientos
retornan al hogar.
Se debe evitar al enemigo cuando su espíritu este agudo y atacarlo cuando afloja. Este es
el control del factor moral.
En buen orden. Aguardan a un enemigo desordenado; con serenidad, a uno vociferante.
Este es el control del factor mental. La serenidad y firmeza, no son destruidos por los
acontecimientos. Sensato y flexible.
Cerca del campo de batalla, esperan a un enemigo que viene de lejos; en reposo, a un
enemigo exhausto; con tropas bien alimentadas a uno hambriento. Este es el control del
factor físico.
No entrar en batalla con un enemigo muy bien ordenado. Este es el control del factor de
las circunstancias.
o El arte de emplear tropas:
o Cuando el enemigo que ocupa lugares elevados, no enfrentarlo.
o Cuando apoya su espalda en la colina, no oponerse a él.
o Cuando el enemigo pretende huir, no seguirlo.
o No atacar a las tropas elite del enemigo.
o No tragar la carnada que ofrece el enemigo.
o No entorpecer a un enemigo que regresa a su tierra.
o A un enemigo rodeado se debe dejar una vía de escape.
o No apures a un enemigo acorralado.
Capítulo VIII
LAS NUEVE VARIABLES
La forma de emplear tropas significa que el general recibe del soberano la orden de
movilizar el pueblo y reunir al ejército.
No acampar en el suelo bajo.
En los territorios que se comunican, únete a sus aliados.
No demorarse en los territorios solitarios.
En el territorio encerrado, se necesita ingenio.
En el territorio de la muerte, pelea.
Hay algunos caminos que no se deben seguir, algunas tropas que no se deben atacar
(tropas sebo, tropas elite, y enemigo en formación ordenada), algunas ciudades que no se
deben asaltar, y algunos territorios que no se deben asaltar.
Hay ocasiones en que las órdenes del soberano no deben ser seguidas. “Cuando descubras
el proceder correcto, debes actúa; no esperes órdenes”.
El general debe confiar en su capacidad para controlar la situación en su beneficio, como
indiquen las oportunidades.
Un general debe entender las ventajas de los nueve factores variables; aprecia los
oportunos cambios de las circunstancias.
Las cinco contingencias, tienen que ser aprendidas cuando se presenten:
o Un camino aunque sea el más corto, no debe utilizarse si se sabe que es peligroso y existe
peligro de emboscada.
o Un ejército aunque pueda ser atacado, no debe serlo si se halla en una situación
desesperada y existe la posibilidad de que el enemigo luche hasta la muerte.
o Una ciudad aunque se encuentre aislada y se pueda atacar, no debe atacarse si existe la
posibilidad de que esté bien abastecida, defendida por tropas de primera con un general
inteligente, cuyos ministros sean leales y sus planes impenetrables.
o El terreno aunque pueda ser disputado, no debe ser objeto de lucha si se sabe que una vez
obtenido será difícil de defender, o si no se deriva ningún beneficio de su ocupación sino
que posiblemente será contraatacado y ocasionará pérdidas.
o Las órdenes de un soberano, aunque en general hay que seguirlas, no deben serlo si el
general sabe que entrañan el peligro de una dirección perniciosa de los asuntos desde la
capital.
En las deliberaciones se debe tener en cuenta los peligros implícitos en las ventajas y las
ventajas implícitas en los peligros.
Tomando en cuenta los factores favorables hacen que el plan sea factible, tomando en
cuenta los desfavorables, podrá resolver las dificultades.
El que intimida a sus vecinos lo hace infringiéndoles daños.
Se cansa al enemigo manteniéndolo permanentemente ocupado y les hace correr de un
lado a otro, ofreciéndoles aparentes beneficios.
Es un principio de la guerra no suponer que el enemigo no vendrá o atacará, sino más bien
confiar en la propia preparación y hacerse invencible.
Hay cinco cualidades peligrosas en el carácter de un general:
o Si es temerario, puede ser muerto;
o Si es cobarde, puede ser capturado.
o Si es impulsivo, puede ser embaucado.
o Si es ansioso por defender su honor, puede ser calumniado.
o Compasivo, puede ser acosado.
Capítulo IX
MARCHAS