Para obtener el reforzador adecuado se llegó a unos acuerdos entre padres,
evaluados y maestros, con el fin de mejorar su conducta.
El reforzador que utilizaremos con el niño es el positivo, hemos
implementado un programa de economía de fichas en el cual se motivara al niño de forma positiva la conducta para conseguir que el niño modifique su comportamiento. En caso de no ser modificada u obtener ningún cambio se retirara estos reforzadores y obtendrá consecuencias negativas, es decir menos salidas, mas tareas en el hogar, etc.
En la escuela el maestro propone que siempre y cuando su conducta
mejore el evaluado obtendrá elogios, se incluirá en actividades del centro, dígase juegos de baloncesto.
Iniciar el programa
El programa se iniciara realizando lo ya antes mencionado, el cual
constara con un reforzador positivo de caritas felices y triste que obtendrá por cada vez que lleve a cabo una conducta, o bien si durante cierto periodo de tiempo ha realizado o evitado una conducta concreta.
En este programa trabajaremos de acuerdo a la conducta que presenta
el niño en la escuela, el niño deberá efectuar una serie de conductas deseadas (o dejar de hacer otras) le hemos dejado muy claro lo que se espera de el con el programa, las tareas que debe concretar y se le especificó también que existe un tipo de coste por hacer lo contrario a lo pretendido.
El premio que recibirá será a bases de los puntos, y se estableció el
valor de cada una, condicionando su obtención a la realización o no realización de determinadas conductas. Comprendió el concepto de caritas, y para qué sirven, en este caso la conducta que modificaremos, es obedecer, ordenar sus cosas, hacer sus tareas, no molestar a los demás niños etc. El programa de economía de fichas suele funcionar muy bien para regular los refuerzos que recibe el niño.
En los primeros días hemos puesto conductas que son fáciles de
conseguir, el éxito llama al éxito, el niño entenderá que si consigues las caritas felices esto incrementara su motivación, su autoestima y va ser que se esfuerce más, con lo cual iremos modificando las conductas a lo largo de las semanas sin excedernos demasiado.
Proseguir a realizar anotaciones y datos recogidos. Organizar una segunda
visita en el centro educativo para intervenir con el programa de reforzamiento de conducta, con el fin de mejorar el comportamiento del alumno.
II. Observar los efectos del programa
Luego de aplicar el programa de reforzamiento de conducta el niño ha ido
mejorando poco a poco, ya que los padres y maestros del centro dieron seguimiento a los reforzadores presentado en el programa.
En el caso del evaluado su experiencia fue agradable, pudo mejorar su
comportamiento y obtener buenos resultado de este cambios, es decir como su conducta es buena los padres lo elogian, le presentan más atención, apoyo y consentimiento.
III. Modificar el programa si se quiere
Modificamos el programa, por lo anterior dicho de que comenzamos con
conductas que eran fáciles de alcanzar para el niño y adaptamos el programas a conductas más moderadas
IV. Desvanecer el programa
Hemos desvanecido el programa ya que entendemos que el niño va
mejorando su conducta, aparte de que también la economía de fichas no se deben mantener estable por tanto tiempo porque esto permite que el niño se canse, ya que son técnicas que se utilizan para un periodo de tiempo no excesivamente largo.