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Las cremas frías son al verano lo que los platos de cuchara al invierno:
imprescindibles. Las altas temperaturas piden un cambio en nuestra
alimentación con el consumo de alimentos más fresquitos.
Estas cremas frías suelen ser de elaboración sencilla, con ingredientes muy
nutritivos y ricos en vitaminas. Es necesario prepararlas con antelación para
que les dé tiempo a enfriarse. Si quieres un menú completo, combínalas con
un segundo plato sencillo como carne a la plancha o pescado al horno.
Al acceder a las recetas verás que al estar en inglés utilizan como medidas
cup, tablespoon y teaspoon (taza, cucharada, cucharadita). Si necesitas
la tabla de equivalencias la tienes en María Lunarillos.
GAZPACHO DE MELOCOTÓN
Dentro de las cremas frías, siento debilidad por las que llevan fruta. Esta de
melocotón es muy atractiva tanto para la vista como para el gusto. En Love
and Olive Oil nos detallan la receta (ellos lo llaman gazpacho) advirtiéndonos
de lo importante que es quitar el hueso del melocotón para no triturarlo.
Siempre había oído alguna historia de que era peligroso pero realmente no
sabía por qué. Por lo visto se debe a la presencia de cianuro en la semilla (lo
que coloquialmente llamamos hueso) que es potencialmente peligroso si se
consume en grandes cantidades. Así que adiós hueso, adiós problema.
Como verás en la receta de Beard & Bonnet esta crema de textura suave lleva
yogur griego y zumo de uva. El toque picante lo aporta el adorno de rabanitos
y la pimienta negra. Si prescindes de estos dos ingredientes puedes servirla
como postre, y acompañarla de una bola de helado.