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A cien años de la administración científica.

Análisis de las aportaciones de Taylor

Gilberto Calderón Ortiz


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

María Teresa Magallón Diez


Profesora-investigadora del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Héctor R. Núñez Estrada


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Introducción de orden económico, ideológico, social, político,

C
laboral y sindical, ecológico y, por supuesto, en
on la entrada del crónometro en el taller

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términos de los inicios de la concepción de la
como dispositivo simbólico de control administración como ciencia. Al análisis de las
quedaba claro que, con miras a la conso- consecuencias de la aparición del taylorismo en tan
lidación del capitalismo industrial, la propiedad diversos ámbitos dedicamos este trabajo. Finaliza-
del tiempo y de los movimientos era expropia- remos exponiendo las razones por las que hoy, más
da del trabajador para pasar a manos del manage- que nunca, el pensamiento de Taylor cobra vigen-
ment que, con la aplicación de los principios de cia en un sector tan delicado como el de la gestión
la administración científica, se encargaría de co- de las organizaciones públicas según esquemas
dificar, medir y fragmentar todo ese savoir-faire, organizacionales que incentivan la eficiencia por
antes patrimonio exclusivo del artesano, para encima de otros valores y que, indudablemente,
regresarle un único método, one best way, que encuentran sus cimientos en el taylorismo.
incluye los movimientos y las herramientas idó-
neas con tiempos controlados para la minimiza-
ción del tiempo y el esfuerzo requeridos en la El taylorismo como principio fundacional
realización de la tarea. de la administración
Este hecho representó un cambio organizacio- Los principios de la administración están ligados
nal que, inevitablemente, llevó a transformaciones a la obra fundamental de Taylor: Principios de la

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

administración científica, en la cual se aborda la de las Ciencias Sociales, derivado del método
organización del trabajo y de la producción, y se para establecer tipos de realización del trabajo:
instauran reglas, sistemas contables y de medi- “una vez establecidos esos tipos, se hizo habitual
ción con el propósito de elevar la productividad denominar eficiencia del trabajo a la razón entre
del trabajo y los volúmenes de producción. Su la realización real y la realización tipo” (citado
obra contribuyó indudablemente al desarrollo por Simon, 1988:172).
de las fuerzas productivas al mejorar tanto la efi- También tuvo propuestas sobre estructura or-
ciencia del factor trabajo como el rendimiento ganizacional y toma de decisiones. Al proponer
de los medios de producción, desde esta pers- la centralización señala: “las actividades con las
pectiva debe situarse como una gran aportación que guardan relación las decisiones de ingeniería
al desarrollo industrial. se hallan organizadas en un solo departamento:
Sus descubrimientos se derivan de la aplica- situar la función de la decisión de manera que se
ción del método científico para abordar el pro- asegure la competencia técnica necesaria” (Si-
ceso productivo; observa y experimenta para mon, 1988:132).
arribar a sus planteamientos de tiempos y mo- Estas propuestas implican no solamente la
vimientos, estandarización, especialización de observación, sino un alto grado de abstracción
tareas, controles, medición y organización y di- y poder teorizar sobre el proceso de trabajo y
rección del administrador. De acuerdo con un demostrar los planteamientos a través de eviden-
clásico en teoría de decisiones como Simon, “los cias. Como planteamos en la ponencia, Taylor
principios de administración deben guardar re- utilizó el método científico para llegar a sus con-
lación con la fisiología del cuerpo humano, con clusiones; para sus investigaciones aplicaba con
las leyes de la capacitación y del hábito. Éste es rigor la metodología, por ejemplo, trató de de-
el campo que ha sido cultivado con mayor éxito terminar las condiciones tecnológicas de la efi-
por los seguidores de Taylor y en el que se ha de- ciencia. Quizá no exista un ejemplo mejor de los
sarrollado el estudio de tiempos-y-movimientos” laboriosos métodos científicos que los propios
(Simon, 1988:39). estudios de Taylor acerca del corte de metales
Una de sus aportaciones más destacadas fue (Simon, 1988:42).
la necesidad de la planeación de las actividades El análisis de las aportaciones del taylorismo
productivas. Al respecto, D. Gvishiani señala: no puede separarse de su contexto histórico, de
“Taylor exigía que se planificaran de antemano quien las emplea, las utiliza y aprovecha. En este
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los métodos de trabajo y la actividad de toda la sentido, el capitalista se beneficia del aumento
empresa […] ya el solo planteamiento del pro- de plusvalía que se produce al aplicar los princi-
blema de separar la función de planificación es pios de la administración científica, de ahí que
un mérito indudable” (Gvishiani, s/f: 203). el movimiento obrero rechazara su introducción
H. Simon también destaca las aportaciones de al proceso productivo, al creer que se trataba de
Taylor, una de las cuales fue la supervisión fun- incrementar la explotación del trabajo.
cional, que consiste en “que los obreros estén Otros efectos del taylorismo fue empezar a
sujetos a un capataz en materia de programación ver la administración como una profesión y el
del trabajo y a otro con el funcionamiento de surgimiento del consultor o experto en procesos
las máquinas” (Simon, 1988:25). Con esto au- productivos y en sistemas de trabajo, y de la en-
mentaría la eficiencia del trabajo y la produc- señanza de la administración. Gvishiani afirma
ción, agrega el autor citado, y en el caso del que, a partir de los años veinte del siglo xx,
capataz funcional de Taylor, el obrero puede
aceptar las instrucciones de uno en cuanto a crece a diario el número de escuelas, colegios y
la velocidad de su maquinaria, y las de otro en seminarios de administración, en los centros de
relación con su mantenimiento. Su concepto enseñanza comienzan a darse cursos regulares
de eficiencia fue incorporado a la Enciclopedia de “gestión industrial”, a las investigaciones de

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los problemas de la organización de la gestión canciller Bismarck, Clemenceau y Giolitti, “se


se incorporan más y más hombres de ciencia, se esforzaban por promulgar una legislación sobre
multiplican en progresión geométrica las publi- seguridad social que proporcionara un nivel mí-
caciones sobre los problemas de la “administra- nimo a los elementos más pobres de la clase tra-
ción científica” (Gvishiani, s/f: 206-207). bajadora” (Adams, 1979:215).
Había desempleo en términos relativos, pero
En este sentido, Taylor, además de sus apor- también es cierto que los datos absolutos apun-
taciones al proceso productivo, es el fundador taban a que el número de obreros que se incor-
de la disciplina administrativa, incluida en uni- poraba al mercado, en comparación con épocas
versidades y tecnológicos; en la actualidad, las pasadas iba en aumento. Dobb pone el ejemplo
carreras y posgrados en administración son los de Inglaterra, donde, entre 1873 y 1914, se incre-
de mayor demanda. mentó en 50% el número de personas emplea-
das, pero el capital invertido había crecido en
El contexto más de 80% (Dobb, 1977:372-373). Este autor
también sostiene que los momentos de escasez
Antes de abordar los aspectos sustanciales de las de capital se observan cuando si bien las máqui-
ideas de Frederick Taylor, apuntaremos algunos nas se multiplican, trae como consecuencia mayor
rasgos del contexto económico en que se encon- oferta de puestos de trabajo; pero si la deman-
traba la economía de Estados Unidos en los años da no alcanza a cubrir esa necesidad, el salario
previos a la publicación de su obra en 1911. tiende a subir (Dobb, 1977:338-339). Contradic-
Entre los años de 1873 y 1896, antes de que toriamente, los cambios tecnológicos y los nue-
escribiera su libro Taylor, la economía de eua, vos inventos en el siglo xix, “en la medida que la
al igual que la de otros países, se encontraba en invención presentó este carácter, el capitalismo
crisis. En 1894, 17% de los obreros no tenía ocu- a medida que se expandía, pudo economizar a
pación y si bien las cifras entre ese año y 1915 costa de la expansión paralela de su ejército
fueron menores, los índices se mantenían en al- proletariado” (Dobb, 1977:329). El empresario
rededor de 12%. Además del desempleo, por falta capitalista tiende a abatir costos, y los inventos
de ingreso los obreros enfermaban y no contaban de nuevas maquinarias le resultan necesarios
con viviendas adecuadas ni servicios públicos para economizar. En los años que anteceden a
(Adams,1979:216). Aunque los poseedores de la publicación de la obra de Taylor, en 1907-

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grandes fortunas se mostraban benevolentes con 1908, los precios de los bienes de capital baja-
los pobres, rechazaban a las organizaciones que ron dos veces más que los bienes de consumo
emprendieran acciones para remediar sus males (Dobb, 1977:387-388). De inmediato se observa
y se oponían a reformas que beneficiaran a la cla- una contradicción fundamental en el proceso
se obrera (Adams, 1979:218-219). de acumulación de capital, pues si se realizan
Mientras, a finales del siglo xix, los poseedores inversiones en bienes de producción, contando
de grandes fortunas se permitían todo tipo de des- con que además bajan de precio y, sin embargo,
pilfarros: “en Delmonico’s —en donde se había los bienes salarios no se reducen en esa misma
agasajado a Spencer— los invitados recibían ci- proporción. El mayor aumento en la riqueza no
garrillos envueltos en billetes de cien dólares que tiene, correlativamente, una mayor capacidad de
eran encendidos con una legítima sensación de compra, por que no aumenta la fuerza de trabajo
opulencia. Eran también aquéllos unos tiempos ni los salarios, por ello las crisis son una constan-
de gran pobreza y degradación. Los olvidados te dentro del sistema económico.
obreros que hacían posible esta riqueza vivían Lo anterior no niega que, sin embargo, esta
en fétidas barriadas” (Galbraith, 1969:90). segunda revolución industrial, como apunta
La situación en Europa era similar, sin em- Hobswan, originara la ampliación del mercado
bargo, ahí desde el poder, como en el caso del interno que descansó también en la elevación

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del nivel de vida de sus trabajadores (Alonso, trusts— se reparten entre sí, en primer lugar, el
1990:9). mercado interior, y se apoderan casi por com-
Las consecuencias más trascendentes de la pleto de la producción del país. Pero bajo el ca-
crisis de 1873-1896 fueron la fusión del capital pitalismo, el mercado interior es inevitablemente
financiero e industrial, los cambios tecnológicos enlazado con el exterior. Hace ya mucho que el
“y la estructuración del trabajo [que posibilitaron] capitalismo ha creado un mercado mundial…Es
una mayor productividad” (Alonso, 1990:7). Esas un nuevo grado de concentración mundial del
transformaciones en el aparato productivo redun- capital y de la producción, un grado incompa-
darían en una mayor oferta de bienes y servicios, y rablemente más alto que los anteriores” (Lenin,
si bien los mercados internos se expandieron, 1963a:73-74). Sin lugar a dudas, este proceso se
como ya hemos visto, no fueron suficientes. Ade- sigue y se seguirá dando mientras el capitalismo
más, la necesidad de materias primas se agregó a subsista.
las exigencias de los empresarios. De lo anterior también se desprenden las si-
Para Alonso, el aumento de la productividad guientes afirmaciones: los cambios tecnológi-
derivaría en una lucha feroz a escala mundial cos, la utilización de máquinas que reducen el
por mercados, colonias y territorios;1 la prime- esfuerzo del trabajador y permiten aumentar la
ra Guerra Mundial fue una consecuencia de producción, así como la aplicación de nuevas
esa disputa entre países desarrollados (Alonso, formas en la gestión del trabajo, es la reestruc-
1990:7). turación de las formas administrativas, a la que
De 1873 a 1914 hay una aumento también denomina Taylor “científica”, el cual contribuye
considerable de la producción agrícola en el significativamente, junto con Fayol y, por supues-
mundo; Estados Unidos contribuyó a ello con los to, Henry Ford, que trajeron como consecuencia
enclaves que instalaron en América Latina y Áfri- una mayor eficiencia en la utilización de los re-
ca (Alonso, 1990:8). No sólo hubo incremento cursos (humanos y materiales). Así encontramos
de bienes con mayor valor agregado, sino que, la siguiente paradoja: la empresa capitalista en
como se ve también en el sector primario de la su interior busca incansablemente mejorar sus
economía, la producción creció. Sin lugar a du- procedimientos de trabajo, es eficiente e incluso
das, la producción de bienes de capital no se puede ser eficaz y, de hecho, lo es, aunque no
limitó al sector secundario, sino que también al- todas las empresas, para proporcionar bienes y
canzó a los productores del campo. Cabe agregar servicios que beneficien a la sociedad, que no
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que los países del continente americano, dentro agredan el ambiente ni a las especies distintas
de la nueva división internacional del trabajo, se a la humana, y que resuelvan el problema de la
ubicaron principalmente como productores de pobreza, las enfermedades y las carencias del ser
materias primas, bajo el control político, econó- humano. Pero como hemos visto, la eficiencia
mico y militar implícito de Estados Unidos. no puede instalarse en el sistema capitalista, ni
En el caso de la dominación de Estados Uni- ahora ni nunca; mientras la planeación es una
dos en nuestro continente, no necesitó profundi- realidad dentro de la empresa gracias al trabajo
zar sus formas de control en el exterior, ya que de Taylor, Fayol, Ford, etc., es imposible a nivel
contaba con abundante mano de obra que, con agregado de todas las empresas, pues la lucha
los avances tecnológicos, conseguía mayor pro- entre ellas les impide, en general, establecer
ductividad. Las consecuencias también se vieron acuerdos de naturaleza mundial que les lle-
en cuanto a la propiedad de las empresas indus- ve a evitar el despilfarro, el desperdicio, pues
triales, pues se concentró en un número menor cada grupo o empresa (monopolio, oligopolio,
de empresarios que dictaba la política a seguir en competencia imperfecta o imperfecta) actúa,
(Alonso, 1990:9). salvo excepciones, llevado por la obtención de
Resumiendo a Lenin, “las asociaciones mo- la máxima u óptima ganancia. La concentración
nopolistas de capitalistas —cartels, sindicatos, de la riqueza en una minoría es resultado de la

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mayor eficiencia dentro de la empresa, pero trae, dad de la vista, obtuvo el cargo de ingeniero. Ha-
por otro lado, el desplazamiento de mano de biendo sido obrero, cuando alcanzó altos cargos
obra, más que proporcionalmente, de aquellos en la administración buscó medidas que favore-
que los nuevos inventos y las nuevas formas de cieran tanto al patrón como al trabajador (Chia-
gestión necesita. Por otra parte, los salarios no venato, 1990:42). Obsérvese que no sólo fue un
son una muestra de lo equitativo en el reparto de hombre de acción, sino que su preparación le
la riqueza. permitía analizar, sistematizar información y sa-
Las consecuencias se evidencian en que, como car conclusiones y propuestas que sirvieran para
en todo sistema de dominación —donde unos todo tipo de empresa. Proponemos por ello ex-
son dominantes y otros dominados—, la pobre- plicar la aportación de Taylor en dos rubros: el
za, el desempleo y los salarios menos que pro- propiamente científico, y el de su concreción en
porcionales a la riqueza que produce la fuerza los siguientes apartados: administrativos, econó-
de trabajo son constantes permanentes de todo micos, sociales, políticos, laborales y sindicales,
sistema de explotación de unos respecto a otros. ideológicos y ecológicos. Es a la descripción de
Como quedó asentado en la época en que vivió la obra de Taylor en cada rubro que dedicare-
Taylor, las máquinas han hecho de los hombres mos la siguiente parte de este trabajo.
sus apéndices, se ha superado la forma en que
las herramientas de trabajo eran una extensión Aportación científica
de las extremidades de los obreros, ahora ellos
son los que están al pendiente de la máquina.2 La utilización de la palabra “científica” lleva de
En los años previos a la obra de Taylor, la ex- suyo al sustantivo ciencia. ¿En realidad Taylor
plotación de la fuerza de trabajo en su país no hacía ciencia, o únicamente fue un ingeniero
sólo era de obreros adultos, sino incluso de me- que, como técnico, desarrolló un conjunto sis-
nores de edad. En 1900, 1 700 000 niños que no tematizado de ideas para mejorar los procesos
alcanzaban los 15 años trabajaban jornadas ex- productivos? Si tomamos en cuenta los aportes
tenuantes en fábricas textiles. Los obreros lucha- de Adolfo Sánchez Vázquez, la ciencia en gene-
ban por jornadas de ocho horas semanales, pero ral tiene su fin propio que es el de
a pesar de ello, en años posteriores a la obra de
Taylor, el promedio por semana era de 70 horas. conocer y a él subordina cualquier otra consi-
Pero en la fundición de altos hornos el promedio deración [y] se inserta en determinado contexto

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en 1922 era de 72. “Estas agotadoras jornadas social, aun siendo un verdadero fin en sí, sirve a
cobraban su tributo; entre el 1 de julio de 1909 y una finalidad externa que le impone ese contexto:
el 30 de junio de 1910, se produjo un accidente contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas
mortal cada hora” (Adams, 1979:216). en el caso de las ciencias naturales; contribuir al
mantenimiento (reproducción) de las relaciones
de producción vigentes o a su transformación o
Las aportaciones de Taylor
destrucción, cuando se trata de las ciencias so-
Es importante señalar quién era Frederick Taylor, ciales (Sánchez, 1975:10).
pues de esta forma se tiene también una idea del
hombre que aportó innovaciones y fundó las ba- El trabajo de Taylor está, sin lugar a dudas,
ses de la administración científica El citado “pro- dentro de estos parámetros, pues fue un investi-
cedía de una familia de cuáqueros de principios gador acucioso que combinaba la teoría con la
rígidos y fue educado dentro de una mentalidad realidad. Su objetivo, como se ha sostenido en
de disciplina, devoción al trabajo y al ahorro”. estas páginas, era elevar las fuerzas productivas
Fue un obrero que fue escalando puestos desde dentro de un sistema que le marcaba esa finali-
capataz, jefe de taller y, después de estudiar con dad. No subordinaba su trabajo más que a la bús-
mucho esfuerzo, luego de padecer una enferme- queda de la verdad. Él consideraba importante la

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elaboración de leyes como las siguientes: “La ley taba: “el especialista de la ciencia y la técnica
se limita a aquella clase de trabajo en la que se que conoce su materia, aunque sea burgués,
alcanza el límite de la capacidad del hombre de- tiene asimismo diez veces más valor para noso-
bido a que está cansado […] para cada empuje tros que el comunista presuntuoso, dispuesto en
o tracción determinados por los brazos del indi- cualquier momento del día y la noche a escribir
viduo, es posible que éste se encuentre sometido ‘tesis’, lanzar ‘consignas’ y presentar meras abs-
a carga solamente por un porcentaje definido de tracciones” (Lenin, 1961b:597).
la jornada” (Taylor, 1977:57). La apreciación de Lenin sobre la obra de Tay-
Las matemáticas y las estadísticas fueron fun- lor se expresa en la siguiente cita:
damentales en su quehacer. Apuntó: “Después
que se hubieran investigado estas leyes y que se La última palabra del capitalismo en este terreno
hubieran determinado las fórmulas que las ex- —el sistema Taylor—, al igual que todos los pro-
presaban matemáticamente, todavía quedaba en gresos del capitalismo, reúne toda la refinada
pie la difícil tarea de cómo resolver estos com- ferocidad de la explotación burguesa y varias con-
plicados problemas matemáticos con la suficien- quistas científicas de sumo valor concernientes
te rapidez para hacer que estos conocimientos al estudio de los movimientos mecánicos durante el
quedasen disponibles para su uso diario” (Tay- trabajo, la supresión de movimientos superfluos
lor, 1977:98). y torpes, la adopción de los métodos de trabajo
Ir de lo abstracto a lo concreto y, de nuevo, a más racionales, la implantación de los sistemas
lo abstracto; de lo cualitativo a lo cuantitativo y óptimos de contabilidad y control, etc. La Re-
en sentido inverso; de la teoría a la realidad, etc., pública Soviética debe adquirir a toda costa las
permite sostener que, efectivamente, fue una per- conquistas más valiosas de la ciencia y de la téc-
sona que señaló el método científico aplicado a nica en este dominio. La posibilidad de realizar
la administración. No hay ninguna duda, hablar el socialismo quedará precisamente determinada
de los principios de la administración científica, por el grado en que logremos combinar el Poder
como él le denominó, era y es plenamente acer- soviético y la forma soviética de administración
tado. con los últimos progresos del capitalismo. Hay
La naturaleza de sus aportes a la ciencia de que organizar en Rusia el estudio y la enseñanza
la administración no reconoce fronteras de nin- del sistema Taylor, su experimentación y adapta-
guna naturaleza. Sus principios son aplicables, ción sistemáticas (Lenin, 1978d:692).
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como se dijo, en cualquier sistema de produc-


ción. Un filósofo, científico y político de la talla Las ideologías que niegan por sus creencias el
de Vladimir Illich Lenin reconoció plenamente avance de las ciencias son un obstáculo al desa-
los aportes de Taylor. rrollo de las mismas y a las aspiraciones de un
Lenin ponía especial atención a los trabajos mundo mejor, en este sentido, las contribucio-
sobre la administración científica, así escribió nes de la obra de Taylor constituyeron un aporte
que era necesario redactar “dos o más manuales para avanzar a una sociedad más desarrollada.
sobre la organización del trabajo en general y Es importante luchar por que los sectores mayo-
especialmente sobre el trabajo administrativo”; ritarios se vean beneficiados y no solamente por
consideraba que se debía de tomar como base que un grupúsculo se siga apropiando del au-
“el libro de Ermanski, cuyo título era La orga- mento de la plusvalía.
nización científica y el sistema Taylor (Lenin,
1961c:830). Aportaciones de la obra de Taylor
Sobre la administración científica, Lenin reco- en distintos rubros
nocía la importancia del trabajo de los especia-
listas en dicha materia, además del de aquellos Puesto que buscaremos mostrar cómo es que los
ingenieros y científicos de otras ramas; así ano- planteamientos centrales de la administración

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científica permanecen vigentes, analizaremos plexión del operario también debía tomarse en
los aportes de este texto fundacional a la admi- cuenta.
nistración en cada uno de los apartados centra- En el caso de que se viera que un trabajador
les que se analizan. no alcanzara los promedios generales en cierto
tipo de labores, Taylor sostenía que no se queda-
En el rubro administrativo ba sin fuente de empleo, pues “a la mayoría de
ellos se les dieron inmediatamente otras labores
En este aspecto anotó que “el objeto principal dentro de la Bethlehem Steel Company”, lo que
de la administración ha de ser asegurar la máxi- significaba que la dirección ponía “el trabajo a la
ma prosperidad para el patrón, junto con la altura de los trabajadores” (Taylor, 1977:61-62).
máxima prosperidad para cada uno de los em- Respecto a la dirección, el trabajador debía
pleados” (Taylor, 1977:19). Pero, además, agre- recibir indicaciones de distintos supervisores
gaba que estas máximas, para uno y para otro, para que cada uno, desde su particular especia-
“pueden conseguirse solamente cuando el traba- lización, aportara medidas que permitieran un
jo del establecimiento se haga con la suma de producto de calidad, es decir, las decisiones de
gasto de esfuerzo humano, de recursos naturales dirección no se centralizaban, sino que se com-
y de costo para el empleo del capital en forma de partían entre varios supervisores.
máquinas, edificios, etc.” (Taylor, 1977:21). Considera necesario elaborar los que hoy co-
Que estos principios, no sólo dentro del sis- nocemos como manuales de procedimiento, con
tema capitalista sino de cualquier otra forma de lo que se evitaría parsimonia en el trabajo, pues
producción, deben guiar a los administradores, se requiere, en lugar de hacer las cosas según se
y por extensión a cualquier otra disciplina o tra- piense que es mejor, encontrar “sistemas científi-
bajo, sea científica o no, es indiscutible. En el cos, incluso en los detalles más pequeños de las
caso de la administración, puede considerarse labores de cada oficio”, y desechar el sistema de
una ley de carácter universal en cualquier tiem- administración de uso corriente que deja en li-
po y lugar. bertad al trabajador para que labore “en la forma
Así resumimos el objetivo central de la admi- en que él cree que es la mejor, con relativamente
nistración que plantea Taylor: cómo aumentar la poca ayuda y asesoramiento por parte de la di-
productividad, los rendimientos. Por ello asevera rección” (Taylor, 1977:31).
que “entre los diversos métodos e instrumentos Sobre este aspecto, el citado autor considera

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utilizados en cada movimiento de cada oficio que los patrones deben hacer a un lado la des-
hay siempre un método y un instrumento que preocupación que tienen para tomar medidas
son más rápidos y mejores que cualquiera de drásticas “para obligar a los trabajadores a [ha-
los demás”. Se requiere, entonces, el estudio y cer su labor] en el menor tiempo posible, a me-
análisis científico “de todos los procedimientos nos que efectúe una demostración práctica a
e instrumentos en uso, junto con un estudio de los trabajadores probándoles concluyentemente
tiempo y movimiento que sea preciso y minu- la rapidez con que el trabajo puede ser hecho”
cioso. Esto comporta ir sustituyendo paulatina- (Taylor, 1977:27). Estas medidas son aplicables
mente los procedimientos empíricos de todas las hoy en día en aquellas pequeñas y medianas
artes mecánicas por otros sistemas científicos” empresas donde el patrón está pendiente sin
(Taylor, 1977:31). descanso del desarrollo de los trabajos, e inclu-
Taylor habla de la división del trabajo, de es- so puede él mismo demostrar a los trabajadores
coger al trabajador adecuado y de poner el traba- que sí se pueden hacer en menor tiempo las fae-
jo a su altura, incluso atendía a las características nas productivas, de esta forma sus asalariados no
físicas del obrero. Planteaba incluso que, si había tendrán excusa para aumentar su productividad;
que palear, debían existir distintos tipos de pa- pero en las grandes firmas esto es imposible; es
las según el material (Taylor, 1977:64). La com- más, en la división del trabajo, ya ni siquiera los

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directores de área podrían hacer lo anterior, mu- de dicho artículo” (Taylor, 1977:24). Pero el fe-
cho menos los patrones o dueños, que ya no son nómeno que se observa de tiempo atrás es que,
un individuo o sus familiares, sino inversionis- incluso con una reducción de los costos, no hay
tas en su consejo los que toman las decisiones más el abaratamiento de los bienes, sino el aumento
importantes, delegando a empleados asalariados de precios; o bien, se da el caso de que en la
—directores generales, directores de área, geren- crisis se estanque la producción, pero la carestía
tes, etc.—, así sea su más alta responsabilidad, el va en aumento.
manejo de la empresa, y en cuanto los resultados Desde luego que en la economía real tales pre-
son desfavorables, su despido es el colofón. misas son privativas para mercados y empresas
en competencia perfecta, no así cuando se ubi-
Su visión económica can en la competencia imperfecta, y mucho menos
en oligopolios; ni qué decir si son monopolios.
Taylor, en el aspecto económico, considera que Bien sabemos que entonces el desperdicio y el
los administradores deben trabajar teniendo en derroche son una constante. Es más, tanto los oli-
mente que la empresa se encuentra en un entorno gopolios como los monopolios incluso detienen
competitivo. Planteaba que había que producir el avance de las fuerzas productivas cuando un
más, según lo que se anotó líneas arriba, utilizar nuevo invento puede poner en riesgo su tasa de
y no desperdiciar los recursos tanto materiales ganancia por la saturación de mejores bienes y
como humanos, pues de no hacerlo: servicios con alta calidad en el mercado; sólo se
da paso a nuevas innovaciones cuando se asegu-
está bien claro que la competencia le impedirá ran de que se elevará su ganancia.
pagar salarios más altos a sus trabajadores que los Entendemos, en la revisión de su obra, que
que están siéndoles pagados a los de su competir. el administrador no debía crear problemas, sino
Y lo que es cierto respecto a la posibilidad de presentar soluciones y resultados.
pagar salarios altos en el caso de dos compañías Lo anterior es su enfoque de cómo se vio res-
que compiten codo a codo, una con otra, tam- pecto a la máxima para el empresario, y no hay
bién reza para distritos enteros del país y hasta que olvidar que también habla de la máxima
para naciones que estén en competencia (Taylor, prosperidad para el trabajador. En este punto, el
1977:21). citado autor no comparte que se haga trabajo a
destajo en las condiciones en que se desarrolla,
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La visión de Taylor iba más allá de su entorno, esto es, con carencia de estímulos, pues sin ellos
pues como parte de un todo, la empresa se en- el conjunto de obreros siempre verá con descon-
contraba y se encuentra en la actualidad con los fianza tal sistema:
mismos retos de entonces: producir más con el
menor gasto de recursos de todo tipo; esto es, En cuanto el trabajador ha visto que la tarifa de
abatir los costos permitirá mayores utilidades destajo del trabajo que está haciendo ha sido
para el patrón y mejores salarios para los traba- disminuida dos o tres veces como resultado de
jadores. En el sistema capitalista la competencia haber trabajado más arduamente y de haber au-
en ciertas condiciones impide que no sea perma- mentado su rendimiento, lo más probable es que
nente la búsqueda de alternativas que permitan prescinda totalmente del modo de ver el caso
a la empresa mantenerse como fuente, en primer propio de su patrón y, que, llevado de su disgusto
lugar, de ganancia, y en segundo, de empleo. decida que no habrá más rebajas en la tarifa si
Para Taylor, una empresa que opere en las puede impedirlo reduciendo su rendimiento (Tay-
condiciones que señala obtendrá como resul- lor, 1977:30).
tado costos más bajos y, por tanto: “El abarata-
miento de cualquier artículo de uso corriente [y] Como alternativa, Taylor propone estimular la
casi de inmediato un aumento de la demanda iniciativa del trabajador otorgándole estímulos

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especiales. “Por ejemplo: la esperanza de una 1977:28). Esta afirmación nos lleva de la mano
mejora o ascenso rápidos; salarios más elevados, incluso a la filosofía, pues se pone en discusión
ya sea en forma de una tarifa más generosa de si el hombre no sólo es perezoso por naturaleza,
destajo o de una prima o bonificación de algu- sino también, si es bueno o malo, o bien si sólo
na especie por el trabajo rápido y bien hecho; busca su provecho personal, individualista, etc.
menos horas de trabajo; mejor medio ambiente Es posible que en Taylor, que asume esta posición
y mejores condiciones de trabajo”; aunado a lo —el ser es perezoso—, su formación religiosa le
anterior, el principal estímulo es “la considera- lleve también a pensar que sólo el trabajo, la
ción personal para los trabajadores [por parte constancia, la perseverancia, el tratar de mejorar
del director] así como de contacto amistoso con permanentemente lo dignifica. Por nuestra parte
ellos” (Taylor, 1977:39). El enfoque de las rela- apuntamos que en las sociedades humanas, des-
ciones humanas en la empresa, como se ve, era de tiempos inmemoriales, en la amplia gama de
también una preocupación del autor analizado. personalidades y conductas, encontramos actos
Respecto a la motivación que se debía gene- de la mayor entrega al trabajo, pero también, en
rar entre los trabajadores —pues es claro que el otro extremo, a aquellos que viven como pa-
repercute en la eficiencia dentro de la empre- rásitos de la única productora de valor, la fuerza
sa–, el mejor sistema según el citado autor es “una de trabajo. Diríamos que entre ellos, además de
administración en la que los trabajadores dan empresarios explotadores —que no todos, pues
su mejor iniciativa” y a cambio los trabajadores hay algunos que se desprende de parte o toda la
reciben alguno de los estímulos antes señalados. riqueza adquirida—, encontramos a parte de
Es difícil estar en desacuerdo con estas propues- la clase política y a todo aquel que en la organi-
tas, y en las grandes empresas de hoy en día, las zación, comunidad, etc., sólo está al acecho de
instalaciones, por ejemplo, son cada vez más obtener privilegios a costa de los que lo rodean.
adecuadas e incluso cuentan con iluminación Incluso podemos decir que, situados en los ex-
y temperatura agradable, música y, en el caso tremos, encontramos hombres desprendidos y
de la escudería Ferrari, los obreros dentro de la otros egoístas y crueles.
planta respiran aire suficientemente sano por Apunta nuestro autor que en “en el futuro se
contar con árboles que, ex profeso, se han plan- apreciará que nuestros dirigentes tendrán que ser
tado en las instalaciones. También, como en la dirigentes instruidos correctamente, y que, con el
mayor parte de las grandes firmas, los emplea- viejo sistema de administración de personal, no

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dos cuentan con comedores, servicio médico, hay ningún hombre que pueda abrigar espe-
etc. Sin embargo, cuando las crisis económicas ranzas de competir con ningún número de hom-
repercuten en la tasa de ganancia, los recortes bres comunes, que se hayan organizado como
o cierre de plantas son una realidad y arrojan a es debido para poder colaborar eficazmente”
los trabajadores, que laboraban contando con (Taylor, 1977:16). La realidad apunta a que, en
estos beneficios, a la calle, o, en el mejor de los general, los propietarios y sus administradores,
casos, realizan paros técnicos con la reducción sobre todo de las grandes corporaciones, son
obligada de salario. como el resto de aquellos que no se acercan a
los valores más valiosos de la cultura universal,
Aspectos ideológicos nacional o local, es gente a la que lo que menos
le interesa es elevarse por encima de sus miserias
Tenía en cuenta, desde su perspectiva, que: “La como persona.
pereza natural del hombre es algo serio, pero
el mayor mal de que padecen tanto los trabaja- Aspectos políticos
dores como los patrones es el bajo rendimiento
sistemático, que es casi universal bajo todos los Si bien son pocas las referencias de Taylor a los
programas corrientes de administración” (Taylor, aspectos sociales, ideológicos, etc., en cuanto a

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

los aspectos políticos se encuentran señalamientos cual murieron millones de hombres por intereses
muy claros. En este rubro piensa que si se siguen que no eran suyos.
los lineamientos que propone, sus propuestas se- Habiendo sido un obrero, Taylor anotaba, so-
rían aplicables en todo tipo de organizaciones: bre la explotación de la fuerza de trabajo, que
sentía “gran simpatía por las personas a las que se
Abrigamos la esperanza de que, para los demás las hace trabajar con exceso, pero en general,
lectores, estará bien claro que los mismos prin- tiene aún mayor para los que están insuficiente-
cipio pueden aplicarse con igual fuerza a todas mente pagados” (Taylor, 1977:25).
las actividades humanas: a la administración de Agregaba que habría prosperidad con el au-
nuestros hogares; a la de nuestras granjas; a la mento de la productividad, pues bajaban los cos-
de los negocios de nuestros artesanos, grandes y tos y, por lo tanto, eso traería una disminución
pequeños; a la de nuestras iglesias, de nuestras de la pobreza, no sólo de los trabajadores, “sino
instituciones filantrópicas, de nuestras universi- también para toda la comunidad en contacto in-
dades y de nuestros departamentos de gobierno mediato con ellos” (Taylor, 1977:124). Verdad
(Taylor, 1977:17). irrefutable, pero nunca consideró que el aumen-
to de la productividad trae como consecuencia
Apuntó, además: “los derechos de la gente son, —si bien el nivel de vida de los trabajadores que
pues, más importantes que los del patrón o del no pierden el empleo se eleva en el caso de un
empleado. Y esta gran tercera parte interesada ha aumento de salarios menos que proporcional al
de recibir la parte correspondiente de todo bene- valor que agregan— un desplazamiento de la
ficio”. Para el capital, al aumentar el rendimiento mano de obra mayor a la cantidad de nuevos
a través de innovaciones en maquinaria que des- puestos que se crean. Además, en algunos paí-
plaza al trabajador, trae la prosperidad del mundo ses como México, personas que alcanzan los 35
civilizado, los beneficios han sido para “todo el años de edad o más ya no son contratados.
pueblo, o sea al consumidor” (Taylor, 1977:118). Como en el sueño taylorista de la máxima
Consideraba Taylor que no había “ninguna productividad, en el mundo actual se produce
agitación política pública en pro de una ‘mayor una cantidad de bienes y servicios como nun-
eficiencia nacional’, no se han convocado a re- ca antes lo soñó la humanidad, pero también es
uniones para estudiar la forma en que ésta haya de una realidad que mueren muchas personas, ni-
llevarse a cabo. Pero, de todos modos, siguen ños, adultos y ancianos, debido a las carencias
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dándose señales evidentes de que la necesidad de que tienen de todo tipo y que no cuentan con
una mayor eficiencia es generalmente sentida” recursos para satisfacerlas. En las crisis económi-
(Taylor, 1977:16). No tenía en cuenta que desde cas los primeros que padecen las consecuencias
que nace el capitalismo, en todas partes donde se son aquellos con ingresos fijos por la venta de
instaura, las luchas de los obreros y de parte del su fuerza de trabajo y las familias cuyos jefes no
resto de la sociedad arrancaron al capital obliga- tienen empleo.
ciones para sus trabajadores. Para Taylor, con sus propuestas sobre la ad-
En contradicción con el reconocimiento por ministración científica, incluso reducir las ho-
parte de Taylor de que existe la miseria y, más ras de trabajo trae como consecuencia, por otra
tarde, de que la elevación de la productividad parte, “un aumento de oportunidades para la
y la saturación de los mercados que no podían educación, la cultura y el esparcimiento” (Tay-
realizar las mercancías que ofrecían —no por lor, 1977:123). Lo que Taylor no contempló fue
falta de individuos y grupos que requieran de que intereses de grupos fácticos se apoderarían
ellas, sino porque no tenían trabajo ni ingre- de esas “oportunidades para la educación”, y
sos—, llevó a que el sistema capitalista obligara que desde la época en que vivió hasta nuestros
a los gobiernos a la lucha armada con el objetivo días, lo que predomina es la cultura chatarra,
de ganar mercados, territorios y colonias, en la pues la educación en general tiende a formar

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A cien años de la administración científica, pp. 31-48

individuos preparados sólo para ajustarse al sis- ro del sistema ecológico, así apuntó: “Podemos
tema, sin una visión crítica y propositiva de la ver cómo desaparecen nuestros bosques, cómo
sociedad y su desarrollo. nuestras fuerzas hidráulicas se desperdician […]
el final de nuestros yacimientos de carbón de
Aspectos laborales y sindicales piedra y de nuestro mineral de hierro están tam-
bién a la vista”. Para él, la pésima administración
Taylor consideraba que las relaciones laborales, ocasiona que la “pérdida diaria causada por tal
con su sistema, permitirían eliminar las desave- fuente sea mayor que nuestro derroche de bienes
nencias entre patrones y obreros —por cierto, en materiales” (Taylor, 1977:15). La historia ha se-
la traducción que revisamos la palabra obrero no ñalado que su país, en una actitud imperialista,
se utiliza—: “La administración científica signi- por la fuerza la mayoría de las veces, se adueñó
ficará […] la eliminación de casi todas las cau- de territorios que contaban con gran riqueza o
sas de disputas y desacuerdos entre ellos […] el derribó gobiernos que ponían un coto a la depre-
gran aumento de los salarios que acompaña este dación de los recursos que hacían sus empresas
tipo de administración eliminará en gran parte en otras regiones (y en su propio país también).
la cuestión de la paga como fuente de disputas” Las cosas no sólo no han cambiado, sino que
(Taylor, 1977:123). hoy la humanidad se precipita a una desastre
Para Taylor, muy en relación con lo anterior, ecológico debido al ecocidio que comete con la
su visión del papel de los sindicatos era negati- naturaleza; a pesar de que hay tendencias a res-
vo, pues en la mayoría tienden a crear falacias y taurar las calamidades que ocasiona al mundo el
mentiras, en el sentido de que el trabajador tiene hoy predominante sistema capitalista, éstas son
que reducir el rendimiento, ya que aumentarlo va menos que proporcionales a lo que se destruye.
en contra de sus propios intereses, “y las personas
que gozan de más influencia entre los trabajado- Vigencia del pensamiento de Taylor.
res, o sea los dirigentes obreros, así como mu- La administración pública actual
chas personas con sentimientos filantrópicos que a la luz del taylorismo
les ayudan, están difundiendo a diario esta men-
tira y diciéndoles al mismo tiempo que trabajan Si bien Taylor fundó gran parte de la admi-
en exceso” (Taylor, 1977:25). Antes y ahora los nistración, a 100 años de la publicación de su
sindicatos son conquistas laborales que los traba- trabajo sus principios continúan más que vigen-

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jadores han logrado luego de largas luchas y sa- tes. Actualmente, en un entorno de restricción
crificios, incluso de vidas humanas. Son y fueron presupuestal impuesta por un modelo económi-
una respuesta a la insaciable avaricia de los de- co neoliberal, recurrir al discurso de la eficiencia
tentores del capital por aumentar su ganancia al y de la optimización de recursos se ha vuelto una
precio que fuera, representan el contrapeso a las constante. Así, al utilizar indicadores encamina-
decisiones arbitrarías de los patrones o sus perso- dos a la medición y estandarización de tiempos
neros. En un mundo globalizado, esas conquistas en la gestión pública, la situación se complica.
están siendo parcialmente hechas a un lado, pues Los indicadores de tiempo en la administración
ante la amenaza de cerrar las fuentes de empleo y pública tienen una posible deficiencia inherente
trasladar las operaciones a otros países, los sindi- a su propia naturaleza, ya que, al partir de una
catos inteligentemente prefieren sacrificar pues- concepción lineal-cuantitativa del tiempo, “la
tos de trabajo; de los males, el menor. metáfora lineal está ligada al concepto de mer-
cancía; con el desarrollo de la economía indus-
Aspectos ecológicos trial, la concepción lineal de tiempo favorecería
[…] la ecuación decisiva que asocia la acelera-
En la introducción de su obra, Taylor, al igual que ción a la acumulación [y que] confería, de ahí en
los marxistas, ve con preocupación el deterio-

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

adelante, un valor humano al tiempo” (Hassard, un proceso de argumentación y, a la vez, como un


1990). trabajo de fina artesanía, en la medida en que se
Desde los comienzos de la administración trata de un producto analítico que no puede ser
como disciplina —proveniente del sector priva- generado “en serie”, de forma mecánica.
do—, Taylor apareció como el heredero de la El carácter artesanal de la formulación de polí-
fábrica de alfileres de Adam Smith, cual sumo ticas se refiere a la capacidad del analista de ser
sacerdote de la utilización racional del tiempo. convincente y de plantear argumentos sólidos, con
Al implementar este tipo de controles en el sector buenas razones y evidencia, a partir de la infor-
público, deberá reconocerse una de sus principa- mación y teoría disponibles, sin bastar para ello
les peculiaridades: fenómenos tan amplios como las reglas técnicas generalizables para aplicar
los implicados con la reforma del Estado se ven en cualquier caso, ya que, además de la esfera pu-
sujetos a un “tiempo social” más que individual ramente técnica (datos, técnicas de procesamien-
(Uvalle, 1998). Es decir, se trata de un tiempo to, métodos, modelos), es fundamental el trabajo
cuya dimensión cualitativa está determinada por personal, artesanal,3 realizado mediante la argu-
las creencias y las costumbres de la colectividad, mentación, que es el “vínculo que conecta los
lo cual se traduce en los ritmos, las pulsaciones y datos y la información con las conclusiones del
la cadencia de la vida social: estudio analítico” en “una mezcla compleja de
enunciados factuales y apreciaciones subjetivas”
estos sistemas, al contrario de aquellos que repo- y que, para su capacidad persuasiva, requiere
san sobre un paradigma lineal, no suponen una evidencia empírica relevante, no simples hechos
uniformidad de ritmos, ni divisibilidad en las du- y datos, sino interpretación, traducida en “infor-
raciones, ni en la suma de momentos. Ellos enfa- mación seleccionada e introducida en puntos
tizan la experiencia cultural en la construcción clave del argumento con el fin de persuadir a un
de significados tratando de explicar el carácter auditorio particular de la verdad o falsedad de
cíclico y cualitativo del tiempo social (Gurvitch, un enunciado de hecho” (Majone, 1997:171).
1958, citado por Hassard, 1990). El análisis pasa de la medición técnica a las
consideraciones políticas, si se considera la fre-
Ese carácter cíclico se ve acentuado por el re- cuencia con que la información, más que ser
conocido hecho de que, en administración pú- utilizada como fundamento de la definición de
blica, la línea más corta para unir dos puntos no acciones, tiene que servir para justificar y legi-
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es una línea recta (Uvalle, 1998). En el sector pú- timar decisiones previamente tomadas. La in-
blico, el cálculo del tiempo en gran parte es un formación se asocia también al poder y sirve de
orden negociado, una construcción colectiva, en base para su ejercicio. En la gestión pública, la
la que los actores tienen todo un repertorio de- toma de decisiones no pone en juego solamente
fensivo de elaborados instrumentos propios de la la información, sino los valores e ideologías: “las
“organización informal” —en términos de la teo- argumentaciones son lecturas objetivadas por los
ría de las relaciones humanas—, que les permite actores que, haciéndose estrategas, retienen so-
influir en los ritmos de producción. lamente algunas facetas del objeto de discurso”,
En ese sentido, la preocupación por la medi- por lo que “la construcción de la argumentación
ción del trabajo —outputs, productividad, efi- se inscribe en una perspectiva de persuasión más
ciencia en las organizaciones públicas— puede que de descripción” (Déry, 1990).
llevar a desdibujar su definición, sus objetivos y La argumentación es básica en un entorno de-
su misión, soslayando entonces lo más importan- mocrático, se convierte en el insumo elemental
te de la acción pública: la calidad, factibilidad y para la definición de rumbos en la acción públi-
oportunidad en la formulación e implementación ca, por lo que el proceso de persuasión recíproca
de políticas públicas. Justamente, Majone (1997: es fundamental en la hechura de las políticas,
170) concibe el análisis de las políticas como modelo en el que la discusión y la deliberación

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A cien años de la administración científica, pp. 31-48

pública —que involucra juicios morales y elec- cualquier medida técnica, el establecimiento de
ciones de políticas (Gordon, 2000)— distingue indicadores se ve sujeto a la interpretación y al
al sector público del privado. juego de intereses derivado de la multiplicidad
El taylorismo vuelve por sus fueros y acentúa de actores involucrados en el terreno público.
su influencia —si es que alguna vez desapare- Recordemos el caso del Ministerio de Educación
ció— desde el momento en que comienzan a en Nicaragua, famoso por haber establecido un
abundar afirmaciones como: mecanismo para proveer representación sindical
y ciudadana en el Consejo Ministerial:
la concepción del sector público como un espacio
administrativo-organizacional dominado por la La participación de ciudadanos en este Consejo
observancia de la norma y el procedimiento para resultó en la adopción de nuevos indicadores para
justificar decisiones y comportamientos, es des- el desempeño, incluyendo el número de bancas
plazada por la concepción del aparato adminis- en los salones de clase debido a la tremenda falta
trativo del Estado como un proveedor de servicios de éstas. El sindicato de los profesores se opuso
públicos en el cual los resultados (calidad, efi- porque no consideraban prioritario el uso de re-
ciencia y satisfacción del usuario) son los criterios cursos para ese fin y el Ministerio se encontraba
fundamentales para justificar decisiones y com- operando con un déficit presupuestal. El sindica-
portamientos (Vergara, 2009:30). to abogó por la adopción de un nuevo indicador:
el número de profesores certificados contratados
Concebir la administración pública como pro- para llenar los cargos. Desafortunadamente, ha-
veedora de servicios empuja, inevitablemente, a bía una gran carencia de profesores certificados
transferir modelos organizacionales propios del en el país, y pocas instituciones para certificarlos.
sector productor de bienes y servicios por anto- Los representantes de los ciudadanos se opusieron
nomasia: el sector privado. Con ello, la medi- a la adopción de ese indicador porque resultaría
ción de tipo taylorista se convierte en el criterio en una falta de profesores en las clases (Perlman,
central para definir “calidad, eficiencia y satis- 2003:10-11).
facción del usuario”. El establecimiento de indi-
cadores de desempeño es ya parte de la realidad Como era de esperarse, a través de la adop-
cotidiana en el sector público. Sin embargo, la ción de esos indicadores crecieron las expecta-
naturaleza de este sector habrá de determinar tivas de una mejor infraestructura educacional y

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el tipo de “reapropiación” que se realice de las de un cuerpo de profesores más calificado. La
máximas tayloristas en torno a la medición: si se situación era complicada porque la razón del
trata de hacer realidad la atención privilegiada incumplimiento de indicadores era de carácter
dirigida a los “clientes” propia del sector priva- estructural: debido a una reducción del presu-
do, tendría que procurarse un especial cuidado puesto, ninguna de las dos expectativas logró ser
en asegurar que los indicadores clave utilizados en satisfecha. Así, fue difícil encontrar profesores
las instituciones públicas surjan de los ciudada- certificados, y los que había no podrían ser con-
nos y sean revisados por éstos, aun con las na- tratados porque se cotizaban muy por encima
turales asimetrías de información provenientes del promedio; además, un número adecuado de
del dominio técnico, por parte de la burocracia, escritorios no podría comprarse por falta de pre-
sobre ciertas actividades públicas. supuesto. Con ello, un proceso técnico —como
La compleja naturaleza de la administración el establecimiento de indicadores— terminó por
pública, en principio, representada por la plu- desencadenar un conflicto político de grandes
ralidad de actores que intervienen en su funcio- dimensiones:
namiento, puede llevar a que no se concrete el
ideal taylorista de abolición del conflicto gra- No sólo el Ministerio no cumplió las expectativas
cias al imperio de la medición científica. Como de los ciudadanos establecidas por los nuevos

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

indicadores, sino que también la atención al mo- y, respecto al seguimiento de los indicadores al
nitoreo de esos indicadores desvió la atención al tercer trimestre de 2008, se dice que “de los 285
seguimiento de aquellos tradicionales de desem- indicadores que debían reportar avance, 163 re-
peño educacional, como la asistencia estudiantil, portaron un avance superior a 50% de la meta
la matrícula y la proporción estudiante-profesor anual programada, y sólo dos no reportaron avan-
[…] Lejos de mejorar, resultó en un rompimiento ce” (shcp, 2008).
de comunicación entre Ministerio y sindicato y Se trata, entonces, de realizar indicadores
ese, entre otros factores, casi llevó a una huelga sobre los indicadores. Con ello, lejos de cum-
(idem). plir la promesa de pasar a la era de las “orga-
nizaciones posburocráticas”, las disfunciones
Puede presentarse la multiplicación y compli- atribuidas al modelo burocrático pueden verse
cación de indicadores en vez de su reducción y acentuadas, junto con el proceso universal de
simplificación. Tomemos el ejemplo en nuestro racionalización y de confinamiento en “la jaula
país del actual Sistema de Evaluación del Des- de hierro”. Son célebres los términos de “inca-
empeño (shcp, 2007), cuyos dos ejes son: 1) la pacidad adiestrada” y de “ritualismo”, fruto de
evaluación de las políticas públicas y programas la exagerada preocupación por el cumplimiento
presupuestarios, mediante la cual se verificará de las reglas (Merton, 1968) —aplicable también
el grado de cumplimiento de objetivos y me- al cumplimiento de indicadores—, así como las
tas, con base en indicadores estratégicos y de funciones reales de las normas (y, de nuevo, de
gestión; 2) evaluación de la gestión para la ca- los indicadores): legitiman el castigo, encubren
lidad del gasto, mediante el cual se impulsará la dominación, permiten el control a distancia
la puesta en marcha de acciones que incidan en y son utilizadas por los jefes para negociar con
el funcionamiento y resultados de las institucio- los empleados, además de preservar la apatía
nes públicas, a fin de que éstas eleven sustan- al especificar un nivel mínimo de desempeño
cialmente su eficiencia y eficacia; modernicen y (Gouldner, 1954).
mejoren la prestación de los servicios a su cargo; La organización como máquina es la metáfora
y promuevan la productividad en el desempe- que desde el taylorismo se impone y se trasla-
ño de sus funciones y la reducción de su gasto da actualmente del sector privado al público,
de operación. Se establece como meta el ahorro una metáfora bastante socorrida cuando lo que
hasta de 20%, equivalente al gasto de operación se busca es la despolitización del debate, nece-
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y administrativo de las dependencias del gobier- sariamente implícito en toda medida adminis-
no federal. Ahora bien, ¿qué tipo de información trativa. La narrativa implícita en toda analogía
se genera para el público con los resultados de o metáfora contiene una “fuerza creadora-del-
dichas evaluaciones? mundo”, pero las palabras así creadas pueden
permitir mayor libertad para unos que para
En 2008 se registraron 398 matrices de indicado- otros: “la ‘racionalización de la producción’ o
res para igual número de programas presupues- la ‘competencia por mercados extranjeros’ quizá
tarios, con un total de 3 290 indicadores, a los estrechen la libertad para los trabajadores”, lle-
que se les da seguimiento periódico de acuerdo vándonos entonces a concluir que el verdadero
con su frecuencia de medición; trimestralmente poder es realmente el poder para definir (Brown,
se reportan los avances de 265 indicadores se- 1987, citado por Czarniawska, 1997). Valores
leccionados de 217 programas como los más re- como “racionalización” o “competencia” apare-
presentativos de cada dependencia y entidad; en cen “naturalmente” en contextos en los que el
2009, se registraron 453 matrices de indicadores mercado desplaza —al menos ideológicamen-
para igual número de programas presupuestarios te— al Estado.
con un total de 4 329 indicadores a los que se les Reiterando que las organizaciones son fenó-
dará seguimiento durante el ejercicio fiscal menos culturales —no sólo como fenómenos

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culturales—, Czarniawska (1992:29) agrega que institucional condenaba a los humanos, afirman-
la fortaleza de la metáfora descansa en su poder do que la excesiva racionalización terminaría
para tender un puente entre dos mundos distin- por ahogar todo espíritu creativo y originalidad,
tos, entre dos diferentes dominios. Refiriéndo- permaneciendo relativamente impotentes y su-
se al tipo de metáforas utilizadas en diferentes jetos a presiones isomórficas en el extremo del
disciplinas, Douglas (1986) recordaba que para determinismo, olvidaba que la jaula constriñe,
Elster las explicaciones mecánicas4 eran válidas pero también protege. Los actores “se encierran”
para la física; las funcionales, para la biología en ella si así conviene a sus cálculos estratégicos
—justificándose en virtud del marco teórico más de orden político, si así corresponde a cierta co-
amplio de la selección natural—,5 pero ninguna yuntura o si se está interactuando con cierto tipo
de ellas lo era para el comportamiento humano, de actores y no con otro.
pues los actores usan estrategias vedadas para El análisis organizacional tendría que ser el in-
otros organismos biológicos: retroceden, utilizan tento por poner al actor y sus intereses de vuelta
estrategias de espera y maniobras de naturale- dentro de la ecuación, comenzando por recono-
za política, eluden aparentemente para avanzar cer que la utilización de indicadores y otro tipo
más tarde, efectúan movimientos indirectos, en de controles inspirados en la noción central de
una palabra, desconciertan y vuelven imprede- eficiencia propia del taylorismo, pueden llevar
cible su conducta en múltiples ocasiones. Esto al fetichismo en su utilización. El indicador pue-
se debe a que se trata del único comportamien- de convertirse en un referente vacío de sentido, en
to que puede ser calificado de intencional. De la medida en que sólo transmite información,
ahí que la pregunta emergente sea: ¿basta con muchas veces sin mayor relevancia respecto a
medir tiempos y movimientos en las labores de un contexto social más amplio o espacio organi-
un actor para garantizar la obediencia, la predic- zacional más concreto, debido a que cualquier
tibilidad de su comportamiento, el logro de las producción simbólica
metas? Difícilmente. Si así fuera, la “jaula de
hierro” terminaría por someter toda capacidad es el resultado de una interrelación dialéctica en-
humana de innovar. tre contexto, actores y narrativas sociales [y] el
Hemos dicho ya que, a lo largo de la teoría de símbolo no es sinónimo de signo, pues […] lo
la organización, se le ha interpretado de distintas simbólico —al pertenecer al mundo del imagina-
formas, comparándola con elementos de la rea- rio— responde al pensar, al placer de crear, a la

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lidad “externa”, utilizando para ello metáforas. voluntad de producir sentido y en eso se distin-
Por un principio hermenéutico que recomienda gue del signo que no hace más que informar. Los
explicar lo menos conocido con ayuda de lo modelos tecnorracionalizadores, al querer hacer
mejor conocido, se volvió práctica común que del signo un símbolo, empujados por la raciona-
las ciencias sociales recurrieran a metáforas de lidad económica, empobrecen la organización
la biología o de la misma industria, por ejem- simbólica del trabajo (Chanlat, 1990).
plo, comparar la organización con un organismo
que se adaptaba al medio (metáfora orgánica), o Por ello, al establecer indicadores, debe con-
como una máquina que recibía insumos (inputs), siderarse el tipo de labores que marcan la coti-
los procesaba (en una caja negra) y generaba dianidad del sector público: “una buena parte de
productos (outputs). En este tipo de metáforas la profesiones libres conservan una organización
regularidad y la repetitividad son la regla, pero del trabajo flexible, centrada en tareas ligadas a
en el ámbito organizacional la generación de tales o cuales acontecimientos” (Hassard, 1990).
conductas no es mecánica, sino que obedece a Un ejemplo clásico de ello lo toma Mintzberg
relaciones de tipo iniciativa-respuesta, en las que (1999) del sector de la salud pública en Ingla-
lo interno y lo externo se codeterminan. Metafó- terra: un cirujano de transplantes de hígado, al
ricamente, la “jaula de hierro” a la que la teoría operar a 10 pacientes, diría que su índice de

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

éxito era de 8 sobre 10: “Contaba hígados, no ginario y simbólico en una proporción variable
personas”. Un inmunólogo lo pondría en 7 sobre (Barba, 2002:120).
10, argumentando que el cirujano no debería de Acorde con este reconocimiento del “compo-
haber operado a la persona que tenía cáncer. Las nente imaginario y simbólico” en las organiza-
enfermeras, por último, dirían que era de 3 sobre ciones, Clegg y Clarke (1998:305) señalan que
10, considerando la calidad de vida postoperato- “las organizaciones y las redes, materiales o vir-
ria. No existe, por lo tanto, one best way de va- tuales son sistemas construidos a partir de flujos
lorar el desempeño en muchas de las actividades de poder/saber que la gente utiliza para ponerlas
en el sector público, pero, sin duda, la presencia en acto, cuya estructura es el medio y el resultado
de Taylor sigue siendo incuestionable en el dis- de esta relación. Su utilización se fragua en torno
curso administrativo. a las tecnologías que llevan consigo el diseño
pasado y los usos futuros” (cursivas nuestras).
Conclusiones La historia de una organización no aparece
en los indicadores de desempeño, por lo que
A lo largo de este artículo hemos procurado no existe one best way para resolver conflictos,
proporcionar elementos que justifiquen por qué elemento central en cualquier organización, de-
continuamos analizando los Principios de admi- terminante de su desempeño, pero difícilmente
nistración científica, de Taylor. Es, a todas luces, un medible. Si algo más nos queda de la experien-
texto fundacional, a partir del cual comienzan a cia taylorista, es la necesidad de reconocer no
sentase las bases del ejercicio de la administra- sólo los elementos estructurales que intervienen
ción. Si bien surge en un contexto de fuerte pre- en el desempeño de una organización, sino la
sencia estatal y sindical, hoy por hoy el principio capacidad creativa que tienen los actores en
de medición y control propuesto por Taylor se la organización, a partir del uso, interpretación y
mantiene. modificación —muchas veces en el anonimato
Podemos realizar muchas observaciones en y en la cotidianidad— que hacen de dichos ele-
torno a la concepción implícita que de “organiza- mentos estructurales.
ción” se tiene en la obra de Taylor: un agregado
de individuos atomizados fácilmente controlable Notas
y, por lo tanto, dirigible. De acuerdo con Czar-
niawska (1997), las organizaciones son redes de 1
L a discusión amplia entre académicos no iba
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acción colectiva comprometidas en un esfuerzo a las causas de la primera Guerra Mundial,


por construir su mundo, por lo tanto, la organiza- pues unos sostenían que se debía a la gran
ción es, entonces, una actividad y no el “objeto” sobreproducción de bienes primarios; a las
resultante, es un proceso colectivo y no una serie consecuencias; otros sustentaban que era
de indicadores de desempeño: “no hay nada en debido tanto a la sobrevaloración de la li-
la gente que dé sentido a la organización, excep- bra y la subvaloración del franco, e incluso
to lo que ha sido socializado y se encuentra ya al crack de la bolsa, o bien “a la insisten-
interiorizado en ellos: su habilidad para usar el cia de Francia en que Alemania pagara las
lenguaje y, de ese modo, intercambiar creencias reparaciones que se le exigieron luego de
y opiniones que ayuden a dotar de significado, la primera Guerra Mundial” (Kindleberger,
justificar y planear aquello que hacen en la or- 1985:341).
ganización”. Por eso es que las organizaciones 2
Ya Karl Marx (1867), cuatro décadas antes,
no pueden ser totalmente explicadas “a distan- había visualizado la tendencia que seguía
cia”, ya que “son redes simbólicas socialmente la producción en la empresa capitalista. En
sancionadas, constituidas a partir del discurso de El capital había anotado: “En la agricultu-
sus integrantes […] Es por ello que combinan un ra moderna, al igual que en la industria de
componente funcional y un componente ima- las ciudades, el crecimiento de la producti-

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A cien años de la administración científica, pp. 31-48

vidad y el rendimiento superior del trabajo probablemente más apropiado usar las organi-
se adquieren al precio de la destrucción y zaciones como metáforas de las máquinas.
la aniquilación de la fuerza de trabajo” (El 5
De acuerdo con Perrow, citado por Czarniaws-
capital, 1864-1877, sólo el libro primero fue ka (1992), la perspectiva institucionalista tiene
terminado por Marx. Versión en español de un acercamiento de tipo “evolucionario-fun-
editorial Cartago, Bs. As., 1973, p. 482). cional” cuya base principal es la metáfora bio-
   La película de Charles Chaplin Tiempos mo- lógica, pero también hay que recordar que las
dernos, filmada en 1936, refleja nítidamente organizaciones vistas como organismos pare-
hasta qué grado los tiempos y movimientos cen ser una muy útil metáfora, especialmente
en la empresa capitalista, encontrados por porque enfatiza el carácter no planeado, in-
Taylor, llevan a la utilización de la fuerza de controlable de muchos procesos organizacio-
trabajo en la producción. Es indudable que nales (hay adaptaciones orgánicas opuestas
los distintos ritmos de trabajo en la actualidad a cambios planeados), e incluso permiten
en algunas ramas industriales conservan esa reconocer modificaciones organizacionales
cadencia que se ve en el filme, como es el que los actores realizan cuidadosos del pa-
caso de las maquiladoras. En otras, aquellas pel que la autopresentación desempeña en la
donde los robots han sustituido al hombre, se supervivencia. Por eso la necesidad de recu-
observa el escaso número de trabajadores, los perar enfoques que resalten las posibilidades
cuales están pendientes de que los procesos de los actores para “jugar” con ese ambien-
no se interrumpan. te, para simular concordancia absoluta con
3
Una característica propia de la época prein- éste, para mimetizarse a conveniencia o para
dustrial era que “casi todos los artesanos tra- contradecirlo abiertamente.
bajaban por su cuenta, en su casa, con sus
propios instrumentos y a su propio ritmo” Fuentes bibliográficas
(Wright, 1968, citado por Hassard, 1990),
dado que, antes de la revolución industrial, el Adams, Willi Paul (1979), Los Estados Unidos
trabajo se caracterizaba esencialmente por su de América, México, Siglo XXI, col. Historia
irregularidad, hasta que el sistema de fábricas Universal.
impuso a los operarios un empleo de tiem- Alonso, Teresa (1990), La economía de entregue-
po mucho más rígido. Trasladar mediciones rras, España, Akal.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


propias del sector privado al público puede Barba, Antonio (2002), Calidad y cambio organiza-
acentuar formas de gestión industrial en una cional: ambigüedad, fragmentación e identidad.
era pretendidamente postindustrial. El caso del Lapem de cfe, México, uam-cfe.
4
La metáfora de las organizaciones como má- Chanlat, Jean-François (1990), «L’être humain,
quinas, en opinión de Czarniawska (1992), un être symbolique», en Jean-François Chan-
ofrece una desventaja bien conocida: el ca- lat (coord.), L’individu dans l’Organisation. Les
rácter mecánico de la perspectiva. Con ello dimensions oubliées, Canadá, Les Presses de
se refiere no a la perspectiva mecánica so- l’Université Laval/Éditions Eska.
bre las organizaciones, sino a la perspectiva Déry, Richard (1990), “De l’information à
mecánica sobre las máquinas. Si tenemos un l’argumentation”,  en Jean-François Chanlat
acercamiento apropiado a las máquinas, ellas (coord.), L’individu dans l’Organisation. Les
podrían, quizá, servir como metáfora muy útil dimensions oubliées, Canadá, Les Presses de
para organizaciones. No es la materialidad de L’Université Laval/Éditions Eska.
las máquinas (fisicalidad) la que construimos Chiavenato, Idalberto, (1990), Introducción a la
socialmente, aun si nosotros la confirmamos teoría general de la administración, México,
por nuestras acciones, sino nuestra relación McGraw-Hill.
con esa materialidad o fisicalidad. Entonces, es

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