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LA TEORÍA DE LA GOBERNABILIDAD Y SUS APLICACIONES CONTEMPORÁNEAS

Dr. Cand. Mario Galindo Soza


Docente de teoría del estado
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Carrera de Ciencias Políticas
Universidad mayor de San Andrés

La gobernabilidad es un concepto asociado al de estabilidad. La estabilidad es definida según


Tomasini1, como “la previsible capacidad del sistema de durar en el tiempo”. Se debe añadir que la
estabilidad no es sinónimo de equilibrio, ni de inmovilismo, ni de estaticidad, como señala
Morlino2. En esta misma cita, se señala la definición de Tomasini, de que la gobernabilidad es “la
capacidad para preservar la estabilidad del sistema”. Esto puede llevar a una reversibilidad de la
definición, en relación a que la gobernabilidad preserva la estabilidad.

Es así que, la gobernabilidad como concepto, se remonta a Thomas Hobbes, en sentido de la


preservación del “orden político”. Aunque se debe señalar, que según algunos autores, como el
citado Morlino, lleva a la incorporación de las teorías de estabilidad e inestabilidad en distintos
sentidos:

 la teoría de la “cultura cívica” de Almond, que señala la necesidad de construir ciudadanía


conciente para que se establezca verdadero gobierno;
 la teoría de la congruencia de Eckstein, que expresa la necesidad de que se dé una relación
entre democracia y deberes y obligaciones que la misma impone a la sociedad y al Estado;
 la teoría del desarrollo socioeconómico de una sociedad de Lipset, que expresa la
necesidad de una base para la construcción de un estado democrático y de un gobierno
con acciones efectivas;
 la teoría de la institucionalización de estado de Huntington, que revela que a partir de las
diferencias culturales, la compatibilización de las mismas debe traducirse en una sociedad
en instituciones sólidas, que le otorguen fuerza a un gobierno, para el ejercicio de sus
funciones;
 la teoría de la privación de Feierabend y Gurr; que muestra la posibilidad gubernamental
de reducir el campo de acción social y ciudadana para darle efectividad a un gobierno.

Más aún; como cambio múltiple societal-estatal están las teorías de enfoque múltiple del mismo
Almond, que muestran la multiplicidad de factores que intervienen en la medición de la eficiencia
de un gobierno; la teoría de las crisis democráticas de Linz, que señalan que la falta de
gobernabilidad es expresión de momentos de irresolución democrática de las posiciones en una
sociedad.

Desde un punto de vista sistémico, habría que remontarse a teorías marxistas y neomarxistas,
como la de “derrumbe del capitalismo” de Otto Bauer 3, Rosa Luxemburgo4, Lucio Colleti y

1
Tomassini, Luciano. Qué espera la sociedad del Gobierno?. Ed. Universidad de Chile. 1994.
2
Ambas citas, se extraen de: Exeni, José Luis. Comunicación Política e ingobernabilidad en democracia. En
Revista Mediamorfosis. Pag. 148. Ediciones FADO, Plural editores. 2005. La Paz, Bolivia.
3
Bauer, Otto. Teoría Marxista de las crisis económicas. En Die Neue Zeit. Vol. 23/1. Pag. 167. German. 1978.
4
Luxemburgo, Rosa. La acumulación de capital. Ed. FCE. México. 1978.
parcialmente Gramsci5; Las explicaciones de la gobernabilidad en sociedades antiguas de Polanyi 6;
la teoría de las crisis del capitalismo de Böhm Bawerk 7 y Hilferding8; o más recientemente la teoría
de la caída tendencial de la tasa de ganancia de Mandel 9, Anwar Shaikh ó Wili Semmler10.

Pero, entendida como buen gobierno, la gobernabilidad es, según Camou, “la preocupación de
desentrañar las condiciones del Estado justo y establecer la mejor forma de gobierno” 11. La
gobernabilidad va referida a rectitud del gobierno, buen desempeño, cualidad de justicia,
transparencia, proyección de estado. Giovanni Sartori 12, por ejemplo, considera que el buen
gobierno, es aquel al que se “le permite funcionar y se estimula para que actúe
responsablemente”. Por el contrario, el mal gobierno es el “inestable, incompetente, ineficiente
y/o impotente”.

Finalmente, se puede comprender la gobernabilidad desde el punto de vista de la razón de Estado,


para lo cual se parte del concepto de Pistone de que “la seguridad del Estado es una exigencia de
tal importancia que los regidores de los estados se ven constreñidos para garantizarla, a violar las
normas jurídicas, morales, políticas, económicas, que consideran a su vez imperativas cuando tales
exigencias no están en peligro” 13. El antecedente está obviamente, en “El Príncipe” de Maquiavelo,
que sinonimiza gobernabilidad con gobierno fuerte, que no requiere de justificaciones para lograr
su propósito de gobernar.

Puede surgir, finalmente un cuarto grupo de teorías, basadas en los recientes aportes de la escuela
neoinstitucionalista, que en lo económico tienen como antecedente a la escuela neoricardiana,
que se remiten a los Spaguethis de Cambridge como Piero Sraffa, Pier Angelo Garegnani, Luigi
Passinetti entre otros14. Estos neoinstitucionalistas en el área económica son, entre los más
recientes, Douglas North15, Daron Acemoglu16, y culmina con el hindú Amartya Sen y el reciente
Premio Nobel de Economía Paul Krugman 17. Todos ellos rescatando teorías de las crisis, que parten
de Marx, con el desajuste entre sobreproducción y subconsumo, y la consecuencia en la
insatisfacción de demanda, que provoca pobreza, tensionamiento social, crisis política, y por ende

5
Colleti, Lucio. Derrumbe del capitalismo. Ed. Siglo XXI. México. 1982.
6
Polanyi Karl, La Gran Transformación. Los Orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo. Ed. FCE.
México. 1992.
7
Böhm-Bawerk, Eugen. Capital e interés. Ed. FCE. México. 1947.
8
Hilferding, Rudolf. El Capital Financiero. Ed. El Caballito. México. 1973.
9
Mandel, Ernest. Capitalismo tardío. Ed. Era. México. 1980.
10
Shaikh Anwar. Tendency fall of profit rate. New York. 1980. Shaikh Anwar. The laws of international
exchange. In Growth, Profits and Property. Edward Nell editor. Cambridge University Press. Cambridge.
1982. Semmler, Willi. Political economy of the crisis. New York. 1982.
11
Exeni, Op.cit.
12
Sartori, Giovanni. Political Development and Political Engineering. Milan.1968.
13
Exeni, Op.cit.
14
Sraffa, Piero. La producción de mercancías por medio de mercancías. Ed. FCE. México. 1980. Garegnani,
Pier Angelo; Notes on Consumption, Investment and Effective Demand I & II, Cambridge Journal of
Economics, 1978-9. Pasinetti, Luigi. El principio de la demanda efectiva y su implicancia en el largo plazo.
Universitá del Sacre Coeur. Milán 2001.
15
North, Douglas. Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. New York. 1989.
16
Acemoglu, Daron. Economic Origins of Dictatorship and Democracy (joint with James A. Robinson)
Cambridge University Press, 2006.
17
Krugman, Paul. The return of depresion economics. New York. 1999.
ingobernabilidad. Evidentemente, estas crisis son explicadas por cada uno de estos autores desde
distintos ángulos, que incluyen la escasez, la tecnología, los términos de intercambio, las
imposiciones del capital financiero internacional y otros, como factores que inciden en estas crisis.

Ahora bien, el enfoque puede ser diferente. Amartya Sen asigna a la democracia, tres virtudes que
redundan en gobernabilidad y desarrollo económico asociados: 1) su importancia intrínseca, o
directa en la vida humana relacionada con las capacidades básicas (incluida la participación política
y social, 2) su contribución instrumental, en la mejora de las posibilidades de los individuos para
expresar y defender sus demandas de atención política (incluidas que se satisfagan sus
necesidades económicas; y 3) su papel constructivo en la conceptualización de las “necesidades”
(incluidas las necesidades económicas en un contexto social) 18. Como se puede ver, esta forma de
ver, no aísla el concepto de gobernabilidad, sino que lo correlaciona a democracia, necesidades,
participación, y capacidades.

La gobernabilidad puede ser entendida como la situación en la que concurren un conjunto de


condiciones favorables para la acción de gobierno, que se sitúan en su entorno o son intrínsecas a
éste. Este concepto se enmarca, en el ámbito de "la capacidad de gobierno". Éste se da siempre en
un ámbito societal en el que se registran demandas de los ciudadanos que son procesadas en
menor o mayor medida por el sistema político.

Las teorías mencionadas se pueden también enfocar, por el lado neomarxista:

 James O'Connor sostuvo que la crisis de gobernabilidad era preludiado por un ambiente
de crisis fiscal resultante de las contradicciones entre el capitalismo avanzado y el sistema
democrático (1973).
 Jurgen Habermas y Claus Offe siguen esta línea al referirse a los problemas de legitimación
del capitalismo tardío.

Por otro lado, la denominada Comisión Trilateral definió la gobernabilidad en base a los siguientes
autores:

Daniel Bell refirió a la ingobernabilidad como una consecuencia de la sobrecarga de
demandas que obliga al Estado a responder con un intervencionismo expansivo
produciendo una crisis fiscal.

Michel Crozier, francés, Samuel J. Huntington, estadounidense, y Joji Watanuki, japonés,
elaboraron el informe para la Comisión Trilateral en 1975. Las conclusiones fueron que
existían cuatro tendencias que generaban disfunciones en el sistema democrático 19:
o La desligitimación de la autoridad y pérdida de confianza en el liderazgo que son
consecuencias de la idea de igualdad y del individualismo; ambas, virtudes del
sistema democrático.
o Los efectos de la sobrecarga en la actividad de gobierno por la expansión de la
participación política y el desarrollo febril de las actividades estatales.
o La fragmentación de los partidos políticos y la pérdida de identidad de los
mismos debido a la intensa competencia partidista.

18
Sen, Amartya. Desarrollo y Libertad. Pag. 185. Editorial Planeta. Buenos Aires, Argentina. 2000.
19
Crozier, Huntington y Watanuki. The crisis of Democracy. Reprot of de Gobernability of democracies to the
Trilateral Comission. Ed. New York University Press. 1975.
o El surgimiento de pautas fuertemente localistas en la política exterior pues las
sociedades se volvían nacionalistas.

En la década de 1980 se incorporó el pensamiento neoliberal al análisis politológico. Los


economistas políticamente conservadores criticaron el keynesianismo por su teórica mala relación
con la democracia. Según ellos la situación de ingobernabilidad, por una mezcla inestable entre
democracia y economía, generaba inflación dado que se confrontaban sindicatos y votantes a los
gobiernos porque se veía al Estado como un botín de servicios. Esto concluyó en el Consenso de
Washington, una solución para los países menos industrializados.

En la década de 1990 el término comenzó a ser utilizado por las clases políticas y por diferentes
organismos internacionales. La búsqueda de la gobernabilidad sustituyó a la de la consolidación
democrática. La gobernabilidad se intentaba lograr con unos procedimientos simples tales como el
apoyo legislativo al ejecutivo o la ausencia de trabas sistemáticas que malograsen la eficacia de las
políticas públicas. Los organismos internacionales tomaron interés por la gobernabilidad dado que
tenía implicaciones concretas en las políticas de reforma estructural. Es por eso que organismos
como el BID o el BM se preocuparon por estas variables institucionales que permiten
formulaciones relativas al buen gobierno.

La posición polítológica Integra las visiones de Guy Peters y de Michael Coppedge.


Guy Peters considera la gobernabilidad como un problema generalmente de los países
democráticos en trasladar un mandato de los electores en políticas operativas.
Michael Copedge explica la situación de (paradoja, aporía?) dado que la democracia respeta la
lógica de igualdad política y la gobernablidad respeta la lógica del poder 20.

La posición pluridimensional, parte de establecer que la gobernabilidad es el resultado de


numerosas concausas. Luciano Tomassini21 infiere que la gobernabilidad depende de:

 El fortalecimiento de la sociedad civil.


 La evolución de la cultura política.
 La orientación y el comportamiento de la economía.
 La integración de nuevos sectores de la sociedad en el sistema productivo.

Tomassini apoya el paradigma de que la gobernabilidad se relaciona con el ejercicio del gobierno y
todas las otras concausas necesarias para que el gobierno pueda desempeñarse con eficiencia,
legitimidad y respeto social.

La gobernabilidad en el sistema democrático, para Arbós y Giner 22, se puede expresar como
instituciones de gobierno tanto eficaces como legítimas, lo que trae como consecuencia el libre
ejercicio de la voluntad del Poder ejecutivo mediante la obediencia cívica del pueblo. Para estos
dos autores hay cuatro niveles como mínimo en que se mueven los procesos de gobernabilidad:

20
Coppedge, Michael: «Instituciones y Gobernabilidad Democrática en América latina», en Revista Síntesis,
nº 22, pp. 61-88. 1994.
21
Tomassini, Op. cit.
22
Arbós, Xavier, Giner, Salvador. La Gobernabilidad: ciudadanía y democracia en la encrucijada mundial. Ed.
Círculo De Lectores. Chile. 2007.
 El dilema legitimidad-eficacia,
 Las presiones y demandas del entorno gubernamental,
 La reestructuración corporativa de la sociedad civil,
 La expansión y el cambio tecnológico.

Finalmente, una posición intermedia, fue sintetizada por Pasquino23. La ingobernabilidad puede
ser interpretada tanto como la capacidad de los gobernantes ante la existencia de condiciones
incurables y contradictorias de los sistemas capitalistas; o como la consecuencia de las demandas
excesivas de los ciudadanos.

Los dos extremos del concepto de gobernabilidad van desde:

 El concepto de estabilidad, que define al Estado como capaz de prevenir eventos que
conduzcan la desaparición del objeto político
 El concepto de buen gobierno, que aboga por un Estado éticamente comprometido y
donde los ciudadanos tengan una expectativa positiva.

Los enfoques y aproximaciones sobre gobernabilidad se dividen generalmente en dos visiones: la


convencional y la no convencional. La Visión convencional es una visión verticalista. Plantea la
gobernabilidad como ejercicio del poder desde el Estado, las resoluciones de problemas se
resuelven desde el Estado, éste toma sus decisiones tomando a la gente como objeto de sus
políticas. Su legitimidad deriva de las elecciones populares, pero la gente no es artífice de su
gobernabilidad. Para la visión convencional, el problema de la gobernabilidad es el resultado de
una sobrecarga del Estado. Entre los autores convencionalistas están Tomassini (1994), Rojas
(1994) y Coppedge (1994)24, entre otros.

Para Luciano Tomassini la gobernabilidad es un fenómeno sistemático que depende de numerosas


concausas interrelacionadas entre sí. La gobernabilidad está basada en
 el comportamiento de los organismos del gobierno encargados de manejar la economía y
el sector público.
 el comportamiento del conjunto de organizaciones del Estado, incluyendo además la
interacción entre los organismos económicos y políticos del poder ejecutivo.
 el comportamiento de la interacción entre los actores que pertenecen a la sociedad civil, a
la economía y al mercado, y a los sectores sociales menos favorecidos.

Coppedge define la gobernabilidad cuando señala que es el grado en que las relaciones entre los
actores estratégicos obedecen a unas fórmulas estables y mutuamente aceptadas. Los actores
estratégicos son aquellos grupos que controlen uno o más recursos políticos como:
 los cargos públicos, asociados al gobierno.
 la información, asociados con los tecnócratas y los medios de información.
 los factores de producción, asociados con las empresas.
 la fuerza violenta, asociada al ejército y a la policía.
 los grupos activistas, relacionados con los partidos políticos.
 la autoridad moral, relacionada con la iglesia.

23
Pasquino. Ganfranco. Inattesa de L´ alternanza (1994). MIlan. 2008.
24
Tomassini y Coppedge. Op. Cit.
Además, depende de la capacidad del Estado para:
 mantener el orden público.
 recaudar impuestos.
 regular el comercio.
 mantener el estado de derecho.

Para cumplir con las funciones anteriormente enlistadas, se requieren de mayor recursos, lo que
infiere que a mayor cantidad de recursos tenga el Estado, mayor será su capacidad de
gobernabilidad.

Offe señala que las causas provienen de la diferencia entre el volumen de demandas y la
capacidad de dirección25. La sobrecarga de expectativas a la que es sometido el poder estatal. Esto
se debe a la competencia entre partidos, el pluralismo de asociaciones y medios de comunicación
de masas relativamente libre. Este hecho genera un incremento constante de expectativas,
obligaciones y responsabilidades planteadas al gobierno que no puede soslayar. Éstas se expresan
en un "aumento desproporcionado" de las pretensiones de cogestión del Estado social y de
participación democrática y a una politización exagerada de temas y conflictos, donde se
manifiestan una codicia incontenida de los ciudadanos.

La insuficiencia de poder de intervención como de la capacidad de dirección del aparato estatal, lo


cual conlleva a que el Estado no sea capaz de responder eficazmente a las expectativas y
exigencias. Lo que se manifiesta en la falta de garantías de las libertades económicas y políticas.
Los desengaños se van acumulando. Esto puede ser canalizado de dos formas:
 Se origina una polarización dentro del sistema, se reideologiza y se fundamenta la práctica
de la oposición de turno
 Los partidos políticos son menos capaces de canalizar y articular la voluntad de los
electores.

Las teorías convencionales presentan una terapia con dos variantes, a fin de prevenir la situación
antes descrita.
La primera es la reducción de exigencias: Se debe aliviar al medio político, o sea todo lo que
rebase los límites del Estado social, de la sobrecarga de exigencias. Se debe desviar todas éstas
exigencias al terreno de los intercambios monetarios. Se debe, entonces, aplicar las fórmulas de
"privatización”.

De un modo más amplio, la noción de gobernabilidad se refiere al conjunto de las instituciones de


un estado, incluyendo a la sociedad civil y el sector privado. Tomando en consideración además el
tipo y grado de relaciones que hay entre ellos.

Las relaciones entre los distintos elementos que componen un estado, serán en definitiva los que
definan el grado de gobernabilidad que este presentará, por lo tanto se puede deducir que la
gobernabilidad es un concepto político que busca plantear los modos de regulación del orden
social, y de modo esencial asegurar el bienestar de los ciudadanos de manera más eficaz, y a su
vez, cómo los ciudadanos pueden contribuir a construir y mantener que las instituciones sean
transparentes, eficientes y equitativas.

25
Offe, Claus (1992). La gestión política. Ed. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Chile. 2001.
Finalmente, los tipos de gobernabilidad, pueden ser:

 Gobernabilidad democrática
 Gobernabilidad política
o Gobernabilidad interpartidaria
o Gobernabilidad electoral
o Gobernabilidad sociedad-Estado
o Gobernabilidad territorial gubernativa
 Gobernabilidad sincrónica
o Entre niveles de gobierno
o Entre Poderes del Estado
o Entre órganos legislativos
 Gobernabilidad diacrónica
o Entre niveles de gobierno
o Entre Poderes del Estado
o Entre órganos legislativos
 Gobernabilidad cultural
o Gobernabilidad intercultural
o Gobernabilidad multicultural
o Gobernabilidad intracultural
 Gobernabilidad social
o Gobernabilidad de los movimientos sociales
o Gobernabilidad de clases sociales
o Gobernabilidad de estratos sociales
o Gobernabilidad de grupos sociales
 Gobernabilidad económica

Esta tipología, es propia, y corresponde al conjunto de opciones que se pueden formular, para una
medición de la gobernabilidad en un país. Si se parte de la teoría de sistemas, la gobernabilidad se
da a partir de un lugar común entre todas las escuelas de pensamiento: la excesiva carga de
demandas que no pueden ser atendidas, y que se ven multiplicadas, amplificadas y expuestas a
partir de una democracia más participativa y más amplia, que exce3de el ámbito parlamentario,
que busca redistribución de riqueza, y por ende, que busca, otros caminos de ejercicio
democrático, por fuera del sistema democrático 26, por una suma de complejidades y sobre
posiciones políticas, culturales y sociales, que se expresan en lo económico, pero que explotan en
lo político27.

26
Tapia, Luis. Turbulencias de fin de siglo. Estado y democracia en perspectiva histórica. Instituto de
Investigaciones en Ciencia Política. Pag 82-85. UMSA. La Paz, Bolivia. 1999.
27
Para una definición de “lo” político y “la” política, ver Poulantzas, Nikos. Capitalismo y Clases Sociales. Ed.
Siglo XXI. Buenos Aires. 1982.
Ello no debe llevar a que se plantee reducir la democracia o los espacios de expresión popular
extra democráticos o propios de formaciones sociales informes (este es el debate sobre los
movimientos sociales28), ó también denominada acción directa 29.

Por ello, se concluye que para lograr un buen gobierno son necesarias e imprescindibles
-prácticamente- la pluralidad y la participación 30. Porque de lo contrario, es una administración
pública vertical, impermeable, atransparente, empañada, invisibilizada. La democracia y el buen
gobierno deben ir de la mano, deben constituirse en un aprendizaje colectivo, donde la sociedad
se vea reflejada en sus buenas prácticas, en su vida comunitaria trasladada a nivel estatal.

Las mediciones de la gobernabilidad son muchas. Se pueden hacer desde la perspectiva


democrática, como las realizadas en Bolivia a partir de encuestas que revelan el sentir de los
bolivianos, con relación al comportamiento político de la gobernabilidad 31.

Las hay también desde el punto de vista de las mediciones institucionales, las que reflejan las
relaciones entre poderes del Estado o entre instituciones del Estado 32.

Otras mediciones apunta a relacionar las políticas públicas, las propuestas políticas, los proyectos
de modificación constitucional con la gobernabilidad. Esta perspectiva es más bien prospectiva, y
tiende a brindar opciones de probables comportamientos de la gobernabilidad, de acuerdo al
proyecto o idea que se vaya a imponer en el futuro 33.
28
Según Garcia Linera, Álvaro; Chávez León, Marxa; Costas Monje, Patricia. Sociología de los movimientos
sociales en Bolivia. Estructuras de movilización, repertorios culturales y acción política. OXFAM-Diakonía. La
Paz. 2004. Se puede entender a los movimientos sociales como actores del cambio revolucionario. Los
movimientos sociales comprenden organizaciones sindicales, campesinas, pueblos indígenas, clases sociales,
asociaciones de productores, gremios, incluso agrupaciones microempresariales y cuasi-delictivas como los
importadores de ropa usada o lo importadores (contrabandistas) de automóviles “chutos” (sin papeles
legales de importación). En una perspectiva diferente y crítica a la de usar los movimientos sociales, como
actores explicativos de procesos de cambio de manera tan indiferenciada está: Mayorga, Fernando;
Córdova, Eduardo. El movimiento antiglobalización en Bolivia. CESU-UMSS, UNRISD. Plural editores. La Paz,
Bolivia. Septiembre de2008.
29
La democracia directa, también entendida como “la acción directa de masas” en lenguaje trotskista, por
Don Guillermo Lora, en varios de sus escritos en la prensa del Partido Obrero Revolucionario (POR) intitulado
“Masas”, es aquella que impulsa el accionar de las masas revolucionarias, en la búsqueda del Poder, por
medios armados y no armados, que se denominan revolucionarios, aunque también democráticos, por
corresponder a una mayoría de la población, empobrecida por el sistema capitalista.
30
Tapia, Luis. Op. Cit. Pag. 88.
31
Las más conocidas, son las investigaciones promovidas por USAID desde 1998, repetidos el 2000, 2001,
2002, 2004, 2006. Siendo los más recientes; Seligson, Mitchell; Moreno Morales, Daniel; Schwarz Blum,
Vivian. Auditoria de la Democracia: Informe Bolivia 2004. USAID, LAPOP. La Paz, 2005. Seligson, Mitchell;
Córdova, Abby; Donoso, Juan Carlos; Moreno Morales, Daniel; Schwarz Blum, Vivian. Auditoria de la
Democracia: Informe Bolivia 2006. USAID, LAPOP. La Paz, 2007.
32
Banco Mundial. Bolivia. Análisis de la situación institucional y de Gobernabilidad. Grupo sector público.
Unidad Sector reducción de pobreza y gestión Económica. Región América latina y el Caribe. Informe No.
36285-BO. Tomos I y II. Apoyo de DFID, GTZ. Washington. 30 de mayo de 2006. Sandoval Morón, Oscar;
Barrios Villegas, Franz; Guevara Anaya, Walter. ¿Ejecutivo versus legislativo? Gobernabilidad en Bolivia.
Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria. (FBDM). Serie Temas de reflexión y debate No.6. La
Paz. Febrero de 2005.
33
Prats, Joan; Fernández Saavedra, Gustavo; Gray Molina, George; Oporto Castro, Henry. Desbloquear la
política para dar Gobernabilidad a Bolivia. Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria. (FBDM).
Pero mediciones de la gobernabilidad con respecto al comportamiento de entes subnacionales, de
comportamientos fiscal financieros, de estos entes subnacionales no se conocen de manera tan
específica.
La aplicación contemporánea de la gobernabilidad apunta por el lado de establecer la legitimidad
de un gobierno, en relación no solo a parlamentos o niveles de representación político partidaria,
sino también, de participación ciudadana y de empoderamiento de los ciudadanos en la
propuesta, formulación y control de políticas públicas y de la propia gestión gubernamental.

Serie Temas de reflexión y debate No.9. La Paz. Julio de 2005. PNUD. El estado del Estado en Bolivia. Informe
Nacional sobre Desarrollo Humano 2007. La Paz, Abril de 2007.
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