1. Siempre fuera del alcance de los niños. No lo guardes en
la cocina o en el baño El botiquín tiene que estar fuera del alcance de los niños, en un espacio que debe ser fresco, seco y preservado de la luz, para que no se alteren las características y propiedades de los medicamentos. En este sentido, la cocina y el baño son las habitaciones en las que se producen más cambios de temperatura y de humedad, por lo que no son los sitios más adecuados para guardar el botiquín. Por último, también es aconsejable que todas las personas que lo puedan necesitar o utilizar tengan conocimiento del lugar donde se ubica el botiquín. 2. Cerrado, pero no con llave El botiquín tiene que permanecer cerrado pero, para facilitar su apertura la próxima vez que lo necesitemos, y sobre todo en caso de alguna urgencia, es mejor no cerrarlo con llave. 3. Composición: material de cura, accesorios y medicamentos El botiquín doméstico no debe ser un almacén donde guardemos todo tipo de medicamentos. Únicamente debe contener los que utilicemos habitualmente, así como los utensilios que nos permitan curar heridas y dolencias leves, por lo que se debe componer de algo de material de cura, algunos accesorios y medicamentos. Material de cura: algodón, gasas estériles, tiritas, vendas, esparadrapo, suturas quirúrgicas y una cinta de goma. También debería contener una solución salina y algún antiséptico para limpiar heridas. El alcohol servirá para desinfectar el material y lavar la piel sana. Accesorios: tijeras, pinzas y termómetro. Si en el hogar hay un bebé, es conveniente Medicamentos: como se ha comentado, es conveniente que sólo haya medicamentos para afecciones leves. El botiquín, por tanto, puede contener: analgésicos, antitérmicos, productos para picaduras de insectos, antiinflamatorios y pomadas para las quemaduras.incluir chupetes y tetinas de repuesto. Si hay un bebé, también es aconsejable tener una pomada útil para la dermatitis que puede causar el pañal. Además, todos aquellos medicamentos prescritos para las enfermedades crónicas o puntuales que padezcan los miembros de la familia. 4. Los medicamentos, bien identificados Todos los medicamentos del botiquín deben estar claramente identificados, para lo que se deben guardar en su caja original y con su prospecto. De esta manera, siempre tendremos a nuestra disposición la información necesaria del medicamento, como la fecha de caducidad o la frecuencia de las dosis, por ejemplo. Es aconsejable, además, tener presente las condiciones de conservación de cada medicamento. En especial, las de aquéllos que requieren de una determinada temperatura para mantenerse y que tienen que guardarse en la nevera. 5. Teléfono de utilidad Es muy aconsejable tener en el exterior o interior del botiquín teléfonos de utilidad en caso de emergencia: centro de salud, directorio médico o ambulancias, Centro Nacional de Toxicología… Conclusiones Sigue estás recomendaciones y harás un uso más responsable de los medicamentos. Además, si tienes cualquier duda sobre el botiquín, consulta a tu farmacéutico, ya que es el profesional mejor preparado para aconsejarte. Por último, recuerda: revisa periódicamente tu botiquín y aquellos medicamentos que estén caducados o que ya no necesites, llévalos, junto con su envase y dentro de su caja, al Punto SIGRE de la farmacia. Ten en cuenta, además, que este consejo no se debe aplicar a los accesorios y material de cura. Tenlo presente: cuando finalices un medicamento, es muy importante llevar su envase, aunque este vacío, al Punto SIGRE, ya que ha estado en contacto con el medicamento y contiene trazas, por lo que requiere del tratamiento específico de SIGRE.