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Al hablar de un proceso, queda claro que hay un fenómeno que presenta una modificación a
través del tiempo y una continuidad. Es por eso que, al aceptar que la comunicación es un
proceso, se destacan los acontecimientos y las relaciones como continuas y dinámicas.
Asimismo están las llamadas “barreras” de la comunicación, que más elementos que ayuden a
su proceso, son aquellos obstáculos que surgen durante este que impiden o dificultan la
comunicación, deformando el mensaje u obstaculizando el proceso general de la
comunicación.
Barreras físicas. Son las circunstancias que se presentan en el medio ambiente y que impiden
una buena comunicación ejemplo: ruidos, iluminación, distancia, falla o deficiencia de los
medios que se utilizan para transmitir un mensaje: teléfono, micrófono, grabadora, televisión,
etc.
Barreras semánticas
Tienen que ver con el significado de las palabras; cuando no precisamos su sentido, éstas se
prestan a diferentes interpretaciones y así el receptor no interpreta lo que dijo el emisor, sino
lo que su contexto cultural le indica. Cuando se emplea un vocabulario con determinados
significados (idioma, tecnicismos, anglicismos, lenguaje coloquial, símbolos con más de un
significado, expresión deficiente, etc.) que el receptor, por diferentes causas, puede
interpretarlas de manera distinta o directamente no entenderlas, lo cual influye en una
deformación del mensaje que pretendíamos hacer llegar.
Barreras fisiológicas
Impiden emitir o recibir con claridad y precisión un mensaje, debido a los defectos fisiológicos
del emisor o del receptor. Tales defectos pueden afectar cualquiera de los sentidos. Ya sea en
forma total o parcial. Como por ejemplo que el emisor o el receptor tengan problemas como
ceguera, sordera, tartamudez, etc.
Barreras Psicológicas