Para realizar un perfil criminal es necesario considerar el material forense
encontrado en el lugar de investigación, la información que nos proporcione la víctima (viva o muerta), la geografía del lugar y el contexto sociocultural para inferir sobre sus características biográficas y de estilo de vida que lo distinguen de los demás. Un elemento fundamental para diferenciar a una persona de otra es a través del análisis de su personalidad, que es el conjunto de características físicas, psíquicas y socioculturales organizadas y dinámicas que hacen a cada ser único e irrepetible, dichos rasgos perdurarán a lo largo de la vida y nos distinguirán de los demás. Los elementos que integran la personalidad son el temperamento, el carácter, la constitución y la inteligencia, los cuales van a determinar una particular manera de actuar. La palabra personalidad deriva de persona, que hace referencia a la máscara que utilizaban los actores de teatro en la antigüedad, a quien o que representaban cuando actuaban, de esta manera, podemos expresar, que la personalidad es la forma en la cual representamos un papel ante los demás o nos proyectamos en nuestro entorno social. Para conocer a una persona podemos elaborar un perfil, entendiéndolo como, la descripción de los rasgos peculiares y distintivos que caracterizan a un individuo y su comportamiento frente a situaciones particulares, distinguiéndolo de los demás, encontrándose asociado a la personalidad. Podemos hablar de un perfil profesional, que describe el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, capacidades, competencias y actividades que identifican la formación de un individuo para asumir de manera óptima las responsabilidades propias de las funciones relacionadas con el ejercicio de una profesión. Para poder participar en la elaboración de perfiles criminales, es necesario tener el perfil idóneo, que incluye las siguientes características: observador, detallista, metódico, no es especulativo, sino que realiza inferencias, utiliza la intuición, desconfía del sentido común, hábil para procesar información, genera empatía, debe ser psicólogo, criminólogo, victimólogo, amplio conocimiento cultural. Cuando hablamos del perfil criminal nos referimos a una hipótesis sobre la personalidad, las características demográficas (edad, sexo, raza, nivel socioeconómico, cultural) escolares y de estilo de vida del probable autor de un hecho delictivo, ya que al cometer el ilícito siempre dejará indicadores de sí mismo. Dentro de los objetivos del perfil criminal tenemos el disminuir el número de sospechosos, apoyar a la investigación criminal, establecer las características psicologías y biográficas de la víctima, determinar a través de los indicios forenses la motivación del autor, determinar las características psicosociales del probable responsable, preparar entrevistas e interrogatorios, provocar al agresor a través de los medios de comunicación, aumentar los conocimientos sobre el hecho criminal, reducir número de sospechosos, justificar la solicitud de pruebas, vincular crímenes aun mismo autor y la localización del domicilio. Para elaborar un perfil es necesario considerar la escena del crimen o lugar de intervención (indicios físicos y conductuales), el modus operandi (manera en la cual se lleva a cabo el ilícito con éxito, logra la huida y protege la identidad del autor), la firma (el sello personal del agresor, los actos innecesarios para cometer el delito, que satisfacen necesidades psicológicas y emocionales del agresor) y la victimología (conocer a la víctima, su biografía para entender por qué fue seleccionada). Una parte importante es la firma, describe aspectos distintivos y únicos del sujeto, sus necesidades psicológicas y emocionales, establece el vínculo agresor-víctima y del motivo que lo llevó a cometer el ilícito, ¿por qué mata? No es un acto al azar sino el reflejo de su personalidad, una expresión de su identidad se refleja en la víctima y en el escenario del delito, auxilia para vincular asesinatos seriales; se puede identificar a través de rituales, actos de comunicación o descargas emocionales, como cuando se ensaña con la víctima. La evidencia se puede presentar en localizaciones (posición de personas y cosas), dirección (pisadas, trayectoria de proyectiles), contacto (conexión entre personas, animales, objetos), temporales y de secuencia (cronología del delito), de identificación (credenciales, firmas, vehículos), psicológicas (motivación del crimen, necesidades) y las inferidas (lo que hace falta). Los perfiles criminales se pueden clasificar en inductivos o de agresores conocidos, los cuales se realizan con población carcelaria utilizando una entrevista; deductivos o de agresores desconocidos, se orientan hacia el análisis de la escena del crimen, de la víctima, del modus operandi, firma y geográficos los cuales determinan, inductivos y geográficos se relaciona con las características físicas del lugar, relaciona la localización de la escena del crimen con el probable domicilio del agresor, utiliza el concepto de mapa mental que delimita las áreas donde el sujeto se siente seguro. Las escenas del crimen nos proyectan una historia que relaciona a la víctima y al agresor, tienen un principio y un final, pueden ser: puras (cuando no se alteran, se encuentra tal y como ocurrieron los hechos), simuladas (cuando el autor modifica los elementos de la escena para que un homicidio se observe como suicidio o accidente) y alterada (cuando la escena es modificada por el autor para despistar a los investigadores). En las escenas del crimen podemos encontrar escenificaciones o puestas en escena, las más comunes son: escena simulada o staging, en donde los indicios han sido alterados de manera intencional por el agresor para que la policía siga líneas de investigación equivocadas, crear situaciones falsas para hacer creer que un homicidio fue suicidio o accidente; la escena ritual o fantasy act, permite al agresor satisfacer sus fantasías y se relacionan con su firma, utiliza el cuerpo de la víctima para enviar un mensaje, como un ritual para la satisfacción de sus necesidades viviendo una fantasía íntima o como algo íntimo y especial para el victimario; escena amañada o undoing, cuando el agresor trata de deshacer el homicidio por un remordimiento devolviéndola a su estado original, por ejemplo, bañar a la víctima, colocarla en una posición digna; en la escena body posing, el victimario coloca de una manera específica el cuerpo de la víctima y en la escena sexual posing, se pone a la víctima en una posición sexual. Dentro del fenómeno de la criminalidad podemos encontrar al delincuente aislado, en pareja, en pandilla, en asociación delictuosa, en delincuencia organizada y en delincuencia transnacional. Los asesinos múltiples son aquellos que matan a más de una persona y se clasifican en: asesino en masa mata a más de cuatro personas, en un solo evento y en el mismo lugar; asesino frenético, itinerante o spree killer asesina a dos o más víctimas en un periodo de tiempo consecutivo y en dos o más lugares, no existe periodo de enfriamiento, solo deja pasar el tiempo mientras localiza a otra víctima; asesino en serie lleva a cabo más de tres asesinatos en distintos espacios geográficos y en distintos tiempos, existiendo un periodo de enfriamiento entre un homicidio y otro y el síndrome de Amok, en el cual, existe la aparición de un brote de furia salvaje que lleva al individuo a asesinar a las personas que encuentre en su camino. Existe otro tipo de asesino, el sicario, es un profesional de la violencia, su motivación es económica, mata a una persona por encargo y recibe un pago. Los motores de la conducta criminal son: la justificación, ya que el sujeto se puede sentir víctima de violencia o mal trato por parte de la sociedad; control y poder, porque el delincuente domina a la víctima y crea otra realidad ya que siente que por fin es alguien en la vida y se siente vivo, lleno de emoción, del poder que ha adquirido sobre los demás. El sicario funciona como parte de la seguridad de la organización del narcotráfico, crean su empresa y prestan sus servicios a otros delincuentes o trabajan de manera independiente y alquilan sus servicios a cualquiera. Los sicarios pueden ser marginales (pobres, buscan aceptación social, ostentan bienes a partir de carencias económicas); el antisocial (proviene de una familia disfuncional y se desarrolla en ambientes delictivos); psicopáticos (frialdad emocional, capacidad de liderazgo, disfrute de poder) y el sádico (produce el mayor sufrimiento posible y lo económico es un reforzador, lo hace porque lo disfruta). Además de los asesinos múltiples, tenemos los delincuentes de cuello blanco, término acuñado por Sutherland, para designar a aquellas personas respetables, preparadas académicamente, de alto estatus social que cometen conductas delictivas. En los delitos de cuello azul, se presentan acciones delictivas por individuos en el curso o en relación con su actividad profesional. Así mismo tenemos los delitos de cuello dorado, referidos en el código de Hammurabi, haciendo referencia a los delitos cometidos por personas que desempeñan un puesto gubernamental. Uno de los problemas criminológicos más apremiante y de mayor impacto social, en nuestro país y en el resto del mundo, es la delincuencia organizada. Fenómeno multifactorial realizado por un grupo de personas que llevan a cabo múltiples actividades delictivas, con una actividad principal que genera los mayores ingresos y actividades instrumentales útiles para la continuidad de la organización, como el ejercicio de la violencia, corrupción, falsificación de documentos, blanqueo de capitales, etc. Este tipo de criminalidad es considerada no convencional, porque es compleja, está conformada por una gran cantidad de personas que trabajan en ella, realizan una diversidad delictiva, establecen relaciones sociales y contactos con proveedores y clientes, la necesidad de permanencia del negocio hace necesario que el beneficio económico sea mayor que el riesgo al que están expuestos, requiere de logística, experiencia y planificación, para trabajar en la clandestinidad se requiere la participación en actividades legales e ilegales y la corrupción, la existencia de diferentes perfiles o roles profesionales, la actividad delictiva a largo plazo y el impacto dañino que genera para la sociedad a nivel económico, social y humano. Los rasgos de personalidad de los delincuentes organizados son extroversión, capacidad de demora y control de impulsos, deseo de aventuras y actividades de riesgo, narcisismo, paciencia, capacidad de planificación, ánimo de lucro, ingreso el grupo delictivo en la juventud, lazos sociales en el entorno del sujeto, familia, amigos, conocidos, profesiones legales, actividades de ocio, crisis económica, problemas financieros o familiares. La mayoría de los integrantes de la delincuencia organizada son varones, aunque también hay presencia femenina en el tráfico de drogas, de inmigrantes, falsificación de documentos, trata con fines de explotación sexual, pueden tener una profesión, captación de víctimas, control de chicas en los clubes y apartamentos; ellas se hacen presente por ambición de poder y dinero, venganza, reemplazar a un miembro muerto, romper el estereotipo de mujer sumisa o trofeo de belleza. Para hablar de este tema tenemos que comentar que el crimen es una conducta antisocial, que atenta contra el bien común y no se encuentra catalogada como delito, sin embargo, el delito se haya tipificado en un código. Desde la perspectiva de la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, emitida, en el año 2000, en la ciudad de Palermo, se estableció, el concepto de grupo delictivo organizado que incluye tres o más personas que existen durante cierto tiempo, que actúan concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados. En México se creó la Ley federal contra la delincuencia organizada, con base en la convención de Palermo y la define como la reunión de tres o más personas que se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tengan como fin o resultado cometer alguno o algunos de los siguientes delitos: terrorismo, acopio y tráfico de armas, tráfico de personas y de órganos, corrupción de personas, pornografía, turismo sexual, lenocinio de personas menores de dieciocho años, tráfico de menores, asalto, robo de vehículos, trata de personas, secuestro, contrabando, defraudación fiscal, robo de hidrocarburos, delitos contra el ambiente y delitos contra la salud. Se habla de transnacional porque se realiza en más de un estado o país, trasciende las fronteras. Desde el punto de vista de Claux Roxin, la delincuencia organizada trabaja como un aparato organizador del poder, porque tienen una estructura organizada sobre la base de la división del trabajo y el principio de jerarquía; existe un dominio sobre la organización, el autor mediato, el jefe, dispone de toda la organización para realizar sus planes delictivos y siempre será obedecido; se da la fungibilidad de los ejecutores, si uno se niega habrá muchos más que deseen hacerlo; existe una estructura jerárquica a disposición del hombre de detrás y la organización opera fuera de ordenamientos jurídicos. Debemos distinguir entre delincuencia organizada y pandillerismo, este último, se define como la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas, que, sin estar organizadas con fines delictuosos, cometen delitos. La investigación criminológica de la delincuencia organizada debe incluir: estructura organizada, formas de operación, ambientes de actuación, mercados ilícitos explotados, productividad criminal o cantidad de delitos cometidos, inteligencia financiera o economía del crimen, relaciones políticas, símbolos y mensajes, tipologías motivacionales, riesgo de la seguridad pública y nacional. Las personas que cometen conductas delictivas pueden ser: delincuentes primarios sin antecedentes penales, con antecedentes en delincuencia común y con historial en el crimen organizado; para ingresar a la criminalidad organizada se puede acceder como prolongación de la carrera delictiva iniciada en la adolescencia y relaciones sociales, familiares y profesionales que abren oportunidades situacionales. El principal objeto de estudio de la criminología es el delincuente, sus motivaciones y los factores que influyen para que realice la conducta delictiva. La delincuencia organizada se puede estudiar desde la perspectiva de las ciencias forenses, la criminalística (conjunto de técnicas y conocimientos derivados de las ciencias naturales que se aplican a la investigación y el estudio del material sensible relacionado con un hecho presumiblemente delictivo, generando una mecánica de hechos, con el propósito de confirmar su existencia, suministrar pruebas, identificar autores y coadyuvar a descubrir la verdad investigada por las autoridades, fortaleciendo la teoría del caso a través de la mecánica de hechos. También se involucra la criminología permitiendo la descripción, clasificación, explicación y reducción de las conductas antisociales y delictivas, siendo una ciencia causal, explicativa, preventiva, aplicativa, crítica y propositiva. Ambas disciplinas responden a las preguntas de ¿qué? ¿cuándo? ¿cómo? ¿donde? ¿quién? ¿con qué? ¿por qué? En el análisis del lugar de intervención o lugar de hechos se presentan los testigos mudos, que incluyen los indicios materiales, evidencias físicas, evidencias conductuales y pruebas forenses. La Organización de las Naciones Unidas define al terrorismo como cualquier acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales a un civil o un no combatiente cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo. Así mismo, el terrorismo es la dominación por el terror, son actos de violencia para infundir terror y generar alarma social con fines políticos; es la forma violenta de lucha política persiguiendo la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad para intimidar a los adversarios o la población en general. Haremos hincapié en la diferencia entre terror y horror, el terror tiene que ver con un miedo intenso, visceral e incontrolable, con una causa conocida y natural, es una emoción de intenso miedo que sobreviene cuando se han superado los controles cerebrales y ya no se puede razonar; el horror es una sensación fuerte causada por algo espantoso, que no necesariamente provoca miedo, sino también aversión, repulsión o rechazo, proviene de causas no naturales. Podemos hablar de un terrorismo de estado, cuando el gobierno utiliza prácticas ilegitimas e ilegales, violatoria de los derechos civiles y humanos, mediante las cuales causan terror, miedo y sometimiento sobre la población civil. Así mismo, existe el terrorismo de estado, en el cual el gobierno hace uso de los recursos económicos, sociales y militares en la persecución y en la generación de terror en una parte de la población civil por razones ideológicas, políticas, étnicas o religiosas para imponer el orden. El terrorismo internacional se presenta cuando un estado actúa sobre los pobladores de otro estado para generar inestabilidad social y terror; también existe el terrorismo religioso o étnico ejercido por un grupo radical de fanáticos de una causa política, religiosa o étnica imponiéndose en su propio estado o en otro estado. Ahora se analizarán las expresiones gráficas intencionales durante el crimen para posibilitar la elaboración del perfil, una manifestación gráfica es la forma individual y creativa de expresar y mostrar al exterior nuestra esencia. Se utilizan para enviar un mensaje, desafío, rótulo o advertencia. Se pueden dejar en la escena del crimen o en las ropas; en el cuerpo de la víctima a través de las mutilaciones, que pueden ser sádicas, dejando sus emociones libres disfrutando del dolor de la víctima; mutilaciones que persiguen una satisfacción adicional; mutilaciones que pretender rotular a la víctima después de la muerte, para desacreditarla y marcarla socialmente; mutilaciones que pretenden sobresaltar a la sociedad, aquellas que hacen sentir orgulloso al asesino y las automutilaciones. La decapitación es similar a una castración en los hombres, al cortarla le quietan su poderío, su capacidad de razonamiento, para generar miedo y control, conseguir un trofeo o terminar con la agonía; si cortan la lengua significa que hablo de más; el uso de arma de fuego indica distancia, a diferencia del uso de armas blancas que implican cercanía. La necesidad de deshacerse del cadáver hace que los delincuentes busquen diversos medios para lograrlo, los dejan en ríos, arroyos, vías férreas, bosques, cuevas, barrancos, basureros, en la calle, los emparedan, los inhuman, los arrojan al océano con peso extra, los introducen en bloques de cemento, usan sustancias ácidas o los incineran, tomando en cuenta lo que desean proyectar en las demás organizaciones delictivas. La mutilación mediante el desmembramiento o descuartizamiento consiste en dividir un cuerpo, arrancarle o cortarle los miembros, su estudio engloba el análisis del lugar de hechos, los hallazgos de la necropsia, las lesiones para identificar los instrumentos empleados y vincularlo con el autor de este. Puede ser defensiva, para ocultar evidencia o evitar identificación; agresiva, que muestra indignación y seguido por la mutilación, principalmente rostro y genitales; ofensiva, implicando acciones lujuriosas; de mensaje cuando se relaciona con grupos de delincuencia organizada. De esta manera cada conducta que el delincuente realiza sobre el cuerpo de la víctima va a proyectar sus motivaciones, su psicología, su personalidad y siempre darán un mensaje. Toda esta información auxiliará al profesional para la elaboración del perfil criminal, realizando un análisis minucioso de aquellos elementos subjetivos y personales, que los delincuentes proyectan gráficamente, en la ejecución de sus crímenes, que nos llevará a entender sus motivos y las necesidades psicológicas que satisfacen al realizar dicha conducta.