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Apuntes sobre turismo, tiempo libre y ocio | Octavio Getino

Apuntes sobre turismo, tiempo libre y ocio


Octavio Getino
Cineasta e investigador de cultura y
medios. Coordinador del Observatorio
del Cine y el Audiovisual Latinoamericano
de la Fundación del Nuevo Cine Latino-
americano (OCAL-FNCL). Coordinador
Editorial de esta publicación. Autor
de “Turismo: Entre el ocio y el neg-ocio”,
“El capital de la cultura: Las industrias
culturales en Argentina”; “Cine ibero-
americano: Los desafíos del nuevo siglo”

1. estadísticamente los ingresos anuales de


Es sabido que el tema del turismo en visitantes y su gasto en el país, sino, que
nuestro país –en particular el de carácter re- como sucede en cualquiera otra actividad
ceptivo, aquel que se refiere a quienes arriban industrial o de servicios, tendría que preva-
al país, ha ocupado últimamente un espacio lecer el balance global de dicha actividad,
considerable en los medios de comunicación es decir, la relación entre ingresos (turismo
y en algunos organismos públicos del sector, receptivo) y egresos (turismo emisivo), sin lo
para destacar la importancia que el mismo cual se dificultaría cualquier tipo de política de
tiene en la economía y el empleo nacional. desarrollo que pretenda darle sostenibilidad
Convengamos que es un tema relativamente al sector y a la economía en general. Y a los
nuevo y que probablemente esté asociado a procesos de autorreconocimiento e integra-
las sucesivas crisis económicas que ha teni- ción nacional, tanto o más necesarios que el
do el país desde los tsunamis económicos, negocio turístico o la economía misma.
políticos y culturales que mediaron entre la Y en este punto, es bueno recordar, que
segunda mitad de los años ´70 y los inicios en los años ´90, los egresos del turismo
de la década actual. emisivo, es decir el de los argentinos que
Nunca como en estos últimos períodos dejaban divisas en el exterior, fue mucho
el país había prestado tanta atención a este mayor al de los ingresos proporcionados por
tema, en la medida que desde los años ´40 los visitantes: Argentina, al igual que Brasil,
y a partir de cierta solidez económica y dis- tuvieron en esa década un déficit promedio de
tributiva, las políticas del sector turismo y de 1.000 millones de dólares por año, equivalente
las organizaciones sindicales interesadas en a unos 10.000 millones de dólares durante
el mismo se habían ocupado más del turismo ese período. Una situación que cambió en
interno y social, relegando a un segundo o los últimos tiempos –particularmente desde
tercer plano al de carácter internacional. Pero 2003– a partir de las políticas implementa-
la crisis económica parece haber puesto en das en favor de una mejor distribución de la
primer término la llegada de divisas al país riqueza, una inteligente política de promoción
y no cabe duda que el turismo pueda contri- en el exterior y una mayor competitividad en
buir también a eso. Aunque para un análisis materia cambiaria. De ese modo, se indujo
confiable de la economía de este sector –o de al crecimiento del turismo receptivo (1,5 mi-
la economía nacional– no basta sólo medir llones de visitantes en 2008, el 50% de los

* Este artículo reúne algunos apuntes y reflexiones que formaron parte del estudio efectuado sobre el turismo en
Argentina y el Mercosur (“Turismo: Entre el ocio y el neg-ocio. Identidad cultural y desarrollo económico en América
Latina y el Mercosur”) y publicado por CICCUS-La Crujía con el apoyo de la CONABIP.

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cuales procedió de países latinoamericanos, merecería ser tratado, aunque sea de manera
27% de Europa y 15% por ciento de Estados introductoria, para avanzar en el conocimien-
Unidos y Canadá y 27% de Europa) y a una to de las relaciones que existen entre ambos
disminución relativa del turismo emisivo (1 campos de la actividad humana.
millón de viajes al exterior, con un 50% a Tal vez, una de las reivindicaciones menos
países de la región, 22% a Europa y 19% a tenidas en cuenta en nuestro tiempo en lo
Estados Unidos y Canadá). La importancia del que se refiere a la Declaración Universal de
turismo emisivo y receptivo con los países de los Derechos Humanos, es la que figura en
la región –duplica con creces al de su Artículo 24 y que está referido
otras regiones– es un dato esencial No basta solo medir al derecho que tiene toda persona
que va más allá de su dimensión estadísticamente los “al descanso, al disfrute del tiempo
económica y que, inteligentemente ingresos anuales de libre, a una limitación razonable de
aprovecha, puede contribuir a los visitantes y su gasto la duración del trabajo y a vacacio-
proyectos de integración mercosu- en el país, sino, que nes periódicas pagadas”. Y posible-
reña o latinoamericana. como sucede en mente lo sea por el prejuicio que
Estas referencias de ningún cualquier otra aún existe en nuestra cultura sobre
modo pretenden disminuir la im- actividad económica, temas tales como el del “descanso”,
portancia económica de los servi- tendría que prevalecer opción distinta, y casi antagónica,
cios turísticos –servicios que se el balance global a la del “trabajo”.
basan en la existencia de diversas de dicha actividad, En el artículo 23, el anterior al
industrias que los facilitan: cons- confrontando ingresos referido, la Declaración comple-
trucción, transportes, comunica- del turismo recep- menta la idea negando cualquier
ciones, etc.– bastando para ello tivo y egresos del antagonismo, cuando sostiene
recordar que ellas se inscriben en turismo emisivo. que “toda persona tiene derecho
los datos globales que procesa la al trabajo, a la libre elección de su
Organización Mundial de Turismo, y que pre- trabajo, a condiciones equitativas y satisfac-
veían para el año 2010 más de 1.000 millones torias de trabajo y a la protección contra el
de llegadas turísticas internacionales a escala desempleo”. Una complementación necesa-
mundial, cifra que en el 2020 se elevaría a ria, porque sería improcedente reclamar el
1.600 millones, sobre las 7.800 millones de derecho al tiempo libre allí donde lo que más
seres humanos que representarán en ese escasea es el derecho al tiempo de trabajo. No
entonces a la población del planeta, lo que como derecho declarado, porque las decla-
a su vez podría significar un gasto –o unos raciones, las constituciones y las leyes están
ingresos, según desde donde se lo mire- de plagadas de derechos que no trascienden la
más de 2 billones (2 millones de millones) virtualidad de lo formal, sino como realidad
de dólares. Con lo cual, el crecimiento del fáctica en la medida que un individuo al igual
sector en materia de ingresos superaría al que una comunidad sólo pueden ejercer sus
de las industrias del automotor, el petróleo, derechos –sean ellos cuales fueren– cuando
la alimentación y muchas otras. tienen la capacidad, el poder y la decisión de
Son cifras que se refieren a la incidencia hacerlo.
cuantitativa del turismo en la economía y En ese contexto podríamos ubicar el tema
el empleo y que traducen la importancia de de las relaciones entre turismo, tiempo libre
estos servicios a escala mundial, según las y tiempo de ocio.
circunstancias nacionales o regionales donde
los mismos se desarrollen.
2.
Pero hay otro tema, claramente vinculado
a éste, que es el del tiempo libre, claramente Una primera visión del turismo no es
vinculado al tiempo de ocio, espacio éste de aquella que se circunscribe a lo específico
la vida personal y social en el que se utilizan o del sector como tal, sino la que lo enmarca
consumen el conjunto de los bienes y servicios en el campo más amplio y totalizante de sus
culturales y comunicacionales, entre ellos, el relaciones con el llamado tiempo libre y el
ofertado por el turismo. Un tema que también tiempo de ocio, situación que ha merecido

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reflexiones y políticas por parte algunas na- quienes tienen trabajo remunerado y por ende
ciones desarrolladas, en particular después tiempo libre, dispongan de lo que llamamos
de la Segunda Guerra –naciones, donde sin tiempo de ocio. Una muy reducida franja de
lugar a dudas abundaba el tiempo de trabajo- nuestras vidas en la que –al menos teórica-
llegaron a tener sus ministerios o secretarías mente– podemos hacer lo que realmente
gubernamentales del tiempo libre– pero que deseamos. Es precisamente en ella donde,
adolece todavía de preocupación entre otras posibilidades que tiene
suficiente por parte de las polí- el individuo para la recreación, el
ticas oficiales de muchos países entretenimiento o el acceso a los
en desarrollo, como el nuestro, e bienes culturales y comunicaciona-
incluso de investigadores y cien- les, podemos ubicar el turismo.
tistas locales. La Unión Internacional de Or-
Carencia que sólo es equipara- ganismos Oficiales de Turismo
ble a la que existe sobre el propio (UIOOT), actual Organización
tiempo de trabajo sea para posibi- Mundial de Turismo (OMT), definía
litarlo efectivamente –lo cual sería al turismo en los años ´60 como
un verdadero éxito en el contexto “la suma de relaciones y de servi-
de desempleo y exclusión que mu- cios resultantes de un cambio de
chos pueblos padecen, inclusive residencia temporal y voluntario, no
el nuestro– o bien para, una vez motivado por razones de negocios
instalado, hacer del mismo un re- o profesionales”; es decir, por razo-
curso que exceda la simple función nes vinculadas a lo que definiríamos
productiva y de rentabilidad em- como tiempo de trabajo.
presarial, sirva a los trabajadores La actividad turística queda sí
para el desarrollo de su formación y enmarcada en el espacio de lo que
aptitudes integrales. Con el conse- la cultura griega concebía como
cuente beneficio del conjunto del schole, y la latina como otium. O
tiempo –tiempo de ocio, y tiempo en lo que ya en el siglo pasado se
libre y de ocio– como integralidad definía, según la Asociación In-
totalizadora. ternacional WLRA (World Leisure
Cuando nos referimos al tiem- & Recreation Association), como
po de trabajo aludimos a esa franja “un área específica de la experien-
de la vida en la cual el individuo cia humana, con sus beneficios
está obligado a cumplir con ciertas funciones propios, entre ellos la libertad de elección,
bien o mal remuneradas y en las que ocupa creatividad, satisfacción, disfrute, placer, y
más de un tercio de su existencia. Y cuando una mayor felicidad (…) un derecho básico,
lo hacemos del llamado tiempo libre, no nos como lo son la educación, el trabajo y la salud,
referimos a esa parcela de nuestra existencia del que nadie debería ser privado por razones
en la que estamos liberados de la obligación de edad, raza, religión, salud, discapacidad
del trabajo mal o bien reconocido, sino a o condición económica”.
aquellas horas diarias pretendidamente
libres, pero que obligan a desarrollar activida-
3.
des y compromisos personales, familiares y
sociales, como son los de recuperar energías Es sabido, o tal vez no tanto, que para
para el trabajo remunerado (alimentación, las antiguas civilizaciones y culturas, por
reposo y sueño), transportación a y desde ejemplo, las de Egipto, Grecia y Roma, el
los lugares de trabajo, compras familiares, trabajo no era otra cosa que una especie de
educación de los hijos, compromisos socia- maldición de los dioses (cosa que llegó a
les, etc. Una ocupación socialmente obligada figurar en escrituras y textos religiosos). Se
que representa más de la mitad de nuestra referían, es natural, al trabajo manual y físico
existencia. En consecuencia, apenas entre propio de los por entonces esclavos, o al que
dos y tres horas diarias restan para que, tenía que ver con la acción transformadora

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del hombre sobre la naturaleza y lo tangible. –los nobles de la época– para conservar su
Así por ejemplo, un antiguo texto elaborado privilegiada condición de hombres libres.
en el apogeo de la civilización del Antiguo “Economizad el brazo que hace girar la
Egipto, decía: “Escribe en tu corazón que muela, molineras, y dormid plácidamente.
debes evitar el trabajo duro de cualquier tipo ¡Que el gallo os advierta en vano la llegada
y ser magistrado de elevada reputación. El del día!…¡Vivamos la vida de nuestros padres
escriba está liberado de tareas manuales; y divirtámonos ociosos de los dones que
él es quien da las órdenes (…) ¿No quieres la diosa nos concede!”, tal era el canto del
adquirir la paleta del escriba? Ella es la que poeta griego Antíparos, según Paul Lafar-
establece la diferencia entre tu y el hombre gue, yerno de Carlos Marx, quién a su vez
que maneja el remo”. 1 nos recordaba también en 1883:
No se hablaba todavía de “Jehová, el dios barbudo y hosco,
“ocio”, pero no tardaría mucho dio a sus adoradores el supremo
tiempo para que la primera referen- ejemplo de la pereza ideal: tras seis
cia sobre dicho término proviniese días de trabajo, descansó toda la
de Aristóteles, cuando definía el eternidad”.3
tiempo de ocio como “tiempo exen- Esa concepción de la vida en
to de la necesidad de labor”. A lo que lo referente al trabajo y al ocio,
Platón y algunos otros pensadores se proyectó sobre los romanos
griegos que gozaban también del y entonces el término scholé se
aristotélico estatus de ciudadanía convirtió, con algunas variantes
agregaría: “La Naturaleza no hace interpretativas, en otium. Así, la
zapateros, ni herreros, tales ocu- negación de ambos, fue bautizada
paciones degradan a quienes las negare-otium o, más simplemen-
ejercen: mercenarios, miserables te, neg-otium. Aunque para los
sin nombre que son excluidos por sostenedores del imperio romano
el Estado de sus derechos políticos. –a diferencia de los griegos– ocio
En cuanto a los mercaderes, acos- y neg-ocio pasaban a concebirse
tumbrados a mentir y a engañar, como dos caras de una misma
sólo serán tolerados en la ciudad moneda. El circo romano y los
como mal necesario”.2 espectáculos masivos que eran
El ocio se inscribía así en los propios de Roma –como flaman-
ideales de la cultura griega, asu- tes armas de dominación– in-
mido y entendido como scholé corporaban esos dos términos
(scslh) –un tiempo de la existen- como integrantes del ser humano,
- ciudadanos –no de los
cia de los distanciándose así de alguna ma-
esclavos– que permitía acceder al disfrute de nera de los ideales y principios atenienses y
la perfección física, intelectual y política. resignificándolos en beneficio propio.
Los ciudadanos formaban parte del mun- Legitimado el ocio durante siglos en el
do del homo sapiens –aunque no había apa- Viejo Continente, fue literalmente abolido
recido aún la noción del homo economicus– y tras la Conquista en el nuestro, en el marco
tenían la irrenunciable necesidad de cultivar de la expansión imperial y de los primeros
su inteligencia, además de su armonía física, cimbronazos de los burgos en Europa. La
por lo cual le estaba vedada cualquier otra acumulación de riquezas que con auxilio de la
actividad considerada inferior. La política Cruz y la Espada guiaba a la Corona Española,
incluso, no constituía un fin en sí misma, sino impedía el disfrute de dicho tiempo inclusive
un medio del que se servían los ciudadanos a quienes estaban a cargo de evangelizar o de

1
Citado por R. Moreno García y M. L. López en Historia de la comunicación audiovisual. Ed. Patria, México,
1962.
2
Platón, La República, Libro V.
3
Paul Lafargue, El derecho a la pobreza. Grijalbo, México, 1980.

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ganar batallas. Los vencidos entraron de lleno yeran con su trabajo apenas llegaran a la edad
en el trabajo esclavizado –aunque algunos posible. El pequeño excedente por encima de
evangelizadores lo condenasen en nombre las necesidades puramente dichas no queda-
de la Divinidad– y la ociosidad, que ba para quienes lo producían, sino
tampoco era legitimada en algunas Los dueños o que era apropiado por los guerreros
de las civilizaciones precolombinas, los aspirantes a ser y los sacerdotes”.4
pasaría a figurar en el léxico común dueños de la renta
como una mala palabra. Aún hoy, nacional comenzaron
a descubrir que 4.
algunos diccionarios altamente
conocidos definen a la ociosidad el ocio no podía ser El derecho o la obligación del
como “vicio de no trabajar: perder reducido a la noción tiempo de trabajo, tal como hoy
el tiempo”. de ociosidad, sino lo concebimos, data desde hace
Sin embargo, en la vieja Euro- que, de ser bien dos siglos aproximadamente; se
pa, el ocio fue un ideal que rigió aprovechado, podría origina particularmente a partir de
durante muchos siglos en las élites convertirse en una la Revolución Industrial, cuando el
ilustradas y en los dueños del poder, poderosa fuente de naciente capitalismo se ve forzado
concebido como un tiempo nece- lucro: un verdadero a incorporar a sus fábricas a masas
sario al disfrute de sus privilegios. neg-ocio. de trabajadores miserablemente
Incluso se mantuvo hasta ya muy remunerados, pero remunerados
avanzado el proceso de descomposición al fin. Y en consecuencia, aparece la noción
de la monarquía en el siglo XVIII. Aquellos de tiempo libre junto a la nueva realidad del
hidalgos españoles, por ejemplo, que la tiempo de trabajo remunerado.
novela picaresca nos muestra optando por Tal como señala la investigadora Julia
una espantosa miseria antes que sufrir la Gerlero, de la Universidad Nacional del
degradación del trabajo, o aquella nobleza Comahue, “la Revolución Industrial marcó
tambaleante y exhausta que se aferraba el punto de partida en la concepción del
todavía a sus desmesurados privilegios en tiempo libre. El disciplinamiento y el orden
momentos que la Revolución Francesa ya en el trabajo pasaron a invadir todos los
había difundido a los cuatro vientos una aspectos de la vida y de la cultura. Tales
nueva visión de la justicia y de los derechos prohibiciones pretenden instaurar nuevas
del hombre, estaban defendiendo, aun sin formas de apropiación del tiempo –tiempo
saberlo, el ideal humano de los griegos, de reloj– que deberían conducir a un trabajo
aunque luego no supieran qué hacer con sistemático, regular y metódico, lo que no
sus vidas. daba lugar a estados de “ociosidad”.5
Pero junto con la caída del feudalismo y Apareció entonces la posibilidad de con-
el nacimiento de la flamante burguesía en las cebir o asumir el tiempo de diferentes for-
naciones más desarrolladas se instaló más mas. Mientras que la población campesina
que el derecho al trabajo, la obligatoriedad seguía sin reconocer la existencia de horas
del mismo, un requisito indispensable para de trabajo claramente diferenciadas de las
la acumulación de riqueza y el desarrollo del descanso –como sigue ocurriendo hoy
del capital. con las grandes masas rurales de nuestro
“Desde el inicio de la civilización hasta continente–, los trabajadores industriales y
la Revolución Industrial –recuerda Bertrand de servicios comenzaron a regirse por una
Russell– un hombre podía producir por regla hora de entrada y una hora de salida, situación
general y con arduo trabajo poco más de lo ésta radicalmente distinta a la que había sido
que requerían para subsistir él y su familia, común a lo largo de los siglos. Sin importar
aunque su esposa trabajara cuando menos que a principios del siglo XIX la jornada de
tan duramente como él, y sus hijos contribu- trabajo fuera de 15 horas en los adultos y de

4
Bertand Rusell, “Loa al ocio”, en diario El Día, México, 5-5-85.
5
Julia Gerlero, “Diferencias entre ocio, tiempo libre y recreación”. www.redcreación.org

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12 en los niños, lo cierto es que el hombre dedicadas al “goce” del tiempo laboral re-
tomaba conciencia de un tiempo cedido munerado. De ese modo, Thiers sostendría
al dueño del establecimiento empresarial a su vez en la Comisión para la Instrucción
o público, y de otro tiempo que, al menos Primaria de la República Francesa: “Quiero
teóricamente, le correspondía: un tiempo hacer poderosa la influencia del clero porque
de trabajo obligado y un tiempo de disfrute tengo puestas mis esperanzas en él para que
o de goce. Además, comenzaba a propague la buena filosofía que
disponer de algunos días feriados enseña al hombre que sólo está
decretados por ley, pese a la indig- aquí abajo para sufrir, y no esa
nación de algunos sectores de las filosofía que, por el contrario, le
clases altas. dice al hombre: ¡Goza!”.7
El capitalismo se resistía ini-
cialmente a conceder otro tiempo
5.
“libre” que no fuera el de descanso
indispensable para la reposición de Con el sólido respaldo de la
fuerzas y el mayor aprovechamien- Iglesia, el imperio español ya se
to de la capacidad física de los tra- había ocupado un siglo antes de
bajadores. Con lo cual, a tiempo de la Revolución Industrial de denun-
trabajo enajenado, correspondería ciar y censurar en América Latina
un tiempo libre enajenado. las prácticas que eran comunes
Tal como señalaba Carlos en los momentos de ocio de los
Marx, en la sociedad capitalista pobladores rurales y urbanos, en
que define o al menos condiciona particular de los sectores más
fuertemente el sentido y el valor del relegados. Así por ejemplo, el
tiempo que vivimos, el trabajador gobernador del Río de la Plata pro-
no es desde que nace hasta que hibía en 1715 que se pronunciasen
muere, más que fuerza de trabajo. “Por tanto, palabras “sucias y deshonestas” en las pulpe-
todo su tiempo disponible es, por obra de rías y que se jugase a las cartas mientras los
la naturaleza y por obra del derecho, tiem- sacerdotes celebraban misa en la iglesia. De
po de trabajo y pertenece, como es lógico, igual modo, el cura de San Nicolás, un pueblo
al capital para su incrementación. Tiempo de la campaña bonaerense, denunciaba en
para formarse una cultura humana, para 1809 a los pobladores del lugar por cuanto
perfeccionarse espiritualmente, para cumplir “pasan el día en la taberna o en una de las
las funciones sociales del hombre, para el muchas casas destinadas al abrigo de las
trato social, para el libre juego de las fuerzas gentes de este jaez y la noche en el fandango
físicas y espirituales de la vida humana –aun y deshonestidad. Para alimentar estos vicios
en la tierra de los santurrones adoradores del necesitan de dinero, pero con la habitual hol-
precepto dominical: todo es pura tontería. En gazanería les es un obstáculo la ocupación y
su impulso ciego y desmedido, en el hambre el trabajo y se arrojan sin moderación a los
canina devoradora de trabajo excedente, el bienes del pobre hacendado”.8
capital no sólo derriba las barreras morales, Cabe recordar también que en la Argentina
sino que derriba también las barreras pura- rigió durante casi todo el siglo XIX la llamada
mente físicas de la jornada de trabajo”.6 “Ley de Vagos”, mediante la cual el juez del
La Iglesia completaría esta necesidad de lugar disponía de la persona, la familia y los
incrementar o mantener la masa de trabajo bienes del gaucho, aunque en nuestro caso
en las flamantes fábricas o establecimientos no era para obligarlo a incorporarse a las
productivos, así como el número de horas fábricas que no existían, sino “para ensanchar

6
Carlos Marx, El Capital. Crítica de la economía política, Tomo I. FCE, México, 1974.
7
Jean Forastié, “Ocio y turismo”. Biblioteca Salvat de Grandes Temas N° 21, Barcelona, 1979.
8
VV.AA. “Lugares y modos de diversión”, Cuadernos de Historia Popular Argentina. CEDAL, Buenos Aires, 1982.

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el Hinterland del progreso agropecuario o a de los trabajadores está cada vez más mar-
ser milicos de la conquista del desierto que cada por su existencia fuera de la empresa
conquistaron para otros”.9 (...), por el cuadro de vida (transportes,
El Martín Fierro de José Hernández se vivienda, medio ambiente, etc.), la informa-
ocuparía de describir poética y dramáti- ción, la cultura, la enseñanza, la salud, el
camente esa situación del gauchaje –la consumo, el tiempo libre, etc. A través de su
“chusma civil” de la que hablaba acción en esos dominios, la socie-
Sarmiento– como no lo había dad industrial capitalista tiende a
hecho hasta entonces ningún otro modelar un tipo de ser humano
producto cultural de la época. Una subordinado al funcionamiento
realidad que erigía el trabajo forza- del sistema, pudiendo explotarle
do y la sumisión como fatalismos así en esos nuevos mercados. Lo
ineludibles y vigilaba celosamente que el capitalismo se ve obligado
las formas de entretenimiento o a ceder en la empresa, tiende a
de ocio que eran propias de los recuperarlo a nivel del cuadro de
sectores relegados. vida, desatendiendo los equipa-
En ese proceso, los dueños o mientos colectivos en su conjunto,
los aspirantes a tener el control salvo evidentemente los que son
de la renta nacional comenzaron necesarios como infraestructura o
a descubrir, como ocurría en las desarrollo desde el punto de vista
naciones europeas, que el ocio no capitalista”.10
podía ser reducido o condenado
como sinónimo de ociosidad, sino
6.
que, de ser bien aprovechado, po-
dría convertirse en una poderosa El disfrute de las actividades
fuente de lucro – un verdadero turísticas debería estar compren-
neg-ocio– tal como ya lo habían percibido los dido en ese contexto político, económico y
romanos al resignificar en provecho propio sociocultural. En términos históricos trans-
los ideales de los ciudadanos griegos. currieron muchos siglos desde las primeras
El desarrollo tecnológico permitió al ca- peregrinaciones helénicas o las descripciones
pitalismo mantener la producción y ampliar que, 150 años antes de Cristo, hacía el escritor
los márgenes del tiempo no ocupado. Si las Pausanías sobre la geografía griega –también
movilizaciones obreras exigían menor canti- posible de ser leídas como una guía de turis-
dad de horas de trabajo y la tecnología en su mo, hasta que en plena Revolución Industrial,
revolución permanente posibilitaba lograr lo Thomas Cook creara la primera agencia de
mismo en menor cantidad de tiempo, ¿por viajes que abriría sus oficinas en más de 60
qué no comenzar a estudiar la manera de países e introdujera los viajes al por mayor con
hacer también lucrativo el llamado tiempo todos los gastos incluidos. Pero recién sería
libre de las grandes masas proletarias? a mediados del siglo XX, y en particular con
En relación con este tema, los trabajado- la finalización de la Segunda Guerra Mundial
res de los países industrializados, sin duda que el turismo comenzaría a convertirse en
los más beneficiados con el incremento del un gigantesco servicio a escala internacional
tiempo libre, han exteriorizado en reiteradas para su disfrute entre quienes tuvieran los
oportunidades su opinión crítica. Algunos recursos –y el tiempo de ocio– suficientes
años atrás, una de las más poderosas centra- para ejercitarlo. Y lo hacen posible, entre
les sindicales de Francia, la CFDT, denunciaba otras cosas, el desarrollo de la industria del
la situación en estos términos: “En el estadio automóvil y la baja del precio de los viajes,
actual del desarrollo capitalista, la situación el charter, la creación de lugares y colonias

9
Arturo Jauretche, El medio pelo en la sociedad argentina. Peña Lillo, Buenos Aires, 1974.
10
CFDT, “Les travailleurs mettent le socialisme a l´ordre du jour”, en Syndicalisme Magazine. París, diciembre 1971.

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de vacaciones y los servicios de los tour ope- interno, equivalentes a un auténtico turismo
rators, además de las facilidades aduaneras cultural. Eran tiempos donde el conjunto de
otorgadas por los diversos estados. las naciones europeas vivían aún la debacle
En diversas oportunidades se ha expuesto de la posguerra sin muchas posibilidades
sobre los impactos positivos que tiene la de atender esos menesteres. Tampoco en
actividad turística internacional en los países América Latina las circunstancias políticas
ofertantes del recurso, aunque algunos de que predominaban en casi toda la región,
ellos también podrían ser incorporados a la podían admitir, como en nuestro país, la
experiencia del turismo interno. Re- presencia de poderosos sindicatos
cientemente, la OMT destacaba que Grandes sectores y organizaciones sociales capaces
las actividades del sector pueden de la población –a de poner en marcha sólidos pro-
“ayudar a estimular el interés de veces mayorías– no gramas y actividades turísticas y
los residentes por la cultura propia, conocen todavía la recreativas para sus millones de
por sus tradiciones, costumbres y situación territorial, afiliados, a través del desarrollo de
patrimonio histórico, puesto que socioeconómica, la hotelería, las colonias de vacacio-
los elementos culturales con valor cultural y política de nes, los campeonatos deportivos,
para los turistas se recuperan y los espacios que ha- etc. El turismo interno y de carácter
conservan, de manera que pueden bitan, por lo que se social permitió así un proceso
ser incluidos en la experiencia turís- resiente su capacidad formidable de intercambios y de
tica. Este despertar cultural puede de comprensión y conocimiento mutuo entre niños,
constituir una experiencia positiva hasta sus mismos jóvenes y adultos procedentes de
para los residentes, aportándo- sentimientos en todos los rincones del país y a partir
les cierta concienciación sobre la relación con aquellos. de ello contribuyó a la integración
continuidad histórica y cultural de nacional y al desarrollo sociocul-
la comunidad… Además, el turismo puede tural quizá en mayor medida que cualquiera
ser el factor que acelere los cambios sociales otra actividad educativa o formativa.
positivos, en términos de mayor tolerancia y
bienestar. El efecto demostración puede ser
7.
beneficioso cuando anima a los residentes
a luchar y/o trabajar por cosas de las que Cualquier visión global de la situación
carecen, por ejemplo, incremento del nivel de cada uno de nuestros países pareciera
de calidad de vida o valor de igualdad”11. confirmar una realidad indiscutible: la de que
En este sentido podríamos afirmar con las grandes sectores –a veces mayorías– de
certeza que, en nuestra situación, el derecho la población no conocen todavía la situación
al descanso y al ocio proclamado en la Decla- territorial, socioeconómica, cultural y política
ración Universal de los Derechos Humanos de los espacios que habitan, razón por la cual
en 1945 no nos pertenece socialmente en los se resiente su capacidad de comprensión y
términos que desearíamos. Nos perteneció, hasta sus mismos sentimientos en relación
sin embargo, en aquellos años de las décadas con aquellos. Se trata, por lo tanto, de una
de los ´40 y los ´50 cuando el empleo -y en situación que necesitaría ser superada cuanto
consecuencia el tiempo libre y el tiempo de antes, ya que afecta la posibilidad de construir
ocio- abundaban en el país como resultante de verdaderas entidades nacionales, es decir,
un desarrollo industrial y productivo y también, aquello que las grandes potencias resolvieron
de una más justa distribución del ingreso. a su manera mucho tiempo atrás.
Sería injusto, además, omitir que fue Plantearse en nuestros días el derecho
en esos años donde la Argentina fue tal legítimo al tiempo libre y al ocio creativo –y
vez el primer país en América Latina y en por ende, al turismo como derecho humano-
el mundo en desarrollar experiencias nota- no es para nosotros una novedad. Argentina
bles en materia de turismo social y turismo tiene sobradas experiencias en la materia.

11
OMT, Introducción al turismo. Madrid, 1995.

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Algunas de ellas son visibles de nuevo en con dicho contexto el sentimiento o la sensi-
nuestros días cuando advertimos la movili- bilización imprescindibles para internalizar
dad de millones de argentinos en las épocas lo que de otra manera quedaría reducido al
vacacionales, recorriendo los espacios natu- plano de lo racional, importante, sin duda,
rales y recreativos del país, intercambiando pero de alguna manera insuficiente para servir
conocimientos e identitarios, una situación a la necesaria cohesión nacional.
que sólo podría entenderse en un contexto Una nación se conoce y se comprende,
político y económico que facilita el empleo pero sobre todo adquiere una dimensión
e intenta –pese a todo– distribuir de manera trascendente cuando el pueblo que la con-
más justa y equitativa los recursos que genera forma adquiere, además, respecto de ella un
el conjunto de la sociedad nacional. sentimiento profundo capaz de contribuir a
Una comunidad que aspira a desarrollarse su defensa, promoción y desarrollo, es decir,
necesita posibilitar en cada uno de sus inte- a su liberación real. La experiencia humana,
grantes un adecuado nivel de información personal e intransferible, que es propia de
sobre las circunstancias integrales donde la actividad turística facilita sin duda esos
se explica su existencia. En ese sentido, el objetivos.
turismo entendido en su dimensión nacional En esta perspectiva, los aspectos eco-
y social puede cumplir un papel comuni- nómicos (inversiones y gastos) y sociales
cacional y cultural de primer orden para (empleo), que son inherentes a la actividad
complementar el que es propio –o debería turística, antes que perder importancia, se
serlo– de la educación, la promoción social fortalecen, aunque desde una mirada política
y la labor de los medios de comunicación. distinta. El enfoque económico, sin dejar de
Reconocer entonces el propio espacio es estar presente, se resignifica en la medida en
contribuir al reconocimiento de uno mismo que deja de ser la finalidad última de esta
como ser protagónico de la vida de una na- actividad y pasa a convertirse en uno de sus
ción. Es el primer y más elemental requisito diversos componentes. En esas condiciones,
de toda auténtica política de desarrollo. Sólo el objetivo mayor –como sucede con los servi-
a partir de este nivel de autoconocimiento es cios de salud, educación, vivienda, desarrollo
posible acceder a un segundo nivel que es social y otros– no estaría circunscripto a la
el de la comprensión de la problemática de rentabilidad económica del sector sino que
nuestros propios espacios, la visualización privilegiaría su real incidencia en el bienestar
de las relaciones entre los diversos factores y el desarrollo integral de la comunidad.
que los integran y el conocimiento o la pre- Su mayor aporte y sus principales benefi-
visión sobre las posibilidades de cambio y cios, serían antes que nada sociales y cultura-
superación. les –sin dejar de ser a la vez económicos– ya
Pero existe una circunstancia tanto o más que de lo contrario quedarían desvirtuadas
importante que las señaladas, y a la cual el aquellas finalidades que anteponen los valo-
turismo como reconocimiento y compren- res y los derechos humanos a los intereses
sión del contexto nacional y social puede sin meramente economicistas retrotrayéndonos
duda contribuir enormemente. Ella es la de de nuevo a los viejos tiempos del otium y del
facilitar, a través de la comunicación directa neg-otium. n

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