Sunteți pe pagina 1din 14

CURSO DE POSGRADO: CÓMO ENSEÑAR LA HISTORIA RECIENTE

ÁREA CIENCIAS SOCIALES CAICYT CONICET

Prof. Cecilia Centeno

Introducción
Con el presente trabajo nos proponemos abordar la temática: pasado reciente, memoria y
transmisión escolar desde el punto de vista local.
Pese al énfasis de los estudios mundiales y nacionales, aún hoy nos encontramos, en ciertos
espacios, con terrenos desiertos de tratamiento, mudos de respuestas y con muchos interrogantes
acerca del pasado cercano.
En forma simultánea, se presenta la necesidad de trabajar dicho pasado en las aulas aunque,
paradójicamente, muchos docentes carecen de herramientas para tal fin, así como también
desconocen la posibilidad de encuentro con la historia reciente en otros espacios inexplorados por la
escuela sobre este aspecto.
Trabajaremos sobre los modos de transmisión del pasado reciente en San Rafael1 desde la
instauración de la democracia hasta la actualidad, y los lugares de la memoria en el escenario
educativo, como constructores o decontructores de la memoria colectiva.
Las categorías de análisis serán:
a) Los modelos de transmisión y articulación pasado-presente y su relación con las memorias
en conflicto, donde analizaremos los modelos de reconciliación y ruptura y la particularidad concreta
del espacio sanrafaelino a la que denominaremos negación. Así, nos intentaremos aproximar a la
problemática que se plantea para la transmisión del pasado reciente en la escuela.
Para ello trabajaremos con los aportes de Amézola (2010) a fin de examinar la situación local a
la luz de los modelos de transmisión pasado-presente y su relación con los distintos relatos
propuestos por Carnovale y Larramendy (2010), complementándolos con el marco brindado por
Raggio (2010) con el objeto de entender las particularidades de lo “local” como escenario de estudio.
b) Los lugares de la memoria2 y su papel en el escenario educativo, habiendo seleccionado
cuatro escenarios de San Rafael donde se entrecruzan (mediante encuentros y desencuentros)
memoria, olvido, pasado reciente, docentes y alumnos, dando origen a la memoria colectiva de
nuestra ciudad.

1
- San Rafael conforma junto a los departamentos de General Alvear y Malargüe, la región del Sur Mendocino, la que abarca
más de la mitad del territorio provincial. Ubicada a 240 Km de la Capital de Mendoza, la Ciudad de San Rafael es el segundo
centro urbano más importante de la provincia., La densidad de la población es de 173.571 habitantes (Censo Nacional 2001)
2
- Idea desarrollada por Pierre Nora, intenta hacer inteligibles ciertos aspectos simbólicos de la historia contemporánea.
Según su perspectiva los lugares de la memoria serían aquellos símbolos luminosos en los que se encarna la memoria: fiestas,
emblemas, monumentos, libros, museos, entre otros.
Los lugares seleccionados son: el 24 de Marzo como efeméride escolar y lugar de encuentro
entre las diferentes memorias y los diversos modos de transmisión y articulación del pasado-presente;
la Plaza de la Memoria, la Verdad y la Justicia, como espacio cargado de significaciones y a la vez
como soporte de la memoria de la localidad; el Juicio por delitos de Lesa Humanidad realizado en
2010, como legitimador y promotor de una nueva forma de transmitir el pasado reciente y, por
último, el Museo Itinerante de la Memoria, que enmarca y otorga de sentido a la memoria militante
en tanto que pone en tela de juicio a las otras memorias y abre un espacio de diálogo y apropiación
del pasado reciente sanrafaelino a docentes y alumnos.
Para su abordaje nos basaremos en el trabajo de Silvia Finocchio (2007) sobre la entrada
educativa a los lugares de la memoria, al mismo tiempo que el análisis se verá enriquecido con los
aportes de Kaufmann (2010) en relación con los museos de la memoria.
De este modo queremos iniciar un debate que enriquezca tanto la práctica docente como la
transmisión de la historia reciente y que brinde elementos para la construcción de la memoria
colectiva a nivel local.
Como previamente se mencionó, nuestro escrito se centra en el espacio local, la ciudad cabecera
del departamento de San Rafael, donde se materializa con mayor claridad el conflicto y el encuentro
entre las memorias y entran en diálogo los lugares de la memoria mencionados en el punto anterior.
El periodo temporal que hemos seleccionado comprende desde la instauración de la democracia
y el proceso más o menos elaborado de negación de lo acontecido hasta la actualidad, donde, en un
espacio temporal de siete años, han emergido los otros relatos formadores de memoria, sostenidos
por organismos de DDHH, familiares y ex detenidos-desaparecidos. Este entrecruzamiento es el que,
a nuestro criterio, ha propiciado una particular forma de transmisión del pasado reciente en la escuela
sanrafaelina.
Por último, y para poder entender la realidad local, debemos situarnos en el contexto político-
social, previo y posterior al golpe.
En los años previos al golpe podemos identificar a la ciudad de San Rafael como una localidad
política y militantemente activa, donde afloraban diferentes organizaciones de izquierda tales como
JP, Montoneros, JCR, PRT, Partido Auténtico, etc. a la vez que no eran grupos aislados, con escasa
participación popular, sino que, por el contrario, aglutinaban a diferentes sectores de la sociedad,
incluyendo a estudiantes secundarios que tenían un rol muy activo en manifestaciones y actos
públicos (Centeno, 2005).
La llegada del golpe y del Terrorismo de Estado, la persecución, los secuestros y las
desapariciones de varios miembros de la sociedad, acompañados por la instauración (en los últimos
años dictatoriales) de un intendente civil, el señor Chafí Félix, que tuvo mucho peso y marcó la
transición a la democracia llevó a una apatía política, a un adormecimiento general y al olvido de
ambos procesos históricos: las militancias y el golpe, con todas sus consecuencias.
Del mismo modo, las actividades políticas quedaron reducidas a un pequeño grupo de
ciudadanos, entre ellos los herederos “cuasi feudales” de la intendencia, hijos del mencionado
funcionario durante la dictadura; mientras que el grueso de la población sufrió un proceso de
alienación política, desterrando al olvido el proceso de construcción de la memoria colectiva y la
transmisión de la experiencia.

DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
Sobre indiferencia, perdón y justicia.
Si las “políticas de la memoria” son el modo en que las sociedades se responsabilizan por su
historia (Huyssen: 2002)3, no solo algo está fallando en ellas en la actualidad, como dice Amézola,
sino que podemos afirmar que, desde la recuperación de la democracia, en San Rafael no hubo,
durante un espacio de tiempo considerable, políticas de memoria que pretendieran crear
responsabilidades o poner al debate público el pasado traumático.
Según Gonzalo de Amézola (2010), existen dos modos de transmisión y articulación del pasado-
presente: la reconciliación y la ruptura. En el presente escrito agregaremos una forma más de
transmisión o “no transmisión” del pasado: la negación, ya que como explica Sandra Raggio (2010)
“(…) no estamos suponiendo lo “local” como un recorte, una disección a pequeña escala del
problema a estudiar (los conflictos entre memorias y la transmisión de la experiencia) sino
definiendo otro universo que no necesariamente “refleja” en miniatura lo que pasa en otros
niveles.”
Cada uno de estos modelos podemos identificarlos con diferentes periodos cronológicos que se
sucedieron en nuestra localidad. De esta forma, pretendemos analizar los diferentes estadíos por los
que pasó el tratamiento del pasado reciente y las formas de transmisión de la experiencia.
- La negación (1983-1999): Los primeros años de democracia y la llegada del juicio a las Juntas
pusieron en “aviso” a la sociedad sanrafaelina acerca de los abusos de poder acontecidos durante la
última dictadura militar. Dicha sociedad, aunque atónita por lo ocurrido en el país, no dejó de
destacar la lejanía de los hechos y plantear la idea del “acá no pasó nada”, basándose en experiencias
particulares, olvidando si presenciaron algo o si algún comentario llegó a sus oídos. Como expresa
Raggio (2010) “ancladas en la experiencia están aquellas narrativas que insisten en que ‘acá no
pasó nada’, diferenciando la historia local de la historia nacional, y en cierto sentido, poniéndola en
duda.”.

3
- En Huyssen, Andrea, en “Obsesionados por recordar”.
Estos años de negación se extendieron en San Rafael durante casi dos décadas4, dando como
resultado un proceso nulo de transmisión del pasado reciente desde la esfera pública. Mientras que en
lo privado escasas voces se hacían escuchar por el boca a boca, debido al tabicamiento y el terror que
infundió el terrorismo de estado en los testigos. Idéntica situación de tabicamiento repitieron la
sociedad y las autoridades locales, en forma más o menos consciente.
Como explica Agamben (2000)5, se produce la imposibilidad de los sobrevivientes: de brindar
testimonios, de expresar lo vivido mediante el lenguaje y de procesarlo otorgando significado a los
sucesos o, mejor dicho, resignificarlos mediante la experiencia compartida por la colectividad. De
esta forma podemos sostener, adhiriendo a lo postulado por Levin (2009), que el proceso de
retroalimentación necesario para que la memoria social fecunde quedó trunco.
Tal es así que durante los primeros años de democracia la transmisión del pasado reciente en
San Rafael fue un proceso inexistente, en el cual sociedad, autoridades y sobrevivientes
permanecieron, desde diferentes lugares y con diversos condicionantes, en un letargo de
comunicación de las experiencias. Dicho letargo repercutió tanto en la construcción de la memoria
colectiva local como en la apropiación de las nuevas generaciones de los canales de transmisión.
- La Reconciliación (1999- 2003): Como manifiesta Huyssen (2002), la memoria colectiva es
una construcción social, y como tal se produce a partir de diferentes actores sociales y diferentes
voces que emergen y dan sentido al pasado (Levin: 2009).
Esas voces, antes mudas, comenzaron a surgir lentamente a fines de los ´90 como
contraposición al “acá no pasó nada” que mencionábamos en el punto anterior. Según Raggio (2010),
“(…) están las voces de los ‘protagonistas’: sobrevivientes, militantes de los años setenta o
familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, (…). Ellos son los que insisten en que ‘acá
también pasó’ porque ‘me pasó’”.
Ante la emergencia de los testimonios de protagonistas y familiares, se presentó la búsqueda de
la memoria como una forma de boicot contra la “paz” lograda en los primeros años de democracia,
una amenaza de retorno a los “tormentosos”6 ’70, que comenzaron a refrescarse en las mentes
sanrafaelinas a raíz de los acontecimientos que se produjeron a nivel nacional en 2001.
Las formas de buscar una salida conciliatoria vinieron de lo dos sectores con más peso sobre la
opinión pública: el municipio y la Iglesia.
4 - Hemos considerado el periodo desde 1983 a 1999. Durante este lapso la intendencia de San Rafael estuvo a cargo de
Walter Franchetti (1983-1987) y de Vicente E. Russo (1987-1999), se caracterizaron por la construcción de obras que
fomentaran el turismo y posibilitaran la reemergencia económica de la zona con menoscabo de las actividades antes
predominantes basadas en el agro (en especial la vitivinicultura).
5 -Agamben Giorgio, Lo que queda da Auschwitz. Ed. Pre-Textos, Valencia. 2000. Hace referencia al denominado musulmán

en el lenguaje de los campos de concentración era el prisionero que había perdido, cualquier forma de voluntad o de
conciencia, no podía comparar entre el bien y el mal, era un cadáver ambulante, imposibilitado de transmitir mediante el
lenguaje su experiencia.
6
- Se cambió el término militancia y movilizaciones partidarias, por tormentosas revueltas setentistas que perturbaban el
clima social de la ciudad. (Ver diario Los Andes 23/02/2002).
- El municipio, que había escapado al “problema” de la memoria en el periodo anterior, para
1999 había cambiado de color político7. Fue entonces cuando logró articular y acomodar burdamente
estas voces mediante la reivindicación de algunos miembros de las fuerzas de seguridad local,
colocando placas a antiguos represores en espacios públicos (como la recordatoria al ex agente-
torturador Rolan8), a la vez que brindó apoyo para la apertura y continuidad del Museo Histórico
Militar9, situado sobre un ex centro de detención.
- La Iglesia, que entre sus pasillos guardaba cómplices directos del horror10, fue una de las
más interesadas en la reconciliación local. Desde la cúpula de la Diócesis y junto a los fieles se
realizó una gran campaña para llamar a la conciliación y el perdón, bajo la consigna: “perdón y
olvido para poder crecer”.
Ambas directrices, la del gobierno y la de la Iglesia local, introdujeron la necesidad de olvidar el
pasado traumático para poder construir un futuro mejor.Y, aunque a nivel nacional las presiones de
los organismos de DDHH habían logrado la incorporación del pasado reciente a los planes de estudio
(Amézola, 2010), en el campo local el terreno aún no estaba preparado desde ningún punto de vista
para abrir canales de transmisión social ni mucho menos escolar.
- Ruptura (2003-…): Esos canales, débilmente abiertos (como vimos en el punto precedente)
comenzaron a sufrir un proceso acelerado de cambios.
En primer lugar, la aparición de dos organismos de DDHH (Educadores Populares Aldabón11 y
la APDH12), que sostuvieron y alentaron a las víctimas manifestándose abiertamente contra las
políticas conciliatorias del periodo anterior, a lo que se sumó el incesante repudio por el retorno al
poder de la familia Félix13.
En segundo lugar, en manos de estos organismos y de las víctimas directas, comenzó una ardua
y constante tarea de concientización en materia de DDHH y por primera vez se alzaron las voces del

7 - Hasta 1999 había estado en manos del justicialismo, tras un breve periodo Radical (’83- ‘87), y en la nueva gestión asumía
el poder la U.C.R, en manos de Ernesto Sanz (actual Presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical)
8 - Placa que estuvo colocada en el boulevard situado en la calle Rivadavia a escasas tres cuadras de la Plaza de la Memoria y

a cinco cuadras de la vivienda de Oscar Scannio, ex detenido-desaparecido, torturado por el agente Rolan.
9 - En la página oficial de la ciudad se encuentra descripto de la siguiente forma: “Constituye un apasionante recorrido por la

historia de San Rafael. En sus salas se encuentran expuestas multitudes de imágenes, uniformes, escenarios y maquetas, en
un intenso y permanente intento por revivir hechos, episodios, fechas, lugares y nombres que poco a poco fueron haciendo
de esta ciudad lo que actualmente es: un lugar encantador en todas sus dimensiones. Sus paredes impregnadas de cultura
lograrán contagiar a sus visitantes el respeto y orgullo por el pasado y sus hacedores.”
En:http://www.sanrafaeltodo.com/sanrafael/circuito/5-ciudad-de-san-rafael.html. Por otra parte, hasta el día de la fecha en la
Página Oficial del Municipio, en la sección Historia la misma se corta en el año 1972.
10 - Nos estamos refiriendo al ex capellán del Regimiento de Caballería 7º (Cuadro Nacional) Franco Reberberi, asociado a

las torturas en el principal CCD de la localidad, actualmente ecónomo de la Diócesis de San Rafael. Además, tiene compulsa
penal por delitos de lesa humanidad.
11
- Educadores Populares Aldabon, organización militante de DDHH, que viene trabajando en San Rafael desde 2002.
12
- Asamblea Permanente por los Derechos Humanos filial San Rafael, en sus orígenes compuesta por escasas personas, y
presidida entre 2002-2006 por la señora Teresa Oliveri; en la actualidad, presidida por la señora Alicia Morales.
13
- Omar Felíx asumió el poder municipal en 2003 y el poder familiar perdura hasta la actualidad en manos de su hermano
Emir.
“NUNCA MÁS”, que expresaron que en San Rafael hubo Terrorismo de Estado, que había perdido
legitimidad todo el accionar militar y que de ninguna manera aquello podía volver a pasar.
Estas actividades se centraron en la transmisión del pasado reciente mediante cursos,
conferencias, debates dirigidos a la sociedad en general (aunque por medio de la promoción de cursos
con puntaje, por lo que tuvieron un gran alcance en la comunidad docente).
Y, por último, de la mano del gobierno de Néstor Kirchner, llegó la reivindicación de los
desaparecidos, el reconocimiento y la exposición en la esfera pública del pasado traumático local, la
identificación de los CCD y de los represores y el resurgimiento de cientos de ex detenidos-
desaparecidos que habían permanecido con sus relatos en silencio sepulcral. Dicho proceso tuvo
como corolario en 2010 el primer juicio de la provincia por delitos de lesa humanidad, con el lema
“Nunca más solos, nunca más solas”.
Por primera vez, el proceso de construcción de la memoria social local estaba en marcha y los
relatos fueron apareciendo. Pero, tal como expresan Carnovale y Larramendy (2010), el campo de la
memoria social es un espacio conflictivo y habitado por múltiples sentidos, los cuales pueden ser
enfrentados y excluyentes. Al ser un ciclo no cerrado, el pasado reciente es actualmente fuente de
conflictos y disputas, tanto políticos como educativos, porque (siguiendo a las mismas autoras) es un
pasado-presente.

Los sentidos de la memoria.


A raíz de la ruptura producida durante los últimos años, emergieron diferentes relatos
formadores de memoria en el espacio local, dando lugar a la activa participación de diferentes actores
y de relatos encontrados que tanto se complementan como excluyen.
Haremos una breve referencia a los tres sentidos dominantes y a los portavoces de los mismos,
siguiendo la clasificación de Carnovale y Larramendy (2010):
a- Teoría de la Guerra Sucia: Sostenida enérgicamente por la Iglesia14sanrafaelina en su
totalidad, algunos sectores de las fuerzas de seguridad locales15 y civiles ligados a la primera
institución.16Estos actores sociales reivindican el accionar de las FFAA, reconocen que en toda

14
- En San Rafael encontramos dos sectores eclesiásticos pronunciados a favor de esta teoría: la Diócesis y el Instituto del
Verbo Encarnado. Este último se caracteriza por ser un movimiento en extremo conservador y de gran carisma, lo que
conlleva a la captación de muchos jóvenes.
15 - Nos referimos a miembros de la Policía de Mendoza, ya que en San Rafael no existe una fuerza permanente del Ejército,

desde que se retiró el Regimiento 7º de Caballería. En sus tierras se erigió el Museo Histórico Militar, aunque siguen
perteneciendo a las FFAA.
16 - En lo que concierne a este sector, es un grupo autodenominado Juventud Estudiantil de Cuyo, que hasta el día de la fecha

domina el centro de estudiantes del uno de los principales profesorados públicos de la localidad. En su boletín mensual de
marzo de 2010, entre otras cosas, sostenían: “nosotros como argentinos que somos, nos negamos rotundamente a llamar
NACIONAL, al homenaje que se le tributa a declarados terroristas (…).
Nos resistimos a llamar MEMORIA a este ejercicio inmundo y depravado de envenenar la mente de los jóvenes y no tan
jóvenes con una amnesia tergiversadora y selectiva.”.
guerra hay excesos y destacan la insistente frase “no fueron 30000, ni víctimas inocentes”. Su teoría
no es sostenida con ningún análisis local y se centra en críticas a escala nacional.
b- Memoria centrada en la figura de la víctima inocente: Cobró fuerza durante la etapa de
reconciliación, y se manifestó por un profundo silencio en torno a la militancia política y, aún más en
el caso local, se escatimó la mención de la existencia local de Montoneros. El principal sostén de este
relato, siguiendo a las mismas autoras, estuvo en manos de los grupos de DDHH. Principalmente fue
promovido por el grupo de Educadores Populares Aldabón y, en un principio, por la APDH.
Esta memoria fue la predominante durante la fase de reconciliación y los primeros años de
ruptura. Se trabajó sobre la reivindicación y reconocimiento de los desaparecidos mediante soportes
de la memoria17, destacando en ellos no la militancia y filiación política, sino su ocupación cotidiana
y, en último caso, social. Ante esto se fomentó el “mito de los perejiles” (Raggio: 2010) en torno a los
37 desaparecidos del sur mendocino.
c- Memorias militantes: De reciente aparición como relato formador de memorias, tuvo su
entrada en escena con la apertura del juicio en julio de 2010. Si bien conforman un conjunto
heterogéneo de relatos, se caracterizan por el reconocimiento de la existencia local de la agrupación
Montoneros18y la activa militancia política de todos los desaparecidos y ex detenidos-desaparecidos.
Al mismo tiempo, los relatos de las memorias militantes destacan los testimonios de antiguos
militantes, reconociendo o no aciertos y errores de la causa revolucionaria. Pero en definitiva desde
estos relatos se promueve el orgullo por la activa participación política, la movilización y la
formación de una conciencia crítica ciudadana.
El espacio de la memoria, verdad y justicia es el principal sostén de estos relatos y, como
dijimos anteriormente, se caracteriza por la polifonía de voces debido a su composición como cuerpo
de DDHH.
Estas memorias (algunas contrapuestas, otras posibles de poner en diálogo) hacen viable la
construcción de nuevos interrogantes y permiten el enfoque y transmisión del pasado reciente desde
su complejidad, puesto que “No es difícil postular que la multiplicidad de sentidos en torno al
pasado reciente atraviesa, de alguna manera, el espacio educativo; y todos (los) relatos (…) muy
probablemente, se encuentren en forma más o menos nítida en los discursos no siempre explícitos de
los distintos integrantes de la comunidad educativa.” (Carnovale y Larramendy, 2010: 243).
Ante esto queremos destacar la importancia de los modelos de transmisión y de no transmisión y
la variedad de relatos formadores de memoria para la enseñanza del pasado reciente en San Rafael,
ya que permiten incluir en la enseñanza, no solo qué pasó en la localidad, sino cómo fue relatado por
17
- Soportes de la memoria, idea acuñada por Ludmila Da Silva Catela, es la variedad de formas presentes para representar y
transportar las expresiones de la memoria.
18
- Montoneros tuvo presencia activa en la ciudad de San Rafael, no como organización armada sino con respecto a la
filiación política y apoyo logístico de base al movimiento nacional montoneros.
los diferentes actores eso que sucedió. “Porque poner en diálogo ambas dimensiones de la historia
permite interpelar mejor los distintos discursos que hoy circulan. Y en esa interpelación, en esa
participación en los asuntos públicos, es posible forjar ciudadanía.” (Carnovale y Larramendy,
2010: 246).
Por otra parte, compartimos con las autoras que el pasado reciente excede la experiencia del
Terrorismo de Estado e incorpora a todos los actores en juego. De este modo, el análisis se debe
centrar en el proceso que se inicia en los ’60 y ’70, teniendo en cuenta tanto para su abordaje como
para su debate político en la escuela y en la sociedad un piso histórico indiscutible. En otras palabras,
“(…) toda demanda reivindicativa de los crímenes y la impunidad queda necesariamente excluida”
(Carnovale, 2009).
Sostenemos que la escuela tiene la responsabilidad de divulgar los enunciados públicos
probados por el sistema de justicia estatal en torno al reconocimiento de la existencia de los crímenes
de la última dictadura militar (hecho que quedó probado en San Rafael con la sentencia de diciembre
de 201019).
Es decir, “Los fallos judiciales fijan posición acerca de cómo interpretar cada caso desde los
principios normativos que dan sustento al Estado de derecho (…). Esto no impide futuros debates
históricos, pero restablece un límite a las discusiones que se pueden desarrollar en el espacio del
aula, pues algunas opiniones que relativizan las violaciones a los derechos humanos o reniegan de
la existencia de hechos ya probados judicialmente resultan manifiestamente infundadas.”(Siede,
2007:126).
Entonces: ¿Qué llevar a las aulas? Como manifiesta Amézola parafraseando a Prost, es preciso
de ahora en más que la Historia tome el lugar de la memoria y en las clases no se ejerza solo el papel
de recordar, sino “(…) inscribir todos estos acontecimientos dolorosos, en la historia, en el tiempo
largo.” (Amézola, 2010), es decir, problematizar, analizar, indagar y buscar respuestas.

¿Dónde habita la memoria?: Los lugares de la memoria en la escuela.


Ahora nos preguntamos: ¿cómo entra la escuela en diálogo con estos relatos?
Con mayor o menor frecuencia, la escuela sanrafaelina ha entrado en contacto con los relatos
formadores de memoria, a través de lo que Pierre Nora llama los lugares de la memoria, es decir,
aquellos símbolos en los que encarna la memoria.
Como dijimos en la Introducción, trabajaremos con cuatro lugares que convocan a la memoria
escolar, donde, como manifiesta Finochio (2007), pueden encontrarse docentes, alumnos, diferentes

19
- la sentencia dictada en diciembre de 2010, condenó a prisión perpetua al teniente A. Guevara, al ex comisario A. Ruiz
Soppe, al ex oficial J. Labarta y a ocho años de prisión al abogado R. Egea Bernal por crímenes de lesa humanidad.
relatos y posturas y donde es plausible la reconstrucción histórica local, mirando, pensando,
preguntando pero también actuando.
- Cuatro lugares, muchas miradas, todas las voces.
Como explica Finochio (2007), las propuestas escolares han avanzado en la construcción de la
memoria y en la reconstrucción del pasado reciente, si bien en un primer momento presentaron
resistencia ante nuevas formas de abordaje. En los últimos cinco años en nuestra localidad, la escuela
lo ha hecho entrando, usando y dialogando con cuatro lugares.
En primer lugar, el 24 de marzo como efeméride escolar, de uso obligatorio por la agenda
educativa. En él confluyen en nuestra localidad tanto las diferentes voces como los otros lugares de la
memoria seleccionados. Es el 24 cuando se hacen carne viva los relatos antes trabajados20 y se
presentan los mayores interrogantes de nuestros alumnos y no pocas veces los docentes carecen de
respuestas cayendo cotidianamente en un relato vacío o, como sostiene Amézola (2010), banalizando
el pasado o, peor aún, presentándolo solo como una película de terror dejando de lado cualquier
problematización.
Proponemos para su abordaje dos dimensiones presentadas por el cruce entre historia y memoria
(Carnovale y Larramendy, 2010: 258).
La dimensión intelectual de la memoria propone entender (al mismo tiempo que denuncia o
repudia), por qué fue así y no de otra forma, qué actores participaron, cómo se articuló la situación
local con la nacional.
El desafío en torno al 24 de marzo es que la escuela pueda abandonar la pasividad del mero acto
conmemorativo y se adentre en estas problemáticas promoviendo en el aula el planteo de
interrogantes que lleven al alumno más allá de una fecha. De esta forma, poder situarlo dentro de un
complejo proceso. Como dice Ricoeur (2004), el papel de la historia es el de problematizar la
memoria.
En este caso, el 24 de marzo como lugar de la memoria puede y debe apelar a “otros” lugares y
soportes de la memoria. Allí se puede lograr el diálogo entre la plaza, los testimonios de testigos, las
fotografías, los periódicos y los centros de detención.21

20
- Cada 24 de marzo en nuestra localidad se realiza la marcha en recuerdo de lo sucedido y, desde 2003 hasta 2010 bajo el
lema Nunca Más, se sostuvo que era necesaria la erradicación militante por ende los concurrentes debían asistir sin
identificación política. Este último año fue una marcha con connotaciones diferentes, ya que el lema fue Juicio y Castigo y
predominaron las agrupaciones militantes de diferentes colores. Por otra parte, todos los 24 de marzo aparecen (este año no
fue la excepción) pegatinas públicas reivindicando el golpe y haciendo alusión a lo que ellos denominan guerra sucia.
21
-Durante la conmemoración de los 35 años del Golpe se organizó, entre el 22 y 23, un “paseo didáctico por la memoria”
para alumnos secundarios (que convocó a más de 300 alumnos de la localidad), el cual partió de la Plaza de la Memoria,
siguió con una serie de testimonios, un paso por los lugares del casco céntrico que funcionaron como CCD, y terminó en el
Museo de la Memoria. “La idea del proyecto era no sólo explicar las atrocidades de la dictadura, sino también cuál fue el
verdadero motivo. Era difícil de explicar; por eso, ideamos este paseo didáctico” Sergio Villar (coordinador del grupo
educadores populares Aldabón).
La dimensión ética propone que, a través de ese conocimiento, los interrogantes se vuelvan
sobre la propia sociedad involucrada: ¿Qué papel jugó, antes, durante y después? ¿Qué valores y
juicios sustentaban su actuar? ¿Cuáles fueron los modos de transmisión que brindó a las nuevas
generaciones? ¿Cuáles son desechables y cuáles ansiados? Es en esta dimensión donde se pondrán en
contacto cercano los modos de transmisión pasado- presente y los diferentes relatos formadores de
memoria.
En esta instancia es cuando se configura el compromiso de la memoria con las tareas y
responsabilidades del presente. (Carnovale y Larramendy, 2010: 258).
Desde 2003, cuando se abrió el modelo de ruptura en San Rafael, los diferentes organismos de
DDHH buscaron formas de representar el pasado traumático. Así nació a fines del mismo año la
Plaza de la Memoria22, que es a la vez lugar simbólico y físico de encuentro.
Como espacio físico mantiene vigente, funcionando como soporte de la memoria, el recuerdo de
los 37 desaparecidos del sur mendocino. Desde ya que su riqueza incluye también el simbolismo que
acarrea por los años de luchas para el reconocimiento del pasado reciente, por los sellos que han
quedado sobre ella de los diferentes sentidos de este pasado, por las usurpaciones, los conflictos con
las autoridades y las luchas militantes que allí encierra y libera.
Esas son, a nuestro criterio, las entradas que tiene que hacer la escuela sobre este lugar, evitando
caer en la simple evocación y la mera visita. Como explica Finochio, al referirse a la Plaza de Mayo,
“(…) en la escuela está latente el riesgo de que la marcha de las madres quede cristalizada en los
textos escolares, como la única lucha por la memoria, o como algo de ayer distante en el tiempo
siendo ambas relaciones con el pasado poco productivas para la construcción en el presente de un
pensamiento abierto (…) (Finochio: 2007: 269)
La Plaza de la Memoria así propuesta es un espacio para la reflexión, para ahondar sobre los
porqués, los dóndes, los quiénes, para buscar respuestas y generar nuevas preguntas, para encontrarse
con el pasado cercano y para reconstruir la historia reciente desde diferentes voces que habitan allí.
El 1º de julio de 2010 se dio inicio al primer juicio por delitos de lesa humanidad de San
Rafael y de toda Mendoza. A partir de este lugar, es que la escuela puede hacer una entrada firme
sobre verdad e historia.
Es el juicio como mencionábamos, anteriormente, que se legitiman algunas voces y se desechan
otras. Por otra parte testimonios y debates cobraron fuerza y entraron a la escena pública a través de

22
- Surgió como iniciativa del grupo de educadores populares Aldabón que al carecer de un espacio físico, solicitaron la
colaboración de Adolfo Pérez Esquivel, quien por carta se dirigió al municipio solicitando el lugar físico, quién después de
varias gestiones lo cedió a los organismos de DDHH. Esta plaza cabe recalcar es la única de todos los espacios verdes de la
ciudad sin sereno, no se cuida desde el municipio.
los medios de comunicación locales23, lo que proporcionó una herramienta más para trabajo del
pasado traumático en el aula.
¿Fue aprovechado este espacio por la escuela local?, con diversos matices, docentes y alumnos
han podido entrar desde diferentes lugares y poner los temas en evidencia y discusión en el aula. La
comunidad toda quedó empapada y por ende la escuela buscó la manera de trabajarlo aunque no
logró apropiarse de él.
El principal rédito educativo que destacamos, es la legitimación de los relatos que sostenían que
acá también hubo terrorismo de estado. Esto se vio reflejado en las producciones de los alumnos de
escuelas locales (para el 24 de marzo de 2011), realizaron producciones sobre la historia reciente
local, enfatizando el juicio, reconociendo los CCD, los genocidas, nuestros desaparecidos y ex
detenidos- desaparecidos. En otras palabras como expresa Kaufman (2010) los alumnos y alumnas
pusieron palabras a un tema doloroso, y en este caso fueron ganándole al silencio en las aulas.
Por ultimo haremos referencia al museo itinerante de la memoria. Este se presenta como un
lugar sin lugar determinado y más que repositorio del pasado cercano, es un lugar de evocación y
construcción de memoria, con funciones didácticas y como sitio de aprendizaje.
Está pensado como un espacio centrado en la historia reciente local, (aunque circunscripta en la
nacional), y permite un abordaje amplio desde los movimientos de los ’60-’70, el sindicalismo en
San Rafael y la represión previa al golpe, pasando por el periodo dictatorial y concluyendo con las
luchas por la memoria, el juicio y los organismos de DDHH.
Brinda talleres, seminarios, cursos de capacitación a los docentes, cine-debate, entre otras
actividades. Por otra parte una de las riquezas y particularidad del museo, es su posibilidad de
“mudanza” a diferentes partes del departamento donde permanece al menos una semana, es decir la
escuela va al museo y el museo va a la escuela.
Como manifiesta Kaufman “(…) la efectividad pedagógica de los museos representada por
la operatividad sociocultural de los mismos concebidos como “actividad simbólica”, termina por
cancelar el museo bazar abriéndolo como un instrumento más de educación que visibiliza aspectos
de la cultura material histórica. No se trata de transmitir un patrimonio cultural pasivamente sino
de movilizar a una transmisión activa a quienes reciben y se apropian de fragmentos materiales de
la historia.” (Kaufman, 2010: 7-8)
Una fecha, que propone entender y articular las responsabilidades del presente; una plaza, lugar
simbólico y físico de encuentros; un juicio, legitimador y deslegitimador de relatos y un museo que
ofrece mirar, analizar y pensar el terrorismo de estado, su antes, su después, su ahora.

23
- Tanto la radio, TV y periódicos trataron la temática. Pero fueron tres medios los que profundizaron su tratamiento, la
radio LV 4 mediante la Periodista Patricia Coria, los diarios San Rafael y Mza On line.
Cuatro lugares diferentes, que permiten y abren espacios de encuentro con un pasado difícil de
trabajar en la escuela, discutido, vapuleado, pero necesario de llevar al aula. Como dice Silvia
Finocchio (2007) es necesario intentar aproximarnos a los lugares de memoria escolar, ya que tal vez
esa sea una forma para proponer otros recorridos que enriquezcan el proceso de enseñanza del pasado
cercano.
A modo de cierre.
Hemos hecho un recorrido, por los diferentes modos de transmisión y articulación pasado-
presente en nuestra localidad, viendo como por casi veinte años este proceso fue inexistente, y el
tratamiento escolar nulo. Luego por otro periodo de tiempo considerable, se acallaron las voces que
pretendían recordar el horror, imponiendo una reconciliación que fue transmitida por la falacia de una
guerra, ninguneando a las víctimas locales.
Por ultimo podemos apreciar un periodo recién abierto de ruptura, donde han aflorado otros
relatos, y el proceso de transmisión de la memoria ha encontrado diversos canales de comunicación y
ha llevado un trabajo de construcción de la memoria colectiva, dando a la escuela un papel activo y
movilizador.
Hicimos un repaso por los diferentes relatos formadores de memoria, destacando la
contraposición y posible complemento de estos; abriendo espacios que generen interrogantes,
preguntas y debates en el aula.
En la segunda parte del análisis, trabajamos con los lugares de la memoria en la escuela,
presentamos cuatro espacios que permiten el encuentro entre alumnos, docentes y pasado reciente y
propusimos distintas formas de abordarlos desde el aula profundizando en la riqueza y simbolismo de
todos ellos, a la vez que abordamos las diferentes formas en que son trabajados o no por la escuela
local.
En conclusión nos permitimos decir, que si bien San Rafael, estuvo sujeto a políticas inexistentes
de la memoria por más de veinte años, y por ende a un tratamiento escaso o nulo en la escuela tanto
de la problemática local como nacional, el periodo que se ha abierto hace poco más de siete años, ha
proporcionado espacios para la reflexión y construcción de la memoria, poniendo al descubierto los
diferentes relatos.
Esos relatos se entrecruzan en los diferentes lugares seleccionados, y permiten un tratamiento
amplio en la escuela que se ha profundizado durante el último año, facilitado por el inicio del proceso
judicial que reconoció el terrorismo de estado a nivel local, condenó a los genocidas y abrió paso a la
participación ciudadana.
Es en este proceso recién abierto donde la escuela juega un papel más que importante a la hora
de formar futuros ciudadanos, críticos, solidarios, consientes y activos.
Bibliografía:

Agamben, Giorgio (2000). Lo que queda de Auschwitz. Ed. Pre-Textos Valencia.


Amézola, Gonzalo (2010), “Una historia incomoda: la enseñanza escolar de la Historia del tiempo
presente. En Como enseñar la historia reciente hoy: estrategias para el abordaje educativo de
pasados en conflicto, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Carnovale, Vera (2009), “Memorias, espacio público y Estado: La construcción del Museo de la
Memoria”. En La historia reciente como desafío a la investigación y pensamiento en Ciencias
Sociales, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Carnovale, Vera; Larramendy, Alina (2010), “Enseñar la Historia reciente en la escuela: problemas y
aportes para su abordaje”. En Como enseñar la historia reciente hoy: estrategias para el
abordaje educativo de pasados en conflicto, CAICYT CONICET
(http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Centeno Cecilia (2005) Cuando empezábamos a nacer, persecución dictadura y muerte en San
Rafael, inédito.
Catela, Ludmila, (2001), No habrá flores en la tumba del pasado: la experiencia de
reconstrucción del mundo de los familiares de desaparecidos. Ed Al Margen. La Plata.
Costa, Flavia, “Obsesionados por recordar. Entrevista con Andrea Huyssen”, en Clarin 27/04/02.
Fabregat, Marcos, “la otra cara del 24 de marzo”, en Revista mensual de información estudiantil, nº 1,
abril 2010.
Finocchio, Silvia, (2007) “Entradas educativas en los lugares de la memoria” En Franco, M y Levín, F
comps. Historia reciente. Perspectivas y desafíos para un campo en construcción. Ed. Paidos, Bs. As.
Kauffman, Carolina (2010) “El fuego, el agua y la historia. La dictadura en los escenarios educativos:
memorias y desmemorias. En Como enseñar la historia reciente hoy: estrategias para el
abordaje educativo de pasados en conflicto, CAICYT CONICET
(http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Levín, F. (2009): "El pasado reciente entre la historia y la memoria". En La historia reciente como
desafío a la investigación y pensamiento en Ciencias Sociales, CAICYT CONICET
(http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Nora, Pierre, (1984), Les lieux de mémorie, tomo 1, “La repúblique”, Ed. Gallimard. París,
Raggio, Sandra, (2010), “La transmisión de la(s) memoria(s) del terrorismo de Estado: Los jóvenes en
(la) disputa”. En Como enseñar la historia reciente hoy: estrategias para el abordaje
educativo de pasados en conflicto, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar),
Argentina.
Raggio, Sandra, (2010), “La noche de los lápices: los tiempos de la memoria”. En Como enseñar la
historia reciente hoy: estrategias para el abordaje educativo de pasados en
conflicto, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
Ricoeur, Paul (2000), La Memoria, la historia y el olvido, Ed. F.C.E. Buenos Aires.
Siede, Isabelino (2007): la educación política, ensayos sobre ética y ciudadanía en la escuela. Ed.
Paidos, Bs As.
aica.org/aica/igl_arg/.../diocesis/san_rafael.htm
www.iveargentina.org/
www.sanrafael.gov.ar/sitiooficial/index.

S-ar putea să vă placă și