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Crónicas del Cosmos: Curiosidades de astronomia y astrofisica

Book · January 2012

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1 author:

Nelson Falcon
Universidad de Carabobo, UC
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CRONICAS DEL COSMOS

Curiosidades de Astronomía y Astrofísica

Nelson Falcón Veloz

1
Titulo de la Obra: CRONICAS DEL COSMOS
CURIOSIDADES DE ASTRONOMIA Y ASTROFISICA

Autor: Nelson Falcón Veloz

Enero 2012

Primera Edición

Nelson Falcón Veloz


I.S.B.N.980-12-2333-2

Deposito Legal lf04120065205122

Esta Edición consta de 1000 Ejemplares

Impreso en Venezuela
Printed in Venezuela

2
A mis hijos: Orión, Antares y Altaír

3
4
PREFACIO.

He bautizado esta obra, Crónicas del Cosmos, para evocar el


carácter pedagógico e informal de los temas tratados aquí, dirigidos a
un público amplio; sin por ello excluir a los especialistas, quienes
también la encontraran de utilidad. Bien por los detalles históricos y
anecdóticos no siempre conocidos sobre el desarrollo de la Astronomía
y la Astrofísica, bien porque en muchas secciones se discuten
aspectos específicos en los principales problemas de esta disciplina. El
lenguaje directo, conciso y ameno, a veces escueto, no pretende un
análisis extenso de los problemas, sino mas bien una síntesis de las
ideas en torno a la Filosofía Natural y al Universo, bases estas de la
Física y la Cosmología respectivamente.
Surgió como respuesta y compromiso con mis lectores; quienes
me han animado a continuar con el mismo enfoque y carácter de otra
de mis obras, “La Astronomía Ciencia Fascinante”, publicada por la
Universidad de Carabobo hace ya varios años. Edición actualmente
agotada. Por completitud he querido incluir aquí algunas pocas
secciones de esa obra, actualizándolas y redimensionándolas.
El enfoque reflexivo de cada tema pretende mostrar el
desarrollo de la astronomía en forma concisa y critica, a la par de su

5
vinculación con el pensamiento humano y la actualidad, en campos tan
diversos como literatura, historia y filosofía. He intentado conciliar la
discusión rigurosa y académica, tras innumerables ocasiones en que
he participado en los Congresos y Reuniones Especializadas de
Astrofísica; con el discurso motivador y mis veinte años de docencia
universitaria. No es fácil una empresa como esta, que pretende
amenizar y distraer a quienes dominan una disciplina, y a la vez
informar e instruir a quienes se inician en ella; empleando el mismo
discurso en ambos casos.
Las secciones pueden leerse alternadamente comenzando en
cualquiera del centenar de ellas, cada una trata un tópico auto
contenido. Los capítulos abarcan los tópicos relevantes de: Historia de
la Astronomía, el Sistema Solar, las Estrellas y Nebulosas, Galaxias y
Cosmología, Exobiología y Arqueo astronomía.
La presentación de los mismos en forma secuencial permitirá, a
aquellos lectores no especializados en estos temas, forjarse una
panorámica actual de los prolegómenos de la Ciencia (en particular de
la Astronomía) y de su historia.
Quiero expresar mi gratitud a los colegas Profesores y las
Autoridades Académicas de la Universidad de Carabobo; a mi esposa
Liliana Valiente, sin cuyo apoyo y entusiasmo, esta pequeña
contribución no hubiera cristalizado.
Si esta obra le invita a reflexionar acerca del pensamiento
humano, o sobre nuestro lugar en el Universo, o le anima, en alguna
noche estrellada, a inquirir más acerca de los astros; entonces el
esfuerzo que supone la edición de la presente, se verán
recompensados.

Valencia Enero 2012

Dr. Nelson Falcón Veloz

6
Capítulo I:

RECUERDOS DE LA FÍSICA Y DE LA ASTRONOMIA

7
8
I.1 GENESIS DE LA ASTRONOMIA.

Puede decirse que el gran legado de la Grecia Clásica (del siglo


V a.C al siglo I d.C) fue el empleo de la razón para la descripción del
mundo; mas particularmente por imaginar modelos abstractos que nos
acercaran a las causas de los fenómenos naturales; ese idealismo o
proto-ciencia logró algunos resultados muy notables en la Astronomía.
La primera “especulación” relevante de la Grecia Clásica fue la
redondez de la Tierra, atribuida a la Escuela Pitagórica, concretamente
a Parménides. Si bien Anaximandro ya había advertido que la Tierra se
curvaba de alguna manera en la dirección Norte-Sur no imaginó la
forma esférica sino mas bien una superficie cilíndrica; deducida de su
propia observación sobre las posiciones de la estrellas, vistas en
Grecia parecían desplazarse hacia el sur cuando el observador viajaba
al Egipto. Teofrasto y Platón, discípulos de Sócrates, arguyen la
redondez de la Tierra en base al ideal de lo estético y perfecto, que el
Creador debió imprimir al Mundo.
Hacia el 230 a. C., Eratóstenes calculó el diámetro de la Tierra
con asombrosa precisión: a partir de la observación de la sombra
producida por el Sol en un pozo en Alejandría, y de que en ese mismo
instante (al mediodía del solsticio de verano) no se generaba sombra
alguna en un pozo “idéntico” en Syene. La idea genial es que los
rayos solares deben alcanzan dos puntos de la Tierra situados en
dirección Norte-Sur haciendo el mismo ángulo, la diferencia en la

9
inclinación de los rayos solares solo habría de producirse por la
curvatura de la Tierra, midiendo esa diferencia y la distancia entre
ambos puntos era fácil estimar el radio Terrestre, el cual estimó en su
valor correcto de 6400 kilómetros, ¡solo 113 kilómetros menos que el
valor moderno!.
Con algunos años de diferencia, en el 260 a.C, Aristarco de
Samos estimó el tamaño de la Luna y su distancia a la Tierra. Para ello
bastaba con medir el diámetro aparente de la sombra de la Tierra
durante un eclipse total de Luna y compararla con el tamaño de la
esfericidad de la Luna y su tamaño aparente (un ejercicio interesante
para todo lector avisado en geometría elemental y con un poco de
tiempo libre).
Pero mas sorprendente es que también estimó la distancia
Tierra-Sol; para ello bastaba con medir el ángulo de la posición del Sol
respecto a la Luna, cuando esta exactamente en la mitad de la fase
creciente (o en la Menguante). Conocido ese ángulo, medida harto
difícil porque es muy pequeño, se obtiene el ángulo entre la Tierra y el
Sol, muy próximo a noventa grados y por ende puede calcularse cuan
lejos está el Sol. Claro está que para el cálculo se necesita la distancia
Tierra-Luna, estimada anteriormente.
Para Aristarco el Sol distaba unos 7 millones de Kilómetros;
valor erróneo debido a que subestimo el ángulo en solo 87º. Si se
realiza la medida con instrumentos mas finos para medir ángulos,
como el triquetrum usados por Copérnico y Tycho Brahe en el siglo
XVI, se obtiene 89 y 5/6º y se puede estimar la distancia Tierra-Sol en
unos 147 millones de kilómetros, muy cercano al valor actual de 149,59
millones de kilómetros.
Modernamente usamos la distancia Sol-Tierra como Unidad
Astronómica (UA) para medir las distancias en el Universo. También se
suele emplear el Año Luz que equivale a 63 235 Unidades
Astronómicas, y el pársec que es 3,26 años luz o 206 200 veces la
Distancia media entre la Tierra y el Sol. Para las longitudes y distancias
galácticas se emplea los múltiplos: kilo pársec y Mega pársec que
equivalen a 1000 y un millón de pársec respectivamente.
Entre escuadra y compás los Pitagóricos y Alejandrinos
midieron el Universo conocido, 27 siglos después la Academia dejó de
ser Platónica; es tiempo de retomar el compás de los Grandes
Arquitectos para reconstruirla y transformarla

10
I.2 ALMAGESTO: EL GRAN LIBRO DEL CIELO

El número de estrellas visibles a “ojo desnudo”, las de primera a


quinta magnitud visual, alcanza la cifra de 7.108. El primer astrónomo
del mundo antiguo, Hiparco, escogió las 1.022 más brillantes
observables en los cielos del hemisferio norte, particularmente en
Rodas (Grecia), donde residió y murió en el 120 a.C. Hiparco, nacido
en el año 190 a.C. en Nicea Bithynia (ahora Turquía), se le considera
el primer astrónomo científico. En su primer y tercer libro de la obra
titulada Commentary on Aratus and Eudoxus (uno de cuyos fragmentos
ilustra estas líneas), efectuó un catalogo estelar con 47 constelaciones:
20 boreales, 12 zodiacales y 15 australes. Las estrellas brillantes de
cada constelación las nombró con letras del alfabeto griego,
comenzando por la más brillante, tal y como se acostumbra
descriptivamente hoy día.
Hiparco pudo medir el desplazamiento aparente de las estrellas
en la bóveda celeste debido a la presesión del eje terrestre en su ciclo
de 25.800 años. El “cabeceo” del eje de la Tierra, como el que realiza
un trompo o peonza, hace que el polo norte apunte en ocasiones hacia
la estrella polar (alfa de la Osa Menor) como en nuestros días, hacia la
estrella Thuban (alfa del Dragón) como en tiempos de las primeras
pirámides egipcias, hacia Kochab (beta de la Osa Menor) en época de
Cristo y señalará hacia Vega (alfa de Lira) dentro de 14.000 años.
Para efectuar tal descubrimiento, Hiparco comparó sus
observaciones sobre la posición aparente de la estrella Espiga (alfa de
Virgo) con las efectuadas, siglo y medio antes, por el astrónomo
alejandrino: Timocharis.

11
. La obra de Hiparco influenció en Claudio Ptolomeo (nacido en
Grecia: 100 d.C.-170 d.C) quien la compiló en su obra Syntaxis
Matemática. La primera y más famosa obra de Ptolomeo se tradujo al
árabe como al-Majisti, y luego la traducción latina de Boccio la
reprodujo como Almagesti. Desde entonces se le conoce simplemente
como Almagesto, es decir: el Gran Libro.
Ptolomeo fue un erudito, contribuyó sustancialmente a las
matemáticas a través de sus estudios en trigonometría. En Geografía,
obra de gran importancia histórica, describe el mundo tal como lo
conocía la gente de su tiempo. Esta obra, que utiliza un sistema de
latitud y longitud, influenció a los cartógrafos durante cientos de años.
También dedicó un tratado a la teoría musical: Harmónicos, y en Óptica
exploró las propiedades de la luz, especialmente la refracción y la
reflexión. La Óptica, conocida solamente por una versión árabe, hace
hincapié en los experimentos y en la construcción de aparatos
especiales para promover el estudio de la luz y desarrollar una teoría
matemática de sus propiedades.
Sobre la vida de Ptolomeo sabemos poco, 'Ptolemaeus' indica
que vivía en Egipto y 'Claudius' significa que era ciudadano romano.
Prácticamente toda la información que se conoce de proviene del
Almagesto. Su teoría Geocéntrica, hoy equivocada, fue el paradigma
del universo hasta el siglo XVI. Con una descripción matemática
adecuada (Ciclos y epiciclos) podía dar cuenta del movimiento
aparente de todos los astros con la precisión de la época, con todo
partía de una hipótesis plausible aunque errónea: la Tierra, y no el Sol,
en el centro.
Vale recordar que no fue hasta bien entrado el siglo XVII que el
sistema Geocéntrico fue reemplazado por el modelo de Nicolás
Copérnico, según el cual la Tierra y los demás planetas orbitan en
torno al Sol. Tal y como expusiera en su De revolutionibus orbium
celestium, cuyo primer ejemplar impreso solo lo pudo tener en sus
manos justamente el día de su muerte, el 24 de mayo de 1543.
Desde el Almagesto a las Revoluciones de las Orbitas Celestes
hay tantos años como estrellas del primer catalogo del cielo. Es una
pena que el siglo XXI todavía podamos contar más luminarias en el
firmamento que títulos de libros en nuestras bibliotecas institucionales.

12
I.3 LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRIA

A la muerte Alejandro Magno, por el 323 a.c.; se funda el


Museum, en la Ciudad capital del vasto imperio Alejandrino en el delta
del río del Nilo. El Museum o Templo de las Musas; fue culminado en el
300 a.c. por el sucesor de Alejandro, el general Tolomeo I. En él se
cultivaban las artes y ciencias, en una mezcla de la Academia Platónica
para la enseñanza y acopio de la Ilustración Enciclopédica de la época.
Puede decirse que el Museum, hoy día conocido como la Biblioteca de
Alejandría, es la remembranza más antigua de la Universidad moderna.
Se dividía en cuatro Departamentos: literatura, matemáticas,
astronomía y medicina, y contaba con cerca de 400 000 manuscritos
del saber del mundo antiguo en su época de mayor esplendor.
Aconsejo a los lectores no preguntar cuantos títulos existen en alguna
biblioteca conocida, veintitrés siglos después de aquella, seis siglos
después de la invención de la imprenta y cinco siglos posterior a la
llegada de Colón a América; como no sea el morboso deseo de revisar
nuestra noción de progreso.
Tolomeo I, un general ilustrado, “procedió a formar el Cuerpo
Directivo con los mas eminentes sabios de aquel tiempo”. Así desde el
323 a.c. hasta el 415 d.c. se destacaron en su dirección o en su

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actividad Euclides (con sus 10 libros de “Elementos de Geometría”),
Arquímedes (el padre de la Ingeniería), Apolonio (el “inventor” de las
secciones cónicas), Diofanto ( con sus ecuaciones de congruencias;
entre otros aportes); Claudio Tolomeo ( con su obra el “Almagesto”;
primer catálogo estelar), Aristarco de Samos (“Sobre los Tamaños y
Distancias del Sol y la Luna”), Hiparco de Nicea (creador del
observatorio de Rodas y de la trigonometría esférica) y Eratóstenes su
principal Director.
Eratóstenes (276-195 a.c.) no solo determinó con asombrosa
precisión el radio terrestre y la inclinación del eje terrestre con el plano
de la eclíptica, sino que aglutinó en Alejandría a lo mejor de la Ciencia
de la época, le dotó de medios e instrumentos y acrecentó la
producción de pergaminos en pieles de cordero; vale decir incentivó la
única producción posible de la antigua Universidad: sus libros y
conocimientos.
Es bien conocida la inferencia genial de Eratóstenes, al notar
que el fondo de un pozo en Siena (la actual ciudad de Aswan) era
completamente iluminado por el Sol y que, el mismo día una vara
vertical (nogmón) producía sombra en Alejandría. ¿Como era posible
que en dos puntos distantes, una vara produjera sombra y otra no?
necesariamente los puntos estaban montados sobre una superficie
curva; quizás sobre una circunferencia, formando un ángulo de un
cincuentavo de su superficie. Como la distancia de Siena a Alejandría
era de unos cinco mil estadios ( un estadio egipcio son 160 metros
aproximadamente) entonces la circunferencia terrestre tendría
cincuenta veces esa distancia, es decir 25.000 estadios. Eratóstenes
no tenia aparatos para medir la distancia de Siena a Alejandría, por lo
que encargó a un atleta hacer el recorrido estimando así la distancia.
Con la medida del radio Terrestre logró estimar la distancia Tierra-Luna
por la sombra formada durante un Eclipse. El ingenio de Eratóstenes
suplía; como en todas las empresas humanas, la carencia de medios y
recursos para hacer Ciencia de calidad.
El ocaso de la biblioteca de Alejandría, sobrevino hacia el 415
d.C., durante la regencia de Hipatia; única mujer de ciencia conocida de
la antigüedad. Se ha culpado a las hordas del populacho de San Cirilo
del asesinato de Hipatia y del incendio de la Biblioteca. Según algunos
por la desvinculación del saber de la época con las necesidades
prácticas de la sociedad alejandrina durante el apogeo del Cristianismo

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mas ortodoxo; según otros por la inconciencia de Cirilo y su Tío el
arzobispo Teófilo.
No es menos cierto que en la época de Hipatia, el Museum ya
hacía mucho que había dejado de generar conocimientos nuevos, de
editar sus resultados gloriosos como en la época de Eratóstenes y
Euclides, y se había limitado a conservar un saber cosificado de un
pasado otrora productivo. Cierto es también, que el poder dominado
por la fama popularis, por la opinión pública carente de ilustración, ha
sido la negación de la Academia: en la Grecia democrática que
condena a Sócrates a tomar la cicuta; en la voluntad popular que
asesina a Hipatia; en el Tribunal de la Inquisición contra Galileo y
Giordano Bruno, e incluso en la constituyente que lleva al sabio
Lavoisier (pionero de la Química moderna) a la guillotina durante la
Revolución francesa. El pensamiento autónomo, libre y contestatario;
motor de la civilización; ha sido siempre el blanco preferido del poder
ejercido por hombres poco ilustrados y perversos.
Los Universitarios de hoy, herederos de la cultura universal,
estamos obligados a preservar y difundir la civilización contra la
barbarie y el autoritarismo, a propugnar la confrontación de ideas en
base a la razón. No podemos limitarnos a ser meros técnicos de una
especialización parcelada, ni simples ejecutores acríticos de
reglamentos y directrices cuando estos subordinan lo académico a lo
administrativo en el que hacer diario.

15
I.4 EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES

Narra la historia que en el siglo III a.c. el rey Hierón de


Alenjandría habría entregado a un joyero cierta cantidad de oro para
hacer una corona. Corrieron rumores sobre la honestidad del orfebre,
quién pudo usar para su provecho parte del oro y reemplazarlo por
plata en la confección de la corona. ¿Cómo descubrir el supuesto hurto
sin destruir la hermosa diadema llena de finos arabescos? se
preguntaba el Rey Hierón. Así que decidió encargar del asunto al
filósofo Arquímedes.
Ya para entonces Arquímedes era bien conocido por su
catálogo de figuras geométricas y por el invento de la polea. También
su fama debida al descubrimiento de la palanca. Suya fue la frase
“Dame un punto de apoyo y moveré el mundo”, la cual pronunció con
motivo de una exhibición en el Puerto de Siracusa, en la cual pudo
mover un barco el solo, usando una vara de casi media legua de largo.
Además inventó el tornillo de agua, hoy conocido como tornillo de
Arquímedes, suerte de manivela con alabes que permitía extraer agua
de los pozos con el simple giro de la misma.
Cavilaba sobre el particular, el físico Arquímedes, mientras
tomaba una ducha en el baño público. Observó que el nivel de agua de
la piscina subía mientras introducía su cuerpo en ella, dándose cuenta
de la solución al problema de la corona real, salió gritando
semidesnudo, por las calles de Siracusa, “Eureka! Eureka!” (lo
descubrí).

16
En efecto, a posteriori de la anécdota, él observó que
sumergiendo en agua una cantidad de oro, igual a la entregada por el
soberano, se derramaba una cierta cantidad de líquido. Repitió el
experimento con plata y con la corona. Al observar que la corona
sumergida desplazaba más líquido que el oro y menos que la plata
probó la deshonestidad del orfebre. No dice nada la historia sobre la
suerte de este último.
El principio descubierto por Arquímedes, y que hoy lleva su
nombre, expresa que la fuerza con la cual un líquido empuja un cuerpo
sumergido es igual al peso del líquido desplazado por el cuerpo. Es
decir, Arquímedes notó que existe una fuerza, denominada empuje
hidrostático, que obra sobre los cuerpos sumergidos en los fluidos, en
dirección contraria al peso de ellos.
De lo anterior se comprende que un cuerpo flota en un fluido si
el empuje es igual al peso del cuerpo. Un barco puede flotar porque el
empuje hidrostático que recibe del agua, ocasionado por el volumen
desplazado por el casco de la nave, es igual que su peso. No importa si
el barco es de hierro, el barco como tal tiene muy poca densidad su
interior está hueco o casi vacío. Pero si lo compactamos, plegando las
paredes de su casco, su masa no cambia pero si su volumen, al
disminuir el volumen disminuye también el peso del agua que
desplaza, y por lo tanto disminuye el empuje hundiendo el barco.
Similarmente la función de un “salvavidas” es aumentar el
volumen del agua desplazada por el cuerpo, incrementando el empuje
y permitiendo la flotabilidad. Los submarinos flotan, o se hunden,
manipulando mediante bombas el volumen de agua que llenan sus
bodegas. Al igual que los submarinos, el caimán del Orinoco llena su
estómago de agua y de pequeñas rocas para flotar o sumergirse.
Las leyes de la Mecánica de los fluidos y de los cuerpos no
avanzó más en el mediterráneo del siglo III a.c. debido a la
desaparición física de Arquímedes y de sus discípulos, cuando los
romanos le pasaron el arado a la ciudad. Arquímedes murió en el 212
a.c., cuando tenía 75 años, a manos de un soldado romano. La leyenda
cuenta que estaba Arquímedes dibujando en el suelo de su patio, la
pizarra de la época, signos y figuras cuando un inconsciente soldado
pisoteó los cálculos. La repuesta al reclamo del anciano fue el acero
de la espada.
La fama y admiración por el genio de Arquímedes era tal, que
al enterarse de su muerte, el Cónsul Marcelo mandó a ejecutar al

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soldado insolente y ordenó enterrar al sabio con los miramientos que se
tenían para los héroes, previamente Marcelo había ordenado pasar
cuchillo a todos los habitantes excepto a Arquímedes.
Sorprende que fue el propio Arquímedes el que durante años le
arrebato el triunfo a la flota romana de Marcelo, que sitiaba a la ciudad.
Primero con la invención de la catapulta y luego con la discutida
leyenda del incendio de las tirrenas romanas mediante enormes
espejos cóncavos que concentraban la luz solar, como gigantescas
lupas, sobre los barcos. Sea cierta o no, la leyenda de los espejos, nos
demuestra que el artífice más remoto de los mísiles, cohetes y de las
armas de ciencia ficción fue sin duda Arquímedes de Siracusa.

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I.5 ADVENIMIENTO DEL TELESCOPIO.

La cofradía epistolar entre Galileo Galileo (1564-1642) y


Johannes Kepler (1571-1630) se debe a la invención del Telescopio o
“Tubo Óptico” como lo bautizo Galileo. Quien por cierto no lo invento,
como el mismo lo reconoce en su obra Sidereus Nuncius (Mensajero
de las Estrellas), publicada en Venecia en 1610. Ya en septiembre de
1608 durante la Feria anual de Frankfurt se exhibía un ejemplar para su
venta, probablemente procedente de Holanda, donde Juan Lippershey
solicitó en Middelbourg una patente del instrumento para “mirar de
lejos” el 02 de agosto de 1606, inspirado según parece hoy día, en el
precario instrumento construido en esa ciudad por Zacarias Jansen en
1590. De hecho la primera observación astronómica con telescopios
parece más bien deberse al Ingles Thomas Harriot que trazó un mapa
de la Luna en el verano de 1609, al menos un año antes que Galileo.
Galileo admite haber fabricado su anteojo a partir de otro
prototipo holandés en 1609, obteniendo así mejor poder de
magnificación. Leemos en Sidereus Nuncius “sin ahorrar ni trabajo ni
gastos, construí por mi mismo un instrumento tan superior que los
objetos vistos a través de el aparecían aumentados casi un millar de
veces y parecían estar mas de treinta veces mas cerca que vistos solos
con el poder natural de los ojos”. Esta fue la primera obra certifica de
Galileo y donde describe entre otras los accidentes lunares y el
descubrimiento de los satélites de Júpiter (estrellas “mediceas” como
las bautizo Galileo en honor a su mecenas el Gran Duque de Toscana).

19
Ese libro de solo veinticuatro paginas, escrito quizás
apresuradamente y sin rigor coherente le fue enviado por el propio
Galileo a Kepler, recibiéndolo el 8 de abril de 1610. Luego de lo cual
Kepler respondió con el ensayo titulado Conversación con el Mensajero
de las Estrellas, que se publico en Praga en mayo de ese mismo año.
Allí Kepler hace una valoración muy positiva de la ideas de Galileo,
para acallar las diatribas y el escepticismo de los académicos de las
Universidades ubicadas fuera de Florencia, frente a lo escrito por el
entonces desconocido Galileo. Sorprende sin embargo que Galileo
jamás le envió a Kepler un ejemplar de su “Tubo Óptico” a pesar de los
ruegos y del envió de dinero que le hiciera Kepler., entre otras porque
según Galileo “lo he entregado al Gran Duque quien quiere exhibirlo en
una galería como su más preciado tesoro, luego de lo cual se lo enviare
a los amigos”.
Ello fue la resulta de aquel espectáculo del 08 de agosto de
1609, donde Galileo invito al Senado Veneciano a probar su catalejo
desde la Torre de San Marcos, luego de lo cual le dono un ejemplar al
senado, explicando que “el Tubo Óptico podía divisar velas y naves
situadas tan lejos, que incluso a toda velocidad, se distinguirían horas
antes de su llegada al puerto”.
Hay así una anécdota atribuida a ese suceso, según la cual
Cosimo II, Gran Duque de Toscana, al mirar por el anteojo de Galileo,
le dice “lo felicito, es sublime”, a lo cual Galileo, padre de varias hijas y
con oficio de profesor a domicilio, le responde: “nada es tan sublime
como para no tener precio, ese instrumento se llama “Tubo Óptico”,
sirve para prevenir un ataque por mar y vale 500 Florines”. No sabemos
la exactitud de la anécdota que el dramaturgo alemán Bertolt Brecht
(1898-1956) puso en boca de Galileo. Lo cierto es que el Senado de
Venecia doblo a 1000 Florines al año el salario de Galileo y le nombro
Profesor vitalicio de Padua, por entonces perteneciente a la Republica
de Venecia. Quizás por esa razón y no por otra jamás le envió el
telescopio a Kepler.

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I.6 LAS HEREJÍAS DE GALILEO.

“Yo, Galileo, hijo de Vincenzo Galilei, florentino, de 70 años de


edad, intimado a presentarme personalmente frente a este tribunal y
arrodillado frente a vos, Eminentísimos y Reverendísimos Señores
Cardenales Inquisitores-Generales contra la gravedad herética en toda
la comunidad cristiana, ..., juro que siempre creí, que creo, y, merced
de Dios, creeré en el futuro, en todo cuanto es defendido, pregonado y
enseñado por la Santa Iglesia Católica y Apostólica. Pero considerando
que ... escribí e imprimí un libro en el cual discuto la nueva doctrina ya
condenada y aduzco argumentos de gran fuerza en su favor, sin
presentar ninguna solución para ello, fui, por el Santo Consejo,
acusado de vehementemente sospechoso de herejía; esto es haber
sostenido y creído que el Sol está en el centro del mundo y que la
Tierra no está en el centro pero se mueve;...abjuro, maldigo y detesto
los citados errores y herejías y sectas contrarios a la Santa Iglesia, y
juro que en el futuro nunca más diré, ni afirmaré, verbalmente ni por
escrito nada que proporcione motivo para tal sospecha respecto a mí.”.

21
Así se expresó el 22 de Junio de 1633 en un salón del convento
dominicano de Santa María Sopra Minerva, en Roma, Galileo, para
cerrar uno de los capítulos más oscuros de renacer del pensamiento
científico, racional y académico en favor de la Teoría Heliocéntrica,
según la cual la constitución del Sistema Solar, difería de la otrora
doctrina, osificada y paradigmática, del Geocentrísmo (Egocentrismo,
como diríamos hoy) postulada por Aristóteles, defendida luego por
Claudio Ptolomeo y asumida acriticamente por los Santos Conciliábulos
de la Iglesia católica de la época. En el mundo de Aristóteles, cada
cosa tiene su lugar, y en él debe permanecer. Cuando, por cualquier
razón, algo se separa de su posición “natural”, tiende a reasumirla de
nuevo por acción divina. Tal pensamiento ejerció una fuerte influencia,
incluso en los círculos académicos, pues posibilitaba para todo la
acción omnipresente de Dios en la naturaleza y en las acciones
humanas, actuando entonces como mecanismo de poder y coacción.
Sin embargo, los métodos “heréticos” y las particularidades
observadas por Galileo, permitieron que contemporáneos de avanzada
se aventuraran a producir cambios en las sagradas escrituras. Así
Kepler, utilizando las posiciones del planeta Marte observadas por
Tycho Brahe , abdicó a favor de las órbitas elípticas de los planetas en
lugar de los complicados Ciclos y epiciclos inventados por Ptolomeo
para explicar el movimiento de los planetas sobre el firmamento
estrellado. También el pensamiento de Galileo dejó huellas indelebles
en Torrichelli, inspiraron a Newton y despertaron la investigación en el
letargo medieval de la Europa de entonces.
Se rumora que el propio Galileo, después de retractarse,
pronuncio la frase: “eppur si mueve” (y sin embargo se mueve) con lo
cual terminó refugiado en la residencia del gran duque de Toscana, su
protector y amigo, para cumplir la sentencia de prisión domiciliaría
perpetua (que le impediría viajar; por ejemplo) y la repetición semanal
por tres años de los siete salmos penitenciales.
Las herejías modernas en contra de la “ciencia oficial” no son
tan dramáticas como antes, pero sí igualmente frecuentes. Solo la
discusión racional y sincera, racional, respetuosa y valiente producirá
los ansiados cambios para un futuro mejor. Cerremos esta reflexión con
la cita del inmortal Cervantes, cuando el Quijote le dice a Sancho:
“ladran, Sancho, ladran, señal de que avanzamos”.

22
I.7 LOS HEMIFERIOS DE MAGDEBURGO

¿Quién no ha “sufrido” los rigores de destapar un envase


firmemente sellado? Y es que los alimentos y otros productos cerrados
“al vacío” ofrecen a la vez una prueba de paciencia y, ¿por que no?, la
oportunidad de reconciliarnos con la naturaleza de la presión
atmosférica. Para algunos, el destapar un envase tan firmemente
cerrado al vacío es cuestión de horror, epíteto tan Aristotélico como la
frase “la naturaleza siente horror por el vacío”, frase que en el siglo XVII
constituía el principio según el cual todo espacio debería contener
materia bien sólida, líquida o gaseosa; y a falta de esta última habría
una membrana invisible o funículo como la llamaba Linus, o bien un
éter invisible como proclamaban los alquimistas. Si un tubo capilar
abierto en sus dos extremos y cuasi lleno con algún líquido se tapa con
el dedo pulgar, se siente una succión hacia el interior del tubo, esta
succión o presión negativa era la evidencia de la existencia de ese
elemento denominado funículo.
Evangelista Torricelli (1608-1647), discípulo de Galileo, fue el
primero en advertir que el aire pesaba y que, en consecuencia, la
presión atmosférica es la fuerza que ejerce la columna de aire sobre
una superficie unidad. Es casi Perogrullo el afirmar hoy día que la masa
de aire atmosférico, sobre un metro cuadrado de superficie terrestre,
disminuye con la altura respecto al nivel del mar. Blaise Pascal (1623-
1662) en Francia y Robert Boyle (1627-1691) en Inglaterra refutaron las
interpretaciones Aristotélicas sobre el vacío, probaron la inexistencia
del funículo y elaboraron la comprensión moderna de la Presión
Hidráulica. Bien conocida es la relación entre el volumen y la presión de
un gas (a temperatura constante) que algunos autores citan como la
Ley de Boyle; relación que el propio Robert Boyle le atribuye en

23
realidad a su ayudante Robert Hooke y que reobtendría, años mas
tarde de forma independiente, el químico francés Demé Mariotte.
Los experimentos de Boyle y de Pascal fueron motivados por la
“máquina de vacio” que ideó en Magdeburgo el físico alemán Otto von
Guericken (1602-1686). Guericken ideó la forma de crear artificialmente
vacío, calentando un par de semiesferas de cobre o hemisferios para
extraerles el vapor de su interior (como las modernas ollas a presión), y
mostraba las bondades del vacío en un conjunto de demostraciones
circenses. Quizás la más conocida es aquella en la cual participaron 16
caballos o bestias de tiro, colocadas de a ocho por lado y amarradas a
las asas de los hemisferios, galoneando a las recuas se intentó sin
éxito separar los hemisferios; falleciendo dos de los mejores corceles
del Conde de Magdeburgo, quien perdió públicamente la apuesta.
Luego Guericken mostraba como podían ser separados los hemisferios
hasta por un niño, al accionar la válvula para la entrada de aire.
La relación entre presión y vacío es todavía motivo de
controversia en la Cosmología moderna, porque la expansión que
exhiben los grupos de galaxias a gran escala, podría ser causada, a
decir de las Teorías Inflacionarias del Universo, por una cierta “presión
de vacío” en los instantes iniciales del Big Bang que originó el Universo.
Claro está que contextualizar esta “presión negativa” por medio de
oscilaciones cuánticas del vacío dista mucho de la discusión presente
sobre la presión atmosférica, sin embargo cabe preguntarse que tan
distinto es en esencia el término fluctuaciones cuánticas del término
funiculo. En ambos casos se trata de una interpretación de un hecho
observacional, y ambas proponen la existencia de “algo” que no puede
ser demostrado de forma independiente.
Al final la elección de Teorías y Modelos es cuestión de criterios,
y todo aquello donde quepa el libre albedrío o el criterio de elección
vale recordar, parafraseándonos con Blaise Pascal, “ hay razones del
corazón que la razón desconoce...es insuficiente convencer a la
inteligencia; es necesario persuadir al corazón. Por lo tanto, el espíritu
geométrico es impotente y se debe recurrir al espíritu de la finura”.
Cuenta la leyenda que una de estas espectaculares
demostraciones de von Guericken y otras de su invención como la del
generador eléctrico, le valieron gran popularidad y fama en la localidad
de Magdeburgo, al punto que fue elegido su alcalde, cargo que ejerció
ininterrumpidamente durante ¡ 35 años!, posiblemente por unir los
hemisferios aquellos que otros querían dividir.

24
I.8 GRAVEDAD: LEY UNIVERSAL

Al ver la Luna describiendo un arco bajo un fondo estrellado, en


su movimiento aparente en el cielo, no imaginamos que en realidad la
Luna cae continuamente a la Tierra de la misma forma en que cae un
objeto cuando lo lanzamos al aire. Se requiere de cierta abstracción
para descubrir que la Leyes que gobiernan el movimiento de los astros
son las mismas que describen la trayectoria de los cuerpos en la
superficie terrestre. Esa gran síntesis que iguala la gravitación terrestre
(responsable de la caída de los cuerpos) con la gravitación celeste
(responsable del movimiento planetario y de los astros) fue demostrada
por Isaac Newton en su magna obra “Philosophiae Naturalis Principia
Mathematica" , publicada por S. Pepys con fecha 5 de Julio de 1686.
La Ley de Gravitación Universal afirma que la fuerza gravitacional con
la cual se atraen dos cuerpos es proporcional al producto de sus masas
e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos.
Parece cierto que Robert Hooke, en forma independiente
encontró primeramente la ley de la inversa del cuadrado, hay evidencia
epistolar de 1679 entre Hooke y Newton donde aquel comunicaba
esta conclusión. Quizás por ello, y por los trabajos previos de Plutarco y
del profesor Borelli, de la Universidad de Pisa, que Newton aseveró
respecto de su propia obra: “me he elevado muy alto porque me he

25
montado en los hombros de gigantes”. Y es que Borelli en 1666
estudió las lunas de Júpiter, descubiertas por el antecesor profesor de
Pisa: Galileo, y esbozó algunas ideas de la gravitación en su obra
Theoricae Mediceorum Planetarum. También es historia que fue Halley,
quien animo a Newton para que publicara sus resultados, al punto que
financió la impresión de los Principia; nueve años después de que este
hiciera la demostración de las leyes de la Mecánica.
La grandeza de Newton y su obra no es en sí el descubrimiento
de la Ley de la Gravitación, sino mas bien la gran síntesis teórica al de
derivar dicha ley a partir de las leyes de la mecánica sintetizadas en los
dos primeros tomos de los Principia y mostrar que podía derivarse
analíticamente las Leyes del movimiento planetario, descubiertas otrora
por Kepler. Además de explicar en el tercer tomo de los Principia, el
fenómeno de las mareas y predecir analíticamente la periodicidad de
los cometas como el descubierto por su amigo Halley. Todo ello en un
solo tratado, donde además calculó la aceleración de la gravedad
terrestres en su valor medio de 9.8 metros por segundo cuadrado, la
masa del Sol y de la Luna y de estimar las dimensiones del Sistema
Solar, vale decir de las distancias al Sol de cada planeta.
La gravitación es hoy día una de las tres interacciones
fundamentales de la naturaleza, y su causa ultima nos resulta
desconocida, el propio Newton lo confiesa: “ He explicado hasta aquí
los fenómenos celestes y los del mar por la fuerza de la gravedad, pero
en ninguna parte he señalado cual es la causa de la gravitación…- Fue
solo hasta 1916 que Albert Einstein, en su Teoría de la Relatividad
Generalizada, señala la curvatura del espacio como la causa de la
fuerza de la gravedad. Hoy todavía en discusión, quizá,
parafraseandonos con Newton, por la frase ya famosa: “hipotheses non
fingo” que resume la actitud del científico: no admitir nada, en sus
razonamientos, que vaya mas allá de los hechos.
La sobrina de Newton, Catherine Barton, le escribió a Voltaire;
amigo de éste y asistente a su funeral, que a Newton se le ocurrió la
Ley de Gravitación Universal en su huerto de Woolsthorpe al ver caer
una manzana. Y uno reflexiona: Newton vio caer una manzana y se le
ocurrió la Ley de Gravitación Universal…algunos políticos ven que el
país se les viene encima y no se les ocurre nada !!.

26
I.9 LOS ATOMOS Y LA MATERIA

En los albores de la filosofía clásica griega, los pensadores


Jónicos del siglo VI a.c., se preguntaban sobre la naturaleza: ¿De que
están hechas todas las cosas? Interrogante que sus principales
pensadores: Tales de Mileto, Anaxímedes, Anaximandro y Heráclito de
Efeso, respondieron de manera diferente. Para Tales era el agua, para
el segundo el aire, según el tercero el “éter”, especie de efluvio
continuo e infinito, y para el último el fuego. El pensamiento lógico y
contemplativo del materialismo Jónico partía de la premisa de que el
mundo que les rodea puede ser comprendido, que se rige por reglas
innatas y eternas que no dependen del pensamiento y la voluntad de
los hombres y que, tras la complejidad aparente de la naturaleza existe
un “orden” inteligible. Ese pensamiento racional y positivista es el
germen del pensamiento científico actual.
En ese orden de ideas los filósofos pre-Socráticos advirtieron que la
diversidad de sustancias materiales resulta de las combinaciones, en
diferentes proporciones, de otras sustancias puras o elementales.
Leucipo de Mileto y su discípulo Demócrito (470- 400? a.c.) llamaron
átomos (indivisible) a esos constituyentes, pensándolos como
uniformes, sólidos e incomprimibles, y en continuo movimiento en el
espacio. Reconocieron que el agua en forma de vapor y en forma de
hielo es la misma sustancia, pero en estadios (Estados) diferentes,
donde el espacio entre sus constituyentes cambia, moviéndose mas
rápido en el vapor que en el hielo. Para entonces toda la materia
resultaba de la combinación de solo cuatro atributos: fuego, aire, tierra
y agua; y quizás también de una quintaesencia o “éter” como
propusiera luego Aristóteles.
Hoy día reconocemos no 4 o 5 elementos sino un total de 118
elementos químicos o tipos de átomos. Estos se combinan entre si, en
proporciones diferentes, en grupos de dos o mas para formar los

27
ladrillos fundamentales del cual están hechas las cosas. Todos los
cuerpos materiales ponderables, vale decir aquellos que son
susceptibles de ser pesados y que ocupan una porción del espacio,
están constituidos por esas unidades ínfimas e indivisibles compuestas
de dos o mas átomos (denominadas moléculas por Amadeo Avogadro
en 1811), existiendo en forma natural 118 tipos de átomos o sustancias
elementales. El reconocimiento de los átomos y de la existencia de los
elementos químicos no es tan antiguo como parece, de hecho fue
motivo de dilatadas controversias hasta la aparición, en 1808, de la
obra “Un Nuevo Sistema de Filosofía Química” de John Dalton; en el
cual, además del atomismo, funda la simbología química moderna.
Dalton concibió a los átomos como esferas duras e impenetrables, de
diferentes masas y tamaños para cada elemento químico,
reconociendo al Hidrogeno como el mas simple de ellos.
La diferenciación de los elementos por su masa atómica le sirvió a
Dimitri Mendeleiev para clasificar las propiedades de los 64 elementos
químicos conocidos en 1870, y predecir incluso las propiedades físicas
y químicas de tres de ellos: el eka-aluminio (Nº 31 denominado ahora
como galio), el eka-silicio (Nº 32: germanio) y el eka-boro (Nº 21
escandio); sus predicciones fueron confirmadas al ser descubiertos
estos elementos. A comienzos del siglo pasado, se comprendió que
los átomos son en realidad entes compuestos, y por ende divisible,
constituido por partículas positivas en su núcleo (protones) junto a
partículas neutras (neutrones) en torno a la cual existe una “nube” de
partículas de carga negativas (electrones). La masa atómica reside casi
por completo en el núcleo. La moderna Tabla Periódica ordena a los
elementos químicos por su número atómico (número de protones): 1
para el Hidrogeno, 2 para el Helio, 3 para el Litio y sucesivamente
hasta el Oberon 118.
La ilustración muestra las notas de Mendeleiev, usadas para dictar
la cátedra de Química General, cuando se inició como Profesor en la
Universidad de San Petersburgo, en 1869. Buscaba Mendeleiev la
forma más cómoda y clara para explicar a los estudiantes las
propiedades químicas de los elementos, cuando le surgió la idea genial
de la Tabla Periódica. ¡Tiempos aquellos de la docencia bien realizada
!.… a muchos, como diría Goethe, “aunque se les diese la piedra
filosofal no la verían, porque faltaría el filósofo”.

28
I.10 NATURALEZA DE LA ELECTRICIDAD (I)

Se desconoce cuando se observaron por vez primera los


fenómenos de la Electricidad. Según parece fue Tales de Mileto quien
refiere la observación, por allá en el siglo VI a.C., de que el ámbar
(resina fósil) podía atraer otros cuerpos si previamente se le frotaba con
un paño. Quizá por ello la propia palabra electricidad deriva del latín
moderno electrius, que significa fenómeno producido por la fricción del
ámbar, o mejor: del latín antiguo electrum que significa ambar y
también aleación de oro y plata. La etimología de la palabra nos refiere
a elektron, vocablo griego del mismo significado y relacionado, según
los entendidos, con otra raíz lingüística que se relaciona con la idea de
brillo y/o resplandor.
El estudio moderno de la electricidad tiene su origen en la
“máquina” ideada por Otto von Guericke en 1660, la cual generaba
electricidad estática por fricción de una esfera de azufre entre cojinetes
de lana. Este dispositivo pasó inadvertido por sus contemporáneos
hasta que se publicó la obra de Charles Du Fay, quien advierte la
existencia de dos “fluidos” eléctricos resinosa y vítrea (hoy diríamos,
como las denominó Benjamín Franklin, dos tipos de carga eléctrica:
“positiva” y “negativa”). En 1791 Luigi Galvani, a la sazón médico de la
Universidad de Bolónia, publica su obra De Viribus Electricitatis, sobre
sus experimentos, ya bien conocidos, de la contracción de los
músculos de una rana muerta al ser sometidas a pequeñas descargas
eléctricas.
Ya en 1745 la electricidad motivaba a un sin fin de experimentos
sensacionalistas. El pastor von Kleist, ideó la forma de almacenar la
carga eléctrica en una botella de vidrio con un corcho atravesado por
un clavo de cobre, la cual se cargaba por contacto con la máquina de

29
von Guericke. Este experimento fue perfeccionado por Pieter van
Musschenbroek, profesor de la Universidad de Leyden. El paroxismo
llego a tal que el abad Nollet realizó algunas demostraciones de la
conducción eléctrica a través de enormes filas humanas: en un caso
con 180 guardias reales y en otro haciendo pasar una corriente de
electricidad estática entre 700 monjas tomadas de la mano.
La relación de la electricidad con los metales: el clavo de la botella
de Leyden, y la varilla de metal con la que Galvani accionaba la pata de
la rana, le sugirió a Alessandro Volta que estos fenómenos eran
inherentes al comportamiento de la materia. Volta fue antes que nada
un autodidacta, su descubrimiento del metano en 1776 y el diseño del
eudímetro, además del Eléctrósfo que ilustra la fotografía, le valieron la
designación a la cátedra de Física en Pavía. Luego ideó la pila,
demostrando que las atracciones químicas y eléctricas son de la misma
naturaleza. Ya en 1785 se le nombra rector de dicha Universidad y en
1801 Napoleón Bonaparte le invita a la academia de Ciencias de París
para presenciar en persona sus experimentos donde una serie
alternada de placas de zinc, de plata y de esparadrapo imbuido en
sales iónicas generaban electricidad como la botella de Leyden. La
batería de los autos modernos es, en esencia, la “pila” inventada por
Volta. A los 67 años deseaba retirarse de la vida académica y
presentó su dimisión, la cual fue rechazada por Napoleón quien
sentenció: “que si las actividades académicas le causaban fatiga debe
reducirlas, que no se le obligue a dictar mas de un curso al año, que un
sabio tan ilustre es como un General...y que un buen General debe
morir en el campo de batalla”. Así el Conde Alessandro Volta siguió
dictando cátedras en Pavía hasta su muerte a los 82 años de edad.

30
I.11 NATURALEZA DE LA ELECTRICIDAD (II)

La electricidad o manifestación de la carga eléctrica, es un término


con el que se suele designar específicamente a los fenómenos
asociados a la carga eléctrica. ¿Que es en suma la electricidad?, esta
pregunta se la formularon Galvanni, Volta, Faraday y Franklin, entre
otros, durante los siglos XVIII y XIX. Los experimentos de Volta, de la
generación de electricidad por medio de metales y sales (electrolitos),
evidenciaron que la electricidad era un fenómeno inherente a la
constitución misma de la materia. En principio se pensó que la
electricidad era una suerte de fluido y los primeros experimentos del
siglo XVII ya evidenciaban que existían al menos dos tipos: cargas
“vítrea” y “resinosa”; términos acuñados por Charles Du Fay.
Fue Benjamín Franklin en su obra publicada en Filadelfia en 1749,
“Opiniones y conjeturas sobre las propiedades y los efectos de la
electricidad”, que las bautizaría con el nombre de cargas positivas y
negativas; en el sentido de poseer o no un determinado atributo en la
materia objeto de los fenómenos eléctricos. Bien entrado el siglo XVIII,
Cavendish y Charles Augustin Coulomb realizaron, respectivamente,

31
los aportes más significativos con el objeto de cuantificar las leyes de la
electricidad, midiendo la carga eléctrica y formulando la ley que rige
dichas interacciones.
Franklin es quizá él mas popular de los científicos que contribuyeron
a la comprensión de la electricidad, quizá por ser tan prolífero en sus
actividades: librero, educador, jurisconsulto, diplomático, prócer
norteamericano, y figura obligada en los actuales billetes de 100
dólares. Quizá también por su experimento con la cometa o “papagallo”
que hizo volar en medio de una tormenta para demostrar el carácter
eléctrico de los rayos. Experimento que le resultó fatal a su
contemporáneo Georg Rochmann, profesor de Historia Natural en San
Petersburgo, al intentar repetir dicha experiencia. El paroxismo por los
rayos y la electricidad fue tal, que incluso se expendían paraguas con
un cable “a tierra”, como en el grabado que encabeza estas líneas.
Con el desarrollo de la teoría atómica, a comienzos del pasado siglo,
se estableció que los fenómenos e interacciones químicas son,
esencialmente, consecuencia de la interacción eléctrica. Las fuerzas
nucleares (llamadas “Fuerte” y “Débil”) y la fuerza de gravitación,
prácticamente no participan en los fenómenos químicos y menos aún
en las interacciones entre los seres vivos. La carga eléctrica es en sí,
desde la perspectiva del mundo humano, la interacción más importante.
Es difícil admitir que la pregunta: ¿qué es la carga eléctrica?,
carece aún de respuesta en su aspecto más fundamental, como no sea
el afirmar crudamente que la “carga eléctrica es una propiedad
fundamental de la materia”, en forma análoga a la propiedad que
llamamos “masa” o a cualquier otro conjunto de atributos con los cuales
suelen caracterizarse a las llamadas partículas elementales o “bloques”
constitutivos de los átomos. Hoy sabemos también que el magnetismo,
o la fuerza magnética, no es mas que la manifestación del movimiento
de las cargas eléctricas.
Las leyes que prescriben los fenómenos eléctricos, vale decir las
formas como interactúa la materia y/o la radiación a través de su
propiedad de carga eléctrica son bien conocidas hoy día. Los avances
en electrónica y en radiocomunicaciones nos dan la sensación, un tanto
ilusoria tal vez, sobre el “conocimiento” que tenemos de la electricidad.
Debe destacarse, sin embargo que la conceptualización última de las
fuerzas de la naturaleza aún está lejos de completarse.

32
I.12 NATURALEZA DEL CALOR.

El lenguaje cotidiano es abundante en frases, a veces infelices,


sobre los conceptos de calor y temperatura. Así, con frecuencia
decimos “los ánimos están caldeados”, “eso está al rojo vivo” e incluso
existen quienes erróneamente afirman al colocar dos cuerpos en
contacto a diferentes temperaturas: “le paso el frío” o “le transfirió la
temperatura”.
Es el caso que los conceptos de calor, temperatura y energía
fueron objeto de arduas polémicas durante el siglo XVIII y XIX. El
químico francés Antoine de Lavoisier (1743-1794) sostenía
erróneamente que el calor era una sustancia, mas concretamente un
elemento químico denominado calórico, que se impregna en los
cuerpos como el agua en una esponja, y se transmite como la materia,
conservando su existencia. El calórico, sin embargo, nunca pudo ser
aislado y se demostró que carecía de peso. La distinción entre la
cantidad de calor y la temperatura la propuso el escocés Joseph
Black (1728-1799) al considerar ésta última como una medida de la
“intensidad” del calor. Pues la temperatura para hacer hervir una olla
con agua no depende de la cantidad de agua pero si depende del
tiempo al cual se pone en contacto con un foco calorífico (llama).
Fue Benjamin Thompson (1753-1814) luego conocido como el
Conde Rumford, quién demostraría que el trabajo mecánico genera
calor. Su experimento crucial lo efectuó en Baviera durante su
desempeño como oficial militar, y consistió en probar que se puede

33
generar todo el calor que se quiera conforme efectuemos trabajo
mecánico. Colocó una pieza de bronce para fabricar cañones,
sumergida en agua, y por medio de caballos hizo girar un taladro sobre
el “alma” del cañón para horadarlo. El agua del recipiente hirvió todo el
tiempo mientras que la fuerza ejercida por los caballos permitiera girar
el taladro. ¿Como podría generarse un supuesto elemento llamado
calórico si la materia no se crea?. El experimento refutaba a la teoría
del calórico de Lavoisier. No se sabe si ello influyó en la vida personal
de Rumford, quién terminó divorciándose de su segunda esposa Marie-
Anne Paulze, viuda de Lavoiseir, cuando ella, en un típico arrebato de
ira femenina, lanzó agua hirviendo sobre los rosales del jardín cultivado
por el Conde. Con ello demostró, la ex-esposa de ambos sabios, que
las teorías científicas sobre el calórico, podían al menos “caldear los
ánimos matrimoniales” en un otrora floreciente jardín de rosas.
Por esa época, Humphry Davy (1778-1829) demostraba que
dos bloques de hielo en fricción continua se derretían, demostrando
que el calor era producido por el trabajo mecánico. En efecto la
cantidad de calor para aumentar en 1º Celsius la temperatura de un
gramo de agua (la caloría) equivale precisamente a una energía
mecánica de 4,18 unidades; vale decir de 4,18 Joules. El
establecimiento del equivalente mecánico del calor se debió a los
trabajos del médico Robert Mayer (1814-1878) y de Precott Joule
(1818-1889). Como una ironía del destino Mayer termino su vida por
suicidio, a causa del rechazo sobre sus correctas teorías sobre el calor.
El mismo destino sufriría luego Boltzmann al conceptualizar la entropía
y las bases microfísicas de la termodinámica (Mecánica Estadística).
El calor y el movimiento son pues manifestaciones de la
energía, de la propiedad que tienen los sistemas físicos de efectuar
trabajo mecánico, de ocasionar cambios. En particular el calor o la
energía térmica equivale a la energía cinética de las partículas que
componen a los cuerpos, las cuales se encuentran en constante
movimiento. Una medida de la intensidad de la misma es la
temperatura.
La energía adquiere diversas formas y son solo sus variaciones
las que pueden ser ponderadas y medidas. Al físico alemán Hermann
von Helmholtz, se le atribuye el denominado principio de la
Conservación de la Energía, según el cual la energía se conserva y no
se crea ni se destruye. Pero la energía en forma de calor disipado al
medio ambiente no es aprovechable, de allí que en el lenguaje popular:

34
“ahorrar energía” se refiera en realidad a ahorrar energía
“aprovechable” o “utilizable” y en particular se refiere a la energía
eléctrica.
Los cambios en los sistemas lo genera la energía, y el trabajo
se convierte en energía térmica, en calor, que puede llevar a la
elevación de la temperatura, a aumentar la entropía. Ello es también
cierto en las sociedades e instituciones: si se trabaja se genera
“entropía” se “caldean los ánimos” se “producen cambios”.
Recíprocamente cuando no existen diferencias (de
“temperatura”), cuando el sistema está en equilibrio (“termodinámico”)
no aumenta la entropía y no se produce trabajo. Quizá por ello todos
debamos reflexionar sobre el también difícil arte de dirigir y de asimilar
los cambios...después de todo la entropía (“desorden”) del Universo
crece en todos los procesos naturales. ¿Como lograr el crecimiento sin
alterar el equilibrio? ¿Como mantener el equilibrio sin detener el
crecimiento?.

35
I.13 NATURALEZA DEL MAGNETISMO

En el apogeo de Macedonia, en el siglo IV a.c., eran conocidas


una rocas provenientes de la región de Magnesia, que mostraban la
curiosa propiedad de atraer algunos metales como el hierro y el níquel.
Tales rocas se denominaron Magnésicas y se conocen hoy como
Magnéticas. Ya los fenómenos similares se les apelan con el
calificativo de magnéticos. El mineral de hierro Magnetita es en realidad
un imán natural capaz de atraer al cobalto, al hierro y al níquel. La
presencia de imanes en una región del espacio modifica las
propiedades del espacio en sus alrededores, se dice entonces que crea
un “campo de fuerzas” magnético; que se representa por líneas entre
los polos del imán.
Podemos visualizar las líneas de fuerza magnética colocando
limaduras de hierro o alfileres en las cercanías de uno o más imanes. .
Las limaduras de hierro quedan “atrapadas” o “congeladas” en el
campo magnético, de forma similar, la materia al interior del Sol
también resulta atrapada por los campos magnéticos de la “atmósfera”
exterior del Sol y se puede apreciar en las manchas solares.
También nuestro planeta posee un campo magnético, quizás
debido al núcleo de hierro y níquel (NiFe) de su interior. Este campo
magnético global tiene su polo norte magnético en la Antártica y el polo
norte geográfico corresponde al polo sur magnético, así la aguja norte
de una brújula apunta siempre al Norte geográfico. El campo
magnético alrededor de nuestro planeta forma un escudo contra los
rayos cósmicos emanados por el Sol y son desviadas hacia los polos,

36
donde colisionan con el aire y se muestran como cortinas luminosas
conocidas como auroras boreales. Mercurio y Marte también tienen
campos magnéticos débiles, debido quizá a un núcleo interior de hierro-
níquel. Júpiter, Saturno y los demás planetas gaseosos exhiben
también una fuerte magnetosfera, y hay quienes sospechan de un
campo magnético galáctico global que hasta hoy no se ha confirmado.
Los fenómenos eléctricos y magnéticos fueron tratados
separadamente hasta bien entrado el siglo XIX. Christian Oersted
(1777-1851) al finalizar una clase práctica en la Universidad de
Copenhague, fue protagonista de un descubrimiento que lo haría
famoso. Al acercar una aguja imantada a un hilo de platino por el que
circulaba corriente advirtió, perplejo, que la aguja efectuaba una gran
oscilación hasta situarse inmediatamente perpendicular al hilo. Al
invertir el sentido de la corriente, la aguja invirtió también su
orientación. Este experimento, considerado por algunos, como fortuito,
constituyó la primera demostración de la relación existente entre la
electricidad y el magnetismo. Aunque las cargas eléctricas en reposo
carecen de efectos magnéticos, las corrientes eléctricas, es decir, las
cargas en movimiento, crean campos magnéticos y se comportan, por
lo tanto, como imanes.
Los trabajos de Michael Faraday (1797-1878) y de James
Maxwell (1831-1867) entre otros, evidenciaron la correspondencia entre
ambos fenómenos y sentaros las bases matemáticas del campo
electromagnético. Puede construirse un electroimán fácilmente
enrollando alambre de cobre sobre un carrete de hilo. Al conectar al
mismo una batería se evidencia el campo magnético inducido, capaz
de atraer algunos metales. Al desconectar la batería el dispositivo deja
de actuar como imán.
Hoy día sabemos que la fuerza magnética es consecuencia del
movimiento de las cargas eléctricas. Los electrones, como partículas
cargadas en movimiento, generan un dipolo magnético intrínseco en el
átomo. Los materiales presentan, de acuerdo a su composición
molecular, diferentes grados de momentos magnéticos orbítales y
consecuentemente, responden de forma diferente ante los campos
electromagnéticos.
El magnetismo de los imanes se presenta en aquellos
materiales donde los momentos magnético orbítales de las moléculas
se alinean; apuntando mas o menos en la misma dirección en zonas
macroscópicas del material. Si el alineamiento es casi total como en el

37
hierro, se denominen materiales ferromagnéticos. En otros materiales
no existen dominios magnéticos y son “transparentes”” a los campos
magnéticos, se dicen Diamagnéticos, como el oro y los plásticos. Otros
como el Aluminio, solo alinean sus dominios magnéticos parcialmente
con el campo magnético exterior, retornando a su configuración original
cuando cesa toda influencia magnética externa, se dicen
paramagnéticos. Los cambios de temperatura, entre y otras cosas
pueden alteran los “dominios” de los materiales ferromagnéticos. La
presencia de una corriente eléctrica también puede reordenar esos
dominios magnéticos, como los existentes en una cinta de celuloide
con partículas de hierro-cromo, en cuyo caso se puede codificar una
suerte de “código Morse” para almacenar información. Este principio es
el fundamento de las cintas de audio casettes, de VHS y de los
diskettes.
Los campos magnéticos inducidos son proporcionales a la
intensidad de las corrientes eléctricas. Si una corriente eléctrica cambia
alternadamente su polariza, generará campos magnéticos con
polaridades alternas y, en consecuencia, producirá fuerzas en
direcciones opuestas. Una pieza metálica sometida al vaivén de tales
fuerzas en una y otra dirección puede oscilar respecto a un eje, girando
sobre él. Este es justamente el principio de funcionamiento de los
rotores o motores eléctricos. Estamos rodeados en nuestra vida
cotidiana de tales dispositivos. Difícilmente imaginamos que hay
imanes miles de millones de veces más intensos en el cielo. Las
“estrellas” magnéticas (Magnestar), son las estrellas de neutrones o
pulsares, tienen radio de unos pocos kilómetros y rotan en pocos
segundos, generando enormes campos magnéticos a su rededor.

38
I.14 NATURALEZA DE LA LUZ

Reconocemos en la luz un carácter diferente a la agregación


ordinaria de materia, sin embargo posee la propiedad de viajar en
forma rectilínea a velocidad prodigiosa y de “rebotar” sobre los objetos
pulidos (espejos). ¿Es acaso la luz una sucesión de finísimas
partículas? ¿Como puede vagar por el espacio e incluso en el vacío, en
una policromía de matices?. Con un par de polarizadores (suerte de
filtro parcialmente oscuro usado en fotografía) podemos hacer que un
rayo de luz se combine para “cancelarse” mutuamente y tener
oscuridad en lugar de luz. Este fenómeno y el fenómeno de
interferencia es típico de las ondas. La interferencia puede visualizarse
en las olas (ondas) que se juntan en un estanque de agua; también la
luz presenta un fenómeno similar de interferencia destructiva.
La Interferencia y el fenómeno de la Difracción, o la desviación
de la propagación rectilínea de los rayos luminosos al pasar por el
borde de un objeto, pudo ser explicado por la teoría Ondulatoria
propuesta por Christian Huygens (1629-1695), desarrollada después
por Thomas Young (1773-1829) y Agustín Fresnel (1788-1827); según
la cual la luz es un tren de ondas. La difracción se visualiza fácilmente
observando las bandas claras y oscuras de sombras que se forman al
pasar la luz por una rendija angosta, tal como aparece cuando miramos
a través de nuestros dedos apenas separados entre sí y colocados
delante del ojo.
El estudio de la luz y su conceptualización surgió paralelamente
al desarrollo de la óptica y al desarrollo conceptual de la Física desde la
época de la Grecia Clásica hasta bien entrado el siglo XX. Filósofos
como Demócrito, Platón y Aristóteles intentaron teorías al respecto, en
el antiguo Egipto se emplearon espejos metálicos desde la época del

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Imperio antiguo (2000 a.C.), Aristófanes en su poema “Las Nubes”
alude en el 424 a.C. a las lentes convergentes llamándolas “vidrio
quemador”, Euclides publica su libro Catóptrica (300 a.C.) también
Arquímedes, según cuenta la leyenda, logró incendiar barcos
empleando espejos esféricos durante el sitio de Siracusa.
El fenómeno de la refracción de la luz, o de la desviación de los
rayos luminosos al pasar por diferentes medios, fue estudiado en la
antigua “Biblioteca” de Alejandría por Herón, Cleomedes y Claudio
Tolomeo. La refracción fue teorizada por Willebrord Snell (1591-1626) y
luego demostrada por René Descartes (1596-1650). La refracción de la
luz puede ser fácilmente visualizada al sumergir un lápiz en un vaso
medio lleno de agua, el lápiz se nos aparece como partido.
Otro fenómeno común es la reflexión, o el rebote de un rayo
luminoso sobre alguna superficie plana; Descartes demostró que el
ángulo del rayo incidente tiene igual valor que el ángulo del rayo
reflejado. Ambos fenómenos, el de la reflexión y el de la refracción,
pueden ser fácilmente explicados por la teoría corpuscular de la Luz,
elaborada por Isaac Newton (1624-1727); según la cual la luz es una
sucesión de partículas.
Existían, hasta los albores del siglo XX, dos paradigmas sobre
la naturaleza de la luz: la teoría Ondulatoria y la teoría Corpuscular,
ambas podían resumirse en la pregunta ¿es la luz, un tren de ondas o
una sucesión de partículas?. Por un lado estaba la formulación del
Electromagnetismo debida a James Maxwell (1831-1879) que
demostraba la existencia de Ondas de Luz y por el otro la formulación
de la Mecánica Newtoniana que explicaba bien el movimiento de los
cuerpos ¿y por que no? también de la reflexión y refracción de los
rayos luminosos.
La controversia sobre la naturaleza de la Luz culminó con los
trabajos de Max Planck (1858-1947) y Albert Einstein (1879-1955);
según los cuales la luz estaría compuesta de paquetes de energía o
fotones que se propagan incluso en el vacío como un tren de ondas. La
velocidad de la luz depende entonces del medio donde se propaga y es
independiente de la velocidad a la cual se mueve la fuente que la
emite, la máxima velocidad de la luz ocurre en el vacío (300.000 km/s).
La energía de los fotones resulta proporcional a su frecuencia; y el
concepto de partícula y de onda se confunde o unifica en un solo ente,
en el dominio del mundo submicróscopico.

40
Ese carácter dual, en el cual la Luz se nos aparece a veces
como onda y otras veces como partículas es común a todo ente
subatómico; como lo demostrára Louis Victor De Broglie . Así los
electrones, protones y neutrones (constituyentes fundamentales del
átomo) presentan también la propiedad de reflejarse, difractarse y
refractarse como lo hacen los fotones. La naturaleza dual, escurridiza y
asombrosa de la luz, se comprende bien a través de la Teoría
Mecánico-Cuántica de la naturaleza. Sin embargo el comportamiento
dual de la materia debería desaparecer en el dominio del mundo
macroscópico de los humanos. Por ello no se comprende, en la
sociología y en la política, la transfugacidad de quienes cambian de
bando, y como la luz, se desvanecen en su esencia dependiendo de las
condiciones que el medio le imponga ¿que teoría; si acaso existe
alguna, podría hacer predicciones seguras?. Recordando al físico y
literato Ernesto Sábato: habrá luz al final del túnel.

41
I.15 NATURALEZA DE LA RADIOACTIVIDAD

El proceso mediante el cual un núcleo atómico inestable decae o se


trasmuta en otro núcleo más ligero con la consiguiente emisión de
energía (en forma de partículas o rayos) se denomina radiactividad.
Etimológicamente se puede definir como la actividad del radio, vale
decir de aquel elemento químico descubierto por los esposos Curie en
1898.
La radioactividad la observa por vez primera Henri Becquerel en
febrero de 1896 (fotografía izquierda), al notar que ciertos compuestos
del Uranio; elemento químico aislado por Peligot en 1841, de peso
atómico238; tenían la propiedad de ocasionar fosforescencia en otros
materiales, de impresionar a distancia las placas fotográficas y de
originar la conducción eléctrica de gases. Becquerel demostró que las
sales del Uranio emitían de manera continua y espontánea “rayos”, vale
decir radiación. Esta radiación resultó incluso más penetrante que los
rayos descubiertos apenas un año en Munich por el Prof. Wilhelm
Röntgen (Rayos X).
Inspirados por estos nuevos hallazgos, Pierre Curie y su
esposa (fotografías centro y derecha), estudiaron el mineral del cual se
extraía el Uranio, la pechblenda, y encontraron un nuevo elemento
químico aún mas activo en las “misteriosas” emisiones, se trataba del
Radio cuyo peso atómico era de 226. Casi enseguida se encontró otro
elemento tan activo como el Radio, de peso 210 y bautizado primero
como Radio F y luego como Polonio. Así resultaba que todos los
elementos radio-activos eran mas pesados que el Bismuto (209).
En 1899 Debierne y Geisel encontraron el Actino (de peso
atómico 227) y Ernest Rutherford demostró que los rayos emitidos por
los elementos radioactivos parecían ser de dos clases diferentes: unos
con cargas positivas y poco penetrantes, emitidos por el Uranio, y

42
otros con cargas negativas y muy penetrantes, llamo a tales rayos alfa
y beta respectivamente. Al año siguiente Villard mostró que el Radio
también emitía rayos aún mas penetrantes que los rayos X, los
denominó rayos gamma, estos rayos carecían de carga eléctrica.
Experimentos sucesivos de Rutherford y colaboradores (Royds,
Soddy, etc.) mostraron que los rayos alfa eran núcleos de átomos de
helio, los rayos beta eran electrones y, los rayos gamma y los rayos X
eran radiación electromagnética o fotones de mucha mas energía que
la luz ultravioleta.
Hoy, luego del desarrollo de los modelos atómicos pioneros de
Rutherford y Bohr, se puede decir eufemísticamente que los átomos
están constituidos por un núcleo, o suerte de agregado de partículas
positivas (protones) y neutras (neutrones), y una nube de cargas
negativas (electrones). La interacción eléctrica mantiene unida la nube
al núcleo y otra fuerza, de mayor intensidad que la fuerza de repulsión
eléctrica, mantiene la cohesión entre los protones, y entre estos y los
neutrones en el núcleo. Tal interacción, denomina fuerza Fuerte, liga a
cada protón de su neutrón vecino. En los núcleos más pesados la
estabilidad no puede mantenerse generando radiactividad. La
interacción responsable de la desintegración del neutrón, y de otras
partículas subatómicas, es mucho mas débil, de allí su nombre: Fuerza
Débil. Está interacción también conocida como decaimiento beta
explica las emisiones de rayos beta, por desintegración o ruptura de
partículas mas pesadas en otras mas ligeras. Verbigracia el
decaimiento de un neutrón, cada 930 segundos, en una tríada de
partículas constituidas por: un protón, un electrón (rayos beta) y un
neutrino, “partícula” ligera (leptónica) sin masa ni carga eléctrica.
En sus orígenes, el universo, debió constituirse por una
concentración eléctricamente neutra, ultradensa y muy caliente de
neutrones; “átomo” de Lemaitre. En los primeros instantes de la
formación del Universo, del Big Bang, la radiactividad tuvo que jugar un
papel importante. El decaimiento beta de los neutrones originaron el
hidrógeno primordial y más luego, al desacoplarse la materia y la
radiación, el hidrógeno gestó las primeras estrellas...y se hizo la luz

43
I.16 EL GATO DE SCHRÖDINGER

El advenimiento de la Mecánica Cuántica, como teoría física,


para describir el mundo material a escalas atómicas ha revolucionado
la concepción de la realidad física y ha sido motivo de arduas
controversias filosóficas. Es bien conocido el Principio de
Incertidumbre, debido a Heisenberg, que establece la imposibilidad de
medir y conocer con infinita precisión la posición y el momentum de una
partícula sub-atómica. Esta limitación es independiente del desarrollo
de la técnica; y hay quienes la extrapolan hacia el conocimiento
humano, signándolo como intrínsecamente limitado.
También forma parte del formalismo de la Mecánica Cuántica el
principio de dualidad onda-partícula; descubierto por Louis Víctor De
Broglie, según el cual toda partícula sub-atómica es también una onda.
De suerte tal, que los electrones tienen asociada una onda y pueden
ser focalizados como los rayos de luz para fabricar lentes y
microscopios. La veracidad de ese hecho posibilitó los microscopios
electrónicos de uso cotidiano hoy día en investigación biomédica.
Erróneamente se extrapola tal principio al mundo macroscópico
interpretándolo como que los entes materiales puedan tener doble
esencia.
En realidad estos principios y leyes físicas solo tienen validez
en el mundo sub-atómico, en los cuales las magnitudes físicas toman
valores discretos, a “saltos”, discontinuos o cuantizados. Estas ideas
de la Mecánica Cuántica florecieron en el mundo intelectual de
comienzos de siglo, principalmente en Copenhague; lugar donde
laboraba su principal mentor: Niels Bohr; de allí que la “Escuela” de

44
pensamiento se le conozca como la interpretación o Escuela de
Copenhague. Para ellos los resultados y las leyes de la física solo
adquieren veracidad con la medida; concepción también conocida
como el Instrumentalismo: “el electrón existe solo cuando es medido”.
En oposición a tal concepción estaban otros físicos de la época
como Einstein, Planck y Schrödinger; quienes a pesar de haber hecho
significativos aportes a la comprensión del micromundo físico, se
situaron en el “Realismo”, según el cual las partículas tienen una
existencia real trascendente. De acuerdo con el realismo el Principio de
Incertidumbre y la Mecánica Cuántica con todo su formalismo es una
Teoría incompleta; falta conocer algunas variables por ahora “ocultas”.
La realidad puede ser comprendida en todas sus partes.
Una de las objeciones, aún no resuelta del todo, es la propuesta
por Schrödinger en 1935. En ella se pretendía demostrar por reducción
al absurdo que tanto la Mecánica Cuántica como la concepción
probabilista de la naturaleza que se deriva de ella, son incompletas.
Para ello propuso un experimento imaginario: una fuente radiactiva se
coloca, en un intervalo de tiempo dado, unida a un dispositivo (un relé
con un martillo, por ejemplo) que al accionarse mataría un gato. Según
la Mecánica Cuántica la probabilidad de emisión de una partícula por la
fuente radiactiva es 50%, luego el gato tendría un 50% de probabilidad
de supervivencia, pues si la fuente no emite radiación no se activa el
mecanismo para matar al gato. Sin embargo es claro que el gato no
puede tener un 50% de probabilidad de sobrevivir independientemente
del lapso de tiempo considerado dadas tales condiciones; de lo que se
concluye la incompletitud de la Mecánica Cuántica.
La respuesta obvia al dilema del gato es que este no es un ente
subatómico (técnicamente: no constituye un Estado puro) y por lo tanto
la descripción de la Mecánica Cuántica no es aplicable; pudiendo ser
esta una Teoría completa para el dominio del mundo atómico y sub-
atómico. El dilema del gato de Schrödinger muestra pues el problema
de la medida. Otra controversia famosa, basada también en
“experimentos” mentales; muy propio de los físicos teóricos, es la
Paradoja EPR, a la que me referiré mas adelante.
El problema de la medida, nos lleva a la reflexión sobre el
significado de la realidad, y la paradoja del gato de Schrödinger nos
muestra, como las teorías, modelos y sistemas son siempre
incompletos, solo la imaginación creadora del hombre es
ilimitada...para salvar o sacrificar al gato, según las circunstancias.

45
I.17 EL MISTERIO DE LA TRINIDAD EN LA NATURALEZA.

Los epistemólogos de la Ciencia suelen apelar a la Física, o al


“tratado” de la naturaleza, como el desideratum de Ciencia Natural.
Sobre todo porque en las ciencias físicas es donde se han realizados
las mayores síntesis del conocimiento humano.
Haciendo un rápido recuento recordamos a Isaac Newton quién
en sus Principia Mathemática, editado en 1686; reconoció la igualdad
entre la gravitación celeste, que atrae la Luna hacia la Tierra, y la
gravitación terrestre responsable de la caída de los cuerpos. Luego
James Clerk Maxwell en 1864 estableció las vinculaciones entre las
fuerzas eléctricas y magnéticas, sintetizando en solo cuatro ecuaciones
todos los fenómenos electromagnéticos. Así a comienzos de siglo solo
existían solo dos fuerzas o interacciones fundamentales en la
naturaleza: el campo gravitacional y el campo electromagnético.
Pero el advenimiento de la radiactividad, descubierto por Henry
Bequerel, los esposos Marie y Pierre Curie y los trabajos teóricos
posteriores de Yukawa (1935), entre otros muchos hombres de ciencia
del comienzo de siglo, elevaron el número de interacciones a cuatro
con la introducción de la Interacción Fuerte que liga a los neutrones y
protones en el interior del núcleo atómico y la Interacción Débil,
responsable de las desintegraciones radiactivas.
La tétrada de fuerzas fundamentales ha sido objeto de diversas
investigaciones para su unificación en una sola teoría unificada (Teoría

46
del Campo Unificado). Diversos caminos fueron emprendidos en esa
dirección. Albert Einstein formuló en 1916 la teoría de la Relatividad
General (suerte de generalización de su “relatividad especial”
formulada en 1905) en la cual se hacia responsable a la curvatura del
espacio de la interacción gravitacional y también se podía incluir el
electromagnetismo en la misma formulación. Veinte años mas tarde
Kalupsa reformuló tales ideas atribuyendo el campo electromagnético a
la torsión del espacio. Tales teorías no han sido firmemente
comprobadas ya que las ondas gravitacionales, propuestas en la
Relatividad General, aún no se han detectado, pese al meritorio trabajo
de Taylor y colaboradores en torno a el estudio del Pulsar Binario PRS
15+126. Esta pareja de estrellas de neutrones muy masivas giran una
en torno a la otra y la pérdida de energía del sistema es compatible con
los cálculos relativistas de emisión de ondas de gravedad; lo cual
según algunos es una evidencia indirecta de su existencia.
La siguiente síntesis la realizaron Addul Salam, Stephen
Weinberg y George Glashow quienes compartieron el premio Nobel en
1979, al presentar la teoría Electrodébil. Esta teoría unifica las
interacciones débiles y electromagnéticas como manifestaciones de
una misma fuerza y predijeron una terna de partículas atómicas muy
masivas. Estas partículas denominadas bosones vectoriales Z, W+ y
W-, son los entes que se intercambian durante la interacción débil, de
forma análoga como se intercambian los mesones durante la
interacción fuerte (o los gluones, en el Modelo de Gell-Mann) y los
fotones durante la interacción electromagnética. Tales partículas fueron
medidas por Carlos Rubia y colaboradores en el verano de 1984, en el
Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) donde laboran cerca
de 5000 físicos de toda Europa y cuyas instalaciones subterráneas
abarca casi la mitad de la Ciudad de Ginebra. El tamaño del acelerador
nuclear del CERN (super ciclotrón de protones) supera la longitud del
Metro de la Ciudad de Caracas y se usa exclusivamente para indagar
la estructura última de la materia, sin aplicación práctica inmediata.
Otras modelos y teorías han intentado unificar la trinidad de las
interacciones Electrodébil, Fuerte y Gravitacional. Algunos atisbos de
la esperada Gran Unificación de las leyes de la naturaleza lo
constituyen las denominadas teorías cuánticas de campo y las teorías
de cuantización de la gravitación, y en ellas se empeñan buena parte
de los fondos mundiales de investigación básica.

47
Para el observador desaprensivo, esas realidades no se
corresponden con el desarrollo tecnológico actual ni con los problemas
técnicos del entorno local. Debe recordarse que la Ciencia va siempre
en el orden de cincuenta o más años por delante de la tecnología y
que, los hoy países desarrollados, invirtieron en esas investigaciones
de la naturaleza de la materia en los años veinte, mientras en
Venezuela se vinculaba a los universitarios con las “necesidades
concretas”, de hacer carreteras, en la época gomecista.
El misterio científico de la trinidad requiere, por los momentos,
de un milagro de la creación humana, para dar con la ecuación de la
nada, suerte de aforismo con el que se espera explicar la totalidad de
los fenómenos naturales, vaya ese reto a los jóvenes estudiantes de las
ciencias físicas.

48
I.18 TEORÍA DE LA RELATIVIDAD:
LA NATURALEZA NO ES CAPRICHOSA.

En la Teoría de la Relatividad Especial (1905), publicada bajo el


titulo: “Sobre la Electrodinámica de los cuerpos en movimiento”, se
establecen las leyes de transformación de las magnitudes físicas por
observadores en movimiento no acelerado; particularmente de cómo
estas leyes predicen cambios en la Mecánica Newtoniana cuando la
velocidad relativa de los observadores es comparable con la de la luz
(designada con la letra c, del latín celerity o velocidad de la luz en el
vacio); resultando con ello que los observables de posición, longitudes
e intervalos de tiempo; entre otros, son descritos de manera diferentes
por observadores que se mueven a distintas velocidades entre si (son
relativos).
Por el contrario la velocidad de la luz es la misma para todos los
observadores, suerte de nuevo absoluto para todos los ellos. Así, las
cantidades físicas medidas (magnitudes observables) resultan relativas
a la posición y velocidad de los observadores; pero no son arbitrarias
sino por el contrario están relacionadas entre si de acuerdo a leyes
físicas precisas (Transformaciones de Lorentz). De lo que se
comprende que la Teoría de la Relatividad resulta pues una extensión
de las leyes que describen el movimiento de los cuerpos (Mecánica)
propuesta por Newton, aun cuando desde una perspectiva mas

49
fundamental y abstracta, y no una derogación de las Leyes de Newton
de la Mecánica.
La Relatividad Especial sin embargo, supone el
redimensionamiento de los conceptos de Espacio y tiempo,
caracterizando ambos como parte integrantes del espacio
tetradimensional de la realidad física: alto, ancho, profundidad y tiempo;
a diferencia de la Mecánica Newtoniana, característica de un espacio
exclusivamente tridimensional y un tiempo absoluto e invariable.
La Teoría de la Relatividad General (1916-1917) publicada en
forma homónima como “Fundamento de la Teoría de la Relatividad
General” debe su nombre a la generalización de la ideas previas sobre
el movimiento en sistemas de referencia en movimiento relativo, pero
incluyendo ahora la posibilidad de que tales movimientos se lleven a
cabo en forma acelerada, con lo cual se llega a una cierta identificación
de tales sistemas acelerados con el origen de la fuerza de gravedad.
Estas ideas controversiales con la intuición suponen que el espacio es
tetradimensional (el tri-espacio y el tiempo) se deforma en las cercanías
de los cuerpos; exhibiendo una curvatura proporcional a la masa del
objeto. Así, el movimiento de los planetas alrededor del Sol, por
ejemplo, se debe al movimiento en un tetraespacio curvado que se
manifiesta como la fuerza de atracción del Sol sobre los planetas. Estas
controvertidas ideas llevaron en su tiempo a la publicación de un
articulo de prensa titulado “100 autores contra Einstein”, a lo que el
científico respondió simplemente: “de ellos haber tenido razón, con uno
solo hubiera sido suficiente”; y es que la predicción sobre la curvatura
del espacio posibilitó no solo explicar el hasta entonces anómalo
movimiento del Planeta Mercurio sino que también predijo
acertadamente la deflexión sufrida por la luz de las estrellas, al pasar
cerca del borde del disco solar, visibles durante un eclipse total; tal y
como fuera medido por el grupo de científicos liderados por Sir Arthur
Eddington durante el Eclipse Total de Sol acaecido el 29 de Mayo de
1919, en el golfo de Guinea.
El concepto mismo de “Hoyos Negros” nació con la Teoría de la
Relatividad General y a la curvatura del espacio, pues supone que si la
masa de un astro es muy grande comparada con las estrellas
ordinarias, crearía una curvatura en el espacio-tiempo tal, que ni
siquiera la luz podría escapar de la enorme atracción de tal objeto.
Debe advertirse que Einstein no aceptaba tal posibilidad como
físicamente plausible, por lo cual algunos considera que fue el “Padre

50
renuente” de los Agujeros Negros y de los llamados “viajes en el
tiempo”, tan dados a la imaginación y la especulación sobre el mundo
físico.
Al comprobarse las predicciones de la teoría de la Relatividad
General, se cambió completamente la concepción sobre las leyes
científicas que gobiernan el universo. La teoría de la Relatividad
sugería, por primera vez, una nueva forma de interpretar algunas de las
propiedades básicas del universo, como la gravedad además de la
velocidad de la luz y la medición del tiempo. Su descubrimiento, según
palabras de J.J. Thomson, presidente de la Real Sociedad, de Física
(Inglaterra) es “uno de los mayores logros en la historia del
pensamiento humano”.
Y es que el poder de la razón teórica contribuye al ordenamiento
de los fenómenos para su comprensión y para el dominio utilitario de la
naturaleza, aun cuando ello suponga una cierta dosis de desorden
aparente, según se infiere del estado en que quedó el despacho del Dr.
Einstein en la Universidad de Princenton el día de su muerte.

51
I.19 .…Y NO SOLO DE LA RELATIVIDAD VIVIÓ EL DR. EINSTEIN

El año 2005 es el año centenario de la Teoría de la Relatividad y


mas precisamente es el Año Internacional de la Física, o WYP2005
(Word Year of Physics) por sus siglas en Ingles, decretado por la
UNESCO con la finalidad de divulgar los logros, alcances e importancia
de esta ciencia para el desarrollo de la humanidad en el sentido amplio
del termino.
En el Annus Mirabilis, que inició una “revolución” en el
pensamiento científico postmoderno, Albert Einstein publicó, además
de su Tesis Doctoral, y otros cuatro trabajos de singular importancia
para el avance de la Física. Y posteriormente realizó importantes
contribuciones a la comprensión del Mundo Natural que le valieron el
Premio Nóbel en 1921 por “sus contribuciones a la Física Teórica y a la
comprensión del Efecto Fotoeléctrico”.
Desde la perspectiva de la Historia de la Ciencia, sorprende que
el común de las personas crea que la contribución más importante de
Albert Einstein fuera la denominada Teoría de la Relatividad y que la
más de las veces se le asocie casi exclusivamente a las consecuencias
de solo uno de sus primeros trabajos (segundo de los cuatro aparecido,
además de su Tesis Doctoral, durante el “año milagroso”): “Sobre la
Electrodinámica de los Cuerpos en Movimiento”, publicado en la
prestigiosa Revista Científica Alemana “Anales de Física”, en abril de
1905; y en donde se postulan los cimientos del formalismo conocido
como la Teoría de la Relatividad Especial o Restringida. Es el caso que
las contribuciones de Einstein al desarrollo de la ciencia, fueron tales y
tan fecundas que difícilmente hoy, pueda encontrarse un área de la

52
Física donde este eminente científico no hubiera realizado alguna
aportación importante a lo largo de su fecunda actividad durante
aproximadamente cincuenta años. Quizás por ello Marx Born dijera en
1954 que “Einstein seria uno de los mas importantes Físicos de todos
los tiempos aun si no hubiera escrito nada acerca de la Relatividad”.
No es cierto que las denominadas Teoría de la Relatividad
Especial y Teoría de la Relatividad General hayan sido las únicas
aportaciones de Einstein, pues otras no menos importantes dieron su
luz ese año de 1905 y en los años siguientes, sobre temas que poco o
nada tenían que ver con la Relatividad, como creen algunos. Tampoco
es cierto que en dicho trabajo “Sobre la Electrodinámica de los Cuerpos
en Movimiento” se estableciera la famosa ecuación E=mc2; ni que
exclusivamente por ella le otorgase, como ya se dijo el premio Nóbel.
En el volumen 17 de Annales der Physick, de 1905, se incluyó también
su tercera contribución titulada ¿Depende la Inercia de un Cuerpo de la
Energía que lo contiene? donde aparece por vez primera la citada
relación sobre la equivalencia entre masa y energía.
El primero de los trabajos publicados aquel año de 1905, llevo
por titulo “Sobre un punto de vista heurístico referente a la emisión y
transformación de la luz”. En esta contribución se concibe la luz como
una sucesión de paquetes discretos de energía, suerte de partículas de
masa nula o fotones (en concordancia con las ideas de Planck (1901)
sobre la radiación de un cuerpo negro), los cuales siguen un
comportamiento estadístico preciso, inferido de la descripción
matemática del comportamiento de los gases (Teoría Cinética
Molecular de Boltzmann). Con esta interpretación no formal
(“heurística”) de la luz, se ponía fin a la histórica controversia sobre la
naturaleza de la Luz; considerada por Newton como una sucesión de
partículas y considerada como constituida por ondas por Christian
Huygens (1629-1695). Además con esas ideas “heurísticas”, Einstein,
logra explicar a titulo de ejemplos, tres fenómenos adicionales.
Entre ellos los detalles del ya entonces conocido efecto
fotoeléctrico; o la emisión de cargas eléctricas de ciertos materiales
cuando son iluminados, explica la ionización o adquisición carga
eléctrica de ciertos gases cuando incide sobre ellos luz ultravioleta; y
también permitió comprender las reglas empíricas de Stokes sobre la
luminiscencia, vale decir las propiedades de la emisión “retrasada” de
reflejos luminosos en ciertos materiales.

53
Vale destacar, como es ya conocido, que ninguno de esas
contribuciones formó parte de su tesis doctoral en Física, sometida a
consideración en abril de 1905 y leída posteriormente en julio de dicho
año. Inclusive se dice que una primera versión de la denominada
Teoría de la Relatividad fue rechazada como posible Tesis Doctoral por
considerarse “muy especulativa”. El trabajo doctoral de Albert Einstein,
versó sobre un tema menos espectacular sin embargo no menos
importante: “Una nueva determinación de las dimensiones
moleculares”, referida a como se relaciona la viscosidad de un fluido
con el tamaño de las partículas que se disuelven en él. Más
sencillamente versa sobre como se relaciona la densidad, en por
ejemplo una taza de Té, con el tamaño de las partículas del azúcar que
se añade.
se rumora que estas ideas surgieron durante las frecuentes
pláticas, a la hora del Té, que tuviera Einstein con su entrañable amigo
el Ing. Michele Angelo Besso. Su Tesis Doctoral ampliada fue
posteriormente publicada en Annales der Physick, en Julio de 1905,
bajo el titulo de “Sobre el movimiento que viene impuesto por la Teoría
Cinética del Calor en partículas en suspensión en líquidos en reposo”.
Este cuarto trabajo de aquel año 1905 ha servido para sentar los
cimientos de la Teoría de difusión de partículas (Coeficientes de
Einstein del transporte de partículas), cuyas aplicaciones prácticas en
farmacopea y química son inauditables. Explicando además el llamado
movimiento Browniano, suerte de impulso aleatorio de las partículas
diluidas en un fluido, como los exhibidos por los granos de polen en la
suspensión acuosa bajo ciertas condiciones, y que fuera descrito años
antes por el Botánico Robert Brown. Como se ha relatado, por estos
trabajos y en particular por su aporte para la comprensión del Efecto
Fotoeléctrico le valieron a Einstein el premio Nóbel de Física en 1921.

54
I. 20 LA PARADOJA EPR

Entre 1911 y 1936 tuvieron lugar en Bruselas las conferencias


Solvay, con la participación de casi la totalidad de premios Nóbel de
Física y Química de la época; para debatir principalmente las nuevas
Teorías sobre la constitución de la materia y mas concretamente sobre,
para entonces nueva; Teoría de la Mecánica Cuántica. La Teoría de la
Relatividad y la Mecánica Cuántica son incompatibles entre si, en
varios aspectos, por lo que resultan memorables las controversias entre
Einstein y sus contemporáneos Bohr y Heisenberg durante la V y VI
Conferencias Solvay. Ya es legendarias la frase de Einstein “Dios no
juega a los dados en la naturaleza” para referirse a la insatisfacción de
la descripción probabilística del mundo atómico defendida por Bohr o
bien la declaración de Heisenberg “El determinismo, hasta hoy
considerado como la base de las ciencias exactas debe ser
abandonado”.
En efecto Einstein discutió tenazmente con ejemplos de
situaciones físicas contradictorias (“experimentos mentales”) para
mostrar las contradicciones de la Mecánica Cuántica. Incluso en una
ocasión Bohr tuvo que hacer vigilia toda la noche para dar con un
contraargumento al experimento metal de la Caja Fotónica de Einstein.
Al término de la VI Conferencia Solvay, Einstein afirmaría “Salí
derrotado pero no convencido” y también “Contemplo a la Mecánica
Cuántica con admiración y suspicacia”.
Uno de los famosos experimentos mentales, lo llevaría a la
publicación de un famoso artículo, en 1935, conjuntamente con B.

55
Podolsky y N. Rosen. En esencia muestra la incompletitud de la
descripción mecánico cuántico de la naturaleza, conocida luego como
Paradoja Einstein-Podolsky-Rosen.
De acuerdo a la descripción cuántica, dos fermiones (por
ejemplo dos electrones) ligados entre si deben tener una la propiedad
de spin de signo contrario. Si mediante algún dispositivo experimental
medimos uno de los electrones, determinando exactamente su valor de
spin, entonces el otro electrón del par “automaticamente” de acuerdo a
la Teoría, debe tener exactamente el valor contrario de spin. Surgen
así dos fuertes objeciones ¿como pudo el electrón no medido,
enterarse del proceso de medición que se hacia sobre su pareja? ¿esa
transmisión de información como pudo ser instantánea, toda vez que la
máxima velocidad de viaje de la información es la velocidad de la luz?.
Y en segundo lugar, la Mecánica Cuántica dice que el valor del spin del
electrón no medido es solo 50% cierto; sin embargo el valor necesario
para evitar la contradicción debe ser absolutamente 100%.
Hoy día se discute si la descripción de la naturaleza, dada por la
Teoría Cuántica es completa o no. Einstein y muchos físicos de la
llamada escuela determinista afirman que es una Teoría incompleta, y
que la descripción probabilística de los sucesos atómicos y
subatómicos es debido a nuestro desconocimiento de otras variables
físicas, llamadas variables ocultas. En el otro extremo esta la Escuela
de Copenhague, de Heisenberg y Bohr, según la cual la naturaleza es,
intrínsecamente, no determinista. Posteriormente a la publicación de la
Paradoja EPR, surgieron varios tratados sobre las Variables Ocultas,
von Neumann y Bell demostraron, a mediados del siglo pasado, la
inexistencia de cierto tipo de variables ocultas.
Existan o no las Variables ocultas, lo que si es cierto es que no
hay aun una Teoría Física que permita compatibilizar la Mecánica
Cuántica, o la descripción de las interacciones atómicas y nucleares,
con la Relatividad General, es decir con la descripción de la fuerza
gravitacional que rige la dinámica de los astros.
Y una reflexiona sobre la analogía de las leyes físicas con la
existencia individual, es posible que la misma no sea debida al azar,
pero sin lugar a dudas no es determinista; porque son tantas las
variables ocultas que no podemos, afortunadamente, asegurar el
futuro mediato. Paradójico es la naturaleza humana, cuya seguridad va
aparejada con la insatisfacción.

56
Capitulo II:

EN LOS SUBURBIOS DE LA GALAXIA

57
58
II.1 MERCURIO Y LA RELATIVIDAD GENERAL

El planeta más cercano al Sol, distante a solo un tercio de la


distancia Tierra-Sol (0.38 Unidades Astronómicas) es conocido desde
los comienzos de la Astronomía, siendo visible poco después del
amanecer o poco antes del ocaso; muy cerca del horizonte. Mercurio
para los Romanos o Hermes para los griegos, representa al mensajero
de los dioses. El planeta fue también asociado con Nabú, el precursor
mesopotámico de Hermes, inventor de la escritura; y con Thot en el
Egipto antiguo.

El planeta tiene un diámetro de 0,38 veces el Terrestre y solo el


5% de su masa. Orbita alrededor del Sol cada 88 días y gira una vez y
media sobre su eje durante cada periodo orbital. Su superficie es
abrupta, porosa y de roca oscura, similar a la morfología Lunar. Los
estudios espectroscópicos de Mercurio nos muestran una tenue
atmósfera de sodio y potasio; en apariencia, sus átomos proceden de la
corteza del planeta. Su baja gravedad permitido el escape de los gases
mas ligero, lo que explica su densidad relativamente alta. La sonda
espacial Mariner 10 en 1974 detectó también un campo magnético con
una fuerza del 1% del de la Tierra. En 1991 radiotelescopios terrestres

59
revelaron señales de enormes extensiones de hielo en las regiones
polares de Mercurio.
Según las leyes de Newton, la órbita de un planeta siempre será
una elipse, con el Sol en uno de sus focos. El punto de su trayectoria
en el que un planeta se encuentra más cerca del Sol se denomina
perihelio, y a causa de las perturbaciones ocasionadas por la gravedad
de los demás astros del sistema solar, ese punto sufre un movimiento
denominado precesión, por el cual el planeta adelanta su paso por el
perihelio. A fines del siglo XIX, el matemático francés Urbain Le Verrier
se interesó en calcular el movimiento de precesión del perihelio de
Mercurio usando las leyes de Newton, y encontró que sumando las
perturbaciones ocasionadas por los demás planetas, éste debía ser de
574 segundos de arco por siglo. Sin embargo, las mediciones
demostraban que la precesión del perihelio de Mercurio era de 531
segundos de arco por siglo. La diferencia fue atribuida a un hipotético
planeta aun no descubierto que se denominó Vulcano. Fue buscado
infructuosamente hasta principios del siglo veinte en la posición
predicha por Le Verrier.
La explicación para la precesión del perihelio de Mercurio fue
dada por Albert Einstein en el marco de la teoría de la relatividad
general, en 1915. En muchos casos donde la masa de los cuerpos no
es muy grande, las consecuencias de la teoría de la relatividad general
coinciden con las de las leyes de la mecánica y la gravitación
establecidas por Newton en la segunda mitad del siglo XVII. Sin
embargo, aun cuando el modelo de Newton describe con precisión los
movimientos de los astros de nuestro sistema solar, existen ciertas
discrepancias en las mediciones observacionales que sólo pueden ser
interpretadas mediante la relatividad general, que proporciona una
descripción más exacta de la naturaleza. Einstein demostró que en las
cercanías del Sol, debido a la deformación del espacio por la acción
gravitatoria de la estrella, la trayectoria de Mercurio resulta una línea
curva, ya que el desplazamiento de un planeta en su órbita, al igual que
el de un cuerpo en el vacío, son movimientos naturales (es decir, no
están sujetos a acción externa alguna) y se adaptan a la geometría del
espacio por el cual se desplazan.
Einstein predijo una precesión del perihelio de Mercurio de 42,9
segundos de arco por siglo, que concordaba con la diferencia obtenida
mediante observación directa. El sueño de Vulcano fue sepultado por la
física relativista, después de medio siglo de búsqueda infructuosa.

60
II.2 QUETZALCOATL-AFRODITA

La Venus de los Romanos, la Afrodita de los Griegos, fue


también una importante deidad en la mitología Maya: Quetzalcoatl,
Venus fue el objeto astronómico de mayor interés en la astronomía
maya, más aún que el Sol. Observaron cuidadosamente que se movía
en revoluciones o estaciones que tardaban 584 días para que la Tierra
se alineara con el Sol. Calcularon 2922 días para la conjunción de
Venus, la Tierra, el Sol y las estrellas.
Las observaciones diurnas de Venus tenían efecto psicológico
sobre los Mayas y otras culturas mesoamericanas, con relación a su
cronología de guerra que se basaba en puntos estacionarios de Venus
y Júpiter. En el Códice de Dresden, los mayas tenían un almanaque
que desplegaba el ciclo completo de Venus, contando 5 series de 584
días, es decir 2,920 días, aproximadamente 8 años o 5 repeticiones del
ciclo de Venus.
El lucero vespertino, visible poco después del ocaso nos
sorprende por su bello fulgor plateado; debido, por supuesto, a la
reflexión de los rayos solares sobre su atmósfera (albedo). Venus, el
astro mas brillante del firmamento luego del Sol y la Luna, cuyo brillo
cautivó por su belleza a los antiguos griegos y le bautizaron con el
nombre de Afrodita (Venus para los romanos), es un planeta
morfológicamente similar a la Tierra, con casi su mismo diámetro
ecuatorial y casi su misma masa; gira en torno al Sol en 224 días y rota
sobre su eje en 234 días (la Tierra lo hace en 24 horas). El largo
período de rotación de Venus, ocasiona que su disco, visto desde la
Tierra, presente fases como la Luna. Es el segundo planeta del

61
Sistema Solar, a tan solo 108 millones de kilómetros del Sol y carece,
como Mercurio, de satélites o lunas.
La atmósfera ultradensa de Venus está compuesta mayormente
de dióxido de carbono y gases sulfurados, cubriendo todo el planeta
con espesas nubes de hasta 90 kilómetros de altura respecto a la
superficie. Por ello la imagen de Venus en los telescopios terrestres no
muestra detalles de su superficie y solo mediante el uso de filtros
podemos visualizar el movimiento de su atmósfera. Las nubes poseen
cristales altamente reflectantes que dejan pasar la luz infrarroja hacia la
superficie y actúa como los invernaderos: dejan pasar la luz y el calor y
no permite su salida al exterior; razón por la cual la temperatura en la
superficie del planeta Venus es extremadamente alta: cercana a los
450 Celsius. Contribuye a ese efecto invernadero la existencia de
volcanes activos: como los Montes Maxwell, de 10 kilómetros de altura.
La densa capa de nubes y el alto peso molecular de sus
componentes hacen que la presión atmosférica del planeta, a nivel de
su superficie, sea varias decenas de veces la terrestre, aplastando
literalmente las primeras naves autómatas que se posaron en su
superficie, los navíos soviéticos Venera 7 y 8, que “Avenuzaron” en
diciembre de 1970. Las siguientes sondas espaciales Veneras, de la 9
a la 14, transmitieron a la Tierra imágenes del cielo anaranjado de
Venus, compuesto de aerosoles sulfurosos. El dióxido de carbono,
principal componente de la atmósfera, junto al efecto invernadero
desecaron el planeta; el cual carece de agua, y por supuesto, de
formas de vida.
El clima infernal de Venus nos ilustra el futuro del clima terrestre
si permitimos que continué la polución de nuestro cielo azul por las
emanaciones de gases a la atmósfera, debido a la cremación de
combustibles fósiles y a la presencia creciente de aerosoles, de las
chimeneas industriales, entre otros contaminantes.
Resulta una ironía de la cultura que el astro símbolo del amor y
la belleza, externamente de radiante luminosidad, sea también en su
interior, un infierno insufrible.

62
II. 3 LA TIERRA UN CARRUSEL

La Tierra gira sobre su eje en forma similar a como lo haría un


trompo y tarda alrededor de 24 horas en completar una revolución. Al
mismo tiempo se mueve a través del espacio, en su viaje anual
alrededor del Sol. La rotación se aprecia en el cielo estrellado a través
del semicírculo que describen las estrellas en la cercanía del polo
norte. Las estrellas próximas al eje de giro se dicen circumpolares,
pues en la actualidad el eje de la Tierra apunta a la polar. En distintas
localidades sobre la superficie terrestre la estrella polar tiene diferentes
alturas respecto al horizonte. En el polo norte la estrella polar esta
ubicada en el cenit o punto más alto del cielo, en el ecuador en cambio,
la estrella polar esta justo sobre el horizonte.
Una de las características especiales de nuestro planeta
consiste en que el eje alrededor del cual gira sobre si mismo no es
perpendicular al plano de su órbita solar, sino que la órbita está 23,5
grados inclinados respecto a la vertical.
¿Cómo medir el lapso que demora nuestro planeta en completar
un año?, si lo medimos respecto a las estrellas “fijas” (año sideral)
obtenemos un lapso de 20 minutos mas largo que si lo medimos como
el tiempo que demora la Tierra en regresar al mismo equinoccio (año
trópico). Los equinoccios son los dos puntos de la órbita de la Tierra en
los cuales la inclinación de ésta es paralela al Sol, y en consecuencia
son las únicas dos veces del año donde el día y la noche tienen igual
duración. Ya el astrónomo Griego Hiparco, en el 125 a.c., notó que en
efecto los equinoccios se desplazaban respecto a las estrellas lejanas
(“fijas”). Esa precesión o cabeceo es similar al que presenta un trompo,
cuyo eje de rotación parece dibujar un círculo.
Así, además de la rotación y traslación de la Tierra, tenemos
otro ciclo natural de 25.800 años, el ciclo que describe la precesión del

63
eje terrestre. Ese desplazamiento relativo es el responsable que en la
actualidad el eje de la Tierra apunte hacia la estrella polar, y dentro de
14.000 años el eje terrestre señalará a la estrella Vega en la
constelación de Lira.
Es claro pues que en la época de Hamenotec (arquitecto
constructor de la pirámide de Keops), hace unos 4.500 años, el norte
era señalado por la estrella Thuban o Alfa Dragón. El del primer
pasadizo de Keops, la Gran Pirámide de Egipto, conocido como siringa,
estaba orientado en dirección a Thuban, la estrella polar de la época’
en los años 2123 a.C. y 3440 a.C. Se cree que la pirámide fue
inaugurada oficialmente en el equinoccio de otoño del año 2170 a.C.
pues además de la orientación del pasadizo a la estrella Alfa Dragón,
las Pléyades se encontraban en la vertical de la pirámide. Este hecho
no se repite hasta que se repita el círculo de la precesión.
Debe señalarse que en realidad el circulo que describe el eje
terrestre en el periodo de 25.800 años no es perfecto, de hecho
presenta pequeñas fluctuaciones u ondulaciones (nutación)
ocasionadas por las fuerzas de “torsión” del Sol y la Luna; efecto que
en resumen es consecuencia de la no esfericidad de la Tierra. En el
caso de un trompo común el eje precede en la misma dirección que la
rotación, por el contrario la presesión del eje terrestre tiene un sentido
opuesto (retrógrado) a la rotación del planeta, de allí que estrictamente
la Tierra no se mueva como un trompo. La inclinación de la Tierra en
su órbita ocasiona que la luz del Sol no sea uniforme sobre el globo ni
permanente a lo largo del año, ello es la causa de las estaciones y por
ende es la causa de que, en general, los días resulten más largos que
las noches en el hemisferio norte (Venezuela) durante el Verano y las
noches más largas que los días durante el invierno. Así, no todos los
días del año amanece a la misma hora, el inicio de la aurora civil
comienza por ejemplo a las 5:42 en el mes de Junio y a las 6:22 en
diciembre.
Un ejercicio a mis lectores mas curiosos, si la pirámide de
Keops fue orientada astronómicamente ¿a que hora debió ser
inaugurada para que se observara Thuban por el pasadizo?

64
II.4 MISTERIOS SELENITAS

El astrónomo y físico francés D.F. Arago (1786-1853) en su


"Historia de mi Juventud" explica esta divertida anécdota: Al ingeniero
de minas Hassenfratz, que era profesor de la Escuela Politécnica bajo
el reinado de Luis XVIII, le habían perdido toda clase de respetos los
alumnos, por su mal carácter y su falta de preparación. Un día, con un
tono que no auguraba nada bueno, llamó a la pizarra al alumno
Leboullenger:
.-Monsieur Leboullenger, le dijo, ¿ha visto usted la Luna?
-No, señor.
- ¡Cómo!, ¿dice usted que no ha visto nunca la Luna?
- No puedo sino repetirle mi respuesta: No, señor.
Fuera de sí y viendo escapársele su presa por esta respuesta tan
inesperada, el profesor se dirigió al inspector encargado de la
disciplina: - Señor, aquí tiene usted a monsieur Leboullenger que
pretende decirnos que no ha visto nunca la Luna.
- ¿Qué quiere usted que yo le haga? respondió el inspector.
Fracasado por aquí, el señor Hassenfratz se volvió hacia el alumno,
que se mantenía imperturbablemente serio, en medio del inenarrable
regocijo de todo el auditorio, y le gritó colérico:
- ¿Persiste usted en sostener que no ha visto nunca la Luna?
- Señor, aunque es verdad que no la he visto nunca, ¡mentiría si le
dijese que no he oído hablar nunca de ella! …

65
Los seis vuelos tripulados a la Luna entre diciembre de 1968 y
diciembre de 1972, se suponía que iban a contestar todas las
preguntas acerca de la Luna; pronto descubrieron que la Luna no
quería descubrir sus secretos tan fácilmente. Apenas en años reciente
se ha podido analizar muy detalladamente la composición de su tenue
atmósfera de sodio-potasio de unos pocos kilómetros de altitud.
Durante los años 60, la NASA envió una serie de sondas Orbiter 1 al 5
para realizar una cartografía detallada, con el propósito de preparar los
alunizajes Apollo.
Pero dejaron una zona cerca del polo sur lunar donde la calidad
de las imágenes era muy defectuosa, identificada en los mapas como
la "Luna incógnita" donde hay unas montañas muy altas y unos
cráteres muy profundos (el más profundo, llamado Newton, tiene más
de 9 mil metros de profundidad), se sospechaba de que algunos
cráteres pudieran tener sus suelos en sombra permanente. La Luna
incógnita quedó desconocida hasta la llegada de la sonda Clementine
en febrero de 1994, capaz de observar en el infrarrojo y cartografiar la
superficie por radar. Clementine descubrió que, dentro de la vieja
cuenca Aitken, uno de los mayores cráteres de la Luna, existe una gran
superficie, equivalente a 300 km de diámetro, en sombra permanente.
Dentro de esta zona la temperatura puede alcanzar cotas de
hasta 230 Celsius bajo cero. En marzo de 1998 se anunciaba que la
sonda Lunar Prospector había detectado hielo dentro del cráter Aitken.
¿Como llego el hielo a la luna? El mecanismo seria los impactos de los
cometas que expulsaría 100 millones de veces más masa de gas que
la tenue atmósfera que existe actualmente, este gas se escaparía al
espacio de inmediato. Sólo el hielo en las zonas polares se quedaría
allí fijo.
Hay zonas en la Luna que tienen agua, y otras con temperatura
templada. También sabemos que los microbios pueden sobrevivir en la
Luna. Cuando los astronautas del Apollo 12 visitaron al Surveyor 3 en
un cráter cercano a su punto de alunizaje, recuperaron piezas de la
sonda, incluyendo una parte de su cámara. La sonda no había sido
esterilizada antes de lanzarse y, al analizar los fragmentos de la sonda,
se encontraron microbios viables que habían sobrevivido dos años en
la superficie de la Luna sin sufrir ningún tipo de daño. Hay evidencia de
fenómenos transitorios en la superficie lunar, análogos a géiseres,
Parece que después de todo, tampoco hemos visto la Luna. ¿Estamos
hoy día más adelantados que monsieur Leboullenger?

66
II.5 MARTE: UNA CAJA DE PANDORA

Con el nombre de Ares, dios de la guerra para los griegos, o de


Marte para los romanos, se bautizó uno de los astros “errantes”
(planetas) que se mueven en el cielo respecto al fondo estrellado; quizá
por su color rojizo que evoca la sangre, alegoría de la guerra. El
llamado planeta rojo ha servido para inspirar la imaginación de quienes
creen en “platillos voladores” y seres extraterrestres, desde el
astrónomo norteamericano Percival Lowell, quién creyó ver una red de
canales surcando todo el planeta y de la publicación de la obra
“Pluralidad de los mundos habitados” de su colega Francés Camilo
Flamarion; hasta los recientes hallazgos de un meteorito con
estructuras supuestas bacterias fosilizadas que se cree proveniente de
Marte.
Sabemos en realidad que el planeta Marte es un mundo de casi
la mitad del tamaño del nuestro, donde un día transcurre en casi
veinticuatro horas como en nuestro mundo, con un cielo anaranjado
salvo en el ocaso que luce azulado. Durante el año marciano, de
duración doble del nuestro, presenta estaciones y ocasionalmente,
según se evidencia por la observación telescópica, cambia de
tonalidad. Los cambios de coloración de naranja a pardo e incluso
verdoso, inicialmente se asociaron a la supuesta vegetación marciana,
hoy sabemos que son tormentas de vientos y polvo.

67
Con sus dos pequeñas lunas amorfas: Fobos y Deimos (de las
voces homónimas griegas que significan Terror y Miedo) las noches
marcianas deben ser un espectáculo porque su tenue atmósfera
compuesta principalmente de dióxido de carbono apenas si filtra la luz
del cielo nocturno. Las lunas o satélites de Marte pudieron ser
asteroides atrapados por la gravedad del planeta.
La existencia de gigantescos volcanes como el “Monte Olimpo”
de un área similar a Inglaterra y una altura tres veces mayor que el
Everest evidencia una antigua actividad geológica que junto a los
grandes cañones como el “Valle Marineris” evocan un pasado remoto
donde el agua era abundante, la atmósfera más densa y las
temperaturas mucho menos inclementes. Hoy el agua esta congelada a
–63 celsius en las regiones polares mezclada con hielo seco; en forma
de tenue escarcha debajo de decenas de centímetros de polvo de
hierro esparcido sobre su superficie o formando parte marginal en las
nubes blanquecinas que pueblan el horizonte marciano.
En suma Marte es, en la actualidad, muy parecido a un desierto
gélido como la Antártida. ¿Fue siempre así o hace varios millardos de
años albergó vida? la controversia continúa, atizada por los hallazgos
del meteorito Marciano con supuestas bacterias fósiles. ¿Y si existió
alguna forma de vida, pudo tal vez, solo tal vez, evolucionar para
adaptarse a las condiciones actuales?.
La sonda Pathfinder y su vehículo exploratorio Sojourner
confirmaron allá en 1997, que las condiciones existentes no parecen
albergar vida, al menos como la conocemos. Pero los accidentes de las
pérdidas de los Orbiter, navíos especiales para la búsqueda detallada
de vida en Marte; justo minutos antes de su amartizaje levantaron
suspicacias a finales a finales de 1999. Suspicacia que incluso
evocaron las propagandas televisivas de una famosa marca en la cual
unos hombrecillos verdes engañaban a los terrícolas con imágenes
falsas de la superficie marciana obtenidas de una fotocopiadora.
La búsqueda de vida inteligente tanto en el Cosmos como en el
ambiente político nacional, ciertamente, es todo un problema:
presumimos que existe pero no tenemos evidencias de ello.

68
II.6 LA OPOSICION DE MARTE.

Marte, el planeta rojo, se suele asociar imaginativamente con la


sangre y el fuego; mas propiamente con la guerra, desde tiempos
inmemoriales. Las primeras civilizaciones representaban en el
firmamento a sus deidades y sus mitos, entre mezclados con la
observación del cielo. Así, los primeros sacerdotes-astrónomos de
Babilonia descubrieron que solo cinco astros, además del Sol y la
Luna, cambiaban su posición respecto a las estrellas, estos astros
fueron denominados “errantes” ( planetas).
Cada uno de tales planetas visibles fácilmente a ojo desnudo
se asoció a cierta deidad (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno,
en la tradición Romana). No debe sorprendernos que los días de la
semana deban su nombre a estos siete astros que se mueven respecto
a las estrellas: Domingo por el Sol, Lunes o Luna, y los cinco planetas:
Martes por Marte, Miércoles por Mercurio, Jueves por Júpiter, Viernes
por Venus y Sábado por Saturno.
Hoy día sabemos que, además de los planetas nombrados,
Urano, Neptuno y Plutón también son planetas y todos ellos, junto a la
Tierra, orbitan alrededor del Sol. En particular el astro “errante” de tinte
naranja-rojizo se le atribuyó a la encarnación del Nergal Mesopotámico,
deidad asociada a la muerte en la guerra. Tal tradición paso a la Grecia
antigua con el nombre de Ares, y a la civilización Romana con el
nombre de Marte, suerte de deidad venerada por soldados y
mercenarios.

69
Resulta también, que los planetas orbitan alrededor del Sol con
diferentes períodos de revolución por lo que su cercanía relativa con la
Tierra cambia, y en consecuencia cambia también su brillo. Este efecto
es particularmente notable en los dos planetas contiguos a la Tierra:
Venus, segundo planeta del sistema Solar, y Marte, cuarto planeta, del
Sistema. Cuando la Tierra se encuentra en alineación relativa entre el
Sol y Marte, este resulta estar en la posición opuesta al Sol, de allí el
término Oposición. Durante la oposición Marte está relativamente mas
cerca de la Tierra y por ende resulta mas brillante en el cielo. Los
alineamiento (Oposiciones) de Marte y la Tierra no son todos iguales,
por cuanto la órbita de los planetas no son circulares sino mas bien
elípticas, vale decir como una suerte de óvalos con el Sol ligeramente
descentrado, y en consecuencia algunas veces el Planeta se acerca
más a la órbita Terrestre. Los astrónomos denominamos Oposición
perihélicas a las que ocurren cuando el Planeta está mas cerca del Sol,
en cuyo caso la distancia Tierra-Marte se hace mínima y su brillo y el
diámetro aparente del planeta es máximo, cosa que ocurre cada 15 o
17 años. El fenómeno es más notable si la Tierra también está en su
punto mas cercano al Sol, y esa doble coincidencia si que es singular,
se repite solo una vez cada 59.619 años, como ocurrió exactamente el
pasado 28 de Agosto del 2004, por vez primera en la historia de la
Humanidad.
Las civilizaciones antiguas le atribuían un carácter mágico a los
cambios de brillo de Marte, ocasionales o imprevistos para la ciencia de
la época y por ende les atribuían significado de confrontación y guerra.
Hoy día sabemos que este cambio de luminosidad son un fenómeno
periódico predicho por las leyes del movimiento planetario. Para
quienes piensan aún en un significante alegórico entre la presencia de
Marte, Dios de la Guerra, y las coyunturas actuales, llámense o no
revoluciones. Huelga deciros que también observe muchas otras veces
a Marte en la Oposición, sin correlatos apocalípticos, siendo las más
antigua que yo recuerde, la ocurrida en Agosto de 1971.

70
II.7 FOBOS Y DEIMOS.

Miedo y Pánico, o Fobos y Deimos, son las dos enigmaticas


lunas de Marte. Descubiertos telescópicamente en agosto de 1877 por
el astrónomo estadounidense Asaph Hall. Su color oscuro, pequeñas
dimensiones, giro rápido y cercanía al resplandor rojizo de Marte
determinaron que durante cien años no se supiera casi nada de estos
singulares mundos Fobos,la mayor de las dos lunas, orbita a menos de
6.000 kilómetros de altura, tarda ocho horas en rodearlo. Se le
calculaba un diámetro de unos treinta kilómetros, por lo cual no podía
ser esférica. Deimos, de la mitad del diámetro de Fobos, orbita a más
de 20.000 kilómetros de Marte y emplea 1,3 días para dar una vuelta
completa.
Los orbitadores de las sondas Viking tomaron en 1977
imágenes en gran detalle que revelaron que Fobos estuvo a punto de
ser desintegrado por el choque de un meteorito que le causó una
enorme cicatriz: el cráter Stickney. Con un tamaño aproximado de diez
kilómetros, se trata de uno de los mayores cráteres respecto al cuerpo
impactado del Sistema Solar. Asimismo, esa colisión podría ser
también la causante de las fracturas y grietas paralelas que se
aprecian. Más recientemente, la Mars Global Surveyor de la NASA, en
2001, y la europea Mars Express, en 2004, han mostrado que la
superficie está cubierta por una densa capa de un polvo fino similar al
regolito lunar. De un metro de espesor, seguramente es el resultado del
efecto de “erosión” de la radiación solar. Sin embargo permanece el
misterio de cómo el detritus de polvo (regolito) pueda mantenerse sobre
la superficie de un cuerpo cuya fuerza de gravedad es tan débil. En la
Tierra se requiere que la velocidad de un cuerpo sea de 11 000 m/s
para escapar de la atracción gravitatoria del planeta, pero en Deimos

71
esa velocidad limite (velocidad de Escape) es solo 10 m/s, que equivale
a decir que, en ese mundo, un astronauta podría lanzar una roca con la
mano y sacarla de Deimos, convirtiéndola en un satélite artificial.
Otra de las características más singulares es que Fobos, visto
desde Marte, sale por el oeste, cruza rápidamente el cielo, y se pone
por el este. Como su órbita es tan cercana al planeta, da tres vueltas a
su alrededor en el tiempo que éste gira una vez sobre sí mismo.
Además, se ha calculado que las fuerzas de marea de la gravedad
marciana están frenándolo y atrayéndolo a razón de unos dos metros
por siglo. Cuando un cuerpo sólido se aproxima a una cierta distancia
de un planeta (el llamado límite de Roche) se desintegra en fragmentos
debido a las fuerzas de marea y forma un anillo de material en su
órbita. Si Fobos continúa yendo hacia Marte, en menos de cincuenta
millones de años alcanzará ese límite y se descompondrá.
El aspecto de Deimos no es tan interesante, o conocido. Su
posición, tres veces más alejada de Marte, ha impedido a los
orbitadores espaciales tomar otras imágenes significativas de este
satélite además de las de las Viking en los años setenta.
La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que
probablemente el efecto gravitatorio de Júpiter expulsó los asteroides
hacia el interior del Sistema Solar, donde fueron atrapados por el
Planeta Rojo. Lo que se desconoce es cómo un planeta relativamente
pequeño como Marte pudo capturar los dos cuerpos errantes. Algunos
astrónomos especulan con que, hace unos dos o tres mil millones de
años, cuando había agua líquida en su superficie, una atmósfera
marciana mucho más densa que la actual los aerofrenó.
Tanto Fobos como Deimos están formados por rocas poco
densas de compuestos de carbono. Su espectro es muy similar al de
los asteroides más comunes, los de tipo Condriticos. Es posible que
también contengan hielo de agua. A finales de 1988, algunos datos
obtenidos por la sonda soviética Phobos 2 revelaron una débil emisión
gaseosa procedente de Fobos, posiblemente a la sublimación del agua.
Lástima que una avería de su ordenador la pusiera fuera de servicio en
marzo de 1989, estaba previsto que la sonda se aproximara hasta la
superficie para depositar dos pequeñas plataformas de experimentos.
Los malintencionados y supersticiosos han culpado a “hombrecitos
verdes” para explicar los constantes fracasos en los intentos de
exploración de Marte. La verdad es que la incompetencia y los errores
humanos no necesariamente son Universales.

72
II.8 ZEUS EN LA OPOSICION.

Zeus en la mitología griega, o Júpiter en la mitología romana,


representa al jefe del Olimpo o dios de dioses; hijo del dios del tiempo:
Cronos (según los griegos o Saturno según los Romanos). Antes de la
popularización de la escritura, en los albores de la cultura greco-
romana los dioses y su hazañas se plasmaron en el firmamento para
preservar las tradiciones orales. Así a cada uno de los cinco planetas
visibles a ojo desnudo se les asignó el nombre de dios. Venus o
Afrodita encarnó el lucero matutino por ser el mas hermoso, Marte o
Ares representó por su tinte rojizo al dios de la Guerra, Saturno más
débil en brillo y muy lento en el movimiento aparente sobre la bóveda
celeste representó al dios más viejo y lerdo: Cronos, el padre de Júpiter
La posición relativa de los planetas, respecto a la Tierra, cambia
continuamente y en consecuencia hay ocasiones en las que un planeta
está ubicado 180° respecto a la posición aparente d el Sol (oposición) o
se alinea con ángulo de 0°, denominado conjunción. Cuando un planeta
exterior como Júpiter, está en oposición su distancia efectiva a la Tierra
es mínima unas 4,1 veces la distancia Tierra-Sol (caso de Júpiter) y el
planeta luce mucho más brillante. Está es la ocasión para observarlo
con pequeños telescopios y binoculares, y estudiar sus bandas
atmosféricas y la Gran Mancha Roja de la zona sur tropical, que se
supone es un huracán permanente sobre la superficie gaseosa del

73
mayor de los planetas del sistema solar (317 veces más pesado y 11
veces más grande que la Tierra).
Galileo Galilei demostró que no todos los cuerpos giraban
alrededor de la Tierra, observando con su primitivo telescopio los
cuatro mayores satélites de Júpiter: Io, Europa, Ganímedes y Calixto
durante la oposición del 7 de enero de 1610. Fue en la oposición de
1676 cuando Röemer determinó por vez primera la velocidad de la luz,
midiendo el retraso de los eclipses de lo por el planeta Júpiter. Más
recientemente, en la oposición de 1997 el telescopio espacial Hubble
capturó imágenes del satélite joviano Europa, confirmando que el
mismo posee océanos de agua y una superficie de hielo; además que
su atmósfera es muy similar a la existente en la Tierra hace millones de
años. Cuando se gestaron los primeros seres vivos (coacervados).
Hoy día la luna Europa, junto a la luna Titán de Saturno y el
planeta Marte, son los candidatos más seguros para la confirmación de
la vida microbiana extraterrestre. La exploración de estos astros nos
ayuda a comprender mejor las leyes de la naturaleza, por lo que se
justifica el envío de las sondas espaciales Cassini, que arribaron allá en
1999 y 2001. Las condiciones geológicas y climáticas extremas de esos
mundos permiten poner a prueba los modelos y teorías de la tectónica
de placas de la corteza terrestre, los modelos climáticos de la
atmósfera y la relación entre campos magnéticos y viento solar.
Si al comienzo de estas noches, amigo lector Ud. observa un
lucero muy brillante hacia el este de la ciudad será el planeta Júpiter en
la oposición, piense que él encarna un cúmulo de historia humana, de
siglos de sesudas investigaciones sobre la naturaleza del espacio y de
la luz, y de la esperanza de que no estemos solos en el cosmos. Estas
reflexiones ayudarán a valorar la aventura del pensamiento y de la
creación humana en la búsqueda de lo imperecedero: la trascendencia,
por encima de las limitaciones cotidianas y la inmediatez.

74
II.9 SATURNO: LA JOYA DEL FIRMAMENTO

La ilustración muestra al sexto de los planetas del Sistema


Solar, tal y como se observa a través de un telescopio mediano. Incluso
con solo unos binoculares ya evidencia sus anillos característicos,
suerte de miles de partículas de roca y hielo, de 10 cm de tamaño
promedio que circulan a su alrededor reflejando la luz solar y le
confieren la apariencia de un disco sólido. Una imagen ampliada de los
anillos evidencia pronto la existencia de tres zonas definidas (llamadas
anillos A,B y C) y al menos una zona oscura entre ellos (división de
Cassini).
El planeta Saturno es visible a ojo desnudo y conocido desde la
antigüedad, pues como el resto de estos astros “errantes” parece
cambiar de posición durante el año respecto del fondo de estrellas.
Como Saturno es el sexto planeta del Sistema Solar su órbita es muy
larga (está 10 veces mas alejado del Sol que nuestro planeta) y parece
moverse en el cielo muy lentamente; de hecho demora cerca de 30

75
años en dar una vuelta alrededor del Sol. El lento movimiento aparente
de Saturno le confirió su nombre, que según la imaginación helénica
corresponde a un dios anciano y por ello de lento andar. Según la
mitología Saturno es el padre de Zeus (Júpiter de los Romanos).
En ocasiones, con buenos instrumentos ópticos, puede
divisarse también una trémula “estrellita” en las cercanías del planeta,
se trata de Titán, la mayor de las 27 lunas que rodean al planeta. Titán,
descubierta en 1655 por Christian Huygens, tiene casi el tamaño de la
Tierra y, para sorpresa de todos, su atmósfera y superficie son muy
parecidas a la de nuestro planeta, siendo este el segundo astro con
mayores posibilidades de albergar algún tipo de vida en nuestro
sistema Solar.
Saturno es más grande que la Tierra, del orden de 9 veces en
diámetro y de 95 veces en masa, sin embargo su densidad o relación
de masa-volumen es 0,7 veces la del agua; si pudiéramos colocarlo
encima del océano, Saturno flotaría. Está constituido principalmente
por gases y se supone que solo su núcleo es rocoso. Estos gases o
atmósfera se mueven en torbellinos y nubes, a veces visibles en franjas
o manchas coloreadas sobre su superficie, debidos además al rápido
giro del planeta en solo 11 horas.
El movimiento de las nubes de Saturno ha sido modelado por
medios computacionales, usando las ecuaciones básicas de la física
atmosférica y meteorología. Los programas computacionales,
diseñados para procesos extremos pueden ser usados en la
comprensión de los procesos atmosféricos Terrestres, no en balde una
compañía de software, se promocionaba hace algunos años, con el
eslogan: “observando a Saturno sabemos cuando lloverá en Sevilla”.
¿Será que Saturno nos podrá decir algo sobre lo que ocurrirá en
nuestro entorno? habrá que mirar por si acaso.

76
II.10 URANO: UN MUNDO AL REVES.

El séptimo planeta del Sistema Solar es un mundo gigante,


gaseoso y extraño. Descubierto por Williams Herschell, astrónomo
aficionado y músico ingles de profesión; la noche del 13 marzo de
1781, y equivocadamente catalogado primeramente como “la estrella
del Rey George”. Su contemporáneo, el astrónomo J.E. Bode, calculó
su orbita y le bautizo con el más antiguo de los dioses griegos: Urano.
Distante del Sol 19 veces mas que la Tierra, resulta en un
mundo gélido con temperatura cercana a 200 Celsius bajo cero. Su
masa 14,5 veces mayor que la Tierra le permite una atmósfera liviana,
de Hidrógeno y Helio; gases que escaparon de los planetas interiores
y rocosos como el nuestro, durante la formación del sistema solar. Con
tamaño cuatro veces superior y gran cantidad de gases livianos tiene
una densidad de solo una fracción de la terrestre. Las sondas Voyager
detectaron en 1986 varias nubes blanquecinas de hielo de Metano en
una atmósfera de Hidrógeno, además de una mancha oscura (Dark
Spot) similar a la Gran Mancha Roja de Júpiter; suerte de ciclones
permanentes en las turbulentas atmósferas de los planetas gigantes.
Urano es un mundo que “gira” al revés (retrógrado), en el
sentido que su eje de rotación respecto a su órbita es de 98°, de allí
que el movimiento aparente del Sol en ese mundo sea realmente
extraño, lo mismo que sus estaciones. Durante el verano, del
hemisferio norte de Urano, el Sol permanece estacionario como lo hace
la estrella polar en nuestro planeta. A la vez el hemisferio Sur
permanece en una noche eterna durante todo casi 22 años terrestres.

77
En el invierno la situación se invierte: el hemisferio norte permanece en
una eterna noche mientras que el sur se calienta por otros 22 años. En
primavera el Sol se vería saliendo por el oeste y ocultándose por el
este, travesía que efectúa en solo las 17,2 horas que dura la rotación
de ese planeta; en el otoño en cambio el Sol sale por el Este y se
oculta por el Oeste (como en la Tierra). Sigue siendo un misterio
porque este planeta gira respecto a su eje “acostado” en su orbita; se
especula sobre encuentros y colisiones con asteroides o con
influencias gravitacionales de otras estrellas en la travesía del Sol
alrededor de la galaxia.
Más extraño es su campo magnético, 75 veces mas poderoso
que el terrestre, inclinado 60° respecto a sus polo s geográficos. Por tal
motivo las partículas atómicas cargadas del “viento solar” interactúa
con la atmósfera del planeta y genera inmensas “auroras boreales”,
visibles en las latitudes ecuatoriales de Urano. Sorprende que ese
campo magnético no esté centrado en el núcleo líquido del planeta,
sino desplazado lateralmente. Comprender la dinámica y el
magnetismo de Urano es importante para desentrañar el misterio del
campo magnético de la Tierra, me refiero a que el campo magnético de
la Tierra ha invertido varias veces su polaridad de forma recurrente;
según lo atestigua el magnetismo remanente de la cordillera sumergida
del fondo del atlántico. ¿Que ha causado estas oscilaciones periódicas
del campo magnético de la Tierra? Y ¿ como han afectado al clima
terrestre a lo largo de las eras geológicas?.
Para completar el cuadro de este mundo bizarro están sus
anillos similares a los de Saturno, descubiertos apenas en 1977. A
diferencia de los otros sistemas de anillos, los de Urano son elípticos
en lugar de circulares. La estabilidad de las partículas de polvo y hielo
de los anillos apenas es mantenidas por una media docena de lunas
muy pequeñas y rocosas que, como pastores arreando ovejas,
mantienen la precaria estabilidad gravitacional. Además están sus
cinco lunas mayores: Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberon;
conocidas desde el siglo XVIII; todas menores que la mitad de la
nuestra, rocosas y cubiertas de hielos de agua y metano. Las
fotografías del Voyager II muestran gran heterogeneidad geológica en
la superficie de Miranda, de apenas 420 km de radio. Dada la
diversidad incomprensible de características geológicas de Miranda,
contradictorias e imposibles, los científicos de la NASA han concluido
que “sin duda alguna es el resultado del diseño de un Comité”.

78
II.11 “HA VISTO EL NUEVO PLANETA EN
LA PUNTA DE SU PLUMA”

Así refirió el astrónomo francés Arago, el descubrimiento del


planeta Neptuno por Le Verrier, en septiembre de 1846. No era para
menos, Urbain-Jean-Josepph Le Verrier había podido resolver 33
ecuaciones acopladas sobre las perturbaciones de la orbita de Urano y
predecir acertadamente la posición de un planeta, hasta entonces
nunca visto. En las memorias presentadas, de más de 700 páginas, y
por ende el trabajo científico más extenso del que se tenga noticias, Le
Verrier teorizó la existencia del 8vo. Planeta del Sistema Solar. La
comprobación por parte de Johann Galle del Observatorio de Berlín,
constituyó un hito sin precedentes y una absoluta confianza en la
formulación matemática de la Mecánica Newtoniana.
Si bien es cierto que, en forma independiente, el joven
estudiante John Adams había calculado la existencia y posición del
planeta un año antes, no es menos cierto que la noticia no fue difundida
porque sus maestros George Airy y Sir Charlles Director del
Observatorio de Greenwich no le dieron credibilidad a las predicciones
de su discípulo. También Galileo le observó como una estrella de
fondo, cercana en posición aparente cerca de Júpiter, según aparece
reflejado en sus notas de fecha 24 de diciembre de 1612 y enero 28 de
1613.
Por cierto que Le Verrier se opuso a que tal astro fuera
bautizado con su nombre y exigió que se siguiera la tradición de
emplear nombres de dioses Griegos. Urano no tenía más ascendientes,
siendo el padre de Saturno y éste el padre de Júpiter, por lo que se

79
escogió el nombre de Neptuno (Poseidón) dios de los mares y uno de
los hermanos de Júpiter (Zeus). Valga recordar que el otro hermano de
Júpiter es Plutón, de acuerdo a la mitología griega, el dios de los
infiernos y nombre del último de los planetas del sistema Solar.
Hoy día sabemos que Neptuno demora 164.8 años en
completar una revolución en torno al Sol, del cual dista 30 veces mas
que la Tierra. Al ser muy similar físicamente a Urano, con masa de 17
veces la de nuestro planeta y tamaño 4 veces mayor, su composición
es básicamente gaseosa de metano e hidrógeno, que le proveen una
característica coloración azul-verdosa a ambos mundos. Como Urano,
Neptuno tiene un sistema de anillos aunque menos brillantes, y una
temperatura atmosférica muy baja, unos doscientos grados bajo cero,
así como un fuerte campo magnético asimétrico, su centro no coincide
con el centro del planeta. Sus dos Lunas más importantes Tritón y
Nereida nos revelaron, a través del navío Voyager II en 1989, volcanes
criogénicos de nitrógeno y una superficie helada con cráteres antiguos.
Visto desde la Tierra, Neptuno luce como una trémula estrella,
sin características distinguibles. La ilustración de este artículo
corresponde al telescopio espacial Hubble en 1994, cuando se avistó la
Gran Mancha Gris, similar a la generada por tormentas permanente en
Júpiter y en Urano. Las nubes iridiscentes, verdosas y blanquecinas,
se deben quizás a cristales de metano y a la interacción del “viento
solar” con el campo magnético del planeta, similares a las auroras
boreales de la Tierra. La estructura de bandas, que se observa en la
atmósfera de Neptuno nos recuerda a las observadas en los demás
planetas gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno y Urano. Se teoriza que
son causadas por la combinación de la rápida rotación, 16 horas en
Neptuno, y los movimientos verticales de los gases (convección) desde
el interior del planeta mas cálido.
La historia de Neptuno demuestra varios aspectos de los
descubrimientos científicos. Por un lado el carácter predictivo de las
ciencias fundadas sobre bases conceptuales sólidas, como Le Verrier.
La verificación observacional de tales “especulaciones”, como de Galle.
Ilustra también que ningún descubrimiento ocurre propiamente por
azar, Galileo observó en 1612 a Neptuno, pero la falta de una
investigación exhaustiva no le permitió su temprano descubrimiento. Y
por último las preconcepciones humanas pueden interferir en los
avances científicos: Airy no supo darle crédito a su joven discípulo
Adams.

80
II.12 PLUTON Y PLUTINOS

En 1915 Percival Lowell en Arizona y luego en 1919 W.


Pickering de Mount-Wilson conjeturaron y calcularon la posición de un
planeta más allá de la órbita de Neptuno (8vo. Planeta del Sistema
Solar). Siguieron el conocido método que empleara cincuenta años
antes Le Verrier para “descubrir un astro en la punta de su pluma”
(descubrimiento de Neptuno), vale decir calcularon la posición que
habría de tener el hipotético planeta para “perturbar” gravitacionalmente
la órbita de los otros planetas conocidos. Le correspondió a Clyde
Tombaugh el honor del descubrimiento del Planeta Plutón a finales de
Enero de 1930. Él notó un punto que se desplazaba sobre el fondo
estrellado de las diversas placas fotográficas en la región del cielo
donde Pickering predecía la posición del nuevo astro.
Pero Plutón resultó ser mas bien un objeto pequeño, de menor
diámetro y masa que la Luna, y a diferencia de los planetas Júpiter,
Saturno, Urano y Neptuno, su composición es mas bien rocosa y
densa. Además la órbita de Plutón resulta anómala: es muy excéntrica
(alargada) y está inclinada con relación al resto de los planetas.
Durante 20 años, de los 250 años que demora Plutón en recorrer una
vuelta al Sol, Plutón se acerca más al Sol que el propio planeta
Neptuno.

81
Estas características orbitales de Plutón han servido para
conjeturar la existencia de otros Planetas aún mas alejados, así la
búsqueda se ha centrado en cuerpos de baja masa y tamaño pequeño
que parecen orbitar entre Plutón y el denominado Cinturón de Kuiper.
El cinturón de Kuiper es una región o anillo de desechos de rocas y
hielo situado a mas de 60 veces la distancia Tierra-Sol (60 Unidades
Astronómicas), del cual provendrían la mayoría de los cometas que
periódicamente “nos visitan”, como el caso del cometa Halley. En los
últimos años se han descubierto cerca de 40 objetos que pueblan el
cinturón de Kuiper.
Sin embargo otros objetos “pequeños” han sido detectados en
órbitas no circulares entre Plutón y el cinturón de Kuiper. El objeto
RQ20 se sitúa entre 36 y 60 unidades astronómicas de distancia al Sol
y posee unos 300 kilómetros de diámetro. También TL66 de solo 490
km de diámetro varía su distancia al Sol entre 53 y 130 Unidades
Astronómicas. Tales Objetos que, estando más allá de Plutón y quizá
mas cerca que el cinturón o anillo esférico de Kuiper se les ha
bautizado genéricamente como Plutinos y se consideran una clase
particular de asteroides. La ilustración nos muestra al último Plutino
descubierto, hasta ahora, y bautizado con las siglas EB173, tendría 600
km de diámetro (1/7 del tamaño de la Luna) y estaría orbitando a unas
40 veces la distancia Tierra-Sol.
Aún cuando EB173 es de menor tamaño que Plutón, es el
segundo asteroide más grande conocido (apenas menor que Ceres) y
trae de nuevo la controversia de que consideramos como planeta o
como asteroide. Quizá estos Plutinos, Plutón y su luna Caronte, y Tritón
la mayor luna de Neptuno compartan un origen común.

82
II.13 NÉMESIS Y SEDNA, EL DÉCIMO PLANETA

En los confines del sistema solar, los astrónomos han


descubierto un cuerpo misterioso, semejante a un planeta.
Investigadores de la NASA han descubierto el objeto más distante en la
órbita del Sol. Es un misterioso cuerpo tipo planeta, que está tres veces
más lejano de la Tierra que Plutón. "El Sol aparece tan pequeño desde
esa distancia que podría ocultársele por completo con la cabeza de un
alfiler", dice el Dr. Mike Brown, del Instituto de Tecnología de California,
jefe del equipo de investigación. El objeto, llamado Sedna en honor a la
diosa Inuit de los océanos, se encuentra a 13 mil millones de kilómetros
de distancia, en los confines del sistema solar
Esta es, probablemente, la primera observación de la hipotética
"nube de Oort", un sitio muy distante donde se encuentran pequeños
cuerpos helados, y que origina los cometas que cruzan por la Tierra.
Otras características notables de Sedna son su tamaño y su color
rojizo. Después de Marte, es el segundo objeto más rojo en el sistema
solar. Se calcula que Sedna es aproximadamente tres cuartas partes
del tamaño de Plutón. Sedna es, , el objeto más grande encontrado en
el sistema solar desde el descubrimiento de Plutón en 1930.
Brown, junto con el Dr. C. Trujillo, y el Dr. D.Rabinowitz de la
Universidad de Yale descubrieron el objeto tipo-planeta, o planetoide, el
14 de Noviembre del 2003.. A los pocos días, telescopios en Chile,
España, Arizona y Hawai confirmaron la existencia del objeto.
Sedna se encuentra extremadamente alejado del Sol, en la
región más fría de nuestro sistema solar, donde las temperaturas nunca
suben más allá de -240 grados Celsius. El planetoide es aún más frío
porque solo se acerca brevemente al sol durante su órbita solar de

83
10.500 años. En su máxima distancia, Sedna se encuentra a 130 mil
millones de kilómetros del Sol, lo cual es 900 veces la distancia de la
Tierra al Sol.
Los científicos utilizaron el hecho de que aun el telescopio
Spitzer no pudo detectar el calor de un objeto tan extremadamente
distante y frío para determinar que debe de tener menos de 1.700
kilómetros en diámetro, lo cual lo hace menor que Plutón. Combinando
los datos disponibles, Brown calculó el tamaño de Sedna en un punto
medio entre Plutón y Quaoar, un pequeño planetoide descubierto por el
mismo equipo en el 2002.
La órbita elíptica de Sedna no es parecida a nada observado
anteriormente por los astrónomos. Se asemeja a las órbitas previstas
para objetos que se encuentran en la hipotética nube de Oort -- una
reserva lejana de cometas. Pero Sedna está 10 veces más cerca que la
distancia pronosticada para la nube de Oort. Brown consideró que esta
"nube interna de Oort" podría haberse formado miles de millones de
años atrás cuando una estrella perdida pasó por el Sol, arrastrando
hacia adentro algunos de los cuerpos tipo cometa. "La estrella habría
estado lo suficientemente cerca para ser más brillante que la luna llena
y habría sido visible durante el día en el cielo por 20.000 años", explicó
Brown. Peor aún, habría desplazado a cometas más allá en la nube de
Oort, conduciendo a una intensa lluvia de cometas que podrían haber
hecho desaparecer algunas o todas las formas de vida que existieron
en la Tierra en esa época.
La Estrella elusiva, teóricamente responsable de varios
cataclismos simultáneos como la lluvia de asteroides en las lunas de
los planetas y el movimiento retrogrado de varios cuerpos el sistema
Solar, aun no se ha observado. Bautizada como Némesis, de existir
seria una elusiva Enana Marrón, de solo una fracción de la masa Solar
y suficientemente fría y lejana para existir solo en el limite infrarrojo (de
otro modo ya habría sido detectada). Por ahora la hipotética estrella
compañera del Sol, Némesis, nos recuerda al teórico planeta Vulcano,
invocado para explicar las anomalías de la orbita de Mercurio, antes de
la Relatividad General. Quizás Némesis no es más que, como muchas
veces en la historia de la Ciencia, la representación teórica, casi mítica,
de nuestra incapacidad de comprender los fenómenos naturales.

84
II.14 LA BOLA DE NIEVE SUCIA, LLAMADA HALLEY

Cada 76 años; un viajero cósmico surca el cielo, dejando tras de


si una estela luminosa producto de la evaporación progresiva de su
núcleo, compuesto de hielo y partículas metálicas, que al ser
calentadas se encandecen como un cocuyo en su paso por las
proximidades del astro rey. Su constitución es análoga a una bola de
nieve sucia.
Cada 76 años también el "Halley", deja tras su aparición una
multitud de presagios catastróficos y desgracias,.algunas veces porque
el temor del hombre hacia lo desconocido, nos lleva a asignarle
características mitológicas a los cuerpos celestes y otras veces, por la
necesidad humana de encontrarle explicación lógica a las calamidades
que nos afligen. Así los terremotos como el de México se cargan a
cuenta de Halley; pero lo cierto es que nuestro visitante periódico no
tiene nada que ver con estas calamidades. Año tras año, los terremotos
y otros desastres naturales se suceden sin que nuestro visitante se
encuentre cerca de la Tierra.
El Halley, al igual que nuestro planeta orbita alrededor del Sol,
sólo que lo hace en una órbita más aguzada (más elíptica e inclinada
respecto a la órbita terrestre) tardando 76 veces más tiempo que
nosotros en completar una vuelta entorno al Sol y acercándose a éste
100 veces más que la Tierra. Su origen es hoy asunto de discusión
entre especialistas; pero cobra fuerza la idea de que se formó junto al

85
resto de los planetas, solo que quedó atrapado en una "nube" de polvo
alrededor del Sol (Nube de Oort) y que estaría 1000 veces más lejos
que Plutón, el planeta más distante del Sol.
El Halley ,cuyo nombre lo recibió del Astrónomo Holandés A.
Halley quien calculó su órbita en 1.682, se habría desprendido de tal
nube, quedando “atrapado" en una órbita más cercana, de allí que
podamos verle periódicamente.
Con unos pequeños binoculares, un telescopio o un teodolito,
podemos ver un disco circular (coma), compuesto por vapor de agua y
gases de Carbono y Nitrógeno; esta "Coma" rodea al núcleo sólido del
cometa ( invisible por ser opacó).
Por efecto de la radiación solar la "coma" se va desprendiendo
al pasar el cometa cerca del Sol formando una cauda o “cabellera”de
partículas incandescentes que es recta y refleja la luz solar dándole un
tinte amarillento; los gases desprendidos por la "cola", como el dióxido
de carbono, se mezclan con otros aerosoles o partículas metálicas del
cometa y se vuelven de color azulado (acusando así una mayor
temperatura) tal y como lo hace el gas de una cocina casera. Se le
aprecia curva por el movimiento del cometa en las proximidades del
Sol. Al alejarse la "cola" va disminuyendo, porque el calor del sol, es
menor. La "cola", apunta siempre en dirección opuesta al Sol porque
las partículas y el Viento Solar la empujan hacia atrás, dándole el
aspecto que vemos.
En su última visita, el 24 de Febrero de 1986, en horas de la
madrugada el Halley fue avistado entre las Constelaciones Zodiacales
de Capricornio y Acuario, bastante cerca del horizonte, su observación
no llenó las expectativas del gran público porque la distancia relativa
cometa-Tierra fue mucho mayor que la de comienzos de siglo XX.
Si Ud. No tuvo la fortuna de ver el cometa Halley, no se
lamente, el propio Edmond Halley tampoco lo vio. El empleó la ley de
Gravitación de su amigo y colega Isaac Newton para demostrar que el
cometa observado por Galileo y Kepler en 1577 y el cometa aparecido
en 1682 era el mismo astro. Predijo así que volvería en 1758.
Desafortunadamente Halley falleciò en 1742, años antes de su llegada.
Newton murió en 1727 y tampoco lo observò. Nicolas de Lacaille
(1713-1762) le observó en Francia y honró la memoria de Halley.

86
II.15 PIEDRAS QUE CAEN DEL CIELO

Los meteoritos son partículas sólidas procedentes del espacio


que penetran en la atmósfera terrestre, donde se calientan de tal modo
que se convierten en gases incandescentes manifestándose como
"estrellas fugaces". Al cuerpo rocoso que produce el destello se le
llama meteorito, mientras que la estela luminosa se denomina meteoro.
La primera constancia de una caída de meteorito se remonta al
siglo V a.C. donde en las guerras del Peloponeso entre atenienses y
espartanos cayó un gran meteorito, que impulso la precaria paz entre
ambos por temor a la ira de Zeus. También Cristóbal Colón observó
una lluvia en su primer viaje a América, narrándolo así en su bitácora
"El 15 de septiembre cayó al mar un maravilloso racimo de fuego".
Lavoisier explicó erróneamente el origen de los meteoros en1792,
como producidos por "piedras terrestres alteradas por el rayo". A
finales de 1794 que el astrónomo francés Chlandi, quien explico el
origen espacial, comprobandolo en la lluvia de meteoritos de 1802 en
Orne. El mayor meteorito del mundo es el llamado "Hoba" de Namibia,
África del Sur. Es una masa de Hierro-Níquel de 2,74 x 2,74 x 0,97
metros que pesa 60 toneladas. Cayó durante tiempos prehistóricos y
fue hallado recién en 1920
Las lluvias de meteoros siempre salen de un radiante o zona de
la esfera celeste. Schiaparelli, en1860, atribuyó su origen al material
desprendido de los cometas, el cual sigue en la órbita del cometa,
creando así el llamado enjambre meteórico. Cuando la Tierra pasa por
el enjambre, entonces sus partículas atraviesan la atmósfera,

87
produciéndose en su evaporización, grandes destellos. También otros
meteoritos esporádicos se pueden atribuir a planetésimos que no se
formaron, quedando vagando por el espacio. Las radiantes meteóricas,
y las lluvias de estrellas se agotan con el tiempo debido, entre otras, a
la perturbación gravitacional de Júpiter y Saturno, lo que explicaría, la
extinción de algunas lluvias, como la de las Andromédidas asociadas al
cometa Biela o las Dracónidas del cometa Giacobini-Zinner. Aun
persisten las Perseidas, llegando hasta 110 meteoros por hora.
Los Cometas como restos antiquísimos de la nube que originó
al Sistema Planetario Solar, hace más de 6 mil millones de años, vagan
por el espacio. Algunos de estos fragmentos se sitúan en un anillo más
allá de Plutón, denominado el cinturón de Kuiper. Otros miles de
millones forman una suerte de cascarón esférico alrededor de nuestro
sistema planetario, a un año-luz de distancia. Esta suerte de “nube” de
escombros, fragmentos de polvo gélido y trozos amorfos de hasta
varios de kilómetros de largo es denominada la nube de Oort.
De la nube de Oort provienen la mayoría de los cometas, que
caen a órbitas mas internas cuando las perturbaciones gravitacionales
de los planetas y las colisiones mutuas de los fragmentos los empujan
hacia el Sol. También ocurre lo mismo con el cinturón de Kuiper. A
medida que su distancia al Sol disminuye se calientan evaporando la
superficie de estos, el viento solar empuja los restos de gas
incandescente formando una bella cola recta y azulada en dirección
opuesta al astro rey y otra estela de restos de polvo cometario de color
menos intenso (rojo y amarillo) es visible como traza curvilínea del paso
del cometa en las inmediaciones solares. A medida que el cometa
realiza varios “vuelos” rasantes en la proximidad solar su tamaño y
esplendor disminuye por la sublimación de los hielos y por las trazas de
material que se separan del él..
En ocasiones los meteoros son de tal tamaño que no terminan
de volatilizarse en la atmósfera e impactan la superficie terrestre, tal
fragmento es un meteorito. Los meteoritos son frecuentes, al año cerca
de una tonelada de ellos ingresa a la Tierra, cayendo en su mayoría al
mar. Solo en afortunadas ocasiones pueden impactar sobre la Tierra,
como en el caso de la lluvia de meteoritos del 9 de Octubre de 1992,
cuando un automóvil fue perforado por un meteorito de 12,4 Kg en
Peekskill, New York. Afortunadamente para el dueño del automóvil el
seguro se negó a pagar los daños, pero pudo vender al visitante
extraterrestre en varios miles de dólares!.

88
II.16 TROYANOS Y CENTAUROS

Entre las orbitas de Marte y Júpiter, a una distancia entre 2 y 4


veces la distancia Tierra-Sol, existe una zona inundada de fragmentos
rocosos, suerte de peñascos cósmicos de un planeta que no llego a
formarse, denominada el cinturón de asteroides. En el Observatorio de
Palermo durante la primera noche de 1801, el astrónomo Piazzi,
observó el primero y mas grande de tales fragmentos: Ceres, de
apenas 500 km de radio. Luego fue descubierto Palas, por Heinrich
Olbers el 28 marzo 1802, y sucesivamente muchos otros, hasta 133
objetos a finales de 1873. Son como pedruscos o planetesimales, de
escaso tamaño comparado con la Luna, amorfos en general y sin
suficiente masa como para albergar la más tenue atmósfera o
presentar actividad geológica. Uno de tales objetos, es el asteroide
Gaspra, fotografiado por la Sonda Galileo en 1991, que ilustra estas
líneas. En el cinturón principal de asteroides hay regiones casi vacías
denominadas Zonas de Kirkwood, porque las perturbaciones
gravitatorias de Júpiter catapultan a algunos asteroides y los arroja a
otras orbitas.
Hay mas de 1500 objetos en el cinturón principal, en orbitas
mas alejadas que el planeta Marte; y cerca de un centenar en orbitas
muy elípticas a distancias menores, son los Near-Earth Asteroids
(NEARs). Otro grupo de asteroides comparten la orbita de Júpiter,
como dos cortejos delante y atrás del planeta, formando un triangulo
equilátero. Se tratan de los asteroides Troyanos: Aquiles, Héctor,
Patroclo, Néstor, Eneas, Agamenón, Príamo, etc. Ubicados en los
llamados puntos de Lagrange de la orbita de Júpiter. Ya en 1772 el

89
físico francés había predicho que en toda orbita de dos masas ligadas
gravitatoriamente, podían coexistir en equilibrio otros cuerpos
compartiendo la misma orbita, siempre que su masa sean muy
inferiores a ambos; como es el caso de los Troyanos. Si existieran
objetos en los puntos de Lagrange de la orbita terrestre, sus masas
deberían ser menores al 1% de la Tierra. No se han observado aun.
Los Troyanos, e incluso los satélites de Marte, posiblemente se
originaron en el cinturón de Asteroides, bien por perturbaciones
gravitacionales o bien por colisiones.
En 1977, C. Kowal del Observatorio de Monte Palomar observó
un cuerpo aparentemente asteroidal situado entre las órbitas de
Saturno y Urano. En 1996, cuando alcanzó su mínima distancia al Sol,
empezó a desarrollar una coma, indicando que se trataba de un objeto
cometario, pero de tamaño desmesuradamente grande para tratarse de
un cometa, unos 170 km de diámetro. ¿Cometa o Asteroide?, por su
carácter dual se le bautizó luego como 2060 Chiron. Quirón (Chiron)
en la mitología clásica griega, es un centauro: mitad Caballo y mitad
hombre. Los Centauros en la mitología son los descendientes de unión
de Ixión, monarca cruel y violento en Tasalia (Grecia), y de una nube,
que simulando a Hera (esposa de Júpiter) fue creada por Júpiter para
engañarlo.
En la actualidad se conocen nueve objetos orbitando entre
Júpiter y Neptuno (incluyendo a 2060 Chiron y 5145 Pholus). Se ha
designado a esta clase de objetos como Centauros. Sus órbitas no son
estables, además de muy elípticas e inclinadas. Los Centauros son,
casi con toda certeza, cometas capturados en orbitas interiores.
Provenientes, como los cometas, de los confines del sistema solar, bien
de la nube de “fragmentos de roca de hielo sucias” llamada nube de
Oort, situada quizás a un año luz de distancia o bien de una zona
similar mas interna (entre 30 y 40 veces la distancia Tierra-Sol) llamado
el Cinturón de Kuiper, en él se han hallados varios centenares de
objetos con diámetros entre 100 y 900 km, desde 1992, estimándose
que en esta región pueden existir cerca de otros 30.000 similares.
Los residuos rocosos y de hielo de la nube primordial que
formó al Sistema Solar aun vagan en el espacio, migrando desde el
cinturón de Kuiper y desde el cinturón de asteroides por las vecindades
terrestres como los NEARS o por las vecindades de los planetas
gigantes, como Centauros y Troyanos.

90
II.17 LA LUNA DE FAUSTO.

Los Eclipses de Sol y de Luna han suscitado mitos, visiones


agoreras y expectación en los humanos desde el comienzo de la
civilización. Así la desaparición visual debida a la ocultación de un
astro por la sombra de otro ha servido para convencer a incrédulos y
profetizar hecatombes. No en vano el Apocalipsis narra como
comienzo del fin de los tiempos un eclipse de Luna “…vi a sí mismo
como abrió el sexto sello … se sintió un gran terremoto …y la Luna se
volvió toda como la sangre…”(San Juan 6, 12-13).
Los eclipses son fenómenos naturales bien conocidos que
ocurren periódicamente. Las antiguas civilizaciones de Asiria y Caldea
predecían tales eventos con gran precisión. Ello es debido a que los
movimientos de la Tierra alrededor del Sol y de la Luna alrededor de la
Tierra son movimientos periódicos regulados por las leyes de la
Mecánica Clásica, y aún cuando los antiguos Caldeos no habían
descubierto la formulación explícita de la Mecánica, habían notado la
regularidad de los eclipses por el acopio de decenas de años de
observación de los astros, la más de las veces por la presunta
vinculación de estos con mitos y deidades (astrología). Así, la regla
empírica de Saros indica que cada 18 años, 11 días y 8 horas se
repiten las condiciones para la ocurrencia de un eclipse, aún cuando no
se produzca sobre la misma región del planeta.
Particularmente la Mecánica Celeste se rige por las leyes de la
Gravitación Universal y sus consecuencias inmediatas: las tres leyes de
Kepler del Movimiento planetario. Ello dio lugar a la observación
científica de los astros (astronomía) a comienzos del siglo XVI. Gracias
a ellas podemos predecir las circunstancias de ocurrencia de los
Eclipses: entre dos y cinco Eclipses de Sol al año y no más de tres
eclipses de Luna al año. Para que acontezca un Eclipse de Luna es

91
necesario que la Luna penetre en el cono de sombra de la Tierra, para
lo cual la Luna estará en fase de Luna Llena o en “oposición” al Sol,
análogamente para que acontezca un Eclipse de Sol es menester que
la Luna esté entre la Tierra y el Sol (en conjunción) lo que equivale a
decir que la Luna debe estar en fase de Luna Nueva.
Las condiciones anteriores son necesarias pero no son
suficientes. Cada mes la Luna está una vez en fase Llena y una vez en
fase Nueva y sin embargo los eclipses no ocurren todos los meses. Se
requiere también que el cono de sombra de la Luna alcance la Tierra
para que se produzca el eclipse de Sol o que la Luna atraviese el cono
de sombra de la Tierra para que acontezca un eclipse de Luna. Como
el tamaño de la sombra de la Tierra sobre la Luna es de menor tamaño
que la propia Tierra el eclipse de Luna solo es visible en una cierta
región del planeta. Similarmente la visibilidad de un eclipse de Sol solo
abarca una cierta zona de la superficie terrestre dado el tamaño y la
distancia de nuestra Luna.
Durante el máximo de un eclipse de Luna, el disco lunar se
opacaría totalmente, pero los rayos solares son desviados por la
atmósfera terrestre, siendo esta desviación mayor para los colores
naranja y rojo del espectro visible. Los rayos así desviados arrojan una
coloración pálida sobre la superficie Lunar, tiñendo de naranja, rojo e
incluso gris pardo. La coloración de la Luna durante su máximo suele
atribuirse a los aerosoles disueltos en la atmósfera local donde es
visible el eclipse, de suerte tal que constituye una medida de la
polución atmosférica local. En una atmósfera muy clara la Luna luciría
toda “sangre” como en la alegoría del Apocalipsis.
La Luna puede tornarse de un color muy rojo, como ha ocurrido
cuando previo al eclipse hay polvo volcánico en la atmósfera, en cuyo
caso la mitología popular le asigna a tal acontecimiento el nombre de
Luna de Fausto, y es sinónimo de agoreras profecías. Es claro que la
Ciencia moderna no avala estas interpretaciones, que se derivan más
bien de la incomprensión de los Fenómenos astronómicos. Como dato
curioso, una Luna de Fausto fue apreciable en nuestra localidad
cuando murió el último de los de los Wellseres, Felipe de von Hutten,
alrededor del año 1590, asesinado por el conquistador español Juan de
Carvajal.

92
II.18 EL ECLIPSE DE SOL DEL 26 DE FEBRERO DE 1998

Entre los fenómenos naturales, los eventos astronómicos, son


quizá los de mayor significación para la humanidad. Desde los albores
de la civilización los humanos escrutaron el cielo, unas veces en busca
de la divinidad y otras movidos por la curiosidad ante los sucesos
recurrentes sobre los cuales no se tiene dominio alguno. Así la
aparición de cometas, estrellas fugaces y estrellas “novas” fue
interpretada por las civilizaciones primigenias y aborígenas como un
designio o presagio agorero. También la desaparición momentánea del
Sol o de la Luna ha sido motivo de angustias infundadas sobre el
devenir humano. El desarrollo del conocimiento científico ha llevado al
abandono de la concepción antropocéntrica del cosmos y también de
la astrología ( arte o creencia de la adivinación por medio de los astros)
para sentarse las bases de la astronomía o ciencia de los astros.
La palabra Eclipse proviene del vocablo griego: ekleipsis, que
significa “desaparecer”. Si la Luna es ocultada por la sombra de la
Tierra se dice que hay un eclipse de Luna. Análogamente si es el Sol el
que es ocultado por la Luna, y la sombra de está alcanza parte del
globo terráqueo, se dice que hay un Eclipse de Sol. Dependiendo de la
posición del observador sobre la superficie terrestre, éste verá el Sol:
completamente (no hay eclipse), parcialmente (la Luna oculta solo una
parte del disco solar) o no podrá ver el Sol (el Eclipse es total porque la
localización del observador está dentro de la sombra proyectada por la
Luna sobre la Tierra).
Si la órbita de la Luna se hallase en el plano de la órbita
terrestre se produciría un eclipse de Sol cada vez que nuestro satélite

93
natural se encontrara entre la Tierra y el Sol, lo que no ocurre debido
a la inclinación de la órbita lunar.
De lo anterior se comprende que el Eclipse de Sol, es un
fenómeno local: ocurre solo en algunas partes del globo terráqueo y
que es momentáneo: permanece mientras la Luna transita delante del
Sol, proyectando una sombra que se desplaza ha 592 metros por
segundo sobre una estrecha franja sobre el globo terrestre. También se
comprende que, debido al movimiento periódico de la Luna, los
eclipses deben repetirse después de cierto ciclo. Tal período,
descubierto por los astrónomos caldeos (siglo v a.c.) se llama período
de saros y es igual a 18 años y 11 días. Durante ese período se
producen 70 eclipses, 41 solares y 29 de luna, observables en alguna
región de la Tierra.
El Eclipse del 26 de Febrero fue el último visible en Venezuela
hasta el 23 de septiembre del año 2071. En el siglo XX han ocurrido en
Venezuela dos eclipses totales de Sol: el del 12 de octubre de 1977 en
la región de Puerto Ayacucho y el del 23 de Septiembre de 1916 que
pudo observarse sobre casi todo el país y generó una gran expectación
cerca del mediodía, algo similar ocurrió en 1998. La franja por donde se
desplazó el cono de sombra de la Luna sobre la Tierra abarca desde
el pacífico hasta las antillas menores, pasando por Maracaibo y la
península de Paraguaná, regiones en donde el Eclipse será total.
En Maracaibo y el cabo de San Román, el Eclipse en su fase
total duró alrededor de tres minutos, entre las doce horas treinta
minutos y las quince horas y cuarenta minutos. En la fase total pudo
verse los planetas y las estrellas más brillantes, la temperatura media
descendió varios grados y los animales se alterarán. No se espera
observó ningún otro efecto como no fuera la natural expectación y
nerviosismo del público.
Recordemos que los Eclipses Solares son el momento ideal
para que los astrónomos estudien la corona solar, suerte de atmósfera
del astro rey, cuyas fulguraciones afectan el clima y las comunicaciones
terrestres. También han servido para comprobar parte de la Teoría
General de la Relatividad, elaborada por Albert Einstein en 1905, quién
propuso que la fuerza de gravedad era debida a la curvatura del
espacio. Fue Sir Arthur Eddington quien verificó esta predicción desde
Johanesburgo durante el eclipse total de Sol de 1919.

94
II. 19 VENUS PASEA FRENTE AL SOL.

Los planetas interiores: Mercurio y Venus, pueden


ocasionalmente alinearse con la Tierra y Sol; de forma tal que, vistos
desde la Tierra, transitan por delante del disco solar. Esos tránsitos por
delante del disco solar son más bien infrecuentes; en el caso de Venus
ocurre solo dos veces por siglo, con unos ocho años de intervalo entre
uno y otro; y al igual que los eclipses anulares de Sol, solo son
perceptibles en estrechas franjas geográficas del globo terrestre.
Durante el siglo XX no ocurrió ningún transito de Venus, los
últimos tránsitos fueron el 9 de diciembre de 1874 y el seis de
diciembre de 1882 .En el siglo que nos ocupa solo ocurrió en el 8 de
Junio del 2004 y volverá a verse el 5 de Junio del 2012. Durante el
transito, Venus alcanza su mínima distancia a solo 0,27 veces la
distancia Tierra-Sol. La importancia de su observación radica, en que
midiendo exactamente el tiempo de transito puede estimarse muy
precisamente las dimensiones del Sistema Solar; adicionalmente se
puede medir muy exactamente el diámetro solar. Se sospecha que el
Sol puede tener variaciones radiales de tamaño, relacionadas con los
ciclos de actividad de las manchas solares y de producción de energía
en su interior; en forma similar a los observados en otras estrellas
variables de corto periodo.
Los tránsitos de Mercurio y Venus han confirmado los tamaños
del Sistema Solar, mucho ante de la invención del Radar. También han

95
demostrado la inexistencia de satélites de estos planetas y los
tamaños relativos de estos astros, mucho antes de los ingenios
espaciales,
Durante el transito del siglo XVIII, Halley sugirió efectuar
expediciones a las regiones de observación. El abate Chappe fue a
Liberia, otros fueron a Tahití; y el astrónomo francés Le Gentil viajó a
las Indias. La historia de Le Gentil resulta trágicamente curiosa.
A causa de la guerra entre Francia e Inglaterra, Le Gentil tuvo
que contemplar el transito de 1761 desde el puente del buque en el que
viajaba; pero el movimiento del barco no permitió medidas confiables;
por si fuera poco naufragó y terminó esperando ser rescatado con parte
de su equipo en Pondichery, donde se quedo hasta 1767; por lo que
decidió no volver a Francia ese año y esperar allí el ya cercano transito
de 1769. Para colmo esta ultima observación no pudo llevarla acabo
por una nube que se interpuso inoportunamente en el momento justo.
Por distracción y negligencia no se aseguró de que sus mensajes
enviados a Francia en 1767 alcanzaran efectivamente su destino.
Cuando regresó finalmente a Francia, luego de nueve años de
peripecias, todos le daban por muerto, su puesto en el Observatorio de
Paris lo encontró ocupado y su mujer había contraído nuevas nupcias.
Por elemental prudencia le recomiendo a mis lectores extremar las
precauciones para la observación del transito del 2012.

96
II.20 LA HIPOTESIS DE LAPLACE

Hacia 1630 Descartes redactaba su Tratado del Mundo en el


que expone la primera génesis científica del sistema solar a partir de su
teoría de los torbellinos, que fue publicada en 1664, catorce años
después de su muerte. Postuló las bases de las cosmologías llamadas
evolucionistas, según las cuales el estado presente del mundo
conserva trazas de su origen y de su desarrollo, y que por lo tanto se
puede inferir su historia a partir leyes simples, sin intervención divina o
causas telúricas accidentales (catástrofes). Siguiendo a Descartes,
Kant, en 1755, y propiamente Pierre Simón Laplace, en 1796,
teorizaron sobre la formación del sistema Solar a partir de una
nebulosa primitiva.
Según Laplace en su obra "Traité de Méchanique céleste”, una
nube protosolar de gas, en rotación lenta, se contrajo por su propia
gravedad mientras progresivamente aceleraba su rotación debido al
principio de conservación del momento angular o cinético. Es decir en
forma análoga a la aceleración que experimenta una bailarina de
Ballet, cuando pliega sus brazos sobre su cuerpo para aumentar el giro.
A partir de cierto valor de la velocidad de rotación se desacoplaron
anillos de materia que producirían planetas (y éstos sus satélites, por
un procedimiento similar).
Los planetas mas cercanos al Sol; Mercurio, Venus, la Tierra y
Marte, se formaron por agregación de granos de polvo; y serían
rocosos. Más allá de la órbita de Marte, la temperatura era
suficientemente baja para que se formasen granos sólidos de agua,
metano y amoniaco, por lo que los planetas en formación aumentaron

97
su masa rápidamente. El incipiente Sol, que se estaba formando en el
centro de la nebulosa, emitía un potente viento de partículas que
empujaban hidrógeno y helio hacia el exterior del sistema solar, siendo
captados por los planetas externos cuyo núcleo rocoso había crecido
enormemente, por encima de 10 masas terrestres. Así nacieron los
planetas gigantes, de atmósfera gaseosa, Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno. Plutón y Segna, desconocidos para la época, parece a la vera
del conocimiento actual sobre sus orbitas y tamaños, que se originaron
por captura de cometas viejos provenientes de la Nube de Oot.
En líneas generales hoy prevalece la Teoría de Laplace como
el mecanismo correcto de formación de los sistemas planetarios; si bien
se incorporan detalles relativos a la interacción entre el disco de
materia y la protoestrella; para explicar que la rotación se frene y que el
disco sea empujado hacia fuera, lo suficiente como para formar el
sistema planetario. Los modelos más modernos dan detalles e incluso
razonables simulaciones computarizadas incluyendo efectos tales
como la influencia del campo magnético, el viento estelar y procesos de
fricción.
Cuando Laplace presentó a Napoleón su teoría de formación del
mundo, éste le dijo: "Monsieur Laplace, me cuentan que ha escrito
usted este gran libro sobre el sistema del universo, sin haber
mencionado ni una sola vez a su creador"; a lo que Laplace contestó
"Resulta Excelencia, que nunca he necesitado esa hipótesis".
Se cuenta también que Lagrange musitó en referencia a la
existencia de Dios y como respuesta a Laplace: "Pues es una bella
hipótesis. Explica muchas cosas."

98
Capitulo III:
VIAJANDO ENTRE LAS ESTRELLAS

99
100
III.1 QUÍMICA ESTELAR

En los más elementales laboratorios de química nos


encontramos de ordinario con el Mechero Bunsen, instrumento
denominado así en honor a Robert Wilhelm Bunsen (1811-1899)
Profesor en Heidelberg y discípulo de Kirchhoff. No es imaginable que
este sencillo dispositivo para calentar hubiera tenido un papel
protagónico en el nacimiento de la astrofísica moderna.
La historia data de 1814, cuando Joseph Fraunhofer , a la sazón
técnico vidriero, ideó un aparato capaz de estudiar en detalle los
colores de la luz emitida por los cuerpos, empleando un prima (como lo
hiciera Newton) y aumentando luego la gama de colores mediante una
lente. Ello le permitió demostrar que el espectro solar posee líneas
oscuras que hoy llevan su nombre, midió tales líneas y las designó con
letras, nomenclatura que es usada hoy día. Como su trabajo consistía
en perfeccionar telescopios, acopló su dispositivo (“Espectroscopio”) a
un gran telescopio y enfocó al planeta Venus, comprobando que la luz
que nos llega de este astro es una reflexión de la luz solar, por lo cual
presenta el mismo espectro. Observó además, que la luz proveniente
de otras estrellas, como Sirio, presentan un espectro diferente. Con ello
abrió el camino hacia la espectroscopía estelar, que es la base de la
Astrofísica. Entre las líneas oscuras observadas por Fraunhofer se
encontraba la línea D.
A partir de esa línea D, Kirchhoff obtuvo junto a su discípulo
Bunsen un espectro similar al observar la combustión en una llama con

101
el Espectroscopio ideado por Fraunhofer. En una epístola de 1859
refiere Bunsen su asombro sobre los espectros: “...Por ese método
también es posible determinar la composición de los materiales
terrestres, distinguiendo las partes componentes con la misma facilidad
con que se pueden distinguir los materiales constituyentes en el Sol...”.
Un mes después de escribir esta carta, Bunsen descubre el cesio,
estudia sus derivados y establece su relación con otros metales
alcalinos: el sodio y el potasio.
Motivado por estos descubrimientos, Bunsen, idea la forma de
generar la combustión rápida a la llama, creando así la pila de carbón y
zinc, que genera un arco voltaico capaz de volatilizar diversas
sustancias para analizar su espectro. Con ella, publica en 1875 sus
resultados sobre el estudio y descubrimiento de las “tierras raras”,
elementos químicos muy poco abundantes en la naturaleza. Empleó
tales descubrimientos, originarios en la astronomía, para el campo de la
siderúrgica al analizar los subproductos de las fundiciones en
Inglaterra.
Durante el Eclipse del 18 de agosto de 1868, varios científicos
se trasladaron a la India, armados con los espectroscopios
perfeccionados por Bunsen, y estudiaron la línea D; con ello
descubrieron un nuevo elemento químico, encontrado en el Sol antes
que en la Tierra y le denominaron con el nombre griego de este astro:
Helio.
Los espectros de emisión, su estudio y la espectroscopía
moderna en general le deben mucho al genio de Robert Bunsen; quién
como Fraunhofer, no eludió su interés por el estudio de los astros. La
historia de la Ciencia, y la Tecnología que de ella deviene transcurridas
varias décadas, nos ejemplifica la conexión ontológica entre el Hombre
y el orden del Universo (literalmente: el Cosmos). Parafraseandonos
con Levy Strauss: “los mitos se unen sin que los hombres lo sepan”.

102
IIII.2 LA ESTRELLA MÁS CERCANA

La estrella mas cercana, no es alfa Centaruro, distante a 4.5


años luz; ni la estrella enana roja componente del trío que conforma a
Alfa Centauro, llamada próxima centauro, distante de la Tierra a solo
4,28 años luz. Como imaginas, la estrella mas próxima a nosotros esta
270 mil veces mas cerca, a solo 8 minutos luz y se trata del Sol.
El Sol es una estrella típica de la población que forma el disco
de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Su posición es cercana al plano
ecuatorial de ésta, a una distancia de unos 10 Kiloparsecs de su
núcleo, sobre el borde interno de uno de sus brazos espirales, es decir
en los suburbios de la galaxia. Es una estrella pequeña, de color
amarillento; su temperatura exterior ha sido estimada en unos 5.800 ºK,
con una edad aproximada que se estima en 4.600 millones de años.
Vista desde su estrella mas próxima, el Sol aparece como la sexta
estrella de la constelación de Casiopea, y con brillo similar a como
vemos a esas estrellas desde la Tierra.
Se mueve junto a las estrellas próximas hacia algun punto
cercano a la constelación de Hércules (Apex) y gira alrededor del
centro de la galaxia, a una velocidad de 216 kms/segundo, tardando
230 millones de años en completar una vuelta. Para tener una idea de
cuan grande es la Via Lactea, piensa que desde que surgieron los
primeros Dinosaurios hasta hoy, el Sol viajando a esa colosal velocidad
aun no completa una sola vuelta en torno a la galaxia. Además el Sol
rota en unos 25 días en forma diferencial, es decir las zonas cercanas
al ecuador solar giran más aprisa que las polares.

103
. Esta compuesto en un 70% de hidrogeno y 29% de helio; todos los
demás elementos químicos apenas forman el 1% de su masa. La
energía del Sol proviene de la fusión nuclear del hidrógeno, reacción
que tiene lugar en su núcleo a una temperatura de 15 millones de
grados. La fusión del hidrógeno tiene lugar fusionando cuatro núcleos
de Hidrógeno para formar 2 núcleos de Helio, emitiendo la energía
correspondiente en forma de radiación gamma.
Se calcula que en la parte interna del Sol se fusionan 700
millones de toneladas de hidrógeno cada segundo, y la pérdida de
masa es tal que necesitará más de 6000 millones de años para
consumir el 10% del hidrógeno que posee. La estabilidad del Sol como
estrella se consigue por el equilibrio entre las fuerzas interiores que
tienden a expandirla (presion) y las fuerzas de gravitación que tienden
a comprimirla.
Cuando, en un futuro, el hidrógeno del Sol comience a
escasear (cuando se haya perdido alrededor del 10% del que posee),
entonces, las fuerzas de gravitación ganarán la partida a las fuerzas
interiores y el Sol se colapsará y empezará a morir. En ese momento,
el Sol empezará hincharse en capas huecas y rojizas de hidrógeno
mientras su núcleo se va comprimiendo cada vez más. Alcanzarán un
tamaño cada vez mayor, hasta el punto que engullirá los planetas
Mercurio, Venus, la Tierra, convirtiéndose en una estrella gigante roja, y
acabará lanzando esas capas de hidrógeno rojizo al vacío interestelar,
con lo que quedará solamente el núcleo blanco, pesado, caliente y
luminoso en su última etapa moribunda, convertida en una enana
blanca del tamaño que hoy puede tener la Tierra. Y las capas de
hidrógeno que el Sol lanza al espacio interestelar en su época de
gigante roja quedan flotando. Se espera que esto comience a ocurrir en
un lapso del orden de la edad actual de la Tierra, 4500 millones de
años.
Parece sorprendente, que nosotros, “hijos de las
estrellas”, comencemos a comprender a “nuestros padres estelares”
justo ahora, cuando estamos a mitad de la vida. También, como
persona comprendemos a nuestros ancestros solo después de haber
transitado la mitad del camino, ¿Casualidad?¸ inconciente colectivo,
diría C. Jung.

104
IIII.3 NI SIQUIERA EL SOL ES INMACULADO

La frase precedente inmortalizó al astrónomo holandés Juan


Fabricius en 1611 al descubrir las manchas oscuras que mostraba el
disco solar, visto por el recién inventado anteojo astronómico. Galileo,
un año después, las redescubre y observa por primera vez que están
rodeadas de regiones claras (o fáculas). Las observaciones posteriores
del Sol y de las manchas solares llevaron a Schwabe en 1851 a
descubrir el ciclo undecanual de la variación de la actividad solar. Este
ciclo de once años está asociado con la actividad del Sol, a lo largo del
ciclo aumenta el número de manchas y la radiación emitida, afectando
el magnetismo terrestre, el clima y la presencia de auroras polares. Hoy
día se supone que el ciclo solar está relacionado también con otros
fenómenos climáticos recurrentes como el del “Niño”, que consiste en
la aparición de una corriente de elevada temperatura en el océano
pacífico.
Los Eclipses Totales de Sol, ha permitido importantes avances
en el conocimiento de nuestra estrella mas cercana y su vinculación
con la Tierra. Así, durante el eclipse de 1868 en la India, J. Rayet y N.
Lockyer descubren que la luz del Sol exhibe un línea en el espectro de
color amarillo, no conocida en ningún material terrestre, Janssen la
bautizó como correspondiente a un nuevo elemento químico: el helio
(voz griega que significa Sol). Siete años después Ramsay la identifica
en el gas extraído de un mineral terrestre (la cleveíta) y en la atmósfera
terrestre.

105
El Sol, esa gigantesca esfera de más de un millón de kilómetros
de diámetro, compuesta principalmente de Hidrógeno y Helio está tan
alejado de nosotros que su luz tarda alrededor de ocho minutos en
alcanzarnos. A pesar de su inmensa temperatura central (dieciséis
millones de grados) su superficie (cromosfera) es mas bien fría: de tan
solo cuatro mil grados Entre ambas se encuentra la fotosfera, lugar
donde se producen las manchas, suerte de burbujas de material
ionizado (plasma) cuyo aspecto opaco se debe a que su temperatura,
de alrededor de cinco mil grados, es inferior a la de la fotosfera. Las
“cuerdas” del campo magnético solar, existente por debajo de la
fotosfera, son empujadas hacia afuera como burbujas calientes y al
romperse las observamos; como polos oscuros; sobre el disco solar en
forma de manchas. La estabilidad del movimiento del material solar
(plasma) es objeto de estudio hoy día. También durante los eclipses
totales de Sol, podemos ver parte de ese material eyectado como
filamentos incandescentes hacia el espacio, son las llamadas
protuberancias solares. Algunas de las cuales forman lazos de
centenares de veces mas grandes que el tamaño de la Tierra.
La importancia del Sol, y también de la contemplación de sus
Eclipse, queda de manifiesto en la anécdota entre Alejandro Magno y
Diógenes “El Cínico”, cuando el primero se le acerca al filósofo y le
increpa: “Soy Alejandro El Grande, emperador del mundo, pedí lo que
queráis”, a lo cual respondió Diógenes: “una sola cosa te pido
Alejandro, apartaos que me tapáis el Sol”. La moraleja histórica es que
el ejercicio del poder es efímero, mientras que el Sol aún sin ser
inmaculado brillará por mil millones de años.

106
III.4 ALGOL, LA ESTRELLA DEL DEMONIO

La regularidad de los movimientos de los astros ya era conocida


en Mesopotamia en el siglo VIII a.c. Los sacerdotes-astrólogos podían
predecir los eclipses y medir el movimiento aparente; advirtiendo el
orden subyacente de los astros. En ocasiones, a falta de otra
explicación, a los fenómenos aperiódicos se le atribuía un carácter
mágico o de presagio de catástrofes ¿y como no será catastrófico algo
que subvierta el orden recurrente de las estrellas? Tal era el caso de la
súbita aparición de cometas o el cambio de brillo de alguna estrella
desconocida.
En la constelación de Perseo, una estrella parpadea cada 2,87
días, como si nos hiciera un “guiño de ojos”. Al ser su período de
variación tan corto comparado con las variaciones estaciónales de la
traslación de la Tierra, pareciera que sus fluctuaciones de brillo fueran
erráticas. El astrónomo árabe Al Sufi (s. II a.c.) le bautizó como ras-al-
ghul o cabeza de demonio, la traducción literal de Algol sería “el
necrófago” o quien devora a los difuntos.
El brillo a simple vista de las estrellas, o magnitud aparente, se
cataloga con 1 para las más brillantes y 6 para las más tenues, bajo
condiciones atmosféricas ideales. Rudamente puede decirse que una
estrella de magnitud sexta es 100 veces menos brillante que otra de
primera magnitud. Una estrellas de primera magnitud es 2,51 veces

107
mas brillante que otra de segunda magnitud, y a la vez es 6,31 veces
mas brillante que otra de tercera magnitud.
Algol disminuye su brillo desde 2.1 hasta 3.4 en un lapso de
apenas diez horas, permanece opaca por casi 20 minutos, y luego
vuelve a “encenderse” gradualmente y conservando su brillo máximo
durante 2,5 días. Esas variaciones se asociaron mitológicamente con
el “ojo maligno” de la Gorgona Medusa, cuya mirada convertía en
piedra a todo el que la veía. Como se recuerda Medusa había sido una
sacerdotisa del templo de Atenea, quien fuera enamorada por el Dios
de los Mares, Poseidón o Neptuno en la categoría Romana. Como
castigo Zeus (Júpiter) la transformó en una terrorífica criatura con la
cabeza llena de serpientes.
En la astrofísica moderna sabemos que Algol es en realidad una
estrella binaria eclipsante, es decir dos estrellas que giran alrededor de
su centro de masa y su plano orbital es tal que, vistas desde la Tierra,
una pasa delante de la otra eclipsándola. Las estrellas binarias y los
sistemas de varios soles, se habían propuesto en 1777 por Mayer tras
las observaciones de muchas otras estrellas con telescopios; como
theta-Orión desdoblada por Huyghens y phi-Carnero observada por
Hooke en 1664. El lector aprensivo notará que los grandes físicos
fueron también excelentes observadores del cielo. La confirmación de
la Ley de Gravitación de Newton a escala “universal” se le debe a
Williams Herschell, quien incluso calculó certeramente el período orbital
de 342 años de la compañera de Castor (Alfa Géminis) y realizó el
primer catálogo de estrellas binarias. Hoy sabemos que Castor es un
conjunto de seis estrellas girando en torno a un centro común (centro
de masas).
Pronto se supuso que si la pareja de estrellas estaban muy
próximas podrían verse en el telescopio como una sola pero de brillo
variable; así en 1782 Goodricke propuso el modelo eclipsante para
explicar los cambios periódicos en la luminosidad de Algol, quien sería
una estrella 3.6 veces mayor que el Sol con una compañera oscura.
Existen otras binarias eclipsantes cuyo brillo cambia apreciablemente;
quizá la mas conspicua es Mira Ceti, la estrella Omicrón en la
constelación de la Ballena. Mira Ceti o la Maravillosa, está a 250 años
luz del Sol, cambia su brillo en 331 días, desde la magnitud 2.1 hasta la
10, se trata de una subenana y opaca que gira en torno a una estrella
supergigante roja.

108
El estudio de las estrellas binarias eclipsantes ha permitido
medir las masas de las estrellas empleando la Ley de Gravitación y el
período de revolución. Para ello se hace una curva de luz, es decir una
grafica de la variación temporal de brillo, que además provee el radio
de la estrella mayor. Asumiendo luego que las estrellas de la misma
composición química (espectro) tienen la misma masa, se extrapola el
resultado y se obtiene una estimación razonable de las masas de casi
todas las estrellas.
Los antiguos astrónomos árabes, incapaces de comprender los
rápidos cambios, atribuyeron al demonio aquella fulgurante estrella;
¿Será por ello que hay quienes satanizan a todo aquel que genera
cambios en el entorno, que se les antojen incomprensibles?

109
III.5 COCUYOS ESTELARES

Vivimos en un mundo de cuatro dimensiones: el tiempo y las


tres dimensiones espaciales de alto, ancho y profundidad que
percibimos. Sin embargo en el firmamento solo apreciamos dos
dimensiones, vale decir vemos a todos los astros en el mismo plano: la
bóveda celeste o cielo.
En los albores de la astronomía constituía un reto estimar la
distancia y lo tamaños reales del Sol y la Luna, aun cuando se
reconocía que estaban mas cerca de la Tierra que las estrellas, cuya
posición parecía inmóvil respecto a aquellos. Ya Aristarco (310-230
a.c.) había estimado que el Sol estaba 19 veces mas lejos que la Luna
(el valor actual es 20 veces), midiendo el ángulo entre la posición del
Sol y de la Luna justo cuando a la mitad de la fase creciente. Dado que
sus tamaños aparentes son casi iguales, dedujo que el Sol es mucho
más grande que la Luna. Similarmente estimó, un tanto erróneamente,
el tamaño de la Tierra por medio de la sombra que ella arroja durante
un eclipse total de Luna, el valor correcto es 4 veces. Eratóstenes
(276- 195 a.c) se valió de la sombra producida en el fondo de un pozo
en Alejandria y de la ausencia de tal sombra en Siena para estimar casi
fortuitamente el tamaño de la Tierra. El mundo antiguo pudo así
conocer las dimensiones y distancias del Sol y la Luna. La distancia de
los planetas al Sol se le debe a Kepler (1571-1630) y su tercera ley del
movimiento planetario, que vincula el cuadrado del periodo orbital
(observable astronómicamente) con el cubo de la distancia al Sol.
Las estrellas se sabían muy lejanas pero a distancias
inconmensurables, incluso para Newton y sus contemporáneos; aun

110
cuando ya se advertía que la diferencia en su color y brillo indicaban
diferencia en la composición y temperatura de algunas de ellas. Si
todas las estrellas tuvieran la misma temperatura y tamaño entonces
sería obvio que las más brillantes serían también las más cercanas;
pero no es el caso. Hubo que esperar hasta 1838 cuando Bessel logró
medir la minúscula variación anual del ángulo (0.5 segundos de arco)
bajo el cual se observaba la estrella #61 de la constelación del Cisne,
que correspondería a 600 000 mil veces la distancia Tierra-Sol o 10.5
años-luz. En 1840 empleando el método de Bessel o de paralaje anual,
Henderson calculó que la distancia a Alfa Centauro era solo de 4.5
años-luz. El paralaje es una técnica igual a las usadas por los
topógrafos para estimar distancias en la superficie terrestre, se basa en
la medición de ángulos con los cuales se observa un punto alejado,
desde dos posiciones diferentes cuya distancia entre si es conocida. La
distancia tomada como línea base es, en el caso del paralaje estelar, la
orbita de la Tierra alrededor del Sol, vale decir dos veces la distancia
Tierra-Sol.
Para la mayoría de las estrellas conocidas el método de paralaje
anual resulta inoperante porque el ángulo es muy pequeño para ser
medido, incluso con instrumentos modernos. Se apela entonces a la
idea de las “bujías-estándar” o “faros típicos”, que supone que si dos
estrellas son del mismo tipo y una luce más brillante que otra es porque
está más cerca. Si se conoce por paralaje la distancia de alguna
estrella de características similares entonces puede estimarse la
distancia con un error razonable. El procedimiento se dificulta al
intentar establecer que se entiende por “bujias-estandars” es decir por
aquellos astros cuyo brillo o luminosidad absoluta conocemos
previamente.
A escalas de nuestra galaxia este método puede aplicarse usando
estrellas muy brillantes (por ejemplo estrellas O-B típicas) pero falla a
distancias mayores, es decir para otras galaxias donde, hasta hace
apenas unas décadas, no se podían observar estrellas individuales con
precisión. Además muchas estrellas tienen fluctuaciones en su brillo,
solo algunas de ellas varían su brillo regularmente, como la estrella
Delta Cefeo, cuyo periodo de variación es constante, suerte de cocuyo
cósmico o faro típico. En 1912, la Doctorante en astrofisica Miss Leavitt
descubrió estrellas Cefeídas en la Nube Menor de Magallanes, galaxia
satélite de la Vía Láctea y estableció la relación entre el periodo de
variabilidad con la luminosidad absoluta, lo que permitía emplearla para

111
medir distancias extra galácticas. Y en 1924 Hubble usando este
método, determinó que la “nebulosa” de Andrómeda está a 1.5 millones
de años-luz; con ello ponía fin a la controversia sobre si tal “nebulosa”
estaba dentro de la Vía Láctea o era otro Universo-Isla similar a nuestra
Galaxia, como había intuido acertadamente Kant dos siglos antes. Las
estrellas Cefeidas son luciérnagas o “cocuyos” cósmicos cuyos
parpadeos nos muestran la vastedad del Universo que nos rodea.

112
III.6 NEBULOSAS PLANETARIAS Y
ESTRELLAS ENANAS BLANCAS

Las imágenes fotográficas de larga exposición tomadas con


telescopios medianos, o la observación visual con grandes telescopios,
dan cuenta de la existencia de muchas manchas difusas en el fondo
estrellado del cielo. Los gases y polvo de muchas de estas nebulosas
presentan una típica simetría esférica y, erróneamente, se les
denominó como nebulosas “planetarias”. La construcción de grandes
telescopios, durante el siglo XVIII, indujo a muchos astrónomos a
pensar que esas nebulosas constituían los sistemas planetarios en
formación como lo previó Laplace.
Sin embargo, no se comprendía porque los gases componentes
de estas nebulosas son tan brillantes, lo que evidencia que su
temperatura es igualmente alta, entre los diez y veinte mil kelvin. No fue
sino hasta bien entrado el siglo XX cuando se comprendió que tales
nebulosas no representan los estados iniciales de las estrellas sino
mas bien sus estados finales. En la imagen la nebulosa M57 de la
constelación de Lira, visible incluso con pequeños telescopios. Nótese
la estrella remanente o Enana Blanca, en el centro de la nebulosa.
Las estrellas son enormes esferas de gases incandescentes
(plasma) compuestas principalmente de hidrógeno y helio, su masa es

113
tal que la fuerza gravitacional compacta el material del núcleo elevando
la temperatura a millones de grados y generando la fusión nuclear.
El horno nuclear posibilita que la estrella radie luz “propia”
mientras exista hidrógeno y helio en su interior. Cuando este material
fusionable se agota, al cabo de varios miles de millones de años, y la
masa de la estrella supera el límite de 1,4 veces la masa del Sol,
entonces la estrella se hace inestable y comienza a fenecer.
La inestabilidad ocasiona que las capas externas de la estrella
exploten y se expandan los gases como una gigantesca burbuja hacia
el espacio exterior. A la vez el núcleo desnudo (otrora el reactor
nuclear) se comprime rápidamente para formar un objeto compacto del
tamaño de la Tierra. La burbuja se observa como una nebulosa
“planetaria”, caso de la nebulosa de la fotografía, y el núcleo colapsa a
una estrella Enana Blanca. Esta suerte de estallido se denomina
estrella nova.
Las Enanas Blancas están constituidas por materia degenerada,
no por átomos ni iones. Su modelado teórico le valió el premio Nobel al
astrofísico indio Chandrasekhar a comienzos de la década. La
confirmación de la existencia de tales estrellas, sin embargo, se produjo
a mediados de siglo.
La temperatura de estos objetos es del orden de los centenares
de miles de grados por lo que su luminosidad es muy grande a pesar
de sus reducidas dimensiones, de allí el nombre de “Blancas”, vale
decir metafóricamente lo contrario a la radiación que emite un cuerpo
negro.
La Enana Blanca más conspicua es la estrella compañera de
Sirio, la estrella más brillante del firmamento, observada indirectamente
por Bessel el siglo pasado quien estableció que tenía una masa similar
a la solar.
El 10% de las estrellas cercanas al Sol son de este tipo y su
estudio es de gran interés en la astrofísica moderna para la
comprensión de la evolución estelar y del comportamiento de la materia
en física nuclear. El modelado de la propagación de calor al interior de
estos objetos y las variabilidades de brillo son motivo de estudio por el
suscrito, en el Grupo de Física Teórica y Astrofísica de la FACYT-UC, y
en varios centros de investigación más allá del tercer mundo. Su
aplicabilidad potencial a la generación de fuentes de energías
alternativas trasciende al campo de la astrofísica.

114
III.7 SIRIO B Y EL “MISTERIO” DE LOS DOGON

La estrella Sirio es fácilmente reconocible en estas épocas del


año por ser el punto mas brillante del cielo con un débil parpadeo
blanco azulado, en las cercanías de la constelación de Oríon. Sirio
pertenece a la constelación del Perro Mayor, uno de los dos canes con
los cuales los antiguos griegos inmortalizaron en el cielo sus
tradiciones orales mitológicas como los acompañantes del cazador
Orión.
La astrofísica moderna ha determinado que la estrella Sirio tiene
como compañera una segunda estrella enana, visible solo con grandes
telescopios, denominada Sirio B, y como explicaré posteriormente
constituye una estrella Enana Blanca, cuya masa es comparable a la
del Sol y cuyo tamaño es similar al de la Tierra. Esta estrella de altísima
densidad realiza un período orbital de cincuenta años alrededor de
Sirio, como lo haría un planeta alrededor del Sol.
En la década de los años cuarenta los antropólogos franceses
Griaule y Diertelen anunciaron que el pueblo Dogón, comunidad
aborigen del Sudán y de Malí, tenía una cosmología con rituales
centrados en el culto a la estrella Sirio, la misma estrella usada por los
antiguos egipcios para predecir los recurrentes desbordamientos del río
Nilo y realizar sus calendarios agrícolas.

115
El misterio se evidenció cuando se comunicó que los Dogón
señalaban en sus ritos una compañera invisible de la estrella Sirio,
denominada “la estrella negra” o Po Tolo, la cual representaban en
órbita elíptica alrededor de ésta. El estudio de la tradición oral de los
Dogón es aún más sorprendente porque Tolo es el nombre de un
cereal, autóctono de la región de Malí, cuya semilla es
extremadamente densa. ¿Cómo puede una etnia aborigen acceder a
conocimientos tan “avanzados” de astrofísica moderna?. La
especulación sensacionalista no se hizo esperar y en 1976 el escritor
Robert Temple en su libro “The Sirius Mistery” materializó la idea de
visitas extraterrestres provenientes de un planeta hipotético alrededor
de Sirio B.
El caso es que el astrónomo Halley ya en 1718 llamó la atención
respecto al desplazamiento de la posición de Sirio en el cielo, problema
que retomó después Bessel en 1844 y que le permitió a Auwers a
finales del siglo XIX calcular la masa de la compañera “oscura” de Sirio,
en el sentido de invisible a ojo desnudo. Es claro que el concepto de
estrella Enana Blanca fue acuñado muy posteriormente, a mediados de
este siglo, cuando se estableció que estos astros son estrellas
colapsadas. Las estrellas Enanas Blancas no genera energía nuclear
en su interior, su masa es del orden de 1,4 veces la masa del Sol y su
tamaño es similar al de la Tierra. Su génesis ocurre cuando el
combustible fusionable de una estrella como el Sol se agota,
colapsando el núcleo estelar en un “mar” de iones y las capas externas
son expulsadas al espacio en una explosión (estrella nova).
Obviamente ningún planeta podría sobrevivir a un evento de este tipo.
El misterio de los Dogón tiene una explicación más simple que
la propuesta por Temple, y es que posiblemente los aborígenes
incorporaron en su tradición mítica la existencia de Sirio B a partir de
las noticias llevadas a Sudán y Malí de comienzos de siglo por
misioneros franceses versados en astronomía, los cuales conocían
ampliamente los trabajos de Bessel y Auwers sobre la “invisible”
compañera de Sirio. La moraleja, si existe alguna, es que no solo la
Ciencia es dinámica sino también las tradiciones y la propia cultura, y
que las interpretaciones ligeras aunadas a prejuicios transforman en
misterio lo que es perfectamente comprensible.

116
III.8 CYGNUS X-1
.

Cygnus X-1 es el nombre de una fuente de rayos X en la


constelación del Cisne, descubierta en 1962 con un primitivo telescopio
de rayos X enviado a bordo de un cohete. Un avance fundamental se
dió en marzo de 1971, cuando una nueva fuente de ondas de radio se
descubrió en Cygnus, cerca de la posición de la fuente de rayos X. La
señal de radio variaba exactamente al mismo tiempo que la intensidad
de rayos X, una fuerte evidencia de que la fuente de radio y la de rayos
X eran el mismo objeto.
Una estrella débil llamada HDE 226868 aparece en la posición
de esta fuente de radio. Los astrónomos que estudiaban la luz de esa
estrella habían encontrado dos hechos importantes: (1) HDE 226868
es una estrella supergigante azul, una estrella normal, masiva, cerca
del final de su vida; y (2) la estrella gira alrededor de otro objeto masivo
en una órbita con período de 5.6 días.
Conociendo la fuerza necesaria para mantener a HDE 226868
en órbita, se puede calcular la masa de la compañera, de cerca de 10
masas solares. Pero no hay signos de luz visible de ella y algo en el
objeto produce rayos X. La explicación o "modelo" que mejor se ajusta
a estos hechos es que la compañera es un agujero negro de cerca de
10 masas solares es decir el cadáver de una estrella masiva que
alguna vez fue la compañera de HDE 226868. Los rayos X son
producidos conforme el gas de la atmósfera de la supergigante azul
cae hacia el objeto colapsado y se calienta. El objeto colapsado no

117
puede ser una enana blanca o una estrella de neutrones, porque estos
objetos no pueden tener masas mayores de 1.44 y 3 masas solares,
respectivamente. Según algunos es el candidato más seguro de los
llamados Agujeros u Hoyos Negros. Nunca podremos "probar" esta
teoría de Cygnus X-1 "viendo" el agujero negro, pero la evidencia
circunstancial es fuerte. Otros tres objetos LMC X-3 en la Nube Mayor
de Magallanes, y A0620-00 y V404 Cygni en nuestra galaxia también
se cree que tienen agujeros negros como una de sus componentes.
Según otros sería una estrella neutrónica peculiar.
En la misma constelación del Cisne, otros objetos acaparan
nuestra atención. Al norte de Deneb, nos encontramos con la nebulosa
del velo, constituida por bellos encajes de colores visibles con
pequeños telescopios, escombros de la supernova que explotó hace
100 000 años, en el centro de esta nebulosa una estrella colapsada,
compuesta mayormente por neutrones, emite ondas de radio como un
faro cósmico de increíble precisión en el rango de los milisegundos. Se
trata del Pulsar de la Vela, uno de los objetos más estudiados en la
Astrofísica actual; entre otras razones porque una cucharada de su
material constituyente pesa tanto como la Tierra a pesar de que su
radio es solo de unos 14 kilómetros y el campo magnético que le rodea
es millones de veces mayor que el Terrestre.
La estrella número 61 del Cisne es famosa desde 1838,
cuando el astrónomo Friedrich Bessel le determinó la distancia al Sol:
unos 11 años-luz ( el Sol dista de la Tierra solo 8 minutos luz) siendo la
primera vez que se medía la distancia de un astro situado fuera del
sistema solar, utilizando la técnica del paralaje o sea la aplicación de la
triangulación en la astronomía. La estrella SS-Cisne por el contrario, si
es visible aún con pequeños telescopios, pero su brillo cambia
erráticamente cada 50 días, los mecanismos y causas de estos
cambios, como los de otras estrellas similares denominadas variables
novas enanas son todavía motivo de estudio.
El Cisne nos cautiva por su riqueza y nos recuerda que la
investigación científica comienza allí: en la observación y
contemplación de los fenómenos naturales.
Lo mas bellas de la vida y de nuestro ser carecen, como en el
arte y la filosofía, de aplicación práctica inmediata, sobre todo si se
circunscribe estrechamente la realidad como aquello que sea de
aplicable desde aquí hasta el “peaje de la Cabrera”.

118
III. 9 LA NEBULOSA DEL CANGREJO

Las estrellas, como nuestro Sol, generan su luz y radiación por


reacciones de fusión nuclear. Los átomos de Hidrógeno se funden en
núcleos de átomos más pesados, liberando energía, proceso que
ocurre cuando la temperatura alcanza millones de grados. Estas altas
temperaturas imperan en los “hornos” estelares por acción de la fuerza
de gravedad que comprimen los gases calentándolos. Análogamente a
como se calienta una bomba manual de aire cuando intentamos
comprimir el aire para llenar los neumáticos de bicicletas. La fuerza de
gravedad comprime la masa estelar hacia él interior y la presión la
empuja hacia el exterior Este estado de equilibrio hidrostático se
mantiene hasta que el combustible nuclear se agota, momento en el
cual la fuerza de gravedad no puede ser soportada por la expansión del
gas interior y sobreviene la muerte de la estrella. El “ocaso” de la
estrella, dependerá de que tan grande sea la fuerza de gravedad, vale
decir de que tan grande sea la masa de la estrella.
En las estrellas de masa similar a la de nuestro Sol, al agotar el
combustible nuclear la fuerza de gravedad comprime las capas internas
para formar una “enana blanca”. Las Enanas Blancas son objetos del
tamaño de la Tierra y cuya densidad es tan grande que una cucharada
de ella pesa más que nuestra Luna. En ellas no se producen
reacciones nucleares y emiten luz gracias a su calor remanente. Un
ejemplo de éstas es la estrella Sirio B, compañera de la estrella más

119
brillante del cielo nocturno, que puede observarse con telescopios de
mediano tamaño en la constelación del Can Mayor
Las estrellas con masas de más de 5 veces la masa solar
agonizan en forma de Estrellas de Neutrones. Estos objetos no emiten
energía visible y se originan cuando los electrones se combinan con los
núcleos atómicos, neutralizando sus cargas. El objeto, formado sólo por
neutrones, tiene un radio de unos catorce kilómetros y una masa tan
grande como la de nuestro sol. Tales objetos giran rápidamente y
poseen un campo magnético enorme. De ellos emanan pulsos de radio
como gigantescos faros celestes, denominados pulsares. Hoy día se
puede “oir”, con radiotelescopios, el pulsar de la Nebulosa del
Cangrejo, en la constelación del Toro. Este pulsar y la nube de gas y
polvo que le rodea, se formó cuando colapsó una estrella cuya
explosión fue observada a pleno día por astrónomos chinos en el año
1054. Tal evento recibe el nombre de explosión de supernova y los
restos de la nebulosa, como se ilustra en fotografía del catálogo de
Messier (M1), constituyen un remanente de supernova
Pero si la masa de la estrella es tan grande como 10 o más
veces la masa del Sol, ya nada puede detener el colapso. La presión
que ejercen las partículas de las Enanas Blancas ni la presión de los
neutrones pueden soportar la enorme fuerza de contracción
gravitacional y la estrella decae en un objeto cada vez mi3s denso. Tan
masivo que su fuerza de gravedad atrae todo hacia él; incluyendo la
luz. Esta gigantesca aspiradora celeste se denomina Agujero o Hueco
Negro. Su origen y comportamiento puede explicarse por medio de las
soluciones de las ecuaciones de la Relatividad General, como la
hallada en 1917 por Karl Schwarchild. Las evidencias de las
observaciones son aún motivo de controversia, y el mejor candidato a
este tipo de objetos es la radiofuente Cisne X-l, un gigantesco sistema
compuesto por una estrella visible que arroja material sobre un objeto
compañero invisible y emite enormes cantidades de rayos X. El modelo
usual es que un hueco negro atrae la materia de su rededor, durante la
caída de la materia sobre el Hueco Negro se emiten rayos X.
La alegoría del Cangrejo, por la forma del remanente de
Supernova, parece recordarnos que podemos retroceder en el tiempo;
observando hoy el cataclismo que le dio origen en el año 1054.

120
III.10 MUERTE DE ESTRELLAS
EN LA FLECHA DE SAGITARIO.

En los tres primeros meses del año vemos, casi al alba, una de
las constelaciones zodiacales por el horizonte del levante. Este grupo
de estrellas fue denominado “sagitario”; de la raíz sagita (saeta, flecha),
por los antiguos caldeos y también por los griegos, quienes plasmaban
en el cielo sus deidades y las hazañas de sus héroes para preservar,
quizá, las tradiciones culturales que se transmitían oralmente entre
generaciones.
Hoy, por tradición se conserva su designación. Este grupo de
luminarias semeja, si se unen por vectores imaginarios sus puntos
estelares, un arco y una flecha que, según los helénicos apunta hacia
una refulgente estrella color rubí: Antares, el corazón del Escorpión,
otra de las constelaciones zodiacales.
En Sagitario se puede observar, con telescopios medianos, una
nube de gas de refulgentes colores: azul, lila, rubí y zafíreo, compuesta
por tres pétalos de gas y polvo cósmico. Oficialmente se denomina
NGC6523 o nebulosa Trífida de Sagitario. La nebulosa Trífida (Messier
20) es una colosal estructura de 20 años luz de longitud, situada a
3.900 años luz de nosotros.

121
Esta nube de gas contiene decenas y quizá centenares de
estrellas calientes que ionizan los gases y el polvo disuelto lo difumina
en todas direcciones; típicamente la nube contiene cerca de 100
átomos por centímetro cuadrado, mayormente hidrógeno y helio, y
elementos tan pesados como carbono, silicio y hierro.
Estos elementos pesados no existían cuando se formó el
universo, ellos se fraguan en el interior de las estrellas por sucesivas y
complicadas reacciones termonucleares en el interior de las estrella
“envejecidas”, vale decir se producen luego que las estrellas agotan su
combustible de hidrógeno y helio. De modo que, metafóricamente
hablando, la nebulosa trífida evidencia la muerte de las estrellas
primigenias de nuestra galaxia (denominada como la población II en el
argot astronómico).
La fusión nuclear permite construir núcleos mas pesados que el
hidrógeno y liberar energía en el proceso, así se crean el carbono,
nitrógeno, etc. hasta el hierro, después no es posible fabricar
elementos mas pesado por reacciones nucleares a lo interno de los
“hornos” estelares. Las reacciones de fusión para átomos más pesados
que el hierro, absorben energía en lugar de liberarla.
Entonces sobreviene la muerte de la estrella, incapaz de
generar calor para contrarrestar el peso de las capas exteriores
(atraídas continuamente hacia el centro debido a la colosal fuerza de
gravitación) colapsa. Parte de las capas exteriores rebotan sobre el
núcleo inerte de la estrella y son enviadas a fantásticas velocidades
hacia el espacio exterior. En ese proceso una onda de choque acelera
las partículas, difundiendo los átomos hacia el plano de la galaxia, a la
vez que reacciones nucleares muy energéticas permiten la síntesis de
elementos más pesados que el hierro. El esbozo anterior permite
comprender porque la abundancia relativa de elementos mas pesados
que el hierro es tan baja en la vecindad solar, y en el resto del universo.
El polvo cósmico observado en la nebulosa trífida, al igual que
en muchas otras regiones de formación estelar, nos acercan a los
procesos dinámicos que tienen lugar en el plano de la galaxia: la
continua formación de estrellas a partir del material de “desecho” de
otras generaciones estelares. La nebulosa trífida es el más vívido
ejemplo del aforismo: “del polvo vienes y al polvo vais”.

122
IIII.11 LA CONSTELACION DE ORION

A comienzos de la noche, mirando hacia el Este, es fácil


reconocer la constelación de Orión, con su característico cinturón de
luminarias, popularmente conocido como “los tres Reyes Magos”. Esta
constelación parece adquirir significación especial en los días
decembrinos, cuando el firmamento estrellado se nos antoja
espectacular, bien porque en la celebración de navidad elevamos
nuestros ojos hacia lo imperecedero y la creación, bien porque, menos
poéticamente, la Tierra se acerca al solsticio de invierno (21-22 de
Diciembre) y las noches se tornan mas largas, menos nubosas y
amainan las lluvias.
Desde tiempos inmemoriales este conjunto destaca por
contener estrellas brillantes y coloridas: Betelgeuse o alfa Orionis:
súper gigante roja, de brillo variable debido a sus oscilaciones radiales,
unas 700 veces mas grande que nuestro Sol, distante a unos 520 años
luz; Rigel o beta-Orionis en el extremo inferior del cuadrilátero, gigante
de tinte azulado y miles de veces mas brillante que el Sol, tan lejana

123
como 900 años luz; además de Bellatrix y Saiph, conspicuas estrellas
que completan el cuadrilátero.
El cinturón de Orión, o los llamados tres reyes magos, está
conformado por las estrellas Almitak, Alnilam y Mintaka, colocada está
última sobre el Ecuador Celeste, por lo que la constelación queda
justamente entre los dos hemisferios y es fácilmente reconocible desde
casi cualquier punto de la Tierra, en alguna época del año. Hay quienes
piensan que las tres mayores Pirámides de Egipto están dispuestas
siguiendo esta representación, factible quizás porque el mito y lo
mágico estaban ligados en el comienzo de las civilizaciones con las
posiciones aparentes de los astros.
Los antiguos griegos creyeron ver allí representado el mito de
Orión, el cazador, perseguido en el firmamento por el Escorpión, por lo
entre ambas constelaciones hacen entre si un ángulo de casi 180
grados en el cielo. Unas veces se le representa como armado con un
arco y otras blandiendo un garrote, tras la constelación del Toro
(Taurus).
Perpendicular al cinturón se distinguen con facilidad un conjunto
de tres estrellas menores, que solían representar astrológicamente la
daga del guerrero. Desde la perspectiva de la astrofísica la segunda de
esas estrellas adquiere especial significación por su aspecto nebular
visible a ojo desnudo: se trata de la Gran Nebulosa de Orión, distante
a 1500 años luz y es una inmensa zona de formación y nacimiento de
nuevos sistemas planetarios con más de 10.000 estrellas. Allí se han
descubierto los primeros protoplanetas y las estrellas más jóvenes y
frías: las Enanas marrones (Brown Dwarfs) en la jerga astrofísica.
Otear esas regiones por simple curiosidad con unos prismáticos o un
telescopio pequeño es un espectáculo, que nos vincula con ese
cosmos del cual provenimos y formamos parte como una totalidad, mas
allá de las mínimas diferencias artificialmente establecidas en el modus
vivendi actual.

124
III.12 SÍNTESIS ESTELAR EN LA CABEZA DEL CABALLO

A comienzos del año y a medianoche se alza sobre la parte más


alta del firmamento (cenit) un grupo de estrellas muy vistosas en
colorido y brillo conocido tomo la "Constelación de Orión", semeja un
cuadrilátero atravesado por una banda de tres luminarias que
popularmente se conoce como les "Tres Marías”. Dentro de este
conglomerado estelar existen numerosas estrellas y nubes gaseosas
que se aprecian fácilmente con un modesto telescopio.
Los antiguos astrónomos griegos y caldeos acostumbraban
agrupar a las estrellas por medio de líneas imaginarias en el cielo y
construir así figuras mitológicas de sus héroes y dioses, denominadas
constelaciones, particularmente la de Orión se ideó para representar
este dios hijo de Júpiter, dios de dioses, y de Gea (diosa de la tierra).
Con el desarrollo de la cultura occidental y más luego con la
invención del telescopio cerca del siglo XVI, se descubrió que las
estrellas que vemos juntas en el cielo no lo están realmente, sino que
su posición es una ilusión óptica pues las estrellas que creemos juntas
las vemos sin perspectiva; como una ciudad vista desde un avión
donde no se aprecian las alturas de los diferentes objetos.
Así las constelaciones no son sistemas físicos, su ubicación se
determina por coordenadas semejantes a los paralelos y meridianos
terrestres y que se denominan Ascensión Recta y Declinación, no por
constelaciones que se conservan hoy por tradición.
En el siglo XVIII, se producen avances en las construcciones de
lentes y espejos y con ellos se elaboraron grandes telescopios que

125
acercan millones veces los objetos nuevos: Nubes de polvo y gases de
disímiles formas y colores, estrellas de todos los brillos y tamaños
aglutinaciones de todos los tipos de luminarias y planetoides. Entre
estos hallazgos encontramos, en la constelación de Orión, una
pintoresca nube de gas oscuro similar a la cabeza de un caballo y así
se bautizó. Esta nube de oscuro rodeada de otro gas azulado y brillante
y salpicada de miles de estrellas blanquecinas es objeto de modernas
investigaciones pues en ésta zona, que comprende un tamaño de
millones de veces el de nuestro Sol, tiene una edad similar a la Tierra,
4.600 millones de años, es decir sería una zona de formación de
estrellas muy jóvenes dentro del universo.
Las estrellas son soles parecidos al nuestro, las hay miles de
veces más grandes y cientos de veces más chicas, las vemos como
puntos de luz pues están alejadísimas; la mas próxima a nosotros, esta
a la distancia de 4.900 billones de kilómetros, esto es a 4.3 "Años-Luz".
Las estrellas como el Sol emiten luz, calor y radiaciones,
producidos por el estallido de cientos de miles de bombas atómicas a
cada minuto y en todo caso este combustible nuclear se produce por la
acumulación de nubes de gases y polvo en el cosmos que se van
calentando por la luz que le llega de otras estrellas y por el giro de los
gases y partículas (este estadio de una estrella se denomina glóbulos
de BOK), A medida que se calienta aumenta su brillo hasta volverse
incandescente es entonces cuando comienzan a concentrarse loa
gases por la fuerza de gravedad concentrándolos a una gran
temperatura tal como una "inmensa bola de fuego" conocida como
objeto "Herbig-Haro”. Luego se va aplastando como un disco por el giro
y se transforma al cabo de miles de millones de años en un sistema
planetario similar al nuestro, estas casi estrellas se llaman estrellas T-
Tauri. Todo este proceso se realiza en millones de años y culmina con
el nacimiento de varios sistemas estelares y planetarios.
Lo más notable de la nebulosa de La Cabeza del Caballo es que
contiene dentro de sí todos los estados de formación de estrellas y ha
permitido la construcción de la teoría ya explicada. Así pues, su estudio
ha servido para describir y descifrar la formación de nuestro sistema
planetario, al tiempo que nos plantea la posibilidad de que, en alguno
de los miles de sistemas planetarios que se formaron o que se están
formando exista alguna forma de vida inteligente o civilización y,
después de todo quizás no estemos solos en el cosmos . . . . .

126
III. 13 LAS PLEYADES

Las Pléyades también conocidas como las “siete cabrillas”, es


un cúmulo estelar en la constelación del Toro. Forman un grupo de
luminarias azul-plateado fácilmente distinguible por su forma de
“cucharón” o carrusel. En ocasiones este cúmulo abierto es
confundido, por los observadores desaprensivos, con la constelación
de la Osa Menor.
A simple vista, un observador acucioso logrará distinguir entre 9
y 11 estrellas. Vistas a través de binoculares y pequeños telescopios
notamos una zona del tamaño aparente al de la luna llena, con
decenas de estrellas envueltas en un tenue halo brillante de tinte
azulado. Ellas conforman en realidad un conjunto de estrellas jóvenes
muy calientes y “recién nacidas”, su antigüedad se estima entre 20 y
100 millones de años, casi contemporáneas al Sol y por ende, mucho
más jóvenes que el resto de las estrellas de la Galaxia.
Las Pléyades (M45) son conocidas desde la antigüedad y deben
su nombre a las hijas de Atlas, deidad griega hija de Zeus, a saber:
Electra, Asterope, Alcyone, Merope, Celaena, Maia y Taygeta. Fueron
catalogadas por Messier como un Cúmulo estelar bajo el número 45.
Constituyen un cúmulo abierto con mas de 250 estrellas, situadas a
unos 410 años luz de nosotros (unas cien veces mas alejadas que la

127
estrella más próxima al Sol). El polvo y el gas que las rodea difunden la
luz por reflexión y le confieren el aspecto nebular que ostenta.
El color azul de estas estrellas nos dan información sobre su
temperatura, que debe ser mucho mayor que la temperatura superficial
del Sol, de color amarillento. Análogamente a como intuimos que el
color azulado de la llama de las cocinas atestiguan una mayor
temperatura que la flama amarillenta de una vela. Técnicamente diríase
que las estrellas de las Pléyades son estrellas tipo B, con temperaturas
entre 16 000 y 35 000 kelvin y cada una con masas entre 6 y 30 veces
la de nuestro Sol, estrella enana tipo G.
El cúmulo de las Pléyades permite estudiar el origen de los
sistemas planetarios como el nuestro y comprender fenómenos
dinámicos como la eyección de material de las estrellas en rápida
rotación. Pongamos por caso a Pleyona, una de las estrellas de éste
cúmulo, la cual atestigua la eyección de material por su zona ecuatorial
a 300 km/s .
Las estrellas en nuestra galaxia se formaron en racimos, vale
decir en cúmulos abiertos como las Pléyades, se crearon por la
fragmentación de colosales nubes de polvo y gas existentes en el
medio interestelar del disco galáctico. Estos “racimos” de estrellas se
van disgregando paulatinamente y cada estrella individual aglutina
material alrededor para formar sistemas planetarios. Así por ejemplo
cada una de las Pléyades se mueve a la fantástica velocidad de 40
kilómetros por segundo, en un futuro remoto se “mezclaran” con el
resto de estrellas del disco galáctico.
El Sol y sus estrellas vecinas debieron pasar por un proceso
similar al de las Pléyades, por lo que los sistemas planetarios vecinos
al nuestro deben estar constituidas por el mismo material y en la misma
proporción, de abundancias químicas, unos de otros.
Quizá no es casual que se designe con pléyade a la reunión de
poetas celebres. Tuvimos un mismo origen en la noche de los tiempos,
rememorando a Vicente Gerbasi “Vinimos de la noche y hacia la noche
vamos”....

128
IIII.14 Exoplanetas y Enanas Marrones

En la última década, nos sorprendió la noticia del


descubrimiento de otros planetas extrasolares, confirmando la
sospecha de que, efectivamente, los sistemas planetarios son comunes
en el universo. Y que por lo tanto la vida, como fenómeno físico-
químico, debe darse también en otros confines del espacio. La
pluralidad de mundos habitados, como denominó el siglo XIX Camilo
Flamarión, a la esperanza de que la raza humana no sea única, sino
que otros seres pensantes cohabiten los espacios siderales; es hoy día
cada vez mayor debida a la confirmación de existencia de otros
sistemas planetarios.
La búsqueda no es nueva, ya en 1997 Mayor y Queloz
reportaron el descubierto un planeta similar a Júpiter orbitando
alrededor de la estrella 51Piscis. A ello le siguieron técnicas
interferométricas para detectar oscilaciones en el movimiento de otras
estrellas y la confirmación de la existencia de planetas gigantes
gaseosos. Hoy día se reconocen 88 sistemas planetarios con un
planeta además de 14 sistemas múltiples, todos ellos en estrellas de la
secuencia principal; es decir estrellas “normales”. También se ha
reportado planetas orbitando púlsares en PSR 1257+12 y PSR B
1620-26 (Wolsczan & Frail 1992) e incluso en forma aislada en el
objeto δ Ori 70 (Zapatero et al 2003) que seria un planeta con masa
entre 2 y 8 veces la masa de Júpiter. Casi todas las detecciones son
indirectas por la oscilación de la estrella alrededor de su posición en el
cielo; y en los casos de mayor masa como δ Ori 70 por su emisión
infrarroja. El exoplaneta mas cercano detectado està a unos 10 años-
luz. Por efecto de sesgo observacional, los planetas extrasolares

129
detectados son muy masivos y muy separados del disco de la estrella.
Los planetas menos masivos o los mas cercanos no producen
oscilaciones mensurables de la posición de la estrella, que podamos
observar desde la Tierra. Solo en la estrella 47 Ursae Majoris, distante
a 51 años luz, se han detectado recientemente el transito frente al disco
estelar (eclipse) de dos planetas con masas similares a Saturno y
Júpiter.
La novedad en los últimos años es el descubrimiento de
planetas de menor tamaño, girando alrededor de estrellas semejantes a
nuestro Sol. En la estrella HD 210277 se ha detectado un planeta de
apenas el doble de la masa de Júpiter, en orbita similar a la Solar, con
periodo de revolución de 436 días. Al momento de escribir estas líneas
llegan noticias de el hallazgo de otros sistemas planetarios semejantes,
con planetas orbitando alrededor de estrellas similares al Sol a
relativamente cortas distancias y con masas comparables a los
planetas gaseosos del Sistema Solar.
La abundancia de objetos fríos, en el sentido de tener
temperaturas muy bajas en relación a las estrellas, y emisores de luz
infrarroja ha revitalizado la discusión acerca de que se considera un
planeta. Parece que existen objetos con masas de menos del 1% de la
masa de la Tierra hasta decenas de veces la masa de Júpiter. Una
estrella muy fría, digamos una enana roja que agota su combustible
nuclear no puede considerarse un planeta. ¿Cómo distinguir un objeto
estelar “apagado” de un planeta?. Desde mediados del siglo pasado se
sospechaba de la existencia de objetos cuasi-estelares con poca
emisión de luz y con reacciones nucleares apenas para fusionar el
Deuterio, tales objetos se llamaron estrellas Enanas Marrones y se
invento una clasificación espectral especial: L y T. Hoy parece existir
consenso en que si la masa es menor a 13 veces la masa de Júpiter el
objeto es un exoplaneta, en caso contrario seria una Enana Marrón. Se
conocen varios centenares de estos objetos, cuya existencia se
sospechaba.
Ante la búsqueda de planetas extrasolares parecidos ala Tierra,
cabria preguntarse, como lo hiciera Guillermo de Ocam (1280-1347)
¿Pudo Dios haber inventado un Mundo Mejor?

130
III.15 CRUZ DEL SUR

La constelación de la Cruz del Sur, conocida ya desde tiempos


inmemoriales, se le consideró como parte de la Constelación del
Centauro, que prácticamente le rodea, hasta la publicación de la Carta
Celeste de Agustin Royer en 1679. Como toda constelación, la Cruz del
Sur es una asociación aparente de estrella brillante; fácilmente
distinguible si miramos en dirección Sur desde nuestra latitud durante la
primera mitad del año. Constituida por cuatro estrellas muy brillantes
parece más bien un diamante, con Acruz (Alfa Crucis) y Gacruz
(Gamma Crucis) señalando en sentido vertical la proyección hacia el
polo Sur.
Alfa Crucis dista unos 370 años luz de nosotros, con
binoculares es fácil advertir que se trata de una pareja de estrellas
azules muy juntas (técnicamente separadas por una distancia angular
de 4.4 segundos), además cada estrella ha de tener a su vez una
estrella compañera invisible desde la Tierra, constituyendo así un
sistema cuádruple.
En el extremo izquierdo de la cruz nos encontramos con
Mimosa (beta crucis), una estrella gigante, alejada apenas 90 años luz
de nosotros y con una compañera azul.

131
A la izquierda y debajo de Mimosa es fácil advertir con
binoculares el cúmulo estelar de la Caja de Joyas (número 4755 en el
New General Catalogue) constituido por unas 50 estrellas brillantes,
todas súper gigantes azules, calientes y jóvenes. Cada una de estas
estrellas es centenares de veces el tamaño de nuestro Sol, y a solo
7.700 años luz de distancia. En cúmulos estelares abiertos como éste,
y como las Pléyades, nacen las estrellas a partir del polvo y gas
existentes en las numerosas nebulosas oscuras de los brazos de las
galaxias, tras millones de años de colapso del gas debido a la fuerza
gravitacional. Precisamente en la constelación de la Cruz del Sur es
fácilmente identificable una de esas enormes asociaciones de gas
difuso y no luminoso, conocido en la jerga como el Saco de Carbón, su
tamaño es casi 60 años luz y dista de nosotros apenas unos 500 años
luz. Ubicado entre Acrux y Mimosa el saco de Carbón se nos presenta
como zona oscura visible a ojo desnudo que destaca como un agujero
sobre el fondo luminoso de la Vía Láctea.
La Cruz del Sur era visible desde Jerusalén en épocas de
Cristo; su posición aparente en el cielo y la de todas las constelaciones,
cambia a lo largo del ciclo de 25.800 años de la precesión del eje
terrestre. Por ello desde el siglo XIV esa constelación era invisible
desde Jerusalén y desde Europa. Dante Alligieri, en su obra la Divina
Comedia refiere este singular hecho en el pasaje de la entrada al
Purgatorio como: “dispuesto a espiar este extraño polo, recuerdo cuatro
estrellas, las mismas que vieron los primeros cristianos y que desde
entonces ningún vivo ha vuelto a ver”.
Quiso así el ilustre florentino ejemplificar la era de la
humanidad, sin Dios, tras la muerte de Cristo. ¿Conocía Dante la
Precesión Terrestre?, es decir ¿fue una alegoría intencionada? ¿Una
curiosa casualidad?, los invito a otear esta noche la Cruz del Sur para
reflexionar en busca de alguna respuesta.

132
IIII.16 LOS EXTRAÑOS OBJETOS GEMINGA Y ETA CARINA

Los astros de nuestra galaxia, pueden catalogarse rudamente


en tres grandes grupos: estrellas o astros con “reactores” nucleares
interiores, en planetoides o astros sin actividad de fusión nuclear y
masas menores al 1% de la Solar (por ejemplo todos los astros del
sistema solar excluyendo al Sol) y en objetos compactos o suerte de
“cadáveres” de estrellas apagadas (Enanas Blancas, estrellas de
neutrones y pulsares, y los llamados Hoyos Negros). Por supuesto que
las estrellas en proceso de colapso como Novas y Supernovas, y en
proceso de formación con T-Tauri están incluidas en las categorías
anteriores. Pero, como toda clasificación sobre la naturaleza, ésta
resulta ser incompleta. Dos objetos en los últimos años desconciertan a
los astrónomos: un escandaloso faro de rayos gamma, situado en la
constelación de Géminis y una estrella que explota y resucita en la
constelación de Carina.
Aparte de los procesos cataclismitos del fin de una estrella
como Novas y Supernovas, existen estadios en el ciclo de actividad
estelar que hacen oscilar el brillo e incluso el radio de las estrellas
(estrellas variables cefeidas, Wolf-Rayet, etc.). Se ha observado
variaciones de luminosidad en objetos compactos (“estrellas” Enanas
Blancas variables o ZZ Cetti, en estrellas de neutrones en rápida
rotación o pulsares; que emiten ondas de radio). Adicionalmente hay
asociaciones entre estrellas o entre una estrella y algún objeto
compacto, que por su interacción se nos muestran con variaciones
peculiares de brillo o emisión en rayos X, rayos gamma, etc.; y se
denominan “estrellas” variables. De todas ellas existe más de un

133
ejemplo en nuestra galaxia y, aun cuando desconocemos algunos
detalles, se comprende grosso modo la física de los procesos tienen
lugar allí.
Pero que decir de un solo objeto que pulsa cada 237
milisegundos, emitiendo un faro super energético de rayos gamma,
rayos X y ondas de radio. Situado cerca del polo sur galáctico, en la
constelación de los Géminis, este emisor de rayos gamma (Geminga)
sigue desconcertándonos desde su descubrimiento en 1981.
Por otro lado de nuestra galaxia, en la constelación de Carina,
una estrella gigante azul comenzó a hacerse visible a simple vista a
partir de 1940, no era una Nova, sino más bien una estrella
“resucitada”. Entre 1837 y 1856 la estrella Eta Carina incrementó su
brillo, primero paulatinamente y luego en forma dramática. De ser
apenas visibles a ojo desnudo pasó a ser la más brillante del
firmamento, luego disminuyó su brillo y hoy es apreciable con mucha
dificultad, rodeada sin embargo de una nube pardo-rojiza con una luz
laser natural. Radia energía a una proporción de 5 millones de veces
mayor que el Sol; por lo que Eta-Carinae nos resulta la estrella de
mayor luminosidad de toda la Galaxia. También emite fuertemente
ondas de radio e incluso rayos gamma. Las observaciones sugieren
que es una estrella inestable que está hirviendo materia rápidamente
fuera de su superficie, pero no sabemos como ni por que.
Ambos objetos, la estrella Eta Carina y el posible pulsar
anómalo de Geminga, han sido observados con todo tipo de
instrumentos, hay imágenes de su emisión en radio, infrarrojo, rayos X,
rayos Gamma, y aun se desconoce el porque son tan únicos y el
mecanismo que puede generar tanta energía. Tampoco se comprende
como es que estos objetos pueden variar su brillo tan abruptamente,
No falta quien, en los pasillo de los Congresos especializados,
especule que Geminga en una señal inteligente de alguna civilización
mas desarrollada. Y eso, de veras, es lo mas probable; queda por ver si
en verdad esa civilización mas desarrollada es necesariamente
extraterrestre…pudiera ser que sea la señal del comportamiento del
Universo, que comprenderemos dentro de varios siglos, cuando
ciertamente alcancemos una ciencia mas desarrollada.

134
IIII.17 LAS GORGONAS DE PERSEO

Los habitantes de la Grecia antigua rememoraban sus


tradiciones, mitos y leyendas colocando las deidades en el firmamento,
vale decir asociado las estrellas en constelaciones por medio de
diagramas figurativos entre los puntos de luz del firmamento estrellado,
que por su aparente proximidad relativa, constituían algún dibujo
inteligible. Tal y como hacemos hoy día con las formas caprichosas de
las nubes, que nuestros niños asocian con forma mas o menos
semejantes a figuras conocidas. Una de tales constelaciones, cercanas
al polo norte celeste, digamos hacia el noreste de Casiopea, y limitada
hacia el sur por la constelación de Taurus es la constelación de Perseo.
Perseo, héroe mitológico Griego, realizó varias epopeyas que
principiaron cuando este defendió a su madre Dànae, de las
pretensiones del Rey Polidectes, quien convino en no molestar mas a
Dànae siempre que Perseo lograra traerle la cabeza de la Gorgona
Medusa. Única de las tres gorgonas, que era mortal. Como narra la
tradición tales monstruos; alados y con la cabeza cubierta de víboras
en lugar de cabellera; petrificaban a quienes le mirasen convirtiéndolos
en estatuas de sal. Medusa fue inicialmente una sacerdotisa del templo
de Atenea, quien perdió su castidad dentro del propio templo por el dios
del Mar (Poseidón) y como castigo fue convertida en la monstruosa
Gorgona. Para hacer ese trabajo imposible de cortar la cabeza de

135
Medusa, Perseo se valió de un espejo pulido que le dio Atenea y una
hoz con la cual pudo acertarle el golpe mortal sin mirarla directamente,
evitando así ser petrificado.
En la constelación de Perseo se advierte con facilidad, por
medio de telescopios pequeños e incluso con binoculares, dos
enjambres de estrellas blancas-azuladas, que constituyen el
denominado cúmulo doble de Perseo como se ilustra al comienzo de
estas líneas. Los cúmulos son asociaciones físicas de estrellas que se
formaron por el colapso y la subsecuente fragmentación del gas y polvo
interestelar que pulula disperso en el plano de la Vía Láctea, nuestra
galaxia, y que le confiere ese carácter lechoso al disco galáctico que
advertimos en el cielo en las noches despejadas y muy oscuras.
Nuestro Sol y las estrellas vecinas al mismo tuvieron un origen
semejante; puesto que las estrellas se gestan en cúmulos o enjambres.
La tradición mitológica refiere que al regreso de matar a
Medusa, Perseo se encontró con una hermosa mujer, Andrómeda o la
Gobernadora de Hombres, encadenada desnuda como ofrenda al
monstruo marino Cettus, a la orilla de Jope en Palestina. Perseo la
liberó aproximándose en el caballo alado Pegasus y nuevamente
empleo un ardid para matar al monstruo marino Cetus, confundiéndolo
con la sombra que el propio Perseo reflejaba en el agua. Andrómeda
era hija de Casiopea y del Rey Cefeo, quienes ofrecieron a Andrómeda
como tributo ante Poseidón para ser libradas del la ballena Cettus. Los
lectores avezados en astronomía notaran que Cettus, Cefeo y
Andrómeda son también constelaciones del hemisferio norte, en
sintonía con la tradición helénica.
Los griegos no disponían de ningún instrumento óptico,
difícilmente podían saber que las estrellas h y χ de la constelación de
Perseo eran dos asociaciones “monstruosas” de estrellas, distantes a
7 400 años luz de nosotros, denominados hoy como NGC 869 y NGC
864. Es decir las dos Gorgonas inmortales que el Héroe Perseo no
mató. Será que la lluvia anual de meteoros “perseidas”, originadas en
dicha constelación motivo la tradición de la Gorgona fallecida? Confieso
que en las noches de la segunda quincena de agosto, yo mismo he
quedado petrificado de asombro al observar la belleza de la “lluvia de
meteoros” de las Perseidas.

136
IIII.18 TYCHO DESCUBRE UNA ESTRELLA NUEVA (NOVA)

En el siglo XVI, la Astronomía no era una profesión adecuada


para un noble. Pero el astrónomo danés Tycho Brahe, que procedía de
muy buena familia, no pudo evitar serlo. Primero observó un eclipse de
Sol. Luego, una conjunción entre Saturno y Júpiter. Y, el 11 de
noviembre de 1572, una nueva estrella muy brillante en la constelación
de Casiopea. Esta estrella era una "supernova", un fenómeno que
contradecía la inmutabilidad de los cielos propuesta por Aristóteles,
según se desprende de su obra “De nova et Nullius aevi memoria prius
visa Stella Contemplatio Mathematica” La muerte violenta de una
estrella, cuando llega el final de sus días, es todo un espectáculo de
pirotecnia que se conoce como supernova. Primero y de forma
repentina, como si quisiera llamar nuestra atención, la estrella
incrementa su luminosidad varias decenas o cientos de miles de veces
liberando una gran cantidad de energía (la equivalente a la producida
por el Sol durante mil millones de años). Después, aparece como un
punto muy brillante en el cielo, allí donde antes pasaba inadvertida. Y,
tras unos meses, desaparece de nuestra vista para siempre.
Existen varios tipos de supernovas. La de tipo Ia es la explosión
de una estrella pequeña extremadamente densa (enana blanca),
compuesta principalmente de carbono y oxígeno. Se encuentra en la
última etapa de su existencia y pertenece a un sistema binario (de dos
estrellas). La supernova de tipo II es la explosión de una estrella de
gran masa y rica en hidrógeno que sufre un violento colapso; la materia
de las capas más externas tiende a ir hacia el centro por la fuerza de la
gravedad al acabarse la producción de energía en su núcleo. Las

137
supernovas de tipo Ib/Ic, si bien se producen en un sistema binario, son
debidas al colapso gravitatorio de una estrella masiva como las de tipo
II. La estrella que colapsa ha perdido la envoltura de hidrógeno.
En cualquier caso, las supernovas constituyen la principal fuente
de elementos químicos del Universo: las de tipo I producen
fundamentalmente hierro y níquel, mientras que las de tipo II
suministran el resto (carbono, oxígeno, azufre, silicio, calcio, etc.),
todos ellos a partir de los elementos ligeros que forman las estrellas:
hidrógeno y helio.
Algunas supernovas apenas dejan entre sus cenizas una débil
nebulosa, como la supernova observada por Tycho Brahe, en 1572,
una supernova termonuclear (o de tipo Ia), por oposición a las de
colapso gravitatorio. Supernova de tipo II fue la de 1054, que dio lugar
a la Nebulosa del Cangrejo, en la constelación del Toro, y que fue
perfectamente visible incluso de día durante dieciocho meses.
Se cree que también se debió a un colapso gravitatorio la
observada por el astrónomo Johannes Kepler, en 1604, que sería una
supernova de tipo Ib/Ic. Una supernova reciente de tipo II fue la
supernova 1987A la más luminosa desde los tiempos de Kepler,
ocurrida en la cercana nube de Magallanes..
Tycho Brahe realizó observaciones astronómicas durante más
de veinte años sin telescopio, que no se utilizó en Astronomía hasta
después de su muerte (se cree que Thomas Digges, astrónomo inglés
coetáneo de Tycho Brahe, ya conoció el telescopio, pero no se divulgó
por la ventaja que proporcionaba en la prevención de un ataque naval).
Pero el astrónomo danés no fue el único que observó la supernova de
1572. Un contemporáneo, el valenciano Jerónimo Muñoz, escribió por
entonces, a petición de Felipe II, el Libro del nuevo cometa (pues así la
llamó), con el fin de demostrar que la nueva estrella estaba situada en
la esfera celeste, en contra de la doctrina aristotélica. El mismo Tycho
Brahe comentó este libro en su extensa recopilación en los
Astronomiae Instauratae Progymnasmata de 1603, comparando las
observaciones de Muñoz con las suyas propias.
La rivalidad en torno a la stella nova no llegó al extremo de
batirse en duelo, como había hecho a los 20 años (en esa ocasión,
Tycho perdió parte de su nariz, que sustituyó con una prótesis de oro y
plata). El danés citaba extensamente los trabajos de diversos autores
sobre esta supernova en su compilación de 1603, y en particular
elogiaba los conocimientos astronómicos de Jerónimo Muñoz. La

138
supernova de Tycho Brahe era una supernova de tipo Ia. En esta
categoría, la explosión se produce por la caída de material sobre una
enana blanca. “El material atrapado procede de una estrella compañera
que puede ser una estrella de la Secuencia Principal, una subgigante,
una gigante roja u otra enana blanca. Excepto en este último caso en
que la enana blanca se funde con la estrella que explota y no queda
compañera superviviente, es de esperar que después de la explosión la
estrella compañera donante reciba un fuerte impulso y adquiera una
velocidad propia inusualmente grande. También sufrirá una pérdida de
material que reducirá su masa, lo cual podría modificar su estado
evolutivo, y una inyección de energía que aumentará su luminosidad y
podría producir una expansión que reduciría su gravedad superficial.”
Los astrónomos han buscado, aun sin éxito, la estrella
compañera de la supernova de Tycho con algunos de los mayores
telescopios del mundo. En los alrededores de los restos de la
supernova han hallado una estrella subgigante (denominada "Tycho
G") que se mueve mucho más rápido que las estrellas de la vecindad y
concuerda con las expectativas de posición, distancia y velocidad
previstas. Si Tycho G fuese la estrella compañera, el sistema binario
correspondería a un tipo de variables cataclísmicas U Scorpii
caracterizado por un período entre dos y siete días y compuesto por
una estrella enana blanca y una compañera como el Sol en el momento
de la explosión. Todas estas estrellas acabarán explotando como la
supernova de 1572, pero eso ocurrirá dentro de cientos de miles de
años”.
La primera obra de Tycho, citada, le granjeo la fama y la
protección de l rey Federico II de Dinamarca, quien fuera su mecenas
por mas de 20 años, dotándolo de las ventajas que astrónomo alguno
haya tenido jamás: la concesión de toda la Isla Hven, cerca de
Copenhague, un castillo, laboratorios, talleres y hasta una imprenta
propia, además de la servidumbre y custodia.
De suerte que la nova de Casiopea trajo dicha y prosperidad
para Tycho, en la misma medida que elaboraba las agoreras profecías
de los horóscopos Reales para Federico II. La vida de Tycho, de alguna
forma nos ayuda a comprender porque, en las orbitas adulantes del
poder, son mejor recompensados los vaticinios catastróficos que los
buenos augurios, por inciertos o inevitables que sean los primeros.

139
IIII.19 HUECOS NEGROS Y OTROS CUENTOS

Todos creen saber lo que es un agujero negro. Todos menos los


físicos. Si Ud. habla con un astrónomo, le convencerá que un agujero
negro es el resultado final de la vida de una estrella con más de ocho
veces la masa del Sol. Cuando se agota su combustible, la masa se
contrae bajo su propio peso. Puede llegar a estar tan densa que, hasta
una cierta distancia del centro, la velocidad necesaria para poder
escapar de su atracción gravitatoria puede ser mayor que la velocidad
de la luz. Llegados a ese extremo, ni siquiera la luz puede escapar y
por ello se denomina agujero negro. Y también le dirá que la radio
fuente Cygnus X-1 y otras fuentes estelares de rayos X y gamma son
sin lugar a dudas, esos objetos teóricos inobservables en principio,
pero que se evidencian por la materia que cae en esas colosales
aspiradoras.
Si Ud. le hace la misma pregunta a un físico relativista, este le
responderá que Hoyos Negros (Black Hole) son una solución de la
Ecuaciones de campo de Einstein aplicadas a un modelo estelar. Le
referirá que, en un modelo estelar, aparece un termino indeterminado o
infinito, que se interpreta como el colapso puntual de la estrella; y
relaciona la masa con el radio estelar (la estrella colapsa a un punto si,
en unidades correcta, su radio es el doble de su masa). También
conocerá Ud. que esa relación no es debida a Einstein, sino a Kart
Schwarzschild quien resolvió las Ecuaciones de gravedad de Einstein
en 1916 para un caso simple, completamente esférico y sin considerar
la rotación de la estrella ni la existencia de campo magnético. El propio
Einstein en 1939, en su trabajo publicado en Annals of Mathematics
titulado “Sobre un Sistema Estacionario con simetría esférica formado

140
por muchas masa puntuales” advirtió sobre la imposibilidad física de la
formación de tales objetos.
Si se considera un modelo estelar con rotación o bien con carga
o con radiación; vale decir modelos estelares mas realistas, la solución
también da origen a un infinito (singularidad) que puede ser
interpretado como un Hueco Negro, pero en cada caso la expresión
que relaciona el radio con la masa del objeto es diferente y lo es
también respecto a la calculada por Schwarzschild. Así, un Hoyo Negro
puede ser tipo Kerr, tipo Schwarzschild, tipo Tomimatsu-Sato, ect. y en
cada caso solo se tiene en cuenta el colapso gravitacional. La
relatividad no dice nada como se comporta la materia a densidades tan
extremas, vale decir no específica si aparecen o no fuerzas de presión
que detengan el colapso de la estrella antes de formar la singularidad.
Una estrella como el Sol, colapsa a una estrella Enana Blanca
formada por materia “degenerada”, su tamaño final es comparable al de
la Tierra. Si la estrella es mucho más masiva que el Sol, su peso la
hace colapsar hasta unos 15 kilómetros de radio, los átomos se funden
en neutrones. El peso de su enorme masa es detenido por la fuerza de
los neutrones, únicos constituyentes que sobreviven al colapso.
¿Y si la masa es aun mucho mayor? Es decir, si llegase a ser
tan grande como ocho masas solares ¿no se formaría un Hueco
Negro? No sabemos pero hay otras posibilidades teóricas no siempre
bien divulgadas. Podría formarse una Estrella de Quark, de Piones o de
otros materiales subatómicos, que no son estrictamente iguales a los
Huecos Negros que aparecen en las ecuaciones de Schwarzschild o de
Kerr. Tales objetos, de existir serian los responsables de las radio
fuentes atípicas como Cygnus X-1 y se denominan también Huecos
Negros, aun cuando es un abuso del lenguaje. Se entiende así, en
astrofísica, por Hueco Negro a cualquier estrella más densa que una
típica estrella de neutrones.
El termino Hueco Negro o Agujero Negro lo acuñó John
Wheeler en una conferencia de 1967, antes se les denominaba como lo
hacia Schwarzschild, “estrellas congeladas”. Para un Físico Relativista
la única información que podemos obtener sobre un Hueco Negro es su
masa, su carga eléctrica y su giro, cuyo enunciado se sintetiza en la
jocosa frase “A Black Hole has not hair” (un hueco negro no tiene
pelos).
Sin embargo, tras introducir la mecánica cuántica en la
descripción de los agujeros negros, Stephen Hawking dedujo en 1977

141
que emiten radiación y que, por lo tanto, a la larga pierden masa y
acaban desapareciendo. El argumentó qué un par de partícula y
antipartícula se crea a partir de una fluctuación cuántica, en el mismo
borde de un agujero negro zona denominada el “horizonte de sucesos”,
una de las dos partículas del par puede escapar de la influencia
gravitatoria mientras la otra cae hacia el interior del agujero negro.
Esas partículas constituyen la radiación de Hawking e implican la
evaporación del agujero negro que terminará por extinguirlo
Hace poco, George Chapline, publicó un artículo en el que
dedujo que no pueden existir. Chapline aseguraba que el colapso de
las estrellas masivas, que hasta la fecha se había pensado que
generaba agujeros negros, conduce en realidad a la formación de
estrellas que contienen energía oscura, posiblemente la energía
responsable de la expansión acelerada del Universo. También hay
resultados que muestran que si durante el colapso de una estrella la
esfericidad no es exactamente perfecta, como ocurre siempre en la
naturaleza, entonces no es posible la formación de un Hoyo Negro.
Pese a todo, hay quienes siguen pregonando los Hoyos Negros,
de todos los tipos y en todo lugar del cosmos, no como una posibilidad
teórica sino, equivocadamente, como un hecho demostrado. Postulan
Hoyos Negros supermasivos en el Centro de las Galaxias Activas,
pequeños Hoyos Negros en el halo de las galaxia e incluso del tamaño
de un átomo en las cercanías del sistema Solar para explicar el origen
de los cometas. Sin hablar claro está, de los usado por los
“divulgadores de la Ciencia” para proponer viajes en el tiempo, o a
velocidades mayores que la luz, o a otros universos.
Y es que los Black Hole son un paradigma como en su tiempo lo
fue el flogisto, los epiciclos, el éter, el calórico, etc. ¿Que valor tiene
una hipótesis que no puede ser comprobada? ¿Qué existencia real
tiene un objeto que por definición es inobservable? ¿Cuántos Huecos
Negros hay en la galaxia? ¿Cuántos ángeles caben en la cabeza de un
alfiler?

142
III.20 El Diagrama de Hertsprung y Russell

A comienzos del siglo XX, se habían obtenido las distancias de


de muchas estrellas de la vecindad solar, empleando el método de
paralaje, procedimiento análogo al empleado en agrimensura. Para
este conjunto de estrellas también fue posible medir su brillo aparente y
sus espectros. Es claro que si se tiene la distancia a una fuente de luz y
se mide su brillo aparente, puede entonces puede obtenerse su brillo
intrínseco. Así conocido el brillo de una estrella y su distancia también
obtenemos la luminosidad (Magnitud Absoluta). En un intento por
clasificar todo estos datos gráficamente, el astrónomo Danés Ejnar
Hertzsprung descubrió es 1905, una regularidad al graficar la magnitud
absoluta con el color de las estrellas.
Las estrellas de color azul-blanco como alfa del León (Régulus)
son también muy calientes, y disminuyen progresivamente en
temperatura conforme su color es blanco como Altair (alfa del águila),
Azul-blanco como Sirio (alfa del Can Mayor), amarillo como el Sol,

143
naranja como Aldebarán (alfa del Toro) o Roja como Gacrux (en la
Cruz del Sur). En forma análoga observamos como una barra de hierro
incandescente cambia de color blanco a azul, amarillo y luego a
naranja y rojo conforme se va enfriando.
Una relación análoga a la hallada por Hertsprung para las
estrellas, fue encontrada en 1907 por Henry Russell de la Universidad
de Pricenton, al relacionar los tipos de espectro de las estrellas con la
magnitud absoluta. Si hacemos un diagrama de Luminosidad versus
tipo espectral, o equivalentemente de magnitud absoluta versus color;
encontramos que las estrellas no están uniformemente distribuidas sino
agrupadas por zonas que permiten una clasificación de su propiedades
físicas en relación a su tamaño y composición. Tal diagrama se le
conoce hoy como Diagrama de Hertsprung-Russell o HR, que ilustra
estas lineas.
Puede observarse en el diagrama que el tamaño de las estrellas
aumenta con la distancia respecto al vértice inferior izquierdo. Es
posible tipificar las estrellas según su posición en el diagrama. Así, por
ejemplo, las estrellas hacia el extremo superior derecho del diagrama
son de gran tamaño y poseen temperaturas superficiales bajas. Son
denominadas habitualmente gigantes rojas. Por otro lado, las situadas
en el vértice opuesto son pequeñas y calientes, son las Enanas
Blancas. La inmensa mayoría de las estrellas que se dibujan en un
diagrama HR quedan dispuestas sobre una diagonal que va del
extremo inferior derecho al superior izquierdo. A esta zona se la
denomina secuencia principal, al que pertenece, nuestro Sol.
Las estrellas al formarse adquieren una temperatura tanto
mayor como mayor sea su masa, y ello determinara su evolución
posterior. Las mas masivas agotaran mas rápidamente su combustible
nuclear y son de menor edad, tal es el caso de las estrellas de la parte
superior izquierda del diagrama HR, equivalentemente las menos
masivas alcanzaran menor temperatura y agotaran su reservorio de
Hidrogeno mas lentamente, duraran mas tiempo (mayor edad), como el
caso del Sol.
Al agotar su combustible nuclear, las estrellas pasaran por otros
procesos físicos, cada tipo particular de tales estadios o fases, como
por ejemplo Gigantes Rojas, Enanas Blancas, variables cefeadas, etc.
Corresponde a cierto valor de luminosidad y temperatura y puede
encontrase en alguna otra zona del diagrama HR. Ello permite predecir
el estadio evolutivo, la edad y otros parámetros físicos de alguna

144
estrella en particular con solo medir su espectro y luminosidad y
clasificarla a través del diagrama HR.
Una anécdota apócrifa dice que el diagrama HR también sirve
para clasificar a quienes estudian el Universo, así para un astrónomo el
diagrama HR relaciona los aspectos observables directamente, es un
diagrama de color-magnitud. Los astrofísicos más dados a la
conceptualizacion dicen que es un diagrama Temperatura-
Luminosidad; y un cosmólogo; mas dado de ordinario a la especulación
que a la observación, simplemente ¡no tiene idea sobre eso!.
.

145
146
Capitulo IV:
TRANSITO POR OTROS UNIVERSOS

147
148
IV.1 UN CAMINO DE ESTRELLAS Y POLVO

Los cielos de Septiembre y Octubre nos parecen más plagados


de estrellas que de costumbre, sobre todo mirando desde nuestra
localidad en dirección sur durante la media noche. Esta región, llena de
estrellas y de gigantescas nubes de polvo, es conocida como la región
del plano galáctico. Abarca entre otras, a las constelaciones de
Sagitario y del Escorpión. Los antiguos griegos la denominaron el
camino de leche (Vía Láctea) por el color blanquecino de la luz
difuminada por las regiones de hidrógeno ionizado sobre el fondo
oscuro del cielo nocturno. Una rápida “visita” a través de binoculares o
pequeños telescopios nos muestran gran cantidad de regiones de
formación estelar: cúmulos estelares abiertos y nebulosas. Mirando
hacia la constelación de Sagitario nos encontramos con la zona más
densa en estrellas del firmamento: el centro galáctico.
El centro de nuestra galaxia podría albergar centenares de miles
de estrellas tipo OB jóvenes gigantes azules, explotando en forma casi
continua (supernovas) o bien un gigantesco agujero negro ( suerte de
aspiradora celestial con una masa de trillones de veces la de nuestro
Sol). La controversia aún no es dilucidada porque el polvo de las nubes
oscuras no permiten escrutar con instrumentos estos confines celestes.
Nebulosas iluminadas como la “Laguna” o la “trífida de
Sagitario” cautivan a los astrónomos con sus miles de soles, creándose
y muriendo continuamente. Allí se están generando sistemas

149
planetario y quizás vida como la nuestra y luego, después de mil
millones de años, languidecen explotando en forma de supernovas.
Estas estrellas explotan cuando agotan el combustible nuclear que les
da luz arrojando al espacio los elementos químicos más pesados que el
hierro. Ese material se mezclará en el medio interestelar formando
nubes oscuras que luego colapsarán para formar nuevos soles y
planetas de la próxima generación de estrellas. Nosotros, nuestra
Tierra y el resto de la materia del sistema solar contiene elementos
pesados que se originaron el plano galáctico, de materia perteneciente
a la anterior generación de estrellas. Estamos formados por polvo
cósmico y seremos, perogrullescamente, polvo cósmico. Es que en la
contemplación del firmamento, el mundo de las Ciencias le da la mano
a la poesía: somos los ojos de las estrellas que miramos a las
estrellas, vale decir: somos la porción del universo que se estudia a sí
misma. Estas reflexiones constituyen el denominado principio antrópico
según el cual la base de la Ciencia es humana, antes que nada, y por
ende ecológica y sociológica.
Así, el principio antrópico, se introduce en la cosmología para
intentar explicar la paradoja según la cual, el universo parece estar
justamente a la mitad de su edad desde su origen, hace unos 15 mil
millones de años, hasta su previsible final, dentro de unos 15 mil
millones de años. Claramente si el Universo tuviera un año de duración,
toda la existencia humana, desde los primates hasta hoy, abarcaría
solo un segundo del último minuto del ultimo día de ese año hipotético;
y el Sol agotará su combustible nuclear y se extinguirá mucho antes de
que transcurra una pequeñísima fracción del próximo “año cósmico” de
la duración del Universo. Parafraseándonos con Vicente Gerbasi:
“despierta hijo, que te traga la vida”

150
IV.2 EL DIAPASON DE HUBBLE.

En el siglo XVIII, Williams Herchell, a la sazón un músico


aficionado a la astronomía, se dedicó a la construcción de grandes
telescopios con el fin de descubrir nuevos cometas, ello le permitió el
descubrimiento del Planeta Urano y observar una plétora de
nebulosas, algunas de ellas con formas espirales, elípticas e incluso en
forma de sombrero. Con el advenimiento de la física cuántica a
comienzos del presente siglo, quedo establecido por medio del estudio
de los espectros de estos astros, que tales “nebulosas” se encontraban
fuera de nuestra Galaxia (la Vía Láctea) y se les denominó Universos
Islas, galaxias o “nebulosas extra-galácticas”.
Edwin Hubble clasificó en 1924, mas de un centenar de ellas en
tres grandes grupos de acuerdo a su morfología. Las galaxias amorfas
o irregulares como las llamadas “nubes de Magallanes” (dos galaxias
satélites de la Vía Láctea), las galaxias espirales (como Andrómeda y la
Vía Láctea) y las que semejaban un sombrero o una lentícula,
denominadas elípticas.
La morfología de las galaxias se denominó en la jerga pionera
de los años veinte como la “teoría de la tasa de café”; por cuanto la
espuma en rotación, de una mezcla de café y leche, parecía dibujar
caprichosamente las formas elípticas y espirales, semejantes a las
fotos de galaxias. Simíl acentuado por la disposición de las burbujas
mayores hacia el centro y las burbujas menores formando pliegues
alrededor de éste. Este “modelo” inspiró un diagrama evolutivo también
conocido como el “diapasón de Hubble” según el cual las galaxias

151
elípticas (E) provenían de galaxias espirales simples (S) y de espirales
con un centro y una barra desde la que emergerían los brazos espirales
(SB). Cada uno de los tipos admiten una subclasificación dependiendo
de cuan elíptica u oblonga sea la galaxia (desde E0 a E7) y cuan
separados esten los “brazos” espirales respecto al centro (Sa, Sb, Sc) o
respecto a la barra central (SBa, SBb, SBc). Como toda clasificación
morfológica y cualitativa de entes en la naturaleza, la de Hubble, estaba
destinada a ser incompleta y con ella el esquema evolutivo propuesto.
Hoy día sabemos que en efecto las galaxias elípticas, que
constituyen un tercio del total, poseen poco gas y polvo y en ellas las
estrellas constituyentes son antiguas, mientras que las galaxias
espirales (barradas o simples) conforman dos tercios del total de
galaxias, contienen mucho gas y polvo cósmico y las estrellas se
forman continuamente. Sin embargo no es claro que las galaxias
evolucionen desde elípticas a espirales o a la inversa, ni que las
galaxias irregulares sean más antiguas que ambos grupos. En los
Cluster o cúmulos de galaxias los encuentros e interacciones de
galaxias son muy frecuentes, y la dinámica del movimiento estelar en
los brazos espirales es mucho más compleja. En la década de los años
sesenta, Chiao y Shu explicaron la formación de los brazos espirales
a través de ondas de densidad, y mostraron que al igual que las
“barras”, los brazos aparecen y desaparecen continuamente en una
misma galaxia.
También los estudios recientes demuestran que existe un
estadio morfológico no contemplado anteriormente: las galaxias con
anillos, en el cual las barras y/o el centro presenta un anillo de materia
a partir del cual emergen los brazos espirales. El origen de esta
aglutinación fuera del centro parece deberse a las resonancias o
frecuencias de acoplamiento entre el movimiento del gas constituyente
de la barra y el resto del disco galáctico.
La velocidad de rotación afecta también la dinámica de los
brazos espirales: el centro gira mas aprisa que el resto del disco,
enrollando las espirales. Las inestabilidades dinámicas y gravitatorias
serían las causantes de la morfología observada como espirales,
brazos, anillos y barras. Hoy, la clasificación fina de Vaucouleurs
reemplaza con mejor acierto la tricotómica de Hubble, quizá porque
incorpora los procesos en lugar de las apariencias formales al
establecer las categorías.

152
IV.3 LA GALAXIA ANDROMEDA.

Ese conjunto de mas de cien mil millones de estrellas o soles,


nubes de hidrógeno y de polvo, similar a un disco espiral aplastado, es
la imagen mas parecida a nuestra propia Galaxia “La Vía Láctea”. La
galaxia a que nos referimos, ilustrada en la fotografía, es la galaxia
Andrómeda, y es la galaxia espiral mas cercana a la nuestra, distante a
tan solo 1,5 millones de años luz. Aunque le veamos como un trémula
estrellita cerca de la constelación del Pegaso en una noche clara, su
área nebular puede distinguirse en un área del cielo tan grande como la
propia luna vista con un telescopio de mediano aumento.
La galaxia Andrómeda es también conocida como M31, vale
decir como el Objeto del Catálogo de nebulosas número 31; realizado
por el astrónomo Charles Messier en el siglo XVIII. Su nombre de
Andrómeda, refiere a su ubicación en la constelación homónima ideada
por la mitología griega para recordar a la hija de Casiopea y Cefeo;
reyes etíopes, de vida legendaria.
No fue sino hasta 1925 cuando se comprendió que la “nebulosa”
de Andrómeda M31 era en realidad un Universo-isla, y que, al igual que
centenares de otras “nebulosas difusas”, contenían millones de soles.
Durante décadas se había mantenido la controversia entre H. D. Curtis
y sus colegas sobre si las galaxias eran o no sistemas de estrellas
externos a la propia Vía Láctea.

153
Pronto, a finales de los años veinte, con el desarrollo de los
grandes telescopios de mas de dos metros de diámetro, se comprendió
que existen en el Universo millones de galaxias cada una con tantas
estrellas como las que podemos ver en el cielo. Morfológicamente se
les puede catalogar en irregulares, como las dos galaxias satélites de la
Vía Láctea: las nubes de Magallanes, en galaxias espirales como la
nuestra o como Andrómeda y en galaxias elípticas de apariencia
lenticular.
Andrómeda es una de las galaxias mejor conocidas, por su
cercanía a nosotros, posee una región central de forma elíptica con
densidad mucho mayor que los brazos espirales, tiene dos galaxias
enanas satélites numeradas en el nuevo catálogo general (NGC) 205 y
221, y contiene varios cúmulos globulares con centenares de estrellas
cada uno, fuera de la estructura espiral, de suerte tal que la galaxia
posee un halo esférico tenue, de gases, algunas pocas estrellas
dispersas y cúmulos globulares. Este halo, no visible en las fotografías
contiene en su interior al disco galáctico con un tamaño de 65 000 años
luz. Para imaginar tal distancia pensemos que un viajero que se
desplace a la fantástica velocidad de 300 000 kilómetros por segundo
demoraría 65 000 años en recorrer la galaxia de un extremo al otro.
El tamaño aparente, la edad y la distribución espacial de las
galaxias es muy variable. Las hay por doquier en el cielo, visibles en las
fotografías realizadas con telescopios, en segundo plano, detrás de las
estrellas de nuestra propia galaxia. Su tamaño puede ser mil veces
mayor a nuestra propia galaxia o diez veces mas pequeñas. Se
agrupan por acción gravitacional en cúmulos de galaxias; como el
denominado Grupo Local, al cual pertenece la Vía láctea, las nubes de
Magallanes, la propia galaxia Andrómeda y una veintena de galaxias
menores. Otros cúmulos como el de la constelación de Virgo puede
tener centenares de galaxias. La edad de tales sistemas estelares es
tan antigua como el propio Universo: unos 12 mil millones de años y su
dinámica y evolución es aun tema de debate en la astrofísica moderna.
Es lícito pensar que en algún lugar entre mil millones de
galaxias, cada una con diez mil millones de estrellas, en un lapso de
tiempo de al menos 12 mil millones de años, debería haberse
reproducido las condiciones que dieron origen en nuestro Sistema
Solar, al fenómeno de la vida y de la civilización. El hallazgo de alguna
de esas otras, hipotéticas pero muy verosímiles, civilizaciones será en
el próximo milenio el hito mas trascendental de la cultura humana.

154
IV.4 LAS NUBES DE MAGALLANES

Cuando Fernando de Magallanes (1480-1521) circunnavegó la


patagónia en 1519, advirtió un par de nubecillas inmóviles en el cielo
austral, difusas y brillantes justo al sur de la brillante estrella Canopus.
Las estrellas de brillo débil que circundan a estas nubes serian luego
catalogadas por los navegantes holandeses Pieter Keiser y Frederick
de Houtman en los años 1595-1597 y la bautizaron como la
constelación del Dorado, homónimo de un pez de la región de carne
muy apreciada. Las dos nubes difusas registradas por Magallanes, sin
lugar a dudas, eran astros, que muchos años después se identificaron
como galaxias irregulares, satélites de nuestra propia galaxia Vía
Láctea. Hoy se les denominan la Gran y Pequeña nubes de Magallanes
respectivamente y son un espectáculo del cielo, visibles a simple vista
para observadores (como nosotros) situados por debajo de los 15º de
latitud Norte.
La Gran Nube de Magallanes (LMG) con sus mas de mil
millones de soles o estrellas, es en realidad una galaxia espiral similar
a la galaxia Andrómeda, pero con una estructura alargada o de barra
central, técnicamente se le dice del tipo SB (espiral barrada). La LMG
está situada a 170 mil años luz de nosotros, digamos décima parte de
la distancia que nos separa de la galaxia Andrómeda. Su diámetro es
de unos 26 mil años luz, digamos que es una cuarta parte del tamaño
de la Vía Láctea. En su barra central puede observarse con telescopios
medianos, varias regiones activas de formación de estrellas,
constituidas por nebulosas de aspecto rojizo, debidas al hidrógeno

155
ionizado. Destacándose entre ellas la denominada Nebulosa de la
Tarántula (# 2070 del New General Catalogue) que es a la vez el objeto
mas brillante de toda la Gran Nubes de Magallanes, en su centro se
encuentra un singular objeto superestelar, el R136a, cuya masa
estimada es de 3000 veces la del Sol y su luminosidad es mas de 30
millones de veces la del Sol. De tratarse de una única estrella sería la
mayor de todas las conocidas.
La Pequeña Nube de Magallanes (SMC) es en realidad la
superposición visual de dos galaxias irregulares, ambas satélites la Vía
Láctea (nuestra galaxia) y están a 205 y 237 mil años luz de distancia.
La mas próxima se le denomina SMC o Pequeña Nube de Magallanes
propiamente dicha, mientras que la más distante se denomina Mini
Nube de Magallanes (MMC). Al estar ambas galaxias irregulares en la
misma dirección visual las vemos como un solo objeto, muy cercano al
polo sur, debajo de la constelación del Tucán.
En la SMC de divisan, con telescopios profesionales,
numerosas estrellas gigantes azules, jóvenes y masivas, y racimos de
estrellas o cúmulos estelares abiertos muy similares a Las Pléyades.
Se ha teorizado que estas galaxias irregulares son los restos de otrora
mayores galaxias espirales, que perdieron parte de su masa luego de
haber colisionado con la Vía Láctea. Y es que las colisiones o mezcla
de galaxias es un fenómeno frecuente, la enorme fuerza gravitacional
genera colisiones entre las galaxias próximas, dando por resultado el
continuo acrecentamiento de la masa de la galaxia mayor a expensas
de las galaxias satélites.
Por sorprendente que parezca, las galaxias menores atraviesan
el disco de las galaxias mas grandes con relativamente pocas
colisiones entre las estrellas componentes; debido a el enorme espacio
que hay entre las estrellas. Luego de varias colisiones, la galaxia
satélite deja un rastro de estrellas y polvo, parecido a una maraña de
“espaguetis”, alrededor de la galaxia principal. Esas estructuras
filamentosas alrededor de la Vía Láctea han sido detectadas en los
años recientes.
No debemos preocuparnos por tales cataclismos cómicos, ya
que ocurren en escala de tiempo mucho mayor que la edad del Sol. Si
ha de verse algún cataclismo, es mucho mas probable que lo sea por la
intolerancia y las “colisiones de intereses materiales” entre los humanos
que por asuntos galácticos. Las Nubes de Magallanes, diría el filósofo,
nos recuerdan el devenir cotidiano entre lo humano y lo divino.

156
IV.5 LA GALAXIA ENANA DE SAGITARIO

La observación del cielo a simple vista muestra que estamos


rodeados por estrellas de diferente brillo (magnitudes) distribuidas en
el cielo uniformemente, junto a una amplia banda de aspecto lechoso
(Vía Láctea) que cruza el cielo y que contiene, visto al telescopio, un
innumerable cantidad de estrellas débiles, junto a centenares de
objetos de apariencia difusa (nebulosas) y gran cantidad de de racimos
de estrellas (Cúmulos). Este conjunto constituye nuestra Galaxia o Vía
Láctea, descrita primeramente en el siglo XVIII por el filosofo Kant
como un disco de estrella en el cual estaba inmerso el Sistema Solar.
Los objetos celestes de aspecto difuso o nebular fueron listados
catalogados por Messier en 1784, por ejemplo M31 es la Galaxia
Andrómeda y M42 la nebulosa de Orión. Luego en 1802, el hijo de
Williams Herschel; John; amplió el catalogo a mas de 5000; luego fue
extendido por J. Dreyer en 1888 y bautizado como New General
Catalogue, con lo cual las nebulosas y las galaxias se les conoce con
las siglas así la galaxia Andrómeda o M31 tiene también la
denominación de NGC 224.
Algunos de los objetos tenían centenares de estrellas formando
estructuras de pequeñas espirales, como lo descubrió Lord Rosse
(1845) en Irlanda. Rosse había arriesgado casi toda su fortuna en la
construcción del mayor telescopio de la época, apodado el “Leviatán” (
La Ballena) por su enorme tamaño.
Hacia los albores del siglo XX la distancia a esas nebulosas
espirales no podía medirse, subsistía una controversia de si tales
objetos formaban o no parte de la Vía Láctea conocido como el debate

157
Curtis-Shapley (1920). Hasta que en 1925 Erwin Hubble midió la
distancia a la Galaxia Andrómeda y determino que, las hasta entonces
llamadas “nebulosas planetarias”, eran objetos extragalácticos. Ello
convino en imaginar a la Vía Láctea con aspecto espiral de la Galaxia
Andrómeda, con un disco aplanado denso de gas y estrellas, un bulbo
central o núcleo, y un halo o rededor esférico, menos poblado.
Si la forma de nuestra galaxia era espiral ¿Dónde y como
estaba constituido el núcleo?. Las observaciones conllevaron a las
regiones más densas en la constelación de Sagitario. El problema es
que allí se observaban, dos regiones extremadamente densas, que
incluyen estrellas gigantes y supergigantes y una aglomeración de
colosal de masa (equivante a miles de masas solares) en una región
del tamaño de la orbita de saturno, y con fuerte emisión de ondas de
radio; región conocida como la radiofuente Sagitario A.
Solo en 1994, R. Ibata, G.Gilmore y M. Irwin del Observatorio
de Greenwich, descubrieron dos grandes filamentos de estrellas que
surgen desde el centro, una hacia el Norte Galáctico y otra hacia el Sur
Galáctico, con velocidades de giro alrededor de otra región, justo detrás
del centro galáctico; en la dirección opuesta a nuestra visual. Digamos
que en la antípoda de nuestra posición galáctica, a unos 75 000 años
luz de distancia, hay una estructura de estrellas relativamente viejas y
ricas en metales, dispuestas en un plano casi ortogonal al disco de
nuestra Galaxia y que constituyen otra galaxia en proceso de
destrucción por las fuerzas de marea de la Vía Láctea. La Enana
Sagitario describe una órbita elíptica en torno al centro de nuestra
Galaxia con un periodo de mil millones de años. Su velocidad espacial
es de 250 km/s y es unas mil veces menos masiva que nuestra
Galaxia. La atracción gravitacional de nuestra Galaxia sobre la Galaxia
Enana de Sagitario arranca filamentos de materia que contribuyen al
crecimiento de filamentos estelares alrededor de la Vía Láctea, con
forma de una maraña e Spaghetti en torno al disco.
Y ese proceso de colisión galáctica, rápido en escalas
cósmicas, ha permanecido así desde incluso antes que se formara
nuestro Sistema Solar. De suerte tal que la verdadera cara de nuestra
galaxia es mas bien la forma de la ilustración de estas líneas y no el
apacible disco de la Galaxia Andrómeda.

158
IV.6 EL SPAGHETTI GALACTICO

Si bien el descubrimiento, en 1994, de la galaxia enana de


Sagitario, puso a los astrónomos sobre la pista del carácter caníbal de
la Vía Láctea, la detección de otra galaxia enana, ahora en la
constelación del Can Mayor, ha confirmado esta hipótesis.
La pequeña galaxia se halla a tan sólo 42.000 años luz del
centro de la Vía Láctea, y a 25.000 años luz de la Tierra, lo que la sitúa
a la mitad de distancia que Sagitario, que dista 50.000 años luz del
centro galáctico. La órbita de la Galaxia Esferoidal en Can Mayor
también resulta peculiar ya que, a diferencia de la Galaxia Sagitario,
que muestra una órbita perpendicular al plano galáctico, Can Mayor
orbita prácticamente en dicho plano. Hasta ahora se creía que la Vía
Láctea adquirió su imponente tamaño devorando pequeñas galaxias
vecinas que añadían estrellas al halo, pero hasta este momento nunca
se habían planteado que el disco galáctico también creciera de este
modo. Así las relativas galaxias “enormes” como Andrómeda y la Vía
Láctea han crecido casi por acreción de galaxias esferoidales enanas
como las de Sagitario y Can Mayor.

159
De hecho, algunas simulaciones por ordenador indican que la
Vía Láctea lleva tiempo arrebatando estrellas a Can Mayor para
engordar su disco y que continuará haciéndolo, hasta que la galaxia
enana pierda su carácter independiente y se fusione con la Vía Láctea.
Había pasado tanto tiempo inadvertida porque se encuentra
escondida tras una densa zona de gas y polvo y por su naturaleza
dispersa, con su estrellas aparentemente mezcladas con las de la Vía
Láctea. El descubrimiento ha sido posible gracias a un rastreo de todo
el cielo en longitud de onda infrarroja, que ha permitido a los
astrónomos ver a través del polvo que oscurece el disco galáctico. Así,
el grupo investigador descubrió un exceso de estrellas gigantes rojas
(tipo M en la jerga especializada) características de las galaxias enanas
que brillan mucho en el infrarrojo.
El hallazgo de Canis Major constituye un importante hito
astrofísico, ya que confirma las teorías de formación de galaxias que
defienden una evolución del Universo de pequeño a grande, en el que
las grandes estructuras se forman a partir de la agrupación de objetos
menores. También indica que nuestra galaxia no se encuentra aislada
y “terminada”, sino que sigue interaccionando y se halla aún en
formación.
La complejidad inteligible de nuestra galaxia nos recuerda la
otrora reflexión de Kepler, en su obra de 1604, De Nova Stella in pede
Serpentario,… “ayer, cansado de escribir, con el espíritu fatigado por
mis meditaciones…, me senté a la mesa en la que mi esposa acababa
de servir una ensalada ¿crees tu, le dije, que si desde la creación del
mundo, hubiera platos de estaño, hojas de lechuga, sal, aceite, vinagre
y pedacitos de huevo duro flotando en el espacio en todos los sentidos
y sin orden ni concierto, el azar habría podido reunirlos hoy para
confeccionar una ensalada?. En todo caso, respondió mi bella esposa,
no seria ni tan buena ni estaría tan bien preparada”.

160
IV.7 EL QUINTETO DE STEPHAN

En la constelación del Cisne, una fotografía de larga exposición


(cielo profundo) muestra un conjunto dé cinco galaxias: dos tipo
elípticas, dos espirales regulares y una espiral con barra central
/barrada/ entrelazadas por nubes o "puentes" de hidrógeno molecular
La primera imagen de tal sistema la obtuvo desde el Observatorio de
Marsella el astrónomo M. E. Stephan por el año 1877. Son comunes los
sistemas de varias galaxias ínter actuantes.
Pero el Quinteto de Stephan es todavía un enigma, o cuando
menos centro de fuertes controversias entre los defensores del modelo
estándar sobre el origen del Universo, teoría del Big Bang (Gran
Explosión), y los astrónomos heterodoxos como Halton Arp.
Según el modelo de la gran explosión las galaxias se separan
entre sí continuamente y la velocidad con la cual dos galaxias se alejan
es proporcional a su distancia de separación; vale decir como pasas
dentro de un pastel, la constante de proporcionalidad se denomina la
constante de Hubble, del orden de 80 km/s por cada millón de parsec
de distancia (un parsec es la distancia recorrida por un rayo de luz en
3,26 años).
Además conforme un objeto se aleja de nosotros, sus líneas
espectrales se desplazan más y más hacia la parte roja del espectro

161
(Efecto Doppler); este efecto, denominado también "corrimiento al rojo”
es una indicación de la distancia cósmica. De lo que se desprende que
si dos o más objetos están a la misma distancia, entonces tienen
aproximadamente el mismo corrimiento al rojo.
Las galaxias de la fotografía del Quinteto de Stephan son
desconcertantes porque muestran que están unidas físicamente y sin
embargo, sus corrimientos al rojo son muy diferentes entre sí. La
galaxia elíptica NGC7320 presenta un corrimiento al rojo z = 800 km/s,
mientras que sus compañeras espirales exhiben z = 6 700 km/s.
No hay modelos alternativos para explicar el caso anómalo del
Quinteto de Stephan, lo que es peor: no es el único caso de galaxias
con "corrimientos al rojo' controversiales. Los estudios de H. Arp han
puesto en evidencia que al menos el modelo de la Gran Explosión
sobre el origen del Universo podría no ser completo.
Tampoco está claro por qué existen vastas regiones del
Universo donde hay gran concentración de galaxias la zona
denominada la Gran Muralla, zonas de centenares de cúmulos, de
miles de galaxias como el Cúmulo de Virgo, supercúmulos de galaxias
con millones de cúmulos como "El Gran Atractor” y otras enormes
regiones vacías (Voids); la anisotropía en la distribución de galaxias
compite contra las formulaciones simplificadoras de los modelos
relativistas sobre el origen del Universo. Quizás nunca sabremos por
qué galaxias diversas se unen entre sí para formar grupos anómalos,
pero el estudio de lo atípico es lo que permite el descubrimiento de
nuevas leyes y principios; la verdad última está, desde luego, en el
Topus Uranos o en el mundo de la ideas, como diría Platón.

162
IV.8 CABELLERA DE BERENICE

Entre las constelaciones de la Osa Mayor y Virgo se destaca


una pequeña constelación de trémulas estrellas, todas de magnitud
más débiles que tres.
La constelación de Cabellera de Berenice o Coma Berenices
está en la dirección del polo norte galáctico, vale decir en dirección a la
parte más alejada del disco de la Vía Láctea, y por tanto es una región
poco obstruida por el gas y polvo que inunda las zonas del disco
galáctico, fértil en regiones de formación estelar.
Catalogada como constelación en 1602 por Tycho Brahe, debe
su nombre a la reina Berenice II ( 269 a.C - 221 a.C) hija del rey
Magas de Cirene y de Apama, hija de Antíoco I Sóter. Su matrimonio
con Evergetes (Ptolomeo III), tercer gobernante de la Dinastía
Ptolemaica del Antiguo Egipto, dinastía surgida luego de la conquista
de Alejandro Magno. En la moneda que ilustra estas líneas el rostro de
Berenice II (Museo del Cairo).
Cuando Ptolomeo subió al trono, su primera misión consistió en
ir a Siria para luchar contra el rey Seleuco II y vengar el asesinato de su
hermana y de su sobrino (heredero al trono de esta región de Asia).
Combatió largamente y obtuvo muchas victorias, pero en su ausencia,
su esposa Berenice languidecía y estaba llena de temores por la vida
de su esposo. En su desconsuelo, un día fue al templo de Venus y allí
juró ante la diosa que sacrificaría para ella su hermosa cabellera (que
era la admiración de todos cuantos la conocían), en el caso en que
Evergetes regresara vivo y vencedor. Así fue, y ese mismo día, el día
de su regreso, Berenice cumplió su promesa.

163
Pero por la noche alguien llegó hasta el templo y robó la
cabellera. Se rumoreó que lo hizo un sacerdote del templo egipcio del
dios Serapis, indignado por el hecho de que la reina hiciera un sacrificio
a una deidad griega. Ante la desesperación de Berenice, Ptolomeo III
llamó al astrónomo Conón de Samos. Conòn era muy venerado por
sus siete libros sobre astronomía y su entrañable amistad con el
famoso Arquímedes de Siracusa.
Conón mostró a los reyes una agrupación de estrellas, y les
contó que esa agrupación acababa de aparecer en el firmamento y que
sin duda se trataba de la cabellera de Berenice, que había sido
transportada allí por la diosa Venus, a quien se le había ofrecido. El
poeta y gramático griego, Calímaco de Cirene, bibliotecario durante
muchos años de Alejandria, inmortalizó a la reina Berenice y su
magnífica cabellera en una elegía junto al dibujo que hiciera el sabio
Conón, de una larga melena de estrellas en el globo celeste del Museo
de Alejandría.
Hoy día, sigue siendo notable esta pequeña constelación,
porque en ella se divisa el mayor de lo cúmulos de galaxias conocidos,
denominado simplemente Coma. Contiene más de 5.000 galaxias en
un diámetro de unos 20 millones de años luz, con un corrimiento hacia
el rojo de 0.023, o equivalentemente alejándose de nosotros a 6800 km
por segundo. En el cúmulo de Coma, hemos detectado en la
Universidad de Carabobo, conjuntamente con la Universidad de
Cambridge y el Instituto de Astrofísica de Canarias, una colosal masa
de gas disperso entre las estrellas y galaxias que lo componen: gas
equivalente a 150 billones de masas solares, mediante el estudio de las
fluctuaciones que ese plasma caliente impronta en la radiación cósmica
del fondo de microondas o radiación fósil primordial del Big Bang. Este
descubrimiento constituye una primera detección cierta de la elusiva
materia oscura que inunda el cosmos, y que según nuestros resultados
estaría en buena parte en forma de gas muy tenue disperso en los ricos
cúmulos de galaxias. Su densidad seria mil veces menor a la del medio
interestelar.
De alguna forma alegórica el astrónomo alejandrino Conón se
adelantó más de dos mil años a su época. Por el dibujo, entonces
desmesurado de la Cabellera de Berenice, en el globo celeste del
Museum, hoy nos preguntamos ¿será que Conòn evocaba la colosal
masa perdida en forma de materia oscura del Universo y no solo la
cabellera de su reina Berenice II?

164
IV.9 JETS GALACTICOS.

La Imagen de la fotografía corresponde al centro de una galaxia


en el enjambre de galaxias de Virgo, tan distante como 52 millones de
años luz. Específicamente se trata del centro de la gigante galaxia
elíptica NGC4261 tal y como luce a través del telescopio espacial
Hubble.
Aun no se comprende la naturaleza de las enormes emisiones
de radiación y gas en forma de chorros que emanan de un centro
esférico, en dos direcciones polares. Estos chorros supersónicos viajan
a velocidades muy cercanas a la velocidad de la luz, y su naturaleza
aún es desconocida. Los mecanismos de generación de energía
conocidos, tales como fusión nuclear, radiación sincrotrón y
explosiones de supernovas, no son tan eficientes para explicar estos
Jets.
Para algunos, la existencia de un enorme anillo (ver foto) con
300 años luz de diámetro, sería la evidencia de la existencia de un
disco de acreción en cuyo centro existiría un objeto compacto
denominado “Hueco Negro”. Los Hoyos Negros (Black Hole) han sido
propuestos en el formalismo de la Teoría de la Relatividad General
(teoría elaborada por A. Einstein sobre la gravitación) desde hace mas
de cincuenta años. En tales objetos la materia estaría en un estado
ultradenso y la fuerza de gravedad que ejerce sobre su entorno, es de
dimensiones tan colosales que toda materia alrededor e incluso la luz
es atraída hacia el centro.

165
La formación de un Hueco Negro supone el colapso de una
estrella muy masiva, al agotar ésta su combustible nuclear la presión
de los gases y de la radiación no puede compensar así la enorme
fuerza gravitacional de las capas externas de la estrella, luego ella
colapsa (implota) formando una Estrella de Neutrones o un Agujero
Negro dependiendo de la masa de la estrella inicial. Para formar el
Hueco Negro de la galaxia NGC2461 se requeriría de una masa inicial
del orden de un millón de veces la masa del Sol. Los Huecos Negros
Súper masivos, invocados como posible causal de los Jets, no se han
observado, las medidas de las observaciones recientes con el
Telescopio Espacial Hubble han demostrado la existencia de enormes
masas estelares en el núcleo algunas galaxias activas, pero el tamaño
de las regiones donde estas se encuentran supera en mas de 1000
veces e diámetro esperado para un objeto compacto como un hueco
negro, y la controversia continua.
Adicionalmente queda el problema de explicar la estructura
bipolar del chorro y el mecanismo causal del chorro, observado también
en muchas otras galaxias e incluso en algunas estrellas.
La relevancia de estudios de este tipo y de la astrofísica de altas
energías estriba en que, imágenes como la mostrada, evidencian que
buena parte de las leyes físicas sobre la constitución de la materia son
desconocidas y las aplicaciones tecnológicas de las mismas resultan
insospechadas, como lo fueron a comienzos de siglo las
investigaciones sobre la estructura atómica y la radioactividad.
Quien para entonces juzgara el saber solo por su aplicación
potencial, de seguro habría apelado al calificativo de ser “ciencia
irrelevante” desconectada de las necesidades locales y puntuales de su
momento histórico.

166
IV.10 LA CRUZ DE EINSTEIN

El 29 de Mayo de 1919 dos grupos expedicionarios enfilaban


sus telescopios durante el eclipse total de Sol. Desde el norte del
Brasil uno, y otro, comandado por Sir Arthur Eddington , se aprestaba
en el golfo de Guinea, para escrutar las trémulas luces de las estrellas
que, durante escasos minutos, permitirían poner a prueba la tesis
central del Profesor alemán Albert Einstein. ¿Y es que acaso no
resultaba sorprendente que un Inglés, en plena postguerra, intentara
validar la teoría de un Alemán?. Además que tal tesis resulta, por su
nombre, un tanto irreverente: Teoría General de la Relatividad (TRG) y
la misma parecía contradecir dos símbolos del honor del Gran Imperio
Británico: el tiempo absoluto y la memoria del genio Lord Isaac Newton.
El final de la historia es bien conocido: la predicción de la desviación de
los rayos de luz a causa del campo gravitatorio del Sol, efectuada por
Einstein, resultaba por mucho, más exacta y veraz, que la calculada a
partir de la Teoría de Gravitación y de la Mecánica de Newton.
Este era el segundo acierto de la TRG, suerte de generalización
de su otrora Teoría Especial postulada en 1905 para comprender la
“Electrodinámica de los cuerpos en movimiento”. Esencialmente la TGR
postula que la atracción gravitacional es consecuencia de la curvatura
del espacio. Su primer acierto fue explicar el anómalo comportamiento
de la órbita de Mercurio, cuya precesión ya había señalado Le Verrier
en 1857, y que llevó a éste a proponer, erróneamente, un planeta
inobservable, y por ende inexistente (bautizado como Vulcano).

167
Luego en 1927, J. Evershed confirmó la predicción de
enrojecimiento de la luz emitida por una fuente en un campo
gravitacional intenso. Hoy día la precisión de la teoría concuerda con
los experimentos hasta la exactitud de una millonésima para el caso de
la estrella Sirio.
La cuarta “prueba” o evidencia experimental de la TGR es la
medición realizada a partir de los años setenta sobre el retraso del viaje
de una onda electromagnética al atravesar un fuerte campo
gravitacional. Este experimento lo ideó Shapiro en 1964 y hoy día se
considera exacto hasta una precisión de una milésima para las
medidas efectuadas con el mayor radiotelescopio del mundo, en
Arecibo, sobre las señales emitidas por los ingenios espaciales más
remotos (las sondas Espaciales Pionner ).
Otra predicción de la TGR es que una masa acelerada emite
ondas gravitacionales, en forma análoga a la emisión de ondas
electromagnéticas por las partículas cargadas. Tales ondas no han sido
medidas directamente, sin embargo su determinación indirecta le valió
el Premio Nobel, en 1993, a R. Hulse y J. Taylor. Ellos estudiaron el
movimiento del radiopulsar binario PRS 1913+16, medidas acumuladas
durante 17 años, demuestran que los cálculos relativistas explican
satisfactoriamente (con precisión de una diezmilésima) la disminución
progresiva del período orbital como consecuencia de la emisión de
ondas gravitacionales.
Pero la prueba más conspicua es sin duda la mostrada en la
fotografía, en ella se observa la imagen cuádruple de un astro
alrededor de un cierto objeto muy masivo, según lo revela el Telescopio
Espacial Hubble (HTS). Ya Einstein en 1936 había predicho la
existencia de “lentes gravitacionales”, vale decir de objetos muy
masivos capaces de desviar la luz de los objetos circundantes como lo
haría un sistema óptico para formar una o varias imágenes, efecto éste
que no puede ser explicado por la Teoría de Newton. Hoy día se
conocen gracias al HTS varias decenas de “lentes gravitacionales” que
forman arcos, anillos y múltiples imágenes en los confines del espacio.
Los seis tests o experimentos cruciales señalados parecen
probar la validez de la Teoría General de la Relatividad que entre otras
señala el fin de la concepción absoluta del tiempo y la existencia de
“espejismos” en el Universo. Y uno se pregunta ¿cuál “lente” debe
emplearse para la lectura de la realidad, aprisionada entre lapsos
absolutos y relatividad generalizada?.

168
IV.11 LA PARADOJA DE OLBERS.

Decía Albert Einstein que mas importante que una buena


hipótesis de investigación era plantearse la pregunta adecuada. Ese
fue el caso de Heinrich Olbers quien en 1826 formuló la pregunta trivial
¿Por que el cielo es oscuro de noche?. Pensemos por un instante que
el universo es infinitamente grande, tan grande que al mirar con unos
binoculares o un telescopio, hacia cualquier región del cielo nocturno
observamos estrellas. Incrementando el tamaño del instrumento óptico
empleado notaremos cada vez más puntos brillantes (astros o
“estrellas”) en porciones cada vez mas pequeñas del cielo. Si el
universo es infinito y muy antiguo (12 mil millones de años) todo punto
del cielo debe ser iluminado por algún astro distante y por lo tanto el
cielo nocturno sería brillante y no oscuro. Está contradicción ha llevado
a dilatadas controversias desde el siglo pasado.
Podría pensarse, para salir de la contradicción que la velocidad
de la luz es constante en el vacío y que por lo tanto, la luz de algunos
objetos no han llegado todavía y que, en consecuencia, el cielo será
brillante dentro de algún tiempo. Sin embargo ese argumento es
incorrecto porque la luz de los objetos más distantes ya nos han
alcanzado, la luz viaja a una velocidad cercana a los 300.000
kilómetros por segundos. Otro argumento es que la luz es absorbida
por las partículas de polvo entre los objetos más distantes y nosotros,
en ese caso el polvo se calentaría y se haría brillante, lo cual no se
observa. Otra respuesta inteligente es que la luz “se cansa” o se
“desparrama” antes de llegar a nosotros, pero esa respuesta intuitiva
no es fisicamente correcta, ya que la energía se conserva y la

169
intensidad de la luz en un punto del cielo sería la suma o superposición
de la luz de todas las estrellas. El lector interesado en la cosmogonía u
origen del universo pensará que la respuesta a la paradoja es que el
universo se expande, separando las galaxias unas de otras; sin
embargo la rapidez de tal separación es inferior a la rapidez con la cual
se mueve la luz y por lo tanto no se responde a la pregunta capital ¿por
que el cielo es oscuro de noche?.
La respuesta actual a la paradoja es que las fuentes de luz, las
estrellas, no son eternas, aún en el caso de que el universo si lo fuera.
Así la luz de todas las estrellas no nos alcanzan porque muchas de
ellas se apagan antes de que podamos observarlas.
Este argumento lo demostró el astrónomo Harrinson, apenas
en 1974, tras cuidadosos cálculos. Pero de nuevo podemos proponer la
paradoja de otro modo: si en el universo hay infinitas galaxias
uniformemente distribuidas la luz de cada galaxia llegaría a la Tierra
iluminando todo el cielo de noche. En ese caso la idea de que las
galaxias se apagan ya no es válida pues el tiempo transcurrido desde
su creación no es tan largo como para pensar que algunas galaxias ya
han desaparecido.
La única alternativa sería suponer que no hay tantas galaxias en
el universo, o lo que es lo mismo, tendríamos que admitir que el
universo es limitado en tamaño. Un Universo finito nos lleva a
replantear el concepto de espacio para evadir el dilema siguiente ¿si el
universo observable es finito, que hay fuera de él?. Es que el concepto
de espacio no es la concepción sensorial de volumen: solo hay espacio
donde hay materia, la materia define el espacio. Si las galaxias se
alejan unas de otras el espacio se agranda y el universo crece de
tamaño.
La respuesta a la pregunta, trivial en apariencia, que se hizo
Olbers ilustra bien que las preguntas básicas suelen tener respuestas
muy elaboradas. Quizá por ello se hizo inmortal el buen Sócrates, con
su método mayéutico, de indigar la verdad a través de la búsqueda de
lo esencial, del replanteo de las “verdades” admitidas en forma
convencional, tradicional, o por simple votación. No siempre la demos,
como ocurrió en la antigua Grecia y más recientemente en la “Comuna
de París”, permite alcanzar lo racional y valedero. ¿Será que en la
Ciencia y en las organizaciones se requiere de pioneros que se
replanteen lo admisible, y de líderes que orienten las respuestas aún a
costa de la fama popularis ?.

170
IV .12 MATERIA Y ANTIMATERIA

En la naturaleza, las partículas atómicas y subatómicas


muestran una completa simetría, al punto de que, para cada partícula
cargada existe una partícula idéntica pero de carga eléctrica contraria,
su antipartícula. Los electrones y los positrones, los protones y
antiprotones por ejemplo. Desafortunadamente esta realidad solo
comenzó a ser manifiesta bien entrado el siglo XX, cuando ya se había
mas o menos configurada una visión de la cosmología, de modo que la
pregunta acerca de si existe o no antimateria en el universo surgió mas
tarde que los primeros modelos acerca de la evolución del Universo.
Por otro lado, la naturaleza del macro mundo, a nivel humano y
también a nivel astronómico evidencia una asimetría, todo lo
observable parece estar compuesto solo de materia. ¿Por qué? ¿En
que instante de la evolución cósmica se rompió la simetría de las
partículas?. El problema es mayor si se tiene en cuenta que la fuerza
gravitacional no distingue entre materia y antimateria, así en principio la
fuerza gravitacional entre astros de materia seria la misma que entre
astros de antimateria y, en consecuencia, serian astronómicamente
indiscernibles.
Pero tampoco la materia y la antimateria pueden coexistir ni
mezclarse sin aniquilarse mutuamente. Cuando una partícula se
“encuentra” con su respectiva antipartícula, ambas se convierten en
cuantos de energía, mas específicamente en radiación muy energética

171
(rayos gamma) tal como lo demuestran los experimentos realizados en
laboratorios terrestres.
Si asumimos que inicialmente el universo tenia un pequeño
exceso de materia respecto a la antimateria y luego, explicamos como
creció la materia para formar todo lo existente, podemos no satisfacer
la curiosidad de todos, pues en el fondo equivale a aceptar que la
asimetría materia-antimateria existió siempre, y la explicación ulterior
es cuando menos ociosa. Los intentos por dar cuenta de la asimetría
sin recurrir a este hecho no han dado resultado, como no sea cambiar
un problema por otro; me refiero a la supuesta transición de Fase del
Universo temprano, según la cual la asimetría es el resultado de un
cambio de fase; por analogía al cambio de la fase de agua liquida a la
fase de hielo cuando disminuye la temperatura del agua. ¿Y porque
hubo el cambio de fase? ¿Acaso eso No es equivalente a preguntar
porque inicialmente hubo un pequeño exceso de materia?
Otra posibilidad es que el Universo en realidad sea simétrico,
que existan antisoles, anti- galaxias y anti- hidrogeno (compuesto de
un positrón orbitando alrededor de un antiprotón) pero confinados en
regiones espaciales muy distantes, separadas y sin interacción del
resto de las regiones con materia. Si fuera ese el caso, eventualmente
algunas veces se producirían encuentros, raros pero probables de
materia y antimateria, y debería observarse colosales explosiones de
rayos gamma. Muy recientemente se han instalados varios telescopios
gamma con base en Tierra, y se han detectado erupciones gamma.
Falta probar, y no es sencillo, que corresponden a erupciones muy
lejanas (no se espera encontrar antimateria libre en el Grupo Local de
Galaxias) y que además son de la magnitud esperada. Otros procesos
y fenómenos astrofísicos diferentes a la aniquilación materia-
antimateria son capaces también de generar rayos gamma.
De todas formas el arribo de grandes cantidades de antimateria
a nuestro universo cercano (grupo local de galaxias) equivaldría a la
aniquilación total, eufemísticamente seria la llegada del anticristo.

172
IV.13 EL ECO DE DIOS.

Cuando se originó el Universo se formaron primero las


partículas subatómicas: fotones, electrones, etc; luego los átomos de
hidrógeno y casi enseguida las primeras galaxias y sus estrellas,
mucho después en uno de esos mil millones de “pequeñas islas” se
originó una estrella enana amarilla y un cortejo de nueve planetas. En
sus últimos instantes apareció la vida. No importa ahora la discusión
Teológica si lo relatado ocurrió en “siete días” o en 12-15 mil millones
de años. Al menos la Cosmología del Big-Bang admite que existió un
origen y pretende determinar los detalles de cómo ocurrió, desde la
perspectiva de la naturaleza (o Física).
Como el Universo se expande, alejando entre sí a los cúmulos
de galaxias, la luz emitida en el instante de la Gran Explosión que
originó al Universo (en el momento justo que Dios dijo: “Hágase la Luz”)
debería todavía inundar todo el espacio.
Pero esa radiación residual no sería visible como luz sino como
microondas (ondas de radio). Debido a que, al expandirse las galaxias
entre sí con velocidad creciente, la longitud de las ondas se alargan
(efecto Doppler) y se desplaza el “color” de la luz, primero hacia el rojo,
luego hacia el infrarrojo e incluso hacia las ondas de radio.

173
Como el Universo es muy viejo, entre 12 y 15 mil millones de
años, la velocidad de las galaxias entre si ha crecido mucho desde
aquel instante primigenio y por ende el efecto Doppler es muy
acentuado, por lo cual la radiación original se corrió hacia las
microondas. Además a medida que el Universo se expande libremente,
como lo haría un gas, su temperatura debía descender. Así, la
radiación “fósil” correspondería hoy a la de un cuerpo frío, tanto mas
frío como la edad del Universo. En 1948, George Gamow predijo que
en efecto la “luz” de la Gran explosión debería observarse como la que
emitiría un cuerpo negro a 2,.7 kelvin y podría observarse como una
emisión de microndas o ruido de fondo en todo el espacio.
En 1955, Emile Le Roux parece haber detectado esa radiación y
estima su temperatura en 3 kelvin (270 grados por debajo del punto de
cero grados Celsius), pero su trabajo pasó inadvertido. En 1965 Arno
Penzias y Robert Wilson de los Laboratorios Bell se encargaron de
estudiar la eficiencia de transmisiones por radio de las comunicaciones
comerciales, las cuales tenían un ruido de fondo, debido quizá a
defectos en las antenas de radar. En un principio atribuyeron ese ruido
parásito a la los desechos de las palomas que anidan en las antenas;
pero luego de una exhaustiva limpieza de los equipos constataron que
tal ruido provenía del espacio.
Pronto, tras decenas de medidas, constataron que no se debía
a la posición del Sol ni de los planetas. Verificaron que el eco de
microondas inundaba todo el espacio y correspondía a un cuerpo de
negro de 2,7 kelvin. Por el descubrimiento del eco de la formación del
Universo recibieron el premio Nobel en Física en 1978.
Hoy día la existencia radiación cósmica de fondo, equivalente a
la de un cuerpo negro a 2,7 kelvin, se ha comprobado con satélites
como el COBE (ilustración). Se considera que es una de las pruebas
más sólidas a favor de la Teoría de la Gran Explosión (Big-Bang). Si
durante una transmisión de TV, transmitida vía microondas, una
interferencia súbita y fugaz le estropea su programa favorito no se
desanime ni intente eliminarla, no podrá hacerlo, pues es posible que
Ud. esté observando los efectos del Eco de Dios en la formación del
Universo.

174
IV.14 RAYOS COSMICOS

Eran las seis de la mañana del 7 de agosto de 1912, cuando un


globo ascendía desde un campo cercano de Aussig en Austria. En una
barquilla se hallaban un piloto, un meteorólogo y un físico. Durante las
siguientes dos horas y media el globo subió hasta una altura de 3900
metros mientras era rápidamente arrastrado hacia el norte. El físico y
jefe el vuelo era Victor F. Hess, quien llevaba consigo tres
electroscopios para detectar y medir partículas cargadas y sustancias
radiactivas. Mientras sus compañeros se encargaban de la navegación
y median alturas y temperaturas, Hess observaba sus instrumentos,
comprobando que la descarga electroscópica disminuía conforme
ascendía el globo; pero por encima de los 600 metros la tendencia se
invirtió y la ionización comenzó a crecer con la altura, como si el globo
al ascender se acercara a la fuente de la radiación ionizante.
Pronto, en noviembre de ese año, publicaba en Physikalische
Zeitschrift: “los resultados de mis investigaciones se explican por el
supuesto de que una radiación de gran poder de penetración se
introduce en nuestra atmósfera desde arriba”. Por vez primera se
presenciaban procesos en que se creaban partículas de materia a partir
de la energía y luego desaparecían para dar nacimiento a otras
partículas. Robert Millikan confirmaría en 1923 las medidas y bautizó la
radiación con el nombre de rayos Cósmicos. Hess obtendría el Nóbel
de Física en 1936.

175
La mayor parte de los rayos cósmicos tienen su origen en el
Sol, el cual exhala radiación y partículas hacia su rededor, que
constituyen el “viento solar”. Su efecto mas conspicuo son las
hermosas auroras polares que observamos en la Tierra cuando las
partículas cargadas emitidas por el Sol, son primero desviadas por el
campo magnético terrestre hacia los polos, y luego colisionan con la
atmósfera emitiendo luz como si se tratara de colosales anuncios
luminosos de neón, como lo que adornan artificialmente nuestras
ciudades nocturnas. Hay sin embargo otros eventos transitorios en el
Universo, como la ocurrencia de supernovas, capaces de producir
destellos (flash) de partículas que llegan a la atmósfera terrestre en
forma de rayos cósmicos, es decir en forma de radiación gamma, rayos
X y partículas cargadas de gran energía.
Se sospecha que algunos brotes, en ingles bursts, de rayos
gamma pueden tener su origen en la caída de material sobre estrellas
compactas (estrellas de neutrones o huecos negros). Estos haces
direccionales y muy energéticos emiten incluso energía visible en forma
de colosales chorros supersonidos conocidos como Jets y son
característicos de los núcleos de las galaxias activas, llamadas
Quasares. Una fuente de rayos cósmicos lo constituye también la
galaxia M87 con masa de 800 mil millones de soles. El haz alcanza la
longitud de 4000 años luz. Esa radiación sincrónica es acelerada por
un campo magnético intenso y recibe el nombre de radiación sincrotón.
También la galaxia NGC5128, en la constelación del Centauro, emite
chorros de partículas y es una potente fuente de rayos cósmicos,
provenientes desde los 12 millones de años luz que nos separan de
ella. Centauro A, como se le llama, es una galaxia que emite
fuertemente en radio, rayos X, gamma e infrarrojo.
Una anécdota apócrifa relata que el globo de Hess, se alejó
mucho del punto de partida y lógicamente se extraviaron. El y sus
compañeros aun sin descender por completo, a gritos le preguntaron a
una persona que paseaba en una solitaria colina “¿Dónde estamos?”;
el caminante pensó un poco y luego musito sin mucho ánimo: “¡en un
globo!”…Hess dijo a sus compañeros: “no se preocupen estamos cerca
del grupo de Física Teórica de la Universidad de Munich”, “¿por que
estas tan seguro?”, le preguntaron los dos argonautas, Hess respondió:
“solo un Físico Teórico puede dar una respuesta tan precisa y escueta
como inútil”.

176
IV. 15 REPULSION COSMICA

El Sol y los planetas están ubicados en los suburbios de nuestra


galaxia, la Vía Láctea, a ella pertenecen la totalidad de las estrellas que
observamos en el firmamento. Observando la mayoría de las galaxias
cercanas, advertimos que ellas parecen alejarse continuamente de la
Vía Láctea. La totalidad de las miles de galaxias situadas a mayores
distancias que nuestra galaxia “gemela” Andrómeda, también
parecen afectadas por una suerte de repulsión, que las aleja hacia
todas direcciones. Lo singular es que la velocidad con la cual parecen
alejarse de nosotros es tanto mayor conforme están más distantes, es
decir las galaxias más remotas se alejan a velocidades mayores que
las galaxias más próximas y esa relación o “ley” de alejamiento es
lineal.
Podría pensarse que nuestra Vía Láctea es el Centro del Universo,
pero como quiera que las características de`tamaño, masa y
composición de nuestra galaxia sean similares a las galaxias vecinas
debemos buscar otra explicación. El paradigMa actual es que el
Universo se expande, como un globo que se inFla. Y las galaxias,
situadas en la superficie de ese globo hipoTético, se alejan entre si
unas de otras, como movidas por una rEpulsión cósmica: la expansión
del Universo. Huelga decir que esta concepción del Universo no es en
si misma un hecho demostrable, sino mas bien un principio de

177
pensamiento según el cual ni el Sol ni nuestra Vía Láctea ocupa lugar
privilegiado en vasto Universo conocido, verbigracia llamado Principio
Copernicano, por analogía a la posición filosófica que no le asigna a
Tierra lugar primordial en la estructura del Sistema Solar. Así tampoco
nuestra galaxia esta en posición privilegiada y se supone que la
expansión del Universo también debería ser medida desde cualquier
otra galaxia.
Fue un abogado graduado en Oxford, Edwin Hubble; y a la sazón
astrónomo por convicción; quien descubrió ese fenómeno de
alejamiento aparente.
En 1936 Hubble junto a su ayudante Milton Humason estableció la
Ley de Recesión de las Galaxias, observando y midiendo el espectro
de unas 40 galaxias desde el Observatorio de Monte Wilson. Para la
época ya era conocido el llamado Efecto Doppler, según el cual las
líneas de absorción del espectro se desplazan hacia el rojo, conforme
aumenta la velocidad de alejamiento (de la fuente o del receptor) y
hacia el azul en caso de acercamiento de la fuente o del receptor.
Según la ley, hoy conocida como Ley de Hubble, la velocidad de
“alejamiento” (Recesión) de una galaxia es proporcional a la distancia
de aquella. El coeficiente de proporcionalidad se le conoce hoy como la
constante de Hubble y su valor esta entre 50 y 100 km/segundo por
cada Mega Pársec de distancia, digamos cada 3,26 millones de años
luz. La importancia de la Ley de Hubble se comprende de inmediato si
se advierte que el inverso de esta constante es justamente la Edad del
Universo. No en balde se bautizo al Telecopio espacial con su nombre.
Hay diversas maneras de estimar la constante de Hubble, siendo
su valor exacto motivo de controversia; para el momento de escribir
estas líneas se acepta que su valor es próximo a 71 km/s/Mpc que
equivale a decir que el Universo es tan antiguo como 12 mil millones de
años. Debe advertirse que la expansión del Universo solo opera a
grandes distancias, es decir los cúmulos de galaxias se alejan unos de
otros cada vez mas, aumentando la distancia entre ellos, pero en
ningún modo significa que la distancia entre las estrellas de nuestra
galaxia o entre los planetas o entre objetos en la Tierra este creciendo.
Pensar de otro modo llevaría a la paranoia del personaje de la película
de Woody Allen, Manhatttan; quien se preocupaba porque “si el
Universo se expande entonces el Brooklyn (barrio de N.Y. famoso por
la delincuencia) también esta expandiéndose” y a la postre aumentando
de tamaño.

178
Sorprende que la Expansión del Universo, piedra angular de la
Cosmología Moderna, fuera descubierta por dos astrónomos no
profesionales. Un abogado: Hubble y su ayudante: Milton Humason,
también autodidacta, quien comenzó sus labores como el arriero de las
mulas que llevaban los equipos hasta la cima del Monte Wilson durante
la construcción del Observatorio. Y uno reflexiona: hay arrieros de
mulas que ser convierten en Científicos por su actitud hacia el
conocimiento y la verdad…y viceversa!.

179
IV. 16 EL GRAN ATRACTOR.

Los resultados de las investigaciones cosmológicas, sobre la


estructura del Universo y la distribución de galaxias, han puesto de
manifiesto la existencia de asociaciones complejas de sub-universos.
Los resultados recientes de la exploración del llamado cielo profundo,
vale decir de los objetos del cielo situados mas allá de nuestra propia
Galaxia, han revelado que existen gigantescos cúmulos y
supercúmulos de galaxias y también regiones vacías de galaxias y
estrellas, denominadas Voids.
Para hacernos una idea de las dimensiones y de las
supraestructuras existentes en el Universo señalaremos que la estrella
mas próxima a nuestro Sol, la estrella alfa centauro, dista apenas 1,3
parsec ( unos 40 mil millardos de kilómetros), nuestra galaxia: la Vía
Láctea esta formada un disco espiral de radio de 12 000 parsec y de
solo 0,3 parsec de espesor. Las galaxias amorfas conocidas como las
“Nubes” de Magallanes, en honor al navegante portugués que las divisó
a simple vista en el cielo austral, están situadas a 55.000 parsec de
nosotros. Estas nubes son galaxias satélites de la Vía Láctea, que junto
a otras veinte galaxias mas conforman el llamado Grupo Local. A este
grupo pertenece también la galaxia Andrómeda, distante a 770 000

180
parsec, y su tamaño es tal que podemos verla a ojo desnudo como una
trémula estrellita al sur de la Constelación del Pegaso. Todo el Grupo
Local tiene un radio de unos 5 millones de parsec.
El Grupo Local de galaxias parece estar ligado a un
supercúmulo de mas de 10.000 galaxias, conocido como el
Supercúmulo de Virgo, tan lejano como 16 millones de parsec. En otra
dirección se encuentra el Supercúmulo de Galaxias de Coma Berenice,
alejado unos 100 millones de parsec. Otros cúmulos aparecen
dispersos en direcciones diferentes y se suponen estarían moviéndose
por atracción gravitacional alrededor de un punto de masa colosal: 5 mil
billones de veces más masivo que nuestro Sol, tal región en el
supercúmulo de Hidra-Centauro se conoce como el Gran Atractor, y
podría constituir un gigantesco hiper-hoyo negro.
Si se elabora un mapa de distribución de galaxias aparecen
regiones densamente llenas de cúmulos y supercúmulos de galaxias,
pero tal distribución es altamente no uniforme, dejando vacíos
dispersos de tamaños colosales y zonas muy “pobladas” como el Gran
Atractor. En un mapa tridimensional del Universo conocido hasta
ahora, surge una zona o camino de galaxias denominado la Gran Vía.
Las galaxias sin embargo se mueven en todas direcciones y los
cúmulos se separan conforme el universo se expande, en forma
análoga a lo que le ocurre a las pasas de un pastel en el horno: se
separan cada vez mas unas de otras. La diferencia con el análogo del
pastel es que las galaxias no presentan, extrañamente, una distribución
homogénea incluso a gran escala.
Todos los modelos matemáticos sobre el universo, parten sin
embargo, de la hipótesis simplificadora de que el Universo es
homogéneo e isótropo a gran escala. Vale decir: tiene el mismo
comportamiento y constitución en todas direcciones. Esta idea es
conocida como el Principio Cosmológico Perfecto, y no pasa de ser una
ayuda para la comprensión de la totalidad. Modelos mas elaborados
entrañan dificultades inmensas para explicar las estructuras
inhomogéneas antes mencionadas. Y deberían dar cuenta también de
un hecho singular, descubierto apenas a finales de 1998, y es que el
Universo en su conjunto aparece ahora acelerado. Las galaxias no solo
se alejan unas de otras sino que lo hacen a velocidades cada vez
mayores.
Las diversas formas de las galaxias: irregulares, lenticulares o
elípticas, esféricas y espirales, sus diversas formas de agregación y la

181
existencia de Grandes Atractores nos inducen a pensar, que la realidad
física posee incontables analogías con nuestra visión coyuntural de la
realidad socio-política nacional. Allí también se aceleran los cambios,
se aglutinan formas diferentes, existe un Principio Perfecto (la
soberanía) y se presenta un Gran Atractor.
La diferencia epistémica, sin embargo, es que en la cosmología
las leyes y principios están bien definidas y no pueden ser cambiadas,
de suerte tal que siempre es posible hacer predicciones razonables. En
los sistemas humanos en cambio, el libre albedrío, no permite
cuantificar magnitudes ni predecir efectos con la misma certeza de las
Ciencias Naturales. Para cerrar la analogía huelga decir que la
complejidad de ambas realidades es inmensa pero nos afectan de
diferente manera ya que el Universo no cambiará substancialmente en
los próximos 12 mil millones de años.

182
IV.17 DEL “BIG BANG” AL UNIVERSO INFLACIONARIO.

La conclusión más directa de las observaciones astronómicas,


acumuladas en el último centenar de años mediante telescopios e
ingenios espaciales, es que el Universo se expande y por ende
evoluciona con una cierta dinámica propia; esto es en esencia el
modelo de la “Gran Explosión” (Big Bang).
Entendemos por Universo al conjunto de astros observables: los
centenares de miles de galaxias, cada una constituida a su vez por un
número similar de estrellas, millares de nubes de gas y quizá también
miles de millones de planetas.
Debido a que la velocidad de la luz es constante en el vacío, las
galaxias más remotas son también más antiguas. Su luz demora en
alcanzarnos miles de millones de años y por ende hoy las observamos
no como son en este instante sino más bien como fueron hace miles de
millones de años.
Fue el abad Lemaître quien postuló, a comienzos de siglo, la
creación del Universo a partir de un cierto estado primigenio, donde
toda la materia conformaría un estado ultradenso, compactada en un
“átomo” primordial a temperatura elevadísima. Sin embargo, fue solo a
partir de la teoría geométrica de la gravitación; desarrollada por
Einstein en 1915 bajo la denominación de Teoría General de la
Relatividad, que el estudio y evolución del Cosmos adquiriera el
“status” de ciencia ; al formular matemáticamente las ecuaciones que
permiten establecer una dinámica para todo el Universo; naciendo así
la Cosmología.

183
Hoy día los modelos cosmológicos basados en la Relatividad
General (Modelos de Friedmann-Roberston-Walker), suponen que el
Universo tiene el mismo comportamiento y apariencia general a gran
escala (es homogéneo e isótropo) tal y como lo confirman las medidas
efectuadas por el Satélite COBE (1980) y el telescopio espacial Hubble
(1990-1998). También admite que el Universo se expande
permanentemente, separando los cúmulos de galaxias entre sí tanto
mas cuanto mayor es la distancia entre ellas, como si fueran puntos
dibujados sobre un globo que se está hinchando. Esta Ley de recesión
de las galaxias fue hallada en 1920 por Hubble a partir de las
Observaciones con el telescopio de Monte Palomar.
Como ironía del destino, Einstein previó tal descubrimiento,
independientemente a través del mero análisis teórico. Pero él
desconfió de sus propias conclusiones y postuló en sus ecuaciones un
termino ad hoc, denominado la constante cosmológica, para crear así
un modelo de Universo estático. Cuenta Sir Arthur Eddington que
Einstein se lamentaría luego admitiendo que el término de la constante
cosmológica fue el mayor error de su vida.
Actualmente el Modelo del Big Bang es la mejor opción hacia la
comprensión del orden (Cosmos) en el Universo. El Universo ha
pasado por diversas eras o etapas evolutivas, desde un instante de su
creación hace unos 12 mil millones de años, su dinámica está
gobernada por la fuerza de gravedad y se expande continuamente
quizá por siempre. La temperatura del Universo disminuye conforme se
expande, siendo la temperatura del medio insterestelar del orden de los
tres kelvin, en concordancia con las mediciones efectuadas.
Pero ¿como diversas regiones del universo, espacialmente muy
separadas, estar tan sincronizadas para que su temperatura sea
actualmente del mismo valor? ¿cómo se crearon las galaxias? o bien
¿por que el Universo es asimétrico en el sentido de que los astros
parecen estar solo constituida por bariones y electrones en lugar de
positrones y antibariones?.
Las respuestas a esas preguntas fundamentales en la comprensión
de la naturaleza son motivo de ingentes esfuerzos financieros e
intelectuales en el mundo académico. La razón de ello es que parte de
las leyes de la naturaleza aún están por ser descubiertas y con ello
aplicaciones insospechadas en la tecnología del milenio que recién
comienza.

184
IV.18 MATERIA OSCURA INUNDA EL COSMOS

El cosmos, el orden de la Grecia Clásica, es sinónimo del


Universo, vale decir de la totalidad del mundo material y mensurable;
parece estar constituido esencialmente por dos ingredientes: la materia
y la radiación. La materia se encuentra condensada en innumerables
estrellas y planetas, gas diluido y polvo cómico agregados en
caprichosas formas elípticas y espirales de las galaxias y estas, se
asocian gravitatoriamente por centenares, en unidades jerárquicamente
mas grandes, llamadas cúmulos de galaxias. Toda esa materia
conocida está conformada por los 118 elementos químicos,
prevaleciendo en abundancia el Hidrógeno (99%). La radiación, ese
segundo componente del Universo, es la luz y más propiamente es
todo el espectro electromagnético que incluye las ondas de radio, la
radiación ultravioleta e infrarroja, los rayos X y también los neutrinos.
Si se asume que el Universo es homogéneo, a gran escala, y
que presenta el mismo aspecto en todas direcciones (isotropía),
entonces puede emplearse la formulación matemática de la Gravitación
(Teoría de la Relatividad General, propuesta por A. Einstein en 1915)
para describir su evolución, vale decir para determinar su tamaño y el
movimiento de sus componentes (galaxias) en el pasado y en el futuro.

185
Visto así, la evolución del Universo dependerá esencialmente de
la fuerza de gravedad entre sus componentes, y en consecuencia
depende de la cantidad de materia existente en él. Obviamente esa
materia no puede contabilizarse pero si puede estimarse su valor
promedio: usando la homogeneidad, antes asumida, y midiendo la
densidad promedio en algún cúmulo de galaxias, bajo la hipótesis de
que el Universo se originó como un todo, de una sola vez, y que
estuvo siempre bajo las mismas leyes físicas.
Independientemente de la densidad media del Universo (que
técnicamente se designa por un parámetro adimensional llamado
Omega) la forma del espacio puede ser medido analizando la
Radiación Cósmica de Fondo, suerte de efluvio que inunda todo el
espacio y que corresponde a los fotones primordiales que dieron origen
al Universo.
Los estudios mas recientes acerca de esa radiación fósil o
“eco” de la Gran Explosión que originó el Universo, dan cuenta de que
el Universo es plano y por ende obliga la condición de que la densidad
media de materia tiene que ser exactamente 1 (en valores de Omega).
Estos resultados han sido confirmados a partir de 2000 por el
interferómetro VSA (Colaboración Cambridge University y el Inst. de
Astrofísica de Canarias) y por las medidas del Satélite WMAP
(Smithsonian Center-USA).
Desafortunadamente las medidas de la densidad del materia del
Universo están muy por debajo del valor 1 para Omega, vale decir solo
el 0.3 de la materia del Universo está conformada por estrellas,
planetas, gas y polvo. ¿Y la masa que falta? nadie sabe, por ahora se
le denomina “materia oscura” y no parece estar dentro de las galaxias
ni interactuar con la materia conocida, por lo que el 70% del Universo
es literalmente “inmaterial”, en el sentido que no esta constituido de
ninguno de los 118 elementos conocidos, ni de ninguna de las
partículas subatómicas ni por la radiación.
Hoy por hoy dilucidar el problema de la materia oscura es el
reto mas grande de la física, y abre una perspectiva tan revolucionaria
como la que se viviera a comienzos del siglo XX. Luce incierto el
panorama: la mayor cantidad de esa masa de allá afuera es elusiva,
oscura y no interactúa con el resto del mundo en la forma a la que
estamos acostumbrados, pero su dinámica ciertamente es la que
gobierna el destino del Universo: nuestro destino, nos guste o no.

186
IV.19 LÍMITES DE LA COSMOLOGIA

La Cosmología o tratado del cosmos, del orden inmanente del


Universo, es una disciplina nonata, apenas tiene un siglo. Puede
decirse que la cosmología científica surgió junto al descubrimiento de
Hubble de la expansión del Universo, como resultado experimental, y a
los Modelos de Friedmann-Robertson-Walker, como resultado teórico
de aplicar las ecuaciones de la Teoría Einsteniana de la Relatividad
General. Los modelos FRW son grosso modo de describir las galaxias
como partículas que se mueven sometidas al campo gravitacional y a la
“fuerza” de la expansión del espacio, bajo los supuestos de que el
universo se ve igual en todas direcciones (isotropía) y que todas sus
porciones grandes contienen la misma cantidad de partículas
(homogeneidad). Los estudios acerca de la radiación cósmica del
fondo de 2.7 Kelvin (en el rango de las microondas), junto a la
composición mayoritaria de hidrogeno-helio del universo son evidencias
adicionales de soporte del llamado Modelo estándar de la Cosmología
o de la Gran Explosión (Big Bang).
Es cierto que el Modelo del Big Bang es una simplificación de
la realidad física, pues la hipótesis de la homogeneidad parece ser
parcialmente validad solo a escalar de los supercúmulos de galaxias.
Pero también es cierto que el Big Bang no pretende describir el Origen
del Universo, sino mas bien su evolución, de un pasado remoto;
digamos 12-15 mil millones de años atrás, cuando el estadio del

187
Universo era mas caliente, compacto y compuesto solo de un plasma
donde la radiación y la materia estaban en equilibrio permanente.
Es pertinente referir que la Teoría del Big Bang se basa en la
hipótesis, pocas veces mencionada, del Principio Copernicano, que
asume que la Tierra no ocupa ningún lugar privilegiado en el Universo.
En consecuencia el dato observacional de que las galaxias parecen
alejarse de nosotros a velocidades mayores según su distancia, es
interpretado como que el espacio se expande uniformemente en todo
punto. Pero ¿es necesariamente cierto? No lo es, pudiera ser que el
Universo no fuera homogéneo, tuviera simetría esférica y nuestra
galaxia estuviera ubicados cerca de su centro; ello no contradice las
observaciones. Pero pocos científicos, incluyéndome, estaríamos
dispuestos a aceptar este paradigma, por razones filosóficas, y eso
ciertamente no prueba su inexactitud.
Los Modelos teóricos del Universo eterno y estático, tales
como el pionero Modelo de Einstein y De Sitter o la Teoría de Hoyle
sobre creación continua de materia, son contradictorios con las
observaciones. Mención aparte son las llamadas Teorías del origen del
Universo, como la Teoría de la Inflación, Gravedad Quántica y
similares, que por su carácter pretenden extrapolar las leyes físicas a
condiciones extremas, digamos de dudosa certidumbre y carentes en
genera de evidencias observacionales que las sustenten. El carácter
especulativo de estas Teorías recuerda al sabio San Agustín, quien
ante la pregunta ¿Qué estaba haciendo Dios antes de crear el mundo
(Universo)?, la sagaz respuesta que diera San Agustín fue “Creando el
Infierno para quienes hicieran preguntas como esa”.

188
IV.20 FILOSOFIA COSMICA

¿Agujeros Negros? ¿Universos paralelos? ¿Agujeros de Gusanos?


¿Arrugas en el tiempo?
Desde el punto de vista Físico, llamamos Universo a una
entidad única compuesta por definición por todos los elementos que
mantienen entre si alguna relación causal en la naturaleza. De lo que
se desprende que solo hay un único Universo. Supongamos por un
momento que existe otro “universo”. Si, de algún modo interactúa con
nuestro Universo o lo hizo en algún pasado remoto, entonces no es
mas que otro elemento del Universo Físico y la distinción semántica
además de innecesaria es engañosa y confusa. Si, por el contrario,
“existe” y no tiene ni tuvo relación alguna con el Universo Observable
entonces es irrelevante para comprender el Universo Físico y mas aun
no podemos abordarlo con ninguna Teoría Científica.
Por su carácter único, el Universo no es comparable con
ningún otro ente similar y en consecuencia se pierde el carácter de Ley
tal y como se entiende en ciencias. ¿Qué significa una Ley para un
objeto único? ¿Ley es igual a propiedad o igual a característica?.
La comprensión del Universo es siempre limitada porque solo
podemos abordarlo parcialmente y en el momento actual, aquí y ahora.
De lo que se sigue que la visón del Universo es y será incompleta,
independientemente de los progresos teóricos o del desarrollo técnico
de la civilizaron humana.

189
No podemos observar el universo desde ningún otro punto
(aun en escalas geológicas de tiempo, digamos tres mil años adelante,
apenas si habremos podido viajar optimistamente por nuestra Vía
Láctea, pero nuestra galaxia es solo un punto del Universo) y en
consecuencia cualquier intento de probar la isotropía y la
homogeneidad supuesta en el Big-Bang esta condenado al fracaso.
Aun cuando dispusiéramos de las ecuaciones que rigen la
dinámica del Universo como un todo; pongamos por caso las
ecuaciones Friedmann-Robertson-Walker del Modelo del Big Bang;
estas son necesariamente expresiones matemáticas diferenciales y por
lo tanto precisarían para su solución de las condiciones iniciales
posibles (y de contorno). Las condiciones iniciales y de contorno, que
posibilitan su resolución, son un conjunto infinito de posibilidades ¿Qué
condiciones escoger?; aun escogiendo por azar las correctas ¿Cómo
podemos estar seguros de que hemos acertado?
Intentar establecer una “Física de la Creación” es forzar más
allá de lo razonable el sentido de la palabra Física.
¿Agujeros Negros? ¿Universos paralelos? ¿Agujeros de Gusanos?
¿Arrugas en el tiempo? …Jerigonza palabrería, mas cercana a la
Ciencia Ficción y la promoción Holliwoodense que al mundo físico, solo
sirve para confundir a legos e incautos!.

190
Capitulo V:
PLURALIDAD DE MUNDOS HABITADOS

191
192
V.1 CUANDO LOS MOAIS MIRABAN AL CIELO

Durante más de treinta generaciones, los descendientes de


Hotu-Matu’a y sus colonos habían vivido aislados en el rincón más
alejado de un continente del planeta. Sus habitantes lo denominaban el
Ombligo del Mundo, pues creían que era la única tierra emergida que
quedaba. También llamaban a su isla Pequeña Rapa, o Rapa Nui, de
poco más de 150 km2, quizás como recuerdo de su tierra ancestral,
situada según la leyenda mucho más hacia el oeste. En un domingo de
Pascua a principios del siglo XVIII, la pequeña isla, fue descubierta por
unos navegantes holandeses, cuya sorpresa debió de ser mayúscula
cuando constataron que estaba densamente poblada por lo que
parecía ser una cultura bastante avanzada, que había cubierto las
costas centenares de estatuas gigantescas, los “moais”. Así comenzó
la leyenda de la isla de Pascua o Rapa Nui.
Tras su hallazgo, la isla sufrió una devastadora “revolución”, así
como los asaltos de barcos esclavistas, que diezmaron la población y
en la cual casi todas las estatuas fueron derribadas;. Con la llegada de
la cristianización, fue gobernada durante casi un siglo como una finca
particular arrendada por el gobierno de Chile. Es sorprendente que,
pese a todo, los rapanuis se las ingeniasen para conservar gran parte
de su cultura, aunque algunas tradiciones, como la lectura de las
famosas “rongorongo” (inscripciones en tablas de madera), se
perdieron por completo.

193
Mantuvieron el recuerdo de sus costumbres ancestrales
transmitiéndolas de forma oral de padres a hijos y recopiladas solo a
mediados del siglo pasado. Los pascuences usaban las estrellas como
guía, tanto para la navegación, a semejanza de otros habitantes de
Polinesia, como para el control del tiempo a través de la observación de
sus ortos y sus ocasos en momentos claves del año.
Asimismo, habían cartografiado casi todo el cielo visible desde
su isla, dando nombre a las estrellas más importantes y a algunos
asterismos singulares. Las resplandecientes Alfa y Beta del Centauro
recibían el nombre de Nga Vaka, la Canoa, y posiblemente ayudaban
en la navegación por su proximidad al polo sur. El orto helíaco de una
las estrellas más brillantes de sus cielos, Canopo, llamada Po Roroa,
marcaba el principio de la época de la siembra.
De entre todos los asterismos, dos destacaban por su
singularidad, su utilidad como marcadores de tiempo y su
omnipresencia en las fuentes tradicionales: Matariki (los Ojitos) y
Tautoru ( los Tres Bellos) que fueron identificados con el cúmulo estelar
de las Pléyades (en la constelación de Tauro) y las tres estrellas del
cinturón de Orión, respectivamente.
Matariki no sólo era clave porque su salida al amanecer en la
primera luna del invierno, la del mes de Anakena, indicaba el principio
del año. También porque su primera y última visión a la caída de la
tarde marcaban los extremos de la estación de Hora Nui. Ésta era la
mejor del año, cuando se abría la temporada de pesca, se realizaban
los rituales en honor de los antepasados frente a los ahus con sus
grandes moais y la guerra estaba prohibida. Tautoru marcaba también
el principio del año, así como el inicio de las fiestas de la isla, las Paina,
en torno a la primera luna del verano, aproximadamente en nuestro
mes de diciembre. El planeta Marte, conocido como Matamea, el Ojo
Rojo, jugaba un papel importante en la mitología rapanui asociado a la
celebración cada dos años del festival sagrado de Koro.
Toda esta información se puede rastrear en las fuentes
etnográficas, ¿pero hay registro arqueológico? Desde los trabajos
pioneros de Routledge se sabe que en el extremo oriental de la isla, la
aislada Península de Poike, se encontraba un lugar donde había una
piedra inscrita con grabados que se conocía como Ko te Papa-ui-
Hetu’u, “la piedra para observar las estrellas”; y, cercana a ésta, una
segunda donde estaba representado un mapa estelar. Precisamente,
ambas piedras se encuentran localizadas en el único lugar de Rapa Nui

194
donde se ven las Pléyades tanto saliendo como poniéndose en un
horizonte despejado, sobre el mar.
La relación más curiosa y sugerente pudiera darse en la
orientación de algunos ahus y sus correspondientes moais respecto a
ciertos fenómenos astronómicos. La mayoría de los ahus están
construidos en paralelo a la costa, de forma que sus estatuas miran
hacia el interior de la isla. Esta circunstancia anularía cualquier
posibilidad de alineación astronómica deliberada, pues éstas siempre
están regidas por el factor geográfico. Sin embargo, el arqueólogo
William Mulloy, y el astrónomo William Liller, se percataron de la
existencia de un cierto número de ahus cuyas paredes no eran
paralelas a la costa, e incluso de que algunos de ellos se situaban tierra
adentro. Asi la topografía de la costa no seria el factor determinante.
A principios de los noventa, Liller publica el libro Los antiguos
observatorios solares de Rapanui, la arqueoastronomía de la isla de
Pascua; en el cual expone la orientación astronómica de ciertos ahus.
Incluye Ahu A Kivi (con sus siete moais de nuevo en su lugar) o Ahu Uri
a Urenga (con su moai solitario), que estarían supuestamente
orientados a la puesta de Sol en los equinoccios y a la salida del Sol en
el solsticio de invierno, respectivamente.
En una reinterpretación reciente, con el uso de fuentes
etnográficas se ha propuesto que esos mismos ahu podrían estar
orientados hacia las estrellas y no hacia el Sol. De esta forma, el
solitario moai de Ahu Uri a Urenga habría mirado hacia la salida de
Matariki en el horizonte oriental poco antes de la salida del Sol en el
solsticio de invierno, dando así comienzo a un nuevo año pascuence.
Los siete moais de Ahu A Kivi, las únicas estatuas de la isla de
Pascua cara al mar, habrían contemplado las estrellas de Tautoru justo
cuando éstas se ponían sobre el horizonte marino, indicando también la
llegada del nuevo año con la aparición de la luna nueva del mes de
Anakena.
Los “pascuenses”, habitantes de la isla de Rapa-Nui, el ombligo
del mundo, miraban las estrellas en busca del creador y por extensión
lograban mejorar su agro y pesca. Hoy la globalización utilitaria
occidental pretende solo mirarse el ombligo, convirtiendo al ser
humano en Moais sin credo ni creador …progreso occidental .
.

195
V.2 LA EDAD DEL HIELO

El astrónomo yugoslavo Mílutin Milánkovitch, en las décadas de


1920 y 1930, calculó las variaciones de insolación en la Tierra
resultantes de cambios en los movimientos de traslación y de rotación
de la Tierra y en su trabajo sobre la “Teoría matemática del fenómeno
del calor producido por radiación solar “ (1920), propuso un
mecanismo astronómico para explicar los ciclos glaciales, vale decir las
periódicas etapas de deshielo polar que ha sufrido la Tierra, con las
consecuentes y repetidas inundaciones (diluvios?) globales del planeta
a lo largo de su historia; incluyendo varias épocas de deshielos polares
en la ultima era geológica (Pleistoceno).
El descubrimiento de los cambios glaciares planteó también
problemas sobre las causas que los provocaron. Junto a hipótesis más
o menos especulativas y anecdóticas, a principios de siglo se propuso
una explicación basada en la mecánica celeste. El movimiento de la
Tierra alrededor del Sol y el eje sobre el que gira en su ciclo diario no
son fijos, sino que están sujetos a variaciones seculares. La
consideración de estos ciclos sirvió a Milánkovitch para establecer unas
curvas que permitían considerar la variación del calor aportado por el
Sol como causa de las glaciaciones.
La temperatura de la Tierra está en función del calor del Sol. En
las latitudes altas, el Sol incide más oblicuamente que en las bajas, y la
cantidad de calor aportada es menor en los polos que en el ecuador. La
Tierra describe en el espacio una elipse donde el Sol ocupa uno de los
focos. Esta elipse se deforma de dos maneras: por un lado, gira
lentamente en relación con las estrellas fijas; de otra parte, su
excentricidad -es decir, la situación de los focos de la elipse varía
desde casi coincidir con el centro de un círculo a separarse de ella,

196
dando una forma que oscila entre casi una circunferencia a una elipse.
Esta variación de la excentricidad tiene periodicidad de 100.000 años.
La orientación del eje de la Tierra es fija a lo largo del año,
dando lugar a las estaciones. Cuando el Polo Norte apunta al Sol, el
hemisferio norte recibe más calor y sucede el verano boreal. Seis
meses más tarde, es el Polo Sur el que se orienta hacia el sol, es el
momento del invierno boreal y del verano austral. La inclinación del eje
de la Tierra es de 23° 27', sin embargo, este valor varía más o menos
1°30' durante un período de 41.000 años. Cuando la inclinación del eje
de la Tierra es máxima, las zonas polares reciben también un máximo
de insolación y calor, pues apuntan más directamente hacia el Sol. Esta
situación conduce a veranos cálidos e inviernos rigurosos en latitudes
altas y se corresponde con climas interglaciares, pues el calor de los
veranos es más que suficiente para derretir la nieve caída en los
inviernos. La situación contraria produce veranos poco cálidos que no
son capaces de derretir la nieve del invierno, de forma que ésta se
acumula año tras año, posibilitando la formación de casquetes
glaciares polares y de montaña.
La precesión de los equinoccios parte del hecho de que la Tierra
no es totalmente esférica. La acción de las mareas provocadas por el
Sol, la Luna y los demás planetas sobre el ecuador provoca un retraso
en su velocidad de giro, razón por la que la duración de los años no es
siempre igual. En consecuencia, el momento en el que el Polo apunta
hacia el Sol no se corresponde siempre al mismo punto de la órbita de
la Tierra. La situación de los equinoccios y, por tanto, de las estaciones
presenta un doble ciclo principal de 23.000 años y otro menor de
19.000. En la actualidad la Tierra está lejos del Sol el 21 de junio, y
cerca el 21 de diciembre, por eso la tendencia es a inviernos poco
rigurosos.
La unión de estos tres efectos: mucha inclinación del eje, mayor
distancia al Sol y que ésta sea en diciembre, produciría un mínimo de
insolación y un máximo de frío, propiciando la extensión de los
glaciares. La comprobación experimental de las propuestas de
Milankovitch ha venido por su contraste con las curvas climáticas
recogidas en los testigos de los sondeos de los fondos marinos. Así,
hace 125.000 años se detecta un período interglaciar que coincide con
las curvas teóricas de Milankovitch como en los depósitos marinos que
marcan el inicio del deshielo. Estos análisis también permiten el
reconocimiento de la existencia de eras glaciares con un ciclo de 65

197
millones de años, lo que explica la existencia de glaciaciones
reconocidas geológicamente durante el paso Secundario-Terciario y de
otras durante el Secundario. De la misma forma se calcula un ciclo de
125.000 años máximo para cada época glaciar con periodos
interestacionales menores. Estos ciclos menores se han detectado
incluso en época histórica.
El estudio de Milánkovitch le ha dado un enfoque científico al
mito del “Diluvio Universal”, que correspondería a la última glaciación y
al cual hace referencia las crónicas bíblicas, babilónicas y chinas.
Adicionalmente esta Teoría le salvo la vida al propio Milánkovitch,
quien fue hecho prisionero en los Balcanes durante la 1ª Guerra
Mundial, estando herido en un campo de prisioneros, distraído y
meditabundo, garrapateaba unos cálculos. Descubierto por centinelas;
quienes pensaban tratàbase de un plan de fuga masiva, le llevaron los
escritos al comandante. Luego de la conversación y de la explicación
de Milánkovitch sobre el significado de los diagramas, fue enviado con
toda consideración a Budapest, donde paso el resto de la Guerra,
compartiendo amigablemente con los científicos del bando enemigo en
torno al movimiento de la Tierra y las Glaciaciones.
Y es que la Ciencia tiene el don de unir el espíritu de los
hombres para la comprensión de la naturaleza, incluso como en el caso
de Milánkovitch, en plena Guerra Mundial.

198
V.3 LOS DOLMENES DANZAN ENTRE LAS ESTRELLAS

Stonehenge es la construcción megalítica más fascinante de la


historia cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos, Localizado a
cien kilómetros al oeste de Londres, en la llanura de Salisbury, es uno
de los monumentos milenarios más inquietantes de la humanidad,
constituido por colosales rocas, cuyos pesos varían de dos a treinta y
cinco toneladas. Según las leyendas del siglo XII las piedras fueron
llevadas allí por el Mago Merlín, desde Irlanda, con la ayuda de unos
“artefactos", para conmemorar un entierro masivo de bretones. Lo
cierto es que el pueblo sajón les recordaba las vigas en las cuales
colgaban a los criminales, designándole “Stonehenge" (La horca de
piedra o la piedra del colgado)
La sección principal consta de un círculo de 30 columnas
rectangulares coronadas con dinteles. Este círculo de piedras tiene un
diámetro de 29,6 metros y sus piedras son de gres silicio amarillento.
Tres metros al interior existe un segundo anillo de 60 menhires, quedan
veinte, de menos de dos metros de altura cada uno. Estos son de un
tipo de roca eruptiva “piedra azul", durísima y de reflejos azulosos,
procedente de Gales. Más al interior se encuentra una formación en
herradura con cinco trilitos de gran tamaño. El mayor es de 8 metros de
altura, hechos con piedra gres silicio. Dentro de la formación de cinco
trilitos se encuentra una herradura interior de 19 menhires de no mas
de 3 metros y tallados a manera de obeliscos en piedra azul.
Finalmente en el centro se encuentra la “piedra del altar" de 4,8 metros
de altura de largo. Esta es de arenisca verde y alto contenido de
aluminio, que le da un brillo muy especial al recibir luz solar.

199
Para algunos era un antiguo lugar de ceremonia de los
sacerdotes celtas o Druidas, quizás porque el lugar fue usado durante
años la agrupación masónica “Antigua Orden Unificada de Druidas"
para festejar el solsticio de verano. Tras diversas hipótesis que van de
los Druidas, Micénicos hasta los Romanos; el astrónomo Norman
Lockyeren (1901) logro datar el monumento por técnicas Arqueo
astronómicas.
El descubrió que una persona al pie de la “piedra del altar"
(central), observando hacia la piedra Talón (en la base del circulo)
podía observar con gran exactitud el orto del Sol durante el solsticio de
verano, el 21 de junio. Lockyer confirmó que efectivamente el centro de
Stonehenge se alineaba con la piedra Talón, apuntando al Sol, con un
margen de error de 56 minutos de arco. Había realizado uno de los
mas minuciosos estudios de la precesión de los equinoccios.
Suponiendo que los constructores de Stonehenge hubiesen alineado el
centro del conjunto con una exactitud total, sin el error actual de 58
minutos de arco permitiría conocer la fecha de su construcción.
Arrojando como resultado la asombrosa fecha de 1800 aC. Posteriores
dataciones con carbono-14 llevaron los inicios de Stonehenge hacia el
2800 aC. Con ello muchas teorías respecto a su origen asirio, micénico
o Griego quedaron descartadas.
Posteriores investigaciones han mostrado que los Dolmenes
marcan las salidas y puesta de la Luna durante los solsticios de
invierno. En otras palabras Stonehenge era un templo dedicado a los
movimientos del Sol y de la Luna construidos por alguna civilización
paleolítica de origen pre- céltico. Aunque Stonehenge aun presenta
diversos misterios, su finalidad mas evidente es que fue un templo para
adorar al Sol y la Luna, astros que rigen el ciclo de las estaciones. Un
calendario que sabiamente observado permitiría predecir la llegada de
las estaciones para las actividades del campo, lo pre-celtas, iniciaron
su construcción hacia el 2800 a.c.; se dieron el tiempo para edificarlo, y
posteriormente también un sitio sagrado, lugar de ritos funerarios como
lo confirman los restos desenterrados en diversas partes del recinto.
Finalmente hacia el año 1100 a.c. Stonehenge fue abandonado.
En Inglaterra los hombres del neolítico recurrieron a las piedras
único recursos disponible para investigar la naturaleza:, aquí y ahora
hay quienes dicen que no pueden investigar por falta de recursos, y
uno pregunta ¿será que solo les faltan recursos?

200
V.4 EL CRATER DE CHICXULUB

Hace 65 millones de años, a finales del período cretácico, un


acontecimiento colosal acabó con el dominio de los grandes saurios
sobre el planeta. Los fósiles de los gigantescos animales existentes a
finales de la era terciaria parecen haberse desvanecido en un período
de menos de 10 mil años, junto a otros géneros de menor tamaño:
monotremas y poiquilotermos. La estratigrafía del terreno en diversos
continentes así lo evidencia. Un período tal es solo un instante desde el
punto de vista de la evolución morfológica de la Tierra y de la evolución
Darwiniana. Si la extinción tuvo lugar por cambios geológicos o por
modificaciones climáticas paulatinas entonces habría evidencias
fósiles, dispersas al menos, de los diversos cambios adaptativos. Por
otro lado ¿como puede explicarse también la desaparición de especies
de menor tamaño e incluso de los protistas marinos (Globutruncana
contusa) a finales de la era terciaria?.
Luis Álvarez, astrofísico norteamericano, y otros colegas
publicaron en 1980 un artículo en la prestigiosa revista Science;
postulando la “teoría catastrófica” de la extinción masiva ocurrida a
finales de la era terciaria. La evidencia aportada por ellos, se
fundamenta en la presencia de inusuales concentraciones de Iridio en
los estratos de finales del cretácico, de hasta 1/10000 partes por millón
(en la región de Gubbio, Italia). El Iridio es un elemento químico poco
común en la Tierra y muy frecuente en los meteoritos, cometas y

201
asteroides. La existencia de altas concentraciones de este elemento en
un lapso determinado de la “historia” del planeta no podría ser
explicada sin recurrir a un argumento extraterrestre de carácter global.
El impacto de un asteroide o de un gigantesco meteorito contra la
Tierra tendría que haber dejado un cráter enorme, semejante quizá a
los grandes cráteres que se observan en la Luna y otros astros del
sistema solar. ¿Dónde esta ese cráter? Una posibilidad señalada por
Álvarez era que el cráter estuviera inundado, como en el Golfo de
México.
Una revisión acuciosa de los estratos geológicos en las costas
elevadas de Norteamérica, mostraban la ocurrencia de un colosal
maremoto (Tsunami) hace 65 millones de años, y registros satelitales
del fondo marino corroboraron una gran depresión oval de 180 km de
diámetro y profundidad de 50 km, en la Península de Yucatán,
conocida hoy como el Cráter de Chicxulub. De la forma y tamaño del
cráter es plausible determinar inclusive las dimensiones y el ángulo,
antes del impacto, del asteroide o meteorito. Es claro que la extinción
no se debió tanto a la “explosión” del meteorito sino mas bien al efecto
colateral de este, vale decir al llamado Efecto Invernal. La energía
liberada por el impacto, junto al polvo que levanta en la atmósfera sería
suficiente para oscurecer toda la atmósfera durante años, impidiendo a
los rayos solares calentar la superficie y ocasionando un drástico
cambio climático a escala global, con la consecuente desaparición de la
mayoría de las especies, quedando a salvo las de vida marina y quizá
también algunos mamíferos, mas pequeños y adaptativos que los
grandes saurios. Otra evidencia, surgida a finales del siglo pasado, es
el hallazgo de microtectitas en el desierto de Nevada y Nuevo México
Las tectitas son fragmentos vítreos de color verdoso, con una
composición química característica, que se forman por la condensación
del polvo meteorítico. He allí los restos del “holocausto”, ocurrido hace
65 millones de años, que corroboraría la teoría catastrófica de Álvarez.
Los eventos de la naturaleza no parecen ser únicos, y los impactos de
cometas y asteroides sobre otros planetas, parecen indicar que
eventos similares pueden ocurrir en cualquier momento. Las evidencias
señalan, de algún modo, que la génesis y el Apocalipsis de la
humanidad están unidos firmemente a los eventos interplanetarios,
como también de una arquitectura universal de la cual somos más
testigos que protagonistas.

202
V.5 EL BOLIDO DEL RIO CURUCA

"La mañana del 13 de Agosto de 1930 el cielo estaba claro y el


glorioso Sol ecuatorial había salido para iluminar un nuevo día....
Sorpresivamente, a eso de las 8 hs., el Sol se tornó de color rojo
sangre y una oscuridad se esparció sobre todo, tal y como si una
espesa nube hubiese interceptado los rayos solares... pero no había tal
nube... sólo la aparición de un polvillo en la atmósfera. Una fina ceniza
había comenzado a caer sobre las plantas de la selva y sobre las
aguas del río... cuando sorpresivamente, un sonido de múltiples
silbidos se escuchó viniendo desde lo alto... sonando como artillería y
ese sonido se fue haciendo más cercano... y más cercano. Algunos
pescadores se alzaron mirando hacia el cielo y entonces vieron
grandes bolas de fuego cayendo desde lo alto como rayos. Cayeron en
el centro de la selva con un triple estampido similar al rugido de un
trueno y el estallido de un rayo. Ocurrieron entonces tres explosiones
distintas, cada una mayor que la anterior, causando temblores de tierra
como los de un terremoto. Una fina lluvia de cenizas continuó cayendo
por varias horas y el Sol siguió nublado.--"
Este relato del bólido o meteorito de gran tamaño a velocidad
supersónica, fue escrito por el padre Fedele d'Alviano, y publicado
recién en los 90's. Había permanecido olvidado en archivos
eclesiásticos de los misioneros capuchinos por varias décadas. El
investigador independiente italiano Roberto Gorelli fue quien primero lo
recuperó para el dominio público. ¡Es evidente que algo cayó desde el
cielo!...ese evento es el llamado "Tunguska" brasileño del río Curuca,
Amazonas, Brasil, (S 5º W 71,5º).

203
Tunguska es una región en la tundra siberiana (Rusia),
despoblada y cubierta de coníferas. Ocurrió allí un suceso
extraordinario la noche del 30 de junio de 1908. Miles de árboles fueron
derribados en un área cercana a los 20 kilómetros cuadrados. No se
trató de un incendio, sino más bien de una suerte de explosión colosal,
todos los árboles fueron derribados desde el centro hacia fuera,
quedando dispuestos radialmente. En el epicentro, los árboles
quedaron en pie, el resto de la vegetación quedó arrasada, y quizá los
animales que allí moraban. Los relatos de la época, evocan una
gigantesca explosión, acompañada de un inmenso resplandor
nocturno.
Un suceso así sólo pudo ser originado por el impacto de un
meteorito, de forma análoga a los miles de impactos que acusan otros
cuerpos celestes como la Luna, Mercurio y los satélites de los planetas
gigantes Júpiter y Saturno. Sin embargo, en Tunguska ni en el río
Curuca, o hay cráter alguno, por lo que cabe esperar que la explosión
tuvo lugar a varios kilómetros sobre el suelo, desintegrándose en la
atmósfera el objeto extraterrestre (bólido, cometa o asteroide). La
ausencia de un cráter de impacto descarta por mucho a un asteroide o
un meteorito. Los asteroides son muy compactos y densos, e
imposibles de volatilizarse en la atmósfera. Se piensa que quizá se
trató de un núcleo cometario. Visto así, lo ocurrido en Tunguska y en el
rio Curuca no constituye propiamente un misterio, salvo por el hecho de
que un evento como ése debió necesariamente dejar algún rastro que
aún no se ha encontrado. La evaporación del objeto tendría que haber
dejado esparcido gran cantidad de polvo del material del fragmento
cometario. Sin embargo, a la fecha han fracasado todos los intentos de
hallar rastros de polvo ¿Cómo pudo un objeto "desaparecer" en la
atmósfera sin rastro alguno?
Se sospecha que un evento similar ocurrió hace unos 800 años
(siglo XIII) en Nueva Zelanda. Una gran zona vecina a la ciudad de
Tapanui (en la Isla Sur) quedó arrasada por un flash instantáneo de alta
temperatura y fuegos forestales. Incluso se sostiene que algunas
leyendas de los aborígenes maoríes pueden ser los recuerdos de tal
catástrofe. Se supone hoy que eventos de este tipo suceden una
vez cada varios cientos de años.... ¿Y si ya hubiera pasado en algún
centro poblado? … por ejemplo según el relato bíblico ¿Jericó,
Sodoma y Gomorra?

204
V.6 APOCALIPSIS NOW

No se trata, contertulios, de la agorera profecía de


Nostradamus, ni del vaticinio de algún trasnochado en la esfera política
nacional. Se trata de la llegada en 2012 de un visitante del espacio,
denominado FG3-1996, perteneciente a la noble familia de los
asteroides Apolo, de tamaño modesto: entre 0,5 a 1200 km y que vaga
por el espacio desde los confines del planeta Júpiter. Su acercamiento
será solo de 5,6 millones de kilómetros, distancia prudencial, que no
parece ofrecer peligros mayores, sino fuera porque su órbita elíptica
tiende a cerrarse en una suerte de espiral. Peor aún es la noticia de
que este visitante, al igual de otros doscientos asteroides similares,
cruza la órbita terrestre frecuentemente.
De seguro el Apocalipsis no ocurrirá en la fecha arriba señalada
pero deja la interrogante si asteroides similares pudieran repetir la
catástrofe acaecida hace 65 millones de años, cuando un asteroide o
quizá un núcleo cometario, impactó a nuestro Planeta en las cercanías
de la península de Yucatán (hoy golfo de México). Tal hecatombe,
responsable de la extinción de los dinosaurios, inundó la atmósfera de
polvo y gas, bañó la corteza terrestre de una fina capa de Iridio, y
produjo un “efecto invernal”. El oscurecimiento de la superficie terrestre
por el polvo acabó con foraminíferos, plantas y saurios; y cambió la
biósfera terrestre. El premio nobel norteamericano Luis Alvarez, ha

205
llamado la atención de la NASA sobre la posibilidad de otra colisión de
este tipo en un futuro cercano, sobre todo por el anuncio del Dr.
Marsden de la colisión del asteroide XF11-1997 el día 26 de octubre
de año 2028. Nuevas observaciones de este objeto revelaron, sin
embargo, que el cuerpo rocoso solo se acercará “rozando” a 954.880
km de la Tierra. Pero ¿que decir? del asteroide Hathor, quien arribará
en el 2069 y se acercará a solo el doble de la distancia Tierra-Luna, o
de Nereus quién rozó al planeta, el 22 de enero del 2002, a 4,3
millones de km y luego vendría el 14 de enero del 2060 a solo 1,1
millones de km de distancia.
La preocupación es mayor por cuanto los cálculos de las órbitas
de los asteroides NEOs, siglas en inglés de objeto asteroidal cercano,
no es conocida del todo; debido a la dificultad teórica de resolver
matemáticamente (y computacionalmente) el problema de tres cuerpos
bajo la acción de la fuerza de gravedad. El sistema Tierra-Luna puede
atraer estos objetos hacia órbitas mas cercanas, con tan solo se
acerquen por debajo de los diez millones de kilómetros.
La sofisticación de la ciencia astronómica ha llegado a reducir el
Apocalipsis a solo una colección numerable de eventos con precisión
del día, la fecha y hora; queda ver si Dios juega o no a los dados,
como diría Einstein; o si los lanza justo allí: donde nadie pueda verlos
como diría Stephen Hawking.
El pánico sobre la hecatombe de la colisión de asteroides con la
Tierra se materializa, por el momento, solo en el cine: con los
largometrajes “Cielo Profundo” y “Armagedon”; el primero de Steven
Spielberg y el segundo de Bruce Willis. Por pura curiosidad el
calendario Azteca-Maya, válido para más de cinco mil años, culmina
abruptamente en el 2012, más o menos coincidente con la llegada del
NEOs; ¿sabían los Mayas de su arribo?

206
V./ HERCOLUBUS: EL FIN DE LOS TIEMPOS?.

El anuncio y la divulgación de vaticinios, pronósticos y augurios


sobre el fin de los tiempos es una práctica común en casi todas las
civilizaciones. Quizá porque la racionalidad humana conduzca a
preguntarnos de donde venimos y hacia a donde vamos. Las sagradas
escrituras de la fe cristiana y de otras religiones pregonan catástrofes y
Apocalipsis para el fin de los tiempos; como por ejemplo el juicio final
en la Biblia o la balanza del inframundo en el Libro de los Muertos de la
mitología Egipcia, que data de mas de cuatro mil años de antigüedad.
Los profetas, quienes anunciaban el devenir, y sus agoreras
profecías han existido en la tradición oral de los chamanes de la India y
mas modernamente en mesoamérica. También en la Grecia Antigua
existieron diversos “adivinos”, siendo el mas famoso el oráculo de
Delfos. En la Edad Media destacaron las visiones de San Malaquias y
del médico y astrólogo Michel De Nostre-Dame (1503-1566), mas
conocido como Nostradamus. Lo característico de todas las profecías
es su ambigüedad y vaguedad, de tal suerte que, al ser anunciadas en
parábola y con lenguaje fabulado, admita varias interpretaciones
igualmente posibles, incluso contradictorias.
El lenguaje complicado y supra elaborado con el cual se
pronostican los “arcanos” (secretos solo para iniciados) pretende darle
un velo de misterio a las “predicciones” con un deliberado fin
sensacionalista. Es por ello que las profecías abundan en las sectas
carentes de una doctrina filosófica, tales como “La Nueva Era” y otras

207
corrientes de pensamiento de tipo mítico basadas en “espiritismo”,
“reencarnaciones”, “vidas pasadas”, etc.
Tales “escuelas” míticas tienen su arraigo en la soledad de la
existencia humana, característica de las sociedades modernas; como lo
explica Erich From en sus obras “Psicoanálisis de la Sociedad
Contemporánea” y “Miedo a la Libertad”.
Los avances tecnológicos, la rapidez con la cual cambia
nuestra realidad (ampliada por los medios de comunicación de masas)
y la imposibilidad real de comprender las relaciones del ámbito en que
se desarrolla la vida actual ocasionan, en el individuo común, una
suerte de vértigo existencial, y en consecuencia se apela a la fantasía y
la irracionalidad para acercar la comprensión del mundo a través de
creencias mas sencillas y simples.
Solo así se explica el porque hombres de cierta cultura general,
pero formados en áreas diferentes a las ciencias naturales, acogen con
frecuencia prácticas mágicas de interpretación de la realidad física:
tales como el horóscopo y los platillos voladores (desconocimiento de
la astronomía), hechizos por medio de elixires (ignorancia de la
farmacopea y de la química); telepatía, tercer ojo, chacras y áureas
(incomprensión de la física y de la anatomía humana) e incluso hay
personas de poca formación en los procesos que gobiernan el
entendimiento humano quienes hablan de “regresiones a vidas
pasadas” y de “viajes astrales” (ignorancia de la psicología freudiana).
El alto grado de especialización del conocimiento, unido a la
soledad característica del ser en las sociedades modernas llevan con
frecuencia a la generación de creencias que mitiga, como mecanismo
de defensa individual, las carencias de comprensión del actual mundo
tecnológico y complejo. Surgen así las para-verdades y las meta-
ciencias: al no comprenderse bien la psicología; ciencia compleja y
especializada, se apela a la parapsicología; lo mismo ocurre con la
Física y se apela a la simple extemporánea metafísica (del tipo Conny
Méndez y similares); incluso ocurre también con las Ciencia de la
Química y de la Astronomía que degeneran en las creencias de
alquimia y astrología. Las para-ciencias y metaciencias acostumbran,
como en el caso del Hercolubus, mostrarse no como una creencia mas,
sino que es disfrazan con un carácter pseudocientífico. No se afianzan
en lo establecido y demostrado por hechos sino mas bien apelan a lo
espectacular: mezcla de imágenes verdaderas de astros que no se
corresponden al discurso argumental expuesto, declaraciones

208
testimoniales de supuestos “expertos” con dudosa certidumbre, datos
numéricos y fechas de supuestos acontecimientos sin señalar la fuente
bibliográfica o la referencia que permita su verificación, lenguaje
deliberadamente complicado para dar la impresión de misterio,
interpretaciones superficiales, etc.
No existe tal cosa como un planeta-cometa (Hercolubus). Una
trayectoria de un astro sometido a las fuerzas gravitacionales del Sol y
los planetas necesariamente se efectúa en un plano, según lo
demuestran las leyes de la Mecánica Clásica, las mismas que
gobiernan la tecnología cotidiana, esas mismas leyes permitieron la
llegada del hombre a la Luna y la creación de los ingenios espaciales.
Puede creerse en otras leyes pero eso es creencia, como puede uno si
lo desea creer o no en cualquier cosa. La realidad física demuestra lo
contrario. Todo astro de masa mayor a la de Luna que pudiera existir
en el sistema planetario solar ha sido detectado por su influencia
gravitacional y por los telescopios actuales, que pueden ver en todas
direcciones no solo en el plano de la eclíptica; incluso si el objeto no
emitiera luz se le detectaría en el infrarrojo. También debe aclararse
que los campos magnéticos de los astros no modifican la trayectoria de
los objetos, pues a esas escalas de tamaño y distancia la fuerza
gravitacional es por lo menos 100.000 veces mayor que la interacción
electromagnética.
La colisión de un asteroide, o de un Cometa con la Tierra es un
evento posible; pero no lo es en un futuro cercano; ni en el año 2012 ni
en los siguientes, un evento de tal tipo no es instantáneo, el
acercamiento de un astro a la Tierra sería observable y tardaría varios
años en alcanzarnos. No es cierto tampoco que durante los pasados
eclipses de Sol se observara tal astro ni ningún otro astro que no fueran
las estrellas y planetas ya conocidos desde el siglo XIX.
El vaticinio de “Hercolubus: El fin de los tiempos” es en realidad
un mosaico de superchería, creencias irracionales e ignorancia
pregonado con fin sensacionalista, no hay lugar para las metaciencias y
las paraciencias en la Academia del siglo XXI.

209
V.8 ALGUIEN LLAMA DESDE EL COSMOS

Señales de radio son captadas intermitentemente en forma


fuerte y clara, cada 1,377 segundos, como pulsos de alguna suerte de
Clave Morse desconocida. Provienen desde una región del espacio
situada a 40 años luz de distancia. Peor aún, el foco que la origina
parece ser de longitud no mayor a 15 kilómetros de extensión, casi un
punto si se les compara con los tamaños típicos de los astros
conocidos. ¿Serán señales de alguna civilización extraterrestre?.
Una crónica similar a la narrada surcó la mente de Anthony
Hewish y sus colegas de Cambridge al detectarse en 1967 los primeros
radio pulsares. La explicación posterior y el estudio de las radiofuentes
pulsantes ( o mas comúnmente conocidos como Pulsares) le otorgarían
el premio Nobel en 1974.
Pronto se descubrieron centenares de tales radiofuentes en
toda la galaxia e incluso en las galaxias vecinas. Estos Pulsares emiten
fuertes señales de radio de origen no térmico con períodos de emisión
desde los milisegundos a los minutos. Su radiación es debida al
movimiento de partículas cargadas en fuertes campos magnéticos. En
efecto una partícula cargada, un electrón por ejemplo, emite ondas
electromagnéticas al ser aceleradas. Este efecto clásico es el principio
de funcionamiento de la radio y fue descubierto por Hertz, el siglo
pasado.

210
En los pulsares, existen campos magnéticos muy fuertes, mil
millones de veces más intensos que el débil campo magnético
existente en nuestro planeta. Cuando una partícula cargada se mueve
en estos intensos campos magnéticos se acelera a velocidades
próximas a la de la luz y emite intensa radiación. Tal radiación se
denomina radiación de sincrotrón.
Pensemos que el débil campo magnético terrestre, de menos de
un gauss, es capaz de desviar la aguja de una brújula y de acelerar
partículas subatómicas hacia los polos para formar las hermosas
cortinas luminosas conocidas como auroras polares. Seguidamente
imaginemos el efecto de un campo magnético mil veces mayor y los
efectos que ocasionarían en un gas de átomos ionizados (Plasma),
tendríamos entonces una potente fuente de ondas de radio, rayos X y
radiación gamma, emitida por los polo magnéticos de la radiofuente.
El carácter misterioso de la periodicidad de los pulsos, con un
período exacto en una parte por mil, se puede explicar si el objeto que
emite la radiación está rotando. Como la emisión es solo por los polos
magnéticos, y estos objetos giran inclinados, lo que se tiene es una
suerte de “efecto faro”, cada vez que el polo magnético apunta hacia
los radiotelescopios terrestres se “siente” el chorro de radiación, de allí
su periodicidad.
El origen físico de los pulsares y su tamaño reducido; de unos
veinte kilómetros de diámetro, corresponde al núcleo colapsado de una
estrella. Baade, Oppenheimer y Landau entre otros físicos de la
década de los años treinta, habrían propuesto la existencia de estrellas
“muertas”, compuestas de neutrones, en lugar de átomos. Tales
objetos tendrían la masa del Sol, un tamaño muy reducido y, en
consecuencia, altísima densidad.
Se formarían por la implosión (colapso) de las estrellas con
masas superiores a 1,43 veces la masa solar. Esta implosión
sobreviene en las estrellas al cabo de mil millones de años, cuando
agotan el combustible nuclear que les permite: radiar luz y calor, y
generar la presión necesaria que compensa la enorme fuerza
gravitacional. Los gases calientes de estas estrellas masivas se
compactan por la atracción gravitacional, la cual ya no es compensada
al agotarse el combustible nuclear. El resultado es entonces un objeto
muy denso compuesto solo por neutrones, una estrella de neutrones.
Al colapsar una estrella como el Sol, que rota y posee un campo
magnético, el objeto colapsado, de muy poco diámetro, deberá girar

211
mas aprisa, como la bailarina girando que aumenta el giro al plegar los
brazos sobre su cuerpo. Además el flujo magnético deberá permanecer
constante, por lo cual la estrella de neutrones deberá incrementar miles
de veces su campo magnético. Se habría formado una estrella
colapsada, de neutrones, girando muy rápido y con un enorme campo
magnético: he allí la génesis de un Pulsar.
La explicación es sofisticada, como las teorías físicas, de
ordinario más elaboradas, exactas y refinadas, que la simple
especulación de algún extraterrestre desocupado haciendo trompetillas
desde los confines del cosmos. La moraleja de Hewish con los
Pulsares parece decirnos: Desconfiad de las explicaciones simples,
superficiales y aparentes; solo la reflexión académica profunda nos
lleva a resolver, lo que de ordinario, parece desconcertante.

212
V.9 ALO ALO ¿HAY ALGUIEN ALLÍ?

Se imagina Ud., amigo lector, ¿cual podría ser la conversación


telefónica al sitio más remoto que se ha hecho?. No se extrañe que la
misma haya tenido lugar hasta una trémula estrellita, apenas visible a
media noche en el cielo sur. Ese débil objeto está situado en la
constelación de Hércules. En realidad no es una estrella sino, como
puede verse incluso con prismáticos y pequeños telescopios, es un
conglomerado o Cúmulo de más de un millón de estrellas apiñadas
como un enjambre esférico.
El cúmulo globular de Hércules, catalogado como M13, tiene un
diámetro aparente tan grande como la luna llena y un diámetro real del
orden de 160 años luz. Su tamaño respecto al Sol es tan grande como
el tamaño relativo del Sol respecto de la Tierra. Hércules no pertenece
al disco de la galaxia, como el Sol y todas las estrellas que vemos en el

213
firmamento, sino que describe una órbita elíptica respecto del centro
galáctico. Existen unos 150 objetos como él, denominados cúmulos
globulares y se cree son tan antiguos como la propia galaxia. Vista
desde afuera nuestra galaxia, la Vía Láctea, estaría constituida por un
disco de gas y polvo, con nebulosas y formación estelar; y por un halo
esférico muy tenue que envuelve dicho disco; en el halo solo hay unas
“pocas” estrellas sueltas y los cúmulos globulares. Los cúmulos casi no
tienen polvo ni gas, son muy masivos y no hay allí formación de nuevos
sistemas planetarios.
El Sol, nuestro planeta y la civilización que él alberga es
relativamente joven; unos 4.600 millones de años. Si se le compara con
los cúmulos globulares es como un neonato respecto a Matusalén, el
mítico personaje Bíblico que vivió cerca de 900 años. Es lícito pensar
entonces que, de existir otras civilizaciones en el cosmos, cercanas a
nosotros, y tecnológicamente mas avanzadas, ellas deberían ser más
antiguas. Por lo tanto, podríamos buscarlas allí: donde hay un millón de
Soles tan antiguos como 12 mil millones de años y concentrados en
una región espacial muy estrecha.
Ese fue el criterio que empleó el astrobiólogo Frank Drake, para
la búsqueda de evidencias de vida en otros mundos. Por ello envió un
mensaje, a comienzos de 1975, dirigido al cúmulo de Hércules M13.
Para que la llamada fuera posible había que emplear el mayor
radiotelescopio del mundo, el radiotelescopio de Arecibo, y enviar un
mensaje fácilmente descifrable. Esto es: una sucesión de bit y el
empleo de una frecuencia común en el Universo, que no interfiriera con
el “ruido” producido por emisores naturales, la frecuencia de los 21 cm.
No hay que ilusionarse en espera de la respuesta, es como un
mensaje enviado en una botella por los náufragos terrícolas en el
océano de la Vía Láctea. El mensaje aún no hay llegado a su destino,
de seguro llegará allá, viajando a la velocidad de la luz, en apenas unos
25.000 años, entonces “alguien” tal vez sepa que estuvimos aquí. De
cualquier modo, si alguien “lee” el mensaje obtendrá el dibujo de estas
líneas que representa, en bits, los números del 1 al 10, luego los
números de los átomos de Hidrogeno, carbono, nitrógeno, oxigeno y
fósforo; después la doble hélice del ADN, la figura humana idealizada,
la posición de los planetas y el radiotelescopio empleado. Si no me lo
explican tampoco yo entendería el mensaje, ¿Cree Ud. que alguien de
otra cultura, o de otra época, o peor aun, de otro mundo lo entenderá?
... la confusión de la lenguas en la Torre de Babel cósmica!

214
V.10 LA FORMULA DE DRAKE

La posible existencia de civilizaciones extraterrestres ha


interesado a la comunidad científica desde la publicación de la obra del
astrónomo francés Camilo Flammarion, titulada "Pluralidad de los
Mundos Habitados", a fines del siglo pasado. Como dato curioso ese
fue uno de los primeros libros con los que contó la Universidad de
Valencia, junto a otros 18 libros de astronomía, por allá en 1897, en
tiempos de nuestro magnífico Rector Alejo Zuloaga (según el inventario
publicado por el Prof. Iván Hurtado, en "Universidad y Proceso
Histórico", 1997)
Ese anhelo por encontrar. otros mundos habitados en el
Universo se ha vuelto ya una esperanza, basada en lo vasto de ese
Cosmos, constituido por mil millones de galaxias con igual número de
estrellas cada una, y posiblemente con centenares de miles de
planetas.
¿Cuál es la probabilidad de que exista alguna civilización en el
Universo, con un desarrollo tecnológico similar o mayor al nuestro?
Responder esa interrogante fue y es el objetivo de Frank Drake y sus
colaboradores. En efecto, el Dr. Drake realizó un programa para una
conferencia internacional con el fin de tratar los diversos factores que
habría que tener en cuenta a la hora de calcular esa probabilidad con el
rigor científico adecuado. El temario de ese simposio, jamás realizado,

215
contenía las siguientes cuestiones a debatir: el número de estrellas que
se forman en nuestra galaxia en un cierto intervalo de tiempo, la
creación de estrellas que logran formar sistemas planetarios, el número
de planetas con condiciones aptas para la vida; la fracción de planetas
habitables con posibilidad de desarrollar vida inteligente, la probabilidad
de que una civilización se desarrolle tecnológicamente y el tiempo de
existencia de tal civilización tecnológicamente avanzada. .
E1 producto de todos estos factores permitiría, en principio,
estimar el número total de las civilizaciones tecnológicas existentes en
nuestra galaxia. Esa probabilidad es conocida como la "fórmula" de
Drake, y ha dado pie a un sin fin de interpretaciones ligeras. El
conocido astrónomo Carl Sagan solía siempre "acomodar" los valores
de dichos factores para que le diera el número de diez mil, cuando lo
cierto es que sólo se tiene un estimado para los dos primeros factores y
los demás factores parecen, a la vera de los conocimientos actuales,
como incalculables.
Sin embargo, y por si acaso, la nave terrícola Pionner XI, que
abandonó el sistema solar rumbo a los confines galácticos, lleva un
mensaje como el de la figura, mostrando la posición del Sol en relación
con las radiofuentes celestes, el esquema del sistema solar, las figuras
a escala de los humanos y del navío, y en código binario las
dimensiones del sistema solar. Además muestra el átomo de
Hidrógeno, cuya emisión de radio es en la longitud de onda de los 21
cm, como indicación de la frecuencia a usar para comunicarse con
nosotros.
Actualmente Frank Drake dirige el Proyecto SETI, para la
búsqueda científica de señales de vida inteligente fuera del Universo.
La última vez que conversé con Frank Drake, caminábamos juntos
hacia la biblioteca de! Instituto de Estudios Avanzados; le pregunté si
estaba seguro de poder encontrar alguna civilización extraterrestre. En
el mismo instante, un vehículo acallaba nuestra conversación a la vez
que nos dejaba envueltos en una espesa nube de monóxido: Frank me
respondió:”ni siquiera estoy seguro de encontrar vida inteligente aquí
en la Tierra".

216
V.11 EN LAS ARENAS DEL PLANETA ROJO

Desde el arribo de las sondas Vikingo al planeta Marte en 1976


subsiste la interrogante ¿Existe vida en Marte?, que se formulara
Giussepe Schiaparelli, cuando en el siglo XVIII se observaron por vez
primera los canales marcianos. Primero se confirmó la existencia de
dichos canales, los que fueron fotografiados por los Vikingos, lo que
sugirió la existencia de grandes cantidades de agua. Luego las sondas
Mars Global Surveyor (orbitador alrededor de Marte) y el explorador
superficial Mars Pathfinder (1997-99) revelaron la existencia de canales
dendríticos y la existencia de glaciales en el pasado geológico de
Marte. En la actualidad el aire de Marte es menos húmedo que el
desierto de California, y la temperatura es suficiente para derretir el
hielo. Todos los constituyentes de la vida, se encuentran presentes en
su atmósfera: agua, nitrógeno, gas carbónico y oxigeno, ya nadie
podría argumentar con razones químicas que no existe vida en Marte.
Por otro lado, los geólogos piensan que debajo de la superficie
de polvo; se encuentran capas de agua congelada mezclada con éste
(permaflosh), lo que evitaría la evaporación, durante el día y podría
permitir a cualquier organismo su aprovechamiento.
El pasado geológico de Marte sugiere una clima mas benigno,
con agua en abundancia y no relegada al casquete polar sur como en
la actualidad. Marte es atípico por tener una superficie más moderna en
el hemisferio norte, cierta actividad volcánica en épocas no tan
remotas, con planicies de poca elevación y ausencia de grandes
cráteres. En contraste el hemisferio sur, donde llegaron las Viking, es
mucho mas antiguo con abundantes cráteres de impacto, planicies muy

217
elevadas y largos cañones y valles. Debe advertirse que los llamados
canales de Marte, hoy confirmados, no son los imaginados por Lowell o
Schaparelli, sino mas bien tres tipos diferentes: de “escorrentías”, de
desbordamiento y de corrosión. Los primeros comienzan y acaban
bruscamente, de forma aislada, y sin sedimentos en sus zonas
terminales ni erosión entre ellos. Todo parece indicar que su formación
en debida a corrientes de agua subterránea (submarciana) y por agua
superficial, ocasionalmente, en los mas antiguos,. Las imágenes de las
Viking Orbiter 1 en las coordenadas 24ºS y 9ªW muestran un típico
delta fluvial que solo pudo socavarse por agua liquida superficial.
Por su parte los canales de desbordamiento, tan antiguos como
3500 y 3000 años, son motivo de controversia. Sus características
evocan una inundación masiva de ciertos valles, ¿Cuál fue la causa de
tal inundación si acaso la hubo? ¿Hubo entonces océanos o mares en
el pasado geológico marciano?. Por ultimo los valles marcianos mas
anchos y de paredes verticales sugieren la presencia de glaciales como
en la Tierra. Aparecen solo en latitudes marcianas altas y son canales
típicos de movimientos de masas de agua mezcladas con hielo y lodo.
La geología marciana revela sin lugar a dudas la presencia de
agua en forma liquida, superficial en un pasado remoto (remoto en
términos geológicos, es decir mucho mas antiguo que la existencia de
la raza humana) y de agua subterránea en épocas mas recientes.
También la existencia actual de agua congelada en la superficie en
forma de permafrost (hielo y barro) como la imagen que ilustra estas
líneas; y en forma de hielo permanente en el polar sur marciano.
El eje de rotación del planeta sufre, como la Tierra, un cabeceo
o libración que determina la alternancia de las estaciones marcianas
de verano e invierno cada veinticinco mil años. Y su eje de giro varia
entre 15 y 35 º en un periodo de 173 mil años. Así en los momentos de
máxima oblicuidad los casquetes polares podrían vaporizarse por
completo y el planeta sufrir un periodo invernal.
La hipótesis mas atractiva para explicar la geología y el clima
marciano, es que Marte sufra alteraciones glaciales periódicas y que,
en analogía a nuestro propio planeta, los parámetros de su orbita,
ocasionen periodos interglaciares que observamos hoy en ambos
mundos: Marte y la Tierra. Después de todo el diluvio universal no
parece ser solo un eufemismo, existe al menos otro mundo que los
padeció en un tiempo muy remoto: Marte.

218
V.12 ENCUENTROS CERCANOS CON MARTE

El robot Vikingo realizó tres experimentos biológicos. El primero


consistió tomar una muestra del suelo. Compuesta, como todas las
rocas marcianas, de óxidos férricos y colocarle un nutriente (sacarosa),
en medio de una atmósfera de bióxido de carbono, como la que tiene el
planeta; pero previamente se marcarían con radioactividad el bióxido, y
se simularía la luz solar. Así se pretendía demostrar cualquier actividad
fotolítica, propia de los seres vivos autótrofos.
La segunda experiencia consistió en calentar hasta 622 grados
centígrados la muestra anterior y repetir, primer experimento; si los
resultados fuesen iguales entonces se estaría ante un proceso
químico.
El último experimento consistía en detectar a través de un
espectrógrafo de masas y un cromatógrafo, la presencia de s
moléculas de tipo orgánico (hidrocarburos)
El 24-7--76 el brazo del vikingo se estiró dos metros; e hizo un
surco de 2 cm de profundidad, extrayendo una muestra del suelo que
parecía húmeda como la arena. Se inició el experimento fotolítico, y se
espera cavar en otras partes, y debajo de una roca. Al cabo de unos
días, según información fechada el 3-8-76, el jefe del proyecto Gerald
Sofen, afirmó “es muy fácil interpretar los resultados como signos de

219
vida”. Al referirse a la curva de radioactividad, que arrojo ésta
experiencia, conjuntamente con un incremento de oxígeno 15 veces
mayor al previsto; Sofen añade: “solo queda realizar la esterilización,
en caso de no repetirse estaríamos en presencia de un mecanismo
biológico”.
En efecto, el Dr. Harold Klein del grupo biológico notificó que la
curva descendió desde 96 % hasta 21%, luego después de la
esterilización. Esta diferencia, dijo, es un signo importante de la
presencia de cierto tipo de vida" y añadió: "Otras experiencias sobre el
desprendimiento de Bióxido de Carbono, hicieron suponer que se
desarrollaban organismos en la primera muestra, y que éstos
perecieron con la esterilización". Por último señaló que los tres
experimentos iniciales dieron resultados compatibles con alguna forma
de vida.
Posteriormente, el Dr. Klein dijo: "La tesis de la vida en Marte,
no estaba comprobada y que se esperaba información del
espectrómetro que indicará si existió o no en organismos vivos
(carbonados). El espectrómetro iba a ser alimentado con muestras,
cuando queda atascado por segunda vez el brazo del Robot. Esta es la
última información concisa, ya que a partir de entonces, no se ha
logrado reparar la pala del artefacto recolector y la información no
trasciende.
Si bien es cierto que no se tiene una evidencia de vida en el
controversial Planeta Rojo, también es cierto pues se avanzó mucho en
su conocimiento y que la información sobre su habitabilidad es todavía
discutible. También es cierto que no se encontró prueba alguna capaz
de descartar la posibilidad de vida microbiana.
Pronto se vio que la presencia de microorganismos marcianos
no era la única ni la mejor explicación de los resultados experimentales,
pudo tratarse de una reacción química en un suelo lleno de peróxidos
que producen espuma y gases cuando son humedecidos; explica el Dr.
Norman Horowitz; la reacción no se repite luego de realimentarlos con
nutrientes la segunda vez porque simplemente los productos químicos
responsables de la reacción se habrían agotado. Pero todo ello es una
explicación alternativa a la explicación de origen biologico. No hay nada
concluyente.La pregunta de Shapparrelli, sigue latente entre tanto, el
Planeta Rojo, guarda celosamente su secreto.

220
V.13 MARCIANOS EN LA ANTARTIDA

Incredulidad, luego estupor y finalmente asombro ocasionó en la


Agencia Espacial Estadounidense la noticia del Dr. Mc Kay en el
verano del 1996, cuando en una conferencia de prensa anunciaba al
mundo los hallazgos recién publicados en la prestigiosa Revista
Science (Mc Kay, D. et al Science 273, 924-930,1996).
¿Quién podía adivinar que en un trozo de roca de la Antártica,
encontrada el 27 de Diciembre de 1984, nos vendría la primera
evidencia científica de la vida extra terrestre?. En efecto, según parece
hace 13.000 años atrás un meteorito impacto en la región de Alan Hills,
en el continente antártico. Proveniente del espacio exterior, miles de
fragmentos llegan a la Tierra luego de vagar por el espacio, se
incendian a su entrada en la atmósfera y solo los mas grandes no se
volatilizan por completo, en este último caso una pequeña fracción del
material primigenio alcanza la superficie terrestre. En el caso del
meteorito denominado AH84001 se trató un pedazo de roca de unos 2
kg de peso.
La composición química de la roca mostraba una inusual
semejanza con la composición química de los suelos del planeta Marte;
de acuerdo con los datos aportados por las sondas Viking, que
amartizaron en 1os años setenta. Composición mineralógica de
Ortopiroxeno, Olivino, maskelanita, ferropirita y apatito; muy diferente a
los materiales terrestres, lunares, cometarios y de asteroides. Su
interior contenía gases atrapados en los procesos de formación de la
roca, cuya relación isotópica (cociente entre las masas nucleares de los
elementos presentes; suerte de “huella digital” de las rocas) resulto

221
idéntica a las medidas por el Viking en el Planeta Rojo. Los impactos
de meteoritos contra Marte, o el propio volcanismo antiguo del planeta,
pudieron desprender rocas que, luego de vagabundear por el espacio,
alcanzaron la Tierra. Ello no debe sorprendernos porque rocas lunares
y de asteroides se han descubierto en la Tierra.
En el interior de AH842001 se encontraron hidrocarburos
policíclicos aromáticos, materia orgánica aun cuando no es
necesariamente biológicos; y también glóbulos y estructuras de calcita
similar a las deposiciones de calcio que fabrican los microorganismos
terrestres, como el “gusanillo” de calcita de la microfotografía del
AH84001 que ilustra estas líneas.
Lo sorprendente es que las muestras analizadas son del interior
profundo del meteorito, lo que descarta posible contaminación, la
discusión se centra en sí tales fósiles de calcita son necesariamente
ocasionados por procesos biológicos (no hay indicios de hipótesis
alternativas) y si el meteorito (hay consenso en su origen extra
terrestre) es necesariamente marciano. Vale destacar que
recientemente se encontraron estructuras similares en el meteorito de
Nakla (colectado en Egipto en 1911) y que se sabe impactó en la Tierra
hace unos 1370 millones de años, proveniente también de Marte.
Ironía del destino de que la evidencia de vida extraterrena,
circunstancial sin duda pero evidencia al fin, no se encontró empleando
telescopios y mirando el macro mundo mas allá de la Tierra, sino por el
contrario se obtuvo mediante microscopios electrónicos, hurgando en el
“patio trasero” (Antártica). La “prueba” estaba aquí desde hace 13.000
años y nos había pasado desapercibida!.

222
V.14 LOS OCEANOS INEXPLORADOS DE EUROPA

Cuatro son los satélites mayores de Júpiter: Io, Ganímedes, Calixto y


Europa. Descubiertos por Galileo en los albores de la astronomía
telescópica, le fungieron a éste como la prueba inobjetable de que la
Tierra no era el centro del Universo, como postulaba el modelo
Ptolomeico. Al observar, como puede hacerse hoy con cualquier
pequeño telescopio, que tales lunas giraban en torno a un planeta
diferente a la Tierra, pudo refutar el pretendido “orden” celestial y el
geocentrismo como postura filosófica.
Hoy sabemos que Europa, gira en torno a Júpiter en 3,6 días y
que, emplea casi ese mismo tiempo en girar sobre su propio eje. Dista
del planeta casi el doble de la distancia Luna-Tierra. Su masa es solo
una centésima de la terrestre o, equivalentemente, es diez veces
menor que la masa de la Luna. Su radio ecuatorial es de 1569 km.,
apenas un poco menor que nuestra Luna (1738 km). Se comprende
fácilmente que, si los tamaños relativos entre la Luna y Europa son
comparables mientras que sus masa difieren en una proporción de
diez, sus densidades deben ser diferentes. Hay más, si la Luna es
sólida y Europa tiene casi el mismo tamaño y menor densidad entonces
debería no ser enteramente sólida.
En efecto las sondas Voyager mostraron en 1979, que Europa
casi no tiene atmósfera pero si tiene una superficie muy brillante y
cubierta de hielo, con casi ningún cráter de impacto. Advirtamos que

223
casi todos los satélites planetarios están cubiertos de estos. Una
década y media después, el navío espacial Galileo confirmó, a través
de imágenes de alta resolución (ilustración) captadas a unos pocos
cientos de kilómetros de distancia, que Europa está cubierta de hielos
de agua, con miles de iceberg, nieves y glaciales; unos hielos de agua
donde el sulfato de magnesio juega el papel de la sal de los mares
terrestres.
Dado que Europa es un mundo no enteramente sólido ni
tampoco gaseoso, cabe esperar, como en efecto se ha confirmado
luego, que su interior es líquido. Si la superficie de ese mundo es hielo
de agua, su interior debe ser más cálido y compuesto por supuesto de
agua. La conclusión es que su interior ha de ser agua líquida. Cálculos
detallados de la cantidad de irradiancia solar y del calentamiento
interno del satélite, sugieren que el espesor de los océanos de Europa
varía entre ¡15 y 100 km de profundidad!.
El agua en abundancia, incluso en proporción mucho mayor que
en la Tierra, junto a un núcleo rocoso cálido que provee energía
continuamente nos hace pensar en vida submarina, al menos de tipo
de las arqueobacterias (termófilas y/o metanógenas). Similares a las
que viven en los fondos oceánicos de la Tierra, donde no llega la luz
solar y su fuente de energía es el magma caliente del núcleo. En
Europa ocurre un proceso similar porque la órbita elíptica alrededor de
Júpiter ocasiona estiramientos y compresión de su manto rocoso, lo
cual generaría calor por fricción, en cantidad suficiente para crear
volcanes y un magma caliente en el interior profundo de esa luna.
Según la mitología helénica, la primera generación de dioses la
origina Caos, del cual nació la Tierra. Ella originó sin fecundación un
ser igual a ella misma para que la cubriera: Urano (díos de los cielos
estrellados). Urano, primer rey de dioses, en su unión con la Tierra dio
a luz a Océano, además de otros dioses “hijos”. La segunda generación
de dioses la encarga Cronos (Saturno) y, en la tercera generación, el
rey de dioses es Zeus (Júpiter). Vaya que resulta curioso que, según la
misma mitología, de la unión de Océano y Thetis; en la tercera
generación de dioses, naciera justamente Europa. Y es sorprendente
que los únicos mundos donde existe agua en abundancia, verbigracia
océanos, sean justamente la Tierra y Europa: la primera madre
mitológica de Océano y la segunda hija de ella y nieta de Júpiter,
alrededor de la cual orbita.

224
V.15 RELÁMPAGOS EN TITAN

El mayor de los satélites de Saturno, Titán, con sus 5150 km de


diámetro es casi tan grande como Mercurio. Descubierto en 1655 por
Huygens, es objeto de incesantes investigaciones actuales por poseer
una atmósfera muy espesa, similar a la que pudo existir en la Tierra
hace varios millones de años. Compuesta principalmente de nitrógeno
y con una fracción importante de hidrocarburos como Metano, Etano,
acetileno y Propano, además es capaz de transportar ondas de sonido,
Titán es un lugar ruidoso.
El descenso en su superficie de la sonda Huygens de la
Agencia Espacial Europea, transportada hasta Saturno por la nave
espacial Cassini, descendió en paracaídas hasta la superficie
recientemente, revelando finalmente que, bajo las espesas nubes
anaranjadas del satélite, yace una serie de sinuosos canales de
drenaje que desembocan en lo que parece ser una ribera (ver
ilustración). ¿Qué es lo que está drenándose? Posiblemente metano
líquido. El paisaje anaranjado alrededor del sitio de aterrizaje de
Huygens está cubierto de pequeñas piedras, redondeadas y suaves
como rocas de río en la Tierra. Una de las imágenes parece mostrar
algunos filamentos de niebla a nivel del suelo, niebla que no está hecha
de agua, sino probablemente de metano, sustancia que realiza en Titán
un ciclo de evaporación, condensación de nubes y lluvia; similar al
realizado en la Tierra por el agua..
Entre las mediciones enviadas a la Tierra están la temperatura
del aire, presión, composición y velocidad del viento, tomadas a
diferentes alturas, desde la parte más alta de la atmósfera hasta el

225
suelo. La temperatura en el sitio de aterrizaje fue de menos 179 grados
Celsius. Un sensor en la parte inferior de la sonda se enterró en la
superficie. El suelo, al parecer, tiene una consistencia de arena
húmeda o arcilla, y está cubierta por una delgada capa de algo líquido
que pueden ser hidruros de metano o metano mezclado con agua.
Mas sorprendente es que el agua liquida no puede existir en
Titán, dada su temperatura y presión atmosférica, sin embargo desde
hace años se han medido relámpagos y descargas eléctricas en la
atmósfera de Titán. ¿Qué y como se originan?. Científicos de la
Universidad de Carabobo, liderados por el Dr. Falcón, han teorizado
que el origen de las descargas es el gas metano; el mismo que aparece
asociado con el mas conspicuo de los fenómenos eléctricos en la
atmósfera terrestre: el Relámpago del Catatumbo.
Al sur del Lago de Maracaibo, entre la zona comprendida por la
confluencia de los ríos Zulia, Tarra y Catatumbo, se produce un
meteoro permanente conocido como el Relámpago del Catatumbo o
Faro de Maracaibo. Es común en las horas de la madrugada observar
los fulgores y resplandores de un Relámpago persistente y silencioso,
visible desde Maracaibo hacia el sur del Lago, o en la carretera Lara-
Zulia hacia el sureste. Incluso se le avista desde las poblaciones del sur
de los estados Mérida y Trujillo. Lo sorprendente del fenómeno, único
en el mundo por ser localizado y permanente, es su persistencia y
recurrencia, tanto en época de lluvia como de sequía, y su antigüedad
que data desde antes del descubrimiento de América . No se observan
los rayos individuales del relámpago, sino el fulgor azulado sobre el
fondo negro del cielo.
Dice la leyenda que el mismo sirvió para evitar el saqueo de
Maracaibo por parte del pirata Drake en 1595, pues la luz del mismo
evidenció la silueta de los barcos del pirata y posibilitó a los centinelas
dar la voz de alerta, según lo refiere Lope de Vega en su épica “La
Dragontea”. El origen del fenómeno aún es desconocido y por extraño
que nos parezca ha sido poco estudiado. Por ahora solo explicado por
los Wayú en los siguientes términos: “...es causado por millones de
cocuyos que se reúnen todas las noches, al sur del lago, para rendirle
tributo al Padre de la creación”.

226
V.16 ¿La resurrección de la Alquimia?

Ya en la época de Pitágoras (siglo VI a.c), su discípulo


Empédocles desarrollo la Teoría de los cuatro elementos, según los
cuales la materia está constituida por tierra, agua, aire y fuego. Estas
ideas aunadas a la concepción mágica y mística que prevalecieron en
el mundo occidental durante la Edad Media influyeron especialmente
en el erudito Theophrastus Bombast von Hohenheim (1493-1441),
mejor conocido como Paracelso.
Fue Paracelso quien advirtió que quizás todas las sustancias
conocidas no eran más que la combinación adecuada de unos pocos
elementos, los 4 propuestos por la Escuela de Pitágoras y otro, aun
más elusivo, llamado quinta- esencia en palabras de Paracelso. En su
forma pura constituiría un mineral llamado la piedra filosofal, capaz de
trasmutar los metales en oro, y ser fuente de la eterna juventud. La
búsqueda de la Piedra Filosofal motivo, sin proponérselo, el interés
autentico por los cambios de composición de los cuerpos, vale decir
fundaron los cimientos de la química y de la Farmacopea.
La quintaesencia pronto devino en un concepto mas elaborado
como de “fuego primordial”, diferente al fuego de la llama, inmanente
en todos los cuerpos y capaz de trasformar las propiedades de los
cuerpos durante la combustión. Esa sustancia mejor conocida como el
flogisto, sería la responsable de que se obtuviera tierra al evaporar el
agua en las retortas o matraces usadas por los alquimistas, y
prevaleció como paradigma hasta bien entrado el siglo XVIII. El
experimento crucial que demostró la inexistencia del flogisto lo realizó

227
Antoine-Laurent de Lavoisier (1743-1794). El puso a hervir agua
destilada durante 101 días en un recipiente especial hasta evaporarla
por completo. Pesando cuidadosamente el residuo y el matraz
demostró que la perdida de masa del recipiente era igual a la masa del
residuo, siendo éste el resultado del “ataque” del vidrio por el agua.
Igualmente usando la balanza advirtió que tanto el azufre como el
fósforo aumenta de masa al quemarse y mas luego descubrió que el
aire contenía una sustancia inerte en la combustión, el azoe o
nitrógeno. La controversia del flogisto, fue la mas ardua diatriba que
halla conocido la química, en ella participaron sabios de la talla de Van
Helmont, Robert Boyle y Georg Stahl; y su inexistencia quedo
firmemente demostrada en 1785 en la memoria que presentó Lavoisier
en la Academia de Ciencias de Paris: “Reflexiones sobre el Flogisto”,
que dio pie a los principios de conservación de la masa y de las
proporciones constantes. El sabio Lavoisier murió guillotinado, junto a
su esposa, en los sucesos de la Comuna de Paris, tras la Revolución
Francesa.
Hoy día, sin embargo, reconocemos en las ideas de los
atomistas y Pitagóricos cierta sabiduría, al identificar que la materia
solo puede presentarse en cuatro estados: sólido (tierra), liquido
(agua), gaseoso (aire) y plasma (fuego) como en el interior de las
estrellas.
En las actuales Teorías Cosmologícas se plantea la idea de una
repulsión cósmica a gran escala, que expande el Universo separando
los cúmulos de galaxias unos de otros. Matemáticamente esa “fuerza”
misteriosa corresponde a la constante cosmologíca propuesta por
Einstein, y su causa, aun desconocida, debería corresponder a una
cierta sustancia inmaterial que constituye el 70% de todo el Universo.
La comprobación de la existencia de la repulsión cósmica constituye
una revolución en la Cosmología luego de los resultados del satélite
COBE (1995). No en vano a tal “efluvio” se le ha llamado
Quintaesencia, o en el argot de la astrofísica “energía oscura”. Para los
defensores de la energía oscura y de la materia oscura del universo,
Paracelso se les antoja moderno.
En tiempos como estos los químicos antiguos (alquimistas de
nuevo cuño), deberían recordar la suerte corrida por Lavoisier durante
la revolución francesa, quizás por abandonar la química para
dedicarse a la política con el fin de preservar sus privilegios.

228
V.17 OPHIUCHUS: EL TRECEAVO SIGNO DEL ZODIACO

El Zodiaco es una franja del cielo situada a seis grados por


encima y por debajo de la trayectoria aparente del Sol en el cielo
(eclíptica). Esa misma franja en el cielo coincide en las noches a varias
constelaciones de estrellas, que corresponden originalmente a 12
casillas o zonas, y servia como calendario natural para medir los
meses del año. El zodiaco se representaba como un circulo imaginario
de 360º, comenzando por Aries (0 grados, en el equinoccio de marzo)
y por ejemplo 90 grados en julio que correspondería al cuarto signo o
casilla zodiacal de la constelación de Cáncer. También se uso con fines
prácticos en los albores de la civilización para indicar los tiempos de
siembra, de lluvia y de cosechas; de allí que los meses
correspondientes a Piscis o peces indicaban, en Babilonia y Caldea, la
época de pesca, y se significaba con Toro o Tauro el inicio de la
labranza y el arado. Análogamente se significo la época de lluvia con
Acuario. Quizás por ello el vocablo griego Zodíaco, viene del zoé-
diakos, que significa la rueda de la vida, en el sentido que indicaba las
jornadas de trabajo rutinario de la antigüedad.
Devino luego en la concepción mítica, trasformada en animismo,
según el cual los astros y posiciones aparentes en la bóveda celeste
rigen el destino de las actividades humanas e incluso el carácter
individual, esa creencia hoy transformada en Horóscopo fue hace mas
de tres mil años la religión Zoroástrica, de la cual quedan algunas
reminiscencias en el actual Afganistán.
El Horóscopo y el Zodiaco, como creencia mítica, originó la
astrología o doctrina según la cual la posición aparente de los astros

229
permite visualizar el acontecer futuro. Huelga decir que tal concepción
no tiene valor científico, y que la ciencia de los astros, es la astronomía.
Pero la tradición ha conservado los nombres caldeos de las
constelaciones zodiacales, aun cuando las posiciones de las mismas
hayan cambiado debido a la precesion del eje terrestre en su ciclo de
25 500 años.
Como quiera que, las constelaciones, son agrupaciones
simbólicas de estrellas de acuerdo a su posición aparente en el cielo, y
su denominación sigue la tradición histórica, se preservan los 12
nombres originales de Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra,
Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Pero resulta que la
eclíptica pasa también por el sur de la constelación de Ophiuchus, por
lo cual esta es una constelación zodiacal; olvidada por astrología, una
prueba más de las ligeras interpretaciones míticas de esa creencia.
Ophiuchus se representa portando una serpiente entre sus
manos, y simbolizaba al héroe griego Esculapio, antecesor de
Hipócrates, considerado el padre de la Medicina en la antigua Grecia.
Es una constelación sin estrellas brillantes justo arriba de Escorpio, las
estrellas más tenues de esa constelación, que representan los pies de
Ophiuchus, “pisan” la cola del venenoso escorpión. Fue en esa
constelación donde Johannes Kepler observó en 1604 la estrella Nova
que le hizo famoso.
Según la leyenda, Ophiuchus o Esculapio, es hijo de Coronis,
madre de Apolo y de la cazadora Artemisa. Nació justo al morir
Coronis, y fue colocado bajo la tutela del centauro Quirón, quien le
instruyó en todas las artes de la medicina; era tal su habilidad para
burlar la muerte, que el rey de los infiernos, Hades (Plutón en la
mitología romana), elevó ante Zeus sus protestas. Zeus o Júpiter
aniquiló a Esculapio con sus rayos; y en venganza su medio hermano
Apolo aniquiló a los cíclopes, que forjaban los rayos para Zeus.
También se asocia a Esculapio con Asclepio, primer medico y cirujano
que acompaño a los argonautas.
En Ophiuchus está la estrella fugitiva, llamada estrella de
Barnard, solo a 6 años-luz, segunda mas cercana a la Tierra. Es una
enana roja, fría, y se mueve en el cielo a unos 165 km por segundo!. Se
sospecha que esta acompañada de planetas y la causa de su veloz
movimiento es todavía un misterio, como no sea el huir
precipitadamente de la ira de Zeus!

230
V.18 “DIOS NO JUEGA A LOS DADOS CON LA NATURALEZA”

En plena I Guerraa Mundial, Einstein trabajaría junto a su colega Der


Hass, a la sazón yerno de Lorentz, en la experimentación con
giroscopios magnéticos; haciendo mediciones cuidadosas para
comprender la “naturaleza del átomo paramagnético”, es decir en la
caracterización de materiales que, por su naturaleza se imanan solo
temporalmente.
Efecto perceptible entonces gracias al dispositivo diseñado y
construido por ambos, De Hass y Einstein, donde un cilindro
“paramagnético” giraba minúsculamente sobre su eje, por torsión
magnética debido a electroimanes, y percibido por la reflexión de un
rayo de luz sobre un espejo situado en la base del cilindro. La labor
como físico experimental de Einstein no ha sido bien difundida; de
hecho el mismo valoraba el trabajo experimental de forma especial,
llegando incluso a afirmar que: “una teoría física es solo creída por el
autor que la propone, mientras que un resultado experimental lo creen
todos, excepto el propio experimentador”.
Otras de las contribuciones emblemáticas de Einstein la realizó
en 1917 con su artículo “Sobre la Teoría Cinética de la Radiación”, en
la cual estableció la posible existencia de estadios energéticos semi
estables en los electrones que orbitan al átomo; de suerte tal que un
fotón puede ser absorbido y posteriormente reemitido, y con ello la
posibilidad de que la absorción y reemisión de la luz por un átomo,
pudiera ocasionar una “reacción en cadena” e “inducir” en otros átomos
la emisión de luz con la misma característica de color y energía. Esta
conceptualización sobre la radiación sentó los cimientos teóricos de la
Amplificación de la Luz por la Emisión Estimulada de Radiación; o
LASER por sus siglas en Ingles. Si bien es cierto que para la

231
conceptualización completa y la implementación material del LASER y
fue debida a Townes en 1954.
Posteriormente Einstein (1936) se ocupó del problema de la
formación de imágenes estelares dobles (espejo gravitacional, según la
denominación inicial del propio Einstein) advirtiendo que tal efecto
sería de difícil estimación dada la corta separación angular de las
imágenes, sin embargo en dicho trabajo sentó la correcta formulación
de la formación de imágenes por espejos (o “lentes”) gravitacionales.
Las especulación teórica se cristalizó como una verificación adicional
de la Teoría General de la Relatividad luego de que Walsh y Weymann
(1979) descubrieran la imagen doble de la galaxia lejana (quasar
0957+561) .Varios ejemplos de Espejos o lentes gravitacionales son
conocidos hoy día, entre los mas conspicuos destacan la llamada “Cruz
de Einstein” y los arcos múltiples de algunos cúmulo de galaxias.
Otra predicción de la Teoría General de la Relatividad es que
una masa acelerada emite ondas gravitacionales, en forma análoga a
la emisión de ondas electromagnéticas por las partículas cargadas.
Tales ondas no han sido medidas directamente, sin embargo su
determinación indirecta le valió el Premio Nóbel, en 1993, a R. Hulse y
J. Taylor. Ellos estudiaron el movimiento del radio pulsar binario PRS
1913+16, medidas acumuladas durante 17 años, demuestran que los
cálculos relativistas explican satisfactoriamente (con precisión de una
diezmilésima) la disminución progresiva del período orbital como
consecuencia de la emisión de ondas gravitacionales.
En 1934, recibió la carta de un colega Indio, Bose; quien le
anexó un trabajo realizado por sobre la estadística de partículas
indistinguibles (hoy día conocidas como Bosones, en honor a Bose),
con la petición de que sugiriera su publicación. Einstein asedió a
recordar dicha publicación y fruto de esa solicitud, realizó una
generalización para entender las leyes que gobernaría a un gas
constituido por partículas idénticas como, por ejemplo, los neutrones.
La descripción teórica de tal estadística difiere de la
correspondiente a las partículas como los electrones (Fermiones, en la
jerga especializada) y permitió explicar la súper fluidez del Helio
Liquido. Y es que Helio se licua a temperaturas cercanas a cero kelvin
o cero absoluto (273 Celsius por debajo del cero), y en un estado
próximo a esa temperatura el Helio adquiere propiedades “extrañas”
como es la de trepar por las paredes del recipiente que lo contiene
hasta derramarse por completo fuera del envase, en ese estado fluido

232
peculiar el helio y otros materiales a temperaturas muy bajas se
vuelven también excelentes conductores de la electricidad
(superconductores).
Finalmente debe mencionarse las contribuciones de Albert
Einstein en ya legendaria controversia respecto a la descripción
probabilística del mundo subatómico (mas conocida como la Mecánica
Cuántica) de la cual se distanció. Al punto que el la II Conferencia
Solway, al discrepar con Borh acerca de la descripción probabilística de
la Mecánica Cuántica le increpó con la ya famosa frase que encabeza
estas líneas.
De hecho Einstein fue uno de los primeros científicos en advertir
que tal descripción probabilística de la naturaleza subatómica podría
deberse a la existencia de “variables ocultas” o a un conocimiento
incompleto de la realidad natural; por lo cual la Mecánica Cuántica
sería una Teoría incompleta; tema en el cual trabajó hasta finales de su
vida, junto al problema de la Teoría Unificada de las Interacciones
físicas, que publicara en forma sucinta en Scientific American, en Abril
de 1950. En estos temas si bien las ideas de Einstein no fueron
determinantes para clarificar una respuesta aceptada por todos por
igual, han fundado escuelas de pensamiento entre los físicos, al punto
que algunos de sus inicialmente considerados errores, como por
ejemplo la existencia de una fuerza cósmica (constante cosmológica)
que acelera la expansión del Universo, se nos antoje como una de las
ideas mas acertadas, a la vera del conocimiento actual de las galaxias
mas distantes del Universo observable.
Hoy, cien años después del memorable Annus Mirabilis, las
ideas de Albert Einstein en torno al mundo Físico y la naturaleza, nos
siguen pareciendo sorprendentes, al igual que su personalidad
contestaría y carismática, a despecho de los iconoclastas de la ciencia.
Quizás por ello el Museo de la Ciencia y del Cosmos, adscrito al
Instituto de Astrofísica de Canarias ha revitalizado todo un amplio plan
de divulgación de la Física, centrado en ese genio del siglo pasado, y
donde tuve la oportunidad de participar en una serie de pláticas
informales organizadas en el Art Café en la Universidad de La Laguna.

233
V.19 LA FECHA DE LA CRUCIFIXIÓN.

Para nuestra cultura greco-romana, el calendario se rige


a partir del nacimiento de Jesús; por ello decimos que estamos en el
año 2006 de “nuestra era”, o que han pasado 2006 años desde el
nacimiento en Belén de Jesús de Nazareth, Hijo de Dios según
nosotros los cristianos. Interesa aquí, como aplicación de la astronomía
comprender mejor la cronología y el calendario.
Recordemos que Jesucristo fue crucificado un día viernes, durante
la Pascua Judía. En efecto la Pascua judía se inicia con la salida de la
Luna (Cordero de Pascual) por lo tanto no es descabellado pensar que
al momento de la muerte de Jesús ocurriera un eclipse de Luna, tal y
como señalan los evangelios. Este hecho le sirvió a Humphreys, C. &
Waddington, W.G. para precisar que ciertamente en toda la región de
Jerusalén, hace mas casi dos mil años, justamente el Viernes 3 de abril
del año 33, ocurrió un eclipse total de Luna que coincide con lo
bíblicamente narrado (Véase NATURE 1983, Volumen 306, pp 743-746
“La Fecha de la Crucifixión” ).
Como narran los sagrados evangelios, y también el historiador
romano Flavio Josefo, al momento del orto lunar en Jerusalén, la Luna
lucia de un rojo intenso; es decir ya estaba en el máximo del Eclipse
con una coloración característica. Los rayos solares son desviados por
la atmósfera terrestre, la cual dependiendo del polvo que contenga
refracta los haces de luz hacia la Luna eclipsada, dándole el color

234
característico que puede ser de naranja a rojo intenso. Cabe esperar
que en Jerusalén el color de la Luna eclipsada fuera justamente “roja
como la sangre”.
No es fácil hacer la extrapolación cronológica de lo fenómenos
astronómicos para determinados momentos históricos, pues el
calendario ha tenido varias modificaciones a lo largo de la historia. Los
solsticios y equinoccios marcan el comienzo y fin de las estaciones, y
constituyen así la base del calendario astronómico y civil. La
periodicidad del movimiento aparente del Sol en la bóveda celeste
sentó las bases del calendario Civil actual desde sus origenes en la
Roma de Numa Pompilio (s. VII a.c.). La era cristiana fue establecida
por Dionisio El Exiguo, epíteto que hacia referencia a su corta estatura.
En el año 525 d.c. Dionisio refiere el nacimiento de Cristo a la llamada
era de Dioclesiano, aproximadamente en el 753 de la fundación de
Roma. El calendario es modificado por el Papa Gregorio XII, en 1582,
en virtud de las observaciones del astrónomo Clavius. Este notó que el
equinoccio de primavera para el hemisferio norte, o de Otoño para el
hemisferio sur, no ocurría como debería ser: el 21 de marzo sino el 11
de marzo. Ese ligero desplazamiento del punto vernal (o de Aries)
como se conoce al equinoccio de primavera, es debido a que el período
de traslación de la Tierra no es 365 días exactos, sino 365,2425 días.
Para corregir el defecto hubo que suprimir 10 días de la historia
humana, así según bula pontificia, el día siguiente del 4 de octubre de
1582 fue el 15 de octubre de 1582, a fin de hacer coincidir los eventos
astronómicos con el calendario civil o Gregoriano.
En exactitud el año gregoriano, basado en el día solar medio,
excede al año trópico o astronómico. Por ese motivo se suprimen tres
años bisiestos cada 400 años, de tal suerte que 1700, 1800, 1900 y
2100 no son bisiestos pues no son divisibles por 400; y se conservan
bisiestos 1600, 2000 y 4000 quienes son divisibles por 4 y por 400. Por
esa razón el siglo I terminó el 31 de Diciembre del año 100 d.c. y no el
31 de diciembre del año 99. Luego el siglo II principia el primero de
enero del 101 d.c. De forma similar el siglo veinte comenzó el primero
de enero de 1901, y el siglo XXI comenzó el 1 de Enero del 2001 y no
en el 2000.
Vale tener en cuenta que los años calendario se cuentan en una
escala sin ceros (los Romanos no conocían el cero, como si lo
conocían los Mayas). Es decir, la era cristiana comienza en el año 1
d.c., designándose al año anterior como año 1 a.c.

235
. Los elipses de Sol y Luna, cuya recurrencia fue conocida y/o
descubiertas por casi todas las cultura antiguas, han estado asociadas
a determinados acontecimientos humanos y ciertamente, los han
influido, quizás por el carácter mágico-teológico que se asocia a los
fenómenos celestes.
Por ejemplo, durante el siglo I el historiador judío Flavio Josefo
cuenta que en la misma noche en que Herodes el Grande hizo quemar
vivos a Matías y a otros judíos por sedición, se produjo también un
eclipse de Luna. El 20 de septiembre de 331 antes de cristo, unos 11
días antes de la batalla de Arbela, otro eclipse total de Luna
desmoralizó a los persas y le dio una ventaja psicológica a Alejandro
Magno. Alejandro, quien fue instruido en astronomía por Aristóteles,
presagio el eclipse e hizo coincidir su llegada con esa fecha. Los
hombres de Darío se rehusaron a dar batalla, hasta que la luna cambio
de fase, varios días después. Colón salvo su vida al aterrorizar a los
aborígenes en Jamaica presagiando el Eclipse de Luna del 01 de
Marzo de 1503. También el eclipse de Luna del 27 de agosto del 413
a.c. retraso la partida de la flota griega, lo que provoco la derrota de
Siracusa.
El propio advenimiento de Cristo parece vinculado a otro evento
astronómico preciso, la llamada estrella de Belén. En 1974 tuve la
oportunidad de observar la conjunción entre Venus-Júpiter y Saturno,
es decir el acercamiento aparente en la bóveda celeste, día tras día, de
estos brillantes planetas, y que no ocurría desde comienzos de la era.
La dicotomía entre la realidad y el mito, entre razón y sentir, ciencia
y conciencia, esta siempre presente en la naturaleza humana; son
partes complementarias de la realidad, nos acercamos a ellas con
métodos y fines distintos, y ambas se juntan de seguro en la
contemplación de una noche estrellada.

236
V.20 LA PARADOJA DE FERMI

¿Estamos solos en el Universo? Desde los tiempos mas remotos


hemos acariciado la esperanza de responder negativamente a esa
posibilidad; sobre todo ahora que comprendemos la enorme vastedad
del Universo: cien mil millones de galaxias cada una con mas de
100.000 millones de estrellas y un número similar de planetas y
protoplanetas. Sabemos también que el Universo es tan antiguo como
12 mil millones de años, mientras que la Tierra alcanza solo los últimos
4 500 millones de años de existencia. Comprendemos también que la
vida parece acaecer como consecuencia de procesos físicos y
químicos que son comunes al Universo mensurable. Y además nuestra
composición química y ubicación espacio-temporal no tiene nada de
privilegiada o singular.
Razonamientos análogos, con menor precisión, pero con igual
convicción se han formulado en todas la épocas y culturas. Ya en la
antigua Grecia Anaxàgoras (500-428 a.c) proponía el origen
extraterrestre de la vida, con gérmenes seminales que se poblaron en
la Tierra en su remoto pasado. Esta Teoría del origen seminal de la
vida en la Tierra se conoce como la Teoría de la Panspermia y causa
aun enconados debates científicos y filosóficos. Los aspectos técnicos
de la Panspermia, sobre la acción de la radiación estelar en esporas de
micro meteoritos, fueron discutidos primeramente por Svante Arrhenius
(1859-1927) en su obra Worlds in the Making .

237
Hipólito (460-360 a.c.): defendía la tesis de la Pluralidad de
Mundos Habitados y Tito Lucrecio Caro (98-55 a.c.), a la sazón
contemporáneo a Julio Cesar, argumentaba: “Nada es único...otros
mundos, otros seres” o mejor “cuando hay abundancia de materia
disponible, cuando hay el espacio vacante, y cuando no hay razón que
retrase el proceso, entonces las formas de la realidad deben
combinarse y crearse. Hay una enorme cantidad de átomos
disponibles, tantos que no habría tiempo de contarlos en toda la
eternidad y hay la fuerza que lleva a los átomos a diversos sitios así
como los trajo a este mundo. Así que debemos reconocer que hay
otros mundos, en otras partes del universos, con razas de hombres y
animales diferentes”.
También Giordano Bruno, quien murió en la hoguera el 17-12-1600,
acusado de herejía por la Santa Iglesia a la que perteneció, expresó su
convicción sobre la existencia de miles de mundos habitados, en sus
obras publicadas previas a su muerte. La lista de argumentos y de
adeptos a la pluralidad de mundos habitados seria interminable, pero
entonces cabe la pregunta que hiciera Enrico Fermi (1901-1954),
premio Nóbel en física y co-creador de la Bomba Atómica, ¿Si los
extraterrestres existen, donde están?.
Puede pensarse que hay inteligencias técnicamente muy
superiores en nuestra galaxia, en cuyo caso ya deberían haberse
hecho notar, visitar, comunicarse o colonizarnos. Cualquier otra opción
como razones aséptica (nos tienen asco o pánico), idealistas (no
quieren interferir) o similar, no resiste un análisis serio del problema. De
allí la paradoja.
Una alternativa a la paradoja es que la evolución biológica que
lleva a la vida inteligente sea altamente improbable, lo cual equivale a
decir que somos únicos en la galaxia o que somos de los más
desarrollados. En ese caso la Paradoja de Fermi nos lleva a una
cuestión aun más inquietante, trascendente al mundo de las ciencias
naturales, me refiero a la Responsabilidad. Asi con mayúscula, la que
tendría el género humano de perpetuarse en el tiempo, explorar y
expandirse por la galaxia y de alguna manera dirigir el progreso de sus
semejantes alienígenas y conservar el ambiente. Sin duda para
algunos el vértigo de estar solos los enfrenta con su propia libertad y
responsabilidad…es mas fácil inventar los OVNI, los elusivos
marcianitos verdes haciendo abdupciones y raptos, después de todo,
esa creencia nos libera de la responsabilidad.

238
LECTURAS RECOMENDADAS.

(Max Planck, 1902)

La inmensa mayoría de las fuentes consultadas están en revistas


técnicas especializadas, existentes solo en bibliotecas de astronomía o
en libros de difícil acceso, bien por el lugar y fecha de publicación, bien
por lo específico de sus enfoques. Cualquier selección forzosamente
habría de ser incompleta, he aquí una lista de las más asequibles, para
quienes deseen profundizar en alguno de los temas, con exposiciones
sistemáticas y bien escritas. Para hallar algún dato especifico es mejor
usar los buscadores como Google o Yahoo, tan completos y
actualizados que hacen ociosa las recomendaciones de las web-site.

1. Arago, F. (1963) Grandes Astrónomos anteriores a Newton,


Espalsa Calpe Ed., Madrid.
2. Battaner, E. (1996) Física de las Noches Estrelladas. Colección
Metatemas, Tuquests Ed. Madrid.
3. Bergia, S. et al (1999) El siglo de la Física. Colección Metatemas,
Tuquests Ed. Madrid.
4. Bond, B. (1999) Guia del Espacio. Autrey Pub. Verona, Italia.
5. Bondi, H. (1972) Cosmología, Ed. Labor. Barcelona.
6. Bunge, M. (1962) Intuition and Science, Pretince Inc, New Jersey.
7. Combes, F. et al (1995) Galaxies and Cosmology. A& A Library,
Springer-Verlag, Germany.

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to Civilisation. Kluwer Acad. Pub., Netherlands.
9. Danjon, A. (1959) Astronomie Generale, J& R. Sennac, Paris.
10. Davies, P. (1985) El Universo Desbocado. Biblioteca Científica
Salvat. Barcelona.
11. Dole, S. (1972) Planetas Habitables. Ed. Labor. Barcelona
12. Drake, F. y Sobel, D. (1994) Is Anyone out here? Dell Pub. New
York.
13. Einstein, A. et al (1998) La Teoría de la Relatividad.. Alianza Ed.,
Madrid.
14. Falcón, N. et al (2001) Einsteins, la Teoría de la Relatividad y su
contribución a la Comprensión del Mundo Natural. Universidad de
Carabobo, Valencia .
15. Falcón, N. (2004) La Astronomía: Ciencia Fascinante. Ed.
Universidad de Carabobo, Valencia.
16. Feyman, R. et al (1987) Lecturas de Física, Addisson-Wesley
Iberoamericana. Delaware.
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Universe, Copernicus, Italia.
18. Gamow, G. (1984) Biografía de la Física, Salvat, Madrid.
19. Glashow, S. (1995) El Encanto de la Física. Colección Metatemas,
Tuquests Ed. Madrid.
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Cambridge University Press, Cambridge.
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23. Hawking, S.(1993) Historia del Tiempo. RBA Ed., Barcelona.
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Cosmológicas. Alianza, Madrid.
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27. Humbert, P.(1960) Historia de los Descubrimientos Astronómicos.
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28. Jeans, J.(1968) Historia de la Física. Fondo de Cultura. México.
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30. Koestler, A. (1985) Kepler, Salvat, Barcelona.
31. Kuhn, T.(1970) The Structure of Scientific Revolutions. University
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240
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y los Planetas. Edit. Omega. Barcelona.
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Wesley Longman, Hong Kong.
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46. Sagan, C. y Sklovskii, I. (1981) Vida inteligente en el Universo,
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47. Schrödinger, E.(1997) La Naturaleza y Los Griegos. Colección
Metatemas, Tuquests Edit. Madrid.
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49. Texas University (1996) Guía Universo del Sistema Solar. Texas
University Press. Austin.
50. Vázquez, M. y Martín, E.(1999) La Búsqueda de Vida
Extraterrestre. Mc Graw Hill.Madrid.

241
242
Índice.

- Prefacio 05

I. Recuerdos de la Física y de la Astronomía 07

1. Génesis de la Astronomía 09
2. Almagesto: El Gran Libro del Cielo 11
3. La Biblioteca de Alejandría 13
4. El Principio de Arquímedes 16
5. Advenimiento del Telescopio 19
6. Las Herejías de Galileo 21
7. Los Hemisferios de Magdeburgo 23
8. Gravedad: Ley Universal 25
9. Los Átomos y la Materia 27
10. Naturaleza de la Electricidad (I) 29
11. Naturaleza de la Electricidad (II) 31
12. Naturaleza del Calor 34
13. Naturaleza del Magnetismo 37
14. Naturaleza de la Luz 40
15. Naturaleza de la Radioactividad 42
16. Gato de Schrôndinger 44
17. El misterio de la Trinidad en la Naturaleza 47
18. La naturaleza no es caprichosa. 50
19. Y no solo de la Relatividad vivió Einstein 53
20. La Paradoja EPR 55

243
II. En los suburbios de la Galaxia 57

1. Mercurio y la Relatividad General 59


2. Quetzalcoatl-Afrodita 61
3. La Tierra: un carrusel 63
4. Misterios Selenitas 65
5. Marte: una caja de Pandora 67
6. La oposición de Marte 69
7. Fobos y Deimos 71
8. Zeus en la oposición 73
9. Saturno: la Joya del firmamento 75
10. Urano: Un Mundo al Revés 77
11. Ha visto el nuevo planeta en la Punta de su pluma 79
12. Plutón y Plutinos 81
13. Némesis y Sedna, el décimo planeta 83
14. La Bola de Nieve sucia llamada Halley 85
15. Piedras que caen del cielo 87
16. Troyanos y Centauros 89
17. La Luna de Fausto. 91
18. Eclipse Total de Sol del 26-02-1998 93
19. Venus pasea frente al Sol 95
20. La Hipótesis de Laplace 97

III. Viajando entre las Estrellas 99

1. Química Estelar 101


2. La Estrella mas Cercana 103
3. Ni siquiera el Sol es Inmaculado 105
4. Algol, La Estrella del Demonio 107
5. Cocuyos Estelares 110
6. Nebulosas planetarias y estrellas enanas blancas 113
7. Sirio B y el Misterio de los Dogón 115
8. Cygnus X-1 117
9. La Nebulosa del Cangrejo 119
10. Muerte de Estrellas: la Flecha de Sagitario 121
11. La Constelación de Orión 123
12. Síntesis Estelar en La cabeza del Caballo 125
13. Las Pléyades 127

244
14. Exoplanetas y Enanas Marrones 129
15. Cruz del Sur 131
16. Los extraños objetos Geminga y Eta Carina 133
17. Las Gorgoras de Perseo 135
18. Tycho Brahe descubre una Estrella Nueva 137
19. Hoyos Negros y otros cuentos 140
20. El Diagrama de Hertsprung y Russell 143

IV. Transito por otros Universos 147

1. Un camino de estrellas y polvo 149


2. El diapasón de Hubble 151
3. La galaxia Andrómeda 153
4. Las Nubes de Magallanes 155
5. La galaxia Enana de Sagitario 157
6. El Spaghetti Galáctico 159
7. El Quinteto de Stephan 161
8. La Cabellera de Berenice 163
9. Jet galácticos 165
10. La Cruz de Einstein 167
11. La Paradoja de Olbers 169
12. Materia y antimateria 171
13. El Eco de Dios 173
14. Rayos Cósmicos 175
15. Repulsión Cósmica 177
16. El Gran Atractor 180
17. Del Big-Bang al Universo Inflacionario 183
18. La Materia Oscura inunda el Cosmos 185
19. Limites de la Cosmología 187
20. Filosofía Cósmica 189

V. Pluralidad de Mundos Habitados 191

1. Cuando los Moais Miraban al Cielo 193


2. La Edad del Hielo 196
3. Los Dólmenes danzan con estrellas 199
4. El Cráter de Chicxulub 201
5. El bólido del rió Curuca 203

245
6. Apocalipsis Now 205
7. Hercolobus: el fin de los Tiempos 207
8. Alguien llama desde el cosmos 210
9. Aló, aló ¿hay alguien allí? 213
10. La fórmula de Drake 215
11. En las arenas del Planeta Rojo 217
12. Encuentros Cercanos con Marte 219
13. Marcianos en la Antártida 221
14. Los Océanos Inexplorados de Europa 223
15. Relámpagos en Titán 225
16. ¿La resurrección de la Alquimia? 227
17. Ophiuchus, el treceavo signo del Zodiaco 229
18. Dios no juega a los dados con la naturaleza 231
19. La Fecha de la Crucifixión 234
20. La Paradoja de Fermi 237

-Lecturas Recomendadas 239


-Índice 243

246
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