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Luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, el nievo gobierno, asumido por Eleazar
López Contreras, provee a la población algunas de las libertades de las que
carecieron en el gobierno anterior. Libertad de prensa, de manifestar, de reunirse,
fueron las primeras luces de una nueva era en el país. Sin embargo, la libertad de
organización fue el derecho que marcó un hito en el proceso de transición que vivía
el país. Partidos políticos y sindicatos se organizaron rápidamente, aunque no con
muy buenos ojos para el estado por cuanto se apoyaron en la nueva corriente de
pensamiento político y social: el comunismo.
Entre las organizaciones fundadas durante este período está el gremio de
profesores; es a partir de entonces cuando la sociedad comienza a tomar
conciencia sobre la importancia de la educación como función decisiva para lograr
cualquier propósito de cambio o de renovación nacional.
Las ideas transformadoras necesarias para llevar a la educación a un nivel más
elevado, fueron impulsadas entre otros por el Profesor Luis Beltrán Prieto Figueroa,
quien funda en 1932 la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria
(SVMIP), dedicada al estudio de las ideas y movimientos pedagógicos que, para la
época, ya tenían positiva acogida en algunos países de Europa y en los Estados
Unidos, así como sus postulantes: John Dewey y Jean Piaget.
Cuando el número de representaciones de la SVMIP alcanzó una proporción
significativa a nivel nacional, surgió la necesidad de revisar su estructura e
infundirle una organización más dinámica y mejor identificada con los deseos de
llevar a cabo funciones específicas dirigidas al bienestar de los maestros, de la
cultura y de los niños. Para concretar este propósito, se convocó en agosto de
1936, la Primera Convención Nacional del Magisterio Venezolano, celebrada en
Caracas entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre de dicho año. Este evento
constituyó la primera movilización nacional de profesionales, realizada en el país
hasta esa fecha. Su éxito fue tan rotundo, que dio paso para impulsar la
conveniencia de imprimirle carácter gremial a la anterior Sociedad Venezolana de
Maestros de Instrucción Primaria, aspiración que al fin se concreta con la creación
de la Federación Venezolana de Maestros, cuyo primer Presidente sería el doctor
Luis Beltrán Prieto Figueroa.
Más allá del ejercicio docente, el maestro Prieto se presentó como un fecundo
escritor y comunicador de esas ideas sobre las nuevas formas de enseñar a través
de la exaltación de los valores que todo docente debe cultivar. Esta muestra de su
condición de educador – comunicador, comienza a revelarse en 1936, cuando hace
entrega, en su primer libro. Se trata de una nueva trayectoria que se inicia con su
obra Psicología y Canalización del Instinto de Lucha.
Es ésta una publicación en la cual incursiona dentro de cierta temática social muy
propia de la Venezuela postgomecista. En ella, Prieto plantea con indiscutible
preocupación pedagógica, los riesgos previsibles para el futuro del país, si no se
aborda de manera científica el estudio de las peligrosas manifestaciones de
violencia presentes en algunos sectores de la sociedad, como desbordamientos de
muchas tensiones reprimidas en la población, a causa de tantos años de represión
padecidos durante la larga tiranía de Gómez.
Dada su sensible actitud de educador, alza la voz a tiempo para advertir que, ante
los impulsos desbordados de un pueblo reprimido durante veintisiete años, no son
propiamente las medidas compulsivas las que puedan garantizar efectividad en las
nuevas tareas hacia las cuales se aspira orientar al país. Cualquier procedimiento
represivo que se adopte, en lugar de ser una respuesta apropiada para calmar o
neutralizar la intensidad de la violencia, probablemente pueda transformarse más
bien, en un estímulo para aumentarla, sin esperanzas de garantizar después
mayores posibilidades de control, cuando las consecuencias generadas o
desencadenadas por su causa, en el futuro inmediato o lejano, ya hayan tomado
proporciones de calamidad irreversible.
Gracias a la firmeza de dichos principios, logró mantenerse consecuente en la
convicción de revalorizar la importancia del hombre, como factor esencial de todo
proceso de transformación social. Por eso perseveró en defender la necesidad de
canalizar los esfuerzos del ser humano, primordialmente, hacia propósitos que
permitieran alcanzar la superación de sus precarias condiciones de vida. En
conformidad con esta posición, no llegó a vacilar nunca en la necesidad de orientar
el rumbo de sus expectativas, hacia la meta del quehacer educativo.
Otro de sus grandes aportes en materia educativa, además de su legado
bibliográfico, fue la creación del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE)
en 1959. En su labor como jurisconsulto integró la Comisión Redactora del
Proyecto de Constitución Nacional (1936) y de la Carta Magna de 1961. Asimismo,
fue coautor del primer proyecto de Ley de Educación (1948) y de la Ley de
Educación vigente, promulgada el 9 de julio de 1980. En 1986 formó parte de la
Comisión Presidencial del Proyecto Educativo Nacional coordinada por el doctor
Arturo Uslar Pietri.
Además de los aspectos anteriores, Prieto tuvo otras iniciativas de carácter
institucional: Consejo Nacional de Universidades; Patronato de Roperos Escolares
y Comedores Escolares; la primera escuela de Teatro de Venezuela (1947); el Taller
Libre de Arte (1948); el Instituto de Profesionalización del Magisterio (1947), actual
Instituto de Mejoramiento Profesional; adscribió la Radio Nacional, fundada en
1946, al Ministerio de Educación (1947), modernizando sus instalaciones.
En este último año incrementó la subvención por parte del Estado a la Orquesta
Sinfónica de Venezuela, subvención existente desde 1936, e impulsó la creación del
Servicio de Investigaciones Folklóricas Nacionales y el órgano divulgativo del
mismo, la Revista Venezolana de Folklore, cuyo primer número corresponde al
lapso enero-junio de 1947. Mediante una resolución del 10 de julio del mismo año,
transformó la vieja Escuela de Artes y Oficios para Hombres en Escuela Técnica
Industrial.
El Estado Docente
Prieto hace uno de los más importantes aportes teóricos sobre la educación
venezolana, expuestos en la tesis del Estado docente, la cual elaboró a partir del
concepto Estado social de Hermann Heller, de la escuela política alemana. Esta
tesis la expuso en una conferencia dictada en la escuela normal Miguel Antonio
Caro (agosto 1946), cuando expresó que “todo Estado responsable y con autoridad
real asume como función suya la orientación general de la educación. Esa
orientación expresa su doctrina política y en consecuencia, conforma la conciencia
de los ciudadanos”. De acuerdo con lo anterior, la educación debía responder al
interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y
obligatoria combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base
de las capacidades del individuo. Por lo tanto, la educación es función esencial del
Estado, y debe buscar dignificar la profesión docente.
El Alumno
Durante los últimos años de las primeras tres décadas del siglo veinte las
generaciones emergentes del país, comprendidas desde la infancia hasta los
grupos de mayor madurez, especialmente las correspondientes a la juventud,
enfrentaban la realidad de haber sido formados dentro de una tradición
sociocultural basada en principios autoritarios, propios del sistema sociopolítico
que venía rigiendo el comportamiento del país.
Entre los propósitos de mayor valoración social perseguidos por la educación de
aquella época estaban la obediencia, el respeto y la sumisión irrestricta a los
criterios de la autoridad, ya fuera ésta relativa al hogar o al resto de las instancias
socioculturales o políticas de la colectividad, resaltando como normas de conducta
a ser perseguidas por el sistema. Entonces, es fácil suponer la magnitud del grado
de rigidez predominante en la clase de educación que se debía impartir en aquellos
tiempos para poder proporcionar de manera consecuente el tipo de ciudadano
requerido por la sociedad de entonces.
En virtud de tal preocupación hombres de una mentalidad tan progresista y
revolucionaria en el ámbito cultural, social y político como lo fue el Dr. Luis Beltrán
Prieto Figueroa, no pudieron eludir la necesidad de plantear una nueva orientación
para la educación que debía implantarse en el país, con el fin de hacer posible una
nueva sociedad totalmente distanciada en inquietudes culturales e ideales políticos
y sociales, de aquella que predominó durante la dictadura de Juan Vicente Gómez.
Por tal motivo, así como estuvo consciente siempre de la necesidad de formar un
magisterio con nueva mentalidad para asumir las responsabilidades del desarrollo
futuro del país, asumió de igual modo la tarea de luchar por una educación más a
tono con los requerimientos nacionales. Se trataba de un enfoque diferente, según
el cual la actividad del educador debía desarrollarse como una función formativa,
cuyo mayor énfasis radicaba en el respeto a la personalidad del educando.
Con esta nueva concepción, los intereses del niño y su naturaleza psicofísica pasan
a ser los principales elementos a tener en cuenta para determinar las condiciones y
propósitos en los que deberá inspirarse el proceso de su formación. El niño es
ahora el ser y el sujeto que protagoniza el proceso educativo y no propiamente,
como hasta entonces venía ocurriendo, el objeto de la educación. Ahora es un ente
propio y autónomo, con esencia y facultades muy bien definidas, para que no se lo
continúe considerando sólo como un instante en la vida del hombre.
Ésta pasará a ser una concepción de implicaciones y consecuencias técnicas tan
novedosas en cuanto a enfoques y procedimientos pedagógicos, que sus efectos
no tardarán mucho en hacerse sentir en la educación, mediante cambios
absolutamente radicales en los métodos de enseñanza, hasta favorecer el justo
reconocimiento y respeto de la personalidad y naturaleza psicosocial del niño, para
lograr de este modo, que se definan y pongan en práctica los principios y normas
que deberán regir en el proceso formativo de su personalidad.
El Maestro
La tesis sostenida por el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa sobre el rol del maestro en
la conformación del futuro de Venezuela, se manifiesta como una posibilidad
estrechamente vinculada con el progreso de su educación, cuyo logro será cada
vez más efectivo y duradero en aquella medida en que los maestros sean capaces
de luchar con voluntad para elevar el nivel cultural de sus habitantes.
El maestro debe desempeñarse como un orientador social nato y como
consecuencia lo fuerza a tener que cumplir obligaciones profesionales de tan
compleja naturaleza que no son fáciles de asumir por ninguno de los otros
conductores cívicos de la sociedad. Es el maestro quien tiene capacidad y
formación para influir en el comportamiento humano y están capacitados para
desarrollar las facultades creativas de los hombres, para hacerlos actuar en la
dirección correcta; en una palabra, para educarlos.
En su libro El Concepto del líder, el maestro como líder (1969), Luis Beltrán Prieto
Figueroa expresaba lo siguiente:
No puede ser educador quien ha perdido la capacidad para aprender. No puede ser
educador quien no sienta la inquietud de renovación permanente, porque la
educación es eso, un proceso de cambio y de transformaciones en el cual nosotros
cambiamos con el mundo al mismo tiempo que intervenimos en el cambio en éste
realizado. Educar es auto educarse.
En este sentido, el Maestro Prieto estudió la situación relacionada con el proceso
evolutivo de la educación, tomando en cuenta la debilidad existente entre la
identidad nacional y sus raíces, con las exigencias del presente y más aún por su
escasa visión proyectiva como servicio que debe estar siempre en guardia contra la
obsolescencia y, por consiguiente, intuir y adelantarse a los requerimientos del
futuro.
Propugna y estimula el liderazgo del educador para que sepa descubrir y encauzar
de manera positiva todas las reservas de creatividad encerradas en el mundo de los
jóvenes. Para que descubra y se aproveche de la facultad renovadora de la
educación y una vez ya en posesión de tal seguridad procurar juntos, maestros y
alumnos, sentir la satisfacción de saberse actualizados para inspirarse un recíproco
entusiasmo de superación permanente.
CONCLUSIONES
1) El Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa fue un educador de avanzada que propuso
estrategias en el ámbito educativo, las cuales permanecen vigentes y que a pesar
de la simplicidad con que planteó su filosofía, aún se intentan concretar sin
resultados óptimos, quizá por falta de un verdadero compromiso de cambio.
2) Sus aportes fueron numerosos, especialmente dirigidos hacia la dignificación de
la profesión docente a través de su continua formación, concientización y
compromiso con sus funciones, liderizando el proceso de descubrir y encauzar el
potencial que cada estudiante posee para su desarrollo humano y el de la sociedad.
3) Fue el primero en reconocer que los estudiantes no son objetos de la educación
sino más bien sujetos protagonistas activas de este proceso y por lo tanto es
necesario considerar sus individualidades, en oposición al modelo autoritario que
prevaleció durante todo el siglo XIX e inicios del XX.
4) Afirmó la necesidad de que la educación se masificara, y que fuese herramienta
para que la sociedad evolucionara hacia el progreso; este progreso debe ser
cónsono con las políticas del Estado, el cual debe asumir su cuota de
responsabilidad dentro del sistema educativo.
REFERENCIAS
Peña, A. (1979). Conversaciones con Luis Beltrán Prieto. Caracas: Editorial Ateneo
de Caracas.
Prieto F, L. (2005). De una educación de castas a una educación de masas. (Edición
Especial UNESCO). Caracas: Editorial Metrópolis
Rivas, E. (2001). Luis Beltrán Prieto Figueroa, el auténtico maestro de la juventud.
Revista de Pedagogía, Vol. XXII, Nº 65. Disponible en:
www.revele.com.ve/pdf/revista_ de_pedagogia/volxxii-n65/pag519.pdf. [Consulta:
Enero 2006, 25]
Rivas, E. (2003). Luis Beltrán Prieto Figueroa: Paradigma del educador integral.
Disponible en: http://www2.bvs.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-
00872003000200009&lng=es&nrm=iso&tlng=es. [Consulta: Enero 2006,25]
18 Ideario educativo de: Luis Beltrán Prieto Figueroa Belén Sanjuán Colina José Martí Paulo
Freire Lev Semionovich Vigotsky CURRÍCULO DEL SISTEMA EDUCATIVO BOLIVARIANO
ORIENTACIONES EDUCATIVAS
Albino Rojas
Dpto. de Ciencias Naturales y Matemática
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez
arojas@cantv.net / albinorojas@cantv.net
Del Sistema Educativo Bolivariano
La educación como proceso integral para todos los ciudadanos, es concebida como
la "base de la transformación social, política, económica, territorial e internacional;
otorgando al Estado la responsabilidad de asumirla como una función indeclinable",
tal como lo señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV,
1999). Este es uno de los postulados principales del Sistema Educativo que intenta
articular la nueva matriz política, social y cultural que se está generando en el
país, y que forma parte del modelo de desarrollo que el Gobierno Bolivariano
construye en la actualidad.
Gráfico 1
Estructura curricular de la propuesta del Sistema Educativo Bolivariano para el Sub
Sistema de Educación Primaria Bolivariana.
Para evidenciar esta situación se Rojas (2008) realizó una revisión detallada de los
contenidos relacionados con Nutrición y Alimentación que se incluyeron en la
propuesta del nuevo diseño Bolivariano.
Cuadro 1
Distribución de frecuencia de los contenidos de alimentación
y nutrición que aparecen en los programas de 1ro a 6to año de
la Propuesta del subsistema de Educación Primaria
Bolivariana de 2007
Al generalizar los resultados obtenidos para cada unidad de estudio, podría decirse
que se establece una tendencia que va de "lo suficiente a lo deficitario". En las
programas vigentes de 1997, existen 7.963 contenidos, mientras que en la
propuesta sólo 1.229. En el primero la elevada cantidad de contenidos facilitan la
acción pedagógica, ya que le ofrecen al docente un amplio y diverso "menú" de
opciones, racionalmente distribuidos, que puede utilizar cuando planifica sus
Proyectos de Aula.
Mientras que, por el contrario, en la Propuesta del 2007 falta una buena cantidad
de contenidos, los cuales, el docente sabe, por su experiencia, que debe incluirlos
para poder lograr la formación integral de sus alumnos y alumnas.
Cuadro 2
Distribución de frecuencia de las categorías de contenidos de
alimentación y nutrición presentes en la Propuesta del
subsistema de Educación Primaria Bolivariana agrupados por
categorías
Reflexiones finales