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EL TIEMPO HISTORICO Y SU ENSEÑANZA

Enseñar a “pensar históricamente”, debería ser una de las respuestas a dar, trabajar la Temporalidad y construcción
del tiempo histórico.
La Escuela y la Historia como disciplina escolar, han debido responder a otros objetivos dados socialmente y
políticamente, como fue la “construcción de las identidades nacionales”, imponiendo como sujeto principal de la
historia al Estado Nacional..
Los historiadores se encuentran con la “obligación profesional de demoler mitos” de sostener “la primicia de datos”
“Desarrollar el pensamiento histórico” que permita al alumnado la idea de construcción historiográfica que los lleve
a identificar: cambios y continuidades, tipos de cambio, el análisis de los procesos de sociedades determinadas,
duraciones de distintos procesos e interrelación entre escalas temporales y espaciales, es decir lograr una
concepción plural del tiempo. Con esto entraríamos en una de las problemáticas de todo profesor de historia, la
enseñanza del tiempo histórico.
Hoy se enseña el tiempo histórico desde lo memorístico. El tiempo histórico no es solo cronología, periodización o un
contenido procedimental, donde la construcción de líneas o gráficos pareciera concretar la idea de su enseñanza
diacrónica donde el cambio y la casualidad la expliquen, porque si bien se enseña causalidad y cambio, no hay una
relación entre estos componentes.
Deberíamos trabajar operaciones necesarias que permitan pensar el tiempo histórico, categorías y nociones
temporales como: simultaneidad, duración, sucesión y contemporaneidad. Es decir, el profesor debe enseñar el
tiempo histórico. Es necesario enseñarlo para que los alumnos se ubiquen en su presente y se vean como actores
activos que están haciendo el futuro.
Torres Bravo; “los presentes históricos son los estados socioculturales sentidos y vividos por una sociedad, diferente
de la idea de historia presente, que son los acontecimientos que suceden en el mismo espacio temporal de una
sociedad de referencia, pero fuera de ella”
En estas definiciones de presentes históricos e historia presente, se puede trabajar el concepto de simultaneidad
cronológica y contemporaneidad histórica, es decir que podemos ubicar en la historia presente analizada, diferentes
presentes históricos. Un ejemplo es el que da Tomas Bravo, los indios del siglo XVI tenían su presente histórico, los
españoles conquistadores, tenían su presente histórico, sin embargo, ambos vivían en el mismo tiempo presente, es
decir que cronológicamente, ambos se dan en el mismo tiempo, pero con presentes históricos diferentes. La
simultaneidad cronológica, es lo que ocurre en el tiempo punto de datación o periodo temporal, que es la sincronía,
puede darse en distintos niveles temporales, pero coinciden en el mismo punto de la escala cronológica, se necesita
de la comparación.
Puede también trabajarse la simultaneidad de hechos o procesos, pero dentro de un mismo presente histórico, que
es la contemporaneidad socio-cultural.
Este tipo de análisis llevara a nuestros alumnos a pensarse como actores que están construyendo el futuro, porque la
enseñanza del tiempo histórico les permite reconocer en el pasado la acción de distintos actores sociales con sus
intereses, esperanzas, utopías, proyectos. Este análisis, los prepara para la intervención social, porque al comprender
que su presente histórico es la intersección entre pasado y futuro y que en él se encuentran reflejos de las
concepciones que el pasado tenia del mundo y la historia, se podrán ver como participes de la construcción del
futuro.
Desde este análisis podemos deducir, que la enseñanza del tiempo histórico es uno de los objetivos de la enseñanza
de la historia.
Santisteban Fernández, propone trabajar una serie de conceptos que hacen al Tiempo Histórico: cronología,
cambios, y continuidades y periodización, son parte de él.
La cronología marca el orden de los acontecimientos y el cómputo de tiempos. Esta permite la datación de los
sucesos y tiempos definidos.
La duración, periodización, es algo construido por los historiadores.
-También son conceptos elementales de tiempo: sucesión, simultaneidad, contemporaneidad.
Si hablamos de sucesión, estamos hablando de un ordenamiento de anterioridad, posterioridad y conforma lo que
denominamos diacronía.
El autor reconoce cuatro cualidades del tiempo histórico: la indisolubilidad, con respecto al espacio, irreversibilidad,
relatividad, multiplicidad. Espacio y tiempo no se pueden separar, en el espacio ocurren acontecimientos históricos,
por lo que estos son dos “metaconceptos que estructuran el conocimiento social”.
Si se tiene en cuenta la observación, hablamos de corta y larga duración; si analizamos como afecta hacemos
referencia a estructura o coyuntura; de acuerdo a su ritmo a ciclos y crisis; cuando se valoran los cambios se
trabajan: aceleración (evolución – revolución); cuantificación (crecimiento – desarrollo); valoración (transición –
transformación); procesos (progreso o modernidad – decadencia).
Como conclusión de este análisis podemos sostener que la enseñanza de la historia debe aportar “significatividad
temporal” a todos los procesos que analiza, para remitir a los alumnos pensar históricamente: comprender el
pasado, tener conciencia de su situación en las realidades que les toca vivir, desarrollar capacidades para poder
actuar en el mundo complejo en el que están insertos y reconocerse constructores del futuro.

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