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reactivación
Por: Orangel Delfín Márquez | 16/05/2019
Hoy luego de quince años de su creación, viene a mi mente una serie de recuerdos,
cuantos sueños plasmados, cuantas asambleas comunitarias, cuantos estudiantes
aprendiendo junto a la comunidad, junto a los invisibles, junto a los anónimos, en el
acompañamiento de la organización desde la base, en la conformación de infinidad de
Consejos Comunales; allí estuvo la Misión Cultura, en los encuentros socio comunitarios
pintados con obras teatrales, con música, con bailes tradicionales; la Misión Cultura dijo
presente los estudiantes ( activadores ) diseñando proyectos de aprendizaje que coadyuvaban
a la formación, la organización y la movilización de un pueblo que comenzaba a despertar,
tenían el sello de la Misión Cultura.
Los encuentros reflexivos donde se discutían nuestro marco legal, donde se reavivaba
la gesta Bolivariana, la gesta Robinsoniana, la gesta Zamorana, donde se analizaba la
situación política y social de nuestra América, donde aprendíamos en colectivo a investigar
junto a las comunidades, pero no solo para conocer la realidad, este estadio era solo el punto
de partida del trabajo social; pues el objetivo final era la transformación de la realidad.
De pronto comenzó una etapa de letargo, los mandos de dirección de la Misión Cultura
toman la decisión de no continuar formando Licenciados y se le asigna a este ente nuevas
funciones, la Misión es convertida en una "agencia de eventos", provocando un desmontaje
silencioso; sin embargo, la resistencia de algunos trabajadores conscientes de la encomiable
labor que debía desarrollar esta institución, ha impedido el desmontaje total.
Esta tarea está encomendada a la Misión Cultura, instaurar un nuevo modelo educativo
que permita a los educandos reconocerse como sujetos históricos protagonistas de los
cambios socioculturales que se necesitan para enrumbarnos hacia esa cumbre llamada
socialismo.
Por esta razón, solo a través de la formación, será que lograremos revolucionar la
conciencia, pero ¿qué tipo de formación?, una que rompa paradigmas, una formación que sea
critica, reflexiva y subversiva, que confronte los hábitos culturales actuales y construya un
nuevo tipo de sociedad donde la solidaridad, la moral y la ética, marquen el rumbo hacia
donde deberemos caminar en los años postreros.
Todo esto nos lleva a comprender, que será por medio de una verdadera toma de
conciencia por parte de sus trabajadores y mandos de dirección, el que retomemos el rumbo
anhelado.
No existe voluntad política para reimpulsar la Misión Cultura, solo se permitió luego de
algunos años de haber tomado la decisión de no continuar con los procesos formativos de
nivel universitario, el hacer un llamado a aquellos estudiantes que aparecían inscritos y que
por múltiples razones no habían continuado su proceso de formación; por esta razón, en la
actualidad existen algunos equipos de sistematización que desaparecen poco a poco; pues,
sus integrantes se encuentran en un proceso de desgaste sin herramientas para culminar su
formación.
Ahora bien, ¿será que esta Misión ya cumplió sus funciones y esta es la razón de que
comience a desfigurarse ¡?, o más bien, ¿será que la actualidad la convoca a transformarse?
Para resolver esta interrogante, es fundamental comprender para que fue creada la
Misión Cultura.
Esto nos lleva a comprender que esta Misión tiene aún mucho camino por recorrer; las
Misiones dentro de nuestro proceso revolucionario no tienen un finito, ya que las Misiones
nacieron para transformar el estado burgués y constituirse en un sistema institucional del
nuevo estado; ahora bien, de que estado estamos hablando, pues del estado comunal.
Y por supuesto que este estado ya posee de manera intrínseca el fundamento socialista.
Nosotros en Latinoamérica con Simón Rodríguez, como padre del modelo educativo
liberador, hemos venido de manera subterránea creando y desarrollando un tipo de educación
que permite a sus participantes romper cadenas y transformar su realidad.
El objetivo de la Misión Cultura, va más allá de las funciones que debe cumplir una
Universidad, por más revolucionaria que sea, el papel de la Misión es instaurar un nuevo
modelo educativo, por lo que su labor estará encaminada a formar a cada uno de los
educadores que hacen vida en escuelas, liceos y universidades.
Para alcanzar el socialismo, se hace necesario crear una sociedad socialista, esta
sociedad solo se logra a través de una educación emancipadora, ahora bien, ¿qué tipo de
educadores necesitamos para tal fin?, esos educadores son los que deberán ser formados por
la Misión Cultura.
¿Por qué enrumbarnos en proyectos ambiciosos que terminan fracasando por la falta
de recursos económicos? ¿Por qué impulsar una transformación de las funciones de la Misión
Cultura si las funciones con las cuales nació hoy siguen siendo necesarias y fundamentales?
Vista de todo esto, se hace necesario conocer cómo funciona la Misión Cultura, esto
nos permitirá hacernos conscientes del papel irreemplazable y determinado que ocupa este
ente y lo primordial de su reimpulso.
Coordinación académica que algunos consideran que este nombre debería ser
cambiado para no reforzar al fenómeno academicista, pero más allá de este argumento, lo
importante es comprender su estructura y como funciona.
Unidad de pregrado.
La cual se encarga de hacerle seguimiento y evaluar los procesos en cada uno de los
espacios de formación relacionados con licenciaturas, diplomados, entre otros planes.
Unidad de posgrado
Tiene como fin el gestionar y lograr alianzas entre las comunidades organizadas, para
el desarrollo de actividades que la Misión Cultura diseñe o apoyar a las propuestas por las
comunidades atendidas.
Unidad de acreditación.
Encargada de revisar, evaluar y otorgar los elementos necesarios para que se logre
acreditar la experiencia de cada uno de los actores sociales que impulsan el desarrollo cultural
dentro de los territorios.
Unidad educativa.
Ya por ultimo pero no menos importante, se hace necesario dar un refrescamiento a las
Coordinaciones Estadales de la Misión Cultura, entregar estos mandos de dirección al
personal de la Misión Cultura; pues, en muchos de los casos, estos han estado bajo la tutela
de los Gabinetes Culturales de cada Gobernación, ascender a algunos facilitadores a tutores
en los espacios donde se amerite, previa capacidad político- técnica comprobada de estos
compañeros.
Luego de todo lo anterior solo me resta hacer un llamado a cada uno de nuestros
trabajadores, invitarlos a que continuemos formándonos, continuemos investigando y
continuemos reconociéndonos como sujetos conscientes del papel que hoy estamos
desarrollando dentro de nuestro proceso revolucionario, solo lograremos subvertir el sistema
imperante cuando logremos nosotros como clase obrera consiente tomar el poder, pero, para
ello deberemos comprender que no es tomar el poder para reafirmar las lógicas del sistema,
para mandar o para oprimir; la toma del poder será para desmontar las relaciones socio
laborales del capitalismo y crear nuevas relaciones sociales basadas en el conocimiento
Integral de los procesos laborales de nuestro espacio de trabajo, la horizontalidad, la
cooperación, la solidaridad y el fin común.
"Este debe ser nuestro siglo, el siglo bueno de la vida, el siglo de nuestros pueblos, el
siglo de la libertad, la justicia y la igualdad".
"El pueblo debe controlar los poderes y crear herramientas para frenarlos cuando haya
que frenarlos, cambiarlos cuando haya que cambiarlos, reestructurarlos cuando haya que
reestructurarlos".
Hugo Chávez Frías. Presentación del Mensaje Anual a la Nación Asamblea Nacional,
13 de enero de 2006.
"SOCIALISMO O MUERTE"
orangelcultura@gmail.com