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Presentación

1 Indígenas viejos en el Distrito Federal

2 La ruptura de la tradición: de aprendíz de


mar´akáme (chamán) a Testigo de Jehová

3 Inquisición vs sexo en actas del Archivo


General de la Nación (Siglo XVIII)

4 Secuencia constructiva y entierros-ofrenda


descubiertos en las excavaciones de la Pirámide
de la Luna, Teotihuacán

5 Bayano, Rey de Cimarrones de Tierra Firme

6 La alimentación humana vista desde la


Antropología

7 Hilo de seda. Relaciones bioculturales entre


España y México

8 Semblanza de la doctora Yólotl González Torres

9 Arqueología de la Cuenca Baja del


Papaloapan, Veracruz
10 Arqueología y complejidad. Sobre la naturaleza del
dato arqueológico

11 La dinámica del mantenimiento y desplazamiento


lingüístico entre yaquis y mayos. Un Análisis
cuantitativo y cualitativo

12 La Nueva Ruralidad: una visión crítica.

13 “Vivir de una vida nueva”:


Jorge Engerrand (1877-1961) entre la antropología
mexicana y estadounidense de principios del siglo XX

14 El movimiento etnopolítico de la comunidad de


pueblos originarios del municipio de Tepoztlán:
por la defensa del territorio y el patrimonio cultural

15 La ciencia decimonónica y los albores de la


antropología física en México

16 La concha, un camino antropológico

17 Antropología y Evolución: 150 años de


encuentros y desencuentros
238 239
Uno de los grandes dilemas de la arqueología ha sido el de
racionalizar el papel de las teorías en las prácticas vinculadas con la
construcción de los datos que aportan conocimientos históricos sobre
las sociedades que carecen de escritura. Si bien la nueva arqueología
y la arqueología procesal de los años sesenta aportaron una gran
cantidad de elementos metodológicos que permitieran llevar a la
observación de los materiales arqueológicos un paso más allá de la
simple tipologización y ordenamiento propios de la historia cultural,
Tabla 1. Relación de las unidades tipológicas con las tempo/espaciales, según (Willey y Phillips 1958).
el resultado no fue, necesariamente, asumido de forma correcta por
los investigadores. Un punto de discusión transitó por la historia cultural alrededor de la
Enfrentados a la contraposición que les imponía la forma de concebir realidad del tipo. Para unos, se trataba de un diseño del investigador,
el dato arqueológico y las metas cognitivas de la historia cultural, realizado de forma arbitraria, con la inalidad de construir unidades
Gordon Willey y Phillip Phillips, en 1958, propusieron lo que de análisis, por lo que la tipología era una herramienta analítica que
llamaron la teoría y el método de la arqueología norteamericana, debería ser evaluada en función de su utilidad, mientras que, para
en el que expusieron los sistemas tipológicos (fundamentados en el otros, el tipo existía en la realidad y lo que hacía el clasiicador era,
tipo-variedad), como respuesta a los problemas para la elaboración simplemente, descubrirlo ya que representaba la realidad cultural,
de la integración cultural que sintetizaba las escalas temporales y las normas y comportamientos del grupo que había producido los
espaciales (Willey y Phillips 1958, 12). Las características invariantes artefactos bajo análisis (Willey y Phillips 1958, 13). Este debate
de las unidades arqueológicas se reunían en tres tipos de datos: epistémico no fue resuelto desde la perspectiva de la historia cultural,
contenido formal, distribución en el espacio geográico y duración aunque posteriormente Lewis H. Binford, desde la emergente nueva
en el tiempo. arqueología, tomó posición a favor del primer grupo.

La relación, prácticamente lineal, entre los elementos del análisis La intención de Willey y Phillips era formalizar la manera en que la
tipológico y las unidades de integración tempo-espacial, están arqueología generaba conocimiento teniendo como punto de partida
sintetizadas en la tabla 1, que muestra cómo los pequeños cambios la observación arqueológica en campo, de ahí el siguiente paso, que
formal estilísticos se pensaba que estaban relacionados con pequeños era el nivel descriptivo de la integración histórico-cultural tal como
cambios en las unidades temporales y espaciales, mientras que los se plasma en la tabla 1, para desde esa plataforma, alcanzar el nivel
grandes cambios en los diseños lo hacían con las unidades mayores. de explicación (explanation), la interpretación de tipo procesual, en
el marco de una arqueología concebida como parte de la antropología
La unidad mínima de análisis de la arqueología histórico cultural (Willey y Phillips 1958, 4).
era el artefacto que estaba formado por rasgos culturales de carácter
formal-estilístico. El ordenamiento de los artefactos se integraba Con ello, se desarrolló una práctica académica que iniciaba en campo
mediante tipologías, ya que el principio metodológico que era su punto con la excavación acorde con los procedimientos señalados por el
de partida era la taxonomía con la cual realizaban la integración de manual de Sir Mortimer Wheeler Arqueología de Campo (Wheeler
dos conceptos, los tipos y las culturas (Willey y Phillips 1958, 12-13) 1961). La excavación por intervalos métricos permitía proyectar
los hallazgos hacia la estratigrafía observada en las paredes de la

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excavación, cuidando de que las cuatro paredes estuvieran bien empezar a interpretarlos, a extraer de ellos historia” (Childe 1973,
correlacionadas: “todos los hallazgos se registran por estratos, 14). El procedimiento childeano, análogo al de Willey y Phillips,
con referencia al corte más cercano ya controlado y normalmente implicaba la organización de los artefactos en grupos tipológicos
con la cara más próxima del cuadro” (Wheeler 1961, 84).1 El sobre los cuales, se podía airmar que estaban asociados, cuando “se
conjunto de artefactos, agrupados por intervalos métricos, pero puede observar que aparecen juntos bajo condiciones que indican
“correlacionados” con la estratigrafía observada y destacada en que han sido usados en una misma época” (Childe 1973, 17).
las paredes de la excavación, se analizaban por procedimientos
tipológicos y se cuantiicaban sus frecuencias relativas, lo que El impacto de la obra de Willey y Phillips en la práctica arqueológica
permitía el establecimiento de fases culturales deinidas por el mexicana fue de tal magnitud que en la actualidad se sigue
mayor porcentaje de tipos encontrados en la secuencia de los considerando que las rutinas cognitivas de la arqueología transitan por
intervalos correlacionados con estratos. esos pasos: excavación por intervalos métricos, análisis tipológico
de artefactos, seriación y faseo, deinición de regiones y subregiones
Fuera de Norteamérica, donde hacia los años sesenta se desarrolló y, a partir de ahí, se podría generar una interpretación (explicación)
la llamada nueva arqueología, existían pocas teorías alternativas marxista, procesual e, incluso, postprocesual. Además, esta postura
a la visión histórico-cultural. Las perspectivas marxistas que iba bien para aquellos que pensaban que debería existir un conjunto
se abrieron en América Latina, asumieron la idea de que el de datos unívocos, compartidos por todas las posiciones teóricas,
procedimiento planteado por Willey y Phillips era correcto y la con la inalidad de evaluar a las teorías y elegir, de forma racional,
teoría desarrollada por Karl Marx estaba en el último paso de la a la que resultara la mejor. En esa perspectiva y en la práctica de
construcción del conocimiento, en el nivel de la “interpretación” la arqueología mexicana, la historia cultural adquiría el carácter de
procesual. Ese fue el caso, por ejemplo, del primer intento de “teoría de la observación” (Gándara 1996, 16). La consecuencia en
formalización de una interpretación marxista, desarrollado el largo plazo ha sido que las “rutinas” de investigación, formuladas
por Julio César Olivé Negrete en su Estructura y dinámica de hace más de medio siglo, se siguen practicando de forma irrelexiva,
Mesoamérica (Olivé Negrete 1958), pero también lo fue desde las a pesar de las grandes transformaciones que han ocurrido en el
tentativas de construir una arqueología social latinoamericana pensamiento, en las tecnologías, en la ilosofía y epistemología y en
(Oyuela Caycedo, et al. 1997), de corte childeano. El proceso las prácticas cognitivas de la arqueología a nivel mundial.
cognitivo de la arqueología social, asumió la existencia del
núcleo tenaz de la historia cultural en la construcción de los datos Una de esas primeras modiicaciones en el pensamiento, y que fueron
arqueológicos, sobre el cual se agregaba la capa interpretativa concurrentes para la geografía humana y para la arqueología, fue
adicional de corte marxista (López Aguilar 2001). la búsqueda de una cientiización por medio de los planteamientos
de la ilosofía analítica. El resultado en ambas disciplinas, fue la
Esta situación no es de extrañar, pues los pasos metodológicos emergencia de la nueva geografía y la nueva arqueología (Wagstaff
expresados por Vere Gordon Childe y los niveles de interpretación 1991). La nueva arqueología, también conocida como “arqueología
que describe se encuentran muy cercanos a los de la historia explícitamente cientíica” (Watson, LeBlanc y Redman 1974,
cultural, pero bajo la idea de que la arqueología es historia. En un 41), modiicó a lo largo de la década en que estuvo vigente, la
texto escrito en la década de los años cincuenta del siglo pasado, percepción sobre el dato arqueológico. Si bien Lewis Binford fue el
airmaba: “La arqueología es una ciencia clasiicatoria […] arqueólogo que aportó de forma explícita las líneas generales de esta
Únicamente después de clasiicar los datos puede el arqueólogo transformación, otros autores también colaboraron en esa dirección.
1 Subrayados míos. La primera edición en inglés de la Arqueología de Campo, es de 1954.

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El texto clásico “A consideration of Archaeological Research deposicional y cultural pero, sobre todo, por las actividades llevadas
Design” es, quizá, el lugar donde Lewis Binford propuso de forma a cabo en su interior (Binford 1964, 426-430).
explícita la visión sistémica del registro arqueológico:
Michael Schiffer, en su polémica con Lewis Binford, aportó nuevos
Un sistema cultural es un juego de articulaciones constantes o elementos para el cambio en la perspectiva de la observación del
cíclicamente repetitivas entre los medios extrasomáticos sociales, registro arqueológico. La idea de que éste era una estructura fósil fue
tecnológicos e ideológicos disponibles por una población humana. La
debatida en su primer artículo “Archaeological context and systemic
context” (Schiffer 1972). La propuesta Schifferiana, plasmada en
articulación sistemica de localidades, instalaciones y herramientas
con tareas especíicas llevadas a cabo por los segmentos sociales,
lo que él llamó la Arqueología Conductual,3 supone que existen
resultan en un juego de relaciones formal-espaciales del registro
una serie de procesos de transformación -Transformaciones C- que
arqueológico. Las personas no cooperan de la misma forma cuando
tuvieron lugar durante la operación del sistema cultural y que van
desarrollan diferentes tareas. De forma similar, las diferentes
tareas no son llevadas a cabo de manera uniforme en las mismas
a dejar diferentes clases de evidencia según se trate de un lugar
localidades. Como las tareas y los grupos de cooperación varían, así de obtención de la materia prima, de transformación, de uso, de
lo hacen los implementos y las instalaciones (Binford 1964, 426).2 abandono o de descarte y que, una vez abandonado el sitio, entran
en acción procesos de formación del contexto que modiican las
distribuciones espaciales de los artefactos (Schiffer 1976).
Esta relación entre el sistema cultural total y el registro arqueológico
llevó a Binford a proponer que el registro arqueológico puede Los procesos de abandono, junto con los procesos de curaduría
considerarse com un “fósil” de la operación de una sociedad extinta, (mantenimiento de las instalaciones) llevaron a relexionar sobre
producto de la “pérdida, ruptura y abandono de implementos el lugar en que se encontraban los artefactos relacionados entre
e instalaciones en diferentes localidades, donde los grupos de sí, identiicados con el neologismo área de actividad. La primera
estructura variable realizaron las diferentes tareas” (Binford 1964, imagen que emergía era que en lo general todos se encontraban en el
426) y, por lo tanto, la correcta observación y registro de las lugar de uso, es decir, que los agentes sociales dejaban los artefactos
agrupaciones de clases formales de artefactos debería permitir no y los objetos con los que se relacionaban en el lugar en los que
sólo el reconocimiento de las diferentes actividades llevadas a cabo eran utilizados y que el registro de su distribución daba una imagen
por el grupo, sino también otras estructuras como el parentesco, la adecuada de las tareas realizadas, en algo que Binford caliicó como
economía y la política (Binford 1964, 218). la “premisa Pompeya” (Binford 1981).
El principal cambio derivado de la perspectiva sistémica del contexto Los nuevos términos emanados de la arqueología conductual, como
arqueológico tuvo que ver con dejar atrás las investigaciones que “basura de facto”, trataban de dar cuenta de la distribución de los
se iniciaban a escala de sitio y las observaciones estratigráicas de artefactos en el contexto y en ellos subyacía la idea de que habían
tipo vertical, para hacer énfasis en las distribuciones horizontales sido dejados, en el momento del abandono, en el lugar donde se
de los artefactos, sitios e instalaciones. En esa dirección, el realizaban las actividades y que, ampliando la escala, esto habría
conocimiento del sistema cultural debería empezar con la escala sido así para todo el sitio. La respuesta que signiicaba entender
regional, observando sus relaciones con su entorno ecológico. A los procesos de abandono y lo que culturalmente tuvo lugar en ese
partir de ahí, la excavación debería tomar en cuenta que los sitios momento sólo expresaron una respuesta parcial a un dilema que
muestran variaciones en su contexto deposicional y por su historia
3 Una mala traducción. En castellano Behavioral Archaeology debería traducirse como
2 Traducción y subrayados míos. Arqueología del Comportamiento.

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Los elementos posteriores ofrecen un término ante quem (es decir,
siempre está presente en la observación del registro arqueológico: una fecha antes de la cual los elementos anteriores deben haberse
¿qué representa lo que observo? ¿Es una asociación signiicativa? depositado) para todos aquellos elementos que puedan mostrarse
¿La relación espacial de los artefactos entre sí y con su locación como anteriores. Por ejemplo, si una serie de estratos está sellada
representa un momento del pasado? por un mosaico indudablemente del siglo IV d. C., entonces, todos
Sorpresivamente, una mirada distinta provino de los excavadores
los estratos bajo él deben ser del siglo IV o anteriores. Del mismo
modo, si un muro puede fecharse por sí mismo por sus (Varela 1990)
que relexionaron sobre su práctica cognitiva. Derivado del trabajo
de Sir Mortimer Wheeller, el inglés Phillip Barker recapacitó,
características arquitectónicas, entonces todos los estratos que han
sido cortados por la cimentación del muro reciben un término ante
desde las ideas procesuales y con la experiencia de la arqueología
quem (Barker 1977, 194).5
de salvamento, sobre la metodología de excavación. En la primera
edición de su libro The Techniques of Archaeological Excavation Con estos dos términos, la excavación dio un paso hacia el problema
en el año de 1977, propuso no sólo que la excavación es un del fechamiento y abrió una pequeña rendija a un cierto principio de
experimento irrepetible y que, por lo tanto debe estar orientada incertidumbre. Sin embargo, la crítica hacia la visión sistémica de la
con base en problemas, sino que introduce el principio de que la relación entre cultura (sociedad) y contexto arqueológico, provino
excavación debe realizarse removiendo y registrando los estratos de Ian Hodder, quien abandonaba su postura procesual como
o rasgos, en el orden inverso en el que fue depositado, en un consecuencia de sus investigaciones etnoarqueológicas entre los
área lo más extensa posible. (Barker 1977, 54). Los registros en Baringo. En el prefacio a su trabajo destacaba que “La arqueología
secciones acumulativas y el dibujo en planta de los hallazgos sobre ya no tiene que ser ‘nueva’ y unidireccional, ni presentar un frente
pisos y otras supericies estratigráicas los desarrolló con miras a unido. Tiene la madurez necesaria para tolerar la diversidad, la
representar las asociaciones signiicativas de los objetos culturales controversia y la incertidumbre” (Hodder 1988, 10). Las tesis
entre sí y con sus instalaciones, para dar cuenta de las actividades centrales de este libro eran:
realizadas, sin perder el control estratigráico, una vez que se 1) Que la cultura material estaba constituida de manera signiicativa,
eliminaron los muros testigos para dar paso a una visión horizontal 2) que era necesario que el individuo formara parte de las teorías
(Barker 1977). dela cultura material y el cambio social y, 3) que pese a la existencia
Llama la atención que fue hasta veinte años después de la compulsión independiente de la arqueología, sus vínculos más estrechos los
originada en los años cincuenta por obtener fechamientos absolutos tenía con la historia (Hodder 1988, 14).
de manera sistemática, que se hace la primera relexión acerca del La primera idea destacaba que la relación entre los restos materiales
signiicado de esos fechamientos por medio de la introducción de y el comportamiento humano no eran solamente de tipo causal o
los términos ante quem y post quem. El término post quem establece su relejo directo, sino que se interponían las ideas, creencias y
que “un objeto fechable, como una moneda, u otro hallazgo, como signiicados culturales y que, por lo tanto, había que tomar en cuenta
una muestra de radiocarbón sólo da la fecha en la que, o después la dimensión simbólica. Esta dimensión formaría parte de las que
de la que, el estrato fue depositado”4 (Barker 1977, 193). Por su Schiffer denominó Transformaciones C: “Si la cultura material, toda
parte, cuando estructuras o estratos son cubiertos o cortados por ella, tiene una dimensión simbólica tal que afecta a la relación entre
elementos posteriores: una comunidad humana y las cosas, entonces toda la arqueología,
económica y social está afectada” (Hodder 1988, 16).
4 Traducción mía. 5 Traducción mía.

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El trabajo de Hodder reiteraba algo que ya estaba en la mente del por los juicios y saberes propios de un determinado horizonte
arqueólogo de ese momento, que los artefactos aislados no producen cultural y culmina en diversas interpretaciones de ese mundo real.
información, sino que ésta se genera desde la relación de los objetos Los errores de percepción sólo pueden ser corregidos mediante un
con contextos y, por lo tanto, el signiicado de un artefacto en un lugar acto relexivo y consciente sobre la percepción y la realidad, lo cual
es distinto al de su colocación en otro ámbito. De esta forma, uno permitiría generar nuevas comprensiones de lo interpretado.
de los principales objetivos de la metodología arqueológica debería
ser la demarcación de los contextos, a partir de una deinición del Desde esta perspectiva, tiene razón Lester Embree cuando airma
investigador que permita acotar sus límites, es decir, hasta dónde que los alineamientos de muros, restos de material lítico y cerámico
alcanzan a existir asociaciones signiicativas que el arqueólogo o un montículo, no son el dato arqueológico, son el mundo real.
tenga que registrar, y se interroga si en un cementerio, por ejemplo, Aún la conciencia de que esos restos culturales son producto del
el contexto de un objeto incluye el cuerpo, la tumba, un grupo de pasado y la conciencia de que a partir de ellos se puede conocer los
tumbas, el cementerio o la zona donde se encuentra el cementerio. La “modos de vida antiguos” o la historia, no hacen de ellos un dato
respuesta, airmaba Hodder, debe generarse desde los datos mismos arqueológico (Embree 1992, 170-172). De hecho, en la experiencia
(Hodder 1988, 18). de la vida cotidiana de una gran cantidad de personas, esos niveles
de conciencia suelen ser comunes en diferentes grados.
Esta primera propuesta de una acción relexiva del investigador, la
refuerza más adelante cuando airma que “antes de medir y comparar Efectivamente, alcanzar el nivel de conciencia sobre los antiguos
objetos, debemos decidir qué son […] lo que se mide depende de la modos de vida no es exclusivo del arqueólogo. Muchos trabajadores
percepción [… y] que no puede haber instrumentos independientes entrenados en la investigación arqueológica de campo han aprendido
de medición, dado que la metodología misma depende de la teoría” la conciencia de la presentación, incluidos los contextos más
(Hodder 1988, 29-30). complicados con los que se puede enfrentar el investigador. Sobre
él, su conciencia de representación les permite, con las habilidades y
Es necesario distinguir, entonces, entre el mundo real y el dato gestos aprendidos de los arqueólogos, no sólo excavar, sino también,
arqueológico. La realidad es percibida por el ser humano mediante dibujar plantas, secciones acumulativas, fotograiar, destacar
su corporeidad y sus preconcepciones. El cuerpo humano percibe, el los rasgos relevantes, describir y registrar, con la conciencia de
cerebro interpreta, de forma tal que, como señala Varela, no existe un representación de antiguos modos de vida, que les permite, incluso,
acto primigenio donde no exista un círculo cognitivo de percepción- generar algunas interpretaciones sobre lo que están excavando.6
interpretación:
6 Dos ejemplos: En las excavaciones realizadas en el sitio arqueológico del Zethé por
Cada vez que intentamos rastrear los orígenes de una percepción el Proyecto Valle del Mezquital de la ENAH entre los años 1992-1993, (López Aguilar
o de una idea chocamos contra un fractal que permanentemente 1994) uno de los trabajadores, Félix Mejía, comentó que los cuchillos de obsidiana
encontrados ahí no eran del yacimiento de Sierra de las Navajas, ya que la obsidiana
retrocede ante nosotros. Donde investiguemos tropezamos contra la de este lugar es verde y la de la ofrenda era negra. El argumento más soisticado lo
misma multiplicidad de detalles y vinculaciones recíprocas. En todos hizo de don Nicolás Dimas, quien en las excavaciones del Pahñú (1991-1999) (López
los casos se tata de la percepción de una percepción, etc., o de la Aguilar, Fernando; Morett Alatorre, Luis; s/f) señaló que el ediicio excavado pudo
descripción de la descripción de la descripción. En ningún momento haberse incendiado entre febrero y abril. Al observar los restos de ceniza (que, por
sus características texturales, interpretaba que era de pasto) y las huellas quemadas
podemos arrojar un ancla y decir: De aquí partió esta percepción y de los pisos, airmó que, 1) el techo de la estructura había sido de pasto, como
de esta manera se desarrolló. (Varela 1990, 261). los que usaban tradicionalmente los otomíes en sus casas, 2) el techo requiere un
mantenimiento constante cada doce años, aproximadamente, 3) una vez abandonada
El conocimiento del mundo real se realiza mediante una cadena de la casa, el techo se seca por la falta de mantenimiento, 4) la falta de mantenimiento
hace que el techo sea susceptible a los incendios, 5) es durante la temporada de
interpretaciones que se origina con la percepción y observación, transita
secas, entre febrero y abril, cuando ocurren los incendios en las casas abandonadas.

248 249
El dato arqueológico son representaciones (Embree 1992, 171), en últimos cincuenta años de la teoría arqueológica. Por otro, la
el sentido original de volver a presentar, hacer presente algo con capacidad y habilidad de dibujar, fotograiar, describir o de utilizar
palabras o iguras o cualquier otro medio (Real Academia Española cualquier medio para construir una representación que destaque lo
1970, 1143). Se trata de cómo el segmento del mundo real que que al investigador le interesa de esa realidad material, incluyendo
el arqueólogo ha privilegiado para conocer el pasado, es vuelto a aquí, las lamantes tecnologías de información y comunicación
presentar (re-presentado) mediante dibujos, fotografías, videos, (TIC).
planos, posicionamiento en mapas, plantas, secciones, entradas en
el diario de campo, descripciones, cédulas de registro, etc., para ser El primer tipo de saber está relacionado con lo que Lester
compartido con la comunidad académica y para iniciar, desde ahí, Embree llama la conciencia lingüística (Embree 1992, 173) y
una cadena de representaciones e interpretaciones. supone la forma en que la teoría es relexionada y aplicada en la
descripción y se plasma en forma de texto en el diario de campo
Lester Embree llama a este primer acto cognitivo de la arqueología y en el informe o a través del llenado de cédulas de registro,
la conciencia de presentación, que conigura la distinción de objetos aunque éstas, normalmente, suelen acotar la observación relexiva
y evidencias (tiestos, lítica, muros, etc.) que el arqueólogo percibe y del investigador. El segundo tipo puede dividirse en conciencia
que le permiten generar una conciencia de representación de restos pictórica, cuando existe una gran semejanza entre la representación
culturales que, a su vez, le permiten una conciencia de representación y lo representado y conciencia indicativa, cuando no existe esa
de antiguos modos de vida. La observación arqueológica y la semejanza (Embree 1992, 172-173).
construcción de datos tiene lugar mediante este acto relexivo y
La capacidad del investigador de construir sus datos por medio de
Puede ser realizado en el sitio, donde las representaciones de los restos
la representación hace que no exista una objetividad completa en el
dato, pues siempre se encuentra presente el ojo del observador. Es
pueden ser comparados con los restos conforme son percibidos, pero
la realidad “iltrada” por la mirada experta del investigador que en
puede también ser ejecutado posteriormente, así se haya realizado o
no una colecta de los restos culturales. Si el sitio no fue excavado,
el acto del registro hace presente su saber teórico y sus habilidades
modiicado o destruido, es posible regresar posteriormente a él para
corroborar si se hizo una representación correcta del dato. Si fue
para representar esa realidad.
alterado, entonces aún se puede conocer lo que existía, pero sólo El arqueólogo se distingue de las demás personas que pueden
sobre la base de la conciencia del dato arqueológico, que no son los alcanzar niveles interpretativos sobre el pasado porque, en primer
restos culturales (Embree 1992, 171).7 lugar, realiza una práctica sistemática y relexiva sobre la observación
arqueológica, es decir, relexiona críticamente sus saberes teóricos y
Un conjunto de habilidades y conocimientos conluyen en este acto sus habilidades prácticas para perfeccionar sus técnicas de percepción
primigenio de la construcción de datos y que tiene que ver con el saber y registro durante el proceso de investigación y porque, además,
hacer de la arqueología: los saberes teóricos y los saberes prácticos. tiene un pensamiento arqueológico (compuesto de proposiciones,
Por un lado, están presentes las nociones que se tienen sobre los modelos, teorías) que conducen su interpretación sobre el pasado (v.
artefactos y demás restos materiales culturales y no culturales, sobre nota 7), se trata del segundo nivel de los componentes estructurales
el contexto arqueológico y la asociación, los procesos de abandono de la investigación arqueológica de Lester Embree (Embree 1992,
y las Transformaciones-C y sobre estratigrafía, así como los demás 171), que es relexionado sistemáticamente, en tanto que afecta el
conceptos y términos teóricos que se han discutido durante los nivel de la observación arqueológica.
7 Traducción mía.

250 251
El nivel de las proposiciones, los modelos y las teorías incide en la
interpretación arqueológica, en la medida en que las interrogantes Hoy, el contexto arqueológico y la estratigrafía se miran de manera
de investigación rompen con los criterios prestablecidos de diferente a como se hacía hace cincuenta años. Por un lado, las
observación en la búsqueda de respuestas. Otro círculo fractal teorías procesuales abrieron un nuevo marco de observación e
tiene lugar, en tanto que toda observación es acompañada por el interpretación concibiendo el contexto arqueológico como sistema
pensamiento o, en el caso más ligero, afectada por él (Embree y, por otro, la arqueología postprocesual agregó a los procesos que
1992, 175). El hecho de que el pensamiento acompañe y afecte dan origen al contexto arqueológico, la presencia del individuo y
a la observación ha permitido a los investigadores observar la de otros agentes humanos, del azar y de los símbolos. Con ello, las
observación arqueológica de forma diferente y a crear expectativas nociones sobre el contexto arqueológico, se modiicaron, agregando
novedosas que derivan en nuevas formas de registro, nuevas nuevos componentes que están presentes, desde la perspectiva
habilidades, gestos y diferentes saberes teóricos. Las teorías de alto teórica, en su observación y, en la práctica, nuevos gestos y nuevas
nivel, las interrogantes que de ellas se generan y la observación formas de representación.
arqueológica, están íntimamente relacionadas. Muy cercano a la obra de Philip Barker, se encuentra el trabajo
Lester Embree describe este proceso en un suceso que ha pasado de Edward Harris quien destacó que la estratigrafía arqueológica,
desapercibido para la historia de las teorías arqueológicas, el derivaba del hecho de que el hombre, al hacer su aparición en la
trabajo de Gordon Willey en el Valle de Virú, que signiicó un gran tierra, produjo una revolución en los procesos de estratiicación ya
cambio en la arqueología: que inició la producción de artefactos, deinió áreas preferenciales
de uso de la supericie y excavó y rellenó lugares, alterando la
Gordon Willey, deinitivamente, hizo un gran trabajo pensando por estratigrafía natural. Con el hombre, daba inicio la estratigrafía
sí mismo y pensando en comunicación con Ford, Steward y otros arqueológica, muy lejana de la teoría estratigráica de la geología
arqueólogos, antes, durante y después de que estuvo en el Valle de (Harris 1991, 12).9
Virú. Esto, junto con su observación y sus primeras experiencias en
No es este el lugar para plantear lo que ha signiicado la teoría
estratigráica de Edward Harris para el conocimiento arqueológico,
campo pudieron haberlo motivado a colectar datos y a observar los
antiguos modos de vida de una manera diferente a la que él y otros
sino destacar algunas implicaciones que tiene en la observación
lo habían hecho con anterioridad. El pensamiento, entonces, pudo
arqueológica. En primer lugar es importante destacar que, mientras
haber estado entre los motivos para construir nuevas expectativas
de observación que aquellas con las que originalmente fue a Perú en
más distinciones se crean en la observación, más detalles se
1946 (Embree 1992, 175).8 construyen en las cadenas interpretativas, y el número de estratos
que son deinidos para la estratigrafía arqueológica y, por lo tanto,
observables, es mayor que el de una excavación “normal”, ya que se
incluyen las interfacies, es decir, las supericies de los estratos que
Los diferentes niveles de las teorías se hacen presentes en el momento
tienen la propiedad de ser estratos bidimensionales. Estas interfacies
de la observación arqueológica, pero las teorías pueden iluminar un
pueden corresponder con la supericie original del estrato, o ser
segmento del mundo real aunque, a su vez, oscurecen otras partes.
Por eso, “el mundo real limita de hecho lo que podemos decir de
creadas por la destrucción o alteración de un estrato prexistente.
(Harris 1991, 85-103).
él, […] el concepto de ‘datos’ implica tanto el mundo real como
nuestras teorías sobre él” (Hodder 1988, 30).

8 Traducción mía. 9 La primera edición de Principles of Archaeological Stratigraphy, fue en 1979.

252 253
La estratigrafía es la única herramienta que nos permite conocer tuvieron? Se trata de las secuencias multilineales, ante las cuales no
las lechas de tiempo por medio de la secuencia de deposición de existe una solución certera de antemano. La propuesta de Harris es
los estratos o de elementos interfaciales, con fundamento en las por medio de las permutaciones que establecen el número total de
relaciones de superposición, considerando que sólo existen dos tipos combinaciones y así se “deiniría el cambio del orden cronológico de
de acción o actividades, las de construcción y deposición de estratos las unidades estratigráicas de las diferentes secuencias, siendo cada
y las de destrucción o excavación. La secuencia estratigráica permutación una coniguración diferente de las unidades y que no
permite, entonces, la creación de una secuencia de fases y periodos entra en contradicción con las relaciones estratigráicas registradas”
(Harris 1991, 146-164). Los artefactos y objetos pueden fechar un (Harris 1991, 177-178).10
estrato sólo si se considera que el estrato puede ser contemporáneo o
Las permutaciones generan diferentes historias alternativas posibles,
posterior al objeto más tardío que se encuentre dentro de él, siempre
todas equiprobables. Pero, más allá del procedimiento relexivo que
y cuando se haya demostrado que es un objeto original, es decir
“cuya manufactura data de la misma época de formación del nivel
permitirá eliminar algunas historias imposibles mediante el análisis
en que se depositaron. Se considera, pues, que estrato y objetos son
de las secuencias y de los artefactos que contienen los estratos, el
contemporáneos” (Harris 1991, 166). Por contraste, los hallazgos
problema que emerge es análogo al famoso dilema Duhem-Quine
sobre la subdeterminación empírica de las teorías (Reale y Antiseri
residuales son aquellos que corresponden a una época anterior a la
1992, 135) cuya respuesta rebaza la racionalidad lógica. Sólo el
formación del estrato y los iniltrados son los que pertenecen a un
buen sentido, derivado de la relexión crítica y de la experiencia
período posterior (Harris 1991, 166).
lúcida, que desecha las pasiones y los intereses (de Velasco 1995)
Sin embargo, lejos de las certezas, el arqueólogo debería relexionar podrá dar una respuesta a la historia que, desde la perspectiva del
cuál es la fecha que le corresponde al artefacto encontrado en el investigador, resulta la que fue la más probable en el sitio excavado
estrato para decidir sobre cualquier posible intrusión, ya que los y corresponderá a su ética señalar en el informe o en la publicación
objetos poseen diferentes fechas: la de fabricación, la “durable” o que existen otras posibilidades de interpretación de la secuencia
de uso y la de deposición (Harris 1991, 172-173). Una solución es el multilineal.
análisis de los hallazgos de un depósito simple y compararlos con los
Desde esta perspectiva, el tiempo no es una lecha monótona
otros que estén contenidos en la secuencia estratigráica, colocando
las fechas en la secuencia estratigráica para establecer aquellos que
que discurre pausadamente de una fase a otra, sino que puede
expandirse y contraerse de acuerdo a como se considere la sucesión
pueden ser originales y residuales, aunque la incertidumbre puede
mantenerse. A in de cuentas, la arqueología vuelve a descubrir que
de estratos: por ejemplo si tres estratos aparecen encima de un solo
estrato subyacente, el tiempo estratigráico es más acelerado si el
el fechamiento sólo puede ser relativo: antes de… después de...
investigador considera que los tres se depositaron al mismo tiempo,
Todo esto sería simple si la secuencia estratigráica fuera de tipo mientras que el tiempo se expandirá si interpreta que se depositaron
unilineal, es decir un estrato seguido de otro, una situación que secuencialmente de forma diferenciada.
nunca ocurre en una excavación de área o de tipo extensivo, pero
Sobre las interfacies suelen desarrollarse las actividades humanas,
que es muy frecuente en los pozos estratigráicos y cuando se
ya sean verticales (paredes, muros) u horizontales (supericies,
excava por niveles métricos. En las excavaciones de área es común
pisos). Nuevamente, las evidencias que se encuentren sobre ellas
que sobre un estrato se encuentren dos o más estratos y a partir de
cada uno de ellos se desarrolle una secuencia. ¿Cómo saber si todos 10 Por ejemplo, si sobre la supericie de un estrato se encuentran tres estratos, la
se depositaron al mismo tiempo o la secuencia de deposición que combinatoria sería tres factorial (3!=3x2x1), es decir, seis secuencias alternativas
posibles.

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aparecen como un solo evento que, por su colocación estratigráica En el nivel de la representación, como datos, el registro de las
es contemporáneo o posterior a la interfacie. Normalmente, interfacies muestra un conjunto de puntos y manchas sobre el plano
siguiendo ielmente la premisa Pompeya, los arqueólogos suelen cartesiano. Sin embargo, desde el acto mismo de la percepción,
interpretar las evidencias como un hecho que ocurrió cuando la en excavación, existen muchas decisiones que se toman con
supericie se encontraba en el uso original o en el mismo momento fundamento, con criterio o por mera intuición. Hay algo en ese acto
en que fue construida. Por ejemplo, los objetos que se encuentran primordial que permite discernir y que normalmente se ha llamado
“buen sentido”, la phronesis aristotélica, que será importante para
sobre un piso se asumen como elementos en relación funcional y
la interpretación de los ordenamientos. Las buenas razones, la
se les suele interpretar como un área de actividad contemporánea
crítica y la autocrítica en ese proceso, resultan cruciales para la
con el tiempo de uso del piso.
decisión que se tome para la transformación de la percepción en
La relexión sobre las circunstancias del abandono podría romper representación (López Aguilar 2003, 67).
con esta idea, si se toma en cuenta que el grupo que ocupó el
lugar originalmente pudo haber dejado ciertos objetos, que si el Existe otro tipo de contextos a los que podría denominársele como
ediicio no fue derribado intencionalmente por sus ocupantes éste “cápsulas de tiempo”. Se trata de conjuntos de estratos, interfacies
tardó en colapsarse y que, por lo tanto, otras personas pudieron y elementos interfaciales, en los que un conjunto de objetos y
haber ocupado el espacio y dejado objetos y residuos distintos, así restos son depositados de forma intencional sobre una interfacie
como reciclado, extraído y movido las disposiciones originales previamente construida, por ejemplo, las llamadas ofrendas y
de objetos que se encontraban alí. Inclusive, la intrusión y las los enterramientos humanos. En una situación normal, el tiempo
actividades de los animales en el espacio abandonado usado como transcurrido entre la construcción de la interfacie (la supericie de la
refugio, puede modiicar las disposiciones y agregar rastros tales fosa) hasta la colocación del último objeto, su relleno y sellado, se
como huellas de fosfatos. realiza en tiempos muy cortos. Nuevamente, la correcta observación
y representación permiten elaborar secuencias de tiempo que pueden
Dicho de otra manera, “las interfacies de abandono […] nos pensarse en términos de horas o días e, incluso describir el orden de
presentan en un solo plano las distintas dimensiones del tiempo colocación de los objetos y su secuencia posible, lo que permitiría
y los procesos ocurridos hasta que fue cubierta por otro estrato” una primera aproximación a una parte del proceso ritual que tuvo
(López Aguilar 2003, 66). Esto signiica que la correcta observación lugar. Un intento de este tipo fue realizado para la comprensión
y representación de esos contextos y de su estratigrafía, nos de una ofrenda localizada en el sitio Sabina Grande en el Valle del
permitirían hablar con buen detalle de las actividades realizadas Mezquital, utilizando los principios estratigráicos de Harris, la
sobre esa supericie en un tiempo acotado, el que discurre entre hermenéutica y las tradiciones otomíes (Olivares Orozco 2004).
las últimas actividades previas al abandono hasta que la interfacie
es cubierta y, con ello, el tiempo observado adquiere una forma Harris ha señalado, siguiendo a Stephen Jay Gould, que “las
distinta a la que se tiene con la observación de estratos en sí. Sin ‘unidades de estratiicación’, arqueológica representan un aspecto
embargo, el dilema de discernir cómo y cuándo fueron colocados arqueológico del ciclo del tiempo, son de carácter universal y se
los objetos, parece acercarse, nuevamente a una respuesta de tipo hallan en todos los yacimientos arqueológicos del mundo” (Harris
factorial, a la acción relexiva y lúcida del investigador al analizar 1991, 68). Sin embargo, los “hilos de la diferencia” permiten
sus relaciones artefactuales. Como he señalado en otro lugar: reconocer la historia, es decir, la interpretación de un yacimiento
proporciona la lecha del tiempo, la dirección histórica de la
estratiicación (Harris 1991, 67-68). Con una mirada más detallada,

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la lecha del tiempo que se observa en la estratigrafía arqueológica,
no es monótona ni direccional: se expande y se contrae, presenta
periodos monótonos e invariantes y otros ricos y diversos, a veces
tiene muchos detalles para periodos cortos de tiempo, a veces poca
información para un largo periodo, se bifurca, multifurca y se hace
unilineal e, incluso, en tanto no exista un proceso deposicional o
actividad, muestra instantes de tiempo cero. Esta visión del tiempo
expresa una naturaleza fractal con vórtices, remolinos, momentos
de stasis y expansiones (Briggs y Peat 1999, 172-179) y constituye
un primer momento de observación-representación-interpretación
arqueológica (López Aguilar 2011, 365-366).
Esta es la naturaleza compleja del dato arqueológico, subjetivo y
objetivo, en tanto que es la realidad representada con las herramientas
teóricas, gestos y habilidades del investigador inmerso en el propio
contexto sociocultural actual (Hodder 1988, 30-31), que permite
sentar las bases de un nuevo nivel de representación-interpretación,
sobre la base de una visión del orden por luctuaciones, de la no
linealidad en la evolución humana (López Aguilar 2011, 366) que
hoy puede ser observada con sutilezas insospechadas décadas atrás.
Los términos agencia humana compleja, criticalidad autoorganizada
e incluso sistemas alejados del equilibrio, que tienen una naturaleza
fractal, no suenan así tan alejados de la evidencia arqueológica.

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