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Liceo Pedro Aguirre Cerda

“Símbolo de un esfuerzo renovado”


Departamento de Historia, Geografía y Ciencias Sociales
Profesor: Javier Navarro A.

Unidad 3: LOS DESAFÍOS DE INSERTARSE EN UN MUNDO GLOBALIZADO: CHILE Y SUS


REGIONES FRENTE A LA ECONOMÍA Y LOS PROBLEMAS GLOBALES

Objetivos de aprendizaje (Bases Indicadores de evaluación


curriculares) (Habilidad +saber específico a desarrollar en la
guía)
Reconocer y valorar los compromisos que ha Identifican las transformaciones del
asumido el Estado de Chile en materia de concepto de ciudadanía
Derechos Humanos y en la progresiva Relacionan la transformación de
consolidación de un orden jurídico internacional, Opinan fundamentadamente sobre las
además de evaluar críticamente los desafíos aún transformaciones globales de la
pendientes en esta materia. ciudadanía.
Conceptos claves
Ciudadanía, global, globalización.

Ciudadanía global: una fuerza nueva y vital

Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República de Chile en la Asamblea


General de las Naciones Unidas, 21 de septiembre de 2016.

La idea de ciudadanía global tiene raíces históricas muy antiguas, pero en su


construcción actual ha tenido un rol muy importante el proceso que va desde la
creación de Naciones Unidas en 1945 y la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948, con la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y
el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático en 2015. Es precisamente un
periodo de aprendizajes, de tragedias y progresos, donde ha ido madurando la
idea y las instituciones que apelan a una dignidad intrínseca, universal, de la
persona humana.

De este modo, tanto en la Carta de Naciones Unidas como en el propio


preámbulo de la Declaración Universal de 1948, se plasma el inicio del “…
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana” los cuales hoy son
nuestros estándares mínimos para el entendimiento en el concierto
internacional, y que podemos llamar cimientos fundadores del actual ciudadano
global.

En esta trayectoria por tanto, los más de 70 años de Naciones Unidas han sido
clave para el que el concepto pudiera madurar, adaptándose a la realidad de la
globalización en sus distintas facetas. Y hoy la entendemos como un tipo de
ciudadanía que trasciende el espacio de lo nacional, se sustrae de un ámbito
identitario y/o territorial específico, y abraza una ética global en constante
desarrollo.
Se trata de una ciudadanía que se despliega en diversos niveles, ámbitos y
momentos, sin tener un único marco institucional de referencia. En el nuevo
orden mundial ella busca ampliar sus alcances y ejercer un rol democratizador
las decisiones públicas que puedan afectar severamente los aspectos básicos
de nuestras sociedades, especialmente de la vida concreta de las personas,
especialmente de las minorías y grupos postergados. Las luchas de los
ciudadanos globales se despliegan sin límites ni distinciones geográficas, y van
más alla de las esferas tradicionales de poder. Su objetivo es defender la
dignidad humana y promover la responsabilidad social o la solidaridad
internacional, en la cual la tolerancia, inclusión y reconocimiento de la
diversidad no sólo ocupa un lugar central de su discurso, sino también de su
práctica, lo que se refleja en la multiplicidad de actores involucrados en las
acciones de ciudadanía global.

Esas acciones están teniendo efectos reales. La “Global Citizenship


Commission” en su informe de 20161 establece una taxonomía relativa a la
evolución de los derechos asociados a la dignidad universal consagrados en los
derechos humanos. Si bien su trayectoria no ha sido siempre progresiva,
debiendo enfrentar severos retrocesos, su aceptación general se ha
consolidado. Y a su amparo se han desarrollado otros conceptos e instituciones
que buscan preservar y fortalecer su legado, ampliando su rango, profundidad y
cobertura.

En este punto quisiera detenerme brevemente, en mi calidad de ex Directora


Ejecutiva de ONU Mujeres, para destacar la importancia del concepto de
ciudadanía global, y de la educación de ciudadanos globales activos, como un
factor de cambio positivo para el avance en el derecho y la promoción de la
participación de las mujeres en la vida pública.

Sabemos que la deuda jurídica en este ámbito sigue pendiente y que queda
muchísimo por hacer para alcanzar la equidad de género, el empoderamiento
económico de la mujer, y erradicar el abuso y violencia contra mujeres y niñas.
Sin embargo, el trabajo cooperativo del sistema multilateral y la ciudadanía
global, han establecido parámetros culturales en los que, por ejemplo, la
posibilidad que una mujer ocupe puestos de liderazgo y toma de decisiones, se
haya normalizado socialmente. Y esto se ve especialmente reflejado en nuestra
Organización en el compromiso que ha demostrado el Secretario General
Guterres con la paridad de género.

Esta historia reciente nos permite hablar del surgimiento de un nuevo


paradigma del orden internacional. El descansa en  la reconfiguración de ejes
ciudadanos y de poder, y nos ha llevado a incluso, desafiar la noción tradicional
de seguridad, con el surgimiento del concepto de seguridad humana. A partir de
él se postula que el referente adecuado para la definición de seguridad debe
ser el individuo y no el Estado. También de él se ha derivado el concepto de la
Responsabilidad de Proteger adoptado en 2005 en la Cumbre Mundial,
entendida como la responsabilidad –ética- colectiva internacional de actuar
ante atrocidades masivas y de proteger a las poblaciones del genocidio, los
crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad.

De este modo, y gracias a esta secuencia histórica de constante empuje y 


cambios, se logró la adopción de la Agenda de Desarrollo 2030 y Acuerdo de
Paris el 2015.

Estos marcan un precedente para el compromiso global de implementar una


agenda global de desarrollo. Ella está compuesta de tres elementos
interconectados, que posibiliten el desarrollo sostenible: crecimiento
económico, inclusión social y protección ambiental. Se trata de un proyecto
ambicioso, negociado al alero de Naciones Unidas y con participación
ciudadana, de carácter universal y transformador que busca erradicar la
pobreza y construir un mundo equitativo poniéndose el plazo de aquí al 2030.

De la misma forma el Acuerdo de Paris se erige como un hito en los esfuerzos


globales para fortalecer la respuesta a la amenaza del cambio climático. El
propósito de todos quienes firmamos es reducir considerablemente los riesgos
y efectos que significan el aumento global de la temperatura. Ellos amenazan al
planeta con la acidificación de los océanos, acabando con ciclos de la vida
marina; con el aumento del nivel de las aguas, poniendo en riesgo la existencia
de pequeños estados insulares o llevando fenómenos meteorológicos
exacerbados a zonas que los desconocían, causando desplazamientos
humanos o incluso, crisis humanitarias. Este compromiso global nos llevó a
crear una nueva legislación medioambiental en Chile, país es especialmente
vulnerable a desastres naturales.

Mirando esta historia podemos estar esperanzados de sus avances futuros. Es


cierto que falta aún mucho por lograr, pero contamos con una fuerza nueva y
vital: la ciudadanía global. Es por eso que el trabajo articulado entre la
sociedad y los tomadores de decisiones tradicionales, es un imperativo. Esa
alianza nos permitirá profundizar la construcción una ética global, fundada en
la responsabilidad y solidaridad universal de ciudadanos globales activos. La
cooperación debe ser inclusiva, enriqueciéndose de las diferencias regionales y
experiencias universales. Solo está mirada nos permitirá hacer frente a temas
de naturaleza y solución global. La acción humana concertada, la innovación y
la educación democrática de futuras generaciones nos permitirán sortear con
éxito desafíos que superan las capacidades de lo nacional y que amenazan
nuestra sobrevivencia como especie.

Desarrolle, en una hoja aparte, las preguntas planteadas en función del texto leído.

1.- ¿Por qué cree usted que se dice que las luchas de hoy no tienen fronteras? Explique

2.- ¿Qué deudas pendientes hay en el mundo, respecto a la equidad de género?


3.- ¿Por qué se habla de la existencia de una “agenda global de desarrollo”? ¿Qué ejes tiene esa
agenda?

4.- ¿Por qué el cambio climático es un desafío para los ciudadanos globales? Explique

5.- ¿Por qué cree usted que se dice que la ciudadanía global es una fuerza vital para el desarrollo y
avance planetario? Fundamente en al menos 10 líneas.

6.- ¿Es necesario hablar hoy de ciudadanía global o se debe mantener la mirada de la ciudadanía
desde lo local (cada país de forma independiente)? Justifique su posición en al menos 10 líneas.

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