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DERECHO DE DAÑOS. CATEDRA “A” DR. SERGIO LEANDRO CLAPS.

UNIDAD TEMATICA 1:
1. RESPONSABILIDAD CIVIL O EXTRACONTRACTUAL

INTRODUCCION: el código civil anterior, siguiendo el código civil francés, dio origen a la responsabilidad civil y como una
respuesta del derecho privado ante daños causados a las personas y a su patrimonio por deudores culpables, ofreciendo
una reparación patrimonial en tales casos.

No se admitía la responsabilidad sin culpa y el factor de atribución de responsabilidad aplicable era subjetivo.

Pero, por efecto de la revolución industrial, que significo el comienzo del uso masivo de maquinarias riesgosas y
peligrosas, que causaron daños en trabajadores y terceros, apareció la teoría del riesgo. Esta teoría consagro un factor
de atribución objetivo, el sistema jurídico priorizaba la idea del resarcimiento a las víctimas, vista como débiles en las
relaciones sociales. A partir de la ley n° 17711/68, se incorpora expresamente en el código civil, art. 1113, la
responsabilidad por el riesgo o vicio de la cosa (factor de atribución objetivo) y donde la preocupación fundamental
recayó en los medios para alcanzar más amplia reparación de tales víctimas.

La responsabilidad civil evoluciono, prevaleciendo el concepto del daño injustamente sufrido y la garantía del
resarcimiento a la víctima. En la actualidad los estudios sobre responsabilidad civil y el derecho de daños atienden a
nuevos fenómenos y preocupaciones, dieron paso a una nueva concepción de la responsabilidad civil, donde la
prevención es ya una función central del derecho de daños.

El nuevo código establece un sistema de prelación normativa para la interpretación y resoluciones de cuestiones que
involucran la responsabilidad civil, según el cual las disposiciones correspondientes deben aplicarse de acuerdo al
siguiente orden (art. 1709 del CCYC).

a) Las normas indisponibles de este código y de la ley especial.


b) La autonomía de la voluntad.
c) Las normas supletorias de la ley especial.
d) Las normas supletorias de este código.

Se trata de una regla ordenadora, valiosa para un sistema como el nuestro, en el cual existen variadas leyes especiales
aplicables a las materias generadoras de este tipo de responsabilidad (por ej: ley del consumidor, leyes especiales
relativas a siniestros viales, a la salud, etc.).

El pluralismo jurídico consiste en la existencia simultánea de sistemas jurídicos diferentes aplicados a situaciones
idénticas en el seno de un mismo orden jurídico. (Por ej.: la legislación especial en materia ambiental).

Este artículo establece una jerarquía en la aplicación de las normas en sentido similar a la prelación que en el ámbito
contractual fija el art. 963 del CCYC.

1) La referencia de los textos a las normas indisponibles alude a las normas imperativas, que están por encima de la
autonomía de la voluntad y no pueden ser dejadas de lado por las partes. Por ejemplo: la vida, la integridad
psíquica y física no son disponibles o renunciables por lo que el consentimiento del damnificado no opera como
eximente de responsabilidad.
2) Las normas de la autonomía de la voluntad y las propias o particulares de cada tipo contractual. Se tiene en
cuenta lo que las partes acuerdan libremente y la regulación específica de cada contrato que prevalece por
sobre las normas supletorias.
3) Las normas supletorias e la ley especial y las supletorias del contrato que rigen cuando las partes no acordaron
nada. En materia de reparación del daño contractual el art. 1082, también fija un orden de prelación de las
normas: primero las propias de cada tipo contractual (por ejemplo, para la reparación de daños derivados del
transporte de personas o cosas se acude en primer lugar a las especificas del contrato de transporte, luego las
normas generales que regulan la extinción, modificación y adecuación del contrato, y finalmente las normas
generales de la responsabilidad.

LA UNIFICACION DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Y COMERCIAL: ANTECEDENTES, REGIMEN LEGAL.

El código civil de Vélez consagro un doble régimen de responsabilidad civil, en la responsabilidad contractual o por
incumplimiento obligacional, se regulaba el incumplimiento de un deber preexistente y el de la responsabilidad
aquiliana, también denominada extracontractual, de carácter residual, derivada de la violación al deber general de
no dañar a otro.

La responsabilidad derivada del incumplimiento de las obligaciones en general se regulaba en los arts. 505 a 522 y
en los arts. 616 a 624 la derivada de las obligaciones de dar sumas de dinero; la responsabilidad extracontractual o
emergente de hechos ilícitos en los arts. 1066 y ss. De este código.

Vélez adopto esta posición en el código civil, por entender que existían diferencias importantes entre los dos
regímenes: las diferencias se daban los siguientes aspectos: (mora, régimen probatorio, prescripción, extensión del
resarcimiento, daño moral, cláusulas que limitan el alcance de la responsabilidad, etc.).

Había consenso en la doctrina que las diferencias que se mantenían en el código de Vélez previo a la entrada en
vigencia del nuevo código civil y comercial, eran las siguientes: la concerniente al plazo de prescripción liberatoria, y
a la extensión del resarcimiento.

1) Prescripción liberatoria: en materia de incumplimiento obligacional, regia el plazo de prescripción decenal


ordinario, en tanto en el ámbito aquiliano el término era de dos años.
2) Extensión del resarcimiento: en el incumplimiento obligacional culposo debía repararse las consecuencias
inmediatas y necesarias del incumplimiento y en caso de incumplimiento doloso se extiendan también las
mediatas. Nunca se respondía por las consecuencias casuales.

En el ámbito de los hechos ilícitos, cualquiera sea el factor de imputación objetivo o subjetivo se respondía siempre
por las consecuencias inmediatas, en los casos de delito la responsabilidad podía extenderse también a las casuales.

Situación que modifica en el nuevo código civil y comercial, por cuanto que, se unifica el régimen de la prescripción;
se reduce el plazo genérico de la prescripción liberatoria a cinco años (art. 2560), y se unifica el plazo de prescripción
para las acciones por responsabilidad civil que prescriben a los tres años (art. 2561).

Así mismo, en lo relativo a la extensión del resarcimiento, sienta un principio general en el art. 1726, estableciendo
que, excepto disposición en contrario, se indemnicen las consecuencias inmediatas y mediatas previsibles.

Cuando se cualifica a la conducta del deudor como “culposa” debe las consecuencias previsibles al tiempo de
celebración o nacimiento del contrato; en tanto cuando existe “dolo” del deudor, extiende la reparación hasta las
consecuencias previsibles “al tiempo del incumplimiento”.

LA UNIFICACION DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL-CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL- EN EL CODIGO CIVIL Y


COMERCIAL

El CCYC trata a la “responsabilidad civil” en los arts. 1708 al 1780, situados en el libro III, título V, capítulo I, que
divide en 11 secciones.

El art. 1716 es quizá donde aparece la demostración acabada del sistema unificado. Dice que tanto el “deber de no
dañar” como el incumplimiento de una obligación, hace surgir el derecho de reclamar la reparación de un daño
causado.

Este código, comienza la regulación de dos normas fundamentales para orientar el razonamiento jurídico: la primera
establece las funciones del sistema (art. 1708) y la segunda alude a la prelación normativa (art. 1709) luego continua
con las funciones de la responsabilidad civil: función preventiva (arts. 1710 y siguientes) y resarcitoria (art. 1716)
Con la incorporación de normas expresas atinentes a la prevención del daño, la asunción del riesgo, el valor jurídico
del consentimiento del damnificado de la dispensa anticipada de la responsabilidad, de la responsabilidad colectiva y
anónima.

Llamo la atención en el proyecto, es la terminología utilizada en este capítulo “responsabilidad civil”, cuando dicha
denominación había sido sustituida por “derecho de daños” donde se engloban todas las cuestiones vinculadas al
daño: la reparación, la prevención y eventualmente la punición y el pleno resarcimiento de los daños y perjuicios. El
fundamento que da la comisión reformadora, “es que dicha denominación es manejada no solo por todos los
operadores del derecho, sino también por las personas en general”.

RESPONSABILIDAD PRE-CONTRACTUAL

Esta responsabilidad, tiene como contenido de estudio la posibilidad del resarcimiento de los daños causados en el
curso de las tratativas previas al perfeccionamiento del contrato.

Solo importa el primer momento (nacimiento), cuando las partes exteriorizan su voluntad de contratar, lo que
configura una “oferta”.

La finalidad de las partes en esta etapa es, fundamentalmente hacerse de la información necesaria sobre el negocio
que pretende llevar a cabo, evaluando su conveniencia, conociendo a su co-contratante.

El art. 990 del CCyC “libertad de negociación: las partes son libres para promover tratativas dirigidas a la formación
del contrato y para abandonarlas en cualquier momento.” Sin embargo ello debe ser obrado de buena fe y a medida
que avanza la negociación tal posibilidad se va acotando. La eventual formulación de la oferta genera una situación
jurídica diferente, que limita aún más el margen de actuación.

FUNDAMENTO DE ESTA RESPONSABILIDAD: el fundamento esencial de esta responsabilidad, gira en torno a la


violación del principio de buena fe, que impone a las partes un comportamiento leal y honesto, con probidad y
rectitud. El deber de iniciar y de mantener una negociación con seriedad.

NATURALEZA JURIDICA DE ESTA RESPONSABILIDAD : existe un deber jurídico, consagrado en el art. 991 del CCyC, y
además de las disposiciones de los arts. siguientes y algunas normas especiales.

EL REGIMEN DEL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL. LA RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL POR LA RUPTURA DE LAS
TRATATIVAS: los contratos se concluyen con la recepción de la aceptación de una oferta, o por una conducta de las
partes que sea suficiente para demostrar la existencia de un acuerdo. Los arts. 990 y 993 del CCyC regulan las
tratativas contractuales.

Por lo tanto las tratativas pro contractuales comienzan con el primer contacto entre los futuros contratantes y
culmina con la celebración del contrato en los términos del art. 971. La clave de la responsabilidad precontractual,
radica en el retiro intempestivo de alguno de los interesados, produciendo daño al otro sujeto.

PRESUPUESTO DE ESTA RESPONSABILIDAD:

a) Antijuridicidad de la conducta: se configura por la violación del principio de buena fe lo que se materializa con el
incumplimiento de múltiples deberes de conducta, ellos son: información, colaboración, lealtad, etc.
b) Relación causal y eximentes: se aplican aquí las reglas generales sobre el tema (teoría de la causalidad
adecuada), muchas veces quien se retira de las tratativas no es el “responsable” son que puede serlo otro pre-
contratante.
c) Factor de atribución: la jurisprudencia señalan que el factor de atribución es subjetivo, doloso o culposo.
d) Daño resarcible: el art 991 del CCyC dispone que “el incumplimiento de este deber genera la responsabilidad de
resarcir el daño que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, en la celebración del contrato.

EFECTOS: surge de la obligación de reparar los daños surgida de la frustración del acuerdo debe ser de carácter integral y
tiene que comprender todos los daños.
2. FUNCIONES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL: PREVENTIVA Y RESARCITORIA

El art. 1708 del CCyC dispone: “funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este título son aplicables a la
prevención del daño y a su reparación”.

En la actualidad, son necesarios e imprescindibles de mecanismos y técnicas que vayan dirigidas concretamente a la
evitación de perjuicios probables o previsibles y también a la sanción de aquellos agentes que actúen a través de
conductas cuya gravedad merezca una reacción adicional.

Cuando se trata de la persona, hay resarcimiento pero también prevención, como el honor, la privacidad, la identidad
esta última es mucho más eficaz. En los derechos de incidencia colectiva, surge que la prevención es prioritaria y
precede a la reparación, sobre todo cuando se trata de bienes que no se pueden recomponer fácilmente.

Lo ha sostenido la corte suprema de justicia de la nación en la causa Mendoza la presente causa tendrá por objeto
exclusivo la tutela del bien colectivo. En tal sentido, tiene una prioridad absoluta la prevención del daño, por cuanto que,
se trata de actos continuados que seguirán produciendo contaminación. En segundo lugar, debe perseguirse la
recomposición de la polución ambiental ya causada conforme a los mecanismos que la ley prevé, y finalmente, para el
supuesto de daños irreversibles, se tratara del resarcimiento.

FUNCION PREVENTICA DEL DERECHO DE DAÑOS. GENERALIDADES

Dentro del más elemental sentido común y como instinto natural del ser humano, resulta preferible conservar y
proteger los intereses valiosos en lugar de recomponerlos después de su menoscabo.

La prevención representa una función fundamental del denominado “derecho de daños”. La tendencia en la actualidad
es prevenir que el daño se produzca. En particular, cuando se ponen en juego intereses colectivos o difusos de una
comunidad, como ocurre en el derecho ambiental. Aquí los remedios preventivos proceden cuando se trata de
contrarrestar los efectos lesivos que ya ha comenzado a originar una determinada actividad, con el fin de paralizar el
daño, deteniendo su desarrollo. Tiene por objeto el daño todavía no provocado, pero que podría posteriormente ser
causado si la actividad prosiguiera; actuando entonces después que el daño ha empezado a ocasionarse, para
combatirlo obstaculizando su producción, atacándolo en su causa, en su raíz.

La doctrina señala que la “prevención” presenta las siguientes ventajas:

a) Mantiene la paz social, la armonía y la solidaridad.


b) Ahorra los costos de todo daño, sea personal o patrimonial.
c) Se inserta en la verdad del antiguo adagio: “mejor prevenir que curar”.
d) Libera a la justicia institucionalizada de la carga de una causa judicial.

DISTINTAS FORMAS DE PREVENCION

Puede distinguirse varias formas de prevención:

1) Especifica: tiene cabida dentro de un contexto circunscrito a las actividades riesgosas o peligrosas, por la
magnitud de la dañosidad potencial que encierra, o para proteger ciertos derechos que hacen a la dignidad
humana. Lo importante es que quien introduce un riesgo realice esfuerzos para determinar su grado de
probabilidad y magnitud, y las autoridades públicas se encuentren facultadas o exigirles que se cumplan con
dichos recaudos. Esta forma de prevención es la que mayor interés representa para el derecho actual.
2) Carácter general: opera de manera indirecta, por disuasión y se plasma en la amenaza efectiva de una
consecuencia legal, frente a la producción determinada de un daño. Dentro de esta forma de prevención
podemos mencionar la aplicación de las sanciones punitivas o multas civiles como disuadir de conductas graves
de carácter antisocial.

LA PREVENCION EN EL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL

El código civil y comercial desarrolla la función preventiva entre los arts. 1710 y 1713.
Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa de:

a) Evitar causar un daño no justificado.


b) Adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un
daño, o disminuir su magnitud.
c) No agravar el daño, si ya se produjo.

Se consagra el deber general de actuar para evitar causar a las personas y a las cosas un daño no justificado, o bien, para
adoptar las conductas positivas o de abstención conducentes para impedir su producción o agravamiento. Surge la tarea
preventiva se compone en tres funciones conforme al art. 1710: a) evitar causar un daño no justificado, b) adoptar
medidas para evitar un daño o disminuir su magnitud y c) no agravar el daño ya producido.

El código avanza un poco mas e incluye una serie de dispositivos (arts. 1711 a 1713 del CCyC) que regulan el ejercicio y la
tramitación de la denominada “acción preventiva” que nace frente a un hecho u omisión antijurídica que haga previsible
la producción de un daño.

La acción preventiva procede siempre que exista la posibilidad de que se ocasione un daño por medio de una acción u
omisión antijurídica, no siendo necesaria la presencia de ningún factor de atribución que califique esa conducta activa u
omisiva. Para que pueda hacerse valer la función preventiva, la antijuridicidad al ser calificativa de la conducta, deberá
de una antijuridicidad formal y no meramente material. Ejemplo: todo automotor en circulación puede generar un daño;
es un dato de la realidad. En consecuencia cualquiera persona estaría legitimada para impedir la circulación de vehículos
por cuanto existe la posibilidad de que se ocasione un daño antijurídico. Pero ello es absurdo, pues se paralizarían
muchas actividades plenamente licitas. De ahí que la conducta debe ser ilícita en si misma considerada.

La institución a la cual se recurre es la denominada “tutela inhibitoria” que consiste en una acción preventiva
autónoma destinada a impedir o hacer cesar determinadas prácticas peligrosas.

En la tutela preventiva, los tiempos, la defensa y las pruebas serán acotados, justamente para que pueda alcanzarse la
tutela efectiva del derecho amenazado, siendo muy efectiva en estos casos las medidas cautelares, particularmente de
no innovar y de carácter innovativo, que son fundamentales para asegurar el resultado de la pretensión deducida
judicialmente y para tornar eficaces los efectos de la sentencia.

También son utilizadas las medidas autosatisfactivas, que son procesos urgentes, no cautelares, que no son accesorios
de otra pretensión principal y que se agotan en si mismos.

La tutela inhibitoria es una herramienta de gran utilidad. Recaen directamente sobre aspectos materiales y sustanciales
y son, eficaces en la materia que nos ocupa. Para la procedencia de esta tutela es preciso efectivamente sea posible
frustrar la generación del perjuicio o su agravamiento. Si el daño ya se causó y no puede agravarse, solo queda acudir a
la tutela resarcitoria.

El arti. 1712, legítima para iniciar o promover la acción preventiva a “quienes acreditan un interés razonable en la
prevención del daño”. La legitimación activa para interponer la acción de prevención es más amplia que la propia de la
tutela resarcitoria, excede la categoría clásica de damnificados directos o indirectos.

REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA TUTELA PREVENTIVA

1) Conducta antijurídica: por lo que el hecho generador debe ser ilícito. “la amenaza inminente de los daños
definitivos y del peligro de permanencia en la situación actuar”..

es preciso que la amenaza de causación del daño provenga de una actividad potencialmente antijurídica, “porque solo
ante la ilicitud del comportamiento del demandado cabe restringir su libertad”.

Una tutela preventiva excesiva puede avanzar indebidamente sobre otros derechos del potencial dañador.

2) Interés del peticionante individual, homogéneo o colectivo, patrimonial o extrapatrimonial.


3) Posibilidad concreta de adoptar una conducta positiva o de abstención para evitar el daño a sus efectos
4) La amenaza de daño debe proyectarse sobre un intereses legítimo del actor, patrimonial o espiritual, de goce
individual o supraindividual: la amenaza de daño a intereses difusos (por ej relacionados con la protección del
ambiente o de los derechos del consumo) habilita a cualquiera interesado a articular la acción de amparo que
reconoce la constitución nacional en su art. 43.
5) La acción dañosa no debe estar ya consumada: requiere que algo se pueda todavía evitar y que exista
posibilidad material y jurídica de impedir la producción del daño o de detener los efectos de la acción dañosa ya
iniciada.
6) No debe hacer obstáculos normativos: aplicables en el caso concreto, que impidan la medida preventiva.
7) Adecuada relación de causalidad entre la conducta debida y el resultado probable: es decir, con el perjuicio
esperable según el curso normal de las normas.

Y por último el art. 1713 del CCyC dispone que: la sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido de
parte o de oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no hacer, según corresponda. Debe
ponderar los criterios de menor restricción posible y de medio mas idóneo para asegurar la eficacia en la obtención de la
finalidad.

El juez se encuentra ampliamente facultado para adoptar todo tipo de medidas en la sentencia que admite la acción
preventiva. La sentencia puede ser dictada de modo provisorio (medidas cautelares típicas) o definitivo (sentencia
definitiva) , principal (es decir autónoma, como las medidas autosatisfactivas), o accesorio (como la tutela preventiva), a
pedido de parte o de oficio, otorgándole al juez amplias facultades para dictar mandatos de dar, hacer o no hacer.

3. FUNCION SANCIONADORA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Sanciones punitivas. La función sancionatoria, es una forma de prevención de carácter general, opera de manera
indirecta, por disuasión, y se plasma en la amenaza efectiva de una consecuencia legal, frente a la producción
determinada de un daño. Actúa, como disuador de conductas antisociales.

Las sanciones punitivas o daños punitivos han sido definidos como “aquellos que se conceden para sancionar al
demandado (el sujeto dañador) por haber cometido un hecho particularmente grave y reprocharle con el fin de disuadir
o desanimar a acciones del mismo tipo.

Tiene por objeto las siguientes funciones:

a) Sancionar al autor de la conducta lesiva: sancionar al responsable de un hecho particularmente grave, esto es
cometido con dolo o culpa grave y con una notable indiferencia por los derechos ajenos que trasunten
menosprecio por derechos individuales o de incidencia colectiva.
b) Prevenir o disuadir conductas similares: la función disuasiva es considerada la más importante de este tipo de
sanción, por cuanto, apunta a evitar la reiteración de conductas similares. Por ello el monto o la cuantía de la
sanción cobra vital importancia a la hora de satisfacer este propósito.
c) Eliminar el redito económico injustamente causado: es el supuesto de los llamados ilícitos lucrativos, esto es,
cuando el sujeto asume las consecuencias del ilícito civil a sabiendas que los beneficios que obtendrá serán
superiores a la condena por el resarcimiento de los daños.

REGIMEN LEGAL. ANTECEDENTES, SISTEMA ACTUAL

El primer intento de incorporación de este instituto fue proyecto de unificación de 1998 en el art. 1587 bajo el nombre
“multa civil”. Más tarde con la ley 26361 (2008) se convirtió en ley positiva incorporando el instituto a la ley de defensa
del consumidor, a través del art. 52 bis.

Esto género en nuestro país, que existían profundos desacuerdos en la doctrina y en la jurisprudencia respecto de la
aplicación de este instituto. Y dio lugar a una aplicación errónea del instituto que tendió a desnaturalización, como
lamentablemente ocurrió en algunos precedentes judiciales, como en el caso “machinandiarena”.
El anteproyecto receptaba en el art. 1708 la función tripartita de la responsabilidad civil, es decir, “preventiva,
resarcitoria y sancionatoria”. Incorpora expresamente las sanciones pecuniarias disuasivas en el art. 1714 y proponía la
modificación de la redacción del art. 52 bis de la ley de defensa al consumidor.

Entre las principales características que proponía el anteproyecto, podemos mencionar las siguientes:

a) El cambio la denominación “daños punitivos” por “sanción pecuniaria disuasiva”.


b) En lo que respecta al ámbito de aplicación, la norma proyectada se aplica únicamente a los derechos de
incidencia colectiva, a los derechos individuales no se aplica, y en lo que atañe a los derechos individuales en las
relaciones de consumo: es aplicable el régimen especial de la ley de defensa de consumidor que prevé este
dispositivo.
c) No se aplica de oficio, sino a petición de parte.
d) Tienen legitimación quienes pueden peticionar la tutela de los derechos de incidencia colectiva.
e) Tiene finalidad disuasiva de la conducta de quien actúa con grave menosprecio hacia los derechos de incidencia
colectiva.
f) Su monto de fija prudencialmente, el juez no puede apartarse de la prueba y los criterios son: las circunstancias
del caso, en especial la gravedad de la conducta del sancionado, su repercusión social, los beneficios que obtuvo
o pudo obtener, los efectos disuasivos de la medida, el patrimonio del dañador, y la posible existencia de otras
sanciones penales o administrativas.
g) La indemnización tiene el destino que le asigne el juez por resolución fundada.

La versión final del código civil y comercial no incorpora la sanción pecuniaria disuasiva, ni la reforma presentada al art.
52 bis. La única norma vigente que regula expresamente los daños punitivos es el ya mencionado y defectuoso art. 52
bis de la ley de defensa al consumidor, defectos que están siendo solucionados por la doctrina que intenta dable una
debida y razonable interpretación, pero siempre en el marco de la normativa de consumo.

Por lo que considero que las sanciones punitivas constituyen una respuesta adecuada en nuestra actual sociedad hacia
aquellas situaciones en las que se comete un hecho con grave despreocupación o indiferencia por los derechos ajenos y
que, en ciertas ocasiones, además el dañador se beneficia económicamente con esa actitud.

UNIDAD 2:
1. FUNCION RESARCITORIA. CONCEPTO, ANTECEDENTES, REGIMEN LEGAL.

Es por cierto, la más tradicional. Consiste en restablecer el desequilibrio patrimonial sufrido por la victima a través del
pago de una indemnización de daños y perjuicios.

Responsabilidad significa satisfacer. Responder significa dar cada uno cuenta de sus actos, y que responder civilmente
es, la forma de dar cuenta a otro del daño que se le ha causado, es el deber de reparar por medio de una indemnización
el perjuicio sufrido por otras personas.

El código civil de Vélez tenía una norma básica (art. 1109) que define la responsabilidad civil por el hecho propio e
importa una regla de buen comportamiento. “todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un
daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio”

La responsabilidad civil se sustenta en cuatro presupuestos o elementos esenciales:

1) la antijuridicidad que consiste en la violación del deber de no dañar a otro o en el incumplimiento de una obligación
(arts. 1716, 1717 CCYC);

2) los factores de atribución o de imputación que es la razón o el fundamento para adjudicar el deber de afrontar el
daño (arts. 1721 a 1724 del CCYC);
3) el daño que consiste en la lesión de un derecho o interés licito que es el elemento más importante del derecho de
daños, por cuanto que, si no hay daño no hay responsabilidad (arts. 1737 a 1740 CCYC);

4) la relación de causalidad que vincula jurídicamente el hecho con el resultado.

2. PRESUPUESTO DE RESPONSABILIDAD CIVIL

ANTIJURIDICIDAD

Una conducta es antijurídica cuando resulta contraria al ordenamiento jurídico integralmente considerado. La acción es
el comportamiento humano (acción u omisión) que provoca un resultado en el mundo exterior.

Los hechos humanos presentan dos situaciones: la acción es decir, la situación en que como consecuencia de la
intervención del hombre se produce un cambio en el mundo exterior (por ejemplo, conducir un auto a excesiva
velocidad en la zona urbana); y la omisión es la abstención en el actuar: en algunas, la omisión es sin duda alguna la
causa adecuada del daño (por ejemplo la persona encargada de inyectar aire al buzo que se encuentra en el mar
profundo deja de hacerlo; la madre que deja de amamantar a su hijo, etc.); son las llamadas por los penalistas, omisión
por comisión y no dan mayores problemas relativos a la determinación de uno de los presupuestos básicos: la relación
de causalidad. En estos casos, la omisión no es sino un medio para matar, lesionar.

En otras omisiones en cambio, el sujeto se limita a no impedir el resultado y la situación de peligro no ha sido creada por
el comitente; son las llamadas omisiones simples (por ejemplo, un bañero no acude a salvar a un hombre que se está
ahogando). Aparte porque existía la obligación de hacer y no la de abstenerse.

En el código civil y comercial, produce un ensanchamiento de la responsabilidad por omisión, por cuanto que, ahora
cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica (art. 1717 ccyc). Así mismo, el círculo se cierra con el
art. 1710 donde toda persona tiene el deber de evitar causar un daño no justificado.

DISTINTAS CONCEPCIONES SOBRE LA ANTIJURIDICIDAD

En el sistema actual de código se encuentra regulado en los arts. 1717 a 1720. Tanto la doctrina como la jurisprudencia
se han planteado el tema de la determinación de cuando un daño es injusto. Las respuestas han sido varias:

- Antijuridicidad formal: para esta corriente la injusticia es sinónimo de ilegalidad. Un daño es injusto cuando es
producto de la violación de una norma jurídica imperativa, es decir cuando estuviere expresamente prohibido
por las leyes.
- Antijuridicidad material: es cuando la ilicitud deja de confundirse con la ilegalidad, y se comprende que el
derecho no se agota en la legalidad: esta corriente doctrinaria plantea una visión integral del ordenamiento
jurídico dando cabida a otras fuentes del derecho: la moral y las buenas costumbres.
- Antijuridicidad subjetiva: abandona el sendero de la desaprobación del acto o hecho, para avanzar sobre la
desaprobación de la conducta del autor o agente. La antijuridicidad se encuentra en la culpa.
- Antijuridicidad objetiva: el juicio de aprobación o de desaprobación y la consiguiente condena de reparar,
atiende exclusivamente al acto o hecho, y en particular, al resultado: el daño causado.

La antijuridicidad no mira al agente sino a la víctima, dicha regla no impide que haya actos dañosos que se encuentran
justificados por el derecho y actúan las causas de justificación resolviendo el conflicto entre el interés lesionado y el
derecho ejercitado.

CONCEPTO LEGAL DE ANTIJURIDICIDAD

En el código anterior la antijuridicidad era formal y subjetiva, porque se requería que el hecho dañoso estuviera
“expresamente prohibido” por las leyes ordinarias, municipales o reglamentos de policía y que los agentes actuaran con
“dolo o culpa”.

En cambio en el nuevo código consagra ahora una antijuridicidad objetiva y material. El art. 1717 se refiere a la
antijuridicidad expresando: “cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no está justificada”.
La simple violación del deber general de no dañar implica ilicitud, salvo que la conducta o el perjuicio se encuentren
justificados. Dicho principio, tiene rango constitucional art. 17 CN, conforme lo declara la corte suprema en el fallo de
1986 santa coloma, Luis F y otros c/Ferrocarriles Argentinos, luego ratificado en otros pronunciamientos en 2004
Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa Aquino, Icacio c. Cargo Servicios Industriales S.A

3. LA ANTIJURIDICIDAD CONTRACTUAL

Consiste en la infracción a una obligación preexistente y especifica. En una obligación, el deudor asume el deber de
ejecutar la prestación voluntariamente, de buena fe, en la forma, tiempo y modo correspondientes, lo cual debe
conducir a satisfacer el interés del acreedor. A este fenómeno se lo denomina cumplimiento. Como contraposición a
aquella hay “incumplimiento” en sentido amplio, toda vez que el deudor no ajusta su conducta al comportamiento
debido.

INEJECUCIÓN ABSOLUTA

Se produce cuando a raíz del incumplimiento obligacional, la prestación ya no es susceptible de ser específicamente
cumplida ulteriormente, sea por resultar material o jurídicamente imposible, o bien por haber perdido el acreedor todo
interés en su cumplimiento especifico tardío. Es una situación irreversible, a diferencia de las que configuran
incumplimiento relativo, que siempre admite la posibilidad de un cumplimiento específico tardío. Lo que caracteriza al
incumplimiento absoluto o definitivo es este último dato: la frustración definitiva e irreversible del interés del acreedor
derivada de la no ejecución in natura de la obligación conforme lo previsto.

INEJECUCIÓN RELATIVA

Presentan una nota distintiva: la infracción, admiten, todavía la posibilidad de cumplimiento especifico o tardío.

La prestación no cumplida en tiempo propio o deficientemente ejecutada, es aun material y jurídicamente susceptible
de ser realizada de manera específica e idónea para satisfacer el interés del acreedor.

La inexactitud de lo ejecutado puede guardar relación con los sujetos, con el objeto, con el lugar o con el tiempo de
cumplimiento de la prestación. Se refiere a los sujetos por ejemplo, cuando quien paga es un incapaz o un tercero; se
vincula con el objeto cuando el pago es efectuado en violación a los principios de identidad, o integridad del pago, o
relativos al tiempo de cumplimiento, o el lugar en que este debe llevarse a cabo.

4. MORA

Es una situación específica de incumplimiento relativo y caracterizado por el interés que aun guarda el acreedor en el
incumplimiento de la obligación.

a) MORA DEL DEUDOR


- Busso: Es el retraso contrario a derecho, en el cumplimiento de la obligación.
- También se la ha definido como el retraso jurídicamente relevante. (Llambias, Alterini, Lopez Cabana).
- Pizzaro opina que la mora es el retraso imputable al deudor que no quita la posibilidad de cumplimiento tardío.
- La mora es una situación específica de incumplimiento relativo, donde se afecta el termino de cumplimiento,
con responsabilidad en el deudor y caracterizado por el interés que aun guarda el acreedor en el cumplimiento.
- Diccionario de la real academia dice que mora es: dilación o tardanza en cumplir una obligación. Esa es la
acepción que corresponde al concepto material. Seria entonces, el retardo o retraso en el cumplimiento de la
prestación por parte del deudor o del acreedor.

ELEMENTOS DE LA MORA

- Retardo o retraso en el cumplimiento de la obligación.


- El factor de atribución la mora requiere necesariamente presencia de un factor de atribución que califique el
retardo material como moratorio y que permita atribuir las consecuencias que genera a una persona
determinada.
- Constitución en mora que viene a ser el elemento formal, puede operar de dos formas: 1) por un acto del
acreedor (interpelación); 2) o bien por el mero transcurso del tiempo (mora automática).

RÉGIMEN DE LA MORA EN EL CÓDIGO CIVIL ANTERIOR

El código anterior trato a la mora del deudor en el art. 509. Vélez estableció un principio general, el de la interpelación,
judicial o extrajudicial, necesaria para constituir en mora al deudor y tres excepciones que eran: mora convencional,
mora en el supuesto de plazo perentorio o esencial y mora legal, esta última no contemplada en el art. 509, sino que fue
agregada por la doctrina.

EL RÉGIMEN DE LA MORA DENTRO DEL SISTEMA DE LA LEY N° 17711

A diferencia del sistema anterior, el art. 509 reformado por la ley n° 17711 no tenía un principio general en materia de
constitución en mora, sino que se habría limitado, con técnica y objetable, a señalar como se produce la mora en los
distintos supuestos por ella contemplados. En el primer párrafo, hacía referencia a las obligaciones de plazo tácito, es
decir a las que al tiempo de cumplimiento emerge de la propia naturaleza de la obligación y para su constitución en
mora se exigía la interpelación, el tercer párrafo, hacía referencia a las obligaciones sin plazo, donde era necesaria la
fijación judicial del plazo, y el cuarto párrafo, trataba el eximente de responsabilidad derivada de la mora.

Entre los supuestos no contemplados por el art. 509 (reformado por la ley 17.711) podemos mencionar:

a) Plazo perentorio o esencial.


b) Hechos ilícitos.
c) Negativa anticipada del deudor.
d) Obligaciones derivadas de la posesión de mala fe.
e) Plazo incierto determinado e indeterminado.
f) Obligaciones de ejecución inmediata.

LA MORA EN EL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

El nuevo código trata a la mora del deudor en la sección 2da del capitulo 4° “pago”, del titulo I “obligaciones en general”,
del libro tercero “derechos personales” en los arts. 886 a 888.

Pizarro entiende genera una situación jurídica especial, en el plano de sus efectos, que abarca y excede largamente sus
posibles implicancias en el plano estrictamente resarcitorio.

En el art. 886 establece una regla general que no deja lugar alguno para la duda: “mora automática: “la mora del deudor
se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para su cumplimiento”

En el art. 887 se establecen las excepciones a la mencionada regla general para el caso de las obligaciones a plazo tacito
en el que el acreedor deberá interpelar al deudor para constituirlo en mora y para aquellas obligaciones a plazo
indeterminado propiamente dicho (pago a mejor fortuna”, el juez no fijara judicialmente.

En el art. 888 se determina como el deudor puede eximirse de las consecuencias derivadas de la mora.

En el art. 886 in fine “el acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el art.
867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo”.

EFECTOS DE LA MORA

1) Obliga al deudor a indemnizar los daños y perjuicios causados. Si la obligación es de dar sumas de dinero se
prevé especialmente el pago de los intereses, como indemnización del daño moratorio (art. 793).
2) Pone a cargo del deudor los riesgos de la cosa, si bien la regla general es que las cosas se deterioran o se pierden
para su dueño, cuando el deudor incurre en mora, responde también por tales circunstancias.
3) Da derecho al acreedor a resolver el contrato.
4) Paralización del derecho a constituir en mora a la otra parte.
5) Se suspende el curso de la prescripción, por una sola vez, por la interpelación fehaciente hecha por el titular del
derecho contra el deudor, y durante seis meses o por el plazo menor que corresponda a la prescripción de la
acción.

CESACIÓN DE LA MORA

1) Cuando el deudor cumple la prestación, cesa su estado de mora, pero debe pagar los daños e intereses
moratorios hasta ese momento.
2) En el supuesto de que sobrevenga la imposibilidad de cumplir la prestación, cesan los efectos de la mora, pero el
obligado debe los daños e intereses moratorios hasta el dia de ocurrir la imposibilidad y además los daños e
intereses compensatorios.
3) En el caso de que el acreedor renuncie a los derechos que le asisten por la mora incurrida
4) La oferta real de pago, efectivo e integro efectuada por el deudor al acreedor tiene virtualidad suficiente para
purgar el estado de mora, e inclusive, para constituir en mora al acreedor.
5) Cuando el estado de mora se ha constituido a raíz de una demanda judicial del acreedor, una parte de la
doctrina han entendido que si se opera la perención de la instancia por la inactividad de las partes, se extinguen
los efectos de la mora producida a consecuencia de la acción promovida.

b) MORA DEL ACREEDOR. Concepto, fundamento

No había sido contemplada por el código anterior, tampoco había sido considerada por la ley 17.711. sin embardo, no se
dudaba de la posibilidad de la existencia de ese estado de mora, pues el acreedor esta obligado, a su vez, a practicar una
conducta que permita el cumplimiento de la obligación.

El nuevo código civil y comercial consagra expresamente la mora del acreedor en el art. 886 in fine “ el acreedor incurre
en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el art. 867 y se rehúsa injustificadamente a
recibirlo”.

Toda vez que el comportamiento del acreedor impida la realización del pago que quiera hacer el deudor, aquel incurrirá
en mora.

REQUISITOS DE LA MORA DEL ACREEDOR

a) Que exista una obligación valida en estado de cumplimiento (por ej: cuyo plazo se encuentre vencido).
b) Que para el cumplimiento de la prestación sea necesario un comportamiento por parte del acreedor.
c) Que el acreedor falte a ese comportamiento, no cumpliendo con su deber de cooperación (por ej: que se niegue
injustificadamente a recibir la mercadería convenida el dia estipulado, etc).
d) Que exista una oferta real de pago por parte del deudor, es decir, que este haya promovido el cumplimiento,
siendo insuficiente su mera voluntad de pago.

Busso dice que el acreedor solo se constituye en mora cuando se niega a recibir la prestación que se le ofrece. La oferta
es el requerimiento que el deudor le hace al acreedor para que acepte la prestación, análoga a la interpelación de la que
depende la constitución en mora del deudor.

EFECTOS QUE PRODUCE LA MORA DEL ACREEDOR

a) El acreedor moroso debe resarcir los daños y perjuicios moratorios, es decir, los que surgen de la falta de
colaboración por parte del acreedor en la recepción del pago.
b) La mora del acreedor pone a su cargo los riesgos de la prestación, si ellos pesaban hasta entonces sobre el
deudor.
c) La mora accipiendi hace cesar los intereses moratorios o punitorios a cargo del deudor.
d) Provoca la liberación del deudor, cuando el pago ulterior de la obligación resulta imposible.
e) Impide la constitución en mora del deudor.
CESACIÓN DE LA MORA DEL ACREEDOR

La mora del acreedor es un estado transitorio de la relación obligacional de aquel con el deudor, que está llamado a
desaparecer, en virtud de varias causas, que pueden provenir del acreedor o del deudor o de hechos extraños a las
partes.

a) Cesa la mora del acreedor por decisión de este cuando manifieste al deudor su voluntad de aceptar el pago,
acompañado del ofrecimiento de la cooperación suya que sea necesaria para satisfacer la prestación debida.
b) Cesa la mora del acreedor por decisión del deudor, cuando este renuncia total o parcialmente a la prestación de
hacer valer los derechos emergentes de aquella mora.
c) Finamente, se extingue la mora del acreedor por la extinción de la obligación a que se refiere, cualquiera sea la
causa de la extinción: pago, imposibilidad de pago, etc.

c) MORA EN LAS OBLIGACIONES RECIPROCAS

El nuevo código, no contiene una disposición normativa relativa a la mora en las obligaciones reciprocas, como si lo tenía
el código anterior en el art. 510. De todos modos, seguirá aplicándose el criterio de acuerdo al cual la mora incurrida
por uno de los coobligados lo inhabilita para constituir en mora al otro. La aplicación analógica de las normas que
refieren a valores como la confianza (art 1067 del ccyc) y la colaboración (art. 1011 del ccyc) justifican mantener dicha
solución

UNIDAD 3:
1. CAUSAS DE JUSTIFICACION

A diferencia del código anterior, el ccyc enumera expresamente en los arts. 1718 a 1720 las causas de justificación mas
importantes, con lo que suprime la necesidad de acudir por analogía al art. 34 del código penal.

Las causas de justificación suprimen la antijuridicidad, es decir, hay supuestos en donde el obrar antijurídico por parte
del deudor resulta injustificable.

a) ESTADO DE NECESIDAD. Concepto

“Es un peligro que solo puede evitarse mediante la lesión a un bien jurídico ajeno”. Por ejemplo: un capitán de un barco,
para evitar un naufragio, hecha la carga al mar, o del conductor de un ómnibus, que choco contra un árbol para evitar
embestir a un menor que se le cruzo imprevistamente en el camino, etc. En estos casos se daña un bien para salvar otro
mas valioso. El ccyc introduce una regulación expresa de esta figura en el art. 1718 inc. C), al disponer que esta
justificado el hecho que causa un daño. El estado de necesidad siempre supone un conflicto de intereses en el que se
sacrifica el de menor entidad.

REQUISITOS:

a) la existencia de un peligro actual o inminente de sufrir un daño en la persona o en otras.


b) Tal peligro no debe ser imputable al autor de un daño, ni debe estar obligado a soportar la situación de peligro.
c) El daño causado debe ser de naturaleza patrimonial ya que no se admite que un hombre para salvar su propia vida
ataque la vida de otro, salvo en caso de defensa propia.
d) Que no exista otra manera de eludir el peligro.
e) Que el daño que se procura evitar sea cualitativa o cuantitativamente superior al que se ocasiona al tercero, es decir
que medie una considerable desproporción entre ambos.
EFECTOS: esta figura importa un causal de justificación y, por ende, el agente no responde por los daños y perjuicios. Y
tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo considere equitativo, conforme lo dispone la parte final
del art. 1718 inc. C).

b) LEGITIMA DEFENSA. Concepto

Es el supuesto en que alguien causa daños a otros usando medios racionales a fin de repeler una agresión ilegitima. El
problema surge a raíz de los daños causados por quien se defiende, lo que exige determinar si dicho daño admite o no
una justificación jurídica, pues el agresor debe soportar civilmente los prejuicios que sean resultados de su propio
accionar.

RÉGIMEN LEGAL: se encuentra prevista en el código penal (art. 34 inc. 6°). El nuevo ccyc lo trata expresamente en el art.
1718 inc. B). está justificado el hecho que causa un daño.

En legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una agresión actual o
inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegitimo y sufre daños como consecuencia de un hecho
realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena.

REQUISITOS:

1) Agresión ilegitima: es necesario que el ataque sea contrario a la ley. Si el que lo hace ejercita regularmente un
hecho propio no puede caber la legítima defensa. Por ejemplo: si un oficial de justicia, cumpliendo una orden
judicial, promueve el desalojo de una casa el desalojado no podrá oponer una legítima defensa, por no existir
una agresión ilegitima.

Además de ilícita, la agresión debe ser actual, cuestión que, si bien no esta expresada en la ley, la indica la doctrina. La
actualidad significa inminencia del daño.

La agresión debio dirigirse contra la persona, o sus bienes, ya que la respuesta del defendido se justifica cuando la
amenaza es hacia el, o hacia otro que se sienta necesitado a proteger (conyugue, hijos padres o amigos), o aun a
personas desconocidas sobre las cuales surja un sentimiento súbito de ayuda.

2) Racionalidad del medio empleado: este requisito hace al comportamiento de quien se defiende. La racionalidad
hace a la proporción entre el ataque, los derechos llamados a proteger, y los medios utilizados para su defensa.
Ejemplo no sería racional que una persona, para evitar ser mojada en carnaval, recurra a un arma de fuego para
repeler la agresión.
3) Falta de provocación suficiente: para que haya falta de provocación suficiente es necesario analizar que las
actitudes o comportamientos del defendido no hayan sido la causa de agresión.

c) EJERCICIO REGULAR DE UN DERECHO. Concepto y requisitos.

El ccyc dispone el art. 1718 inc. A) “está justificado el hecho que causa un daño: en ejercicio regular de un derecho”. El
ejercicio de los derechos propios deben realizarse en forma regular y no abusiva, es decir, este debe realizarse sin
lesionar los derechos de los demás ni los fines de la ley y sin causar daños injustos.

Pero en ocasiones, aunque se ejerza un derecho regular, se produce un daño a terceros. En este caso la ley brinda
ciertas pautas para determinar si tan consecuencia genera la obligación de reparar. En las relaciones de vecindad, por
ejemplo: la simple privación de ventajas derivadas de la realización de obras y trabajos por parte del vecino no da
derecho a un indemnización. La ley dispone que “los deberes impuestos por los límites al dominio no generan
indemnización de daños a menos que por la actividad del hombre se agrave el perjuicio”. (art. 1971 del ccyc). Según las
circunstancias del caso, los jueces pueden disponer la remoción de la causa de la molestia o su cesación y la
indemnización de daños.
2) ASUNCION DE RIESGOS

Fue incorporada expresamente en el art. 1719 del ccyc que dispone la exposición voluntaria por parte de la víctima a
una situación de peligro no justifica el hecho dañoso ni exime de responsabilidad a menos que, por las circunstancias del
caso, ella pueda calificársela como un hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo causal.

Si el cirujano, el automovilista, el boxeador adversario, o el jugador rival de futbol cometen, en el curso de la actividad
riesgosa, un acto culpable, deben responder de las consecuencias dañosas de su culpa, sin que el consentimiento de la
víctima en aceptar los riesgos baste para liberarlos de esa obligación.

Lo que importa es lisa y llanamente el hecho o culpa de la víctima, por constituir un riesgo extraordinario y anormal; por
ejemplo: ascender a un automóvil conducido por un ebrio, solicitar ser transportado en un avión en tiempo tormentoso,
o tomar remedios que contienen advertencias para quien padece una enfermedad que la víctima sabe que sufre, etc.

Cuando la asunción d riesgos configura hecho o culpa del damnificado se aplican las reglas referentes a dicho hecho, sea
ella la única causa del daño, es decir puedo actuar como eximente total o en el caso de que aparezca una concausa
como eximente parcial. Por ejemplo: una persona concurre a kartodromo en busca del alquiler de un karting, ya al
comando del mismo, entra en una curva de la pista muy cerrada, a una velocidad excesiva y por la fuerza centrífuga
derrapa, colisionando contra una columna de iluminación instalada antirreglamentariamente. En primer término, cabe
acotar que habría de parte del conductor del karting una suerte de aceptación de los riesgos propios del vehículo, que
son su conducta imprudente potencio el riesgo de la cosa que por parte del explotador del kartodromo pesa sobre el
una presunción de responsabilidad objetiva por el riesgo y/o vicio de la cosa que explota comercialmente, toda vez que
ha contribuido concausalmente en la producción del daño juntamente con la victima del mismo, operándose una suerte
de causalidad concurrente.

ACTO DE ABNEGACION

Consiste en el acto de una persona que no tiene obligación jurídica alguna y acepta sacrificar o correr riesgo de su vida o
integridad corporal para auxiliar a otro.

La segunda parte del art. 1719 se refiere a los denominados “actos de abnegación o altruismo” que dispone, quien
voluntariamente se expone a una situación de peligro para salvar la persona o los bienes de otro tiene derecho, en caso
de resultar dañado, a ser indemnizado por quien creo la situación de peligro, o por el beneficiado por el acto de
abnegación. En este último caso, la reparación procede únicamente en la medida del enriquecimiento por el obtenido.

Son casos donde la victima asume el riesgo del daño, por su arrojo o actos heroicos. Es el caso en el cual alguien se
expone voluntariamente a una situación de peligro para salvar la persona o los bienes de otro. Por ejemplo, quien
ingresa en un inmueble incendiado para rescatar a sus ocupantes, y sufre quemaduras. El agente tiene derecho a ser
indemnizado, por el responsable, por quien creo la situación de peligro, o por el beneficiado por el acto de abnegación,
pero en este último caso la acción prosperara únicamente en la medida del enriquecimiento por el obtenido.

3) CONSENTIMIENTO LIBRE E INFORMADO DEL DAMNIFICADO

Ante la producción de un daño, precedido del consentimiento del damnificado, debe dispensarse de responsabilidad al
agente y eximirlo del deber de reparar.

El código civil anterior no contenía disposición alguna al respecto en materia de responsabilidades profesionales en el
campo de la salud. El nuevo código eleva al rango de causa de justificación al consentimiento libre e informado del
damnificado, en el art. 1720, que dispone “sin perjuicio de disposiciones especiales, el consentimiento libre e informado
del damnificado, en la medida en que no constituye una cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los daños
derivados de la lesión de bienes disponibles”.

El artículo exige ciertos requisitos para que la voluntad de la víctima quite antijuridicidad al daño por ella sufrido, ellos
son:
a) Que el consentimiento del damnificado sea libre e informado. Que sea “libre” significa aquí que debe tratarse de
un acto voluntario en los términos del art. 260, mientras que el carácter de “informado” hace referencia a
aquellas situaciones en las cuales, por existir una desigualdad real entre las partes, la ley pone a cargo de una de
ellas, el deber de suministrar información a la otra.
b) Que la cláusula que instrumenta ese consentimiento no sea abusiva, en los términos de los arts. 988, 989 y 37
de la ley 24.240.
c) Que el consentimiento recaiga sobre bienes disponibles, es decir, sobre bienes donde no se afecte el orden
público.

Esta figura es cada vez más trascendente en aquellas materias que involucran relaciones entre expertos y legos que
interesa hoy a las responsabilidades profesionales en general, ha sido incluida expresamente en el ccyc en el art. 59 en
los siguientes términos:

El consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud es la declaración de voluntad expresada por
el paciente, emitida luego de recibir información clara, precisa y adecuada, respecto a:

a) Su estado de salud.
b) El procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos.
c) Los beneficios esperados del procedimiento.
d) Los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles.
e) La especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el
procedimiento propuesto.
f) Las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos
especificados.
g) En caso de padecer enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado terminal, o haya
sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, el derecho a rechazar procedimientos quirúrgicos, o
produzcan sufrimiento desmesurado, o tengan por único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio
terminal irreversible e incurable.
h) El derecho a recibir cuidados paliativos integrales en el proceso de atención de su enfermedad o padecimiento.

Ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su consentimiento libre e
informado. Nadie puede ser sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e
informado, excepto disposición legal en contrario.

Se ha dicho que el médico o el abogado no se eximirán de responsabilidad si incurrieron en actos negligentes,


imprudentes o con falta de pericia. Por ejemplo, no se eximirá al médico que opero inadecuadamente a su paciente, por
haber consentido el damnificado la operación, ni quedara liberado el abogado por la caducidad de la instancia operada,
por el hecho de haber obrado con poder suficiente. La prestación adecuada y oportuna de información al paciente o
cliente, y su consentimiento previo al evento dañoso, podrán impedir que se responsabilice al profesional por la
materialización de riesgos conocidos, comunicados y asumidos por el interesado directo. Así, podrá liberarse el médico
de la obligación de reparar los perjuicios derivados de una complicación previsible de una intervención quirúrgica
necesaria, cuando fue debidamente advertida, podrá eximirse de responsabilidad el abogado que inicio una acción ya
prescripta, cuando esta fue encomendada por su cliente luego de operada la extinción de la obligación por esa causa y
siempre que se hubiera comunicado adecuadamente a su cliente sobre los riesgos que el inicio del proceso implicaba.

“DEZEO, JOSE C/ GUIDO, OSCAR Y OTROS”

A raíz de un accidente callejero el sr. Dezeo sufrió una fractura expuesta en su pierna. Por ello fue trasladado al centro
de salud. La clínica privada en cuestión, no tenía convenio con la obra social de Dezeo quien era albañil jubilado. Los
médicos intervinientes informaron que no contaba con cobertura y que por ende iba a tener que pagar de su bolsillo el
costo de la atención médica. Dezeo decidió trasladarse a un hospital público, había transcurrido tiempo desde el
accidente y la herida presentaba infecciones que no habían sido tratadas. En definitiva y debido a la infección, la pierna
debió ser amputada. Los médicos de la clínica privada fueron demandados y en su defensa alegaron la negativa del
paciente a ser atendido en ella.

El tribunal hizo caso omiso de dicha excusa considerando que el acto no fue informado del riesgo que implicaba la
demora en la realización de la “toilette quirúrgica”, que solo le advirtieron en cambio, la inexistencia de cobertura en el
establecimiento, de su obra social. Dezeo solo fue puesto al tanto respecto del tema económico, mas no del riesgo que
su pierna presentaba la necesidad de una urgente desinfección y tratamiento.

4) IMPREVISION

La doctrina ha identificado a la imprevisión, como una causa de justificación del incumplimiento contractual en la
medida que supone la modificación de ciertas condiciones básicas del contrato, o bien la pérdida del equilibrio en las
posiciones originarias de las partes.

Es una herramienta jurídica que permite modificar ciertos contratos de tracto sucesivo o de ejecución continuada en el
tiempo, que se han visto alterados en su ecuación económica por causas ajenas a las partes, generalmente provenientes
de modificaciones macroeconómicas sobrevenidas”.

El nuevo texto legal dispone que si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o permanente, la prestación a
cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria de las circunstancias
existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es
afectada, esta tiene derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción, la
resolución total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien han sido conferidos
derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato, y al contrato aleatorio si la prestación se torna
excesivamente onerosa por causas extrañas a su alea propia. (art. 1091 del ccyc).

La prestación debida por una de las partes deviene excesiva, de tal modo, que le impone a un sacrificio injustificado al
deudor de ella, la figura de la imprevisión contractual permite recomponer el equilibrio.

Ante el reclamo por el contratante perjudicado, el demandado puede adoptar diferentes posturas: a) aceptar y allanarse
estando de acuerdo con la resolución. B) oponerse a la prestación demostrando la inaplicabilidad de la imprevisión
contractual al caso. C) puede ofrecer una mejora equitativa en la prestación para mantener el vínculo jurídico, bien
proponiendo un incremento determinado y preciso, o dejando al criterio judicial.

UNIDAD 4:
1) IMPUTABILIDAD. Concepto

Es la atribución del acto y sus consecuencias al sujeto que lo realizo voluntariamente. Se utiliza para establecer si el
sujeto demandado tiene suficiente discernimiento o capacidad para atribuírsele el resultado.

IMPUTABILIDAD LEGAL: la regla es que, para arrastrar consecuencias a su autor, los actos deben ser voluntarios, los
actos ejecutados sin discernimiento, intención y libertad no producen obligación alguna. “el elemento fundamental de
todo acto es la voluntad del que lo ejecuta”. No basta con que una persona sea autora material de un daño, sino que asi
mismo debe ser tenida como “imputable” del mismo. Es necesario que La autoría material del hecho se cumpla por una
persona que, con discernimiento, intención y libertad al tiempo de su ejecución, hubiese estado en condiciones de
prever y evitar sus resultados. Hay imputabilidad “cuando el acto procede de una libre voluntad”.

FACTORES DE ATRIBUCION. Concepto

Para que las consecuencias de un hecho puedan ser atribuido a un sujeto determinado, es necesaria que el mismo
obedezca a un factor de atribución. El hecho dañoso provoca, la lesión de un sujeto, frente a este fenómeno, el derecho
se pregunta si es justo que el daño quede a cargo de quien lo ha sufrido, o si, por el contrario, debe desplazar sus
consecuencias económicas a otra persona. Si no es justo, impone la obligación de responder, la razón por la cual
produce tal desplazamiento es lo que denomina factor de atribución.

Se clasifican en subjetivos y objetivos. Los factores subjetivos toman en cuenta la reprochabilidad de la conducta del
sujeto ofensor o dañador, sea, porque obro negligentemente (culpa) sea porque lo hizo con intención dañina (dolo).

Los factores objetivos son los que no tienen en consideración la reprochabilidad de la conducta, sino alguna otra razón
por lo cual es justo provocar el desplazamiento, se tiene en cuenta la acción en si misma, que el ordenamiento jurídico
repudia al considerarla reprochable o anormal. Son factores objetivos el riesgo, equidad, la garantía, obligaciones de
resultado, etc.

LOS FACTORES DE ATRIBUCIÓN EN EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

Se encuentran en el art. 1721 cuando dispone que “la atribución de un daño al responsable puede basarse en factores
objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa”.

La norma incorpora la culpa como factor residual de atribución, como válvula de cierre del sistema.

2) LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA EN MATERIA OBLIGACIONAL (CONTRACTUAL)

LAS OBLIGACIONES DE MEDIO Y DE RESULTADO: marca una línea divisoria entre la responsabilidad subjetiva
(obligaciones de medio) y objetiva (obligaciones de resultado).

En tal sentido el art. 1723 del nuevo código dispone que responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la
obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su
responsabilidad es objetiva.

En las obligaciones de medios, también llamadas de prudencia o de diligencia, el deudor se compromete a realizar una
conducta “diligente” orientada a la obtención de un resultado, esperado y querido por el acreedor, pero no asegurado.
Por ejemplo: el médico que sume la obligación de diagnosticar y tratar a un paciente enfermo, contrae una obligación
de medios, por la que se compromete a poner sus conocimientos y diligencia para alcanzar una finalidad que es
procurada por el acreedor (su curación), su obtención no depende exclusivamente del obrar del profesional sino
también de otros factores.

En las obligaciones de medios, el factor de atribución es subjetivo, sin perjuicio de que la prueba de la culpa del deudor
pueda descansar sobre el acreedor o en casos más excepcionales, ser presumida, correspondiendo al deudor la
acreditación de un obrar diligente (prueba de la no culpa).

Principio consagrado expresamente por el nuevo código en el art. 1734 que dispone “excepto disposición legal, la carga
de la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias eximentes corresponde a quien los alega”.

En el ccyc adopta como principio general la concepción tradicional: la carga de la prueba de los elementos de la
responsabilidad civil, ya se trate del factor de atribución (art. 1734), de la relación causal (art. 1736), o del daño (art.
1744), recae sobre quien alega su existencia, que normalmente será el damnificado, actor en el proceso de daños.

Muchas veces el damnificado carece de los conocimientos o los elementos necesarios como para probar ese factor de
atribución, lo que se patentiza sobre todo en materia de responsabilidad profesional: el paciente que imputa mala praxis
a los médicos que lo atendieron no sabe, por ejemplo, lo que ocurrió en el quirófano, mientras que los facultativos
demandados podrían explicar y acreditar con mucha mayor facilidad su eventual obrar diligente.

por tal motivo, se ha expandido en la doctrina y la jurisprudencia argentina la aplicación de la doctrina denominada “de
las cargas probatorias dinámicas”, que postula que la carga de la prueba de un hecho debe ser puesta en cabeza de
quien se encuentre en mejores condiciones de producirla.

Esta teoría fue sostenida por un sector importante de nuestra doctrina y también por la jurisprudencia por ejemplo lo
resuelto en el corte suprema de Mendoza que según el principio de las cargas probatorias dinámicas, y en razón del
principio de colaboración que las partes tienen hacia el tribunal, cabe requerir la prueba de ciertos hechos a ambas
partes, en especial a la que está en mejores condiciones de probar.

La idea es dar primacía a la verdad objetiva por sobre las normas procesales, principio que sido reconocido
expresamente por el nuevo código en el art. 1735 en cuanto dispone que el juez puede distribuir la carga de la prueba
de la culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor situación para
aportarla. Si el juez lo considera pertinente, durante el proceso comunicara a las partes que aplicara este criterio, de
modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que hagan a su defensa.

SUPUESTOS DE OBLIGACIONES DE MEDIOS

- Se consideran obligaciones de medios a las obligaciones de prestar servicios, en particular, a las que provienen
de los contratos de locación de servicios, del contrato de trabajo y del mandato.
- De igual naturaleza son las obligaciones que emergen de contratos de asesoramientos profesionales.
- En el campo del derecho del trabajo, es también obligación de medios la que presta el trabajador.

SUPUESTOS DE OBLIGACIONES DE RESULTADO

- Las obligaciones de dar son de resultado, ya que su cumplimiento solamente se obtiene a través de la efectiva
entrega de lo adeudado.
- Tratándose de obligaciones de hacer, se considera obligación de resultado la de ejecutar una obra, material o
intelectual. (si el contratista fracasa en su realización, aquella se juzga incumplida, sin derecho a obtener la
contraprestación. En el contrato de obra, la remuneración del contratista no es debida por el trabajo o el tiempo
empleado; si por la conclusión completa y total de la obra. Esto determina que sea el quien soporte el riesgo de
su fracaso y de la eventual pérdida de la misma antes de operada su entrega).
- Son aplicables tanto en materia de obra material cuanto intelectual. (por ejemplo: elaboración e instalación de
programas de computación personalizados, elaborar un proyecto de arquitectura para una obra determinada).
- Algunas prestaciones médicas o sanitarias. (por ejemplo, una placa radiográfica, la realización de análisis de
sangre, que constituyen en resultados en si mismos).
- Elaboración de prótesis, miembro ortopédico, prótesis dental, marcapasos.

3) FACTORES SUBJETIVOS DE ATRIBUCION.


a) DOLO. CONCEPTO:

Implica una idea de mala fe, de conducta deliberada contraria al derecho. El código anterior contemplaba distintas
acepciones:

- Vicio de la voluntad: es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee con ese fin. Se trata, como se advierte, de una conducta orientada a
provocar un error en un tercero.
- Elemento del delito: el dolo delictual consiste en ejecutar un hecho ilícito “a sabiendas y con intención de dañar
la persona o los derechos de otro”.
- El dolo en el incumplimiento obligacional: consiste en no cumplir de manera consciente, deliberadamente,
pudiendo cumplir. Para su configuración no es menester la intención de causar daño al acreedor.

El ccyc sigue reconociendo distintas acepciones del dolo:

- Dolo como vicio de la voluntad (art. 271) consiste justamente en el engaño que se utilice para conseguir la
ejecución del acto. Su estudio corresponde a la parte general del derecho civil.
- Dolo obligacional (art. 1084 inc. D): se refiere al incumplimiento intencional de una obligación y habilita la
resolución del contrato.
- Dolo como factor de atribución de responsabilidad subjetivo (art. 1724) cuando dispone: el dolo se configura por
la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.

PRUEBA DEL DOLO: el dolo no se presume. La prueba del mismo pesa siempre sobre quien invoca su existencia. Son
aplicables los principios generales. Lo que surge expresamente del art. 1734 del ccyc, que dispone “la prueba del dolo
incumbe a quien lo alega y son admisibles todos los medios de prueba”.

EFECTOS DEL DOLO: si bien en principio se indemnizan las consecuencias inmediatas y mediatas previsibles (art. 1726)

En los contratos celebrado de manera paritaria, el texto legal se aparta del principio general sentado en el art. 1726
estableciendo un parámetro distinto, en consecuencia el deudor incumplidor responde por las consecuencias que las
partes previeron o pudieron haber previsto al momento de su celebración (y no al momento del hecho), salvo que
medie dolo del deudor.

OTRAS CONSECUENCIAS DERIVADAS DEL DOLO

a) Son invalidas las clausulas que dispensan anticipadamente la responsabilidad derivada del dolo (art. 1743)
b) Cuando existe pluralidad de responsables, la responsabilidad es solidaria, los efectos personales y no existe
acción de regreso (arts. 838 y 1751)
c) No lo libera en el caso de consentimiento del damnificado (art. 1720) por cuanto que, dicho consentimiento
pudo haber sido producto de una clausula abusiva.
d) Improcedencia de la atenuación de la indemnización, ello no es procedente en caso de dolo del responsable.

b) CULPA. CONCEPTO:

Para que se configure la culpa es menester la presencia de dos requisitos: “la omisión de realizar la conducta que exige
la naturaleza de la obligación y la ausencia de propósito deliberado de incumplir o de causar un daño”.

El nuevo código en el art. 1724 transcribe literalmente el texto del art. 512 del código anterior: la culpa consiste en la
omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el
lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia la impericia en el arte o profesión.

La culpa puede manifestarse como negligencia, imprudencia o impericia.

a) La negligencia, consiste en no prever lo que era previsible o, habiéndolo hecho, en no adoptar la diligencia
necesaria para evitar el daño. Por ejemplo: el chofer que deja estacionado el automóvil, con las llaves puestas,
posibilitando su hurto por un tercero.
b) La imprudencia se traduce en una conducta positiva, precipitada o irreflexiva, que es llevada a cabo sin prever
sus consecuencias. Es el caso de quien conduce a gran velocidad en zona urbana, confiando en que su habilidad
para manejar le permitirá evitar un accidente o esperando que no ocurra. Se le suele denominar culpa
consciente. La imprudencia importa falta de previsión o de precaución.
c) La impericia consiste en “la incapacidad técnica para el ejercicio de una función determinada, profesión o arte.
Por ejemplo: el ingeniero que, por desconocimiento de las reglas que rigen su actividad profesional, realiza un
cálculo de estructura equivocado, que luego provoca el derrumbe de la obra. En la impericia se actúa con
incapacidad técnica.

LA VALORACIÓN DE LA CONDUCTA: velez se había apartado del sistema de graduación de la culpa del derecho romano
(culpa grave, culpa leve y culpa levísima). Existen distintos tipos de conductas, el obrar muy mal no es igual que obrar
mal y los diferentes grados de la conducta de una persona deben ser analizados y juzgado después de producida de la
misma. No es lo mismo la diligencia esperada de un chofer experimentado que de uno principiante; las circunstancias
del tiempo; por ejemplo, el conductor debe extremar las precauciones si esta lloviendo; las circunstancias del lugar: por
ejemplo, requiere mayor grado de cautela conducir en un camino montañoso que hacerlo en una ruta desértica
En este sentido el art. 1725 establece cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las
cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe
una confianza especial, se debe tener en cuenta la naturaleza del acto y las condiciones particulares de las partes. Para
valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la facultad intelectual de una persona determinada, a
no ser en los contratos que suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, se estima el grado de
responsabilidad, por la condición especial del agente.

LA PRUEBA DE LA CULPA

La carga de la prueba de la culpa incumbe, a quien la alega, salvo disposición legal o convencional en contrario (art.
1734)

DISPENSA ANTICIPADA DE LA RESPONSABILIDAD

El código anterior regulaba expresamente la dispensa anticipada del dolo en el art. 507 donde establecía que eran nulas
las cláusulas que anticipadamente dispensen al deudor de la responsabilidad por el incumplimiento doloso de la
obligación.

Situación que ha sido subsana por el nuevo código, superando las controversias a que dio lugar este tema, en el art.
1743, que dispone son inválidas las cláusulas que eximen o limitan la obligación de indemnizar cuando afectan derechos
indisponibles o leyes imperativas, o son abusivas. Son también inválidas si liberan anticipadamente, en forma total o
parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas por las cuales debe responder.

4) FACTORES OBJETIVOS

Los factores objetivos prescinden de la conducta reprochable del sujeto y ponen el acento en la victima que sufrió un
daño y necesariamente debe obtener el resarcimiento del mismo.

El ccyc hace referencia a este factor de atribución en el art. 1720 que dispone el factor de atribución es objetivo cuando
la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera
demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en contrario. (por ejemplo: responsabilidad de los propietarios de
establecimiento educativo).

La responsabilidad es objetiva cuando la culpa no es necesaria para atribuir responsabilidad, más aun la culpa del agente
es indiferente, y se prescinde de ella, por lo que la obligación de reparar se efectúa con abstracción de la imputación
subjetiva.

Supuestos mas relevantes de la responsabilidad objetiva

- LA TEORIA DEL RIESGO

Riesgo significa “contingencia o proximidad de un daño”. Pero en cuanto factor objetivo de atribución el concepto se
afina, por cuanto que, se introduce en sociedad el uso de cosas o el despliegue de actividades, que agravan, que
aumentan el peligro de dañar, se multiplican las posibilidades de sufrir prejuicio. Por lo tanto, si se produce un hecho
dañoso, es justo que responsa quien ha generado el peligro.

Esta teoría se sintetiza: quien es dueño o se sirve de cosas, o realiza actividades que, por su naturaleza o modo de
empleo generan riesgos potenciales a terceros, debe responder por los daños que ellas originan.

A esta concepción se la denomina “teoría del riesgo creado” que fue incorporada expresamente a nuestro derecho
positivo en el art. 1113 del código anterior (incorporado por la ley. 17711).

Situación que ha sido subsanada con el ccyc, que trata a la “responsabilidad derivada de la intervención de cosas y de
ciertas actividades” en la sección 8° en los arts. 1757 y 1758. El código contempla dos supuestos:

a) El daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, que mantiene la ya referida regla del art. 1113 del cod anterior
b) La incorporación expresa, como lo reclamaba la doctrina mayoritaria, de las actividades que sean riesgosas o
peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.

En cuanto a los sujetos responsables, se admite que el dueño y el guardián son responsables indistintamente del daño
causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por si o por terceros, el uso, la dirección y el control de la
cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño no responde si prueba que la cosa fue usada en contra de su
voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien realiza, excepto lo dispuesto por
la legislación especial (art. 1758).

- EL FACTOR DE GARANTIA

La idea de “garantía” constituye un factor objetivo de atribución. Suele mencionarse dentro de este supuesto, a la
responsabilidad del principal por el hecho de los dependientes arts. 1753 a 1756 del ccyc.

El art. 1753 del ccyc señala expresamente el principal responde objetivamente por los daños que causen los que están
bajo dependencia, o las personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho
dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas. La falta de discernimiento del dependiente no
excusa al principal. La responsabilidad del principal es concurrente con la de dependiente.

Contempla dos hipótesis: por un lado, la de los daños causados por aquellos que están bajo la dependencia del principal
y por el otro, en una suerte de reafirmación del dispositivo previsto en el art. 732 del ccyc para el caso de los auxiliares
no dependientes, los generados por cualquier tercero del que el principal se sirva para ejecutar una obligación.

- EL DEBER DE SEGURIDAD

A este factor de atribución se le asigna especial trascendencia en el ámbito contractual. La obligación de seguridad tiene
carácter de obligación secundaria pero autónoma y por ende no subordinada a la principal. El cumplimiento de la
obligación denominada principal no conlleva el de la obligación de seguridad, del mismo modo que su extinción no
provoca similar efecto respecto de esta ultima.

Este tipo de obligación tiene sustento en el principio de la buena fe permite admitir la existencia de la obligación de
seguridad, aun cuando no se le haya establecido expresamente al celebrase el contrato.

El ámbito de aplicación de la obligación de seguridad solo se concibe en aquellos contratos que por las características de
sus prestaciones, de carácter riesgoso o peligroso, imponen al deudor la obligación de velar por las personas y bienes del
acreedor respecto de los daños que puedan ocasionarse durante su ejecución.

La obligación de seguridad tiene por finalidad preservar la indemnidad de la persona y bienes del co-contratante,
durante la ejecución del contrato.

En general las obligaciones de resultado, el factor de atribución es objetivo, el deudor para excluir su responsabilidad
debe probar el caso fortuito, el hecho o culpa de la victima o el hecho de un tercero por quien no debe responder.

La obligación de seguridad tiene carácter constitucional surge de la interpretación del art. 19 de la CN, que establece el
principio de no dañar. La obligación de seguridad tiende a la prevención del daño. Procura que el empresario adopte las
medidas que fueran necesarias para evitar el acaecimiento del daño.

Son numerosos y muy importantes los contratos en los que considera insita la obligación de seguridad.

a) El contrato de transporte, donde el transportista asume la obligación de transportar incólumes a las personas y
cosas confiadas a el. En el transporte de personas el nuevo código ratifica al garantizar la seguridad del pasajero
(art. 1289) prescribe las obligaciones del transportista, que consisten no solo en proveerle lugar para viajar,
trasladarlo al lugar convenido y llevar su equipaje, sino garantizar su seguridad. También el transporte de cosas
es de resultado y objetiva, solo se excusa probando la causa ajena. Siendo obligación del transportista no solo el
traslado de la cosa, sino conservarla, cuidar la carga y que llegue a destino el mismo estado que recibió.
b) El contrato de enseñanza intelectual: el titular de un establecimiento educacional asume no solo las obligaciones
típicas que emergen de dicha relación, sino también una obligación de seguridad, consistente en mantener
incólume la integridad física y espiritual del educando mientras se encuentra confiado por sus representantes
legales al establecimiento.
c) Clubes deportivos: el contrato de practica deportiva: quien ponen sus instalaciones a disposición de sus socios o
de terceros para que practiquen un deporte, asumen una obligación de seguridad relativa a los daños que estos
puedan sufrir en ocasión del uso de las instalaciones. Por ejemplo: quien pone a disposición de un usuario una
piscina, canchas de futbol, básquet, o una pista de esquí o de carreras, asume una obligación de seguridad por
los daños que pueda experimentar el usuario en tales circunstancias.
d) Responsabilidad civil de los propietarios de establecimiento bailables.
e) Responsabilidad civil de la empresa de catering. La contratación del servicio de catering para un evento
determinado.
f) Responsabilidad civil del propietario de un garaje. El propietario del garaje no solo asume la obligación de
prestar el servicio de cochera sino también una obligación de seguridad. Por lo tanto será responsable de los
daños que sufra el rodado como asi también frente al robo o hurto del mismo.
g) El contrato de espectáculo deportivo.
h) Ley de defensa al consumidor.

OTROS FACTORES OBJETIVOS DE ATRIBUCION

La equidad, el exceso de la normal tolerancia entre vecinos y el abuso del derecho también suelen funcionar como
factores objetivos de atribución, permitiendo que la responsabilidad de ciertos sujetos se presuma, con prescindencia de
un reproche subjetivo sobre tales sujetos.

Por ejemplo: el nuevo código impone una indemnización de equidad a cargo del autor de un daño causado
involuntariamente (art. 1750) se trata sin duda de una reparación debida en base a un factor de atribución objetivo, el
agente responsable no será culpable, al haber obrado sin discernimiento, intención y libertad. Y la equidad, como
fundamento de la responsabilidad objetiva, presenta particularidades bien diferenciadas: la indemnización no es
integral, sino atenuada, en función del patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las circunstancias del
hecho.

UNIDAD 5:
1) RELACION DE CAUSALIDAD. Concepto:

Se refiere a la vinculación que debe existir entre un hecho antecedente y otro consecuente el resultado (daño), para que
el autor de ese comportamiento deba indemnizar el perjuicio. El hecho debe ser la causa del daño, y por lo tanto, el
detrimento o menoscabo aparece como el efecto o la consecuencia de ese obrar.

La cuestión se complica cuando se observa la proximidad o lejanía de esos efectos dañosos, respecto del hecho que se
considera productor o desencadenante, y además, porque la mayoría de los hechos no se representan puros o simples,
sino entremezclados con otros acontecimientos, o bien condicionados por otros eventos, favorecidos o limitados por
esos otros hechos concurrentes, subyacentes y preexistentes.

Lo observamos hasta en los efectos de un simple golpe de puño, aplicado en la cara de una persona, para ciertas
personas, el impacto solo producirá una pequeña herida o tal vez ni siquiera eso, dolor, hematoma, hinchazón, y cambio
de coloración de la piel, para otros pueden ocurrir complicaciones mayores.

APRECIACION

Es preciso distinguir causalidad de culpabilidad. La causalidad antecede a la culpabilidad, tiene por objeto determinar
cuando y en que condiciones un resultado (daño) debe ser considerado consecuencia de un hecho jurídicamente
imputable a una persona, en cambio la culpabilidad se propone establecer cuando y en que condiciones un acto debe
ser imputado subjetivamente a su autor.
El tema de la causalidad es puramente objetivo, ajeno a toda valoración sobre la conducta reprochable del agente. La
respuesta jurídica se encuentra en los arts. 1726, 1727 y 1728 del ccyc, que exponen el criterio “de las consecuencias”.

LA DOBLE FUNCION DE LA RELACION DE CAUSALIDAD

Dentro del ámbito de la responsabilidad civil, la relación causal asume una doble función:

a) Autoría: permite determinar con rigor científico, cuando un resultado dañoso es materialmente atribuible a la
acción dañosa de un sujeto determinado.
b) Extensión del resarcimiento: brinda al mismo tiempo, los parámetros objetivos indispensables para determinar
la extensión del resarcimiento. (arts. 1726, 1727, 1728 del ccyc).

La relación de causalidad define si el daño debe ser reparado y con qué extensión.

TEORIAS: se admite en doctrina que, para que deba responderse por un daño, es necesario que el mismo haya sido
causado, mediante acción u omisión, por su autor. Se han elaborado en la doctrina distintas teorías:

Teoría de la equivalencia de las condiciones

Es atribuida al filosofo John Stuart Mill. Teoría que también ha sido llamada “de la conditio sine qua non” o de “la
condición simple”.

La causa es el conjunto de condiciones necesarias para que acontezca un efecto, se llaga a la conclusión de que la causa
de una determinada consecuencia dañosa es la suma de las condiciones necesarias para producirla. En conjunto se
configuran el resultado final, sin que pueda distinguirse entre las que son imputables al autor del daño y las que no lo
son: cualquiera de ellas que falte el evento dañoso no habría ocurrido.

La teoría es excesiva y se llega a cargar al obligado con consecuencias inconcebibles y disvaliosas. Ejemplo: seria
responsable de homicidio el estudiante que corre a un compañero y lo lastima, si el herido muere en el hospital a donde
se lo llevo para curarlo a raíz de que se desploma el techo.

Teoría de la causa próxima

Esta teoría es atribuida a Francisco Bacon. Sostiene que la causa del evento es solamente aquella que, en el orden del
tiempo, se halla mas próxima al resultado. Se contempla únicamente la causa inmediata sin remontarse a un grado mas
remoto. Ejemplo: una persona cambia el contenido de un frasco de remedio y pone veneno en el; una enfermera, sin
saberlo, se lo suministra a un paciente, y esta muere. El antecedente próximo del daño seria el acto de enferma, sin
embargo, no esta allí la verdadera causa, sino en el acto mas remoto en el tiempo con relación al resultado, o sea, el
cambio del contenido del frasco.

Teoría de la causa predominante o de la causa eficiente

Sus principales expositores son Mayer y Spota. La causa del evento, es la que reúne la calidad de ser “el hecho de
eficacia predominante”. No todas las condiciones concurrentes son equivalentes, sino que son de eficacia distinta, y
debe computarse tan solo la que tiene mayor fuerza productiva o mayor influencia en el proceso causal.

Esta teoría tiene el defecto de que no simple es posible determinar cuál es el hecho de eficacia predominante.

Teoría de la causalidad adecuada

Esta teoría predominante tanto en el derecho civil como en el derecho penal. El art. 1726 dice expresamente “que son
reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño”.

La teoría de causalidad adecuada parte de la base de que solo puede considerarse jurídicamente “causa” de un
resultado aquel hecho que, de acuerdo al curso ordinario y natural de las cosas es idónea para producir un resultado
determinado. Para establecer si un determinado hecho ha sido la causa adecuada de cierto resultado dañoso el
interprete debe efectuar un juicio, que consiste en preguntarse si un hombre medio puesto en el momento del hecho
podría hacer previsto que aquel hecho iba a generar ese resultado. Asi el disparo de un arma de fuego es la causa
adecuada de la muerte o las lesiones provocadas sobre una persona, porque la experiencia nos enseña que eso es lo que
suele suceder en tales casos, pero en cambio no es causa adecuada de ese resultado el hecho de que los padres del
autor lo hayan concebido, dado que el solo hecho de tener un hijo no permite prever que este matara o lesionara a
alguien en algún momento de su vida.

El mayor mérito de esta teoría, estriba en que brinda solo una pauta general, a la que debe ajustar su labor el juez,
atendiendo a las circunstancias peculiares de cada caso.

CONSECUENCIAS INMEDIATAS, MEDIATAS Y CASUALES

A los fines de la causalidad jurídica, el ccyc parte de la base de la “previsibilidad” del resultado y distingue entre
consecuencias inmediatas, meditas y causales. El juicio de probabilidad se hace en abstracto, esto es, atendiendo a lo
que era o no previsible “según el curso natural y ordinario de las cosas”, es decir, a lo que comúnmente acostumbra a
suceder en casos análogos, salvo si la previsibilidad del agente en concreto era superior a la corriente. (art. 1724 y 1725)

Consecuencias inmediatas

Son aquellas que acostumbran a suceder según el curso normal y ordinario de las cosas (art. 1727) asume tal carácter
porque entre el hecho generador y la consecuencia no se advierte la presencia de ningún hecho intermedio. El hecho y la
consecuencia se ligan sin la mediación de otro hecho que produzca la unión o les sirva de lazo.

La previsibilidad esta siempre implícita en ellas, situación que determina su necesaria representación en la mente de un
hombre normal. Las consecuencias inmediatas son siempre imputables al autor del acto. Por ejemplo: en “la incapacidad
sobreviniente, los gastos médicos que debe realizar la victima del disparo, y el daño moral sufrido por ella”.

Consecuencias mediatas

Son mediatas las que resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto (art. 1727). En este
supuesto el vínculo con el hecho causal no es directo, en la cadena causal se produce la interferencia de otro hecho, que
coadyuva al resultado. Por ejemplo: en el disparo del arma de fuego, es una consecuencia mediata el lucro cesante
sufrido durante la convalecencia de la víctima, pues resulta de la conjunción del hecho original (lesión causada por el
disparo) con otro distinto (que el damnificado se desempeñaba en una actividad remunerada) pero igualmente
previsible.

Consecuencias casuales

Son consecuencias mediatas que no pueden preverse (art. 1727) escapan a toda aptitud normal de previsión, al
corresponder a hechos que operan en forma sobreviniente e inesperada en el proceso causal, interrumpiendo su
desarrollo. Por ejemplo: los gastos derivados de la frustración de la boda de la hija de la victima directa, o la perdida del
viaje de estudios al exterior del hijo, y de su chance de ser contratado por una empresa importante, son consecuencias
casuales, porque derivan de la conexión del hecho originario con otros que no resultan previsibles a partir de aquel. Por
este motivo, estas consecuencias no son resarcibles.

Por no ser previsibles, las consecuencias casuales no son imputables, salvo cuando el autor del hecho las hubiera
previsto de manera concreta.

PRUEBA DE LA RELACION CAUSAL

La prueba de la relación de causalidad adecuada pesa sobre quien reclama la reparación del daño, tanto en materia
contractual como extracontractual. La victima siempre debe demostrar la conexión material entre un determinado
hecho y su resultado. A partir de dicha prueba podrá, a lo sumo, presumirse el carácter adecuado de la condición.

Asi lo dispone el art. 1736 del ccyc: la carga de la prueba de la relación de causalidad corresponde a quien la alega,
excepto que la ley la impute o la presuma. La carga de la prueba de la causa ajena, o de la imposibilidad de
cumplimiento, recae sobre quien la invoca.
LAS PRINCIPALES MODIFICACIONES EN EL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL

Se evidencian dos diferencias importantes en el código anterior:

1) Los arts. 1726 y 1727, no hacen distinciones según que la responsabilidad sea contractual o extracontractual,
razón por la cual la extensión del resarcimiento es la misma en ambas orbitas.
2) Se ha eliminado la categoría de las consecuencias “remotas” que la ley 17.711 habia incorporado en el art. 906
del código civil anterior.

El art. 1726 declara resarcibles las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles, salvo disposición legal en
contrario. El art. 1727 define las distintas clases de consecuencia. Y el art. 1728 se refiere a la previsibilidad contractual
disponiendo que en los contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto
al momento de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta estas
consecuencias también al momento del incumplimiento.

La regla general es responder por las consecuencias inmediatas y mediatas previsibles, salvo disposición legal en
contrario, y el art. 1728 seria una disposición legal que no se refiere a consecuencias inmediatas y mediatas previsibles,
sino a las consecuencias que las partes previeron o pudieron prever al momento de la celebración, por lo que puede
entenderse una excepción al art. 1726.

2) INTERFERENCIA E INTERRUPCION DEL NEXO CAUSAL

Sobre la base de un juicio abstracto de previsibilidad, se advierte que, la necesaria relación causal que debe existir entre
el hecho y el daño se vea alcanzada por la presencia de factores extraños, con idoneidad para presumir o aminorar sus
efectos. En el primer supuesto se configura lo que un sector de la doctrina denomina interrupción del nexo causal; en
cambio, cuando solo opera una disminución de los efectos por la interferencia de dos o mas series causales, nos
encontramos ante una concausa propiamente dicha. El resultado perjudicial puede también derivar de la combinación
entre conductas humanas culposas o dolosas y el empleo de cosas riesgosas o viciosas.

Los supuestos de concausa pueden ser variados, será necesario determinar el grado de trascendencia que tuvo cada una
de las condiciones en la producción del resultado y en función de ello asignar el responsable de cada una de ellas el
porcentaje a reparar. En materia de daños es frecuente que las sentencias distribuyan el peso del resarcimiento integral
entre los distintos sujetos, en función de la causalidad puesta en el resultado por cada uno de ellos (por ejemplo: 40% a
la ambulancia, 50% al conductor del auto y 10% a la víctima).

Se trata de una pluralidad de hechos causales independientes entre si, y que pueden ser preexistentes (por ejemplo:
una enfermedad previa a la mala praxis); concomitantes (por ejemplo, un auto le choca de atrás a otro y este termina
lesionando a un tercero), o sobreviniente (por ejemplo, un accidente de tránsito del cual un sujeto resulta con lesiones,
por la que debe ser intervenido quirúrgicamente y termina falleciendo producto de un virus intrahospitalario)

Una de las consecuencias más importantes de la teoría de la relación de causalidad adecuada es, justamente, la
admisión de la existencia de concausas. La ausencia total o parcial de relación de causalidad provoca,
consecuentemente, ausencia total o parcial de responsabilidad.

El ccyc determina las eximentes que se vinculan con la relación de causalidad y el factor objetivo de atribución son: 1) el
hecho o la culpa de la víctima; 2) el hecho de un tercero extraño por quien no se deba responder; 3) el caso fortuito o
fuerza mayor.

a) EL HECHO DEL DAMNIFICADO

La propia conducta del damnificado se puede convertir, frecuentemente en causa exclusiva o concausa del daño por
ejemplo: un automóvil que circulaba por una calle y al salir de una curva, una persona en estado de ebriedad, sale detrás
de un árbol y se arroja al paso del vehículo. Las lesiones causadas, la circulación el auto, el riesgo consiguiente han
quedado atrás, superados por un hecho nuevo, que les ha quitado toda relevancia. Es el hecho de la propia víctima
El ccyc admite en forma expresa esta causal de eximición de responsabilidad en el art. 1729 que dispone hecho del
damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la
producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier
otra circunstancia especial.

No interesa la culpabilidad a la hora de evaluar la causalidad, sino que lo relevante es que el acto de la víctima haya
tenido virtualidad suficiente para ser considerada la verdadera “causa” del resultado dañoso. La conducta de la víctima
puede también representar una asunción de riesgo o peligro e interrumpir total o parcialmente el nexo causal si las
circunstancias lo justifican (art. 1719).

REQUISITOS

Incidencia causal: el hecho de la víctima debe tener incidencia causal adecuada en la producción del resultado, sea
como causa exclusiva o como concausa del daño en concurrencia con otros hechos relevantes.

Hecho del damnificado: el simple hecho de la víctima es suficiente para provocar la ruptura del nexo causal, aunque no
medie reproche alguno en su conducta, a no ser que la ley exija expresamente la culpa del agente (art. 1729).

EFECTOS DE LA VICTIMA

a) Hecho exclusivo de la víctima. Provoca la plena eximición de responsabilidad por parte del demandado, tanto en
la responsabilidad contractual como en la extracontractual.
b) Concurrencia del hecho de la víctima con culpa probada o presumida del lesionante. El daño puede derivar de la
acción relevante de dos causas que actúan en forma concurrente: la conducta culposa del demandado y el
hecho propio de la víctima. En tal supuesto parece lógico que ambos se distribuyan las consecuencias dañosas y
las soporten en función de la distinta incidencia causal que hayan tenido en la producción del resultado.
c) Concurrencia del hecho de la víctima y de supuestos de factores objetivos de atribución:
- Hecho exclusivo de la víctima. Cuando el daño es fruto del hecho exclusivo de la víctima, queda sin efecto
totalmente la presunción de responsabilidad que recaer sobre el dueño o guardián de una cosa riesgosa o
viciosa, o sobre quien realice una actividad igualmente riesgosa.
- Hecho de la víctima concurrente con factores objetivos de atribución. La incidencia de la conducta de la víctima
es solo parcial, por lo que debe considerarse que el daño es el resultado o interferencia de dos corrientes
causales distintas, existiendo entonces lo que se denomina concurrencia de causas o concausas.

b) EL HECHO DE UN TERCERO EXTRAÑO POR QUIEN NO SE DEBE RESPONDER

El nexo causal se interrumpe, total o parcialmente, cuando se demuestra que el daño obedece al hecho de un tercero
extraño, por quien no se debe responder. La atribución material se desplaza hacia el tercero, que es, el sujeto a quien se
le podrá efectuar la imputación subjetiva (dolo, culpa) u objetiva (riesgo creado, garantía, equidad) según el caso.

Tercero es toda persona distinta del responsable presunto y de la víctima. Puede ser tanto una persona física como una
jurídica. Por ejemplo: un automóvil que atropella a un señor que se encontraba en la puerta de su casa, el vehículo había
cambiado su dirección como consecuencia de una colisión, con otro vehículo, ocurrida en la esquina anterior. Ocurrido el
choque, la fuerza del impacto fue la causa de la perdida de la dirección. Hay aquí una causa nueva, sobreviviente a la
circulación y a la colisión, que quita relevancia a los hechos anteriores, el hecho del tercero que embistió es decisivo en el
evento perjudicial.

El ccyc en el art. 1728 determina expresamente para que el hecho de un tercero actué como un eximente de
responsabilidad debe reunir los requisitos del caso fortuito, es decir, debe tratarse de un hecho imprevisible, inevitable.
REQUISITOS

 Incidencia causal: el hecho del tercero debe tener incidencia causal en la producción del resultado, sea en forma
exclusiva o concurrente. En el primer supuesto opera la liberación total del demandado, la autoría material
recae sobre el tercero, que deberá responder frente a la víctima. Cuando el hecho del tercero solo concurra con
el hecho imputable del demandado, la solución será diferente: ambos deberán responder por el total del
prejuicio frente a la víctima.
 El hecho del tercero no debe ser imputable al demandado: el hecho del tercero no debe ser imputable al
demandado, debiendo dicha prueba ser soportada por este y valorada en forma estricta. La prueba se debe
orientar a acreditar que la conducta del demandado fue extraña a la producción del hecho determinante del
daño en calidad de involuntario participes del hecho realizado por el tercero, en quien radica la causa del daño.

EFECTOS

 Hecho exclusivo del tercero: provoca la eximición total del demandado. El tercero es el autor material del daño
y quien debe responder.
 Concurrencia del hecho del tercero con la del demandado: ambos deben responder concurrentemente frente a
la victima y luego ejercitar las acciones de regreso pertinentes.
 Hecho del tercero concurrente con el factor de atribución objetivo del demandado: el dueño, el guardian y el
tercero deben responder concurrentemente frente a la victima y luego ejercitar las acciones de regreso que
pudieren corresponder entre ellos.

CARGA DE LA PRUEBA

El hecho del tercero no se presume. La carga de la prueba de su existencia e incidencia en el nexo causal pesa sobre
quien la invoca. Rige libertad de medios probatorios, debiendo ser rigurosa su apreciación por los jueces.

3) CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR. Concepto:

Son acontecimientos extraordinarios, imprevisibles e inevitables, no imputables al deudor, que impiden el cumplimiento
de la obligación. El código anterior definía al caso fortuito o fuerza mayor en el art. 514 “como el que no ha podido
preverse, o que previsto no ha podido evitarse”. El nuevo código lo trata en el art. 1730 se considera caso fortuito o
fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso
fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario. Este código emplea los términos
“caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.

UNIDAD O DUALIDAD

Se discutía en la doctrina si caso fortuito y la fuerza mayor son conceptos diferentes o por el contrario sinónimos.

a) Tradicionalmente se entendía que caso fortuito se refería a los hechos de la naturaleza y fuerza mayor a los
actos del hombre, distinción que tenía nada más que importancia teórica, ya que en la práctica ambos liberaban
al deudor de responsabilidad.
b) Hay autores que designan caso fortuito a los hechos imprevisibles y fuerza mayor a los hechos inevitables.
c) Otros que nombran caso fortuito a los hechos menos importantes y fuerza mayor a los mas extraordinarios.
d) Para otro sector doctrinario, es preciso distinguir entre caso fortuito y fuerza mayor, no solo desde el punto de
vista conceptual sino también en cuanto a sus efectos. La fuerza mayor exime de responsabilidad, el caso
fortuito no.

El caso fortuito o fuerza mayor son sinónimos desde el punto de vista jurídico, como ahora expresamente lo establece el
ccyc en el art. 1730.

REQUISITOS
1) Imprevisible: debe tratarse de un hecho que un hombre de mediana prudencia no tenga porque suponer que
ocurrirá, ciertos hechos que son previsibles se vuelven imprevisibles en función del momento en que ocurrirán
por ejemplo el granizo.
2) Inevitable: es aquel acontecimiento que el hombre no puede resistir. La dificultad debe ser absoluta, no una
mera imposibilidad individual. Una nevada que impide la entrega de la mercadería, liberados los caminos, el
deudor debe hacer efectivo el cumplimiento. En el ejemplo no habría morosidad ya que el acreedor debe
esperar, sin reclamar indemnización alguna. “el requisito esencial del caso fortuito y la fuerza mayor es
irresistibilidad”.
3) Actual: debe ocurrir contemporáneamente al momento de cumplimiento. Es menester que se trate de un hecho
presente y no de una simple amenaza o de una imposibilidad eventual.
4) Inimputable: significa que el caso fortuito o la fuerza mayor no sea atribuido a la culpa del deudor.
5) Extraordinario: es decir debe tratarse de un acontecimiento que excede el orden natural y ello porque la
consecuencia no ocurre de acuerdo al curso ordinario y regular de la naturaleza, como la lluvia el viento, la
creciente ordinaria de los ríos, etc.

CASOS

1) Hechos del hombre: son manifestaciones en las que interviene la actividad humana en diferentes variantes y
situaciones. a fin de configurar el caso fortuito o la fuerza mayor, lo inevitable del casus debe ser algo que no se
vincule con el actuar o con el no actuar del deudor, sino cargado de irresistibilidad. En el supuesto concreto, a
partir de la caracterización del factor de atribución de responsabilidad, si dicho factor es la culpa o el dolo del
responsable, es decir, un factor subjetivo, el caso fortuito debe ser ajeno a la persona del deudor. Cuando el
factor de atribución es objetivo, debe ser extraño o externo al riesgo propio de la cosa.

Pero no se puede configurar caso fortuito si el hecho proviene de una persona por la cual deba responder el deudor. En
esta categoría de eventos se dan las siguientes hipótesis:

a) Las ordenes o prohibiciones de las autoridades también llamados en la doctrina “hechos del príncipe”. Los casos
que se citan como ejemplos de esta causal son:
- Prohibición del poder ejecutivo para que los concesionarios de una municipalidad continuaran cobrando un
impuesto de extracción de arena.
- Prohibición del poder ejecutivo para que se ocupen terrenos concedidos por la municipalidad.
- Requisa de todos los stocks de un producto.
- Expropiación de un bien.
b) Las guerras, revoluciones o sucesos similares, por si solos, no constituyen caso fortuito o de fuerza mayor, pero
pueden llegar a serlo si a consecuencia de los mismos ha hecho imposible la prestación.
c) Hechos de terceros: cuando el hecho de un tercero extraño, no dependiente o subordinado del deudor, hace
imposible el cumplimiento de la obligación, no imputable al damnificado (atentado terrorista, etc), su
fundamento esta en que se trata de eventos que el deudor no ha podido superar.
d) Huelgas: se considera en principio, que la huelga no constituye un caso fortuito o fuerza mayor, pero
excepcionalmente puede configurarle, si se trata de:
- Una huelga general, que abarque a todo un gremio, cuando la medida de fuerza de declare ilegal y afecte al
personal especializado que no es posible sustituir.
- Si se trata de huelgas que son imposibles de prever o de resistir, como acontece en las huelgas revolucionarias o
cuando hay actos de sabotaje.
- Cuando a pesar de tratarse huelgas parciales, asumen la característica de verdadera fuerza mayor y hacen
imposible la ejecución de la obligación.

La huelga constituiría un supuesto de fuerza mayor si se trata de obligaciones de hacer.

e) El lock out o huelga de los patrones: no puede ser alegada por ellos mismos para justificar su incumplimiento.
f) La sentencia judicial: puede configurar el casus, cuando es dictada en juicios donde el deudor no fue parte, o
cuando el deudor no fuera responsable de la situación jurídica que ha motivado la correspondiente resolución
judicial.

Además de estos supuestos en los que la mayoría de la doctrina concuerda, señala otros supuestos:

- Las medidas administrativas: pueden generar casus, cuando por ejemplo, un decreto impide entregar
determinada mercadería que el deudor prometió en venta.
- La expropiación de inmuebles: ingresa en dicha categoría cuando impide el cumplimiento de una promesa de
venta.
- La enfermedad del deudor: cuando le es extraña o ajena a su conducta. No cuando fuera producto de la
ebriedad consuetudinaria o toxicomanía o se tratara de una obligación personal.
- Avatares económicos: provenientes de países extranjeros, que repercuten en los mercados, en el marco de una
economía globalizada. Por ejemplo, la reciente crisis mundial originada en EEUU con las hipotecas.
2) Hechos de la naturaleza: cuando se tratan de fenómenos de la naturaleza, estos constituyen casos fortuitos solo
cuando son extraordinarios y por su intensidad se salen del orden común.
- Las lluvias, el viento inundaciones, sequia: por excepción pueden ser alegados como caso fortuito o de fuerza
mayor cuando: no sean periódicas, no pudieron prever, o su intensidad, los fuertes vientos: ingresan en esta
categoría solo cuando, por su violencia, revisten tan gravedad que impiden el cumplimiento y el obrar normal. Es
el caso de un ciclón o de un huracán.}
- Incendio: configura caso fortuito siempre que haya sido originado por causas inevitables.

EFECTOS

El caso fortuito como la fuerza mayor, interrumpen el nexo causal, y por ello las consecuencias del hecho dañoso no
pueden ser atribuidas al deudor o demandado.

Si la obligación se hace de cumplimiento temporal imposible, cuando cese el hecho impeditivo, el deudor debe cumplir
en forma inmediata, salvo que se trate de una obligación de plazo esencial.

Si la imposibilidad es parcial (por ejemplo, si se incendia solo una parte de la cosecha), el deudor queda obligado a la
entrega de lo restante.

PRINCIPIO GENERAL

El caso fortuito provoca la destrucción o parcial, según los casos, del nexo de causalidad.

En el ámbito del incumplimiento obligacional o contractual produce dos efectos fundamentales:

- Extingue la obligación por imposibilidad sobrevenida (o imposibilidad de pago).


- Libera al deudor de responsabilidad por dicho cumplimiento.

EXCEPCIONES

a) Asunción contractual de caso fortuito: en ejercicio de la autonomía de la voluntad, las partes pueden convenir
directamente, que el obligado garantiza el resarcimiento de los daños en cualquier circunstancia.
b) Disposición de la ley: la ley dispone que el caso fortuito no exonera; es lo que ocurre, precisamente, con el
supuesto previsto en el inc c, del art. 1733 (deudor que se encuentra en mora con anterioridad al acaecimiento
del casus).
c) Mora del deudor: uno de los efectos es la traslación de los riesgos de la prestación, que a partir de ese momento
pasan a estar en cabeza del deudor incumplidor. El obligado no se libera si esta en mora en el momento en que
sobreviene la imposibilidad de cumplimiento, por ejemplo, si la cosa que debía darse parece como consecuencia
de un terremoto, pues es claro que ese resultado habría ocurrido igualmente en poder del acreedor.
d) Existencia de culpa previa del responsable: en este supuesto no existe caso fortuito, falta la condición de
ajenidad; el evento imprevisible o irresistible carece de toda virtualidad, al ser esterilizado por la culpa del
agente.
e) Contingencia propia al riesgo de la cosa o la actividad: el caso fortuito debe ser ajeno al responsable. Es decir
que debe ser extraño a la esfera económica del agente, a sus actividades, a su empresa o a las cosas de su
propiedad. No se da este presupuesto si por ejemplo, un automóvil se desplaza y daña a un tercero en el
contexto de una fuerte tormenta, pero la imposibilidad de controlar el vehículo obedece también a un vicio en
los frenos, o si la colisión es desencadenada en medio de una intensa niebla, pero el automotor carecía de luces
suficientes; en ambos ejemplos, la contingencia en cuestión es propia al riesgo de la cosa.
f) Obligación de restituir como consecuencia de un hecho ilícito: cuando la obligación de restituir es consecuencia
de un hecho ilícito (posesión de mala fe), el deudor no se exonera ni siquiera por imposibilidad de cumplimiento
objetiva y absoluta causada por caso fortuito. Este principio recibe una aplicación particular en el art. 1936, que
hace responsable al poseedor de mala fe por la destrucción total o parcial de la cosa.

PRUEBA

Hay una regla en el proceso civil que indica que:

- El actor debe probar los hechos “constitutivos” que integran los presupuestos normativos.
- Y el demandado los “impeditivos” y “extintivos”. El casus configura un típico hecho que impide atribuir la
consecuencia al deudor, y por ende corresponde que sea este quien cargue con la prueba respectiva. Puede
recurrirse a cualquier clase de prueba. Ello surge expresamente del art. 1734 del ccyc, que contiene la regla
general en materia de carga de la prueba de los factores de atribución y las eximentes, y en ese sentido
establece que ella pesa sobre quien los alega.

La teoría de la carga de la prueba tiene dos finalidades básicas, se trata de proporcionar al juez una directiva que le
indica como debe fallar ante la inexistencia o insuficiencia de prueba sobre determinado hecho litigioso. Pero también
es una pauta de actividad para las partes, les advierte cual de ellas asume el riesgo de la falta de producción de la prueba
sobre determinado hecho.

EL CASUS, DIFERENCIA CON LA AUSENCIA DE CULPA

Se trata de dos eximentes distintas, que actúan sobre diferentes presupuestos de la responsabilidad.

El casus incide sobre el nexo causal, destruyéndolo, lo que determina, como lógica consecuencia, la falta de autoría
material del sindicado como responsable. El autor no se libera porque haya cumplido con la diligencia debida sino,
porque no es el autor del incumplimiento por falta de causalidad material y jurídica.

La falta de culpabilidad no importa por si sola, un caso fortuito si no esta acompañada de los demás requisitos que aquel
debe reunir; es decir, la ausencia de culpa puede existir fuera del casus.

La denominada “no culpa” o “ausencia de culpa” solo comprende los casos de responsabilidad subjetiva, de manera
especial aquellos en que la misma aparece presumida.

Un ejemplo permitirá corroborar el grave error conceptual que significa asimilar casus a la falta de culpa:

- Supongamos que durante el transcurso de una intervención quirúrgica sobreviene un corte de energía eléctrica,
que deja al cirujano sin posibilidad de utilizar los instrumentos necesarios, y ello ocasiona la muerte al paciente.
En tal caso es fácil comprobar que el casus exime de responsabilidad.
- Supongamos ahora que el corte de luz no se produce y el paciente muere durante la operación por una
circunstancia oculta. En tal caso, le bastara al medico con probar que obro diligentemente, que puso los
cuidados requeridos, para dejar establecida su falta de culpa. Hay allí falta de culpa sin que pueda hablarse de
caso fortuito o fuerza mayor.
UNIDAD 6:
1. DAÑO. Concepto

El daño se presenta en la actualidad como el elemento mas importante de la responsabilidad civil, desplazando de este
sitial a la culpa. A diferencia del código civil de Velez que no brindaba concepto alguno acerca del daño resarcible, el
código civil y comercial si lo hace, en el art. 1737, en cuanto dispone: “hay daño cuando se lesiona un derecho o un
intereses no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de
incidencia colectiva”.

El daño objeto de resarcimiento es aquel que consiste en la lesión a un derecho o a un interés merecedor de protección
conforme al ordenamiento jurídico, si no esta justificado.

Mosset Iturraspe sostiene que puede sintetizarse la noción de daño, en cuanto presupuesto de responsabilidad civil
como: la lesión o menoscabo a un interés patrimonial o extrapatrimonial, acaecido como consecuencia de una acción.

El daño puede ser individual o colectivo. En el individual se afecta un derecho o un interés licito y no contrario a
derecho que tiene por objeto el patrimonio o la persona, en el colectivo se afecta un derecho o un interés que recae
sobre un bien de incidencia colectiva, puede ser patrimonial o extrapatrimonial.

Los derechos de incidencia colectiva son aquellos que tutelan bienes colectivos. La función primordial en este tipo de
daños es la preventiva, pueden constituirse en la contaminación de las aguas que bañan las costas de una ciudad, la
destrucción de un monumento o de un edificio que constituye patrimonio histórica de ese lugar, etc.

REQUISITOS DEL DAÑO

El art. 1739 dispone, en su parte pertinente, que “para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio
directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente”. Para que el daño sea resarcible debe ser: personal, cierto y
subsistente.

a) El daño debe ser personal de quien pretende la indemnización . Se trata de una aplicación simple del principio
fundamental según el cual si no hay interés no hay acción.

Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio (ya sea patrimonial o moral); es decir, solamente podra
reclamar la reparación la persona que ha sufrido el perjuicio, puede ser a su vez directo o indirecto. Es directo cuando el
titular del interés afectado es la víctima del ilícito (por ejemplo, una persona que resulta lesionada en un accidente de
transito y reclama los perjuicios sufridos en su integridad física). Y sera indirecto cuando el perjuicio propio invocado por
el demandante deriva de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero, por ejemplo, en el
supuesto de homicidio en el cual la viuda y los hijos del muerte pueden reclamar iure propio la reparación del perjuicio
material y moral derivado de la muerte de un tercero (victima).

b) El daño debe ser subsistente. Este requisito exige que el daño deba subsistir al tiempo del resarcimiento, cuando
se menciona a la subsistencia del daño se hace referencia a que el mismo no debe haber sido aun resarcido por
quien debio hacerlo: el responsable, este mantiene vigente si la propia victima afronto por si el pago de los
daños (por ejemplo el damnificado que hizo reparar y pago los gastos del auto chocado) o si lo hizo un tercero
que puede subrogarse en sus derechos, por ejemplo, los sueldos que pago el empleador a su dependiente
durante el lapso de convalencia de un accidente provocado por un tercero; el asegurador que paga el siniestro o
la aseguradora de riesgos del trabajo que pago las prestaciones a las que estaba obligada y puede repetir del
autor del daño.

Si el dañador o responsable no indemnizo el daño, queda subsistente porque no se lo cancelo y se mantiene con
independencia de que la victima o un tercero hubieran logrado el restablecimiento de la situación material al momento
anterior al hecho lesivo.
c) El daño resarcible ha de ser cierto y no eventual. Debe mediar certidumbre en cuanto a la existencia misma del
daño, sin perjuicio de la posible indeterminación de su monto. Es menester que el daño sea real y efectivo, y no
puramente eventual o hipotético. El daño cierto puede ser presente o actual si ya produjo, o futuro cuando se
producirá segura o probablemente con posterioridad a la sentencia.

CLASIFICACION DEL DAÑO

El nuevo ccyc contempla ciertas categorizaciones tradicionales e incorpora los daños colectivos, cuando fueren de
incidencia colectiva. Los posibles daños experimentados por la victima pueden ser clasificados según su tratamiento en
el nuevo régimen legal.

Daño patrimonial y daño extrapatrimonial

La idea de daño patrimonial se asocia en la practica al daño material. El daño será patrimonial o extrapatrimonial
dependiendo de cual sea la índole del interés afectado. Si se produce una repercusión disvaliosa en el patrimonio del
acreedor será patrimonial. Si tal repercusión compromete sus afecciones legitima, estaremos ante o moral. Por ejemplo:
la difamación publica de un profesional, mas alla de los prejuicios extrapatrimoniales que genera la misma, también
puede causarle un perjuicio patrimonial, si repercute en la persona de clientela.

Daño emergente y lucro cesante

El daño emergente consiste en la pérdida o disminución de valores económicos ya existentes en el patrimonio, a raíz del
hecho ilícito aquiliano o del incumplimiento obligacional. El lucro cesante se traduce en el valor de las ganancias
frustradas, dejadas de percibir por el damnificado, a raíz del ilícito o del incumplimiento de la obligación. Por ejemplo: si
una persona se embestida por un automóvil, experimentando daños en su integridad física, que determinan su
hospitalización, intervención quirúrgica y ulterior covalencia por noventa días, el daño emergente estará dado por los
gastos de atención médica (honorarios, gastos de medicamentos, etc) y el lucro cesante por las ganancias dejadas de
percibir durante el periodo en el cual el damnificado se vio impedido de trabajar, y en caso, de haberse producido una
incapacidad laboral permanente (total o parcial), por la privación de los ingresos futuros, derivada de dicha merma en la
productividad futura.

En el art. 1738 del ccyc “la indemnización comprende la perdida o disminución del patrimonio de la victima, el lucro
cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención”.

Daño actual y daño futuro

El daño actual es aquel ya producido al momento de dictarse sentencia; daño futuro es el que todavía no se ha
producido al tiempo de dictarse sentencia, pero que se presenta como una previsible prolongación o agravación de un
daño actual, o como un nuevo menoscabo futuro, derivado de una situación de hecho actual. Por ejemplo si una persona
de 25 años es embestida por un automóvil y sufre la amputación de sus piernas, quedando imposibilitada
absolutamente para trabajar, el daño actual es aquel ya producido al momento de dictarse sentencia, abarcativo del
daño emergente (gastos médicos, internación, etc) y lucro cesante (ganancias frustradas hasta ese momento). El daño
futuro esta dado por aquellos gastos necesarios que, conforme al curso normal y ordinario de las cosas, debe realizar en
el futuro, tales como nuevas intervenciones quirúrgicas, rehabilitación, asistencia medica, etc (daño emergente futuro) y
por las ganancias frustradas a raíz de la incapacidad que padece, calculadas desde la fecha de la sentencia hasta el
momento en que el damnificado este en condiciones de jubilarse (lucro cesante futuro).

Esta clasificación ha sido expresamente consagrada en el art. 1739 del nuevo ccyc.

Daño compensatorio o definitivo y daño moratorio

- El daño compensatorio comprende todo el menoscabo patrimonial provocado por el incumplimiento total y
definitivo de la obligación. En tal caso, la prestación originaria se convierte en la de pagar daños e intereses.
- El daño moratorio es el que resulta del retardo en el cumplimiento de la obligación.
La importancia de esta clasificación estriba en que la indemnización del daño compensatorio sustituye a la prestación
originaria, mientras que la indemnización del daño moratorio se acumula al objeto de la obligación.

Daños comunes y daños indirectos

El daño patrimonial seria directo cuando la lesión recae directamente sobre los bienes que conforman el patrimonio de
la persona. Por ejemplo: gastos de reparación en el techo dañado, por los trabajos realizados por el dueño del inmueble
lindero), e indirecto cuando recae directamente sobre derechos extrapatrimoniales e indirectamente sobre el
patrimonio (por ejemplo, disminución de clientela por publicación de noticias difamatorias).

El daño es directo cuando afecta a la víctima demandante o damnificado directa, y es dañoso indirecto cuando quien
reclama es una persona distinta a la víctima, que sufre un perjuicio propio, derivado de aquel (por ejemplo: la
conviviente de la víctima de un siniestro vial).

Daño interés positivo y daño al interés negativo

El daño al interés positivo es el que sufre el acreedor ante la expectativa que le habría deparado el cumplimiento del
contrato, es decir, que el acreedor tiene derecho a ser indemnizado para quedar colocado en aquella situación en que se
encontraría si el contrato de hubiese cumplido. El daño al interés negativo es el que sufre el acreedor a raíz de invalidez
del contrato, es decir, el daño sufrido por quien ha confiado en la validez del negocio jurídico, y por cuyo motivo ha
realizado gastos y erogaciones, llamándoselo también por dicha circunstancia, daño al interés de confianza.

2. DAÑO A LA PERSONA. Concepto y supuestos

El art. 1738 en la segunda parte, enuncia los daños a la persona humana (violación de los derechos personalísimos de la
victima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legitimas y las que resultan de la
interferencia en su proyecto de vida).

Fue incorporado el daño a la salud que es aquel que atañe al bienestar integral sujeto, dentro de esta faceta quedarían
incluido los siguientes daños:

1) El daño a la vida de relación: se configura cuando el damnificado experimenta una disminución psicofísica que le
impide o dificulta la aptitud para gozar de los bienes de la vida que tenia antes del hecho lesivo. (practicar
deportes, asistir o participar de cualquier espectáculo, viajar, estar con amigos, etc).
2) El daño estético: la misma deriva en la degradación de aspecto de la persona. Es el que ataca a la fisonomía o
afecta al cuerpo de las personas.
3) El daño sexual: es aquel que produce la perdida o disminución de la función de los órganos sexuales. Por
ejemplo, quien experimenta una imposibilidad temporaria o definitiva para procrear, quien resulta contagiado
por una enfermedad transmisible por via sexual , etc.
4) El daño psíquico: entendido como una perturbación de la personalidad del damnificado, que altera su equilibrio
emocional de la personal.
5) El daño al proyecto de vida: se trata de un daño que trunca en mayor o menor medida el proyecto de vida, que
impide en consecuencia que la persona desarrolle su personalidad

La opinión mayoritaria de nuestra doctrina sostienen que en nuestro ordenamiento jurídico solo se conciben dos
grandes categorías de daño: patrimonial (emergente, lucro cesante y perdida de chance) consiste justamente en el
menoscabo que se causare a otro en un bien susceptible de apreciación económica y el daño extrapatrimonial o no
patrimonial (daño moral). Las lesiones a la integridad psicofísica, a la estética y a la vida de relación constituyen formas
de lesividad, que pueden generar.

PRUEBA DEL DAÑO

El ccyc en el art. 1744 establece expresamente prueba del daño “el daño debe ser acreditado por quien lo invoca,
excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los propios hechos”.
COMPENSACION DEL LUCRO CON EL DAÑO. Concepto

La compensación de beneficios, parte de la base de que deben computarse las circunstancias favorables y desfavorables
generadas por el mismo hecho. Se trata del caso que la victima recibe ciertos beneficios a causa del daño.

Según la doctrina el beneficio derivado del mismo hecho que causo el daño debe descontarse de la indemnización,
porque el damnificado no debe lucrar a expensas del responsable, y si no se practicara la compensación se convalidaría
un enriquecimiento sin causa.

REQUISITOS

1) Que el lucro provenga del mismo hecho que ha causado el daño.


2) Que el hecho ilícito o incumplimiento de la obligación haya sido la causa adecuada de los beneficios.

CASOS

La compensación del daño con el lucro procede, en las siguientes situaciones:

1) Si la victima cobro igualmente sus salarios durante el periodo de incapacidad derivado del accidente, no tiene
derecho a reclamárselo al autor aunque ulteriormente puede demandarlo por ellos el empleador.
2) Si la compañía aseguradora abono el valor del vehículo asegurado y que resultó destruido en el accidente, el
damnificado no puede pretender que la indemnización que reclama sea independiente de la suma abonada por
el asegurador, este tiene carácter exclusivamente indemnizatorio, y que de aceptarse exclusivamente la tesis del
recurrente, por vía de acumulación se cobraría dos veces por el mismo daño.

No procede, si el conductor del vehículo fallece y por tal causa su viuda recibe una pensión, no habrá tal compensación y
tendrá la viuda derecho a la indemnización, justamente el beneficio y el perjuicio provendrían de causas diferentes o
bien no existe causalidad adecuada con el hecho principal.

3. APLICACIONES RELEVANTES EN ALGUNOS DAÑOS EN PARTICULAR

PERDIDA DE LA CHANCE. Concepto

Existe perdida de chance cuando se frustra una oportunidad de obtener un beneficio. Adviértase que lo frustrado no es
el beneficio esperado, sino la mera probabilidad de lograrlo en caso de no haber ocurrido el hecho.

En la causa: Denenberg, Roberto c/ Bs As, provincia de s/ cobro de pesos, la corte suprema resolvió que “la perdida de
chance” se presenta como una probabilidad suficiente que supera la condición de un daño eventual o hipotético para
convertirse en un perjuicio cierto y por ello resarcible.

En la perdida de chances lo que se frustra es la probabilidad o expectativa de ganancias futuras, el ejemplo típico del
jugador de futbol que no pudo continuar con su carrera deportiva ascendente. La perdida de chances puede tener
repercusiones patrimoniales o no patrimoniales como el padecimiento y aflicción por la perdida de la probabilidad de
continuar su carrera deportiva en Europa.,

El momento o cuantia de la chance indemnizable no es equivalente a todo el beneficio esperado como en el lucro
cesante. Por ejemplo, todos los sueldos no percibidos durante la convalencia de la victima. En la chance frustrada lo
indemnizable no es la ventaja misma, sino la probabilidad de obtener el beneficio, el que siempre será mas reducido o
mas bajo que la totalidad de la ventaja (el porcentaje de probabilidad de ser jugador de futbol, profesional, por ejemplo
el 30%, 45% etc, dadas las condiciones físicas y técnicas del jugador).

La indemnización por perdida de la chance consiste en el valor de la posibilidad, por lo que la indemnización será
necesariamente menor que el resarcimiento integral. Lo reparable no es el beneficio esperado sino “la probabilidad
perdida”, lo que, en el fondo, trasunta un criterio cuantitativo y no cualitativo de ponderación.
El nuevo ccyc a diferencia del código anterior, reconoce expresamente a este rubro en el art. 1739 que dispone, “la
perdida de la chance es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde una adecuada
relación de causalidad con el hecho generador”. Así vez en el art. 1738 al referirse a la reparación integral incluye la
reparación de este rubro. Asi mismo el art. 1745 referente a la indemnización por fallecimiento, establece que, en caso
de muerte, la indemnización debe consistir en: c) la pérdida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte
de los hijos, este derecho también compete a quien tenga la guarda del menor fallecido.

REQUISITOS

1) La chance debe ser real y seria, y no una mera ilusión o conjetura de la mente del damnificado, por ejemplo, no
se podría pretender el resarcimiento de la perdida de chances matrimoniales de una niña, a raíz de una lesión
estética.
2) El otro aspecto, a tener en cuenta, es la mayor cercanía temporal, por cuanto existen mayores y mejores
posibilidades de obtener resarcimiento por su frustración.

La reparación de la pérdida de chance

Para determinar quantum indemnizatorio se deba tener en cuenta lo siguiente:

1) La chance en si misma, valorada en función del interés afectado el grado de probabilidad de su producción y del
carácter reversible o irreversible del perjuicio que provoque su frustración.
2) El monto indemnizatorio que hubiese correspondido en caso de haber concretado la chance y obtenido el
beneficio esperado.

4. DAÑO EXTRAPATRIMONIAL O MORAL. Concepto

El daño moral es una lesión a las afecciones legitimas, a la integridad personal y a los bienes de goce, como claramente
se desprendia del art 1078 del cc de Velez.

El nuevo ccyc alude al daño como consecuencias no patrimoniales, haciendo referencia justamente al perjuicio que
provoca la lesión a intereses espirituales de una persona, que produce consecuencias disvaliosas, que se traducen en un
modo de estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho lesivo, lo cual significa una concepción amplia al
daño moral.

REGIMEN DEL DAÑO EXTRAPATRIMONIAL (MORAL) EN DERECHO COMPARADO Y NUESTRO DERECHO

Derecho comparado: ha sido la evolución de la jurisprudencia francesa quien primero se pronunció sobre la aceptación
del llamado “daño moral”.

En España el código civil no hace referencia alguna al daño moral pero la doctrina y jurisprudencia extraen de la
amplitud del art. 190 la recepción del mismo.

Por su parte en Alemania prohibía la indemnización del daño moral en los casos no previstos expresamente por la ley, se
refería a cuatro supuestos: a) lesión corporal, b) daño a la salud, c) privación de la libertad, d) ciertos actos contra la
libertad sexual femenina.

En Italia impera el carácter negativo al resarcimiento de los daños no patrimoniales el código civil establece “el daño no
patrimonial debe ser resarcido solo en los casos determinados por la ley” que se reducen a los supuestos de daños
derivados de delitos del derecho penal.

En nuestro derecho: en el cc de Velez el daño moral estaba regulado en el art. 1078 estableciendo la posibilidad de
resarcir el este tipo de daño únicamente dentro del ámbito de la responsabilidad extracontractual, cuando se cometia
un delito que a su vez un delito del derecho criminal. La ley n° 17711 introdujo modificaciones tanto en la orbita
contractual u obligacional (art. 522) como en la extracontractual o aquiliana (art. 1078).
El ccyc al tratar lo referente a la indemnización en el art. 1738 determina que la reparación debe ser plena y que la
indemnización debe estar comprendida por la: perdida del patrimonio, el lucro cesante, la perdida de la chance, el daño
extrapatrimonial y las que resultan de interferencia en su proyecto de vida.

LEGITIMACION ACTIVA

Situación previa a la reforma introducida por el nuevo código

El cc de Vélez, como vimos, distinguía dos orbitas de responsabilidad civil: contractual y aquiliana.

En el ámbito contractual no se hacia ninguna mención respecto de los legitimados activos. La doctrina entiende que el
único titular de la acción resarcitoria por daño moral que deriva del incumplimiento obligacional es el acreedor.

Solo cuando a raíz del incumplimiento sobrevenía la muerte del acreedor los herederos forzosos pueden reclamar la
indemnización del daño moral indirecto por ellos experimentados.

En cambio en la órbita extracontractual, con anterioridad a la reforma introducida por la ley n° 17711 no existía
precepto alguno que estableciera a quien correspondía la titularidad de la acción resarcitoria por daño moral.

En el art. 1078 luego de la reforma de la ley solo legitimaba activamente por daño moral al damnificado directo y
únicamente cuando a raíz del hecho, este hubiese fallecido, reconoce legitimación activa a una serie restringida de
damnificados como son los herederos forzosos.

Esta limitación en materia de legitimados activos, establecida por esta norma (art. 1078) dejaba al margen del derecho a
impetrar la reparación del agravio moral sufrido, a una serie de personas que participan del entorno íntimo de la víctima.
Por ejemplo, si un niño como consecuencia de un hecho dañoso ilícito sufre una incapacidad grave que le impide
realizar cualquier actividad, llegando incluso a un estado vegetativo. En este supuesto según el texto legal sus padres no
tendrían derecho a solicitar un agravio moral, cuando es indudable el hecho de que la incapacidad del hijo les producirá
un serio trastorno espiritual, de gran sufrimiento por ver a su hijo postrado de por vida, o con una incapacidad tal que le
impedirá realizar cualquier tipo de actividad en el futuro.

La doctrina mayoritariamente en nuestro país entendia que era necesaria una modificación del art. 1078 del cc anterior,
en lo referente a la legitimación activa.

Situación a partir de la entrada en vigencia del nuevo código civil y comercial

El nuevo texto legal (art. 1741) dispone que esta legitimado “para reclamar la indemnización de las consecuencias no
patrimoniales el damnificado directo”. Pero agrega que “si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad
también tienen legitimación a titulo personal, según las circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y
quienes convivían con aquel recibiendo trato familiar ostensible”.

Se amplia asi la posibilidad de reclamar los daños extrapatrimoniales:

a) El damnificado directo: el art. 1741 circunscribe la legitimación activa solo al damnificado directo del hecho
nocivo, que es la persona que sufre un daño en calidad de victima inmediata del suceso.
b) El damnificado indirecto: se establecen dos excepciones que autorizan el reclamo del damnificado indirecto: en
caso de fallecimiento de la víctima o de gran incapacidad supuesto este último alude a las denominadas grandes
discapacidades. Los únicos dos casos que autorizan el reclamo del damnificado indirecto son el fallecimiento y la
gran discapacidad de la víctima inmediata, en este último caso concurren ambos conjuntamente (por ej; los
padres con el menor en estado de vida vegetativa).

los damnificados indirectos o mediatos que admite la ley “a titulo personal, según las circunstancias” son : el conyuge,
los ascendientes, los descendientes y “quienes convivían con el recibiendo trato familiar ostensible”.
PRUEBA DEL DAÑO MORAL

El daño moral debe ser probado al igual que los restantes presupuestos de la responsabilidad civil, en tanto y cuanto la
ley no consagre una presunción legal de daño.

Dicha prueba operara normalmente por via de las presunciones judiciales atento a la imposibilidad de mensurar el daño
moral de la misma forma que el daño material. La demostración de los hechos siempre queda a cargo del actor.

Deben tenerse en cuenta, además, las circunstancias particulares del caso, deben ponderarse todas las circunstancias,
tanto las de naturaleza objetiva como las personales o subjetivas de la propia víctima, a los fines de determinar la
cuantía del perjuicio.

Los factores objetivos

- Relativos al hecho mismo: sufrimiento al momento del suceso físico y psíquico dolor corporal miedo a la muerte,
perdida del conocimiento.
- Periodo de curación y convalecencia: el dolor físico que suele conllevar la etapa terapéutica, curaciones
intervenciones quirúrgicas, etc, las molestias inherentes al tratamiento, padecimientos de la internación en el
hospital.
- Eventuales menoscabos subsistentes después del tratamiento: las secuelas n corregibles de las lesiones que
poseen natural incidencia en la vida individual y de relación, la lesión estética, la imposibilidad de practicar
deportes.

Los factores subjetivos

- Incapacidad: toda disminución de las aptitudes de un sujeto supone alterar el equilibrio espiritual necesario para
hacer frente a la vida. Se deberá tener en cuenta la edad de la victima, el sexo, profesión, estado civil, etc. Por
ejemplo: no es igual el daño moral del incapacitado que tiene hijos a cargos, que el de aquel sin
responsabilidades asistenciales, y resulta particularmente grave la incapacidad que se sufre en la plenitud de la
vida.

Valoración y cuantificación del daño moral

La parte final del art. 1741 del ccyc dispone “el monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones
sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas.

Para la cuantificación del mismo, el rol del juez es fundamental, quien deberá valorar todas y cada una de las
circunstancias que rodearon al hecho dañoso y las repercusiones espirituales de la víctima.

UNIDAD 7:
1. MODOS DE VALUACION DE LOS DAÑOS:

La valoración del daño puede ser legal, convencional o judicial.

Es legal cuando la estimación o la forma de practicar la valuación surgen expresamente de una norma jurídica. Cuando
las leyes determinan pautas tarifadas o montos indemnizatorios máximos o mínimos. Tal que sucede en materia de
accidentes de trabajo, indemnizaciones laborales por despido.

Es convencional cuando las partes de común acuerdo la determinan, sea en forma anticipada como clausula penal o con
posterioridad su producción, generalmente bajo forma de transacción.

Es judicial cuando la realiza el juez al tiempo de dictar sentencia (cuando las partes no acuerdan el monto de la
indemnización o esta no es determinada por la ley). El juez la determina con arreglo a las probanzas del juicio.
MOMENTO EN QUE DEBE VALORARSE EL PERJUICIO Y CUANTIFICARSE LA INDEMNIZACION

Como regla, el daño resarcible debe ser valorado judicialmente al tiempo de la sentencia o al momento mas próximo a
esta que sea posible (art. 772 del ccyc).

VALORACION Y CUANTIFICACION DEL DAÑO PATRIMONIAL FUTURO

Tratándose de daños actuales, emergentes o lucro cesante, el daño se valora, como regla al momento de dictarse
sentencia, sobre la base del perjuicio efectivamente producido al momento de la estimación, esto es, actual y ya
delineado.

En materia de daños futuros, la valoración de los mismos, se realiza hacia el futuro, en un momento anterior al de su
efectiva producción. Se incluye dentro de este ultimo, tanto el lucro cesante futuro (por ej: ganancias frustradas desde el
momento en que se dicte sentencia hasta el cese de la incapacidad en el caso de que esto sea posible o hasta que el
damnificado este en edad de jubilarse, en caso de que aquella sea permanente) y también el daño emergente (por ej:
honorarios médicos, intervenciones quirúrgicas, tratamiento de rehabilitación que deban realizarse en el futuro a raíz
del daño producido).

CUANTIFICACION JUDICIAL DEL DAÑO A LA PERSONA

Parece conveniente que los jueces utilicen criterios de valuación similares para casos análogos. Ello podría lograrse, con
la publicación de los fallos en los que se determinen los montos fijados para los distintos daños. Esta pretensión de
montos mínimamente homogéneos tiene dos fundamentos: la predictibilidad y el control de las decisiones judiciales por
el ciudadano.

2. CLAUSULA PENAL. Concepto

El ccyc la define en el art. 790, en cuanto dispone que “la clausula penal es aquella por la cual una persona, para
asegurar el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar la
obligación”.

La doctrina lo ha definido como: “una pena de origen convencional por la cual se somete al sujeto a un deber jurídico,
con la finalidad de reforzar o garantizar el cumplimiento de dicho deber”. (Mosset Iturraspe).

“la clausula penal es una convención o estipulación accesoria por la cual una persona, a fin de reforzar el cumplimiento
de la obligación, se compromete a satisfacer cierta prestación indemnizatoria sino cumple lo debido o lo hace tardia o
irregularmente”. (Kemelmajer de Carlucci).

ANTECEDENTES HISTORICOS

El antecedente se encuentra en la stipulatio penae que se pactaba en el derecho romano. En un primer periodo del
derecho antiguo, se establecia la stipulatio penae para compeler al deudor a cumplir aquellas obligaciones principales
que no consistían en la entrega de dinero, especialmente aquellas cuyo objeto recaía en un hacer o en una abstención.
Ello era asi debido a que las únicas obligaciones jurídicamente exigibles eran las dinerarias.

Con posterioridad, todas las obligaciones, cualquiera fuese su objeto, fueron exigibles. Las partes siguieron pactando la
stipulatio penae, pero con la finalidad de evitar al acreedor la necesidad de probar la existencia del daño. Nótese que
esta segunda etapa del derecho romano la función indemnizatoria se destaca con mayor nitidez que la compulsiva.

FUNCIONES

La clausula penal tiene una función ambivalente, que tiene tanta importancia la función compulsiva como la resarcitoria,
ya que conforme su naturaleza compleja, no puede aplicarse sino por la acumulación de ambas que hacen a la plenitud
de la institución.
- Función compulsiva: se estipula asegurar el cumplimiento de la obligación principal, constituyendo una amenaza
de agresión patrimonial para el deudor, compeliéndolo al cumplimiento de la palabra empeñada so pena de ser
pasible del pago de una pena, es de una cuantía notoriamente superior a la obligación principal.
- Función resarcitoria: consiste en una valuación o liquidación anticipada de los daños que el incumplimiento de la
obligación provocaría al acreedor.

CLASES

Clausula penal moratoria supone el posible ulterior cumplimiento tardío de la obligación, y sujeta al deudor al pago de
una multa por ese retraso. El acreedor puede acumular el beneficio que le representa el incumplimiento de la
prestación, con el importe de la pena que entra en sustitución de los daños y perjuicios moratorios.

Clausula penal compensatoria actúa en la hipótesis de una inejecución definitiva del deudor. Por tanto, no hay
acumulación, sino sustitución del objeto debido por el importe de la pena, que reemplaza a los daños y perjuicios
compensatorios.

El ccyc establece que: la pena o multa impuesta en la obligación entra en lugar de la indemnización de los daños cuando
el deudor se constituyó en mora; y el acreedor no tiene derecho a otra indemnización, aunque pruebe que la pena no es
reparación suficiente. (art. 793).

OBJETO

El art. 791 del ccyc establece “la clausula penal puede tener por objeto el pago de una suma de dinero, o cualquiera otra
prestación que pueda ser objeto de las obligaciones, bien sea en beneficio del acreedor o de un tercero”. Las
prestaciones deberán ser determinadas o determinables, susceptibles de valoración económica, y corresponder a un
interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor (art.725).

CARACTERES

- Es accesoria: se trata de una obligación que no es autónoma, sino dependiente de otra principal, la cláusula
penal sigue la suerte de la obligación principal, si se extingue la obligación principal se extingue la accesoria. (art.
801 y 802)

sin embargo el principio de accesoriedad presenta algunas excepciones, previstas en el mismo código. Así el art. 803
establece que “la cláusula penal tiene efectos, aunque sea puesta para asegurar el cumplimiento de una obligación que
al tiempo de concertar la accesoria no podía exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la ley”.

- Es de interpretación restrictiva: por ser un derecho excepcional a favor del acreedor, su aplicación e
interpretación debe ser restrictiva.
- Es de carácter condicional: depende de un hecho futuro e incierto que es el cumplimiento de la obligación
principal por el deudor.
- Es estipulable a favor del acreedor o de un tercero: (art. 791 del ccyc).
- Es de inmutabilidad relativa: al representar la cláusula penal una estimación anticipada del daño que podrá
causar el incumplimiento, pactada por las partes, no corresponde su modificación posterior por resultar el daño
mayor o menor a lo previsto.

El ccyc sigue la forma casi textual del art. 656 del código anterior, dispone que los jueces pueden reducir las penas
cuando su monto desproporcionado con la gravedad de la falta que sancionan, habida cuenta del valor de las
prestaciones y demás circunstancias del caso, configuran un abusivo aprovechamiento de la situación del deudor.

Pautas para la determinación del exceso: el juez debe tener en cuenta las siguientes pautas:

a) La gravedad de la falta sancionada: la expresión hace referencia al grado de reproche que merece el
incumplimiento y también al resultado objetivo que el produce.
b) El valor de las prestaciones y el daño sufrido: el juez no solo debe tener en cuenta el interés patrimonial del
acreedor sino también el de afección, es decir todo interés legítimo.
c) el abusivo aprovechamiento de la situación del deudor: la existencia del abusivo aprovechamiento surge
incontestablemente de los hechos sin posibilidad de razonamiento o prueba en contrario, si hay desproporción
notoria, la desproporción en la pena hace presumir el aprovechamiento “hay abusivo aprovechamiento cuando
la cláusula supone una multiplicación por varios miles de los valores reales adecuados, circunstancias que
excluyen toda posibilidad de la alegación o prueba en contrario”.

La disminución proporcional de la pena también opera cuando existe:

a) cumplimiento parcial o irregular: el art. 798 del ccyc dispone “si el deudor cumple solo una parte de la
obligación, o la cumple de modo irregular, o fuera del lugar, o del tiempo a que se obligó y el acreedor la acepta,
la pena debe disminuirse proporcionalmente”.

Para que la reducción proporcional proceda, es necesaria la aceptación del cumplimiento parcial por parte del acreedor
de la obligación, este no está obligado a recibir pagos parciales.

b) Acuerdo de partes: puede modificarse la cláusula penal por acuerdo de partes, cuando se traten de cuestiones
que no afecten el orden público.

EFECTOS DE LA CLAUSULA PENAL

Los efectos deben ser contemplados desde dos puntos de vista: a) del deudor, y b) del acreedor.

a) En cuanto al deudor: la cláusula penal está pactada en beneficio del acreedor con la doble finalidad de reforzar
las perspectivas de cumplimiento de la obligación y facilitar la percepción de una suma determinada en el
supuesto de que no se logre la prestación principal. El art. 796 del ccyc dispone expresamente: “el deudor puede
eximirse de cumplir la obligación con el pago de la pena únicamente si se reservó expresamente este derecho”.
b) En cuanto al acreedor: si la prestación se cumple en tiempo, no puede pretender desde luego que en vez de
esta, se le pague la pena pero si medio incumplimiento y el obligado está constituido en mora, el acreedor
puede optar entre exigir la prestación principal o el cumplimiento de la pena. Así lo determina el art. 797 del
ccyc en los siguientes términos:

El acreedor no puede pedir el cumplimiento de la obligación y la pena, por el simple retardo, o que se haya estipulado
que por el pago de la pena no se entienda extinguida la obligación principal.

Hay que distinguir tres partes de esta norma:

1) El principio general consiste en que el acreedor no puede acumular en su demanda la exigencia de que se le
pague la prestación principal y la pena sino que debe elegir a su arbitrio entre una u otra. Es solo aplicable a la
cláusula penal compensatoria.
2) La primera excepción es la que se refiere a la cláusula penal moratoria. Cuando la pena se convierte para el caso
de retardo, entonces si, el acreedor puede reclamar la prestación y la pena.
3) La segunda excepción que permite la acumulación de la exigibilidad de la prestación y la pena se da cuando las
partes asi lo hubiesen convenido.

CLAUSULA PENAL EN EL CASO DE OBLIGACIONES DE SUJETO PLURAL

En una obligación divisible: art. 799 del ccyc establece que “cada uno de los codeudores (o de sus herederos) deben solo
su parte, con independencia de la divisibilidad o indivisibilidad de la obligación principal.

En una obligación indivisible o solidaria (aun divisible): cada uno de los codeudores o de los coherederos del deudor,
queda obligado a satisfacer la pena entera” (art. 800).

a) Si la obligación principal es solidaria, no interesa la naturaleza del objeto de la clausula penal: cada deudor debe
su totalidad, por imperior del art. 838.
b) Si la obligación principal es simplemente mancomunada, a fin de determinas el régimen re responsabilidad rigen
las normas de divisibilidad o indivisibilidad. En ambos casos (art. 808 y 819) los efectos del incumplimiento no se
propagan entre codeudores.

Asi las cosas:

1) Si ambas son divisibles, cada codeudor debe la cláusula penal en proporción a su parte en la obligación.
2) Si ambas son indivisibles, cada codeudor debe la totalidad de la cláusula penal.
3) Si la obligación principal en divisible, y la cláusula penal indivisible prevalece la naturaleza de la cláusula y cada
deudor la debe en su totalidad, sin perjuicio de las posteriores acciones de reintegro. Si existe pluralidad activa,
cada acreedor también la puede reclamar en su totalidad.
4) Si la obligación principal es indivisible, y la cláusula penal divisible, cada deudor la debe en proporción a su parte
en la obligación. Si existe pluralidad activa, cada acreedor solo puede reclamar su parte.

3. REPARACION DE DAÑOS.

Indemnización

La indemnización es la consecuencia, el resultado o el efecto del daño como lesión o detrimento a la persona, al
patrimonio o a un derecho de incidencia colectiva, el objetivo de la indemnización es restablecer a la víctima a la
situación anterior al hecho dañoso, fundada en la noción de justicia. Su finalidad es resarcitoria.

Es un medio indirecto de cumplimiento de la obligación de carácter subsidiario. A el se puede acudir solamente cuando
es imposible obtener el cumplimiento in natura de la prestación.

Reparación integral

El art. 1740 del ccyc precisa la regla: la reparación del daño debe ser plena o integra, en dinero o en especie, recayendo
en la victima la opción por una u otra modalidad, salvo que la restitución en especie resulte abusiva para el deudor.
Además y cuando se trata de la violación de los derechos personalísimos, dada la primacía de la tutela de la persona
humana, la condena comprende también la publicación de la sentencia condenatoria.

La corte suprema sostuvo reiteradamente en numerosos fallos que la indemnización debe ser integral o justa ya que si
no lo fuera y quedaba subsistente el daño en todo o en parte.

La reparación integral se asienta en cuatro reglas fundamentales: 1) el daño debe ser fijado al momento de la decisión;
2) la indemnización no debe ser inferior al perjuicio; 3) la apreciación debe formularse en concreto y 4) la reparación no
debe ser superior al daño sufrido.

Atenuación del daño por razones de equidad

La reparación plena conlleva situaciones injustas o inequitativas que deben ser valoradas por los jueces en concreto. El
ccyc (art. 1069) admite expresamente la atenuación de la responsabilidad al disponer que el juez al fijar la
indemnización, puede atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación particular puede
atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de la victima y las circunstancias
del hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo del representante. (art. 1742)

La norma prevé la indemnización de equidad. Las tres directivas que contienen son: 1) la facultad judicial de atenuar la
indemnización no procede automáticamente y que su aplicación es potestativa y no imperativa; 2) no es procedente si
media dolo del deudor; 3) las pautas para valorar su admisibilidad son el patrimonio del deudor, la situación de la
victima y todas las circunstancias del hecho.
UNIDAD 8:
1. RESPONSABILIDAD DIRECTA POR EL HECHO PROPIO. Concepto

Hace a la esencia misma del derecho de daños, por cuanto que: nada mas lógico que alguien deba responder por los
daños que el mismo causa a terceros.

De acuerdo al hecho que genera el deber de reparar, suele clasificarse a la responsabilidad en directa se responde por el
hecho propio: la obligación de reparar es impuesta a quien causo el daño por una acción u omisión suya o bien al deudor
de una obligación incumplida, es responsable directo tanto quien incumple una obligación como quien causa un daño
injustificado, e indirecta se es responsable por el hecho de otro (arts. 1753 a 1756).

RESPONSABILIDAD DIRECTA POR INCUMPLIMIENTO

El incumplimiento al que se refiere el art. 1749 hace responsable directamente al deudor en todos los casos,
independientemente de si la prestación fue materialmente ejecutada por el o por un tercero. El hecho de que el
obligado introduzca a un tercero para ejecutar la prestación en su lugar nada altera la naturaleza o el fundamento de
dicha responsabilidad. Si el deudor pone a un tercero a cumplir en su lugar, el incumplimiento materializado por ese
tercero hace responsable al deudor también en forma directa.

RESPONSABILIDAD DIRECTA POR ACCION U OMISION

a) Ante todo que este segundo supuesto se refiere a los casos de responsabilidad extracontractual, es decir,
aquellos en los cuales el perjuicio no se produce como consecuencia del incumplimiento de una obligación
preexistente entre el dañador y la victima
b) La ley se refiere a quien causa un daño injustificado, es decir, sin que medie una causa de justificación del hecho
dañoso (art. 1716 a 1720).
c) Si en la producción del daño interviene cosas riesgosas o viciosas, o si el perjuicio se produce como consecuencia
de una actividad peligrosa, se aplican los arts. 1757 a 1759, razón por la cual este supuesto abarca los daños
causados sin cosas (golpes de puño, empujones, etc; o sin contacto físico, injurias, calumnias, o con el empleo de
cosas que, por responder dócilmente al obrar humano, no son riesgosas ni viciosas).

El código ha suprimido la categoría del daño con la cosa que contemplaba el art. 1113 del código anterior, razón por la
cual, cuando en la producción del perjuicio intervienen cosas, solo caben dos opciones: o se considera que ellas son
riesgosas (art. 1757 a 1759), o bien se entiende que no lo son, si han tenido algún rol en la producción del daño, ha sido
como instrumentos del hombre, (art. 1749).

Esta claro que el factor de atribución aplicable en el caso que se esta analizando no puede ser otro que el subjetivo
(culpa o dolo).

En los términos del art. 1749 del ccyc toda acción u omisión dolosa o culposa que causa un daño extracontractual, sin
que medie una causa de justificación, compromete la responsabilidad directa de su autor.

DAÑOS INVOLUNTARIOS

El art. 1750 del ccyc trata dos hipótesis distintas, en primer lugar, se dispone que quien cause un daño por un acto
involuntario, puede ser condenado a responder con fundamento en la equidad como factor de atribución objetivo.

1) El acto para ser voluntario debe ser ejecutado con discernimiento, intención y libertad, que se manifiesta por un
hecho exterior art. 260 del ccyc. Es involuntario por falta de discernimiento según el art. 248 del ccyc:
a) El acto de quien, al momento de realizarlo, esta privado de la razón.
b) El acto ilícito de la persona mejor de edad que no ha cumplido diez años.
c) El acto licito de la persona menor de edad que no ha cumplido 13 años, sin perjuicio de lo establecido en
disposiciones especiales.
2) Se contempla la situación de quien causa un daño a un tercero bajo los efectos de una fuerza física irresistible
también en este supuesto, el acto es involuntario art. 276 del ccyc.

Responsabilidad por actos involuntarios

No puede haber culpa si no existe un hecho voluntario, por tal razón el art. 1750 estructura un régimen especial para los
daños causados como consecuencia de un acto involuntario, fundado en la equidad como factor de atribución objetivo.

En lo que respecta a la reparación de los daños, que faculta al juez a atenuar la indemnización si ello fuere equitativo en
función del patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las circunstancias del hecho.

Daños causados mediante el empleo de fuerza física irresistible

Es el caso de quien, hallándose caminando por verdad, es empujado por otro y lo proyecta contra un automóvil que
estaba circulando. El sujeto pasivo de la fuerza física es empleado como una mera masa mecánica, razón por la cual, no
existe ni siquiera acción de su parte, la acción humana requiere de un mínimo de participación subjetiva del agente. En
este supuesto queda fuera de la posibilidad de imponer un resarcimiento de equidad a cargo de la víctima de la fuerza
irresistible.

PLURALIDAD DE RESPONSABLES

El art. 1751 del ccyc establece el alcance de la obligación que pesa sobre quienes ocasionaron el daño a la víctima, en los
supuestos en que existe pluralidad de responsables, los partícipes, cómplices y consejeros responderán solidariamente,
mientras que en los supuestos en que existan diversas causas la responsabilidad será concurrente.

Supuestos de responsabilidad solidaria

Los supuestos en que la obligación de resarcir tiene una causa única, cuando varias personas causan un daño, la regla es
que deben responder solidariamente. El art. 1751 se refiere a quienes “participan” esta incluyendo tanto a todos los
autores como a los consejeros y cómplices.

Efectos:

a) El pago por parte de uno de los codeudores de la totalidad de la obligación produce su extinción respecto de
todos, a su vez la confusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios solo extingue la cuota de la deuda
que corresponde a el, subsistiendo la obligación y su carácter solidario.
b) El código prevé expresamente la acción de contribución entre los deudores, de forma tal que aquel que paga
puede repetir de los demás codeudores, según la participación que cada uno de ellos haya tenido en el hecho.
c) Los casos en que el daño haya sido causado por el hecho propio de cada uno de los involucrados, cuando se
encuentran individualizados como asi también cuando no resulta posible establecer quien o quienes de un
grupo determinado han ocasionado el daño.

Supuestos de responsabilidad concurrente

Existen distintos sujetos responsables por la producción del daño, cada uno de ellos responde por una causa distinta. La
responsabilidad de cada uno de ellos será concurrente. Hay varias obligaciones, sin conexión entre los deudores.

El cumplimiento del término de prescripción, o su interrupción o suspensión respecto de uno de los deudores, no tiene
efectos expansivos respecto de los restantes responsables. La sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada contra uno
de los codeudores no es oponible a los demás, la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con
respecto a los otros codeudores.

Reglas contractuales. Principio de la simple mancomunación en el incumplimiento de las obligaciones

La solidaridad no se presume, y debe surgir inequívocamente de la ley o del titulo constitutivo de la obligación. El
principio reconoce una excepción en la responsabilidad derivada del incumplimiento de las obligaciones, donde si la
solidaridad no resulta de la ley, o del título de la obligación, cada uno de los deudores responderá exclusivamente con
relación a su parte, incluso si más de uno de ellos ha incumplido con la prestación que le competía.

ENCUBRIMIENTO

El nuevo código en el art. 1752 incorpora los responsables por los daños ocasionados por un hecho ilícito, al encubridor.
El encubrimiento constituye una figura distinta de los autores, consejeros y cómplices, tipificada penalmente entre los
delitos contra la administración de justicia. Se configura cuando, sin haber prestado ayuda al autor o a los autores del
hecho ilícito, el sujeto, después de la comisión del delito, ayuda al autor a eludir las investigaciones de la autoridad, o a
sustraerse de la acción de ella, u omite denunciar el hecho, encontrándose obligado a hacerlo.

2. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE TERCEROS. Concepto

Existe responsabilidad por el hecho de otro en los casos en que la ley autoriza al damnificado a reclamar a quien, sin
haber obrado en el acto que causa daño, se ve obligado a indemnizar, en atención a su particular vinculación con el
victimario.

La responsabilidad por el hecho ajeno tiene una enorme importancia practica en la actualidad, tanto en materia
contractual como extracontractual. Se quiere dar al damnificado mejores posibilidades de obtener de modo efectivo una
indemnización.

PRINCIPALES SUPUESTOS:

- La del principal por el hecho de sus dependientes.


- La de los padres por los hechos de sus hijos.
- La de otras personas encargadas.
- La de los titulares de establecimientos educativos por los daños causados o sufridos por sus alumnos menores
de edad.
- La de los dueños y ocupantes de edificios, cuando cae una cosa o si esta arrojada.

3. RESPONSABILIDAD DEL PRINCIPAL POR EL HECHO DEL DEPENDIENTE

CONCEPTO

El art. 1113 del código anterior establecía de manera concisa que “la obligación del que ha causado un daño se extiende
a los daños que causaren los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado”

El nuevo ccyc introduce modificaciones a la responsabilidad del principal, ha hecho prevalecer los nuevos criterios
imperantes en el derecho de daños, privilegiando el derecho de las víctimas a la reparación de todo daño injustamente
sufrido.

El art. 1753 del ccyc señala: el principal responde objetivamente por los daños que causen los que están bajo su
dependencia, o las personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso
acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas. La falta de discernimiento del dependiente no excusa
al principal. La responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente.

FUNDAMENTO

La mayoría de la doctrina entienden que el verdadero fundamento de la responsabilidad del comitente está en la idea de
“garantía” hacia los terceros: se trataría de una obligación legal de garantía, impuesta por consideraciones de justicia y
de interés social, y como medio de brindar una más eficaz protección a la víctima, ante la posible insolvencia del autor
directo del daño.
REQUISITOS

Relación de dependencia

Se configura siempre que el autor del daño haya dependido para su accionar de la autorización del principal, aun cuando
se trate de una relación circunstancial o gratuita. Supone necesariamente que el principal tenga la facultad de dirigir,
vigilar, intervenir en la conducta de otro de manera que el dependiente actué dentro de ciertos límites. Requiere:

1) El ejercicio de una función por cuenta ajena, que se plasma en una situación de encargo de actos materiales o
jurídicos, dentro de la esfera de control del principal.
2) Un poder virtual de control y de impartir ordenes, o de injerencia por parte del principal con relación al
dependiente.

Tampoco es necesario, que se haya impartido alguna orden, sino que pueda haber sido dada, hay que atenerse a la
existencia de la autoridad y no al ejercicio de ella, se responde aun por los hechos que el patrón hubiese prohibido
realizar si guardan una relación con las tareas que cumplen.

Las ordenes deben ser licitas, pues si fueran ilícitas la responsabilidad del comitente seria directa y no refleja. Si el
dependiente trabaja para varias personas en una tarea común, todas responden indistintamente. Si trabaja
sucesivamente, cada principal responde por los daños causados durante el tiempo que las tareas se cumplen en su
beneficio.

Antijuridicidad del hecho cometido por el dependiente

El acto cometido por el dependiente debe ser objetivamente contrario al ordenamiento jurídico. Si el dependiente es
eximido de responsabilidad, el principal no responde. Ello, sin perjuicio de otras causas por las que se le puede atribuir
responsabilidad. Por ejemplo: por su calidad de dueño de la cosa que causo el daño.

Factor de atribución

El principal responde en forma objetiva por los daños ocasionados por sus dependientes. El factor de atribución es la
garantía.

Daño a un tercero

El daño debe haber sido sufrido por un tercero, incluso otro dependiente o subordinado, el art. 1753 no rige para los
casos en que el daño lo sufre el comitente o el propio dependiente. Cuando el daño se ocasiona el dependiente a si
mismo, la responsabilidad no sería extracontractual o derivada de un hecho ilícito. Pero lo será por la aplicación de los
principios del derecho laboral (accidente de trabajo).

Nexo entre las funciones y el hecho dañoso

Es preciso, que medie un nexo causal adecuado en la función del dependiente y el daño para que el principal pueda ver
comprometida su responsabilidad. Esta cuestión muy discutida en la doctrina, que tránsito por la posición restrictiva que
requería, para extender la responsabilidad del comitente, que el hecho del dependiente haya sido cometido en ejercicio
de las funciones encomendadas. Por ejemplo: un chofer de ómnibus que, durante la jornada de trabajo y cumpliendo su
recorrido habitual tiene un accidente, causando daños a un tercero.

Otros autores han entendido que la responsabilidad también surge para el comitente cuando los daños se producen
durante el ejercicio abusivo de la función encomendada. Por ejemplo: el chofer de una empresa que con el vehículo de
la misma, se desvía del recorrido para efectuar en el trayecto una gestión particular y causa un daño, compromete la
responsabilidad del comitente, pues el perjuicio se ha producido cuando el subordinado abusaba de sus funciones. La
corte suprema en forma reiterada ha reconocido que el principal responde por los actos practicados con abuso de la
función por parte del subordinado.
Una tercera teoría amplia los supuestos de responsabilidad del patrono comprendiendo los daños que se hayan causado
con motivo de las funciones encargadas, es decir, cuando existe una relación de medio a fin entre la función y el daño.
Por ejemplo: el policía que persigue a un delincuente en la vía publica, al que le da la orden de detención y al no acatar
la orden, lo mata de un balazo.

La tesis más amplia extiende la responsabilidad a todos aquellos daños que se causan en ocasión de las funciones, se
considera que la función ha brindado la oportunidad, o ha facilitado notoriamente el acaecimiento del perjuicio, aun
cuando no pueda afirmarse que la función sea su causa adecuada. Ejemplo: la empresa de seguridad privada que debe
responder si uno de su agente de seguridad, con el arma proporcionada por la empresa, dispara y hiere a un hombre,
amante de su esposa.

Esta locución es incluida por el ccyc en el art. 1753 adopta al respecto la posición amplia en cuanto a dicha relación, en
efecto podrá hacerse responsable al principal, en primer lugar, cuando su dependiente haya actuado en ejercicio de la
función encomendada, es decir, cuando el perjuicio haya sido ocasionado durante el desarrollo del cometido ordenado,
dentro del genero de la actividad respectiva. Pero también se encuentra contemplado el supuesto en que el daño es
producido en ocasión de la función, es decir, cuando la tarea que desarrolla el dependiente ha sido un antecedente
necesario, en el sentido de que el hecho dañoso únicamente pudo ser ejecutado por el dependiente en tal cantidad y por
mediar esas funciones. (art. 1753).

LA RESPONSABILIDAD DEL PRINCIPAL EN LOS SUPUESTOS DE ACTOS INVOLUNTARIOS

Será necesario, como requisito para que responda el principal, que haya un acto ilícito cometido por el dependiente.
Puede suceder que el acto que se imputa al dependiente sea involuntario, por ejemplo cuando carezca de
discernimiento.

La falta de discernimiento del dependiente no excusara al principal, quien deberá igualmente resarcir el menoscabo
sufrido por la víctima. Se plantea es que, a su vez, el dependiente que actúo involuntariamente podrá llegar a responder
por razones de equidad, en los supuestos en que el magistrado que interviene en la causa lo considere equitativo. Si ello
es así, el principal, responderá en forma indirecta por el accionar de su dependiente y su obligación será concurrente
con la de este último.

RESPONSABILIDAD CONCURRENTE DEL PRINCIPAL Y EL DEPENDIENTE

Se precisa que la responsabilidad del principal es concurrente in solidum con la del subordinado, tiene causa fuente
diferente mientras que el deber de responder del dependiente se encuentra fundado en su participación directa en el
hecho, el principal responderá en forma refleja, con sustento en la responsabilidad objetiva consagrada en el art. 1753.

En las concurrentes los deudores, si bien deben el mismo objeto, lo hacen en razón de causas diferentes, hay varias
obligaciones, sin conexión entre los deudores.

4. RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES POR EL HECHO DE SUS HIJOS

La comisión reformadora entendio que era conveniente modificar las normas que rigen este supuesto especial de
responsabilidad, asi lo reflejan los arts. 1754 y 1755 del ccyc. Los aspectos centrales sobre los que se introdujeron
modificaciones, son los siguientes: a) factor de atribución que justifica la obligación de los padres; b) eximentes
previstos; c) legitimados pasivos o personas responsables y d) requisitos.

FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD

En el código anterior el fundamento de la responsabilidad del padre por el hecho de sus hijos menores radicaba en la
culpa presumida en el art. 1114.

Por eso el fundamento de esta responsabilidad según la mayoría de la doctrina, radica en la responsabilidad parental
que es objetiva encuentra sustento en el riesgo de dañosidad que para terceros genera la conducta de los hijos menores
mientras se hallen, justamente, bajo esta responsabilidad parental y hasta que culmina la formación de su personalidad,
cuando alcanzan la mayoría de edad o se emancipan.

REQUISITOS

Para que exista la responsabilidad indirecta de los padres y estos deban indemnizar los daños causados por sus hijos,
deben cumplirse los siguientes requisitos:

Minoridad

La responsabilidad de los padres, en este supuesto, se desarrolla mientras el hijo sea menor de edad, es decir, hasta que
cumpla los 18 años. En los supuestos de emancipación en razón del matrimonio cesara la responsabilidad de los padres a
partir de la celebración. La edad se considera al momento del hecho y no en el de la sentencia. El autor de un acto
involuntario podrá responder por razones de equidad.

También se resuelve la cuestión de la responsabilidad por los daños generados en la actividad laboral que pudieran
desempeñar los hijos menores ya que el art.1755 establece que: “los padres no responden por los daños causados por
sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones subordinadas encomendadas por terceros.
Tampoco responden por el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus hijos.

Convivencia

Este deber habita en los padres y que estos son solidariamente responsables por los daños causados por los hijos. Al
introducir un factor de atribución objetivo, la responsabilidad de los padres continua siendo solidaria cualquiera sean las
vicisitudes del vinculo entre los progenitores, son responsables mientras conserven la responsabilidad parental.

En caso de cuidado unipersonal es obligación del progenitor que lo realiza informar al otro sobre cuestiones de
educación, salud, etc, y los padres pueden presentar un plan que contemple los aspectos vinculados al cuidado del hijo.
Tampoco se liberan los padres cuando no conviven con el hijo por una causa atribuible a ellos (art. 1755).

Antijuridicidad del acto del menor

El hecho del menor debe ser contrario al ordenamiento jurídico. La falta de adecuación de la conducta con la norma es
valorable tanto en el caso del menor que carece de discernimiento, como en aquel que ha alcanzado los diez años pues
la antijuridicidad se juzga objetivamente.

Factor de atribución respecto de la conducta del menor

Cuando se trata de hechos puramente personales del menor, se requiere la prueba de su culpabilidad, pero si en la
producción del daño han intervenido cosas de la propiedad del menor, el factor de atribución es objetivo y en
consecuencia el menor se libera con la prueba de la causa ajena.

Daño a un tercero

Debe tratarse de un daño que el menor causa a un tercero.

CAUSUALES DE EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES

Cesa la responsabilidad de los padres por los daños causados por sus hijos cuando llegan a la mayoría de edad, inclusive
en los supuestos en que, el hijo es mayor de edad y recibe alimentos hasta los 21 años, o hasta los 25 porque estudia o
se capacita y esto le impide mantenerse, o cuando el hijo esta emancipado por matrimonio a partir de la celebración, o
cuando los daños ocasionados a un tercero son por tareas inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones
subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco responden por el incumplimiento de obligaciones contractuales
válidamente contraídas por sus hijos.

También cesa la responsabilidad en los casos de ausencia con presunción de fallecimiento judicialmente declarada,
porque es una causal de suspensión de la responsabilidad parental.
Lo mismo aplicable para la incapacidad de uno de los progenitores, que en el código es también causal de suspensión de
la patria potestad el motivo es la “declaración por sentencia firme de la limitación de la capacidad por razones graves de
salud mental”. En esos casos puede haber convivencia, pero no hay ejercicio de la responsabilidad parental.

En los supuestos de fallecimiento de uno de los progenitores, o en los cuales el hijo extramatrimonial cuente con un solo
vinculo filial, o cuando se haya establecido judicialmente que uno solo de los ascendientes tiene la responsabilidad
parental, únicamente dicho progenitor deberá hacer frente a las indemnizaciones que correspondan frente al tercero
damnificado.

Con respecto al cese de la responsabilidad por haber sido puesto bajo la vigilancia transitoria de otra persona, no se
pueden sentar reglas generales.

El art. 643 del ccyc contempla el supuesto en que los padres delegan el ejercicio de la responsabilidad parental en un
pariente o tercero idóneo, por el término de un año, previa homologación judicial, el deber de responder del delegado
por los hechos del menor se extenderá durante el término que dure su ejercicio, y se encontrara regido por el sistema
previsto en el art. 1756.

RESPONSABILIDAD CONCURRENTE DE LOS PADRES Y DEL HIJO

El nuevo código establece la responsabilidad solidaria de ambos padres por el hecho de los hijos, frente a la eventual
obligación personal que corresponde a sus hijos mayores de 10 años, la obligación de los padres será concurrente, pues
la causa de ambos deberes es distinta.

5. RESPONSABILIDAD DE OTRAS PERSONAS ENCARGADAS

CONCEPTO

El art. 1756 del ccyc hace referencia a la responsabilidad de los autores y curadores, como asi también de quienes
ejercen la responsabilidad parental en virtud de la delegación prevista en el art. 641. A diferencia de los padres, los
tutores, curadores y delegados responderán subjetivamente por los daños que ocasionen las personas que se
encuentren a su cuidado. Se regula la responsabilidad de los establecimientos de salud mental, en lo que se refiere a los
daños que las personas que se encuentren allí internadas ocasionen a terceros.

Los tutores y curadores podrán eximirse de responder si prueban que no pudieron evitar que se produzca el daño
(responsabilidad subjetiva) mientras que la responsabilidad de los padres es objetiva.

El art. 1756 del ccyc establece la responsabilidad subjetiva de los establecimientos de internación, con la salvedad
mencionada.

La tutela siempre debe ser discernida judicialmente, lo que impide incorporar un supuesto no previsto a los
taxativamente establecidos en el art. 1756. En consecuencia el tutor será responsable por todos los actos ilícitos
cometidos por el menor en perjuicio de un tercero, siempre que ejerza dicha función por expresa decisión judicial.

En lo que se refiere a la responsabilidad de los curadores, su accionar quedara limitado en función del régimen de
restricciones a la capacidad.

REQUISITOS Y CAUSALES DE EXCLUSION DE RESPONSABILIDAD

El art. 1756 mantiene el régimen de responsabilidad de los tutores y curadores que ya existía en el art. 1114 del código
anterior. Dichos representantes responderán subjetivamente por los perjuicios ocasionados por las personas que se
encuentran bajo su cuidado. Para eximirse de responsabilidad deberán probar que les ha sido imposible impedir el daño.
Existe una presunción de culpa a favor de la victima, que debe ser desvirtuada por prueba en contrario. Al igual que lo
que sucede respecto de la responsabilidad de los padres, el deber de responder de los tutores, curadores y delegados es
concurrente con el de sus pupilos ya se trate de actos voluntarios o involuntarios.
RESPONSABILIDAD DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE INTERNACION

En el último párrafo del art. 1756 establece la responsabilidad de los establecimientos de internación por el hecho de las
personas que se encuentran bajo su cuidado o supervisión, sea transitoria o permanentemente.

En este supuesto el código establece que dichas instituciones responderán subjetivamente por el hecho de los
internados, a diferencia de lo que ocurre con los tutores, curadores y delegados, no consagra una presunción de culpa a
favor de la víctima, de forma tal que sea esta última quien deberá probar la existencia de negligencia por parte del
órgano asistencial.

Será aplicable únicamente respecto de los daños que los internados ocasionen a terceros, pero no a los perjuicios que
sufran estos últimos durante la internación, regirá por las disposiciones relativas a la relación de consumo. Por ende,
cuando el perjuicio sea sufrido por el internado, la institución responderá subjetivamente por el incumplimiento de la
obligación de seguridad prevista en el art. 5° de la ley 24.240

UNIDAD 9:
1. RESPONSABILIDAD COLECTIVA Y ANONIMA

El nuevo código incorpora tanto la responsabilidad colectiva como la anónima, cuando el daño proviene de un miembro
no identificado de un grupo determinado, responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que
demuestre que no ha contribuido a su producción. Es decir, demostrado quien es el autor, ya no hay anonimato. Si trata
de un grupo de riesgo, la situación es distinta: si un grupo realiza una actividad peligrosa para terceros, todos sus
integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno o más de sus miembros. Solo se libera quien
demuestra que no integraba el grupo. En este caso es ineficaz probar la autoría porque no interesa el anonimato, lo
relevante es probar que no se ha integrado el grupo.

2. RESPONSABILIDAD POR LAS COSAS SUSPENDIDAS O ARROJADAS.

Régimen legal

El art. 1760 del ccyc regula un caso puntual de responsabilidad colectiva, constituido por los daños ocasionados por las
cosas caídas o arrojadas de un edificio. La ley presume que son autores del daño todos los dueños ocupantes de la parte
del inmueble de la cual provenga la cosa dañosa, quienes responden objetiva y solidariamente, pero pueden liberarse de
responsabilidad mediante prueba en contrario.

Fundamento

La doctrina entendía que se trataba de una responsabilidad objetiva sin culpa, que encuentre su razón de ser en la
necesidad de amparar a los transeúntes, contra las agresiones torpes o negligentes que pueden provenir de los edificios
frente a los cuales transitan.

El nuevo código reconoce expresamente que el dueño u ocupante responde objetivamente, fundada en el riesgo creado.

Principales diferencias con el código anterior

a) El ámbito de aplicación de este supuesto de responsabilidad incluye los daños causados tanto por cosas arrojadas
como por objetos que caen de un edificio. La distinción anterior entre las cosas arrojadas y aquellas suspendidas o
puestas de un modo peligroso que lleguen a caer, proveniente del derecho romano. En cuanto al lugar de la caída
de esas cosas, en esto difiere de la previsión del código anterior, donde se establecía en su presupuesto factico que
el transeúnte circulara o estuviera en una calle, o en un terreno ajeno, o terreno propio sujeto a una servidumbre
de tránsito. El nuevo articulo no contiene esa limitación, por lo que, como vimos con anterioridad, también
procedería en sectores no abiertos al público, como un patio interno.
b) La ley menciona como legitimados pasivos a los dueños y los ocupantes de la parte del edificio de la que proviene la
cosa. La referencia al ocupante incluye a cualquier persona que habite en el inmueble, ya se trate de un locatario,
usufructuario, usuario, poseedor, comodatario, depositario, etc.
c) La norma precisa que el dueño u ocupante responde objetivamente. Es decir que en nada importa la valoración
subjetiva de su conducta, encuentra su razón de ser en la necesidad de amparar a los transeúntes contra las
agresiones que pueden emanar de los edificios frente a los cuales transitan.
d) Para eximirse de responsabilidad deberá acreditar que no han participado en la producción del perjuicio. Lo que se
producirá en la prueba de que la cosa estaba emplazada en un lugar distinto. El nuevo código también se aparta del
art. 1119 del código anterior, que requería como condición para la eximición de los sindicados como responsables la
identificación de la persona que ha arrojado la cosa.

En aquellos casos en que la cosa cae desde un edificio sometido al régimen de propiedad horizontal, se ha decidido que
únicamente procede demandar al consorcio si la cosa en cuestión tenía carácter común (por ejemplo: caída de parte de
la fachada).

e) Finalmente, la obligación de reparar nacida de la responsabilidad es pasivamente solidaria, en la nueva norma los
dueños y ocupantes deben responder solidariamente frente a la víctima.

Causales de eximición de responsabilidad

En relación con las eximentes de responsabilidad el nuevo código establece: “solo se libera quien demuestre que no
participo en su producción”. La norma establece una inversión de la carga probatoria a favor de la víctima, de tal forma
que son los dueños y ocupantes del edificio de donde se ha caído o arrojado la cosa, quienes deben probar que no
intervinieron en la producción del daño.

Así mismo el art. 1760 precisa que los responsables son los dueños u ocupantes de la “parte” del edificio de lo que la
cosa cae o es arrojada, lo que excluye la responsabilidad de quienes habiten o sean propietarios de otros sectores. Por
ejemplo: si una maceta cae a la vereda, únicamente responderán los dueños u ocupantes de las unidades que den al
frente del edificio, más no los de los departamentos que solo tengan salida al pulmón de manzana.

3. RESPONSABILIDAD POR AUTOR ANONIMO

Régimen legal

El art. 1761 del ccyc sienta un principio general según el cual todos los integrantes de un grupo responden
objetivamente y solidariamente por el daño ocasionado por uno de ellos, si este no ha podido ser identificado.

Ámbito de aplicación

Se trata de un grupo de personas que sin realizar una actividad peligrosa o riesgosa pueden generar un daño. Por
ejemplo: asistentes de un espectáculo cultural, procesión religiosa, personas que se encuentran como huéspedes de un
hotel. No toda actividad grupal, es necesariamente riesgosa.

La norma se aplica a todos los supuestos, en los que se haya producido un daño, que solo pudo tener por autor a uno o
más miembros de un grupo determinado. Se trata de una responsabilidad instituida a favor de la víctima, que solo
permite llegar al grupo de autores probables, pero no puede determinar al autor concreto.

La ley presume que todos los miembros del grupo han sido coautores del daño, y les imputa responsabilidad objetiva. Se
trata de los casos en que el daño es causado por un miembro no identificado de un grupo que, en cambio, si está
determinado. La conexión entre ellos puede ser accidental circunstancial u ocasional, es preciso que exista un nexo
entre este y el daño, en el sentido de que dentro de la pluralidad de sus integrantes se encuentre el autor o los autores
del daño.

Se exige que el autor permanezca en el anonimato, si fuera posible establecer quién es el autor concreto de la acción
dañosa, la norma seria inaplicable, y solo podría perseguirse la responsabilidad directa de este último.
Una vez determinados esos elementos, la ley presume iuris tantum la relación causal, e imputa la autoría a todos los
integrantes del grupo, quienes responden solidariamente.

Este artículo es aplicable tanto a la responsabilidad extracontractual como a la contractual, por ejemplo: para
responsabilizar a un grupo de médicos por el daño sufrido por un paciente a raíz de la mala praxis de uno de ellos, pero
cuya identidad se desconoce.

Causales de eximición de responsabilidad

El art. 1761 establece la responsabilidad de todos los integrantes del grupo excepto que demuestre que no ha
contribuido a su producción, la responsabilidad es objetiva ya que la culpa es irrelevante para eximir a los autores
posibles.

La acción de repetición entre los integrantes del grupo se rige por las normas a las que remite el art. 1751 (solidaria si
provienen de una misma causa o concurrentes si las causas son distintas).

4. RESPONSABILIDAD POR ACTIVIDAD PELIGROSA DE UN GRUPO

Concepto

En este caso se considera que, más allá del obrar del sujeto que ocasiono concretamente el perjuicio, este deriva del
riesgo generado por el grupo en si mismo, y por eso todos sus integrantes responden en calidad de coautores.

El art. 1762 del ccyc consagra un supuesto de responsabilidad largamente reclamado por la doctrina: la responsabilidad
por el accionar peligroso de un grupo. Todos sus integrantes responden solidariamente frente a la víctima, salvo que
acrediten que no formaban parte del grupo.

Esta norma busca generar herramientas jurídicas más adecuadas para los casos en que el daño es ocasionado por el
accionar de determinados grupos riesgosos, como sucede con las denominadas barras bravas, las patotas, etc. La
creación del riesgo, imputable a todos los integrantes del grupo, se confunde en este caso con la autoría del daño. Es por
eso que el daño se atribuye a todo el grupo, y el sindicado como responsable responde por el solo hecho de pertenecer
al grupo.

Ámbito de aplicación

Se requiere que exista únicamente la relación causal adecuada entre el accionar del grupo por si considerado peligroso y
el daño sufrido por la víctima. Satisfechos esos recaudos, cada uno de los miembros del grupo responde solidariamente
como coautor, por el solo hecho de haber participado en la creación del riesgo desplegado por la actividad grupal.

Requisitos

1) Debe haber un grupo. Es decir una pluralidad de personas sobre la base de alguna característica común.
2) El grupo debe realizar una actividad riesgosa. Debe reunir las características del art. 1757, ser peligrosa por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
3) Es preciso que medie relación causal entre el riesgo generado por el grupo y el daño cuya reparación se reclama.
4) Se trata de un supuesto de responsabilidad objetiva. con fundamento en el riesgo generado por el accionar
grupal.

Causales de eximición de responsabilidad

La única eximente por el nuevo código es la prueba de no haber integrado el grupo. Por ejemplo, si se trata de un
grupo de automovilistas que desarrollan carreras ilegales en la via publica, es trascendente acreditar cual fue el
vehiculo que atropello a la victima, responden todos los que participaron del grupo que desarrollo la actividad.
También se podría probar la causa ajena, es decir que el daño no fue causado por el accionar del grupo, sino por la
propia victima, en caso fortuito, o un tercero por quien los miembros del grupo no deben responder. El caso fortuito
o fuerza mayor solo podrá invocarse cuando sea ajeno al riesgo ínsito en la actividad desarrollada por el grupo.

UNIDAD 10:
1. RESPONSABILIDAD DERIVIDA DE LA INTERVENCION DE COSAS:

Introducción

El ccyc en el art. 1757 contempla dos supuestos:

1) El daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, que mantiene la ya referida regla del art. 1113 del código
anterior.
2) De las actividades que son riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las
circunstancias de su realización.

En ambos casos la responsabilidad es objetiva.

DAÑO CAUSADO POR EL RIESGO Y VICIO DE LAS COSAS

El art. 1757 del ccyc prevé el riesgo creado y el vicio de las cosas, constituye el factor de atribución de responsabilidad
objetivo cuantitativamente mas importante por la mayor cantidad de casos que se presentan. Mantiene el distingo entre
riesgo y vicio y suprime la anterior responsabilidad por los daños causados con las cosas, fundada en la presunción de
culpa del régimen anterior.

ANTECEDENTES DEL REGIMEN ANTERIOR

En el código anterior, basado esencialmente en la responsabilidad por culpa, la teoría del riesgo fue creado fundando en
que “es equitativo por quien con sus actividades crea riesgos para terceros, asuma la responsabilidad por los daños,
tanto mas si se beneficia económicamente de tales actividades”.

La reforma de la ley n° 17711 agrego al texto originario dos supuestos: 1) daños causados con las cosas: donde el dueño
o el guardián, para eximirse de responsabilidad, tenían que demostrar que de su parte no hubo culpa; 2) daños causados
por el riesgo o vicio de la cosa: solo se eximían total o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima
o de un tercero por quien no debe responder.

El sistema anterior diferenciaba tres hipótesis.

1) Daños causados por el hecho del hombre: que comprendía todos los detrimentos que sean causados por el obrar
directo de un sujeto.
2) Daños causados con la cosa: se trata de un supuesto de daño causado por el hecho de la cosa, en la cual
interviene activamente en la producción del mismo, escapando al control del guardián. Por ejemplo: con la caída
de un árbol por causas ordinarias, los daños derivados como consecuencia de un incendio que se extiende al
inmueble vecino, las humedades de paredes por causas inevitables, la obstrucción de una canaleta de desagüe
pluvial con escombros o las producidas de una cañería o conducto de gas por la presión de las raíces de un árbol.
3) Daños causados por el riesgo o vicio de la cosa.

PRINCIPALES CARACTERISTICAS DEL REGIMEN ACTUAL

El art. 1757 del ccyc recepta las principales ideas y principios más sobresalientes de la corte suprema:

a) Se conserva el distingo entre el riesgo y el vicio, los que no son asimilares. El riesgo presupone la eventualidad
posible de que una cosa llegue a causar daño y el vicio, por su parte, es un defecto, imperfección o anomalía, que
a su vez, puede ser de fabricación, funcionamiento o conservación, que presenta una cosa y que la torna
inapropiada para su destino o utilización de acuerdo con su naturaleza.
b) El factor de atribución de responsabilidad es objetivo.
c) El riesgo creado regula la responsabilidad civil por el hecho de las cosas y constituye el principio rector de la
materia.
d) Se suprime el art. 1757, la categoría de daños con las cosas. Este supuesto preveía una presunción de culpa,
pero prácticamente no se utilizaba.
e) La carga de la prueba de la relación de causalidad incumbe a la víctima. Es decir al damnificado debe probar la
existencia del hecho y su relación de causalidad con el daño sufrido, mientras que para eximirse de
responsabilidad la demandada debe acreditar la existencia de caso fortuito o fuerza mayor, el hecho o culpa de
la víctima o de un tercero por quien no debe responder.
f) Se incorpora expresamente el supuesto de daños ocasionados por actividades que sean riesgosas o peligrosas
por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.

SUJETOS RESPONSABLES

El nuevo código no introdujo modificaciones en lo relativo a los sujetos obligados a responder, respecto del código
anterior, el art. 1758 establece la responsabilidad concurrente entre los legitimados pasivos, que son el dueño y el
guardián de la cosa. Lo que hizo precisar las notas tipificantes del guardián conforme la doctrina y jurisprudencia
prevalecientes.

Legitimación pasiva.

Dueño: es el titular del derecho de dominio sobre la cosa. Si se trata de cosas registrables es el que figura como titular
dominial en el respectivo registro. El dueño es quien reviste esa condición al momento del hecho lesivo.

Si se trata de cosas no registrables se aplica la presunción de propiedad del art. 1895 del ccyc, o sea, que si son cosas no
robadas ni perdidas, la ley considera propietario al poseedor de buena fe y a título oneroso.

Guardián:

 Para algunos se hacía referencia al guardián jurídico, es decir, a quien tiene la obligación impuesta por la ley de
cuidar la cosa, de impedir que ella pueda ocasionar una lesión, y que tenga sobre ella una verdadera facultad de
dirección.
 Para otro sector se hacía referencia a la guarda intelectual que consiste en un poder de hecho efectivo y
autónomo de mando, de dirección, de dar órdenes relativas a la cosa: guardián es en suma, la persona que
tiene vigilancia, gobierno y contralor sobre la cosa.
 También sostenían que guardián es la persona que tiene una cosa materialmente en su poder de manera real y
efectiva guardián material y ejerce sobre ella una prerrogativa de vigilancia y dirección.
 Finalmente se sostuvo que la noción de guardián era bifrontal porque hace referencia a dos pautas: servirse de
la cosa y tenerla bajo su cuidado.

En la actualidad el art. 1758 del ccyc, para dar cabida a la noción de guardián, se debe tomar en cuenta los tres
presupuestos que la tipifican y son:

1) Tenencia material de la cosa. Esta tendencia puede ejercerse por si o por medio de un tercero; cuando quien
tenga la cosa la emplea en el interés exclusivo de otro, no es guardián.
2) Poder factico de vigencia. Gobierno, control o aprovechamiento económico de la cosa.
3) Ejercicio autónomo e independiente del poder.

Supuestos de guardián

El propietario de una cosa es el guardián natural de esta y pesa sobre el mismo una presunción iuris tantun en tal
sentido. También son guardianes de la cosa el usufructuario, el locatario, el comodatario y el depositario, lo es el
transportista, quien ejercita el derecho de retención, el acreedor o prendario o anticresista, el ladrón, etc.

Pluralidad de guardianes
Hay pluralidad de guardianes cuando dos o mas personas se sirven de la cosa o la tienen a su cuidado.

Todos los sujetos que ejercen la guarda responden solidariamente frente a la víctima por los daños que la intervención
activa de la cosa pudiere ocasionar.

Responsabilidad concurrente del dueño y del guardián

El art. 1758 del ccyc establece “que el deño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por la cosa”.
La responsabilidad del dueño o el guardián es concurrente o in solidun frente a la víctima, lo cual posibilitaría a aquella
dirigir su acción por el todo contra cualquiera de estos.

Causales de exención de responsabilidad

1) Hecho o culpa de la victima o de un tercero extraño.


2) Caso fortuito o fuerzas mayor.
3) Uso contra la voluntad del dueño.

2. LA RESPONSABILIDAD CIVIL POR ACITIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS

Concepto

Una actividad es riesgosa cuando por su propia naturaleza o por las circunstancias de su realización genera un riesgo o
peligro para terceros. La cuestión pasa por: el grado de previsibilidad de la producción del daño, a partir de la
consideración de la naturaleza o circunstancias de la actividad.

La actividad riesgosa o peligrosa constituye la conjunción de acciones, conductas, operaciones o trabajos desarrollados
por una persona, empresa u organización económica que generalmente pueden estar vinculada causalmente con cosas
o con conjuntos de cosas, en las que el riesgo o el peligro para sus propios dependientes o terceros, deriva de tareas,
servicios, productos o prestaciones que reportan utilidad para la sociedad y generan para sus dueños o beneficiarios un
provecho generalmente económico.

Causales de exención de responsabilidad

La segunda parte del art, 1757 del ccyc establece que la responsabilidad es objetiva, demostrando la existencia de una
causa ajena, fuerza mayor, hecho o culpa de la víctima, o el hecho de un tercero con la salvedad de que la autorización
administrativa para el uso de la cosa de riesgo, para el ejercicio de la actividad o para el empleo de las técnicas de
producción y de prevención no opera como eximente en la medida que se cumplan los requisitos que toman procedente
la responsabilidad objetiva.

Legitimación pasiva en las actividades riesgosas

El dueño y el guardian responden en base a la propiedad y poder o mando sobre las cosas, el legitimado pasivo es mas
amplio: quien realiza, ejecuta o desarrolla la actividad con un poder factico, autónomo e independiente de dirección
sobre ella. Lo que importa no es la autoria del daño sino la autoria del riesgo. Por ello son legitimados pasivos todos los
que introducen el riesgo de la actividad, por ejemplo: en los productos elaborados los intervinientes en la cadena de
producción, comercialización, venta, etc.

3. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LOS ANIMALES

Principales aspectos

En el art. 1759 del ccyc simplifico el régimen de la responsabilidad por daños causados por cualquier especie de animales
y estableció que la responsabilidad por los daños causados por animales esta comprendida en la responsabilidad objetiv.
El dueño o guardián del animal solo se exime total o parcialmente probando el hecho de la victima, el de un tercero por
quien no debe responder, o el caso fortuito, es decir la concurrencia de la causa ajena. La norma comprende a los
animales de cualquier especie en alusión al distingo anterior del código anterior entre animales domésticos y feroces,
categoría que se suprimió.

Legitimados pasivos

a) Propietarios: si se trata de animales registrados el propietario inscripto será su dueño o en los caballos de pura
sangre en caso contrario la posesión determina la calidad de dueño. La carga de la prueba incumbe a la víctima y
se admite toda clase de prueba. La condición de dueño debe revestirse al momento del hecho, los condóminos
son obligados solidarios porque se trata de varias personas que tienen el deber de responder en base a una
misma y única causa: la copropiedad del animal.
b) Guardián: se sirve del animal quien obtiene los servicios o utilidad que puede prestar, según su propia
naturaleza y a los fines a los que se destina, sea a título gratuito o oneroso. Asi son guardianes el simple tenedor
que recibió el animal por un contrato, el poseedor que lo tiene por si o por otro con la intención de someterlo a
su voluntad y acción (por ejemplo el ladrón, empleado infiel). También son guardianes los profesionales que
tienen al animal para la actividad vinculada a ella (por ejemplo los veterinarios, el martillero para vender el
animal, incluso los paseadores de perros).
c) Otros legitimados pasivos: el responsable de una actividad riesgosa o peligrosa (por ejemplo, la entidad
organizadora de una competencia hípica). En materia de animales sueltos en ruta concesionados por peaje las
empresas concesionarias, según las circunstancias. El tercero también será responsable si con su conducta creo
el riesgo o provoco la reacción del animal que causo el daño, además de actuar culposa o dolosamente al
apoderarse o usar del animal sin el consentimiento del propietario.

Responsabilidad concurrente del dueño y del guardián

La responsabilidad del dueño o el guardián es concurrente o in solidum frente a la víctima, lo cual posibilitaría a aquella
a dirigir su acción por el todo contra cualquiera de estos. En las concurrentes los deudores, si bien deben el mismo
objeto, lo hacen en razón de causas diferentes. “la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros
obligados concurrentes se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia”.

También podrán recurrir contra un tercero que excito al animal y fuere por lo tanto, responsable en la ocurrencia del
hecho dañoso.

Régimen de eximición de responsabilidad

Tratándose de la responsabilidad objetiva, el responsable presunto se exime de conformidad con el régimen general
(art. 1722)

a) Fuerza mayor. Para que el caso fortuito o fuerza mayor eximan de responsabilidad al dueño o guardián del
animal debe ser imprevisible, inevitable, extraordinario, ajeno al presunto responsable y externo al animal. Por
ejemplo: un caballo causa un daño espantado por un terremoto. No configura fuerza mayor la rabia del animal,
se trata de un mal previsible y inevitable mediante la vacunación pertinente.
b) Hecho o culpa de la víctima. El hecho o la culpa pueden cortar el nexo causal total o parcialmente. La
jurisprudencia ha señalado que debe estimarse como hecho de la víctima el haber excitado al animal. En el caso
el damnificado jugando se subió a un perro que estaba atado y quiso jinetearlo como si fuese un potro.
c) Hecho de un tercero. Si el animal ocasiona un daño en razón de haber sido excitado por la actividad de un
tercero, la vinculación causal se quiebra y no es posible atribuirle ni al propietario ni al guardián. El responsable
será solamente dicho tercero.
UNIDAD 11:
1. SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD

REGIMEN LEGAL:

El nuevo código trata en la sección 9 ° del título V, supuestos especiales de responsabilidad.

PRINCIPALES SUPUESTOS

 Responsabilidad en los accidentes de tránsito. Introducción

Las estadísticas revelan que los accidentes de tránsito siguen en aumento y con consecuencias trágicas, en lo humano y
en lo económico, afectando a bienes jurídicos muy importantes: la vida y la integridad psicofísica de las personas. Ello
produce pérdidas económicas significativas, enormes gastos que los particulares y el estado deben afrontar. A nivel
nacional rige la ley de tránsito n° 24449.

El ccyc en el art. 1769 expresa sin perjuicio de las diversas legislaciones en materia de tránsito, el art. 1769 permite
encuadrar este supuesto en el régimen de responsabilidad objetiva por el hecho de las cosas o por actividades riesgosas
a todos los hechos dañosos sucedidos en el marco de la circulación de vehículos, sea cual fuere su naturaleza. La ley no
distingue, ni remite a normas específicas. Así se trate de automotores, bicicletas, carros tirados a caballo, patines y/o
cualquier implemento que pueda ser considerado vehículo, esta norma será aplicable.

Legitimación activa

Involucra a quienes pueden reclamar los daños (arts. 1095 y 1110 del cc anterior; y los arts. 1772 y 1773 del ccyc). En
general se sostiene que pueden accionar el dueño o propietario registral, el propietario no registral (titular de un boleto
compra venta privado o de otro título que le confiera un derecho personal), el tenedor, el poseedor de buena fe, el
usuario del automóvil. Se modifica el régimen del cc anterior que solamente autorizaba al dueño o poseedor de la cosa
si el daño irrogase perjuicio a su derecho. Con esta nueva norma el usuario podrá reclamar todos los daños materiales
del automóvil.

Legitimación pasiva

Son legitimados pasivos, si el conductor del vehículo, el dueño o propietario registral, el guardián, y otros responsables
indirectos como el principal por el hecho del dependiente o el padre o tutor por los hechos de sus hijos o pupilos. El
dueño registral que vendió el automóvil y efectuó la denuncia de venta en el registro nacional de propiedad de
automotor.

 Responsabilidad del conductor del vehículo

El conductor del vehículo es imputable en razón de un factor de atribución objetivo de responsabilidad, sea que se trate
del riesgo o vicio de la cosa o que se está en presencia de una actividad riesgosa, circular hoy en la vía pública es
considerado una actividad riesgosa. La carga de la prueba de las eximentes pesara sobre el autor del siniestro, en tanto y
en cuanto se haya probado su participación en el hecho.

 Responsabilidad del dueño y guardián

Dueño: si se trata de vehículos no registrables (bicicleta), la titularidad se determinara por las reglas generales del
dominio de las cosas muebles, en tanto que si se trata de automotores la cuestión se regirá por el dec. Ley n°6582758 el
dueño será quien se encuentre inscripto como tal en el registro de la propiedad del automotor.

Sucede con frecuencia que se vende el automotor, pero no se practica la inscripción respectiva. Si el dueño lo entrega al
adquiriente en estas circunstancias, en principio queda obligado, salvo que formule la comunicación (denuncia de
venta), prevista en la norma citada anteriormente, en tal caso el adquiriente, revestirá en relación al dueño la calidad de
tercero por quien no debe responder y por ende se configura la eximente del hecho del tercero.
Guardián: en función del concepto amplio que se adopta ahora en el art. 1758 del ccyc, no cabe duda de que la persona
que, no siendo dueño, tiene un poder autónomo de mando o de control sobre la cosa o en tales condiciones lo haya
delegado en un tercero, será reputado guardián.

 Cesación de la responsabilidad

Es de aplicación la regla general del art. 1758 del ccyc (el uso en contra de la voluntad expresa o presunta del dueño o
guardián), la que debe ser interpretada con sentido restrictivo.

 Pluralidad de sujetos

Tanto el conductor, como el dueño y el guardián serán responsables concurrentes frente a la víctima. También en su
caso lo será el asegurador, que podrá ser citado en garantía.

 Presunciones y eximentes

En un accidente de tránsito pesa sobre el auto del mismo la prueba de las eximentes. Existen algunas situaciones
específicas a contemplar:

a) Presunciones legales: la ley 24449, establece presunciones muy importantes, en el art. 64 dispone que se
presume responsable de un accidente al que carecía de prioridad de paso o cometió una infracción relacionada
con la causa del mismo, sin perjuicio de la responsabilidad que pueda corresponderles a los que, aun respetando
las disposiciones, pudiendo haberlo evitado voluntariamente, no lo hicieron. El peatón goza del beneficio de la
duda, y presunciones en su favor en tanto no incurra en graves violaciones a las reglas del tránsito.
b) Presunciones hominis:
- Vehículo embistiente: se presume la responsabilidad de quien embiste a otro con la parte delantera de su auto.
La presunción se agrava cuando el embestido es un peatón, ya que ello supone no haber circulado guardando la
distancia reglamentaria, ni haber tenido el pleno control del vehículo. Excepciones: si se acredita que la colisión
de produjo por una maniobra imprudente del embestido, o si existe hecho de un tercero (cuando el embistiente
es a su vez, embestido).
- Violación de la prioridad de paso: es la más importante
- Giros y adelantamientos indebidos.
- Velocidad del vehículo: la velocidad que le imprime al vehículo debe ser tal que permita que en todo momento
el conductor pueda mantener el dominio sobre el mismo.

La situación quedaba librada a la valoración que el juez efectué en cada caso particular.

c) El hecho de la víctima: la presunción legal a favor del peatón, que surge del art. 63 de la ley 24449 de la natural
vulnerabilidad de la persona humana frente a los vehículos.
- El hecho de la víctima en la producción y en la cuantificación del daño: es que si del análisis causal permite
establecer que de hacerse colocado el caso el motociclista, o de haberse colocado el cinturón de seguridad el
conductor del vehículo, ciertas lesiones físicas no se habrían producidos, estas deberán atribuirse al hecho de la
víctima.
d) Menos de edad habilitado para conducir: si el menor contaba con la autorización de sus padres o representantes
legales, se mantiene la responsabilidad solidaria de los mismos, pero si el menor puede por si solo, obtener la
licencia de conducir, los padres, en principio, no serían responsables, sin perjuicio de la responsabilidad que
eventualmente les puede corresponder por ser dueño o guardián del vehículo, que es una cuestión diferente.
e) Concaudalidad: en ciertos casos donde han participado varios protagonistas en la producción del hecho, es
necesario, determinar el grado de incidencia causal que cada uno ha tenido en el suceso.

 Algunas reglas aplicables en materia de accidente de transito


1) El riesgo creado regula la responsabilidad civil por el hecho de las cosas y constituye el principio rector de la
materia.
2) La responsabilidad es concurrente del dueño o guardián y recae sobre los mismos acreditar la concurrencia de
eximentes de responsabilidad.
3) Media integración y armonización entre las normas propias de la responsabilidad objetiva del ccyc y las normas
regulatorias del tránsito.
4) La culpa, también, incide como factor de atribución de responsabilidad del dueño o guardián demandado.

2. RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURIDICA

La persona jurídica responde por los hechos de quienes las dirigen o administran que ocasionen daños a terceros. En
cuanto el factor de atribución, en estos casos es la garantía, pues la persona jurídica carece de toda subjetividad, lo que
toma inútil valorar, a su respecto, su voluntad o su culpa, lo cual carece en absoluto de sentido. Se trata, de un supuesto
de responsabilidad objetiva basada en la idea de garantía.

AMBITO DE APLICACIÓN

a) Por el incumplimiento contractual en que incurrio la persona jurídica.


b) Por los hechos de sus dependientes.
c) Por el hecho de la cosa de la cual es propietaria o esta bajo su guarda.
d) Por el hecho de los directores o administradores.

En el ultimo supuesto enumerado, los perjuicios ocasionados resulta aplicable en el art. 1763, en los casos de
incumplimiento contractual de la persona de existencia ideal, serán aplicables las reglas generales en materia de
responsabilidad por incumplimiento de obligaciones.

El daño sea ocasionado por el hecho de los dependientes del ente ideal, el deber de reparar el daño ocasionado se regirá
por las disposiciones relativas a la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente.

Finalmente si el daño es ocasionado por l hecho de la cosa de la que es dueña la persona jurídica la responsabilidad del
ente se regirá por las normas que rigen esa materia.

PRESUPUESTOS

La reparación del daño ocasionado (antijuridicidad, daño, relación causal y factor de atribución). Es preciso que estos
revistan ese carácter, y que el perjuicio haya sido inflingido en ejercicio o con ocasión de la función.

Ejercicio de las funciones es cuando el perjuicio ha sido ocasionado durante el desarrollo del cometido ordenado, dentro
del género de la actividad respectiva.

Por actos cometidos en “ocasión de las funciones” son aquellos actos ajenos a la función pero que solo han podido ser
cometidos o facilitados por el órgano en esa calidad, en el sentido de que el hecho dañoso únicamente pudo ser
ejecutado por esa persona en tal calidad y por medias esas funciones.

3. RESPONSABILIDAD DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS

La expresión “directores de colegio” comprendía a todas las personas que tenían a su cargo la función directiva de un
establecimiento cuya finalidad especifica es impartir enseñanza. “maestro artesano” se llega a través de la noción de
“aprendiz”, que es aquel menor que recibe enseñanza de un trabajo manual, como por ejemplo quien aprende junto a
un jardinero, un cocinero, etc.

El fundamento de la responsabilidad se encontraba en la presunción de culpa in vigilando de parte de los directores o de


maestros artesanos, mientras permanecían en la escuela, colegio, taller, en consecuencia si el menor causaba un daño a
un tercero, la ley presumía entonces, que se debió a la vigilancia insuficiente que sobre el ejerció.
El art. 1117 requería que el menor haya alcanzado la edad de 10 años. Se le objetaba a la norma que si el director del
colegio no responde por los hechos de los menores de 10 años, la victima queda sin ningún responsable, los padres
continuaban respondiendo por el menor en tanto este no haya pasado a estar a cargo de un civilmente responsable.

Otro problema que se ha planteado es si el director respondía tratándose de alumnos mayores de edad. La doctrina
predominante responde negativamente.

Modificaciones del régimen legal: ley n° 24830/97 y nuevo código

El nuevo código regula este supuesto de responsabilidad en el art. 1767 en forma similar al art. 1117 por la ley n° 24830
aunque con algunas aclaraciones que despejan dudas en cuanto a su alcance.

LEGITIMACION ACTIVA

Se encuentra habilitado para reclamar la indemnización correspondiente, bajo este régimen, toda persona que sufre un
daño causado por un alumno de un establecimiento educativo, así por ejemplo, un tercero, un funcionario escolar.

LEGITIMACION PASIVA

El art. 1767 del ccyc resulta aplicable al “titular” del establecimiento educativo entendiéndose a este como aquel que
organiza el sistema de educación. La responsabilidad del titular del establecimiento escolar podrá ser compartida con
docentes de la institución, o bien con terceros ajenos a esta. Axial el titular podrá ser responsable junto con el
propietario y el guardián que embisten al alumno al salir de la escuela. También la responsabilidad podrá ser conjunta
con el propietario del inmueble donde se desarrolla la actividad escolar.

La obligación del sujeto plural en estos supuestos son solidarias en cualquiera de estos casos el o los damnificados
podrán dirigir la acción contra los distintos responsables del daño o contra cada uno de ellos y obtener el pago íntegro
de todos o de cualquiera de los responsables.

La responsabilidad del legitimado pasivo no cesa cuando el daño se produce fuera del establecimiento educativo, en
aquellos supuestos en que el educando debía estar bajo el control de la autoridad de enseñanza.

Ámbito de aplicación en cuanto a los alumnos menores

El art. 1767 del ccyc no establece límite de edad, en cuanto a los menores que se hallan bajo la responsabilidad de la
autoridad educativa. Eliminando el límite de edad que imponía el cc anterior, por el cual el director de colegio o maestro
artesano no respondía por los daños causados por los alumnos si eran menores de diez años. Dejando a la víctima sin
ningún responsable.

Tipo de establecimiento comprendidos

Están comprendidos todos los establecimientos educativos, cuya finalidad especifica es la de impartir enseñanza
(científica, industrial, comercial, artística, religiosa o militar, primaria o secundaria). Por ende no estarían comprendidos
los institutos que no tienen por finalidad inmediata la enseñanza (por ejemplo, colonias de vacaciones, casas cunas,
asociaciones deportivas, etc).

Tampoco serán comprendidos los establecimientos terciarios y universitarios, donde los alumnos gozan de una completa
independencia personal.

Daños comprendidos

El titular de un establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido por sus alumnos menores de edad
cuando se hallen o deban hallarse bajo el control de la autoridad escolar.

En este contrato de educación no hay una obligación accesoria de seguridad que es de resultado y no de medios y que
por lo tanto “la parte educadora no solo se obliga a la enseñanza, sino también a reintegrar al alumno tal como ingreso
al establecimiento”.
FACTOR DE ATRIBUCION APLICABLE Y EXIMENTES

En la actualidad la responsabilidad del titular de un establecimiento educativo recae sobre un factor de atribución de
tipo objetivo la carga de la prueba recae sobre el titular del establecimiento educativo, que para ´poder eximirse de
responsabilidad deberán romper el nexo causal.

Seguro de responsabilidad civil

La ley obliga al titular del establecimiento educativo a contratar un seguro de responsabilidad civil, que garantice el
efectivo cumplimiento del resarcimiento de los daños a favor de la víctima

Supuesto particulares de responsabilidad

a) Daños sufridos bajo el control de la autoridad educativa, pero que no son habituales. Por ej: menor que sufre
lesiones severas durante educación física, ante un ataque de epilepsia.
b) Daños sufridos en horario escolar, pero fuera del establecimiento (por haberse retirado el adolescente de clase,
sin autorización de las autoridades de la escuela).
c) Daños sufridos durante por el alumno a la salida de la escuela. Por ej: al cruzar la calle.
d) Daños sufridos durante el transporte hacia la escuela (en el autobús dependiente de una empresa privada, ajena
al establecimiento educativo, pero autorizado por este para operar el servicio).
e) Daños causados por el empleo de cosas riesgosas traídas del hogar. Por ej: lesión causada a un compañero con
un arma de propiedad del padre del agresor.
f) Daños sufridos por los menores en lugares contratados por el establecimiento educativo para la realización de
actividades (educación física, culturales, artísticas, idioma, etc).
g) Daños sufridos en ocasión de actividades “extraescolares” (viaje de egresados, campamentos, etc).

4. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y LOS AGENTES PUBLICOS

El deber de resarcir el daño ocasionado por el accionar de la administración debía regirse por las normas comunes del
derecho privado o si, por el contrario, resultaban aplicables en la materia los principios del dcho administrativo.

La comisión redactora del anteproyecto, manifestó en los fundamentos: el estado responde objetivamente por los daños
causados por el ejercicio irregular de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su autor.

Responsabilidad del funcionario publico

El art. 1766 del ccyc la responsabilidad del funcionario publico se rige lo dispuesto por la ley n° 26944, es deicr, que se
trate de un funcionario publico, y que el daño sea ocasionado por el ejercicio irregular de la función.

Funcionario publico, es todo aquel que ejerce una función publica de facto o de iure presta los servicios en forma
onerosa o gratuita, los realiza de forma permanente, temporaria o accidental, y es esencial que su actividad encuadre
dentro de la función publica.

El art. 9 de la ley 26944 dispone que “los funcionarios y agentes publicos responderán por los daños que ocasionen por
el ejercicio irregular de sus funciones, siempre que hayan actuado con dolo o culpa”. Establece que el plazo de
prescripción de la acción contra ellos será de tres años, al igual que la acción del estado contra los funcionarios o
agentes por la repetición. La victima del hecho ilícito tendrá la carga de la prueba de la culpa del funcionario.

LEY N° 26944

Se promulgo la ley de “responsabilidad estatal” para regular las compensaciones procedentes por daños causados por la
actividad o inactividad del estado a los bienes o derechos de las personas. El nuevo régimen normativo, en consonancia
con lo dispuesto en el ccyc establece que no resultan aplicables las disposiciones del cc de modo directo ni subsidiario.
Principales supuestos de la ley 26944

1) Aplicación analógica del cc: se establece que “las disposiciones del cc no son aplicables a la responsabilidad del
estado de manera directa ni subsidiaria. Únicamente podría aplicarse por analogía.
2) Carácter objetivo y directo: la ley determina que la responsabilidad estatal es objetiva y directa. Que sea
objetiva significa que no es necesario indagar en la subjetividad del empleado o funcionario estatal para que
aquella se configure. La culpa o dolo del empleado o funcionario no constituyen elementos determinantes de la
responsabilidad estatal. Que sea directa significa que la responsabilidad estatal no funciona como un sistema de
cobertura de los perjuicios causados por el comportamiento de los agentes públicos.
3) Eximentes: la ley n° 26944 preve los eximentes de responsabilidad del estado, que son los supuestos de ruptura
del nexo causal, el caso fortuito o fuerza mayor y el hecho de la victima o de un tercero por el que no se debe
responder.
4) Requisitos:
a) la existencia de un daño cierto.
b) La imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal.
c) La relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se
persigue.
d) La falta de servicio.
5) Imposibilidad de aplicar sanciones pecuniarias al estado: el art. 1 de la ley establece expresamente la
imposibilidad de imponer sanciones pecuniarias disuasivas contra los agentes o funcionarios. Constituyen un
microsistema jurídico que procura establecer una responsabilidad del estado mas acotada

Los jueces lo podrán dictar ninguna medida cautelar que afecte, obstaculice, comprometa, distraiga de su destino o de
cualquier forma perturbe los bienes o recursos propios del estado., ni imponer a los funcionarios cargas personales
pecuniarias.

6) Clases de responsabilidad estatal reguladas en la ley: se ha previsto la responsabilidad estatal por su actuación
ilegitima como legitima, la primera sustentada en el factor de atribución falta de servicio, y la segunda en el
sacrificio especial que el afectado no esta obligado a soportar.
7) Prescripción: se regula el plazo de prescripción para los supuestos de responsabilidad extracontractual fijándolo
en tres años, se extiende el plazo de dos años.

La responsabilidad por actuación legitima del estado

Noción y fundamento

La responsabilidad derivada de la actuación legitima tiene lugar cuando el estado mediante comportamientos validos
perjudica o lesiona los derechos de los ciudadanos de una forma especial o anormal ocasionando daños que superan las
cargas o limitaciones generales propias de la convivencia en sociedad. El art. 16 consagra el principio de igualdad ante
las cargas publicas, el cual impide que se imponga a un sujeto un sacrificio especial o anormal en beneficio de la
comunidad, que no esta obligado a tolerar, sin la debida indemnización.

La corte suprema de justicia ha expresado que cuando el estado impone una carga desproporcionada que excede la
cuota normal de sacrificio que supone la vida en comunidad, el sujeto afectado se encuentra en una situación de
desigualdad respecto de quienes no lo soportan y en consecuencia tiene el derecho a ser indemnizado.

Regulación en la ley 26944 de la responsabilidad legitima del estado

La regulación específica de la responsabilidad ocasionada por la actuación legitima del estado se encuentra en los arts. 4
y 5 de la ley 26944

Requisitos para la procedencia

a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero.
b) Imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal.
c) Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y el daño.
d) Ausencia del deber jurídico o soportar el daño.
e) Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad, configurado por la
afectación de un derecho adquirido.
f) El alcance de la indemnización: la exclusión del lucro cesante.

El art. 5 de la ley en análisis establece que la responsabilidad del estado por su accionar licito es excepcional, y
comprende el valor objetivo del bien y los daños que sean consecuencia directa e inmediata del accionar de la autoridad
publica. No resulta procedente la indemnización del lucro cesante en ningún caso.

Las acciones colectivas y la responsabilidad del estado.

Resultan aplicables el art. 43 de la CN es operativo, y es obligación de los jueces darle eficacia cuando se aporta nítida
evidencia sobre la afectación de un derecho fundamental y del acceso a la justicia del titular. Para los casos en que
genere un daño colectivo por el accionar de la administración publica resulta viable la promoción de acción colectiva
respectiva, cuando se encuentren afectados tanto intereses difusos como asi también los intereses individuales
homogéneos de un grupo. Resulta la aplicación al estado el régimen tuitivo del consumidor, de forma tal que, en
aquellos casos en que exista una relación de consumo entre el particular y la administración publica resultara aplicable
el art. 42 de la carta magna.

5. RESPONSABILIDAD DE LOS PROFESIONALES LIBERALES .

Introducción

La responsabilidad profesional es aquella que incurre el que ejerce una profesión, al no cumplir con los deberes
especiales que esta le impone, debe poseer los correspondientes conocimientos teóricos y practicos propia de la misma
y obrar con diligencia necesaria, previsión y prudencia con ajuste a las reglas y métodos pertinentes.

En un sentido estricto “profesión” es toda actividad desarrollada en forma habitual y como “modus vivendi” de la
persona con autonomía técnica, que cuenta con una reglamentación, requiere una habilitación previa y se presume
onerosa. En un sentido amplio la profesionalidad no estaría marcada por la existencia de un “titulo” sino por el hecho de
poseerse un cierto nivel de conocimientos en una determinada materia, por encima de los del común de la gente, de
forma tal que se alude como profesional a todo aquel que por tal razón es un experto en relación con el profano que
requiere sus servicios.

Sin embargo la postura tradicional más restringida, reserva la expresión “profesional” para quienes poseen un título
universitario que avale el nivel técnico y de sabiduría y capacitación con que se desempeñan en su especifica actividad,
los abogados, contadores, escribanos, ingenieros, médicos, etc.

El nuevo código adopta un criterio mas restringido y considera profesionales liberales únicamente a quienes requieren
titulo universitario para el ejercicio de su actividad y realizan una tarea de índole predominantemente intelectual.

La responsabilidad civil profesional en el código civil y comercial

En la importancia del tema, el código anterior, no dedicaba normas específicas al tema, siendo que la mayoría de los
cambios en la materia obedecieron a desarrollos doctrinales.

Por el contrario en el ccyc contiene una norma específica referida a la responsabilidad civil de los profesionales liberales.
Se trata en el art. 1768

Para el estudio de las responsabilidades profesionales citan los siguientes arts:

Art. 17, referido a los derechos sobre el cuerpo humano.

Art. 55, sobre disposición de derechos personalísimos.


Art. 56, sobre actos de disposición sobre el propio cuerpo.

Art. 57, sobre prácticas prohibidas.

Art. 58, sobre investigaciones en seres humanos.

Art. 59, sobre consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud.

Art. 60 sobre directivas medicas anticipadas.

Art. 774; 775 y 776 referidos a las obligaciones de hacer.

Arts. 1718 inc c), 1720 referidos a causales de justificación.

Arts. 1721 a 1725, referidos a los factores de atribución y valoración de conductas.

Arts. 1726 a 1733 relativos a la relación de causalidad.

Arts. 1764 a 1736 referidos a la prueba de los factores de atribución y de la relación de causalidad.

Arts. 1737 a 1748 referidos al daño.

Art. 1751 referido a la responsabilidad en caso de pluralidad de responsables.

Art. 1753 que regula la responsabilidad del principal por el hecho del tercero.

Arts. 1757 y 1758 que regulan la responsabilidad por el hecho de las cosas y actividades riesgosas.

Teniendo en cuenta la forma en que surge su deber de responder que, en general, tendrá sustento en el incumplimiento
del contrato celebrado entre el profesional y su cliente.

El art. 1768 del ccyc sienta las reglas básicas de la responsabilidad profesional liberal.

a) Somete la actividad de los profesionales liberales a las reglas de las obligaciones de hacer.
b) Como regla general, la responsabilidad es subjetiva (culpa o dolo),
c) La responsabilidad podrá ser objetiva cuando el profesional haya comprometido un resultado.
d) No se aplica la responsabilidad por el riesgo de la cosa ni por actividades riesgosas. Si por el vicio de las cosas
que se utilicen.

Inaplicabilidad de la ley de defensa del consumidor

La ley n° 24240 contiene en el art. 2 la siguiente exclusión “no están comprendidos en esta ley los servicios de
profesionales liberales que requieran para su ejercicio título universitario y matricula otorgada por colegios
profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para ello”.

Plexo normativo

Para la determinación de la responsabilidad profesional, esta se integra con: 1) el art. 1768 del ccyc; 2) las normas
generales sobre responsabilidad civil; 3) las normas de las obligaciones de hacer y las propias del tipo contractual que
corresponda; 4) las normas específicas del contrato que eventualmente las vincule; 5) las normas específicas que hacen
a su propia actividad; 6) las normas deontológicas.

LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ABOGADO

Introducción

Etimología del vocablo “abogado”

La palabra abogado proviene de la voz advocatus, formada por la particula ad y el participio vocatus o sea: llamada para
auxiliar.
Concepto de abogacía

El diccionario de la Real Academia española, abogado es persona legítimamente autorizada para defender en juicio, por
escrito o de palabra, los derechos o intereses de los litigantes y también a dar dictamen sobre las cuestiones o puntos
legales que se le consultan significa defender en juicio por escrito o de palabra.

Se trata de una profesión cuya función primordial, es en esencia, la de aconsejar o asesorar sobre cuestiones jurídicas y
defender a quienes intervienen en procesos judiciales.

“abogado litigante” es aquel cuya misión consiste en promover y defender los derechos y los intereses de su cliente ante
los organismos del estado dotados de potestades jurisdiccionales.

Deberes del abogado

Juramento el primero de todos esos deberes es el de prestar el juramento como requisito previo indispensable para su
inscripción en la matricula que consiste en un compromiso de “desempeñar lealmente la profesión, observando la
constitución y las leyes asi de la nación como la provincia”.

Deber de lealtad entrar a jugar una serie de obligaciones del abogado para con su cliente, la violación del deber de
lealtad puede llegar a configurar el delito de “prevaricato” contemplado en el art. 271 del código penal, que reprime al
abogado o mandatario judicial que defendiere o representare partes contrarias en el mismo juicio, simultanea o
sucesivamente o que de cualquier otro modo, perjudicare deliberadamente la causa que le estuviere confiada.

Deber de guardar el secreto profesional el secreto es para el abogado tanto un deber como un derecho. Es un deber
respecto de los clientes y es un derecho para hacer valer frente a las autoridades. La transgresión del deber de guardar
el secreto profesional este también castigada por el código penal.

Deber de informar y asesorar debidamente y no inducir a engaño a los clientes si el abogado acepta el encargo debe
previamente haber asesorado debidamente al cliente sobre las posibilidades de su caso, según la ciencia de modo de
inducirlo a engaño sobre su situación real y sobre el futuro de la gestión. Si el letrado adopta una estrategia que
objetivamente entraña riesgo para el cliente, encuadra un supuesto de mal desempeño de la profesión.

Deber de actualización y perfeccionamiento profesional el conocimiento técnico del profesional esta en constante
evolución, por lo que es necesario un continuo y constante perfeccionamiento científico para realizar las diversas
exigencias del requerimiento del cliente.

Presupuestos de la responsabilidad civil del abogado los elementos de la responsabilidad civil: el daño causado a otro,
la existencia de un hecho que infringe un deber jurídico de conducta impuesto por el ordenamiento jurídico, la relación
de causalidad entre ese hecho y el daño, y un factor de atribución de responsabilidad. Para su configuración se requiere
igualmente la concurrencia de esos mismos presupuestos, de otro modo no se configuraría un supuesto de daño
resarcible.

Antijuridicidad consiste en un obrar contrario a derecho: la conducta acción u omisión que cause un daño a otro es
antijurídica si no esta justificada. Puede producirse también por infracción a las específicas normas relativas al ejercicio
de la profesión de abogado, como ser el patrocinio y defensa del cliente, obrando con lealtad y buena fe profesional

Relación de causalidad constituye un requisito ineludible de la responsabilidad civil, la existencia de una vinculación
causal adecuada entre el proceder del profesional y el perjuicio sufrido por el damnificado. En los casos de las llamadas
presunciones de causalidad el sindicado como presunto responsable para poder eludir tal responsabilidad, debe
demostrar la inexistencia del vinculo causal, o sea que el daño provino de otra causa ajena con relación a el: caso
fortuito, el hecho de un tercero extraño, el comportamiento de la propia victima.

El factor de atribución de la responsabilidad la responsabilidad del abogado es directa por el hecho propio o personal
razón por la cual el factor de atribución ha de ser en principio subjetivo, habrá de influir, siempre, el contenido de la
prestación a cargo del letrado, según sean las por el asumidas obligaciones de medio o de resultado. La obligación que
los abogados suelen asumir es de medios dado que no se pueden comprometer a ganar un juicio o litigio sino
únicamente a poner de su parte todos los conocimientos y habilidades.

La culpa del abogado se caracteriza por haber causado perjuicio a su cliente con su actuación, su dirección o sus
consejos, en virtud de no haber sabido lo que un profesional de su categoría ha debido saber. En estos casos quien
pretenda del abogado una indemnización, deberá demostrar que la frustración del existo esperado acaeció por culpa del
profesional, porque actuó con negligencia en el estudio de la causa, articulando defensas impropias, infundadas o
absurdas, o por no haber tenido conocimiento de lo que un profesional de su jerarquía había debido y podido saber,
para acreditar el incumplimiento del abogado no bastara con probar la no obtención del resultado apetecido, sino que
deberá demostrarse que ello sucedió por culpa del profesional.

Para apreciar si ha mediado culpa del abogado debe compararse su comportamiento con el que habría seguido un
profesional prudente y muñido.

Con relación a la prueba de la culpa, hoy se admite en general que rige el principio de las cargas probatorias dinámicas
conforme al cual el onus probando habrá de recaer sobre quien se encuentre en mejores condiciones de producir
pruebas.

También puede obligarse a un resultado tal como sucede por ejemplo si el abogado se compromete a redactar un
contrato o un estatuto societario.

El daño la responsabilidad del abogado lo constituye la determinación de la extensión del daño indemnizable. El
resarcimiento solo puede consistir entonces en la reparación de la perdida de la chance o posibilidad del éxito, procede
asignar como indemnización la suma reclamada en la demanda frustrada o el monto del negocio perdido, toda vez que
por depender en alguna medida de circunstancias ajenas al abogado, no puede saberse a ciencia cierta si el cliente
hubiera obtenido la totalidad de lo reclamado.

Si las chances frustradas de éxito eran muy vagas o remotas, no corresponde acordar a la actora ninguna indemnización
ni responsabilidad al abogado, por tratarse de un daño puramente eventual o hipotético. Por el contrario puede suceder
que la posibilidad sea bastante cierta o muy fundada, tal como ocurre cuando el demandado por daños resultantes de
un accidente de transito ha sido condenado en sede penal, ya que entonces es prácticamente ineludible la sentencia
civil favorable a favor de la victima.

Jurisprudencia

Responsabilidad por caducidad de la instancia

Existe responsabilidad civil del abogado por dejar perimir la instancia (forma anormal de terminación del proceso por el
solo transcurso del tiempo, en razón de no haberse instado la prosecución del juicio dentro de los plazos fijados en la ley
ritual).

Si la parte interesada tiene la posibilidad de reiniciar la acción por no haber prescripto la acción, el resarcimiento solo
contendrá el importe de las costas devengadas, y eventualmente el pago de los intereses sobre la suma reclamada en la
demanda y que la perención haya hecho perder al actor, si la perención lleva implícita la prescripción de la acción, debe
indemnizarse también la chance de ganar el juicio.

Responsabilidad por no interposición de recursos

Los recursos son medios de impugnación de los actos procesales cumplidos, que persiguen un nuevo examen y
eventualmente la modificación por parte de un organismo de jerarquía superior al que dictara la medida atacada y en
algunos casos por este mismo, del asunto ya decidido judicialmente. Por ello es que ha resuelto la responsabilidad civil
de los abogados, por no interposición tempestiva de los recursos contra una decisión judicial adversa.

Perdida de pruebas
Se decidió la responsabilidad civil de un abogado por perdida del derecho a rendir toda la prueba ofrecida a raíz de no
haberse acompañado en su momento las copias del escrito de ofrecimiento de las mismas y no subsanarse dicha
omisión dentro del siguiente dia.

LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL MEDICO Y DEMAS PRESTADORES DE SALUD

Importancia actual de la responsabilidad medica

La responsabilidad médica constituye la responsabilidad profesional que ha recibido el mayor número de reclamos
vinculados con el ejercicio de su actividad. La causa de tal fenómeno obedece a una multiplicidad de factores. Entre
ellos, el hecho de vincularse su labor con la vida y la salud de las personas, genera gran sensibilidad cuando los
resultados obtenidos no son los esperados, aunque no siempre ello dependa de la pericia y diligencia del médico.

La responsabilidad civil del médico habrá de ser contractual, en razón de mediar habitualmente un contrato de
prestación de servicio médico-asistencial entre el facultativo y el paciente. Este compromiso alcanza a la prestación del
servicio prometido, de modo que si no presta el servicio, la clínica ha violado su obligación primera, y solo por ello debe
responder por los daños consecuentes. Y alcanza también ese compromiso contractual, con fundamento ahora en una
obligación se seguridad, a garantizar la buena prestación del servicio médico.

El damnificado vendrá a tener frente a si a dos legitimados pasivos: el establecimiento asistencial y el medico causante
directo del perjuicio, cuyas obligaciones son concurrentes ya que se trata de dos deudas independientes entre si para
con un mismo acreedor, pese a mediar un idéntico objeto: el resarcimiento.

Deberes del medico

Los deberes y obligaciones del médico se intensifican siéndole exigible un mayor compromiso con los actos de su
profesión y adjudicándosele una mayor responsabilidad, en caso de un resultado dañoso.

a) Deber de secreto profesional: el medico tiene el deber y el derecho de guardar secreto de aquellos datos
referentes a su paciente que llegaran a su conocimiento. Según el art. 11 de la ley 17132 esta obligación cesa
solamente cuando se configura alguno de los siguientes supuestos:
- Cuando la ley así lo establece.
- Cuando se trate de evitar un mal mayor.
- Existe otro supuesto en el cual la ley 17132 habilita al médico a dar a conocer datos recabados en la actividad
profesional: surge que el medico puede revelar a instituciones, sociedades, revistas o publicaciones científicas
tales datos, prohibiéndose consiguientemente facilitarlos o utilizarlos con fines de propaganda, publicidad, lucro
o beneficio personal.
b) deber de información y comunicación al paciente, directamente relacionado con el deber de requerir su
consentimiento informado a determinada práctica.

Es deber elemental del prestador advertir al paciente los riesgos que se derivan de la realización de ciertos estudios.
Como principio el médico no puede efectuar ninguna intervención o tratamiento sobre el cuerpo de un paciente sin
obtener el consentimiento de este.

Efectos de la falta de información suficiente

Si la información suministrada fuera insuficiente o no se hubiera requerido el consentimiento del paciente para la
práctica, la jurisprudencia argentina ha resulto que la ausencia de consentimientos y la inexistencia de razones de
emergencia tornan ilegitimo el acto médico.

¿ Que información se debe suministrar al paciente ?

El código de ética medica de la republica argentina contiene dos reglas:

a) el medico evitara en sus actos, gestos y palabras, todo lo que pueda obrar desfavorablemente en el ánimo del
enfermo y deprimirlo o alarmarlo sin necesidad, pero si la enfermedad es grave y se teme un desenlace fatal, o
se esperan complicaciones capaces de ocasionarlo, la notificación oportuna es regla y el medico la hara a quien a
su juicio corresponda.
b) La revelación de la incurabilidad se le podrá expresar directamente a ciertos enfermos cuando, a juicio médico, y
de acuerdo con la modalidad del paciente, ello no le cause daño alguno y le facilite en cambio la solución de sus
problemas.

¿ Quien debe consentir ?

El consentimiento debe emanar del enfermo, si el es adulto, capaz y esta en estado de manifestar su voluntad. Debe
hallarse quien lo presta en la posibilidad de discernir de una manera real y eficaz sobre su situación y riesgos asumidos.
En caso de tratarse de una persona privada de razón o en un estado en que no pueda tomar tal determinación
válidamente, el consentimiento debe ser prestado por los herederos del paciente, su esposa y sus hijos, si es mayor y
casado o sus padres, si es menor.

Ausencia de consentimiento del paciente: efectos

a) Si no se probó ninguna causa que determinara la intervención médica sin consentimiento ni del paciente ni del
familiar, y tampoco se probó que el paciente estaba alcoholizado, no se daban los extremos de gravedad y
urgencia para la vida o la salud que justificara obrar contra la voluntad del paciente y prescindir del
consentimiento del familiar.
b) Las intervenciones quirúrgicas mutilantes, de cualquier índole, requieren la expresa conformidad por escrito del
enfermo, salvo estados de inconsciencia o alienación, o cuando la gravedad del caso no admitiera dilaciones. Si
en salvaguarda de la salud del paciente y para evitar un mal mayor, el médico, en virtud de la situación
planteada en el acto quirúrgico, procedió sin el previo consentimiento escrito del paciente, su conducta podrá
considerarse razonable, si previo a la operación se le informo debidamente al paciente de las derivaciones
posibles y eventuales de la intervención y este las consistió.

El consentimiento informado

Es la manifestación de la voluntad del paciente, prestada con discernimiento, intención y libertad, luego de haber sido
informada adecuadamente por el medico sobre el método de diagnóstico o el tratamiento que se va a emprender.

Impone al profesional dos deberes:

a) Por un lado, el médico debe obtener el consentimiento del paciente para llevar a cabo un tratamiento.
b) Por otro, el médico debe revelar información adecuada al paciente de manera tal que le permita a este
participar inteligentemente en la toma de decisión sobre el tratamiento propuesto.

El nuevo código eleva al rango de causa de justificación al consentimiento libre e informado del damnificado, en el art.
1720 que tendrá carácter subsidiario de la legislación especial que pueda resultar aplicable.

¿Qué efecto tendrá la prestación del consentimiento informado ante una propuesta profesional, si luego de su practica,
el interesado sufre un daño? Por ejemplo: no se eximirá al medico que opero inadecuadamente a su paciente, por haber
consentido el damnificado la operación, ni quedara liberado el abogado por la caducidad de la instancia operada, por el
hecho de haber obrado con poder suficiente. En cambio la prestación adecuada y oportuna de información al paciente o
cliente, y su consentimiento previo al evento dañoso, podrán impedir que se responsabilice al profesional por la
materialización de riesgos conocidos, comunicados y asumidos por el interesado directo. Podrá liberarse el medico de la
obligación de reparar los perjuicios derivados de una complicación previsible de una intervención quirúrgica necesaria,
cuando fue debidamente advertida, habiéndose tomado todos los recaudos para evitarla. Asi mismo, podrá eximirse de
responsabilidad el abogado que inicio una acción ya prescripta, cuando esta fue encomendada por su cliente luego de
operada la extinción de la obligación por esa causa.

La prescripción del consentimiento informado es un derecho del paciente y su obtención es un deber del mecio.
Resultan de fundamental importancia las anotaciones registradas en la historia clínica o ficha medica del paciente
formuladas a puño y letra, de manera progresivas y que fueran efectuadas contemporáneamente respecto de los
hechos que se registran. La carga de la prueba corresponde al medico.

Deber de llevar en debida forma la historia clínica

La doctrina y jurisprudencia han señalado la trascendencia de la historia clínica, como elemento valioso en los juicios en
que se debate la responsabilidad del galeno del nosocomio. La historia clínica constituye un documento de gran
trascendencia a efectos probatorios, puesto que en el se refleja todo lo relativo a la enfermedad del paciente.

Resulta más acertada la definición que brinda el punto n° 8 de la carta de derechos y deberes de los pacientes del plan
de humanización de hospitales del insalud (España), según el cual la historia clínica es la información realizada por
escrito de todo el proceso médico del paciente, incluyendo las pruebas realizadas en el mismo.

Jurisprudencia

Existen multiples fallos, tanto en materia civil como penal, en los cuales se han tratado cuestiones relativas a la historia
clínica, en particular referidas a su validez probatoria y a los efectos derivados de su inexistencia o irregularidad.

Los fallos mayoritarios juzgan en contra del profesional ante la inexistencia de historia clínica o la presencia de
irregularidades en la misma. Asi la falta de datos en la historia clínica, que es un recurso que muchas veces conduce a la
imposibilidad de probar, constituye una violación al deber de colaboración procesal y conduce a un análisis desfavorable
de la conducta del demandado.

Los presupuestos de la responsabilidad medica

1) El daño: al establecerse la cuantia indemnizatoria, no se tiene en cuenta que se esta tan solo ante la perdida de
una chance y se manda a indemnizar el daño íntegramente, como si el profesional medico hubiera sido el autor
directo del perjuicio final.

Lo que correspondería determinar, a los efectos de la indemnización, es la chance de curación de la que fue pirvado el
paciente por el accionar eventualmente irresponsable del demandado.

2) Antijuridicidad: es el elemento material u objetivo de la responsabilidad y consiste en la infraccion o violación de


un deber jurídico preexistente. La conducta que cause un daño a otro es antijurídica si no esta justificada.

Pero en el caso particular de los médicos, aparte de los preceptos generales del nuevo ccyc entran en juego otros
específicos deberes legales establecidos como es la ley n° 24193 de trasplante de órganos, etc.

3) El factor de atribución
a) El factor subjetivo en la responsabilidad por hecho propio.
- La imputabilidad por culpa o dolo: la responsabilidad civil de los médicos lo es habitualmente por su hecho
personal, y será necesario que quien con su obrar fue autor material del daño causado pueda además ser tenido
como culpable del mismo

La culpa del medico debe ser considerada con relación a tres aspectos esenciales: el diagnostico, el tratamiento y el
cuidado del enfermo

Los deberes del médico configuran obligaciones de medio

La doctrina y la jurisprudencia y el ccyc (art. 1768) considera que la obligación que asume el medico frente al paciente
implica, como regla, un deber de medios y no de resultado, por lo que el medico no se obliga a que el paciente recupere
su salud, sino a utilizar los medios apropiados para lograr la curación poniendo toda su ciencia, diligencia y prudencia en
el tratamiento del enfermo, el profesional no esta obligado al restablecimiento de la salud, sino solamente a procurarla,
aplicando todo su conocimiento y diligencia.
El incumplimiento en las obligaciones de medio existe cuando el deudor no presta la conducta calificada que les
compete, siendo indiferente la real obtención del resultado esperado.

En algunos supuestos de excepción el profesional medico debe garantizar un resultado que importe la obligación de
obtener una finalidad determinada, con anterioridad a la intervención. Seria el caso de anatomopatologos,
intervenciones quirúrgicas especialmente que integran la cirugía plástica.

La obligación de resultado

Cuando se trata de obligaciones determinadas o de resultado, el factor de atribución de la responsabilidad deviene


objetivo, atengo que al perseguirse un fin concreto, el deudor incumpliente solo puede exonerarse rompiendo el nexo
causal, demostrando la existencia de una causa extraña o el caso fortuito. Por ejemplo: si se trata de hacer un
reconocimiento o un chequeo al paciente, de aplicaciones de rayos, ondas, etc, de sacar radiográfica o colocar inyección,
etc. Otro supuesto donde la obligación de medico se considera de resultado es el de las operaciones realizadas con fines
anticonceptivos, como serian por ejemplo ligadura de trompas, vasectomía, etc.

Se configura obligación de medio y no de resultado la que asume el medio que practica una cirugía plástica reparadora
por ejemplo el caso de quemaduras de extrema gravedad.

4) Nexo causal entre el acto medico y el daño causado

En materia de responsabilidad medica será necesaria con arreglo a los principios generales sobre la materia, la prueba
de la relación de causalidad entre la falta o el acto profesional incriminado y los daños y perjuicios cuya reparación se
procure.

UNIDAD 12:
1. EJERCICIO DE LA ACCION INDEMNIZATORIA

Los aspectos esenciales de la acción indemnizatoria residen en la legitimación para su ejercicio (activa y pasiva), la
posibilidad de su transmisión (entre vivos o por causa de muerte) y las vías de extinción.

LEGITIMACION

Legitimación activa y pasiva

El concepto de legitimación es de orden procesal y remite a la aptitud de un sujeto para poder actuar en un proceso,
activamente (como actor) o bien pasivamente (como demandado). Dicha relación procesal se vincula con el derecho de
fondo y en esta materia, serán las victimas del daño y los responsables de su producción, quienes se hallaran legitimados
para demandar y oponer las defensas respectivamente.

Legitimación activa

Las personas con derecho a reparación por el daño causado por un hecho ilícito o por el incumplimiento de una
obligación son:

Damnificado directo es la victima misma del hecho, es decir el sujeto titular del interés inmediatamente lesionado o por
el hecho ilícito o por el incumplimiento.

Damnificado indirecto es quien sin ser la victima inmediata del daño, en razón del mismo evento, experimenta un
menoscabo a un interés propio el perjuicio que sufre es personal, solo que lo experimenta en razón de su vinculación
con la victima inmediata.

En caso de pluralidad de damnificados legitimados cada uno de ellos puede ejercer la acción resarcitoria, sin perjuicio de
lo dispuesto respecto de las obligaciones divisibles e indivisibles, o si se trata de mancomunación activa simple o
solidaria. En todos los casos las distintas acciones resarcitoria pueden ser ejercidas aisladas o conjuntamente.
Finalmente y con especial relación a los daños a las cosas o bienes el nuevo ccyc en el art. 1772 se delimita la
legitimación activa para reclamar los daños derivados de la lesión de un bien y determina que se encuentran legitimados
tanto el dueño de la cosa o bien como su poseedor de buena fe o su tenedor.

Legitimación pasiva

Analizar contra quien o quienes pueden deducirse la prestación resarcitoria.

a) Reglas generales

También este supuesto puede ser demandado el responsable directo o indirecto del hecho. El art. 1773 del ccyc faculta a
la victima a dirigir su acción contra el responsable directo, como asi también contra quien se encuentre obligado al
responder en forma indirecta por el daño ocasionado. Será responsable directo el que haya incumplido la obligación, u
ocasionado el daño injustificado por acción u omisión, en los términos del art. 1749 del ccyc. Y serán responsables
indirectos quienes, sin ser autores del menoscabo, se encuentran obligados a resarcir civilmente el daño ocasionad. De
esta forma el principal que deba responder por el hecho de su dependiente (art. 1753), los padres por el hecho de sus
hijos (art. 1754), y los tutores y curadores por el hecho de quienes se encuentran a su cargo (art. 1756)

Comprende tanto a las personas físicas como a las jurídicas. Estas últimas responden por los daños que causen quienes
las dirijan o administren. También responden los herederos o sucesores universales del agente, en cuanto continúan la
persona del causante por lo tanto puede deducirse contra ellos la indemnización de daños y perjuicios.

b) Pluralidad de responsables

El nuevo código unifica sin marcar diferencias entre la responsabilidad contractual o extracontractual solamente toma
en cuenta la producción del daño proviene de una causa única o de distintas causas a los efectos de determinar las
reglas aplicables.

Si varias personas participan en la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las reglas de las
obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes.

TRANSMISION DE LA ACCION INDEMNIZATORIA

La acción indemnizatoria por daño patrimonial es transmisible tanto por acto entre vivos como por causa muerte (art.
1616 y 2277)

En cuanto a la transmisión de la acción indemnizatoria por el daño extrapatrimonial cabe distinguir:

a) Si se trata de actos entre vivos: si bien como vivos el art. 1616 admite la cesión de derechos en forma amplia, el
art. 1617 prohíbe expresamente la cesión de derechos inherentes a la persona. La doctrina clásica entendía que
la acción por daño moral era intransferible.
b) Si se trata de actos motir causa: art. 1741 dispone la acción solo se transmite a los sucesores universales del
legitimado si es interpuesta por este.

EXTINCION DE LA ACCIÓN INDEMNIZATORIA

La acción indemnizatoria puede extinguirse por:

- Renuncia hecha por el damnificado: al existir un derecho a accionar por daños y perjuicios, este puede ser
objeto de renuncia, sin que sea necesario justificarla. Como toda renuncia, esta debe ser de interpretación
restrictiva. Si hay varios damnificados, la renuncia efectuada por uno de ellos tiene carácter personal ya que no
se presume la solidaridad.
- Por la transacción: la acción civil sobre indemnización del daño causado puede ser objeto de la transacción. Es
habitual que el damnificado por si o por intermedio de un representante, celebre transacción con el autor del
hecho.
- Por la prescripción: conforme el art. 2561 del ccyc “el reclamo de la indemnización de daños derivados de la
responsabilidad civil prescribe a los 3 años”.

2. SUPUESTOS ESPECIALES.

En el nuevo ccyc se formulan precisiones con relación a los alcances de la indemnización en supuestos específicos.

INDEMNIZACIÓN POR FALLECIMIENTO

El ordenamiento jurídico reconoce y tutela la vida como manifestación mas importante y esencial de los derechos
humanos. Porque a partir de este bien supremo es posible estructurar todos los otros derechos fundamentales de la
persona humana.

El ccyc trata a la indemnización por fallecimiento en el art. 1745 y fija los criterios para ponderar el daño material en esta
clase de daños. Los aspectos mas importantes son los siguientes:

En el inciso a), se prevé el primer daño material resarcible antes de la muerte, que es el gasto necesario para la
asistencia de la victima, el supuesto que medie un cierto lapso de tiempo entre la lesión causante de la muerte y el
fallecimiento, esto carecerá de aplicación, si el deceso acaece en forma instantánea.

Los gastos originados en la asistencia de la victima pueden ser de dos especies: 1) los honorarios de los profesionales
que intervinieron en su tratamiento medico y 2) los motivados por el suministro de cosas. Son legitimados activos de
este supuesto, quienes hubieran asumido esas erogaciones.

El segundo daño material ante la muerte es el gasto de funeral o sepelio que el responsable debe reintegrar al
damnificado directo (cónyuge, conviviente, hijos menores) o al tercero que los efectuó.

En el inciso b), se contemplan los denominados lucros o ganancias del fallecido, lo que fuere necesario para la
subsistencia de la viuda e hijos del muerto por lo necesario para alimentos. La finalidad es que el dañado pueda seguir
en la misma situación que la que se encontraba antes del hecho ilícito que produjo la muerte de la victima.

La prestación indemnizatoria debe asegurar las condiciones de vivienda, salud, educación y esparcimiento,
razonablemente esperadas a partir de la situación económica y expectativas de progreso del fallecido.

Los legitimados activos reciben la indemnización a titulo iure propio como daño emergente, por las consecuencias
patrimoniales propias que la supresión de la vida ajena produjo en ellos, teniendo en cuenta todas las circunstancias de
la víctima (capacidad productiva, edad probable de vida, sexo, relaciones de familia, etc) y la de los damnificados
(asistencia que recibía, edad, necesidades asistenciales, tiempo probable de ayuda, etc).

LEGITIMADOS ACTIVOS EN EL DELITO DE HOMICIDIO

Los legitimados activos presumidos son el conyuge, el conviviente, los hijos menores de 21 años con derecho
alimentario, los incapaces o con capacidad restringida aun no declarada judicialmente.

Los restantes legitimados eventuales (hijos mayores, ascendientes, hermanos, etc) deberán acreditar el perjuicio. La
prueba en contra de la presunción legal recae en el sindicado como responsable, quien debe probar ´por ejemplo que la
victima no trabajaba que no aportaba al hogar, etc.

En caso de muerte de los padres, la presunción de daño cesa con la edad en que se pierde el derecho alimenticio (21
años) o si se trata de hijos mayores que estudian o se capacitan profesionalmente hasta los 25 años.

En caso de muerte de los hijos menores la presunción comprende la perdida de chance de asistencia material y
espiritual en la ancianidad y en caso de necesidad de los padres.
Finalmente los montos resarcitorios serán diferentes para cada damnificado atendiendo a la distinta situación vivencial
de cada uno de ellos.

3. INDEMNIZACION POR LESIONES O INCAPACIDAD PSICOFISICA TOTAL O PARCIAL

CONCEPTO

La incapacidad es la inhabilidad o impedimento o bien la dificultad apreciable en algún grado para el ejercicio de
funciones vitales. Es la afectación de facultades y aptitudes que gozaba la victima antes del hecho, las cuales deben ser
valoradas teniendo en cuenta sus condiciones personales.

La ley n° 22431 considera incapacidad “a toda persona que padezca una alteración funcional permanente o prolongada,
física o mental, que en relación a su edad y medio social implique desventajas considerables para su integración familiar,
social educaciones o laboral.

REGIMEN LEGAL

La indemnización del daño patrimonial por alteración, afectación o minoración, total o parcial de la integridad psíquica
de la persona, esta tratado en el art. 1746 del ccyc.

DISTINTOS TIPOS DE INCAPACIDAD

a) Incapacidad temporal o permanente: atendiendo a la duración de la capacidad puede ser temporal o


permanente. La temporal es aquella que desaparece al cabo de un tiempo, en cambio, en la incapacidad
permanente es cuando sus consecuencias no son susceptibles de ser revertidas total o parcialmente por el
transcurso del tiempo. No hay completo restablecimiento posible, sino secuelas irreversibles que acompañaran
al damnificado hasta el fin de sus días.
b) Incapacidad total o parcial: atendiendo al impacto que ella produce sobre el ejercicio o las aptitudes del sujeto,
ella puede ser total o parcial. La primera impide de modo completo el ejercicio de tales funciones o aptitudes. En
la incapacidad laborativa permanente, priva a la victima de toda posibilidad productiva imponiendo al
responsable la obligación de resarcir los ingresos dejados de percibir a titulo de lucro cesante, actual o futuro,
perdida de la chance, la incapacidad permanente también puede ser parcial, lo cual significa que la aptitud
productiva de la victima no desaparece, sino que experimenta una disminución irreversible.

Ambas clasificaciones pueden combinarse, por lo que podemos tener incapacidad total temporal y total permanente, e
incapacidad parcial temporal o parcial permanente.

c) Incapacidad laborativa y vital: en la primera se toma en cuenta la aptitud productiva del sujeto y
potencialidades conculcadas. Su límite está dado por su vida útil.

En la incapacidad vital presenta un espectro abarcativo mucho mas amplio, comprensivo de todas las proyecciones
transcendentes de la persona íntegramente considerado, tanto en lo individual como en su vida de relación.

d) Incapacidad genérica y específica: la incapacidad laborativa puede ser genérica o especifica. La incapacidad
genérica toma como punto de referencia la capacidad media normal de cualquier persona de obtener provecho.
Suelen ser determinadas sobre la base de parámetros predominantes abstractos y objetivos (baremos, tablas de
incapacidad, etc).

La noción de incapacidad específica, que es la que el juez debe ponderar al tiempo de resolver la cuestión, la cual no se
satisface con datos abstractos que emergen de las tablas de incapacidad genérica y atendiendo a las circunstancias
particulares del caso, pondera aquellos elementos específicos que pueden determinar una incapacidad mas agravada.

PRINCIPALES ASPECTOS PARA DETERMINAR LA INDEMNIZACION EN EL SUPUESTO DE INCAPACIDAD

Es preciso a tal fin tener en cuenta multiples aspectos vitales que hacen la persona humana, por ejemplo edad, sexo,
estado civil, profesión, salud y condición social. Para determinar el resarcimiento deben tenerse en cuenta las
circunstancias personales del damnificado, la gravedad de las secuelas, los efectos que están puedan tener en su vida
laboral y de relación. En todos los casos debe primar el prudente arbitrario judicial.

Se trata de la integridad de la persona que tiene valor económico en si misma y por su aptitud potencial i concreta para
producir ganancias.

En consecuencia comprende todas las lesiones de las que puede ser victima una persona constituyen rubros del daño
indemnizable que repercuten negativamente en intereses patrimoniales o extrapatrimoniales.

La incapacidad sobreviniente

Esta comprende esencialmente la alteración, minoración, detrimento o supresión de:

1) La capacidad laborativa o productiva o sea la que repercute en la perdida de ingresos por la afectación a la
concreta aptitud productiva o generadora de ingresos, rentas o ganancias especificas.
2) La capacidad vital o la aptitud y potencialidad genérica, es decir la que no es estrictamente laboral y recae en la
idoneidad intrínseca del sujeto para trabajar o para producir bienes o ingresos.
3) El daño a la vida de relación a la actividad social estrechamente vinculado con la capacidad intrínseca del sujeto.

La incapacidad sobreviviente opera como un supuesto residual porque comprende con excepción del daño moral, todos
los supuestos susceptibles de reparación patrimonial, aquellos que afectan a la integridad psicofísica, incluidos los
denominados nuevos daños (proyecto de vida, daño biológico, a la integridad sexual, a la intimidad).

Inclusive esta indemnización por incapacidad permanente procede aun cuando la victima no perdió su trabajo o la
posibilidad de producir bienes, lo que denota que la capacidad plena tiene valor económico propio.

Incapacidad transitoria

Es la que dura temporariamente porque transcurrido el periodo de curación desaparece, por lo que nunca se consolida
definitivamente y se indemniza a titulo de lucro cesante, conforme a lo reglado en otras normas, los arts. 1738 y 1739.

La presunción de gastos médicos, farmacéuticos y por transporte, que resultan razonables en función de la índole de las
lesiones o de la incapacidad que establece el art. 1746, resulta aplicable tanto para las erogaciones efectuadas por la
incapacidad transitoria como por la permanente.

DAÑOS PRESUMIDOS

El texto también confiere carácter de daño presumido a los gatos y desembolsos, efectuados por la victima o un tercero,
y producidos por las lesiones o la incapacidad en concepto de prestaciones médicas, farmacéuticas, de transporte,
internación, ortopédicas, kinesiológicas, etc. Esta presunción admite prueba en contrario.

4. ACUSACION CALUMNIOSA

El art. 1771 del nuevo ccyc prevé el supuesto de acusación calumniosa y protege esencialmente al denunciado o
imputado de una acusación calumniosa falsa, en base a un factor subjetivo o agravado. Se configura cuando se formula
ante la autoridad competente mientras que la simple calumnia no requiere de querella o denuncia y basta con la falsa
imputación de un delito doloso. El factor de atribución es la culpa agravada o el dolo, no bastando la culpa porque
prevalece el interés social en la investigación y represión de los delitos criminales.

La prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso impide la reparación del daño (art. 1779 inc a).

REQUISITOS

a) Denuncia o querella por un delito a la autoridad


b) La falsedad de la misma.
c) Que la conducta delictiva imputada se encuentre entre las figuras del código penal.
Es un presupuesto necesario para la configuración de este supuesto que el imputado haya sido absuelto en la causa
por la acusación calumniosa que se le formulo, solo a través de la sentencia penal absolutoria puede aprehenderse
el carácter calumnioso de la denuncia o de la acusación que origina la responsabilidad en el denunciante.

El denunciante o querellante responde por la falsedad de la denuncia o querella siempre que se pruebe que no tenía
razones para creer que el acusado estaba implicado en el hecho que le atribuía, por lo que se sanciona la acusación
precipitada e imprudente, realizada con ligereza y negligencia grave o dolosa, tal como lo exigía la jurisprudencia.

El plazo de prescripción comienza a correr desde la absolución o sobreseimiento.

5. RELACIONES ENTRE LA ACCION CIVIL Y LA PENAL

Cuando ocurre un hecho ilícito que origina un daño resarcible y es a su vez un delito tipificado en el código penal, se
abre la instancia a dos acciones interdependientes: la penal que tiene como objetivo básico el castigo al autor del hecho,
y la civil que apunta al resarcimiento de los perjuicios ocasionados.

En el proceso penal se investiga la existencia del hecho y se juzga si corresponde la imputación del resultado bajo las
normas del derecho criminal, la víctima del hecho puede reclamar la reparación del daño ante los jueces civiles o bien
ante el mismo magistrado de la jurisdicción penal.

El nuevo código civil y comercial lo hace en los arts. 1774 a 1780, e introduce diversas modificaciones al régimen
anterior, con el objeto de aclarar y facilitar el sistema, estableciendo nuevas reglas al respecto.

LA INDEPENDENCIA SUSTANCIAL DE LAS ACCION CIVIL Y PENAL

De un mismo hecho ilícito nacen dos acciones: una penal (pública, privada o dependiente de instancia privada), y otra
civil, eminentemente resarcitoria, dirigida a reparar los daños ocasionados a la víctima. El art. 1774 dispone:

Las acciones civiles y penales resultantes del mismo hecho pueden ser ejercidas independientemente. En los casos en que
el hecho dañoso configure al mismo tiempo un delito del derecho criminal, la acción civil puede interponerse ante los
jueces penales, conforme a las disposiciones de los códigos procesales a las leyes especiales.

El art. 1774 consagra el principio de independencia entre estas dos acciones, es decir la civil y criminal, cuando ambas
emergen del mismo hecho ilícito y establece la independencia sustancia, mas no adjetiva, de ambos procesos, el
interesado podrá acumular ambos procesos en sede penal, peticionando al magistrado de esta jurisdicción que
establezca la indemnización que considere pertinente, podrá promover las dos acciones en forma autónoma, ante las
dos jurisdicciones antes referidas.

SUSPENSION DEL DICTADO DE LA SENTENCIA EN SEDE CIVIL

El ccyc consagra el principio de prejudicialidad penal sobre la civil. En efecto el art. 1775 establece “si la acción penal
procede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el
proceso civil hasta la conclusión del proceso penal.

Debe existir una sentencia penal definitiva para que cese la suspensión. Finalmente la suspensión será aplicable aun
cuando la acción civil no se dirija contra aquel a quien se imputa el delito en sede penal. Es decir que la suspensión
opera tanto cuando el proceso de daños se dirige contra el autor directo como cuando se promueva contra otro sujeto
civilmente responsable.

El art. 1775 prevé tres excepciones al principio general: a) la extinción de la acción penal, b) la dilación del proceso
punitivo, c) la aplicación en el caso de un factor objetivo de atribución.

a) La extinción de la acción penal: ella son el fallecimiento del imputado, la amnistía, la prescripción de la acción
penal, y la renuncia del agravio, respecto de los delitos de acción privada (art. 59 del código penal). Lo
destacable del nuevo código, es que se limita a enunciar que todo supuesto previsto en la normativa específica
que configure un supuesto de extinción de la acción punitiva será suficiente para que cese la suspensión del
litigio civil.
b) La demora injustificada del proceso penal: la doctrina entendía que resulta procedente proseguir con el litigio
civil cuando exista una demora injustificada en la tramitación del proceso penal, la corte suprema de justicia
estableció que si existen demoras injustificadas en la tramitación del proceso penal, la suspensión de la decisión
en sede comercial ocasiona un agravio irreparable al derecho de defensa.
c) La existencia de un factor objetivo de atribución aplicable al caso: dejándose al margen la posibilidad de que la
condena civil recaiga en relación a la culpa o no del demandado, se aleja el riesgo del dictado de sentencias
contradictorias en ambas jurisdicciones, y se adecua a la regla de la independencia de las acciones consagrada
en el art. 1774.

EFECTOS DE LA COSA JUZGADA PENAL EN SEDE CIVIL

El ccyc regula, en sus arts. 1776 y 1777, los efectos de la cosa juzgada penal en sede civil.

a) La condena del imputado: el art. 1776 del ccyc establece la sentencia penal condenatoria produce efectos de la
cosa juzgada en el proceso civil respecto de la existencia del hecho principal que constituye el delito y la culpa
del condenado, la nueva disposición mantiene el criterio en cuanto a los efectos de la cosa juzgada penal en
sede civil. El fallo penal hará cosa juzgada únicamente en cuanto a la existencia del hecho principal que
constituye el delito, y en cuanto a la culpa del condenado.
1) La existencia del hecho principal: establece que dicha decisión no podrá ser revisada en sede civil respecto de la
denominada imputación objetiva, es decir, sobre la materialidad del hecho, su autoria, tipicidad y antijuridicidad
2) La culpa del condenado: la condena penal que declara la culpa del condenado no puede ser controvertida en
sede civil, de forma tal que el juzgador en esta ultima sede no podrá prescindir de este elemento subjetivo a fin
de determinar el factor de atribución.

Son irreversibles las decisiones penales condenatorias, en cuanto a las demás circunstancias referentes al “hecho
principal”, como lugar y tiempo en que se produjo, y en cuanto a la calificación que del mismo efectua el juez penal
(homicidio, etc). Nuestra doctrina y jurisprudencia añaden: si existe condena por violación de un tipo penal que no exige
la configuración de daños, entonces el juez civil puede rechazar la demanda en el caso de que no quede acreditada la
existencia de perjuicios a la victima, en sede civil.

- La condena penal impide revisar la existencia de la culpa del acusado. Pero nada se opone a considerar en sede
civil la existencia de la culpa concurrente de la victima.
- La condena en sede penal hace cosa juzgada no solo respecto del autor del daño, sino también del tercero
civilmente responsable, quien después de la sentencia condenatoria, no puede contestar ni la existencia del
hecho ni la culpa del condenado.
b) La absolución del imputado en sede penal: el art. 1777 del ccyc establece que inexistencia del hecho, de autoria,
de delito o de responsabilidad penal. Si la sentencia penal decide que el hecho no existio que el sindicado como
responsable no participo, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el proceso civil. Si la sentencia penal
decide que un hecho no constituye delito penal o que no compromete la responsabilidad penal del agente, en el
proceso civil puede discutirse libremente ese mismo hecho en cuanto generador de responsabilidad civil.

Efectos de las excusas absolutorias penales en sede civil:

Conforme a lo dispuesto en el art. 1778 del ccyc “las excusas absolutorias penales no afectan a la acción civil, excepto
disposición legal en contrario.

Las excusas absolutorias son determinados supuestos en los cuales el ordenamiento penal, considera pertinente eximir
de punibilidad delitos cometidos contra el honor.
La sentencia definitiva en sede civil frente a la decisión penal posterior:

Es preciso que el ordenamiento jurídico prevea los efectos de la cosa juzgada civil anterior respecto de la sentencia
penal posterior. Así el art. 1780 del ccyc consagra como principio general el mantenimiento de la cosa juzgada en sede
civil. El mismo art. Luego de consagrar el principio de imputabilidad enunciado, consagra un recurso de revisión de la
sentencia civil hasta ahora inexistente, y que tiene por objeto la reevaluación de la decisión adoptada en el litigio de
daños.

Tiene un recaudo general para su procedencia: que la acción haya sido promovida por el interesado. El juez no podrá
reabrir de oficio el estudio de la cuestión ya decidida. El art. 1780 prevé tres presupuestos específicos en que procede la
revisión, a saber:

a) Revisión posterior de la sentencia penal: el código consagra la procedencia de dicho remedio en los supuestos en
que el juzgador civil haya valorado determinados extremos tenidos en cuenta en la sentencia penal anterior,
como si hubiera recaído cosa juzgada a su respecto en sede punitiva. La decisión penal es motivo de revisión en
cuanto a los puntos que fueron tenidos en cuenta por el juez civil.

Configurados estos dos presupuestos (valoración por el juez civil, y revisión de la decisión adoptada en la sede punitiva)
se podrá promover el recurso de revisión de la sentencia resarcitoria.

b) En el caso previsto en el art. 1775 inc. C del ccyc, excluye expresamente de la procedencia de la suspensión de la
sentencia civil a aquellos casos en que el supuesto que se imputa al responsable encuadre en alguno de los
factores objetivos de atribución. La sentencia en sede punitiva puede concluir que el sindicado como
responsable no participo en el hecho o que directamente el suceso nunca ocurrió.
c) Otros supuestos previstos por la ley: finalmente el art. 1780 deja abierta la posibilidad de que la ley especial
prevea otros supuestos en que sea procedente la revisión de la sentencia civil ante la existencia de una decisión
penal posterior.

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