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Gama
Protocolo de sesión del 25 de marzo de 2020
Protocolante: Yeimy Alejandra Gómez
El presente texto tiene la pretensión de exhibir lo más fielmente posible los temas trabajados en la
sesión. Esta se dividió en dos momentos, en tanto fueron dos ponencias (El círculo hermenéutico y la
depreciación de los prejuicios, a cargo del compañero Sergio Ariza; Los prejuicios como la condición
de la comprensión, a cargo del compañero Santiago Portillo). Sin embargo, la exposición de la sesión
no la haré cronológicamente, sino que subsumiré lo dicho de forma positiva en los siguientes temas al
ser los más centrales: (i) El círculo hermenéutico y (ii) Acerca de los prejuicios.
Cuando nos enfrentamos a textos1 no lo hacemos sin ningún tipo de previsión. Lo hacemos
desplegando expectativas de lo que puede significar su contenido, esto es, no nos enfrentamos a estos
como tabula rasa2, sino que lo hacemos con una precomprensión. Esto quiere decir que desplegamos
1
En Gadamer, a diferencia de la hermenéutica clásica, entiéndase texto no sólo como escritura. Es posible, grosso
modo, entenderlo como lo que se nos aparece con contenido significativo el cual puede ser interpretado.
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ostrando
Véase la ponencia de Ariza en la cual podemos hallar el sentido en el cual se determina tabula rasa m
que no es gratuita su mención en Gadamer.
1
expectativas de sentido que se encuentran arraigadas a nosotras para dar sentido a nuestra experiencia,
parte de esta precomprensión es lo que llamamos prejuicios, cuya discusión se mostrará más adelante.
Ahora bien, la preconcepción trabaja en el círculo hermenéutico, aún sin serlo. Esta no es algo estable,
ya que en la interacción misma con los textos interpretamos con la precomprensión que poseemos,
pero esta no permanece rígida a través de la interpretación, sino más bien es modificada en este
proceso para poder avanzar en el horizonte de sentido al que nos enfrentamos, generando así una
precomprensión gradualmente diferente. Ahora bien, esta modificación no debe ser entendida en
términos de ampliación, ya que, por ejemplo, cuando nos mudamos a otros contextos/culturas muchas
veces por el tiempo es evidente que olvidamos con qué base interpretamos esa realidad, ya se nos
vuelve ajena y asumimos la del presente contexto/cultura.
Para mostrar cómo trabaja la modificación es pertinente pensar en enfrentarnos a otra cultura, por
ejemplo indígena, donde hay rituales y jerarquías, un contexto diferente al nuestro. La preconcepción
con la cual llegamos es la de nuestro contexto3, e intentamos interpretar los rituales o la interacción
misma de las personas a través de nuestra preconcepción. Sin embargo, hallamos que esta choca y
hasta puede carecer de significado y coherencia nuestra interpretación basado en la preconcepción
inicial. Entonces, para contrarrestarlo, este mismo acto interpretativo reformula o modifica nuestra
precomprensión y adquiere nuevos horizontes de sentido que son ahora las nuevas herramientas para
enfrentarse a los textos que se presenten. Esto por mencionar un caso un poco radical, pero es en sí
nuestro modo de estar en el mundo para Gadamer. Como cuando leemos un libro de entrada
entendemos de cierta manera, pero conforme avanzamos nuestra preconcepción se modifica para
adaptarnos a lo que está diciendo el escrito.
Ya entendiendo a qué hace referencia la preconcepción y cómo la “usamos” junto con la interpretación
para conocer el mundo podemos decir que el círculo hermenéutico es, entonces, un acto interpretativo.
Es el modo en que nos enfrentamos al mundo. Para Heidegger, precisa Gama, es un acto interpretativo
de la existencia, siempre proyectamos sentido a través de la precomprensión y el mundo lo
interpretamos generando y creando orientación de sentido, renovando la preconcepción, una actividad
circular. Y en el caso de Gadamer, no muy lejos de Heidegger, el círculo hermenéutico es la estructura
misma del fenómeno de comprender e interpretar. Éste es el que define la existencia humana como
interpretante y comprensora que nos permite conocer.
Como se mencionó arriba, la precomprensión está cargada de prejuicios. Por ello, indica Portillo, el
fragmento apunta a validar al prejuicio de manera positiva, ya que pertenece al círculo hermenéutico
que es la existencia misma, un comprender e interpretar, y si lo entendemos negativamente, como ha
3
Para entender con mayor claridad lo que quiero decir con preconcepción de nuestro contexto véase la explicación
de sensus communis (protocolo anterior), donde se visualiza que somos parte de la historia y de un contexto en
particular, somos, en ese sentido, preconfiguradas por ese contexto en el que somos arrojadas al mundo.
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sido a través de la historia, negaremos nuestra manera de existir en el mundo. Esto quedará claro más
adelante.
Entonces, por prejuicio entendemos que es una referencia de sentido, por ello la precomprensión se
conforma de ellos. Sin embargo, a través de la historia, tránsito relevante para el autor, han tenido una
carga negativa, al menos es completamente visible en la ilustración. Esta entendía los prejuicios como
negativos porque, según esta, niegan el uso correcto de la razón, es como si la inhibieran. Esta [la
ilustración] divide a los prejuicios en precipitados y de autoridad. En cuanto a los precipitados, la
ilustración aceptaba cierto proceso de razonamiento, empero, que no era suficiente para ser correlativo
con la verdad, que supondremos aparece con el uso adecuado de la razón4. Y en los prejuicios de
autoridad asumen que no hay proceso de razonamiento, como si la autoridad nos privara de la razón. Si
entendemos con ese presupuesto a la precomprensión, la ilustración nos querría obligar a ser sujetos
separados de la realidad, cosa que no es siquiera concebible para Gadamer por razones ya expuestas en
el círculo hermenéutico. Entonces, lo que hace es mostrar que hay formas de autoridad que se ganan.
No debemos confundir autoritarismo, entendido como algo obligado, como una sumisión absoluta a
alguien o una idea, a diferencia de autoridad que el autor la determina como un acto de reconocimiento
y conocimiento. Es un ejercicio racional, donde otorgamos la autoridad para apelar a ella, pues
reconocemos nuestra propia finitud. Es un reconocimiento de la otra, es un aceptar que no lo sé todo y
una persona ha llegado a conocer lo que yo no, ya que pertenezco a situaciones que me limitan. Es
algo que no veía sino rechazaba la ilustración, sin embargo, cayeron en ese tipo de prejuicio, tomaron
una posición de sumisión hacia la razón por tener el prejuicio a todo prejuicio.
Lo que entiende la ilustración es la concepción negativa del prejuicio, dice que no nos permite ver las
cosas como llegan. En cambio, Gadamer muestra una teoría positiva de los prejuicios, luego de
mostrar que no todo prejuicio es negativo, viéndolos no como limitación sino como ese algo que nos
permite conocer el mundo (precomprensión). Sin estos, siendo verdaderos o no5, no habría esa
posibilidad de estar en el mundo (somos comprender e interpretar). Es así, que en términos positivos,
los prejuicios hacen posible el círculo hermenéutico, nuestra manera de ser en el mundo. Por eso, dice
él “los prejuicios de un individuo son, mucho más que sus juicios, la realidad histórica de su ser”
(2003, 344)
Ahora bien, otro punto importante aquí, que no fue tocado con gran detalle, es la tradición. La
ilustración entiende la tradición como algo implantado a la fuerza, y justamente por ello desearon
desligarse de esta. Esto en miras del método científico, de la investigación científica puntualmente que
quiere ser implantada a la investigación social. Antes de pasar a ese tema, lo que Gadamer entiende
por tradición es opuesto a esa mirada. Considera que la conservación de esta y las costumbres se da
porque es un tipo de sabiduría que aunque no sepamos de su fundamento ha funcionado. Y de la
misma manera que los prejuicios, con algún choque de significado o la necesidad de cambio por
4
Para la ilustración siempre son falsos y perjudiciales para la obtención de conocimiento.
5
Lo de menor importancia ciertamente es la veracidad de un prejuicio, ya que, con estos nos enfrentamos al
mundo, pero a través de los modos fundamentales de estar en el mundo nosotras los reformulamos, recordemos
que no pueden ser eliminados sino modificados en tanto se convierten, nuevamente, en preconcepción.
3
diversas razones, esta se reconfigura. Debe advertirse que aunque se conserve, el autor la considera en
un estado de modificación al menos gradual, esto por la experiencia de, especialmente, nuevas
generaciones que interpretan y la alteran conforme experimental. En este sentido, tiene un tipo de
fundamento racional, una justificación, y no algo impuesto y obligado aunque no elijamos llegar a ese
contexto, “no es la historia la que nos pertenece sino que somos nosotros los que le pertenecemos a
ella” (2003, 344).
Ahora bien, vemos que no hay lugar en las ciencias sociales para un modelo que rechaza la tradición y
desea ver “desde fuera” de esta para investigar, pues estamos inmersos en ella, le pertenecemos a la
historia y en ella estamos situadas. Pues es la tradición la que “cultiva” la precomprensión que permite
la investigación. De facto, la precomprensión además de expectativas son las que seguramente motivan
la investigación para Gadamer. Además, es bastante errado llegar a pensar que la investigación de las
ciencias sociales tenga un objetivo tal como el de las naturales. En las naturales su objeto es
determinado, es algo que no está en completo movimiento y por ello se aspira a su conocimiento
absoluto a partir del distanciamiento con este. En cambio, en las sociales no podríamos siquiera hablar
de objeto, puesto que no es concebible hablar de un conocimiento completo o absoluto de la historia, y
es a ella a quien investigamos en las ciencias sociales.
Por último, y no menos importante, toda esta contienda que nos muestra Gadamer no es, como en
inicio se mencionó, porque sí. Lo que ha buscado, al menos como una de sus pretensiones, es
mostrarnos a través de la experiencia que no podemos hablar de un método para la ciencias sociales
como lo hacemos en las ciencias naturales. Uno de los puntos ya mostrados es en cuanto a su objeto.
Otro, que se exhibe en este fragmento corresponde al carácter universalizador de las ciencias naturales,
que no es tocado mucho en la sesión principalmente por carencia de tiempo. Podemos resumir un poco
mostrando como las ciencias naturales buscan ratificar universales a través de particulares. En cambio,
en las sociales la manera según la cual conocemos el mundo es a través del círculo hermenéutico, que
parece reducirse a un subjetivismo pues no cae a entender los particulares en universales, sin embargo
no hay pérdida de universalidad. No en el sentido científico, sino a partir de nuestro mundo de sentido
nosotras entendemos los particulares en tanto particulares y no parte de una ley.
BIBLIOGRAFÍA: