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DIDÁCTICA

EL CONOCIMIENTO PROFESIONAL DOCENTE Y SU DESARROLLO

Grupo: 401305_47

ANDREA LUCIA AVILA


MELIZA ALEJANDRA SULBARAN
YEIMI YISEL RANGEL
ELIZABETH VILLALOBOS
CARLOS ALFREDO PONCE

docente
MAGYOHORIS ROSA NAVAS AMAYA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA


VICERRECTORÍA ACADÉMICA Y DE INVESTIGACIÓN
ECEDU
2019
LA TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA COMO OBJETO DE ENSEÑANZA

La transposición didáctica se puede ver como una transformación de un


contenido del saber sabio (saber científico) a una versión accesible para la
enseñanza y el aprendizaje denominado saber a enseñar, el cual a su vez sufre un
conjunto de nuevas transformaciones hasta hacerse objeto de enseñanza. Es
decir que el proceso que transforma un objeto del saber sabio en objeto
enseñable, es denominado transposición didáctica, proceso donde es tenido en
cuenta el objeto saber, objeto a enseñar y el objeto enseñanza.

Los científicos quienes en su ejercicio no tienen interés de ser comprendidos


por todas las personas, plasman sus representaciones mentales por medio de los
modelos teóricos, los cuales deben darse a conocer a las nuevas generaciones,
quienes deben tener entrada al conocimiento científico, a través de la educación
impartida por sus docentes. Sin embargo, este trabajo resultaría inexplicable, si se
llevara directamente a las escuelas, por lo que requiere la intervención del docente
quien hace su propia interpretación y la enseña, utilizando la transposición del
saber sabio al saber enseñable.

Además, los profesores no siempre utilizan un proceso explícito de


reelaboración del conocimiento de los expertos, si no que interpretan los textos o
materiales didácticos que utilizan para preparar sus clases, lo que hace que ellos
no tengan absceso directo al conocimiento científico, si no que este conocimiento
ya ha sido mediado por los textos que ha utilizado. De igual manera el saber es
extraído del entorno epistemológico donde él inicialmente ha nacido y entonces se
da una desintegración (Johsua y Dupin 1993 p.195), es decir que el concepto
original se fragmenta para hacerlo comprensible y llevarlo a los modelos
pedagógicos, siendo apto para la enseñanza.

Vale la pena recordar que dentro del proceso de aprendizaje los conceptos no
se apilan los unos con los otros, los nuevos se añaden con los antiguos y las
reorganizaciones regulares vienen al contrario a expandir las nuevas
adquisiciones del aprendizaje de un hecho en particular para que estas
integraciones sean sucesivas (Johsua 1989 p. 197). Y en segundo nivel, se dan
también diferencias entre lo que se decide enseñar y lo que se enseña, allí
interviene el maestro cuando interpreta un contenido y lo lleva al estudiante según
la interpretación que éste da del mismo. Por lo tanto, el paso de un estatuto al otro
implica transformaciones que los diferencian.

También la transposición didáctica tiene gran importancia, la cual reside en el


quiebre de la ilusión de correspondencia entre el saber que se enseña y el
conocimiento específico de la disciplina aplicada en el ámbito académico. El
saber que forma parte del sistema didáctico no es igual al saber científico y su
legitimidad depende de la relación que se establezca entre el punto intermedio, en
que se encuentran los conocimientos académicos y el saber propio que tiene los
estudiantes de sus padres.

Ahora bien, pensar un lugar de origen alternativo para los saberes académicos
que construye el profesor, sin atender a la advertencia de Chevallard (1997),
según la cual los saberes son objetos de deseo (p. 153), es dejar a medio camino
la conceptualización de la transposición didáctica. Para comprender la categoría
trasposición didáctica de Chevallard (1997), en su acepción epistemológica, hay
que referirse entonces a la noción de obstáculo epistemológico planteado por
Bachelard (1985), con la cual este autor desarrolla la idea de que la creación de
imágenes, ideas, metáforas, y conocimientos generales está asociada a la
dinámica del deseo que instala, en la historia y en la cultura, tanto al sujeto de
conocimiento como a la razón como función de organización.
Así, en el marco de las reflexiones de Chevallard (1997), es necesario comprender
la transposición didáctica, como un problema antropológico y epistemológico que
debe ser avistado, no como una técnica de modelación, sino como el estatuto
epistemológico fundante del saber académico del profesor. En este plano, los
saberes académicos que mantiene el profesorado tienen un origen pulsional y un
vector de organización racional, razón por la cual deben ser planteados en
términos de obstáculos epistemológicos, en el sentido fuerte que Bachelard (1985)
ha dado a este concepto.

La didáctica como proceso de formación permanente del quehacer docente y


su materialización en los procesos de enseñanza y aprendizaje, se pueden
señalar por lo menos tres componentes básicos que están en interacción
constante; los sujetos que aprenden, sujetos que enseñan y los objetos-
contenidos que son enseñados y aprendidos. El estudio de la didáctica suele
caracterizarse como uno de los campos de la educación con más fuertes
desarrollos en investigación en los últimos tiempos, a tal punto que ha logrado
explicar la existencia de didácticas propias en cada disciplina especifica.
la transposición didáctica tiene gran importancia, la cual reside en el quiebre de la
ilusión de correspondencia entre el saber que se enseña y el conocimiento
específico de la disciplina aplicada en el ámbito académico.

El saber que forma parte del sistema didáctico no es igual al saber científico y
su legitimidad depende de la relación que se establezca entre el punto intermedio,
en que se encuentran los conocimientos académicos y el saber propio que tiene
los estudiantes de sus padres. para nuestro ejercicio como docentes; elaboramos
transposiciones como profesionales de la educación cuando logramos hacer más
asequibles los contenidos que presentamos en las aulas. En palabras de
Chavellard (1997) este ejercicio consiste en la transformación de un saber
científico a un saber posible de ser enseñado. Es necesario decir que este
concepto se carga de sentido si tenemos en cuenta que permite hacer las suturas
necesarias para lograr juntar los vacíos teóricos y metodológicos que existen entre
la investigación científica y la pedagogía. 

La translación del conocimiento científico al conocimiento escolar no es un


proceso menor y debe ser asumido con la rigurosidad que el ejercicio implica, en
primer lugar, el docente- investigador debe tener un dominio absoluto sobre su
área de estudio, y, en segundo lugar, este debe tener un conocimiento extenso de
estrategias didácticas que permitan la transformación de los contenidos
curriculares en tópicos de análisis menos complejos. Frente a estos dos aspectos
es necesario plantear una sinergia que permita relacionar el conocimiento
“complejo” y la habilidad del profesional de la educación para generar espacios de
enseñanza-aprendizaje efectivos para el aula. 

En el campo de análisis educativo es necesario tener en cuenta tres procesos o


procedimientos que posibiliten el paso del conocimiento científico al pedagógico y
que hacen parte de la caja de herramientas didácticas del docente, esto en
relación a lo planteado por Gutiérrez (2007), donde la transposición didáctica se
conjuga en el elemento central y más valioso de la investigación realizada por los
educadores: Transformación - Aprehensión - Transferencia.
el ejercicio de transposición didáctica como práctica de investigación supone un
compromiso académico-pedagógico. Si nos detenemos un segundo a pensar, esto
quiere decir que todo tema y/o problema investigativo es susceptible de ser
llevado al aula. Esta pequeña aclaración teórica busca constituirse en una excusa
para proyectar nuevos espacios de enseñanza que articulen los intereses de
investigadores-docentes y alumnos. 

La importancia este concepto, reside en el quiebre de la ilusión de


correspondencia entre el saber que se enseña y el conocimiento específico de la
disciplina en el ámbito académico.
Es de fundamental importancia que el docente, como partícipe en la transposición
didáctica, tenga en cuenta las características de los alumnos que componen el
aula: diferencias socioeconómicas, estadio del desarrollo, diversidad cultural,
dificultades en el aprendizaje, diferencias lingüísticas, cantidad de alumnos en
clase.

El docente debe plantearse tres preguntas con relación al conocimiento que va


a enseñar:
 ¿Qué es lo que va a enseñar?
 ¿Para qué lo va a enseñar?
 ¿Cómo lo va a enseñar?

¿Cuál es el papel del docente en este proceso? Él o ella es el punto final y


clave de todo ese proceso. Dispone de un plan educativo, con unos contenidos
que ha de transmitir. Ahí empieza la verdadera transposición, o transposición
interna. No existe un método definido estándar para realizar una buena
transposición didáctica, pero hay varios componentes y agentes a tener en cuenta.

La transposición didáctica, herramienta útil para la enseñanza

Comenzando por esclarecer el concepto mismo de didáctica, esta sería como


lo afirma Larroyo: “aquella parte de la pedagogía que describe, explica y
fundamenta los métodos más adecuados y eficaces para conducir al educando a
la progresiva adquisición de hábitos, técnicas, conocimientos, en suma, a su
metódica e integral formación”1. Partiendo de este concepto luego se desprendería
en su estudio la transposición didáctica, que de acuerdo con Chavallard (1991),
esta “permite desnaturalizar el saber académico, modificándolo cualitativamente
para hacerlo más comprensible para el alumno”. La dinámica de esta unidad nos
encierra en la importancia de impartir en las aulas de clases un conocimiento que
sea útil para la vida de los estudiantes, por ello el futuro docente debe esmerase
un poco más y saber escoger aquellos conocimientos científicos que son útiles de
cada asignatura y a través de la transposición didáctica poder convertirlo en
conocimiento que sea de agrado y también de utilidad para la vida de sus
educandos.

Modificar el contenido del saber para luego adaptarlo a su enseñanza, no es


tarea para nada sencilla, por ello requiere de parte del docente mucha
concentración y dedicación. Después de esta dedicación el saber a enseñar, sufre
a partir de aquí un conjunto de transformaciones adaptativas que van a hacerlo

1
Larroyo, 1949:40-44
apto para ocupar un lugar entre los objetos de enseñanza. Y es el trabajo que
transforma un “objeto de saber a enseñar” en un “objeto de enseñanza”, y es así
como luego nace lo que denominados la transposición didáctica.

Esta transposición que demarca el estudio de esta unidad viene a ser importante
en nuestra labor como futuros docentes, ya que esto nos propone un camino, tiene
un enfoque y una perspectiva que marcan el proceso de construcción del
conocimiento y además tiene un propósito para la enseñanza, que no solo es el de
enseña, sino el de contribuir en la formación para lograr así el aprendizaje; esto se
logra a través del diseño de sus actividades al presentar los conceptos, las cuales
deben influir en el proceso de transformación del pensamiento.

El estudio hasta aquí hecho en base a los aportes de la unidad me lleva a


determinar desde un enfoque instrumental, que esta se considera como una
disciplina focalizada a la práctica, para ello, su finalidad consiste en la orientación
de la enseñanza percibida como todo un conjunto de normas creadas l servicio de
la optimización del aprendizaje que garantiza el buen desempeño productivo,
ejemplo de ello era la elaboración de pruebas por objetivos o la formulación de
objetivos o la formulación de objetivos operacionales, entre otros.

Bajo esta mirada, es frecuente encontrarnos con algunos docentes expertos en


determinada área, con derechos suficientes para no ser cuestionados por los
estudiantes, sin embargo, la “transmisión” de sus conocimientos en un aula, solo
es comprendida por un reducido número de ellos (Marrugo, 2003). Esta situación
compleja es corresponsabilidad de tres actores esenciales de los procesos de
enseñanza y aprendizaje: estudiantes, docentes e institución.

Entendiendo pues la didáctica como un proceso de formación permanente del


quehacer docente y su materialización en los procesos de enseñanza y
aprendizaje, se pueden señalar por lo menos tres componentes básicos que están
en interacción constante; los sujetos que aprenden, sujetos que enseñan y los
objetos-contenidos que son enseñados y aprendidos. Al interior de esta triada que
está en constante relación, se observan relaciones de conocimiento establecidas
entre el sujeto que aprende y el contenido de la enseñanza representados en
conocimientos socialmente reconocidos y seleccionados.

El estudio de la didáctica suele caracterizarse como uno de los campos de la


educación con más fuertes desarrollos en investigación en los últimos tiempos, a
tal punto que ha logrado explicar la existencia de didácticas propias en cada
disciplina especifica. En este proceso de desarrollo debemos tener en cuenta que
se ha generado un conjunto de constructos derivados de su acción investigativa,
todo esto en relación con la pedagogía y conforman así una red compleja de
conceptos de referencia a partir de los cuales el investigador en educación puede
explicar la realidad del hecho educativo y el docente puede comprender los
procesos que se cruzan en el aula de clases.

MENTEFACTO CONCEPTUAL
CONCLUSIONES

ELIZABETH VILLALOBOS 
En resumen, la transposición didáctica se da en distintos escenarios del proceso
de enseñanza, de los cuales sobre salen el paso del saber sabio al tener una
actitud enseñable, basado en tu habilidad para enseñarle a otro y que estos
puedan llegar a ser tus mentores.  UN claro ejemplo es la forma como los
maestros enseñan los conceptos y la interpretación que los estudiantes le dan al
recibir y captar el aprendizaje y comprensión de los temas ofrecidos por sus
docentes.
MELIZA ALEJANDRA SULBARAN
Es necesario profundizar en el conocimiento de los modelos de enseñanza para
ampliar el repertorio metodológico y enseñar tipos de pensamiento distintos de los
que enseñan. Conviene planificar el desarrollo de las actividades de evaluación
para tener previstos los recursos necesarios y el tiempo que requiere su
realización.
CARLOS ALFREDO PONCE
Todo lo manifestado con respecto al proceso de transposición didáctica, arroja
muchas inquietudes acerca de la manera como se han presentado los conceptos
de la didáctica en el campo escolar y a veces esto se asume como verdad
confiable, para el proceso de la enseñanza, el aprendizaje y la evolución de las
ciencias experimentales, por lo que se pide que estos criterios sean bien
analizados a la hora de la práctica escolar.
El proceso de transposición didáctica, se puede dar en varios escenarios del
proceso de enseñanza como son:
 El paso del saber sabio, al saber enseñable.
 El saber enseñable registrado en los textos, es interpretado por el maestro
de la enseñanza.
 La forma como se enseñan los conceptos por parte del maestro, y la
interpretación que el estudiante le da en el aprendizaje mismo.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Ortega, J. (2017). Conocimiento escolar y conocimiento “disciplinar” del
profesor: algunas reflexiones sobre la participación del profesor en la construcción
y enseñanza del contenido asociado a las disciplinas escolares. Folios Primera
época, 45 (1), 87-107. Recuperado de
http://www.scielo.org.co/pdf/folios/n45/n45a07.pdf
Perafán, G. (2013). La transposición didáctica como estatuto epistemológico
fundante de los saberes académicos del profesor. Folios, Segunda época, 83-93.
Recuperado de www.scielo.org.co/pdf/folios/n37/n37a06
Gamboa, M. (2018). Transposición didáctica y Conocimiento didáctico del
contenido. Bogotá: Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Recuperado de:
http://repository.unad.edu.co/handle/10596/10240
Chevellard, Ives. 1997. La transposición didáctica. Del saber sabio al saber
enseñado. Ed Aique: Buenos Aires
Gutierrez, Hugo. 2007. La investigación formativa en el aula. Editorial
Magisterio: Bogotá

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