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ESTIMULACION DEL NIÑO

UNIDAD I

1. Origen e Historia

El origen de la Estimulación Temprana se sitúa en la década de los años


cincuenta y sesenta. Es en los años 60 cuando diversos cambios sociales,
políticos, científicos y en educación abren el camino hacia el inicio e implantación
de este tipo de intervención a la que se denominó en sus inicios Estimulación
Precoz. Varios son los acontecimientos durante esos años que impulsan el interés
por la infancia y por su educación.  El término “estimulación temprana” aparece en
el documento de la Declaración de los Derechos del niño de 1959.
En 1965 se pone en marcha la investigación más amplia y ambiciosa: el programa
Head Start, elaborado por Zigler y su equipo. Este programa está basado en la
creencia de que las experiencias de la primera infancia producen un impacto
crucial en el desarrollo posterior.

2. Conceptualizacion y perspectiva de la estimulación:

La estimulación es un proceso natural que se pone en práctica en la relación diaria


con el bebé, a través de éste el niño utilizará al máximo sus capacidades e irá
ejerciendo mayor control sobre el mundo que le rodea al tiempo que sentirá gran
satisfacción al descubrir que puede hacer las cosas por sí mismo.

La estimulación tiene lugar a través de la repetición útil de diferentes eventos


sensoriales que aumentan, por una parte, el control emocional proporcionando al
niño una sensación de seguridad y goce, por otra amplían la habilidad mental que
le facilita el aprendizaje, ya que se desarrollan destrezas, para estimularse a
través del juego libre y del ejercicio de la curiosidad, la exploración y la
imaginación. Ya que todo niño nace con la necesidad biológica de aprender y
cualquier estimulación que se le brinde durante los primeros 12 meses, tiene más
impacto en su crecimiento cerebral que en cualquier otra etapa de la vida.
Es importante tener en cuenta que el crecimiento total de un individuo se lleva a
cabo por medio de la interrelación del desarrollo físico, mental, emocional y social,
y la Estimulación Temprana producirá impacto en el crecimiento total del bebé, sin
presionar ni acelerar ningún proceso de desarrollo. Simplemente, lo que busca es
optimizar las capacidades del niño, en todas las áreas. Además cabe mencionar
que la estimulación es muy sencilla de aplicar y que le va a proporcionar al niño
las herramientas que necesita para el desarrollo de sus habilidades y un mejor
desempeño en su futura etapa pre escolar.

Como una alternativa para el adecuado desarrollo de las capacidades del niño se
han instrumentado programas de estimulación temprana, entendiéndose por ésta
a toda actividad que oportuna y acertadamente enriquece al niño en su desarrollo
físico y psíquico.

Martínez (2004) propone que la estimulación temprana es la aplicación


multisensorial, desde que nace hasta la etapa de mayor maduración del S.N.C.
(entendiendo por maduración del S.N.C., la integración de la actividad refleja,
dando paso a una actividad voluntaria).

La estimulación psicológica de un niño, permite que a través de un conjunto de


cuidados, juegos y actividades se pueda ayudar al niño, desde su nacimiento, a
desarrollar y optimizar sus capacidades físicas y mentales.

En fuentes más actuales encontramos a Tamayo (2000), quien afirma que la


estimulación temprana considera múltiples acciones que favorecen al desarrollo
del ser humano en sus primeros años, entre los que tenemos principalmente la
provisión de diferentes estímulos que impresionan a los diversos receptores. Una
significativa área de la estimulación está en el hecho de trabajar alrededor de los
sentidos de la visión, audición y tacto. Si bien es cierto que estos receptores son
importantísimos en el desarrollo integral, tampoco deja de serlo la estimulación
propioceptiva. Entendiendo como estímulos, todos aquellos impactos sobre el ser
humano que producen en él una reacción, es decir, una influencia sobre alguna
función. Los estímulos son entonces de toda índole, tanto externos como internos,
físicos y/o afectivos.

3. Importancia y características de la estimulación:

La importancia de la estimulación temprana es tal que se considera un requisito


básico para el óptimo desarrollo del cerebro del bebé, ya que potencia sus
funciones cerebrales en todos los aspectos (cognitivo, lingüístico, motor y social)

Nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse. Su crecimiento


depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe; las capacidades no
se adquieren sólo con el paso del tiempo.

El bebé precisa recibir estos estímulos a diario, desde el momento de su


nacimiento. Si recibe estímulos pobres, de una forma irregular o en cantidad
insuficiente, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y
con la calidad que cabría esperar. Por otro lado, una estimulación temprana,
abundante, periódica y de buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el
proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.

4. Factores para lograr la estimulación:

La estimulación temprana es una manera de potenciar el desarrollo motriz,


cognitivo, social y emocional de nuestros hijos, pero al mismo tiempo se debe
respetar el desarrollo individual y la predisposición del bebé. Al inicio las
actividades se enfocan en reforzar el vínculo emocional, masajes y estímulos
sensoriales, respetando el desarrollo natural del bebé, y el instinto natural de sus
padres.

Luego se inician actividades de motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y


lenguaje. Es muy importante cuidar y proteger la iniciativa, la independencia y el
autoestima del niño durante todo su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo vale
la pena tomar en cuenta factores importantes para lograr aprovechar los estímulos
adecuados a los cuales nuestros hijos pueden estar expuestos.
Dentro de los factores ambientales se incluyen los puramente biológicos (estado
de salud, nutrición…). y otros de índole psicológica, social y cultural: sus vínculos
afectivos iniciales, el nivel de atención que recibe, el grado de interacción del
ambiente con el niño (personas que lo rodean, objetos, luz, sonidos…). Estos
factores son fundamentales en la maduración de conductas de adaptación al
entorno, de la disposición al aprendizaje, del establecimiento de diferentes
estrategias de comunicación o del desarrollo emocional.

5. Objetivo de la estimulación y objetivo para la educación:

Objetivos de la Estimulación Temprana: La estimulación temprana busca estimular


al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni
adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que
le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.

El principal objetivo de la estimulación temprana, no es otro que, permitir el


máximo desarrollo del niño (tanto a nivel general como en áreas específicas),
sirviendo de estrategia para evitar y atenuar riesgos que puedan alterar su
evolución normal.

Objetivo para la educación: Una educación liberadora, en consecuencia,


debe buscar hacer del niño una persona libre y responsable; transformar al
pequeño e indefenso animalito que llora en la cuna, en un ser humano, en una
persona moral, con carácter y conciencia, capaz de actuar con iniciativa y
responder inteligentemente ante cualquier eventualidad que le ofrezcan en el
mundo y la vida.

6. Enfoque que sustentan la estimulación del niño:

Los enfoques y problemáticas de la estimulación temprana conducen


inexorablemente a sus proyecciones, a sus aspectos técnicos de contenido y
procedimientos. Y en este sentido, hay más coincidencias que divergencias entre
las corrientes técnicamente mejor fundadas, que permiten aglutinar las
proyecciones sin entrar a referirlas a enfoques conceptuales particulares, bien
sean constructivistas, conductistas y noeconductistas, histórico – culturales,
incluso hasta psicoanalistas, aparentemente alejados de esta discusión teórica y
que, sin embargo, han hecho aportes conceptuales importantes,
fundamentalmente en el plano afectivo y de formación de la personalidad

7. Bases teóricas para la estimulación:

a) Psicología Evolutiva o del desarrollo humano. Estudia la forma en la que los


seres humanos cambian a lo largo de su vida, comprende el estudio del ciclo vital,
observa de qué manera cambian continuamente las acciones de un individuo y
cómo éste reacciona a un ambiente que también está en constante cambio.

b) Psicología del desarrollo: La psicología del desarrollo es una rama de


la psicología que estudia los cambios conductuales y psicológicos de las
personas, durante el periodo que se extiende desde su concepción hasta su
muerte, y en todo tipo de ambientes, tratando de describirlos y explicarlos en
relación con el propio sujeto, así como en relación con las diferencias que existen
entre ellos; a fin de poder llegar a predecir los comportamientos y, como dirían los
teóricos del ciclo vital, "optimizar el desarrollo"

C) Psicología del aprendizaje: La psicología del aprendizaje es una rama de la


psicología, que estudia el proceso de aprendizaje del ser humano, donde se
visualizan cambios conductuales de carácter transitorio o permanente. A su vez,
se enfoca en el proceso continuo por el cual el sujeto adquiere nuevos
conocimientos.

UNIDAD II

1. Sistema nervioso central del niño.

El sistema nervioso regula y conduce el funcionamiento de todos los órganos del


cuerpo. Está formado por el sistema nervioso central y el sistema nervioso
periférico.

B) Características:
B) "La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del sistema nervioso
para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como
reacción a la diversidad del entorno. Aunque este término se utiliza hoy día en
psicología y neurociencia, no es fácil de definir. Se utiliza para referirse a la los
cambios que se dan a diferentes niveles en el sistema nervioso: Estructuras
moleculares, cambios en la expresión genética y comportamiento.”

C) El cerebro

Este órgano no deja de asombrarnos con su funcionamiento, ya que a pesar de


toda la investigación que se ha hecho sobre él, todavía esconde innumerables
secretos.

Es la parte más importante del SNC, pues en él residen innumerables funciones,


entre las que se cuentan el pensamiento, las creencias, el comportamiento, los
recuerdos y el estado de ánimo. Es, además, el centro de la inteligencia y del
control del organismo. Puede planificar con anticipación, crear y revisar todos los
estímulos tanto internos como externos. Está formado por masas de tejido lleno de
circunvoluciones y surcos, divididas en dos mitades llamadas hemisferios
derecho e izquierdo, cuya conexión se realiza por medio del cuerpo calloso,
una agrupación de fibras nerviosas.

Pero, ¿cómo se relaciona esto con el cerebro?, bueno, como ya se ha


mencionado, el sistema nervioso humano percibe, procesa, almacena y ejecuta
conductas  en respuesta a la información que recibe del medioambiente interno y
externo con el fin primordial de asegurar la conservación de la especie, por eso el
aprendizaje es tan importante como medio de estabilidad, ya que las capacidades
claves del cerebro se avocan a desarrollar habilidades para la supervivencia
individual (Avaria, 2005).

GENERALIDADES SOBRE EL DESARROLLO NORMAL DEL CEREBRO

El neurodesarrollo se da a través de un proceso dinámico de interacción entre el


niño y el medio que lo rodea; como resultado, se obtiene la maduración del
sistema nervioso con el consiguiente desarrollo de las funciones cerebrales y, a la
vez, la formación de la personalidad. El desarrollo del cerebro es un proceso muy
complejo y preciso que inicia muy temprano en la vida y continúa varios años
después del nacimiento. Existen periodos críticos para el desarrollo cerebral
normal, siendo los principales la vida intrauterina y el primer año de vida. Podemos
resumir las etapas del desarrollo del cerebro en estas cuatro: proliferación
neuronal, migración, organización y laminación del cerebro, y mielinización (3). No
son etapas consecutivas, se van superponiendo y pueden ser afectadas
simultáneamente si existe algún agente externo o interno presente en el medio. Un
ejemplo es el consumo de alcohol en la madre gestante, o la desnutrición del niño
menor de dos años. Ambos procesos pueden afectar más de una fase en forma
permanente.

La proliferación de las neuronas es un proceso que ocurre en la primera mitad de


la gestación. A través de este proceso se da origen a los cien mil millones de
neuronas que el cerebro posee. Todas las neuronas deben desplazarse a su lugar
final en la corteza durante el proceso llamado migración, este segundo proceso se
da de adentro hacia afuera, es decir, desde la parte más profunda del cerebro,
donde nacen las neuronas, hasta la corteza o borde externo. Se trata de un
proceso muy preciso, y el momento más importante ocurre en el segundo trimestre
del embarazo. Puede ser afectado por la exposición fetal a medicamentos,
infecciones, tóxicos, desnutrición y estrés materno, entre otros, y producirse
malformaciones cerebrales importantes como consecuencia de estos eventos,
conocidas como trastornos de migración neuronal.

Después de las 25 semanas posconcepcionales, la reproducción de nuevas


neuronas es excepcional. Sin embargo, el peso del cerebro se triplica después
que la fase de proliferación ha terminado. Este sorprendente incremento en peso y
volumen obedece a la aparición de millones de conexiones sinápticas entre las
neuronas y a la arborización, resultado de la aparición de dendritas. Se estima que
cada neurona puede llegar a tener entre 7000 y 10 000 sinapsis, las cuales,
posteriormente, podrán ser modeladas según la exposición a factores externos e
internos y experiencias que modifican su conformación en forma permanente (4). El
último proceso en iniciarse es la mielinización, en el que los axones de las
neuronas se recubren de mielina para mejorar la velocidad de transmisión de los
impulsos nerviosos. Este es un proceso crítico que inicia cerca del nacimiento. Sin
embargo, puede verse severamente alterado en los primeros meses de vida como
consecuencia de la falta de nutrientes, el hipotiroidismo, la anemia y la falta de una
adecuada estimulación en el niño pequeño.

2. Neurologia evolutiva

La neurología evolutiva se dedica al estudio de la evolución del sistema nervioso


en el bebé desde el momento en el que nace. Mediante numerosas observaciones
del desarrollo normal de los recién nacidos, se ha permitido establecer una serie
de patrones generales propios en cada etapa del desarrollo del bebé que nos
permite saber cuál es el adecuado  desarrollo neurológico del bebé o si por el
contrario presenta algún tipo de deficiencia.

A) Signos:

Los signos neurológicos menores son la expresión de aquellas


alteraciones del sistema nervioso que tienen una manifestación mayor durante los
primeros años de vida y que suelen ir disminuyendo con el paso del tiempo, dando
lugar a las llamadas discapacidades menores. Este tipo de discapacidades (de
menor gravedad que las discapacidades mayores) pueden ser debidas a
alteraciones durante la fase prenatal, perinatal o postnatal, y entre las que nos
podemos encontrar aquellas poblaciones infantiles denominadas de riesgo
biológico.

Signos neurológicos mayores

Cuando el pequeño presenta una lesión cerebral importante estaremos hablando


de lo que se conoce con el nombre de discapacidad mayor. Esto es, existe algún
tipo de alteración grave en el sistema nervioso del pequeño, la cuál es fácilmente
detectable mediante pruebas específicas de neuroimagen (por ejemplo,
resonancia magnética). Una lesión del sistema nervioso, cuando hablamos de
discapacidad mayor, ocasiona diferentes tipos de alteraciones como pueden ser
trastornos a nivel motor, cognitivo y/o sensorial, mostrando unos efectos
permanentes en el tiempo que pueden variar a lo largo del tiempo según el tipo de
tratamiento.

SIGNOS TEMPRANOS DE ALARMA

Existen algunos parámetros que nos permiten identificar alteraciones relevantes


en el neurodesarrollo, como son la falla en el progreso del desarrollo a una edad
determinada, el desarrollo asimétrico del movimiento, tono o reflejos, la pérdida de
habilidades previamente adquiridas, y la pobreza de interacción social y
psicoafectividad. Algunas alteraciones específicas que pueden hallarse desde
edades muy tempranas son de tipo motor: pulgar cautivo, dominancia establecida
antes del primer año, persistencia de reflejos primitivos, anormalidades
persistentes del tono muscular y demora en la aparición de reflejos. Otro aspecto
de interés mayor en los últimos años es el desarrollo social, con el objetivo de la
identificación temprana de trastornos del espectro autista. El desarrollo sensorial
debe ser evaluado en el niño muy pequeño, quien debe ser capaz de responder a
estímulos visuales y auditivos en forma adecuada en el primer trimestre de vida.
Finalmente, una curva anormal de crecimiento craneal es otro signo de alarma
relevante.

B) Reflejos:

Son reacciones automáticas que responden a determinados estímulos.  Estos


reflejos le permiten al recién nacido adaptarse a su medio ambiente, conforme
madure el sistema nervioso los reflejos se van siendo menos automáticos dando
paso a la psicomotricidad voluntaria. Así también la falta y existencia más de los
debido o desarrollo asimétrico de un reflejo serán signos de alguna patología, esto
nos permitirá evaluar su estado neurológico y predecir su desarrollo psicomotriz.

Así se puede dividir a los reflejos en:


 Primarios o arcaicos, presentes desde el momento del nacimiento (Moro,
cuello tónico, succión,…).
 Secundarios o no arcaicos, aparecen luego, en los primeros meses.
 Superficiales, se producen por la estimulación cutánea y de las mucosas
(succión, presión plantar, …)
 Posturales, permiten adecuar el cuerpo al medio (grasping o presión plantar
  Profundos, se activan los músculos y tendones (aquilieno, patelar, rotuliano
..)

C) Diagnostico:

3) Teoria de las inteligencias multiples: Estrategias de


estimulación

La teoría de las inteligencias múltiples, planteada por el psicólogo estadounidense


Howard Gardner, aporta una visión de la inteligencia muy distinta al concepto
tradicional. Se pasa de una perspectiva única y uniforme, donde la inteligencia se
relacionaba casi exclusivamente con habilidades académicas de carácter
lingüístico y lógico-matemático, a la distinción de hasta 8 tipos de inteligencias
diferenciadas, que abarcan aptitudes en aspectos tan variados como la música, el
baile o las actividades deportivas.

Los 8 tipos de inteligencias de Gardner

Gardner sostiene la teoría de que es posible distinguir entre los siguientes 8 tipos


de inteligencia:

1) Inteligencia lingüística-verbal. Es la capacidad de manejar eficazmente las


palabras, manipulando la estructura o sintaxis del lenguaje, la fonética, la
semántica y sus dimensiones prácticas. A los escolares que tienen más
desarrollada este tipo de inteligencia les encanta redactar historias, leer,
jugar con las rimas, hacer trabalenguas y suelen tener facilidad para
aprender idiomas. Los perfiles y/o competencias profesionales que mejor
encajan con este tipo de inteligencia son los políticos y oradores, escritores,
ensayistas, etc.
2) Inteligencia lógico-matemática. En los individuos especialmente dotados
para esta forma de inteligencia, el proceso de resolución de problemas
suele ser muy rápido y natural, mostrando muy buenas capacidades para
identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis, utilizar de forma
práctica el método científico y los razonamientos inductivo y deductivo.
Economistas, ingenieros y científicos, entre otros perfiles profesionales, se
caracterizan por tener un alto grado de desarrollo de esta inteligencia.
3) Inteligencia espacial. Hace referencia a la habilidad para apreciar con
certeza la imagen visual y espacial, representar las ideas de una manera
gráfica e interrelacionar con un objetivo claro y utilidad práctica los colores,
las líneas, las formas, las figuras y los espacios. Un alto desarrollo de la
inteligencia espacial permite entender muy bien planos y croquis y tener
una gran capacidad de orientación, así como destacar en las artes visuales.
Por estos motivos, fotógrafos, arquitectos, diseñadores, publicistas y
artistas en general la suelen tener muy desarrollada.
4) Inteligencia musical. Percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo,
timbre y tono de los instrumentos musicales es propio de los niños y adultos
que tienen óptimamente desarrollada esta inteligencia.
5) Inteligencia corporal cinestésica. La evolución de los movimientos
corporales es de gran importancia para todas las especies animales y en
los humanos esta adaptación se extiende también al uso de herramientas.
Se trata de un inteligencia básica, cuyo desarrollo es necesario para poder
realizar actividades que requieran fuerza, rapidez, precisión, flexibilidad,
coordinación óculo-manual y equilibrio, competencias vitales para poder
ejercer un gran número de profesiones como: cirujanos, actores, escultores,
bailarines o deportistas.
6)  Inteligencia naturalista. Es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar
elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas, incluyendo
habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento
del entorno.
7)  La inteligencia intrapersonal. Es un concepto de inteligencia distinto que no
está relacionado con la posesión de unas determinadas capacidades en el
ámbito de las ciencias, las letras o los campos artísticos, sino con
la autoinstrospección, tener una imagen acertada de uno mismo, así como
capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio.
8) La inteligencia interpersonal. Se trata de una capacidad muy específica,
pero a la que algunas personas saben sacarle mucho partido y gran utilidad
práctica: saber distinguir y percibir el estado de ánimo de los demás y
responder de manera efectiva a dichas circunstancias.

Formas de potenciar los distintos tipos de inteligencia

A continuación, proponemos una serie de actividades y formas de


aprendizaje especialmente eficientes y adecuadas para
desarrollar los distintos tipos de inteligencia:

1) Inteligencia lingüística. Trabajar con libros y materiales de lectura, fomentar


la escritura de historias y cuentos con concursos y pequeños premios;
potenciar el aprendizaje de idiomas, jugar a juegos de mesa que usen
palabras (tipo scrabble).
2) Inteligencia espacial. Animar a los escolares a dibujar, escribir y pintar con
todo tipo de materiales e introducirles en las artes gráficas mediante libros y
productos audiovisuales (vídeos, animaciones, presentaciones en
ordenador, etc.).
3) Inteligencia lógico-matemática. Ejercicios de clasificación de objetos por
color, tamaño, forma; juegos de construcción, de lógica y matemáticos.
4) Inteligencia corporal. Escuchar música acompañando todo tipo de
actividades, bailar, interpretar cuentos a través de la danza, actividades
deportivas.
5) Inteligencia musical. Trabajar con música en diferentes actividades,
introducir sonidos e instrumentos musicales básicos como tambores,
campanas, o pandereta; aprender a tocar un instrumento musical de forma
natural, estudiar solfeo, tomar clases formales de música y danza.
6) Inteligencia naturalista. Organizar actividades al aire libre, excursiones al
campo, estudiar el comportamiento de los animales, aprender a amar y
respetar la naturaleza y el medioambiente; fomentar las colecciones de
flores, hojas, minerales y otros elementos de la naturaleza.
7) Inteligencia interpersonal. Fomentar el compañerismo y la interacción con
los demás, organizar debates y actividades en equipo, actividades de
formación, desarrollo de equipos y ensayo de diversos roles, en especial el
de líder.
8) Inteligencia intrapersonal. Fomentar la reflexión, hacer que el niño anote
sus pensamientos, actividades y trate de verbalizar el proceso de toma de
decisiones, promover momento de pausa y relajación.

Aunque cada persona es distinta y presenta mayores habilidades, facilidad,


motivación y potencial para unas determinadas áreas o capacidades, lo cierto es
que todo ser humano posee los 8 tipos de inteligencia y la capacidad para
desarrollarlas hasta un nivel adecuado, lo que le permitirá desenvolverse con
soltura en todos los ámbitos de la vida.

Niños de alto riesgo:

Aqui estarían todos aquellos niños y niñas que pueden ver afectado su proceso de
maduración y desarrollo biológico, no sólo por las consecuencias orgánicas
perjudiciales para el propio niño, sino también por las repercusiones que tienen en
los padres. Las patologías infantiles tempranas que conllevan alteraciones suelen
dañar la percepción de los padres de su papel y de su eficacia como cuidadores
adecuados, lo que interfiere en el desarrollo de la relación madre/padre-hijo y,
como consecuencia, en el desarrollo del niño.
La detección y atención temprana de estos niños y sus dificultades para alcanzar
un curso normal del desarrollo son elementos claves para optimizar su progreso.

EVALUACIÓN DEL NEURODESARROLLO

La evaluación de los hitos del desarrollo en el niño permite estimar que el


desarrollo cerebral está ocurriendo dentro de un marco apropiado, por tanto, es
muy importante conocer los parámetros mínimos de evaluación del desarrollo para
cada edad. Para ello, nos podemos ayudar del carné de atención del niño o de
algunas escalas previamente validadas. Recordemos que los hitos del desarrollo
tienen un amplio margen de variabilidad normal, y es más importante establecer
que se está logrando una secuencia adecuada de eventos en el tiempo, que fijarse
en un determinado logro puntual. Como ejemplo, podemos poner el hito del
caminar, que en promedio es logrado por el niño alrededor del año de vida. Sin
embargo, según la OMS, un niño puede empezar a caminar entre los 9 y 17
meses, siendo esta variabilidad normal. En el niño que demora en caminar
debemos determinar si los pasos previos (sedestación, gateo, marcha con apoyo)
se han logrado a tiempo, o si todo el proceso motor grueso está demorado
también. En este último caso, el diagnóstico del niño es de retraso en el desarrollo
y como tal deberá ser evaluado. Debemos recordar, además, que la pérdida de
habilidades previamente adquiridas, o regresión del desarrollo, siempre implica
una alerta para que el niño sea derivado inmediatamente para su evaluación
complementaria (5).

Otro punto muy importante en la evaluación del neurodesarrollo es determinar si el


tamaño de la cabeza corresponde al apropiado para la edad del paciente. El
perímetro cefálico es una medida de referencia muy sencilla para realizarse en
cualquier consultorio o ambiente que nos permite estimar de forma rápida si los
procesos de desarrollo del cerebro se han dado en forma adecuada. El hallazgo
de microcefalia o macrocefalia también es motivo de atención.
Lactancia materna:

La lactancia materna es el proceso por el que la madre alimenta a su hijo recién


nacido a través de sus senos, que segregan leche inmediatamente después del
parto, que debería ser el principal alimento del bebé al menos hasta los dos años.

Composición

La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere hasta


los seis meses de edad, por lo que será su único alimento. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) recoge en su libro La alimentación del lactante y del
niño pequeño los componentes principales de la leche materna, que son:

 Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa, aunque la
cantidad que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La grasa se
concentra especialmente al final de la toma, por lo que la leche presenta
una textura más cremosa que al inicio. Las grasas de la leche materna son
importantes para el desarrollo neurológico del niño.
 Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta que en
otro tipo de leches y sirve como fuente de energía. Otros hidratos de
carbono presentes en la leche materna son los oligosacáridos, importantes
para combatir infecciones.
 Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de
proteínas que la leche normal, lo cual la hace más adecuada para los
lactantes. Algunas de estas proteínas son la caseína o la alfa-
lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína presente en la leche de
vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está presente en la
leche materna.
 Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada de la
mayoría de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para corregir esa
carencia, se debe exponer al bebé a la luz del sol para que la genere de
manera endógena, o si no, mediante suplementos vitamínicos.
 
Periodos de lactancia

De cero a seis meses:

Durante este periodo la leche materna debe ser el único alimento del bebé,
excepto si necesita algún tipo de suplemento vitamínico. No es necesario que el
bebé tome agua u otro tipo de líquidos: según la OMS la propia leche materna
contiene un 88 por ciento de agua, por lo que es suficiente para saciar al lactante.
La leche materna tendrá variaciones durante este periodo en cuanto a su
composición y cantidad, adaptándose a las necesidades del recién nacido.

Se llama calostro a la leche materna que se producen durante los dos o tres


primeros días tras el parto. Esta leche contiene una mayor cantidad de proteínas y
minerales. En adelante, la leche va reduciendo su porcentaje de proteínas y
aumenta el contenido en grasas y lactosa.

En este periodo no hay que establecer un horario para amamantar, sino que el
bebé tiene que ser alimentado cuando lo necesite. Generalmente se dan entre 10
y 12 tomas diarias que duran entre 10 y 20 minutos.

Desde los seis meses en adelante:

A partir de los seis meses, el niño comenzará a necesitar más alimento que el


proporcionado por la leche materna. Esta sigue siendo igual de necesaria, y el
aporte mínimo diario no debe bajar de los 500 mililitros. Las tomas suelen ser de
cuatro o cinco por día hasta el primer año, y a partir de entonces se irán
reduciendo de forma progresiva. Tanto la AEPED como la OMS recomiendan que
la lactancia materna se mantenga un mínimo de dos años.

Una vez pasados estos años de recomendación, la madre puede seguir


amamantando a su hijo todo el tiempo que desee. En el momento en que se
decida llevar a cabo el destete, no se debe hacer de inmediato, sino que se tiene
que reducir paulatinamente la frecuencia.

Bebés prematuros:
El pediatra determinará si un bebé prematuro puede ser amamantado o no,
dependiendo del desarrollo que haya alcanzado. Mientras que algunos lo pueden
hacer desde el momento de su nacimiento, para otros habrá que extraer la leche
materna de las mamas y suministrarla a través de jeringuillas, sondas o biberones.

Las tomas de los bebés prematuros suelen ser más frecuentes de lo normal, y
además no suelen succionar toda la leche que necesitan, por lo que es frecuente
administrar posteriormente leche previamente extraída.

En algunas ocasiones, la madre puede dejar de producir la cantidad de leche


necesaria para su hijo. En estos casos se recurre al método canguro, que consiste
en el contacto directo entre la piel del neonato y la madre, lo que estimula la
producción de leche.

Conservación de la leche

La leche de la madre puede extraerse de las mamas y conservarse, de forma que


el bebé pueda alimentarse si la madre no puede estar presente en el momento en
que lo pida. Además, cuando se produce más leche de la que el bebé necesita, es
recomendable extraerla para evitar problemas como la ingurgitación o la mastitis.

Según el Comité de Lactancia de la AEPED, el calostro puede conservarse a


temperatura ambiente durante 12 horas. La leche madura se mantiene en buen
estado más tiempo, y dependiendo de la temperatura durará más o menos: 

Congelada: si es un congelador dentro de la nevera, dos semanas. Si es un


congelador de nevera pero separado, tres o cuatro meses. En congeladores
comerciales, se puede conservar hasta seis meses.

Se recomienda conservar la leche en recipientes de cristal bien limpios (no es


necesario esterilizarlos) y no de plástico, ya que el plástico puede trasmitir
sustancias con efectos adversos como los ftalatos o el bisfenol A.
En el caso de que se congele la leche, es recomendable llevar a cabo su
descongelación sumergiendo el recipiente en otro con agua caliente. Una vez
descongelada, no se debe volver a congelar.

La leche puede adquirir un olor rancio en algunas ocasiones, algo que se puede
evitar escaldando la leche y enfriándola rápidamente después. No obstante, la
leche rancia no es perjudicial para el bebé, aunque generalmente suelen
rechazarla por su olor o sabor.

Salud de la madre

Alimentación:

Según la AEPED, la dieta de la madre no tiene por qué verse alterada durante la


lactancia si ya seguía una dieta equilibrada en cuanto a variedad y cantidad de
alimentos, ya que el aporte de la energía para su hijo será suficiente. Aun así, la
OMS recomienda que la mujer incremente en un 10 por ciento su ingesta de
alimentos si no es físicamente activa, o en un 20 por ciento si realiza ejercicio de
forma moderada o intensa habitualmente.

En ocasiones se recomienda aumentar la frecuencia de alimentos con ciertos


componentes como el yodo, la vitamina B12 o la vitamina D, que pueden suplir
carencias del bebé que puedan afectar a su desarrollo.

Beneficios de la lactancia materna

Tanto la AEPED como la OMS abogan por la lactancia materna en lugar de la


artificial, con base en diferentes estudios científicos que demuestran las ventajas
que tiene la leche materna en la salud del bebé. Los nutrientes aportados por la
leche materna son mejor absorbidos por los niños, aportan mejor las propiedades
contra infecciones, o incluso, proporcionan efectos analgésicos.

La supervivencia del bebé también parece estar muy relacionada con el tipo de
leche que los bebés toman durante sus primeros meses: según la OMS, los bebés
que no reciben leche materna durante sus primeros meses de vida tienen entre
seis y 10 veces más probabilidades de morir que los que sí la toman. Los niños
alimentados de manera única por lactancia artificial también presentan mayor
riesgo de contraer enfermedades o trastornos como la diabetes, la celiaquía, la
colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.

La madre también se beneficia de amamantar a su bebé en lugar de alimentarle


con leche artificial: ofrecer leche materna reduce las posibilidades de una
hemorragia postparto o de cáncer de mama o de ovario. 

Ruidos fuertes durante el amamantamiento.

Generalmente, cambiando la posición para amamantar o al reforzar el contacto


con la piel, el bebé volverá a succionar sin problemas; en cualquier caso, se puede
consultar al pediatra para conseguir que el bebé vuelva a amamantar y evitar una
ingurgitación.

Crisis de los tres meses:

Es posible que el bebé se muestre más inquieto en ciertos días cuando


transcurren cerca de tres meses de su nacimiento. Esta inquietud se traduce en
una mayor insistencia para mamar con repentinos agarres al seno, lloros o
problemas a la hora de dormir.

Esto se debe a que el bebé está creciendo y, por lo tanto, su apetito crece al
necesitar más alimento. En estos días, el número de tomas se verá aumentado,
pero de forma natural las mamas producirán la leche necesaria para que el niño
quede satisfecho. En ningún caso se debe recurrir a alimentar al bebé con leche
artificial, ya que se puede producir una ingurgitación debido al acumulamiento de
leche.

Mordidas:

La curiosidad del bebé con sus dientes recién desarrollados puede hacer que en
ocasiones se produzcan pequeños mordiscos en el seno, que pueden causar
dolor. Para evitarlo, se debe hacer entender al bebé que no puede hacerlo.
Para ello, se puede retirar al bebé del pecho en el momento de la mordida
mientras se le dice “no” con semblante serio. Poco después, se puede seguir
amamantando. Es posible que sea necesario repetir el proceso varias veces para
que el niño entienda el mensaje.

Autonomía de la glándula mamaria

El interior de la mama se compone de una serie de glándulas mamarias de mayor


y menor tamaño, conectadas entre sí por unos conductos finos (galactóforos) que
tienen apariencia de ramilletes.

La glándula mamaria tiene como principal función la producción y secreción de


leche para la lactancia. La leche es producida en unas pequeñas glándulas
denominadas bulbos que se agrupan para formar lobulillos y éstos, a su vez,
constituirán los lóbulos, verdaderas unidades funcionales. Estas estructuras
glandulares están conectadas por unos tubos denominados ductos que irán
confluyendo en otros de mayor tamaño hasta desembocar en el pezón.

Teoría del amamantamiento

En torno al tema del amamantamiento, existen varios “mitos”. La mayoría de ellos


tienen su origen en el desconocimiento, en la desinformación, pero lo cierto es que
circulan entre nosotros y muchas veces ocasionan problemas en una lactancia
que podría haber sido exitosa.

Veamos algunos de ellos:

Si la madre no pudo amamantar, la hija tampoco podrá. Mucha gente cree que


poder o no poder amamantar es algo de familia. Algo de cierto hay: lo que va
heredando esa familia es la desinformación, el temor y el desaliento ante el primer
inconveniente, que es tomado como la confirmación de la teoría de que no se
podrá amamantar. Fuera de esto, no hay ninguna razón para que una madre no
pueda amamantar.
Los pechos se deforman con la lactancia: Los pechos se deforman con el
embarazo, pues en este período aumentan considerablemente de tamaño y se
llenan de líquido preparándose para amamantar. Si durante estos meses no se
utilizan corpiños adecuados que sostengan este peso extra, es probable que
tiendan a caerse un poco, o a quedar menos turgentes por el estiramiento de los
tejidos. La lactancia es posterior a esto y no se ha demostrado que acreciente el
problema.

Si se toma mucha leche, se produce más leche. Al amamantar, las mujeres


normalmente tienen más sed, y el líquido puede ingerirse en forma de caldos, tés,
jugos, agua, y también leche. Si pensamos en las vacas lecheras, que producen
litros y litros de leche, veremos que ninguna toma leche. Además, los lácteos
suelen traer problemas a muchas personas por ser alergénicos, y favorecer a los
resfríos y las mucosidades en general. Indicar una cantidad de litros al día para
beber, es agregarle un nuevo tema de preocupación a la mamá. Con hacer caso a
la sed, y tener a mano un vaso a la hora de amamantar, es suficiente.

La cesárea hace más difícil la lactancia. No hay ninguna razón en la cesárea


propiamente dicha que interfiera con el normal desarrollo de la lactancia. Lo que
puede ocurrir es que el hecho de que la madre haya sido sometida a una
operación, puede retardar la primera puesta del bebé al pecho, que no siempre
puede hacerse en el quirófano. Además, algunos de los medicamentos que se le
suministran a la madre en el pos operatorio, contienen inhibidores de la lactancia.
Otro factor que puede intervenir es que la mamá puede estar un poco dolorida y
no encuentra una posición adecuada para amamantar, y esto provoca una succión
ineficiente que produce menor estimulación, y por lo tanto, menor producción.

El bebé amamantado es más dependiente. Si nos referimos a un bebé en sus


primeros meses, es posible que parezca más dependiente de su madre, ya que
sólo ella puede darle su alimento. Los bebés SON dependientes. No hay estudios
que demuestren a largo plazo , que un bebé amamantado desarrolla una
dependencia patológica en la vida adulta.

Con pechos chiquitos se produce menos leche: La producción de leche está


en relación con la cantidad de estimulación que reciba la madre. Cada pecho tiene
unos quince sistemas de conductos que desembocan en el pezón, y que en su
nacimiento tienen unos sacos llamados “alvéolos” donde se produce la leche. Lo
que varía entre una y otra mujer es el tejido graso que rodea todo este sistema y
que es el que le da volumen a la mama. Este tejido no interviene para nada en la
producción de leche, aunque ciertamente, un pecho mayor, tendrá más capacidad
de almacenamiento.

Los bebés más gordos necesitan complemento. Un bebé de gran peso, se


gestó dentro de una mamá cuyo cuerpo recibió a través del embarazo la
información del tamaño y peso del bebé, por lo tanto está hormonalmente
preparada para producir toda la cantidad de leche que su hijo necesita. Además,
un bebé más grande probablemente tendrá más fuerza para succionar,
estimulando de esta manera a su mamá para lograr una mayor producción de
leche.

Hay leches aguadas y mamás que no tienen leche. Con respecto a las leches
aguadas, esta creencia surge porque la leche que generalmente la mamá observa
es la leche del principio de la mamada, o del final de la misma. Si interrumpe la
mamada por la mitad, observará que es blanca y consistente. A veces en los
meses de calor la leche es un poco más aguada, ya que el bebé tiene mayor
requerimiento de líquidos. La leche de mamá SIEMPRE ES BUENA. En cuanto a
las mamás que no tienen leche, son contados los casos en los que esto ocurre, y
están relacionados con problemas específicos de salud de la madre. Ya hemos
visto que hasta las madres adoptivas pueden amamantar. Con más razón puede
hacerlo una mujer que ha pasado por un embarazo y un parto.

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