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Argumentos contra el cuarto mandamiento

Tanto en esta hora de escuela dominical como en el culto de esta mañana vamos a

estudiar lo que tristemente se ha convertido en un tema muy controversial: El cuarto

mandamiento o el día del Señor. En la escuela dominical vamos a estudiar algunos de los

argumentos principales que se presentan contra el cuarto mandamiento y en la próxima

culto vamos a tratar el tema de la perpetuidad del cuarto mandamiento.

¿Por qué desde hace unos 50 años en la iglesia cristiana ha ido disminuyendo el

concepto del cuarto mandamiento y el aprecio por el mismo? En algunos casos esto no ha

sucedido por convicciones teológicas sino más bien por razones carnales: El deseo por el

placer, el descanso, los deportes y en algunos casos el amor a las riquezas.

Pero hay otros que para poder justificar el que en vez de un día completo lo único que

hay que darle al Señor son sólo unas horas para luego con toda “libertad cristiana”

entregarse a hacer lo que quieran el domingo, han tenido que presentar varios argumentos

basados en la Biblia (argumentos exegéticos) para defender su postura. Todo verdadero

cristiano que toma en serio la palabra de Dios sabe que para poder decir que uno de los

mandamientos de la ley moral de Dios no se aplica al creyente del NT, tiene que tener base

bíblica para decirlo y por ello han tenido que ir a las Escrituras para tratar de justificar su

perspectiva. La pregunta es, ¿son sus argumentos realmente fieles a las Escrituras?

En esta mañana vamos a ver algunos de los argumentos principales. No vamos a

tener el tiempo para profundizar sobre cada uno de éstos, pero vamos a analizar estos

argumentos a la luz de la Escrituras.

Ahora, antes de empezar con el primer argumento, sí debo reconocer que ciertamente

hay creyentes que procuran observar el día del Señor de forma legalista. Y lo que lo hacen

están tan mal como aquellos que creen que no debe observarse el día. Y en parte creo que

estos legalistas han contribuido a concepto incorrecto que algunos tienen de este día
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porque con todas las prohibiciones que le añaden al día dan la impresión de que en vez de

un día de gozo es un día cargado de cosas que no podemos hacer.

1er argumento: El cuarto mandamiento es el único mandamiento que no se

menciona en el Nuevo Testamento.

Este argumento se usa mucho aunque en realidad es uno de los más débiles y lo es

porque en realidad no tiene nada de veracidad. Aunque es verdad que en el NT no

encontramos las palabras exactas: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”, en el

Nuevo Testamento encontramos numerosas referencias al cuarto mandamiento. Veamos

primero lo que dice en (Luc.23:56) “Y cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y

perfumes. Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento.” ¿Es o no es esta una

referencia al cuarto mandamiento? En el mismo versículo encontramos el nombre del día:

“el día de reposo” y su fuente: “el mandamiento”.

Ahora, los que presentan este argumento se encuentran con un tremendo problema:

Ninguno de los primeros tres mandamientos del decálogo se mencionan directa y

específicamente en el NT. Podemos leer el NT completo y jamás leeremos: “No tendrás otros

Dios delante de mí”, ni “no te harás imagen de los que está en el cielo…”, ni “no tomarás el

nombre del Señor en vano”.

En realidad no es necesario que se repita cada mandamiento en las mismas palabras

exactas que aparecen en el decálogo. Por ejemplo el Señor Jesucristo hace mención de

todos los mandamientos al resumir, por un lado, la primera tabla de la ley cuando dice:

“Amarás a tu Dios con toda tu mente, con toda tu fuerza y con toda tu alma”, y la otra tabla

la resume diciendo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

El argumento que dice que para que un mandamiento sea válido en el NT tiene que

repetirse exactamente como aparece en el AT es ciertamente un principio de hermenéutica

muy defectuoso. Escuchen lo que Pablo dice en (2 Tim.3:16-17) “Toda Escritura es


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inspirada por Dios y útil…” Antes de continuar quiero preguntar: ¿a qué Escritura se

refiere Pablo cuando escribe esto? El contexto lo responde. El viene hablando de las

Escrituras que Timoteo ha conocido desde su niñez porque su mamá y su abuela, que eran

judías, se las habían enseñado. Entonces, cuando Pablo dice: “Toda Escritura…”, ¿se

refiere él a la epístola a los Romanos, Efesios, Gálatas o el Apocalipsis? Obviamente Pablo

se refiere a las Escrituras del A.T. Claro incluye el N.T., pero si somos fieles al contexto,

Pablo se refiere al A.T.

Ahora, sigamos leyendo para que veamos para qué es útil el A.T.: “...para enseñar,

para reprender, para corregir, para instruir en justicia…” Lo cual quiere decir que en A.T.

podemos encontrar declaraciones autoritativas y principios morales en el A.T. que se

aplican a todo creyente bajo el Nuevo Pacto. Y lo que es más importante: Pablo da por

sentado que estos mandatos no tienen que repetirse en el N.T. para que sean válidos.

Por ejemplo: En el N.T. no encontramos ni una solo mandato que de forma directa y

específica prohíba la violación. No lo hay. Pero sí hay leyes claras en el A.T. sobre esto.

En el N.T. no hay ninguna prohibición específica contra la bestialidad pero si en el Antiguo.

Pues imagínese que le aplicáramos a estas leyes antiguo testamentarias el principio

interpretativo que algunos le aplican al cuarto mandamiento. Entonces tendríamos que

decir que las prohibiciones contra la violación y la bestialidad no se aplican a los creyentes

del nuevo pacto. ¿Ven que absurdo es ese principio de interpretación que algunos quieren

usar para atacar el cuarto mandamiento?

Lo que el N.T. nos enseña es lo siguiente: Que a menos que se nos diga que una ley

ha sido abrogada o que ha hallado su cumplimiento en Cristo, hay que reconocer esa ley

como una ley que tenemos que obedecer. Por es que Pablo trata con los judaizantes en la

manera en que lo hace. Porque éstos querían obligar a los creyentes a someterse a leyes

que ya habían sido abrogadas o que habían tenido su cumplimiento en Cristo. Pablo
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quería que ellos entendieran que hay muchos mandamientos del A.T. que ya han cumplido

su propósito. Pero esto jamás se aplica al cuarto mandamiento.

1er argumento: El cuarto mandamiento es el único mandamiento que no se menciona en el

Nuevo Testamento.

2do argumento: El cuarto mandamiento tuvo su cumplimiento en Cristo.

Se puede decir que este es el argumento más fuerte de los que atacan la perpetuidad

del cuarto mandamiento. Y el texto principal que usan es (Col.2:16-17) “Por tanto, que

nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de

fiesta, o luna nueva, o día de reposo; cosas que sólo son sombra de lo que ha de venir, pero

el cuerpo pertenece a Cristo”.

Los que usan este pasaje como base de su argumento dicen que tal como los días de

fiestas judíos y las leyes dietéticas y ceremoniales eran sólo sombra que nos señalaban a

realidades más gloriosas que se encuentran en Cristo. Y nos dicen que el día de reposo, el

cuarto mandamiento, era una sombra en el sentido de que prefiguraba el reposo que el

alma encuentra en Cristo. Dicen ellos que así como los sacrificios prefiguraban la muerte

de Cristo y los sacerdotes el oficio sacerdotal del Señor que El ejerció entregándose a sí

mismo e intercediendo siempre por nosotros.

Y podemos decir que ciertamente todas estas cosas son verdad. Todas estas cosas

prefiguraban algo infinitamente más glorioso que sólo lo podemos hallar en Cristo. Sí, se

puede decir que el día de reposo nos señala a Cristo y el descanso espiritual que El nos da;

y que el día de reposo prefigura el cielo donde descansaremos de todas nuestras obras para

por siempre deleitarnos en el nuestro glorioso Dios.

Ahora, usar este texto para decir que el cuarto mandamiento ya no está vigente y que

por lo tanto ya no tenemos la obligación de obedecerlo, es otro asunto. Y esto por varias

razones:
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1-Por un principio de interpretación bíblica muy importante: Que para interpretar

correctamente un texto no sólo debemos tomar en cuenta su contexto inmediato sino todo

el contenido de las Escrituras.

¿No es este principio el que aplicamos cuando alguien nos dice que (Hch.2:38) nos

enseña que para ser salvo hay que bautizarse? “Arrepentíos y sed bautizados cada uno de

vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados...”. Y cuando nos citan

a (Mr.6:16) “El que crea y sea bautizado será salvo…” A estas personas le diríamos que

estos no son los únicos versículos en toda la Biblia donde se nos enseña sobre cómo ser

salvos y sobre el bautismo.

O cuando un testigo de jehová nos dice que Cristo no puede ser Dios porque El

mismo dice: “El Padre es mayor que yo”. Y a esta persona la llevaríamos a muchos otros

pasajes de la Biblia donde claramente se nos enseña que Jesús es Dios y no un dios

inferior ni un angel.

Pues de igual manera cuando vamos a un pasaje como el de (Col.2:16-17), tenemos

que interpretarlo a la luz del resto de las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo

Testamento. A un texto como este hay que hacerle las siguientes preguntas: ¿Cancela este

texto lo que sabemos es una ordenanza que Dios instituyó en la creación cuando después

de haber hecho los cielos y la tierra en seis días reposó el séptimo día y lo santificó?

¿Anula este texto tal ordenanza? ¿Anula este texto uno de los diez mandamiento que Dios

escribió en dos tablas con su propio dedo y que Él ha escrito en el corazón de todo hombre?

¿Acaso Pablo con un par de palabras se deshace de uno de los preceptos morales de las

Escrituras?

Una cosa clara en las Escrituras es que cuando se anula una ley, se nos da a

entender claramente. Por ejemplo, cuando se anulan las leyes ceremoniales se nos dan

detalles en varios pasajes del NT, a Pedro se le da una visión al respecto.


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Cuando se cancela la circuncisión se reúne el concilio de los apóstoles y los ancianos

para aclarar las cosas. Sin embargo, los que usan (Col.2:16) básicamente dicen que con

esta mención que Pablo hace de “día de reposo” él le arranca uno de los mandamientos al

decálogo y lo despoja de toda su autoridad.

Pero, ¿en realidad es eso lo que Pablo hace en este texto? ¿Quiere decir Pablo que la

necesidad que tiene el hombre de reposar de sus labores es una mera sombra? ¿Nos

enseña el apóstol que Dios ya no exige un día especial para que su pueblo le adore porque

tal cosa era meramente una sombra? ¿Quiere decirnos él que el Señor se declaró a sí

mismo como el Señor del día de reposo para en poco tiempo abrogar ese día? ¿Nos dice

Pablo que aunque Cristo dijo que el día de reposo se hizo para el hombre (no para los

judíos) ya dejó de ser para el hombre?

Entonces lo que debemos preguntarnos es: ¿enseña el resto de las Escrituras que el

cuarto mandamiento sería abrogado? Si el resto de las Escrituras no lo enseña pero

(Col.2:16) parece enseñarlo, entonces muy probablemente no estamos entendiendo ni

interpretando bien lo que dice (Col.2:16) - y eso es exactamente lo que sucede.

En primer lugar debo decir que cuando allí dice “día de reposo” en el original la

palabra “sabbatón” que es el plural de “sabbat” que es el nombre del día de reposo. Lo cual

quiere decir que el texto realmente dice “días de reposo”. Estos “días de reposo” en el A.T.

no se refiere al día de reposo, el cuarto mandamiento sino a días especiales de celebración

judía que Dios exigía de su pueblo como parte de la ley ceremonial. Por ejemplo en

(Lev.23:24) dice: “En el séptimo mes, el primer día del mes, tendréis día de reposo, un

memorial al son de trompetas, una santa convocación.” Este es uno de esos días.

(Lev.23:39) "El día quince del séptimo mes, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra,
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celebraréis la fiesta del SEÑOR por siete días, con reposo en el primer día y reposo en el

octavo día.”

Ahora, algo más es que esta tríada que Pablo menciona en (Col.2:16-17) cuando dice:

“...día de fiesta, o luna nueva, o día(s) de reposo…”, la encontramos en otros pasajes como

una referencia a celebraciones bajo la ley ceremonial. Por ejemplo (1 Cro.23:31) “para

ofrecer todos los holocaustos al SEÑOR todos los días de reposo, las lunas nuevas y las

fiestas señaladas según el número fijado por la ordenanza que las prescribe, continuamente

delante del SEÑOR.”

(2 Cro.2:4) “He aquí, voy a edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para

consagrársela, para quemar incienso aromático delante de El, para colocar continuamente el

pan de la proposición y para ofrecer holocaustos por la mañana y por la tarde, en los días de

reposo, en las lunas nuevas y en las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios…”

(Neh. 10:33) “para el pan de la proposición y la ofrenda continua de cereal; para el

holocausto continuo, los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas; para las

cosas sagradas…”

(Isa.1:13-14) “No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación.

Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas:¡no tolero iniquidad y asamblea solemne!

Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una

carga para mí, estoy cansado de soportarlas.”

Pues al igual que las lunas nuevas y fiestas solemnes, estos días especiales de reposo

formaban parte de las leyes ceremoniales que fueron abrogadas. Algo que el profeta Hageo

profetizó que iba a cesar: (Oseas 2:11) “Haré cesar también todo su regocijo, sus fiestas,

sus lunas nuevas, sus días de reposo, y todas sus solemnidades”.

Pues bien, a la luz de estas cosas, ¿qué es lo que Pablo quiere decir cuando dice en

(Col.2:16-17) “...que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en
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cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; cosas que sólo son sombra de lo que ha

de venir…”?

Pablo lo que dice aquí básicamente es que lo que dice Os.2:11 ha tenido su

cumplimiento. Que en Cristo todas estas leyes ceremoniales (incluidos los días especiales

llamados “días de reposo) han sido abrogadas. El decir que Pablo aquí se refiere al cuarto

mandamiento, es decir que Pablo iguala un mandamiento de la ley moral de Dios con

mandamientos de la ley ceremonial como lo eran las leyes dietéticas (comida y bebida) o las

lunas nuevas y otros días de fiesta judíos.

En este contexto lo que Pablo procura hacer es combatir a aquellos que querían

imponer la ley ceremonial a los creyentes. Y en cuanto a estas cosas Pablo les dice que no

permitieran que nadie los juzgara o condenara por no someterse a tales leyes.

3er argumento: El cristiano no está bajo la ley sino bajo la gracia.

Este argumento parece fuerte también porque al igual que el anterior se encuentra

en la Biblia. Lo dice en (Rom.6:14) “...pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.” De

hecho, este es el texto favorito de los antinomianistas los cuales enseñan que el cristiano

está exento de la ley de Dios. Estos y otros usan este versículo como un escudo contra

todo aquel que le quiera decir que el cristiano tiene la obligación de guardar santo el día del

Señor. Ellos dicen: “No me digas lo que yo debo o no debo hacer. Yo no estoy bajo la ley

sino bajo la gracia”.

A todo el que presenta este texto para negar nuestra obligación para con el cuarto

mandamiento, se va a encontrar con tremendo problema: Si cuando Pablo dice que no

estamos bajo la ley significa que no tenemos la obligación de guardar el cuarto

mandamiento, entonces lo mismo se puede decir sobre el resto de los mandamientos de la

ley moral de Dios. Entonces, ¿quiere decir Pablo aquí que ya que estamos bajo la gracia los
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cristianos podemos tener otros dioses, hacernos imágenes de Dios, tomar su nombre en

vano, deshonrar a nuestros padres, mentir, adulterar, robar y codiciar?

Claro que no es lo que quiere decir. Entonces, ¿qué es lo que Pablo dice en este

pasaje tan mal usado e interpretado? Veamos el contexto. Empecemos a leer desde el

v.12. Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus

lujurias; ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de

iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y

vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no tendrá dominio

sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. ¿Entonces qué? ¿Pecaremos

porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! ¿No sabéis que cuando

os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien

obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? Pero gracias a

Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella

forma de doctrina a la que fuisteis entregados; y habiendo sido libertados del pecado, os

habéis hecho siervos de la justicia”.

Y cuando uno sigue leyendo el capítulo 7 se da cuenda de que Pablo lo que dice es

que la ley no tiene el poder para convertir al pecador; la ley no puede salvar a nadie. Pero

lo que sí hace la ley es mostrarle al pecador su pecado; convencerle de su pecado, dirigirle a

Cristo. Pero que sólo la gracia de Dios puede subyugar el poder del pecado en el corazón al

librarnos de su dominio. Por eso es que Pablo dice en el v.14 “Porque el pecado no tendrá

dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.”

El hecho de que la ley no pueda salvarnos no quiere decir que por eso debemos

ignorarla. Por eso el mismo Pablo dice en (7:12) “Así que la ley es santa, y el mandamiento

es santo, justo y bueno.” Y él dice también: “Porque en el hombre interior me deleito con la

ley de Dios”. Pues en (Rom.6:14) Pablo de ninguna manera quiere decir que porque
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estamos bajo la gracia de Cristo no tenemos la obligación de obedecer los diez

mandamientos.

4to argumento: Jesús mismo violó el día de reposo.

Estas personas dicen que Jesús hizo esto como señal de que nosotros tampoco

debemos guardar el día del Señor. Que Jesús no le dio mucha importancia a este día. Y

uno de los textos que citan es (Jn.5:16-18) “A causa de esto los judíos perseguían a Jesús,

porque hacía estas cosas en el día de reposo. Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre

trabaja, y yo también trabajo. Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban

matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio

Padre, haciéndose igual a Dios.”

Y estas personas nos dicen: Ahí está bien claro: “violaba el día de reposo”. Pero

dejemos que sea el Señor mismo que refute el mal uso de este texto. Escuchen lo que el

Señor le dice a los fariseos por acusarlo de violar el día de reposo por sanar a un hombre

(Jn.7:21-24) “Una sola obra hice y todos os admiráis. Por eso Moisés os ha dado la

circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres), y en el día de reposo circuncidáis

al hombre. Y si para no violar la ley de Moisés un hombre recibe la circuncisión en el día de

reposo, ¿por qué estáis enojados conmigo porque sané por completo a un hombre en el día de

reposo? No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo”.

Obviamente el Señor les dice: No me acusen de violar el cuarto mandamiento tan

sólo porque sané a un hombre en día de reposo. Esa sería una acusación falsa en la que

no estarían juzgando con juicio justo. Y en otro pasaje el Señor les enseñó que en el día de

reposo se podía hacer el bien. El Señor nunca violó uno solo de los mandamiento de la ley

moral. Lo que El sí violó fue las tradiciones de los hombres, y lo hizo a propósito para

exponer la realidad de que los judíos elevaban sus tradiciones y las ponían o a la par o por

encima de la ley moral de Dios. Pero El siempre obedeció la ley perfectamente en todo
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tiempo. Es más, si El no hubiera obedecido la ley de esa manera, El no hubiera podido ser

el sacrificio sin mancha por nuestros pecados. En pocas palabras: Si Cristo violó el cuarto

mandamiento, todos vamos para el infierno.

5to Argumento: El día de reposo judío continuó aun después de la muerte de Cristo.

Esto lo podemos ver en el libro de los hechos particularmente. Por ejemplo en

(Hch.13:42) “Al salir Pablo y Bernabé, la gente les rogaba que el siguiente día de reposo les

hablaran de estas cosas”. (v.44) “El siguiente día de reposo casi toda la ciudad se reunió

para oír la palabra del Señor”. Pero el hecho de que había judíos que todavía celebraban el

día de reposo judío el sábado y el hecho de que los apóstoles aprovechaban esas

oportunidades para predicarles a los judíos, de ningún modo niega la realidad de que este

día se cambió del último día de la semana al primer día de la semana a partir de la

resurrección de nuestro Señor.

Además, sabemos que las implicaciones de los cambios que trajo la conmemoración

del nuevo pacto se fueron adaptando gradualmente en la era apostólica. Por eso es que

vemos a los apóstoles yendo a las sinagogas con otros judíos y al templo. Vemos a Pedro

que aun después de la ascención del Señor procuraba abstenerse de ciertas comidas y el

Señor tiene que darle una visión para que entendiera más claramente que los creyentes

han sido liberado de estas cosas.

Pero no hay duda de que los apóstoles y los creyentes empezaron a reunirse el primer

día de la semana como día de adoración que vino a suplantar el último día de la semana. Y

ya para el tiempo en el que se escribe el libro de Apocalipsis, Juan hace referencia al

domingo como “el día del Señor”.

6to argumento: Para el cristiano no existe distinción de días.

Este argumento lo basan en (Rom.14:1-6) “Aceptad al que es débil en la fe, pero no

para juzgar sus opiniones. Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil sólo
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come legumbres. El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al

que come, porque Dios lo ha aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su

propio amo está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para

sostenerlo en pie. Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días.

Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. El que guarda cierto día, para

el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios; y el que no

come, para el Señor se abstiene, y da gracias a Dios”.

Se entiende bien lo que Pablo dice aquí. La pregunta que debemos hacer a este texto

es: ¿Se refiere Pablo aquí al día del Señor? Si es así, este texto favorece más a los que

quieren guardar el día del Señor. Sí, porque cuando Pablo dice: “El que guarda cierto día,

para el Señor lo guarda…”, lo que dice es que nadie nos juzgue y nos tilde de legalistas

porque tenemos toda libertad para guardar el día. Y este texto condena a todo el que usa a

este texto para juzgar a aquellos que guardan el día del Señor como un día santo.

Sin embargo, nosotros no creemos que Pablo habla aquí del día del Señor. ¿Cómo lo

sabemos? Bueno, miremos el contexto. Aquí Pablo está hablando sobre cuál debe ser

nuestra actitud con relación a asuntos en cuanto a los cuales tenemos libertad en Cristo.

El no está tratando aquí con asuntos que tienen que ver con la ley moral de Dios. El no

habla de los mandamientos aquí. El asunto del día del Señor tiene su raíz en la creación y

en la ley moral de Dios - y eso no cambia. Y eso no es un asunto para con lo cual tenemos

libertad en Cristo. La ley moral de Dios es una obligación.

De las cosas que Pablo habla aquí (comidas, bebidas y días de fiestas) son de las

cosas a las que se refiere cuando dice “todas las cosas me son lícitas”. ¿Quién se atrevería

a decir que lo que Pablo quiere decir con esto es que a él le era lícito consumir drogas o ver

pornografía?
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Cuando Pablo dice aquí que unos considerar un día superior a otro a lo que se refiere

es a aquellos días del calendario judío que eran considerados más importantes que otros

por lo que conmemoraban. El habla de días en general y no del día del Señor. Lo que

sucedía era que había creyentes judíos que aunque sabían que aquellos días ya habían sido

abrogados seguían guardando algunos de esos días como días santos. La contienda era

entre los creyentes judíos y los de trasfondo griego de si estos días ceremoniales todavía

debían guardarse.

Si pensamos que Pablo se refiere al día del Señor como algo cuanto a lo cual tenemos

libertad, entonces tenemos que decir que Juan el apóstol estuvo mal en llamar el domingo

el día del Señor porque al ponerle tal nombre es obvio que estamos obligados a dedicarle

ese día a su dueño - el Señor. Y sería ir en contra de todos los demás pasajes donde es

obvio que el pueblo de Dios ser reunía a adorar al Señor el primer día de la semana.

Pues, al haber oído todos estos argumentos, ¿podemos decir estos argumentos nos

convencen plenamente de que Dios no requiere que apartemos un día especial para El?

¿Podemos decir que a Dios no le interesa qué hacemos con nuestro tiempo? ¿Podemos

decir que Dios nos ha dejado a nosotros decidir si le vamos a adorar el primer día de la

semana? ¿Nos enseña el Señor en su palabra que en el nuevo pacto nuestra conciencia es

la que nos dice qué hacer en cuanto a su adoración? ¿Es que acaso ya el hombre no

necesita un reposo porque el día de reposo fue hecho para el hombre? ¿Es que ya no

necesitamos dedicarle un día al Señor en el que podamos deleitarnos en su presencia y ser

enseñados por El?

¿Es que acaso ya no necesitamos celebrar cada semana, 52 veces al año, que nuestro

glorioso salvador se levantó de entre los muertos, que en El se han cumplido todos

símbolos y sombras del antiguo pacto, y que El nos manda esperar el reposo eterno?
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Hermanos, viene el día en el que reposaremos de nuestras labores en este mundo.

Se acerca el día en el que nuestra mayor placer estará de forma perfecta en nuestro Dios a

quien veremos cara a cara. Aquel estado en el que no habrá más llanto, ni clamor, ni

dolor, no más cansancio, no más enfermedad. Viene el día en el que estaremos con el

pueblo de Dios todo el tiempo; cuando estaremos en la presencia especial de Dios todo el

tiempo. Y el día del Señor nos fue dado por el Señor como anticipo de todas estas gloriosas

bendiciones venideras.

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