Sunteți pe pagina 1din 9

Embarazo de la adolescente y los problemas familiares 

Introducción 
La adolescencia, definida como “un periodo de la vida en el cual el individuo adquiere la
capacidad reproductiva, psicológicamente pasa de la niñez a la adultez y consolida la
independencia socio-económica”, es un período crítico. Muchos autores delimitan esta etapa
de una forma imprecisa, pero la OMS la define como la etapa comprendida entre los 10 y los
19 años (Peláez J.1999).

En la actualidad, se observa una separación progresiva entre el desarrollo biológico de la


adolescente y la madurez psicosocial pues se observa claramente un descenso en la edad de
la menarquía (primera menstruación) en las mujeres, lo que les permite ser madres a edades
tan tempranas como los 11 años.

La madurez psicosocial, en cambio, tiende a darse en edades más avanzadas debido al largo
proceso de preparación que requiere una adolescente para llegar a ser autovalente en ambos
sentidos (Centro Nacional de Educación Sexual, 2003).

Adolescentes en edad cada vez más temprana viven el drama de la maternidad no deseada,
el rechazo de los padres y el desprecio o la indiferencia de los demás. Sin preparación alguna
para la maternidad, llegan a ella y esa imprevista situación desencadena una serie de
frustraciones, sociales y personales.

¿Qué repercusión tiene el embarazo de una adolescente en la


vida familiar?
 Cuando se produce un embarazo en la adolescencia, toda la familia a menudo tiene que
reunirse para decidir si los padres deben mantener al bebé, poner fin al embarazo o dar al
bebé en adopción. Los padres pueden estar para ayudar a guiar a los adolescentes a tomar
esa decisión, y toda la familia tendrá que enfrentar las consecuencias. El embarazo en la
adolescencia puede ser un golpe arrollador para la vida familiar y reclamar una drástica
variación y cambios en su funcionamiento habitual.

La actitud de la familia ante este acontecimiento resulta decisiva para mantener la salud, el
bienestar y la calidad de vida de la misma, tratándose de un proceso en que no sólo es
importante tomar en consideración los aspectos biológicos sino también hay que considerar
importantes factores psicosociales.

El problema que se presenta para las embarazadas adolescentes es que están transitando
por el difícil camino de transformarse en una mujer adulta y, a la crisis de la adolescencia
desencadenada por los cambios biológicos, psicológicos, sociales e interpersonales, se le
suma la crisis del embarazo que es una crisis secundaria provocada por la presencia de una
vida en el vientre, que compromete a estas jóvenes con una responsabilidad y madurez para
las que no se han desarrollado totalmente (González G.H. 2006).

¿Cuál es la causa del embarazo adolescente?


No existe una específica, en realidad son muchas y pueden ser individuales, familiares,
sociales, económicos o culturales.

Personales:
 Edad de la menarquía precoz

 Deseo de independencia
 Falta de información acerca de su anatomía y fisiología.

 Desconocimiento de métodos anticonceptivos y de su uso correcto.

 Sentimiento de soledad, incomprensión y baja autoestima.

 Uso y abuso de alcohol y drogas.

 Rebeldía natural y búsqueda de identidad y nuevas experiencias.

 Sentirse invulnerables porque “eso les ocurre a otros y a mí no”.

Familiares:
 Inestabilidad familiar

 Ejemplo familiar de embarazo adolescente: Varios estudios muestran que si los


progenitores fueron padres adolescentes, es más probable que sus hijos lo sean. “Se
dice que es por imitación o porque la joven piensa: “si tú te embarazaste a mi edad, ¿por
qué no lo voy a hacer yo?”.

 Falta de comunicación interfamiliar.

 Provenir de familias disfuncionales.

Sociales:
 Cambio de valores sociales

 Estrato social bajo: Algunos estudios muestran que a mayor grado de escolaridad y
solvencia económica hay menos embarazos en jóvenes, aunque ninguno de estos
factores garantiza, por ejemplo, que una familia no sea disfuncional.

 Presión grupal y de pareja para tener relaciones sexuales –a veces en forma


esporádica- como una forma de demostrar que es “más hombre o más mujer”.

 Influencia de los medios masivos de comunicación social.

 Abuso sexual.

 Pornografía y prostitución de adolescentes.

Culturales:
 Sobre todo, en áreas rurales hay poblaciones en donde no hay más expectativa de
vida que casarse y tener hijos.

En ocasiones, los jóvenes no mantienen una buena relación familiar y cuando se presenta
alguna situación no toman las decisiones adecuadas o no tienen la confianza para dialogar en
familia en temas como la sexualidad, lo que puede traer como consecuencia embarazos no
deseados.

Se plantea además la posibilidad de que el embarazo adolescente sea una forma de escapar
del mundo del trabajo y del mundo escolar, si la adolescente no se siente capaz de enfrentar
las exigencias escolares y/o laborales. Así, al embarazarse no se le puede exigir como al
resto, porque ella ha adquirido otras responsabilidades que pertenecen al mundo de los
adultos.

Se señala además la presencia de una autoestima disminuida, habiéndose encontrado en


varios estudios que las adolescentes embarazadas mostraban un bajo concepto de sí mismas.
Se argumenta que buscan afecto para compensar su propia inseguridad.

Diversos estudios sobre fecundidad en adolescentes coinciden en que las relaciones


familiares influyen considerablemente en el comportamiento sexual de la adolescente. La
comunicación familiar es un factor determinante de las relaciones que se establece en el
núcleo familiar y las relaciones que se establecerán con los demás.

¿Cuáles son las consecuencias de los embarazos no


planeados en la adolescencia?
Mientras que las consecuencias no están bien definidas, las investigaciones confirman que
hay muchas razones de preocupación acerca de los embarazos no planeados entre los
adolescentes.

Desde el enfoque de la salud se observa que la madre tiende a padecer, principalmente


debido a su inmadurez física, diversas complicaciones como: complicaciones obstétricas y
relacionadas con el embarazo, mortalidad y morbilidad materna, bajo peso del recién nacido
mortalidad y morbilidad de niños e infantes, aborto en condiciones de riesgo entre otras.
Desde un enfoque social, diversos estudios señalan que este tipo de embarazo cambia el
proyecto de vida de las adolescentes y provoca un abandono obligatorio de sus metas futuras
por la necesidad de afrontar nuevas responsabilidades ligadas al desarrollo del bebé y
muestran una maternidad irresponsable, pues no están preparadas (psicológicamente) para
cumplir su rol de madre ni enfrentar una estabilidad familiar (Alfonso A, 2003; Rivero y Cueva,
2006).
Los padres adolescentes tienden a contraer matrimonios tempranos o forzados, alcanzan
menores niveles de educación, sin mencionar las consecuencias de tener hijos no deseados.

Es más probable que tengan problemas fuertes para relacionarse y para mantener la felicidad
familiar, lo cual crea un medio ambiente complicado para el bebé que, para crecer y
desarrollarse bien, necesita estabilidad familiar.

El embarazo no deseado no sólo afecta a los padres adolescentes si no que, además, se ve


reflejado en la sobrepoblación, nivel académico y nivel económico de una familia.

Consecuencias para la adolescente embarazada


En las repercusiones del embarazo hay que tener en consideración si se trata de una
adolescente temprana (10 a 14 años), media (14 a 17 años) o tardía (18 y más) ya que las
implicaciones psicológicas son diferentes tanto al inicio del embarazo como en la experiencia
en sí de ser MADRE.

En general, las reacciones de las adolescentes ante la noticia de que esperan a un bebé son
muy diversas, si bien en la mayoría de los casos experimentan incredulidad.

Es importante recordar que la adolescencia en si es un periodo crítico del desarrollo, que se


caracteriza por la manifestación de profundos cambios en las distintas áreas de la vida de la
adolescente, como por ejemplo, la búsqueda de la propia identidad e independencia de los
padres.
Sin embargo, en el embarazo adolescente, por el hecho de ser madre, retardaría el alcanzar
un mayor grado de independencia. La adolescente debe permanecer en su casa y
experimentar una dependencia creciente de sus padres, en cuanto a ayuda económica, y
cuidado del niño. Además, los roles llegarían a confundirse, con la madre y la abuela
disminuyendo fuertemente la autoestima de la adolescente y su habilidad para crecer en una
relación maternal con su propio hijo.

Por otra parte, la adolescente soltera embarazada es muchas veces rechazada, tanto por su
grupo familiar, como por el sistema social, acentuando la inestabilidad psicológica y
aumentando los sentimientos de culpa e inseguridad propias de su edad. La madre
adolescente es propensa a experimentar sentimientos de culpa y autodesprecio. Por todo lo
anterior, el embarazo adolescente crea un estrés severo.

Por otra parte, se da un distanciamiento de su grupo de pares ya que las responsabilidades


como madre que debe cumplir la adolescente son muy difíciles de compatibilizar con las
necesidades propias de esta etapa que están atravesando sus amigos.

Las adolescentes embarazadas tienen pocas probabilidades de continuar sus


estudios debido a que algunas instituciones educativas optan por negarles la entrada por
temor de que puedan influir desfavorablemente en otros alumnos. Estas chicas que han
abandonado los estudios raramente vuelven a tener oportunidad de retomarlos donde los
dejaron.

Las repercusiones económicas que esto trae para la joven constituyen lo que se ha
denominado como “la puerta de entrada al ciclo de la pobreza”. De igual manera los padres
jóvenes corren un alto riesgo de experimentar periodos de desempleo o menor salario.

Lo más frecuente es que el embarazo en las adolescentes sea un “embarazo no planificado” o


“no deseado”, con consecuencias desfavorables tanto para la madre como para el niño, así
como con una alta proporción de fracaso en la relación de pareja.
Otra consecuencia del embarazo en edades tempranas es el riesgo de aborto o problemas
relacionados con su salud debido al embarazo. Por lo general, las adolescentes acuden
tardíamente a la consulta médica y las causas son muy variadas.
La situación psicológica de la adolescente embarazada es compleja y difícil. En ella se
acumulan, a las dificultades propias de la adolescencia, los problemas afectivos que se
observan a lo largo de cualquier embarazo, las dificultades personales o familiares que trae
consigo el embarazo que originan ciertas reacciones -reales o simplemente temidas- de su
entorno, la inquietud de un futuro incierto; la perturbación por las decisiones que se han de
tomar, el vacío afectivo; etc.
Lo mencionado anteriormente muestra que la depresión de los padres adolescentes es otro
factor que se agrega al embarazo no planeado. La liga entre embarazo no planeado y salud
mental es importante porque la depresión no solamente afecta el bienestar de los padres sino
que también disminuye su habilidad para ser padres y todo esto se va a reflejar en el bebé.
En consecuencia podemos resumir que los embarazos no planeados pueden traer serias
consecuencias de salud física y mental tanto para los hijos como para sus padres.

En particular, las familias que tuvieron un embarazo no planeado tienen un riesgo


incrementado de enfrentarse a multitud de problemas que persistirán durante mucho tiempo.

Los problemas familiares que siguen a un embarazo no


planeado
Es importante reconocer el cambio de roles que enfrentan los padres adolescentes en el
entorno social, porque comienza el miedo a la discriminación social, a no saber cómo se
desempeñarán en su nuevo papel de padres en el que se considera, en muchas culturas, que
el varón debe sostener la manutención de la “familia” (aunque en general, cada vez más
mujeres son las que se constituyen como jefas de familia), además de no poder evadir una
responsabilidad que atemoriza y que los colocó frente a la necesidad de abandonar sus
estudios.

Cuando se compara a dos mujeres que tienen un embarazo planeado con mujeres que tienen
uno NO planeado, es casi seguro que estas últimas estarán fuera de cualquier tipo de relación
(no están casadas ni cohabitan) en el momento de la concepción y es casi seguro que así
continuarán después del parto.

La mayoría de estas mujeres no llegan a establecer una relación más formal después del
parto, es decir, continúan solteras o, si cohabitan, continúan cohabitando o rompen con sus
parejas. La mayoría de las madres (sin que esto sea una regla), reportan tener conflictos con
el padre del bebé antes del año después del parto y ambos no son felices.

Los embarazos no planeados no son un camino confiable para lograr una perdurable unión de
la pareja, de hecho la mayoría de ellos ni siquiera llega a formar pareja y más bien se
separan.

Conclusión
El embarazo adolescente es un problema de salud pública y como tal debe ser abordado por
toda una sociedad, prevenir es la clave, una buena educación sexual a nivel escolar y un
adecuado nivel de comunicación y confianza con los padres, aumenta los índices de
abstinencia y genera comportamientos sexuales responsables en los jóvenes.

No hay fórmulas mágicas que disminuyan la incidencia de embarazo en la adolescencia, pero es


posible hacerle frente mediante adecuada comunicación familiar, métodos anticonceptivos,
información veraz sobre sexualidad y un cambio de actitud que permitan mayor equidad entre
hombres y mujeres.

El embarazo durante la adolescencia es tema de gran interés en todos los sectores de la sociedad,
además de que motiva la realización de estudios, debates y campañas informativas encaminadas a
prevenir sus efectos adversos. Todo ello es más que justificado si tomamos en cuenta que cerca de
la quinta parte de la población mexicana tiene entre 13 y 19 años de edad, es decir, existen
millones de jóvenes en territorio nacional que atraviesan la etapa en que dan inicio su vida sexual
activa, pero donde su personalidad todavía está en formación.

A pesar de que durante un tiempo se le dio más importancia a factores biológicos o médicos, es
decir, a las complicaciones que se presentan, como mayor incidencia de abortos
espontáneos o partos prematuros, hoy se habla abiertamente sobre las complicaciones sociales y
psicológicas del embarazo en la adolescencia, como:

 Fuerte presión sobre las jóvenes, quienes se ven orilladas a abandonar sus estudios, sufren
agresiones por parte de su familia y del entorno.

 Menos oportunidades para la joven mamá de conseguir un empleo.

 Los adolescentes "embarazados" ven interrumpido su proyecto de vida.

 Presión por tener que educar a un niño en medio de un ambiente desfavorable.


¿Por qué es peligroso el embarazo en adolescentes?

El embarazo en adolescentes es todo aquel que se presenta en menores de 19 años,


particularmente en mujeres que tienen menos de 2 años de haber iniciado su menstruación.

Varios factores favorecen este tipo de embarazos, entre ellos:

 Desinformación. No sólo la falta de conciencia sobre sexualidad y anticonceptivos es


determinante, sino el hecho de que quienes tienen mayor conocimiento sobre estos
temas no siempre lo aplican. Además de que todavía hay muchos tabúes y deficiencias en
la educación escolar, hay investigaciones que muestran que los adolescentes conocen
los métodos para prevenir el embarazo, incluso saben cómo funcionan, pero no los usan.

 Psicología del adolescente. Por naturaleza son rebeldes y le llevan la contraria sus padres,
si les prohiben tener novio, generalmente ocurre lo inverso.

 Búsqueda de identidad. Es un factor clave en esta etapa de la vida, y tener pareja o


generar un embarazo puede representar una forma de afirmarse como hombre o mujer.

 Soledad. El adolescente se siente incomprendido, por lo que piensa que tener una pareja
o un niño le hará sentirse más querido. Incluso, algunos especialistas hablan de la ‘teoría
del rescate', en que la mujer piensa que va a llegar su ‘príncipe azul' y la llevará a otro
lugar, donde "vivirán felices por siempre".

 Necesidad de autoridad. Los jóvenes sienten que todos quieren darles órdenes, y creen
que al tener un hijo van a desempeñar un nuevo rol social de mayor jerarquía e
independencia.

 Pertenencia. Así como hay grupos en los que existe el “requisito” de fumar o beber
alcohol para ser aceptado, en otros se orilla a tener una vida sexual activa.

 Familia disfuncional. Más del 80% de los embarazos en adolescentes se presentan en


quienes provienen de células sociales en las que prevalecen incomunicación, falta de
afecto y relaciones problemáticas.

 Antecedentes. Varios estudios muestran que si los progenitores fueron padres


adolescentes, es más probable que sus hijos lo sean. “Se dice que es por imitación o
porque la joven piensa: ‘si tú te embarazaste a mi edad, ¿por qué no lo voy a hacer yo?'”.

 Hábitos culturales. Sobre todo en áreas rurales hay poblaciones en donde no hay más
expectativa de vida que casarse y tener hijos.

 Religión. El rechazo de la Iglesia a los anticonceptivos también influye.

 Economía. Es cada vez más común que tanto la madre como el padre trabajen fuera del
hogar, y esto impide que haya adecuada comunicación y educación sexual.

 Nivel educativo y socioeconómico. Algunos estudios muestran que a mayor grado de


escolaridad y solvencia económica hay menos embarazos en jóvenes, aunque ninguno de
estos factores garantiza, por ejemplo, que una familia no sea disfuncional.
Actitudes hacia la maternidad El embarazo en la adolescente es una crisis que se sobre impone a la
crisis de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento
de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente. Generalmente no es
planificado, por lo que la adolescente puede adoptar diferentes actitudes que dependerán de su
historia personal, del contexto familiar y social pero mayormente de la etapa de la adolescencia en
que se encuentre. En la adolescencia temprana, con menos de 14 años, el impacto del embarazo
se suma al del desarrollo puberal. Se exacerban los temores por los dolores del parto; se
preocupan más por sus necesidades personales que no piensan en el embarazo como un hecho
que las transformará en madres. Como suele ocurrir, es un embarazo por abuso sexual, la
situación se complica mucho más. Se vuelven muy dependientes de su propia madre, sin lugar
para una pareja aunque ella exista realmente. No identifican a su hijo como un ser independiente
de ellas y no asumen su crianza, la que queda a cargo de los abuelos. En la adolescencia media,
entre los 14 y 16 años, como ya tiene establecida la identidad del género, el embarazo es utilizado
como "poderoso instrumento" que le 5 Dr. Juan R. Issler. Op.cit. 20 “Embarazo Adolescente:
Aportes desde el Trabajo Social a una Problemática de Larga Trayectoria. Caso: Comunidad de
Palmira. Año 2013” María Jimena Carricondo – Rosa Romina Bleisen afirma su independencia de
los padres. Frecuentemente oscilan entre la euforia y la depresión. Temen los dolores del parto. Si
el padre del bebé la abandona, es frecuente que inmediatamente constituya otra pareja aún
durante el embarazo. En la adolescencia tardía, luego de los 18 años, es frecuente que el
embarazo sea el elemento que faltaba para consolidar su identidad y formalizar una pareja
jugando, muchas de ellas, el papel de madre joven. La crianza del hijo por lo general no tiene
muchos inconvenientes.

El padre adolescente Si la adolescente no está preparada para ser madre, menos lo estará el varón
para ser padre especialmente porque, en la cultura en que se da la maternidad adolescente, es
muy común que el varón se desligue de su papel y las descendencias pasan a ser criadas y
orientadas por mujeres. Esta exclusión del varón provoca en él sentimiento de aislamiento,
agravados por juicios desvalorizadores por parte de su familia o amistades ("con qué lo vas a
mantener", "seguro que no es tuyo", etc.) que precipitarán su aislamiento si es que habían dudas.
Al recibir la noticia de su paternidad, el varón se enfrenta a todos sus mandatos personales,
sociales y a sus carencias, exacerbándose todo ello por altruismo, lealtad, etc. como también por
su dependencia económica y afectiva. Por ello, busca trabajo para mantener su familia, y
abandona sus estudios, postergando sus proyectos a largo plazo y confunde los de mediano con
los de corto plazo, comenzando a vivir las urgencias. A todo esto se agrega el hecho de que la
adolescente embarazada le requiere y demanda su atención, cuando él se encuentra urgido por la
necesidad de procuración. En la necesidad de plantearse una independencia frente a su pareja y la
familia de ésta, 6 Dr. Juan R. Issler. Op.cit. 21 “Embarazo Adolescente: Aportes desde el Trabajo
Social a una Problemática de Larga Trayectoria. Caso: Comunidad de Palmira. Año 2013” María
Jimena Carricondo – Rosa Romina Bleisen siente que se desdibuja su rol, responsabilizándolo de la
situación, objetando su capacidad de “ser padre”. Se enfrenta a carencias por su baja capacitación
a esa edad y escolaridad muchas veces insuficiente para acceder a trabajos de buena calidad y
bien remunerados. Ello lo obliga a ser "adoptado" como un miembro más (hijo) de su familia
política, o ser reubicado en su propia familia como hijo-padre.
CONSECUENCIAS EN

Para la madre adolescente:

• Aumento de la mortalidad materna.

• Mayor riesgo de anemia en el embarazo.

• Riesgo de deserción escolar y baja escolaridad (el embarazo es una de las

causas más frecuentes del abandono escolar. Por motivos de vergüenza o por

planes de educación formal difíciles de cumplir cuando se está criando un hijo).

• Desempleo más frecuente, ingreso económico reducido de por vida.

• Mayor riesgo de separación, divorcio y abandono.

• Mayor número de hijos.

• Situaciones de riesgo perinatal para la madre y el niño.

• Dificultad para formar una nueva pareja estable: por el estigma que en muchos

casos es el ser “madre soltera”.

• Dificultades laborales: los adolescentes tienen, en general, trabajos mal

remunerados y sin contratos, por lo tanto es habitual el despido, cuando se sabe

que está embarazada y es muy difícil conseguir empleo en estas condiciones.

• Dificultad para independizarse económicamente: quedando expuestos a la

posibilidad de que los exploten o que deban continuar dependiendo total o

parcialmente del núcleo familiar con todas sus consecuencias.

Para el hijo de madre adolescente:

• Mayor riesgo de muerte.

• Riesgo de bajo peso al nacer.

• Capacidad mental probablemente inferior.


• Alto riesgo de abuso físico, negligencia en los cuidados de salud, desnutrición y

retardo del desarrollo físico y emocional.

• Alta proporción de hijos ilegítimos que limita sus derechos legales y el acceso a

la salud.

• Maltrato psicofísico del niño: en parte porque es el modelo que recibieron y

además, porque culpan al niño por la situación en la que están.

2.4.3 Para el padre adolescente:

• Mayor frecuencia de deserción escolar.

• Trabajos e ingresos de menor nivel que sus pares.

• Tasa más alta de divorcios.

• Aumento del estrés y mayor frecuencia de trastornos emocionales por una

reacción negativa del medio que lo rodea.8

S-ar putea să vă placă și