Sunteți pe pagina 1din 100

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/328463044

Validación de Instrumentos Psicológicos Criterios Básicos

Book · December 2012

CITATIONS READS

3 983

2 authors:

Boris C. Rodríguez-Martín Osana Molerio-Pérez


Fundación Recal, Madrid, Spain Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas
29 PUBLICATIONS   126 CITATIONS    27 PUBLICATIONS   123 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Food Cravings View project

Pesquizaje temprano de la HTA View project

All content following this page was uploaded by Boris C. Rodríguez-Martín on 23 October 2018.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


VALIDACIÓN DE
INSTRUMENTOS PSICOLÓGICOS

CRITERIOS BÁSICOS

Boris C. Rodríguez Martín y Osana Molerio Pérez


2012
Redacción: Miriam Artiles Castro
Corrección: Estrella Pardo Rodríguez
Diagramación: Roberto Suárez Yera
Maquetación: Lyanet González Pérez

© Boris Rodríguez, Osana Molerio, 2012


© Sobre la presente edición: Editorial Feijóo, 2012

ISBN: 978-959-250-808-8
Editorial Feijóo, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Carretera a Camajuaní km
5 ½, Santa Clara, Villa Clara, Cuba, CP 54830

UNIVERSIDAD CENTRAL “MARTA ABREU” DE LAS VILLAS, 2012


Prólogo

El libro que nos presentan el MSc. Boris C. Rodríguez Martín y la Dra. C. Osana Molerio Pérez muestra

el logro de un esfuerzo colectivo de profesionales y estudiantes, orientado esencialmente a un fin

docente. El mismo contribuye a disminuir un déficit importante que tenemos en estos momentos sobre

la bibliografía que requieren las asignaturas que abordan el tema relacionado con los test psicológicos,

su uso y, en especial, lo concerniente a la confiabilidad y validez de los mismos, a partir de experiencias

obtenidas en nuestro medio con sujetos provenientes de diferentes áreas del quehacer cotidiano.

Como es conocido, la evaluación psicológica no sólo exige de una gran habilidad por parte del

profesional que la ejecuta, sino también, contar con instrumentos que encierren en sí mismos aquellas

propiedades capaces de poner de manifiesto las más diversas características psicológicas de los sujetos

estudiados. El trabajo realizado por los autores para la adaptación y validación del grupo de instrumentos

presentados, es el reflejo de una amplia y rica experiencia en este sentido, permitiendo su utilización

tanto en la docencia (pre o posgrado), como en la asistencia.

Los autores acotaron una amplia y pertinente bibliografía en cada uno de los temas abordados, lo

cual constituye una gran ayuda para los estudiantes, así como para los profesionales alejados ya de los

estudios universitarios, pero que se encuentran necesitados por su quehacer laboral de informaciones

novedosas.

Seguro estamos de que esta obra recibirá, no sólo en la Universidad Central de Las Villas la acogida

que merece, sino también en las otras universidades del país en las cuales se prepara a los futuros

psicólogos, incorporando la misma a los planes de estudios correspondientes.

Dr. C. Eduardo Cairo Valcárcel

La Habana, 24 de noviembre de 2012


Índice
Glosario de abreviaturas .................................................................................................... 5

Validación de instrumentos psicológicos: una introducción necesaria .............................. 6

Primera parte. EXPLORACIÓN

Cuestionarios del Ansia por la Comida ............................................................................... 12

Inventarios de Supresión de Pensamientos ....................................................................... 20

Cuestionario Reducido de Control de Pensamientos ......................................................... 27

Cuestionario Habilidad para el Control de Pensamientos (versión abreviada) ................. 32

Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los Pensamientos Intrusos ... 36

Cuestionario del Ciclo del Peso .......................................................................................... 41

Encuesta Reducida de Valores de Schwartz ....................................................................... 46

Inventario de Sugestionabilidad Reducido (IS8) ................................................................. 51

Cuestionario de Conexión Espiritual .................................................................................. 56

Test Abreviado de Orientación Vital (LOT6) ........................................................................ 61

Escala Reducida de Bienestar Subjetivo ............................................................................. 65

Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC) ......................................................... 71

Segunda parte. INSTRUMENTOS

Cuestionario de Ansias de Comer como Rasgo .................................................................. 78

Cuestionario del Ansia Situacional por la Comida .............................................................. 81

Inventario de Supresión de Pensamientos sobre Comida .................................................. 83

Inventario de Supresión de Pensamientos Peso-Forma del Cuerpo ................................... 84

Cuestionario de Control de Pensamientos (reducido) ........................................................ 85

Cuestionario de Habilidad para el Control de Pensamientos Reducido ............................. 87

Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los Pensamientos Intrusos ... 88

Encuesta de Valores de Schwartz Reducida ....................................................................... 89

Inventario de Sugestionabilidad Reducido ......................................................................... 91

Cuestionario de Conexión Espiritual .................................................................................. 92

Test de Optimismo Reducido .............................................................................................. 94

Escala Reducida de Bienestar Subjetivo ............................................................................. 95

Escala de Resiliencia de Connor-Davidson ......................................................................... 96

Escala Reducida de Resiliencia ........................................................................................... 98


Glosario de abreviaturas

Ac: Ansia por la comida

AcE: Ansia por la comida como estado

AcR: Ansia por la comida como rasgo

ACP: Análisis de Componentes Principales

BS10: Escala Reducida de Bienestar Subjetivo

CD-RISC: Escala de Resiliencia de Connor y Davidson

CE: Cuestionario de Conexión Espiritual

CP: Cuestionario del Ciclo del Peso

CPr: Cuestionario de Control de Pensamientos Reducido

IMC: Índice de Masa Corporal

IS8: Inventario de Sugestionabilidad Reducido

LOT6: Test Abreviado de Orientación Vital

NP: Peso normal

Ob: Obeso

PI: Pensamientos intrusos

PIc: pensamientos intrusos sobre comida

Su: Supresión de pensamientos

SuC: Inventario de Supresión de Pensamientos sobre Comida

SuH: Cuestionario de Habilidad para el Control de Pensamientos

SuPF: de Supresión de Pensamientos sobre el Peso y la Forma del Cuerpo

SVSr: Encuesta de Valores de Schwartz-Reducida

WBSI: White Bear Suppression Inventory


Validación de instrumentos psicológicos: una introducción necesaria

Evelyn Fernández-Castillo, Zaida I. Nieves Achón y Yisel Camejo-Prado

Históricamente el problema de la medición de los fenómenos psicológicos ha estado asociado al propio desarrollo
de la Psicología como ciencia independiente, el surgimiento de la Psicología Diferencial y el establecimiento del
Psicodiagnóstico como subdisciplina. Desde sus inicios la medición ha estado sustentada en la elaboración de pruebas
psicológicas para medir determinadas muestras de conducta, pruebas que desde 1890 Mc Keen Cattell acuñó con el
término “test mental”. El objetivo de tales pruebas estuvo enfocado a la determinación del rango, exactitud y naturaleza
de las facultades psicológicas, así como a la posibilidad de reunir suficiente material como para hallar los factores que
regulan el desenvolvimiento de estas facultades, sus conexiones, así como sus perturbaciones.

En la actualidad en diversos enfoques teóricos se mantienen estas ideas de principio al considerar que “[…] la
medición representa una garantía en la investigación y resulta complementaria de los métodos científicos; observación
y experimentación […] esta teoría de la medición ha constituido la piedra fundamental de la evaluación tradicional”
(Fernández-Ballesteros, 2002, p. 32).

Dentro de estos instrumentos de medición, los test psicológicos ocupan un lugar privilegiado, por su amplia utilización
en los diferentes ámbitos de la psicología. Su uso cada vez mayor en diferentes contextos, y el carácter científico creciente
de las investigaciones, refuerza la necesidad de garantizar su adecuada preparación psicométrica de estos, sin obviar las
también tradicionales objeciones epistemológicas, teóricas y metodológicas a la utilización de este tipo de prueba en el
diagnóstico psicológico.

Centrados en la aplicación de la medición, hay que destacar cómo esta necesidad enfatiza en las trascendencias de
las decisiones y de las consecuencias que se derivan de las interpretaciones de los instrumentos de evaluación, tanto
desde el punto de vista social como personal. Si el proceso de construcción se lleva a cabo de forma defectuosa las
inferencias que se obtengan a partir de las puntuaciones y la toma de decisiones que de ellas se deriven serán totalmente
equivocadas e infundadas (Muñiz, 2008). Como un problema asociado al anterior, se identifica la adecuada validación y
adaptación de las técnicas con la población en que se emplearán.

Refiriéndose a la importancia de la validación de instrumentos, autores como Fernández-Ballesteros (2004), reconocen


entre los principales problemas de la medición, que una gran parte de los instrumentos que se usan en el quehacer
psicológico se construyen sobre la base de criterios, por lo que se debe garantizar la validez y la fiabilidad de estos.

En nuestro contexto han sido varias las investigaciones que se han realizado enfocadas a la identificación de propiedades
psicométricas de diferentes instrumentos como el Inventario de expresión de la ira estado-rasgo (STAXI -2) y el Inventario
de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA -B), los cuales han sido validados en nuestro país por Molerio, Nieves,
Otero & Casas (2004), elaborando los respectivos manuales, tanto para pacientes hipertensos como en población no
clínica. Otros estudios se han orientado a la utilización del análisis factorial, como un procedimiento eficaz para garantizar

-6-
los fines de la validez de constructo, así encontramos la investigación realizada por Rodríguez-Martín (2010): Estructura
factorial y confiabilidad del White Bear Suppression Inventory, en una muestra de adultos mayores de las provincias
centrales de Cuba, y el Estudio de la estructura factorial, la confiabilidad y la validez concurrente del Autorreporte Vivencial
(Fernández-Castillo & Camejo-Prado, en prensa), ampliamente utilizado en la exploración de estados emocionales.

La comprobación empírica de las garantías psicométricas que los test manifiestan como instrumento de medición,
se apoyan básicamente en la comprobación práctica del contenido auténtico que se evalúa (validez) y en la precisión
(fiabilidad). Ambos factores están estrechamente ligados, ya que un instrumento no puede ser válido si no es al mismo
tiempo fiable. Estas propiedades psicométricas de los test constituyen prácticamente las bondades que mayor respaldo
científico aportan a las mediciones que se realizan desde la psicología. Lo antes expuesto refleja la inminente necesidad
de profundizar en la validación y fiabilidad de los test.

Los test deben alcanzar altos niveles de fiabilidad y validez, para que así las puntuaciones resultantes de su medición
sean menos susceptibles a cambios casuales, que se producen en la condición del sujeto o en el ambiente en que se
aplican.

El término fiabilidad se refiere a la estabilidad, precisión y consistencia de las mediciones realizadas con un test
psicológico, cuando no existen razones teóricas ni empíricas para suponer que la variable medida haya sido modificada
diferencialmente para los sujetos. Un test que diariamente suponga mediciones diversas de una misma variable,
supuestamente estable, perderá su fiabilidad (Abad et al., 2006; Anastasi, 1970; Batista, Coenders y Alonso, 2004).

La fiabilidad de un test se representa a través del coeficiente de confiabilidad. Abad et al. (2006) y Muñiz (1998) lo
definen como la correlación entre las puntuaciones obtenidas por los sujetos en dos formas paralelas de un test, y lo
califican como un indicador de la estabilidad de la medida, pues si se aplica un test a una muestra de sujetos y, pasado
un tiempo, se vuelve aplicar a los mismos sujetos una forma paralela (dado que ambas miden lo mismo, sin errores
aleatorios de medida), la correlación debería ser perfecta. Abarca valores desde cero a uno. Cuanto más se acerque el
coeficiente a uno, más confiable será la prueba.

Existen tres métodos básicos para obtener el coeficiente de confiabilidad: el método de las formas paralelas, el de dos
mitades y el test-retest (Abad et al., 2006; Aliaga, 2008; Anastasi, 1970; Muñiz, 1998).

Un método bastante extendido para estimar la fiabilidad de un test consiste en analizar la consistencia interna a partir
del cálculo del “Alfa de Cronbach”. Como criterios adecuados se consideran un α de Cronbach por encima de 0,70 y una
correlación interelementos por encima de 0,30 (Abad et al., 2006; Hu y Bentler, 1999).

Mientras la precisión y estabilidad de la medición se refieren a la fiabilidad del test, la cuestión de qué es lo que
auténticamente está evaluando dicho test, se refiere al proceso de validación. Este es un proceso continuo, que incluye
procedimientos diferentes para comprobar si el cuestionario mide realmente lo que dice medir (Abad et al., 2006;
Fernández- Ballesteros, 2004; Guerra, 2008; Muñiz, 1998).

Dicho de otro modo, la validez tiene que ver con el tipo de conclusiones o inferencias que pueden realizarse a partir
de las puntuaciones obtenidas en el test, función que corresponde tanto a los ítems como a las formas de responder
de las personas y el contexto de evaluación. Esto trae como consecuencia que el responsable de la prueba no es solo su
constructo sino también el usuario, y que la validez de una prueba no se establece de una vez por todas, sino que es el
resultado de acopio de evidencias y supuestos teóricos que se dan en un proceso evolutivo y continuo, en aras de apoyar
las inferencias (Guerra, 2008).

Algunas de las estrategias o tipos de validez que se registran en la literatura son: la validez de contenido, predictiva,
concurrente, y de criterio. Para la validez de contenido se utilizarían aquellos test que describan el desempeño de las

-7-
personas sobre un universo definido de tareas; la predictiva cuando el test predice el desempeño futuro, la concurrente
cuando se demuestra la concurrencia con medidas simultáneas, y la de criterio que enfatiza en la estructura externa
del test, o sea, sus relaciones con el criterio, pero no las posibilidades de generalización de éste (Fernández-Ballesteros,
2004). En la actualidad se le ha brindado una gran importancia a la contextualización del uso de los test y se les ha dotado
de avales tanto científicos como éticos sobre sus propósitos en diferentes aéreas, lo cual ofrece una visión mucho más
abarcadora.

Por tanto, una de las principales diferencias que se han encontrado entre la fiabilidad y la validez consiste en que
la fiabilidad se puede resumir en un solo indicador o índice numérico; mientras que la validez de las puntuaciones
de un test se asegura mediante la acumulación de evidencia teórica, estadística, empírica y conceptual del uso de las
puntuaciones.

Un tipo de validez que ha sido muy estudiado es la de constructo, la cual se refiere a qué tan exitosamente un
instrumento representa y mide un concepto teórico. Lo que le concierne en particular es el significado del instrumento;
o sea, qué está midiendo y cómo opera para medirlo. (Bostwick y Kyte, 2005, citado en Hernández, R., Fernández C. y
Baptista, 2006).

En este sentido el análisis factorial (AF en lo adelante) juega un papel fundamental. Surgido en el siglo XX, el análisis
factorial se ha desarrollado considerablemente a lo largo de sus más de cien años de existencia.

Según Nunnally (1978): “está íntimamente relacionado con cuestiones de validez y es el corazón de la medición de las
construcciones psicológicas” (citado en Matsunaga, 2010: 3); es decir, proporciona una herramienta de diagnóstico para
evaluar si los datos obtenidos están en concordancia con la teoría o patrón esperado, y así determinar si las medidas
aplicadas miden lo que se pretendía medir (Matsunaga, 2010).

El AF es el nombre genérico que se da a una clase de métodos estadísticos multivariantes, cuyo propósito principal
es reflejar la estructura subyacente en una matriz de datos. Analiza la estructura de las interrelaciones entre un gran
número, de una forma concisa y segura, como una ayuda a la construcción de nuevos conceptos y teorías, sin exigir
ninguna distinción entre variables dependientes e independientes. Con esta información se calcula un conjunto de
dimensiones latentes, conocidas como factores, que buscan explicar dichas interrelaciones (Everitt y Graham, 1991;
Gardner, 2003; Mesa y Vidaurreta, 2009).

Por tanto, se considera que el AF es una técnica de reducción de datos que sirve para encontrar grupos homogéneos
de variables, a partir de un conjunto numeroso de estas. Esos grupos homogéneos se forman con las variables que más
correlacionan entre sí, y tratando, inicialmente, que unos grupos sean independientes de otros. Su propósito último
consiste en buscar el número mínimo de dimensiones capaces de explicar el máximo de información contenida en los
datos.

Existen solo dos formas en las que se enfoca el AF: el análisis factorial exploratorio y el análisis factorial confirmatorio.
El exploratorio se caracteriza porque no se conocen a priori el número de factores ni existe ninguna hipótesis previa
acerca de su estructura. En este caso la aplicación empírica es la que determina este número y su cualidad (Ferrando y
Carrasco, 2010; Gardner, 2003; Matsunaga, 2010; Mesa y Vidaurreta, 2009).

En el análisis de tipo confirmatorio los factores están fijados a priori, el investigador habría planteado una serie de
hipótesis bien especificadas que pondría a prueba evaluando el ajuste de un modelo (Ferrando y Carrasco, 2010; Gardner,
2003; Matsunaga, 2010; Mesa y Vidaurreta, 2009).

El análisis de los componentes principales constituye uno de los procedimientos que más se utilizan para llevar a cabo
un análisis factorial exploratorio. Está organizado en tres etapas. En la primera etapa se calculan las relaciones entre

-8-
las variables, en forma de una matriz de correlación, ofreciendo al investigador relaciones de dos en dos. En la segunda
etapa se extraen los factores que describen los componentes principales de la varianza en la matriz de correlación, y la
matriz de correlaciones entre las variables; constituyéndose la matriz de factores iniciales.

Finalmente, en la tercera etapa se identifican los factores que describen de la forma más simple posible las relaciones
entre las variables. A partir de la rotación de los factores descritos en la matriz de factores iniciales, para producir una
estructura más susceptible de interpretación. La matriz resultante de asociaciones entre las variables y los factores
rotados se denomina matriz de factores rotados (Fabrigar, Wegener, MacCallum y Strahan, 1999; Ferrando y Carrasco,
2010; Gardner, 2003; Matsunaga, 2010).

Entre los críticos del AF y los que hacen uso de él, no existen acuerdos ni claridad sobre el alcance científico de este
método, y particularmente sobre el problema de si mediante él se obtienen datos reales, o simples síntesis de relaciones
observadas entre procesos o estados reales; pues hay muchos resultados obtenidos mediante AF que a consecuencia de
errores de experimentación, en el sentido más amplio del término, solo pueden interpretarse de forma deficiente y por
tanto de modo provisional (Dorsch, 2008).

Sin embargo, un creciente número de estudiosos ha ofrecido un grupo de modelos prácticos en el intento de resolver
este problema. En ellos se ilustra el uso del paquete de software estadístico y se modela el proceder en cada una de las
técnicas que incluye el AF, vistas anteriormente. De esta manera se contribuye a eliminar la mayoría de los errores que
se cometen con los resultados y que desvirtúan la fiabilidad de este procedimiento estadístico (Matsunaga, 2010).

Las preocupaciones por garantizar validez de los instrumentos de evaluación, están presentes en cualquier área de la
psicología e incluso en trabajos multidisciplinarios. El estudio sobre el posible sesgo de los tests, ha ocupado un lugar
relevante en la investigación psicométrica, pues solo a partir de la teoría de la validez, conociendo la teoría subyacente del
test, la interpretación que se pretende hacer de las puntuaciones y el contexto en el que se utiliza, se puede determinar
si la decisión sobre si el resultado obtenido en un estudio es o no evidencia de sesgo (Gómez-Benito, Hidalgo, & Guilera,
2010).

Reconociendo la importancia que tienen la mayoría de los resultados que se obtienen de la aplicación de los test
para las personas, instituciones y sociedad, así como la irrupción de nuevas perspectivas en la medición psicométrica, y
asumiendo la tarea ética y profesional de hacer ciencia en campos tan polémicos y controversiales como la psicología,
invitamos a los investigadores a realizar estudios de corte instrumental que garanticen, a partir de la base de una teoría
bien fundamentada, vías técnicas y éticas, que produzcan los cambios deseados en correspondencia con los tiempos
actuales.

Referencias

-9-
Referencias
₋₋ Abad, F., Garrido, J., Olea, J. & Ponsoda, V. (2006). Introducción a la Psicometría. Teoría Clásica de los Tests y Teoría de
la Respuesta al Ítem. Madrid: UAM.

₋₋ Anastasi, A. (1970). Test Psicológicos, Madrid: Edición Aguilar.

₋₋ Aliaga, J. (2008). Psicometría: Tests Psicométricos, Confiabilidad y Validez. http://www.unmsm.edu.pe/psicologia/


documentos/documentos2007/libro%20eap/05LibroEAPAliaga.pdf

₋₋ Batista, J; Coenders, G y Alonso, J. (2004). Análisis Factorial Confirmatorio. Su utilidad en la validación de cuestionarios
relacionados con la salud. Médica Clínica (Barcelona), 122(supl.1), 21-27.

₋₋ Dorsch, F. (2008). Diccionario de Psicología. Barcelona: Herder.

₋₋ Everitt, B. y Graham, D. (1991). Applied Multivariate Data Analysis. (s.l.): Arnold.

₋₋ Fabrigar, L., Wegener, D., MacCallum, R. y Strahan, E. (1999). Evaluating the use of exploratory factor analysis in
psychological reserch. Psychological Methods, 4, 272-299.

₋₋ Fernández- Castillo, E. & Camejo-Prado, Y. (en prensa) Análisis factorial, confiabilidad y validez concurrente del
Autorreporte Vivencial. Revista Cubana de Psicologia.

₋₋ Fernández-Ballesteros, R. (2004). Evaluación psicológica: conceptos, métodos y estudio de casos. Madrid: Pirámide.

₋₋ Fernández-Ballesteros, R. (2002). Introducción a la evaluación psicológica. Madrid: Pirámide.

₋₋ Ferrando, P. y Carrasco, L. (2010). El análisis factorial como técnica de investigación en Psicología. Papeles del psicólogo,
31, 1, p. 18-23.

₋₋ Gardner. R (2003). Estadística para Psicología Usando SPSS para Windows. México: Prentice Hall.

₋₋ Gómez-Benito, J., Hidalgo, M. D., & Guilera, G. (2010). El sesgo de los instrumentos de medicion. Los test justos. Papeles
del Psicólogo, 31(1), 75-85.

₋₋ Guerra. E, (2008). Psicometría. Instrucciones para operación académica. Universidad Autónoma Indígena de México.

₋₋ Hu, L. & Bentler, P. (1999). Cutoff criteria for fit indices in covariance estructures analysis: Conventional criteria versus
new alternative. Structural Equation Modeling, 6, 1-55.

₋₋ Matsunaga, M. (2010). How to Factor-Analyze Your Data Right: Do ´s, Don ´its, and How-To ´s. International journal of
Psychological Research. 3(1), 97-110.

₋₋ Mesa. M & Vidaurreta (2009). Orientaciones de carácter metodológico para el uso del análisis factorial en la psicología
del deporte. Anales de Psicología. 23(2), 104.-110.

₋₋ Molerio, O.; Nieves, Z.; Otero, I. y Casas, G. (2004a). Manual del inventario de situaciones y respuestas de ansiedad
(ISRA-B).Adaptación Cubana. Unpublished Universidad Central de las Villas, Santa Clara.

₋₋ Molerio, O.; Nieves, Z.; Otero, I. y Casas, G. (2004b). Manual del inventario de expresión de ira estado-rasgo (STAXI-2).
Adaptación Cubana. Unpublished. Universidad Central de Las Villas, Santa Clara.

₋₋ Muñiz, J. (1998a). Teoría Clásica de los Test. Madrid: Edición Pirámide.

₋₋ Muñiz, J. (1998b). La medición de lo psicológico. Psicothema, 10 (1), 1-2.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C. (2010). Estructura factorial y confiabilidad del White Bear Suppression Inventory en una muestra
de adultos mayores de las provincias centrales de Cuba. Revista Cubana de Psicología, 23(1), 40-45.

- 10 -
PARTE

Primera parte

EXPLORACIÓN
Cuestionarios del Ansia por la Comida

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Arleen Abreu Cervantes, Alfredo J. Pérez Gamboa, Rosamary Rodríguez Umpierre y
Yilena Rivera Chacón

VER INSTRUMENTO

El ansia por la comida (Ac) puede ser definida como el deseo intenso de consumir un determinado alimento y no está
necesariamente relacionada con el hambre fisiológica (Tiggemann & Kemps, 2005). Puede ser una experiencia normal
de la vida cotidiana o conducir a episodios patológicos de atracones (Rodríguez, Mata & Moreno, 2007).

Se ha observado que el Ac resulta un buen predictor del fracaso de las dietas (Meule, Westenhöfer & Kübler, 2011),
mayormente debido a la dificultad para resistir el impulso de comer (Massey & Hill, 2012). La pérdida del control sobre
la comida y el incremento de las intenciones de consumir el alimento deseado, son particularidades del Ac como rasgo,
que pudieran explicar dicho fracaso (Meule, Lutzl, Vögele, & Kübler, 2012).

Según la Teoría de la Intrusión Elaborada del Deseo (Kavanagh, Andrade & May, 2005), en la base del ansia se encuentran
los pensamientos intrusos (PI), que pueden ser activados por desencadenantes fisiológicos, ambientales o asociaciones
cognitivas. Dichos PI tienen un carácter dual, pues a medida que evocan placer o alivio a través de la fantasía, también
amplifican la conciencia del déficit. Ellos captan la atención y la motivación de la persona, por lo que suprimirlos conduce
a constantes rebotes y permite que los mismos ganen en elaboración.

Por ejemplo, el chocolate es un alimento con importantes efectos psicoactivos que genera ansia (Nasser et al., 2011).
Una exposición visual (Tiggemann, Kemps, & Parnell, 2010) u olfativa (Kemps & Tiggemann, 2012; Kemps, Tiggemann, &
Bettany, 2012) puede ser suficiente para activarla, saturando los recursos cognitivos de la memoria de trabajo (Meule,
Skirde, Freund, Vögele, & Kübler, 2012). En nuestro país, a juzgar por el excesivo consumo de azúcar (Porrata-Maury,
2009), otros “dulces” pudieran activar el mismo patrón de respuesta.

Dado el importante rol que juega en el incremento del peso, su medición con fines investigativos y clínicos resulta un
elemento que no puede pasarse por alto. Más allá de otros instrumentos desarrollados para medir el ansia por comidas
específicas (White, Whisenhunt, Williamson, Greenway & Netemeyer, 2002), se necesitan cuestionarios que la conciban
desde una perspectiva multidimensional.

En este sentido los Cuestionarios del Ansia por la Comida (Rasgo y Estado) constituyen a nuestro juicio, instrumentos de
evaluación adecuados para estos fines (Cepeda-Benito, Gleaves, Fernández, Vila & Reynoso, 2000; Moreno, Rodríguez,
Fernández, Tamez & Benito-Cepeda, 2008). El objetivo del presente estudio está dirigido a analizar diversos indicadores
de confiabilidad y validez, que avalen su utilización para una muestra de adultos jóvenes y medios de las provincias
centrales de nuestro país.

La muestra quedó integrada por un total de 1 270 participantes que cumplieron los criterios de inclusión.

Criterios de inclusión

• Edad: 18-64 años.

- 12 -
• IMC: 18,5-40 kg/m².

• Peso y talla registrados durante la última semana en el área de salud.

• Haber nacido y residir en Cuba.

• Ofrecer consentimiento informado.

Criterios de exclusión

• IMC <18.5 (Bajo peso) o > 40 kg/m² (Obesidad mórbida o severa)

• Adultos mayores

• Reportar diagnóstico psicopatológico con nivel neurótico o psicótico de funcionamiento (incluyó trastornos de la
conducta alimentaria).

En la Tabla 1 se pueden observar las características sociodemográficas de la muestra estudiada. Se observó un predomino
de los individuos de la provincia de Villa Clara (60 %), mujeres (69 %), nivel de educación medio (64 %) y no-clínicos o
supuestamente sanos (77 %). En cuanto al estado civil predominaron los solteros y casados, que agruparon casi el 95
% de los participantes.

Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas de la muestra

fr. % fr. %
Villa Clara 760 59.8 No-clínico 981 77.2
Sancti Spíritus 178 14.0 Asma 79 6.2
Provincia Cienfuegos 39 3.2 Enfermedad HTA 81 6.4
Ciego de Avila 73 5.7 DM 12 0.9
Camagüey 220 17.3 Diversas 117 9.2
Soltero 681 53.6 6to 6 0.5
Casado 522 41.1 9no 69 5.4
E-Civil Escolaridad
Divorciado 58 4.6 Medio 810 63.9
Viudo 9 0.7 Superior 383 30.2
Adulto Joven 727 57.2 Femenino 837 68.7
Edad Género
Adulto Medio 543 42.8 Masculino 397 31.3

Descripción de los Instrumentos

• Cuestionario de Ansia de Comer como Rasgo (AcR)

Consta de 39 ítems, donde el individuo responde a la pregunta “¿con cuánta frecuencia esta afirmación es cierta para
mi?”, en una escala desde 1= “nunca” hasta 6= “siempre”. Los ítems fueron agrupados en nueve factores que representan:
anticipación de reforzamiento positivo con la comida (ítems: 9, 10, 15, 25, 37); anticipación de alivio mediante la ingestión
de comida ante situaciones o emociones negativas (16, 19, 21); intenciones de comer (5, 18, 23); estímulos que activan
el Ac (1, 34-36); PI relacionados con la comida (6, 8, 27, 28, 30-32); sensación de hambre (11-14); pérdida de control
con la comida (2, 3, 22, 25, 26, 29); indicadores del comer emocional (20, 33, 38, 39) y culpa generada por el Ac (4, 7,
17). La sumatoria de todos los factores indicó la medida en que se experimentan las Ac rasgo. Se interpreta que a mayor
puntuación obtenida mayor tendencia a experimentar tanto Ac como sus dimensiones.

• Cuestionario del Ansia de Comer como Estado (AcE)

Su objetivo es medir el Ac como un patrón de respuesta estable en el tiempo, que se compone de numerosas dimensiones.
Consta de 15 ítems y se responde atendiendo al estado que se experimenta en el momento presente. Las puntuaciones

- 13 -
a cada ítem se ofrecen en una escala desde 1= “fuertemente en desacuerdo”, hasta 6= “fuertemente de acuerdo”. Se
divide en cinco factores: intenso deseo de comer (ítems 1-3); anticipación de refuerzo positivo (4-6); anticipación de
alivio (7-9); pérdida de control (10-12) y hambre (13-15). La sumatoria de todos los factores indicó la medida en que se
experimentan las Ac estado. Se interpreta que a mayor puntuación mayor tendencia a experimentar el Ac estado y sus
dimensiones.

Procedimientos

Para la selección de la muestra y aplicación de las encuestas fueron adiestrados un numeroso grupo de estudiantes
de la carrera de psicología (16 horas), pertenecientes al Grupo Científico Estudiantil de Validación de Instrumentos
Psicológicos, denominados “encuestadores”. La selección de la muestra se llevó a cabo en lugares de residencia de cada
encuestador, que abarcaron las provincias centrales (Tabla 1), durante el período de las Prácticas de Producción (enero
de 2012). Cada estudiante fue asignado a un supervisor en una unidad de salud del municipio de residencia.

Se solicitó encuestar a familiares, vecinos, amigos o conocidos que estuvieran de acuerdo en realizarse las mediciones
correspondientes de peso-talla en su consultorio del médico de la familia y firmaran el consentimiento informado.
A todos los participantes se les suministró una hoja donde se explicaban las características del estudio y la forma de
contactar con el investigador principal para aclarar cualquier duda.

Para la aplicación de las encuestas se dispuso de una sesión de trabajo. Fueron siempre realizadas en locales con
adecuadas condiciones de iluminación, ventilación y privacidad. La aplicación del Re-test fue aplicada a aquellos individuos
que no sufrieron cambios significativos en su cotidianidad y aceptaron realizarla. En total fueron evaluados 145 sujetos
en un período medio de tiempo de 83±12 días (Rango: 60-120).

Estructura Factorial

Tabla 2. Agrupación factorial de los ítems del Cuestionario del Ansia de Comer Rasgo
5. Sin duda alguna, las ganas de comer me hacen pensar cómo voy a conseguirlo. .526
6. No hago más que pensar en la comida. .691
7. A menudo me siento culpable cuando deseo ciertas comidas. .578
8. A veces me encuentro pensativo preocupado con comida. .696
17. Cuando como algo que deseo con intensidad me siento culpable. .483
F1; α=.93

18. Cada vez que deseo comer algo en particular me pongo a hacer planes para comer. .466
27. Por mucho que lo intento, no puedo parar de pensar en comer. .713
28. Gasto demasiado tiempo pensando en lo próximo que voy a comer. .706
29. Si me dejo llevar por la tentación de comer pierdo todo mi control. .576
30. A veces me doy cuenta de que estoy soñando despierto y estoy soñando en comer. .736
31. Cada vez que se me antoja una comida sigo pensando en ella hasta que me la como. .538
32. Cuando tengo muchas ganas de comer algo estoy obsesionado con comerlo. .520
1. Cuando estoy con alguien que está comiendo me entra hambre. .407
2. Cuando tengo deseos intensos de comer, una vez que empiezo no puedo parar. .565
3. A veces, cuando como lo que se me antoja, pierdo control y como demasiado. .573
4. Detesto no poder resistir la tentación de comer. .661
F2; α=.89

22. Si tengo la comida que deseo, no puedo resistir la tentación de comerla. .550
25. No tengo la fuerza de voluntad de resistir mis deseos de comer lo que se me antoja. .615
26. Una vez que me pongo a comer tengo problemas en dejar de comer. .559
34. Cada vez que voy a un banquete termino comiendo más de lo que necesito. .556
35. Es difícil resistir la tentación de tomar comidas apetecibles que están a mi alcance. .649
36. Cuando estoy con alguien que se pasa comiendo, yo también me paso. .525

- 14 -
9. Como para sentirme mejor. .380
10. Algunas veces, mi vida parece perfecta cuando como lo que me apetece. .503
11. Se me hace la boca agua cuando pienso en mis comidas favoritas. .651
12. Siento deseos intensos de comer cuando mi estómago está vacío. .647

F3; α=.84
13. Siento como que mi cuerpo me pidiera ciertas comidas. .604
14. Me entra tanta hambre que mi estómago se siente como un pozo sin fondo. .465
15. Cuando como lo que deseo me siento mejor. .627
23. Cuando se me antoja una comida, intento comerla tan pronto como pueda. .615
24. Comer lo que me apetece mucho me sienta estupendamente. .671
16. Cuando como lo que deseo me siento menos deprimido. .402
19. El comer me tranquiliza. .465
20. Siento deseos de comer cuando estoy aburrida, enfadada, o triste. .593

F4, α=.84
21. Después de comer no tengo tanta ansiedad. .581
33. A menudo deseo comer cuando siento emociones fuertes. .549
37. Comer me alivia. .501
38. Cuando estoy muy estresado me entran deseos fuertes de comer. .692
39. Me entran deseos fuertes de comer cuando estoy disgustado. .637

Instrucciones: Hemos escrito una lista de comentarios que algunas personas han hecho acerca de
sentimientos, pensamientos, deseos, tentaciones, y antojos relacionados con la comida y el comer.
Por favor, utilizando el número que hay debajo de cada descripción, escriba en él la frecuencia con la
que usted se siente así, o hasta que punto cada comentario describe cómo usted piensa o se siente en
general, en su vida cotidiana: 1=Nunca, 2=Raramente, 3=Algunas veces, 4=A menudo, 5=Casi Siempre,
6=Siempre.

Cuando se realiza la introducción de una prueba procedente de otra cultura, resulta necesario explorar la estructura
de los factores, pues los individuos pueden tener diversas interpretaciones acerca del enunciado de un ítem. Esta
exploración inicial fue llevada a cabo mediante un Análisis de Componentes Principales (ACP). Los resultados de la
agrupación factorial del AcR mostraron la presencia de cuatro factores, que lograron explicar el 55 % de la varianza de
las puntuaciones (Tabla 2). El primer factor responde al proceso de elaboración del Ac e incluyó los PIc, sentimientos de
culpa e intenciones de comer. Resultó el de mayor valor propio (16) y % de varianza explicada tras extracción (41).

El segundo factor agrupó respuestas de descontrol ante indicadores situacionales, con indicadores de desinhibición
y reportes de “falta de fuerza de voluntad” (valor propio=2,5 y 6 % de varianza explicada). En el tercer factor quedaron
agrupadas la sensación de hambre y el reforzamiento positivo asociado al acto de comer (valor propio=1,6 y 4, % de
varianza explicada). Por último, en el cuarto factor se agruparon los desencadenantes afectivos del Ac y la sensación de
alivio asociada al acto de comer (valor propio=1,2 y 3 % de varianza explicada).

Con respecto al AcE, los ítems se agruparon en torno a 2 factores, que explicaron el 68 % de la varianza de las puntuaciones
(Tabla 3). El primero agrupó las respuestas a la elaboración del Ac (valor propio=9 y 60 % de varianza explicada); el
segundo el hambre y la anticipación de refuerzo positivo (valor propio=1,2 y 8 % de varianza explicada). Los resultados
de ambos Análisis de Componentes Principales (ACP), mostraron una estructura factorial más similar a la obtenida por
investigadores alemanes tanto para el rasgo, como para el estado (Meule, Lutzl et al., 2012).

- 15 -
Tabla 3. Agrupación factorial (ACP) de los ítems del Cuestionario del Ansia de Comer Estado
5. Estoy seguro de que si comiera lo que deseo. mi humor mejoraría. .601
7. Si comiera algo no me sentiría tan débil y aletargado. .695

1. Elaboración Ac;
8. Me sentiría menos antipático e irritable si pudiera satisfacer mis deseos de comer. .812

α=.93
9. Me sentiría más alerta si pudiera satisfacer mis deseos de comer. .786
10. Si tomara una o varias comidas en particular no podría parar de comerlas. .781
11. Mi deseo de comer una o varias comidas en particular puede más que yo. .810
12. Sé que voy a seguir pensando en lo que me apetece hasta que lo consiga. .695
15. Me siento débil por no comer. .627
1. Tengo un deseo intenso de comer una o varias comidas en particular. .814

2. Hambre y Refuerzo;
2. Tengo un antojo por una o varias comidas en particular. .776
3. Me urge comer una o varias comidas en particular. .741

α=.92
4. Si pudiera comer una o varias comidas en particular me sentiría perfectamente. .702
6. Comer una o varias comidas en particular me haría sentir maravillosamente. .606
13. Tengo hambre. .790
14. Si pudiera comer algo ahora mismo. mi estómago no se sentiría tan vacío.
.776

Instrucciones: Hemos escrito una lista de comentarios que algunas personas han hecho acerca de
sentimientos, pensamientos, deseos, tentaciones, y antojos relacionados con la comida y el comer. Por
favor, utilizando el número que hay debajo de cada descripción, escriba en él la frecuencia con la que
usted se siente así, o hasta qué punto cada comentario describe cómo usted piensa o se siente en este
mismo momento: 1=absolutamente en desacuerdo, 2=casi nada de acuerdo, 3= neutral, 4=escasamente
de acuerdo, 5=concuerdo parcialmente, 6= totalmente de acuerdo.

Consistencia interna

La medición del AcR mostró una elevada consistencia interna (α=.92), aspecto que se mantuvo para los cuatro factores
obtenidos (Tabla1). Igualmente elevada fue la consistencia interna para el AcE(α=.95) y los factores emergentes del ACP
(Tabla 2). Se respetaron las dimensiones originales propuestas (Cepeda-Benito et al., 2000), tanto para el rasgo (α>.7),
como para el estado (α>.8).

Correlación test-retest

Las puntuaciones de la estabilidad temporal del AcR mostró, para 145 individuos, correlaciones significativas realizadas
luego de un período de tiempo superior a los dos meses, después de la línea base, confirmando que, como rasgo, las
puntuaciones mantienen su estabilidad (r=.471, p<001). De igual forma fueron significativas las correlaciones para el
resto de las dimensiones, como se muestra en la Tabla 4.

- 16 -
Tabla 4. Correlación test-retest para las dimensiones del Ac
Correlación de Pearson >2meses
Refuerzo positivo .475**
Anticipación de alivio .330**
Respuesta a estímulos .509**

Línea Base
Intenciones de comer .428**
Sensación de hambre .438**
PIc .167*
Pérdida de control .438**
Afecto negativo .411**
Sentimientos de culpa .435**
*p<.05; **p<,001

Indicadores de validez concurrente

Dado que en nuestro país no existen otros instrumentos que midan variables similares, la validez concurrente se
realizará contra el nivel en que el individuo se encuentra, atendiendo a la clasificación del IMC. De esta forma sería
lógico suponer que individuos obesos (Ob=200) muestran los niveles más elevados de Ac rasgo que sus contrapartes
con sobrepeso (SP=526) y estos, a su vez, que los que poseen un peso normal (NP=43). Los resultados permitieron
corroborar esta hipótesis [F (2, 1265)=93.49, p<.05], con el mismo orden predicho: Ob (Media=143, DE=48), SP (Media=
139, DE=47) y NP (Media=107, DE= 34).

Por su parte, con respecto al AcE fue más fácil establecer como hipótesis que esta podía ser más intensa en los horarios
previos al consumo de las comidas regulares, que en los posteriores. Al registrar la hora en la que se aplicó esta prueba,
se conformaron grupos que incluyeran, al menos, 50 individuos.

Como se observa en la Tabla5/Figura1, los horarios de mayor experimentación del AcE son a las 11, 16 y 18 horas,
que coinciden, aproximadamente, con aquellos previos al almuerzo, la salida del trabajo y la comida en nuestro país. El
horario más “crítico” es el de las 11 de la mañana, quizás debido a que muchas personas no desayunan una cantidad
suficiente, cuestión que activa la sensación de hambre en la medida en que transcurre la mañana (Carter & Jansen,
2012). Sin embargo, estas puntuaciones, a pesar de ser elevadas, aún se encuentran dentro de la norma.

Tabla 5/Figura 1. Percentiles asociados a la puntuación general en los cuestionarios: registros del AcE desde las 9
hasta las 21 horas.
Percentil AcR AcE
10 68 15
Bajo

20 85 20
25 92 24
30 98 27
40 110 35
Medio

50 121 45
60 134 51
70 149 59
75 159 63
Alto

80 168 69
90 193 79

- 17 -
También se observan otros “picos” a las 16, hora en la que está casi al concluir la jornada laboral, y las 18, durante
el proceso de elaboración de los alimentos para la comida. Por el contrario, sobre las 20-21 horas se registraron los
indicadores más bajos de AcE. También fueron más reducidos en los reportes de las 9 y 12-14. Resulta probable que la
reducción observada a las 17 horas se asocie a alguna merienda que se realice a la salida de los centros de estudios o el
trabajo.

Este patrón se muestra consistente con los resultados del ACP expuestos. En estos horarios resulta probable que el
hambre fisiológica active el deseo de comer (F1), y tras hacerlo los individuos se sientan aliviados (F2), cuestión que
refuerza su estado de ánimo (F3).

A modo de conclusión puede señalarse que:

• Ambos cuestionarios mostraron una elevada consistencia interna, tanto para su calificación global como para las
dimensiones que lo componen.

• En el caso del AcR mostró una adecuada estabilidad temporal, manteniendo una estrecha correlación entre sus
puntuaciones incluso después de más de dos meses de la evaluación de línea base.

• Las hipótesis que sustentaban los criterios de validez concurrente fueron confirmados: puntuaciones superiores de
AcR en individuos obesos y horarios “criticos” de AcE antes de las comidas regulares.

• Existió un buen ajuste al constructo, pero la estructura factorial obtenida difirió de la tradicional, mostrando más
semejanza con la de la validación alemana de ambas pruebas.

• La evidencia obtenida sustenta que el instrumento cumple con los criterios mínimos de confiabilidad y validez que
permiten su utilización tanto para la investigación como para el diagnóstico.

- 18 -
Referencias
₋₋ Carter, F. A. & Jansen, A. (2012). Improving psychological treatment for obesity. Which eating behaviours should we
target? Appetite, 58, 1063-1069.

₋₋ Cepeda-Benito, A., Gleaves, D. H., Fernández, M. C., Vila, J., & Reynoso, J. (2000). The development and validation of
Spanish versions of the state and trait food cravings questionnaires. Behaviour Research and Therapy, 38, 1125-1138.

₋₋ Kavanagh, D. J., Andrade, J., & May, J. (2005). Imaginary relish and exquisite torture: The elaborated intrusion theory
of desire. Psychological Review, 112(2), 446-467.

₋₋ Kemps, E., & Tiggemann, M. (2012). Olfactory stimulation curbs food cravings. Addictive Behaviors. doi:10.1016/j.
addbeh.2012.06.001

₋₋ Kemps, E., Tiggemann, M., & Bettany, S. (2012). Non-food odorants reduce chocolate cravings. Appetite, 58, 1087-1190.

₋₋ Massey, A., & Hill, A. J. (2012). Dieting and food craving. A descriptive, quasi-prospective study. Appetite, 58, 781-785.

₋₋ Meule, A., Lutzl, A., Vögele, C., & Kübler, A. (2012). Food cravings discriminate differentially between successful and
unsuccessful dieters and non-dieters. Validation of the Food Cravings Questionnaires in German. Appetite, 58, 88-97.

₋₋ Meule, A., Skirde, A. K., Freund, R., Vögele, C., & Kübler, A. (2012). High-calorie food-cues impair working memory
performance in high and low food cravers. Appetite, 59, 264-269.

₋₋ Meule, A., Westenhöfer, J., & Kübler, A. (2011). Food cravings mediate the relationship between rigid, but not flexible
control of eating behavior and dieting success. Appetite, 57, 582-584.

₋₋ Moreno, S., Rodríguez, S., Fernández, M. C., Tamez, J., & Benito-Cepeda, A. (2008). Clinical Validation of the Trait and
State Versions of the Food Craving Questionnaire. Assessment, 15(3375-378).

₋₋ Nasser, J. A., Bradley, L. E., Leitzsch, J. B., Chohan, O., Fasulo, K., Haller, J., et al. (2011). Psychoactive effects of tasting
chocolate and desire for more chocolate. Physiology & Behavior, 104, 117-121.

₋₋ Porrata-Maury, C. (2009). Consumo y preferencias alimentarias de la población cubana con 15 y más años de edad.
Revista Cubana de Alimentación y Nutrición, 19(1), 87-105.

₋₋ Rodríguez, S., Mata, J. L., & Moreno, S. (2007). Psicofisiología del ansia por la comida y la bulimia nerviosa. Clínica y
Salud, 18(1), 99-118.

₋₋ Tiggemann, M., & Kemps, E. (2005). The phenomenology of food cravings: The role of mental imagery. Appetite, 45,
305-313.

₋₋ Tiggemann, M., Kemps, E., & Parnell, J. (2010). The selective impact of chocolate craving on visuospatial working
memory. Appetite, 55, 44-48.

₋₋ White, M. A., Whisenhunt, B. L., Williamson, D. A., Greenway, F. L., & Netemeyer, R. G. (2002). Development and
validation of the Food-Craving Inventory. Obesity Research, 10(2), 107−114.

- 19 -
Inventarios de Supresión de Pensamientos

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Lenay Rodríguez Alonso, Leiny González Lorenzo, Luisa C. Paz Suárez y
Ariadna Martínez Requeiro

VER INSTRUMENTO

La Supresión de Pensamientos (Su) es una estrategia empleada para evitar pensar en contenidos que son incómodos,
inoportunos o desagradables (Wegner, Schneider, Carter, & White, 1987) y requiere que el individuo se haya propuesto
hacerlo. Como estrategia cognitiva de regulación emocional, ha demostrado ser medianamente desadaptativa (Aldao &
Nolen-Hoeksema, 2010; Aldao, Nolen-Hoeksema, & Schweizer, 2010), ineficaz (Najmi et al., 2010; Wegner et al., 1987;
Wenzlaff & Bates, 2000) y con efectos negativos sobre el sistema inmune (Petrie, Booth, & Pennebaker, 1998).

La relativa ineficacia de la Su es analizada por la Teoría de los Procesos Irónicos (Wegner, 1994), para la cual, una vez
suprimido el PI, éste es objeto de una búsqueda subconsciente (monitoreo) para garantizar que se mantenga suprimido
y una vez hallado, es devuelto a la conciencia (rebote). De esta forma el círculo vicioso de monitoreo-rebote que se pone
en marcha, donde el “antídoto” se convierte en el “veneno” (Wegner, 1997), deja en claro su carácter irónico. Otros
elementos que condicionan el éxito de la Su, están dados por la motivación para hacerlo, el significado que se le atribuya
al PI (Magee, Harden & Teachman, 2012) y su valencia emocional o intensidad (Depue, Banich & Curran, 2005; Wenzlaff,
Wegner, & Klein, 1991).

Se ha sugerido que son los intentos activos de Su los que llevan a pensar, decir o hacer, precisamente aquello que no
se desea (Wegner, 2009). Ello se debe a que el rebote no solamente es cognitivo (Iijima & Tanno, 2012), sino también
conductual (Denzler, Förster, Liberman & Rozenman, 2010; Erskine, Georgiou & Kvavilashvili, 2010).

El rebote conductual de la Su ha sido observado sobre los pensamientos intrusos sobre comidas (PIc), con incrementos
significativos en los alimentos ingeridos en los grupos que utilizan esta estrategia (Adriaanse, van Oosten, de Ridder, de
Wit, & Evers, 2011; Erskine, 2008; Erskine & Georgiou, 2010). Ello se ve agravado cuando existen restricciones crónicas
en la alimentación —RCA— (Soetens & Braet, 2006), pues la Su de PIc (SPIc) parece incrementar el deseo de comer
(Svaldi, Tuschen-Caffier, Lackner, Zimmermann, & Naumann, 2012), siendo más reportada por las mujeres que por los
hombres (Barnes & Tantleff-Dunn, 2010).

La relación Su-IMC-trastornos de la alimentación se muestra en las elevadas puntuaciones registradas por los Ob con
trastorno por atracón, en comparación con sus contrapartes no-clínicas (Barnes, Masheb & Grilo, 2011). También se
ha observado en mujeres que no expresan sus pensamientos, emociones y necesidades (conscientes de esto), que la
señales de hambre fisiológica se tornan confusas, cediendo al comer emocional (Shouse & Nilsson, 2011).

Sin embargo, la SPIc quizás no dependa tanto del IMC como del grado de inhibición al comer (Soetens, Braet & Moens,
2008): individuos desinhibidos con RCA, tienden a utilizarla en mayor medida que los desinhibidos sin RCA o los inhibidos
con RCA. En los sujetos desinhibidos con RCA, el uso de la SPIc genera un mayor número de preocupaciones por la
comida (Meule, Lutzl, Vögele & Kübler, 2012; Soetens, Braet, Dejonckheere & Roets, 2006).

En resumen, una causa relevante en el fracaso de la SPIc radica en los constantes rebotes que permiten a los PIc ganar

- 20 -
elaboración, convirtiéndose en una “exquisita tortura” (Kavanagh, Andrade & May, 2005). Este pobre control inhibitorio,
unido a una impulsividad incrementada, podría fomentar el deseo por los alimentos que precisamente se deberían
evitar (Jasinska et al., en prensa; O’Neill et al., en prensa).

Usualmente la Su es evaluada utilizando el Inventario de Supresión del Oso Blanco (WBSI)1 , instrumento ampliamente
utilizado (Wegner & Zanakos, 1994), el cual ha sido validado tanto en población general como para adultos mayores en
Cuba (Rodríguez-Martín, 2010; Rodríguez-Martín et al., en prensa). Sin embargo, no se cuentan con instrumentos que
permitan analizar cómo los individuos suprimen pensamientos específicos relacionados con la comida u otros referidos
a la imagen corporal.

Se propone evaluar los criterios de confiabilidad y validez que permiten la utilización de los Inventarios de Supresión
de Pensamientos sobre comida o el peso-forma del cuerpo. Ambos inventarios son variantes del WBSI enfocados sobre
estos temas específicos.

Muestra (ver Tabla 1: en Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Instrumentos

• Inventario de Supresión del Oso Blanco (WBSI).

Es un inventario de 15 ítems que mide la tendencia que tienen las personas al uso de la Su (Wegner & Zanakos, 1994).
Se asumió una agrupación bi-factorial (Luciano et al., 2006): PI (ítems: 2-7, 9 y 15) y tendencia a la Su (1, 8, 10-14). Los
ítems fueron respondidos utilizando una escala desde 1=“completamente en desacuerdo” hasta 5=“completamente de
acuerdo”. La sumatoria de los mismos indicó que mientras mayor era la puntuación, mayor fue la tendencia al uso de la
supresión de pensamientos.

• Inventario de Supresión de Pensamientos sobre Comida (SuC).

Constituye una variante del WBSI, especialmente diseñada para medir la SPIc (Barnes, Fisak, & Tantleff-Dunn, 2009;
Barnes & White, 2010), con la misma estructura del WBSI, donde la generalidad de los pensamientos a suprimir es
sustituida por pensamientos sobre comida: Ej. WBSI: “Hay cosas en las que prefiero no pensar”; SuC: “Hay comidas en
las que prefiero no pensar”.

• Inventario de Supresión de Pensamientos de Peso-Forma del Cuerpo (SuPF).

Consiste en otra variante del WBSI, especialmente diseñada para medir la Su sobre el peso y la forma del cuerpo
(Peterson, 2008), con la misma estructura del WBSI, donde la generalidad de los pensamientos a suprimir es sustituida
por pensamientos sobre el peso o la forma del cuerpo: Ej. WBSI: “Hay cosas en las que prefiero no pensar”; SuPF:
“Existen aspectos sobre el peso o la forma de mi cuerpo en las que prefiero no pensar”.

Procedimientos (ver Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Estructura factorial y consistencia interna

El SuC respondió a una estructura de un solo factor, por lo que sus ítems evalúan solamente la SPIc, como se muestra
en la Tabla 1. Estos resultados son consistentes con los reportados en las validaciones de la prueba tanto para hombres
como para mujeres (Barnes et al., 2009; Barnes & White, 2010).

1 Se utilizan sus siglas en inglés, pues son las que identifican universalmente el instrumento: White Bear Supression
Inventory.

- 21 -
Tabla 1. Agrupación factorial de los Inventarios de Supresión de Pensamientos
A-Comidas (α=.95)
1. Hay comidas en las que prefiero no pensar. .647
2. Algunas veces me pregunto por qué tengo determinados pensamientos sobre las comidas. .710
3. Tengo pensamientos sobre la comida que no puedo eliminar. .760
4. Hay imágenes sobre la comida que vienen a mi cabeza que no puedo parar. .760
5. Mis pensamientos vuelven normalmente alrededor de una sola idea: la comida. .660
6. Desearía dejar de pensar en ciertas comidas. .806
7. Algunas veces mi mente va tan rápido acerca de algunas comidas que desearía detenerla. .796
8. Siempre intento alejar los problemas sobre la alimentación de mi mente. .785
9. Hay pensamientos sobre la comida que constantemente vienen a mi cabeza. .632
10. Gasto tiempo intentando que los pensamientos sobre la comida no se introduzcan en mi mente. .809
11. Hay pensamientos sobre la comida sobre los que intento no pensar. .784
12. Algunas veces desearía realmente poder dejar de pensar acerca de la comida. .827
13. A menudo hago cosas para distraerme de mis pensamientos sobre la comida. .804
14. Tengo pensamientos sobre la comida que intento evitar. .840
15. Tengo muchos pensamientos sobre la comida que no se los cuento a nadie. .744
Valor Propio 8,67
%Varianza Extracción 57,8

B-Peso y Forma del cuerpo (α=.96)


1. Existen aspectos de mi peso o la forma de mi cuerpo en las que prefiero no pensar. .727
2. […] sobre mi peso o la forma de mi cuerpo. .747
3. Tengo pensamientos sobre mi peso o la forma de mi cuerpo que no puedo eliminar. .694
4. Hay imágenes en mi mente, sobre mi peso o la forma de mi cuerpo que no puedo parar. .814
5. […] vuelven normalmente alrededor de una sola idea: mi peso o la forma de mi cuerpo. .743
6. Desearía dejar de pensar en mi peso o la forma de mi cuerpo. .680
7. […] acerca del peso o la forma de mi cuerpo, que desearía detenerla. .844
8. Siempre intento alejar los problemas sobre el peso o la forma de mi cuerpo de mi mente. .848
9. […] sobre el peso y la forma de mi cuerpo que constantemente vienen a mi cabeza. .852
10. […] sobre el peso y la forma de mi cuerpo para que no se introduzcan en mi mente. .845
11. […] sobre el peso o la forma de mi cuerpo sobre los que intento no pensar. .834
12 […] desearía realmente poder dejar de pensar acerca del peso o la forma de mi cuerpo. .853
13. […] hago cosas para distraerme de mis pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo. .848
14. Tengo pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo que intento evitar. .861
15. […] sobre el peso o la forma de mi cuerpo que no se los cuento a nadie. .737
Valor Propio 9.54
%Varianza Extracción 63.6

Instrucciones: La mayoría de las personas tiene alguna vez, pensamientos, ideas o imágenes inoportunas, que
pueden ser difíciles de controlar. A continuación se le pregunta por ese tipo de experiencias. Por favor, responda
a las siguientes preguntas teniendo en cuenta su grado de acuerdo con ellas, teniendo en cuenta la escala
siguiente: 1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5=
Completamente de acuerdo.

La misma se convierte en un importante indicador de una angustiosa lucha para liberarse de los pensamientos PIc,
que libran los individuos para abstenerse de un alimento en específico o mantener sus RCA sobre un grupo de comidas.
Mostró además una excelente consistencia interna.

En relación con la SuPF, no se han encontrado estudios que profundicen en la validación de este instrumento más allá
del informe de la consistencia interna de sus ítems para una muestra de estudiantes universitarios (Peterson, 2008),
muy similar a la encontrada en el presente estudio (Tabla 1). La agrupación se mostró nuevamente consistente con la
detección de un solo factor, el cual corroboró el ajuste de cada ítem al constructo que pretende medir.

- 22 -
Esta prueba puede mostrar las dificultades que enfrentan las personas para convivir con los ideales estéticos inalcanzables
(Guzmán & Lugli, 2009) que venden los medios de comunicación. También puede constituir un importante indicador
para prevenir la aparición de los trastornos de la alimentación en población no clínica, o su temprana detección.

Estabilidad temporal

Las correlaciones test-retest, como indicadoras de la estabilidad temporal, fueron altamente significativas para las
puntuaciones obtenidas tanto para SuC (r=.458, p<.001), como para SuPF (r=.424, p<.001). Ambas pruebas indican que
el uso de esta estrategia puede constituir un rasgo estable dentro de la personalidad.

Indicadores de validez concurrente

Los indicadores de validez concurrente fueron establecidos con los valores del WBSI para ambos inventarios. Como se
muestra en la Tabla 2, ambas pruebas mostraron elevadas correlaciones entre sí y con los resultados globales del WBSI.
Dentro de los factores de agrupación del WBSI, la correlación mostró mayor fuerza con ítems de agrupación de los PI
que los dedicados a la Su propiamente, aunque también fue significativo.

Tabla 2. Indicadores de validez concurrente


WBSI PI SU FTS
PI ,899**
Su ,868** ,703**
SuC ,532** ,505** ,444**
SuPF ,524** ,500** ,441** ,785**
**. P<.001

Puntos de corte
Con el objetivo de contribuir a la mayor utilización del instrumento tanto en la investigación como en la asistencia
se establecieron los cuartiles para cada inventario. Ello permite a los investigadores, tener una idea general de si las
puntuaciones se encuentran en un nivel bajo, medio o elevado.

Tabla 3. Descriptivos generales y puntos de corte


SuC SuPF
Media±DE 39.63±17.88 40.80±19.37
Rango 15-75 15-75
10 16 15
Bajo

20 21 21
25 24 23
30 27 26
Percentiles

40 32 32
Medio

50 37 39
60 44 46
70 50 53
75 53 57
Alto

80 57 61
90 67 70

A modo de integración, puede afirmarse que ambos inventarios:

• Responden a una estructura de un solo factor, con un excelente ajuste al constructo que miden.

• Poseen excelente consistencia interna y adecuada estabilidad temporal.

• Mostraron relación con la supresión general de pensamientos.

• Reúnen los requisitos indispensables de confiabilidad y validez para ser utilizados en población general.

- 23 -
Referencias
₋₋ Adriaanse, M. A., van Oosten, J. M. F., de Ridder, D. T. D., de Wit, J. B. F., & Evers, C. (2011). Planning What Not to Eat:
Ironic Effects of Implementation Intentions Negating Unhealthy Habits. Personality and Social Psychology Bulletin, 37(1),
69-81.

₋₋ Aldao, A., & Nolen-Hoeksema, S. (2010). Specificity of cognitive emotion regulation strategies: A transdiagnostic
examination. Behaviour Research and Therapy, 48(10), 974-983.

₋₋ Aldao, A., Nolen-Hoeksema, S., & Schweizer, S. (2010). Emotion-regulation strategies across psychopathology: A meta-
analytic review. Clinical Psychology Review, 30(2), 217-237.

₋₋ Barnes, R., Fisak, B. J. R., & Tantleff-Dunn, S. (2009). Validation of the Food Thought Suppression Inventory. Journal of
Health Psychology, 15(3), 373-381.

₋₋ Barnes, R., Masheb, R. M., & Grilo, C. M. (2011). Food thought suppression: A matched comparison of obese individuals
with and without binge eating disorder. Eating Behaviors, 12, 272-276.

₋₋ Barnes, R., & Tantleff-Dunn, S. (2010). Food for thought: Examining the relationship between food thought suppression
and weight-related outcomes. Eating Behaviors, 11, 175-179.

₋₋ Barnes, R., & White, M. A. (2010). Psychometric properties of the Food Thought Suppression Inventory in men. Journal
of Health Psychology, 15(7), 1113–1120.

₋₋ Denzler, M., Förster, J., Liberman, N., & Rozenman, M. (2010). Aggressive, Funny, and Thirsty: A Motivational Inference
Model (MIMO). Approach to Behavioral Rebound. Pers Soc Psychol Bull, 36(10), 1385-1396.

₋₋ Depue, B. E., Banich, M. T., & Curran, T. (2005). Suppression of Emotional and Nonemotional Content in Memory:
Effects of Repetition on Cognitive Control. Psychological Science, 17(5), 441-447.

₋₋ Erskine, J. A. K. (2008). Resistance can be futile: investigating behavioral rebound. Appetite, 50, 415-421.

₋₋ Erskine, J. A. K., & Georgiou, G. J. (2010). Effects of thought suppression on eating behaviour in restrained and non-
restrained eaters. Appetite, 54, 499-503.

₋₋ Erskine, J. A. K., Georgiou, G. J., & Kvavilashvili, L. (2010). I suppress, therefore I smoke: effects of thought suppression
on smoking behavior. Psychological Science, 21(9), 1225-1230.

₋₋ Guzmán, R., & Lugli, Z. (2009). Obesidad y satisfacción con la vida: un análisis de trayectoria. Suma Psicológica, 16(2),
37-50.

₋₋ Iijima, Y., & Tanno, Y. (2012). The rebound effect in the unsuccessful suppression of worrisome thoughts. Personality
and Individual Differences. Retrieved from http://dx.doi.org/10.1016/j.paid.2012.03.023

₋₋ Jasinska, A. J., Yasuda, M., Burant, C., Gregor, N., Khatri, S., Sweet, M., et al. (en prensa). Impulsivity and inhibitory control
deficits are associated with unhealthy eating in young adults. Appetite. Retrieved from http://dx.doi.org/10.1016/j.
appet.2012.08.001

₋₋ Kavanagh, D. J., Andrade, J., & May, J. (2005). Imaginary relish and exquisite torture: The elaborated intrusion theory
of desire. Psychological Review, 112(2), 446-467.

₋₋ Luciano, J. V., Belloch, A., Algarabel, S., Tomás, J. M., Morillo, C., & Lucero, M. (2006). Confirmatory Factor Analysis
of theWhite Bear Suppression Inventory and the Thought Control Questionnaire. European Journal of Psychological
Assessment, 22(4), 250-258.

- 24 -
₋₋ Magee, J. C., Harden, K. P., & Teachman, B. A. (2012). Psychopathology and thought suppression: A quantitative review.
Clinical Psychology Review, 32(3), 189-201.

₋₋ Meule, A., Lutzl, A., Vögele, C., & Kübler, A. (2012). Food cravings discriminate differentially between successful and
unsuccessful dieters and non-dieters. Validation of the Food Cravings Questionnaires in German. Appetite, 58, 88-97.

₋₋ Najmi, S., Reese, H., Wilhelm, S., Fama, J., Beck, C., & Wegner, D. M. (2010). Learning the Futility of the Thought
Suppression Enterprise in Normal Experience and in Obsessive Compulsive Disorder. Behavioural and Cognitive
Psychotherapy, 38, 1-14.

₋₋ O’Neill, B. V., Bullmore, E. T., Miller, S., McHugh, S., Simons, S., Dodds, C. M., et al. (en prensa). The relationship
between fat mass, eating behaviour and obesity-related 4 psychological traits in overweight and obese individuals.
Appetite. Retrieved from http://dx.doi.org/10.1016/j.appet.2012.07.017

₋₋ Peterson, R. D. (2008). Food for Thought: The Relationship between Thought Suppression and Weight Control
Unpublished Doctoral, University of Central Florida, Orlando.

₋₋ Petrie, K. J., Booth, R. J., & Pennebaker, J. W. (1998). The immunological effects of thought suppression. Journal of
Personality and Social Psychology, 75(5), 1264-1272.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C. (2010). Estructura factorial y confiabilidad del White Bear Suppression Inventory en una muestra
de adultos mayores de las provincias centrales de Cuba. Revista Cubana de Psicología, 23(1), 40-45.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C., Molerio-Pérez, O., Martínez-Rodríguez, L., González-Paneca, C., Brito-Salas, T., & Navarro-
Otero, S. (en prensa). Estructura factorial, confiabilidad y validez del Inventario de Supresión del Oso Blanco en una
muestra de población general en Cuba. Revista Cubana de Psicología.

₋₋ Shouse, S. H., & Nilsson, J. (2011). Self-silencing, emotional awarness and eating behaviour in college woman. Psychology
of Women Quarterly, 35(3), 451-457.

₋₋ Soetens, B., & Braet, C. (2006). ‘The weight of a thought’: Food-related thought suppression in obese and normal-
weight youngsters. Appetite, 46, 309-317.

₋₋ Soetens, B., Braet, C., Dejonckheere, P., & Roets, A. (2006). ‘When Suppression Backfires’ : The Ironic Effects of
Suppressing Eating-related Thoughts. Journal of Health Psychology, 11(5), 655-668.

₋₋ Soetens, B., Braet, C., & Moens, E. (2008). Thought Suppression in Obese and Non-Obese Restrained Eaters: Piece of
Cake or Forbidden Fruit? European Eating Disorders Review, 16, 67-76.

₋₋ Svaldi, J., Tuschen-Caffier, B., Lackner, H. K., Zimmermann, S., & Naumann, E. (2012). The effects of emotion regulation
on the desire to overeat in restrained eaters. Appetite, 59, 256-263.

₋₋ Wegner, D. M. (1994). Ironic processes of mental control. Psychological Review, 101, 34-52.

₋₋ Wegner, D. M. (1997). When the antidote is the poison. Ironic Mental Control Processes. Psychological Science, 8(3),
148-150.

₋₋ Wegner, D. M. (2009). How to think, say or do precisely the worst thing for any occasion. Science, 325(48), 48-50.

₋₋ Wegner, D. M., Schneider, D. J., Carter, S. R., & White, T. L. (1987). Paradoxical Effects of Thought Suppression. Journal
of Personality and Social Psychology, 53(1), 5-13.

₋₋ Wegner, D. M., & Zanakos, S. (1994). Chronic thought suppression. Journal of Personality and Social Psychology, 6(4),
615-640.

- 25 -
₋₋ Wenzlaff, R. M., & Bates, D. E. (2000). The Relative Efficacy of Concentration and Suppression Strategies of Mental
Control. Pers. Soc. Psychol Bull., 26(10), 1200-1212.

₋₋ Wenzlaff, R. M., Wegner, D. M., & Klein, S. B. (1991). The Role of Thought Suppression in the Bonding of Thought and
Mood. Journal of Personality and Social Psychology, 60(4), 500-508.

- 26 -
Cuestionario Reducido de Control de Pensamientos
Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Rafael A. González Cancio, Abel J. Quintana Borges, Héctor A. López Pujol,

Liset Rodríguez Fleites y Daylen Pérez Véliz

VER INSTRUMENTO

El estudio pionero de la Supresión de Pensamientos (Su) (Wegner, Schneider, Carter, & White, 1987) resultó un paso
decisivo para incrementar la comprensión de numerosos problemas cotidianos y alteraciones psicopatológicas (Magee,
Harden, & Teachman, 2012). Una de sus derivaciones fue la creación del Inventario de Supresión del Oso Blanco (Wegner
& Zanakos, 1994), que se ha convertido en un instrumento con grandes potencialidades, recientemente validado en
nuestro país (Rodríguez-Martín, 2010; Rodríguez-Martín et al., en prensa).

Sin embargo, los investigadores han debido profundizar no solo en el uso de la Su, sino acerca de cuáles son las
estrategias utilizadas por los individuos para llevarla a cabo. Con este objetivo fue desarrollado un cuestionario de 30
ítems para medir las principales estrategias utilizadas por los individuos para librarse de los pensamientos incómodos,
molestos o perturbadores (Wells & Davies, 1994): el Cuestionario de Control de Pensamientos.

A través del análisis factorial, se obtuvo una estructura de cinco factores (Ídem). De ello se derivó que el control de
pensamientos giraba en torno a cinco estrategias básicas:

• Distracción: desviar la atención hacia otros pensamientos o conductas.

• Reevaluación: buscarle nuevos significados al pensamiento.

• Control social: consultar a otras personas sobre el manejo de éstos.

• Preocupación: anticipación de posibles consecuencias negativas).

• Auto-castigo (molestia consigo mismo por tener el pensamiento).

Se plantea que las tres primeras son funcionales y las dos últimas disfuncionales (Moore & Abramowitz, 2007). Sin
embargo, el carácter funcional de la distracción ha sido puesto en duda, dada una observada tendencia a la agrupación
factorial con la preocupación y el autocastigo (Luciano, 2007).

Aunque estas estrategias han sido confirmadas recientemente, muchos de los ítems originales parecen no ajustarse al
factor que pretenden medir (Luciano et al., 2006). Además, se ha señalado que el cuestionario no incluye en su redacción
otras estrategias que también deberían ser consideradas, como no hacer nada, confrontar el PI, no identificarlo como la
fuente de malestar o ceder al impulso que éste genera (Fehm & Hoyer, 2004).

Esta situación generó que se elaborara una versión reducida de la prueba, finalmente conformada por 16 ítems, que
agrupó los mismos factores iniciales (Luciano et al., 2006). El presente estudio se propone como objetivo evaluar los
criterios de confiabilidad y validez que avalan la utilización del Cuestionario Reducido de Control de Pensamientos en
nuestro país.

- 27 -
Muestra (ver Tabla 1: en Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Instrumentos

• Cuestionario de Control de Pensamientos Reducido (CPr).

El cuestionario original fue propuesto para evaluar las diferentes estrategias que los individuos utilizan para lograr
la supresión de pensamientos (Wells & Davies, 1994). La variante utilizada es una versión reducida de 16 ítems, que
respetó la estructura penta-factorial de la prueba original (Luciano et al., 2006).

Las puntuaciones a cada ítem abarcaron una escala de 1= “nunca” hasta 4= “siempre”. Los factores que la prueba
evalúa se dividen en: distracción (ítems: 1, 7,10, 12); control social (8, 9, 15, 16); preocupación (3, 13); reevaluación (6,
11, 14) y castigo (2, 4, 5). Se interpretó que el incremento de las puntuaciones directas en cada factor representaba una
mayor utilización de la estrategia que éste mide.

• Inventario de Supresión del Oso Blanco (WBSI).

Es un inventario de 15 ítems que mide la tendencia que tienen las personas al uso de la Su (Wegner & Zanakos, 1994).
Se asumió una agrupación bi-factorial (Luciano et al., 2006): PI (ítems: 2-7, 9 y 15) y tendencia a la Su ( 1, 8, 10-14). Los
ítems fueron respondidos utilizando una escala desde 1=“completamente en desacuerdo” hasta 5=“completamente de
acuerdo”. La sumatoria de los mismos indicó que mientras mayor era la puntuación, mayor fue la tendencia al uso de la
supresión de pensamientos.

Procedimientos (ver Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Agrupación factorial

A diferencia de la agrupación clásica de cinco factores (Luciano et al., 2006), en el presente estudio se obtuvieron
solamente cuatro, dado que el primero agrupó los ítems de distracción y preocupación. Estos fueron capaces de explicar
el 52 % de la varianza total de las puntuaciones de la prueba. El segundo factor agrupó las respuestas de auto-castigo, el
tercero las de control social y el cuarto las de reevaluación.

Aunque se ha sugerido que la distracción puede ser una estrategia adaptativa (Moore & Abramowitz, 2007), su estrecha
relación con la preocupación parece cuestionar dicho supuesto, al menos para la muestra estudiada. Una explicación
radica en los tipos de distracción (Luciano, 2007), donde la general tiende a ser contraproducente y la específica más
adaptativa.

Tabla 1. Agrupación factorial del Cuestionario Reducido de Control de Pensamientos


F1 F2 F3 F4
Cuando experimento un pensamiento desagradable o que no deseo: (α=.70) (α=.76) (α=.27) (α=.59)
1. Traigo a mi mente imágenes positivas que lo sustituyan. .697 -.023 .054 -.010
7. Pienso en su lugar en cosas agradables. .773 -.094 .035 .082
10. Hago algo que me guste. .546 -.040 .074 .243
12. Pienso en otra cosa. .694 .033 -.044 .146
13. Me da por pensar en otros problemas menos importantes que tengo. .453 .267 .024 .291
3. Me centro en otras preocupaciones. .455 .290 -.041 .248
2. Me castigo a mí mismo por pensar eso. -.010 .718 .201 .022
4. Me enfado conmigo mismo por tener ese pensamiento. .019 .819 .081 .102
5. Me riño a mí mismo por tener ese pensamiento. .006 .836 .052 .076
8. Averiguo qué hacen mis amigos para lidiar con ese tipo de pensamientos. .165 .228 .551 -.103
9. Me guardo el pensamiento para mí mismo. .177 .235 -.629 .047
15. Le pregunto a mis amigos si ellos tienen pensamientos similares. .061 .201 .761 .145
16. Le cuento a un amigo el pensamiento. .049 .174 .716 .219
6. Analizo racionalmente el pensamiento. .152 .023 -.031 .733

- 28 -
11. Trato de buscar un significado al pensamiento. .129 .073 .137 .692
14. Intento pensar sobre ello de otra forma. .205 .094 .060 .673
Valor Propio 3.49 2.22 1.51 1.11
%Varianza Extracción 21.83 13.88 9.48 6.95

Instrucciones: Estamos interesados en las técnicas que utilizas generalmente para controlar este tipo de pensamientos
indeseados y molestos. Por favor lee detenidamente cada una de las afirmaciones, e indica lo a menudo que utilizas
cada técnica, atendiendo a la siguiente escala: 1= Nunca; 2= A veces; 3= Con frecuencia y 4= Siempre.

De manera especulativa, podría sugerirse que al responder el ítem “pienso en su lugar en cosas agradables”, el patrón
de distracción general activaría intentos por evocar dichas “cosas”. Sin embargo, en el patrón específico esas “cosas”
ya están predefinidas (Ej. cosa= verano pasado en la playa). Al parecer los sujetos evaluados muestran un patrón más
general de distracción.

Consistencia interna

De forma general, puede afirmarse que la prueba mostró una consistencia interna satisfactoria (α=.70), al igual que
los factores de distracción-preocupación y auto-castigo (Tabla 1). Dado el escaso número de ítems que agrupa el factor
revaloración, el valor obtenido se considera aceptable (Tabla 1). Por último, debe analizarse por qué el valor de alfa
observado para el control social resultó tan bajo (α=.29), aunque el escaso número de ítems que lo integraron parece,
nuevamente, ser la explicación más adecuada.

Un análisis de la correlación entre los distintos factores (Tabla 2) reveló que con la excepción de la distracción y el auto-
castigo todas las demás estrategias se relacionaron de forma significativa.

Tabla 2. Correlación entre los factores originales


Distracción Control Social Preocupación Reevaluación
Control Social ,170**
Preocupación ,424** ,243**
Reevaluación ,370** ,229** ,380**
Castigo ,033 ,349** ,263** ,188**
**. P<.001

Estabilidad Temporal

Tabla 3. Estabilidad temporal


Re-test
Distracción .504**
Línea base

Control Social .354**


Preocupación .341**
Auto-castigo .406**
Reevaluación .289**
**. P<.001

Los valores de la correlación que se obtuvieron de las correlaciones mostraron que los resultados tienden a mantenerse
a través del tiempo, lo cual identifica un patrón de uso estable de las distintas estrategias. Los resultados se muestran
en la Tabla 2.

Supresión de pensamientos como indicador de validez concurrente

Una medida básica que puede establecerse, dado que se ha concebido como estrategia de supresión (Luciano, 2007;
Luciano et al., 2006) guarda relación con las puntuaciones generales de WBSI. Las mismas deben correlacionarse de
forma significativa con cada estrategia. Los resultados que se observan en la Tabla 3 revelan dichas asociaciones.

- 29 -
Tabla 4. Indicador primario de validez concurrente
Distracción Control Social Preocupación Reevaluación Castigo
WBSI ,119** ,140** ,238** ,186** ,258**
**. P<.001

Todas las estrategias mostraron asociaciones significativas y positivas, donde destacaron como las más fuertes, la
preocupación y el castigo, reconocidas como las más disfuncionales (Moore & Abramowitz, 2007). Ello se muestra
consistente con el hecho de que la Su también tiene un carácter desadaptativo (Aldao & Nolen-Hoeksema, 2010), que
puede llegar a ser nocivo, incluso para el sistema inmune (Petrie, Booth & Pennebaker, 1998).

También se destaca la asociación directa establecida con el control social. En el estudio llevado a cabo por Wells y Davies
(1994), la relación fue muy débil y con signo negativo. En la muestra estudiada ello pudo deberse a que las opiniones de
los demás pueden brindar alivio momentáneo, al malestar generado por los pensamientos intrusos.

Puntos de corte

Con el objetivo de contribuir a la mayor utilización del instrumento tanto en la investigación como en la asistencia se
establecieron los cuartiles para cada uno de los factores propuestos en la versión original (Luciano et al., 2006). Ello
permite a los investigadores tener una idea general de si las puntuaciones se encuentran en un nivel bajo, medio o
elevado.

Tabla 5. Descriptivos generales y puntos de corte


Distracción Control Social Preocupación Reevaluación Castigo
Media±DE 11,29±2,83 8,37±2,55 4,67±1,60 7,84±2,29 5,34±2,47
Rango 4-16 4-16 2-6 3-12 3-12
Puntuaciones Bajas ≤ 9 7 4 6 3
Puntuaciones Altas ≥ 14 10 6 9 7

A modo de integración, puede afirmarse que el instrumento posee:

• Adecuada consistencia interna, con excepción del factor de control social.

• La estabilidad temporal muestra buenos índices de correlación.

• Relación con la supresión de pensamientos, como indicador primario de validez. concurrente.

• Un excelente ajuste al constructo con una agrupación en cuatro factores: distracción-preocupación; auto-castigo;
control social, y reevaluación.

- 30 -
Referencias
₋₋ Aldao, A., & Nolen-Hoeksema, S. (2010). Specificity of cognitive emotion regulation strategies: A transdiagnostic
examination. Behaviour Research and Therapy, 48(10), 974-983.

₋₋ Fehm, L., & Hoyer, J. (2004). Measuring Thought Control Strategies: The Thought Control Questionnaire and a Look
Beyond. Cognitive Therapy and Research, 28(1), 105-117.

₋₋ Luciano, J. V. (2007). Control de pensamientos y recuerdos intrusos: el rol de las diferencias individuales y los
procedimientos de supresión. Valencia: Universidad de Valencia: Servicio de Publicaciones.

₋₋ Luciano, J. V., Belloch, A., Algarabel, S., Tomás, J. M., Morillo, C., & Lucero, M. (2006). Confirmatory Factor Analysis
of theWhite Bear Suppression Inventory and the Thought Control Questionnaire. European Journal of Psychological
Assessment, 22(4), 250-258.

₋₋ Magee, J. C., Harden, K. P. & Teachman, B. A. (2012). Psychopathology and thought suppression: A quantitative review.
Clinical Psychology Review, 32(3), 189-201.

₋₋ Moore, E. L. & Abramowitz, J. S. (2007). The cognitive mediation of thought-control strategies. Behaviour Research and
Therapy, 45, 1949-1955.

₋₋ Petrie, K. J., Booth, R. J., & Pennebaker, J. W. (1998). The immunological effects of thought suppression. Journal of
Personality and Social Psychology, 75(5), 1264-1272.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C. (2010). Estructura factorial y confiabilidad del White Bear Suppression Inventory en una muestra
de adultos mayores de las provincias centrales de Cuba. Revista Cubana de Psicología, 23(1), 40-45.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C., Molerio-Pérez, O., Martínez-Rodríguez, L., González-Paneca, C., Brito-Salas, T., & Navarro-
Otero, S. (en prensa). Estructura factorial, confiabilidad y validez del Inventario de Supresión del Oso Blanco en una
muestra de población general en Cuba. Revista Cubana de Psicología.

₋₋ Wegner, D. M., Schneider, D. J., Carter, S. R., & White, T. L. (1987). Paradoxical Effects of Thought Suppression. Journal
of Personality and Social Psychology, 53(1), 5-13.

₋₋ Wegner, D. M., & Zanakos, S. (1994). Chronic thought suppression. Journal of Personality and Social Psychology, 6(4),
615-640.

₋₋ Wells, A., & Davies, M. (1994). The thought control questionnaire: A measure of individual differences in the control of
unwanted thought. Behaviour Research and Therapy, 32, 871-878.

- 31 -
Cuestionario Habilidad para el Control de Pensamientos
(versión abreviada)
Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Esther Ranero Carrazana, Dayana Carrasco Gómez, Adriana Ubalde Hernández,
Adriana Sánchez Pérez y Daylén Pérez Véliz

VER INSTRUMENTO

Si bien se ha sugerido que las maniobras ejecutadas durante la supresión de pensamientos (Wegner, 1997) son comunes
a una amplia gama de trastornos psicopatológicos (Rassin, Merckelbach & Muris, 2000), los resultados de un reciente
meta-análisis solo mostraron diferencias en relación con el rebote de los PI asociados a la Su, al comparar distintas
alteraciones psicopatológicas entre sí, pero no cuando los resultados globales de las muestras clínicas fueron comparados
con sus contrapartes no-clínicas (Magee, Harden & Teachman, 2012). Ello parece sugerir que existen mediadores que
pueden inhibir o retardar el rebote asociado a la Su.

Existen numerosas estrategias para mantener un pensamiento alejado de la conciencia (Fehm & Hoyer, 2004; Wells
& Davies, 1994). Se ha observado que la utilización del castigo puede ser un buen predictor para identificar sujetos con
rasgos obsesivo-compulsivos (Moore & Abramowitz, 2007) y que una elevada ansiedad rasgo (Iijima & Tanno, 2012)
o baja sugestionabilidad (Luciano, 2007; Schweiger-Gallo, Pfau, & Gollwitzer, 2012), pueden indicar el fracaso de la
Su. Otra arista al problema ha sido añadida al analizar la intencionalidad, atribuida a los pensamientos que deben ser
suprimidos (Wegner & Erskine, 2003).

De hecho, el Inventario de Supresión del Oso Blanco (WBSI) que es la medida de Su más empleada en este tipo de
estudios, solo evalúa la disposición que muestran los individuos para ejecutarla, pero no esclarece la habilidad con
la que lo logran (Wegner & Zanakos, 1994). Cuestión que también se ha observado con el Cuestionario de Control de
Pensamientos (Wells & Davies, 1994) o su variante reducida (Luciano et al., 2006).

Con el objetivo específico de medir la habilidad para la Su fue desarrollado el Cuestionario de Habilidad para el Control
de Pensamientos (Luciano, Algarabel, Tomás & Martínez, 2005). El mismo posibilita profundizar en la comprensión acerca
del porqué algunos individuos experimentan más efectos paradójicos al utilizar la Su que otros (Rassin et al., 2000).

En su versión validada está compuesto por 25 ítems (Luciano et al., 2005). Sin embargo, al realizar un Análisis Factorial
Exploratorio, los autores encontraron que se podía dividir en cinco factores. Con independencia del ajuste posterior
realizado por los autores citados, mediante el cual quedó conformado el instrumento para la medida de un solo factor,
pensamos que la prueba se torna demasiado extensa para medir un solo constructo.

Como se ha visto, profundizar en el estudio de la Su, requiere de la aplicación de un grupo de instrumentos de


evaluación. Ello debe hacerse con los ítems necesarios y evitando que en los distintos cuestionarios las preguntas se
repitan. Por ello, se decidió conformar una versión reducida con los siete ítems que mejor ajuste al constructo mostraron,
y eliminando los de puntuación inversa que pudieran guardar relación con los que se formulan en el WBSI.

Con la realización del presente trabajo, se pretende establecer los criterios iniciales de ajuste al constructo, consistencia
interna y estabilidad temporal de una versión abreviada del Cuestionario de Habilidad para el Control de Pensamientos
(SuH). Ello permitirá utilizar la prueba en la investigación, obteniendo un resultado fiable y con gran economía de ítems.

- 32 -
Muestra (ver Tabla 1: en Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Instrumento

El SuH evalúa la habilidad que tienen las personas para controlar sus pensamientos o suprimirlos de forma exitosa
(Luciano et al., 2005). Las puntuaciones a cada ítem abarcaron una escala de 1= “completamente en desacuerdo”
hasta 5= “completamente de acuerdo”. De la sumatoria de las puntuaciones se interpretó que una mayor puntuación,
representaba mayor habilidad o éxito en el uso de la supresión de pensamientos.

Procedimientos (ver Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Estructura factorial

Tabla 1. Agrupación factorial de la versión reducida del Cuestionario de Habilidad para la Supresión de
Pensamientos
SuH
(α=.83)
1. Consigo tener buen control de mis pensamientos incluso bajo estados de tensión. .716
2. Es sencillo para mí librarme de pensamientos molestos. .736
3. Hay pocas cosas en la vida que consigan quitarme el sueño. .612
4. Me considero una persona hábil controlando mis emociones positivas y negativas. .736
5. No suelo verme agobiado por pensamientos desagradables. .684
6. Cuando tengo ideas o imágenes inoportunas, las elimino sin apenas esfuerzo. .756
7. Tengo mucho aguante y no pierdo los nervios con facilidad. .654
Valor Propio 3,44
% Varianza Extracción 49,12

Instrucciones: A menudo aparecen en nuestra mente pensamientos imágenes o impulsos que nos
resultan inoportunos, inaceptables o molestos y/o molestos. A continuación aparecerán una serie de
afirmaciones referidas a su experiencia cotidiana con este tipo de pensamientos. Por favor, responda
por su grado de acuerdo con ellas, teniendo en cuenta la siguiente escala: 1= Completamente en
desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente
de acuerdo.

Como se esperaba, todos los ítems se agruparon en torno a un solo factor (Tabla 1). Ello constituye un excelente
indicador de que la presente versión del instrumento se ajusta al constucto que pretende medir: la habilidad para
suprimir pensamientos.

Consistencia interna: fue altamente satisfactoria (Tabla 1).

Estabilidad temporal

Los valores de las correlaciones entre las mediciones de línea base y las del retest mostraron una fuerte y significativa
asociación entre ambas (r=554, p<.001). Ello muestra cómo esta habilidad es una disposición que tiende a mantenerse
estable a través del tiempo.

Puntos de corte

Con el objetivo de contribuir a la mayor utilización del instrumento tanto en la investigación como en la asistencia se
establecieron los cuarteles para interpretar el nivel general de las puntuaciones. Los resultados de la Tabla 2 muestran
que puntuaciones por debajo de 18 puntos constituyen un indicador de escasa habilidad, mientras que los que igualan
o superan los 28 puntos denotan mayores potencialidades para suprimir exitosamente los PI.

- 33 -
Tabla 2. Descriptivos generales y puntos de corte
SuH
Media±DE 11,29±2,83
Rango 7-35
Puntuaciones Bajas ≤ 18
Puntuaciones Altas ≥ 28

A modo de integración, puede afirmarse que el instrumento posee:

• Un excelente ajuste al constructo agrupados en torno a un solo factor.

• Adecuada consistencia interna.

• Gran estabilidad temporal.

Referecias

- 34 -
Referencias
₋₋ Fehm, L., & Hoyer, J. (2004). Measuring Thought Control Strategies: The Thought Control Questionnaire and a Look
Beyond. Cognitive Therapy and Research, 28(1), 105-117.

₋₋ Iijima, Y., & Tanno, Y. (2012). The rebound effect in the unsuccessful suppression of worrisome thoughts. Personality
and Individual Differences. Retrieved from http://dx.doi.org/10.1016/j.paid.2012.03.023

₋₋ Luciano, J. V. (2007). Control de pensamientos y recuerdos intrusos: el rol de las diferencias individuales y los
procedimientos de supresión. Valencia: Universidad de Valencia: Servicio de Publicaciones.

₋₋ Luciano, J. V., Algarabel, S., Tomás, J. M., & Martínez, J. L. (2005). Development and Validation of the Thought Control
Ability Questionnaire. Personality and Individual Differences 38, 997-1008.

₋₋ Luciano, J. V., Belloch, A., Algarabel, S., Tomás, J. M., Morillo, C., & Lucero, M. (2006). Confirmatory Factor Analysis
of the White Bear Suppression Inventory and the Thought Control Questionnaire. European Journal of Psychological
Assessment, 22(4), 250-258.

₋₋ Magee, J. C., Harden, K. P., & Teachman, B. A. (2012). Psychopathology and thought suppression: A quantitative review.
Clinical Psychology Review, 32(3), 189-201.

₋₋ Moore, E. L., & Abramowitz, J. S. (2007). The cognitive mediation of thought-control strategies. Behaviour Research
and Therapy, 45, 1949-1955.

₋₋ Rassin, E., Merckelbach, H., & Muris, P. (2000). Paradoxical and less paradoxical effects of thoughts suppression: a
critical review. Clinical Psychology Review, 20(8), 973-995.

₋₋ Schweiger-Gallo, I., Pfau, F., & Gollwitzer, P. M. (2012). Furnishing hypnotic instructions with implementation intentions
enhances hypnotic responsiveness. Consciousness and Cognition, 21(2), 1023-1030.

₋₋ Wegner, D. M. (1997). When the antidote is the poison. Ironic Mental Control Processes. Psychological Science, 8(3),
148-150.

₋₋ Wegner, D. M., & Erskine, J. A. K. (2003). Voluntary involuntariness: Thought suppression and the regulation of the
experience of will. Consciousness and Cognition, 12, 684-694.

₋₋ Wegner, D. M., & Zanakos, S. (1994). Chronic thought suppression. Journal of Personality and Social Psychology, 6(4),
615-640.

₋₋ Wells, A., & Davies, M. (1994). The thought control questionnaire: A measure of individual differences in the control of
unwanted thought. Behaviour Research and Therapy, 32, 871-878.

- 35 -
Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los
Pensamientos Intrusos
Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Arienny Prada Mier, Yuliet Germán Castro, Beatriz Carralero Navelo,
Claudia A. López Martínez y Gracibel García Almeida

VER INSTRUMENTO

Los pensamientos intrusos (PI), o intrusiones, pueden definirse como ideas perturbadoras en el momento o imágenes
que instan conductas consideradas como inapropiadas (Wegner, Schneider, Carter & White, 1987). Aparecen de forma
repentina, causan malestar y las personas los consideran difíciles de controlar (Najmi, Riemann, & Wegner, 2009). Aunque
la mayor parte suele desaparecer sin molestar apenas, otros regresan una y otra vez (Luciano, 2007) y constituyen una
importante fuente de malestar, manifestándose a través de numerosas formas de psicopatología (Magee, Harden &
Teachman, 2012).

Existe evidencia de que el curso rápido de pensamientos diversos, induce estados de ánimo más positivos que el curso
lento de los monotemas (Pronin & Jacobs, 2008). Adicionalmente, la elaboración del PI posee una naturaleza dual (Kühn,
Vanderhasselt, De Raedt & Gallinat, en prensa): reflexiva, focalizada en el análisis del propio PI; o rumiativa, focalizada
en sus causas y consecuencias. En este sentido, es necesario distinguir rumiación del procesamiento reflexivo funcional
de emociones negativas (Kross, Ayduk, & Mischel, 2005) y de la preocupación, donde el PI se focaliza en la anticipación
de amenazas (Nolen-Hoeksema, Wisco & Lyubomirsky, 2008).

Los PI parecen tener una fuerza de gravedad que hace girar los procesos mentales a su alrededor, resultando difícil
escapar a su atracción (Najmi & Wegner, 2008). Esta “fuerza de gravedad” parece activar la facilidad para asociar los
indicadores ambientales al pensamiento diana, punto desde el cual se puede activar la elaboración de los mismos
(Kavanagh, Andrade & May, 2005). Sin embargo, la ecuación que explica cómo ocurre esta atracción debe incluir el
análisis del impacto emocional asociado a los PI (Wenzlaff & LePage, 2000).

En este sentido, las reacciones que suscitan los PI pueden jugar un importante rol en el desarrollo del malestar
percibido, pero se había prestado muy poca atención a las mismas. De hecho no es hasta fecha reciente que un grupo
de investigadores se dedicó a la tarea de diseñar un cuestionario capaz de medirlas (Berry, May, Andrade & Kavanagh,
2010), y es entonces que surge el Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los Pensamientos Intrusos
o Intrusiones (Rec).

Este instrumento se une a otros, dedicados a estudiar las intrusiones y las distintas estrategias para su control (Luciano,
Algarabel, Tomás, & Martínez, 2005; Luciano et al., 2006; Wegner & Zanakos, 1994; Wells & Davies, 1994) y amplía la
comprensión del fenómeno. En un inicio la prueba se focalizaba en los PI que se relacionaban con las ansias, pero pasó
a adoptar una visión más general (Berry et al., 2010). El objetivo del presente estudio está dirigido a analizar diversos
indicadores de confiabilidad y validez, que avalen la utilización del Rec para una población conformada por adultos
jóvenes y medios en nuestro país.

- 36 -
Muestra (ver Tabla 1: en Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Instrumentos

• Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los PI.

El presente cuestionario se focalizó en la globalidad de las reacciones emocionales y conductuales ante PI, que conducen
al fallo de la SU y traen como consecuencia que la intrusión pueda ser elaborada (Berry et al., 2010). Parte de la base
de que dichas reacciones juegan un importante rol sobre el fortalecimiento del ansia por determinada sustancia y su
consecuente consumo (Kavanagh et al., 2005).

El cuestionario contiene siete ítems, divididos en dos factores (Anexo I-J): reacciones emocionales (ítems: 1-4) y
conductuales (5-7) a los PI. Las puntuaciones a cada ítem abarcaron una escala de 0= “nunca” hasta 4= “siempre”. A
mayor puntuación en cada escala, mayor reacción ante los PI.

• Inventario de Supresión del Oso Blanco (WBSI).

Es un inventario de 15 ítems que mide la tendencia que tienen las personas al uso de la Su (Wegner & Zanakos, 1994).
Se asumió una agrupación bi-factorial (Luciano et al., 2006): PI (ítems: 2-7, 9 y 15) y tendencia a la Su (1, 8, 10-14). Los
ítems fueron respondidos utilizando una escala desde 1=“completamente en desacuerdo” hasta 5=“completamente de
acuerdo”. La sumatoria de los mismos indicó que mientras mayor era la puntuación, mayor fue la tendencia al uso de
la supresión de pensamientos. Este inventario fue validado para población cubana (Rodríguez-Martín et al., en prensa).

Procedimientos (ver Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Estructura Factorial

Tabla 1. Agrupación factorial de la versión reducida del Cuestionario de Habilidad para la Supresión de
Pensamientos
Los PI que experimento en mi vida cotidiana, por lo general: (α=.79)
1. Me descontrolan. .700
2. Me hacen sentir triste o desdichado/a. .701
3. Me hacen sentir ansioso/a. .665
4. Me hacen sentir irritado. .696
5. Me distraen de lo que estoy haciendo. .662
6. Me impulsan a la acción. .550
7. Interfieren sobre el desempeño de mis actividades .707
Valor Propio 3,15
% Varianza Extracción 44,99

Instrucciones: A menudo aparecen en nuestra mente pensamientos, imágenes o impulsos


que resultan inoportunos. Estamos interesados en conocer las reacciones emocionales y
conductuales que con más frecuencia este tipo de intrusiones genera en usted. Por favor,
responda a las preguntas atendiendo a la escala siguiente: 0= Nunca; 1= Raras veces; 2= A
menudo; 3= Frecuentemente y 4= Siempre.

El análisis de componentes principales reveló una agrupación en torno a un solo factor, que pudiera denominarse
reacciones ante los PI. La misma se muestra en la Tabla 1 y se sugiere que puede deberse a la estrecha asociación que
muestran ambos patrones de respuesta. Por ejemplo, es muy probable que cuando un PI genere ansiedad, distraiga al
sujeto de lo que está haciendo o si genera irritabilidad impulse a la acción. Ello podría interpretarse como una relación
de causalidad entre la aparición de la intrusión y un patrón conjunto de reacción emocional-conductual.

- 37 -
Consistencia Interna

En la Tabla 1 se muestra que la consistencia interna para todos los ítems resultó altamente satisfactoria. También fue
explorada para la división factorial propuesta en la validación inicial del cuestionario (Berry et al., 2010), con iguales
resultados tanto para las reacciones emocionales (α=.73) como para las conductuales (α=.63).

Estabilidad temporal

Los resultados de la Tabla 2 mostraron las elevadas correlaciones establecidas entre ambos momentos de la evaluación.
Ello confirma que las personas tienden a mostrar un patrón estable de reacción a los PI. Es probable que el mantenimiento
de este patrón de reacción emocional contribuya a un procesamiento adaptativo o patológico de los PI, en mayor medida
que su propio contenido de los mismos (Magee et al., 2012).

Tabla 2. Estabilidad temporal


Re-test
Reacciones emocionales .564**

Línea
base
Reacciones conductuales .587**
Reacción general .633**
**. P<.001

Indicadores de Validez Concurrente

Dado que las reacciones se establecen con los PI, se enuncia como hipótesis que las mismas podrían mostrar una
relación significativa con el factor PI del WBSI. Los resultados de la Tabla 3 confirmaron la hipótesis: en la medida en que
se incrementó la frecuencia de aparición de los PI tienden a incrementarse tanto las reacciones emocionales, como las
conductuales. El hecho de que la asociación más fuerte se observara en el patrón general de respuesta brinda soporte a
la agrupación unifactorial.

Tabla 3. Indicador primario de validez concurrente


Reacciones
Emocionales Conductuales Generales
Pensamientos Intrusos ,345** ,292** ,362**
**. P<.001

Puntos de corte

Con el objetivo de contribuir a la mayor utilización del instrumento tanto en la investigación como en la asistencia se
establecieron los cuartiles para cada uno de los factores propuestos en la versión original, así como los de la agrupación
general de respuestas. Los resultados se muestran en la Tabla 4, donde las puntuaciones inferiores a tres puntos se
consideran bajas para las reacciones emocionales y conductuales a los PI, mientras que superiores a siete y ocho puntos,
respectivamente, se consideran superiores. De igual forma se interpretan las reacciones generales.

Tabla 4. Descriptivos generales y puntos de corte


Reacciones
Emocionales Conductuales Generales
Media±DE 11,29±2,83 8.37±2,55 4,67±1,60
Rango 0-16 0-12 0-28
Puntuaciones Bajas ≤ 3 7 7
Puntuaciones Altas ≥ 8 10 15

- 38 -
A modo de integración, puede afirmarse que:

• El instrumento posee una satisfactoria consistencia interna tanto para las puntuaciones generales como para las
respuestas emocionales y conductuales respectivamente.

• La estabilidad temporal muestra excelentes índices de correlación.

• Relación directa con la frecuencia de aparición de pensamientos intrusos, como indicador primario de validez
concurrente.

• Existe una agrupación en torno a un factor único, que podría indicar una causalidad entre intrusiones, reacciones
emocionales y conductuales.

Aunque la prueba tiene una aplicación general, se sugiere que puede ser un excelente instrumento para analizar las
reacciones ante los PI que activan la elaboración de las ansias (Berry et al., 2010).

Referencias

- 39 -
Referencias
₋₋ Berry, L. M., May, J., Andrade, J. & Kavanagh, D. (2010). Emotional and behavioural reaction to intrusive thoughts.
Assessment, 17(1), 126-137.

₋₋ Kavanagh, D. J., Andrade, J. & May, J. (2005). Imaginary relish and exquisite torture: The elaborated intrusion theory of
desire. Psychological Review, 112(2), 446-467.

₋₋ Kross, E., Ayduk, O. & Mischel, W. (2005). When Asking ‘‘Why’’ Does Not Hurt: Distinguishing Rumination From Reflective
Processing of Negative Emotions. Psychological Science, 16(9), 709-715.

₋₋ Kühn, S., Vanderhasselt, M.-A., De Raedt, R. & Gallinat, J. (en prensa). Why ruminators won’t stop: The structural and
resting state correlates of rumination and its relation to depression. Journal of Affective Disorders. Retrieved from http://
dx.doi.org/10.1016/j.jad.2012.03.024,

₋₋ Luciano, J. V. (2007). Control de pensamientos y recuerdos intrusos: el rol de las diferencias individuales y los
procedimientos de supresión. Valencia: Universidad de Valencia: Servicio de Publicaciones.

₋₋ Luciano, J. V., Algarabel, S., Tomás, J. M. & Martínez, J. L. (2005). Development and Validation of the Thought Control
Ability Questionnaire. Personality and Individual Differences 38, 997-1008.

₋₋ Luciano, J. V., Belloch, A., Algarabel, S., Tomás, J. M., Morillo, C. & Lucero, M. (2006). Confirmatory Factor Analysis
of the White Bear Suppression Inventory and the Thought Control Questionnaire. European Journal of Psychological
Assessment, 22(4), 250-258.

₋₋ Magee, J. C., Harden, K. P. & Teachman, B. A. (2012). Psychopathology and thought suppression: A quantitative review.
Clinical Psychology Review, 32(3), 189-201.

₋₋ Najmi, S., Riemann, B. C. & Wegner, D. M. (2009). Managing unwanted intrusive thoughts in obsessive-compulsive
disorder: Relative effectiveness of suppression, focused distraction, and acceptance. Behaviour Research and Therapy,
47, 494-503.

₋₋ Najmi, S. & Wegner, D. M. (2008). The gravity of unwanted thoughts: Asymmetric priming effects in thought suppression.
Consciousness and Cognition, 17, 114-124.

₋₋ Nolen-Hoeksema, S., Wisco, B. E. & Lyubomirsky, S. (2008). Rethinking Rumination. Perspectives on Psychological
Science, 3(5), 400-424.

₋₋ Pronin, E. & Jacobs, E. (2008). Thought Speed, Mood, and the Experience of Mental Motion. Perspectives on Psychological
Science, 3(6), 461-485.

₋₋ Rodríguez-Martín, B. C., Molerio-Pérez, O., Martínez-Rodríguez, L., González-Paneca, C., Brito-Salas, T. & Navarro-Otero,
S. (en prensa). Estructura factorial, confiabilidad y validez del Inventario de Supresión del Oso Blanco en una muestra de
población general en Cuba. Revista Cubana de Psicología.

₋₋ Wegner, D. M., Schneider, D. J., Carter, S. R. & White, T. L. (1987). Paradoxical Effects of Thought Suppression. Journal
of Personality and Social Psychology, 53(1), 5-13.

₋₋ Wegner, D. M. & Zanakos, S. (1994). Chronic thought suppression. Journal of Personality and Social Psychology, 6(4),
615-640.

₋₋ Wells, A. & Davies, M. I. (1994). The thought control questionnaire: a measure of individual differences in the control
of unwanted thoughts. Behaviour Research and Therapy 32, 871-878

₋₋ Wenzlaff, R. M. & LePage, J. (2000). The Emotional Impact of Chosen and Imposed Thoughts. Pers Soc Psychol Bull,
26(12), 1502-1514.

- 40 -
Cuestionario del Ciclo del Peso

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Arianne Zambrano Rico, Maddalys Morales Álvarez y Liseti González Martínez

No obstante lo efectiva que puedan ser las distintas estrategias para reducir el peso corporal (Laddu, Down, Hingle,
Thompson & Going, 2011), un meta-análisis de 117 estudios, reveló que si bien durante el primer mes se puede rebajar
una media de 7 kg, resultaba difícil sostener esto durante un año completo (Blaine, Rodman & Newman, 2007), y
seguimientos más extensos reportan que de 3-5 años el 80 % de los pacientes ha retomado o excedido el peso inicial
(Lillis, Hayes & Levin, 2011).

El “lado oscuro” de estas intervenciones fue certeramente expuesto por Albert Ellis en 1998, cuando planteó que lograr
el cambio podía ser fácil, lo difícil era mantenerlo (Ellis, 2006). Si bien existen estudios que evalúan la etapa de reducción
(Cheskin et al., 2008; Fonda, Jain & Vigersky, 2010; Haufe et al., 2012; Melanson, 2007; Melanson & Lowndes, 2010; van
Loan et al., 2011), resultan menos aquellos dirigidos a evaluar el mantenimiento (Brannon & Feist, 2001; Champagne et
al., 2011).

Existen barreras para el mantenimiento de las metas a largo plazo en las intervenciones para el control del peso, como
los malos hábitos alimentarios (Quinn, Pescoe, Wood & Neal, 2010), los atracones (Lillis et al., 2011), el “picoteo” (Carter
& Jansen, 2012) o la predisposición atencional hacia comidas tentadoras (Hoffman, van-Kroningsbruggen, Stroebe,
Ramanathan, & Aarts, 2010; Passamonti et al., 2009). Una interpretación fenomenológica del fracaso de las dietas ha
detectado 5 temas básicos (Green, Larkin & Sullivan, 2009):

1. Concepto: confusión entre dieta y restricción.

2. Ambivalencia: placentero comer vs. consecuencias desagradables.

3. No depende de mí: explicaciones auto-exculpatorias de base genética.

4. Vida moderna: metas de mayor jerarquía, percibidas como “barreras”.

5. Retos del comer emocional: sostenidas en racionalizaciones hedonistas.

Dentro de las repercusiones psicológicas de la “dieta”, que atentan contra los resultados a largo plazo, se encuentran la
insatisfacción con la cantidad-tipo de comida consumida y el tiempo que pasa el individuo pensando en ello (Timmerman
& Gregg, 2003). En fin, se ha reportado todo un glosario de razones por las cuales a las personas les resulta difícil mantener
el peso corporal. Por ello, en el análisis del efecto de todas las intervenciones, se deben tomar en consideración el estado
de las que están en curso, la historia de las anteriores y el tiempo que se mantiene el resultado (French & Jeffery, 1997),
o sea, el ciclo del peso (Peterson, 2008).

Se ha observado que los individuos que muestran variaciones periódicas en el ciclo del peso, a través de su historia
vital, tienen más probabilidad de fracasar cuando intentan mantener los resultados de una intervención (Stubbs et al.,

- 41 -
2011). Tomando en consideración todos estos elementos es necesario contar con instrumentos de aplicación rápida que
brinden una idea fiable acerca del ciclo del peso.

En este sentido el presente trabajo se propone como objetivo analizar los indicadores de confiabilidad y validez que
permiten la utilización del Cuestionario del Ciclo del Peso para adultos jóvenes y medios en Cuba.

Muestra (ver Tabla 1: en Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Cuestionario del Ciclo del Peso (CP)

Consiste en un pequeño cuestionario que fue incluido para medir la tendencia individual a experimentar fluctuaciones
en el peso (Peterson, 2008). Consta de cuatro ítems que fueron respondidos utilizando una escala desde 1=“nunca”
hasta 4= “siempre” Al sumar los ítems se interpreta que, a mayor puntuación, mayor irregularidad en el mantenimiento
del peso.

Procedimientos (ver Cuestionarios del Ansia por la Comida).

Estructura Factorial y Consistencia Interna

Los resultados del ACP fueron altamente satisfactorios, dado que los ítems se agruparon en torno a un solo factor,
capaz de explicar más del 50 % de la varianza de las puntuaciones (Tabla 1). Sin embargo, al explorar la extracción de las
comunalidades el ítem 1 mostró valores excesivamente bajos (Extracción= .154), cuestión que constituye un indicador
de que se aleja bastante del constructo que se pretende medir. Tomando en cuenta el escaso número de ítems la
consistencia interna se consideró satisfactoria (Tabla 1).

El problema quizás estuvo en la redacción del propio ítem, pues se orientó hacia la frecuencia con que se pierde o gana
peso, sin incluir las restricciones en la alimentación como mediador. La consistencia interna de la prueba se considera
satisfactoria si se toma en consideración el escaso número de ítems que la integraron.

Tabla 1. Agrupación factorial de CP


4 ítems (α=.68)
1. ¿Con qué frecuencia usted pierde y vuelve a ganar peso? .392
2. ¿Con qué frecuencia hace dietas extremas que prometen resultados a corto plazo? .729
3. ¿Con qué frecuencia usted comienza una dieta y luego la abandona? .853
4. ¿Con qué frecuencia gana más peso del que perdió después de hacer una dieta? .862
Valor Propio 3,15
% Varianza Extracción 44,99

3 ítems (α=.76)
2. ¿Con qué frecuencia hace dietas extremas que prometen resultados a corto plazo? .727
3. ¿Con qué frecuencia usted comienza una dieta y luego la abandona? .877
4. ¿Con qué frecuencia gana más peso del que perdió después de hacer una dieta? .877
Valor Propio 2,06
% Varianza Extracción 68,92

Instrucciones: Tomando en cuenta su experiencia vital, responda con la mayor sinceridad que
pueda, atendiendo a la escala siguiente: 1=“nunca”; 2=“rara vez”; 3=“algunas veces”; 4=“a menudo”
y 5=“siempre”.

- 42 -
Tomando en cuenta estos elementos, se decidió someter el CP a una segunda exploración, pero en esta ocasión
eliminando el ítem1. Como puede observarse en la Tabla 1, a pesar de reducirse el número de ítems la consistencia
interna se elevó considerablemente, así como el ajuste al factor que se generó. Este fue capaz de explicar alrededor del
70 % de la varianza de las puntuaciones.

Correlación con el IMC

Dado que las variaciones en el ciclo del peso se asocian con los fracasos de las dietas u otro tipo de intervenciones
(Stubbs et al., 2011), sería lógico probar la hipótesis de que no solo se relaciona con el IMC, sino que puede predecir sus
cambios. Un análisis de regresión utilizando los 4 ítems originales reveló que es un predictor significativo [F (1, 1 261)=
65,670, p<.001] capaz de explicar el 5 % de las variaciones que sufre el IMC.

La versión de tres ítems también se mantuvo como un predictor significativo del incremento del IMC [F (1, 1 261)=
65,670, p<.001], pero en esta ocasión solamente pudo dar cuenta del 1,8 % de las variaciones. Ello sugiere que aunque
desde un punto de vista factorial se ajusta más a una historia de éxitos y fracasos en las “dietas”, no comprende otros
factores que sí pueden contribuir a la reducción o incremento cíclico del peso.

Al analizar los resultados en su conjunto se sugieren dos opciones. Cuando el objetivo se encuentre dirigido a analizar
el impacto de las restricciones crónicas de la alimentación, a través de la historia vital, la versión de tres ítems resulta
más adecuada. Sin embargo, si lo que se pretende obtener es una medida general de las variaciones del peso corporal a
través de la historia vital del individuo, entonces la versión de cuatro ítems resulta la más adecuada.

Puntos de corte

Dada la dualidad de elección, donde cualquiera puede ser acertada, tomando en consideración el objetivo que se
persiga, en la Tabla 2 se ofrecen los valores de los puntos de corte y descriptivos generales para ambas variantes.

Tabla 3. Descriptivos generales y puntos de corte


CP4 CP3
Media±DE 7,43±3,30 5,60±2,27
Rango 4-20 3-15
Puntuaciones Bajas ≤ 5 4
Puntuaciones Altas ≥ 10 7

A modo de conclusión puede afirmarse que los resultados obtenidos avalan la utilización de cualquiera de las variantes
del instrumento, destacando por su:

• Satisfactoria consistencia interna.

• Excelente ajuste al constructo.

• Poder predictivo básico.

Referencias

- 43 -
Referencias
₋₋ Blaine, B. E., Rodman, J. & Newman, J. M. (2007). Weight Loss Treatment and Psychological Well-being: A Review and
Meta-analysis. Journal of Health Psychology, 12(1), 66-82.

₋₋ Brannon, L. & Feist, J. (2001). Psicología de la Salud. Madrid: Thompson Learning.

₋₋ Carter, F. A. & Jansen, A. (2012). Improving psychological treatment for obesity. Which eating behaviours should we
target? Appetite, 58, 1063-1069.

₋₋ Champagne, C. M., Broyles, S., Moran, L. D., Cash, K. C., Levy, E. J., Lin, P. H. et al. (2011). Dietary Intakes Associated
with Successful Weight Loss and Maintenance during the Weight Loss Maintenance Trial. Journal of American Dietetic
Association, 111, 1826-1835.

₋₋ Cheskin, L. J., Mitchell, A. M., Jhaveri, A. D., Mitola, A. H., Davis, L. M., Lewis, R. A. et al. (2008). Efficacy of Meal
Replacements Versus a Standard Food-Based Diet for Weight Loss in Type 2 Diabetes: A Controlled Clinical Trial. The
Diabetes Educator, 34(1), 118-127.

₋₋ Ellis, A. (Ed.). (2006). Usted puede ser feliz. Barcelona: Paidós.

₋₋ Fonda, S. J., Jain, A. & Vigersky, R. A. (2010). A Head-to-Head Comparison of the Postprandial Effects of 3 Meal
Replacement Beverages Among People With Type 2 Diabetes. The Diabetes Educator, 36(5), 793-800.

₋₋ French, S. & Jeffery, R. W. (1997). Current dieting, weight loss history, and weight suppression: behavioural correlates
of three dimensions of dieting. Addictive Behaviors, 22(1), 31-44.

₋₋ Green, A. R., Larkin, M. & Sullivan, V. (2009). Oh Stuff it! The Experience and Explanation Using Interpretative
Phenomenological Analysis. Journal of Health Psychology, 14(7), 997-1008.

₋₋ Haufe, S., Utz, W., Engeli, S., Kast, P., Böhnke, J., Pofahl, M., et al. (2012). Left Ventricular Mass and Function With
Reduced-Fat or Reduced-Carbohydrate Hypocaloric Diets in Overweight and Obese Subjects. Hypertension, 59, 70-75.

₋₋ Hoffman, W., van-Kroningsbruggen, G. M., Stroebe, W., Ramanathan, S. & Aarts, H. (2010). As Pleasure Unfolds: Hedonic
Response to Tempting Food. Psychological Science, 21(12), 1863-1870.

₋₋ Laddu, D., Down, C., Hingle, M., Thompson, C. & Going, S. (2011). A Review of Evidence-Based Strategies to Treat
Obesity in Adults. Nutrition in Clinical Practice, 26(5), 512-225.

₋₋ Lillis, J., Hayes, S. C., & Levin, M. E. (2011). Binge Eating and Weight Control: The role of Experiential Avoindance.
Behavior Modification, 35(3), 252-264.

₋₋ Melanson, K. J. (2007). Dietary Considerations for Obesity Treatment. American Journal of Lifestyle Medicine, 1(6), 433-
436.

₋₋ Melanson, K. J., & Lowndes, J. (2010). Type 2 Diabetes Risk Reduction in Overweight and Obese Adults Through
Multidisciplinary Group Sessions: Effects of Meeting Attendance. American Journal of Lifestyle Medicine, 4(3), 275-281.

₋₋ Passamonti, L., Rowe, J. B., Schwarzbauer, C., Ewbank, M. P., von dem Hagen, E., & Calder, A. J. (2009). Personality
Predicts the Brain’s Response to Viewing Appetizing Foods: The Neural Basis of a Risk Factor for Overeating. The Journal
of Neuroscience, 29(1), 43-51.

₋₋ Peterson, R. D. (2008). Food for Thought: The Relationship between Thought Suppression and Weight Control Unpublished
Doctoral, University of Central Florida, Orlando.

- 44 -
₋₋ Quinn, J. M., Pescoe, A., Wood, W. & Neal, D. T. (2010). Cant’n control yourself? Monitor those bad habits. Pers Soc
Psychol Bull, 36(4), 499-511.

₋₋ Stubbs, J., Whybrow, S., Teixeira, P., Blundell, J., Lawton, C., Westenhoefer, J., et al. (2011). Problems in identifying
predictors and correlates of weight loss and maintenance: implications for weight control therapies based on behaviour
change. Obesity reviews, 12, 688-708.

₋₋ Timmerman, G. L. & Gregg, E. K. (2003). Dieting, Perceived Deprivation, and Preoccupation with Food. Western Journal
of Nursing Research, 25(4), 405-418.

₋₋ van Loan, M. D., Keim, N. L., Adams, S. H., Souza, E., Woodhouse, L. R., Thomas, A. T., et al. (2011). Dairy Foods in a
Moderate Energy Restricted Diet Do Not Enhance Central Fat,Weight, and Intra-Abdominal Adipose Tissue Losses nor
Reduce Adipocyte Size or Inflammatory Markers in Overweight and Obese Adults: A Controlled Feeding Study.

- 45 -
Encuesta Reducida de Valores de Schwartz

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Zoilen Fernández Fleites, Wendy Díaz Bello, Diana R. Rodríguez González y
Beatriz Lima Garín

VER INSTRUMENTO

La idea de la existencia de valores universales que pudieran manifestarse a través de todas las culturas fue propuesta por
Shalom H. Schwartz en 1987 1, pero no es hasta 19922 que las primeras evidencias obtenidas mediante investigaciones
transculturales pueden traducirse en una teoría (Schwartz, 2011). Por supuesto, el presente estudio enfoca los valores
desde el nivel individual (Knafo, Roccas & Sagiv, 2011).

Desde el punto de vista clínico, el estudio de los valores se torna importante, pues estos pueden condicionar la motivación
de un individuo en dependencia del tipo de intervención a la que se someta (Whalley & Hyland, 2009). Se definen como
metas deseadas y jerarquizadas que trascienden una situación específica y sirven como principios orientadores en la
vida de los individuos (Schwartz, 2006).

Para medir los valores se creó la Encuesta de Valores de Schwartz, con 57 ítems, cuyo análisis transcultural (más de
60 países) ha permitido agrupar 10 orientaciones motivacionales distintivas (Schwartz & Boehnke, 2004). También se
cuenta con una versión abreviada de la misma (SVSr), que solo consta de 10 ítems (Linderman & Verkasalo, 2005).
En la actualidad otras variantes del cuestionario se han mostrado consistentes con la agrupación inicial (Bilsky, Janik,
& Schwartz, 2011; Cieciuch & Schwartz, 2012), pues los nuevos factores que se obtienen son variantes de la que se
muestra a continuación:

1. Conformidad: Tendencia hacia el control de acciones, inclinaciones o impulsos que puedan perturbar o dañar a
otros, violar las normas o un comportamiento socialmente esperado.

2. Tradición: Orientación hacia el respeto, compromiso y aceptación de las costumbres y las ideas promovidas por la
propia cultura o religión.

3. Benevolencia: Orientación hacia el cuidado del bienestar de aquellos con los que se tiene un contacto interpersonal
frecuente.

4. Universalismo: Orientación hacia la comprensión, apreciación, tolerancia y protección del bienestar de todas las
personas y la naturaleza.

5. Autodirección: Orientación hacia la independencia de pensamiento y acción, para elegir, crear y explorar.

6. Estimulación: Orientación hacia la búsqueda constante de vivencias novedosas, excitantes, y retos para enfrentar.

1 - S. H., Schwartz, & Bilsky, W. (1987).Toward a universal psychological structure of human values Journal of Personality
and Social Psychology, 53, 550-562.
2 - S. H. Schwartz, (1992). Universals in the content and structure of values: Theory and empirical tests in 20 countries.
In M. Zanna (Ed.), Advances in experimental social psychology (Vol. 25, pp. 1-65).New York: Academic Press.

- 46 -
7. Hedonismo: Orientación hacia el placer y la gratificación sensorial.

8. Logro: Orientación hacia el éxito individual, mediante la demostración de competencias adecuadas con los
estándares sociales.

9. Poder: Orientación hacia la búsqueda de estatus social y prestigio, Implica ejercer el control o la dominación sobre
personas y recursos.

10. Seguridad: Orientación hacia la búsqueda de seguridad, armonía y estabilidad tanto individual como en las
relaciones interpersonales.

En cuatro de los valores se han encontrado motivaciones distintivas (Cieciuch & Schwartz, 2012): en el universalismo
pueden predominar las preocupaciones por los problemas sociales o por el medio ambiente; el logro se divide en
ambición y éxito; la autodirección puede priorizar la autonomía de pensamiento o de acción, y por último, la seguridad
puede ser nacional o personal.

Estos valores se dividen a su vez en cuatro metas contrapuestas de mayor jerarquía (Schwartz, 2006): apertura al
cambio (estimulación y autodirección) vs. conservación (conformidad, tradición y seguridad); auto-trascendencia
(universalismo y benevolencia) vs. auto-engrandecimiento (logro y poder). En el caso del hedonismo, muestra afinidad
tanto con la apertura al cambio como con el auto-engrandecimiento.

El objetivo del presente estudio se dirige a evaluar los indicadores de confiabilidad presentes en el SVSr que permitan su
utilización en la población general en Cuba. Dado que las agrupaciones realizadas por Schwartz respondieron a técnicas
de escalamiento multidimensional, no se ejecutará el ACP, sino que directamente se analizará la consistencia interna de
la prueba y su estabilidad temporal para las agrupaciones propuestas.

Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas de la muestra

fr. % fr. %
Villa Clara 293 44,5 No-clínico 522 79.3
Sancti Spíritus 129 19.6 Asma 51 7.8
Enfermedad
Provincia Cienfuegos 39 5.9 HTA 29 4.4
Ciego de Avila 73 11.1 Diversas 56 8.5
Camagüey 124 18.8 6to 8 1.2
Soltero 477 72.5 9no 35 5.36
Escolaridad
Casado 149 22.6 Medio 493 75.2
E-Civil
Divorciado 24 3.6 Superior 120 18.3
Viudo 8 1.2 18-35 472 71.8
Femenino 395 60 Edad 36-64 160 24.3
Género
Masculino 263 40 >65 26 4.0

La muestra quedó integrada por un total de 658 individuos que cumplieron los criterios de inclusión:

Criterios de inclusión

• Haber nacido y residir en Cuba.

• Ofrecer consentimiento informado.

Criterios de exclusión

• Diagnóstico psicopatológico > nivel neurótico de funcionamiento.

• Nivel de escolaridad < 6to grado.

- 47 -
En la Tabla 1 se pueden observar las características sociodemográficas de la muestra estudiada. Se observó un predominio
de: mujeres; adultos jóvenes; solteros; nivel de escolaridad medio, e individuos supuestamente sanos.

Instrumento

Encuesta de Valores de Schwartz-Reducida (SVSr).

En la presente investigación fue utilizada la versión reducida que solo cuenta con 10 ítems (Linderman & Verkasalo,
2005). Los encuestados debieron evaluar la importancia de cada valor como un principio orientador en su vida, señalando
la importancia atribuida a cada valor. Se ofreció una escala desde -1= “opuesto a mis principios” hasta 7=“importancia
suprema”. Se tomó la puntuación individual contenida para cada valor.

Procedimientos

Para la selección de la muestra y aplicación de las encuestas fueron adiestrados un numeroso grupo de estudiantes
de la carrera de psicología (16 horas), pertenecientes al Grupo Científico Estudiantil de Validación de Instrumentos
Psicológicos, denominados “encuestadores”. La selección de la muestra se llevó a cabo en los lugares de residencia de
cada encuestador, que abarcaron las provincias centrales (Tabla 1), durante el período de las Prácticas de Producción
(enero de 2012). Cada estudiante fue asignado a un supervisor en una unidad de salud del municipio de residencia.

A todos los participantes se les suministró una hoja donde se explicaban las características del estudio y la forma de
contactar con el investigador principal para aclarar cualquier duda. Para la aplicación de las encuestas se dispuso de
una sesión de trabajo. Fueron siempre realizadas en locales con adecuadas condiciones de iluminación, ventilación
y privacidad. El re-test fue aplicado a aquellos individuos que no sufrieron cambios significativos en su cotidianidad y
aceptaron realizarla. En total fueron evaluados 149 sujetos en un período medio de tiempo de 83±12 días (Rango: 60-
120).

Consistencia Interna

Los resultados del alfa de Cronbach mostraron un adecuada consistencia interna (α=.72). Por su parte, también se
observaron asociaciones significativas para la mayor parte de las correlaciones establecidas entre ambos momentos
evaluativos como se muestra en la Tabla 2.

Tabla 2. Estabilidad temporal del SVSr


Re-test
Conformidad .588**
Conservación Tradición .366**
Seguridad .149
Estimulación .220**
Línea base

Control Social
Autodirección .413**
Hedonismo .476**
Logro .141
Auto-engrandecimiento
Poder .611**
Benevolencia .249**
Auto-trascendencia
Universalismo .411**
**. P<.001

Dos resultados inesperados fueron la ausencia de correlaciones significativas para las metas de logro y seguridad. En
el primer caso, la existencia de diferencias significativas entre ambos momentos del estudio [t (148) = 4,313, p<.001],
permitieron atribuir las puntuaciones más elevadas de la línea base (MediaLB= 5,8±1.4 vs. MediaRetest= 4,6±1,5) a una
probable deseabilidad social.

Sin embargo, la falta de estabilidad para las metas de seguridad en ausencia de diferencias significativas entre sus

- 48 -
puntuaciones, solo puede ser explicada por una fluctuación aleatoria de la calificación del ítem que se mantuvo próxima
a la media inicial, pero tomando direcciones diversas. Desde un punto de vista netamente psicológico ello podría sugerir
la existencia de un conflicto entre la necesidad de orientarse hacia la seguridad y las dificultades para su materialización
a nivel individual en la vida cotidiana. También puede deberse a una variabilidad en las condiciones de vida que haga
difícil mantener un criterio estable en este aspecto.

Relación entre los valores

En la Tabla 3 se muestran las correlaciones entre los distintos valores. Se obtuvo una ausencia de correlación entre los
valores de dimensiones opuestas. La conformidad (1), como medida de conservación, no se relacionó con la estimulación
(apertura al cambio), el poder (auto-engrandecimiento) y el hedonismo; pero sí lo hizo con la tradición y la seguridad.
Debe señalarse que los valores de r para el logro y la autodirección fueron realmente bajos.

Tabla 3. Relación entre los valores


Valores 1 2 3 4 5 6 7 8 9
2. Tradición ,449**
3. Benevolencia ,293** ,334**
4. Universalidad ,181** ,209** ,389**
5. Autodirección ,102** ,085* ,250** ,452**
6. Estimulación ,071 ,044 ,168** ,286** ,400**
7. Hedonismo ,002 ,012 ,051 ,167** ,295** ,468**
8. Logro ,120** ,115** ,237** ,181** ,243** ,288** ,275**
9. Poder ,008 ,057 ,100** ,081* ,128** ,241** ,354** ,287**
10. Seguridad ,219** ,227** ,304** ,254** ,272** ,166** ,102** ,361** ,311**
1= Conformidad; *p<.05 y **p<.001

Puntos de corte

Un análisis de los puntos de corte, reveló que precisamente logro y seguridad se encontraban entre los valores que
más altas puntuaciones recibieron, junto con la autodirección. Como se había sugerido la seguridad fue el segundo valor
con la media más elevada para sus puntuaciones.

Tabla 4. Puntos de corte SVSr .


Descriptivos Valores
Media DE Bajos ≤ Altos ≥
Conformidad 4,79 1,6 4 6
Tradición 4,77 1,6 4 6
Benevolencia 5,48 1,4 5 6
Universalidad 5,11 1,5 4 6
Autodirección 5,47 1,4 5 7
Estimulación 5,15 1,7 4 6
Hedonismo 4,64 1,9 3 6
Logro 5,72 1,4 5 7
Poder 4,41 1,9 3 6
Seguridad 5,62 1,5 5 7

La prueba mostró cierta debilidad para mantener una estabilidad temporal en relación con dos de los valores con
puntuaciones más elevadas (seguridad y logro), cuestión que deberá ser clarificada en estudios posteriores, no obstante
mostró una adecuada consistencia interna. Aunque este instrumento debe ser sometido a valoraciones más rigurosas,
puede ser utilizado en la clínica como uno de los indicadores de la concordancia motivacional individuo-terapia (Hyland,
2011).

- 49 -
Referencias
₋₋ Bilsky, W., Janik, M. & Schwartz, S. H. (2011). The Structural Organization of Human Values-Evidence from Three Rounds
of the European Social Survey (ESS). Journal of Cross-Cultural Psychology, 42(5), 759-776.

₋₋ Cieciuch, J. & Schwartz, S. H. (2012). The Number of Distinct Basic Values and Their Structure Assessed by PVQ–40.
Journal of Personality Assessment, 94(3), 321-328.

₋₋ Hyland, M. E. (2011). Motivation and placebos: do different mechanisms occur in different contexts? Phil. Trans. R. Soc.
B, 366, 1828-1837.

₋₋ Knafo, A., Roccas, S. & Sagiv, L. (2011). The Value of Values in Cross-Cultural Research: A Special Issue in Honor of
Shalom Schwartz. Journal of Cross-Cultural Psychology, 42(2), 178-185.

₋₋ Linderman, M. & Verkasalo, M. (2005). Measuring Values With the Short Schwartz’s Value Survey. Journal of Personality
Assessment 85(2), 170-178.

₋₋ Schwartz, S. H. (2006). Basic human values: Theory, measurement, and applications. Revue Française de Sociologie, 47,
929-968.

₋₋ Schwartz, S. H. (2011). Studying Values: Personal Adventure, Future Directions. Journal of Cross-Cultural Psychology,
42(2), 307-319.

₋₋ Schwartz, S. H. & Boehnke, K. (2004). Evaluating the structure of human values with confirmatory factor analysis.
Journal of Research in Personality, 38, 230-255.

₋₋ Sink, C. A. & Mvududu, N. H. (2010). Power, Sampling, and Effect Sizes: Three Keys to Research Relevancy. Counceling
Outcome Research and Evaluation, 1, 1-18., 1(2), 1-18.

₋₋ Whalley, B. & Hyland, M. E. (2009). One size does not fit all: Motivational predictors of contextual benefits of therapy.
Psychology and Psychotherapy: Theory, Research and Practice, 82, 291-303.

- 50 -
Inventario de Sugestionabilidad Reducido (IS8)

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Kenya Estrada Mora, Carlos A. Hondal Montero y Claudia L. González Paneca

VER INSTRUMENTO

Cada día la Medicina y la Psicología se interesan más por las respuestas de las personas ante las diferentes formas del
placebo, cuestión que se evidencia en el notable incremento de los estudios dedicados a esta área específica en los últimos
10 años (Enck, Klosterhalfen, Weimer, Horing, & Zipfel, 2011). Puede decirse que son diversos los modelos explicativos
desde donde se ha intentado buscar respuestas a sus mecanismos: condicionamiento (Vits et al., 2011); sugestión verbal
(Vase, Næsted Nørskov, Laue Petersen, & Price, 2011); emociones (Flaten, Aslaksen, Lyby & Bjørkedal, 2011); motivación
(Hyland, 2011); espiritualidad (Kohls, Sauer, Offenbächer & Giordano, 2011) y rituales curativos (Kaptchuk, 2011).

Aunque la idea de una “personalidad hipnotizable” va quedando descartada (Hyland, Whalley & Geraghty, 2007),
la sugestionabilidad como rasgo es una variable que debe ser tenida en consideración. Si bien diversos estudios se
han ocupado de medir esta capacidad en los contextos de las respuestas a la hipnosis (García-Cueto & Gordon, 1998;
Morales-Homar & Gallego-Sáez, 2004), también resulta necesario hacerlo con las respuestas a la sugestión en la vida
cotidiana (González-Ordi & Miguel-Tobal, 1999).

La sugestión puede influir sobre las personas de forma deliberada y no deliberada (Michael, Garry, & Kirsch, 2012). La
respuesta a la hipnosis puede ser señalada como la principal dentro de las primeras, que pueden incluso ser incrementadas
mediante algoritmos de intenciones de implementación (Schweiger-Gallo, Pfau & Gollwitzer, 2012). Las segundas se
encuentran más cercanas al patrón de respuesta que se desea estudiar.

Por ejemplo, ha sido comprobado que el hecho de ver a una persona mostrar determinados síntomas virales, puede
ser la base de la generalización de experiencias psicógenas de contagio masivo (Mazzoni, Foan, Hyland & Kirsch, 2010).
También se ha observado que se puede distorsionar de forma inconsciente el reporte de un hecho delictivo, ante las
sugerencias del investigador (McMurtrie, Baxter, Obonsawin & Hunter, 2012).

Aunque la sugestionabilidad se ha asociado a las expectativas de los individuos, en determinados contextos puede
operar sin la mediación de estas últimas (Lifshitz, Howells & Raz, 2012). Desde un punto de vista neurobiológico, guarda
una relación directa con la liberación de oxitocina, así se ha comprobado que su administración nasal promueve las
respuestas a la hipnosis en individuos poco sugestionables (Bryant, Hung, Guastella & Mitchell, 2012).

Tomando en cuenta todos los elementos que pueden generar una respuesta a la sugestión ante los factores contextuales
de la terapia (Michael et al., 2012), el diseño de instrumentos para la medición de su patrón de respuesta ante las
situaciones de la vida cotidiana se torna imprescindible.

Con este objetivo fue desarrollado el Inventario de Sugestionabilidad (González-Ordi & Miguel-Tobal, 1999), que debía
cumplir con los siguientes requisitos: a) ser simple y de rápida aplicación; b) capaz de capturar y evaluar un amplio
espectro de reacciones de sugestionabilidad en la vida cotidiana, y c) servir de herramienta para profundizar en el
estudio de este tema. En su versión original lo integran 22 ítems, que se responden en una escala Likert de 0-4 puntos.

- 51 -
Los autores asumen la sugestionabilidad como la disposición favorable a responder a la sugestión en el contexto de la
vida cotidiana, y está integrada por diversos factores (González-Ordi & Miguel-Tobal, 1999):

1. Fantaseo: capacidad de evadirse a través de la imaginación.

2. Absorción: la atención es fácilmente capturada por estímulos externos.

3. Implicación emocional: vínculo emocional activo con el contenido del estímulo.

4. Influenciabilidad: grado en que un individuo permite que los demás influyan en sus actitudes, pensamientos y
estados de ánimo.

Sin embargo, dado que diversos ítems no pudieron ser agrupados en ninguno de los factores debido a su fuerte
proximidad a varios, se estimó que el instrumento podía ser considerablemente abreviado. Esta agrupación se realizó
sobre los ocho ítems que describiera el núcleo del factor y que se aproximara lo suficiente al mismo. En este estudio inicial
nos proponemos como objetivo, analizar los indicadores de confiabilidad asociados al Inventario de Sugestionabilidad
Reducido (IS8)

Muestra (ver Tabla 1: Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Inventario de Sugestionabilidad Reducido (IS8).

Es la versión abreviada del instrumento diseñado para evaluar las reacciones de sugestionabilidad presentes en la
vida cotidiana de los individuos, que se divide en varios factores extraídos según la agrupación original (González-Ordi
& Miguel-Tobal, 1999): fantaseo (Ítem 6); absorción (4); implicación emocional (3,5,7) e influenciabilidad (1,2,8). Las
puntuaciones a cada ítem abarcan una escala de 0= “nunca” hasta 4= “siempre”. La sumatoria total de los ítems muestra
una relación directa entre la dirección de las puntuaciones y el nivel de sugestionabilidad del individuo. Interpretación
que también se asume para cada dimensión específica.

Procedimientos (ver Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Estructura Factorial

La Tabla 1 muestra los resultados de la exploración factorial mediante un ACP, donde se observó una estructura de
dos factores. El primero agrupó las respuestas de implicación emocional y fantaseo; mientras que el segundo hizo lo
mismo con las de influenciabilidad y absorción. La diferencia es que el ítem 2, a diferencia de la versión completa, fue
enmarcado dentro de las respuestas emocionales.

Tabla 1. Estructura factorial del IS8


1 2
2. Es fácil para mí contagiarme del estado de ánimo de otros. .515 .029
3. Me suelen afectar las películas de terror. .589 .168
5. Soy una persona impresionable. .528 .100
6. Sueño despierto/a. .580 .179
7. Las películas emotivas me hacen llorar fácilmente. .735 .003
1. La opinión de los demás cuenta mucho para mí. .139 .699
4. Cuando me concentro en algo puedo quedarme absorto. -.051 .677
8. Tiendo a creer lo que me dicen los demás. .327 .605
Valor Propio 2,32 1,04
% Varianza Extracción 27,90 13,11

- 52 -
Instrucciones: A continuación se ofrece un grupo de situaciones que pueden ocurrirle
a cualquier persona en la vida cotidiana. Por favor, conteste atendiendo a la frecuencia
con la que le ocurren a usted: 0=casi nunca; 1=pocas veces; 2=unas veces sí y otras no;
3=muchas veces; 4=casi siempre.

La presente agrupación factorial reveló la proximidad de las respuestas de fantaseo a la implicación emocional y las
de influenciabilidad a las de absorción para esta versión del instrumento. Sin embargo, los ítems que miden el fantaseo
(6, Tabla 1) y la absorción (4), pueden analizarse de forma independiente con el objetivo de brindar mayor riqueza al
análisis. La nueva agrupación puede separarse en los factores originales, pero agregando al factor implicación emocional
el ítem 2, y dejando solamente a la influenciabilidad los ítems 1 y 8.

La consistencia interna del instrumento puede considerarse aceptable (α=.62), si se toma en consideración el escaso
número de ítems que compone el instrumento. La relación de los factores originales con las puntuaciones totales de
la prueba se muestra como otro indicador de confiabilidad (Tabla 2). Los valores de r permiten detectar una fuerte
asociación entre la sugestionabilidad con todas sus dimensiones a excepción de la absorción, donde el efecto baja a
mediano (Sink & Mvududu, 2010). Estos resultados fueron muy similares a los obtenidos en la validación del inventario
de 22 ítems (González-Ordi & Miguel-Tobal, 1999).

Tabla 2. Correlaciones de la Sugestionabilidad con sus dimensiones


Implicación
Sugestionabilidad Influenciabilidad Absorción
Emocional
Implicación Emocional ,807**
Influenciabilidad ,729** ,330**
Absorción ,391** ,139** ,137**
Fantaseo ,578** ,338** ,260** ,118*
*p<.01; **p<.001

Estabilidad Temporal Los resultados que se muestran en la Tabla 3 brindan soporte a la idea de que la sugestionabilidad
puede mantener un patrón de respuesta estable a través del tiempo. También se puede afirmar lo mismo para sus
distintas dimensiones.

Tabla 3. Estabilidad temporal del IS8


Re-test
Sugestionabilidad .547**
Línea base

• Implicación Emocional .416**


• Influenciabilidad .597**
• Absorción .543**
• Fantaseo .471**
**. P<.001

Tanto su evaluación general como por dimensiones, mostraron fuertes asociaciones entre las evaluaciones realizadas
durante la línea base y las obtenidas en el re-test. Estos resultados también fueron similares a los obtenidos para el
instrumento original, aunque con valores de r más elevados para la sugestionabilidad, la implicación emocional y la
influenciabilidad (González-Ordi & Miguel-Tobal, 1999).

Puntos de Corte

Un último momento se dedicó al establecimiento de los puntos de corte para las puntuaciones globales del instrumento,
así como para sus dimensiones. Los resultados de la Tabla 4 muestran los distintos niveles en los que se agruparon
las puntuaciones de la prueba, donde tomando en cuenta los rasgos, se observó una tendencia a puntuar bajo en la
influenciabilidad.

- 53 -
Tabla 3. Puntos de corte SVSr
Descriptivos Valores
Rango Media DE Bajos ≤ Altos ≥
Sugestionabilidad 0-32 14,81 5,79 11 18
• Implicación Emocional 0-16 7,35 3,64 5 10
• Influenciabilidad 0-8 3,29 2,06 2 4
• Absorción 0-4 2,27 1,29 1 3
• Fantaseo 0-4 1,90 1,45 1 3
**. P<.001

A modo de integración, puede afirmarse que el instrumento posee una:

• Aceptable consistencia interna y excelente estabilidad temporal.

• Agrupación bifactorial que se ajusta al constructo que pretende medir.

Si bien los factores encontrados permiten respetar la agrupación original en cuatro dimensiones, se sugiere mover
el ítem 2 de la influenciabilidad a la dimensión implicación emocional. Por tanto la agrupación cambia: implicación
emocional (ítems 2, 3, 5 y 7) e influenciabilidad (ítems 1 y 8).

Referencias

- 54 -
Referencias
₋₋ Bryant, R. A., Hung, L., Guastella, A. J. & Mitchell, P. B. (2012). Oxytocin as a moderator of hypnotizability.
Psychoneuroendocrinology, 37(1), 162-166.

₋₋ Enck, P., Klosterhalfen, S., Weimer, K., Horing, B. & Zipfel, S. (2011). The placebo response in clinical trials: more questions
than answers. Phil. Trans. R. Soc. B, 366, 1889-1895.

₋₋ Flaten, M. A., Aslaksen, P. M., Lyby, P. S. & Bjørkedal, E. (2011). The relation of emotions to placebo responses. Phil.
Trans. R. Soc. B, 366, 1818-1827.

₋₋ García-Cueto, E. & Gordón, O. (1998). Elaboración y análisis de una escala de sugestionabilidad. Psicología Conductual
6(3), 519-531.

₋₋ González-Ordi, H. & Miguel-Tobal, J. J. (1999). Características de la sugestionabilidad y su relación con otras variables
psicológicas. Anales de Psicología, 15(1), 57-75.

₋₋ Hyland, M. E. (2011). Motivation and placebos: do different mechanisms occur in different contexts? Phil. Trans. R. Soc.
B, 366, 1828-1837.

₋₋ Hyland, M. E., Whalley, B. & Geraghty, A. W. A. (2007). Dispositional predictors of placebo responding: A motivational
interpretation of flower essence and gratitude therapy. Journal of Psychosomatic Research, 62, 331-340.

₋₋ Kaptchuk, T. J. (2011). Placebo studies and ritual theory: a comparative analysis of Navajo, acupuncture and biomedical
healing. Phil. Trans. R. Soc. B, 366, 1849-1858.

₋₋ Kohls, N., Sauer, S., Offenbächer, M. & Giordano, J. (2011). Spirituality: an overlooked predictor of placebo effects? Phil.
Trans. R. Soc. B, 366, 1838-1848.

₋₋ Lifshitz, M., Howells, C. & Raz, A. (2012). Can expectation enhance response to suggestion? De-automatization
illuminates a conundrum. Consciousness and Cognition, 21(2), 1001-1008.

₋₋ Mazzoni, G., Foan, L., Hyland, M. E. & Kirsch, I. (2010). The Effects of Observation and Gender on Psychogenic Symptoms.
Health Psychology, 29(2), 181-185.

₋₋ McMurtrie, H., Baxter, J. S., Obonsawin, M. C. & Hunter, S. C. (2012). The relationship between memory beliefs,
compliance and response change within a simulated forensic interview. Personality and Individual Differences, 52(5),
591-595.

₋₋ Michael, R. B., Garry, M. & Kirsch, I. (2012). Suggestion, Cognition, and Behavior. Current Directions in Psychological
Science, 21(3), 151-156.

₋₋ Morales-Homar, G. & Gallego-Sáez, L. M. (2004). Evaluación de la Sugestionabilidad. Paper presented at the 5º Congreso
Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004.

₋₋ Schweiger-Gallo, I., Pfau, F. & Gollwitzer, P. M. (2012). Furnishing hypnotic instructions with implementation intentions
enhances hypnotic responsiveness. Consciousness and Cognition, 21(2), 1023-1030.

₋₋ Sink, C. A. & Mvududu, N. H. (2010). Power, Sampling, and Effect Sizes: Three Keys to Research Relevancy. Counceling
Outcome Research and Evaluation, 1, 1-18., 1(2), 1-18.

₋₋ Vase, L., Næsted Nørskov, K., Laue Petersen, G. & Price, D. D. (2011). Patients’ direct experiences as central elements
of placebo analgesia. Phil. Trans. R. Soc. B, 366, 1913–1921.

₋₋ Vits, S., Cesko, E., Enck, P., Hillen, U., Schadendorf, D. & Schedlowski, M. (2011). Behavioural conditioning as the mediator
of placebo responses in the immune system. Phil. Trans. R. Soc. B, 366, 1799-1807.

- 55 -
Cuestionario de Conexión Espiritual

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Dianelis Martínez Viamontes, Laura N. Rivera Delgado y Tainay Méndez Morell

VER INSTRUMENTO

Un individuo espiritual es aquel que tiene creencias firmes en una realidad que lo trasciende y aporta sentido a su
existencia (Kohls, Sauer, Offenbächer & Giordano, 2011). La espiritualidad se materializa a través de la dimensión de
auto-trascendencia, que implica la proximidad a valores como universalidad y benevolencia (Schwartz, 2006). Entonces,
con independencia de lo variado de su comprensión a través de las distintas culturas, la define como una sensación
especial de conexión que establecen los individuos con la realidad a partir de sus sistemas de creencias, que puede
tomar tres formas (Wheeler & Hyland, 2008): 1) religiosa; 2) espiritual no religiosa o 3) atea.

En la clínica la espiritualidad se afirma como el mejor predictor del efecto de numerosas modalidades de las Medicina
Complementarias y Alternativas (Hyland, 2011; Kohls et al., 2011). Un ejemplo de ello son los estudios realizados sobre
el efecto de los Remedios Florales de Bach (Hyland, Geraghty, Joy & Turner, 2006; Hyland & Whalley, 2008; Hyland,
Whalley & Geraghty, 2007) o la afinidad de las personas con su elección (Whalley & Hyland, 2009).

Los beneficios de la espiritualidad se hacen también patentes a través de los entrenamientos introspectivos (Kohls et
al., 2011). En los adultos medios y mayores, rezar puede contribuir sustancialmente al bienestar psicológico y subjetivo,
así como a la salud física (Lawler-Row & Elliott, 2009). Por su parte, la práctica del Yoga ha mostrado beneficios sobre
diversas patologías (Field, 2011; Mehta & Sharma, 2010; Murthy, Rao, Nandkumar & Kadam, 2011; Ülger & Vardar,
2011). Por último, se ha observado que la meditación también brinda mayores indicadores de bienestar subjetivo (Kim,
Park & Kim, 2008).

Pero más allá del ámbito de la clínica o la salud en general, se ha propuesto la espiritualidad como una cualidad
importante a desarrollar, para mejorar el desempeño del líder en las organizaciones (Korthagen, 2005). En definitiva,
el grado de espiritualidad de una persona influye notablemente en cómo se percibe a sí mismo, el futuro y el mundo
(Rosmarin et al., 2011), moldeando la forma en que se relaciona con los demás.

Si se toma en consideración la importancia que la variable ha adquirido, se hace necesario contar con instrumentos
que permitan su medición. A nuestro juicio, el Cuestionario de Conexión Espiritual (CE), es el que mejores posibilidades
ofrece dado que la concibe más allá de las creencias religiosas de un individuo (Wheeler & Hyland, 2008). Por tanto, el
objetivo del presente trabajo está dirigido a analizar los indicadores de confiabilidad y validez presentes en el CE.

Muestra (ver Tabla 1: Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Instrumento

El CE constituye un instrumento para evaluar ese sentido especial de conexión que establecen las personas con el
mundo que las rodea. Fue elaborado en el Reino Unido, a partir de una base de 48 ítems y no incluye ítems explícitos
de creencias religiosas (Wheeler & Hyland, 2008): 10 ítems describen la felicidad que aporta la espiritualidad (felicidad);

- 56 -
11 el sentido de conexión con otras personas (otros); 4 con lugares (lugares); 5 con la naturaleza (naturaleza) y los 18
restantes con el universo (fuerza o energía universal, ser divino, etc.).

Del total, 24 ítems fueron redactados asumiendo una posición favorable a la espiritualidad y todo lo contrario para
los restantes. De su validación emergió una versión unidimensional de 14 ítems, que responden a la medición del
constructo con gran ajuste factorial (Wheeler & Hyland, 2008). Siete de los cuales mostraban una relación directa con la
espiritualidad y el resto inversa. Se utilizó una escala Likert de calificación, integrada por 7 (Tabla 1).

Los ítems impares se califican solamente sumando sus puntos, mientras que a los pares se les debe invertir la dirección
de las puntuaciones antes de sumarlos al total. Una vez realizada la sumatoria se interpreta que a mayor puntuación,
mayor sentido de conexión espiritual presenta el individuo.

Procedimientos (ver Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Estructura factorial

A pesar de que el CE mide la espiritualidad, la exploración realizada a través de un ACP reveló una agrupación de
alrededor de tres factores, capaces de explicar el 49 % de la varianza de las puntuaciones de la prueba. En el primero se
agruparon los ítems redactados con una orientación espiritual positiva; mientras que el segundo y el tercero agruparon,
a su vez, aquellos de orientación negativa hacia la espiritualidad.

Tabla 1. Estructura factorial del CE


F1 F2 F3
α=.78 (α=.71) (α=.49)
1. Mi espiritualidad hace que la vida sea buena para mí. .625 .218 .004
3. En ocasiones siento que otras personas “brillan con una luz interior”. .561 .125 .029
5. En la vida existe un “plan mayor”. .648 -.065 .134
7. Siento que tengo una fuerza espiritual interna. .700 .199 -.120
9. Mi conexión espiritual con los demás incrementa mi fuerza interior. .634 .107 -.098
11. Me siento siempre protegido por un poder superior. .663 -.012 .287
13. Mi conexión con las cosas espirituales me hace feliz. .727 .176 .066
2. No siento una conexión espiritual con el mundo que me rodea. -.031 .649 .210
6. No siento que exista una forma de energía que una a las personas. .024 .662 .157
10. La espiritualidad no es importante para mí. .333 .593 .029
12. Nunca tendré un vínculo espiritual con otra persona. .142 .738 -.018
14. No me siento conectado con el universo de ninguna manera espiritual. .215 .622 .124
4. Nunca he tenido una experiencia espiritual que haya cambiado mi vida. .041 .159 .730
8. No tengo ninguna relación con algún poder que me trascienda. .052 .189 .771
Valor Propio 3,90 1,86 1,09
%Varianza Extracción 27,89 13,33 7,78

Instrucciones: A continuación se muestra una lista de afirmaciones acerca de vivencias espirituales. Por favor,
muestre en qué medida estas afirmaciones lo describen a Ud., utilizando la siguiente escala: “No me describe
en absoluto” -3 -2 -1 0 1 2 3 “Me describe completamente”. Por ejemplo, si la afirmación le describe en
grado extremo, seleccione el número 3 o si solo lo describe ligeramente, seleccione el número 1. No pase
demasiado tiempo pensando su respuesta, ofrezca la primera que pase por su mente. No existen respuestas
correctas o incorrectas.

El primer factor podría denominarse orientación espiritual directa (F1, Tabla 1) y se nutre de las diversas dimensiones
que integran la misma como conexión implícita con el universo (ítems 5, 11) y con los otros (3); conexión explícita con los
otros (9) y la autopercepción de espiritualidad, medida por la felicidad que aporta (1, 13). El segundo factor (F2) pudiera
identificar el rechazo hacia posturas que excluyen una visión espiritual del mundo (2), del universo (6, 14), de sí mismo

- 57 -
(10), o de la relación con otras personas (12) y ser denominado como aceptación de la espiritualidad. Por último, en el
tercer factor (F3) muestra una apertura individual a experiencias trascendentes e implica una: valoración negativa de su
relación con experiencias espirituales (4) y opinión sobre la relación con algún poder trascendente que guíe el destino
de las personas (8).

Es necesario aclarar que, al invertir la calificación de los dos últimos factores para tributar a la suma total, el incremento
de los puntos indica una menor identificación con el enunciado del ítem. Sin embargo, el hecho de que las personas no
se identifiquen con estas afirmaciones tampoco implica elevado desarrollo de la espiritualidad.

Entonces, el diagnóstico del nivel de conexión espiritual percibido no puede realizarse a partir de un factor aislado, sino
que requiere de la interacción de los tres. Ello implica el análisis del nivel de orientación positiva (orientación) hacia la
espiritualidad, la aceptación de la espiritualidad (aceptación) y la apertura a establecer una conexión con experiencias
trascendentes (apertura). El primer factor podría medir el nivel de espiritualidad actual y los dos restantes brindar un
pronóstico de hacia dónde se mueven realmente las creencias del individuo.

Consistencia interna y estabilidad temporal de las puntuaciones

La consistencia interna de la prueba resultó muy satisfactoria (α=.79), al igual que la de los factores 1 y 2 (Tabla 1). El
bajo valor obtenido para F3 puede ser explicado por el escaso número de ítems que lo conforman. Las puntuaciones de
la línea base se relacionaron de forma significativa con las del re-test realizado a partir de los dos meses (r=.432, p<.03),
con un efecto de asociación de mediano a grande (Sink & Mvududu, 2010).

Indicadores de validez concurrente

Dado que la prueba debe ser capaz de mostrar indicadores de validez, de forma simultánea a la aplicación del
instrumento, se le preguntó a los individuos si: se encontraban afiliados a alguna religión específica, tenían creencias
en una realidad trascendente pero no eran practicantes de ninguna religión, o si se definían como ateos. Con ello se
pretendía comprobar la siguiente hipótesis: los individuos con creencias religiosas o espirituales no religiosas, obtendrán
puntuaciones significativamente superiores en el CE que los ateos.

Como se observa en la Tabla 2, se encontraron diferencias significativas entre los distintos grupos [F (2, 635)= 52.602;
p<.001], donde los individuos declarados como ateos mostraron una media negativa en sus puntuaciones y los individuos
espirituales no religiosos obtuvieron una media positiva, pero más baja que los religiosos.

Tabla 2. Agrupación de los resultados del CE por grupos de conexión


Subconjuntos* (HSD de Tukey)
Niveles N 1 2 3
Ateo 197 -2,19±15,48
Espiritual no Religioso 337 9,20±14,59
Espiritual Religioso 104 14,47±15,94
*Se agregaron las desviaciones estándar a la media de cada subconjunto (±).

Puntos de Corte

Con el establecimiento de los puntos de corte el evaluador podrá hacerse una idea del nivel de espiritualidad individual,
comparado con las puntuaciones de la población general. También se ofrece la división para los tres factores obtenidos
del presente estudio, dado que permitirán un mejor desglose de la forma en que se estructura la conexión espiritual. Por
ejemplo, un individuo con un nivel medio de conexión espiritual, puede tener valores bajos en orientación, sin embargo
mostrar una aceptación media y elevada apertura.

- 58 -
Tabla 3. Descriptivos generales y puntos de corte del CE
Descriptivos Valores
Rango Media DE Bajos ≤ Altos ≥
Espiritualidad ±42 6,41 16,21 -3 17
• Orientación ±21 4,69 10,07 -2 12
• Aceptación ±15 1,96 7,72 -3 8
• Apertura ±6 0,24 3,86 -3 3

A modo de integración, puede afirmarse que el CE:

• Respondió a una estructura de tres factores (orientación, aceptación y apertura), con un excelente ajuste al constructo
que miden.

• Mostró una buena consistencia interna y excelente estabilidad temporal.

• Permitió diferenciar a los individuos con diferentes grados de orientación espiritual.

Referencias

- 59 -
Referencias
₋₋ Field, T. (2011). Yoga clinical research review. Complementary Therapies in Clinical Practice, 17, 1-8.

₋₋ Hyland, M. E. (2011). The Origins of Health and Disease Cambridge: Cambridge University Press.

₋₋ Hyland, M. E., Geraghty, A. W. A., Joy, O. E. T. & Turner, S. I. (2006). Spirituality predicts outcome independently of
expectancy following flower essence self-treatment. Journal of Psychosomatic Research, 60, 53-58.

₋₋ Hyland, M. E. & Whalley, B. (2008). Motivational concordance: An important mechanism in self-help therapeutic rituals
involving inert (placebo) substances. Journal of Psychosomatic Research, 65, 405-413.

₋₋ Hyland, M. E., Whalley, B. & Geraghty, A. W. A. (2007). Dispositional predictors of placebo responding: A motivational
interpretation of flower essence and gratitude therapy. Journal of Psychosomatic Research, 62, 331-340.

₋₋ Kim, T. S., Park, J. S. & Kim, M. A. (2008). The Relation of Meditation to Power and Well-Being. Nursing Science Quarterly,
21(1), 49-58.

₋₋ Kohls, N., Sauer, S., Offenbächer, M. & Giordano, J. (2011). Spirituality: an overlooked predictor of placebo effects? Phil.
Trans. R. Soc. B, 366, 1838-1848.

₋₋ Korthagen, F. A. (2005). The Organization in Balance: Reflection and Intuition as Complementary Processes. Management
Learning, 36(3), 371-387.

₋₋ Lawler-Row, K. A. & Elliott, J. (2009). The Role of Religious Activity and Spirituality in the Health and Well-being of Older
Adults. Journal of Health Psychology, 14(1), 43-52.

₋₋ Mehta, P. & Sharma, M. (2010). Yoga as a Complementary Therapy for Clinical Depression. Complementary Health
Practice Review, 15(3), 156-170.

₋₋ Murthy, S. N., Rao, S. N. S., Nandkumar, B. & Kadam, A. (2011). Role of naturopathy and yoga treatment in the
management of hypertension. Complementary Therapies in Clinical Practice, 17, 9-12.

₋₋ Rosmarin, D. H., Pirutinsky, S., Auerbach, R. P., Björgvinsson, T., Bigda-Peyton, J., Andersson, G., et al. (2011). Incorporating
Spiritual Beliefs Into a Cognitive Model of Worry. Journal of Clinical Psychology, 67(7), 691-700.

₋₋ Schwartz, S. H. (2006). Basic human values: Theory, measurement, and applications. Revue Française de Sociologie, 47,
929–968.

₋₋ Sink, C. A., & Mvududu, N. H. (2010). Power, Sampling, and Effect Sizes: Three Keys to Research Relevancy. Counceling
Outcome Research and Evaluation, 1, 1-18., 1(2), 1-18.

₋₋ Ülger, Y., & Vardar, N. (2011). Effects of yoga on balance and gait properties in women with musculoskeletal problems:
A pilot study. Complementary Therapies in Clinical Practice, 17, 13-15.

₋₋ Whalley, B., & Hyland, M. E. (2009). One size does not fit all: Motivational predictors of contextual benefits of therapy.
Psychology and Psychotherapy: Theory, Research and Practice, 82, 291-303.

₋₋ Wheeler, P., & Hyland, M. E. (2008). The development of a scale to measure the experience of spiritual connection and
the correlation between this experience and values. Spirituality and Health International, 9, 193-217.

- 60 -
Test Abreviado de Orientación Vital (LOT6)

Yunier Broche Pérez, Boris C. Rodríguez Martín, Karla López Morales, Geisy Gómez Gómez y Natalí E. Candelaria Macías

VER INSTRUMENTO

El interés por el estudio científico del constructo optimismo es relativamente reciente dentro de la psicología, aunque
popularmente el término se usa con bastante frecuencia. No obstante, en las últimas dos décadas las investigaciones
sobre esta categoría han experimentado un gran avance (Ferrando, Chico & Tous, 2002).

Para su definición deben considerarse dos aproximaciones fundamentales dentro de la literatura que maneja este
constructo. Por una parte encontramos la postura de Seligman y un grupo de colaboradores, basada en los estilos
explicativos (Abramson, Seligman, & Teasdale, 1978; Peterson & Seligman, 1984). De acuerdo con esta inclinación, las
personas realizan juicios sobre los sucesos de su vida cotidiana, atribuyéndole causas. Estas atribuciones pueden ser de
dos tipos, la primera se conoce como estilo explicativo optimista, en esta forma de atribución las valoraciones elaboradas
por los individuos se caracterizan por ser externas, temporales, y las explicaciones sobre la situación son específicas.

El estilo opuesto se denomina estilo explicativo pesimista, puesto que las atribuciones aquí suelen ser internas, estables
y las valoraciones asociadas son globales (Isaacowitz & Seligman, 2002). Este enfoque (estilo explicativo), desde el punto
de vista temporal, posee una orientación presente, puesto que se basa en la forma de auto-explicación que suelen
elaborar las personas luego de un evento específico o mientras transitan por él.

Una segunda aproximación al estudio del optimismo, es la conocida como optimismo disposicional. A diferencia del
estilo explicativo, cuya orientación temporal es presente, el optimismo disposicional está centrado en las expectativas,
positivas o negativas, sobre los eventos que ocurrirán en el futuro (M. F. Scheier & Carver, 1993). Desde esta perspectiva
los individuos que tienden a considerar que los eventos que acontecerán serán positivos, presentan un optimismo
disposicional, y aquellos cuyas expectativas son desfavorables y esperan sucesos negativos, se caracterizan por un
pesimismo disposicional (Carver & Scheier, 2002).

En este sentido el planteamiento de una definición sobre optimismo guarda una relación estrecha con el modelo que
se asuma, ya sea el de estilo atribucional o el optimismo/pesimismo disposicional 1.

Para la evaluación de los estilos atribucionales la prueba más utilizada es el Attributional Style Questionnaire (ASQ), que
también posee una versión para adultos mayores denominada Older Adults Attributional Style Questionnaire (OAASQ)
(Isaacowitz & Seligman, 2002). En el caso del optimismo disposicional la herramienta por excelencia la constituye el
Life Orientation Test (LOT) o Test de Orientación Vital, según su traducción al castellano (Carver, Scheier & Segerstrom,
2010). El objetivo del presente estudio se dirige a analizar las medidas de confiabilidad que aporta la aplicación de la
prueba en población general en Cuba.

1 Para profundizar en este sentido recomendamos la lectura del Handbook of Positive Psychology en su parte IV,
capítulos 17 y 18.

- 61 -
Muestra (ver Tabla 1: Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Test de Orientación Vital (LOT).

El LOT es una variante reducida del Life Orientation Test-Revisado que midió el optimismo disposicional (M.F. Scheier,
Carver, & Bridges, 1994). La prueba original cuenta con 10 ítems (Ferrando et al., 2002): 3 de calificación directa; 3 de
calificación inversa y 4 de relleno.

Test Abreviado de Orientación Vital (LOT6).

En la versión utilizada para esta investigación fueron eliminados los ítems de relleno. Los ítems fueron contestados
utilizando una escala tipo Likert, desde 1=“completamente en desacuerdo” hasta 5= “completamente de acuerdo”. Para
la calificación final, se invirtió la calificación para los ítems 2, 4 y 5. Luego fueron sumados a aquellos de calificación
directa. La tendencia al optimismo como orientación vital, se incrementa en relación directa con las puntuaciones totales
de la prueba.

Procedimientos (ver Encuesta Reducida de Valores de Schwartz).

Estructura Factorial

La Tabla 1 muestra los resultados del ACP mediante el que fue explorada la estructura del LOT6. En el primer factor se
agruparon las respuestas que denotan un rechazo hacia una orientación pesimista (debe recordarse que éstas fueron
invertidas para la calificación final), y de hecho son las que explicaron el mayor % de la varianza. En el segundo factor
quedaron incluidas las respuestas que directamente tributan a una orientación optimista.

Tabla 1. Estructura factorial del CD-RISC10


1 2
2. Si algo malo me puede pasar, estoy segura(o) que me pasará. .691 .026
4. Rara vez espero que las cosas salgan a mi manera. .702 .120
5. No espero que cosas buenas me sucedan. .661 .217
1. En tiempos de incertidumbre, tiendo a pensar que me va a ocurrir lo mejor. -.066 .785
3. Siempre soy optimista en cuanto al futuro. .661 .217
6. En general, pienso que me van a suceder más cosas buenas que malas. .320 .563
Valor Propio 2,07 1,02
%Varianza Extracción 34,60 17,02

Instrucciones: Las siguientes preguntas se refieren a cómo Usted, de manera general, ve la vida.
Después de cada pregunta, díganos si está de acuerdo o en desacuerdo. No hay respuestas correctas
o incorrectas, solo nos interesa su opinión: 1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en
desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente de acuerdo.

Aunque la estructura del LOT6 se agrupó en torno a dos factores, ello se debió a que en uno se muestran los ítems
inversos, que explicaron un mayor % de la varianza que los ítems directos. Dado que las puntuaciones habían sido
corregidas se interpretó que ambos factores agrupan el mismo constructo: optimismo.

Consistencia interna

Tomando en cuenta que todos los ítems tributaron al mismo constructo, con independencia de la agrupación factorial,
fue calculada la consistencia interna de la prueba. El valor de alfa de Cronbach (α=.62) reveló que la misma puede
considerarse aceptable.

- 62 -
Estabilidad Temporal

Los valores obtenidos tras la aplicación de la prueba luego de transcurrido un período de tiempo entre dos y cuatro
meses, revelaron relaciones significativas con los que se registraron en la evaluación de línea Base (r=.201, p<.05). Sin
embargo este coeficiente de correlación, aunque significativo, se consideró algo bajo, lo que puede explicarse por la
ligera disminución de las puntuaciones en la segunda aplicación (MediaLB= 22.5±4.7 vs. MediaRetest= 20.3±7.8), que
fue significativa [t (148)=3.134, p<.01]. Ello sugiere un sesgo atribuible a una alta deseabilidad social durante la línea
base.

Puntos de Corte

En la Tabla 2 se muestran los puntos de corte para las puntuaciones del test. Destacó que la media de las puntuaciones
tendió a ser bastante elevada, cuestión que pudiera ser un indicador de elevados niveles de optimismo disposicional.
Nótese que para que una puntuación sea considerada elevada dentro de una población mayoritariamente no-clínica,
esta debe exceder los 26 puntos, de un total de 30 que pueden ser alcanzados.

Tabla 2. Descriptivos generales y puntos de corte


LOT6
Media±DE 22,91±4,46
Rango 9-30
Puntuaciones Bajas ≤ 20
Puntuaciones Altas ≥ 26

De forma general, esta versión reducida del test de orientación vital mostró un excelente ajuste al constructo y aceptable
consistencia interna y estabilidad temporal. Estudios posteriores deberán profundizar en las propiedades psicométricas
del instrumento y determinar su posible validez concurrente con otras medidas que sean tomadas de manera simultánea.

Referencias

- 63 -
Referencias
₋₋ Abramson, L. Y., Seligman, M. E. & Teasdale, J. D. (1978). Learned helplessness: Critique and reformulation. Journal of
Abnormal Psychology, 87, 49-74.

₋₋ Carver, C. S. & Scheier, M. F. (2002). Optimism. In C. R. Snyder & S. J. Lopez (Eds.), Handbook of Positive Psychology (pp.
231-243). New York: Oxford University Press.

₋₋ Carver, C. S., Scheier, M. F. & Segerstrom, S. (2010). Optimism. Clinical Psychology Review, 30(7), 879–889.

₋₋ Ferrando, P. J., Chico, E. & Tous, J. M. (2002). Propiedades psicométricas del test de optimismo Life Orientation Test.
Psicothema, 14(3), 673-680.

₋₋ Isaacowitz, D. M. & Seligman, M. E. (2002). Cognitive style predictors of affect change in older adults. International
Journal of Aging and Mebtal Health, 54(3), 233-253.

₋₋ Peterson, C. P. & Seligman, M. E. (1984). Causal explanations as a risk factor of depression. Psychological Review, 91,
347-374.

₋₋ Scheier, M. F. & Carver, C. S. (1993). On the power of positive thinking: The benefits of being optimistic. Current
Directions in Psychological Science, 2, 26-30.

₋₋ Scheier, M. F., Carver, C. S. & Bridges, M. W. (1994). Distinguising optimism from neuroticism (and trait anxiety, self
mastery and self esteem): A reevaluation of the Life Orientation Test. Journal of Personality and Social Psychology, 67,
1063-1078.

- 64 -
Escala Reducida de Bienestar Subjetivo

Boris C. Rodríguez Martín, Osana Molerio Pérez, Yaima Castillo Figueroa y Lismary Pedraza Durán

VER INSTRUMENTO

El bienestar subjetivo puede ser definido como una dimensión hedónica del bienestar (Joshanloo & Ghaedi, 2009),
más afín con el concepto de felicidad (Sánchez-Cánovas, 1998). Recientemente un comité internacional de expertos ha
redefinido el bienestar subjetivo, considerándolo como un “paraguas” que permite agrupar diferentes valoraciones que
tienen los individuos acerca de su vida, los eventos que les suceden y las circunstancias en las que se desarrollan (Diener,
2006).

Aunque su estudio se ha realizado desde un enfoque netamente salutogénico (Oramas-Viera, Santana-López, & Vergara-
Barrenechea, 2006), no puede descuidarse que la felicidad tiene sus lados oscuros (Gruber, Mauss & Tamir, 2011). El
problema radica en que es mayormente concebida desde una perspectiva más hedónica que eudamónica (Ryff & Singer,
2008), o sea, desde una perspectiva más cercana al auto-engrandecimiento que a la auto-trascendencia (Schwartz,
2006).

Un estudio en 97 países reveló que si bien la satisfacción con la vida podía ser el mejor predictor cognitivo del bienestar
subjetivo, la fijación de numerosas culturas con los componentes hedónicos del bienestar pone en peligro su consecución
(Minkov, 2009). Cuestión que puede tener notables impactos sobre la calidad de vida de las personas, aunque no se
encuentren en una situación de pobreza extrema (Camfield & Skevington, 2008). Se ha observado que tanto el sentido
del humor como el contacto directo con la naturaleza pueden resultar suficientes para incrementar el bienestar y a la
vez, ser retroalimentados por este (Herzog & Strevey, 2008).

Este problema trasciende al individuo y alcanza las naciones “ricas”, pues el dinero no implica necesariamente altas
cuotas de bienestar social (Kasser, 2011; Oishi & Schimmack, 2010). Ello puede tener que ver con los valores hacia los
que se orientan tanto las personas como las sociedades (Bardi & Goodwin, 2011). Se ha observado una relación inversa
entre los componentes afectivos del bienestar subjetivo con la seguridad, la tradición o la conformidad; mientras que la
relación es positiva con la autodirección, la estimulación o el logro (Sagiv & Schwartz, 2000). En otro estudio se mantuvo
la correlación negativa con la tradición para el componente afectivo, mientras que el componente cognitivo estableció
una relación positiva solamente con el logro (Joshanloo & Ghaedi, 2009).

Entonces queda clara la idea de evaluar el bienestar, que es mucho más que sentirse feliz o estar satisfecho con la vida,
es un constructo multidimensional que ha mostrado ajuste a seis dimensiones básicas (Ryff & Keyes, 1995): autonomía,
dominio ambiental, crecimiento personal, relaciones con los otros, propósito en la vida, y auto-aceptación. Es un sistema
adaptativo complejo muy asociado a la auto-trascendencia, donde numerosos rasgos de personalidad pueden perseguir
un único fin y un rasgo fines diversos (Clonninger, 2012).

En nuestro país se cuenta con el Cuestionario de Bienestar Psicológico (García-Viniegras, 2004), que se estructura
como una escala de 39 ítems, que pretende evaluar los componentes cognitivos y afectivos del bienestar en diferentes

- 65 -
áreas: material, personal-social, laboral, familiar y sexual. También se cuenta con otro cuestionario de 14 ítems, dirigido
a explorar los componentes del autoconcepto y el sentido de vida, que se agrupa en cuatro dimensiones (Oramas-Viera
et al., 2006): autoeficacia, estado de ánimo, sentido, y propósito de vida.

En el presente estudio se pretende analizar los indicadores de ajuste al constructo y consistencia interna de la Escala
de Bienestar Subjetivo (Torres-Acuña, 2003), así como su versión reducida (BS10). El estudio fue conducido por el Centro
de Bienestar Universitario y la Facultad de Psicología en el período enero-febrero de 2011. El presente estudio fue
conducido en una muestra de 940 individuos de la población general (Tabla 1).

Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas de la muestra

fr. % fr. %
Villa Clara 200 21,3 No-clínico 568 60,4
Sancti Spíritus 297 31,6 Asma 57 6,2
Provincia Cienfuegos 98 10,4 Enfermedad HTA 131 13,9
Ciego de Avila 100 10,6 DM 51 5,4
Camagüey 245 26,1 Diversas 133 14,1
Soltero 260 27,7 6to 11 1.2
Casado 553 58,8 9no 175 18,6
E-Civil Escolaridad
Divorciado 76 8,1 Medio 439 46,7
Viudo 51 5,4 Superior 315 33,5
Adulto Joven 277 29,5 Femenino 468 49,8
Género
Edad Adulto Medio 527 56,1 Masculino 472 50,2
Adulto Mayor 136 14,5

Criterios de inclusión

• Haber nacido y residir en Cuba.

• Ofrecer consentimiento informado.

Criterios de exclusión

• Diagnóstico psicopatológico > nivel neurótico de funcionamiento.

• Nivel de escolaridad < 6to grado.

Se observó que la mayor parte de la muestra estuvo conformada por individuos de las provincias de Sancti Spíritus,
Camagüey y Villa Clara. El nivel de escolaridad predominante fue medio (46,7 %), y casado (58,8 %), el estado civil. El
mayor % de los encuestados (56,1 %) eran adultos medios, y existió una cantidad similar de hombres y mujeres.

Instrumentos

Escala de Bienestar Subjetivo (BS30).

La conforman 30 ítems que responden al constructo bienestar subjetivo, que se califican en una escala Likert (Tabla 2),
y se interpreta que a mayor puntuación mayor bienestar (Torres-Acuña, 2003).

Procedimientos

Para la selección de la muestra y aplicación de las encuestas se adiestró un numeroso grupo de estudiantes de la carrera
de psicología (16 horas), pertenecientes al Grupo Científico Estudiantil de Validación de Instrumentos Psicológicos,
denominados “encuestadores”. La selección de la muestra se llevó a cabo en lugares de residencia de cada encuestador,
que abarcaron las provincias centrales (Tabla1), durante el período de las Prácticas de Producción (enero de 2011). Cada

- 66 -
estudiante fue asignado a un supervisor en una unidad de salud del municipio de residencia.

A todos los participantes se les suministró una hoja donde se explicaban las características del estudio y la forma de
contactar con el investigador principal para aclarar cualquier duda. Para la aplicación de las encuestas se dispuso de
una sesión de trabajo. Fueron siempre realizadas en locales con adecuadas condiciones de iluminación, ventilación y
privacidad.

Estructura Factorial y Consistencia Interna

Tabla 2. Estructura Factorial de la Escala de Bienestar Subjetivo


F1 F2 F3 F4 F5 F5
α=.69 (α=.73) (α=.71) (α=.57) (α=.59) (α=.61)
1. Acostumbro a ver el lado favorable de las cosas. .629 .153 .179 .052 .026 .104
4. Todo me parece interesante. .577 -.045 .145 .172 .039 .195
9. Estoy ilusionado/a. .606 .002 .159 .146 .081 .161
10. Se me han abierto muchas puertas en mi vida. .509 .162 .320 .003 -.045 .226
28. Creo que, generalmente, tengo buen humor. .497 .246 .145 .196 .104 .025
2. Me gusta transmitir mi felicidad a los demás. .416 .423 .050 .085 .086 -.127
3. Me siento bien conmigo mismo. .434 .472 .145 -.009 .206 -.001
12. Me siento capaz de realizar mi trabajo. .109 .356 .106 -.013 .318 .157
18. Creo que valgo tanto como cualquier otra persona. -.040 .714 .047 .153 -.014 .032
19. Creo que puedo superar mis errores y debilidades. .211 .532 .083 .149 .060 .094
20. Creo que mi familia me quiere. -.041 .540 .054 .090 -.040 .176
22. Tengo muchas ganas de vivir. .144 .532 .007 .085 .151 .195
25. Disfruto de las comidas. -.011 .302 .077 .298 .195 .415
27. Me concentro con facilidad en lo que estoy haciendo. .319 .362 .240 -.060 .025 . 121
30. Tengo confianza en mí mismo. .392 .427 .241 -.089 .155 .048
8. Tengo buena suerte. .295 -.045 .581 .101 .087 .030
11. Me siento optimista. .139 .027 .697 .061 .074 .014
16. Creo que me sucederán cosas agradables. .322 .166 .467 .107 .127 .139
17. Creo que, como persona, he logrado lo que quería. .104 .220 .672 .023 -.031 .088
29. Siento que todo me va bien. .413 .134 .524 .032 .175 .120
5. Me gusta divertirme. .209 .071 -.018 .666 .342 -.089
7. Busco momentos de distracción y descanso. .090 .128 .242 .636 -.136 .056
26. Me gusta salir y ver a la gente. .101 .147 .028 .698 .034 .083
6. Me siento jovial. .421 .075 .045 .431 .481 -.031
13. Creo que tengo buena salud. .074 .091 .068 -.034 .811 .052
14. Duermo bien y de forma tranquila. -.086 .056 .405 .152 .485 .135
21. Me siento “en forma”. .308 .106 .050 .200 .401 .276
15. Me siento útil y necesario para la gente. .207 .266 .285 .087 .209 .365
23. Me enfrento a mis tareas con buen ánimo. .269 .087 .029 -.054 .034 .744
24. Me gusta lo que hago. .117 .197 .147 .020 .070 .675
Valor Propio 7,03 1,69 1,60 1,22 1,11 1,07
%Varianza Extracción 23,43 5,63 5,30 4,09 3,71 3,54

Instrucciones: A continuación se presenta una serie de afirmaciones. Por favor, marque sin pensar mucho la que mejor
se ajuste a su caso. Considere las siguientes opciones de respuesta: 1= Nunca o casi nunca; 2= Algunas veces; 3= Muchas
veces; 4= Casi siempre y 5= Siempre.

Independientemente de que la escala original proponga la medición única del bienestar subjetivo (Torres-Acuña, 2003),
se ha observado que en nuestro país puede responder a agrupaciones diversas, ya sea por áreas (García-Viniegras,
2004) o dimensiones (Oramas-Viera et al., 2006).

Por ello se decidió realizar una exploración del ajuste de cada ítem al constructo mediante ACP. Los resultados de esta
exploración factorial se muestran en la Tabla 2. Del análisis emergieron seis factores con autovalores mayores que 1,

- 67 -
capaces de explicar el 46 % de la varianza de las puntuaciones de la prueba, con una consistencia interna altamente
satisfactoria (α=.88):

• F1) Optimismo.

• F2) Conocimiento de sí mismo.

• F3) Satisfacción consigo mismo.

• F4) Aspectos hedónicos del bienestar.

• F5) Satisfacción con el estado de salud.

• F6) Dominio y disfrute del entorno.

Ahora bien, dado que el % de la varianza que explican los 6 factores resulta inferior al 50 %, queda abierta la interrogante
sobre si podría incrementarse éste seleccionando aquellos ítems que mayor ajuste al constructo mostraron. Para ello
resulta necesario observar las comunalidades luego de la extracción de los factores, tomando como criterio de corte
valores inferiores al 50 % de la varianza que se explica con los factores.

Como se puede observar en la Tabla 2, solamente 11 ítems reunieron el criterio establecido: 5-7, 11, 13, 17,18, 23, 24,
26, 29. Aunque se redujo el número de ítems todos los factores que conforman el constructo quedaron representados
en esta selección (F2=18; F3=11,17 y 29; F4=5,7 y 26; F5=6,13 y F6=23,24) con la excepción del F1. En este sentido, el
reflejo de una visión optimista de la vida puede quedar mejor representada dentro del constructo bienestar psicológico
(Ryff & Keyes, 1995).

Tabla 2. Representación de las comunalidades luego de la extracción


Extracción Extracción Extracción
Ítem1 .465 Ítem11 .515 Ítem21 .386
Ítem2 .385 Ítem12 .276 Ítem22 .372
Ítem3 .475 Ítem13 .681 Ítem23 .638
Ítem4 .425 Ítem14 .451 Ítem24 .535
Ítem5 .618 Ítem15 .380 Ítem25 .396
Ítem6 .604 Ítem16 .396 Ítem26 .528
Ítem7 .509 Ítem17 .520 Ítem27 .310
Ítem8 .445 Ítem18 .538 Ítem28 .379
Ítem9 .446 Ítem19 .369 Ítem29 .509
Ítem10 .441 Ítem20 .337 Ítem30 .428

Al realizar un segundo ACP la varianza explicada por los 11 ítems subió hasta 58,7 %. Tomando en cuenta el criterio de
que los valores de las comunalidades luego de la extracción no podían ser inferiores al 50 % fue excluido el ítem 18 y se
realizó un tercer ACP. En este tercer momento, la varianza explicada por los cuatro factores que integraron el constructo
subió hasta el 63,3 %, y aunque la consistencia interna disminuyó, aún resulta aceptable (α=.70).

En este tercer y último momento quedó excluido el segundo factor, probablemente por las mismas razones que el
primero. Entonces, de la nueva agrupación factorial emergieron cuatro factores, que se correspondieron con los cuatro
últimos del primer ACP.

En primer lugar (F1) se observó un predominio del criterio de bienestar asociado a los aspectos hedónicos del mismo,
como tiempo de ocio, diversión y socialización (Minkov, 2009). En el segundo factor se agruparon las respuestas de
satisfacción consigo mismo. En el tercero (F3) se mostraron indicadores de satisfacción con las actividades que realiza,
más relacionados con el sentido y propósito en la vida (Diener & Tov, 2012) y los aspectos eudamónicos del bienestar
(Ryff & Singer, 2008), que constituyen.

- 68 -
Tabla 3. Estructura Factorial de la Escala Reducida de Bienestar Subjetivo
F1 F2 F3 F4
5. Me gusta divertirme. .700 .012 -.010 .411
7. Busco momentos de distracción y descanso. .683 .183 .056 -.167
26. Me gusta salir y ver a la gente. .731 .028 .068 .032
11. Me siento optimista. .044 .761 .002 .093
17. Creo que, como persona, he logrado lo que quería. .069 .782 .141 -.053
29. Siento que todo me va bien. .150 .684 .197 .194
23. Me enfrento a mis tareas con buen ánimo. .022 .089 .839 .044
24. Me gusta lo que hago. .085 .164 .795 .073
6. Me siento jovial. .510 .180 .050 .591
13. Creo que tengo buena salud. -.067 .089 .097 .869
Valor Propio 2,47 1,48 1,08 1,02
%Varianza Extracción 27.,0 14.79 10,89 10,26

Instrucciones: A continuación se presentan una serie de afirmaciones. Por favor, marque sin
pensar mucho la que mejor se ajuste a su caso. Considere las siguientes opciones de respuesta:
1= Nunca o casi nunca; 2= Algunas veces; 3= Muchas veces; 4= Casi siempre y 5=Siempre.

Por último, en el cuarto factor (F4) quedaron agrupados aquellos ítems en los que el individuo reporta una autoimagen
de persona saludable, a través de una percepción positiva de su estado de ánimo. Ello brinda soporte a la idea de que
el bienestar es un sistema adaptativo que promueve conductas que acercan al individuo a la supervivencia (Clonninger,
2012).

Puntos de Corte

En la Tabla 4 se muestran los puntos de corte para las puntuaciones globales tanto del BS30 como del BS10. Para el caso
de este último se muestran adicionalmente los de las subescalas, surgidas a través de la agrupación factorial.

Tabla 4. Puntos de corte para BS30 y BS10


Descriptivos Valores
Media DE Rango Bajos ≤ Altos ≥
BS10 38,94 6,59 10-50 34 44
• F1 11,76 2,86 3-15 4 14
• F2 10,82 2,97 3-15 9 13
• F3 8,55 1,86 2-10 7 10
• F4 7,81 2,16 2-10 6 10
BS30 119,4 17,4 30-150 108 132

Los resultados mostraron medias elevadas de bienestar subjetivo para cualquiera de las dos escalas analizadas, muy
cercanas al límite superior. Ello brinda soporte a la idea de que el bienestar subjetivo no está directamente relacionado
con la seguridad económica o los ingresos que una persona o nación posean (Kasser, 2011; Oishi & Schimmack, 2010).

De forma general puede señalarse que la exploración del bienestar subjetivo lo mostró consistente con la idea de
que es un constructo multidimensional (Diener, 2006; Diener & Tov, 2012), diferente del bienestar psicológico (Ryff
& Keyes, 1995; Ryff & Singer, 2008). La Escala Reducida de Bienestar Subjetivo (BS10) permitió evaluar el constructo
desde esta perspectiva, explicando una gran porción de su varianza a partir de la agrupación de cuatro factores, con una
consistencia interna aceptable. Se sugiere someter esta escala a validación concurrente en futuros estudios, así como
analizar su estabilidad temporal.

- 69 -
Referencias
₋₋ Bardi, A., & Goodwin, R. (2011). The Dual Route to Value Change: Individual Processes and Cultural Moderators. Journal
of Cross-Cultural Psychology, 42(2), 271-287.

₋₋ Camfield, L., & Skevington, S. M. (2008). On Subjective Well-being and Quality of Life. Journal of Health Psychology,
13(6), 764-775.

₋₋ Clonninger, R. C. (2012). Healthy personality development and well-being. World Psychiatry, 11(2), 103-104.

₋₋ Diener, E. (2006). Guidelines for national indicators of subjective well-being and ill-being. Journal of Happiness Studies,
7(4), 397-404.

₋₋ Diener, E., & Tov, W. (2012). National Accounts of Well-Being. In A. C. M. K. C. Land, & M. J. Sirgy (Ed.), Handbook of
social indicators and quality of life research (pp. 137-156). New York: Springer.

₋₋ García-Viniegras, C. R. V. (2004). Construcción y validación de una técnica para evaluar bienestar psicológico.Unpublished
Doctoral, ISCMH.

₋₋ Gruber, J., Mauss, I. B. & Tamir, M. (2011). A Dark Side of Happiness? How, When, and Why Happiness Is Not Always
Good. Perspectives on Psychological Science, 6(3), 222-233.

₋₋ Herzog, T. R. & Strevey, S. (2008). Contact With Nature, Sense of Humor, and Psychological Well-Being. Environment
and Behavior, 40(6), 747-776.

₋₋ Joshanloo, J. & Ghaedi, G. (2009). Value priorities as predictors of hedonic and eudaimonic aspects of well-being.
Personality and Individual Differences, 47, 294-298.

₋₋ Kasser, T. (2011). Cultural Values and the Well-Being of Future Generations: A Cross-National Study. Journal of Cross-
Cultural Psychology, 42(2), 206-215.

₋₋ Minkov, M. (2009). Predictors of Differences in Subjective Well-Being Across 97 Nations. Cross-Cultural Research, 43(2),
152-179.

₋₋ Oishi, S., & Schimmack, U. (2010). Culture and Well-Being : A New Inquiry Into the Psychological Wealth of Nations.
Perspectives on Psychological Science, 5(4), 463-471.

₋₋ Oramas-Viera, A., Santana-López, S., & Vergara-Barrenechea, A. (2006). El bienestar psicológico, un indicador positivo
de la salud mental. Revista Cubana de Salud y Trabajo, 7(1-2), 34-39.

₋₋ Ryff, C. D., & Keyes, C. L. M. (1995). The structure of psychological well-being revisited. Journal of Personality and Social
Psychology, 69(4), 719-727.

₋₋ Ryff, C. D., & Singer, B. H. (2008). Know thyself and become what you are: a eudamonic approach to psychological well-
being. Journal of Happiness Studies, 9, 13-39.

₋₋ Sagiv, L., & Schwartz, S. H. (2000). Value priorities and subjectivewell-being: direct relations and congruity effects.
European Journal of Social Psychology, 30, 177-198.

₋₋ Sánchez-Cánovas, J. (1998). Escala de Bienestar Psicológico. Manual. Madrid: TEA-Ediciones SA.

₋₋ Schwartz, S. H. (2006). Basic human values: Theory, measurement, and applications. Revue Française de Sociologie, 47,
929-968.

₋₋ Torres-Acuña, W. (2003). Utilización de Internet y el bienestar psicológico en estudiantes universitarios de alto y bajo
nivel de acceso a las tecnologías de la información por computadora. Unpublished Doctoral, Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, Lima.

- 70 -
Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC)

Yunier Broche Pérez, Boris C. Rodríguez Martín, Susana Pérez Santaella, Geily Alonso Díaz, Adelis Hernández Carballo y

Yipsandra Blanco Consuegra

VER INSTRUMENTO

La resiliencia es la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y ser fortalecido o transformado por experiencias
adversas (Grotberg, 2003). El origen del término se remonta a los años ochenta, cuando algunos investigadores comenzaron
a percatarse de que algunas personas, a pesar de desarrollarse en ambientes muy desfavorables y potencialmente
generadores de psicopatologías, no presentaban característica alguna de enfermedad mental, por el contrario se
mostraban muy competentes social y personalmente (Osborn, 1990).

La resiliencia, o capacidad de mostrar patrones positivos de adaptación ante situaciones de riesgo (Masten & Reed,
2002), es un constructo multidimensional (Connor & Davidson, 2003), muy ligado al optimismo (Carver, Scheier &
Segerstrom, 2010) y desarrollado filogenéticamente para la supervivencia (Stein, 2009).

En la actualidad el constructo es objeto de disímiles investigaciones. Así, por ejemplo, se ha estudiado la relación
entre resiliencia y consumo de drogas (Becoña, 2007) y resiliencia y éxito académico (Campa, 2010). También se han
desarrollado programas para estimular comportamientos resilientes en pacientes con enfermedades crónicas como el
cáncer (Ishibashi et al., 2010); al mismo tiempo que se han evaluado las particularidades de esta categoría a través de
las distintas culturas (Ungar, 2008).

El interés por acceder a información confiable relacionada con este constructo también ha conllevado a la creación y
desarrollo de varias herramientas psicológicas. En este sentido podemos mencionar el Chile-Youth Resilience Measure
(CYRM), una prueba surgida del International Resilience Project, proyecto internacional que se ha dedicado a la evaluación
de la resiliencia en niños y jóvenes a través de todo el mundo (Resilience Research Centre, 2009).

También debe mencionarse la Escala de Resiliencia de Connor-Davidson. Esta prueba fue creada en el año 2003 y consta
de dos versiones fundamentales, una de 25 ítems y la otra de 10 (Connor & Davidson, 2003). En los inicios la prueba
se utilizó fundamentalmente en la evaluación de la resiliencia en personas con diagnóstico de estrés post-traumático
(PTSD), aunque posteriormente su uso se extendió llegando en la actualidad a ser una de las escalas de mayor uso
internacional a la hora de la evaluación del constructo que nos ocupa (Henley, 2010).

El objetivo del presente estudio se dirige a analizar los indicadores de confiabilidad tanto de la Escala de Resiliencia de
Connor-Davidson en su versión de 25 ítems, como de su versión abreviada (10 ítems).

Descripción general de la muestra

La muestra la compusieron 1 400 individuos provenientes de la población general de las provincias centrales del país.
Los datos sociodemográficos se muestran en la Tabla 1. La mayor cantidad de individuos proviene de las provincias de
Villa Clara y Camagüey. Predominaron los sujetos no-clínicos o supuestamente sanos. En relación con el estado civil,
solteros y casados fueron mayoría. Destacó la presencia de un nivel de escolaridad medio y gran proporción de adultos

- 71 -
jóvenes y medios. A diferencia de otros estudios se observó gran paridad entre los individuos de ambos géneros.

Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas de la muestra

fr. % fr. %
Villa Clara 493 35,2 No-clínico 1 074 76,7
Sancti Spíritus 328 23,4 Asma 98 7,0
Provincia Cienfuegos 137 9,8 Enfermedad HTA 37 2,6
Ciego de Avila 172 12,3 DM 35 2,5
Camagüey 270 19,3 Diversas 156 11,1
Soltero 678 48,4 6to 20 1,4
Casado 581 41,5 9no 161 11,5
E-Civil Escolaridad
Divorciado 94 6,7 Medio 840 60,0
Viudo 47 3,4 Superior 379 27,1
Adulto Joven 689 49,2 Femenino 765 54,6
Género
Edad Adulto Medio 576 41,1 Masculino 635 45,4
Adulto Mayor 135 9,6

Criterios de inclusión
• Haber nacido y residir en Cuba.
• Ofrecer consentimiento informado.
Criterios de exclusión
• Diagnóstico psicopatológico > nivel neurótico de funcionamiento.
• Nivel de escolaridad < 6to grado.
Instrumento
• Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC)
Esta es una escala que consta de 25 ítems que se responden en una escala desde 0= “en absoluto” hasta 4=”siempre”.
El constructo se compone de cinco factores (Connor & Davidson, 2003): persistencia-tenacidad-autoeficacia (ítems: 10-
12, 16, 17, 23-25); control bajo presión (6, 7, 14, 15, 18, 19, 20); adaptabilidad y redes de apoyo (1, 2, 4, 5, 8); control
y propósito (13, 21, 22) y espiritualidad (3, 9). Las puntuaciones de cada ítem se suman y se interpreta que, a mayor
puntuación en cada dimensión, más indicadores de resiliencia muestra el individuo.

La variante reducida (CD-RISC10) solamente mide la resiliencia de forma global y contiene los ítems 1, 4, 6-8, 11, 14,
16, 17 y 19 (Campbell-Sills & Stein, 2007). De igual forma se interpreta que la sumatoria de los ítems brinda la medida
global de resiliencia, la cual se incrementa en proporción directa con las puntuaciones.

Procedimientos

Para la selección de la muestra y aplicación de las encuestas se adiestró un numeroso grupo de estudiantes de la carrera
de psicología (16 horas), pertenecientes al Grupo Científico Estudiantil de Validación de Instrumentos Psicológicos,
denominados “encuestadores”. La selección de la muestra se llevó a cabo en los lugares de residencia de cada encuestador,
que abarcaron las provincias centrales (Tabla 1), durante el período de las Prácticas de Producción (enero de 2011 y
2012). Cada estudiante fue asignado a un supervisor en una unidad de salud del municipio de residencia.

A todos los participantes se les suministró una hoja donde se explicaban las características del estudio y la forma de
contactar con el investigador principal para aclarar cualquier duda. Para la aplicación de las encuestas se dispuso de una
sesión de trabajo; las mismas se realizaron siempre en locales con adecuadas condiciones de iluminación, ventilación y
privacidad.

- 72 -
El Re-test fue aplicado a aquellos individuos que no sufrieron cambios significativos en su cotidianidad y aceptaron
realizarlo. En total fueron evaluados 149 sujetos en un período medio de tiempo de 83±12 días (Rango: 60-120).

Estructura factorial

El análisis factorial realizado al CD-RISC25, con población cubana, mostró una reducción en el número de factores en
comparación con resultados reportados por otros autores (Connor & Davidson, 2003). Los cinco factores reportados
originalmente, se redujeron a cuatro, de acuerdo con los resultados obtenidos.

Tabla 2. Estructura factorial del CD-RISC25


F1 F2 F3 F4
α=.89 (α=.67) (α=.54) (α=.31)
4. Capacidad de lidiar con los retos y desafíos. .356 .460 .301 -.077
5. Auto-confianza basada en logros reales obtenidos. .564 .295 .178 .002
7. Salir fortalecido de la adversidad. .509 .397 .170 .004
9. Las cosas ocurren por una razón. .490 .345 .053 .279
10. Dar lo mejor de sí en cada momento. .628 .190 .161 .219
11. Confianza en el logro de las metas propuestas. .680 .192 .231 .035
12. No se rinde ante nada. .651 .225 .200 .106
15. Tomar decisiones propias para solucionar problemas. .641 .202 .090 .054
16. No se desalienta ante el fracaso. .399 .232 .367 .030
17. Auto-imagen de persona fuerte. .490 .335 ..275 -.065
21. Fuerte sentido de propósito. .629 .231 .072 .037
22. Mantener el control de la propia vida. .331 -.074 .568 -.286
24. Trabaja para alcanzar sus metas. .715 .074 .269 .065
25. Orgullo de los logros propios. .710 .125 .050 .069
1. Capacidad de adaptación al cambio. .368 .451 .110 .040
8. Recuperarse ante enfermedades o situaciones difíciles. .305 .645 .005 .075
13. Saber dónde buscar ayuda. .425 .442 .015 .047
14. Pensar con claridad bajo presión. .094 .638 .231 .098
19. Capacidad de manejar emociones desagradables. .118 .532 .395 .025
6. Ver el lado cómico de las cosas. .160 .220 .527 .102
18. Capacidad de tomar decisiones difíciles o impopulares. .032 .183 -.637 .092
20. Capacidad de actuar intuitivamente. .117 .066 .626 .161
23. Gusto por los desafíos. .741 .112 .092 .053
2. Relaciones cercanas y seguras. .351 .254 -.006 .373
3. Dios o el destino ayudan en ocasiones. .112 -.007 .214 .856
Valor Propio 8,25 1,44 1,05 1,02
%Varianza Extracción 33,01 5,76 4,29 4,09

Instrucciones: Por favor, indique cuál es su grado de acuerdo con las siguientes frases o caso durante el
último mes. Si alguna en particular no le ha ocurrido, responda de acuerdo a cómo cree que se hubiera
sentido. Utilice para ello la siguiente escala: 0=“En absoluto”, 1=“Rara vez”, 2=“A veces”, 3=“A menudo”,
4=“Casi siempre”.

En la tabla 2 se muestra la agrupación factorial obtenida luego del análisis de los datos. En este sentido los ítems
de la prueba se agrupan en cuatro factores principales. El primero de ellos se define como “Persistencia, tenacidad
y autoeficiencia” agrupando dentro de sí los ítems 4, 5, 7, 10, 11, 12, 15, 16, 17, 21, 22, 24 y 25. El segundo factor
(adaptabilidad al cambio y control bajo presión) agrupa los ítems 1, 8, 13, 14 y 19. Por su parte el tercer factor “Asertividad
y orientación positiva” está integrado por cuatro ítems (6, 18, 20 y 23). Por último solo dos ítems responden al factor
“Redes de apoyo y espiritualidad” (2 y 3). En relación con CD-RISC10 la agrupación factorial fue consistente con la
obtenida en la validación original y responde al constructo de resiliencia (Tabla 3).

- 73 -
Tabla 3. Estructura factorial del CD-RISC10
Núcleo temático del Ítem F1
1. Capacidad de adaptación al cambio. .593
4. Capacidad de lidiar con los retos y desafíos. .673
6. Ver el lado cómico de las cosas. .498
7. Salir fortalecido de la adversidad. .678
8. Recuperarse ante enfermedades o situaciones difíciles. .629
11. Confianza en el logro de las metas propuestas. .686
14. Pensar con claridad bajo presión. .554
16. No se desalienta ante el fracaso. .589
17. Auto-imagen de persona fuerte. .662
19. Capacidad de manejar emociones desagradables. .569
Valor Propio 3,79
% Varianza Extracción 39,94

Consistencia Interna

Como se muestra en la Tabla 4, los valores de la consistencia interna resultaron altamente satisfactorios para todas las
dimensiones originales de la prueba, con excepción de la espiritualidad, que puede ser explicado por el escaso número
de ítems que lo conformaron. En la validación inicial del instrumento se obtuvieron valores similares para todos los
factores, al igual que para la confiabilidad global de la prueba (Connor & Davidson, 2003). El CD-RISC10 también mostró
una confiabilidad altamente satisfactoria (Tabla 4), que fue muy similar al del estudio original (Campbell-Sills & Stein,
2007).

Tabla 4. Consistencia interna CD-RISC


Dimensiones α de Cronbach
Autoeficacia -Tenacidad .822
Control bajo presión .684
Adaptabilidad y redes de apoyo .677
Control y propósito .669
Espiritualidad .344
Resiliencia-10 .812
Resiliencia-25 .906

Por su parte, los nuevos factores emergidos del ACP mostraron una elevada consistencia interna para los dos primeros,
pero decayó en los dos últimos (Tabla 2). Ello amerita someter dichos factores a modelos de Análisis Factoriales
Confirmatorios en estudios posteriores. Por tanto, dada que la consistencia interna de la estructura pentafactorial se
mantuvo bastante estable y acorde con los resultados de Connor y Davidson (2003) se propone mantenerla.

Estabilidad Temporal

La Tabla 5 muestra la estabilidad temporal de los diversos factores del CD-RISC25. Como puede observarse, las mayor
parte de las asociaciones fueron altamente significativas (p<.001).

Tabla 5. Estabilidad temporal del CD-RISC25


Re-test
Resiliencia-25 .304**
• Autoeficacia - Tenacidad .251**
Línea base

• Control bajo presión .283**


• Adaptabilidad - Apoyo .209*
• Control y propósito .246*
• Espiritualidad .298**
*p<.05; **p<.001

- 74 -
Puntos de corte

El elemento más interesante que resalta al analizar los puntos de corte que se muestran en la Tabla 6 radica en las
elevadas puntuaciones de las medias, tanto para las puntuaciones globales en la versión completa como en la reducida
o en los distintos factores que componen la resiliencia. Ello pudiera constituir un indicador de que en nuestro país los
niveles de resiliencia podrían ser muy elevados.

Tabla 6. Consistencia interna CD-RISC


Descriptivos Valores
Dimensiones Media DE Rango Bajos ≤ Altos ≥
Autoeficacia -Tenacidad 25,41 6,07 0-32 23 30
Control bajo presión 19,90 4,94 0-28 17 24
Adaptabilidad y redes de apoyo 15,93 3,77 0-20 14 19
Control y propósito 9,73 2,57 0-12 9 12
Espiritualidad 5,83 1,91 0-8 5 8
Resiliencia-10 30,56 16,94 0-40 27 36
Resiliencia-25 76,80 16,07 0-100 70 88

A modo de integración, puede afirmarse que el instrumento posee una:

• Satisfactoria consistencia interna para cualquiera de sus versiones.

• Excelente estabilidad temporal tanto para la resiliencia medida globalmente como para las dimensiones que la integran.

• Excelente ajuste al constructo con una agrupación en cuatro factores para la versión de 25 ítems y de un factor para la
de 10 ítems.

- 75 -
Referencias
₋₋ Becoña, E. (2007). Resiliencia y consumo de drogas: una revisión. Adicciones, 19(1), 89-101.

₋₋ Campa, B. (2010). Critical Resilience, Schooling Processes, and the Academic Success of Mexican Americans in a
Community College. Hispanic Journal of Behavioral Sciences, 32(3), 429-455. doi: 10.1177/0739986310369322

₋₋ Campbell-Sills, L., & Stein, M. B. (2007). Psychometric Analysis and Refinement of the Connor-Davidson Resilience
Scale (CD-RISC): Validation of a 10-Item Measure of Resilience. Journal of Traumatic Stress, 20(6), 1019-1028.

₋₋ Carver, C. S., Scheier, M. F., & Segerstrom, S. (2010). Optimism. Clinical Psychology Review, 30(7), 879-889.

₋₋ Connor, K. M., & Davidson, J. R. T. (2003). Development of a new resilience scale: the Connor-Davidson Resilience Scale
(CD-RISC). Depression and Anxiety, 18, 71-82.

₋₋ Grotberg, E. (2003). Resiliencia, descubriendo las propias fortalezas: Paidós.

₋₋ Henley, R. (2010). Resilience enhancing psychosocial programmes for youth in different cultural contexts: Evaluation
and research Progress in Development Studies, 10(4), 295-307. doi: 10.1177/146499340901000403

₋₋ Ishibashi, A., Ueda, R., Kawano, Y., Nakayama, H., Matsuzaki, A., & Matsumura, T. (2010). How to Improve Resilience in
Adolescents With Cancer in Japan. Journal of Pediatric Oncology Nursing, 27(2), 73-93. doi: 10.1177/1043454209356786.

₋₋ Masten, A. S., & Reed, M. G. J. (2002). Resilience in Development. In C. R. Snyder & S. J. Lopez (Eds.), Handbook of
Positive Psychology (pp. 74-88). New York: Oxford University Press.

₋₋ Osborn, A. F. (1990). Resilient children: a longitudinal study of high achieving socially disadvantaged children. Early
Child Development and Care, 62, 23-47.

₋₋ Stein, D. J. (2009). The Psychobiology of Resilience. CNS Spectrum, 14(2), 41-47.

₋₋ Ungar, M. (2008). Resilience across Cultures. British Journal of Social Work, 38, 218-235. doi: 10.1093/bjsw/bcl343

- 76 -
Segunda parte

INSTRUMENTOS
Cuestionario de Ansias de Comer como Rasgo

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Hemos escrito una lista de comentarios que algunas personas han hecho acerca de sentimientos, pensamientos,
deseos, tentaciones, y antojos relacionados con la comida y comer. Por favor, utilizando los números que hay debajo de
cada descripción, escriba en el espacio de la izquierda la frecuencia con la que usted se siente así, o hasta qué punto
cada comentario describe cómo usted piensa o se siente en general:

1=Nunca, 2=Raramente, 3=Algunas veces, 4=A menudo, 5=Casi Siempre, 6=Siempre

1. Cuando estoy con alguien que está comiendo me entra hambre.____

2. Cuando tengo deseos intensos de comer, una vez que empiezo no puedo parar de comer.____

3. A veces, cuando como lo que se me antoja, pierdo control y como demasiado.____

4. Detesto no poder resistir la tentación de comer.____

5. Sin duda alguna, las ganas de comer me hacen pensar cómo voy a conseguirlo.____

6. No hago más que pensar en la comida.____

7. A menudo me siento culpable cuando deseo ciertas comidas.____

8. A veces me encuentro pensativo preocupado con comida.____

9. Como para sentirme mejor.____

10. Algunas veces, mi vida parece perfecta cuando como lo que me apetece.____

11. Se me hace la boca agua cuando pienso en mis comidas favoritas.____

12. Siento deseos intensos de comer cuando mi estómago está vacío.____

13. Siento como que mi cuerpo me pidiera ciertas comidas.____

14. Me entra tanta hambre que mi estómago se siente como un pozo sin fondo.____

15. Cuando como lo que deseo me siento mejor.____

16. Cuando como lo que deseo me siento menos deprimido.____

17. Cuando como algo que deseo con intensidad me siento culpable.____

18. Cada vez que deseo comer algo en particular me pongo a hacer planes para comer.____

19. El comer me tranquiliza.____

- 78 -
20. Siento deseos de comer cuando estoy aburrido(a), enfadado(a), o triste.____

21. Después de comer no tengo tanta ansiedad.____

22. Si tengo la comida que deseo, no puedo resistir la tentación de comerla.____

23. Cuando se me antoja una comida, normalmente intento comerla tan pronto como pueda.____

24. Comer lo que me apetece mucho me sienta estupendamente.____

25. No tengo la fuerza de voluntad de resistir mis deseos de comer lo que se me antoja.____

26. Una vez que me pongo a comer tengo problemas en dejar de comer.____

27. Por mucho que lo intento, no puedo parar de pensar en comer.____

28. Gasto demasiado tiempo pensando en lo próximo que voy a comer.____

29. Si me dejo llevar por la tentación de comer pierdo todo mi control.____

30. A veces me doy cuenta de que estoy soñando despierto y estoy soñando en comer.____

31. Cada vez que se me antoja una comida sigo pensando en comer hasta que me la como.____

32. Cuando tengo muchas ganas de comer algo estoy obsesionado con comer lo que deseo.____

33. A menudo deseo comer cuando siento emociones fuertes.____

34. Cada vez que voy a un banquete termino comiendo más de lo que necesito.____

35. Para mi es difícil resistir la tentación de tomar comidas apetecibles que están a mi alcance.____

36. Cuando estoy con alguien que se pasa comiendo, yo también me paso.____

37. Comer me alivia.____

38. Cuando estoy muy estresada me entran deseos fuertes de comer.____

39. Me entran deseos fuertes de comer cuando estoy disgustada.____

Calificación:

F1. Elaboración de los Pensamientos Intrusos Sobre Comida.

Suma de ítems: 5-8, 17,18, 27-32.

F2. Repuestas de descontrol ante indicadores situacionales de comida.

Suma de ítems: 1-4, 22, 25, 26, 34-36.

F3. Sensación de hambre y refuerzo positivo asociado al acto de comer.

Suma de ítems: 9-15, 23, 24.

F4. Indicadores del comer emocional

Suma de ítems: 16, 19-21, 33, 37-39.

Ansia de Comer como Rasgo; Suma: F1-F4.

- 79 -
Interpretación de las puntuaciones: N=1 270; Edad: 18-64 años
F1 F2 F3 F4 Rasgo
Puntuaciones Bajas ≤ 18 23 28 16 93
Puntuaciones Altas ≥ 43 47 45 31 159

- 80 -
Cuestionario del Ansia Situacional por la Comida

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Hemos escrito una lista de comentarios que algunas personas han hecho acerca de sentimientos, pensamientos,
deseos, tentaciones, y antojos relacionados con la comida y el comer. Por favor, utilizando los números que hay debajo
de cada descripción, escriba en la frecuencia con la que usted se siente así, o hasta qué punto cada comentario describe
cómo usted piensa o se siente en este mismo momento:

1=absolutamente en desacuerdo, 2= casi nada de acuerdo, 3= neutral, 4= escasamente de acuerdo, 5= concuerdo


parcialmente, 6= totalmente de acuerdo.

1. Ahora mismo, tengo un deseo intenso de comer una o varias comidas en particular.___.

2. Ahora mismo tengo un antojo por una o varias comidas en particular.____

3. Ahora mismo me urge comer una o varias comidas en particular.____

4. Si pudiera comer una o varias comidas en particular me sentiría perfectamente.____

5. Estoy seguro de que si comiera lo que deseo, mi humor mejoraría.____

6. Comer una o varias comidas en particular me haría sentir maravillosamente.____

7. Si comiera algo no me sentiría tan débil y aletargado.____

8. Me sentiría menos antipático e irritable si pudiera satisfacer mis deseos de comer.____

9. Me sentiría más alerta si pudiera satisfacer mis deseos de comer.____

10. Si tomara una o varias comidas en particular no podría parar de comerlas.____

11. Mi deseo de comer una o varias comidas en particular puede más que yo.____

12. Ahora mismo, sé que voy a seguir pensando en lo que me apetece hasta que lo consiga.____

13. Tengo hambre.____

14. Si pudiera comer algo ahora mismo, mi estómago no se sentiría tan vacío.____

15. Me siento débil por no comer.____

- 81 -
Calificación:

N=1 270; Edad: 18-64 años

F1. Elaboración del ansia por la comida. Suma de ítems: 5, 7-12, 15.

Puntuación Baja ≤10 y Puntuación Alta ≥ 32

F2. Hambre y anticipación de refuerzo positivo al comer. Suma de ítems: 1-4, 6, 13,14.

Puntuación Baja ≤ 12 y Puntuación Alta ≥ 33

Ansia situacional por la comida: F1+F2.

Puntuación Baja ≤ 24 y Puntuación Alta ≥ 63

- 82 -
Inventario de Supresión de Pensamientos sobre Comida

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

En esta prueba los pensamientos, ideas o imágenes perturbadoras solamente se refieren a la comida. Se mantiene la
escala de respuesta:

1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente


de acuerdo.

1. Hay comidas en las que prefiero no pensar.____

2. Algunas veces me pregunto por qué tengo determinados pensamientos sobre las comidas.____

3. Tengo pensamientos sobre la comida que no puedo eliminar.____

4. Hay imágenes sobre la comida que vienen a mi cabeza que no puedo parar.____

5. Mis pensamientos vuelven normalmente alrededor de una sola idea: la comida.____

6. Desearía dejar de pensar en ciertas comidas.____

7. Algunas veces mi mente va tan rápido acerca de algunas comidas que desearía poder detenerla.____

8. Siempre intento alejar los problemas sobre la alimentación de mi mente.____

9. Hay pensamientos sobre la comida que constantemente vienen a mi cabeza.____

10. Paso mucho tiempo intentando que los pensamientos sobre la comida no se introduzcan en mi mente.____

11. Hay pensamientos sobre la comida sobre los que intento no pensar.____

12. Algunas veces desearía realmente poder dejar de pensar acerca de comida.____

13. A menudo hago cosas para distraerme de mis pensamientos sobre comida.____

14. Tengo pensamientos sobre la comida que intento evitar.____

15. Tengo muchos pensamientos sobre la comida que no se los cuento a nadie.____

Calificación:

Suma ítems 1-15.

Puntuaciones Bajas ≤ 24 y Altas ≥53

N=1 270; Edad: 18-64 años

- 83 -
Inventario de Supresión de Pensamientos Peso-Forma del Cuerpo

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

En esta prueba los pensamientos, ideas o imágenes perturbadoras solamente se refieren al peso-forma del cuerpo. Se
mantiene la escala de respuesta:

1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente


de acuerdo.

1. No quisiera pensar sobre el peso o la forma de mi cuerpo.____

2. Algunas veces me pregunto por qué tengo determinados pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo.____

3. Tengo pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo que no puedo eliminar.____

4. Hay imágenes sobre el peso o la forma de mi cuerpo que vienen a mi cabeza que no puedo parar.____

5. Mis pensamientos vuelven normalmente alrededor de una sola idea: el peso o la forma de mi cuerpo.____

6. Desearía dejar de pensar en el peso o la forma de mi cuerpo.____

7. Algunas veces mi mente va tan rápido acerca del peso o la forma de mi cuerpo que desearía poder detenerla.____

8. Siempre intento alejar de mi mente los problemas sobre el peso o la forma de mi cuerpo.____

9. Hay pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo que constantemente vienen a mi cabeza.____

10. Paso mucho tiempo intentando que los pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo no se introduzcan en
mi mente.____

11. Hay pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo sobre los que intento no pensar.____

12. Algunas veces desearía realmente poder dejar de pensar acerca del peso o la forma de mi cuerpo.____

13. A menudo hago cosas para distraerme de mis pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo.____

14. Intento evitar algunos pensamientos sobre el peso o la forma de mi cuerpo.____

15. Tengo muchos pensamientos sobre mi peso o la forma de mi cuerpo que no se los cuento a nadie.____

Calificación:

Suma ítems 1-15.

Puntuaciones Bajas ≤ 23 y Altas ≥57

N=1 270; Edad: 18-64 años

- 84 -
Cuestionario de Control de Pensamientos (reducido)

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Estamos interesados en las técnicas que utilizas generalmente para controlar este tipo de pensamientos indeseados
y molestos. Por favor, lee detenidamente cada una de las afirmaciones, e indica lo a menudo que utilizas cada técnica,
atendiendo a la siguiente escala:

1= Nunca; 2= A veces;3= Con frecuencia y 4= Siempre

Cuando experimento un pensamiento desagradable o que no deseo:

1. Traigo a mi mente imágenes positivas que lo sustituyan.____

2. Me castigo a mí mismo por pensar eso.____

3. Me centro en otras preocupaciones.____

4. Me enfado conmigo mismo por tener ese pensamiento.____

5. Me riño a mí mismo por tener ese pensamiento.____

6. Analizo racionalmente el pensamiento.____

7. Pienso en su lugar en cosas agradables.____

8. Averiguo qué hacen mis amigos para lidiar con ese tipo de pensamientos.____

9. Me guardo el pensamiento para mí mismo.____

10. Hago algo que me gusta.____

11. Trato de buscar un significado al pensamiento.____

12. Pienso en otra cosa.____

13. Me da por pensar en otros problemas menos importantes que tengo.____

14. Intento pensar sobre ello de otra forma.____

15. Le pregunto a mis amigos si ellos tienen pensamientos similares.____

16. Le cuento a un amigo el pensamiento.____

- 85 -
Calificación: N=1 270; Edad: 18-64 años

Puntuaciones
Ítems Bajas ≤ Altas ≥
Distracción 1,7,10,12 9 14
Control Social 8,9,15,16 7 10
Preocupación 3,13 4 6
Reevaluación 2,4,5 6 9
Castigo 6,11,14 3 7

- 86 -
Cuestionario de Habilidad para el Control de Pensamientos Reducido

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

A menudo aparecen en nuestra mente pensamientos, imágenes o impulsos que nos resultan inoportunos, inaceptables
o molestos y/o molestos. A continuación aparecerá una serie de afirmaciones referidas a su experiencia cotidiana con
este tipo de pensamientos. Por favor, responda por su grado de acuerdo con ellas, teniendo en cuenta la siguiente escala:

1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente


de acuerdo.

1. Consigo tener buen control de mis pensamientos incluso bajo estados de tensión.____

2. Es sencillo para mí librarme de pensamientos molestos.____

3. Hay pocas cosas en la vida que consigan quitarme el sueño.____

4. Me considero una persona hábil controlando mis emociones positivas y negativas.____

5. No suelo verme agobiado por pensamientos desagradables.____

6. Cuando vienen a mi mente pensamientos, ideas o imágenes inoportunas, las elimino sin apenas esfuerzo.____

7. Tengo mucho aguante y no pierdo los nervios con facilidad.____

Calificación:

Suma ítems 1-7.

Interpretación: N=1 270; Edad: 18-64 años

Puntuación Baja ≤18 y Puntuación Alta ≥ 28

- 87 -
Cuestionario de Reacciones Emocionales y Conductuales a los
Pensamientos Intrusos
Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

A menudo aparecen en nuestra mente pensamientos, imágenes o impulsos que resultan inoportunos. Estamos
interesados en conocer las reacciones emocionales y conductuales que con más frecuencia este tipo de intrusiones
generan en usted. Por favor, responda atendiendo a la siguiente escala:

0= Nunca; 1= Raras veces; 2= A menudo; 3= Frecuentemente y 4= Siempre.

Los pensamientos intrusos indeseados que experimento en mi vida cotidiana, por lo general:

1. Me hacen sentir que no los controlo.____

2. Me hacen sentir triste o desdichado/a.____

3. Me hacen sentir ansioso/a.____

4. Me hacen sentir irritable.____

5. Me distraen de lo que estoy haciendo.____

6. Me impulsan a la acción.____

7. Interfieren sobre el desempeño de mis actividades.____

Calificación: N=1 270; Edad: 18-64 años.

Reacciones Emocionales: Suma de ítems 1-4

Puntuación Baja ≤3 y Puntuación Alta ≥ 8

Reacciones Conductuales: Suma de ítems 5-7.

Puntuación Baja ≤3 y Puntuación Alta ≥ 7

- 88 -
Encuesta de Valores de Schwartz Reducida

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Al leer la siguiente encuesta, usted debe responder: ¿Qué valores son importantes para mí como principios por los que
me guío? ¿Cuáles no lo son? Para responder use la siguiente escala:

-1= “opuesto a mis principios”, 0-2= “no es importante”, 3-5= “importante”, 6= “muy importante” y 7= “importancia
suprema”

1. Conformidad: Tendencia hacia el control de acciones, inclinaciones o impulsos que puedan perturbar o dañar a
otros, violar las normas o un comportamiento socialmente esperado (diplomacia, autodisciplina, mostrar respeto,
obediencia).____

2. Tradición: Orientación hacia el respeto, compromiso y aceptación de las costumbres y las ideas promovidas por la
propia cultura o religión (respetar las costumbres, moderación, humildad, aceptación, devoción).____

3. Benevolencia: Orientación hacia el cuidado del bienestar de aquellos con los que se tiene un contacto interpersonal
frecuente (lealtad, honestidad, servicial, responsable, compasivo).____

4. Universalidad: Orientación hacia la comprensión, apreciación, tolerancia y protección del bienestar de todas las
personas y la naturaleza (igualdad, pacifismo, ecologismo, sabiduría, estética, justicia social).____

5. Autodirección: Orientación hacia la independencia de pensamiento y acción, para elegir, crear y explorar (libertad,
creatividad, independencia, curiosidad) .____

6. Estimulación: Orientación hacia la búsqueda constante de vivencias novedosas, excitantes y retos para enfrentar
(vida excitante, llena de retos, cambios y aventuras).____

7. Hedonismo: Orientación hacia el placer y la gratificación sensorial (placer, disfrute, ocio y autoindulgencia).____

8. Logro: Orientación hacia el éxito individual mediante la demostración de competencias, adecuadas con los estándares
sociales (trabajo duro, tener influencias, aspiraciones, capacidades, éxito).____

9. Poder: Orientación hacia la búsqueda de estatus social y prestigio, implica ejercer el control o la dominación sobre
personas y recursos (dominio, bienes materiales, autoridad, prestigio).____

10. Seguridad: Orientación hacia la búsqueda de seguridad, armonía y estabilidad tanto individual como en las relaciones
interpersonales (seguridad y orden [social, nacional y familiar; reciprocidad, transparencia).____

- 89 -
Interpretación: N=658; Edad: 18-80 años.
Bajas ≤ Altas ≥
Conformidad 4 6
Tradición 4 6
Benevolencia 5 6
Universalidad 4 6
Autodirección 5 7
Estimulación 4 6
Hedonismo 3 6
Logro 5 7
Poder 3 6
Seguridad 5 7

- 90 -
Inventario de Sugestionabilidad Reducido

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

A continuación se ofrecen un grupo de situaciones que pueden ocurrirle a cualquier persona en la vida cotidiana. Por
favor, conteste atendiendo a la frecuencia con la que le ocurren a usted:

0=casi nunca; 1=pocas veces; 2=unas veces sí y otras no; 3=muchas veces; 4=casi siempre.

1. La opinión de los demás cuenta mucho para mí.____

2. Es fácil para mí contagiarme del estado de ánimo de otros.____

3. Me suelen afectar las películas de terror.____

4. Cuando me concentro en algo puedo quedarme absorto.____

5. Soy una persona impresionable.____

6. Sueño despierto/a.____

7. Las películas emotivas me hacen llorar fácilmente.____

8. Tiendo a creer lo que me dicen los demás.____

Calificación:

Fantaseo: ítem 6.

Absorción: ítem 4.

Implicación Emocional: Suma de ítems 3, 5 y 7.

Influenciabilidad: Suma de ítems 1, 2 y 8.

Sugestionabilidad: Suma de ítems 1-8.

Interpretación: N=658; Edad: 18-80 años


Valores
Bajas ≤ Altas ≥
Sugestionabilidad 11 18
• Implicación Emocional 5 10
• Influenciabilidad 2 4
• Absorción 1 3
• Fantaseo 1 3

- 91 -
Cuestionario de Conexión Espiritual

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

A continuación se muestra una lista de afirmaciones acerca de vivencias espirituales. Por favor, muestre en qué medida
estas afirmaciones lo describen a Ud. utilizando la siguiente escala:

“No me describe” -3 -2 -1 0 1 2 3 “Me describe”.

Por ejemplo, si la afirmación lo describe en grado extremo, seleccione el número 3 o si solo le describe ligeramente,
seleccione el número No pase demasiado tiempo pensando su respuesta, ofrezca la primera que pase por su mente. No
existen respuestas correctas o incorrectas.

1. Mi espiritualidad hace que la vida sea buena para mí.____

2. No siento una conexión espiritual con el mundo que me rodea.____

3. En ocasiones siento que otras personas “brillan con una luz interna”.____

4. Nunca he tenido una experiencia espiritual que haya cambiado mi vida.____

5. En la vida existe un “plan mayor”.____

6. No siento que exista una forma de energía que mantenga a las personas unidas.____

7. Siento que tengo una fuerza espiritual interna.____

8. No tengo ninguna relación con algún poder que me trascienda.____

9. Siento una fuerza interna proveniente de la conexión espiritual con otras personas.____

10. La espiritualidad no es importante para mí.____

11. Me siento siempre protegido por una fuerza superior.____

12. Nunca tendré un vínculo espiritual con otra persona.____

13. Mi conexión con las cosas espirituales me hace feliz.____

14. No me siento conectado con el universo de ninguna manera espiritual.____

- 92 -
Calificación:

N=658; Edad: 18-80 años.

Los ítems impares se califican de forma directa, a los impares debe invertírsele la calificación.

Conexión Espiritual: Suma de ítems 1-14

Puntuación Baja ≤-3 y Puntuación Alta ≥ 17

- 93 -
Test de Optimismo Reducido

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Las siguientes preguntas se refieren a cómo Usted, de manera general, ve la vida. Después de cada pregunta, díganos
si está de acuerdo o en desacuerdo. No hay respuestas correctas o incorrectas, solo nos interesa su opinión:

1= Completamente en desacuerdo; 2= Bastante en desacuerdo; 3= Neutral; 4= Bastante de acuerdo y 5= Completamente


de acuerdo.

1. En tiempos de incertidumbre, tiendo a pensar que me va a ocurrir lo mejor:

2. Si algo malo me puede pasar, estoy segura(o) que me pasará:

3. Siempre soy optimista en cuanto al futuro:

4. Rara vez espero que las cosas salgan a mi manera:

5. No espero que cosas buenas me sucedan:

6. En general, yo pienso que me van a suceder más cosas buenas que malas me van a suceder:

Calificación:

Los ítems 1, 3 y 6 se califican de forma directa, mientras que a los ítems 2, 4 y 5 se les invierte la calificación. Posteriormente
se suman todos los ítems y el resultado es una medida del optimismo disposicional.

Interpretación:

N=658; Edad: 18-80 años

Puntuación Baja ≤20 y Puntuación Alta ≥ 26

- 94 -
Escala Reducida de Bienestar Subjetivo

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

A continuación se presenta una serie de afirmaciones. Por favor, marque y sin pensar mucho la que mejor se ajusta a
su caso. Considere las siguientes opciones de respuesta:

1= Nunca o casi nunca; 2= Algunas veces; 3= Muchas veces; 4= Casi siempre y 5 = Siempre.

1. Me gusta divertirme.____

2. Me siento jovial.____

3. Busco momentos de distracción y descanso.____

4. Me siento optimista.____

5. Creo que tengo buena salud.____

6. Creo que, como persona, he logrado lo que quería.____

7. Me enfrento a mis tareas con buen ánimo.____

8. Me gusta lo que hago.____

9. Me gusta salir y ver a la gente.____

10. Siento que todo me va bien.____

Calificación e Interpretación:

N=940; Edad: 18-80 años

Valores
Dimensiones Ítems Bajas ≤ Altas ≥
Bienestar subjetivo 1-10 34 44
• Aspectos hedónicos 1, 3, 9 10 14
• Satisfacción consigo mismo 4, 6, 10 9 13
• … con la actividad que realiza 7, 8 7 10
• Autoimagen saludable. 2, 5 6 10

- 95 -
Escala de Resiliencia de Connor-Davidson

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Por favor, indique cuál es su grado de acuerdo con las siguientes frases o caso durante el último mes. Si alguna en
particular no le ha ocurrido, responda según crea que se hubiera sentido. Utilice para ello la siguiente escala:

0= “En absoluto”, 1=“Rara vez”, 2=“A veces”, 3=“A menudo”, 4=“Casi siempre”.

1. Soy capaz de adaptarme cuando surgen cambios.____

2. Tengo al menos una relación íntima y segura que me ayuda cuando estoy estresado/a.____

3. Cuando no hay soluciones claras a mis problemas, a veces la suerte /Dios puede ayudarme.____

4. Puedo enfrentarme a cualquier cosa.____

5. Los éxitos del pasado me dan confianza para enfrentarme a nuevos desa-fíos y dificultades.____

6. Cuando me enfrento a los problemas intento ver su lado cómico.____

7. Enfrentarme a las dificultades puede hacerme más fuerte.____

8. Tengo tendencia a recuperarme pronto luego de enfermedades, heridas u otras dificultades.____

9. Buenas o malas, creo que la mayoría de las cosas ocurren por alguna razón.____

10. Siempre me esfuerzo sin importar cuál pueda ser el resultado.____

11. Creo que puedo lograr mis objetivos, incluso si hay obstáculos.____

12. No me doy por vencido/a, aunque las cosas parezcan no tener solución.____

13. Durante los momentos de estrés/crisis, sé dónde puedo buscar ayuda.____

14. Bajo presión, me mantengo enfocado/a y pienso claramente.____

15. Prefiero intentar solucionar las cosas por mí mismo, a dejar que otros deci-dan por mí.____

16. No me desanimo fácilmente ante el fracaso.____

17. Creo que soy una persona fuerte cuando me enfrento a los desafíos y difi-cultades vitales.____

18. Si es necesario, puedo tomar decisiones difíciles que podrían afectar a otras personas.____

19. Soy capaz de manejar sentimientos desagradables/dolorosos: Ej. tristeza, temor y enfado.____

20. Al enfrentarse a los problemas a veces hay que actuar intuitivamente (sin saber por qué).____

- 96 -
21. Tengo un fuerte sentido de propósito en la vida.____

22. Me siento en control de mi vida.____

23. Me gustan los desafíos.____

24. Trabajo para alcanzar mis objetivos, sin importar las dificultades en el camino.____

25. Estoy orgulloso/a de mis logros.____

Calificación:

F1. Persistencia-tenacidad-autoeficacia:

Suma de ítems 10-12, 16, 17, 23-25.

F2. Control bajo presión:

Suma de ítems 6, 7, 14, 15, 18, 19, 20.

F3. Adaptabilidad y redes de apoyo:

Suma de ítems 1, 2, 4, 5 y 8

F4. Control y propósito:

Suma de ítems 13, 21 y 22.

F5. Espiritualidad:

Suma de ítems 3 y 9.

Resiliencia:

Suma de F1-F5.

Interpretación:

N= 1 400, Edad 18-80 años.

Valores
Bajas ≤ Altas ≥
Resiliencia 70 88
• Autoeficacia -Tenacidad 23 30
• Control bajo presión 17 24
• Adaptabilidad y redes de apoyo 14 19
• Control y propósito 9 12
• Espiritualidad 5 8

- 97 -
Escala Reducida de Resiliencia

Instrucciones

VER EXPLORACIÓN

Por favor, indique cuál es su grado de acuerdo con las siguientes frases o caso durante el último mes. Si alguna en
particular no le ha ocurrido, responda según crea que se hubiera sentido. Utilice para ello la siguiente escala:

0=“En absoluto”, 1=“Rara vez”, 2=“A veces”, 3=“A menudo”, 4=“Casi siempre”.

1. Soy capaz de adaptarme cuando surgen cambios:

2. Puedo enfrentarme a cualquier cosa:

3. Cuando me enfrento a los problemas intento ver su lado cómico:

4. Enfrentarme a las dificultades puede hacerme más fuerte:

5. Tengo tendencia a recuperarme pronto luego de enfermedades, heridas u otras dificultades:

6. Creo que puedo lograr mis objetivos, incluso si hay obstáculos:

7. Bajo presión, me mantengo enfocado/a y pienso claramente:

8. No me desanimo fácilmente ante el fracaso:

9. Creo que soy una persona fuerte cuando me enfrento a los desafíos y difi-cultades vitales:

10. Soy capaz de manejar sentimientos desagradables/dolorosos: Ej. tristeza, temor y enfado:

Calificación:

Resiliencia:

Suma de ítems 1-10

Interpretación:

N= 1 400, Edad 18-80 años.

Puntuación Baja ≤27 y Puntuación Alta ≥ 36

- 98 -
VALIDACIÓN DE
INSTRUMENTOS
PSICOLÓGICOS

CRITERIOS BÁSICOS

UNIVERSIDAD CENTRAL “MARTA ABREU” DE LAS VILLAS

2012

View publication stats

S-ar putea să vă placă și