HYPOTHESIS AND THEORY ARTICLE

published: 16 October 2013

doi: 10.3389/fpsyg.2013.00713

Arte y ciencia: cómo el entrenamiento musical moldea el

cerebro
Karen Chan Barrett 1,2,3, Richard Ashley 2,3,4, Dana L. Strait 1,5† and Nina Kraus 1,4,5,6,7,8*
1
Auditory Neuroscience Laboratory, Department of Communication Science and Disorders, Northwestern University, Evanston, IL, USA
2
Program in Music Theory and Cognition, Bienen School of Music, Northwestern University, Evanston, IL, USA
3
Music Cognition Laboratory, Program in Music Theory and Cognition, Bienen School of Music, Northwestern University, Evanston, IL USA
4
Program in Cognitive Science, Northwestern University, Evanston, IL, USA
5
Institute for Neuroscience, Northwestern University, Chicago, IL, USA
6
Department of Communication Sciences and Disorders, Northwestern University, Evanston, IL, USA
7
Department of Neurobiology & Physiology, Northwestern University, Evanston, IL, USA
8
Department of Otolaryngology, Northwestern University, Evanston, IL, USA
Edited by:
Sarah J. Wilson, University of
Melbourne, Australia
Reviewed by:
¿Qué hace a un músico? En esta revisión, analizamos los factores innatos y dependientes de la experiencia que moldean el cerebro del
Kimmo Alho, University of Helsinki,
músico, además de presentar nuevos datos en los niños que indican que algunas mejoras neurales en los músicos se desarrollan con la
Finland
formación continua sobre el desarrollo. Comenzamos por abordar los efectos del entrenamiento en la experiencia musical,
Joel Snyder, University of Nevada
presentando evidencia neural, perceptual y cognitiva para apoyar la afirmación de que los músicos son moldeados por sus regímenes
Las Vegas, USA de entrenamiento musical. Por ejemplo, muchas ventajas musicales en la codificación neural del sonido, la percepción auditiva y las
*Correspondence: habilidades auditivo-cognitivas se correlacionan con su extensión de la formación musical, no se observan en los niños pequeños que
Nina Kraus, Auditory Neuroscience recién comienzan la formación musical y difieren según el tipo de formación que se persigue . Incluso en medio de características
Laboratory, Department of innatas que contribuyen a los bloques biológicos que componen el músico, los músicos demuestran mejoras relacionadas con el
Communication Science and entrenamiento a través de una extensa educación y práctica. Concluimos revisando la evidencia de los enfoques neurobiológicos y
Disorders, Northwestern University, epigenéticos para enmarcar los marcadores biológicos de la musicalidad en el contexto de las interacciones entre factores genéticos y
relacionados con la experiencia.
2240 Campus Drive, Evanston,
Palabras clave: plasticidad neural, entrenamiento musical, talento, cognición, cerebro
IL 60208, USA
e-mail: nkraus@northwestern.edu
† Present address:
Dana Strait, Neural Systems
Laboratory in the Institute for
Systems Research, A. James Clark Las distinciones biológicas se desarrollan en combinación
School of Electrical and Computer
con o como resultado de un riguroso entrenamiento musical en
Engineering, University of Maryland,
College Park, USA lugar de ventajas intrínsecas por sí solas. Considerando las
evidencias de estudios longitudinales y transversales,
“Nunca he conocido a un músico que se arrepiente de ser uno. resumimos el apoyo a (1) las diferencias anatómicas en los
Cualesquiera que sean los engaños que la vida pueda tener para cerebros de los músicos, (2) las ventajas del músico en
ti, la música en sí misma no te va a decepcionar. aspectos de la codificación neural del sonido y (3) las ventajas
Virgil Thomson, composer cognitivas y perceptivas que se relacionan con Grado de
formación musical.Un modelo experimental estándar de oro
INTRODUCCIÓN Ser un músico es ser un Multitarea para los estudios de aprendizaje / capacitación es la asignación
consumado. El rendimiento musical requiere facilidad en aleatoria a un grupo experimental con dos grupos de control:
dominios sensoriales y cognitivos, combinando habilidades en un control activo y un control pasivo, con los grupos de
percepción auditiva, control cinestésico, percepción visual, formación en régimen sistemático y coherente. Sin asignación
reconocimiento de patrones y memoria. Debido a sus demandas al azar, las diferencias preexistentes en la motivación o
cognitivas y al acoplamiento requerido a través de los sistemas habilidad que causaron que algunas personas buscaran música
sensoriales, el entrenamiento musical ha proporcionado un en el primer lugar podrían tener un impacto en los resultados.
modelo fructífero para estudiar los cambios plásticos en el No utilizar un grupo de control activo deja abierta la
cerebro y el comportamiento que ocurren a través del posibilidad de que los individuos entrenados estén mejorando
entrenamiento a corto y largo plazo (por ejemplo, Rauschecker, en relación con los controles simplemente debido a la atención
2001; 2002, Stewart, 2008, Habib y Besson, 2009, Wan y extra que reciben de los instructores. En la práctica, pocos o
Schlaug, 2010, Herholz y Zatorre, 2012, Strait y Kraus, 2013). ninguno de los estudios totalmente controlados de la formación
En el caso de los músicos profesionales, la formación se produce musical pueden conocer estos criterios rigurosos debido a los
durante toda la vida, a menudo com-mencing a una edad desafíos inherentes a la evaluación de la formación en un
temprana. Las habilidades musicales básicas también se pueden entorno real. Puede ser, por ejemplo, muy difícil realizar un
enseñar a los participantes principiantes en un entorno estudio sobre los efectos de la formación musical con
experimental, permitiendo el examen de los efectos de asignación al azar, ya que los sujetos interesados ​en la
entrenamiento a corto plazo. A pesar de una gran cantidad de formación musical pueden no estar dispuestos a posponer el
estudios que han investigado marcadores biológicos de la inicio de su formación hasta después de la finalización del
formación musical, todavía no podemos responder a una pregunta estudio . Además, encontrar un régimen de entrenamiento de
fundamental: ¿son los músicos nacidos o hechos? En esta control activo
revisión interpretamos hallazgos nuevos y previamente
establecidos de acuerdo con el argumento de que muchos de los October 2013 | Volume 4 | Article 713 | 1
músicos '
Que concuerda con el entrenamiento musical en intensidad y
motivación puede ser logísticamente difícil. Por lo tanto, a
menudo hay un equilibrio entre la validez ecológica de la
instrucción musical y la medida en que los diseños de estudio
pueden cumplir estos criterios. El uso de programas de
capacitación desarrollados por el experimentador puede permitir
estudios más rigurosamente controlados, pero los resultados de
tales estudios serán algo difíciles de generalizar en entornos de
aprendizaje de música en el mundo real. Por otro lado, al estudiar
los programas existentes que han tenido un éxito demostrativo en
la enseñanza de las destrezas musicales de los niños, los
investigadores pueden maximizar la aplicabilidad de su
investigación a los educadores, a costa de ciertas limitaciones en
el diseño del estudio. Sin embargo, el campo de la neurociencia
está bien familiarizado con los resultados fisiológicos del
entrenamiento a largo y corto plazo y el enriquecimiento
sensorial, como el que ocurre a través del entrenamiento musical.
La consideración de las mejoras del músico como resultado de la
práctica, al menos en parte, da una idea de cómo el compromiso
con la práctica musical da forma a la biología humana.
Entendiendo el importante papel de las predisposiciones,
discutimos cómo la experiencia y los factores innatos pueden
interactuar para moldear el cerebro y las habilidades de los
músicos. En conjunto, el conjunto de conocimientos sobre los
efectos del entrenamiento musical se ha acumulado a través de
una amplia variedad de diseños de estudio que, en conjunto,
apoyan la noción de que el entrenamiento musical puede mejorar
la función neuronal, cognitiva y de comunicación.
DIFERENCIAS FUNCIONALES Y ANATÓMICAS EN LOS CEREBROS DE
LOS MÚSICOS
La plasticidad neural, que consiste en cambios en la función o estructura del
cerebro que afectan el comportamiento o la cognición, subyace al desarrollo,
aprendizaje, rehabilitación de trauma y re fi namiento de destrezas. El régimen
consistente que los músicos se comprometen a dominar un instrumento se basa en
la capacidad del cerebro para aprender, gracias a la plasticidad neuronal. El
rendimiento musical, ya sea a través de un instrumento físico o de la propia voz,
implica un control disciplinado del músculo, utilizando movimientos del cuerpo
para producir sonidos cuidadosamente elaborados.
No es de extrañar que se hayan encontrado diferencias anatómicas entre cortices
auditivos y motores de músicos y no músicos y la conectividad neural que une
estas áreas. Los músicos instrumentales adultos, por ejemplo, tienen más materia
gris en las áreas somatosensoriales, premotoras, parietales superiores e inferiores
de la corteza, y estas ampliaciones se correlacionan con sus niveles de experiencia
(Gaser y Schlaug, 2003). Los músicos también tienen un volumen cerebeloso más
grande, con la extensión de este mayor volumen correlacionando con la
intensidad de toda la vida de la práctica musical, que se ha propuesto ser debido al
papel del cerebelo en el aprendizaje de habilidad motora y cognitiva (Hutchinson
et al., 2003) . El grado de logro musical también se correlaciona con más volumen
de materia gris en el giro de Heschl, un área del cortical auditivo vinculado a las
habilidades en la discriminación de tono y la detección de patrones tonales
(Schneider et al., 2002). En un estudio en el que se investigó a no músicos,
músicos aficionados y músicos expertos, el aumento de la experiencia musical se
correlacionó con la densidad de materia gris en áreas relacionadas con el
procesamiento cognitivo de orden superior y el procesamiento auditivo (James et
al., 2013). Curiosamente, el aumento de la experiencia también estuvo vinculado
a una disminución de la densidad de la materia gris en áreas relacionadas con la
función sensoriomotora, que se propone como consecuencia de una mayor
automatización de las habilidades motoras o de una mayor eficiencia motora
(James
Fronteras en Psicología | Neurociencia cognitiva auditiva
Music and training-related plasticity
Et al., 2013). En conjunto, estos hallazgos implican que los
cambios en las áreas auditivas y motoras del cerebro se
relacionan con la producción de música activa.
Se han encontrado distinciones cerebrales estructurales
similares en los músicos infantiles en las primeras etapas del
perfeccionamiento de sus habilidades musicales. Schlaug et al.
(2005) siguió a niños 5-7 años mientras que pro-gressed con sus
estudios musicales. Si bien los niños que estudiaron música
durante 12 meses desarrollaron una activación mejorada de los
lóbulos temporales bilaterales y de los giros superiores
temporales durante la discriminación rítmica y melódica mientras
no observaban diferencias cerebrales cognitivas, musicales,
motoras o estructurales preexistentes Tareas. Después de 15
meses de clases de piano, los niños mostraron cambios
relacionados con el entrenamiento en la corteza motora, el cuerpo
calloso y el giro derecho de Heschl en comparación con los
controles (Hyde et al 2009, Schlaug et al., 2009b), las mismas
áreas Del cerebro que se realzan en músicos adultos (véase más
arriba). Como los niños que participaron en este estudio eligieron
participar en lecciones de música y no fueron asignados al azar,
no podemos evaluar la contribución de las pre-disposiciones no
capturadas por las comparaciones de grupos iniciales. Sin
embargo, a partir de estos resultados longitudinales podemos
concluir que los cambios estructurales neurales se desarrollan con
el aprendizaje de la música en los niños susceptibles de someterse
a lecciones temprano en la vida, cuando el cerebro es más
flexible y dinámico. Para explorar este asunto, sería necesario un
estudio de cómo 15 meses de lecciones de piano impactan el
desarrollo del cerebro en niños que no están atraídos por el
aprendizaje de un instrumento.
CONECTIVIDAD NEURAL
Gran parte de la investigación sobre la música y la plasticidad neural se
ha centrado en el volumen de materia gris en la corteza con entrenamiento
musical, lo que puede reflejar un aumento del recuento neuronal o sináptico;
El aumento de la materia gris puede impulsar el crecimiento de nuevas
dendritas y la desinhibición o inhibición de las conexiones sinápticas
preexistentes (para más información ver Münte et al., 2002). Para
comprender mejor la conectividad neural en el cerebro de los músicos, los
investigadores han investigado las diferencias de la materia blanca,
reflejando diferencias volumétricas en las fibras nerviosas que subrayan la
conectividad neural. Los músicos tienen un cuerpo calloso más grande, el
segmento fibroso que subyace a la mayor parte de la comunicación
interhemisférica, con músicos que comenzaron a entrenar a una edad más
temprana con un cuerpo calloso más grande que los músicos que
comenzaron más tarde
(Schlaug et al., 1995, Wan y Schlaug, 2010). El mayor volumen del
cuerpo calloso de los músicos puede reflejar la disminución de la inhibición
interhemisférica (Ridding et al., 2000) y más comunicación entre los dos
hemisferios.
Se cree que los tractos de la materia blanca continúan desarrollándose
hasta los 30 años y el volumen de ciertos tractos de fibras (por ejemplo, los
tractos temparoparietales frontal y izquierdo) se ha vinculado a las
habilidades cognitivas (Nagy et al., 2004, Bengtsson Et al., 2005). Es
interesante por lo tanto considerar las características de la materia blanca en
los músicos, cuya formación pica antes de la maduración de la conectividad
neuronal y puede interactuar con su desarrollo. Los pianistas, por ejemplo,
tienen tramos de fibras más voluminosos en el istmo que se extiende hacia el
esplenio superior (es decir, tramos que se conectan) 4 | El lóbulo frontal
(tractos que apoyan la secuenciación motora, especialmente los
movimientos de dedos independientes) que los no músicos. Los músicos que
comenzaron a tocar antes en la infancia demuestran
Barrett et al.
mejoras en el volumen de la sustancia blanca, lo que indica
que una mayor plasticidad de la sustancia blanca puede ocurrir
cuando se inicia el entrenamiento antes en el desarrollo
(Bengtsson et al., 2005). Los músicos también tienen un volumen
mayor en el fascículo arqueado, un conducto de fibras que
conecta el motor y las regiones auditivas (Halwani et al., 2011).
El efecto de la formación musical en la conectividad auditivo-
motora puede producir beneficios clínicos: la terapia de
entonación melódica, una terapia fonética basada en la entonación
de la canción, aumenta el volumen del fascículo arqueado en
pacientes con accidente cerebrovascular afásico con mejoras
simultáneas en la producción del habla (Schlaug et al. , 2008,
2009a).
Sin embargo, simplemente tener un mayor volumen de materia
blanca no indica que las mejoras son de uso funcional para los
músicos, ni que provienen exclusivamente de la formación
musical. El trabajo sobre la biología de la percepción del ritmo,
sin embargo, indica que algunas de las mejoras de los músicos
pueden provenir de interacciones regulares con el sonido musical.
Las regiones auditivas y motrices que comprenden una red
cortical-subcortical incluyendo el putamen, la zona motora
suplementaria y la corteza premotora se activan generalmente en
los oyentes humanos al percibir los latidos, con un acoplamiento
funcional aumentado entre las áreas auditiva y motora observadas
en los músculos Y Rowe, 2009). El aumento de la coactivación
audio-motor de los músicos durante sus interacciones constantes
con el sonido musical puede inducir cambios estructurales en los
tractos de materia blanca que puentean los sitios auditivos y
motores. Esto puede explicar el aprendizaje audiomotor más
eficiente de los músicos, una habilidad que les permite no sólo
realizar música (véase Schlaug et al., 2005, Watanabe et al., 2007,
Forgeard et al., 2008), sino que se traduce en Otras tareas como la capacidad
de los músicos de pronunciar con más precisión las lenguas extranjeras
(Milovanov et al., 2010) o tener una agudeza táctil espacial superior (Ragert et
al., 2004).
PLASTICIDAD MALADAPTIVA Las diferencias volumétricas cerebrales
entre los músicos en comparación con los no músicos no pueden
considerarse beneficiosas para los músicos a menos que tales diferencias
cerebrales resulten en mejoras funcionales. Demasiada plasticidad, de
hecho, puede ser perjudicial. La distonía focal, una condición que
involucra movimientos involuntarios y contracciones musculares, ha
plagado durante mucho tiempo a músicos, entre ellos el compositor y
pianista Robert Schumann del siglo XIX y artistas de conciertos actuales
como el pianista Leon Fleisher y el oboísta Alex Klein. También se
conoce como distonía focal del músculo, la distonía focal puede resultar
de la plasticidad mal adaptativa: los escáneres fMRI de 5 guitarristas
distónicos mostraron reclutamiento anormal de áreas corticales
involucradas en el control del movimiento voluntario, exhibiendo una
activación significativamente mayor de la corteza sensomotora primaria
contralateral y bajo - activación de áreas premotoras (Pujol et al., 2000).
Se ha propuesto que la desorganización de los insumos sensoriales
inducidos por el uso excesivo conduce a representaciones motoras poco
diferenciadas, proporcionando el mecanismo subyacente para el control
motor defectuoso en instrumentistas distónicos (Pujol et al., 2000 y
discusión en Pascual-Leone, 2001 ). Aunque especulativo, el patrón de
los hallazgos neuronales (sobredesarrollo de la función sensorial con un
control cognitivo disminuido) sugiere que la automaticidad sensorial a
partir de asociaciones repetidas de sonido a significado (Baldeweg, 2006,
y Ahissar et al, 2009, Chandrasekaran y Kraus, 2010) no desarrolla o
becomes disrupted.
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Si bien hemos avanzado mucho hacia la definición de resultados
desadaptativos de la neuroplasticidad relacionada con la música con
respecto a la función motora, los efectos maladaptativos en los músicos no
se han definido en otros dominios. Las investigaciones futuras podrían
sondear los perfiles neuronales de los músicos para determinar si sus
amplias mejoras funcionales y anatómicas se desarrollan en detrimento de
otras.
CONTRIBUCIONES RELACIONADAS CON LA EXPERIENCIA AL
SISTEMA AUDITORIO DEL MÚSICO
El entrenamiento musical se relaciona con ventajas funcionales para el
procesamiento de características discretas del sonido (para revisión, véase
Kraus y Chandrasekaran, 2010; Strait y Kraus, 2013), utilizando la
respuesta audiolítica del tronco encefálico a sonidos complejos (cABR)
como métrica De la cABR ver Skoe y Kraus, 2010). Este trabajo ha
revelado que los músicos demuestran respuestas auditivas más rápidas y
más robustas a los sonidos, que van desde la música (Musacchia et al.,
2007) hasta el habla (Wong et al., 2007), y Bidelman et al. Al., 2011,
Strait et al., 2012b, 2013a) a expresiones emocionalmente comunicativas
(Strait et al., 2009). Los niños y adultos que reciben entrenamiento
musical muestran una codificación neural más clara de las consonantes de
parada (Strait et al., 2013b) y menor degradación de la respuesta neural en
presencia de ruido de fondo (Strait et al., 2013a, Figura 1). Que los niños
que participan en programas de música en la escuela son mejores en las
tareas rítmicas de tapping (Slater et al., En prensa) quizás reflejados en los
cABRs más consistentes, conocidos por relacionarse con una mejor
capacidad de tapping (Tierney y Kraus, 2013). Los músicos también
hacen un mayor uso del contexto acústico: los músicos adultos muestran
respuestas neuronales más grandes a una sílaba de discurso cuando se
presentan con regularidad que en un contexto variable (Parbery-Clark et
al., 2011b). Estos resultados sugieren que, a través del entrenamiento, los
músicos pueden ser capaces de detectar mejor las relaciones entre los
sonidos. Esta afirmación es apoyada por el mejor desempeño de los
músicos en las tareas de aprendizaje de secuencias tonales (Franco y
Schon, 2011; Schon y Francois, 2011; Skoe y Kraus, 2013). Esta habilidad
para procesar de manera neutral características de sonido discretas y
detectar patrones de sonido puede traducirse en habilidades que subyacen
al aprendizaje de idiomas, además de ayudar a los músicos a entender las
frases y formas musicales, un proceso que es de vital importancia para la
detección, organización y comprensión De los patrones musicales.
Aunque las predisposiciones innatas probablemente guíen la búsqueda
de la formación musical y puedan diferenciar a los músicos de los no
músicos incluso antes de comenzar el entrenamiento, no se puede ignorar
la importancia de compromisos interactivos y consistentes con el sonido en
el mundo del músico. Sería sorprendente si no fuera así que los sistemas
auditivos de los músicos se vuelven expertos en el procesamiento de
la información acústica, incluso más allá del potencial de
predisposición innata dado el profundo impacto de la experiencia sobre
el sistema nervioso. Esto puede explicar las frecuentes relaciones
observadas entre el grado de mejoras neuronales de los músicos y su
extensión de la formación musical. El apoyo adicional a un
componente relacionado con la formación de las mejoras neuronales
de los músicos proviene de cohortes de músicos que se formaron como
niños, pero cesaron el entrenamiento instrumental más tarde en la edad
adulta: las respuestas neuronales al sonido se correlacionan con la
reciente interrupción del entrenamiento (Figura 2) Un período
limitado de lecciones de música en el pasado cambia cómo el cerebro
posteriormente codifica el sonido (Skoe y Kraus,
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Barrett et al.
FIGURA 1 | Nuevas mejoras neuronales en la codificación del sonido en
músicos en edad preescolar con entrenamiento musical continuo. Top:
Respuestas representativas del inicio del tono encefálico auditivo a / da /
en ruido silencioso y / da / in para músicos y no músicos participantes
que fueron examinados inicialmente y regresaron para someterse a
pruebas después de un año de formación musical continua o actividades
alternativas de enriquecimiento. Los músicos tienen respuestas más
resistentes al ruido después de un año adicional de entrenamiento y
desarrollo musical en comparación con sus compañeros no músicos
(adaptado de Strait et al., 2013b). Abajo: Los músicos en edad preescolar
todavía no demuestran las mejoras completas de la "firma del músico"
que se observan en los adultos, pero comienzan a surgir aspectos de la
codificación neural mejorada, como se indica por un +
(Strait et al., 2013b, 2012b para revisión ver Estrecho y Kraus, 2013).
2012, véase también White-Schwoch et al., En prensa), en consonancia con el
trabajo anímico que indica que la formación auditiva en la vida temprana
puede conducir a beneficios en el desempeño de la tarea en la adultez (Sarro y
Sanes, 2011). Este trabajo sugiere que las predisposiciones hacia la
perseverancia con el entrenamiento de la música no son necesarias para que
los efectos sean observados. Además, este trabajo añade a la evidencia que la
formación musical no necesita ser llevada a un nivel profesional para que los
participantes obtengan beneficios neurales.
El apoyo a un componente relacionado con el entrenamiento de la
respuesta neural mejorada de los músicos al sonido puede ser obtenido de un
trabajo a largo plazo: los niños en edad preescolar que reciben clases de
música demuestran un momento neural más preciso al habla en presencia de
ruido después de un año de desarrollo continuo, Mientras que los niños en
edad preescolar que participan en actividades no musicales no muestran
ningún cambio mensurable (Strait et al., 2013b). Una vez más, este enfoque
longitudinal se llevó a cabo en los niños sin asignación al azar y los músicos
inscritos en el estudio después de la iniciación de sus programas de
formación. En el futuro, los estudios longitudinales con asignación al azar,
que evalúan la función auditiva antes y después del entrenamiento, deberían
delimitar con mayor precisión qué aspectos del procesamiento auditivo
cambian con una limitada experiencia musical,
Frontiers in Psychology | Auditory Cognitive Neuroscience
Music and training-related plasticity
FIGURA 2 | La práctica musical durante la infancia conduce a respuestas neuronales más robustas en
la edad adulta. Arriba: Los participantes se dividieron en tres grupos según la cantidad de práctica
musical. El grupo de participantes sin formación musical (negro) tuvo las amplitudes más pequeñas
(SNR más alta) en la respuesta subcortical de frecuencia en comparación con los grupos con más 1-5
años de formación musical (azul) y 6-11 años de entrenamiento (rojo) . Abajo: Magnitudes de
respuesta correlacionadas con la reciente cesación del entrenamiento musical (adaptado de Skoe y
Kraus, 2012). ** p & lt; 0,01.
El impacto biológico del entrenamiento, y cuánta experiencia se
requiere para producir efectos neuronales duraderos.
Es importante señalar que el entrenamiento musical no da lugar a
un efecto general de ganancia para el procesamiento auditivo, con
respuestas más grandes y más rápidas a todos los aspectos de los
estímulos sonoros. Por ejemplo, los músicos han mejorado las
respuestas cerebrales subcorticales en momentos distnctivos en la vida,
y éstos se limitan a componentes específicos de la respuesta (Skoe y
Kraus, 2013). Por lo tanto, el entrenamiento se asocia con mejoras
selectivas que pueden promover la sensibilidad a los aspectos más
relevantes para el comportamiento o acústicamente complejos del
contexto de sonido o sonido. Por ejemplo, al escuchar el grito
desgraciado de un infante, los músicos han mejorado la representación
neural de la porción más compleja acústicamente del estímulo (Figura
3, Strait et al., 2009). Al escuchar intervalos armónicos, los músicos
adultos muestran una mayor representación neural de los tonos
superiores, la voz que a menudo lleva la melodía en la música clásica
occidental (Lee et al., 2009), promoviendo trabajos que han encontrado
respuestas corticales mejoradas a la línea superior o Nota en estímulos
musicales (Fujioka et al., 2005, 2008, Marie y Trainor, 2013, Butler et
al., 2013). Esta evidencia neural sugiere que el entrenamiento musical
puede hacer que los músicos asistan inherentemente a elementos
acústicos particulares, potencialmente explicando su habilidad
extrayendo los elementos más relevantes y destacados en la tarea de un
paisaje sonoro complejo.
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Barrett et al.
FIGURA 3 | Los sujetos del músico demuestran la codificación
subcortical mejorada (forma de onda inferior) a la porción compleja
de un sonido emocional de la comunicación - el grito de un bebé
(forma de onda superior, vea las cajas que dividen
Los casos en que las mejoras neuronales no se correlacionan con años de
experiencia musical proporcionan evidencia contraria a la narrativa de que la
experiencia conduce a la mejora; Esta evidencia debe ser considerada a fondo.
Al igual que con los músicos infantiles, los jóvenes músicos adultos tienen una
representación neural más robusta del habla en presencia de ruido (Parbery-
Clark et al., 2009a) y una mejor discriminación de las consonantes de parada
(Parbery-Clark et al., 2012b) No se correlaciona con el grado de formación
musical. En los adultos mayores, donde el envejecimiento se ha asociado con
defectos neuronales, los resultados han demostrado que la experiencia musical
atenta contra los efectos deletéreos del envejecimiento en la codificación
neural del habla (Parbery-Clark et al., 2012a), pero estos mejoramientos
neurales no se correlacionan con años de Experiencia musical. Debemos
preguntarnos, ¿por qué ciertas mejoras neurales en los músicos se
correlacionan con el grado de entrenamiento en poblaciones más jóvenes pero
no mayores? Es posible que algunos aspectos de la codificación neural del
sonido se guíen más por factores genéticos y menos por la experiencia que
otros, o que se alcance un efecto de techo según el cual los años adicionales de
formación dejen de evocar mejoras neuronales adicionales -sion véase también
Strait y Kraus, 2013). También es posible que en las poblaciones más antiguas
las disminuciones relacionadas con la edad puedan contrarrestar los efectos
acumulativos de la experiencia musical. En resumen, los músicos demuestran
mejoras en la codificación de aspectos fundamentales del sonido cuando se
trata de (1) sonidos complejos (por ejemplo, sonidos comunicativos, estímulos
de habla con contornos de tono, intervalos musicales, consonantes de parada
acústicamente similares) y (2) entornos acústicos complejos (Por ejemplo, dar
sentido al contexto), muchas de las cuales aumentan con el aumento de años
de entrenamiento. Dado el rico paisaje sonoro que inunda el sistema nervioso
al tocar música, no sorprende que los músicos desarrollen mejoras funcionales
auditivas. Sin embargo, no consideramos que la demostración de correlación
sea la misma que la prueba de causalidad y reconocemos las precauciones de
aquellos que ven un papel mucho más grande para la genética además del
entrenamiento. Si bien los estudios transversales que comparan a músicos y no
músicos son esclarecedores, los estudios longitudinales aclararán más
directamente las ventajas con la formación musical y el curso del tiempo sobre
el cual se desarrollan.
TIMBRE: CODIFICACIÓN ESPECÍFICA DEL INSTRUMENTO
Los estudios considerados anteriormente compararon a los músicos con los no
músicos, pero también se puede aprender mucho mirando dentro de un grupo
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Estímulo en porciones simples y complejas). La magnitud de la respuesta subcortical en
respuesta a la parte compleja se correlaciona con años de entrenamiento musical
(adaptado de Strait et al., 2009).
De los músicos, observando cómo las respuestas cerebrales varían de
acuerdo con un tipo específico de formación musical. La evidencia de
la plasticidad neuronal relacionada con el entrenamiento se observa en
los músicos que tienen respuestas neurales preferenciales al sonido de
su instrumento de práctica; Es poco probable que estos individuos
hayan nacido con una predilección neural para su instrumento
específico. Los músicos muestran codificación preferencial para su
propio instrumento en potenciales evocados corticales (Pantev et al.,
2001), especialmente sobre la corteza auditiva derecha (Shahin et al.,
2003). Los músicos también han incrementado la actividad de banda
gamma oscilatoria inducida a su instrumento de práctica con relación
a otros (Shahin et al., 2008). La neuroimagen revela que los músicos
muestran una mayor activación neuronal al escuchar las posiciones
musicales que desempeñan su propio instrumento en las regiones
motora (precentral), auditiva (temporal superior), sintáctica (BA44) y
ejecutiva (frontal) (Margulis et al., 2007) . Además de la
especialización cortical observada a los timbres de instrumentos de
músicos, hemos encontrado una especialización similar subcortical:
cuando se subdividen de acuerdo a sus instrumentos de práctica (es
decir, pianistas y no pianistas), los músicos demuestran una mayor
fidelidad de cABR al sonido de Su propio instrumento en relación
con otros (Figura 4, Strait et al., 2012a). Interpretamos estos datos en
el contexto de mejoras específicas de la formación de los músicos de
acuerdo con sus historias de práctica musical. El trabajo no revisado
por nuestros colegas de nuestro propio grupo indica que las mejoras
específicas del instrumento de los músicos se manifiestan
conductualmente en la atención en línea mejorada a la línea tocada
por sus instrumentos nativos al escuchar la música polifónica (Chan
et al., 2010).
Aunque se han realizado experimentos anteriores en los adultos, se ha
observado una especialización corticale del timbre musical incluso en los
niños sometidos a formación musical. Un estudio de niños no músicos y
músicos antes de la formación musical no mostró ninguna actividad de banda
gamma inducida a tonos musicales en ninguno de los grupos. Sin embargo,
después de que la mitad de estos niños pasaron un año de formación de piano,
estos mismos niños mostraron una actividad inducida de banda gamma
inducida en respuesta a tonos de piano (Trainor et al., 2009). De hecho, se
observó posteriormente que los bebés expuestos a la música durante ~ 160
minutos a lo largo de una semana a un timbre musical particular, demuestran
respuestas corticales específicas mejoradas (Timor et al., 2011), apoyando la
interpretación que Poca exposición instrumental es necesaria para inducir
Especialidades del timbre cortical. Para determinar si la expresión de
Codificación específica del timbre dentro de la
October 2013 | Volume 4 | Article 713 | 5
Barrett et al.
FIGURE 4 | Timbre specialization among musicians. Adult pianists’
auditory brainstem responses more closely reflect the amplitude envelope
of the piano stimulus than non-pianists’ (F = 6.97, p < 0.01), demonstrating
preferential encoding for the sound of their instrument of practice (adapted
from Strait et al., 2012a). Child pianists do not demonstrate preferential
encoding of their instrument compared to non-pianists (F = 0.04, p = 0.85),
perhaps indicating insufficient musical training to support specialization.
El tronco encefálico se desarrolla con una rapidez similar, hemos
recolectado cABRs a los tonos de piano, fagot y tuba en niños que habían
sido sometidos a entrenamiento instrumental durante 3 a 10 años,
prediciendo que los niños demostrarían cABR preferenciales a su propio
instrumento. Este trabajo reveló que ni siquiera los niños con una formación
considerable en la musculatura no demuestran las mejoras específicas del
timbre que son evidentes con un entrenamiento muscular comparativamente
mínimo (Figura 4, Chan et al., 2011). Es posible que la especialización
cortical a los timbres instrumentales preceda a la medida subcortical. La
especialización cortical puede impulsar mejoras subcorticales mediante el
sistema corticofugal, afinando los núcleos auditivos subcorticales a los
parámetros acústicos más relevantes para el comportamiento de un músico
dado (Kraus y Chandrasekaran, 2010).
La codificación fortalecida por los músicos de su instrumento primario
puede deberse a horas de exposición y escucha focalizada en lugar de
predilecciones innatas que llevarían a un individuo a practicar un
instrumento sobre otro. Sin embargo, es posible que ciertas personalidades -y
biologías subyacentes asociadas- atraigan a los músicos a instrumentos;
Podríamos investigar esta cuestión con un examen exhaustivo de la
personalidad y las respuestas evocadas auditivas a los timbres musicales
antes de dar a los niños la oportunidad de elegir libremente un instrumento
para estudiar. En este momento, los datos disponibles nos llevan a la
hipótesis de que cortical y subcortical tim-bre especializaciones en los
adultos y cortical timbre especializaciones en los niños proporcionan apoyo a
la plasticidad relacionada con el uso en los músicos. Queda por determinar si
el procesamiento auditivo específico del instrumento en los músicos presta
ventajas neuronales distintas para el procesamiento de sonidos no musicales,
como el habla (por ejemplo, son jugadores de cuerda, que deben atender y
manipular constantemente el tono de su instrumento, Más sensible a las
desviaciones de tono en el habla?). Además, ¿cuáles son los marcadores
neuronales de tocar instrumentos múltiples o de tener experiencia con otros
instrumentos a través del juego en conjunto? Experimentos futuros
Frontiers in Psychology | Auditory Cognitive Neuroscience
Music and training-related plasticity
Debe investigar diferentes tipos de formación más allá de divisiones
simples por instrumento. Al contrastar otros tipos de métodos
pedagógicos -por ejemplo, el entrenamiento clásico vs. el jazz, el
entrenamiento basado en partituras versus los métodos auditivos de
Suzuki- podemos ser capaces de determinar si varios subcomponentes
del entrenamiento musical afectan diferencialmente la función cerebral.
Este trabajo también podría producir resultados para determinar los
aspectos óptimos de la formación musical para engendrar beneficios
neurales.
PLASTICIDAD A CORTO PLAZO: JUGAR CONTRA LA
ESCUCHA DE LA MÚSICA
De nuevo, el campo de la neurociencia conoce bien los efectos de la
formación a corto plazo y del enriquecimiento sensorial (Recanzone et
al., 1993, Linkenhoker y Knudsen, 2002, Song y otros, 2008, Anderson
et al., 2013). Un elemento beneficioso de la música como régimen de
entrenamiento radica en el hecho de que los ejercicios musicales
simples pueden enseñarse a los participantes sin antecedentes musicales.
Los experimentos que utilizan este enfoque evidencian el poder de la
capacidad del entrenamiento musical para inducir beneficios cognitivos
y neurales rápidos. No es sorprendente que los efectos inmediatos de
entrenamiento a corto plazo se observen en áreas audio-motoras, así
como en las respuestas auditivas corticales evocadas.
En un enfoque, a los músicos adultos se les enseñó un ejercicio de
teclado. Los investigadores observaron que, con la práctica musical, las
representaciones sensoriomotoras neuronales de los músculos del dedo
aumentaron. Además, después del cese de la práctica, los mapas
corticales volvieron a la línea de base (Pascual-Leone et al., 1995;
Pascual-Leone, 2001). Mientras que la evidencia relacionada discutida
en este artículo ya estaba limitada por enfoques que dependen de las
comparaciones de grupos de no músicos / músicos, estos estudios
utilizan un enfoque longitudinal con asignación al azar de grupo. Estos
estudios proporcionan evidencia de las contribuciones del
entrenamiento musical a los aspectos estructurales de las cortezas
sensoriomotoras. Además, este trabajo sugiere que, mientras que los
cortezos sensoriomotores pueden formarse mediante el entrenamiento
muscular, tales efectos plásticos no se conservan cuando la práctica
musical cesa. Un estudio relacionado informó resultados paralelos
funcionalmente cuando no músicos aprenden tareas de teclado: la
formación de piano aumenta las coactivaciones audio-motoras en no
músicos después de sólo 20 minutos de práctica. Este estudio demostró
además que se observaron efectos mayores con una mayor práctica en
que se observaron efectos más extendidos y estables después de 5
semanas que con 20 minutos de práctica (Bangert y Altenmuller, 2003).
Otros estudios han contrastado los efectos de tocar activamente la
música con los de escuchar música. La práctica instrumental requiere
varios procesos entrelazados -la traducción de la notación visual al
movimiento motor, la coordinación motora entre manos o entre los
intérpretes (ver Loehr y Palmer, 2011) y la retroalimentación auditiva
una vez que se han realizado los movimientos- que no se activan cuando
sólo escuchan A la música. En un estudio que examina los potenciales
relacionados con los eventos corticales, a los no músicos se les enseñó
una secuencia de piano o se les capacitó para escuchar críticamente la
música (Lappe et al., 2008). El grupo que practicó las secuencias mostró
mayores respuestas de negatividad de desajuste (MMNs) a tonos
inesperados después de 2 semanas de entrenamiento en comparación
con el grupo que sólo escuchaba música (Lappe et al., 2008), mostrando
así una mayor sensibilidad a las anomalías auditivas . Efectos similares
October 2013 | Volume 4 | Article 713 | 6
Barrett et al.
Se han visto cuando los no músicos fueron entrenados para jugar
secuencias rítmicas o evaluar la precisión rítmica en las
secuencias. El grupo no músico que interpretó la secuencia de
piano demostró mayores respuestas de MMN y P2 a los
desviados rítmicos después del entrenamiento, en comparación
con el grupo no músico que criticó secuencias rítmicas (Lappe et
al., 2011). Estas observaciones pueden estar relacionadas con una
mayor actividad en áreas motoras frontoparietales, cuando
músicos recién entrenados escucharon la música que acababan
de aprender, lo que se atribuyó al sistema de neuronas espejo
(Lahav et al., 2007). En conjunto, estos resultados indican que la
práctica de la música -ya sea por mayor atención, compromiso
físico o la combinación de estos- engendra cambios neuronales
relacionados con la sensibilidad auditiva que se extienden más
allá de los cambios vistos con el compromiso auditivo a través de
la escucha de música . Este trabajo es paralelo a los resultados
experimentales de modelos animales en los que la formación
activa temprana en la vida conduce a beneficios en el
rendimiento de la tarea en la edad adulta, más allá de los
observados en un grupo control que sólo recibió exposición
pasiva a estos mismos sonidos (Sarro y Sanes, 2011).
La plasticidad con entrenamiento musical a corto plazo más allá
de los efectos observados con la exposición musical a corto plazo
se ha observado similarmente en los bebés que "tocan" la
música. Los niños de seis meses de edad fueron asignados
aleatoriamente a una clase de música activa consistente en
actividades de grupo y tocar instrumentos sencillos o en una clase
de música pasiva donde escuchaban música pero no tocaban
instrumentos. Después de seis meses de entrenamiento, los bebés
en el grupo activo demostraron una enculturación mejorada a la
estructura de tono tonal occidental, respuestas cerebrales
mejoradas a los tonos musicales y un desarrollo social
incrementado en relación con el grupo de escucha (Trainry et al.,
2012; 2012).
En conjunto, estos estudios subrayan dos hechos importantes: (1)
que el compromiso activo con un instrumento musical desarrolla
mejoras neuronales y conductuales que son mayores que las que
se ven al escuchar solo música, y (2) que los cambios plásticos
ocurren en individuos sin antecedentes Formación musical. Por
lo tanto, existe una fuerte evidencia de la plasticidad relacionada
con el entrenamiento en los participantes que no gravitaron
independientemente hacia el entrenamiento musical, sino que
fueron seleccionados aleatoriamente para recibir instrucción
musical. Además, algunos cambios en las cortezas auditivas y
motoras se producen en una escala de tiempo rápida, con
adaptaciones vistas tan pronto como después de 20 minutos de
juego activo. El trabajo futuro podría determinar las escalas de
tiempo sobre las cuales se desarrollan diferentes mejoras
neuronales en músicos y durante diferentes etapas de desarrollo.
Diferentes mejoras del músico pueden ser más o menos maleables
con enfoques de entrenamiento a corto plazo, que ocurren en
diferentes escalas de tiempo o que están predispuestos por rasgos
heredados intrínsecos más que otros. Dada la evidencia actual de
los enfoques de formación musical a corto plazo, la investigación
futura debería continuar desambiguando los efectos biológicos
distintivos de la formación musical en línea, a corto plazo ya
largo plazo, así como los efectos de la formación musical a corto
plazo en otras actividades biológicas Distinciones en músicos tales
como cABRs.
VENTAJAS COGNITIVAS Y PERCEPTUALES INDUCIDAS
POR EL ENTRENAMIENTO MUSICAL
Los músicos demuestran un mejor desempeño en una serie de
tareas cognitivas y perceptivas, algunas relacionadas con el
dominio de
Www.frontiersin.org
Music and training-related plasticity
Música y algo de transferencia a otros dominios, notablemente
el lenguaje. Como se detalla a continuación, los músicos han
mejorado la atención auditiva y la memoria de trabajo, dando
apoyo a la idea de que el aprendizaje de un instrumento fortalece
las habilidades auditivas con mejoras colaterales en otros
dominios (véase también Kraus et al.
La formación musical se ha asociado con aspectos mejorados
de la función ejecutiva y el control auditivo atencional, lo que
genera una amplia gama de beneficios cognitivos (Hannon y
Trainor, 2007, Bialystok y DePape, 2009, Strait et al., Moreno et
al., 2011 , Estrecho y Kraus, 2011, Strait et al., 2012b). El
entrenamiento musical parece perfeccionar las habilidades de
memoria auditiva. Los músicos tienen una mejor memoria de
trabajo auditivo (Chan et al., 1998, Jakobson et al, 2008, Parbery-
Clark et al., 2009b, 2011a, Strait et al., 2012b, 2013a),
potencialmente explicado por la mayor activación de músicos
(Gaab y Schlaug, 2003; Pallesen et al., 2010). El estudio de las
redes neuronales más grandes involucradas en el control cognitivo
y la atención sostenida que los no músicos cuando se enfrentan
con tareas difíciles de memoria. Por lo tanto, parece que la
formación de música, la creación de sonidos en el presente
mientras recuerda su relación con los sonidos del pasado, ofrece a
los músicos una ventaja de comportamiento en las tareas de
memoria que pueden ser facilitadas por diferentes patrones de
activación neuronal cuando la memoria. Las interacciones de la
música con las redes de memoria pueden explicar por qué los
bardos enfatizaron los elementos musicales del lenguaje en la
recitación de poemas épicos, lo que puede haber alentado su
consolidación de la memoria (Bates, 1960, Jakobson et al., 2003,
2008). La relación de la música con la memoria puede conferir
beneficios clínicos: puede "despertar" a los pacientes con
demencia, permitiéndoles volver a conectarse con la realidad a
través de sus recuerdos musicales (Cuddy y Duffin, 2005; véase
también Baird y Samson, 2009).
Se ha propuesto que el mejor rendimiento de los músicos en las
tareas cognitivamente exigentes refleja la función ejecutiva
mejorada global (Bugos et al., 2007, Bialystok y DePape, 2009,
Moreno et al., 2009) en conjunción con IQ (Schellenberg, 2004) .
En los niños, por ejemplo, la duración de las lecciones de música
se correlaciona positivamente con el CI y la capacidad académica
(Schellenberg, 2006), aunque todavía no está claro exactamente
qué media esta asociación (Schellenberg, 2011) y por qué estos
efectos de CI no siempre se replican Y Rammsayer, 2003, Moreno
et al., 2009). Sin embargo, la hipótesis de que el IQ o la función
ejecutiva impulsa tales mejoras no puede explicar el desempeño
fortalecido de los músicos en las tareas auditivas cognitivamente
exigentes más allá de las ganancias encontradas en las tareas
formadas en otros dominios (por ejemplo, Chan et al. , 2003, Strait
et al., 2010, 2012b, Parbery-Clark et al., 2011a).
Las mejoras perceptivas y cognitivas con el entrenamiento
musical se han evidenciado más claramente a través de estudios
longitudinales. Un grupo de niños de 5 a 7 años a punto de
comenzar clases privadas de música se compararon con un grupo
de niños que no comenzaban el entrenamiento instrumental. Los
grupos fueron inicialmente emparejados con respecto a la
anatomía neural (medida a través de MRI), así como habilidades
audio cognitivas, motoras y musicales; Sin embargo, después de
un año, los niños con formación musical demostraron mejores
habilidades de discriminación auditiva (Norton et al., 2005;
Schlaug et al., 2005). Asimismo, otro estudio longitudinal siguió a
October 2013 | Volume 4 | Article 713 | 7
los niños
Barrett et al. Music and training-related plasticity

Fueron asignados aleatoriamente para completar una formación musical a

corto plazo basada en computadora o lecciones de pintura de grupo a corto
plazo; El grupo de entrenamiento musical mostró una mejor inteligencia Ventajoso para nacer con las habilidades físicas ideales para un
verbal y un mayor desempeño en una tarea de función ejecutiva después de instrumento en particular. Menos obvias, sin embargo, podrían ser
sólo 20 días de entrenamiento, sin cambios observados de acuerdo con estas cualidades innatas relacionadas con el temperamento: las diferencias
métricas en el grupo de pintores (Moreno et al., 2011). en la personalidad predestinan si un individuo deseará o no participar
Las personas ancianas también pueden derivar mejoras cognitivas de la en las lecciones. Entre las grandes dimensiones de la personalidad, la
formación musical (Bugos et al., 2007): los sujetos ancianos que recibieron apertura a la experiencia parece tener el mayor poder para predecir el
instrucción individualizada de piano durante seis meses mostraron una mejor compromiso musical, lo que sugiere que los estudios futuros que
atención, memoria de trabajo y función ejecutiva (evaluada a través de la relacionan las habilidades con la formación musical examinan las
prueba Trail Making Test) Planificar, ejecutar y modificar un plan de acción). diferencias individuales de personalidad (Corrigall et al., 2013). La
Considerando el grado de deterioro cognitivo que acompaña al habilidad para seguir siendo motivado y disciplinado, que es un
envejecimiento, el entrenamiento musical puede servir como una poderosa
requisito previo para el entrenamiento musical exitoso, también puede
ser una función del maquillaje innato.
técnica de rehabilitación cognitiva en adultos mayores. Por último, la
Mientras que los factores innatos que contribuyen a la búsqueda de
capacidad cognitiva mejorada de los músicos, relativa a los no músicos, puede
músicos de la formación sin duda existen, incluso las predisposiciones
subyacer su mejor audición en el ruido (Parbery-Clark et al., 2009b, Strait et
innatas pueden ser moldeados por factores ambientales. Por ejemplo,
al., 2012b), la memoria del trabajo auditivo y la discriminación de tono Esta
una mayor capacidad musical puede maximizarse o debilitarse con
ventaja se puede limitar a las frecuencias típicas en el rango de la música, respecto al desarrollo debido al acceso o falta de entrenamiento. Esto
véase Schellenberg y Moreno, 2010), observado en los músicos a lo largo de la se demuestra en el tono absoluto, lo que parece requerir tanto una
vida (Tabla 1) -incluyendo músicos envejecidos (Parbery-Clark et al., 2011a, predisposición genética como una exposición temprana a la formación
Alain, 2012). musical (Baharloo et al., Levitin, 1994, Zatorre, 2003, Henthorn y
LOS ROLES COMBINADOS DE PREDISPOSICIONES INNATALES Y Deutsch, 2007). Algunos prejuicios musicales y disposiciones pueden
FACTORES RELACIONADOS CON LA EXPERIENCIA estar arraigados en predisposiciones innatas (ver Pond, 1981; Trehub,
Un aspecto innato evidente del talento musical se relaciona con la condición 2003), pero a través de instrucción adicional, los individuos
física requerida para dominar un instrumento en particular. Por ejemplo, se perfeccionan la capacidad de interpretar artísticamente la música y
podría especular cómo la altura transmite una ventaja al tocar un transmitirla, de manera creativa y expresiva, a una audiencia , Véase
instrumento grande como el contrabajo y el volumen corriente (es decir, la Williamon y Valentine, 2000). Por último, se considera que la
capacidad pulmonar) ayuda a tocar un instrumento de viento. Si bien el audición, también conocida como imágenes musicales o la "capacidad
entrenamiento y la técnica adecuados pueden superar las limitaciones físicas,
de interiorizar el sonido y las ideas musicales" (Keller, 2012), es un
componente clave de la aptitud musical. Aunque especulativos, los
Tabla 1 | Las habilidades cognitivas y perceptuales se correlacionan con la
educadores de música han propuesto que los estudiantes nazcan con el
experiencia musical en tres diferentes grupos de edad de músicos.
potencial para desarrollar habilidades de audición, pero que el
ambiente musical apropiado es necesario para maximizar ese
potencial (Gordon, 1999).
Los efectos del placer asociados con la música pueden
proporcionar otro ejemplo del potencial de interacciones entre las
predisposiciones innatas y la experiencia. La música activa los
circuitos neuronales involucrados en la emoción y la recompensa
(Blood et al., 1999; Salimpoor y Zatorre, 2013; Salimpoor et al.,
Behavioral measure Older adults Younger adults School-aged
2013), con respuestas intensamente placenteras a la música co-
ocurrida con la actividad dopaminérgica en El sistema estriatal
children
(Salimpoor et al., 2011). Sin embargo, se sabe poco sobre la
Speech-in-noise ρ = −0.09 r = −0.58** r = 0.63*** variabilidad individual en las respuestas emocionales inducidas por la
perception música. Puede ser el caso de que los individuos con atractivos innatos
Auditory working ρ = −0.14 r = 0.61*** r = −0.40* a la formación musical experimenten mayores recompensas
memory emocionales en su presencia. Los estudiantes de música que reciben la
Visual working ρ = −0.09 ρ = 0.12 r = 0.20 mayor recompensa emocional durante la práctica de la música pueden
memory ser más propensos a continuar la capacitación, obteniendo mayores
Auditory attention r = 0.11 r = −0.49** r = −0.48* beneficios biológicos en relación con los estudiantes obligados a
Visual attention r = 0.30 r = −0.30 r = 0.14
continuar la participación por alguna fuerza externa. Esto implicaría
un sistema de retroalimentación en el que una predisposición hacia la
Frequency r = 0.17 r = −0.40* r = −0.38
discrimination
música es recompensada por un sentimiento de satisfacción, que a su
vez anima a un estudiante a la práctica. Alternativamente,
Temporal acuity ρ = −0.03 r = −0.41* r = −0.19
dependiendo del individuo, es posible que ya que el compromiso
(Backward masking)
emocional y la motivación no necesariamente tienen que ser
La tabla resume los valores de Pearson r o Spearman ρ correlación entre años de placenteros para el aprendizaje (Rutkowski y Weinberger, 2005;
experiencia musical y medidas conductuales. Los valores en negrita indican habilidades David et al., 2012), un temperamento que Es capaz de tolerar la
donde los músicos tienen ventajas de comportamiento sobre los no músicos (Strait et al., frustración, mientras que perseverar también puede ser más probable
2010, 2012b, Parbery-Clark et al., 2011a). Las habilidades que se correlacionan con los que continúe con las lecciones para adquirir habilidades musicales
años de práctica musical se observan generalmente en el dominio auditivo y se ven sobre (Ericsson et al., 1993; Ericsson y Lehmann, 1996).
todo en músicos más jóvenes. *** p <0,001, ** p <0,01, * p <0,05, ~p <0,1.

Frontiers in Psychology | Auditory Cognitive Neuroscience October 2013 | Volume 4 | Article 713 | 8
 Los factores genéticos y relacionados con la experiencia
pueden pesar más pesadamente en diferentes momentos del
desarrollo. Mientras que el sistema auditivo comienza a
desarrollarse en el útero, un proceso que es mediado por
mecanismos genéticos (Clopton y Silverman, 1977, Taniguchi,
1981; Gordon, 2001; Tillein et al., 2012), este desarrollo temprano
contrasta la posterior maduración de la corteza , Con el desarrollo
de capas super fi ciales que se extienden hasta la edad adulta
(Moore et al., 1995; Moore y Guan, 2001; Moore y Linthicum,
2007). La entrada auditiva en puntos claves a lo largo de este
proceso de desarrollo, especialmente durante los primeros años de
desarrollo (Zhang et al., 2001), es necesario para redefinir cómo el
sistema del auditor utiliza el uso de mecanismos básicos de
codificación para procesar la entrada acústica (Chang y
Merzenich, 2005, Kral y Eggermont, 2007, Gordon et al., 2011).
Esta perspectiva evolutiva puede explicar los diferentes perfiles
neurobiológicos observados en los músicos que iniciaron el
entrenamiento antes o después de la primera infancia (es decir, a
los siete años de edad, Strait et al., 2009, Steele et al., 2013).
Los mecanismos epigenéticos, factores que alteran la expresión
génica, pueden influir en el medio ambiente y en las experiencias
de vida de tal manera que la variación epigenética puede ser un
mecanismo para la plasticidad desarrollada relacionada con la
experiencia (véase Champagne y Curley, 2011; Estas variaciones
son inducidas por la presencia de poblaciones de proteínas
llamadas factores de transcripción que trabajan conjuntamente
para influir en la expresión génica; La actividad de diferentes
factores de transcripción puede ser facilitada o deprimida debido a
experiencias enriquecidas o privadas, especialmente temprano en
la vida. Por ejemplo, la expresión de los receptores gluta-mate de
N-metil-aspartato (NMDA) se ha implicado en el aumento de la
eficacia sináptica para lograr el aprendizaje, con un aprendizaje
más efectivo teniendo lugar en animales con más receptores
NMDA (véase Lau y Zukin , 2007). El enriquecimiento auditivo
temprano en la vida a través de la exposición a la música se ha
relacionado con el aumento de la expresión del receptor NMDA
en la corteza auditiva de la rata, paralelamente a un mejor
desempeño en la discriminación auditiva y el aprendizaje y las
tareas de memorial (Tang et al. , Véase también Cui et al., 2009).
Si bien el impacto de la exposición musical sobre la expresión del
receptor de NMDA aún no se ha comparado con otras formas de
actividad auditiva
Music and training-related plasticity
Enriquecimiento, es posible que el enriquecimiento a través del
entrenamiento muscular pueda causar una regulación positiva de
proteínas como los receptores de NMDA para promover la eficacia
sináptica y mejorar las habilidades de aprendizaje auditivo, a su vez
alimentando de nuevo para promover el desarrollo musical.
CONCLUSIONES
Este trabajo ha presentado apoyo para la formación de plástico
relacionados con la calidad de las diferencias neuroanatómicas y la
mejora de la codificación neural del sonido. Este artículo también ha
considerado el impacto del entrenamiento musical a través de una
combinación de genética y experiencia.
Está claro que incluso entre los músicos profesionales hay
distinciones interindividuales que conducen a diferencias en las
capacidades de ejecución. Aun así, no se trata de unproducto musical
para obtener bene fi cios del entrenamiento musical. Dado que la
aptitud musical existe en un amplio espectro, la investigación futura
podría continuar delinando lo que distingue mejoras biológicas y
cognitivas en músicos profesionales, amateurs y principiantes.
Además, debemos continuar examinando hasta qué punto existen
periodos sensibles, o incluso críticos, para diferentes habilidades
musicales (por ejemplo, Hannon y Trainor, 2007).
La investigación continua utilizando estudios longitudinales con
asignación al azar, controles activos, así como los conocimientos
adquiridos con los resultados de la comunidad y los cursos de
laboratorio de formación continuará a revelar los efectos de la
práctica musical. La investigación experimental de las diferencias
individuales entre músicos puede aclarar las habilidades que resultan
de las predisposiciones innatas. Investigaciones futuras también
pueden aclarar los mecanismos celulares que subyacen a la
plasticidad neural, incluyendo los marcadores genéticos subyacentes
a las habilidades relacionadas y su sensibilidad a la modificación
epigenética.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Los autores desean agradecer a Erika Skoe ya Jessica Slater sus
opiniones sobre las versiones anteriores de este manuscrito y los
revisores por sus sugerencias y comentarios. Este trabajo fue
financiado por el Knowles Hearing Center, la Fundación Mathers,
NSF-BCS-0921275, BCS-1057556 y BCS-0921275.

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Conflict of Interest Statement: The
authors declare that the research
was conducted in the absence of any
commercial or financial relationships
that could be construed as a potential
conflict of interest.
Received: 17 June 2013; paper pend-
ing published: 13 July 2013; accepted:
18 September 2013; published online: 16
October 2013.
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Music and training-related plasticity
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