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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….. 4
1. El CONTRATO DE LEASING………………………………………………... 5
1.1. Beneficios del Leasing……………………………………….…………... 5
1.2. Tipos de Leasing………………………….…………………………….....7
1.2.1. Leasing Financiero…………………………………………………7
1.2.2. Leasing Operativo………………………………………………….7
1.3. Modalidades de Leasing………………………………………………….8
1.3.1. Leasing Inmobiliario………………………………………………..8
1.3.2. Leasing Habitacional..……………………………………………..9
1.3.3. Leasing Mobiliario……..…………………………………………..9
1.3.4. Leasing de Infraestructura………………………………………..9
1.3.5. Leasing de Importaciones y Exportaciones……………………..9
1.3.6. Leasing Internacional……………………………………………..10
1.3.7. Leaseback………………………………………………………….10
1.4. Ventajas……………………………………………………………………10
1.5. Desventajas……………………………………………………………….11
2. ANTECEDENTES O RESEÑA HISTORICA………………………………..12
3. PRINCIPIOS REGULADORES……………………………………………….16
4. NORMAS NACIONALES E INTERNACIONALES APLICABLES…………18
Ley 35……………………………………………………………………………18
5. PROCEDIMIENTOS PARA SU APLICACIÓN, EJECUCION O
DESARROLLO………………………………………………………………….21
6. SENTENCIA……………………………………………………………………..23
7. IMPORTANCIA DEL CONTRATO LEASING EN LAS EMPRESAS………29
CONCLUSIONES………………………………………………………….………..30
REFERENCIAS………………………………………………………………………31
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INTRODUCCION

El siguiente trabajo es una investigación realizada sobre el contrato de leasing, en el


cual buscamos identificar cuál es su definición, antecedentes históricos, los principios
reguladores, normas nacionales e internacionales, cuáles son sus procedimientos de
ejecución, aplicación o desarrollo, e identificar una sentencia de la corte suprema de
justicia de acuerdo a una controversia en cuanto al contrato de leasing.

Esto servirá para adquirir más conocimiento del tema de investigación y para
diferenciarlo de los demás tipos de contrato existentes.
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1. EL CONTRATO DE LEASING

El leasing es un mecanismo de financiación mediante el cual una entidad financiera,


sea un establecimiento bancario o una compañía de financiamiento (comúnmente
conocida como arrendador), por instrucción de un cliente solicitante (denominado
arrendatario o locatario), adquiere un activo de capital, el cual está bajo propiedad de la
entidad, y se lo entrega al locatario en arrendamiento financiero u operativo para su uso
y goce por un periodo de tiempo a cambio de un pago periódico de una suma de dinero,
denominado “canon”.

Al finalizar la operación de leasing, el locatario tiene la potestad de:

1) Ejercer una “opción de adquisición” sobre el mismo bien a un precio


pactado desde el inicio –generalmente a su favor–.
2) Restituir o renovar la operación de arrendamiento (leasing). Este
mecanismo es usado para financiar la adquisición (mediante leasing
financiero) o facilitar el acceso, uso y goce (mediante leasing operativo) de
activos fijos productivos (e.g. equipos, maquinaria, vehículos, inmuebles,
entre otros).

En otras palabras es un tipo de contrato comercial, mediante el cual se entrega un bien


a una persona para que este la use con la obligación de pagar una especie de canon de
arrendamiento durante un tiempo determinado, cuando dicho tiempo termine la persona
tendrá la facultad de adquirir el bien pagando un precio o podrá devolver.

1.1 Beneficios del Leasing

Los beneficios que ofrece el contrato de leasing pueden ser aprovechados tanto por las
empresas como por las personas, entre estos se encuentran:
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Financiar un porcentaje más elevado del valor del activo en comparación con el
porcentaje de financiación en un crédito convencional.

Sin necesidad de adquirir e incurrir en el gasto de su compra, obtener el uso de


muebles e inmuebles, tanto en el mercado nacional como en el internacional, desde
equipos para oficinas, maquinaria especializada y software, hasta establecimientos
comerciales, cualquier clase de vehículo, viviendas nuevas, usadas o sobre planos.

Flexibilidad en la estructuración del negocio, pues le permite al cliente adaptar sus


pagos de acuerdo con sus preferencias y flujo de caja, ya que el leasing está basado en
la valoración del activo y en la capacidad del cliente para generar flujos de caja para
cumplir con los pagos, contrario a lo que ocurre con el crédito tradicional, donde la
solvencia está determinada esencialmente por sus estados financieros y su historial
crediticio.

Evaluar la idoneidad de los activos frente a las necesidades de su negocio antes de


incurrir en gastos de adquisición sobre los mismos.

Evitar la inversión en activos que se pueden devaluar rápidamente y son de difícil venta.

Renovar ágilmente los vehículos, maquinaria, equipos y tecnología a disposición de su


negocio, evitando la gestión de enajenación de activos de difícil comercialización.

El bien, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del
cliente, por lo que no se registra en los activos del cliente para el cálculo del impuesto
de renta u otros impuestos.

El activo, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del
cliente, por lo que terceros acreedores del cliente no pueden repetir contra éste al no
ser el cliente dueño del mismo.

Ahora en materia inmobiliaria, los costos financieros son más bajos relacionados con:

Costos de Constitución. Al estar la propiedad en cabeza de la entidad financiera, no se


incurre en gastos de constitución y registro de garantías hipotecarias.
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Una vez finalizada la operación de leasing y ejercida la opción de adquisición, los


gastos notariales se liquidan por el valor de la opción de compra, que normalmente está
entre el 10 y 30% del valor del inmueble.

Al estar la propiedad en cabeza de la entidad financiera, dicha entidad tiene una mejor
garantía en comparación con una garantía hipotecaria, lo que representa un menor
riesgo para la entidad y le permite ofrecer mejores tasas de interés, en comparación
con una operación de crédito hipotecario.

1.2 Tipos de Leasing

1.2.1 Leasing Financiero

El leasing financiero es una operación de financiamiento mediante la cual un


establecimiento bancario o una compañía de financiamiento adquieren un activo
productivo, el cual previamente ha sido seleccionado por el locatario, y se lo entrega a
éste para que lo use a cambio de un canon.

Aquí, el arrendador (entidad financiera) es el dueño legal del activo durante la duración
del contrato, mientras que el locatario se beneficia de la vida económica del activo y
asume las responsabilidades derivadas de la tenencia del mismo y las que se hayan
pactado inicialmente en el contrato (e.g. mantenimientos, seguros, entre otros).

Al final de la operación, que generalmente comprende un periodo igual a la vida útil del
activo, el locatario tiene la potestad de ejercer una “opción de adquisición” sobre el
mismo bien a un precio pactado desde el inicio –generalmente a su favor y que no es
superior al 30% del valor comercial del bien– o restituirlo (devolverlo) a la entidad
financiera.

Por lo general, mediante leasing financiero se financia la adquisición de activos


especializados, pues este mecanismo de financiación se ajusta más fácilmente a las
características financieras y al modelo de negocio de cada cliente, lo cual permite que
el banco o la compañía de financiamiento comercial conceda plazos de financiación
más extensos.
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1.2.2 Leasing operativo

El leasing operativo, también denominado arrendamiento operativo, es una operación


mediante la cual un establecimiento de crédito o compañía de financiamiento adquiere
un activo escogido previamente por el arrendatario y le entrega a éste su uso y goce a
cambio del canon o renta, pero sin pactarse en el contrato una opción de adquisición o
compra.

Es decir, el arrendador (entidad financiera) es el dueño legal del activo, mientras que el
arrendatario se beneficia de la vida económica del activo y asume tanto las
responsabilidades derivadas de la tenencia del mismo como las que se hayan pactado
inicialmente en el contrato (e.g. mantenimientos, seguros, entre otros).

Al final de la operación, que típicamente es menor a la vida económica del activo, el


arrendatario, contrario al leasing financiero, únicamente puede restituirlo (devolverlo) a
la entidad financiera, renovar la operación de arrendamiento o adquirirlo por su valor
comercial.

Por lo general, las entidades financieras dan en arrendamiento operativo activos que
tienen un mercado secundario y que se puedan vender o arrendar de nuevo fácilmente.
Este producto financiero es especialmente ventajoso para las empresas que anticipan
cambiar sus activos de capital con frecuencia, ya que les permite acceder a equipos
con costos iniciales mínimos y cambiarlos rápidamente por equipos más actualizados
sin incurrir en mayores desembolsos de capital. De esta manera, el leasing resuelve el
problema de obsolescencia tecnológica.

1.3 Modalidades de Leasing

1.3.1 Leasing Inmobiliario

El leasing inmobiliario, es aquel que recae sobre un inmueble. El inmueble puede existir
en el momento en que se celebra el contrato o esperarse que exista, como es el caso
de la adquisición de inmuebles en proyectos inmobiliarios; este último suele
denominarse “leasing de bien futuro”. Cuando el contrato versa sobre inmuebles que se
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construyen especialmente para el locatario, suele denominarse “leasing de


construcción”.

1.3.2 Leasing Habitacional

El leasing habitacional es una modalidad particular de leasing financiero destinado a la


adquisición de vivienda, el cual es celebrado entre un establecimiento de crédito o
compañía de financiamiento y un locatario. El leasing habitacional cuenta con dos sub-
modalidades: i) destinado a la adquisición de vivienda familiar y ii) destinada a la
adquisición de vivienda no familiar.

El leasing habitacional destinado a la adquisición de vivienda familiar es aquel mediante


el cual se entrega al locatario la tenencia del bien objeto del contrato para destinarlo
exclusivamente al uso habitacional y goce de su núcleo familiar. Esta es una operación
que hace parte del Sistema Especializado de Financiación de Vivienda a Largo Plazo.

El leasing habitacional destinado a la adquisición vivienda no familiar es una operación


de leasing financiero que recae sobre un inmueble y se destina a vivienda, pero no
hace parte del Sistema Especializado de Financiación de Vivienda a Largo Plazo y,
consecuentemente, no existe la obligación de que el inmueble se destine
exclusivamente al uso y goce del núcleo familiar del locatario.

1.3.3 Leasing Mobiliario

Es leasing mobiliario es una modalidad de leasing que recae sobre cualquier bien
mueble con excepción de los títulos valores.

1.3.4 Leasing de Infraestructura

El leasing de infraestructura es una modalidad de leasing cuya finalidad es la de


desarrollar proyectos de infraestructura en los sectores de transporte, energía,
telecomunicaciones, agua potable, saneamiento básico y proyectos ambientales.

1.3.5 Leasing de Importación y de Exportación


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El leasing de importación se da cuando los bienes objeto del contrato de leasing se


encuentran fuera del territorio aduanero nacional y, para su uso y goce, deben ser
objeto de importación; por lo general, el arrendador financiero se encarga de proceso
de importación del activo.

Por su parte, el leasing de exportación se presenta cuando el bien objeto del contrato
de leasing está en el territorio aduanero nacional, pero en virtud del contrato de leasing
se pretende su exportación.

1.3.6 Leasing Internacional

El leasing internacional, en contraposición al leasing local, se da cuando la entidad


arrendadora se encuentra domiciliada en el exterior y celebra la operación de leasing
con un locatario domiciliado en Colombia.

La modalidad más conocida del leasing internacional es el “Dry and Wet Leasing”, muy
común en la industria aeronáutica, en la cual el arrendador se encarga de los servicios
relacionados con el activo como el mantenimiento, los operarios, etc. En particular, en
el Wet Leasing la arrendadora provee el bien, el mantenimiento y los operarios del
activo, mientras que en el Dry Leasing no se incluye el mantenimiento ni los operarios.

1.3.7 Leaseback

El leaseback es una modalidad de leasing, encaminada a generar liquidez, en la cual


quien provee el activo y lo toma como locatario en el contrato de leasing es la misma
persona.

1.4 Ventajas

Se puede financiar el 100% de la inversión.

Se mantiene libre la capacidad de endeudamiento del cliente.

Flexible en plazos, cantidades y acceso a servicios.


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Permite conservar las condiciones de venta al contado.

La cuota de amortización es gasto tributario, por lo cual el valor total del equipo salvo la
cantidad de la opción de compra se rebaja como gasto, en un plazo que puede ser
menor al de la depreciación acelerada. La empresa así, puede obtener importantes
ahorros tributarios.

Mínima conservación del capital de trabajo.

Oportunidad de renovación tecnológica.

Rapidez en la operación.

El leasing permite el mantenimiento de la propiedad de la empresa. En caso contrario


(sin leasing), si en una actividad comercial se requiere una fuente de inversión para
nuevos equipos, es frecuente que se haga la financiación del proyecto con aumentos de
capital o emisión de acciones de pago, lo que implica, en muchos casos, dividir la
propiedad de la empresa entre nuevos socios reduciéndose el grado de control sobre la
compañía.

1.5 Desventajas

Se accede a la propiedad del bien, a veces al final del contrato, al ejercer la opción de
compra.

No permite entregar el bien hasta la finalización del contrato.

Existencia de cláusulas penales previstas por incumplimiento de obligaciones


contractuales.

Coste a veces mayor que el de otras formas de financiación, en particular cuando se


producen descensos en los tipos de interés.

Al final del contrato se le cobrará un monto adicional por todo aquello que disminuya el
valor de reventa del bien.
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2. ANTECEDENTES O RESEÑA HISTORICA

El origen del leasing se encuentra a finales del siglo XIX, cuando surge como fórmula
de financiación empresarial en relación con la construcción de vías ferroviarias y la
puesta a disposición de bienes de equipo para la industria americana y del Reino Unido.
Sin embargo su época de mayor apogeo se produce con la crisis económica producida
por la segunda guerra mundial. Es entonces cuando las empresas utilizarán el leasing
como fórmula para financiar la disponibilidad de su equipamiento en lugar de acudir al
préstamo bancario o a la tradicional venta condicional.

En una época de crisis resultaba excesivo tanto el endeudamiento que suponía el


préstamo, como el desembolso inicial de un 15 ó un 20 % del valor de la cosa que
implicaba la venta condicional. Por medio del leasing la empresa dispone
inmediatamente del bien sin tener que pedir primero un préstamo y después
adquirirlo y sin tener que realizar desembolso inicial alguno. Si a ello unimos el
establecimiento por las legislaciones de un beneficioso régimen fiscal, por considerarse
los pagos realizados por el usuario como gastos deducibles en la imposición directa,
comprenderemos las razones de su éxito. No se olvide tampoco que para las
sociedades de leasing, que empezaron a aparecer y extenderse a partir de los años
50 y 60 por Europa y Extremo Oriente, los contratos de leasing suponen la
obtención de importantes remuneraciones en forma de rentas periódicas por su
inversión en la adquisición de bienes de equipo que alquilan después a sus clientes-
empresarios, manteniendo en todo caso su propiedad durante la vigencia del contrato.

Las muy diversas necesidades empresariales explican que surjan diferentes


modalidades de leasing y que se utilice para todo tipo de bienes susceptibles de ser
afectados a la empresa, en especial los de elevado coste, como los buques,
ferrocarriles y aviones, o los de rápida depreciación económica, como los ordenadores
y equipos informáticos, los instrumentos de alta tecnología o las fotocopiadoras.
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Desde muy pronto, los empresarios demandaron también su aplicación a los


bienes inmuebles, comenzando su práctica en todos los países europeos desde
mediados de los años sesenta. En concreto, fueron los empresarios franceses los
primeros en advertir la utilidad de tal fórmula contractual para las operaciones
inmobiliarias, siendo de hecho el legislador francés el primero que consagró
expresamente la aplicabilidad del leasing financiero tanto a bienes muebles como a
inmuebles en una Ley del año 1966.

En Colombia aparece el leasing a principios de la década de los 70s, como una


actividad comercial no vigilada. Para esa época en el mundo, la operación de
arrendamiento financiero era ya una actividad de financiamiento que en colocaciones
bordeaba los 32 billones de dólares, siendo los Estados Unidos, Alemania, el Reino
Unido y Japón los países que reportaban el mayor desarrollo del negocio.

Después de un concienzudo estudio sobre la naturaleza de la operación realizada, el


gobierno nacional llegó a la conclusión que el leasing era un producto comercial
financiero y el 6 de agosto de 1981 expide el Decreto 2059, mediante el cual estableció
que las sociedades comerciales que se dedicaran a la actividad de leasing quedarían
sometidas al control y vigilancia de la superintendencia de sociedades, como
cualquier otra sociedad mercantil.

Con la crisis financiera de 1982 y la declaratoria de emergencia económica, al amparo


del artículo 122 de la Constitución Política de la época fue expedido el Decreto Ley
2920 que en su artículo 26 señaló que las compañías de leasing no podían realizar en
forma masiva y habitual captaciones de dinero del público. En ese mismo año, la
Superintendencia Bancaria autorizó a las corporaciones financieras para prestar
recursos a las compañías de leasing.

En 1989 la ley 74 ordenó el traslado de la vigilancia y control de las leasing a la


Superintendencia Bancaria y ordenó que la organización de éstas compañías debía
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hacerse conforme lo previsto en la ley 45 de 1923; en consecuencia, el Ministerio de


Hacienda y Crédito Público mediante el Decreto 3039 de 1989 reglamenta el artículo 11
de la mencionada ley 45, siendo éste decreto el primer estatuto reglamentario de la
actividad.

Por su parte la Superintendencia Bancaria, mediante varios actos administrativos, entre


ellos la Resolución 4460 de 1989, organiza la vigilancia de las leasing y reglamenta su
actividad.

En 1990 es expedida la ley 45, de reforma financiera. Califica a las sociedades de


leasing como sociedades de servicios financieros en la misma categoría de las
fiduciarias, comisionistas de bolsa, almacenes generales de depósito y sociedades
administradoras de fondos de pensiones y cesantías.

Ya bajo la vigilancia de la Superintendencia Bancaria, se expiden varias normas de


carácter tributario, reconociendo la realidad económica del contrato de leasing, donde
se deja claro que es una operación especial diferente al crédito, a la venta a plazos y al
arrendamiento puro, al establecer que en los casos de enajenación de los bienes objeto
de un contrato de leasing y en ejercicio de la "opción de compra" el valor comercial de
la enajenación sería el de dicha opción , sin importar para el caso de los inmuebles que
dicho valor fuere inferior al costo o al avalúo catastral vigente en la fecha de
enajenación (Decreto 836 de 1991).

Igualmente, el Decreto 2913 de 1991 permite que a partir de 1992 se pudieran


depreciar los bienes objeto de los contratos de leasing durante la vida de los contratos;
y la ley 6a del mismo año 1992 –reglamentada por el decreto 1250/92- , elimina el IVA
para los cánones de arrendamiento financiero o leasing y autoriza descontar del
impuesto sobre la renta el impuesto a las ventas pagado en la adquisición de los bienes
de capital entregados en leasing.
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En 1993 se produce un cambio muy importante en el sector de leasing. Con el objeto de


permitir a las compañías de leasing captar ahorro del público, sin que ello conllevara
un cambio en la operación activa de leasing, se ordena la conversión de las
sociedades de leasing en Compañías de Financiamiento Comercial, dividiendo a éstos
intermediarios financieros en dos grupos: los especializados en leasing y las compañías
tradicionales de financiamiento comercial. A partir de la ley 510 de 1999, de reforma
financiera, la diferenciación se produce como efecto de la especialización en el principal
negocio explotado, el leasing.

A partir del año 1993 las leasing se convirtieron en CFC y amplían el fondeo de sus
operaciones: préstamos de las corporaciones financieras, redescuentos ante IFI y
Bancoldex, emisión de bonos ordinarios y captación mediante CDT´s. Además, se les
permite realizar operaciones activas propias de las compañías de financiamiento
comercial. En el año 2003 se permite a Findeter redescontar contratos de leasing en
determinadas condiciones.

Durante el resto de la década de los 90, tanto el Gobierno Nacional como la propia
Superintendencia Bancaria reglan con mayor profundidad la actividad de las compañías
especializadas en leasing. Se destaca la expedición de los Decretos
913 y 914 de 1993, mediante los cuales se realiza un primer intento de reglamentación
de algunos aspectos del contrato de leasing, se les reconocen sus propias
características y se reglamenta de manera más puntual la operación.

Es importante mencionar que los Decretos referidos, así como todas las normas
posteriores, hasta hoy, respetan la naturaleza jurídica y realidad económica de la
operación; se reconoce que ella es una actividad comercial; se entiende que en ésta
operación no hay intermediación de dinero, sino de bienes; su contabilización en el
PUC corresponde a una cuenta especial en el activo: "bienes dados en

leasing", diferente a la cuenta de "cartera de créditos"; se reconoce como una operación


de arrendamiento, a tal punto que en los procesos universales, antes procesos
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concursales, hoy ley 550 de intervención económica, no es catalogada como crédito


sino como gasto de administración, al entender que la compañía de leasing es una
proveedora de bienes, no de dinero.
3. PRINCIPIOS REGULADORES

El contrato de leasing es un contrato atípico, es decir que no se encuentra


expresamente regulado en la ley, motivo por el cual los derechos y las obligaciones de
las partes se rigen, de manera principal, por lo establecido en el contrato, y en ausencia
de estipulación contractual aplicable, por analogía de normas establecidas en la ley
para contratos tales como mandato, arrendamiento y compraventa.

La legislación que en Colombia hay sobre el leasing, hace referencia principalmente a


normas de naturaleza financiera, orientadas a regular la actividad de las entidades
financieras que celebran operaciones de leasing en calidad de arrendadores. También
hay algo de legislación de carácter tributario y algunas normas de naturaleza contable.

En relación con las normas de carácter financiero, encontramos tres cuerpos principales
de normas: el primero es el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero – Decreto 663 de
1.993 con rango de ley –, el segundo el Decreto Único del Sistema Financiero –
Decreto 2555 de 2010 – y el tercero la Circular Básica Jurídica de las Superintendencia
Financiera – Circular Externa 07 de 1996 -.

El Estatuto Orgánico del Sistema Financiero establece quiénes pueden realizar


operaciones de leasing financiero, radicando dicha facultad en las Compañías de
Financiamiento y en los Bancos Comerciales; la forma en que estas entidades pueden
fondear las operaciones de leasing, tanto financiero como operativo.

El Decreto Único del Sistema Financiero contiene algunas disposiciones relacionadas


con la definición del arrendamiento financiero o leasing, algunas reglas para realizar las
operaciones de leasing, su corretaje, la autorización para celebrar contratos de leasing
operativo, también denominadas operaciones de arrendamiento sin opción de compra,
señala algunas de las modalidades en que puede revestir la operación de leasing
(internacional, de exportación, subleasing, leasing sindicado o en copropiedad).
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También regula el Decreto Único aspectos netamente financieros como son la


ponderación de los activos dados en leasing, la concentración de riesgos y la
administración y reglamentación de los bienes dados en leasing y restituidos a las
entidades financieras.

Finalmente trae el Decreto Único disposiciones que se deben tener en cuenta en


relación con las operaciones de leasing habitacional, tales como qué entidades están
autorizadas para realizarlas (Bancos y Compañías de Financiamiento); cuáles
modalidades reviste (destinado o no a vivienda familiar) y las características de estas
modalidades; las reglas bajo las cuales se deben celebrar los contratos de leasing
habitacional; las reglas aplicables a la terminación de los mismos; y, finalmente, regula
otros aspectos tales como la propiedad del inmueble, el ejercicio de la opción de
adquisición, los seguros, la solvencia del deudor y los límites de concentración de
riesgo, la protección de usuarios – información -, la transferencia del bien, la
titularización de contratos de leasing habitacional, etc.

Finalmente, la Circular Básica Jurídica emitida por la Superintendencia Financiera , en


su Parte II, Título I, Capítulo V, señala las prácticas no autorizadas e inseguras
relacionadas con las operaciones de leasing de los bancos comerciales y las compañía
de financiamiento; Avalúo de los bienes dados en leasing, el tratamiento de los
prepagos; la prohibición de otorgar garantías sobre bienes dados en leasing, lo
relacionado con la contratación de seguros; y, finalmente, la inspección de los bienes
dados en leasing.
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4. NORMAS NACIONALES O INTERNACIONALES APLICABLES

Las operaciones de leasing, tanto financiero como operativo, se han posicionado como
un instrumento de financiación muy apetecido. Las disposiciones normativas de esta
actividad se desprenden principalmente del Decreto 913 de 1993.

Las operaciones de leasing surgen en Colombia a principios de 1970, época en la cual


esta actividad comercial no se encontraba vigilada; las disposiciones normativas que
existían en aquella época, como los Decretos 2369 de 1969 y 309 de 1975, se limitaron
a disposiciones básicas sobre su ejecución, en estas se destacó la prohibición a las
corporaciones financieras para desarrollar operaciones de leasing.

“según información de Fedeleasing, a diciembre de 2016 las operaciones netas de


leasing por parte de las compañías colombianas ascendieron a más de treinta y nueve
billones de pesos.”

Hoy en día, estas operaciones se han incrementado sustancialmente, tanto así que,
según información de Fedeleasing, a diciembre de 2016 las operaciones netas de
leasing por parte de las compañías colombianas ascendieron a más de treinta y nueve
billones de pesos.

Su trascendencia en las actividades mercantiles y el volumen de las operaciones


conllevó a una regulación más extendida, materializándose en la Ley 35 (Artículo 12) y
el Decreto 913 de 1993. De igual forma, la labor de inspección y vigilancia de estas
operaciones se encuentra actualmente en cabeza de la Superintendencia Financiera.

Ley 35

Por la cual se dictan normas generales y se señalan en ellas los objetivos y criterios a
los cuales debe sujetarse el Gobierno Nacional para regular las actividades financiera,
bursátil y aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento e
inversión de recursos captados del público y se dictan otras disposiciones en materia
financiera y aseguradora
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ARTÍCULO 12. ARRENDAMIENTO FINANCIERO. Dentro del año siguiente a la


vigencia de la presente Ley, las sociedades de arrendamiento financiero o leasing
existentes podrán convertirse en compañías de financiamiento comercial con sujeción a
las normas del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.

Las compañías que se organicen como resultado de la conversión y las demás que se
constituyan especializadas en leasing podrán efectuar operaciones activas de crédito
solamente hasta el porcentaje máximo que señale el Gobierno Nacional.

Las compañías de financiamiento comercial existentes o que se constituyan podrán


realizar a su vez operaciones de leasing, desde el 1o. de julio de 1993, hasta el
porcentaje máximo que señale el Gobierno Nacional.

El porcentaje máximo de operaciones de arrendamiento financiero que se autorice a las


compañías de financiamiento comercial será igual al que se fije a las compañías
especializadas en leasing para realizar operaciones activas de crédito.

PARÁGRAFO 1o. Las sociedades de arrendamiento financiero o leasing que opten por
la conversión regulada en el presente artículo dispondrán de un plazo de tres años para
acreditar el cumplimiento del capital mínimo requerido para la constitución de
compañías de financiamiento comercial de acuerdo con la ley en el año de 1992; el
valor faltante para alcanzar dicho capital mínimo deberá suscribirse y pagarse así: no
menos del 40% antes del 30 de abril de 1994; no menos del 30% antes del 30 de abril
de 1995 y el saldo a más tardar el 30 de abril de 1996.

PARÁGRAFO 2o. Las compañías de financiamiento comercial especializadas en


arrendamiento financiero podrán usar en su nombre comercial la expresión
"Arrendamiento Financiero" o "Leasing".

PARÁGRAFO 3o. Las sociedades de arrendamiento financiero actualmente existentes


que no se conviertan conforme a este artículo, quedarán disueltas y deberán liquidarse.

Decreto 913 de 1993


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Por el cual se dictan normas en materia del ejercicio de la actividad de arrendamiento


financiero o leasing.

Artículo 2º Entiéndese por operación de arrendamiento financiero la entrega a título de


arrendamiento de bienes adquiridos para el efecto financiando su uso y goce a cambio
del pago de cánones que recibirá durante un plazo determinado, pactándose para el
arrendatario la facultad de ejercer al final del período una opción de compra.

En consecuencia el bien deberá ser de propiedad de la compañía arrendadora derecho


de dominio que conservará hasta tanto el arrendatario ejerza la opción de compra. Así
mismo debe entenderse que el costo del activo dado en arrendamiento se amortizará
durante el término de duración del contrato, generando la respectiva utilidad.
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5. PROCEDIMIENTOS PARA SU APLICACIÓN, EJECUCIÓN O DESARROLLO

Una persona o empresa necesita un determinado bien, pero no está en condiciones de


destinar recursos para su adquisición. Entonces, se comprende con alguna compañía
de leasing u otra institución financiera que lo ofrezca, para que esta, de acuerdo con las
especificaciones y requerimientos técnicos dados por el interesado, la adquiera. Luego
se lo entrega a la persona para que lo utilice durante un plazo definido, a cambio del
pago de una cierta cantidad de dinero, expresada en cuotas periódicas que deben ser
siempre iguales o ascendentes.

La operación se formaliza a través de un contrato de arrendamiento financiero con


opción de compra. Una vez que se cumple el periodo acordado, el cliente o arrendatario
puede adquirir el bien, siempre que pague una cuota adicional que suele ser igual a las
vencidas anteriormente y con la que se perfecciona la compraventa del bien.

Se debe tener presente que el acuerdo entre ambas partes es irrevocable: el bien no
puede ser devuelto a la compañía de leasing antes del plazo convenido. La duración
contractual para poder acogerse a los beneficios fiscales debe tener un periodo de
duración de al menos dos años, en caso de bienes muebles, y de al menos 10 años en
caso de bienes inmuebles.

Con este sistema es posible obtener casi cualquier equipo o maquinaria. Incluso si se
comercializa en el extranjero.

Es una figura utilizada fundamentalmente por empresas. El contrato del leasing suele
durar tanto como la vida económica del elemento patrimonial en cuestión, que al final
del periodo de alquiler puede ser comprado.

Por lo general el leasing es usado para cosas que se deprecian o se tornan obsoletos
en un plazo no muy largo, como los vehículos o los ordenadores.

El importe de las cuotas de arrendamiento financiero incorpora la amortización del bien,


los intereses del capital productivo (coste financiero), los gastos administrativos y a
veces una prima de riesgo por si falla la empresa arrendataria. A esta cuota se le
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añaden los impuestos indirectos vigentes para este tipo de operaciones (por ejemplo, el
IVA).

Existe una modalidad parecida que también es muy usada por las empresas el
denominado renting. El renting es un arrendamiento simple que generalmente no ofrece
dentro del contrato opción de compra al cliente, y por tanto no se contempla en el
balance de las empresas arrendatarias.
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6. SENTENCIA

Sentencia T-749/04

Bogotá, D.C., seis (6) de agosto de dos mil cuatro (2004)

La Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados


Clara Inés Vargas Hernández, Álvaro Tafur Galvis y Rodrigo Uprimny Yepes, en
ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, ha proferido la siguiente

SENTENCIA

en el proceso de revisión del fallo formulado por la Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Laboral, en el trámite de la acción de tutela iniciada por la Sociedad
Cachicamos S.A. contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil, y
la Fiduciaria Bermúdez y Valenzuela S.A. en Liquidación.

I. ANTECEDENTES.

1. La sociedad comercial Inversiones Agroindustriales Cachicamos S.A., actuando


mediante apoderado, interpuso acción de tutela en contra del Tribunal Superior de
Bogotá, D.C., Sala Civil, Magistrados Ariel Salazar Ramírez, Edgar Carlos Sanabria
Melo y Luis Roberto Suárez Gonzáles, y en contra de la sociedad financiera Bermúdez
y Valenzuela S.A. en liquidación, por considerar vulnerados los derechos consagrados
en los artículos 13, 29, 228 y 230 de la Constitución, a raíz de un fallo proferido por ese
tribunal en el proceso ejecutivo instaurado por la sociedad Bermúdez y Valenzuela en
liquidación en contra de la sociedad actora. En opinión de Cachicamos S.A., el Tribunal
acusado incurrió en una vía de hecho por no respetar su derecho al debido proceso,
conforme con lo preceptuado en los artículos 2º de la ley 794 de 2003, 305 y 488 del
Código de Procedimiento Civil; 16, 1602, 1618 del Código Civil y el artículo 4º del
Código de Comercio. Por este motivo solicita que se declare sin efecto por vía de tutela
el contenido de sentencia del Tribunal Superior acusado, y se declare probada la
excepción de cobro de lo no debido presentada por la sociedad ejecutivamente
demandada.
22

Hechos

2. La sociedad Bermúdez y Valenzuela S.A., Compañía de Financiamiento Comercial


en Liquidación y la firma Inversiones Agroindustriales Cachicamos S.A., celebraron dos
contratos de leasing inmobiliario[1] en los meses de marzo y abril de 1998, que tenían
las siguientes características:

a) El primero[2], suscrito el 24 de abril de 1998 (cláusula décimo quinta), se constituyó


sobre un inmueble alinderado y detallado en la cláusula primera del contrato,- ubicado
en el departamento del Meta-, que adquirió Bermúdez y Valenzuela por expresa
escogencia de Cachicamos S.A., acorde a lo señalado en el acuerdo de leasing. En la
cláusula segunda de ese contrato, Bermúdez y Valenzuela se obligó para con la
usuaria, es decir Cachicamos S.A., a transferir al vencimiento del término contractual, a
título de venta, el bien descrito en el objeto contractual. En la cláusula tercera, relativa a
las obligaciones de la firma usuaria, se estipuló lo siguiente:

“a) A cambio de la tenencia del bien, LA USUARIA deberá pagar en cualquiera de las
oficinas de LA FINANCIERA ubicadas en Santafé de Bogotá D.C., por concepto de
cánones, las sumas señaladas en la cláusula décima segunda de este contrato, y en las
fechas determinadas allí mismo. (...) d) Pagar a las autoridades correspondientes, el
valor de los impuestos, tasas y contribuciones que afecten el bien materia de este
contrato, tanto si ellos gravan la propiedad como si se refieren a su tenencia o al
disfrute. (...) h) Pagar a LA FINANCIERA la suma estipulada para el caso de que LA
USUARIA opte por hacer uso de la opción de adquisición del bien materia del contrato.
I) Restituirle en forma inmediata el bien objeto del presente contrato, cuando quiera que
así se lo solicite LA FINANCIERA en razón a que se hubiere presentado mora en el
pago de dos o más de los cánones de Leasing o en el evento de que por cualquier
causa se produjere la terminación anticipada del contrato”.

Del fallo de primera instancia en el proceso ejecutivo.

5. Conoció de la demanda en primera instancia, el Juzgado Veintiuno Civil del Circuito


de Bogotá, quien mediante sentencia del 28 de febrero de 2003 desestimó las
23

excepciones presentadas por Cachicamos S.A. y ordenó seguir adelante con la


ejecución solicitada por la compañía de financiamiento en liquidación…

De la decisión de segunda instancia en el proceso ordinario, motivo de la


presente acción de tutela.

7. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, conoció en segunda instancia del
fallo de la referencia y confirmó la sentencia proferida por el a-quo. El Tribunal inició su
análisis de los cargos del apelante, valorando la naturaleza del contrato de leasing
inmobiliario y sus alcances, a fin de cotejarlo con el de leasing operativo, para llegar
finalmente a la conclusión de que en este caso lo que se dio entre las partes, fue un
contrato de leasing financiero en su modalidad de inmobiliario. Luego, concluyó que la
identificación de los documentos allegados bajo la diferenciación de “L67” y L68” no era
indebida en modo alguno, ya que si bien los contratos aportados a la demanda no se
distinguían por número y letra alguno, no había asomo de duda de que conforme a las
actas de terminación de los mismos, -suscritas también por la demandante-, las partes
entendían por estas designaciones los contratos de leasing suscritos.

Las decisiones de tutela objeto de revisión.

8. Mediante apoderado, la entidad Inversiones Agroindustriales Cachicamos S.A.


presentó acción de tutela en contra del Tribunal Superior de Bogotá, y contra la
Fiduciaria Bermúdez y Valenzuela S.A. en liquidación, por considerar vulnerado el
derecho al debido proceso y el principio de legalidad, en la medida en que estimó que
los magistrados de la Sala Civil que confirmaron la sentencia de segunda instancia se
apartaron flagrantemente de la normatividad vigente sobre la materia, en especial de
los artículos 2[5] y 4[6] de la ley 794 de 2003, el artículo, 304, 305 y 306 del C.P.C.
sobre el contenido de sentencias y fallos y su congruencia; el artículo 488 del estatuto
procesal civil relacionado con la naturaleza de los títulos valores; los artículos 4, 16 y
1602 del Código Civil y finalmente el artículo 4º del Código de Comercio relacionado
con la preferencia de las estipulaciones contractuales.
24

Para el actor en sede de tutela, si bien la entidad financiera alegó durante el proceso
ejecutivo que el leasing suscrito era una modalidad de arrendamiento y que por
consiguiente se debían pagar los cánones vencidos como si fueran una renta,
Cachicamos S.A. consideró que ese contrato era una opción para adquirir el dominio
del inmueble, por lo que los cánones son una forma de abono al precio, y en esa
medida la resolución del contrato con la restitución del bien implica una sanción con la
pérdida de la opción y de los abonos ya hechos, por lo que es claro que no se “deben
pagar los cánones atrasados como si correspondiera a un simple usufructo”.

Por consiguiente, aunque reconoce que no es en sede de tutela en donde se puede


determinar la naturaleza del contrato suscrito por las partes y los alcances del mismo,
señaló que hubo vía de hecho por parte del Tribunal en el desconocimiento del control
que debía ejercer para que se surtiera un proceso apropiado y se cumplieran sus
formalidades legales correspondientes según la naturaleza de la controversia, actividad
que a su juicio no se realizó “al ratificar el trámite ejecutivo dado por la primera instancia
frente a una eventual y controvertida obligación que no nace de la ley – puesto que el
leasing no es una figura tipificada ni regulada, ni del contrato, pues no existe
estipulación en la que se establezca que en casos de terminación anticipada, existe una
obligación diferente a la restitución del bien”.

En síntesis, considera que se violó el debido proceso porque se le dio un trámite


inapropiado a los requerimientos de la financiera, en la medida en que las obligaciones
derivadas del contrato no eran en modo alguno, claras, expresas y exigibles, porque en
el acuerdo la única obligación estipulada de llevarse a cabo la terminación anticipada,
era la restitución del bien. De allí que resulte para el tutelante irrazonable la sentencia
impugnada…

Del caso concreto.

8- Las críticas del demandante se concentran en alegar que existe vía de hecho por
parte del Tribunal Superior de Bogotá, Sala Civil, en la medida en que el fallador de
segunda instancia omitió verificar en la sentencia enunciada: i) que el trámite que se
surtió en este caso fue indebido, teniendo en cuenta que debido a la naturaleza del
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contrato de leasing inmobiliario le correspondían a su juicio las formalidades del


proceso ordinario y no las del proceso ejecutivo. ii) Que se debieron haber ignorado los
supuestos títulos presentados por la entidad financiera en liquidación, por no existir en
ellos obligación alguna clara, expresa y exigible. Y que si el Tribunal interpretó un
contrato atípico de leasing financiero acorde con las normas del arrendamiento, -que no
le son propias-, era claro que las obligaciones no eran tan evidentes como se pretende
desprender de esos contratos y que tal interpretación, en consecuencia, fue indebida.
Finalmente, estimó que existía claramente vía de hecho, porque iii) en el contrato de
leasing, no se encontraba estipulado en modo alguno que a la terminación del mismo,
además de la entrega del bien, fuera necesario el pago de otras sumas adicionales
anteriores, circunstancias que no se tuvieron en cuenta y que llevaron a que se
condenara injustamente a la empresa agroindustrial al pago de todas esas sumas de
dinero, por demás, no causadas. Por consiguiente estima que se ha dado un defecto
sustantivo, fáctico, orgánico y procedimental en la decisión del tribunal y que por ende,
se ha configurado claramente una vía de hecho en la decisión del Ad-quem…

III. DECISIÓN.

En mérito de lo expuesto, la Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional,


administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

PRIMERO.- CONFIRMAR la sentencia proferida por la Corte Suprema de Justicia, Sala


de Casación Laboral, en el trámite de la acción de tutela iniciada por la Sociedad
Cachicamos S.A. contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil, y
la Fiduciaria Bermúdez y Valenzuela S.A. en Liquidación, en lo concerniente a la
inexistencia de vía de hecho por parte del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, Sala Civil, en el proceso radicado con el número 1999270002, pero por las
razones expuestas en esta sentencia.

SEGUNDO.- LÍBRENSE por Secretaría las comunicaciones de que trata el artículo 36


del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.
26

Cópiese, notifíquese, comuníquese e insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional


y cúmplase.

RODRIGO UPRIMNY YEPES

Magistrado Ponente (E)


27

7. IMPORTANCIA DEL CONTRATO LEASING EN LAS EMPRESAS

Las empresas usan el leasing para crecer

“Las personas se están dando cuenta de esa posibilidad de tener liquidez a través de
métodos no convencionales. El leasing se presenta como una opción viable y en la que
la capacidad de endeudamiento del solicitante le da para responder frente al préstamo
que solicitó. Para pequeñas y medianas empresas se sigue convirtiendo en una opción
muy buena”, Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional.

En ese punto vale la pena destacar que, en el último trimestre de 2018, aumentó la
inversión en activos productivos de casi todos los segmentos empresariales en
Colombia mediante leasing financiero comercial, para las pymes fue 1,06 %; para el
segmento empresarial, 3,46 %, y para el corporativo, 6,59 %. De hecho, las mipymes
colombianas concentraron más del 40 % de la cartera de leasing financiero comercial,
equivalente a 10,4 billones de pesos.

Dependiendo de lo que pueda ocurrir con un posible mejoramiento de la economía


nacional, Asobancaria espera que esta clase de créditos aumenten su demanda, y así
mismo el cumplimiento en los plazos para pagarlos y mitigar los riesgos de mora.

Sobre las proyecciones de cara a cierre de año, Noval añadió que será favorable pues
hay “un contexto macroeconómico prometedor en el que, pese a las turbulencias en los
mercados externos, se espera un repunte o consolidación de la inversión, el consumo
privado y del Gobierno, además de que se mantengan las buenas expectativas del
mercado de consumidores e industriales”.

Finalmente, Asobancaria dio a conocer que el leasing habitacional (que se refiere al


pago de un arrendamiento en el que se paga una cuota para adquirir la vivienda que se
habita) ascendió a 17,07 billones de pesos, durante diciembre, y creció 13,48 % real
anual.
28

CONCLUSIONES

En las operaciones de contrato de leasing los actores son generalmente tres: la


empresa de leasing, por lo regular bancos, el usuario y la proveedora, pero quienes
celebran el contrato son los dos primeros, esto quiere decir que las partes contractuales
del contrato son dos y no tres.

A pesar de que las condiciones del contrato se establezcan entre la empresa de leasing
y el usuario, es necesario tener pleno conocimiento de las clausulas y normas que rigen
dicho contrato para que no haya desigualdad de condiciones si ocurre algún
inconveniente.

El conjunto de obligaciones que se desprenden de la celebración del contrato de


leasing son importantes, por ejemplo la de adquirir el bien con las especificaciones
dadas y la posterior cesión en uso, así como el pago oportuno de los cánones como
contraprestación por el buen uso del bien, estas son las obligaciones principales entre
las partes.
29

REFERENCIAS

¿Qué es el contrato de leasing? (s.f.). Recuperado el 2019, de Debitoor:


https://debitoor.es/glosario/definicion-de-leasing

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS JUDICIALES-Requisitos generales y especiales de


procedibilidad. (2004). Recuperado el 2019, de Corte Constitucional :
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2004/T-749-04.htm

Leasing, características, bienes usados, avalúos, embargo. (2008). Recuperado el 2019, de


Superintendencia Financiera de Colombia:
https://www.superfinanciera.gov.co/jsp/Publicaciones/publicaciones/loadContenidoPublicacion
/id/15989/dPrint/1/c/00

Qué es Leasing? (2016). Recuperado el 2019, de Asobancaria:


https://www.asobancaria.com/leasing/leasing/

Leasing, definición legal. (24 de marzo de 2017). Recuperado el 2019, de Actualícese:


https://actualicese.com/leasing-definicion-legal/

Las empresas usan el leasing para crecer. (18 de abril de 2019). Recuperado el 2019, de El Colombiano:
https://www.elcolombiano.com/negocios/finanzas/asi-ayuda-el-leasing-al-crecimiento-de-las-
empresas-en-el-pais-FB10558962

Decreto 913 de 1993 Nivel Nacional. (s.f.). Recuperado el 2019, de Alcaldia Mayor de Bogotá:
https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=7093

Naturaleza juridica del Contrato de Leasing en Colombia. (s.f.). Recuperado el 2019, de Repository
Unilibre: https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/10048/TESIS%20DE
%20GRADO%20CONTRATO%20DE%20LEASING.pdf?sequence=2&isAllowed=y

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