Sunteți pe pagina 1din 11

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación y Deporte

Cátedra: Psicología

Inteligencia

Freya Macadan C.I. 16.054.342

Barcelona, marzo de 2006


INTRODUCCIÓN

Una explicación materialista del origen de la inteligencia humana apostaría por un


emergentismo gradual, algo que científicamente no está demostrado; es más, desde un punto
de vista estrictamente científico todavía no se ha podido definir de una forma unívoca el
concepto de "inteligencia", algunos científicos incluso creen que esto jamás podrá lograrse, al
menos ese es el parecer de William H. Calvin cuando declara que: “Nunca habrá acuerdo
universal sobre una definición de la inteligencia, porque es un vocablo abierto, lo mismo que
conciencia”. Por su parte Juan Luis Arsuaga sostiene que: “eso que llamamos
<<inteligencia>> es un concepto de difícil definición y muy problemática medida”. Esta
dificultad facilita la confusión, de ahí que algunos científicos sostengan que ciertas especies de
animales tienen inteligencia, mientras que otros la restringen exclusivamente al género
humano.

Si la inteligencia humana hubiese sido educida por emergencia gradual de las


potencialidades de la materia, entonces cabría la posibilidad de que los animales tuvieran
también inteligencia en un grado inferior. Este es, precisamente, el parecer de Arsuaga,
cuando afirma que: “los seres humanos nos caracterizamos por poseer una inteligencia mucho
más desarrollada que el resto de los animales”. Así, pues, en este punto Arsuaga coincide con
Darwin, quien opinaba que los animales también tienen inteligencia, siendo la diferencia entre
la inteligencia de éstos y la de los humanos una cuestión de grado, pero no de esencia.

El debate sobre cómo se originó la inteligencia humana lejos de estar resuelto sigue
siendo en nuestros días motivo de controversia. A partir de finales de los ochenta del siglo
pasado, pero sobre todo en los noventa, fue tomando cada vez más cuerpo una explicación de
corte naturalista emergentista, en la que algunos científicos sugerían que un cambio en la dieta
de los homínidos, introduciendo el consumo relativamente abundante de carne, habría dado
lugar a cerebros más grandes en los que habría podido empezar a emerger la inteligencia.
Entre estos científicos destacan Leslie C. Aiello y Peter Wheeler, quienes desde hace años
viene llamando la atención sobre este punto. Según ellos, individuos con cerebros
relativamente grandes tendrían la inteligencia mínima para ser los primeros en fabricar
herramientas con las que romper las cañas de los huesos para poder acceder al tuétano, en
donde se hallan los nutrientes más energéticos. De este modo una alimentación rica en grasas
animales y en proteínas permitía un aumento progresivo del volumen cerebral. Y con dicho
incremento un desarrollo progresivo de la inteligencia.

Hoy en día la inteligencia es un tema que se encuentra en el punto de mira de muchas


discusiones por parte de distintas disciplinas, como la psicología, la medicina, la filosofía, etc.
Hasta ahora se había medido la inteligencia humana con ayuda de tests en que se ponía a
prueba las capacidades numéricas, lingüísticas o espaciales de cada persona. Pero se ha visto
que esto ha sido un error, pues hemos estado tan interesados en medir la inteligencia dedicada
a resolver problemas técnicos, que hemos olvidado otras habilidades del ser humano como son
la comunicación afectiva o la inteligencia emocional.
La inteligencia

A lo largo de la historia no ha podido lograrse una definición de inteligencia que sea


globalmente aceptada, solo se han aceptado ideas que intentan acercarse a ella, entre estas
tenemos:

1. Capacidad de adaptación a las circunstancias.

2. Capacidad de aprender y adquirir nuevos conocimientos.

3. Capacidad de reflexionar y razonar.

4. Capacidad de analizar, sintetizar y tomar decisiones.

De acuerdo a esto podríamos decir que inteligencia es la capacidad que tiene la persona
para aprender, comprender, razonar y sintetizar los conocimientos, lo cual le permite
responder y adaptarse a las circunstancias.

Estructura de la inteligencia

Los psicólogos han tenido dificultad para decidir si la inteligencia es “una”, o si hay
varias clases de conducta inteligente.

La aproximación más común ha sido la del análisis de los elementos o factores básicos,
denominado “Análisis de factores”. Este consiste en administrar un determinado número de
test a un grupo de personas, lo cual permite a los psicólogos identificar las características de la
inteligencia, que aparentemente, están relacionadas con lo test (es un método netamente
estadístico).

Estos análisis proporcionan informaciones sobre las modalidades y la estructura de los


elementos de la inteligencia.

Mas adelante surgió otra teoría que se conoce como la teoría bifactorial, esta busca a
partir de los primeros resultados del análisis factoria, atribuir las intercorrelaciones positivas
entre todos los test a la existencia en la inteligencia de un factor general, llamado factor “(g)”,
este es común a todos los test y se necesita para resolver correctamente cada uno de los test
aplicados.

Luego se descubrió un nuevo factor, denominado factor “(s)”, exclusivo de cada test y
distinto e independiente de los demás.

Dicho de otra manera se plantea que el rendimiento en cada test es posible por la
activación de estos dos factores d inteligencia, el general (g) y el especifico (s), que depende la
índole del test.
Posteriormente, surgió la teoría de los factores de la inteligencia: lo que se había
llamado factor “g” podía descomponerse en un número determinado de factores, y las
diferencias individuales entre las aptitudes cognoscitivas se puedan expresar en función de un
número de aptitudes mentales primarias distintas, pero no totalmente independientes entre sí.

Los elementos o factores de la inteligencia son:

 Habilidad verbal: es la definición y comprensión de palabras.

 Habilidad numérica: se capaz de hacer y resolver problemas aritméticos.

 Fluidez verbal: capacidad de pensar palabras rápidamente.

 Perceptual: captar similitudes, diferencias, detalles.

 Espacial: comprender relaciones espaciales.

 Mecánica: capacidad de memorizar y recordar.

 Razonamiento: comprender principios y conceptos para resolver problemas.

Distribución de la inteligencia

Afortunadamente todos los seres humanos contamos con la inteligencia, ella nos
diferencia de los animales y demás seres. Por lo general, no todos poseen los mismos niveles,
es decir, que puede suceder que unos individuos tengan mayor capacidad que otros. Los
niveles van, desde muy alto a muy bajo, pero la gran mayoría se ubican en las zonas medias o
promedio.

La inteligencia se puede clasificar por niveles, de la siguiente manera:

 Muy superior

 Superior

 Brillante

 Promedio

 Normal lento

 Fronterizo

 Deficiente mental
Medidas de la inteligencia

El primer psicólogo que diseño una prueba para medir la inteligencia fue Alfred Bidet.
Con ella, buscaba Bidet detectar los estudiantes menos aventajados del sistema escolar de
París, con la finalidad de ayudarles.

 Edad mental:

Apoyándose en la prueba de Bidet, se le asignaba a cada niño una clasificación que


correspondía a su edad mental.

Se establece que, a cada edad cronológica o real del sujeto, le corresponde un cierto
nivel de inteligencia; una edad mental.

La edad mental será determinada por la media de cuestiones de un test, resuelto por el
promedio de sujetos de una misma edad cronológica.

EC = EM

 Cociente intelectual:

Es la medida de la inteligencia que toma en cuenta la edad mental y la edad


cronológica de un individuo y la multiplica por cien para eliminar decimales.

CI = EM * 100 O IQ = EM * 100
EC EC

 Percentiles:

Estos indican el nivel en que se encuentra una persona en relación con cien personas de
la misma edad cronológica o grupo comparativo. El sujeto promedio queda en el centil
cincuenta, el mejor ubicado, en el noventa y nueve y el peor situado, en el centil uno.

Determinantes de la inteligencia

Uno de los problemas más importantes y difíciles de la genética humana es la herencia


de las capacidades mentales o de la inteligencia. La interpretación de los datos genéticos
puede desfigurarse fácilmente por teorías educativas, políticas, sociales y psicológicas, sin
contar que es complicado formular pruebas para medir la inteligencia que no estén influidas
por las enseñanzas previas del sujeto. Las pruebas psicológicas, como las de Bidet, se preparan
mediante preguntas a los niños, con las respuestas esperadas para los de cada edad. A cada una
se proponen preguntas cada vez mas difíciles hasta que, naturalmente, se llega a un nivel en
que no se responden.
Al aplicar estas pruebas se obtiene una amplia gama de capacidades mentales, desde la
ineptitud más absoluta hasta la más clara comprensión. Así tenemos que el niño de seis años
que puede resolver problemas que ordinariamente pertenecen a los niños de ocho años,
evidentemente es superior al niño limitado a los problemas de su grupo. La “edad mental”
obtenida con esta prueba se divide entre la edad cronológica, y el cociente se multiplica por
100 para obtener el cociente de inteligencia que se conoce comúnmente por IQ. Al medir los
cocientes de inteligencia de muchas personas, se podrá trazar una curva de distribución normal
que va desde cero hasta 140 con el mayor número de calificaciones dentro de lo normal, y
cada vez en menor número a medida que nos alejamos de la normalidad.

El hecho de que las capacidades mentales formen una serie continua que va desde el
idiota hasta el genio, con distribución del IQ en curva ascendente, sugiere que la inteligencia
se hereda por un sistema multifactorial, hecho que se apoya aun en otras pruebas. La debilidad
mental puede depender de ciertos padecimientos como sífilis o meningitis, de traumas
obstétricos y de factores ambientales diversos, si bien la mayoría de los casos son hereditarios.

Lenguaje e inteligencia

El desarrollo del cerebro humano pasa a través de un periodo crítico entre los 2 y los
13 años. Durante este periodo, los factores genéticos predisponen al niño a aprender lenguaje,
pero las experiencias, tales como la exposición al lenguaje son también necesarias. De acuerdo
con esta teoría, la exposición al lenguaje no solo es necesaria durante el periodo crítico, sino
que es suficiente. Es decir, que los niños pueden aprender lenguaje por mera exposición a él
durante el periodo crítico. Antes o después de este periodo, necesitan más que esa mera
exposición. El precario desarrollo del lenguaje de algunos niños con privación social, indican
que una extrema privación durante el periodo critico impide el desarrollo normal del lenguaje
(Lenneberg. 1967)

INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en
cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la
autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental,
etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo,
que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.

Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más
probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida.

Ya en tiempos de lo Griegos se hablaba de la Alegoría del carro que decían, que el


hombre tenía que dominar a dos caballos y que había un auriga que los controlaba a los
apetitos del hombre.
Pero actualmente partiendo de dos autores se establece lo que hoy se llama la
inteligencia emocional, ellos son: Solovey y Mayer, los cuales dieron pie a que un
investigador (Daniel Goleman) del New York Time diera a conocer al mundo este concepto.

1. Las emociones según Solovey

Solovey Acuña sobre la definición de Gardner de la inteligencia personal sus conceptos


sobre lo que seria para él la inteligencia emocional en cinco esferas:

 Conocer las propias emociones: La conciencia de uno mismo, es la capacidad de controlar


sentimientos de un momento a otro, es fundamental para la penetración psicológica y la
comprensión de uno mismo. En este punto los autores coinciden manejado este punto por
los demás como auto-conocimiento.

 Manejar las emociones: Es la capacidad de manejar sentimientos para que sean adecuados,
es una capacidad que se basa en la conciencia de uno mismo. Este punto se maneja como
lo veremos como Auto- control, tal vez medular de esta Inteligencia que como vimos
depende también de cuestiones fisiológicas.

 La propia motivación: capacidad de ordenar las emociones al servicio de un objetivo


esencial. Llamado también Auto-motivación que es buscar los motivos por los que hago
las cosas.

 Reconocer las emociones de los demás: la empatía es autoconciencia de las emociones de


los otros. Punto en el que se busca en parte social del manejo de las emociones, saber que
siente el otro, me da la pauta para empezar a pensar en los demás.

 Manejar las relaciones: la capacidad de manejar las emociones de los demás. Es la


adecuación a nuestro ser social, parte esencial del desarrollo con los demás.

2. Las emociones según Mayer

Mayer expone diferentes estilos característicos para responder ante las emociones:

 Consiente de sí mismo: Los que su cuidado los ayuda a manejar sus emociones. Son las
personas que buscan cambiar.
 Sumergido: se trata de personas que a menudo se sienten abrumados y emocionalmente
descontrolado. Es una persona que se da cuenta de lo que sucede pero no sabe por que por
lo tanto no puede cambiar.

 Aceptador: personas que suelen ser claras en lo que sienten, pero no hacen nada para
cambiar. Persona que se da cuenta de lo que le sucede, pero que llega a pensar que así es y
que no lo puede cambiar.

3. Las emociones según Goleman.

En base en las investigaciones realizadas por los dos investigadores anteriores y


comparándole con las Inteligencias Múltiples, Goleman afirmó en su última conferencia en
Madrid, que la inteligencia emocional, este término incluye dos tipos:  

(a) La Inteligencia Personal: está compuesta a su vez por una serie de competencias que
determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia
comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo:

 Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las


propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el
efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta
en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son
conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son
sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de auto-confianza.

 Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias


emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios
actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que
poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante
situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.

 Auto-motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y


persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y
encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran un
gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple
recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran
capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.
(b)La Inteligencia Interpersonal: al igual que la anterior, esta inteligencia también está
compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los
demás:

 Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los


demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales.
Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus
problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento
social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades
que les ofrecen otras personas.

 Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber
persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes
negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son
capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales.
CONCLUSIÓN

La inteligencia, más que una cosa, es el campo de glorificación del hombre. Nadie sabe
cuáles son los límites de este campo. La inteligencia no es ni anatomía ni fisiología, por eso
hay que advertir antes de entrar en materia, que tiene tantas definiciones como definidores. Es
el definidor quien le cierra fronteras o le abre horizontes.

Para los que inventaron la palabra, inteligencia es elección, es opción; es finalmente


voluntad. Quien no tiene voluntad, procura no tener que elegir, procura estar metido en rutinas
para no tener que pensar (Mariano Arnal).

La inteligencia es la capacidad de asimilar, guardar, elaborar información y utilizarla


para resolver problemas, cosa que también son capaces de hacer los animales e incluso los
ordenadores. Pero el ser humano va más allá, desarrollando una capacidad de iniciar, dirigir y
controlar nuestras operaciones mentales y todas las actividades que manejan información.

Hasta ahora la interpretación errónea de que la inteligencia sólo servía para resolver
problemas matemáticos o físicos había dejado de lado las capacidades personales de resolver
problemas que afectan a la felicidad personal o a la buena convivencia social.

La función principal de la inteligencia no es sólo conocer, sino dirigir el


comportamiento para resolver problemas de la vida cotidiana con eficacia.

En la Inteligencia emocional ya no depende del corazón depende de las capacidades


intelectuales superiores del hombre, ya que un cerebro primitivo como es el sistema límbico
debe supeditarse a un cerebro más avanzado, entre más control tengamos de nuestro cerebro,
entre más rápido sean nuestras conexiones entre el cerebro primitivo y la corteza cerebral
mucho mas inteligencia emotiva tendremos.

Para lograr las conexiones tendremos que crear hábitos positivos sobre las emociones,
lo que lograra que nuestras sinapsis sean mejores y más rápidas.

Desarrollar la inteligencia emocional nos hará mejores personas, y nos ayudará a que
los demás lo sean.
BIBLIOGRAFÍA

S-ar putea să vă placă și