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Anocracia
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La anocracia es un sistema de gobierno que incluye características de inestabilidad
política, ineficacia y una «mezcla incoherente de rasgos y
prácticas autoritarias y democráticas». Estos regímenes son particularmente
susceptibles al estallido de un conflicto armado y a repentinos cambios de liderazgo. 1 A
pesar de su uso relativamente popular, la anocracia no tiene una definición precisa. 2 A
veces se define vagamente como parte democracia y parte dictadura.3 Otra definición
clasifica la anocracia como «un régimen que permite algunos medios de participación a
través de la oposición grupal pero cuyos mecanismos para la corrección de injusticias
están poco desarrollados».24 Algunos investigadores distinguen las anocracias de
las autocracias y las democracias por su menor capacidad para mantener la autoridad,
la dinámica política y las agendas políticas. 5
La definición operativa de anocracia ha sido ampliamente utilizada por los
investigadores Monty G. Marshall y Benjamin R. Cole en el Centro para la Paz
Sistémica (Center for Systemic Peace) y obtiene su mayor difusión a través de
los datos Polity. La clasificación de los Estados se realiza midiendo variables como el
acceso al poder ejecutivo, limitaciones en su autoridad y competencia política, y
organizándolas en una escala de -10 a +10, donde -10 corresponde a una monarquía
hereditaria y +10 a una democracia consolidada.6 Las anocracias corresponden a una
puntuación de entre -5 y +5. A su vez, los regímenes anocráticos se pueden clasificar
en «anocracias cerradas» (de -5 a 0) y «anocracias abiertas» (de 1 a 5). 5
El número de regímenes anocráticos ha variado a lo largo del tiempo. Su mayor
incremento se produjo tras el fin de la Guerra Fría. A finales de 2013, había 53 países
clasificados como anocracias.5

Referencias[editar]
1. ↑ Marshall, Monty G.; Cole, Benjamin R. (23 de julio de 2014). «Global
Report 2014 - Conflict, Governance, and State Fragility» (pdf). Center for
Systemic Peace (en inglés). Center for systemic peace. Consultado el 11 de
diciembre de 2016.
2. ↑ Saltar a:a b Regan, Patrick; Bell, Sam (Diciembre de 2010). «Changing
Lanes or Stuck in the Middle: Why Are Anocracies More Prone to Civil
Wars?». Political Science Quarterly (en inglés) 63 (4): 747-
759. doi:10.1177/1065912909336274.
3. ↑ Fearon, James; Laitan, David (Febrero de 2003). «Ethnicity, Insurgency,
and Civil War». American Political Science Review (en inglés) 97.
4. ↑ Benson, Michelle; Kugler, Jackek (Abril de 1998). «Power Parity,
Democracy, and Severity of Internal Violence». Journal of Conflict
Resolution (en inglés) 42 (2): 196-209. doi:10.1177/0022002798042002004.
5. ↑ Saltar a:a b c Marshall, Monty; Gurr, Ted (2003). «Peace and conflict 2003: A
global study of armed conflicts, self-determination movements, and
democracy.». College Park: Center for International Development and Conflict
Management, University of Maryland (en inglés).
6. ↑ «About Polity» (en inglés). Center for Systemic Peace. Consultado el 11
de diciembre de 2016.

https://www.paginasiete.bo/opinion/ivan-arias-duran/2018/11/5/la-anocracia-de-evo-199093.html#!

Pero, ¿qué es la anocracia? Los cientistas sociales Josep Colomer, David


Barnejea y Fernando de Mello (2016) cuestionando a Karl Loewenstein,
quien determinó que los sistemas políticos se dividían en democracia y
autocracia, señalan que entre ambos existe la anocracia. Un neologismo que
junta la palabra latina Ano (ausencia, carencia de, vacío) y la griega Cracia
(poder, autoridad, gobierno). De esta manera la anocracia es un régimen
político que se caracteriza por la ausencia de principios rectores comunes,
carencia de leyes igualitarias y ausencia de instituciones independientes.
Josep Colomer, en su artículo “¿No más democracias?” (El País, 2016) señala
que en el mundo, actualmente, hay unos 50 países con sistemas híbridos,
con regímenes políticos de anocracia abierta o cerrada. Siguiendo la teoría
de la degeneración de Aristóteles, Roberto Rivas (2017) explica que la
anocracia no es un Estado fallido, ni tampoco es una tiranía.
La anocracia es un simulacro de democracia donde los regímenes llevan a la
gente a montón de procesos electorales que no cambian nada, pero que sí
consolidan su cada vez mayor poder. Este régimen político es característico
de gobiernos extractivitas y rentistas. Al igual que los petro- autoritarismos
basan su dominio en la riqueza del petróleo en los regímenes políticos de
anocracia el control, acceso a la riqueza y renta de los recursos naturales
está en manos de una élite designada por el “dedo de los poderosos”, que
tienen el privilegio de ser parte del gobierno de amigos (amigobs).
Uniendo los tres elementos (coordinación, cooperación y conspiración) que
hacen a una clase política dominante, las anocracias y las autocracias
controlan el 41% de los gobiernos del mundo. Es por eso que el autor de
esta propuesta tricotómica, alerta que la democracia está en peligro porque
la anocracia usa formas democráticas pero con gobernanza autoritaria.
Bajo el velo democrático alimentan redes de poder de cleptocraticas
(gobierno de ladrones). Las formas democráticas les permiten avivar un
sistema de “partidos políticos opositores”, pero que, como no podía ser de
otra manera, están coludidos con el poder dominante, pues también forman
parte, en varios niveles de gobierno, de las redes de despotismo, cohecho y
malversación del erario público.
https://elpais.com/elpais/2016/03/30/opinion/1459333295_015505.html
Cabe desarrollar una perspectiva más optimista si aceptamos una
clasificación tricotómica de los tipos de régimen político que incluye una
categoría intermedia entre la democracia y la autocracia, a la que se suele
llamar anocracia, régimen híbrido o parcialmente libre en la literatura
académica. Estos regímenes celebran elecciones regulares, pero con sufragio
limitado, restricciones a los derechos civiles o políticos o escasa
responsabilidad del Gobierno.
Ha habido anocracias no solo durante las últimas décadas, como sospechan
algunos académicos con poca visión histórica, sino que fueron abundantes
durante los siglos XIX y XX. Este fue el tipo de arreglo institucional que
adoptaron una serie de monarquías constitucionales en Europa, como Reino
Unido a mediados del siglo XIX o Alemania, España y Suecia en torno al
cambio de siglo, así como algunas repúblicas presidenciales en América
Latina, como Chile y Colombia antes de la década de 1960 o México en las
décadas de 1980 y 1990. Las anocracias no siempre configuran una
situación transitoria, sino que son la forma de regímenes relativamente
duraderos.
Casi tres cuartas partes de los países del mundo han tenido regímenes
anocráticos o intermedios, los cuales han durado alrededor de dos
generaciones como media. La mayoría de los regímenes anocráticos se han
establecido como resultado de la liberalización de autocracias o de la
dominación colonial, lo cual ha implicado un aumento relativo del grado de
libertad en el mundo.
Además, como lo ilustran los casos mencionados, la mayoría de los países
con un régimen anocrático duradero se han acabado transformando en
democracias. De hecho, los intentos de democratización han sido
aproximadamente igual de exitosos cuando se han intentado a partir de
autocracias que cuando se han establecido a partir de regímenes
anocráticos. Casi la mitad de las actuales democracias en el mundo se
establecieron no mediante transiciones cortas y directas, como en España,
sino mediante procesos relativamente largos de evolución, apertura y
reformas de ese tipo de régimen intermedio, comparables con el que se
siguió, por ejemplo, en México.
En la actualidad hay unas 50 anocracias en el mundo, entre ellas Armenia,
Marruecos, Jordania, Egipto, Turquía, Camboya, Pakistán, Tailandia, Malasia
y, según algunas evaluaciones, también Rusia, así como otros países de
África y Asia. Los regímenes anocráticos existentes han durado, hasta el
momento, cerca de 20 años como media, lo cual es menos que los del
pasado. Esto puede sugerir que todavía pueden durar un poco, pero también
que podrían experimentar otros procesos de apertura a la democracia en
futuros no muy lejanos (tal vez una generación más), al igual que muchos
de sus predecesores. Si se confirman las malas perspectivas para la
economía mundial (incluyendo a Rusia y China), las guerras civiles en el
Oriente Medio se acaban por agotamiento y, como consecuencia, los
regímenes no democráticos dejan de ser capaces de proveer seguridad o
prosperidad a sus súbditos, los espacios de libertad política en el mundo
deberían acabar ampliándose.

Josep M. Colomer es Profesor de Economía política en la Universidad de


Georgetown; autor, con David Banerjea y Fernando de Mello, del estudio ‘To
Democracy Through Anocracy’ (Democracy & Society, 3/2016).

https://es.qwe.wiki/wiki/Anocracy

Mientras la definición de democracia incluye criterios tales como elecciones


libres y competitivas, equilibrio entre poderes y libertad y apertura a la
participación ciudadana, los autoritarismos se definen por mantener las
libertades civiles restringidas, reglas de selección de autoridades basadas en
la herencia o la decisión de las elites y la falta de control sobre el poder
ejecutivo. La autocracia define autoritarismos institucionalizados mientras la
anocracia refiere a los que son inestables e incapaces de garantizar su
propia supervivencia y están signados por la inestabilidad (Marshall y Cole
2009, 8-10)

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