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Cómo afrontar el teletrabajo ante la

amenaza del COVID-19


18 MARZO, 2020

Teletrabajo
En tiempos de crisis el ser humano, no solo sufre, sino que también agudiza el ingenio.  Resulta
curioso comprobar como el origen del teletrabajo, se sitúa también en una crisis. En este caso
no era una crisis sanitaria, sino económica y su intención no era otra que la de llevar el trabajo a la
vivienda del trabajador en vez de hacerlo al revés, para así optimizar recursos. Veamos a
continuación como ha evolucionado este contexto desde la década de los 70 hasta nuestros días.

Corrían los años 70, concretamente 1973, cuando en Estados Unidos se produjo lo que hoy los
historiadores conocen como la Crisis del Petroleo (la primera de ellas). Una crisis provocada por la
amenaza de los países árabes de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petroleo) a no
suministrar este combustible entre los aliados de Israel durante la guerra de Yom Kipur, entre los
que se encontraba EE.UU. Esto provocó una depresión nacional provocada por el miedo a la
desaparición de un recurso tan importante como el petroleo en el país norteamericano.

Ante esta situación, el físico Jack Nilles comenzó a pensar en algunas alternativas que permitieran la
optimización de recursos no renovables como el propio petroleo. Una de sus ideas más interesante,
fue la siguiente: “llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo”, dando lugar a lo
que se conoció como el concepto de “telecommuting”. Lamentablemente, en el momento en el que
surgió dicha idea, el desarrollo tecnológico no estaba lo suficientemente desarrollado para que el
teletrabajo fuera una realidad aplicable a toda la población de forma masiva.

Teletrabajo: una gran medida adelantada a su tiempo

Solo era cuestión de apenas unas décadas. No hay que olvidar que en los 70 Internet apenas era un
sueño. Es más, el Internet que hoy conocemos se remonta a los comienzos de la década de los
90, cuando se creó el célebre lenguaje HTML.

En cuanto a los ordenadores, no fue hasta finales de los 70 y principios de los 80 cuando salieron
los primeros modelos de Apple e IBM, por tanto el trabajo seguía siendo impensable.

Fue con la expansión de ambos (Internet y los ordenadores personales) en los 90 cuando el
teletrabajo pasó de la teoría a la realidad, sobre todo en Estados Unidos, una de las potencias
tecnológicas del momento, donde muchas organizaciones comenzaron a implantarlo.

Trabajar en casa aumenta la


productividad hasta un 25% y, además,
el trabajador dedica un 11% más de
tiempo a trabajar.
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El teletrabajo en la actualidad

Actualmente el teletrabajo está bastante implementado en la sociedad. Aunque no todas las


organizaciones lo ponen en práctica, son muchas las que sin necesidad de que ocurran circunstancias
concretas lo ofrecen a los trabajadores, sobre todo en días centrales de la semana. La idea es que el
trabajador cuenta con una o varias jornada de mayor flexibilidad sin necesidad de renunciar a su
carga de trabajo, simplemente distribuyendo el mismo a lo largo del día.

Fundamentalmente son las organizaciones del sector tecnológico, telecomunicaciones y sobre todo
las grandes multinacionales quien lo ponen en practica, aunque en el sector pyme, son muchos los
profesionales o freelance los que ejercen su trabajo desde su casa o cualquier parte del mundo (zonas
de coworking, incubadoras de empresas, espacios de networking, etc.

Según datos del INE, trabajar en casa aumenta la productividad hasta un 25% y, además, el


trabajador dedica un 11% más de tiempo a trabajar. También supone un sensible ahorro de
costes para la empresa a nivel de infraestructura y una facilidad para la expansión geográfica. Para el
trabajador también existen ventajas económicas, ya que ahora muchos costes en desplazamientos o
mantenimiento de su propio vehículo.
 

Las herramientas básicas para el teletrabajo

A priori es muy simple, basta con un ordenador y como no, conexión a Internet. En realidad, son
herramientas que podría tener cualquier otro trabajador en su oficina. La mayoría de herramientas
que se emplean son desde el punto de vista de la comunicación. Analicemos a continuación las más
importantes:

 Email: Actualmente es el pilar de las comunicaciones en la red, aunque cada vez más


esta siendo desplazado por la conocida como mensajería instantánea.

 Herramientas para llevar a cabo videoconferencias: Muy útiles para reuniones y


decisiones importantes. Zoom o Go to Webinar, entre otras, son herramientas que ofrecen
la posibilidad de hacer videoconferencias de forma sencilla y gratuita, contando también con
versiones premium para grandes corporaciones.

 Herramientas de trabajo colaborativo como gestores documentales: Con el objetivo


de que varias personas puedan trabajar conjuntamente en la redacción de un documento o
varios.

 Recursos compartidos y software de gestión de proyectos: Estos permiten que un


equipo determinado pueda abordar un proyecto de forma conjunta, a través de una serie de
paneles dinámicos en los que se informa sobre la información y los pasos de cada uno de los
proyectos que se están ejecutando. Estos además permiten configurar avisos, contadores de
tiempo, conversaciones, tareas, flujos de revisión, etc.

 Herramientas de monitorización y presencia: muy útiles para controlar el tiempo


que el trabajador está conectado a las aplicaciones de trabajo y el lugar desde el que accede.

 Software específico: relacionados con diversos ámbitos. Hay tantos como tipos de


empresas y trabajos en las organizaciones: para la gestión de la calidad, la SST, seguridad de
la información, gestión de riesgos corporativos, compliance, ejecución de auditorías, y un
largo etc.

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