La Evaluación Educativa: Patologías
de Miguel Angel Santos Guerra
1. Sólo se evalúa al alumno
A cada alumno se le asigna
en el expediente un valor
numérico que parece ser de
su exclusiva
responsablilidad.
Si fracasa será él quien deberá
pagar las consecuencias. Sólo él
deberá cambiar.
Además, ¿qué es lo que se ha comparado para colocar a los individuos
en la escalera de aplazados/desaprobados/aprobados?
2. Se evalúan solamente los resultados
No sólo importa el resultado que
se ha obtenido, sino cómo, a qué
precio, con qué ritmo, con qué
medios, con cuántos esfuerzos,
para qué fines…
Parece que la calificación es
el resultado de su capacidad y
su falta o derroche de
esfuerzos
Muchos responsables del
proceso educativo quedan
sin esa consideración
evaluadora y sin las
consecuencias que llevaría
aparejadas.
Analizar sólo los resultados
obtenidos es, cuando menos,
parcial. Y la parcialidad suele ir
acompañada de imprecisión y
tergiversaciones
 3. Se evalúan sólo los conocimientos

Limitarse a la evaluación de conocimientos, supone un reduccionismo

escandaloso. Existe otra serie de pretendidos logros: actitudes,
destrezas, hábitos, valores…

4. Sólo se evaláun los resultados directos,

pretendidos
Muchos proyectos curriculares no tienen en
cuenta la evaluación de aquellos efectos
laterales, secundarios, imprevistos que
existen casi inevitablemente, y que en
muchos casos son más importantes que los
resultados buscados directamente en el
proyecto.
Creemos que la evaluación
debe tener en cuenta tanto
los resultados que se buscan
como los que se hayan
provocado a lo largo del
desarrollo curricular

5. Sólo se evalúan los efectos observables

Lo no observable no es
equivalente a lo no existente. Ni a
lo no relevante. Ni, por supuesto, a
lo no evaluable.
Eisner (1981) dice que la mayoría
de los aprendizajes que realiza el
alumno en la escuela no se hallan
programados en el currículum
explícito

Es precisamente un proceso de evaluación más exigente, más riguroso, el

que paradójicamente, nos lleva a explorar otras capas que no se ven a
simple vista
6. Se evalúa principalmente la vertiente negativa

La evaluación está marcada por El desequilibrio de

correcciones. El mismo lenguaje perspectiva hace que la
descubre la actitud predominante: escuela esté más atenta a
los errores que a los aciertos
“corregir” = “enmendar lo errado” de los alumnos.

No son sólo los individuos los

responsables de un proceso. Hay
7. Sólo se evalúa a las que tener en cuenta los medios
personas con los que cuentan, las
condiciones en las que trabajan y
los márgenes de autonomía real
con los que cuentan.

8. Se evalúa
descontextualizadamente

Pretender dar significado a la actuación de un alumno desde la óptica y el

código del evaluador, prescindiendo de las claves de interpretación del
contexto es vaciar el contenido de la realidad.
9. Se evalúa cuantitativamente

La pretensión de atribuir El peligro de la evaluación

números a realidades cuantitativa no es solamente la
complejas es un fenómento imprecisión sino –y sobre todo- la
cargado de trampas en el área apariencia de rigor.
de la educación.

El problema de la pretendida objetividad de esas puntuaciones, es

que la luz cegadora de esa “claridad” no deja ver cuestiones más
importantes como: ¿cómo aprende el alumno?, ¿cómo relaciona lo
aprendido?, ¿cómo inserta los nuevos conocimientos en los ya
asimilados?, ¿para qué le sirve lo aprendido?, ¿ha disfrutado
aprendiendo?

10. Se utilizan instrumentos

inadecuados

De las evaluaciones escolares se ha No existe mayor arbitrariedad

podido comprobar que casi la totalidad que la de querer medir de la
tiene una configuración estática, misma forma a personas que
anecdótica, aséptica, cuantificadora, son radicalmente diferentes
descontextualizada, etc.
11. Se evalúa de forma incoherente con el proceso de
enseñanza-aprendizaje

Los alumnos estudian para el Se evalúa como se enseña y se

examen, no sólo en función de ese enseña como se evalúa. O más
momento sino de “forma” que les bien se estudia para la evaluación.
permita hacer frente al mismo con De tal forma que es este proceso
garantías de éxito el que dirige el aprendizaje.

12. Se evalúa competitivamente

La evaluación habitual del alumno parece cobrar sentido en la

comparación y la competencia. Para algunos padres, profesores y
alumnos importa el cuánto del aprendizaje, y que ese cuánto esté por
encima de…

13. Se evalúa estereotipadamente

El profesor, ¿ha sometido a Los profesores repiten una y otra

evaluación sus propios vez sus esquemas de evaluación.
mecanismos de evaluación? Los alumnos se preocupan cada
año de saber cuál es la costumbre
evaluadora del nuevo profesor
 14. No se evalúa éticamente

La “hora de la verdad” no es la La evaluación ha sido un

del aprendizaje sino la de la instrumento de control, de
evaluación. amenaza e, incluso, de venganza,
respecto a algunos alumnos

La evaluación puede convertirse en un instrumento de

opresión. ¿qué sucedería en el aula si el profesor no tuviera
el “arma” de la evaluación?

15. Se evalúa para controlar

La evaluación en educación, no Cuando los profesore se niegan a

suele ser educativa. No
repercute en la mejora del
proceso. La evaluación se cierra
sobre sí misma, constituye un
punto final
explicar a sus alumnos de dónde
proceden las calificaciones que les han
atribuido están desaprovechando un
buen elemento de aprendizaje.

16. Se evalúa unidireccionalmente

La evaluación tiene sentido “descendente”. El ministerio evalúa a

los inspectores, los inspectores a los directores escolares, los
directores a los profesores, los profesores a los alumnos. No se
produce una evaluación en sentido ascendente. Ni, desde luego, en
un sentido horizontal
17. No se evalúa desde afuera

Cerrar el círculo de la
planificación de objetivos,
métodos, evaluación, desde Una experiencia educativa necesita de la
la mirada exclusiva del evaluación externa para poder relizar una
protagonista entraña el mejora sustantiva.
riesgo de quedarse
atrapado en la propia
limitación

18. No se hace auto evaluación

La autoevaluación es un proceso de autocrítica que genera el hábito

enriquecedor de la reflexión sobre la propia realidad.