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DEPARTAMENTO DE HORTICULTURA
UNIVERSIDAD AUTONOMA AGRARIA ANTONIO NARRO
BUENAVISTA, SALTILLO, COAH. MÉXICO 25315
1
DEPARTAMENTO DE HORTICULTURA
UNIVERSIDAD AUTONOMA AGRARIA ANTONIO NARRO
2
DEPARTAMENTO DE QUÍMICA Y BIOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE LAS AMERICAS PUEBLA
3
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS BASICAS
UNIVERSIDAD AUTONOMA AGRARIA ANTONIO NARRO
1. INTRODUCCIÓN
El estrés ambiental es una fuerte restricción para el aumento de la productividad
y de la extensión de los cultivos. Se estima que únicamente un 10% de la superficie de
tierra arable se encuentra libre de estrés. Cerca del 20% de la tierra presenta algún tipo
de deficiencia o toxicidad mineral, 26% es afectada por estrés de sequía y 15% por
congelación (Blum, 1988). Incluso bajo condiciones de producción protegida como
invernaderos y túneles se presentan eventos de estrés biótico o abiótico que
disminuyen la productividad y calidad de los cultivos.
Los intentos para disminuir un estrés, o para mejorar la resistencia o la
adaptación de las plantas a dicho estrés, tendrán mayor alcance si se entiende el
trasfondo fisiológico y bioquímico sobre el cual transcurren las respuestas de las
plantas. Con ello es posible desarrollar estrategias de manejo razonables para disminuir
las pérdidas debidas a las distintas clases de estrés.
En los últimos años se ha presentado un crecimiento enorme en la cantidad de
publicaciones científicas y tecnológicas referentes al área de estrés ambiental en las
plantas. Responsable en parte de ello es el enorme abanico de técnicas, enfoques
experimentales y nuevos conocimientos con que se cuenta de 1980 a la fecha. Las
nuevas tecnologías de la biología como la clonación, el mapeo de genes, el uso de
mutantes, genética reversa y sobreexpresión génica así como la aplicación cada vez
mayor de la informática y de equipos sofisticados altamente automatizados como los de
generación de imágenes, resonancia magnética y HPLC entre otros han permitido
aumentar grandemente la comprensión de los fenómenos relacionados con el estrés en
las plantas.
El presente escrito pretende ser un resumen actualizado de los avances
ocurridos en los últimos años en relación con las respuestas, adaptación y resistencia
de las plantas frente al estrés. La obra está diseñada para ofrecer un panorama amplio,
sirviendo como fuente de consulta básica y de referencias sobre el tema. Los lectores
se espera sean los estudiantes que realizan estudios de maestría o doctorado en el
área agrícola en la Universidad, los productores interesados en aumentar su
conocimiento sobre el estrés en las plantas así como los colegas profesores e
investigadores de esta u otras instituciones.
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
8
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2. EL CONCEPTO DE ESTRÉS
Dr. Adalberto Benavides Mendoza
Profesor Investigador del Departamento de Horticultura, UAAAN
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3.2.1. Introducción
Hay diversos factores ambientales que afectan la fisiología de los vegetales y la
temperatura es uno de los mas importantes. Por ello, desde tiempos remotos los
investigadores han dedicado gran parte de su esfuerzo en estudiar y comprender los
efectos de la temperatura en los procesos vitales de las plantas. Las plantas son
organismos poiquilotémicos, es decir cuya temperatura depende de la del ambiente,
que responden en forma completamente diferente cuando se encuentran expuestos a
cambios en la temperatura. En procesos como la división celular, actividad fisiológica
que se desarrolla entre los 5 y 30 °C, la temperatura tienen una influencia directa;
además, es determinante en procesos como fotosíntesis, respiración, y acumulación de
azúcares y almidones. También, esta relacionada con la germinación de las semillas, la
absorción y utilización de los nutrientes, la transpiración, la floración y en general con
todo el metabolismo de la planta.
En base a la temperatura, se han propuesto algunas metodologías como el
Sistema de Unidades de Calor que postula, que el crecimiento y el desarrollo de un
cultivo depende de la cantidad de unidades calor que la planta recibe y que esta
cantidad es determinante para alcanzar la madurez, independientemente del tiempo
requerido para ello. Este sistema se ha aplicado con éxito en la producción hortícola ya
que constituye la base para la programación de prácticas agronómicas específicas en
3.2.3.7. Proteínas de Choque Térmico. El efecto del estrés ambiental en las plantas
de interés agronómico ha sido motivo importante para la investigación. La productividad
de las plantas esta relacionada a la habilidad de las mismas para adaptarse y
responder al estrés ambiental. Las proteínas producidas por las plantas superiores en
respuesta al estrés han sido bien caracterizadas (Sachs y Ho, 1986). La mayoría de las
proteínas de estrés son chaperoninas, una clase de proteínas involucradas en la
3.3.1. Introducción
Hace relativamente poco tiempo que fue descubierto el hecho de que las plantas
cuentan con mecanismos de disipación térmica que les permiten manipular los altos
niveles de irradiancia. Este tipo de estrés originado por exposición a la alta irradiancia,
parece ser el más común entre los que las plantas sufren. En esta sección se
describirán los mecanismos conocidos por medio de los cuales las plantas se adaptan y
toleran la radiación PAR y UV. En la parte final se incluyen interesantes monografías de
Samaniego et al. (página 255)y Benavides et al. (página 268) que describen los puntos
relativos a la percepción de la luz por los fitocromos y las respuestas fisiológicas y
génicas desencadenadas, así como la forma en que las plantas se adaptan desde el
punto de vista morfológico y fisiológico a los diferentes ambientes de radiación.
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3.4. SALINIDAD
Dr. Ratikanta Maiti
Profesor Investigador del Departamento de Biología y Química, UDLAP
Dr. Adalberto Benavides Mendoza
Profesor Investigador del Departamento de Horticultura, UAAAN
3.4.1. INTRODUCCION
Los habitats salinos se definen por la presencia de un contenido anormalmente
alto de sales solubles. Los lagos y estanques salinos así como los océanos son
ambientes acuáticos salinos; en tierra se presentan suelos salinos en regiones áridas y
húmedas. En las regiones húmedas el suelo puede volverse salino al exponerse a los
aerosoles marinos (que pueden llegar hasta 100 km tierra adentro), al encontrarse en
áreas de inundación por aguas marinas, o al estar en contacto directo o indirecto con
depósitos salinos.
Solamente en el océano abierto la concentración de sal permanece constante
(en promedio 480 mM Na+ y 560 mM Cl-). En la zona intermareas la salinidad muestra
un rango amplio ubicado entre 290 y 810 mM Na+ y en los pantanos salados la
concentración de Na+ puede incrementarse tanto como 600-1000 mM (Flowers, 1985).
Durante la temporada de crecimiento las sales se acumulan en el dosel de las
plantas; después de que las hojas mueren y caen al suelo para descomponerse las
sales que contenían son lavadas por la lluvia o los riegos y retornadas al suelo. La
salinidad del suelo se ve incrementada fuertemente en regiones áridas en donde la tasa
anual de evaporación del suelo supera la cantidad de agua proveniente de las
precipitaciones. Otro caso en donde se acumulan las sales en el suelo ocurre cuando
se utiliza riego intensivo en suelos con drenaje deficiente.
Los suelos de regiones húmedas contienen predominantemente NaCl. En suelos
de regiones áridas también llega a presentarse esta problemática, aunque lo más
común en zonas áridas es la presencia de sales básicas como los cloruros, sulfatos y
bicarbonatos de sodio, magnesio y calcio. Dichos suelos tienen pH alto, alto contenido
de yeso, cuando húmedos son pegajosos y una vez secos se endurecen formando
costras.
1. Bohnert, H.J. and B. Shen. 1999. Transformation and compatible solutes. Sci. Hort.
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Este importante y amplio tema será cubierto por medio del estudio del caso del
hierro en plantas. Este mineral es relevante desde el punto de vista nutricional, por otro
lado los factores que impactan su disponibilidad en el suelo y la consecuente absorción
y transporte en las plantas son complejos y sometidos a intenso estudio. Asimismo, las
estrategias descritas para aumentar tanto la cantidad absoluta como su disponibilidad
son válidas para el resto de los cationes metálicos. En cuanto a los aniones el boro es
definitivamente el más importante desde el punto de vista de la extensión de su
deficiencia a nivel mundial (Gupta, 1979), por ello se incluye información sobre ese
elemento para su revisión. El tema de los metales pesados será cubierto con la revisión
de diferentes artículos en donde se muestra, tanto el efecto fisiológico sobre las plantas
como los métodos para obtener plantas con tolerancia a los metales pesados.
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3.5.1.2. Importancia Fisiológica del Hierro. En plantas y otros organismos una gran
parte del Fe presente se encuentra asociado con porfirinas. Las porfirinas con Fe de
animales y hongos son principalmente moléculas hem, como las encontradas en la
hemoglobina, mientras que en las plantas los citocromos son los más comunes. Los
citocromos se encuentran como partes funcionales de los sistemas respiratorio y
fotosintético y su propiedad más importante, la función redox, se deriva de la capacidad
del Fe de ser oxidado de manera reversible de Fe(II) a Fe(III). Esta capacidad se utiliza
en donde se requiere realizar reacciones redox rápidas por transferencia de electrones,
es decir, reacciones que no requieren tranferencia de H+ o formación/rompimiento de
enlaces covalentes. La mayor parte del Fe activo en la planta se ve implicado en las
reacciones redox de cloroplastos, mitocondrias y peroxisomas.
Una vez reducido el Fe(III) a Fe(II) la absorción del mismo por las plantas con
estrategia I puede ser en forma quelatada o bien en la forma iónica libre Fe+2, siendo al
parecer esta última forma la más común. En Arabidopsis thaliana la proteína de
membrana llamada IRT1 (iron-regulated transporter) es al parecer un acarreador de
Fe(II). Se sabe que IRT1 se expresa en las raíces, que la síntesis es inducida por la
deficiencia de Fe y que su actividad es inhibida por cadmio16. En las plantas que utilizan
la estrategia II no es el Fe+2 sino los complejos Fe(III)-fitosideróforo los que son
acarreados desde el exterior hacia el interior de la célula por una proteína
transportadora de alta afinidad, una vez en el interior ocurre la reducción Fe(III)→Fe(II).
El aporte constante de Fe se asegura manteniendo una alta concentración de
complejos Fe(III)-fitosideróforos (de 1 a 2 mMol) en la rizosfera. Como ya fue
mencionado los fitosideróforos pueden actuar como acarreadores de otros cationes (Zn,
Mn y Cu) pero el mencionado sistema de transporte de alta afinidad es inducido
exclusivamente por hierro11.
Abstract. A short to date review was presented about relevant aspects of absorption and
assimilation of iron in plants. The factors that restrict the iron availability in calcareous soils were
revised as well as the processes of iron solubilization, reduction, storage and transport
considering the two physiological plant groups well-know as strategists I and II. The review
concluded analyzing the options of agronomical management in order to increase the iron levels
and bioavailability in plant foods.
Keywords: Iron assimilation, iron reduction, ferritins, siderophores, iron chelates, iron chlorosis.
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4.1.1 Antecedentes
La ecofisiología de una especie vegetal involucra la interacción del medio
ambiente con su fisiología genéticamente establecida, la cual se manifiesta en armonía
como resultado de condiciones favorables a su cinética metabólica. En este complejo
fisiológico, los bioreguladores (hormonas) juegan un papel importante, virtualmente en
cada proceso desde la germinación de semilla hasta la senescencia de cualquier
órgano de la planta. Su presencia ocurre de acuerdo al proceso dictado por el código
genético del vegetal. Cuando las condiciones ambientales cambian súbitamente en
forma adversa, la planta sufrirá un estrés que se manifestará negativamente en la
mayoría de los casos en su fenotipo en el corto, mediano o largo plazo como
consecuencia entre otros factores endógenos en la modificación de la presencia o
actividad hormonal en un órgano de la planta ó en un mecanismo fisiológico específico.
En base a lo anterior, una identificación y comprensión oportuna de un estrés ligado a la
fisiología hormonal, permitirá analizar y aplicar alternativas que reduzcan al mínimo el
efecto adverso en la producción agrícola.
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Figura 5.1. Síntesis de prolina inducida por estrés utilizando como precursor al glutamato.
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Figura 5.4. Estructura propuesta para una aquaporina vegetal mostrando los seis dominios
transmembrana (H) y los circuitos (L=loops) funcionales. La actividad de la proteína puede
modificarse por fosforilación o glicosilación. (Modificado de Heymann y Engel, 1999).
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Figura 5.5. Modelo muy esquematizado de la red de distintas vías de señalización que
controlan la expresión génica fotoregulada en las plantas. La expresión de los genes
fotoregulados CAB, ASI, FNR y CHS es regulada positiva o negativamente por una red de
transducción de señales en donde intervienen los fitocromos A y B (PHY-A, PHY-B), la
sacarosa y la radiación UV. La línea discontínua indica la regulación negativa presente entre las
vías dependientes de GMPc y Ca2+ . La sacarosa se supone que actúa a través de la vía
dependiente de GMPc. Las señales redox (marcadas como e-) dependientes de la
plastoquinona parecen modificar las dos vías dependientes de calcio (Modificado de Mustilli y
Bowler, 1997).
Como se dijo, las señales ambientales son percibidas por receptores específicos
los cuales, después de activarse, inician (o suprimen) una cascada para transmitir la
señal intracelularmente y, en muchos casos, activar factores de transcripción nucleares
induciendo la expresión de conjuntos específicos de genes. La fosforilación de
proteínas acopladas a un receptor es una forma común de iniciar la señalización.
Aunque ninguno de los receptores para frío, sequía, salinidad o para el ABA ha sido
determinado con certeza, los datos indican que los receptores análogos a quinasas
protéicas, las quinasas histidínicas bi-componentes así como receptores asociados a
proteínas G pueden ser sensores potenciales para esas señales ambientales. En los
siguientes subcapítulos serán descritos estos receptores y otras moléculas
señalizadoras, siguiendo el esquema de organización que utilizan Xiong y Zhu (2001)
en su revisión de literatura.
Figura 5.6. Resumen del modelo de red de señalización por calcio. Las áreas marcadas con
signo de interrogación señalan ausencia significativa de información (Modificado de Trewavas y
Malhó, 1998).
Figura 5.7. Transducción de señales mediada por la unión de Ca2+ -calmodulina en plantas. Las
señales bióticas y abióticas son percibidas por receptores, resultando en algunos casos en
cambios transitorios en la concentración de Ca2+ en el citosol, núcleo y organelos. El incremento
en la concentración de Ca2+ libre, originada ya sea de los almacenes intracelulares o
extracelulares, da lugar a la unión de Ca2+ con las proteínas moduladas por calcio, incluyendo a
las calmodulinas y proteínas relacionadas. La modulación estructural de estas proteínas las
capacita para interactuar con numerosos blancos celulares que controlan una multitud de
funciones celulares, tales como el metabolismo, balance iónico, modificaciones del
citoesqueleto o de proteínas. Adicionalmente el Ca 2+ y las calmodulinas también regulan la
expresión de genes por medio de complejas cascadas de señalización o por unión directa a
factores de transcripción. Los cambios rápidos en las funciones celulares resultan de
interacciones directas de las calmodulinas y proteínas relacionadas con sus blancos (en
tiempos que van de segundos a minutos). Las respuestas más lentas requieren de la
transcripción de genes, procesado del RNA y síntesis de proteína (en tiempos que van de
minutos a días). Estos procesos mediados por calmodulinas, junto con los cambios celulares
disparados por otras vías de señalización, constituyen la respuesta de las plantas a las señales
externas (modificado de Snedden y Fromm, 1998).
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5.2.2.1. Historia de la Resistencia Sistémica Inducida. Por cerca de 100 años los
científicos y naturalistas observaron que, cuando las plantas sobrevivían a la infección
de un patógeno, desarrollaban una mayor resistencia a infecciones subsecuentes. En
1933 Chester anotó 200 publicaciones que describían un fenómeno que él denominó
inmunidad fisiológica adquirida (Chester, 1933). En ese tiempo los científicos creían que
investigaban un fenómeno análogo al de la respuesta inmune de los mamíferos. En
retrospectiva, al menos tres diferentes procesos fueron llamados inmunidad fisiológica
adquirida: protección cruzada viral, antagonismo (o biocontrol) y lo que ahora se
Figura 5.8. Modelo conceptual del inicio de la resistencia sistémica adquirida (SAR) (a la
izquierda) y del mantenimiento de dicho proceso (a la derecha). AS es ácido salicílico. La señal
sistémica mencionada, que se transporta a larga distancia es hasta el momento de identidad
desconocida.
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Figura 5.9. Una representación esquemática de la cinética del choque oxidativo en cultivos
celulares de plantas posterior a la adición de diversos inductores. Los valores de 0 a 100 en el
eje de las ordenadas representan % de producción de ROS. (a) Respuesta a un inductor
fúngico ( ______ ), fragmentos oligogalacturónidos de plantas (. . . . .) y planta preacondicionada
frente a un inductor fúngico (- - - - -). (b) Reacción bifásica de las células vegetales por
inducción con bacterias ( ______ ) y generación de ROS por plantas en respuesta al tratamiento
con fragmentos oligogalacturónidos (- - - - -).
Figura 5.10. Representación esquemática de las hipótesis más aceptadas que describen el
posible origen de las ROS que forman el choque oxidativo. Después del arribo del patógeno,
tanto las hidrolasas de la planta como del patógeno liberan fragmentos de pared celular
(inductores). Estas moléculas se unen con receptores localizados en la membrana celular e
inician las cascadas de señalización que dan lugar a la activación ya sea de la NADPH oxidasa
o de las peroxidasas asociadas a la pared celular (CWP). La acción de estos sistemas
enzimáticos genera las ROS que activan los diferentes sistemas de defensa de la planta. Las
abreviaturas son: AC= adenilato ciclasa; E= inductor; Er= receptor; G= proteína receptora de
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2. Jones, A.M. Programmed cell death in development and defense. Plant Physiol.
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3. Lamb, C. and R.A. Dixon. 1997. The oxidative burst in plant disease resistance.
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4. Mehdy, M.C. 1994. Active oxygen species in plant defense against pathogens. Plant
Physiol. 105:467-472.
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6. ESTRÉS OXIDATIVO
Por definición el estado termodinámico de un organismo viviente es
químicamente reducido en comparación con su entorno oxidado. Esta diferencia
química es la que permite establecer la diferencia de potencial que da lugar a los
fenómenos bioquímicos de producción de ATP y potencial reductor. En ausencia de
este diferencial la vida como la conocemos no transcurre. Cuando el organismo muere
pasa a estar en equilibrio termodinámico con su entorno, en este caso la atmósfera
oxidante rica en O2 de nuestro planeta. Esta presencia de O2 en gran cantidad en
nuestra atmósfera permite la actividad de especies vivientes con alto nivel de
organización y por ende con alto consumo energético.
Para recordar brevemente: sabemos que durante el proceso fotosintético las
= -
moléculas oxidadas CO2, SO4 y NO3 pasan a ser reducidas formando compuestos
como los carbohidratos, aminoácidos y lípidos. Para ello se requiere energía (ATP) y
potencial reductor (NADPH2, NADH2, etc.). La energía se captura de la luz solar y el
potencial reductor se obtiene de la oxidación del H2O, obteniéndose pares libres protón-
electrón y O2 como subproducto. Para utilizar la energía almacenada en moléculas
reducidas como los carbohidratos, se requiere la transferencia de los pares protón-
electrón a través de un diferencial químico. En este caso el diferencial se establece
contra el O2. En el caso de los organismos anaerobios (para quienes el O2 es altamente
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
110
tóxico) el diferencial químico se establece contra otras moléculas como el nitrato o el
sulfato.
Desde el punto de vista de la producción de ATP los organismos anaerobios son
menos eficientes que los aerobios. La utilización del O2 como aceptor final de
electrones permite obtener gran cantidad de ATP a partir de la oxidación de diferentes
biomoléculas. Sin embargo, la molécula de O2 puede ser activada de distintas formas
formando una especie química llamada “radical”, es decir una molécula con desbalance
en su carga electrónica, que es capaz de robarle electrones a otras moléculas
llevándolas a la oxidación. A su vez una molécula activa de O2 puede formar otras
especies químicas oxidantes como el H2O2. En el entorno celular las especies activas
de O2 pueden oxidar a especies químicas tan importantes como las proteínas, lípidos
de membranas o DNA, causando daños importantes en la maquinaria bioquímica. Este
daño por oxidación es entonces el precio que los organismos aerobios debemos pagar
para realizar las diferentes actividades metabólicas en un entorno rico en O2.
Durante el curso de su evolución los organismos aerobios desarrollaron una
batería de defensas contra la oxidación por el O2 activado. Estos mecanismos de
defensa, en forma de antioxidantes y fitoquímicos, estabilizan, previenen o reparan a
las diferentes biomoléculas manteniendo al máximo el estatus celular reducido.
Se define estrés oxidativo como aquel tipo especial de estado bioquímico de
una célula o tejido, que puede ocurrir en plazos cortos o largos, en donde la generación
de especies químicas oxidantes rebasa la capacidad de producción o la actividad de
especies antioxidantes.
Dependiendo del nivel de estrés oxidativo alcanzado las plantas ven
modificadas sus actividades metabólicas en mayor o menor medida. Esto ocurre porque
el balance oxidación-reducción, además de cambiar la eficiencia de funcionamiento de
muchas enzimas, también es capaz de modificar el perfil de genes expresados por la
planta, generando entonces fenotipos que pudiéramos llamar orientados a la condición
de estrés. Normalmente un alto índice de oxidación resulta en poca producción o en
poca calidad de la cosecha, si es que esta se obtiene. Se busca entonces lograr que las
plantas mantengan una mayor capacidad antioxidante incluso en presencia de factores
ambientales negativos, o bien que la planta sea capaz de mantener cierto estado
metabólico o de funcionamiento aunque presente un índice alto de oxidación.
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Figura 6.1. Nomenclatura de las diferentes formas de oxígeno (modificado de McKersie, 1996).
En sistemas biológicos la disponibilidad del ión ferroso limita la tasa de reacción, pero el
reciclado de hierro de la forma férrica a la ferrosa por un agente reductor puede
mantener la reacción Fenton, generándose así radicales hidroxil. Se supone que el
superóxido puede actuar como reductor (reacción 6.2) tal como se iliustra en las medias
reacciones 6.3 y 6.4.
•
O-2 + H2O2 → O2 + •OH + OH- (6.2)
•
O-2 + Fe+3 → O2 + Fe+2 (6.4)
•
OH + R → •ROH (6.5)
•
ROH + Fe+3 → ROH + Fe+2 + H+ (6.6)
•
ROH + •ROH → R-R + 2H2O (6.8)
•
OH + RH → R• + H2O (6.9)
•
R + O2 → ROO• (6.10)
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6.1.1.1. Daño Oxidativo a los Lípidos. La reacción de radicales libres con lípidos
polinsaturados ha sido extensamente estudiada ya que se relaciona con la rancidez y el
desarrollo de malos olores y sabores en los alimentos. En el campo del estrés el daño
oxidativo a los lípidos se relaciona directamente con las reacciones de radicales libres
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
116
en membranas biológicas. Considerando las diferentes reacciones de peroxidación que
ocurren con los distintos ácidos grasos, que forman los fosfolípidos y glicolípidos de la
membrana, es difícil cubrir en este escrito toda la complejidad de estos procesos. Lo
que anota a continuación es un resumen que se refiere a un lípido general “R” y un
ácido graso específico, el linoléico, que es común en membranas celulares de plantas.
La peroxidación de lípidos (Figura 6.2) consta de tres distintos pasos: iniciación,
propagación y terminación. La reacción de iniciación entre un ácido graso insaturado
(linoléico) y el radical hidroxil implica la sustracción de un H del grupo metilvinil del ácido
graso (reacción 6.9); en el caso del linoléico esto ocurre en el carbono 11. El resultado
es la formación de un radical orgánico, una estructura de resonancia con un electrón
desapareado deslocalizado entre los carbonos 9 y 13. En la reacción de propagación
esta estructura de resonancia reacciona con el oxígeno triplete formando un radical
peroxi (reacción 6.10). En el caso del linoléico la adición ocurre en cuaquiera de los
carbonos 9 a 13. Este radical peroxi sutrae un H de un segundo ácido graso formando
un lípido hidroperóxido y un nuevo radical orgánico (reacción 6.11) que puede a su vez
participar en una nueva reacción de sustracción de H (reacción 6.10). Por lo tanto, una
vez que el radical hidroxil inicia la reacción de peroxidación sustrayendo el H, crea un
radical orgánico capaz de reaccionar con O2 triplete (sin necesidad de activación previa)
formando una reacción en cadena. El papel del radical hidroxil es análogo al de una
chispa que inicia un fuego. La base de la extrema reactividad del radical hidroxil con los
lípidos es que aún con baja concentración inicial da lugar a una reacción en cadena que
enrola al oxígeno triplete, la forma química más abundante de oxígeno en la célula.
El lípido hidroperóxido (ROOH) es inestable en presencia de Fe o cualquier otro
catalizador metálico ya que el ROOH participa en una reacción Fenton que genera
radicales libres:
R• + R• → R-R (6.13)
Figura 6.2. Peroxidación de ácido linoléico. El radical hidroxil sustrae un H del carbono 11 del
ácido graso entre los dos dobles enlaces formando agua. La deficiencia de electrones es
repartida entre los carbonos 9 a 13 formando una estructura de resonancia. El oxígeno triplete
que tiene dos electrones desapareados puede unirse a esta estructura formando un radical
peroxi. Este radical puede sustraer otro H de una segunda molécula de linoléico en una
reacción de propagación formando un lípido hidroperóxido. El rompimiento de cadenas y las
subsecuentes reacciones de entrelazamiento producen aldehídos, hidrocarbros, alcoholes y
dímeros entrecruzados (modificado de McKersie, 1996).
6.1.1.3. Daño Oxidativo al DNA. El oxígeno activado y los agentes que generan
radicales libres de oxígeno, tales como la radiación ionizante, inducen numerosas
lesiones en el DNA que causan deleciones, mutaciones y otros efectos genéticos
letales. La caracterización del daño sufrido por el DNA indicó que tanto los azúcares
como las bases son susceptibles de oxidación, causando degradación de las bases,
rompimiento de los enlaces y entralazamiento con proteínas (Imlay y Linn, 1986). La
degradación de las bases da lugar a numerosos productos, incluyendo la 8-
hidroxiguanina, hidroximetilurea, urea, timina glicol, productos saturados y anillos
abiertos de timina y adenina.
La principal causa del rompimiento de enlaces simples es la oxidación del azucar
por el radical hidroxil. En pruebas in vitro el peróxido de hidrógeno y el superóxido no
causan rompimiento de enlaces bajo condiciones fisiológicas. Por ello se supone que la
toxicidad in vivo es el resultado de reacciones Fenton con un catalizador metálico. Al
menos en E. coli estas reacciones Fenton pueden ser alimentadas por NADH. El
mutante ndh de E. coli acumula NADH como resultado de la inhabilidad del mutante
para donar electrones del NADH a la cadena respiratoria; como resultado, el mutante es
hipersensible al peróxido de hidrógeno. Los estudios de otros mutantes de E. coli
indicaron que el metal Fenton activo está unido al DNA, probablemente quelatado por
un enlace fosfodiester. Si el metal es reducido por una pequeña molécula difundible,
como el NAD(P)H o el superóxido, reaccionará con peróxido de hidrógeno para formar
el radical hidroxil (Imlay y Linn, 1986). El radical hidroxil de corta vida entonces oxida un
azúcar o base adyacente causando el rompimiento de la cadena de DNA.
El entrelazamiento del DNA con proteínas es otra consecuencia del ataque de
radicales hidroxilo sobre el DNA o sus proteínas asociadas (Oleinick et al., 1986). El
tratamiento con radiación ionizante, u otros agentes que generan radicales hidroxilo,
causa uniones covalentes timina-cisteína entre el DNA y la proteína. Aunque estos
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Figura 6.3. Esquema del sistema de transporte de electrones en la membrana de los tilacoides
mostrando tres sitios posibles de producción de oxígeno activado. O2 es oxígeno triplete en
estado basal, O2* es oxígeno singlete y O2- es el anión superóxido. En el esquema se muestra la
producción de oxígeno singlete al interaccionar el O2 con la clorofila activada en los complejos
de captura de radiación, se indica también la producción de superóxido en el lado oxidante (el
que particiona el agua) del fotosistema II, se anota por último la producción de superóxido a
partir de oxígeno en estado triplete por la ferredoxina en el lado reductor del fotosistema I
(modificado de McKersie, 1996).
Figura 6.5. Representación esquemática del sistema de transporte de electrones del citocromo
P450 en el retículo endoplásmico mostrando un probable sitio de producción de superóxido. El
citocromo P450 reacciona primero con su sustrato orgánico, RH. El complejo es reducido por una
flavoproteína para formar un radical intermediario que puede reaccionar con el oxígeno triplete
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•
O-2 +•O-2 + 2H+ → H2O2 + O2 (6.17)
por lo cual la actividad de esta enzima determina la proporción relativa de los dos
constituyentes de la reacción que genera radicales hidroxilo (reacción 6.2). Ya que la
SOD se encuentra en todos los organismos aeróbios así como en todos los
compartimientos celulares que generan oxígeno activado, se supone que la SOD tiene
un papel central en la defensa contra el estrés oxidativo (Bowler et al., 1992). Se
conocen tres diferentes tipos de SOD que se clasifican en base al cofactor metálico. Se
tienen las isozimas de SOD con cobre/zinc (Cu/Zn-SOD), con manganeso (Mn-SOD) y
con hierro (Fe-SOD) (Bannister et al., 1987). Estas isozimas pueden separarse por
electroforesis en gel de poliacrilamida, su actividad detectada por tinción negativa e
identificadas en base a la sensibilidad relativa al KCN y H2O2. La Mn-SOD es resistente
a ambos inhibidores; la Cu/Zn-SOD es sensible a ambos inhibidores; la Fe-SOD es
resistente al KCN pero sensible al H2O2. La distribución subcelular de estas isozimas es
asimismo distintiva. La Mn-SOD se encuentra en las mitocondrias, algunas Cu/Zn-SOD
se localizan en el citosol o en los cloroplastos. En cuanto a las Fe-SOD estas no
siempre se detectan en plantas, pero cuando esto ocurre siempre se asocian con los
cloroplastos (Bowler et al., 1992). Las Mn-SOD y Fe-SOD procarióticas, y las Cu/Zn-
SOD eucarióticas son dímeros, mientras que la Mn-SOD de las mitocondrias son
tetrámeros (Scandalios, 1993). Todas las SOD son codificadas en el núcleo y son
marcadas para su respectivo destino subcelular por medio de una secuencia terminal
específica.
Las células procariotas y muchas algas eucariotas contienen tan solo isozimas
Mn-SOD y Fe-SOD, las cuales se cree son las formas más antiguas de la enzima. En la
bacteria E. coli la actividad de SOD es regulada transcripcionalmente por el operón
SOX RS (Farr y Kogoma, 1991). En las plantas la actividad de SOD aumenta en
respuesta a estímulos ambientales negativos diversos así como xenobióticos
incluyendo el paraquat, alta irradiancia, inundación y sequía. Aparentemente cada una
de las isozimas de SOD es regulada independientemente, de acuerdo al grado de
estrés oxidativo experimentado en los respectivos compartimientos subcelulares. Se ha
sugerido que la regulación de esta actividad depende de señales bioquímicas
6.1.3.2. Catalasa. La catalasa es una enzima con un grupo prostético hemo que
cataliza la dismutación del peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. La enzima es
encontrada en todos los eucariotas aerobios y es importante en la remoción del
peróxido de hidrógeno generado durante el ciclo del glioxilato en la fotorespiración, la β-
oxidación de lípidos en los peroxisomas y el catabolismo de la purina. Las catalasas
son tetrámeros de peso molecular mayor a 220,000. Se han descrito varias formas de
catalasa en las plantas. En el maíz se conocen tres isoformas denominadas cat-1, cat-2
y cat-3 con expresión y regulación independientes (Scandalios, 1990). Las isoformas
cat-1 y cat-2 se localizan en los peroxisomas y el citosol, mientras que cat-3 es
mitocondrial. El exámen de la estructura de la catalasa del higado de vacunos mostró
cuatro sitios de unión para el NADPH en cada tetrámero (Fita y Rossmann, 1985), sitios
no cercanamente asociados con el centro de reacción del peróxido de hidrógeno. Tal
parece que el NADPH funciona en las catalasas animales como protector contra la
inactivación por peróxido de hidrógeno (Kirkman et al., 1987). La catalasa de papa, en
cambio, no contiene sitios de unión con NADPH (Beaumont et al., 1990). Considerando
esto es interesante notar que la catalasa es muy sensible a la luz y presenta una alta
tasa de recambio en tasa similar en magnitud a la proteína D1 del PSII (Hertwig et al.,
1992). Al parecer esto es resultado de la absorción de radiación por el grupo hemo o
bien por inactivación por peróxido de hidrógeno. A pesar de que algunas condiciones
ambientales que inducen estrés, como la salinidad, alta o baja temperatura, dan lugar a
disminución en la tasa de recambio de proteínas, la actividad de catalasa disminuye
fuertemente bajo las condiciones mencionadas (Hertwig et al., 1992). Es probable que
este hecho tenga significado considerando la habilidad de la planta para tolerar los
componentes oxidativos del estrés.
Figura 6.6. Estructura del ácido ascórbico y de sus metabolitos (modificado de McKersie, 1996).
Estas reacciones indican que existen dos productos de la oxidación del ascorbato,
monodehidroascorbato y dehidroascorbato, que representan la transferencia de uno y
dos electrones, respectivamente (Figura 6.7). El monodehidroascorbato puede
dismutarse espontáneamente (reacción 6.21) o ser reducido en ascorbato por la
NADPH monodehidroascorbato reductasa (reacción 6.22):
Figura 6.7. Síntesis y degradación del ácido ascórbico en tejidos vegetales (modificado de
McKersie, 1996).
Figura 6.8. El ciclo redox del ascorbato en los cloroplastos conocido como la vía de Halliwell-
Asada (Modificado de Inzé y Van Montagu, 1995).
Figura 6.9. Síntesis de GSH acoplada a su demanda y multiregulación del nivel de GSH. Este
último se controla de forma dinámica haciendo variar la tasa de síntesis respecto a la de
consumo. Del lado izquierdo aparecen esquematizados los diferentes pasos de la síntesis del
GSH descritos en el texto. Del lado derecho aparecen los sitios en que se utiliza el GSH:
desintoxicación de xenobiótticos (x) formando conjugados (GS-X), síntesis de fitoquelatinas
(PCs), reducción del dehidroascorbato (DHAs) en ascorbato (As) y reducción del tocoferol
oxidado. Se supone que el propio GSH regula negativamente la actividad de síntesis de γ-EC y
que la presencia de metales pesados o jasmonato inducen el incremento en la transcripción de
los genes que codifican las enzimas biosintéticas, aunque este hecho no se traduce
necesariamente en mayor concentración de GSH (modificado de Xiang y Oliver, 1998).
3
Chl• + 1β-caroteno → 1Chl + 3β-caroteno• (6.31)
3
β-caroteno• → 1β-caroteno + calor (6.32)
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6.3.1. Introducción
Todas las plantas cultivadas en campo abierto en alguna etapa de su ciclo de
vida llegan a sufrir por algún tipo de estrés, ya sea físico, biológico o edáfico, sin
embargo cualquiera que sea el estrés, este contribuye a la reducción de los
rendimientos. Considerando esta situación el hombre siempre ha buscado incrementar
rendimientos, proporcionando al cultivo las mejores condiciones para su desarrollo o
seleccionando genotipos con mayor tolerancia considerando solo la expresión final de
un gen o grupo de genes.
Si se considera que un cambio en un factor ambiental puede inducir un
estimulo hacia la expresión de un gen, resulta importante desde el punto de vista
fisiológico, conocer la ruta de expresión de dicho gen, hasta la manifestación en el
fenotipo. Lo anterior con el objetivo de hacer un manejo mas eficiente de la planta aún
bajo condiciones de estrés, de tal manera que el rendimiento se afectado lo menos
posible.
Bray (1993) indica que el déficit de agua induce una serie de complejas
respuestas se inician con la percepción del estrés, el cual estimula una serie de genes
cuya expresión se manifiesta a nivel enzimático, dando como consecuencia cambios a
nivel celular, fisiológico y a nivel de desarrollo. El grupo de respuestas depende de la
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
143
severidad y duración del estrés, del genotipo, etapa de desarrollo y factores inductores
del estrés, agrega además que; en años recientes se han realizado esfuerzos
tendientes hacia el aislamiento de genes que se expresan durante el déficit de agua
para estudiar la función de los productos resultantes de la expresión del gen bajo
sequía, y los senderos que conducen a la expresión del mismo.
Foyer et al. (1994) en cambio dicen que a nivel de planta el efecto del estrés es
generalmente percibido como una disminución en la fotosíntesis y crecimiento, y este es
asociado con alteraciones en el metabolismo del C y N. A nivel molecular, los efectos
negativos del estrés sobre hojas pueden ser en parte una consecuencia del daño
oxidativo a importantes moléculas, como resultado de un desbalanse entre la
producción de O2 activado y defensas antioxidantes.
Cuando las plantas son expuestas aun estrés ambiental como alta intensidad
luminosa, temperatura extrema, sequía, tratamientos con herbicidas, o deficiencias
minerales, el balance entre la producción de tipos de oxigeno reactivo y la supresión de
la actividad de los antioxidantes es reducida, resultando frecuentemente un daño
oxidativo (Cakmak y Marschner, 1992; Spychalla y Desborough, 1990).
Aunque los factores causantes de estrés en las plantas pueden ser muy diversos
los más frecuentes se pueden agrupar en tres grupos principales que son; estreses
edáficos, físicos o climáticos y biológicos. Dentro del estrés edáfico es posible
considerar la falta o exceso de agua, deficiencias o excesos minerales y pH del suelo.
Los principales factores del clima causantes de estrés, son; las bajas o altas
temperaturas, altas o bajas concentración de gases en el aire y altas o bajas
intensidades de luz, por su parte Bowler et al., (1992) indican que en las plantas las
condiciones ambientales tales como temperaturas extremas y/o estrés por agua,
especialmente en combinación con altas intensidades luminosas, ozono ambiental o
dióxido de azufre, además algunos patógenos pueden causar daños por estrés
oxidativo por sobreproducción de algunos tipos de oxigeno tóxico. Este ultimo factor o
los patógenos, que llega a causar estrés también llegan a ocasionar alteraciones
importantes en las plantas.
En este escrito se trataran algunos tipos de estrés de los ya comentados
anteriormente y su influencia sobre la expresión de genes, tomando en cuenta que la
expresión de un gen durante el estrés, no garantiza que un producto génico proporcione
1. Bohnert, H.J. and B. Shen. 1999. Transformation and compatible solutes. Sci. Hort.
78:237-260.
2. Dunwell, J.M. 2000. Transgenic approaches to crop improvement. J. Exp. Bot. 51
GMP: 487-496.
3. Zobel, R.W. 1995. Genetic and environmental aspects of roots and seedling stress.
HortScience 30:1189-1192.
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6.4.1.1. INTRODUCCION
Como parte de las actividades de investigación de nuestro grupo se encuentra el
estudio y potencial aplicación agrícola de compuestos oxidantes, antioxidantes e
inductores de resistencia. Estos compuestos se aplican de manera exógena a las
semillas, plántulas, plantas o frutos. Las vías de aplicación son por medio de la semilla,
rizoma, bulbo o tubérculo, en la solución nutritiva, en el sustrato de crecimiento o bien
por vía foliar o en la superficie de la fruta. Hasta el momento los resultados indican que
esta tecnología es de potencial utilidad para aplicarse en la producción agrícola en
campo abierto e invernadero.
Figura 1. Dinámica de crecimiento de las plántulas de lechuga. Las fechas indican los tiempos
de aplicación del estrés de agua.
Tabla 1.- Biomasa fresca de las plántulas de cebolla (g planta-1) después del primer estrés.
Las diferencias observadas parecen partir de la habilidad reportada del quitosán para activar las
respuestas de defensa de la planta induciendo la formación de especies reactivas de oxígeno
[3]. Aunque el efecto puede imitarse aplicando H2O2 (Vera de Jesús, datos no publicados) o
ácido salicílico [8], estos son inductores no específicos de las respuestas de defensa. El punto
interesante para el quitosán es que se comporta como activador específico, dependiendo la
especificidad del peso molecular del compuesto[9]. Tal vez ello explicaría la menor sensibilidad
al estrés de las plantas tratadas con PQ15 en comparación con las tratadas con PQ que no fue
estadísticamente diferente al testigo.
En cuanto a las plantas llevadas a las macetas sin someterlas al estrés hídrico no se
observaron diferencias entre tratamientos para el caso de la cebolla, mientras que para la
lechuga se presentó menor biomasa en las plantas tratadas con los complejos PQ15 y PQ. En
el estudio reportado por Raygoza [2] se encontró mayor biomasa en las plantas no estresadas
tratadas con quitosán en solución de ácido acético. En cambio, en el presente trabajo se
encontró que en ausencia de estrés los complejos de quitosán y poliácido acrílico ejercieron un
efecto negativo. Es probable que este efecto surja de la señalización supuestamente ejercida
por los compuestos aplicados o bien por una posible acción negativa del poliácido acrílico.
Se concluye que el complejo PQ15 ejerció un efecto positivo sobre el crecimiento de las plantas
bajo condiciones de estrés. En ausencia de condiciones ambientales negativas no se observó
beneficio al aplicar los complejos PQ y PQ15.
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2. Raygoza, J.M. Tesis de Licenciatura, UAAAN, 2001.
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
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3. Lee, S., H. Choi, S. Suh, I.S. Doo, K.Y. Oh, E.J. Choi, A.T. Schroeder, P.S. Low, Y. Lee.
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5. Dubery, I.A., L.G. Teodorczuk, A.E. Louw. Mol. Cell Biol.. Res. Commun. 3 (2000) 105.
6. Ohta, K., A. Taniguchi, N. Konishi, T. Hosoki. Hort Sci. 34 (1999) 233.
7. Rathke, T.D. and S.M. Hudson. J.M.S.-Rev. Macromol. Chem. Phys. C34(1994)375.
8. Salazar, A.M. Tesis de Licenciatura, UAAAN, 2001.
9. Cuero, R.G. EXS (1999) 315.
SUMMARY. H2O2 and salicylic acid (AS) are signaling compounds of potential utility for the agronomic
handling of plant stress. With the objective of studying the response of plants to this substances in a
stress condition, the seeds of muskmelon were 12 hours submerged in water solutions of H2O2 and AS.
Next the seeds were transferred to saline NaCl solutions in order to germinate in the laboratory. Then the
seedlings were placed in containers in the greenhouse. Seeds treated with H2O2 1 mM showed better
and fast germination in the NaCl solutions. In the same way the seedlings coming from H2O2 treated
seeds showed better growth in the greenhouse. On the other hand the treatment with AS did not give rise
to any advantage in seed germination or seedling growth.
Cuadro 1. Valores promedio del número de semillas germinadas por caja petri en los conteos
realizados entre los días tres y nueve después del inicio del experimento.
TRATAMIENTO
CONCLUSIONES. El pretratamiento de semilla de melón con H2O2 1 mM dio lugar a más rápida
y mejor germinación en medio salino. La biomasa de las plántulas después del trasplante fue
asimismo mayor en las semillas pretratadas con H2O2. Por su parte el AS presentó efectos no
significativos o negativos sobre la germinación y biomasa.
BIBLIOGRAFÍA.
1. McDowell, J.M. and J.L. Dangl. 2000. Trends Biochem. Sci. 25:79-82.
2. Inzé, D. and M. Van Montagu. 1995. Curr. Opin. Biotech. 6:153-158.
Figura 1. Valores promedio y error estándar del número de semillas germinadas por caja petri
en el medio de 100 mM de NaCl. La flecha en el gráfico indica la curva correspondiente al
número de semillas germinadas en el pretratamiento de 1 mM H2O2.
6.4.2.1. Introducción. La actividad agrícola actual debe estar basada en una tecnología
de manejo de los cultivos que les permita desempeñar tres funciones principales que
constituyen la base para obtener rendimientos óptimos.
* La formación del producto final (Granos, hojas, tubérculos, bulbos ...) de acuerdo con
la eficacia de transformación de los estímulos ambientales y de los minerales en
productos primarios a través del metabolismo.
La cantidad y la calidad del producto final depende por lo tanto de que la planta realice
con eficacia, de manera constante y oportuna estas tres funciones de acuerdo con los
requerimientos de cada fase fenológica. Los cultivos, para alcanzar esta magnitud en la
realización de estas actividades básicas, requieren de un manejo fundamentado en el
conocimiento y determinación de:
En la actualidad, los productos que se aplican en la agricultura están integrados por una
lista interminable en donde cada fabricante, formulador y vendedor sostiene que el suyo
es el mejor; el más efectivo y contundente.
Las plantas antes de producir, requieren de un período de tiempo durante el cual surgen
acontecimientos precisos que inician en un momento determinado para terminar en otro.
El período de tiempo durante el cual se lleva al cabo estos eventos es conocido
agronómicamente como ciclo fenológico y va desde la germinación hasta la cosecha.
Durante el ciclo fenológico, la planta interactúa con el medio ambiente y todos sus
elementos (temperatura, humedad, insolación); el suelo y sus elementos (nutrimentos,
materia orgánica, sales, carbonatos, arcillas, microorganismos) y con el agua y sus
componentes (pH, conductividad, sales, carbonatos).
Los productos SINER son utilizados para resolver los problemas fisiológicos,
metabólicos, de crecimiento y desarrollo que tienen mayor impacto sobre la cantidad y
calidad de los rendimientos. La inducción de este sinergismo en un momento
determinado del ciclo fenológico del cultivo es determinante para una mayor calidad y
cantidad de la producción.
BELA
Desinfectante e inhibidor orgánico de hongos y bacterias.
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Fuentes enzimáticas. 12.62
Activadores enzimáticos. 12.52
Ácido clorídrico (grado alimenticio) 05.00
Cobre orgánico. 02.00
Sorbato de Potasio y acondicionadores orgánicos 30.00
Extractos de plantas como fuente
de alcaloides, saponina y enzimas. 37.86
TOTAL 100.00
Qué es BELA ?
BELA es un producto obtenido a base de extractos orgánicos de plantas y de otras
substancias (ácido clorídrico, cobre, oxidantes, humectantes y penetrantes) con grado
alimenticio. Es altamente eficaz para inhibir la gran mayoría de los hongos y bacterias
fitopatógenos; por lo cual para obtener una mayor efectividad, la aplicación debe lograr
un total cubrimiento de la hoja tanto en el haz como en el envés. Su período de
protección varía de 10 a 15 días después de la aplicación. BELA es estable y eficaz en
suelos ácidos, neutros y alcalinos.
Cuando se expone BELA directamente a los rayos solares la degradación que sufre
puede ser considerable por lo cual se requiere guardarlo en su envase original bien
cerrado. Para la APLICACIÓN FOLIAR se recomienda utilizar agua con pH mayor de 6
y realizarla en las tardes cuando hay bajo nivel de radiación solar.
En la pared de la bacteria, del micelio y de los cuerpos fructíferos de los hongos, esta
inhibición produce en primera instancia un bloqueo de las síntesis de substancias
fundamentales en la pared, una ruptura de la misma, y posteriormente su plasmólisis.
Cuando se aplica BELA en el suelo a través de los sistemas de riego las saponinas, las
antocianinas, los alcaloides y otros inibidores enzimáticos se adhieren a las partículas
del suelo para posteriormente liberarse lentamente incrementándose así su tiempo de
actividad inhibidora contra aquellos microorganismos (hongos, bacterias y virus) cuyo
funcionamiento de la pared celular depende de las enzimas .
APLICACIONES FOLIARES
BELA es una solución orgánica que tiene un amplio espectro de inhibición de los
hongos y bacterias. En la mayoría de los casos se obtiene de un 90 a 100% de
inhibición aplicando de 2.5 hasta 4 litros por ha dependiendo del grado de infestación y
del volumen de agua aplicado por ha.
APLICACIONES AL SUELO
ASPERSIÓN O INYECCIÓN TÓPICA.
1- Para inhibir a Fusarium sp y Rhizoctonia solani en el suelo.
Aplicar en forma tópica una solución de 2.5% BELA a razón de 10 a 15 cc a la base del
tallo sobre mojado y repetir de los 15 a 20 días después.
Aplicar en surco abierto 2.0 litros de BELA por cada 100 litros de agua.
Como nota importante para obtener un control efectivo de las enfermedades con la
aplicación del BELA, es importante saber:
1- Que el producto actúa de acuerdo con la concentración (20 cc o más por litro de
agua aplicado) y no por la cantidad de producto por ha.
2- Que el tipo de aplicación debe ser bajo volumen (150, 250 y 300 litros por ha); ultra
bajo volumen (80 litros o menos por ha).
3- Cuando se requiere de APLICACIONES de alto volumen (400 hasta 1000 litros por
ha) no se recomienda la aplicación ya que el costo puede ser elevado por el uso de
mayor cantidad de producto.
4- Que la aspersión cubra totalmente la hoja.
No existe un tiempo límite entre la última aplicación y la cosecha ya que no es tóxico y
solo se recomienda lavar el fruto o la hoja antes de consumirlo.
REGULADORES DE CRECIMIENTO
S I N E R G R O TF
Complejo de fitohormonas naturales y activadores metabólicos de la plantas
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Extractos de algas marinas y de plantas como fuente de fitohormonas naturales
INFORMACIÓN GENERAL
Qué es SINERGRO TF ?
SINERGRO TF SINERGRO TF es un complejo de fitohormonas naturales de extractos
de algas marinas y de plantas más los principales activadores metabólicos (ácido
pantoténico, niacina, tiamina, ácido fúlvico y ácido glutámico) de las plantas para ser
aplicado en forma foliar y en el riego. Su alta concentración de fitohormonas en forma
orgánica crea una interacción con los activadores metabólicos para producir un
sinergismo a nivel fisiológico y metabólico en la planta. Este efecto sinergista permite a
los cultivos expresar al máximo posible su potencial genético tanto bajo condiciones
adversas como óptimas aplicando una dosis inferior a la de los reguladores de
crecimiento convencionales.
MECANISMO DE ACCIÓN
Las plantas cultivadas se caracterizan por tener una respuesta determinada a la luz y a
la temperatura tanto a nivel fisiológico, metabólico, nutricional así como a nivel de
crecimiento y desarrollo.
La magnitud de esta respuesta en cuanto a producción en relación a los factores antes
mencionados ha permitido de separar a los cultivos en plantas eficientes: C4 y no
eficientes C3.
Un análisis de la interacción entre estos dos grupos (C4 y C3) de plantas cultivadas, la
acción de la luz, temperatura y metabolismo ha permitido establecer algunas bases para
manejar los cultivos mediante la aplicación de productos específicos que permitan
contrarrestar los efectos de la temperatura baja y alta, la luminosidad baja y alta en los
cloroplastos. Esto permite lograr una buena producción bajo condiciones de luminosidad
y temperatura por debajo o arriba de los niveles mínimos requeridos.
APLICACIONES FOLIARES
SINERBA PLUS
Balance de ácido húmico, ácido fúlvico, potasio y de activadores fisiológicos y
metabólicos.
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Ácido Húmico (477.8 g)
47.78
Ácido Fúlvico (413.1 g)
41.31
Potasio
08.90
Ácido glutámico (8000 ppm)
00.80
Ácido pantoténico (2000 ppm)
00.20
Ácido nicotínico (2000 ppm)
00.20
SINERBA PLUS es suspendible en agua desde 250 hasta 350 g aforado a un litro de
agua bajo condiciones de temperatura ambiente y genera un pH de alcalino; su
densidad es de 0.5 a 0.6 kg/litro
Respuestas: SINERBA PLUS tiene alto contenido de ácidos húmico y fúlvico con
estructura molecular larga y cargada de grupos funcionales tales como hidroxilos,
aminas y carboxilos. Esto le permite reaccionar con los iones mediante atracción
electrostática y formar complejos orgánico - minerales así como agregados en el suelo lo
cual mejora la circulación del agua y del aire . Este nuevo elemento; húmico mineral es
un coloide de alta actividad. La fracción fúlvica estimula varias reacciones enzimáticas
en la planta lo que repercute en la mayoría de los procesos fisiológicos que controlan la
floración, fructificación, crecimiento y desarrollo en general. La porción húmica es la que
tiene mayor interacción con el suelo para mejorar sus características fisicoquímicas.
La alta afinidad entre los ingredientes activos del SINERBA PLUS y las enzimas
transportadores del plasmalema permite al SINERBA PLUS incrementar la velocidad de
transporte y de difusión de los nutrimentos, los plaguicidas y herbicidas cuando se
aplican en mezcla.
La interacción entre los húmicos y los nutrimentos para transformarlos en coloides por
un lado; y de los fúlvicos con las enzimas transportadores del plasmalema permite al
SINERBA PLUS incrementar la velocidad de transporte y de difusión de los nutrimentos,
del suelo hacia la planta.
Los ácidos glutámico, nicotínico y pantoténico de SINERBA PLUS, son utilizados por la
planta para generar mayor cantidad de energéticos por unidad de fósforo en menor
tiempo y con poco requisito de desgaste metabólico. Esto asegura el sostenimiento de
un desarrollo y crecimiento óptimos de la planta, incluso en condiciones máximas, más
aún en condiciones críticas. Esto, constituye la gran diferencia entre SINERBA PLUS
y los otros productos que contienen ácidos húmicos y fúlvicos. Este sinergismo
entre los activadores metábolicos, los húmicos y fúlvicos hace que SINERHUMUX
MAXI tenga una mayor suspendibilidad y que se pueda usar una menor dosis para
Para lograr una aplicación adecuada del SINERBA PLUS en el suelo con el fin de
compensar los efectos negativos del déficit de materia orgánica y obtener una buena
absorción de los nutrimentos, es de suma importancia tomar en cuenta algunos
parámetros para lograr una buena dosificación:
* Saber o analizar el contenido de materia orgánica en el lote
* Dividir el lote conforme a su contenido de materia orgánica
A- Inferior a 2%
B- Inferior a 3%
C- Superior a 3%
Cereales.
1- SUELOS CON MENOS DE 2% DE MATERIA ORGANICA.
* Etapa de plántula: 0.75 kg/ha.
* Amacollamiento y/o segundo nudo: 1.0 kg/ha.
* Embuche: 0.75 kg/ha.
* Grano lechoso: 2.5 kg/ha.
2- SUELOS CON MENOS DE 3% DE MATERIA ORGANICA.
* Etapa de plántula: 0.50 kg/ha.
* Amacollamiento y/o segundo nudo: 0.50 kg/ha. * Embuche: 0.5 kg/ha.
Aplicación en invernadero.
* 2 hojas verdaderas: 0.25 g/litro.
* 4 hojas verdaderas: 0.50 g/litro.
* 6 hojas verdaderas: 0.5 g/litro.
* 10 hojas verdaderas: 0.75 g/litro.
REGULADORES DE CRECIMIENTO
FRUT SINER
COMPOSICIÓN
Porcentaje en
peso
Ácido giberélico (8000 ppm) 0.80
Auxina (1500 ppm) 0.15
Vitaminas (3000 ppm) 0.30
Ácido húmico (64330 ppm) 6.43
Ácido fúlvico (63660 ppm) 6.36
Acondicionadores 85.96
TOTAL 100.00
Qué es FRUTSINER ?
FRUTSINER induce esta elasticidad en los tejidos de la flor, del frutillo así como del
tubérculo, del fruto y del bulbo mediante un efecto específico que se genera a nivel de
los primordios celulares de tejidos después de su aplicación. Este efecto consiste en
incrementar la división de los primordios celulares en mayor número de fragmentos así
como la elasticidad de los mismos.
FRUTSINER aporta también a la planta la auxina que induce una mayor elasticidad en
las células, lo que favorece un crecimiento y desarrollo más compacto y sostenido; la
giberelina que promueve y activa el crecimiento y desarrollo del tejido en poco tiempo y
en forma sostenida. La conjunción de estos efectos a nivel de los tejidos, que sostienen
APLICACIONES FOLIARES
Cítricos.
*150 g por cada 200 litros de agua al inicio de la formación del fruto y repetir 15 días
después con 200 g por cada 200 litros de agua.
Mango y papayo.
*150 g por cada 200 litros de agua al inicio de la formación del fruto y 200 g por cada
200 litros al inicio del desarrollo de la fruta.
Brócoli y coliflor.
* 150 g por cada 200 litros de agua al inicio de la formación del meristemo del fruto
(inflorescencia), y repetir 20 días después.
Espárrago.
* 200 g por cada 200 litros de agua al inicio de la formación del turión y repetir 20 días
después con 150 g por cada 200 litros de agua.
* aplicar cada 15 días a partir del primer corte con 150 g por cada 400 litros de agua.
RAIZ SINER
Estimulante enraizado activado con vitaminas, ácidos húmicos y fúlvicos
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Ácido húmico (72300 ppm) 7.23
Ácido fúlvico (62600 ppm) 6.26
K 18.71
N 13.44
Vitaminas (4000 ppm) 0.40
Auxinas (2700 ppm) 0.27
Acondicionadores 53.69
TOTAL 100.00
F U L M I G I B 20
Ácido giberélico activado con substancias húmicas, fúlvicas y vitaminas para la inducción
floral, la germinación de semillas y brotación de tubérculos y bulbos, así como
crecimiento y desarrollo de los cultivos
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Ácido giberélico (20000 ppm)
02.00
Qué es FULMIGIB 20 ?
FULMIGIB 20 es un producto diseñado para suministrar a la planta la giberelina junto
con las substancias húmicas, fúlvicas y vitaminas al mismo tiempo.
FULMIGIB 20 es una formulación sólida (polvo) 100% soluble en agua bajo condiciones
de temperatura ambiente, no altera el pH de la solución; se recomienda aplicar el
producto en un plazo no mayor de 12 horas después de disolverlo en agua.
Cuando se expone FULMIGIB 20 directamente a los rayos solares puede sufrir severas
degradaciones. Para la APLICACIÓN se recomienda utilizar agua con pH mayor de 6.5
y debe realizarse en la tarde o en la mañana cuando hay bajo nivel de radiación solar.
*En la semilla una alta interacción endógena de las hormonas que impulsan la
germinación.
*Una rápida actividad metabólica para transformar las reservas energéticas en energía
que sostendrá los procesos que permiten la germinación y el crecimiento inicial.
*Una rápida y uniforme diferenciación del embrión y del brote.
*Un rápido crecimiento y desarrollo de las raíces.
*Una uniforme y rápida germinación y emergencia.
FULMIGIB 20 puede ser utilizado a varías dosis dependiendo del tipo de planta y el
propósito de su uso. Para la APLICACIÓN foliar, es necesario tomar en cuenta algunas
relaciones entre la cantidad del FULMIGIB 20, el porcentaje de dilución (ppm) y la
cantidad de agua utilizada.
FULB 20 Agua húmicos fúlvicos GA3 vita.
(litros) (ppm) (ppm) (ppm) (ppm)
• APLICACIONES foliares
1.- Aspersión foliar (avión, terrestre).
Cereales.
Espárrago.
0.5 - 0.75 g/litro de agua aplicado/ha (10 - 15 ppm) durante el inicio de la formación del
turión y repetir 15 a 20 días después.
Algodón.
0.25 - 0.5 g/litro de agua aplicado/ha (5 - 10 ppm
durante el inicio de la formación de los cuadros
para uniformizar el tamaño y desarrollo de los
cuadros.
Cucurbitáceas.
0.5 g/litro de agua aplicado/ha (10 ppm) al inicio del crecimiento de la primera floración y
repetir cada 15 días.
FERTILIZANTES FOLIARES
S I N E R-K 450
Potasio foliar activado con vitaminas y ácidos húmicos y fúlvicos
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Potasio de asimilación inmediata 45.00
Ácido húmico (7200 ppm) 0.72
Ácido fúlvico (6200 ppm) 0.62
Ácido pantoténico (1000 ppm) 0.10
Nitrógeno 12.79
Acondicionadores 40.77
TOTAL 100.00
INFORMACIÓN GENERAL DE
SINER-K 450
Porque aporta a la planta una mayor cantidad de potasio activado con los ácidos
pantoténico, fúlvico y húmico.
SINER-K 450, es una reacción de K con tiamina, ácido pantoténico y ácidos fúlvico y
húmico para obtener 450 g de K 100% activado y soluble en agua bajo condiciones de
temperatura ambiente. Después de disolverlo en agua el pH de la solución varía de
neutro a alcalino y se recomienda aplicar el producto en un plazo no mayor de una
semana vez disuelto.
Cuando se expone SINER-K 450 directamente a los rayos solares la degradación que
sufre por los mismos es realmente poca por lo cual no hay medidas específicas. Para la
Este nuevo potasio (potasio activado) incrementa la consistencia de los tejidos; la tasa
de translocación de los fotosintatos hacia los tejidos de reserva (frutos, tubérculos,
bulbos, granos y flores) durante su fase de maduración por su alta afinidad con los
fotosintatos.
La interacción entre los húmicos y fúlvicos con el potasio permite secuestrarlo con
eficacia lo cual aumenta su afinidad con las enzimas transportadoras del plasmalema
por la acción del fúlvico y el nuevo potasio se distribuye rápida y uniformemente en la
planta. Esta característica del SINER-K 450 le permite incrementar la acumulación de las
reservas en las yemas florales lo que se manifiesta en una rápida e uniforme floración
en los árboles tropicales (cítricos, mango, aguacate, guayaba y papaya)
APLICACIONES FOLIARES
Frutales tropicales (cítricos, mango, aguacate, guayaba, papaya)
15 a 20 días antes del inicio de la floración para su inducción y uniformización: 2.00-
3.00 kg/ha
Inicio de la formación de frutas: 2.00 - 2.50 kg/ha
Desarrollo de frutas: 3.00 - 3.50 kg/ha
Espárrago, papa
Inicio de la formación del turión: 2.00 - 2.50 kg/ha
Desarrollo del turión, del tubérculo (papa):
3.00 - 3.50 kg/ha
Alfalfa
Después de cada corte, a los 4 a 5 días de la formación de las hojas verdaderas: 2.00 -
2.50 kg/ha
Cultivos ornamentales
Formación de los botones florales: 1.00 kg/ha
Desarrollo de la flor: 2.00 kg/ha
Cebolla y ajo.
Inicio de la formación del bulbo (7 hojas verdaderas): 2.00 kg/ha
Dos semanas después: 2.50 - 3.00 kg/ha
S I N E R F O S 490
Fósforo foliar activado con vitaminas y ácidos húmicos y fúlvicos
COMPOSICIÓN
Porcentaje en peso
Fósforo de asimilación inmediata 49.20
Ácido húmico (7200 ppm) 0.72
Ácido fúlvico (6200 ppm) 0.62
Ácido pantoténico (1000 ppm) 0.10
Nitrógeno 11.81
SINERFOS 490 es una reacción de P con ácido pantoténico, ácidos fúlvico y húmico
para obtener 490 g de P 100% activado y soluble en agua bajo condiciones de
temperatura ambiente. Después de disolverlo en agua el pH de la solución varía de
neutro a alcalino y se recomienda aplicar el producto en un plazo no mayor de una
semana después.
Cuando se expone SINERFOS 490 directamente a los rayos solares la degradación que
sufre por los mismos es realmente poca por lo cual no hay medidas específicas.
RESPUESTA: La reacción del P con el ácido pantoténico y los ácidos fúlvico y húmico
permite obtener un fósforo activado y de esta manera, las funciones fisiológicas y
metabólicas de este nuevo fósforo se duplica en comparación con cualquier otra fuente
de fósforo, esto confiere a SINERFOS 490 una alta estabilidad y eficacia en
APLICACIÓN foliar.
Este nuevo fósforo (fósforo activado) impulsa el desarrollo de los cultivos durante su fase
de crecimiento, floración, formación y desarrollo de los frutos ya que tiene una mayor
capacidad para producir las reservas energéticas (ATP, ADP, AMP) en poco tiempo.
Esta característica se debe a la interacción entre los ácidos húmicos y fúlvicos y el
fósforo que permite secuestrarlo con eficacia lo cual aumenta su afinidad con los
aminoácidos para formar los ATP, ADP y AMP necesarios para un mayor prendimiento y
desarrollo de flores, frutos, bulbos y tubérculos.
APLICACIONES FOLIARES
Frutales tropicales (cítricos, mango, aguacate, guayaba, papaya)
* Inicio del botón floral: 2.00 kg/ha.
* Inicio del desarrollo de la fruta: 3.00 kg/ha.
Espárrago, papa
* Inicio de la formación del turión: 2.00 kg/ha
* Inicio del desarrollo del turión, del tubérculo (papa): 200 - 2.50 kg/ha
* Crecimiento del tubérculo y turión: 3.00 - 3.50 kg/ha.
Alfalfa
* Después de cada corte a los 4 a 5 días de la formación de las hojas verdaderas: 1.00 -
1.50 kg/ha
Cultivos ornamentales
S I N E R B A N-P-K
Fertilizante foliar N-P-K activado con vitaminas, ácidos húmicos y fúlvicos
RESPUESTA: La reacción del N-P-K con el ácido pantoténico y los ácidos fúlvico y
húmico permite obtener un balance de N-P-K activado y de esta manera, las funciones
fisiológicas y metabólicas de cada uno de estos nuevos elementos se duplica en cuanto
a interacción en comparación con cualquiera de ellos en forma aislada. El efecto de esta
interacción sobre la fisiología y el metabolismo es requerido cuando el cultivo necesita
un balance de N-P-K durante las etapas de desarrollo inicial, inicio de la floración y de la
fructificación. Esto confiere a SINERBA N-P-K una alta estabilidad y eficacia en
APLICACIÓN foliar durante las fases antes mencionadas.
APLICACIONES FOLIARES
Frutales tropicales (mango, cítricos, aguacate, guayaba, papaya).
* Inicio del crecimiento de los brotes: 2.0 kg/ha
* Inicio del desarrollo de los frutos: 3.00 kg/ha
Cebolla y ajo.
* Inicio de la formación de las 3 primeras hojas verdaderas: 2.00 kg/ha
* Dos semanas después: 3.00 - 3.50 kg/ha.
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RESUMEN
Este ensayo pretende ilustrar el estado actual de la investigación básica y aplicada respecto a las funciones del
ácido salicílico (AS) en las plantas así como las posibles aplicaciones prácticas del AS en la actividad agrícola. El
AS es un compuesto encontrado en todos los tejidos de las plantas. Su concentración se eleva cuando las células,
órganos o plantas completas son sometidas a la acción de algun factor estresante sea este biótico o abiótico. En
esas situaciones el ácido salicílico participa en forma importante en la cascada de señalización que da lugar a las
respuestas de adaptación en ambientes extremos, a la expresión de los sistemas de control del daño oxidativo así
como a la inducción de la resistencia sistémica adquirida en el caso de patogénesis. Actualmente se cuenta con
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
210
análogos funcionales del AS que se utilizan con éxito a nivel comercial en el control y prevención de ciertos
patógenos. Por otra parte, aunque el AS imparte cierta resistencia al estrés causado por temperaturas extremas,
por presencia de metales pesados y por herbicidas sus aplicaciones en el alivio del estrés ambiental han sido poco
estudiadas. Los resultados experimentales indican la potencial utilidad del mencionado compuesto, sus derivados y
análogos en el manejo agronómico de cultivos. Se requiere, sin embargo, realizar gran cantidad de estudios para
verificar la factibilidad de su aplicación en las condiciones ecológicas y en los cultivos y variedades de México.
PALABRAS CLAVE: Estrés, Inducción de resistencia, Resistencia Sistémica Adquirida, Salicílico.
ABSTRACT
This review looks to illustrate the current state of basic and applied research concerning the functions of salycilic
acid (SA) in plants, as well as the possible practical applications of SA in the agricultural activity. SA is finding in
all the organs of plants and its concentration rises when the cells, organs or complete plants are subjected to biotic
or abiotic stresses. In those situations the SA participates in signaling cascade that gives rise to the adaptation
responses in extreme conditions, in the induction of biochemical antioxidant systems, as well as in the elicitation of
the systemic acquired resistance in the case of pathogenesis. SA and their functional analogues are used with
success at the to commercial level in the control and prevention of certain pathogenic organisms. On the other
hand, although SA imparts certain resistance to the damage caused by extreme temperatures, heavy metals and
some herbicides, their applications in the alleviation of environmental stress have been little studied. The
experimental results indicate the potential utility of SA, derived compounds and analogues in the agronomic
handling of agronomic and horticultural crops. It is required, however, carry out great amount of studies in order to
verify the feasibility of application considering the ecological conditions and the vegetal apecies and varieties from
Mexico.
KEYWORDS. Stress, Resistance induction, Systemic acquired resistance, Salicylic.
INTRODUCCION
El ácido salicílico (AS) es muy conocido gracias al extenso uso clínico de la aspirina o ácido acetilsalicílico.
El nombre de ácido salicílico proviene de Salix, el árbol cuyas hojas y corteza tradicionalmente se utilizaban como
cura para el dolor y fiebre, y de donde Johann Buchner en 1828 aisló la salicina. En 1874 se inició la producción
comercial de AS en Alemania, mientras que el nombre comercial de aspirina, aplicado al ácido acetilsalicílico fue
introducido en 1898 por la Bayer Company (Raskin, 1992).
El AS pertenece a un grupo muy diverso de sustancias conocidas como fenólicos. En las plantas los
compuestos fenólicos, relacionados con el llamado metabolismo secundario, están involucrados en gran cantidad de
actividades de regulación en las plantas. En particular diferentes estudios muestran la importancia de AS en los
procesos fisiológicos y de adaptación de las plantas.
El AS se ha encontrado en todos los tejidos de las especies que han sido analizadas. Algunas especies de
importancia económica como la soya, arroz y cebada contienen hasta 1µg g-1 de peso fresco.
Partiendo de la observación inicial de que la aspirina aumenta la vida en florero de las flores cortadas,
probablemente por un efecto combinado de inhibición en la biosíntesis de etileno y celulasa en los tejidos (Ferrarese
et al., 1996) y de acidificación del medio, se sabe que el AS presenta propiedades de retraso de la senescencia
(Bourbouloux et al., 1998), inductor de floración y tuberización así como de compuesto termogénico y alelopático,
entre otras (Raskin, 1992).
El AS aplicado de forma exógena en concentración de 10-2 a 10-8 M aumentó la biomasa de plantas de soya
(Gutiérrez-Coronado et al., 1998), el rendimiento de trigo (López Tejeda et al., 1998) al igual que el rendimiento y la
calidad de diversas hortalizas según se desprende de los resultados de diferentes trabajos experimentales del grupo
de Gutiérrez Coronado adscrito al Instituto Tecnológico de Sonora.
Figura 1. Vía propuesta de síntesis del ácido salicílico en plantas (modificado de Raskin, 1992).
CONCLUSIONES
El panorama mostrado en esta revisión ilustra los grandes avances obtenidos en pocos años en relación con
el papel del AS en las actividades fisiológicas y de adaptación de las plantas. Aunque visiblemente incompleto el
cuerpo de conocimiento obtenido es valioso si se piensa en la implementación de nuevas técnicas de manejo de
cultivos. Aún sin mencionar el importante adelanto en el estudio de los genes relacionados con la resistencia a los
patógenos o la resistencia al estrés, así como el parcial esclarecimiento del papel fisiológico del AS, la aplicación
práctica de los conocimientos sobre el papel de este compuesto y sus análogos funcionales en la inducción de
respuestas adaptativas o respuestas de defensa promete ser relevante. Falta sin embargo gran cantidad de
investigación utilizando mayor cantidad de especies vegetales, ampliar el rango de patógenos estudiados e
incrementar los estudios en zonas tropicales y subtropicales ya que el grueso de la investigación procede de zonas
templadas. Potencialmente puede desarrollarse una nueva tecnología que tome en cuenta la inducción o
potenciación de los mecanismos naturales de defensa de las plantas, utilizando compuestos ambientalmente
inócuos, y ello requiere el esfuerzo combinado de investigadores, industriales de los agroquímicos y productores
agrícolas.
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Introducción
Cada año el estrés ambiental causa pérdidas considerables en la calidad y productividad de los cultivos.
Uno de los factores que causan daño durante las condiciones ambientales adversas es la producción en exceso de
especies activas de oxígeno (EAO), tales como el superóxido (O.2-), peróxido de hidrógeno (H2O2) y radicales hidroxilo
(OH.). Se sabe que dicho estrés de oxidación ocurre en plantas expuestas a bajas y altas temperaturas,
particularmente en combinación con alta irradiancia, sequía, radiación UV, exposición a contaminantes atmosféricos
(O3 ó SO2) y herbicidas como el paraquat1.
El O.2- y el H2O2 pueden inactivar varias moléculas directamente, pero es la conversión a OH., catalizada por
metales de transición como el Fe y Cu (la reacción Haber-Weiss) la que conlleva la mayor toxicidad. Los radicales
hidroxilo reaccionan instantáneamente con proteínas, lípidos y DNA, causando rápidamente daño celular.
Varios procesos metabólicos hacen uso de las EAO de forma beneficiosa. Un ejemplo es durante la
fotosíntesis en donde funcionan como mecanismos de disipación de energía. El O.2- y el H2O2 están involucrados en
la formación de lignina en las paredes celulares y, por otra parte, como respuesta a la infección por patógenos o por
el tratamiento con un inductor (elicitor en inglés) se observa un aumento significativo en EAO. Se cree que este
choque oxidativo sea responsable de la muerte celular hipersensible y del rápido entrecruzamiento de glicoproteínas
ricas en hidroxiprolina en la pared celular, respuestas asociadas a las respuestas de defensa contra los patógenos.
Las EAO también pueden servir como segundos mensajeros responsables de la activación de genes relacionados con
la patogénesis así como de los genes involucrados en la biosíntesis de fitoalexinas.
Las plantas han desarrollado mecanismos de protección enzimáticos y no enzimáticos que atrapan e
inactivan eficientemente las EAO. Los antioxidantes como el ácido ascórbico (vitamina C), el tripéptido glutatión, los
tocoferoles (vitamina E) y los carotenoides se encuentran en las plantas en alta concentración. Los radicales
hidroxilo son demasiado reactivos como para eliminarse enzimáticamente pero su formación se ve limitada por el
atrapamiento y eliminación del O.2- y el H2O2. Las superóxido dismutasas (SOD) son metaloenzimas que eliminan los
radicales O.2- de acuerdo a la siguiente reacción:
2O.2- + H+ → O2 + H2O2
Es posible encontrar varias isoformas de esta metaloenzima SOD de acuerdo a su cofactor metálico. En general las
plantas contienen una MnSOD mitocondrial, asi como unas Cu/Zn SOD citosólica y cloroplástica. Se sabe que en los
cloroplastos de algunas especies se encuentra además una FeSOD2.
El H2O2 es eliminado por catalasas y peroxidasas. Las catalasas son enzimas peroxisómicas que, en
contraste con las peroxidasas, no requieren de un substrato reductor para su actividad. Las ascorbato peroxidasas
(APXs) se cree que son las m'as importantes atrapadoras de H2O2 que operan tanto en el citosol como en los
cloroplastos. Estas enzimas usan el ácido ascórbico como substrato reductor y forman parte de un ciclo, conocido
como el ciclo del ascorbato-glutatión o Halliwell-Asada1 (Figura 1). Otras enzimas involucradas en este ciclo de
oxidación-reducción son la monodehidroascorbato reductasa (MDAR), dehidroascorbato reductasa (DHAR) y la
glutatión reductasa (GR). Recientemente, varios clones cDNA que codifican glutatión peroxidasas (GPXs) fueron
aislados, sugiriendo que en las plantas, como en los animales, estas proteínas pueden jugar un papel muy
importante en el control del H2O2, o de los productos de la peroxidación de lípidos.
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
221
En esta revisión se presenta un resumen del conocimiento actual sobre la regulación de los genes de
proteínas antioxidantes así como de las potenciales aplicaciones de estos conocimientos para el manejo del estrés
en plantas.
Ciclo Ascorbato-Glutatión
Se ha realizado un progreso extenso en la caracterización y clonación de las enzimas involucradas en el
ciclo ascorbato-glutatión (Figura 1). Se han clonado DNAs complementarios de APX citosólica de, entre otras
especies, Arabidopsis thaliana20 y el chícharo21. La expresión génica de APX es rápidamente inducida por varias
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
223
condiciones de estrés, tales como la aplicación de paraquat, ácido abscísico, etileno, sequía y alta temperatura,
sugiriendo un papel importante en la tolerancia al estrés22. En general, se ha encontrado una marcada discrepancia
entre el incremento en la abundancia de los transcriptos de APX, que cambia en forma importante, contra el
aumento en la cantidad y actividad de la proteína APX, el cual es relativamente pequeño. Parece ser que los altos
niveles de transcriptos de APX observados en respuesta a la sequía sufren alguna clase de restricción que no
permite su interacción con los polisomas23. Además de la APX citosólica, las plantas también contienen una APX
estromática (sAPX) y una APX asociada a la membrana de los tilacoides (tAPX)24, aún en espera de ser clonadas. La
tAPX de la espinaca es una proteína monomérica de 40 kDA, mientras que la isoforma estromática es de
aproximadamente 30 kDA. La secuencia terminal de aminoácidos de la tAPX muestra poca similitud con la APX
citosólica25.
Recientemente un clon de cDNA completo que codifica la proteína MDAR fue aislado del pepino26 y el
chícharo27.
La DHAR fue purificada de los cloroplastos de espinaca, encontrándose una sorprendente similitud con los
inhibidores de tripsina de tipo Kunitz28. Tanto la DHAR de espinaca como el inhibidor de tripsina de la soya son
capaces de reducir el dehidroascorbato cuando se encuentran en forma reducida, pero adquieren actividad de
inhibición de tripsina en estado oxidado.
La última enzima en el ciclo ascorbato-glutatión, la glutatión-reductasa (GR), ha sido extensamente
estudiada. El glutatión juega un papel importante en numerosos procesos celulares, resultando siempre del glutatión
a glutatión disulfato. Cada compartimento celular recicla el glutatión gracias a la actividad de la glutatión
reductasa. La GR del chícharo y el tabaco ha sido clonada1 y el cDNA que codifica el primer paso en la biosíntesis
del glutatión fue recientemente descrito29.
En conclusión, se han identificado los genes para todas las enzimas del ciclo ascorbato-glutatión. Esto
aceleró de manera considerable el estudio de la ocurrencia y función de esta vía de desintoxicación del H2O2 en las
plantas.
Perspectivas
La investigación sobre estrés oxidativo ha progresado rápidamente en años recientes. Los genes que
codifican enzimas de vías conocidas de antioxidantes han sido clonados y caracterizados con cierto detalle. Se ha
mostrado claro el papel de H2O2 en la transducción de señales y en la muerte celular pudiendo potencialmente
proveer pistas posteriores acerca de cómo se perciben las condiciones ambientales adversas. Adicionalmente,
evidencia convincente sugiere que la manipulación de las capacidades antioxidantes de las plantas es un enfoque
valioso para la obtención de plantas tolerantes al estrés. A causa de que la SOD dismuta el O.2- en H2O2, existe poca
duda acerca de que la sobreproducción de enzimas atrapadoras de H2O2 en conjunto con la SOD podrá tener un
efecto cooperativo protector contra el daño por estrés oxidativo. La sobreproducción simultánea de la Cu/Zn SOD y
de la catalasa en Drosophila extiende el tiempo de vida en 1/3 disminuyendo al mismo tiempo la cantidad de daño
oxidativo en las proteínas42. Hasta el momento no está claro cual de las enzimas atrapadoras de H2O2 pudiera ser
más efectiva para ser utilizada conjuntamente con la SOD en plantas. Su dependencia de la disponibilidad de
sustratos reducidos para mantener la actividad pudiera, sin embargo, demandar de mecanismos muy eficientes para
la regeneración de estos sustratos. Las catalasas son una alternativa, pero la posible desventaja radica en la
sensibilidad a la luz y en el hecho de que la actividad de catalasa genera oxígeno, crendo entonces condiciones más
favorables para la formación de superóxidos. Se requiere mayor cantidad de trabajo para probar cual combinación
de SOD y enzimas atrapadoras de H2O2 proveen la mejor protección.
A largo plazo requerimos comprender como las plantas perciben el estrés oxidativo en los varios
compartimentos celulares y como esta señal de estrés se transduce para activar los sistemas adecuados de
defensa. Un enfoque promisorio es la caracterización de los mutantes de Arabidopsis que exhiben sensibilidad
aumentada o mayor tolerancia a las condiciones de estrés, así como el análisis molecular de los respectivos genes
mutantes. Este enfoque es particularmente atractivo ya que puede dar lugar a la caracterización de los puntos clave
de amificación en la señalización del estrés que orquetan la regulación global de las defensas antioxidantes.
Ya que el estrés oxidativo se presenta en todos los organismos aerobios, pudiera esperarse que los
sistemas básicos de defensa se hayan conservado durante la evolución. Con ello en consideración la clonación de
cDNAs de plantas que modifiquen positivamente la resistencia al estrés oxidativo de cepas silvestres o mutantes de
levadura puede pemitir obtener nuevos genes de defensa para ser utilizados en la ingeniería de cultivos tolerantes al
estrés.
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Figura 1. El ciclo ascorbato-glutatión. El peróxido de hidrógeno es removido por la ascorbato peroxidasa siendo
regenerado el ascorbato por el ciclo ascorbato-glutatión. Dicho ciclo involucra a diferentes enzimas que aparecen
marcadas en los recuadros. El ascorbato es oxidado a monodehidroascorbato. Si el monodehidroascorbato no se
reduce rápidamente a ascorbato por acción de la monodehidroascorbato reductasa, entonces se dismuta
espontáneamente en ascorbato y dehidroascorbato. El dehisdroascorbato se recicla hacia ascorbato utilizando el
glutatión reducido que se regenera a través de la acción de la glutatión reductasa en una reacción dependendiente
de NADPH.
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7.3.1. Introducción
Los esfuerzos actuales de la investigación y desarrollo agrícolas se dirigen
principalmente hacia el aumento de rendimientos, la obtención de cosecha con
apariencia y textura adecuadas para exportación, el aumento en la eficiencia en el uso
de los insumos y la adecuada combinación entre protección de cultivos e inocuidad.
Menor atención sin embargo ha recibido el mejoramiento de la calidad nutricional de las
cosechas, es decir, el contenido y balance relativo de minerales, elementos traza,
antioxidantes y fitoquímicos.
Las vertientes de investigación acerca del aumento en la calidad nutricional se
dirigen principalmente hacia la aplicación de técnicas de manipulación de genomas
vegetales y el mapeo de genes. Sin embargo, debe tomarse en cuenta el gran valor
potencial, para lograr la meta de producir alimentos vegetales de valor nutricional
superior, del mejoramiento convencional, así como de la optimización de las
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
230
tecnologías de nutrición vegetal y control microambiental en campo abierto y en
invernadero.
El campo de investigación sobre la importancia de los fitoquímicos y
antioxidantes en las plantas se encuentra en expansión. Se sabe que estos
compuestos funcionan como agentes que incrementan la resistencia al estrés
trabajando como señalizadores, segundos mensajeros, atrapadores de radicales libres
y por ende protectores del DNA, proteínas y membranas contra el estrés oxidativo.
Asimismo, según diferentes trabajos el nivel de antioxidantes y fitoquímicos en los
alimentos consumidos muestra correlación con el título de dichos compuestos en el
plasma y otros sistemas orgánicos de humanos. Por otra parte, aunque no existen
pruebas directas de que en humanos el nivel de antioxidantes y fitoquímicos se
traduzca en un beneficio directo sobre la salud, se cuenta con la evidencia experimental
de tal hecho en roedores e insectos, asimismo diferentes estudios epidemiológicos
marcan indirectamente la relación entre el consumo de ciertos productos vegetales y la
ausencia o disminución de accidentes vasculares o ciertos desórdenes degenerativos
que impactan negativamente sobre la esperanza de vida y la calidad de vida de la
población.
Hasta el momento no sabemos con detalle cuales son las condiciones
ambientales que impactan positiva o negativamente sobre la presencia y la
concentración relativa de los fitoquímicos y antioxidantes. Es decir, ¿en que forma la
manipulación microambiental conseguida con las tecnologías agrícolas modifica la
inducción de los genes relacionados con las vías biosintéticas de estos compuestos?
Se tiene una gran laguna en el conocimiento en cuanto a las condiciones de
irradiancia, balance espectral, temperatura, humedad, composición de la atmósfera,
carácter del sustrato, composición de fertilizantes, aplicación de reguladores del
crecimiento, señalizadores del estrés, etc. que optimicen tanto la concentración como el
balance molar relativo de fitoquímicos y antioxidantes. Surge asimismo la pregunta
¿cuál es el papel de estos compuestos durante el desarrollo y crecimiento de la planta?
¿funcionan tan solo como agentes protectores frente al estrés o cumplen otros papeles
como señalizadores y reguladores, en otras palabras, cumplen funciones
morfogenéticas además de moduladoras y reguladoras?
8. GLOSARIO
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9. LITERATURA CITADA
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Material
Matráz volumétrico de 500 ml
Embudo de separación de 500 ml
Agitador de vidrio
Tubo de centrífuga
Crisol de porcelana
Matráz erlenmeyer de 400 ml
Bureta de vidrio de 50 ml
Embudo de filtración
Papel filtro
Reactivos
Solución saturada de cloruro de sodio
Hidróxido de sodio al 10 %
Ácido clorhídrico ( 1 + 3 )
Cloroformo
Crisol de porcelana
Matráz erlenmeyer
Alcohol neutralizado
Fenolftaleína
Procedimiento
Medir 100 ml de filtrado colocándolo en un embudo de separación. Neutralizar
con HCl ( 1+ 3 ) y añadir 5 ml en exceso. Si la muestra contiene proteína, ésta precipita
con el ácido pero no interfiere con la determinación. Extraer con cloroformo, usando
cada vez 70,50,40,30 ml del solvente. Para evitar la formación de la emulsión agitar
cuidadosamente cada vez. Drenar el extracto lo más claro posible.
Transferir los extractos combinados de cloroformo a un crisol de porcelana, lavar
el recipiente varias veces con unos ml de cloroformo y evaporar a sequedad a
temperatura ambiente o a través de aire seco.
Secar el residuo toda la noche. Disolver el residuo de ácido benzóico en 30 a 50
ml de alcohol neutralizado, añadir 2 gotas de fenolftaleína, y titular con NaOH 0.05 N.
Cada ml de NaOH 0.05 N = 0.0072 g de benzoato de sodio anhidro.
Material
Celdas de vidrio para espectrofotómetro
Matraces volumétricos de 50 ml
Embudo de separación de 500 ml
Matráz erlenmeyer
Reactivos
Ácido benzóico puro
Solución saturada de cloruro de sodio
Ácido clorhídrico
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
251
Éter etílico
Ácido clorhídrico ( 1 + 1000 )
Hidróxido de amonio al 1 %
Equipo
Espectrofotómetro UV
Agitador oscilatorio
Centrífuga
Procedimiento
Mezclar la muestra y moler si es sólida. Pesar 10 g y colocarla en un matráz de
500 ml, añadir 200 ml de solución de cloruro de sodio saturada, acidificar con HCl
y mezclar. Extraer con éter con porciones de 70, 50,40, 30 ml agitando para asegurar
la extracción completa. Sí se forma una emulsión romperla con agitación o
centrifugación. Drenar y descartar la fase acuosa. Los extractos de éter combinados,
lavarlos con volúmenes de 50, 40, 30 ml de HCl ( 1 + 1000 ) y descartar cada fracción
de HCl. Extraer la solución de éter con porciones de 50, 40, 30, 20 ml de hidróxido de
amonio al 0.1 % y descartar la fracción de éter. Neutralizar los extractos de NH4OH
con HCl y añadir i ml de HCl en exceso. Extraer la solución acidificada con 70, 50, 40,
30 ml de éter.
Diluir los extractos de éter a 200 ml con éter y determinar la absorbancia en un
espectrofotómetro a 267.5, 276.5, y 272 nm. Diluir con éter si es necesario para
obtener una concentración óptima de 20 – 120 mg/ L. Promediar la absorbancia entre B
y D y restar este valor de A y C. Determinar la concentración a partir de la curva
estándar de ácido benzóico, corrigiendo el valor por las diluciones.
El ácido benzóico x 1.18 = benzoato de sodio.
Para comprobar si se trata de benzoato de sodio libre deteminar la absorbancia
en la región de 265 –280 a intervalos de 1 nm.Sí la curva es una línea recta en ésta
región, el método es aplicable a este producto.
Material
Matráz volumétrico de 500 ml
Embudo de separación de 500 ml
Matráz bola fondo plano
Vasos de precipitado
Crisol de porcelana
Reactivos
Cloruro de calcio
Hidróxido de sodio al 10 %
Ácido clorhídrico ( 1 + 3 )
Éter etílico
Hidróxido de sodio 0.1 N
Cloruro férrico al 2 %
Ácido salicílico ( 1 mg/50 ml )
Naranja de metilo
Preparación de la muestra
Mezclar para homogenizar la muestra y moler. Pesar de 50 a 200 g y colocar
dentro de un matráz volumétrico de 500 ml, añadir agua hasta el volumen del matráz,
agitando hasta uniformidad completa. Añadir de 2 – 5 g de cloruro de calcio y agitar
hasta disolver la sal. Alcalinizar con hidróxido de sodio al 10 %, dejar reposar por 2 h,
con agitación frecuente y filtrar.
Procedimiento
Transferir a un embudo de separación 100 ml de extracto, sí dicho extracto es
alcalino neutralizar con HCl (1 + 3 ), añadir 2 ml de ácido por cada 100 ml de solución.
Extraer 4 veces con éter usando para cada extracto un equivalente a la mitad del
volumen de la capa acuosa. Sí la emulsión se forma con la agitación , añadir un poco
más de éter o centrifugar si la emulsión persiste. Combinar los extractos de éter ,
utilizando la décima parte de agua de acuerdo al volumen de éter. Lavar varias veces
hasta que la capa acuosa produzca un color amarillo al añadir naranja de metilo al
añadir 2 gotas de NaOH 0.1 N. Evaporar gran parte del éter y transferir a un crisol de
porcelana.
Disolver el residuo en pequeña cantidad de agua caliente y después de enfriar
agregar el volumen suficiente en un matráz volumétrico de 50 o 100 ml.
Sí la solución no está clara filtrar, tomar alícuotas de solución al 2 % de cloruro férrico
hasta maximizar el color. Desarrollar color con un estándar de ácido salicílico ( 1 mg /
50 ml de agua). Leer a una longitud de onda de 510 nm en un
espectrofotómetro.
3.3.2.1. Introducción. Se ha dicho que, después del agua, la luz es el principal factor que regula la vida de las
plantas. A pesar de que es difícil afirmar que un factor sea más importante que otro, lo esencial es que, en múltiples
formas, la energía radiante es la clave en la historia vital de las plantas (Benavides et al., 1993).
La luz es esencial para el crecimiento normal de la planta, porque esta provee energía para fotosíntesis y
muchas de las señales ambientales que regulan el desarrollo de las plantas (Thompson y White, 1991). Las señales
de luz son también empleadas a través del ciclo de vida para sincronizar el desarrollo, permitir reacciones
apropiadas a la competencia e iniciar ventaja oportuna a las perturbaciones ambientales. Los procesos
ecológicamente significativos, en los que hay respuesta o control por señalización de luz se incluyen germinación de
semillas, etiolación, deetiolación y establecimiento de plántulas, percepción de proximidad y evitación de sombra,
aclimatación fotosintética a sombra vegetativa y alta irradiancia, respuestas trópicas, desarrollo de cloroplastos,
crecimiento de tallos, pigmentación, apertura estomática, inducción a floración y tasa de floración, senescencia,
inducción de dormancia de yemas y tuberización (Smith, 1995; Adrados et al., citados por Flores, 1996).
Dado que las plantas dependen de la luz como fuente primaria de energía, ellas han desarrollado un sin fin
de mecanismos para medir la intensidad luminosa (fluencia o densidad de flujo), dirección, duración
(fotoperiodicidad) y calidad (balance espectral), los cuales son componentes básicos del entorno lumínico de la
vegetación. El echo de que las plantas sobrevivan y prosperen aun en hábitats donde la radiación ambiental parece
ser distintivamente favorable, indica que la evolución ha proveído esos sofisticados mecanismos de sensibilidad. Las
plantas usan tal información, en un proceso comúnmente referido como fotomorfogénesis, para capturar luz más
eficientemente y adaptar su ciclo de vida a fluctuaciones climáticas (Smith, 1982; Benavides et al., 1993; Vierstra,
1993). Fotomorfogénesis significa el desarrollo normal, la aparición del color verde característico por la presencia
de la clorofila y pigmentos accesorios en los cloroplastos, la aparición de hojas, tallos, raíz y, en cierto periodo, las
estructuras reproductivas (Benavides et al., 1993). La fotomorfogénesis es el control de la morfogénesis por medio
de la luz y ocurre a través de los siguientes fotorreceptores: Fitocromo, el que absorbe la luz del rojo y rojo lejano
(600-800 nm); criptocromo, pigmentos que absorben longitudes de onda del azul y ultravioleta de onda larga (UV-A,
320 a 480 nm); fotorreceptor UV-B, absorben radiación ultravioleta con longitudes de onda entre 280 y 320 nm; y
la fotoclorofilina , pigmento que absorbe luz roja y azul y que una vez reducido da clorofila (Salisbury y Ross,
1994; Smith, 1995; Terzaghi y Cashmore, 1995).
El fitocromo es un fotorreceptor que juega un papel central en acoplar señales de luz externa a una amplia
variedad de respuestas de desarrollo en las plantas (Akira et al., 1993). Estos responden a la intensidad luminosa,
calidad espectral y estado de polarización. Colectivamente pueden absorber fotones sobre un amplio rango de
longitudes de onda, desde el rojo lejano al ultravioleta, pero la mayor absorción por el fitocromo está en el rojo y
rojo lejano del espectro electromagnético (Thompson y White, 1991).
3.3.2.2. Fitocromo. El crecimiento y desarrollo son regulados por la interacción entre el ambiente y programa
endógeno de desarrollo. Desde la germinación a floración, la luz controla ciertos procesos y, por ende, hay diversas
respuestas según diferentes ambientes lumínicos (Chory et al., 1996). Dentro de las acciones fisiológicas de las
distintas longitudes de onda de la porción visible del espectro electromagnético sobre las plantas se encuentran dos
máximos de respuesta fotosintética para las longitudes de onda de 440 y 680 nanómetros (nm), que corresponden a
la azul violeta y al rojo naranja. La radiación azul es la que absorben más rápidamente los carotenos, y es
fundamental en la fase de crecimiento vegetativo de hojas y tallos; mientras que en la fase de crecimiento
generativo, desarrollo de flores y frutos es la radiación roja (Adrados et al., citados por Flores, 1996).
La transición de una planta etiolada a una planta completamente verde es tan dramático como ningún
evento de desarrollo en el ciclo de vida de las plantas superiores. Durante este proceso, la expresión de infinidad de
genes es afectado de muchas maneras diferentes (Thompson y White, 1991). Análisis genéticos demuestran que las
respuestas a la luz no son simplemente puntos finales de la señal lineal de las vías de transducción, sino un
resultado de la integración de información de diversos fotorreceptores y genes de regulación negativa, a través de
una compleja red de interacción entre componentes de señalización (Chory et al., 1996), donde la luz interactúa con
programas de desarrollo endógeno para modular esas respuestas de los genes. En ese sentido, la percepción de la
luz es iniciada por al menos tres fotoreceptores: el fitocromo, con dos formas fotocrómicas, Pr y Pfr, absorben luz
roja y rojo-lejano, respectivamente; el criptocromo un pigmento absorbente de luz azul/UV-A; y un pigmento
absorbente de UV-B (Vierstra, 1993; Terzaghi y Cashmore, 1995; Chory et al., 1996).
Aunque todos los fotorreceptores son importantes en la expresión final de las plantas y cada uno con
respuesta a cierta radiación o longitud de onda; en este caso sólo se hará mención al fitocromo, el cual responde a
la banda rojo/rojo lejano.
El fitocromo, es una holoproteína (cromoproteína) frecuentemente dibujada como una estructura en forma
de Y, formada por una dimerización de aproximadamente 120-kD idénticas (1100 aminoácidos) (Figura 1).
Cromóforo
Cromóforo
Dominio
terminal-
Dominio
terminal-
MAPA LINEAL
Sitio
Cromóforo
N C
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100
Aminoácido
Liasa Dimerización
Integridad Degradación
Actividad Actividad
Como resultado de las interacciones entre el cromóforo y el polipétido, el fitocromo puede asumir dos
formas espectralmente distintas: Pr, el cual tiene una absorbancia máxima en 666 nm, y el Pfr, en 730 nm. Las dos
formas son repetidamente fotoinconvertibles, la luz roja convirtiendo Pr a Pfr y la luz rojo lejano convirtiendo Pfr de
regreso a Pr. Uno de los efectos más rápidos accionados por el Pfr es una alteración de la expresión de los genes en
la planta, involucrando la activación transcripcional o represión de genes específicos.
La imagen detallada de la estructura del fitocromo (Figura 1) muestra dos dominios biológicamente
esenciales, expresados en plantas transgénicas. El análisis secuencial de fitocromos de plantas inferiores ha
aumentado la posibilidad de que uno o más de estos dominios estén involucrados en un sistema de señalización
proteína kinasa, el cual puede estar involucrado en la percepción de la luz azul y en la respuesta de las plantas al
etileno, implicando que las cascadas kinasa puedan ser mecanismos comunes usados por las plantas en la
adquisición de información ambiental necesaria para el desarrollo (Figura 2).
Activación/repres
ión
R
PKA ?
FITA PrA PfrA
F UBQ PKA*
ATP
+
UBQ COP/DET
? Aminoácid
+/
R PKB-E
FITB- PrB-E PfrB-E ?
F PKB-E*
FOTOMORFOGÉNESIS
Las plantas desarrolladas en la obscuridad contienen al parecer únicamente la forma Pr, la cual se cree es
fisiológicamente inactiva. Después de irradiación con luz roja la forma Pr se convierte en Pfr, la forma activa, la
cual entonces interviene en una serie de eventos morfogénicos (Nakazawa et al.,1991). La aplicación posterior de
radiación en el rojo lejano revierte la acción de la luz roja; esta clase de respuestas reversibles son llamadas de
inducción-reversión y son típicamente estimuladas por radiación de baja fluencia en tiempos que van de segundos a
horas (Galston et al., 1980).
La capacidad del fitocromo para inteconvertir repetidamente entre formas activas e inactivas le permiten a
este actuar únicamente como un switch regulador de la luz durante el desarrollo de la planta. Los primeros datos
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
259
fisiológicos y bioquímicos sugieren que existen al menos dos pools de fitocromos, uno que predomina en plantas
etioladas y otro en plantas crecidas en la luz (Vierstra, 1993). En ese sentido Akira et al. (1993) señalan que, en
recientes estudios bioquímicos y de biología molecular, se muestra la presencia de múltiples especies de fitocromo,
tales como el fitocromo A y B. Se sabe que existen múltiples respuestas mediadas por el fitocromo, ciertos
procesos fisiológicos que son controlados por la radiación en la banda del rojo/rojo-lejano (R/FR).
El balance espectral R/FR (a través del fitocromo) es determinante en una gran cantidad de procesos
fisiológicos. A continuación se anota una lista de ellos.
PROCESO S FISIOLÓGICOS
3.3.2.3. Estudios de Fitocromos en Algunas Hortalizas. La germinación de la semilla de lechuga es regulada por
el fitocromo B, ya que la luz roja promueve la síntesis de GA al inducir la expresión de Ls3hl o actuar como un
sistema de señalización que regula la expresión génica de enzimas la vía biosintética del GA (Toyomasu, 1998). En
el mismo sentido, niveles endógenos de ABA en semillas de lechuga fotoblástica fueron disminuidos por irradiación
de luz roja y GA aplicada exógenamente. La luz roja incrementa los niveles endógenos de GA1 y el ABA aplicado
exógenamente inhibe inductores de germinación luz roja y GA; un decremento en ABA puede ser importante para la
germinación (Toyomasu et al., 1994). También, en la mayoría de cultivares de lechuga, la luz roja actúa a través del
fitocromo reversible R/RF que promueve la germinación total en 20-30 °C, pero conforme aumenta la temperatura
la germinación declina bruscamente; es decir, la acción del fitocromo depende de la temperatura (Fielding et al.,
1992).
Por otro lado, la exposición de semillas de lechuga a ciertos azúcares solubles (sucrosa, glucosa) y/o nitrato
durante 10 días extendieron la sensibilidad de las semillas al tratamiento de luz roja o GA3 , ya que en ausencia de
ellos se presenta una germinación pobre (Hsiao y Quick, 1997). Asimismo, la exposición A sales de N inorgánico en
el mismo número de días, tuvieron efecto similar y la escotodormancia de la semilla fue relacionada con la
disponibilidad de N e involucró los niveles de Pfr ó GA3 endógeno (Hsiao y Quick, 1996).
En papa (Solanum tuberosum ssp andigena), el fitocromo B se involucra en el control fotoperiódico de la
tuberización, ya que este regula el proceso de desarrollo al prevenir la formación del tubérculo en períodos no
inductivos (Jackson et al., 1996; Jackson et al., 1998).
En plántulas de pepino crecidas en la obscuridad, la ausencia de phyB inhibe la elongación del hipocotilo, ya
que la forma de absorción del rojo es un activo regulador positivo del desarrollo en plántulas etioladas (Saefkow et
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
261
al., 1995). En la misma especie, el fitocromo controla la actividad respiratoria de la mitocondria al cambiar el
tamaño de pool de NAD (Morohashi et al., 1993); además, el phyB tiene un papel importante en la inducción de
evitar el síndrome al sombreo junto con otros receptores (Smith et al., 1992).
En sandía la exposición a rojo lejano (FR) al final del día (EOD) resultó en un incremento de materia seca de
tallos, peciolos, raíces y hojas. En general, los brotes tienen más respuestas que las raíces a los efectos
regulatorios de crecimiento del FR EOD (Graham y Decoteau, 1997). Los mismos señalan que la capacidad de
crecimiento regulada por la luz fotomorfogénica es afectada por la dirección predominante de exposición y parte de
la planta expuesta. Luz EOD a la planta entera, fue más efectiva para elongar entrenudos y peciolos y en la
estimulación de cambios en el ángulo foliar.
El fitocromo FR, no sólo induce el movimiento de fotoorientación de los cloroplastos, sino que también los
fija a sitios a los cuales ellos se han movido como resultado de la fotoorientación (Kagawa et al., 1994; Salisbury y
Ross, 1994). En este caso, se han encontrado tres vías de señales de transducción dependientes de cGMP y/o
calcio que utiliza el fitocromo para controlar la expresión de los genes requeridos para el desarrollo de los
cloroplastos (e.g. CAB y CHS) y biosíntesis de antocianinas (e.g., CHS (Sintasa naringenina chalcona). Para mediar
las respuestas del fitocromo, los resultados indican un papel del Ca y calmadulina como reguladores positivos de la
expresión de genes CHS en luz UV (Bowler et al., 1997).
Dos fotorreceptores transductores de señales, el fitocromo (absorbente en la banda de 600-800 nm) y el
fotorreceptor de luz azul; ambos están activos en plantas superiores y en hongos. Las plantas y sus patógenos se
han adaptado a través de la evolución a fluctuaciones ambientales y a cambios en el espectro de luz natural. Esto
les ha permitido sobrevivir y florecer, aún en hábitats donde la radiación aparece indistintamente desfavorable. En
hongos, la luz actúa en muchos casos como un agente inductor de estrés y resulta en cambios morfogénicos,
producción y germinación de esporas (Raviv y Reuveni, 1998).
Dosel de vegetación natural. Tanto para un dosel heterogéneo de vegetación natural (bosque , matorral, etc.)
como para un dosel relativamente homogéneo de zonas de cultivo o plantaciones forestales, la redistribución
vertical y la calidad espectral de la radiación en el interior del dosel y bajo el mismo nivel del suelo, es resultante de
las propiedades espectrales de los tejidos vegetales, del arreglo espacial o arquitectura de las plantas (Welles y
Norman, 1991).
Un dosel vegetal es una eficiente trampa de luz, ya que captura o absorbe el mayor espectro de radiación
incidente; sin embargo este puede verse disminuido por las estructuras epidérmicas (pubescencia, tricomas,
cutícula, etc.), las cuales modifican la reflectancia foliar; igualmente la orientación de las láminas foliares y la
tonalidad clara u oscura de las hojas permite tener mayor o menor absorbancia de radiación (Gates, 1980).
Una característica distintiva del sombreo por vegetación es la fuerte modificación en el valor del cociente
rojo:rojo lejano (R:RL), el cual modifica el fotoequilibrio del fitocromo y funciona como un detector molecular de la
presencia de sombreo por otras plantas, modificando los diferentes procesos de desarrollo de las mismas (Ballaré et
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
262
al., 1990). Una función importante del fitocromo en plantas cultivadas bajo luz es actuar como un mecanismo
propio para evitar la sombra. Al parecer la luz del rojo lejano elimina el Pfr de las plantas que la absorben y les
permite modificar su patrón de crecimiento para anticipar la posibilidad de quedar bajo la sombra (Salisbury y Ross,
1994). De aquí que las hojas alteren su morfología y composición, respondiendo adaptativamente al ambiente
lumínico, por ejemplo, la cantidad de nitrógeno decrece exponencialmente acorde al gradiente de intensidad
lumínica, la cual actúa como un factor importante para regular la redistribución de N entre las hojas en diferentes
posiciones. El sombrado por las hojas superiores también altera la calidad de la luz, porque la clorofila absorbe
fuertemente la luz roja, pero no la luz rojo lejano. Un gradiente resultante de la relación rojo/rojo lejano de la luz en
un dosel tendrá un papel regulador en las reacciones controladas por el fitocromo u operación de dos fotosistemas
de fotosíntesis en las hojas (Katsuhiko et al., 1992).
En general, el cociente R:RL tiende a ser más bajo para los doseles herbáceos densos que para los de un
bosque, ya que en este último caso se tiene mayor contribución de la radiación de penumbra. Además, en el dosel
natural la modificación en la calidad y cantidad de la radiación bajo el dosel depende del índice de área foliar (LAI),
de la cantidad de estructuras que funcionen como objetos opacos (troncos y ramas gruesas) y de las características
morfológicas y anatómicas de las hojas (Holmes y Smith, 1977; Fitter y Hay, 1981).
Dosel de un cultivo. Al contrario de un dosel de vegetación natural, en donde la distribución espacial de los
individuos depende principalmente de los factores ambientales, en el dosel de un cultivo la distribución espacial
depende de la acción humana y es generalmente simétrica y uniforme (Benavides et al., 1993). La variación
espectral depende de las características del sitio de cultivo, como el color del suelo y de prácticas culturales como
la variación en la densidad poblacional y el uso de cultivos asociados, la orientación azimutal de los surcos o camas
de siembra, incorporación de material vegetal al suelo como acolchado, uso de películas plásticas como acolchado
de suelo, en túneles e invernadero y el uso de sombras neutras (malla sombra y cubiertas flotantes). En todos los
casos es importante considerar que la modificación del balance espectral determina la elección entre diferentes
estrategias de crecimiento y desarrollo de las plantas, y que estas son especialmente sensibles en el estado de
plántula a las señales del entorno; igualmente se sabe que las hojas más recientemente desarrolladas son las más
sensibles en una planta ya bien establecida en el campo (Kasperbauer, 1988; Kaul y Kasperbauer, 1988).
En el caso del suelo, este modifica el balance espectral, dando lugar a respuestas morfogénicas
específicas que son independientes de los efectos de temperatura, promoción de actividad microbiana, transmisión
de radiación visible por el perfil del suelo y de la transmisión interna de radiación por los tejidos.
En cuanto a densidad poblacional, las plantas sembradas con baja densidad desarrollan amacollamiento o
ramificación profusa, muestran menos altura y tejidos más densos, ocurriendo lo contrario bajo poblaciones de alta
densidad (Hamed y Mohamed, 1987). De las características más notables son el alargamiento del tallo y la relación
entre la biomasa aérea/biomasa subterránea. Las plantas de la misma edad y genéticamente homogéneas
desarrollan tallos más largos, menor ramificación o amacollamiento y un sistema radical más pequeño, cuando
crecen en alta densidad poblacional en comparación con la respuesta contraria en densidades bajas de siembra
(Kasperbauer y Hunt, 1992). Ballaré (1990) y Kasperbauer y Hunt (1992) demostraron que en ausencia de
limitaciones hídricas y de otra clase, la morfología de la planta y las características de reparto interno de los
fototosintatos se encuentran mediadas, a través del fitocromo, por una respuesta al balance espectral R:FR, el cual
varía de acuerdo a la cercanía de otros individuos.
La orientación con dirección norte-sur o este-oeste modifica la calidad espectral, lo cual puede afectar el
crecimiento y rendimiento de las plantas. Esto se ha visto en soya y frijol. El balance espectral se modifica en N-S
con un R:FR más bajo que en los surcos E-O, lo cual se expresa en mayor biomasa seca y semilla, ya que hay mayor
reparto selectivo de fotosintatos hacia la parte aérea (Anderson et al., 1985). En cambio, Hunt et al. (1990)
encontraron que el número de nódulos y biomasa fue mayor en soya con surcos orientación E-O que para los de N-S.
Invernaderos. El ambiente de radiación encontrado en un invernadero difiere del ambiente de radiación externo.
Los factores involucrados en dicha diferencia son, principalmente, el diseño y orientación espacial de la estructura,
el tipo de material utilizado en la cubierta y el uso de iluminación suplementaria.
En cuanto a la cubierta, algunas películas fotoselectivas permiten mejorar el control de ciertas
enfermedades en cultivos de invernadero; por ejemplo, control de Botrytis cinerea al bloquearse casi totalmente el
paso de la radiación UV en el rango 280-360 nm (entre UV-A y UV-B), la cual es necesaria para la esporulación.
Otros efectos benéficos se relacionan con el incremento en la calidad de ciertos cultivos, como las rosas, cuyos
pétalos se ennegrecen al someterse a radiación UV en el rango antes mencionado (Hensinger, 1992).
También, las cubiertas plásticas fluorescentes mejoran la luz roja y la relación del rojo-rojo lejano,
incrementando así la fotosíntesis y afectando la fotomorfogénesis. El uso de estos materiales como cubierta para
invernadero aumentó el rendimiento en peso de jitomate en 20%, además de un incremento de un 27% en el número
de brotes en rosales (Teramura, 1987; Weiss, 1995).
Decoteau y Graham (1997) indican que alteraciones en la relación R/FR y luz azul, debidas a la transmisión
de la longitud de onda seleccionada en materiales de cubiertas plásticas modifican el crecimiento inicial en sandía.
Brown et al. (1992) afirman que en el cultivo de plántulas de chile bajo sistemas intensivos de producción
(ambientes controlados) los diodos emisores de luz (LEDs) roja pueden ser apropiados, en combinación propia con luz
de otras longitudes de onda (radiación azul o rojo lejano).
Generalmente la iluminación suplementaria se aplica en regiones o en épocas con baja irradiancia solar. Al
respecto, Black (1992) señala que las lámparas utilizadas en la iluminación suplementaria deben de emitir
preferentemente radiación en las bandas de 400-500 nm y 600-700 nm; igualmente el uso de lámparas que emitan
mayor cantidad de luz azul, ya que se permite un crecimiento más compacto, reduciendo la longitud y peso del tallo
e incrementando el número de ramificaciones y la resistencia de los tallos. La radiación en la banda del rojo origina
mayor alargamiento de los tallos, pero dada su importancia en la fotosíntesis y fotomorfogénesis, no debe de
eliminarse de la luz suplementaria (Idem).
3.3.2.7. Conclusión. El fitocromo actúa como un señalizador lumínico y la información captada por el, le permite a
la planta responder, en conjunto con otros factores ambientales (fotoperiodo, temperatura, agua, nutrientes), con
cambios bioquímicos, fisiológicos y morfológicos importantes para el desarrollo, crecimiento y productividad de la
misma.
La planta responde a cambios en el balance espectral, de aquí que sea posible manipular la calidad,
cantidad e intensidad de luz, siempre y cuando se ponga atención a las prácticas culturales y otras tecnologías de
producción que modifican el ambiente de radiación en el dosel de las plantas.
El fitocromo A y B son los señalizadores (Fotorreceptores) de luz más importantes en la banda de radiación del rojo:
rojo lejano y sus efectos se encuentran en muchas respuestas y expresiones de las plantas.
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3.3.3.1. Introducción. En ausencia de suficiente luz una planta desarrolla un estado conocido como etiolación,
esto es presenta tallo ahilado con entrenudos muy largos y hojas muy peque as. De manera relacionada, pero bajo
condiciones de alta irradiancia, las plantas que crecen aisladas son muy diferentes a la encontradas en comunidades
vegetales: conforme crece la competencia por luz la planta tiende a adoptar una forma que recuerda a la etiolación.
Fotomorfogénesis es el término que agrupa los factores de los que depende esta "plasticidad" o capacidad de
adoptar diferentes formas de desarrollo y nos habla de la importancia de la disponibilidad de luz como factor
ecológico en la vida de las plantas.
El fenómeno de fotomorfogénesis depende de la presencia de fotoreceptores específicos que colectan y
transducen información sobre el ambiente lumínico actual y potencial en un dosel vegetal. La información es
utilizada en un proceso elector de la expresión diferencial de diferentes programas genéticos. Lo subsecuente es la
modificación de aquellos caracteres que dan lugar a la eficiente explotación de la radiación solar encontrada en
cierto volumen de espacio.
Los ajustes implicados en este proceso de adaptación son contínuos y de ellos depende que los recursos,
fotosintatos o reservas de crecimiento, no sean asignados de manera errónea hacia volúmenes de espacio del dosel
con alta competencia por la radiación solar. Desde el punto de vista darwiniano este uso de la información y la
canalización selectiva de recursos que se obtiene tienen gran importancia para las plantas.
El objetivo de esta revisión es presentar información actualizada acerca de como el ambiente lumínico
determina la acción de diferentes estrategias de desarrollo en las plantas, haciendo énfasis en la acción de los
fitocromos.
Figura 1. Distribución espectral de la radiación incidente en el rango 320-1100 nm al mediodía en campo abierto.
Los datos fueron colectados en abril de 1993 en Saltillo, México utilizando un espectroradiómetro LI-1800 y un
sensor con corrección coseno unido a una fibra óptica.
Figura 2. Distribución espectral de la radiación bajo un dosel de Acer sp. La altura entre el nivel del suelo y la parte baja del
dosel fue de 2 m. El pico de radiación observado en el rango visible, ausente en la gráfica de la Figura 3, es la contribución de
la radiación difusa del cielo.
Figura 3. Régimen de radiación bajo dos clases de dosel herbáceo. El de malezas consistió en pastos y leguminosas
con una altura promedio de 50 cm. El de candelilla fue un dosel con altura promedio de 65 cm. Las dos lecturas
fueron tomadas al nivel del suelo utilizando el equipo descrito en la Figura 1.
Percepción y Regulación. La Figura 4 muestra un modelo en el cual los factores ambientales, sobre todo la
radiación, regulan la actividad de expresión de los genes. En dicho modelo se presentan las diferentes opciones de
crecimiento como parte de una batería (1,2,...,n) de programas de desarrollo. Cada programa de desarrollo no es
más que el síndrome adaptativo de la planta a las condiciones ambientales, esto es, el programa de desarrollo es un
conjunto de respuestas y sus interacciones disparadas por la acción de estimulos del entorno.
El programa de desarrollo puede definirse como una secuencia de opciones cuya elección depende, tanto de
la información que la planta colecta en tiempo real como de la información ya colectada y traducida a ciertos
caracteres bioquímicos y estructurales, los cuales generan un contexto que permite establecer los límites para las
futuras respuestas. Procesos como la germinación (Kendrick, 1976; Vázquez y Orozco, 1984), la inducción de
floración (Fredericq, 1964) y el desarrollo de plástidos (Virgin y Egnéus, 1983) son ejemplos de programas de
desarrollo regidos fuertemente por el ambiente lumínico. Por otro lado, para el caso específico de la detección de
sombreo por competidores en comunidades de plantas, el resultado final es un reparto selectivo de biomasa y
modificaciones en el metabolismo (sobre todo en lo concerniente a la captación de luz y la fijación de CO2) que
aumentan el éxito reproductivo del individuo.
El modelo mostrado en la Figura 4 es extrapolable a otros factores ambientales como son disponibilidad de
agua, fertilidad del suelo, presencia de parásitos, patógenos o simbiontes, etc. Para todos ellos se ha encontrado
que las plantas responden a su presencia, ausencia o diferentes niveles o calidades de los mismos a través de la
La Percepción del Balance Espectral en el Rojo-Rojo Lejano. La respuesta de las plantas a la radiación en la
banda espectral rojo/rojo-lejano (640-700 nm/710-780 nm) se encuentra mediada por una familia de fotoreceptores
citosólicos llamados fitocromos (Smith, 1995). Estos son cromoproteínas diméricas con dos formas finales
fotoconvertibles (Pr/Pfr) asi como una serie de intermediarios muy inestables. La forma Pr, considerada
fisiológicamente inactiva, tiene un pico de absorción in vitro de 665 nm, mientras que la forma Pfr, fisiológicamente
activa, tiene un pico de absorción in vitro de 730 nm (Furuya, 1993; Galston et al., 1980). Debido al traslape con la
región de absorción de la clorofila, los picos de absorción del fitocromo in vivo son ligeramente diferentes,
ubicandose aproximadamente en 645 y 735 nm (Kasperbauer et al., 1964). De manera interesante, en los últimos a
os se ha obtenido evidencia de que la forma Pr del fitocromo no es inactiva: tal parece que tanto la forma Pr como
la Pfr presentan actividad biológica, y que esta pudiera ser antagonista (Smith, 1995).
Las plantas desarrolladas en la oscuridad contienen al parecer únicamente formas Pr. Después de
irradiación con luz roja aproximadamente un 80% de la forma Pr se convierte en Pfr la cual interviene entonces en
una serie de eventos morfogénicos. La aplicación posterior de radiación en el rojo lejano revierte la acción de la luz
roja; de hecho a niveles de saturación con luz RL se presenta un estado estacionario en donde Pr 97% y Pfr 3%.
Esta clase de respuestas reversibles son llamadas de inducción-reversión y son típicamente estimuladas por
radiación de baja fluencia en tiempos que van de segundos a horas (Galston et al., 1980). Sobre la base de la tasa
de fluencia de la radiación existen tres clases conocidas de respuesta de los fitocromos: (a) las de muy baja fluencia
o VLF, con un umbral de actividad de 10-4 µM m-2 de R, con un nivel de saturación lumínica de 10-1 µM m-2 de R
convirtiendose menos del 0.1% de Pr a Pfr y con la característica de no reversibilidad Pr Pfr; (b) las de baja fluencia
o LF, las clásicas respuestas reversibles por RL y con niveles de saturación de 1 mM m-2 de R; (c) las de alta
irradiancia o HIR que requieren iluminación continua de al menos 1 µM m-2 s-1 de R o RL pero que son inducidas de
manera más eficiente por RL (Hartman, 1966; Terzaghi y Cashmore, 1995).
Además de la diferenciación espectrofotométrica de los fitocromos en Pr y Pfr, es posible distinguir
operacionalmente dos tipos de fitocromo: el fitocromo de tejidos etiolados, o Tipo I, y el fitocromo de tejidos verdes
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
276
al cual se le llama Tipo II. Los criterios de diferenciación entre uno y otro fitocromo son inmunológicos, de mapeo de
péptidos, secuencia de aminoácidos y diferentes estabilidades para la forma Pfr: muy baja para el Tipo I y mayor
para el Tipo II (Furuya, 1989; Quail, 1991; Thompson y White, 1991).
Ya que las plantas etioladas han sido el modelo de estudio favorito en los estudios sobre fotomorfogénesis
mediada por fitocromos mucho del trabajo realizado lo ha sido sobre el Tipo I. A este respecto Quail (1991)
describió el siguiente modelo acerca del comportamiento del fiticromo Tipo I: el fotoreceptor es sintetizado en la
forma Pr-I y se acumula como una molécula soluble que se distribuye de manera uniforme en el citoplasma de
plantas etioladas, concentrandose sobre todo en los meristemos (Briggs y Siegelman, 1965). La fotoconversión a
Pfr-I por exposición a la luz origina un declinamiento rápido en los niveles de Pr-I ya que el tiempo medio de
recambio de Pfr-I es unas 100 veces más rápido que el de Pr-I. Con base a estos datos se ha caracterizado al
fitocromo A (codificado por el gene phyA) de Arabidopsis thaliana como un fitocromo Tipo I (Quail, 1991).
El Tipo II es el fitocromo del tejido verde, siendo poco abundante en tejido etiolado, de 1 a 2% de cantidad
relativa respecto al Tipo I. La forma Pfr-II es estable y se conserva en niveles bajos en los tejidos verdes
fotoformados, en donde el Tipo I casi no es detectable. El fitocromo B (phyB) de A. thaliana se encuentra
aproximadamente en la misma cantidad en plantas etioladas y fotoformadas por lo que cumple con el criterio
operacional de estabilidad para Pfr-II. Por ello el fitocromo B se considera un fitocromo Tipo II (Quail, 1991).
Hasta el momento son cinco los miembros conocidos de la familia de los fitocromos (PHYA, PHYB, PHYC,
PHYD y PHYE) en Arabidopsis (Sharrock y Quail, 1989). Al parecer todos ellos con funciones diferenciales en la
regulación del desarrollo de las plantas (Smith y Whitelam, 1990). En el tomate se tienen al menos siete formas
diferentes de fitocromo, incluyendo un fitocromo B con dos formas funcionalmente distintas (Pratt et al., 1994). A
pesar de que la mayor parte de los resultados de investigación se concentran en unas cuentas especies de plantas,
lo cual pudiera restar amplitud a las conclusiones, se pueden asignar con cierta seguridad ciertas funciones a los
diferentes fitocromos (Smith, 1995). En el Cuadro 2 se presenta un resumen de esta información.
El Fotoequilibrio de Fitocromo. Sin consideración del hecho de que se tienen varias formas de fitocromo el
modelo clásico P = Pr + Pfr es adecuado como punto de partida para el concepto de fotoequilibrio del fitocromo
(Mohr y Oelze-Karow, 1976; Smith, 1986). El modelo indica lo siguiente: el contenido total de fitocromo de una
planta se representa como P y es la suma de las moléculas en sus formas Pfr y Pr. Cuando una planta crece en la
oscuridad entonces P Pr y Pfr es casi cero; al exponer la planta a la luz se inicia la fototransformación de Pr y la
cantidad de Pfr comienza a elevarse hasta alcanzarse un estado estacionario en donde cierta cantidad de P es Pfr.
Dicho estado estacionario, en donde el componente inestable Pfr se encuentra en contínuo recambio, es conocido
como fotoequilibrio del fitocromo ( =Pfr/P) y depende tanto de la irradiancia como del balance espectral de la
radiación que recibe la planta (Holmes y Smith, 1975; Holmes y McCartney, 1976; Jabben y Holmes, 1983).
Muchas actividades de la planta y muchos puntos del desarrollo dependen del fotoequilibrio del fitocromo (Holmes y
McCartney, 1976; Smith, 1986; Kasperbauer, 1992).
Se sabe que el estado dinámico Pfr/P es dependiente del balance R:RL. En consideración a ello Smith
(1986) presentó el siguiente modelo para el cálculo del valor teórico esperado de Pfr/P en la epidermis del tejido
vegetal bajo cierto balance espectral:
Pfr/P = (0.75)(1+(0.35/R:RL))-1
en donde, con el propósito de uniformizar la información, Smith (1986) propuso calcular R:RL como el cociente de
las integrales de densidad de flujo fotónico en los rangos 655-665 nm y 725-735 nm, esto es:
Modo de Acción. El modelo más aceptado considera a los fitocromos como elementos reguladores fotoreceptivos
que funcionan como interruptores moleculares que controlan la expresión génica en respuesta a los estimulos
luminosos del ambiente (Quail, 1991) (Figura 5). La regulación de la expresión génica es compleja y por ejemplo,
para el fitocromo A (phyA) en la planta de soya la vía de transducción para la regulación génica involucra, por un
lado, a una familia de proteínas-G y una Ca+2/calmodulina durante la inducción de los pigmentos de los
fotosistemas I y II en el cloroplasto y, por otro lado, a una quinasa y cGMP (guanosin-monofosfato) durante la
inducción de la síntesis de antocianinas (Bowler y Chua, 1994).
Asi como en el proceso fotosintético la energía contenida en los fotones es transformada en energía
química y en potencial reductor, que posteriormente se utilizan para fijar el CO2, en el caso de los fitocromos la
energía contenida en los fotones de bandas estrechas del espectro es transformada en información acerca del
ambiente circundante a la planta. En este contexto la radiación tiene un valor energético y un valor electivo como
vehículo de información para la definición de cierta estrategia de crecimiento.
Respuestas Fotomorfogénicas. Para la plantas establecidas bien sea en ambientes naturales como en parcelas
agrícolas, los papeles más importantes de la radiación como determinante electivo de programas alternos de
desarrollo se refiere a las respuestas al sombreo por individuos competidores y a los cambios en las longitudes
relativas del día y de la noche. La germinación de semillas, el paso de etiolación hacia la autotrofía y el
establecimiento de la plántula son procesos en donde la presencia y la cantidad de sombreo son críticos.
Germinación. Sobre todo en el caso de semillas peque as, la movilización extensiva de reservas y el
arranque del programa inicial de desarrollo deben de realizarse bajo una seguridad razonable de que el ambiente será
propicio al crecimiento de la nueva planta. Los factores con mayor significado en el control de la germinación de
semillas son la presencia de agua en el suelo, las variaciones en temperatura del suelo, proximidad a la superficie
del mismo y disponibilidad inmediata y futura de radiación solar: esto es presencia de claros en el dosel, como los
obtenidos a través de la acción del fuego y otros desastres, plagas y enfermedades y la acción misma del hombre.
El requerimiento de claros en el dosel y alta irradiancia en RFA es común sobre todo en especies pioneras de
bosques tropicales y templados.
¿De que manera una semilla ubicada en el suelo, por ejemplo en una selva tropical, percibe la presencia de
una perturbación aprovechable en el dosel vegetal? Para las especies pioneras el signo más fiable parece ser el paso
libre de la luz solar y el consiguiente cambio en la calidad espectral de la radiación. El incremento pronunciado en el
nivel de RFA y Azul y el giro drástico en el balance R:RL son se ales que, combinadas, determinan la presencia de un
claro en el dosel. De estos tres parámetros del ambiente lumínico parece ser que el balance R:RL es el más
importante por su función electiva a través de los fitocromos (Smith, 1995), mientras que la irradiancia en RFA y
Azul determinan la capacidad potencial de la planta en etapas posteriores del desarrollo (Britz y Sager, 1990; Allard
et al., 1991; Schmid, 1991). Efectivamente, la presencia de peque os claros en el dosel, que determinan un
aumento en la irradiancia de RFA y azul, pero que no aumentan significativamente el valor del cociente R:RL
(Stoutjesdijk, 1974) permite la germinación de las semillas de especies adaptadas al sombreo o penumbra pero no
promueve la germinación de las semillas de buena parte de las especies pioneras presentes en el almacen de
semillas del suelo. En cambio la presencia de grandes claros en el dosel, como los observados después de la acción
de incendios u otros agentes meteorológicos, de eventos poblacionales de ciertos parásitos, o hasta por la caída de
grandes árboles viejos, los cuales permiten un incremento sustancial en el valor del balance R:RL durante períodos
de tiempo significativos, si lo hace (Vázquez-Yanes y Smith, 1982; Vázquez y Orozco, 1984).
Etiolación y Fotoformación. La reacción de etiolación, que es el alargamiento del tallo sin inducción del
aparato fotosintético, es típica como respuesta al sombreo en especies de ambientes con alta competencia como
pastizales, zonas de cultivo, claros de bosques y selvas y zonas perturbadas. No se observa en especies adaptadas
a la sombra o de habitats abiertos como matorrales desérticos o dunas (Grime, 1966).
Diferentes estudios con A. thaliana demostraron que la etiolación es un patrón de desarrollo alternativo
cuya expresión depende de la represión del patrón de desarrollo normal (Chory et al., 1989; Deng y Quail, 1992; Wei
et al., 1994a; Smith, 1995). Esta represión es dependiente de una familia de elementos protéicos reguladores
conocidos como COP (de Constitutive Photomorphogenesis) entre los cuales COP1, COP8-11 reprimen la
fotoformación en la oscuridad. La presencia de radiación y la percepción de la misma por fitocromos y receptores de
luz azul dan lugar a la represión de los productos COP y disparan el programa de desarrollo fotomorfogénico (Ang y
Deng, 1994; McNellis et al., 1994; Wei et al., 1994a). Por otro lado, la transición a la autotrofía o fotoformación
depende de la acción de criptocromos, protoclorofilas y fitocromos (Smith, 1995).
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
280
La localización celular de las proteínas COP es variable según el ambiente de radiación y el tejido de que se
trate. COP1 se encuentran de manera constitutiva en los núcleos de las células radicales en donde reprimen de
manera contínua la formación de cloroplastos (Deng y Quail, 1992), mientras que en los tejidos aéreos COP1 se
localiza en el núcleo cuando la planta se desarrolla en la oscuridad y en el citoplasma cuando ocurre exposición a la
luz (von Arnim y Deng, 1994).
De manera interesante los mutantes COP son incapaces de reprimir el patrón de fotoformación en la
oscuridad. En ausencia total de luz muestran la morfología estructural y celular típica de una planta fotoformada asi
como la expresión de genes normalmente inducidos por la radiación (Wei et al., 1994b).
A partir de trabajos con plantas transgénicas se ha dilucidado algo sobre las interacciones de los diferentes
fitocromos entre ellos mismos y con otros fotoreceptores en los procesos de germinación y fotoformación (Halliday
et al., 1994; Reed et al, 1994), y se sabe por ejemplo que la cantidad de copias activas de los genes que codifican
para los fitocromos y su cromóforo es importante en determinar la correcta fotoformación de la planta (Wester et
al., 1994).
La fotoformación, que involucra la inhibición de la etiolación, síntesis de clorofilas y otros pigmentos,
transición de etioplastos a cloroplastos, expansión foliar, etc. es un proceso complejo en donde, además de la
batería de fotoreceptores mencionados, se tienen otros actores como son reguladores de crecimiento endógenos y
exógenos y nutrientes del suelo y atmósfera, entre otros. Entre estos últimos el calcio y el fósforo son importantes
en el encadenamiento de las cascadas de se ales celulares. Por otro lado, existen algunos trabajos en donde se ha
verificado la acción, aparentemente independiente pero coincidente en tiempo, de fitocromos y reguladores del
crecimiento, auxinas y giberelinas pero no ácido absícico (Kopcewicz y Madela, 1992), y fitocromos y citoquininas
(Flores y Tobin, 1988) en donde se tienen evidencias que indican que la acción de los fitocromos incrementa la
sensibilidad a los niveles endógenos de los reguladores, como es el caso de la regulación de extensión del tallo en
Pisum sativum (Weller et al., 1994) o bien se tiene un efecto regulatorio transcripcional del fitocromo y
postranscripcional del regulador del crecimiento (Flores y Tobin, 1988). En realidad es aún un misterio la manera en
que se encadenan todas las actividades de regulación que dan lugar a las estructuras normales de una planta.
Percepción de Vecinos y Evitación del Sombreo. A través de la percepción del nivel R:RL las plantas
perciben la cercanía o lejanía de competidores potenciales. Este hecho ha sido estudiado sobre todo en especies de
cultivo, en pastizales y en viveros o plantaciones forestales en donde las respuestas a la densidad de siembra o
transplante son economicamente críticas. La cuestión básica es que en presencia de competidores cercanos el
patrón de desarrollo de las plantas es diferente al de las plantas sin competencia. Morfológicamente la respuesta
puede caracterizarse como una etiolación atenuada e involucra buena cantidad de modificaciones anatómicas y
fisiológicas; dichas modificaciones pueden observarse en comunidades naturales, en campos de cultivo e incluso
bajo condiciones controladas en laboratorio, invernadero o campo abierto en ausencia de competencia por
nutrientes minerales.
Bajo condiciones controladas las respuestas a la presencia de competidores pueden imitarse modificando el
balance R:RL de la radiación incidente sobre la planta. De estos estudios se sabe que la tasa de alargamiento del
tallo se relaciona de manera lineal con la proporción calculada Pfr/P y que la pendiente de la curva es mayor para
las especies de habitats abiertos y menor para las especies adaptadas a la sombra (Smith, 1995). Sobre todo para
las plantas no adaptadas al sombreo la respuesta es inmediata, observandose cambios en la tasa de extensión del
tallo, después de alterar el balance R:RL, en tiempos tan cortos como 15 minutos (Smith, 1982).
De las características modificadas por la densidad poblacional las mas notables son el alargamiento de los
entrenudos, la dirección del crecimiento y la distribución vertical (como resultado de una mayor o menor dominancia
apical) y radial de las ramificaciones del tallo primario, el amacollamiento, el reparto selectivo de biomasa
aérea/subterránea (A/S) y de fotosintatos hacia las estructuras reproductivas.
En presencia de alta densidad poblacional, y controlando las variables que determinan la disponibilidad de
nutrientes, agua y CO2, las plantas de la misma edad y genéticamente homogéneas desarrollan tallos más largos,
A. Benavides (Editor). 2001. Ecofisiología y Bioquímica del Estrés en Plantas
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menor ramificación o amacollamiento, un sistema radical más peque o (alto A/S) y menor cantidad de estructuras
reproductivas no abortivas en comparación con la situación de baja densidad poblacional (Smith, 1982; Kasperbauer
y Hunt, 1992; Ballaré et al., 1995). También, en el caso de frutales como el manzano ha sido demostrado que las
capas inferiores del dosel (con bajo R:RL y menor irradiancia de RFA y azul) muestran menor cantidad de
ramificaciones, menor densidad de flores y entrenudos más largos en comparación con las capas superiores del
dosel no expuestas a radiación filtrada (Baraldi et al., 1994). Para todas estas respuestas se tiene evidencia de
regulación por fitocromos (Ballaré et al., 1995; Smith, 1995) si bien al parecer también es importante una
componente regulada por la irradiancia total o de RFA (Smith, 1982) y por la irradiancia de azul (Iino, 1990).
¿Cual es el significado ecológico de estas respuestas? Aparentemente, de acuerdo al nicho de radiación
solar que las plantas explotan, estas tienen un sistema sensorial que permite evaluar la situación presente y la
futura potencial en cuanto a la competencia por luz. En el caso de las plantas que normalmente crecen en sitios con
alta competencia el sistema es particularmente sensible y permite modificar, de manera rápida, el reparto de
recursos hacia los sitios de crecimiento en donde sea más probable explotar un volumen de espacio sin
competencia. Actualmente no se dispone de datos acerca del desempeño de mutantes fotomorfogénicos en
comunidades naturales, pero se tienen los datos de Ballaré et al. (1994, 1995) y Casal y Sánchez (1994) quienes
utilizaron plantas transgénicas, con modificaciones en la expresión de fitocromos que daban lugar a respuestas
retardadas a la presencia de competidores, en monocultivos a campo abierto. Los resultados de dichos estudios
fueron sorprendentes: al aumentar la densidad de siembra en los monocultivos transgénicos los individuos más
peque os fueron suprimidos rápidamente por sus vecinos de mayor tama o. En los monocultivos del genotipo
silvestre, por el contrario, se encontró una relación inversa entre la magnitud de la respuesta morfológica y el rango
del individuo en la jerarquía de tama os de la población. Como resultado, las desigualdades en tama o de los
individuos fueron atenuadas y el aumento en densidad no originó la eliminación de individuos peque os a favor de los
más grandes.
3.3.3.4. Conclusión. La habilidad de las plantas para percibir la cantidad y calidad de la radiación las capacita en
la explotación de volúmenes de espacio altamente variables en el tiempo. La acción concertada de los
fotoreceptores conocidos: fitocromos, clorofilas y sus precursores, criptocromos y receptores UV-B, imparte valor
electivo a la radiación y da lugar al inicio de la acción de un patrón de desarrollo adecuado a la condición ambiental
imperante permitiendo, hasta cierto punto, ir un paso adelante en la adecuada movilización de los recursos, sean
estos provenientes de reservas o sean fotosintatos de translocación actual. Las principales respuestas
morfogénicas en donde se ven involucrados los fitocromos son en el control de la germinación de ciertas especies,
en la etiolación y fotoformación y en las respuestas a la cercanía y al sombreo por competidores.
Si bien la lógica selectiva de la habilidad fotoformativa parece obvia es grande la carencia de datos
experimentales fuera de las situaciones de laboratorio o ambientes controlados. Hace tan solo 15 años uno de los
autores consultados escribía acerca del fitocromo mencionando que prácticamente era un área dominada del
conocimiento biológico, sin embargo el descubrimiento de las varias clases de fitocromo y sus poco conocidas
interacciones con otros reguladores del crecimiento y desarrollo, y esto en corto tiempo y en un número muy
limitado de especies vegetales, nos habla de nuestra gran ignorancia.
Asimismo se sabe poco de la interacción de la radiación como agente formativo y la de otros factores
ambientales como temperatura, humedad, concentración de CO2 y otros gases, etc. Si bien conocemos con
profundidad muchos puntos en el nivel molecular, es sorprendente nuestro desconocimiento de los detalles acerca
de como interaccionan los programas de desarrollo de una planta. Es seguro que del llenado de estas lagunas de
conocimiento surgirán grandes oportunidades tanto en el manejo agronómico como en el de poblaciones o
comunidades naturales.
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APENDICE
Resumen de Respuestas Seleccionadas de las Plantas a la Radiación.
En la columna de la izquierda se anotan los caracteres considerados los cuales cubren un rango amplio de
respuestas bioquímicas y morfológicas. Las dos siguientes columnas de izquierda a derecha agrupan las respuestas
observadas bajo un mismo nivel de irradiancia pero variando el balance espectral hacia el rojo (R) o hacia el azul (A).
Por otro lado las dos columnas de la derecha agrupan las respuestas observadas variando la irradiancia sin
modificar el balance espectral de la radiación.