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Matricula: 321002118
- Características principales.
Fuentes:
Instituto de investigaciones jurídicas de la UNAM
Código Civil Federal
CONTRATO DE COMPRAVENTA
En función de la regulación legal se dividen en civil y mercantil. Según el artículo 325 del Código de
Comercio se reputa mercantil "la compraventa de cosas muebles para revenderlas, bien en la misma
forma que se compraron o bien en otra diferente, con ánimo de lucrarse en la reventa" pero por
excepción, no se consideran mercantiles según el artículo 326 Código de Comercio:
1) Las compras de efectos destinados al consumo del comprador o de la persona, por cuyo encargo
se adquieren.
2) Las ventas que hicieren los propietarios y los labradores o ganaderos de los frutos o productos de
sus cosechas o ganados o de las especies en que se les paguen las rentas.
3) Las ventas que de los objetos construidos o fabricados por los artesanos hicieren estos en sus
talleres.
4) La reventa que haga cualquier persona o comerciante del resto de los acopios que hizo para su
consumo.
La diferencia entre la compraventa mercantil y la civil radica en el destino de lo comprado y el ánimo
de lucro es lo decisivo a la hora de determinar su naturaleza (STS de 10 de noviembre de 1999)
Por razón de las disposiciones legales, se dividen las ventas en comunes u ordinarias
y específicas.
Las primeras se rigen por las disposiciones generales del Código Civil y el Mercantil, y las segundas
por preceptos de excepción como por ejemplo las ventas de bienes muebles a plazo o las
compraventas de bienes del Estado.
Por su origen, pueden ser voluntarias o necesarias, según exista un consentimiento libre del
vendedor o le sea impuesto por ley tal y como sucede con la expropiación forzosa por causa de
utilidad pública o interés social.
Por su forma, puede ser pública, que es la que se celebra por intermedio de subasta, o privada, que
es la propiamente contractual y en la que el vendedor elige al comprador.
Por su ejecución, puede hablarse de compraventa ordinaria, en la que el objeto se entrega una sola
vez, o suministro, en el que el objeto se entrega de forma sucesiva y periódica.
¿Quiénes intervienen?
Las partes del contrato de compraventa son:
1. El comprador o persona que adquiere la cosa
2. El vendedor que es quien entrega la cosa y percibe el precio.
Además de ello, al lado de estos preceptos en que la capacidad general se limita o modifica,
el artículo 1459 del Código Civil, recoge una serie de supuestos en que la compraventa se impide
entre determinadas o para determinadas personas.
Modalidades de la compraventa.
Con reserva de dominio. Es cuando el vendedor se reserva la propiedad del bien objeto del
contrato, en tanto no se le liquide el precio total de la operación.
Por principio general ningún contrato produce efectos frente a terceros si éstos no lo han aceptado
de algún modo. Si el tercero acepta solamente las obligaciones o las obligaciones y derechos se
convierte en parte contratante (por ejemplo, el contrato por persona a nombrar); si acepta solamente
los derechos estamos frente al contrato en favor de tercero. No puede haber contrato a cargo de
terceros, sólo puede existir contrato en favor de terceros. Si el tercero, que no ha intervenido en la
celebración del contrato, acepta los derechos y obligaciones está aceptando el contrato, por lo que
termina siendo parte de éste, y como tal le asiste el derecho de resolver el contrato; en cambio, el
que solamente acepta el derecho derivado de un contrato ajeno, no acepta el contrato, sino
solamente el beneficio, por lo que no deviene en parte contratante, consiguientemente no tiene la
facultad de resolución.
¿Qué elementos reales concurren?
La cosa: Pueden ser objeto del contrato de compraventa tanto las cosas corporales como las
incorporales, es decir los derechos.
Pueden ser objeto de este contrato todas las cosas de lícito comercio, artículo 1271 del Código Civil,
ya sean una única cosa, una pluralidad o una universalidad, pero en cualquier caso, deben de reunir
una serie de requisitos que son los siguientes:
Debe de tratarse de una cosa real o posible, ya sea actual o futura. El artículo 1460 del Código
Civil, establece, que no pueden ser objeto de este contrato, las cosas imposibles pero dentro de las
posibles no importa si la cosas existe ya en ese momento o va a existir en el futuro (venta de cosas
futuras).
La cosa ha de ser determinada artículo 1445 Código Civil, pero esa determinación no tiene que ser
actual siendo suficiente con que pueda llegar a determinarse sin necesidad de un nuevo convenio
entre los interesados conforme a la doctrina general del artículo 1273 del Código Civil.
Que se trate de una cosa de lícito comercio.
Por último, un requisito muy discutido es de si la cosa vendida debe de ser de propiedad del
vendedor. Este tema enlaza con el de la existencia o no de la venta de cosa ajena. Para un sector
doctrinal, la venta de cosa ajena es nula, distinguiéndose a su vez aquellos que entienden que se
trata de un supuesto de nulidad absoluta, de otros que entienden que es una nulidad relativa. Otro
sector doctrinal mayoritario admite su validez partiendo de la consideración de la compraventa, como
mero negocio productor de obligaciones, y apoyándose en que el error del comprador no es de los
que producen la nulidad del consentimiento.
El precio: Es el elemento más característico de la compraventa, ya que le diferencia de la permuta,
en la que este no existe, y consiste en la suma de dinero que el comprador se obliga a entregar a
cambio de la cosa (Véase: Precio del contrato).
Tiene que ser verdadero o real.
Tiene que ser cierto o determinado o al menos susceptible de determinación. El artículo 1445 Código
Civil así lo establece, pero no se exige que esa determinación se produzca en el momento de la
celebración del contrato, sino que basta con que pueda determinarse sin necesidad de un nuevo
convenio entre las partes.
Tiene que consistir en dinero o signo que lo represente.
Addictio in diem
Se conoce como addictio in diem el pacto entre comprador y vendedor en virtud del cual puede este
anular la compraventa si dentro del plazo convenido consigue de otro mejor precio por la cosa.
Una vez analizados los elementos del contrato, debe de tratarse el tema de la forma, y en esta
materia rige el principio general de libertad de forma, matizado, por lo que se refiere a los
inmuebles por la exigencia de escritura pública del artículo 1280 del Código Civil.
¿A qué se obliga el vendedor?
Aparte de la obligación, no claramente expresada en nuestro Código Civil, de proporcionar al
comprador la propiedad de la cosa, o el derecho vendido son obligaciones del vendedor las
siguientes:
Conservación y custodia de la cosa
"El obligado a dar alguna cosa lo está también a conservarla con la diligencia propia de un buen
padre de familia", (artículo 1094 Código Civil).
Por ello no cabe duda de que el vendedor ha de responder de la pérdida y deterioro de la cosa
cuando obre con dolo o negligencia, o se halle constituido en mora. Pero ofrece alguna dificultad en
la doctrina y en la legislación positiva, el caso de que tenga lugar un caso fortuito: Es decir si la cosa
se pierde o se destruye sin culpa del vendedor y sin estar constituido en mora, después de
perfeccionado el contrato y antes de la entrega de la cosa, ¿soportará la pérdida el vendedor o el
comprador?
• Regla General: para las cosas no fungibles y fungibles cuya venta se hace aisladamente y por un
solo precio o sin consideración a su peso, medida o número rige el Principio Romano de imputar los
riesgos al comprador.
• Excepción: responde el vendedor de los riesgos o los sufre en las cosas fungibles que se vendieran
por un precio fijado en relación al peso número o medida hasta que se hayan pesado contado o
medido a no ser que el comprador se haya constituido en mora.
Entrega de la cosa vendida
Regula el Código Civil con ocasión de la compraventa la institución que los autores designan con el
nombre de "Tradición o Traditio" y que es aplicable, no solo a la venta sino a todos los contratos
traslativos del dominio. El sistema Romano, que rige nuestro Código Civil supone que la entrega o
tradición es el medio jurídico de transmitir al comprador, la propiedad de la cosa o derecho real sobre
ella (artículos 609 y 1095 del Código Civil).
La entrega es el transferimiento de la posesión Jurídica de la cosa, que hace adquirir su propiedad
por el comprador, y dice el primer párrafo del artículo 1462 del Código Civil que se entenderá
entregada la cosa vendida cuando se ponga en poder y en posesión del comprador.
La obligación de entrega y saneamiento la establece el artículo 1461 Código Civil pero puede
pactarse la reserva de dominio, que da lugar a una compraventa especial llamada compraventa
compacto de reserva de dominio.
Al margen de esa obligación genérica de entrega, existen casos en los que el vendedor no está
obligado a la entrega de la cosa:
Venta con precio presente: el vendedor no está obligado a entregar la cosa si el comprador no le ha
pagado el precio o no se ha señalado en el contrato un plazo para el pago.
Venta con precio aplazado: si después de la venta se descubre que el comprador es insolvente de tal
suerte que el vendedor corre inminente riesgo de perder el precio. Se exceptúa de esta regla en c
aso de que el comprador afiance, pagar en el plazo convenido.
En cuanto al objeto, el artículo 1468 del Código Civil establece que deberá entregarse la cosa en el
estado en que se hallaba al perfeccionarse el contrato. Todos los frutos, pertenecen al comprador,
desde el día en que se perfeccionó el contrato, y la obligación se extiende además a la entrega de la
cosa con todos los accesorios aunque no hayan sido mencionados, (artículo 1097 del Código Civil).
Aliud pro alio
Se conoce como aliud pro alio la entrega de cosa distinta a la pactada. Permite el ejercicio de una
acción indemnizatoria.
En cuanto a la cantidad la obligación de entrega comprende la de poner en poder del comprador
todo lo que exprese el contrato. Este principio general enunciado en el artículo 1469 del Código
Civil es luego desarrollado para los casos de excesos o defectos de cabida en unas minuciosas
reglas contenidas en ese mismo precepto y en los siguientes.
Los gastos de la entrega son de cuenta del vendedor y los de transporte o translación de cargo del
comprador salvo pacto en contrario.
Entrega de los títulos de pertenencia y en general facilitación de los informes necesarios
Con esta obligación el vendedor, permite que el cambio de propiedad pueda tener la autenticidad y
publicidad necesaria, mediante la inscripción en el registro público adecuado.
Obligación de saneamiento en sus distintas manifestaciones
El vendedor debe asegurar al comprador la posición pacífica y útil de la cosa y si no fuese así la
causa de la venta para el comprador podría peligrar, debiendo el vendedor indemnizarle en los
daños y perjuicios que sufra en caso de que aquel compromiso no pueda ser cumplido.
Existen dos tipos de garantías: el saneamiento por evicción, que garantiza la posesión pacífica de la
cosa (Véase: Saneamiento por evicción), y por vicios ocultos, que garantiza la posesión útil
(Véase: Saneamiento por vicios ocultos). La primera evita que el comprador sea perturbado en su
disfrute por causas jurídicas y la segunda previene que se haga imposible por causas económicas.
Gastos de otorgamiento de la escritura matriz
Serán de cuenta del vendedor los gastos de otorgamiento, pero los de la primera copia y de las
demás posteriores a la venta son de cuenta del comprador salvo pacto en contrario.
¿A qué se obliga el comprador?
Pago del precio
El artículo 1500 del Código Civil dice que se pagará en el tiempo y lugar fijados en el contrato, y si no
se hubieran fijado, se harán en el tiempo y lugar que se haga la entrega de la cosa.
Abono de gastos
El comprador debe de abonar los gastos siguientes:
Los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa, desde la perfección del contrato hasta su
consumación.
Los gastos de traslación de la cosa salvo pacto.
Los gastos de la primera copia de la escritura y demás posteriores salvo pacto.
Gastos de inscripción en el registro de la propiedad.
El impuesto de derechos reales.
Pago de intereses
Como regla general el precio no produce intereses, pero como excepción deberá abonarlos en los
casos que señala el artículo 1501 del Código Civil:
Si así se hubiere convenido.
Si la cosa vendida y entregada produce frutos o rentas.
Si el comprador se hubiese constituido en mora.
Precio y el abono de los gastos e intereses.
CONTRATO DE SUMINISTRO
Atípico
Formal
Bilateral
De tracto sucesivo
Oneroso
Contrato de suministro:
Esto puede llegar a confundir ya que los elementos son prácticamente iguales en el contrato de
compraventa sin embargo, la diferencia con este otro contrato radica en dos puntos precisos:
CONTRATO DE CONSIGNACION
Partes:
Consignate
Consignatario
El consignatario tiene la obligación de pagar el precio pactado con el consignante o devolver el bien
El consignante trasmite la posesión de los bienes y en su momento la propiedad al adquirente, y en
su caso será responsable ante este último por los daños y perjuicios
Pueden pactarse una retribución para el consignatario que consistirá en:
o una suma determinada de dinero
o un porcentaje sobre el precio de venta
o algún otro beneficio
Una vez verificada la venta del bien dado en consignación, el consignatario tendrá dos días hábiles
para entregar la ganancia acordada al consignante, salvo pacto en contrario en el supuesto de que
los bienes consignados no hayan sido vendidos, el consignante no puede disponer de ellos hasta
que se concluya el plazo fijado para la venta
El consignatario debe efectuar todos los actos tendientes a la conservación de los bienes como de
los derechos relacionados con los mismos
El consignatario podrá disponer del bien solo con el fin previsto en el contrato
Respecto a la retribución, salvo pacto en contrario, si el bien objeto del contrato no fue vendido
dentro del plazo pactado, el consignante no estará obligado a pagar al consignatario.
Este tipo de relación no podrá tener efectos para embargos sobre los bienes que estén en
consignación, si el consignatario se encuentra en proceso judicial y se le requiera el pago.
De manera general tiene causas de terminación como cualquier otro contrato, que pueden ser las
siguientes:
De darse alguna de estas causales, el consignatario debe poner de inmediato a disposición del
consignante los bienes dados en consignación, para que los recoja dentro de los dos días hábiles
siguientes a la notificación respectiva. Si el consignante no recoge la mercancía dentro de dicho
término, salvo pacto en contrario, estará obligado a cubrir al consignatario el equivalente al 2
% mensual del valor de mercado del bien de que se trate por concepto de almacenaje, por cada mes
o fracción que tarde en recogerlo, en cuyo supuesto, los riesgos derivados de la pérdida o deterioro
por caso fortuito o fuerza mayor se entenderán transmitidos al consignante.
Si bien es una operación muy común en las empresas, la mayoría no la utiliza por su
desconocimiento o no se usa de forma adecuada al no atender las particularidades de la misma,
algunos de sus errores son:
confundirlo con el mandato: este es naturalmente gratuito, salvo pacto en contrario; mientras
que la comisión mercantil es onerosa
no estipularlo por escrito: a pesar de que no existe expresamente en el CCom ni en otra
legislación una formalidad para celebrarlo, si se realiza de esta forma, trae aparejada ejecución, es
decir, se puede efectuar un procedimiento por la vía sumaría o ejecutivo mercantil en caso de que
exista un conflicto
confundirlo con venta: no lo es porque no debe registrarse ninguna utilidad hasta que el
consignatario haya vendido las mercancías
Código de Comercio
CAPITULO IV - De la Consignación Mercantil
Artículo 392
Artículo 393
Artículo 394
Artículo 392. La consignación mercantil es el contrato por virtud del cual, una persona denominada
consignante transmite la disponibilidad y no la propiedad de uno o varios bienes muebles, a otra
persona denominada consignatario, para que le pague un precio por ello en caso de venderlos en el
término establecido, o se los restituya en caso de no hacerlo.}
Artículo 393. El contrato consignatorio se regirá por lo siguiente:
El consignatario tendrá la obligación de pagar el precio pactado con el consignante o de devolver el
bien, salvo lo dispuesto por el tercer párrafo, de la fracción VI, de este artículo.
El consignante trasmitirá la posesión de los bienes al consignatario, y en su momento, la propiedad
de los mismos al adquirente; en caso contrario, estará obligado a responder por los daños y
perjuicios causados, así como por el saneamiento en caso de evicción de los bienes dados en
consignación o por los vicios ocultos respectivos.
Las partes contratantes podrán pactar una retribución para el consignatario que consistirá en una
suma determinada de dinero, en un porcentaje sobre el precio de venta o en algún otro beneficio,
pudiéndose facultar al consignatario para que retenga el porcentaje establecido en el contrato.
Si el bien objeto del contrato no fue vendido dentro del plazo pactado, el consignante no estará
obligado a retribuir al consignatario, salvo pacto en contrario.
Cuando se pacte una retribución para el consignatario sin que el bien o bienes consignados hayan
sido vendidos y sin que dicha retribución haya sido cubierta, se entenderá que lo consignado
responde por el importe pactado; en este caso el consignatario podrá constituir en prenda dichos
bienes hasta en tanto le sea cubierta la retribución, estándose además a lo dispuesto en el segundo
párrafo de la fracción VII de este artículo.
En caso de que el bien consignado sea vendido y habiéndose pactado una retribución para el
consignatario ésta no se haya determinado, se estará a aquella que generalmente se fije en este tipo
de contratos en la plaza respectiva, tomando en cuenta las características del bien consignado, su
valor de mercado y los gastos erogados por el consignatario para su conservación.
Una vez verificada la venta del bien dado en consignación, el consignatorio tendrá dos días hábiles
para entregar la ganancia pactada al consignante, salvo pacto en contrario.
En caso de que el consignatorio retenga el bien o el producto obtenido de la venta de manera
injustificada, salvo pacto en contrario, además de estar obligado a restituir el bien o pagar el producto
obtenido de la venta, éste deberá pagar al consignante un tres por ciento del valor de mercado del
bien consignado por cada mes o fracción que dure la retención respectiva, en cuyo caso los riesgos
derivados de la pérdida o deterioro por caso fortuito o fuerza mayor se entenderán trasmitidos al
consignatario.
A fin de poder exigir la restitución del bien consignado o el pago del producto obtenido de la venta
del mismo, en caso de que las partes hayan celebrado el contrato respectivo por escrito, el mismo
traerá aparejada ejecución en términos de los establecido en la fracción VIII, del artículo 1391 de
este Código.
En caso de que los bienes consignados no hayan sido vendidos, el consignante no podrá disponer
de ellos en tanto no se verifique el término establecido en el contrato para la venta de los mismos.
El consignatario deberá realizar todos los actos tendientes a la conservación tanto de los bienes
consignados como de los derechos relacionados con los mismos.
Para los anteriores efectos, el consignante deberá proveer de los fondos necesarios para ello con
cuando menos dos días de anticipación a la realización del acto de conservación respectivo. En caso
de que el consignatario hubiese efectuado alguna erogación para los efectos de este párrafo, el
consignatorio tendrá derecho a que el importe de la misma le sea reembolsado por el consignante,
aplicándose en lo conducente lo dispuesto en el tercer párrafo, de la fracción III de este artículo.
Los riesgos del bien se transmiten al consignatorio cuando éste le sea entregado de manera real por
el consignante, con la excepción de la pérdida o deterioro por caso fortuito o fuerza mayor tratándose
de bienes individualmente designados los cuales correrán a cargo del consignante.
VII. El consignatario podrá disponer válidamente del bien sólo con el fin previsto en el contrato. Los
efectos consignados no podrán ser embargados por los acreedores del consignatorio.
El consignatorio debe poner de inmediato a disposición del consignante los bienes dados en
consignación cuando ocurra alguno de los supuestos previstos en el artículo 394, a efecto de que
éste los recoja dentro de los dos días hábiles siguientes a la notificación respectiva. Si el consignante
no recoge la mercancía dentro del término señalado con anterioridad, salvo pacto en contrario,
estará obligado a cubrir al consignatario el equivalente al dos por ciento mensual del valor de
mercado del bien de que se trate por concepto de almacenaje por cada mes o fracción que tarde en
recoger el mismo, en cuyo caso, los riesgos derivados de la pérdida o deterioro por caso fortuito o
fuerza mayor se entenderán transmitidos al consignante.
Artículo 394. Son causas de terminación del contrato consignatorio:
1. La ejecución total de las obligaciones derivadas del contrato;
2. El vencimiento del plazo pactado;
3. La Muerte de alguno de los contratantes;
4. El mutuo consentimiento; y,
5. Incumplimiento de las obligaciones de alguna de las partes.