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Alejandro Villamizar Echavarría U00106674

¿Cómo tener pareja y no morir en el intento?

El texto se desarrolla bajo la premisa: Ni contigo ni sin ti… y comienza haciéndose una
serie de preguntas como ¿Qué mantiene unidas a las personas que los une un lazo pero no son
realmente capaces de estar juntos ni de separarse? A esto se responde suponiendo que es por el
poder del lazo, o por lo formado a partir de este y claro, el miedo a estar en soledad sin aquel
lazo. Se nombra como buen intermediario el análisis que al estudiar y despejar los síntomas
rígidos de uno que pueden ser causa de la complicación y de oscurecer el amor y el deseo genera
ciertos resultados posibles: renovarse o relanzarse más felizmente o también puede ser que no
logren sostenerse más y decidan separarse y continuar con otra pareja, etc.

Se afirma luego que una de las razones por las cuales surgen dentro del amor las quejas del
otro, las críticas, las sospechas, las denuncias, etc. es por aquella demanda que se ha puesto en el
otro, por tanto no es cuestión del otro, sino que es un problema de lo que habla en el que genera a
demanda.

Se explica mejor lo anterior al poner las afirmaciones que implican un “yo”, “tu”, “mi”,
“contigo”, “contigo” como si se tratase de un eje imaginario, que es al final la imagen del yo, el
semejante, el rival, en ultimas: el otro en tanto imagen especular. Porque, según el texto, en este
se encuentra la falta como principal creadora u obturadora de la pareja simbólica, del “nosotros”
que al final se usa para suplir dicha falta negando la unidad y dando pasó a un plural imaginario.
Ahora bien, ¿Qué es lo que implica la separación? Nada más que una catástrofe subjetiva, pues
implica la pérdida del significante, dado que algunas personas tienen amarrado el significante.

Pero no todo se trata de la relación del uno con el otro, sino que también del otro con el
primer sujeto, pues este de igual manera es sujeto de demanda, de deseo, es decir, lo que el otro
demanda de mí. Según la teoría de las parejas, mencionada por la autora, se plantea que en un
primer lugar se recibe el complemento de la falta bajo forma de un objeto a. El sujeto busca el
objeto en el campo del otro, implicando asi que no hay relación con el otro si no es por medio de
a. el sujeto entonces no tendrá que buscar lo que le falta bajo la forma del significante sino bajo
la forma de a. y debe buscarse en el otro. Luego vendrá la cuarta pareja que es la del goce
libidinal, con el erotismo, que es el encuentro del objeto de goce en el otro, se responde, no al
ideal, sino a la satisfacción.

Por último se trabaja de acuerdo a la primer premisa y se determina que ni contigo ni sin ti
es la mejor forma de tener pareja, es decir el no hacer pareja hace que se preserve el deseo en la
articulación del otro, puede perderse el otro, se extraña y si se encarna en el objeto erótico será
bueno, y si no le es completa la imagen que uno deposita en el otro se podrá saber que es un
espejismo. Decía Miller: “el amor es un laberinto de malentendidos sin salida” y es mejor la
individualidad que intentar hacer de dos personas una unidad.

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