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EL ARTE PRECOLOMBINO DE COSTA RICA

Costa Rica se divide en tres zonas arqueológicas: la zona


de Guanacaste-Nicoya hacia el noroeste a veces recibió la
influencia de Mesoamérica, inclusive hay definiciones de
Mesoamérica que incluyen esta parte de Costa Rica. La
zona más extensa, la vertiente del Atlántico - montañas
centrales muestra influencia probable de los Andes. La
tercera zona, El Diquís al sur, tenía tradiciones culturales
en común con el Occidente de Panamá, en todas estas
zonas, sin embargo, se produjo arte que distingue y
caracteriza cada región.
Junto a las figuras humanas, el mundo de arte de Costa
Rica está poblado de jaguares, cocodrilos, aves,
murciélagos, ranas, serpientes, monos, pecarís y dantas, a
veces, de figura antropomorfa. El arte es visualmente
atrayente aunque el significado de su simbolismo, no
siempre se comprenda con facilidad.
Muchos de los mejores objetos costarricenses, se han
hallado en sepulturas lujosas y pueden haber sido hechos especialmente como propósito funerario.
Esto es igualmente cierto del arte precolombino en general.
Entre los objetos más antiguos, se destacan excelentes tallas en forma de metates de piedra. Los
metates precolombinos de tres pies, son lisos en la superficie de trabajo, que a veces tienen
señales de mucho uso; las manos que se emplean para moler, a veces se encuentran con los
metates, los cual hace suponer que los adornados metates eran funcionales a la vez que
decorativos. En la zona de Guanacaste-Nicoya, hay mesas trípodes con superficies curvas, que se
desarrollan de las más sencillas de patas macizas a las que tienen patas ricamente cinceladas y
una cabeza de animal a un extremo de la mesa curva, de modo que la forma viene a ser efigie de
uno de éstos animales simbólicos, lo que hace suponer que se usaran en la preparación de
alimentos rituales. Se han hallado sepulturas de personas importantes y pueden haber tenido un
significado funerario específico; tal vez se pusieran para que el muerto tuviera un metate en el cual
moler su maíz en la otra vida. Pero es posible que tuvieran un significado más profundo. La
asociación del otro mundo con la fecundidad de la tierra, estaba muy difundida por la América en la
antigüedad.

Muchos metates costarricenses, tienen un diseño tejido alrededor del borde. En la zona maya, el
motivo usado es un símbolo de soberanía; un título real maya, es "señor de la estera2 y los dibujos
de tronos mayas pueden estar decorados con el motivo de la estera. Hay arqueólogos que creen
que los metates costarricenses se usaban en tronos. A veces las figuras de cerámica están
sentadas en un objeto muy parecido a un metate. Además, tres metates en fila, podían formar una
plataforma de entierro, en algunas excavaciones arqueológicas se han hallado usados de esta
manera.
Los objetos simbólicos precolombinos, tienden a tener varios niveles de significación y los metates
no son la excepción.
Los metates de "panel colgante", proceden de la vertiente del atlántico-montañas centrales; son
más complicados que los que los ejemplos de Guanacaste-Nicoya. Las tres patas están adornadas
con figuras y una figura que está sujeta a un panel central que cuelga, se mueve como una
acróbata entre las patas. En estos casos aparecen una variedad de figuras y a los diseños se
incorporan a veces, trofeos de cabezas humanas, a menudo en el pico de pájaros. En la América
parece haber estado muy extendida la decapitación, presumiblemente de enemigos vencidos en
batallas o de víctimas sacrificadas. Las cabezas humanas, simbólicas de conquista, eran
probablemente ofrendas de sangre a las divinidades del cielo y la tierra, para propiciar que el sol
brillara y la tierra fuera fecunda. Hay metates grandes de poca altura, sostenidos por una fila de

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cabezas humanas alrededor del borde, que se encuentran desde la
vertiente del Atlántico hasta Panamá.
En la vertiente del Atlántico y la zona del Dirquís, las cabezas humanas
no sólo se encuentran en metates; las hay de piedra o cerámica, aisladas
o sostenidas por una grande figura de piedra que está de pie y tiene un
cuchillo en la otra mano. Algunas de las figuras que están de pie
sostienen una cabeza pequeña, lo que sugiere la posibilidad de la
costumbre amazónica de reducir las cabezas.
En sepulcros anteriores a 800 años después de Cristo aproximadamente,
los metates se hayan asociados a hachas u hojas de jade, estos ejemplos
de arte lapidario, están a veces hechos de jade legítimo o de otras
piedras y algunos colgantes son de pizarra.
Al igual que los metates, las hachas de jade quizás se asociaban a la
fecundidad, la transformación y el renacer.
Los colgantes de jade de la vertiente del Atlántico, están elaborados de
una manera complicada, por frotamiento de una cuerda tensa que hace
fricción con arena mojada. No suelen tener forma de hoja, en su lugar se
tallan piernas u otras formas de figuras frontales. Hay también
complicadas figuras de perfil, que a menudo llevan bastones de mando.
En los Andes, son comunes las deidades que llevan bastones con forma
de culebra y otro motivos simbólicos. Las formas costarricenses de jade
tallado, incluyen los colgantes de murciélago o colgantes alados de
Guanacaste-Nicoya, forma que aparece también en Mesoamérica, la
combinación de rasgos de varios animales poderosos, es tema de gran
parte del arte precolombino.
Otra forma pequeña esculpida que se halla en ambas zonas en los
períodos antiguos, es la maza ceremonial. Aunque estos objetos parecen mazas de las usadas en
la guerra, las que están cinceladas con elegancia, son a menudo frágiles y deben haber sido
objetos simbólicos, para denotar rango, tal vez indicaban el valor de un jefe en la guerra y la
responsabilidad que tenía de hacer guerra y proteger a su pueblo, las mazas ceremoniales se han
encontrado con metates y colgantes de jade en sepulturas de aristócratas, están rematadas por
cabezas de diversos seres incluso humanos y calaveras.
Estos tres artefactos funerarios: el Metate, el Colgante de
Jade y la Maza Ceremonial, eran versiones de objetos
funcionales, relacionados con el poder señorial en este
mundo, que daban estado simbólico en otro. Hacia 800
años D. de C. Dejaron de tallarse mazas ceremoniales y
no se volvió a labrar el jade en Costa Rica, poco después
el uso de los metates decayó. Esto coincide con el final
del período clásico mesoamericano, la era de los grandes
gobernantes mayas. Después del año 900 D. de C.
Aproximadamente, Tikal y las otras grandes ciudades
mayas de las montañas, habían sido abandonadas. La
sociedad estaba más concentrada en la guerra y el
comercio y menos en el poder personal y espiritual de los
Reyes-Divinos. En Costa Rica sucede otro tanto. Junto
con este cambio hay otro, lo más espectacular del
período posterior, son los adornos de oro, que inspiraron
los primeros españoles; el nombre de Costa Rica los
hacía describirla como "provincia de riquezas
inimaginables". Los primeros ejemplos de orfebrería
encontrados, recuerdan el estilo coclé del centro de Panamá donde tal vez se hicieran. La mayoría
de ejemplos que se conocen, proceden del período posterior de la zona del Diquís próxima a
Panamá occidental, cuya tradición de orfebrería comparte.

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Colgantes complicados fundido por el procedo de cera perdida, muestran aves con tocados de
fantasía, ranas con culebras en la boca, insectos crustáceos, cocodrilos, murciélagos y seres
humanos. Hay pendientes planos suspendidos de
alambre para aumentar los reflejos de la luz al
moverse, además aparecen discos, collares y
coronas de hoja de oro martillado.
La cerámica de las antiguas civilizaciones es,
desde hace tiempo una de las clases de artefactos
más significativos y duraderos que los
arqueólogos encuentran. En muchas culturas las
formas de decoración de las mejores vasijas, son
depositarias de las creencias y tradiciones de un
pueblo, esto es indudablemente cierto en América,
donde la cerámica comprende muchos conceptos
cosmológicos, religiosos y sociales.
Costa Rica produjo una gran variedad de formas
de cerámica y tipos de decoración desde vasijas
monocromas, son sencilla decoración de puntos,
hasta brillantes vasijas policromas de barbotiba
blanca con diseños pintados y grabados. Del
período anterior a la era cristiana, proceden elegantes vasijas globulares con diseños hechos con
incisión. Un poco más tarde, se añadían cabezas modeladas con brazos y manos grabados o
pintados en el cuerpo de la vasija, de tal modo que la vasija viene a ser un cuerpo.
Las cabezas, suelen ser con figuras de animales y a veces sirven de tapa, a las vez parecen
vasijas con formas de animales o seres humanos y hay figuras que no son vasijas.
Son corrientes lo cuencos sostenidos por tres figuras que a menudo son monos. En las culturas
prehispánicas, los seres humanos deformes parecen haber tenido poderes místicos especiales,
entre las figuras costarricenses se ven muchos jorobados.
La cerámica presenta también gran variedad de funciones, muchas vasijas parecen haber sido
hechas para contener líquidos o alimentos, otras para quemar incienso.
Otra forma característica de cerámica de Costa Rica, son los pedestales a menudo decorados con
una hilera de pájaros, a veces sostenidos por ramas atléticas. Otra forma de cerámica son las
máscaras, que a veces representan caras de esqueletos y tal vez se usarán máscaras mortuorias
en fardos funerarios.
En las culturas prehispánicas estaban muy extendidos los objetos para hace ruido y en Costa Rica
abundan las ocarinas y silbatos en forma de seres humanos, aves o animales. Muchas vasijas
tienen ranuras en las patas para que se oigan las
sonajas.
En el período más tardío de Guanacaste-Nicoya, es
evidente que algunos diseños procedan de México, por
ejemplo: una serpiente emplumada.
Algunas figuras son tan parecidas a las ilustraciones de
los códices mexicanos, que uno se pregunta si no sería
ese el medio por el cual se transportaron los diseños y la
información mística que impartían.
Se sabe mucho más de la arqueología de Mesoamérica y
de los Andes que de la costarricense. Felizmente en la
actualidad se está trabajando mucho en arqueología en
este país, lo que está rebelando material y conocimientos
nuevos del acervo cultural del pasado.
Costa Rica tiene sin duda, un glorioso pasado que
vale la pena investigar, sus extraordinarios artefactos
revelan una historia larga, interesante y grandiosa.

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