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Babilonia
a) Origen de comercio a través del intercambio de cosas mercantiles o comerciales entre
un pueblo y otros que se daban principalmente en Mesopotámica.
b) La utilización de la plata y el oro como medidas de cambio que se distinguían como
signo de cambio.
c) Las rutas mercantiles aparecen como factores capitales del progreso
d) La navegación aparece como elemento importante del progreso, los mares y los ríos
determinaban el cambio de productos
e) El rey Amurabi codifica las costumbres del comercio (“El código de Amurabi”),
donde se ven contratos de sociedad, préstamo con intereses, contratos de comisión,
el depósito, etc.
Roma
a) Origen y nacimiento del derecho mercantil como disciplina sistemática.
b) Se conocen los términos del comerciante, mercancías, etc.
c) Surgen algunas normas o reglas de responsabilidad sobre el comercio.
d) Se aplican disposiciones como la obligación de llenar libros a cierto tipo de
comerciantes como los argentari (antecedentes de los banqueros)
e) No existe el derecho mercantil solo el derecho de gentes.
Banqueros y Bancos:
Durante la Época de la Colonia, fue España el primer país europeo cuyas instituciones
jurídicas influyeron y se reflejaron en el derecho comercial americano en general y
colombiano en particular. Pero en general este solo sirvió de puente entre el
pensamiento francés que si adquirió carta de naturaleza en Colombia.
En España pueden destacarse como antecedentes significativos en materia de Títulos
Valores,
a) El Estatuto de Barcelona de 1394
b) La Ordenanza de Barcelona en 1455
c) La ordenanza sobre Cambios de Enrique IV en 1464
En Colombia la primera influencia en derecho mercantil fue la Francesa, introducida
por ósmosis a través de las Nuevas Ordenanzas de Bilbao que duraron en nuestra
legislación hasta 1853, año de la promulgación del Primer Código de Comercio
Por último queda la necesidad de hacer referencia a la legislación angloamericana,
porque durante muchos años fue la que imperó en Colombia, a través de la Ley 46 de
1923, casi copia de la Ley de Instrumentos negociables de los Estados Unidos.
Ordenanzas de Colbert.
Fue el autor de la Ordenanza Marítima, quien inicia una nueva época en la historia
económica de Francia. En efecto, por lo que a nuestra materia se refiere, es a este
estadista a quien se debe la creación de la marina francesa mercante y de guerra, que era
incipiente antes del siglo XVII. Cuando Colbert inicia su gestión administrativa las
unidades navales de Francia no pasaban de seiscientos navíos, y la flota de guerra se
componía de solamente treinta naves. Durante su gestión se construyeron los arsenales
de Dunquerque, Brest, El Havre y Tolón. Mediante el pago de primas a los armadores,
logró elevar la marina de guerra, en un término de veinte años, de treinta a ciento
sesenta buques.
En el aspecto legislativo su labor es valiosísima por lo que al derecho marítimo se
refiere, toda vez que la Ordenanza Marítima de 1681 reglamenta en forma muy precisa
una serie de instituciones relativas al mar, siendo tanta su importancia que llegó a
proyectarse hasta en el Código Napoleónico.
Burgos.
En las postrimerías del siglo XV y mediados del XVI, se promulgaron las Ordenanzas
de Burgos, que al igual que las de Bilbao, reglamentan el contrato de fletamento, la
avería y el seguro marítimo, presentando además la importancia de ser fuentes
supletorias del derecho indiano, de acuerdo a lo ordenado en la Recopilación de Indias.
Sevilla.
Estas Ordenanzas de 1737 tuvieron una complementación (poco o nada citada por
los autores) avalada por una Provisión de Real y Supremo Consejo de Castilla,
durante el reinado de Fernando VII, expedida el 9 de Julio de 1818. Esta
modificación afectó parcialmente a los Capítulos II, V y VI de las Ordenanzas, es
decir, a su régimen interno. Se refería a la elección y calidades de los Cónsules y a
los emolumentos del Prior, Cónsules y Síndico, “destinados” al establecimiento de
escuelas para instrucción de la juventud” (con lo que el consulado de Bilbao
confirmaba un espléndido mecenazgo).
La excelencia de las Ordenanzas de Bilbao hizo que fueran referente para otras
Ligas de Comerciantes tanto en el Reino como en las Colonias Americanas
(extendiéndose a diecinueve naciones de Íbero América), adelantándose al primer
Código de Comercio del mundo, el francés de 1807.
Es una de las más importantes fuentes históricas del moderno derecho mercantil. Se
recopilaron las costumbres de interpretar y dirimir las relaciones mercantiles,
inicialmente era un almanaque de consulta. El origen es remoto aproximadamente
hacia 1560. Define los antecedentes de figuras jurídicas mercantiles como la letra de
cambio, conocimiento de corretaje, seguro de flete, riesgo derivados del naufragio,
regulación de la suspensión de pagos, quiebras.
El primer código español creado por Saine de Andino y es del año de 1829, este código
pretende acentuar el carácter objetivo del derecho comercial, se basa en el acto de
comercio, aunque sin enumerar aquellos a los que atribuye tal carácter. Había sufrido
diversas modificaciones para darle carácter sistemático, en diversas ocasiones se había
intentado una revisión general, los diversos trabajos realizados no tuvieron consagración
legislativa si no hasta el 22 de agosto de 1885 en que se promulgo un nuevo código que
habría de entrar en vigor en todos los territorios de España el primero de 1886.
Entro en vigor en el año de 1900 y este se encarga de regir a los comerciantes: por lo
que se hace predominante el carácter subjetivo que había tenido en sus principios el
derecho mercantil.
Para iniciar, el Código de Comercio de Napoleón fue la primera legislación que dio
una denominación a los papeles en estudio. Para entonces se le conoció con el
nombre de “efectos o papeles de comercio”. Sabido es que este código se traslado a
muchas legislaciones que lo acogieron como modelo.
Eran pues instrumentos que agilizaban el tráfico comercial. Pero con el transcurso
del tiempo esta denominación de “efectos o papeles de comercio” se tornó inexacta,
es así como en primer lugar dicha denominación pecaba de amplitud porque
cualquier papel que se asemejara a estos podría encajar en esta definición y ser
considerados como papeles de comercio, por otra parte se noto que a estos papeles
no solo los podía manejar el comerciantes sino que personas no comerciantes podían
igualmente utilizar los mismos “efectos o papeles”, es decir, no era una institución
exclusivamente empleada para comerciantes.
El Código de Comercio Terrestre y los efectos de comercio:
El derogado Código de Comercio que rigió la materia desde el año de 1887 hasta 1923,
consagraba algunos capítulos al estudio de los efectos del comercio, de las letras de
cambio, libranzas y vales o pagares a la orden denominados efectos de comercio. En
donde la letra era un simple instrumento probatorio y ejecutivo del contrato de cambio. (
art. 476. El contrato de cambio es una convención por la cual una de las partes se obliga,
mediante un valor prometido o entregado, a pagar o hacer pagar a la otra parte, o a su
cesionario legal, cierta cantidad de dinero en un lugar distinto de aquel en que se celebra
la convención).
CODIGO DE 1971.
REGULACION Y ESTRUCTURACION DE LOS TITULOS VALORES EN EL
CODIGO DE COMERCIO.
El Código de Comercio dedica la tercera parte del libro tercero, sobre bienes
mercantiles, a la reglamentación de los títulos valores.
Esta regulación esta comprometida entre los artículos 619 – 821
a) De los artículos 619 al 647 se habla de manera genérica de los títulos valores. Entre
los artículos 648 a 650 se estudian los títulos nominativos. Del artículo 651 al 667 se
mencionan los títulos a la orden.
b) Entre los artículos 668 a 670 se regulan los títulos al portado.
c) Ya abocado cada título en particular, la letra de cambio es estudiada desde los
artículos 671 al 708 y comprende la creación, la aceptación, el pago y el protesto. El
pagaré es regulado sólo en tres artículos (709 a 711).
d) Entre los artículos comprendidos del 712 al 751 el Código hace mención al cheque,
su creación y formas, la presentación y pago y los cheques especiales. La sección IV
entre los artículos 752 al 756, reglamentan los bonos. El certificado de depósito y el
bono de prenda es legislado en los artículos 575 al 766.
e) Por su parte, la carta de porte y el conocimiento de embarque se reglamentan dentro
de los artículos 767 al 771. Por último, las facturas cambiarias se articulan entre el
772 y el 779.
Asimismo el Título III dedica un capítulo entero al estudio de los procedimientos, el
cual es dividido entre partes o secciones: Las acciones las consagra entre los artículos
780 y 793, el cobro del bono de prenda se regula mediante los artículos 794 y 801, y la
reposición, cancelación y reivindicación de los títulos valores, desde el artículo 802
hasta el 821.
En desarrollo de lo esbozado podemos enunciar la siguiente estructura: El Código de
Comercio, una vez regulado el estudio de los establecimientos de Comercio, entre los
artículos 551 a 533, y la propiedad industrial, entre los artículos 534 al 618, inicia a
partir del título III del libro tercero al estudio de los títulos valores, más concretamente
desde el artículo 619 y hasta el 821.
PROYECTO INTAL.
Referencia especial merece el Proyecto Intal, en la medida en que este Proyecto fue la
base para la elaboración de la parte correspondiente a los títulos valores en el actual
Código de Comercio. El proyecto recibe este nombre porque se elaboró a solicitud del
Instituto para la Integración de América Latina (INTAL), organismo dependiente de
Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el plano americano se han hecho también diversos esfuerzos, en 1928 se reunió en la
Habana la Conferencia Interamericana que aprobó el Código de Bustamante, el cual
introducía normas para resolver conflictos en materia cambiaria.
Se denomina "Proyecto Intal", al Proyecto de Ley Uniforme de Títulos Valores para
América Latina, aprobado por el Instituto para la Integración de América Latina
(Intal).
Auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo “BID” El proyecto El INTAL se
celebró, en su sede de Buenos Aires, del 13 al 15 de octubre de 1966, una reunión de
especialistas que discutió exhaustivamente el proyecto de ley uniforme de títulos
valores para Latinoamérica. A esto reunión concurrieron profesores de la mayoría de los
países latinoamericanos, especialmente imitados por el INTAL, y representantes de los
Bancos Centrales. En calidad de observadores concurrieron representantes de la
Federación Latinoamericana de Bancos, y de diversos organismos jurídicos
estrechamente vinculados con la materia.
La idea básica fue que los títulos valores se constituyeran en un instrumento de fácil
movilidad y ejecución en todo el continente Latinoamericano. En primer orden no se
pretendía definir los títulos valores; sino establecer requisitos generales para que fluyera
en toda la comunidad los títulos valores con ciertos parámetros o estándares que
cumplirían los distintos títulos de valor, garantizando a las partes involucradas su
ejecución o pago, sin desconocer la costumbre, que al fijar dichos requisitos mínimos,
las costumbres de los diversos países encontrarían un cauce de armonía.
Los suscriptores no se consideraban obligados solidariamente sino en el caso que sean
signatarios[1] de un mismo acto; para quien suscriba un acto independiente, su
obligación será autónoma, o según ya se dijo independiente y eventualmente distinta de
todas las demás obligaciones incorporadas en el título.
En cuanto a la forma de circulación, se mantenía la tradicional distinción entre títulos
nominativos, o sea aquellos que necesitan el endoso, la entrega del titulo para su
trasmisión y la inscripción en el registro del creador de este; títulos a la orden, los
trasmisibles por endoso y entrega del título; y títulos al portador, que se trasmitirán por
la simple tradición del documento.