1- Considero desde mi opinión personal, que la maternidad es un derecho a
ser elegido por la mujer. Durante muchos años se habló, y aún en la actualidad, escuchamos sobre el “instinto maternal”, esto se corresponde con un patrón cultural, existen muchas mujeres que no sienten el deseo de ser madres, y esto debe ser absolutamente respetado. Frente a la presencia cada vez mayor de mujeres que estudian, trabajan, ganan dinero, poseen un proyecto de vida propio no orientado en forma exclusiva hacia la maternidad, estas prácticas parecen como transgresoras y disruptivas del orden social, y aún hoy cuesta aceptarlas como alternativas diferentes y legítimas a la realización de la vida de las mujeres. La posmodernidad plantea el cuestionamiento del proceso de construcción del concepto de maternidad que se realizó en la modernidad, adjudicándole funciones, tareas y roles con exclusividad a las mujeres, para reconsiderar la noción de madre, proponer una nueva discusión en cuanto a la identidad personal de las mujeres, con roles y funciones que ya no están claramente delimitados, a los fines de posibilitar la apertura a nuevos espacios de relación, que sean más favorables a la inserción de la mujer en las nuevas formas de organización de la sociedad occidental posmoderna. 2- Tengo varias vivencias en torno a lo que es “maternar”. En mi experiencia personal, me crié en una familia muy tradicional, padre que trabajaba fuera de casa desarrollando su profesión y mi madre ama de casa, dedicada al cuidado del hogar y sus hijos. Mi padre nos inculcó a mí y mis tres hermanos la importancia de la educación, sin distinguir si éramos varón o mujeres, nos apoyó a los cuatro que estudiáramos y tuviéramos una profesión. En el caso de mi mamá, siempre sumisa, acató esta idea de mi papá, de que estudiáramos. En mi caso, finalicé mi carrera y me casé. Comencé a sentir la “presión” por parte de mi mamá para que tenga hijos… recuerdo frases como “te vas a poner vieja”, “cuando vas a tener un bebé”, “un matrimonio sin hijos es un jardín sin flores”… etc., etc.. Tras cuatro años de casados decidimos ser padres, siento que fue una decisión personal, siento que lo desee en ese momento y eso pudo concretarse. Pero tuve que luchar mucho con estas “presiones”, no sólo de mi madre sino del entorno familiar, fundamentalmente de mujeres. Me ayudó mucho mi terapia para discernir todo esto. Luego de tener mis dos hijos, comenzó mi madre a manifestar frases como “con los chicos tan chicos mejor dejá el consultorio y te dedicás a la casa”… “la mujer mejor si se queda en casa con los chicos…”. Fundamental para mí fue siempre mi espacio de terapia, para poder ordenar mis roles y tareas, como madre, esposa, profesional, etc.. 3- La imagen que elijo para significar este tema, de la maternidad como elección personal y libre es la siguiente: