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1. IDENTIFICACIÓN DE LA OBRA
El palacio se encuentra en la localidad de Versalles, a 21 kilómetros de París. En su origen había
sido un pequeño palacete en forma de U construido por orden de Luis XIII para descansar y
cazar sin alejarse de la capital. Su hijo Luis XIV comprendió enseguida las ventajas de estar
cerca de París y a la vez ajeno a los inconvenientes de la gran ciudad. El Palacete de Luis XIII
resultaba pequeño para las pretensiones del Rey Sol, por lo que encargó su ampliación y
enriquecimiento a Louis Le Vau y a Jules Hardouin Mansart. Su ampliación se llevó a cabo en la
segunda mitad del siglo XVII. El monarca quería que el edificio fuera un reflejo del esplendor
de su reinado, que albergara las funciones administrativas y glorificara a Luis XIV ante su
pueblo, los embajadores extranjeros y la historia. En 1682 se convirtió en sede del gobierno
francés. Se trata de un edificio de tipología civil, gran exponente de la arquitectura barroca
francesa.
• Jardines:El parque fue diseñado por André Le Notre, que convirtió el bosque en una especie
de arquitectura de planos geométricos, creando un modelo de jardín, copiado durante siglos
después por todos los monarcas europeos. En estos jardines el Rey Sol daba sus fiestas
cortesanas entre parterres geométricos, fuentes, cascadas, estatuas, cuevas y construcciones
menores. Todo en este jardín responde a un plan simbólico y a esquema racionales de simetría
y orden. La historia de Apolo, ilustración del mito solar, dicta los temas de las estatuas y de las
fuentes del eje central.
4. CONCLUSIÓN. VALORACIÓN
El palacio de Versalles es un magnífico ejemplo de cómo el arte puede estar totalmente al
serbio del poder para convertirse en el símbolo supremo del reinado del monarca que lo
mandó construir, plasmándose en el los valores, carácter y pretensiones de su inspirador.
o Aportación de la obra al arte de su tiempo y al arte universal. Influencia en otras obras: El
palacio de Versalles sirvió con creces para exaltar el inmenso poder del régimen absolutista y
de la hegemonía de Francia en Europa. Versalles estableció una nueva concepción de
urbanismo abierto, que está en contacto con la naturaleza, siendo el modelo a seguir por la
arquitectura palaciega de toda Europa. En España se hizo sentir con fuerza en construcciones
como el Palacio Real de Madrid, el Palacio de la Granja de Segovia o el Palacio de Aranjuez en
Madrid. En otros lugares destacan los intentos de réplicas con mayor o menor fortuna que
levantaron, por ejemplo, Luis II de Baviera o el Maraja de Kapurtala.