Prof.

Elsa Ruth Pérez Lagunas Psicología Social

El verbo alienar viene del latín alienare

(sacar fuera). Hoy en día se refiere a
producir la pérdida de su propia identidad.
La palabra latina viene de alienus (ajeno,
pertenecer a otro), un adjetivo derivado de
alienus (otro, distinto, diferente).

Pienso que actualmente un rasgo que

caracteriza nuestra sociedad es la
alienación, es una situación en la que consciente o inconscientemente, las
personas nos hemos vuelto extrañas a nosotros mismos, obedecemos normas
obligados por causas externas ya sea pobreza, necesidad, enfermedad, perdemos
parte de nuestra personalidad, la dignidad que es inherente al ser humano.

Como trabajadores solo tenemos la fuerza de trabajo y cuando lo confunden con

un factor de producción (capital, tierra, trabajo) nos alienan. El ser humano es feliz
cuando se realiza, cuando su actividad es reflejo de lo que le gusta o apasiona y
no cuando es forzado por situaciones externas, como las leyes del mercado,
donde los trabajadores son sometidos a tratos cosificadores, se habla del número
de trabajador deja de existir para convertirse en cosa, no se le hace partícipe en
acciones y decisiones que le afectan, los trabajadores se acostumbran a ser
interpretados pero no a ser escuchados,

Nuestro modelo económico es una copia de otro que se impuso sin tener en
cuenta que nuestras realidades son distintas, nuestra forma de convivir y hasta de
consumir se encuentra dirigida por necesidades de otros países, por intereses,
organizaciones y sociedades extrañas, concuerdo con Marx cuando menciona que
“el concepto de alienación no designa sino las situaciones en que el hombre se
pierde a sí mismo, haciéndose extraño o extranjero a sí mismo”.

Una de las expresiones más claras de la enajenación es la formación de

necesidades que reflejan la manipulación del medio social, con base en los
medios de comunicación, la alienación de los espectadores de un objeto
contemplado, como en las telenovelas que busca que nos reconozcamos en las

Alumna: María Elena Torres Ortiz

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imágenes, captan la atención de público que entre más tiempo invierte viendo
televisión, viviendo de ilusiones, menos vive.

Y si aunamos la alienación por la tecnología, la gente cada vez se comunica

directamente menos y más a través de los cada vez más modernos aparatos de
comunicación, nos vamos deshumanizando poco a poco, lo vemos en los
noticieros cada día la violencia aumenta y nos vamos desensibilizando ante el
sufrimiento humano. Como en el libro de Albert Camus, El Extranjero el
protagonista es un extranjero en su propia existencia, cuando muere su madre no
siente ningún sentimiento de tristeza solo indiferencia al igual que cuando se
encuentra en peligro de muerte, para él la existencia ya no tiene sentido, todo es
lo mismo: rutina.

Es un reflejo de nuestra realidad, salimos cada día a trabajar la mayoría

obteniendo un salario insuficiente que no nos da satisfacción, viviendo y sufriendo
la vida de otros a través de la televisión.

Como trabajadores sociales debemos estar atentos ya que siempre se ha tratado

de privar al hombre de su condición de lucha ante los mecanismos de opresión,
nos inculcan la idea de que no hay alternativas, que estamos al final de un callejón
sin salida, sin embargo el espíritu de lucha siempre se rebelará rompamos el
silencio y la indiferencia, demos un paso hacia la acción y hagamos un cambio,
busquemos el bien colectivo que permita el desarrollo de la sociedad

Fuente

Real Academia Española: consulta electrónica en: https://dle.rae.es/alienaci%C3%B3n el día 25 de

febrero 2020
Muñoz García, Iliana. (2008). Unidad 3: Psicología de a familia, del pequeño grupo y de las masas.
En Psicología social (1-13). Universidad Nacional Autónoma de México: Escuela Nacional de
Trabajo Social.
Video: lo dialógico: enajenación y alienación del humano, consulta electrónica en:
https://www.youtube.com/watch?v=LXk40iillJM el día 26 de febrero 2020

Alumna: María Elena Torres Ortiz

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