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Fundamento Bíblico:
Mateo 17: 22 Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será
entregado en manos de hombres, 23 y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos
se entristecieron en gran manera. 24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro
los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos
dracmas? 25 Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué
te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los
impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños.
Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al
mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás
un estatero tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Introducción:
Mateo 17:22 Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será
entregado en manos de hombres, 23 y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos
se entristecieron en gran manera.
Esta es la última visita a aquella región antes del viaje final a Jerusalén.
Jesús pronuncia su segunda predicción del destino que le aguarda.
- Esta es la voluntad del Padre para su misión y vida, que se irá revelando paso a
paso a lo largo del resto de la narración de Mateo.
Mateo 17:24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las
dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 Él dijo:
Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón?
Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus
hijos, o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo:
Luego los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y
echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un
estatero tómalo, y dáselo por mí y por ti.
- Jesúsy los discípulos llegan a Capernaum y los recaudadores del impuesto del
templo se les acercan con una pregunta:
El Antiguo Testamento prescribía que, en el censo anual, todas las personas de más de
veinte años tenían que dar al Señor la ofrenda de medio siclo para el sostenimiento del
tabernáculo
Éxodo 30:14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a
Jehová. 15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando
dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas. 16 Y
tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el
servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel
delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.
- Este impuesto de medio siclo equivalía al didracma de plata griego, una moneda de
“dos dracmas”
Pero la moneda más común que se usaba entre el pueblo era el denario, equivalente al
salario de un día.
Por ello, quienes recaudaban este impuesto solían recibir dos denarios, puesto que se
acuñaban muy pocos didracmas.
Otra posibilidad es que, cuando se trataba de dos personas, estas pagaran el impuesto
del templo con un estatero tirio o un tetradracma griego
- Estos recaudadores del impuesto del templo no son funcionarios del mismo tipo
que Mateo antes de su llamamiento
Él trabajaba para las fuerzas romanas de ocupación
Estos cobradores del impuesto eran por el contrario representantes del sistema religioso
judío de Jerusalén encargados del mantenimiento del templo.
Estas palabras podrían ocultar la intención de enredar a Jesús en un debate entre los
líderes religiosos sobre quiénes deberían o no pagar este impuesto.
Los asuntos de bienestar común no admiten privilegios. El bien común prima sobre el
bien particular. (Ellos no ven a Jesús como el mesías sino como un maestro mas)
Todo el mundo, según la ley de Dios, debía pagar el impuesto del templo.
Es posible que estos representantes del templo pretendan, con doblez, confirmar las
acusaciones a Jesús de deslealtad al templo.
Por esa razón pedro no duda, y responde: “Claro que si paga los impuestos mi Maestro.”
Aunque, a solas con él en casa, Jesús imparte a Pedro una reflexión más profunda sobre
este asunto.
- Alguno dicen que al parecer, Jesús ha oído casualmente el diálogo y llama a
“Simón” y tiene una reflexión con él.
Su pregunta es:
“Los reyes de la tierra, ¿a quiénes cobran tributos e impuestos: a los suyos o a los
demás?”.
El templo es la casa de su Padre y, por tanto, siendo Hijo de Dios, Jesús está exento del
impuesto del templo.
Y sus discípulos, que ahora son parte de la familia del Padre (12:48-50), lo están
también.
- Esta es una profunda afirmación cristológica, que no solo indica, mediante una
analogía, la relación de Jesús con su Padre, el Rey absoluto, sino también la forma
en que cumple la ley.
Hebreos 7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin
mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 27 que no
tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero
sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo
una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. 28 Porque la ley constituye sumos
sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al
Hijo, hecho perfecto para siempre.
No habrá, por tanto, impuestos del templo para los discípulos de Jesús.
Ni Jesús ni, por extensión, sus discípulos están bajo la obligación de pagar el impuesto.
Mateo 17:27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el
primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero tómalo, y
dáselo por mí y por ti.
- Sin embargo, para no ofender la conciencia de aquellos judíos que todavía no han
experimentado la liberación por medio de Jesús y la finalización del templo,
Este mismo principio guiará más adelante al apóstol Pablo en la resolución de problemas
para la vida entre los paganos
1 Co 9:1 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?
¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
1 Co 9:22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he
hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
- Para producir una honda impresión, que sus discípulos recordarán por mucho
tiempo, Jesús le pide a Pedro que eche un anzuelo, donde encontrará la moneda
para pagar este impuesto.
Aunque en el mar de Galilea se utilizaban habitualmente hilos y anzuelos para pescar, las
redes eran el medio más efectivo para la pesca comercial
Dios tal vez dispuso en su providencia que un pez se tragara una brillante moneda.
Evento que por sí mismo no sería un fenómeno desconocido.
O puede que este fuera un milagro singularmente dispuesto.
En cualquier caso, es una señal para los discípulos,
Como lo sería también la maldición de la higuera (Mateo 21:19)
- Jesús paga el impuesto del templo a una administración corrupta como la que
había en ese momento