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Ficha – Austin y la filosofía del lenguaje corriente. M. Victoria Escandell Vidal.

John Austin fue un pensador y académico que, a través de su trabajo dentro de la filosofía del
lenguaje, asentó las bases para la pragmática. Su primer acercamiento se relaciona con el
lenguaje de la filosofía y el lenguaje corriente: mientras que los filósofos intentan generar un
lenguaje que pueda medirse solo dentro del criterio verdad/falsedad, y que sea diferente a las
lenguas naturales –ya que estas son sujetas al error--, Austin propone una “revalorización del
lenguaje ordinario” (2003, p. 44), el cual contiene una mayor cantidad de matices entre lo
verdadero y lo falso. Esto nos lleva a que, en el uso de las lenguas, hay que considerar el
propósito del hablante. Aquí entra en juego la distinción entre oración y enunciado: mientras
que el primero es una estructura gramática abstracta, el segundo es la “realización concreta
de la oración” (2003, p. 48). Los que serían sujetos a criterios de veracidad, entonces, serían
los enunciados, no las oraciones. Sin embargo, es mejor usar un criterio de adecuación, el
cual se relaciona con el contexto en el que se enuncia.
Austin propone la idea de los enunciados realizativos, los cuales realizan una acción al
ser dichos. Estos se oponen a los enunciados constatativos, que meramente señalan o
describen una situación. En este nivel, los enunciados realizativos suelen estar ritualizados; es
decir, suelen estar rodeados de una convención. Esto nos lleva a la teoría de los infortunios, la
cual se separa en dos categorías: el acto nulo y el acto hueco. El primero se relaciona,
principalmente, con errores en el proceso: ya sea que no se realice a cabalidad la convención,
o que sea realizada por alguien que no esté facultado para ello. Los segundos tienen que ver
con los sentimientos y comportamientos de los participantes: si estos no son los que el ritual
manda, el acto tampoco es válido.
En un primer momento, se dijo que los actos realizativos estarían siempre en presente
simple del indicativo; sin embargo, resultó evidente después que la clase de un enunciado no
puede estar determinada por su estructura gramatical. Esto, junto con otras críticas a la
noción, llevó a Austin a proponer una segunda alternativa: la tricotomía de actos locutivos,
ilocutivos y perlocutivos. Estos tres componentes del enunciado suceden simultáneamente, y
se refieren respectivamente a: el acto material del habla, el acto en relación con el hablante
(sus intenciones) y el acto en relación con el entorno y con quienes escuchan.
En un párrafo:

Desde la filosofía del lenguaje, Austin propone una disciplina que va más allá de criterios de
veracidad, y se enfoca en los usos del lenguaje ordinario. La base para esta perspectiva está
en la distinción oración/enunciado: el primero es la estructura gramatical abstracta, mientras
que el segundo es la realización del habla. Los enunciados se relacionan con la intención del
hablante y, aunque son los únicos que podrían ser considerados verdaderos o falsos, son
observados mejor a través de un criterio de adecuación. Además, se dividen en realizativos y
constatativos: los primeros se conectan con el ritual, y son sujeto de infortunios, mientras que
los segundos simplemente describen una circunstancia. Sin embargo, esta última distinción
fue puesta en tela de juicio, puesto que provoca nuevas complicaciones. Para resolver este
problema, Austin propone la tricotomía de actos locutivos, ilocutivos y perlocutivos, los cuales
son simultáneos y se asocian respectivamente con: el acto material del habla, la intención del
hablante y los efectos del habla en el entorno.

En una frase:
La aportación de Austin incluye una revalorización del habla cotidiana a través del concepto
de enunciados realizativos, los cuales consisten en un acto concreto de habla que --a partir de
su ritualización-- realiza acciones en vez de simplemente reportarlas; sin embargo, la
insuficiencia de este concepto hizo necesario proponer la tricotomía de actos locutivos,
ilocutivos y perlocutivos.

Bibliografía:
Escandell Vidal, M. V. (2003). Austin y la filosofía del lenguaje corriente. En Introducción a la

pragmática (Nueva ed. actualizada, 3. reimpr, pp. 43-60). Ed. Ariel.

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