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BIOD

La biodiversidad del Ecuador

IVERS Informe 2000

IDAD Carmen Josse


Editora

M i n i s t e r i o d e l
E c o C i e n c i a
A m b i e n t e
• U I C N
© 2001, del Ministerio del Ambiente, EcoCiencia y UICN–Sur
Reservados todos los derechos
Impreso en el Ecuador

Dirección de la investigación: Ana Puyol y Luis Suárez


Editora: Carmen Josse
Producción editorial: María Cuvi y Nicolás Cuvi
Diseño y dirección de arte: Sebastián Naranjo Cuvi
Diagramación y artes: TRAZOS diseño y comunicación visual, Cuenca / Galo
Carrión Andrade

Fotos: Todas pertenecen al Archivo EcoCiencia y han sido tomadas por: Robert
Chartier, Mario García, Patricio A. Mena, Alfredo Salazar y Luis Suárez (ver
índice de fotografías para créditos individuales)
Mapas: Información producida por el Laboratorio de Sistemas de Información
Geográfica de EcoCiencia, excepto los mapas 5 y 8 que fueron dibujados a
partir de las fuentes

Impresión: Imprenta Monsalve Moreno, Cuenca


1.000 ejemplares

Está prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación por cualquier


medio sin permiso escrito del Ministerio del Ambiente, de EcoCiencia o de
UICN–Sur.

Esta obra debe ser citada así


Ministerio del Ambiente, EcoCiencia y Unión Mundial para la Naturaleza
(UICN). 2001. La biodiversidad del Ecuador. Informe 2000, editado por
Carmen Josse. Quito: Ministerio del Ambiente, EcoCiencia y UICN.

Distribución:
Ministerio del Ambiente
Avenida Eloy Alfaro y Avenida Amazonas
Edificio del Ministerio de Agricultura y Ganadería, séptimo piso
Quito – Ecuador
Teléfono: (593 2) 523-269 / 563-423 / 563-429
Buzón electrónico: mma@ambiente.gov.ec
www.ambiente.gov.ec
EcoCiencia
Casilla 17-12-257
Quito – Ecuador
Teléfonos: (593 2) 451-338 / 451-339
Buzón electrónico: biodiversidad@ecociencia.org
www.ecociencia.org
www.biodiversidadecuador.com
UICN–Sur
Casilla 17-17-626
Quito – Ecuador
Teléfonos: (593 2) 466-622 / 466-623
Buzón electrónico: samerica@sur.iucn.org
www.sur.iucn.org

Derechos de autor: 014656


ISBN: 9978-41-620-X
Esta publicación es una coedición de:
La producción y publicación del libro La biodiversidad del Ecuador.

Informe 2000 ha sido posible gracias a la colaboración de los siguientes

proyectos: "Plan de Acción Nacional de Biodiversidad" (ECU/98/G31),

ejecutado por el Ministerio del Ambiente con aportes del Fondo para el

Medio Ambiente Mundial (FMAM) canalizados a través del Programa de

las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Unión Mundial

para la Naturaleza (UICN); "Conservación de la Biodiversidad en el

Ecuador" (EC 008301), ejecutado por EcoCiencia y auspiciado por el

Gobierno de los Países Bajos; y "Fortalecimiento de Capacidades Nacio-

nales en América del Sur", ejecutado por la UICN y EcoCiencia y auspi-

ciado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo

de Alemania (BMZ).

Embajada Real de
los Paises Bajos
êndice
Agradecimientos vii
Presentación ix
Prefacio x

1. La biodiversidad y sus facetas


Carmen Josse y Lourdes Barragán 1
2. La diversidad de los ecosistemas
Carmen Josse, Mario Hurtado y Tarsicio Granizo 17
3. La diversidad de las especies
Verónica Cano, Mario Hurtado y Carmen Josse 59
4. La diversidad genética
María de Lourdes Torres 133
5. Iniciativas para la conservación de la biodiversidad
in situ y ex situ
Carmen Josse y Verónica Cano 149
6. El archipiélago de Colón, provincia de Galápagos
Carmen Josse y Verónica Cano 197
7. Aspectos institucionales relacionados con el manejo de la
biodiversidad
Luis Suárez, María A. Albán, Carmen Josse y Verónica Cano 229
8. La biodiversidad en las políticas y en la legislación
Luis Suárez y María A. Albán 263
9. Mecanismos de financiamiento para la conservación de la
biodiversidad
Diego Burneo 285
10. Las prioridades en la conservación de la biodiversidad
Luis Suárez y Carmen Josse 307

Siglas 315
Referencias citadas 317
Colaboradores/as 340
Las instituciones coeditoras 341
Índice de ilustraciones (mapas y gráficos) 342
Índice de cuadros y recuadros 345
Índice de fotografías 349
Índice analítico 352
Agradecimientos
A los autores y las autoras de los libros y de los docu- blica • Programa de las Naciones Unidas para el De-
mentos inéditos cuya información fue utilizada para es- sarrollo • Programa Sectorial Agropecuario del Minis-
cribir este libro. terio de Agricultura y Ganadería • Traffic International.
A Yolanda Kakabadse, quien cuando fue Ministra A las personas que han aportado información y
del Ambiente impulsó el proceso de elaboración de han brindado un valioso apoyo: Gabriela Arcos •
este Informe. Eduardo Briones • Angie Buitrón • Ximena Buitrón •
A la editora del Informe y a quienes apoyaron du- Edmundo Dueñas • Rosa Ferrín • María Virginia Her-
rante la selección de los contenidos y velaron por la ri- doíza • Belén Herrera • María Inés Iturralde • Sergio
gurosidad de los textos: Carmen Josse • Ana Puyol • Lasso • Susana León • Hugo Navarrete • David Neill
Luis Suárez. • Reyna Oleas • Juan Poveda • Mauricio Proaño •
A quienes contribuyeron con textos para el Informe: Fernando Rodríguez • Miguel Rodríguez • Rodrigo
María Amparo Albán • Lourdes Barragán • Diego Bur- Sierra • Hamilton Suárez • Hans Thiel • Renato Valen-
neo • Verónica Cano • Tarsicio Granizo • Mario Hur- cia • Carlos Valle • Miguel Vázquez • Joy Woolfson
tado • María de Lourdes Torres. • Gustavo Yturralde.
A todos los proyectos del Ministerio del Ambiente y A las personas que leyeron el manuscrito y enrique-
de EcoCiencia que han aportado información. cieron su contenido: César Ajamil • Jorge Albán • Os-
A las otras instituciones que han contribuido con in- waldo Báez • Alfredo Carrasco • Tarcisio Granizo •
formación: Centro de Levantamientos Integrados de Gunther Reck • Roberto Ulloa.
Recursos Naturales por Sensores Remotos • Consejo Al equipo de TRAZOS diseño y comunicación vi-
Nacional de Educación Superior • Corporación Cen- sual, que estuvo a cargo de la producción editorial y
tro de Datos para la Conservación • Departamento del diseño: María Cuvi • Sebastián Naranjo • Nico-
de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad lás Cuvi • Galo Carrión.
Católica del Ecuador • Fundación Charles Darwin •
Fundación de Ciencia y Tecnología • Fundación Na-
tura • Fundación Probosque • Instituto de Ecología MINISTERIO DEL AMBIENTE
Aplicada de la Universidad San Francisco de Quito • ECOCIENCIA
Oficina de Planificación de la Presidencia de la Repú- UICN

6
Presentaci—n
El Convenio sobre la Diversidad Biológica, que fue ra- nos de diversidad biológica sino también cultural, en
tificado por el Ecuador en 1993, es el instrumento in- un contexto económico, político, institucional y social
ternacional más completo para lograr la conservación complejo.
y el uso sustentable de la biodiversidad. La presenta- En este Informe se ha reunido gran parte de la in-
ción de este Informe, en el cual se analiza la situación formación sobre la biodiversidad que ha sido genera-
de la diversidad biológica del país, obedece a la de- da por organizaciones gubernamentales y no guber-
cisión II/17 de la Conferencia de las Partes y, por lo namentales, agencias de cooperación e instituciones
tanto, constituye un avance en el cumplimiento de los de investigación. Por ello, es una herramienta nece-
compromisos internacionales asumidos. saria para apoyar la elaboración de la Estrategia Na-
Este Informe —cuya producción ha sido posible cional de Biodiversidad y para los diversos programas
gracias al apoyo técnico y financiero del Ministerio y proyectos que se realizan en el Ecuador en materias
del Ambiente, de la Fundación EcoCiencia y de la de ambiente y desarrollo sustentable.
Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)—, ha sido El Ministerio del Ambiente ha realizado este esfuer-
elaborado durante la preparación de la Estrategia zo porque está convencido de que el desarrollo susten-
Nacional de Biodiversidad, actividad que responde al table solo puede ser logrado si el capital natural y su
artículo 6 del mencionado Convenio. Dicha Estrategia inherente diversidad se conservan y aprovechan ade-
tiene como objetivo principal trazar las prioridades de cuadamente, bajo un modelo de desarrollo que res-
intervención que deben tener en cuenta los distintos ponda a criterios de sustentabilidad y de equidad
actores del país para lograr la conservación y el uso social, como está establecido en la Constitución
sustentable de la diversidad biológica. Política de la República.
De este Informe 2000 se desprende que los temas
de la conservación y uso sustentable de la biodiversi-
dad no son nuevos en el Ecuador. Por el contrario, ARQ. RODOLFO RENDÓN BLACIO
existe una importante trayectoria al respecto. No MINISTRO DEL AMBIENTE
obstante, continúa siendo un gran desafío tratar de REPÚBLICA DEL ECUADOR
abordar la megadiversidad del país, no sólo en térmi-

7
Prefacio
Desde la segunda mitad de la década de los noven- de vista biológico, sino también del andamiaje institu-
ta, varios países de América Latina se encuentran ela- cional, político, legal y académico que apoya su con-
borando sus Estrategias para la Conservación y Uso servación o, por el contrario, atenta contra ella. En es-
Sustentable de la Biodiversidad y los respectivos pla- te libro se resume la información contenida en dichos
nes de acción. Esta tarea responde al compromiso ad- trabajos, algunos inéditos, que han sido realizados
quirido por las distintas naciones, que ratificaron el por especialistas en cada materia y que fueron selec-
Convenio sobre la Diversidad Biológica, de identificar cionados por su rigurosidad científica. También se es-
vacíos de información, proponer políticas y redefinir cribieron análisis ad hoc, principalmente sobre aque-
modalidades para la gestión de la biodiversidad. llos temas cuya información se hallaba dispersa y que,
Herramientas fundamentales para facilitar dichos por lo tanto, requería de un esfuerzo especial de reco-
objetivos son los informes sobre el estado de la bio- pilación y actualización.
diversidad como el que estamos presentando, conoci- El libro ha sido preparado de tal manera que se
dos en el léxico del Convenio como “Estudios Nacio- convierta en una herramienta de trabajo para aquellas
nales de País”. personas y organizaciones, públicas o privadas, en-
En noviembre de 1999 el Ministerio del Ambiente, cargadas de tomar las decisiones que afectan directa
la Fundación EcoCiencia y la Unión Mundial para la o indirectamente a los recursos biológicos del Ecua-
Naturaleza (UICN) unieron esfuerzos para la realiza- dor. Constituye asimismo una referencia básica para
ción de este Informe. Se seleccionaron los contenidos las organizaciones multilaterales y bilaterales de coo-
de cada capítulo de tal manera que fuese posible in- peración, que hasta el momento han reconocido la ri-
cluir aquellos temas útiles al momento de elaborar la queza excepcional del patrimonio biológico ecuato-
Estrategia Nacional de Biodiversidad y sus planes de riano, y que continuamente requieren información pa-
acción. Por supuesto, también se consideró la informa- ra fundamentar sus orientaciones y acciones. Es tam-
ción que sirviera para persuadir a diferentes agentes bién una valiosa fuente de consulta para la comuni-
sociales sobre la riqueza que la biodiversidad repre- dad científica nacional e internacional, para quienes
senta para el Ecuador, así como sobre lo complejo están estudiando o ejerciendo la docencia, y para
que puede resultar cumplir con el compromiso de cui- quienes investigan sobre temas relacionados con el
darla. ambiente y su conservación.
Gracias al incremento de los fondos que han sido El texto ha sido escrito y organizado pensando
destinados a la conservación y al estudio de la diver- también en aquellas personas e instituciones que, sin
sidad biológica, en el Ecuador se ha publicado un ser especialistas en la materia, estén interesadas en la
buen número de trabajos que constituyen referencias biodiversidad o requieren datos sobre la misma, por
clave para analizar este tema, no solo desde el punto ejemplo los medios de comunicación social.

8
P r e f a c i o

El Informe está compuesto de diez capítulos. En el la Constitución Política del Ecuador de 1998 que res-
primero se explica el concepto ‘biodiversidad’ y la im- paldan la aplicación de un modelo de desarrollo sus-
portancia de ésta en tanto se trata de un recurso estra- tentable. También contiene información sobre las polí-
tégico sumamente importante para el Ecuador en el ticas y sobre las leyes nacionales e internacionales re-
contexto mundial. Además, se analiza la relación exis- lativas a la conservación de la biodiversidad, la inves-
tente entre la biodiversidad y la diversidad étnica del tigación, la evaluación y reducción de impactos am-
país. bientales, la utilización de recursos biológicos y el ac-
En los capítulos 2, 3 y 4 se describe la diversidad ceso a los recursos genéticos, entre otros aspectos.
biológica que alberga el territorio ecuatoriano obser- En el noveno capítulo se discuten los mecanismos
vando los tres niveles generalmente utilizados para el que podrían ser aprovechados en el Ecuador —recu-
efecto: ecosistemas, especies y genes. Allí consta infor- rriendo a su condición de nación megadiversa— pa-
mación sobre la riqueza, el estado de conservación y ra obtener recursos económicos de fuentes tanto nacio-
las amenazas a este recurso según regiones naturales. nales como internacionales. Además se mencionan al-
En el quinto capítulo se analiza las acciones des- gunas investigaciones realizadas en el país para valo-
plegadas en el país para lograr la conservación de la rar económicamente la biodiversidad.
biodiversidad. Se hace referencia tanto a las iniciati- El décimo capítulo tiene como objetivo señalar los
vas de conservación in situ (en sus hábitats naturales) temas prioritarios y los enfoques que se deben incluir
como a las ex situ (afuera de sus hábitats naturales). en la Estrategia Nacional de Biodiversidad y en su
Además, se revisan las propuestas de especialistas en Plan de Acción, tomando en cuenta la información so-
cuanto a los ecosistemas y zonas que, por su extraor- bre el estado de conservación de la biodiversidad, la
dinaria biodiversidad, deben ser conservados, toman- situación de las instituciones y los mecanismos disponi-
do en cuenta las áreas protegidas y lo que pese a ser bles para su gestión.
vulnerable o de importancia sobresaliente aún está En el Informe se han incluido trece mapas. Uno es-
desprotegido. tá dedicado exclusivamente a mostrar la provincia in-
El capítulo 6 está dedicado al archipiélago de Co- sular de Galápagos, mientras que en los doce restan-
lón, provincia de Galápagos. En éste no solo se deta- tes se ilustra la vegetación remanente, las cordilleras,
lla la diversidad biológica del archipiélago, sino que los puntos geográficos clave y las zonas de elevación
se revisan los avances institucionales y los procesos de del territorio continental, así como la división política,
planificación vigentes, los mismos que son el producto las áreas protegidas, las zonas intangibles de la Ama-
de un proceso de mejoramiento de la gestión para la zonía, los bloques petroleros, las áreas con gran diver-
conservación y el uso sustentable de los recursos natu- sidad y endemismo de aves, las áreas críticas para la
rales de esta singular región. conservación considerando la remanencia de los eco-
En el séptimo capítulo se describe brevemente el sistemas y las áreas prioritarias para la conservación
perfil y la función de aquellas instituciones, programas in situ de mamíferos, aves y de la flora. También se ha
y sistemas de información cuyos roles y trabajo inciden incluido un buen número de gráficos y cuadros en los
en la conservación de la biodiversidad en el Ecuador. cuales se sintetiza información sobre los temas más im-
Se hace referencia a instituciones gubernamentales, portantes, así como varios recuadros donde se men-
no gubernamentales, agencias de cooperación, uni- cionan estudios de caso o donde se detallan o ejem-
versidades, herbarios, museos y centros de investiga- plifican algunos temas mencionados en el texto.
ción, y se reseñan los programas y proyectos más so- Con el fin de facilitar la búsqueda de la informa-
bresalientes de formación de recursos humanos e in- ción, ésta ha sido organizada de la siguiente manera:
vestigación. al inicio del libro consta un índice general, a través del
El octavo capítulo comienza con los principios de cual se accede a la primera página de cada capítu-

xi
P r e f a c i o

lo, donde otro índice desagregado según temas orien- Luego de haber concluido el Informe y de que al-
ta la búsqueda. Los temas de cada capítulo han sido gunas personas han enriquecido el texto con sus valio-
numerados sucesivamente, lo cual permite ubicarlos sos comentarios, consideramos que el objetivo ha sido
con la numeración que aparece en la parte superior cumplido, principalmente porque antes de su publica-
de cada página. Además, al final del libro se ha in- ción el manuscrito ya ha generado reacciones y críti-
cluido un índice analítico, que es otra forma de encon- cas muy constructivas, que se espera sigan aflorando.
trar información específica. Quizás lo más importante de este proceso ha sido po-
Debido al corto tiempo con que se contó para es- der establecer una línea de base sobre la que, en el
cribir este Informe, los textos contienen la información mediano plazo, se puede actualizar la información se-
cuantitativa y cualitativa más reciente sobre la diversi- gún los requerimientos y bajo la estructura que conven-
dad biológica y que estuvo al alcance de las perso- ga al momento.
nas involucradas en su preparación. Por lo tanto, no Este Informe es el resultado de un esfuerzo conjun-
puede ser considerado un estudio exhaustivo del to entre la sociedad civil y el gobierno del Ecuador, en
conocimiento existente en el país sobre el tema. el que se analiza por qué la conservación y el uso sus-
Cuando se aceptó el desafío de recopilar y editar tentable de la biodiversidad es una estrategia suma-
los textos que conforman este Informe, el objetivo fue mente favorable para alcanzar el desarrollo humano
producir un documento que lograra comunicar a lecto- sustentable. Una vez que esté en manos de los diferen-
res y lectoras el estado en que se encuentra nuestra tes actores de la sociedad, seguiremos buscando ca-
biodiversidad. Estas fueron algunas preguntas que minos para divulgar, en diferentes formas y formatos,
guiaron el trabajo: ¿Qué conocemos y qué nos falta la información que tanto se requiere para tomar deci-
por investigar? ¿Qué está protegido y qué se encuen- siones en los ámbitos nacional, regional y local.
tra en peligro? ¿Con qué estructuras institucionales
contamos para estudiar, conservar y manejar este pa-
trimonio? ¿Cuáles son los marcos legales que definen
las competencias, obligaciones y derechos respecto
de los elementos que componen la biodiversidad?
¿Existen lineamientos políticos que permitan guiar las
acciones de la sociedad hacia el desarrollo sustenta-
ble? ¿Qué oportunidades económicas podemos apro-
vechar para invertir en la conservación y manejo de
este recurso estratégico, obteniendo réditos significati-
vos en el futuro?

xii
1

La biodiversidad
y sus facetas
Carmen Josse y Lourdes Barragán

1.1 ¿Qué es la biodiversidad?


1.2 La diversidad biológica del Ecuador
1.3 ¿Por qué la biodiversidad es un recurso estratégico?
1.4 Diversidad étnica del Ecuador y su relación con la diversidad
biológica
1.5 Pueblos indígenas del Ecuador
1.6 Pueblos indígenas de la Amazonía
1.7 Pueblos indígenas de la Costa
1.8 Pueblos indígenas de la Sierra
1.9 Pueblos afroecuatorianos
1.10 Derechos de los pueblos indígenas sobre la biodiversidad

1
1 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s
À Q u Ž e s l a b i o d i v e r s i d a d ?
1.1

À Cu‡l es el significado del tŽrmino biodiversidad y por quŽ Žsta es un recurso es-
tratŽgico? En este cap’tulo se responde a estas preguntas, y tambiŽn se presen-
tan pistas para comprender la excepcional diversidad Žtnica del Ecuador y la es-
trecha relaci—n que los pueblos ind’genas y afroecuatorianos de este pa’s mantienen con
la diversidad biol—gica.

1.1 ¿Qué es la biodiversidad? hasta los hábitats y las comunidades con asociaciones
específicas más locales (véase 2.2–4).
La biodiversidad —conocida también como diversi- La diversidad ecosistémica tiene una relación direc-
dad biológica— reúne a los genes, las especies y los ta con la diversidad de especies de un territorio, ya
ecosistemas de una región, que se expresan en la ga- que es en los paisajes naturales donde están anidados
ma de formas de vida. Así, para captar el concepto y ensamblados los organismos (Instituto Humboldt
de este término es necesario describir sus tres compo- 1998). En resumen, los ecosistemas son las unidades
nentes básicos. espaciales donde se expresan las interacciones entre
Un ecosistema comprende el conjunto de seres vi- las especies y el ambiente. Estas interacciones son, a
vos o especies que conforman una comunidad biótica, su vez, el resultado de la adaptación y coevolución fa-
la cual a su vez mantiene vínculos con los componen- cilitadas por la diversidad genética contenida en las
tes abióticos del ambiente (orografía, suelos, agua, cli- especies.
ma, energía solar, entre otros). Las características par- La diversidad de especies, por otro lado, es la va-
ticulares de las interacciones entre dichos componen- riedad de éstas que existe en un área determinada.
tes vivos, y de éstos con su ambiente, determinan que Conforme más grupos taxonómicos haya en una zo-
en la naturaleza exista una vasta diversidad de ecosis- na, mayor será su biodiversidad. Por ejemplo, es bio-
temas. Esta variedad es difícil de medir, pues los lími- lógicamente más rica un área o hábitat que contiene
tes entre distintos ecosistemas no están claramente de- tres especies de aves, una de ranas y una de reptiles,
finidos y, además, se han propuesto distintos sistemas que otra donde viven cinco especies de aves y ningu-
de clasificación para presentarla. Estos sistemas toman na de otros grupos de vertebrados.
en cuenta desde los grandes biomas a escala global Por último, la diversidad genética es la variación

3
1.2 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

de los genes dentro de los organismos. Esta existe tan- mente más ricos del planeta. Allí se menciona que es-
to a pequeña escala (entre individuos de una misma ta nación ocupa el primer lugar en el mundo al hacer
población), como a mayores escalas, por ejemplo en- la relación entre número de especies de vertebrados
tre organismos de distintas poblaciones de la misma por cada 1.000 km2 de superficie,1 y el segundo al
especie, o entre especies cercana o lejanamente rela- hacer el mismo cálculo pero contando solo las espe-
cionadas. Aunque parezca difícil de entender o cuan- cies de vertebrados endémicos, es decir aquellas que
tificar, este componente de la biodiversidad es vital solo se encuentran en el Ecuador (Mittermeier, Robles y
pues provee a las especies de una plasticidad, que les Goettsch 1997). Si bien es cierto que alcanzar estos
permite aumentar su capacidad de adaptación a los índices se facilita al ser el país de menor extensión en-
cambios del entorno, tales como las modificaciones tre los más biodiversos del mundo, en dicho libro el
climáticas o las alteraciones provocadas por la inter- Ecuador también se ubica entre los primeros lugares en
vención humana. el ámbito mundial en lo que se refiere a números ab-
La gran mayoría de la biodiversidad actual es pro- solutos de especies de anfibios, aves y mariposas.
ducto de millones de años de evolución y adaptación. Las estadísticas del libro Megadiversidad provie-
Sin embargo, es innegable que la intervención huma- nen de los más recientes inventarios de los diferentes
na sobre los recursos bióticos ha moldeado los paisa- grupos taxonómicos, los mismos que han sido realiza-
jes y ha enriquecido a la diversidad biológica (por dos en los remanentes de las formaciones vegetales
ejemplo, mediante la hibridación y el cultivo de plan- naturales del Ecuador. Cabe resaltar este aspecto, ya
tas, o a través de los cruces de animales domestica- que en la mayoría de las regiones del Ecuador conti-
dos). Durante la adaptación a la variedad de condi- nental —Costa, Sierra y Amazonía— actualmente
ciones ambientales, los seres humanos van generando queda menos del 50% de su cobertura original.
una diversidad de culturas, diferenciadas entre otras El tema de la cantidad de vegetación remanente
cosas, por la forma de utilizar los recursos que les brin- en el país, junto con el de la tasa anual de pérdida
da la naturaleza. De esta manera se ha originado una de bosques por deforestación, han sido objeto de va-
enorme cantidad de conocimientos y opciones de uti- rios cálculos cuyos resultados han sido disímiles. Así,
lización y manejo de estos recursos. según un documento del World Resources Institute
Por eso, la diversidad cultural se valora como un (1989), en el país solo quedaría el 26% de la cober-
aporte importante a las capacidades con que cuentan tura original de bosques primarios. Por otro lado, Es-
los seres humanos para resolver las complejas situacio- trella (1993) menciona que esta cifra sería del 42,5%,
nes que devienen de la relación, no siempre armóni- mientras Sierra (1999a) presenta un valor de 59%,
ca, entre la diversidad biológica, la actividad humana aunque reconoce que por la escala de su estudio se
y las posibilidades de desarrollo. habría subestimado el grado de alteración de ciertas
formaciones naturales muy localizadas.
1.2 La diversidad biológica del Ecuador La superficie total del Ecuador es de 256.370 km2,
de los cuales el 98,2% corresponde al área continen-
La asombrosa biodiversidad de nuestro país ha sido ya tal. Sin embargo, en este reducido territorio (que equi-
objeto de numerosas referencias, artículos periodísticos vale aproximadamente al 22% del área de Colombia)
y publicaciones. En una de éstas, el libro Megadiver- está representada una variedad muy grande de tipos
sidad, el Ecuador consta entre los países biológica- de vegetación —34 según Sierra (1999b)—. Esta am-
plia gama de ecosistemas, a su vez, es la que ha per-
mitido el desarrollo de la increíble diversidad de espe-
1. Este valor se obtiene al dividir el nœmero total de especies de vertebrados pre-
sentes en el Ecuador para el nœmero de unidades de 1.000 km2 que abarca su terri- cies que hacen que el Ecuador sea uno de los doce
torio. países más biodiversos del mundo.

4
L a d i v e r i s d a d b i o l — g i c a d e l E c u a d o r
1.2

El Ecuador se extiende latitudinalmente desde


1°30´ N hasta 5° S, y la parte continental entre las
longitudes 75°20´ O y 81° O. En dicha parte conti-
nental hay tres regiones: Costa, Sierra y Amazonía, a
las cuales se suma Galápagos, a 1.000 km de distan-
cia en el Océano Pacífico.
La región costera mira al Pacífico y tiene una an-
chura aproximada de 150 km entre la línea del mar y
las faldas de la cordillera de los Andes. Esta región es
atravesada parcialmente de norte a sur por la cordille-
ra costera, cuyas cimas más altas alcanzan aproxima-
damente 800 m de altitud.
El elemento geográfico más importante de la Sierra
es la cordillera de los Andes, la cual forma desde el
norte hasta el centro dos cadenas paralelas que están
relativamente unidas por elevaciones transversales lla-
madas nudos. Entre éstos se encuentran una serie de
valles ubicados desde los 1.500 hasta los 2.500 m
de altitud. La variación altitudinal que existe entre los
valles interandinos y los picos montañosos (que exce-
den los 6.000 m de altitud), así como la variación en-
tre estos picos y las tierras bajas de la Costa y de la
Amazonía, han propiciado la existencia de una amplia
variedad de zonas de vida en la Sierra. Del centro ha-
cia el sur, la división de los Andes en dos cadenas no
está claramente definida y las montañas no sobrepa-
san los 4.000 m de altitud. Cuando describen la Sie-
rra, algunos geólogos también mencionan una tercera
cordillera ubicada al este de los Andes, la cual incluye
las cordilleras de Galeras, de Cutucú y del Cóndor, y a lo largo de la oriental en otras (Neill 1999).
siendo las dos últimas las que constituyen el límite sures- Los elementos geográficos descritos (mapa 1, p.
te del país. 181), sumados a la variedad de climas relacionados
Finalmente está la Amazonía ecuatoriana, la cual y a la historia geológica-volcánica del país, han pro-
solo representa el 2% de toda la cuenca amazónica. piciado la existencia de muchos ambientes naturales
Parte de ésta es una verdadera planicie con áreas en los cuales ahora habitan aproximadamente
inundadas permanente o estacionalmente, mientras 16.000 especies de plantas vasculares, de las cuales
que en la otra porción la topografía es irregular con casi el 72% son nativas. Dentro de este porcentaje, el
una serie de colinas inclinadas. 27,3% son endémicas (Møller Jørgensen y León
El paisaje del Ecuador se diversifica aún más debi- 1999). Tal cantidad de especies de plantas ha permi-
do a la presencia de numerosos ríos que descienden tido que el Ecuador ocupe el séptimo lugar mundial en
desde la Sierra, tanto hacia la Costa como hacia la lo que a riqueza de este grupo se refiere.
Amazonía. Así, las divisorias de aguas se extienden a Pero también en las aguas marinas continentales
lo largo de la cordillera occidental en algunas partes, existe una amplia biodiversidad, la cual está relacio-

5
1.3 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

nada con las singulares condiciones oceanográficas 1.3 ¿Por qué la biodiversidad es un recurso
que caracterizan al medio marino (y que también influ- estratégico?
yen en la biodiversidad terrestre, pues determinan en
parte las condiciones climáticas de todo el país). Por Si se piensa en los recursos biológicos que constituyen
su ubicación ecuatorial, el territorio marítimo ecuatoria- directa o indirectamente la materia prima de lo que
no constituye una zona de transición del Pacífico este, producimos y consumimos, se notará que la biodiver-
donde confluyen las aguas tropicales cálidas proce- sidad es el fundamento de la vida cotidiana. El desa-
dentes del norte y las subtropicales frías localizadas al rrollo de centros urbanos superpoblados ha alejado a
sur. Además, los recurrentes eventos cálidos (El Niño) sus habitantes de la comprensión de esta simple ver-
y fríos (La Niña) producen fluctuaciones naturales, que dad, pero basta mirar el pasado u observar a algunas
inciden en cambios profundos en la distribución, com- sociedades rurales actuales para comprender la pro-
posición y estructura de la biota marina. funda relación que existe entre la presencia de una di-
A estas particularidades climáticas se suma la des- versidad de recursos y el desarrollo de la especie hu-
carga de agua dulce y nutrientes que suceden a lo lar- mana.
go del litoral (que es de 950 km de longitud). Allí de- Los alimentos, medicinas, fibras textiles, materiales
sembocan al mar 67 de las 79 cuencas hidrográficas de construcción y otros productos industriales que utili-
reportadas para el país (Carrera de la Torre 1993). zamos provienen directamente de las experiencias
Este aporte continental es vital para el mantenimiento acumuladas por nuestros antepasados sobre el uso y
de los procesos ecológicos que sustentan la rica biota manejo de la biodiversidad. Además, ésta también
marina, aunque al mismo tiempo transportan los con- nos ha provisto indirectamente de servicios ambienta-
taminantes que provienen de fuentes terrestres, lo cual les que se evidencian a través de la productividad
provoca un grave deterioro ambiental. agrícola, los caudales de agua, los combustibles fósi-

6
D i v e r s i d a d Ž t n i c a d e l E c u a d o r y s u r e l a c i — n c o n l a d i v e r s i d a d b i o l — g i c a
1.4

les, el turismo, y últimamente la captación de gases co- es un tema muy debatido. Algunas personas lo inter-
mo el dióxido de carbono, que están generando cam- pretan como un valor intrínseco completamente sepa-
bios climáticos globales potencialmente graves. rado de la relación humanos–medio ambiente: según
Actualmente la humanidad usa principalmente de esta posición, el ‘derecho’ de los recursos biológicos
15 a 20 plantas de las 3.000 que han sido aprove- a existir y permanecer es absoluto. En cambio, desde
chadas en diferentes épocas como alimento (Castillo otra óptica los valores de uso son relativos y están su-
1998). Para llegar a esa tecnificación de la agricultu- peditados a las preferencias y necesidades de la hu-
ra han transcurrido cerca de 20.000 años durante los manidad, que varían cultural y temporalmente; por ello
cuales la domesticación, selección e hibridación de las decisiones que se tomen dependen de un análisis
las plantas silvestres ha permitido la acumulación de de costo–oportunidad.
conocimientos para desarrollar la agricultura, así co- Ya que la biodiversidad guarda una relación tan
mo ha servido para desarrollar el material genético uti- estrecha con las necesidades humanas, su conserva-
lizado para mejorar las especies cultivadas. Lo mismo ción debería considerarse un elemento estratégico de
ha sucedido con los animales domésticos, y sucede la seguridad nacional. Una nación segura no es solo
actualmente con la pesca, actividad cuya producción una nación fuerte, sino también la que posee una po-
está basada en gran medida en las especies silvestres, blación saludable y educada, así como un ambiente
y que, en 1989, aportó con unos 100 millones de to- sano y productivo (WRI, UICN y PNUMA 1992).
neladas de alimento en todo el mundo. Asimismo, la
población de muchos países en desarrollo depende 1.4 Diversidad étnica del Ecuador y su relación con
aún de las proteínas provenientes de especies silves- la diversidad biológica
tres (WRI, UICN y PNUMA 1992).
Valorar la biodiversidad considerando el uso direc- Los espacios naturales son elemento constitutivo de la
to de algunos de sus componentes es una de las ópti- cosmovisión, de los valores y de las prácticas cultura-
cas posibles. Incluso desde el punto de vista económi- les de la gente. Para muchos pueblos indígenas y co-
co —para diferenciarlo del ético— la biodiversidad munidades locales existen aún formas animistas de re-
también aporta con valores indirectos, tales como los lación con la naturaleza (el ser humano es parte de és-
servicios ambientales mencionados arriba. La idea es ta y viceversa), mientras que otras culturas establecen
que las especies de un ecosistema o sus interacciones una diferencia entre sujeto y objeto: la humanidad se-
ecológicas cumplen la función de proteger la activi- parada de la naturaleza. Son representaciones distin-
dad económica generada por el uso directo de los re- tas que han marcado formas diversas de aproxima-
cursos que forman parte de dicho lugar. Como ejem- ción, administración y manejo de la biodiversidad, y
plo se puede mencionar a los invertebrados, los cua- que la han afectado de distintas formas.
les al acelerar la descomposición de la materia orgá- Hablar de diversi-
nica en el suelo de un bosque aseguran el crecimien- dad biológica en
to de los árboles. Éstos últimos constituyen el recurso el Ecuador impli-
cuyo valor de uso es directo, pues proveen de la ma- ca también refe-
dera. En este caso, los invertebrados tienen un valor rirse a las cultu-
de uso indirecto, e independientemente de si este va- ras que habitan
lor es o no reconocido por la persona usuaria de la este país. Las
madera, cualquier acción que interfiera en su función poblaciones de
ecológica finalmente involucrará costos el momento de indígenas, de ne-
la comercialización. gros, de campesi-
El valor de ‘no uso’ o ‘uso pasivo’ de la naturaleza nos y de pescado-

7
1.5 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

ción entre las comunidades y la biodiversidad. Los


pueblos indígenas y las comunidades locales histórica-
mente han estado sometidos a diversos grados y for-
mas de intervención (sociocultural, tecnológica, mer-
cantil, de conocimientos). Esto ha modificado su orga-
nización social, sus cosmovisiones, sus prácticas cultu-
rales y las modalidades de uso y aprovechamiento de
los recursos, y además ha tenido repercusiones en los
ecosistemas.
El actual orden internacional vuelve muy vulnera-
bles a los bosques, agua, fauna y flora de los países
del Sur, entre éstos el Ecuador, y pone en riesgo la mis-
ma supervivencia de los pueblos indígenas. Sin em-
bargo, el proceso de globalización —que implica la
homogenización y la valoración mercantil de los dife-
rentes aspectos de la vida, la inmediatez y la concen-
tración de los beneficios para los más eficientes en el
mercado—, ha abierto también una ventana a nuevos
valores como el respeto a la naturaleza, a la diversi-
dad y a la diferencia. El Convenio sobre la Diversidad
Biológica está dentro de esta última línea, de manera
especial los artículos que tratan sobre aspectos rela-
cionados con los derechos de los pueblos indígenas y
de las comunidades locales. En el Ecuador, la ratifica-
ción del Convenio 169 de la OIT y las reformas a la
Constitución realizadas en 1998, constituyen el mar-
co legal para el reconocimiento de los derechos indi-
viduales y colectivos de los pueblos indígenas y comu-
nidades locales sobre la biodiversidad y los recursos
naturales.
res han establecido relaciones ancestrales con los eco-
sistemas, han sido usuarias de la biodiversidad y, por 1.5 Pueblos indígenas del Ecuador
lo tanto, han desarrollado conocimientos para mane-
jarla sin destruirla. En las regiones del Ecuador continental —Costa, Sie-
A mayor biodiversidad, mayor complejidad de los rra y Amazonía— habitan doce pueblos indígenas.
ecosistemas y, por ende, mayor dificultad para cono- Los datos demográficos sobre estos pueblos no son
cerlos, interpretarlos y manejarlos. Pero esta misma confiables: las cifras oscilan entre el 15 y 25% de los
complejidad ha planteado también una exigencia enri- 12.646.095 habitantes que es la población total del
quecedora, de modalidades de adaptación específi- Ecuador calculada para el año 2000. Los únicos cen-
cas, de respuestas creativas y diferentes en términos tec- sos nacionales donde se incorporaron variables etno-
nológicos y de variadas formas de organización socio- lingüísticas fueron los de 1950 y 1990; este último
cultural de pueblos indígenas y comunidades locales. arroja datos poco precisos pues buena parte de la po-
Toda intervención modifica las formas de adapta- blación indígena no fue censada.

8
D i v e r s i d a d Ž t n i c a d e l E c u a d o r y s u r e l a c i — n c o n l a d i v e r s i d a d b i o l — g i c a
1.6

1.6 Pueblos indígenas de la Amazonía tantes no alcanzan ni 500 personas. Si bien el reduci-
do número de habitantes ha sido, en muchas ocasio-
En la región amazónica habitan los pueblos shuar, nes, un elemento de ventaja adaptativa para su sobre-
achuar, quichua, huaorani, siona, secoya, cofán, shi- vivencia, en la actualidad constituye un gran riesgo
wiar y zápara. Los dos últimos han reivindicado su es- frente a la arremetida de la colonización y de la inter-
pecificidad como pueblos étnicamente diferenciados vención externa.
solo en la década de los 90. La población zápara ha En la zona centro-norte de la Amazonía, caracteri-
permanecido como parte del complejo lingüístico qui- zada por el alto endemismo de especies de flora y
chua, en tanto que la shiwiar ha estado incorporada fauna, la intervención de las misiones religiosas, de
en el complejo lingüístico shuar-achuar. Según datos las caucherías y de las haciendas repercutió sustanti-
de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de vamente en la vida de estos pueblos. Sin embargo, no
la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), la pobla- fue sino hasta la llegada del boom petrolero (en los
ción indígena en esa región hasta 1998 era de años 70), cuando el Estado, eje centralizador de to-
168.202 personas. das las fases de la actividad petrolera, impulsó en el
Los nueve pueblos están asentados en las seis pro- norte de la región la colonización y la construcción de
vincias de la Amazonía.2 Quichuas y shuaras repre- obras públicas que imprimieron cambios radicales en
sentan juntos más del 95% de la población indígena las dinámicas socioespaciales amazónicas y en la vi-
de la región. En contraste, algunos de los pueblos res- da económica del Ecuador.
En cambio, al sur de la Amazonía los pueblos
2. Se calcula que cuando comenz— la colonizaci—n de la Amazon’a, viv’an all’ 21 shuar y achuar tendieron a aglutinarse en asentamien-
grupos ind’genas cuya poblaci—n era m‡s numerosa que la actual. (Ruiz 1993). tos como resultado de la labor de los misioneros reli-

9
1.6 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

Las modalidades de organización de la produc-


ción, el desarrollo de tecnologías, la generación de
esferas específicas de conocimiento según se trate de
hombres o de mujeres, sumados al desarrollo de com-
plejos sistemas simbólicos que han regulado el empleo
de los recursos, posibilitaron durante milenios el mane-
jo de los ecosistemas amazónicos y al mismo tiempo
su conservación. No es una coincidencia que la ma-
yor parte de bosque primario que queda en el Ecua-
dor se encuentre en las zonas de asentamiento tradi-
cional de indígenas de la Amazonía.
La noción de territorialidad es la del espacio don-
de se socializa la naturaleza (Descola 1987), donde
se vinculan el orden humano, el natural y el divino, y
donde resulta imposible separar sus elementos: la flo-
ra y la fauna de los bosques, el suelo del subsuelo, los
ríos de la tierra, el ser humano de la naturaleza. No
se trata de una visión idealizada de los pueblos indí-
genas. Los grandes cambios a los que se han visto so-
metidos han provocado una fragmentación de sus sa-
beres, de sus prácticas culturales, la alteración de sus
patrones de consumo y el desmejoramiento de su ca-
lidad de vida. Como consecuencia de esto también
los ecosistemas están sufriendo impactos negativos.
giosos, de la apertura de vías de comunicación y del
Ante esta situación y la necesidad de enfrentar los
fomento de la colonización. Esta última fue reforzada
problemas derivados de la competencia por los recur-
mediante la promulgación de leyes agrarias, cuya apli-
sos naturales de la Amazonía se han conformado or-
cación también ocasionó profundas transformaciones
ganizaciones indígenas de nuevo tipo. Fruto de este
en la orientación productiva y cultural de esos pueblos.
proceso y con el fin de luchar por la defensa de sus de-
Aunque los procesos ecológicos del bosque húme-
rechos de una manera más orgánica, en 1980 se creó
do tropical son similares, la oferta ambiental varía de
la CONFENIAE, organización que forma parte de la
acuerdo con características físicas y biológicas espa-
Confederación de Nacionalidades Indígenas del
cialmente específicas. De igual forma, los sistemas indí-
Ecuador (CONAIE) y de la Coordinadora de las Orga-
genas de uso del espacio están basados en principios
nizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
y características comunes, pero las actividades cobran
(COICA), esta última representante de los pueblos de
mayor o menor intensidad según los recursos, la pro-
nueve países de la cuenca del Amazonas. Uno de los
ductividad y la potencialidad de las formaciones natu-
principales resultados de esta lucha indígena ha sido
rales que ocupan y utilizan (Hurtado y Sánchez 1992).
la legalización de 3.284.223 hectáreas en favor de
504 comunidades indígenas.3 Pese a que ésta suce-
3. Los datos de adjudicaciones provenientes del desaparecido Instituto Ecuatoriano dió en una primera etapa sobre espacios de tierra de
de Reforma Agraria y Colonizaci—n (IERAC), que fueron procesados en una base de manera individual, y posteriormente en forma colecti-
datos por Natalia Wray, se refieren solo a las realizadas en forma colectiva y v’a co-
lonizaci—n. No incluyen las adjudicaciones individuales, ni las de Reforma Agraria. El va, el cuerpo legal hasta 1995 —salvo algunas nor-
dato global de la superficie legalizada no es oficial (CONFENIAE y TCA 1995). mas reglamentarias— hace referencia únicamente a la

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D i v e r s i d a d Ž t n i c a d e l E c u a d o r y s u r e l a c i — n c o n l a d i v e r s i d a d b i o l — g i c a
1.6

CUADRO 1.1
Amazonía ecuatoriana: pueblos indígenas que viven dentro y en las zonas de influencia de las áreas protegidas

Área protegida Superficie Pueblos indígenas que Pueblos indígenas que


(hectáreas) viven dentro del área viven en la zona de
influencia del área

Parque Binacional El Cóndor 2.440 shuar shuar


Parque Nacional Llanganates 219.707 no hay quichua
Parque Nacional Podocarpus 146.280 no hay shuar
Parque Nacional Sangay 517.765 no hay shuar y quichua
Parque Nacional Sumaco
Napo–Galeras 205.249 quichua quichua
Parque Nacional Yasuní 982.000 quichua, huaorani y shuar quichua, huaorani y shuar
Reserva Biológica Limoncocha 4.613 quichua quichua
Reserva de Producción de
Fauna Cuyabeno 603.380 cofán, siona, secoya y quichua quichua
Reserva Ecológica Antisana 120.000 quichua no hay
Reserva Ecológica Cayambe–Coca 403.103 cofán y quichua quichua
Total 3.204.537 Seis pueblos Tres pueblos

Modificado de: Kingman y Ruiz (2000).

entrega de tierras y no de territorios, sin considerar ex- Según la Ley Forestal vigente (arts. 71 y 73), estas
plícitamente los derechos ancestrales (Barragán áreas son consideradas patrimonio del Estado, por lo
1997). que no se reconocen los derechos de propiedad de
Otro problema que enfrentan estos pueblos es la las poblaciones allí asentadas y se imponen restriccio-
superposición de áreas protegidas en sus territorios. nes al uso y manejo de los recursos.
De las 23 áreas continentales protegidas del país, A este problema se suma que en la creación, ad-
diez están en la Amazonía. Según la CONFENIAE, ministración y manejo de estas áreas no ha participa-
los territorios indígenas ubicados dentro de esas áreas do adecuadamente la población local en la toma de
o en su zona de influencia representan alrededor del decisiones. En la actualidad se está tratando de rever-
20% de los territorios indígenas reivindicados en la re- tir esta situación y de encontrar puntos de confluencia
gión (cuadro 1.1). La mayoría de dichas áreas está en entre ambos sectores (Roldán y Barragán 1997). Esto
la zona nororiental, donde también se ha concentrado se refleja, por ejemplo, en la suscripción de convenios
la explotación petrolera (mapa 2, p.182). Esto ha de- entre el desaparecido Instituto Ecuatoriano Forestal y
rivado en una serie de conflictos, entre los cuales me- de Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN) y las or-
rece destacarse el de la propiedad legal de las tierras. ganizaciones indígenas de algunas áreas protegi-
das.4 También está plasmado en la incorporación en
el Anteproyecto de la Ley Especial para la Conserva-
4. Dos ejemplos son el convenio suscrito en 1993 entre el INEFAN, la Federaci—n ción y el Uso Sustentable de la Biodiversidad de con-
de Comunas Uni—n de Nativos de la Amazon’a Ecuatoriana ÐFCUNAE (quichuas) y
la Organizaci—n de la Nacionalidad Huao de la Amazon’a Ecuatoriana ÐONHAE ceptos que se refieren a la participación comunitaria y
(huaoranis) en el Parque Nacional Yasun’, y tambiŽn el convenio suscrito en 1992 al reconocimiento de los derechos de propiedad so-
entre el INEFAN y la comunidad cof‡n de S‡balo, la cual habita en la Reserva de Pro-
ducci—n de Fauna Cuyabeno. bre las tierras de posesión ancestral (Ministerio del Am-
biente 1999a).

11
1.7 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

1.7 Pueblos indígenas de la Costa país, en Esmeraldas y Carchi, pero su territorio se ex-
tiende en Colombia hasta el departamento de Nariño,
En varios aspectos, la situación de los pueblos indíge- ocupando alrededor de 3.500 km2. Su población es
nas de la Costa (chachi, tsachila, awá y épera) y su de 4.500 a 5.000 personas, de las cuales aproxima-
relación con los recursos naturales son similares a la damente 1.000 viven en el Ecuador (Moya 1997).
de los pueblos amazónicos. Recién, en 1987, el gobierno ecuatoriano reconoció
El pueblo chachi, cuya población aproximada es su territorio. Las poblaciones awá están asentadas en
de 8.000 personas según la Federación de Centros una región muy húmeda, caracterizada por ser una
Chachi de la provincia de Esmeraldas (FECCHE), ha- zona de gran biodiversidad, que corresponde a las
bita la parte noroccidental de Esmeraldas, en una re- formaciones de bosque siempreverde montano bajo
gión que es una continuación del Chocó colombiano, (de 1.300 a 1.800 m de altitud) y de bosque de ne-
conocido por su alto grado de endemismo y por cons- blina montano (entre 1.800 y 3.000 m de altitud).
tituir uno de los denominados "hot spots" mundiales. Practican una agricultura itinerante complementada
Las formaciones naturales que ocupa el pueblo chachi con la caza, pesca y recolección de frutos. Su estrate-
son el bosque siempreverde de tierras bajas y el bos- gia adaptativa ha sido retirarse hacia zonas más ais-
que siempreverde piemontano. ladas y tierras no apetecidas para la agricultura. La
En las poblaciones chachi se practica la agricultu- apertura de caminos vecinales, la extracción de made-
ra itinerante con el sistema de roza, siembra y tala. Su ra y oro, así como las prácticas agrícolas de colo-
dieta se basa en el plátano y la yuca; comercializan nos/as amenazan seriamente los ecosistemas en los
cacao y café, así como canoas de madera y cestería cuales habitan y, por lo tanto, su existencia en tanto
hecha de fibras vegetales. El entorno ambiental de es- cultura.
te pueblo ha sido afectado por la agresiva penetra- Según Víctor Tapuyo, miembro de la Confedera-
ción de empresas madereras y por la colonización. ción de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
Los recursos de los bosques y ríos han disminuido, por (CONAIE), quien fue entrevistado en enero del 2000,
la tenaz extracción, mermando sustancialmente su ba- el pueblo épera vive en el cantón Borbón (en Esmeral-
se alimentaria y proteínica. Varias comunidades sufren das). Pese a que no existen referencias escritas en el
de enfermedades tropicales como la oncocercosis y el Ecuador, se conoce que migraron desde Colombia ha-
paludismo. ce pocas décadas, que su población es de alrededor
Una situación parecida vive el pueblo tsachila que de 500 personas, que la mayor parte de los hombres
habita en los límites de la provincia de Pichincha en la adultos trabajan como jornaleros, y que las tierras que
Costa. Según los datos censales de 1984, esta pobla- habitan no han sido reconocidas legalmente.
ción alcanzaba 1.400 habitantes en una zona de
bosque siempreverde de tierras bajas. 1.8 Pueblos indígenas de la Sierra
El avance de la colonización y de las empresas
agroindustriales ha conducido a una pérdida casi to- Los quichuas de la Sierra son un pueblo multiétnico,
tal de sus territorios ancestrales. Poco queda de sus que adoptó la lengua quichua antes de la conquista
prácticas tradicionales, su modo de vida está inmerso española para establecer relaciones de intercambio
en la economía de mercado, el comercio de ganado, comercial. Pueblos preincaicos como los cara, quitu,
de frutas tropicales y el ejercicio de la medicina tradi- panzaleo o cañari, desarrollaron conocimientos y
cional con fines comerciales. Conservan ciertos ele- adaptaciones tecnológicas que fueron capitalizados
mentos culturales que les dan cohesión étnica, como por los inca. Los Andes septentrionales, en los cuales
por ejemplo, su lengua, el "tsafiqui". habitan, se caracterizan por la pronunciada gradiente
El pueblo awá está ubicado en el noroccidente del topográfica, que propicia la variación en los flujos at-

12
D i v e r s i d a d Ž t n i c a d e l E c u a d o r y s u r e l a c i — n c o n l a d i v e r s i d a d b i o l — g i c a
1.8

mosféricos y da lugar a la aparición de altas planicies misma cosmovisión han brindado sustento a todos los
húmedas, de páramos, de vertientes húmedas y de va- ámbitos de sus vidas. Pese a que no toda la población
lles interandinos cálidos y secos. indígena es campesina, los quichua de la Sierra ba-
Los habitantes de la Sierra han adaptado su modo san su sustento en el desarrollo de actividades agrope-
de vida a lo que se conoce como la microverticalidad, cuarias y artesanales, por lo que el acceso a la tierra
caracterizada por el aprovechamiento estratégico de es un elemento esencial de supervivencia.
distintos pisos climáticos, la práctica de policultivos en La situación actual de las poblaciones indígenas
un solo piso ecológico, y el intercambio de productos serranas es diversa. La aplicación de las leyes de Re-
a través de redes de parentesco y de reciprocidad, forma Agraria desde 1964 produjo una diferencia-
que articulan a los grupos sociales. ción interna entre el campesinado sin tierra, minifundis-
Andenes, terrazas y canales de riego constituyen tas pobres y un reducido grupo que ha logrado con-
testimonios del avance tecnológico de los pueblos an- centrar propiedades. Una buena parte de la pobla-
dinos. La domesticación de la papa y el maíz, el cul- ción quichua ha sido desplazada a los páramos, por
tivo de productos como la quinua, la oca y el melloco lo cual este importante ecosistema (origen de las fuen-
también son una muestra del desarrollo de conoci- tes de agua) enfrenta presiones cada vez mayores. Se
mientos de los quichua sobre los recursos genéticos calcula que en los páramos viven cerca de 500.000
asociados a la alimentación de la gente serrana y de indígenas y campesinos.
buena parte de la población mundial contemporánea. La introducción de nuevas tecnologías, de agroquí-
Los pueblos quichua de la Sierra han resistido a las micos y el fomento de monocultivos han generado gra-
condiciones de segregación que enfrentaron desde el ves procesos de erosión de los suelos y una crisis de
inicio de la época colonial. Una lengua común y una la productividad agrícola. Esto, sumado a la falta de

13
1.9 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

acceso al agua y a la subdivisión de las parcelas fa- de existen abundantes especies maderables que son
miliares, ha desmejorado la calidad de vida de esta codiciadas por su alto valor comercial. Las poblacio-
población que ahora enfrenta serios problemas de in- nes negras aprendieron a manejar estos ecosistemas
seguridad alimentaria y altos índices de pobreza. de una manera sustentable, con base en la extracción
En 1998 se introdujeron reformas a la Constitución de los recursos naturales y en la agricultura de subsis-
Política del Ecuador, entre éstas el artículo 224 que fa- tencia. Trajeron sus propias formas de expresión cultu-
culta la creación de circunscripciones territoriales indí- ral del continente africano y han desarrollado una se-
genas y afroecuatorianas, diferentes grupos indíge- rie de símbolos y de mitos en los cuales se encuentran
nas, que durante cientos de años permanecieron sumi- depositados sus saberes.
dos en la identidad genérica quichua, han empezado La agresiva expansión extractivista promovida por
a reivindicarse como pueblos. En el 2000, los cayam- el Estado durante el siglo XX, la presencia de empre-
bi, quitu, otavalo, caranqui, natabuela, cañari, chibu- sas madereras y, más recientemente, de agroindustrias
leo, panzaleo, guaranga, salasaca, puruhá y saragu- palmicultoras y de camaroneras, han alterado de tal
ro forman parte de la nacionalidad quichua de la Sie- forma los ecosistemas de esa región que es allí donde
rra. ahora se presentan los índices más acelerados de de-
gradación y transformación de la vegetación del país.
1.9 Pueblos afroecuatorianos La población negra se ha integrado al trabajo asala-
riado, al comercio y también ha migrado a las capita-
Las poblaciones afroecuatorianas llegaron al Ecuador les provinciales, especialmente de la Costa.
durante los siglos XVI y XVII y se asentaron en dos zo- El pueblo afroecuatoriano, que vive en el valle an-
nas geográficas: la provincia de Esmeraldas (en la dino del río Chota desde el siglo XVII, desciende de
Costa, donde vive la población más numerosa), y el esclavos comprados de las haciendas de Colombia,
valle del río Chota, en el norte de la Sierra. Según al- quienes durante la colonia fueron llevados a la región
gunos cálculos, toda la población afroecuatoriana se- por hacendados y por misiones religiosas para la pro-
ría de aproximadamente 500.000 personas. ducción de caña. A partir de la abolición de la escla-
La cultura negra ha explotado diversas zonas de vitud en el siglo XVIII, esta población ocupó zonas
Esmeraldas; una de éstas es los estuarios, donde las marginales de las haciendas. Luego de la Reforma
formaciones vegetales dominan- Agraria de 1964 se convirtieron en propietarios de
tes son el manglar y el bos- pequeñas fincas, y ahora este grupo mantiene su
que siempreverde inunda- unidad cultural y está organizado jurídicamen-
ble de tierras bajas (guan- te; se dedica a la agricultura y está vincula-
dal), este último como una do con el mercado de productos agrícolas
continuación de los mangla- regionales.
res hasta los 100 m de alti- El valle del Chota y la cuenca alta del río
tud. Las riberas de los ríos Mira (lugares de los asentamientos de la po-
Quinindé y Esmeraldas tam- blación afroecuatoriana), están ubi-
bién han sido ocupadas cados entre 2.000 y 2.500 m
tradicionalmente por la po- de altitud. El clima de la re-
blación negra. La formación gión es cálido seco y las llu-
vegetal de estas zonas es el vias son escasas. A lo lar-
bosque siempreverde de tierras go de los ríos la vegeta-
bajas, el mismo que se extiende ción corresponde a la
hasta los 300 m de altitud, y don- de matorral seco
D i v e r s i d a d Ž t n i c a d e l E c u a d o r y s u r e l a c i — n c o n l a d i v e r s i d a d b i o l — g i c a
1.10

montano con presencia de acacias (Acacia spp.) y nización y a participar en las decisiones que los afec-
molles (Schinus molle). Otra formación vegetal carac- ten. Los resultados más notorios se han concretado en
terística de la zona es el espinar seco montano, don- el sistema de educación indígena intercultural bilingüe
de están presentes especies de la familia de los cac- y en la legalización de buena parte de sus tierras y te-
tus, como Opuntia sp., y de la familia Mimosaceae, rritorios.
como aromos y guarangos (Sierra 1999b). El esfuerzo cumplido por estas organizaciones tam-
Desde hace pocas décadas el pueblo negro del bién ha conducido a que el movimiento indígena se
país se ha organizado para exigir el reconocimiento convierta en un actor de primera importancia, a tal
de sus derechos específicos, muchos de los cuales han punto que las decisiones que se toman en las más al-
sido reconocidos constitucionalmente. Sin embargo, tas esferas del poder político no pueden pasar sin que
sus reivindicaciones no cobran aún la fuerza de las del se escuchen sus puntos de vista. Este esfuerzo también
movimiento indígena nacional. se ha materializado en la adopción de medidas de
carácter legal, por parte del Congreso Nacional en
1.10 Derechos de los pueblos indígenas sobre abril de 1998, que cobran su mayor expresión en la
la biodiversidad ratificación del Convenio 169 de la Organización In-
ternacional del Trabajo (OIT) y en las reformas a la
En las últimas cuatro décadas del siglo XX, la lucha de Constitución en junio del mismo año. A estos dos cuer-
las organizaciones indígenas frente al Estado se basó pos legales se suma la ratificación, en 1993, del Con-
en tres ejes principales: el reconocimiento legal de sus venio sobre la Diversidad Biológica, en el cual se re-
tierras y territorios; la educación bilingüe intercultural; conocen los derechos de las comunidades indígenas
y, el derecho a mantener sus propias formas de orga- y locales sobre la biodiversidad. Estos documentos

15
1.10 L a b i o d i v e r s i d a d y s u s f a c e t a s

constituyen un marco apropiado para el desarrollo de • Protección de los conocimientos y saberes an-
una legislación secundaria en la que se reconozca los cestrales sobre la biodiversidad, así como de
derechos fundamentales, individuales y colectivos de las tecnologías y prácticas indígenas de mane-
los pueblos indígenas y afroamericanos frente a los re- jo de los recursos naturales y la definición e im-
cursos naturales y a la biodiversidad. plementación de un sistema legal sui generis,
Las principales demandas de los pueblos indígenas mediante el cual se reconozcan los derechos
del Ecuador en relación con las formas de acceso, colectivos de propiedad intelectual y no solo los
uso, manejo y administración de la biodiversidad, son: derechos individuales.
• Generación de mecanismos para una distribu-
• Reconocimiento de los derechos colectivos so- ción equitativa de los beneficios derivados del
bre la propiedad, administración, uso y mane- uso de la biodiversidad.
jo de tierras y territorios indígenas en áreas pro- • Priorización del saber tradicional otorgándole
tegidas. la misma importancia que al científico.
• Desarrollo de una legislación relativa a las cir- • Respeto a la identidad cultural y étnica de los
cunscripciones territoriales contempladas en la pueblos indígenas y a su capacidad para defi-
Constitución Política del Estado. nir y orientar sus propias opciones de desarrollo.
• Participación en las instancias de decisión so-
bre políticas y proyectos que los afecten.
• Aplicación de los principios de Consulta Previa
y de Consentimiento Previo Informado en rela-
ción con las políticas y proyectos sobre biodi-
versidad, ambientales y de explotación de re-
cursos naturales que puedan afectarlos social,
cultural o económicamente.

16
2

La diversidad de
los ecosistemas
Carmen Josse, Mario Hurtado y Tarsicio Granizo

2.1 Los ecosistemas terrestres


2.2 ¿Cómo clasificar los ecosistemas terrestres?
2.3 El Ecuador según la clasificación mundial en ecorregiones
terrestres
2.4 Diversidad de ecosistemas terrestres a escala nacional
2.5 Bosque siempreverde de tierras bajas
2.6 Bosque siempreverde inundable de tierras bajas
2.7 Bosque de neblina montano
2.8 Matorral seco de tierras bajas
2.9 Bosque deciduo de tierras bajas
2.10 Matorral húmedo montano
2.11 Páramo
2.12 Estado de conservación de los ecosistemas terrestres
2.13 Estado de conservación de la Costa
2.14 Estado de conservación de la Sierra
2.15 Estado de conservación de la Amazonía
2.16 Amenazas a los ecosistemas terrestres

17
2 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

2.17 Deforestación
2.18 Usos inadecuados del suelo
2.19 Ampliación de la red vial
2.20 Los ecosistemas dulceacuícolas
2.21 Clasificación de los ecosistemas dulceacuícolas
2.22 Amenazas a los ecosistemas dulceacuícolas
2.23 Los ecosistemas marinos y costeros
2.24 Sistemas de corrientes y masas de agua del Pacífico
sudeste
2.25 Clasificación de los ecosistemas marinos y costeros
2.26 Diversidad de los ecosistemas marinos y costeros
2.27 ¿Qué conocemos de los ecosistemas marinos y costeros?
2.28 La plataforma continental
2.29 Arrecifes, zonas rocosas e intermareales
2.30 Las playas
2.31 Las bahías
2.32 Los estuarios
2.33 Los manglares
2.34 Pérdida del manglar y de sus servicios
ambientales
2.35 Amenazas a los ecosistemas marinos y costeros
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.1

l a diversidad ecosistŽmica se refiere a la variedad de unidades ecol—gicas es-


pacialmente identificables de un territorio dado, y tiene relaci—n directa con
el sistema de clasificaci—n que se emplee. En este cap’tulo consta informa-
ci—n sobre los ecosistemas terrestres, dulceacu’colas, marinos y costeros del Ecuador
continental, sobre su estado de conservaci—n y sobre las amenazas que se ciernen so-
bre dichos espacios segœn regiones.

2.1 Los ecosistemas terrestres central y norte es de 150 km, hay una cordillera de
poca altitud que corre paralela al mar, y que se extien-
Tradicionalmente el Ecuador continental ha sido dividi- de desde la ciudad de Esmeraldas hasta el golfo de
do en tres regiones naturales (mapa 3, p. 183): Guayaquil. A su vez, este golfo (ubicado en la desem-
bocadura del río Guayas) constituye la bahía más
• La Costa, o región costera, que se extiende grande de la costa del Océano Pacífico en América
desde el Océano Pacífico hasta las estribacio- del Sur y alberga una serie de islas entre las cuales la
nes occidentales de los Andes localizadas de- mayor es la de Puná. Hacia el sur de dicho golfo la
bajo de los 1.300 m de altitud aproximada- distancia entre la Costa y la Sierra se estrecha consi-
mente. derablemente (Neill 1999). Estos accidentes geográfi-
• La Sierra, Andes, o región andina, ubicada en cos, aunados a los regímenes climáticos, han propi-
la porción central del país, sobre los 1.300 m ciado que en la Costa exista una diversidad muy gran-
de altitud tanto desde la Costa como de la de de ambientes plasmada en comunidades naturales
Amazonía. igualmente diversas y con grados significativos de en-
• La Amazonía, u Oriente, que ocupa los territo- demismo, sobre todo en el caso de la flora.
rios ubicados al este de los Andes bajo los En la Amazonía ecuatoriana, que constituye el ex-
1.300 m de altitud. tremo occidental de la cuenca amazónica, los ecosis-
temas también son diversos. Al norte del río Napo, es-
En la Costa se encuentran grandes planicies de tierras ta región es una planicie en la cual muchas áreas con
bajas, aunque también hay elevaciones menores. En drenaje pobre están ocupadas por pantanos y lagos
esta región, cuyo ancho aproximado en sus porciones oligotróficos de aguas negras. Todo el resto hacia el

19
2.1 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

ma una serie de cordilleras pequeñas —como las del


Cóndor y de Cutucú en el sur y los volcanes Reventa-
dor y Sumaco en el norte— en vez de una cadena
continua (Neill 1999).
En el Ecuador se presenta además una multiplici-
dad de regímenes climáticos que ha permitido la apa-
rición de una gran diversidad, tanto en los tipos de ve-
getación, como en la flora del país. A su vez, esta va-
riedad de climas es el producto de un conjunto de ca-
racterísticas geográficas como la ubicación ecuatorial
del país, los efectos orográficos de la elevación abrup-
ta de los Andes, la presencia de la cordillera de la
Costa, la circulación general de la atmósfera (con in-
fluencias del Océano Pacífico y de la región amazó-
nica) y la circulación de las corrientes oceánicas (Neill
y Møller Jørgensen 1999).
Dentro de estas características climáticas sobresa-
len dos: la duración del día, que es de doce horas de
luz solar prácticamente constantes a lo largo del año
y en todas las regiones; y la fluctuación significativa
de la temperatura durante el día, y no estacionalmen-
te o de mes a mes. Por ejemplo, en la Sierra esta fluc-
tuación diaria puede ser de aproximadamente 20°C,
mientras que en las tierras bajas no pasa de 10°C.
El gradiente altitudinal también guarda una rela-
ción directa con la temperatura: al nivel del mar el pro-
medio anual es 25°C y de allí en adelante disminuye
sur es una penillanura con una complicada microtopo- aproximadamente 0,5°C por cada 100 m de eleva-
grafía de cerros bajos (Neill 1999). ción. Las temperaturas heladas solo ocurren a partir de
Finalmente, la mitad norte de la Sierra presenta 3.000 m de altitud.
dos ramales claramente definidos de los Andes (cordi- En contraste con la constancia de los regímenes de
lleras oriental y occidental), modelo que se pierde ha- temperatura, los de precipitación varían mucho de un
cia el sur dando lugar a un complicado esquema de sitio a otro, así como en la cantidad anual de lluvias en
nudos, algunos que van de norte a sur y otros de este una misma localidad. Hay muchas diferencias tanto en-
a oeste. Ciertos geólogos reconocen una tercera cor- tre las tres regiones naturales del país como entre el nor-
dillera, al este de las dos principales, la misma que es- te y el sur del país (Neill y Møller Jørgensen 1999).
tá relacionada tectónicamente con la cordillera Orien- Los patrones anuales de precipitación en la Sierra
tal de Colombia, y que en el territorio ecuatoriano for- están fuertemente influenciados por las oscilaciones de
la Zona de Convergencia Intertropical,1 y cuyos cam-
bios en esta región producen una distribución bimodal
1. La Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) es una banda de baja presi—n que
se forma sobre las regiones de masas de aguas m‡s c‡lidas en los tr—picos, donde de las lluvias. La estación seca principal va de julio a
las masas de aire est‡n forzadas a ascender por el calentamiento; esto origina abun- agosto y a veces se prolonga hasta septiembre, y hay
dantes nubes y fuertes lluvias. La ZCIT no es estacionaria y tiende a desplazarse so-
bre las ‡reas superficiales m‡s calientes a lo largo del a–o (Ram’rez 2000). un período seco durante enero en la mayoría de loca-

20
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.3

lidades andinas. Los lapsos de intensas lluvias ocurren Detrás de los esfuerzos que se han realizado para
en marzo, abril y octubre. El promedio de precipita- clasificar la vegetación del mundo subyace la idea de
ción anual en la Sierra varía de 1.250 mm en la ciu- que el sistema utilizado debe servir para predecir que
dad de Quito a 400 mm en un valle seco interandino. un determinado tipo de vegetación estará presente ba-
La diferencia significativa entre estos promedios revela jo ciertas condiciones. Con esta información se podrá
la variabilidad de ambientes, la misma que está in- tener una idea del resto de elementos bióticos y abió-
fluenciada sobre todo por el gradiente altitudinal que ticos asociados. Así, por extensión, el mosaico de ti-
ofrece la cordillera y las distintas orientaciones geo- pos de vegetación de una región permite aproximarse
gráficas de las estribaciones, que a su vez interactúan al mosaico de la biodiversidad total contenida en la
de forma diferente con las variables causantes de los misma (Sierra, Campos y Chamberlin 1999).
patrones de precipitación. En la actualidad existen varios sistemas para clasi-
En la Costa el patrón de lluvias es unimodal y la es- ficar a los ecosistemas. Algunos se basan principal-
tacionalidad es más marcada por la influencia directa mente en la asociación entre clima y vegetación: se-
de dos corrientes oceánicas principales. La corriente gún éstos, las unidades están determinadas por un mo-
fría de Humboldt suscita condiciones áridas en la Cos- delo de series climáticas, en las cuales se incluye pa-
ta sur y, a la vez, produce cielos nublados que cubren rámetros como la precipitación anual, presupuestos de
la mayor parte del Ecuador occidental durante la épo- energía, temperatura del aire y del suelo, disponibili-
ca seca (aproximadamente de mayo a noviembre). dad de agua y evapotranspiración. Otros sistemas es-
Por otro lado, la corriente cálida que viene desde el tablecen una relación entre la vegetación y varios fac-
golfo de Panamá baña la Costa norte entre diciembre tores ambientales como la temperatura, presupuesto hí-
y abril, y trae consigo aire caliente y lluvias, que se drico, factores edáficos y topográficos. Finalmente,
manifiestan hasta la región costera centro y sur del hay sistemas fisonómicos y florísticos, los cuales se ba-
país (Neill y Møller Jørgensen 1999). san en la composición taxonómica dominante de la
En la Amazonía la lluvia es más o menos constan- vegetación o en la estructura de sus componentes prin-
te durante todo el año y no hay una estación seca. Sin cipales, lo que por sí solo deja de tener el carácter
embargo, en ciertas localidades se presenta un des- predictivo necesario en un modelo (Sierra 1999b),
censo en la precipitación, generalmente durante agos- pues la determinación depende exclusivamente de las
to y enero, meses que concuerdan con los períodos se- observaciones y muestreos de campo.
cos en los Andes asociados a los movimientos de la
Zona de Convergencia Intertropical (Neill y Møller Jør- 2.3 El Ecuador según la clasificación mundial en
gensen 1999). ecorregiones terrestres

2.2 ¿Cómo clasificar los ecosistemas terrestres? El ejemplo más reconocido de la manifestación de
gradientes en la diversidad de todos los grupos taxo-
Los biomas, entendidos como la categoría más gene- nómicos es el relacionado con la latitud, pues la varie-
ral de definición de ecosistemas, son siete en el Ecua- dad de organismos decrece hacia los polos y es ma-
dor continental: bosques húmedos tropicales, bosques yor en los trópicos (Gaston 1996). De alguna mane-
secos tropicales, sabanas, matorrales xerofíticos, bos- ra, las políticas de inversión y la cooperación de las
ques montanos, páramos y manglares. El grado de de- organizaciones internacionales, que apoyan la conser-
talle de esta clasificación se afina conforme se especi- vación, se han basado en este patrón biogeográfico.
fican los parámetros latitudinales, altitudinales, climáti- Sin embargo, se requiere de una información más
cos, topográficos o fisonómicos en los que se encuen- detallada para identificar las prioridades, así como las
tran las grandes categorías. estrategias a aplicarse en uno u otro lugar, y ya ha ha-

21
2.4 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

bido algunos esfuerzos por clasificar unidades ecoló- taje de ecorregiones (69%) agrupadas en las dos ca-
gicas a escala global o regional partiendo de una tegorías de mayor riesgo. Estas dos categorías relati-
aproximación biogeográfica. Uno de estos esfuerzos vas al estado de conservación de las ecorregiones son
es el de Dinerstein et al. (1995) para las ecorregiones crítica y amenazada; para su evaluación se conside-
terrestres de América Latina y el Caribe (ALC). Usando ra una serie de criterios como porcentaje de remanen-
este sistema se ha evaluado las unidades ecológicas cia respecto de la cobertura original, tasas de conver-
discretas mediante la integración de datos que respon- sión de uso del suelo, grado de fragmentación y de al-
den a dos consideraciones fundamentales: la distintivi- teración, existencia de oportunidades de conserva-
dad biológica y el estado de conservación. ción, tendencias de uso y explotación de la vida sil-
Ante la ausencia de un esquema de unidades bio- vestre, entre otros. Desde el punto de vista de la distin-
geográficas ampliamente aceptadas, Dinerstein et al. tividad biológica, 34 ecorregiones —en su mayoría
(1995) diseñaron un sistema de clasificación jerárqui- bosques húmedos tropicales de hoja ancha—, fueron
co que dividió a la región ALC en cinco tipos princi- consideradas como sobresalientes a nivel global.
pales de ecosistemas (TPE), once tipos principales de La integración de los resultados de las dos consi-
hábitat (TPH) y 191 ecorregiones. deraciones fundamentales (la distintividad biológica
Los cinco tipos principales de ecosistemas son los y el estado de conservación), permitió determinar
bosques tropicales de hoja ancha, bosques templados cuáles ecorregiones son de máxima prioridad regio-
de coníferas y de hoja ancha, pastizales/saba- nal para la conservación (nivel I). De éstas, muchas
nas/matorrales, formaciones xéricas, y manglares. Los están presentes en el Ecuador, tales como los bos-
tipos principales de hábitat representan un segundo ni- ques montanos de los Andes noroccidentales, bos-
vel que además de referirse a la estructura, contempla ques húmedos occidentales ecuatorianos, bosques
el régimen climático (húmedo, seco, inundable). Por úl- montanos de la cordillera oriental, bosques húmedos
timo, las ecorregiones son unidades geográficas dis- del río Napo, bosques secos del Ecuador, páramos
cretas de los tipos principales de hábitat, cuyo nivel del norte de los Andes y matorral xérico de Galápa-
hace referencia a características estructurales, fisonó- gos. De hecho, todo el territorio ecuatoriano fue iden-
micas, y sobre todo geográficas bastante más especí- tificado como de máxima prioridad regional (Diners-
ficas. Una ecorregión está definida como un conjunto tein et al. 1995).
de comunidades naturales que están geográficamente
delimitadas y comparten la gran mayoría de sus espe- 2.4 Diversidad de ecosistemas terrestres a escala
cies, dinámica ecológica, condiciones ambientales, y nacional
cuyas interacciones son cruciales para su permanen-
cia a largo plazo. En las últimas décadas del siglo XX, en el Ecuador se
Las 191 ecorregiones fueron agrupadas en nueve ha utilizado mucho el trabajo de Cañadas (1983),
biorregiones seleccionadas con el objeto de equilibrar quien basado en el sistema bioclimático de Holdridge
el establecimiento de prioridades con una buena re- (1947, 1967; ambos citados en Valencia et al.
presentación biogeográfica. Estas nueve biorregiones 1999a) propuso 25 zonas de vida para el país. Pero
son: Caribe, Norte de México, América Central, Ori- también se han desarrollado otros sistemas que toman
noco, Amazonía, Norte de los Andes, Andes Centra- en cuenta características fisonómicas; dos de éstos son
les, Sur América Oriental y Sur América del Sur. el de Acosta Solís (1966, 1968, 1977, 1982; todos
El resultado de la evaluación del estado de conser- citados en Valencia et al. 1999a), y el de Harling
vación de las ecorregiones de América Latina y el Ca- (1979 citado en Valencia et al. 1999a). El primero es-
ribe determinó que la biorregión Norte de los Andes, tablece 18 formaciones geobotánicas para el Ecua-
donde se incluye el Ecuador, tenía el máximo porcen- dor continental y el segundo 16 tipos de vegetación.

22
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.4

Las unidades ecológicas producto de estos siste- en el ámbito de la planificación regional y nacional.
mas de clasificación, cuya discriminación se basa fun- La propuesta de Sierra et al. (1999) consta de tres
damentalmente en las características y composición niveles jerárquicos, cada uno con definiciones progre-
de la vegetación, han sido utilizadas como referencias sivamente más restringidas de las unidades de vegeta-
de menor escala y mayor detalle que los ecosistemas. ción (cuadro 2.1). El esquema se ajusta a los estánda-
No es la intención analizar aquí las ventajas y des- res para la clasificación de la vegetación establecidos
ventajas de estos sistemas, pero sí lo es rescatar una re- por el Comité Federal para Datos Geográficos de los
ciente propuesta de clasificación de la vegetación del Estados Unidos —FGDC por sus siglas en inglés—
Ecuador continental (Sierra 1999b). Luego de analizar (1997 citado en Sierra 1999b). El primer nivel de cla-
las limitaciones y estudiar otras alternativas de clasifica- sificación está definido por las características fisonómi-
ción de la vegetación teniendo en cuenta lo que se ha cas generales de la vegetación (por ejemplo si es bos-
hecho en países similares al nuestro, en este texto se que, matorral o herbazal). El segundo nivel se refiere
propone un sistema jerárquico e integral, el cual sirvió a las características más detalladas de la estructura y
como referencia para producir un estudio cartográfico la fenología, determinadas principalmente por criterios
basado en imágenes de satélite tomadas en diferentes ambientales (por ejemplo bosque semideciduo). Por úl-
años. Con esto se logró determinar los remanentes de timo, en el tercer nivel resaltan las variaciones altitudi-
las diferentes formaciones vegetales (Sierra 1999a). nales de la vegetación y su relación con elementos del
Esta investigación constituye un buen punto de partida paisaje como ríos, montañas, lagunas y, además, se
para las tareas de mapeo, monitoreo e inventario re- toma en cuenta aspectos biogeográficos, que indican
queridas para los trabajos de conservación, así como barreras al flujo genético o procesos evolutivos aisla-
para elaborar propuestas de ordenamiento territorial dos (por ejemplo bosque semideciduo piemontano de

23
2.4 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

CUADRO 2.1
Formaciones naturales presentes en las tres regiones del territorio continental
NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3
criterio criterio criterio criterio topológico
fisonómico ambiental biótico (piso florístico) NOMBRE
1 Bosque húmedo siempreverde de tierras bajas Bosque siempreverde de tierras bajas
2 piemontano Bosque siempreverde piemontano
3 montano bajo Bosque siempreverde montano bajo
4 montano alto Bosque siempreverde montano alto
5 inundable siempreverde de tierras bajas Bosque siempreverde inundable de tierras bajas (guandal)
6 de tierras bajas Bosque siempreverde inundable por aguas blancas
7 de tierras bajas Bosque siempreverde inundable por aguas negras
8 de palmas de tierras bajas Bosque inundable de palmas de tierras bajas (moretal)
9 seco deciduo de tierras bajas Bosque deciduo de tierras bajas
10 semideciduo de tierras bajas Bosque semideciduo de tierras bajas
11 piemontano Bosque semideciduo piemontano
12 montano bajo Bosque semideciduo montano bajo
13 de neblina siempreverde montano bajo Bosque de neblina montano bajo
14 montano Bosque de neblina montano
15 Bosque de manglar Manglar
16 Matorral húmedo siempreverde piemontano Matorral húmedo piemontano
17 montano bajo Matorral húmedo montano bajo
18 montano Matorral húmedo montano
19 seco litoral Matorral seco litoral
20 de tierras bajas Matorral seco de tierras bajas
21 montano Matorral seco montano
22 Espinar litoral/tierras bajas Espinar litoral
23 montano Espinar montano
24 Herbazal húmedo siempreverde lacustre/de tierras bajas Herbazal lacustre de tierras bajas
25 lacustre/montano Herbazal lacustre montano
26 lacustre/montano alto Herbazal lacustre montano alto
27 ribereño/de tierras bajas Herbazal ribereño de tierras bajas
28 Sabana Sabana
29 Páramo húmedo herbáceo Páramo herbáceo
30 de frailejones Páramo de frailejones
31 de almohadillas Páramo de almohadillas
32 arbustivo Páramo arbustivo
33 seco Páramo seco
34 Gelidofitia Gelidofitia

Fuente: Sierra (1999b).

24
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.6

la Costa). Una vez procesada la información, se obtu- distribuyen más estacionalmente que en la Amazonía,
vo que son 34 los tipos de vegetación en el Ecuador no llega a existir una estación seca diferenciada.
(cuadro 2.1), número que se amplía hasta 45 cuando El dosel de este tipo de vegetación supera 30 m
se asigna algunos a más de una región natural (como de altura, pero el componente arbóreo presenta dife-
Costa o Amazonía). rentes estratos. Las epífitas (que son plantas que crecen
En los acápites 2.5—11 se caracterizan siete for- sobre otras plantas, como orquídeas y bromelias), las
maciones presentes en el Ecuador, las cuales a su vez lianas y las trepadoras son muy abundantes, y el estra-
proporcionan una idea general sobre los demás tipos to bajo herbáceo es bastante denso. Dentro de estos
de vegetación. Pero antes vale resaltar que se hará re- bosques se incluyen los ubicados sobre colinas y so-
ferencia a los ecosistemas actuales y no a los ‘poten- bre tierras planas drenadas, que en la Amazonía co-
ciales’ (aquellos existentes antes de la intervención hu- rresponden a los bosques de tierra firme donde fácil-
mana). Esto implica que los ecosistemas actuales, in- mente pueden registrarse, en una sola hectárea, más
clusive los considerados ‘naturales’, pueden distar mu- de 200 especies de árboles con un diámetro superior
cho de los que existieron originalmente. Por ejemplo, a 10 cm. Mientras tanto, en la Costa la diversidad de
hay quienes afirman que en Suramérica más del 12% estas zonas es menor.
de la Amazonía es el resultado de una transformación Sin embargo, en el caso de la densidad y diversi-
lenta provocada por grupos indígenas. Así, se ob- dad de epífitas, ésta es mayor en los bosques siempre-
servan ejemplos claros de la relación intrínseca entre verdes de tierras bajas del noroeste del Ecuador, los
las sociedades humanas y la diversidad del bosque cuales forman parte de la ecorregión del Chocó co-
tropical, siendo una buena muestra de ello las zonas lombiano de la costa del Pacífico y, por lo tanto, com-
con gran número de individuos de palmas útiles como parten muchas especies. Sin embargo, también hay
el chontaduro (Bactris gasipaes), inayo (Maximiliana un elemento significativo de especies endémicas cono-
maripa), morete (Mauritia flexuosa), tucumã o tumã cidas solo para esta región del Ecuador (Neill 1999).
(Astrocaryum vulgare) y babaçu (Orbignya phalerata) Según otras denominaciones, las zonas descritas
(Balée 1989 citado en Rios 1998). corresponden al bosque húmedo tropical, bosque muy
húmedo tropical y selva pluvial macrotérmica. La fau-
2.5 Bosque siempreverde de tierras bajas na representada en esta formación vegetal correspon-
de a la de los pisos zoogeográficos tropical oriental y
El bosque siempreverde de tierras bajas es la forma- tropical noroccidental y suroccidental (Albuja et al.
ción más extensa en la Amazonía ecuatoriana, pues 1980).
cubre el 70% de su área. Por lo tanto, se extiende so-
bre más de un tercio del Ecuador continental (Neill 2.6 Bosque siempreverde inundable de tierras bajas
1999). Originalmente estos bosques también fueron la
formación más extensa de la Costa. Cubrían aproxi- Dentro del bosque siempreverde inundable de tierras
madamente el 37% de esa región, principalmente en- bajas se pueden agrupar cuatro tipos de vegetación,
tre Esmeraldas, las partes bajas de Pichincha, peque- que pasan inundados la mayor parte del año y que
ñas áreas al norte de Manabí, Los Ríos y Guayas. En existen tanto en la Costa como en la Amazonía. En la
la Costa este tipo de vegetación se ubica por debajo Costa están localizados solo en Esmeraldas, principal-
de los 300 m de altitud, mientras que en la Amazonía mente en la cuenca baja del río Santiago, donde son
llega hasta 600 m (Sierra 1999b). En la Costa y en llamados localmente "guandales". En esas zonas la ve-
la Amazonía los bosques siempreverdes de tierras ba- getación arbórea alcanza 30 m de altura y predomi-
jas reciben precipitaciones anuales superiores a na una especie conocida como tangaré (Otoba gor-
2.000 mm. En la primera región, si bien las lluvias se doniifolia) (Cerón et al. 1999).

25
2.7 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

les, no son tan diversos como las cercanas áreas de


tierra firme (Palacios et al. 1999).
Los bosques que son inundados por aguas negras
(conocidos también como "igapó"), se encuentran en
terrenos bajos. Éstos se inundan estacionalmente con
agua que proviene de pequeños ríos que nacen en la
llanura amazónica y que contienen abundantes com-
puestos, producto de la descomposición de la materia
orgánica. Ya que estos ecosistemas pasan inundados
durante largas temporadas, el número de especies
adaptadas a sus condiciones es más restringido. Neill
(1999) menciona como especies del dosel caracterís-
ticas de esta formación a Macrolobium acaciifolium,
Astrocaryum jauari y Coussapoa trinervia. En el "iga-
pó" están los "moretales", que son bosques inundables
ubicados en terrenos mal drenados, y que están com-
puestos por agrupamientos prácticamente monoespe-
cíficos de la palma morete (Mauritia flexuosa). El do-
sel de los moretales alcanza 30 m de altura y el soto-
bosque es relativamente denso. Se localizan principal-
mente en la parte nororiental del país donde cubren
cerca de 350.000 hectáreas (Palacios et al. 1999).
Según Albuja et al. (1980), la fauna del bosque
siempreverde inundable de tierras bajas corresponde
a la de los pisos zoogeográficos tropical oriental y tro-
pical noroccidental y suroccidental.
Por otro lado, en la Amazonía se establece una di-
ferencia entre estos bosques según sean inundados 2.7 Bosque de neblina montano
por aguas blancas o por negras. Los primeros, tam-
bién conocidos como "várzea", están ubicados en las Los bosques de neblina montanos se extienden entre
terrazas planas contiguas a grandes ríos como el 2.000 y 3.000 m de altitud, con ciertas variaciones
Aguarico, Napo, Coca y Pastaza. Estos ríos estacio- según estén ubicados en las estribaciones andinas oc-
nalmente aumentan su caudal, se desbordan e inun- cidentales u orientales, o en el norte o sur del país. Di-
dan los bosques contiguos con su agua cargada de cha posición geográfica también influye en las carac-
sedimentos, fenómeno que enriquece el suelo. Debido terísticas climáticas, pero en general se trata de bos-
a que los recorridos de los torrentes son meándricos, ques con dos estaciones lluviosas que registran una pre-
las terrazas pueden pasar varios años sin inundarse cipitación anual que varía entre 500 y 2.000 mm. Las
hasta que éstos vuelven a cambiar su curso, o hasta temperaturas medias van de 10 a 12°C, y la humedad
que ocurre una gran crecida. Estos eventos periódicos relativa oscila entre 65 y 85%. Presentan una vegeta-
han determinado una formación vegetal compuesta ción cuyo dosel alcanza de 20 a 25 m, aunque esta
por varios estratos que indican diferentes etapas de su- altura disminuye conforme aumenta la elevación.
cesión. Los bosques más maduros tienen hasta 35 m En esta formación los árboles están cargados de
de altura y si bien albergan muchas especies de árbo- abundantes musgos y epífitas; de hecho, en esa fran-

26
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.9

ja altitudinal es donde probablemente se registra la 2.8 Matorral seco de tierras bajas


mayor diversidad de orquídeas, bromelias y helechos.
Lo mismo sucede con los bambúes nativos de la zona El matorral seco de tierras bajas está presente en el
(Clark 1997 citado en Valencia et al. 1999b). En mu- centro del país, principalmente en la franja litoral de
chas áreas de los Andes, este tipo de vegetación cre- Manabí y Guayas. Hacia el sur, en El Oro y Loja, es-
ce en laderas pronunciadas cuyo suelo es inestable; ta formación ya no está asociada con el ambiente cos-
esto propicia que ocurran muchos derrumbes con lo tero. Se trata de una vegetación seca, espinosa, acha-
cual se crean sitios que son aprovechados por plantas parrada, con árboles dispersos de hasta 6 m de altu-
pioneras dominantes como los bambúes (Chusquea ra; crece bajo los 100 m de altitud y recibe menos de
spp. y Neurolepis sp.). 200 mm anuales de precipitación que caen durante la
Entre las formaciones de la Sierra, el bosque de ne- marcada y corta estación lluviosa. En cuadrantes de
blina cubría originalmente la mayor parte de la super- 0,1 hectáreas se encontró entre 14 y 30 especies de
ficie, pero actualmente su extensión en las estribacio- plantas leñosas (Cerón et al. 1999).
nes occidentales se ha reducido al 49%. Mientras tan- Sierra (1999a) calcula que aún existe el 68% de
to, en las estribaciones orientales todavía queda apro- la cobertura original de esta formación, aunque éste
ximadamente el 76%. La extensión actual de esta for- es un ecosistema que ha sido sumamente intervenido
mación solo es comparable con la de los páramos, es por las actividades antrópicas. Otras denominaciones
decir alrededor de 1.150.000 hectáreas, más del para esta formación son matorral desértico tropical,
26% de la superficie total de las áreas naturales de la bosque muy seco tropical o monte espinoso tropical,
región andina (Sierra 1999a). o bien puede incluirse en una categoría más general
En el Catálogo de las Plantas Vasculares del Ecua- de formaciones xerofíticas. Según Albuja et al.
dor (Møller Jørgensen y León 1999) se afirma que el (1980), corresponde al piso zoogeográfico tropical
mayor número de especies se encuentra en los Andes, suroccidental.
donde hay 9.865 (64,4% del total del país). Otro
análisis interesante de esta publicación tiene que ver 2.9 Bosque deciduo de tierras bajas
con la agrupación de los grupos taxonómicos a lo lar-
go del gradiente altitudinal, el que dio como resultado El bosque deciduo de tierras bajas está ubicado en la
un índice de similitud de 0,63 al comparar la zona en- Costa, entre los matorrales secos y los bosques semide-
tre 2.000 y 2.500 m de altitud con la zona entre ciduos o húmedos tropicales, en una franja altitudinal
2.500–3.000 m, el mismo valor que se obtuvo com- que oscila entre 50 y 300 m. Las mayores extensiones
parando la composición entre 2.500–3.000 m y se encuentran en Manabí y Guayas, donde se locali-
3.000–3.500 m. Esto indica la gran diversidad florís- za en la base de los cerros que forman las cordilleras
tica de la región, la misma que se expresa hasta los locales, aunque también ocupa extensiones importan-
3.500 m de altitud, elevación a partir de la cual la va- tes en el extremo suroccidental de Loja. La precipitación
riedad disminuye desde el límite inferior del páramo. varía de un sitio a otro (de 300 a 1.200 mm anuales)
Otros términos usados para identificar el bosque y ocurre básicamente durante la época lluviosa, que al-
de neblina montano son selva submesotérmica andi- canza su mayor expresión en febrero y marzo.
na, bosque húmedo y muy húmedo montano bajo, La vegetación se caracteriza por perder las hojas
bosque nublado, y ceja andina —para el límite supe- durante la estación seca (en eso consiste el hábito de-
rior de esta formación, normalmente sobre los 3.000 ciduo). Los árboles más conspicuos pertenecen a la fa-
m de altitud— (Valencia et al. 1999a). En cuanto a su milia Bombacaceae, y la familia más diversa es Legu-
relación con los pisos zoogeográficos, corresponde al minosae (sensu lato) cuyas especies están presentes
piso templado (Albuja et al. 1980). tanto en el dosel como en el estrato medio. La altura

27
2.10 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

promedio del dosel varía entre 8 y 12 m. Un estudio 2.11 Páramo


de un bosque secundario de está formación reveló
que existen 37 especies de árboles con una densidad Los páramos son zonas con vegetación abierta, semia-
de 538 individuos por hectárea (Josse 1996). bierta, arbustiva u ocasionalmente boscosa de poca
Otros términos usados para identificar al bosque altura. Su clima es frío y no hay una estacionalidad
deciduo de tierras bajas son bosque caducifolio, bos- marcada; mas bien las principales diferencias de tem-
que seco tropical o bosque deciduo. La fauna que ha- peratura y humedad relativa del aire se presentan
bita en esta formación es, en términos generales, la entre día y noche (Instituto Humboldt 1998). En el
descrita para el piso zoogeográfico tropical surocci- Ecuador, los páramos comienzan a par tir de
dental (Albuja et al. 1980). 3.400–3.500 m de altitud en el norte y centro del
país, mientras en el sur se encuentran aproximadamen-
2.10 Matorral húmedo montano te desde 3.000 m (Valencia et al. 1999b).
Los páramos del Ecuador han sido clasificados por
El matorral húmedo montano es un tipo de vegetación Sierra et al. (1999) en cinco tipos: herbáceos, de frai-
propio de los valles interandinos húmedos (entre lejones, de almohadillas, arbustivos y secos. A pesar
2.000 y 3.000 m de altitud). Esta es otra de las for- de que todos comparten características ecológicas co-
maciones cuya fisionomía de matorral puede deberse mo la estacionalidad diaria, alta radiación ultraviole-
a una marcada influencia antropogénica, por lo que ta, escasez fisiológica de agua y baja presión de oxí-
ahora solo existen remanentes ubicados en quebradas geno, tal diversidad ocurre debido a que son hetero-
o barrancos con pendientes pronunciadas, o también géneos en cuanto a su geología, patrón climático y
como cercos de terrenos agrícolas. Hay zonas como composición florística y faunística.
el volcán Pasochoa (en Pichincha) donde esta vegeta- Los páramos herbáceos ocupan la mayor parte de
ción está relacionada con formaciones boscosas. La las tierras del país ubicadas entre 3.400 y 4.000 m
composición florística puede variar entre las localida- de altitud. Originalmente cubrían el 15,5% de la su-
des, dependiendo de la humedad y el tipo de suelo. perficie de la región andina, y ahora su extensión co-
También hay diferencias marcadas entre las especies rresponde al 19,7% de la vegetación natural de esa
del norte y centro del país frente a las especies del sur región (Sierra 1999a). Sin embargo, al hablar de ve-
(Valencia et al. 1999b). getación natural nuevamente el término es relativo,
En el norte y centro del país, el matorral húmedo pues con la deforestación de la vegetación boscosa o
montano originalmente abarcó una superficie conside- arbustiva provocada para sembrar pastos o papas, o
rable, pero actualmente los remanentes representan el por las quemas frecuentes, se ha producido el fenóme-
24% de su extensión original. Se ha calculado que en no de paramización, que puede aparecer incluso a
el sur el área remanente corresponde al 75% de la co- 2.900 m de altitud (Instituto Humboldt 1998). Des-
bertura original (Sierra 1999a), valor que podría estar pués de estas intervenciones, el bosque no puede re-
sobreestimado a juzgar por la activa expansión de la generarse y es suplantado por una vegetación domi-
frontera agrícola. nada por hierbas en penacho —o macollas— de los
Otras denominaciones usadas para referirse a es- géneros Calamagrostis y Festuca, principalmente.
ta formación natural son bosque seco montano bajo, El aumento en el porcentaje de la superficie que
bosque húmedo montano bajo, vegetación de quebra- ocupa actualmente el páramo en la Sierra, si se com-
da del norte o vegetación de matorral del sur. La com- para con su cobertura original, puede explicarse por-
posición faunística es similar a la del bosque de nebli- que han sido las formaciones situadas más abajo las
na montano, es decir, la del piso templado (Albuja et que han sufrido un mayor impacto de la ocupación hu-
al. 1980). mana. La superficie actual equivale a una remanencia

28
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.13

del 73% de las formaciones de páramo. Con respec- durante las glaciaciones del cuaternario. El enfriamien-
to a la extensión original y al porcentaje remanente, to hacía descender el límite de los páramos juntando
cabe traer a colación la polémica que existe en torno así numerosas islas que antes habían estado separadas
a la verdadera procedencia de los páramos. Hay au- en las altas mesetas y flancos de las cumbres andinas.
tores que atribuyen a las quemas periódicas la desa- De esta manera se formaron grandes extensiones con-
parición de formaciones boscosas y arbustivas que al- tinuas que posibilitaron el intercambio de especies den-
canzaban un límite altitudinal bastante alto, y sostie- tro y entre las mismas. Posteriormente, el calentamiento
nen que los pajonales bajo los 4.300–4.100 m de al- del clima, con el consiguiente ascenso de los límites del
titud son vegetación parcialmente secundaria creada y páramo, volvía a separar estas grandes superficies en
mantenida por el ser humano, quien ha usado el fue- islas dispersas, lo que a su vez permitió procesos de es-
go como herramienta principal (Laegaard 1992 cita- peciación en aislamiento en las especies que habían
do en Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1993). Una po- acabado de migrar (Josse y Anhalzer 1996).
sición distinta es la que sostiene que el páramo es un Fisiológicamente hablando, a pesar de las variables
ecosistema natural cuyo límite inferior empieza aproxi- climáticas extremas, en los páramos las condiciones pa-
madamente a los 3.000–3.500 m de altitud, depen- ra la reproducción de la biota ocurren prácticamente a
diendo de su ubicación. Esta posición se apoya en el lo largo de todo el año. Aparentemente este es uno de
gran endemismo de la flora actual de los páramos, y los factores que ha permitido la diversificación de hábi-
en que los sucesivos periodos de glaciación durante el tats y el enriquecimiento de especies (Miller 1995).
pleistoceno permitieron, hace cientos de miles de La fauna asociada a esta formación es la corres-
años, el arribo y desarrollo de una vegetación adap- pondiente al piso zoogeográfico altoandino (Albuja et
tada a las bajas temperaturas, a los drásticos cambios al. 1980).
de ésta, a la sequía fisiológica y a particulares condi-
ciones edáficas y climáticas en general. 2.12 Estado de conservación de los ecosistemas
El frailejón (Espeletia pycnophylla) es una planta terrestres
muy común en los páramos de Colombia y Venezue-
la, mientras que en los del Ecuador ocupan una pe- Las tres regiones naturales —Costa, Sierra y Amazo-
queña porción de la región andina, en la provincia de nía— proveen una clasificación geográfica primaria
El Carchi y en la cordillera de Los Llanganates, hasta que constituye una primera aproximación a la biodiver-
donde llega su límite de distribución hacia el sur. sidad del Ecuador continental. Cada una de estas re-
Posiblemente los páramos menos alterados son giones ha atravesado por procesos históricos peculiares
aquellos donde existe una buena diversidad de plan- que han moldeado sus paisajes naturales hasta dejar
tas arbustivas, herbáceas no graminiformes, rosetas en algunos casos un saldo positivo (reflejado en el gran
acaulescentes y gigantes, y formaciones de almohadi- porcentaje de remanencia de ciertos ecosistemas), y ne-
lla, las mismas que crecen sobre un suelo orgánico gativo en otros, por la desaparición de la vegetación
grueso cubierto por una capa de musgos, líquenes y original. En los acápites 2.13—15 consta información
pequeñas hierbas. sobre el estado de conservación de cada región.
Sobre los 3.500 m de altitud y hasta 4.500 m se
ha registrado poco más de 1.300 especies de plantas 2.13 Estado de conservación de la Costa
vasculares, la mayoría concentrada entre 3.500 y
4.000 m (Møller Jørgensen y León 1999). La gran di- Situada entre las estribaciones occidentales de los An-
versidad encontrada para este bioma, pese a las con- des bajo los 1.300 m de altitud y el Océano Pacífi-
diciones extremas que presenta, es parcialmente pro- co, la Costa abarca 8.223.707 hectáreas (Sierra
ducto de una alternancia de condiciones que se dieron 1999a). Esta zona ha sido habitada por las culturas

29
2.14 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

más antiguas conocidas hasta ahora para el país, ta- húmedos piemontanos y los bosques secos son forma-
les como la Valdivia (3.500–1.800 a.C.) que se ciones con un gran riesgo de extinguirse (WRI 1989,
asentó en el litoral central (Norton 1992). Desde en- Dodson y Gentry 1991).
tonces ha sido y sigue siendo la región con mayor de- En cualquier caso, estas cifras ocultan la desapari-
sarrollo agrícola y agroindustrial del país, gracias a la ción de ciertos ecosistemas y hábitats, motivo por el
amplia disponibilidad de recursos naturales como cual el trópico húmedo del occidente ecuatoriano está
agua, grandes planicies y suelos fértiles. considerado como uno de los ejemplos mundiales de
Esto ha significado la conversión de gran parte de extinción masiva de especies de plantas por deforesta-
los ecosistemas naturales para el uso agrícola y la pro- ción (CMCC 1988 citado en Estrella 1993). Esto pue-
visión de agua de riego, aparte del aprovechamiento de ejemplificarse con dos sitios de la región cuya flo-
de los recursos maderables. Es conocida la fama que ra ha sido estudiada. El uno, llamado Centinela, es la
tenían durante la época colonial las "maderas de Gua- primera elevación hacia el oeste de las estribaciones
yaquil", que provenían tanto de los bosques húmedos de los Andes a la altura de la ciudad de Quevedo, un
de la cuenca del río Guayas como de los bosques se- pequeño cerro de unos 20 km2. Allí se encontraron 90
cos de la región. Las crónicas del siglo XVIII dan cuen- especies de plantas con un endemismo muy restringido
ta de la riqueza maderera de localidades como Yagua- (el 10% de la flora descrita para el sitio no había sido
chi, Palenque, Balzar, Daule y Babahoyo. Importantes registrada en ningún otro lugar). Se asume que cuan-
poblaciones como Lima, Trujillo y Arica (ubicadas en el do este sitio fue intervenido, esas especies endémicas
Perú) dependieron de estas maderas para sus edifica- se extinguieron. Los estudios en Centinela se iniciaron
ciones. Asimismo, se estableció un astillero en Guaya- en 1975, cuando el bosque todavía era esencialmen-
quil donde se construyeron barcos para la Armada del te virgen. En 1980 se comenzó a alterar la cobertura
Mar del Sur de la corona española (Estrella 1993). vegetal y, en 1988, la agricultura extensiva dio paso
Según Dodson y Gentry (1991), en esta región so- a la transformación del bosque natural en unidades de
lo queda el 4,4% de la cobertura original de bosques monocultivo (Dodson y Gentry 1993). El segundo lu-
naturales. Sin embargo, las aproximaciones sobre el gar que posee especies endémicas muy localizadas es
área forestal remanente y la tasa de deforestación el cerro Montecristi. Allí, en la franja entre 150 y 650
anual son bastante contradictorias, lo que se debe a m de altitud, se distinguieron nueve diferentes tipos de
los criterios utilizados para la definición de bosque na- vegetación con especies de orquídeas y de bromelias
tural y a las herramientas cartográficas o referencias cuya distribución estuvo restringida a algunos tipos de
geográficas utilizadas. Así, las cifras varían entre un vegetación específicos (Dodson y Gentry 1991). La al-
porcentaje tan alarmante como el mencionado arriba teración o desaparición de la cubierta natural del ce-
hasta un promedio de remanencia del 41% para las rro Montecristi podría significar la extinción de espe-
formaciones naturales boscosas de la Costa (Sierra cies que únicamente han sido registradas allí.
1999a), u otro intermedio que habla de 24% de co-
bertura forestal tropical aún existente en el occidente 2.14 Estado de conservación de la Sierra
del país (DINAF 1988 citado en WRI 1989).
Según Sierra (1999a), el remanente total de las La Sierra se ubica sobre los 1.300 m de altitud en las
formaciones naturales de la Costa —que incluye las cordilleras oriental y occidental, aunque en el sur del
formaciones no boscosas— es de 31,6% (2.599.752 país (en Loja) su límite inferior se halla a 1.000 m de
hectáreas), siendo los bosques siempreverdes de tie- altitud aproximadamente. Comprende una extensión
rras bajas los más afectados (cuadro 2.2 y mapa 3, de 7.564.238 hectáreas (Sierra 1999a) que abar-
p. 183). Otras fuentes señalan que los bosques semi- can las estribaciones de los Andes, los valles interan-
deciduos piemontanos y de tierras bajas, los bosques dinos y los pisos altoandinos que limitan con la zona

30
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.15

CUADRO 2.2
Costa: cobertura original y porcentaje remanente (1996) de las formaciones naturales
Formación natural Cobertura original Porcentaje
(hectáreas) remanente en
1996
Manglar 269.900 52,9
Manglillo 8.242 94,2
Bosque siempreverde inundable de tierras bajas (guandal) 2.313 92,1
Bosque siempreverde de tierras bajas 3.171.000 18,3
Bosque siempreverde piemontano 1.141.727 36,8
Bosque siempreverde piemontano de las cordilleras costeras 404.263 39,6
Bosque siempreverde montano bajo de cordilleras costeras 15.714 67,4
Bosque de neblina montano bajo de las cordilleras costeras 62.293 54,9
Bosque semideciduo de tierras bajas 644.217 23,3
Bosque semideciduo piemontano 524.131 42,1
Bosque deciduo de tierras bajas 1.298.138 31,1
Bosque deciduo piemontano 63.399 65,4
Sabana 233.782 71,3
Matorral seco de tierras bajas 363.872 68,4
Herbazal de tierras bajas 20.716 46,9
Total 8.223.707 31,6
Fuente: Sierra (1999a).

nival. Por sus características apropiadas para la agri- 1988). De hecho, en la familia de las orquídeas —la
cultura y la ocupación humana, la mayor parte del ca- más diversa del Ecuador—, 12 de los 23 géneros en-
llejón interandino ha sido convertido con fines agrope- démicos del país son andinos (Møller Jørgensen y León
cuarios, quedando pequeños relictos en los sitios más 1999). Estos bosques, sobre todo los de la vertiente
inaccesibles y de menor interés para actividades pro- oriental y los de la región suroriental, conservan alre-
ductivas (mapa 3, p. 183). dedor del 75% de su cobertura original, como consta
Si bien la formación vegetal con mayor porcentaje en el cuadro 2.3 (Sierra 1999a).
de remanencia en la región es el páramo, esto no sig- El matorral húmedo montano de los Andes del nor-
nifica que no haya sufrido alteración, sino que pára- te y centro es uno de los ecosistemas que se encuen-
mos arbustivos ricos en especies han sido transforma- tran en peligro crítico de extinción: ha perdido más
dos en ecosistemas herbáceos y pajonales poco diver- del 75% de su área original (Sierra, Campos y Cham-
sos, que son utilizados y ‘manejados’ en forma exten- berlin 1999).
siva como pastizales por hombres y mujeres campesi-
nos de la serranía (véase 2.11). 2.15 Estado de conservación de la Amazonía
Tanto los bosques montanos bajos (entre 1.300 y
2.000 m de altitud) como los de neblina (entre 2.000 Esta región representa cerca del 50% de la superficie
y 3.000 m de altitud), ubicados en los flancos exter- del país. Abarca la vertiente oriental de los Andes,
nos de ambos ramales de la cordillera de los Andes, desde los 1.300 m de altitud hacia abajo, incluyendo
son formaciones de gran biodiversidad (Balslev las tierras colinadas y las planicies amazónicas dentro

31
2.15 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

CUADRO 2.3
Sierra: cobertura original y porcentaje remanente (1996) de las formaciones naturales

Formación natural Cobertura original Porcentaje


(hectáreas) remanente en
1996
Bosque siempreverde montano bajo de la cordillera occidental 545.247 46,1
Bosque siempreverde montano alto de la cordillera occidental 607.504 48,2
Bosque siempreverde montano bajo de la cord. oriental del norte y centro 331.804 53,7
Bosque siempreverde montano bajo de la cordillera oriental del sur 349.681 75,2
Bosque siempreverde montano alto de la cordillera oriental 937.425 63,2
Bosque de neblina montano de la cordillera occidental 949.332 49,1
Bosque de neblina montano de la cordillera oriental 902.935 76,7
Bosque semideciduo montano bajo de la cordillera occidental 188.641 26,8
Matorral húmedo montano de los Andes del norte y centro 484.983 24,6
Matorral húmedo montano de los Andes del sur 133.574 75,3
Matorral seco montano bajo 26.722 71,5
Matorral seco montano de los Andes del norte y centro 214.808 27,4
Matorral seco montano de los Andes del sur 297.387 27,8
Páramo de frailejones 54.728 82,7
Páramo de almohadillas 115.466 98,2
Páramo de almohadillas y arbustivo 53.087 96,9
Páramo herbáceo 1.173.038 72,8
Páramo seco 183.133 47,8
Herbazal montano 855 25,1
Herbazal montano alto 3.139 62,3
Gelidofitia 7.501 90,2
Nieve perpetua 23.247 98,3
Total 7.540.990 57,3
Fuente: Sierra (1999a).

del territorio. Si bien la fracción de la cuenca amazó- La primera carretera de la Amazonía ecuatoriana
nica que posee el Ecuador corresponde al 2% del to- fue construida en 1947 (Palacios et al. 1999). Sin em-
tal, en este pequeño territorio —concretamente en las bargo, la deforestación a mayor escala comenzó en
"tierras altas" (de 500 a 1.500 m de altitud) de la la década de los 60, durante el comienzo del auge
Amazonía ecuatoriana occidental— se ha identifica- petrolero. Ésta fue causada por colonos que llegaron
do un "hot spot", un área de gran biodiversidad y en- de diferentes partes del país y se asentaron en la zo-
demismo a escala global (Myers 1988, 1990). Tal na para trabajar en las compañías petroleras y para
designación, que hace referencia a la gran diversidad practicar la agricultura. Estos asentamientos fueron
biológica de la región, también llama la atención so- promovidos por la política estatal de colonización y
bre el peligro de extinción en que se encuentra debi- "fronteras vivas" dictada en esa época. Según Sierra
do a las altas tasas de deforestación. (1999a), en los últimos 30 a 40 años se ha perdido

32
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.17

GRÁFICO 2.1
Amazonía ecuatoriana: porcentaje de remanencia de las formaciones naturales (1996)

100

80
porcentaje remanente

60

40

20

0
matorral hœmedo montano

igap— y moretal

de tierras bajas

herbazal de tierras bajas

matorral hœmedo montano alto


bosque siempreverde
montano bajo

bosque siempreverde

bosque siempreverde montano

v‡rzea

bosque piemontano

Fuente: Sierra (1999a).

el 16% de la cobertura boscosa original (gráfico 2.1 ción petrolera o la contaminación industrial, ponen en
y mapa 3, p. 183), aunque en otras aproximaciones riesgo a la diversidad biológica del Ecuador. En los
se habla de 50% de pérdida (WRI 1989). acápites 2.17–19 se profundiza sobre algunos.

2.16 Amenazas a los ecosistemas terrestres 2.17 Deforestación

El desarrollo de actividades agroindustriales, la coloni- Las tasas anuales de deforestación que se manejaron
zación, la apertura de vías, la demanda de la indus- en el Ecuador durante las décadas de 1980 y 1990
tria forestal, la presión demográfica y los desastres na- varían entre 0,5 y 2,4%, lo que significa de
turales inciden, directa o indirectamente, sobre la inte- 60.000–340.000 hectáreas anuales (cuadro 2.4).
gridad de los ecosistemas terrestres, transformándolos, La gravedad de la situación se manifiesta de diversas
fragmentándolos o destruyéndolos. En la mayoría de formas en las distintas regiones del país. En varios do-
los estudios se menciona la elevada tasa de defores- cumentos se señala que la Costa es la región más
tación que existe en el país y los usos inadecuados del afectada, no solo por el menor porcentaje de bosques
suelo (WRI 1989, Estrella 1993, CAAM 1995), los naturales que quedan en comparación con otras regio-
cuales provocan erosión y desertificación. Todos estos nes, sino porque la presión por extraer el recurso ma-
problemas, sumados a otros tantos como la explota- derable es también mayor. Entre 1985 y 1991 el

33
2.18 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

CUADRO 2.4
Deforestación en el Ecuador: cálculos contradictorios
Período Deforestación
Fuente Hectáreas por año Tasa
(%/año)
WRI (1994) 1981 - 1990 238.000 1,7
Schmidt (1990) 1981 - 1990 60.000 0,5
Amelung y Diehl (1992) 1980 - 1988 306.000 -
SUFOREN (1991) - 200.000 -
WRI (1990) década de los 80 340.000 2,3
USAID (1988) - 75.000 -
Repetto (1988) 1981 - 1985 340.000 2,4
Bremer –Fox y Bender (1987) - 200– 300.000 -
World Resources Institute (1987) - 277.000 2,4
CLIRSEN (1983) 1976-1983 400.000 -
FAO (1982) - 34.000 -
Fuente: Sierra (1996).

48% de la producción maderera del país provino de madera, luego de abiertas las vías para el efecto, és-
la Costa, de una superficie que representa aproxima- tas promueven la llegada de colonos, quienes a su
damente el 13% de la superficie original de bosques vez aprovechan las tierras intervenidas para cultivar-
productores, mientras que de la Amazonía, donde la las, puesto que resulta más fácil y menos costoso (Sie-
remanencia aproximada es del 70%, se extrajo el rra 1996) (véase 2.18).
30% de la producción maderera en esos años En los sectores rurales donde la cubierta forestal
(ITTO/INEFAN 1993 citado en Sierra 1996). Sierra natural es muy reducida, tanto el crecimiento secunda-
y Stallings (1998 citado en Sierra, Campos y Cham- rio como los remanentes de bosque maduro son utili-
berlin 1999) calculan que la tasa de deforestación zados con mucha frecuencia para la extracción de le-
anual en el norte de la Costa es cercana a 1,9%, ña y producción de carbón. Así, a un ritmo lento pero
mientras que en el norte de la Amazonía es de 0,6%. seguro, se va fragmentando o acabando con los re-
La deforestación no solo se debe a la tala comer- manentes de las formaciones naturales (gráfico 2.2).
cial; también está relacionada con la expansión de la
frontera agrícola protagonizada por inmigrantes po- 2.18 Usos inadecuados del suelo
bres o por agricultores. Los primeros van tumbando la
vegetación original y cambiándola por pastos o culti- La Ley Forestal vigente hasta el 2000 y la Ley de De-
vos (Sierra 1996), mientras que los agricultores ‘lim- sarrollo Agrario parten de la aptitud de los suelos pa-
pian’ grandes extensiones de terreno para dedicarlo ra definir sus opciones de uso. La confrontación de la
principalmente a cultivos de exportación, ya que po- información sobre uso actual y aptitudes de los suelos
seen más recursos económicos (WRI 1989). indica que en la Costa, y especialmente en la Sierra,
Aún cuando el objetivo de la tala comercial es la todas las tierras aptas para actividades agropecuarias

34
L o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
2.18

GRÁFICO 2.2
Distribución porcentual del consumo de leña y carbón por sectores y regiones

80

70

60 Amazon’a

50 Costa

40 Sierra

30

20

10

0
urbano rural industrial carb—n

Fuente: ITTO/INEFAN 137/91/STCP (1993 citado en Wunder 1996).

ya han sido ocupadas, por lo que cualquier expansión hectáreas, mientras que en 1995 se había triplicado
adicional se realizará en áreas frágiles o de pendien- (8.100.000 hectáreas), lo que significa una tasa de
tes muy fuertes (Southgate y Whitaker 1994 citado en crecimiento del 5,1% anual (MAG 1999b). Según el
Woolfson 1997). World Resources Institute (1989), la mayor parte de
Según las opciones de uso, cerca del 60% del te- esta expansión tuvo lugar en la Costa central; como re-
rritorio nacional posee un potencial forestal. Sin em- sultado de la construcción de carreteras y el crecimien-
bargo, por la dificultad de acceder a muchas zonas, to demográfico, las formaciones boscosas húmedas y
en la actualidad únicamente 600.000 hectáreas de muy húmedas de esa región prácticamente desapare-
bosques nativos presentan condiciones económicas cieron. La mayor parte del cambio en el uso se debió
para ser manejadas silviculturalmente, mientras que las al desarrollo de los cultivos permanentes (banano y
tierras que han sido explotadas y tienen el potencial plátano, cacao, café y palma africana) que predomi-
para ser forestadas sobrepasan los 3.000.000 hec- nan en la Costa central y que crecieron en el mismo
táreas (ITTO/INEFAN 1995 citado en Ministerio del período (1954–1995) a una tasa del 8,6% anual
Ambiente 1999b). (Woolfson 1997). Mientras tanto, en otras áreas de la
Pese a lo mencionado sobre la expansión de la región con deforestación activa, como el nororiente y
frontera agrícola en el diagnóstico de Southgate y el noroccidente, las tierras se destinan principalmente
Whitaker (1994 citado en Woolfson 1997), en gene- a pastos. Datos sobre el noroccidente del país revelan
ral más y más áreas han sido y están siendo incorpo- que, entre 1983 y 1993, el crecimiento de la super-
radas a la producción agropecuaria. Hacia 1954 la ficie agropecuaria fue de 16,9% anual (Sierra 1996).
superficie dedicada a esta actividad (ciclo corto, culti- En la Amazonía ecuatoriana la ampliación de la
vos permanentes y pastos) fue de casi 2.700.000 frontera agrícola también ha sido importante. En un es-

35
2.18 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

RECUADRO 2.1

Usos energéticos y maderables del bosque nativo andino

En 1996, el Programa Regional de Bosques Nativos Andinos (PROBONA) public— una investigaci—n sobre los
usos maderables y energŽticos de los bosques nativos andinos del Ecuador ( Wunder 1996). Segœn el autor
del estudio, existe mucha controversia sobre los volœmenes de consumo de le–a. Las diferencias se deber’an,
en primer lugar, a la ambigŸedad en el uso de factores de conversi—n entre volœmenes, pesos y valores cal—ri-
cos, y, en segundo lugar, a la reducida y deficiente base de datos primarios sobre el uso de la le–a en el
Ecuador. Wunder concluye que el consumo de Žsta oscilar’a entre 4,5 y 5 millones de m3 anuales en el pa’s.
De esta cifra aproximadamente el 5% corresponder’a al empleo de carb—n vegetal (gr‡fico 2.2).
El uso energŽtico de la madera en forma de le–a y carb—n representa el 67% de la explotaci—n de los
bosques nativos, que en total es de aproximadamente 8.500.000 m3 anuales (ITTO/INEFAN 1993 citado en
Wunder 1996). Para comparaci—n, la misma fuente muestra que, por el contrario, la madera proveniente de
las plantaciones sumar’a solo 1,2 millones de m3 de los cuales el 79% se utiliza para trozas industriales y el
21% para le–a. Estas cifras reflejan datos a escala nacional, pero el estudio de PROBONA calcul— en 2.113.000
m3 el volumen de le–a que anualmente se extrae del bosque nativo andino.
Wunder concluye que, a pesar del gran porcentaje de la explotaci—n que es destinado para le–a, la tala
generalmente es selectiva, por lo que no es la causa directa de la deforestaci—n, definida como tala rasa y con-
versi—n del bosque. Las excepciones a este patr—n se dar’an en dos casos: cuando existen cerca a los bosques
centros de alto consumo de le–a o carb—n (grandes ciudades o ladrilleras), y cuando la ausencia o escasez
de posibilidades de crŽdito en sectores rurales pobres convierte a la madera (aserrada o como le–a) en una
renta adicional.
Segœn Wunder, la fuerte presi—n demogr‡fica Ñcon la consecuente subdivisi—n de predios ruralesÑ es
una de las causas de la deforestaci—n. Este factor (el crecimiento demogr‡fico) tambiŽn est‡ asociado con la
imposibilidad de disminuir el consumo de le–a a partir de la substituci—n por el gas, pues las condiciones
de pobreza de una creciente porci—n de la poblaci—n impiden este objetivo. Otra causa determinante de la
deforestaci—n es la conversi—n de bosques en pastos para ganader’a (vŽase 2.18). Por œltimo, contrariamente
a la teor’a de que la tenencia privada y segura de la tierra promueve un uso racional del recurso, propone
que en el caso de la Sierra, la tenencia particular (opuesta a la propiedad comunal) favorece la deforestaci—n.

tudio de la región nororiental realizado por el Centro fragmentos de menos de 500 hectáreas (Sierra 1999c
de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales citado en Sierra, Campos y Chamberlin 1999).
por Sensores Remotos (CLIRSEN) y el Instituto de Colo- Mucho de la conversión del suelo a usos agrícolas,
nización de la Región Amazónica Ecuatoriana aparte de la pérdida de hábitats y la fragmentación
(INCRAE) (1987 citado en MAG 1999b) se calculó con la concomitante pérdida de biodiversidad, tiene
que, entre 1977 y 1985, hubo una tasa de deforesta- efectos que atentan contra la propia productividad
ción de alrededor de 1,5% anual y una tasa de creci- agrícola: erosión, desertificación y contaminación con
miento de la superficie agropecuaria de 10,3% anual. agroquímicos. Aunque no existe información estadísti-
Esta expansión produjo, entre 1986 y 1996, un au- ca, se estima que un alto porcentaje de agricultores
mento del 118% en el área de bosque repartida en emplea indiscriminada y excesivamente estos últimos

36
L o s e c o s i s t e m a s d u l c e a c u ’ c o l a s
2.20

productos sin aplicar las formulaciones correctas. Se- tarse si la planificación y el estudio de costos de la ca-
gún Fundación Natura (1992 citado en MAG rretera, y del beneficio económico de ésta para el país
1999b), en 1996 se utilizó un promedio de 2,5 kg o para la población objetivo, incluyeron algún criterio
de pesticidas/trabajador/año. En un importante nú- de valoración de los recursos biológicos y servicios
mero de cultivos de consumo interno se realizan hasta ambientales afectados, o de los costos de remediación
22 aplicaciones profilácticas por ciclo de cultivo en el caso de impactos que no resultaren solo de la
(CAAM 1996 citado en MAG 1999b). Se calcula construcción de la vía sino del progresivo deterioro de
que el 70% de los agroquímicos aplicados no cumple los recursos naturales adyacentes a su trazado.
con el objetivo de controlar las plagas y se pierde en
el ambiente (Fundación Natura 1992 citado en MAG 2.20 Los ecosistemas dulceacuícolas
1999b).
Hace falta conocimientos y capacitación sobre tec- La clasificación de Sierra et al. (1999) incluye algunas
nologías para la práctica de una agricultura sustenta- formaciones vegetales cuya composición y caracterís-
ble y adaptada a las condiciones de cada región, mu- ticas están directamente relacionadas con la presencia
chas veces desconocidas por la gente migrante y cam- de agua, sea de forma permanente o estacional. En
pesina. Sin embargo, el origen de los usos inadecua- dicha clasificación, la mayoría de estas formaciones
dos también se debe a las políticas de ocupación de han sido identificadas como "herbazales", aunque
tierras, el escaso acceso a la misma por parte de un
número cada vez mayor de pobres, la desorganiza-
ción de la tenencia legal, las formas de comercializa-
ción y los bajos precios de los productos agrícolas de
consumo interno. Todo esto genera una agricultura ex-
tensiva de muy baja inversión y extractiva de recursos,
lo que deteriora las condiciones ambientales en las
que se desenvuelve el sector agropecuario.

2.19 Ampliación de la red vial

Este es un tema delicado por la connotación que tiene


para el desarrollo, cuando éste se entiende como la in-
corporación de más sectores de la población a la pro-
ducción, el intercambio comercial y los servicios. Por
supuesto que muchas vías se construyen no solo para
facilitar el acceso a las comunidades localizadas en
sectores rurales marginales, sino también con el fin de
explotar los recursos naturales y de usar nuevas tierras.
Sea cual sea la razón, las vías de acceso, una vez
abiertas, favorecen la entrada indiscriminada de todo
tipo de usuarios/as, quienes se apropian de las tierras
o de los recursos disponibles a lo largo del recorrido.
Algunas carreteras atraviesan localidades muy frágiles
ecológicamente, o fragmentan remanentes estratégicos
de formaciones naturales. En estos casos cabe pregun-

37
2.20 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

RECUADRO 2.2

La construcción de la carretera Borbón–Maldonado–Mataje

En una gran cantidad de diagn—sticos sobre la situaci—n ambiental y de la biodiversidad del Ecuador se cita
la designaci—n del noroccidente del pa’s como un "hot spot", es decir, un ‡rea de endemismo y biodiversi-
dad importante a escala mundial pero que est‡ sujeta a un fuerte riesgo de extinci—n biol—gica debido a la
desaparici—n de sus bosques naturales. Se trata de la porci—n de la ecorregi—n del Choc—, conformada por
bosques hœmedos tropicales de una diversidad biol—gica extraordinaria (Myers 1988). Sin embargo, en 1994
el Ministerio de Obras Pœblicas (MOP) suscribi— un contrato con la compa–’a Andrade GutiŽrrez para la cons-
trucci—n de la v’a Las Pe–asÐBorb—nÐMaldonadoÐMataje, cuyo recorrido es de 86,5 km y que debe unirse
con la v’a IbarraÐSan Lorenzo.
En vista de la riqueza natural y humana de la zona influida por la carretera, y de que en el Convenio de
prŽstamo celebrado con la Corporaci—n Andina de Fomento (CAF) consta que se debe dar tratamiento priori-
tario a la conservaci—n del medio ambiente, representantes de la CAF y de la Comisi—n Asesora Ambiental de
la Presidencia de la Repœblica (CAAM), recomendaron la elaboraci—n de un Plan de Manejo Ambiental de la
carretera Borb—nÐMaldonadoÐMataje en la regi—n del Choc— Geogr‡fico Ecuatoriano. El mismo se elabor— y
fue entregado al MOP a fines de 1994; en 1996, este Ministerio suscribi— un contrato con el Programa de las
Naciones para el Desarrollo (PNUD) para la administraci—n de los fondos destinados a ejecutar dicho plan.
Pese a todo este esfuerzo, en un informe presentado en julio de 1999 por la Contralor’a General del Es-
tado, se concluye que la alternativa escogida para el trazado de la v’a es la menos apropiada de las rutas po-
sibles. ƒsta cruza y divide al Humedal YalarŽ, afect‡ndolo directamente al fraccionarlo, contaminarlo e im-
pactar irreversiblemente su biodiversidad. Adem‡s se afirma que por incumplimiento en el aporte de la con-
traparte nacional, los trabajos de construcci—n de la mencionada v’a est‡n suspendidos desde enero de 1998.
Pese a esto, el uso de la v’a ha sido autorizado, lo cual ha causado un incremento en la explotaci—n y trans-
porte ilegal de madera rolliza con la consecuente afectaci—n de los bosques naturales. En definitiva, esta si-
tuaci—n ha aumentado sustancialmente los impactos ambientales inicialmente contemplados.

Fuente: Informe interno de la Contralor’a General del Estado (1999).

también se describe a los manglares y a los bosques les son extensiones de marsimas, pantanos, turberas o
siempreverdes inundables de tierras bajas que, al aguas de régimen natural o artificial, permanentes o
igual que los herbazales, son parte de los ecosistemas temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres
llamados humedales. o saladas, incluyendo las extensiones de aguas mari-
De acuerdo con la Convención de los Humedales nas cuya profundidad en marea baja no exceda los
de Importancia Internacional (o Convención de Ram- seis metros. Esta definición incluye tanto a los ecosiste-
sar), de la cual el Ecuador es signatario, los humeda- mas dulceacuícolas2 como a aquellos de agua sala-
da o salobre.
El agua, componente básico de los humedales, es
2. Los ecosistemas dulceacu’colas son aquellos humedales cuya concentraci—n de
sales no sobrepasa el 10%, o aquellos que no son influidos por las mareas. el compuesto más importante para la vida en la Tierra.

38
L o s e c o s i s t e m a s d u l c e a c u ’ c o l a s
2.21

Los humedales dulceacuícolas son ecosistemas funda- (Rallus longirostris). En cambio, especies como el la-
mentales para la conservación de este importante re- garto de la Costa (Crocodylus acutus) están al borde
curso: sirven como cargadores y descargadores de de la extinción.
acuíferos subterráneos, acumulan agua lentamente du- La Amazonía aún mantiene una gran diversidad de
rante la época seca y la liberan de la misma manera peces, reptiles, mamíferos, aves y plantas (incluyendo
en época de crecientes, depositan los sedimentos que árboles) asociadas a los sistemas de inundación. Algu-
traen las aguas y las purifican al retener y remover nu- nas especies en peligro de extinción y propias de los
trientes y substancias químicas. humedales —como el lobo de río (Pteronura brasilien-
Con excepción de algunos estudios puntuales, la sis), el manatí (Trichechus inunguis) y los delfines gris y
diversidad de especies de los ecosistemas dulceacuí- rosado (Sotalia fluviatilis e Inia geoffrensis)— aún pue-
colas, en particular la de invertebrados, es poco co- den ser encontrados en la parte baja de esta región.
nocida. Se puede señalar, como regla general, que
los humedales dulceacuícolas de las zonas cálidas 2.21 Clasificación de los ecosistemas dulceacuícolas
tienden a poseer mayor diversidad que los altoandi-
nos, y que los humedales de la Costa, pese a que Según la más reciente clasificación propuesta por la
son los que probablemente sufren las mayores presio- Convención de Ramsar, en el Ecuador se encontrarían
nes en contra de su integridad ecológica, aún man- los 17 siguientes tipos de humedales continentales:
tienen poblaciones importantes de algunas aves, en- Ríos/arroyos permanentes, que incluyen cascadas
tre éstas el porrón sureño (Netta erithrophthalma), el y cataratas. En el país existen centenares de ríos que
pato real (Cairina moschata) y el rascón manglero drenan al Océano Pacífico y a la Amazonía. La diver-

39
2.21 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

sidad de organismos de agua dulce no ha sido apro- términos de la biodiversidad.


piadamente estudiada, con excepción de los peces. Se Pantanos/esteros/charcas permanentes de agua
calcula que solamente en la cuenca del río Napo hay dulce (de menos de 8 hectáreas). Son charcas, panta-
más especies de peces que en toda Norteamérica. nos y esteros ubicados sobre suelos inorgánicos, con
Ríos/arroyos estacionales/intermitentes/irregula- vegetación emergente en agua por lo menos durante
res. Existen ríos importantes como el Ayampe (en Ma- la mayor parte del período de crecimiento. Muchas
nabí), el cual durante la temporada seca deja de co- charcas de la Sierra están dentro de esta categoría;
rrer y forma estanques estacionales. Muchos arroyos falta determinar cuáles son las más importantes.
de la Sierra también son estacionales. Pantanos/esteros/charcas estacionales/intermiten-
Lagos permanentes de agua dulce (de más de 8 tes de agua dulce sobre suelos inorgánicos. Esta cate-
hectáreas). En todo el Ecuador hay lagos cuya forma- goría incluye depresiones inundadas (lagunas de car-
ción es diferente. Algunos son de origen glaciar, sedi- ga y recarga), praderas inundadas estacionalmente y
mentario, como producto de erupciones o movimien- pantanos de ciperáceas. Algunos humedales altoandi-
tos tectónicos. Otros son originados en brazos de ríos nos estarían dentro de esta categoría.
de la Amazonía, y otros se han formado por la capta- Turberas no arboladas, que incluye turberas arbus-
ción de aguas, particularmente en la Sierra y en la tivas o abiertas ("bog"), turberas de gramíneas o carri-
Costa. Algunos ejemplos de lagos permanentes en lla- zo ("fen"), bofedales, y turberas bajas. Estas formacio-
nuras de inundación son La Segua (en Manabí) y las nes, con características particulares para los suelos,
lagunas de la zona baja del río Cuyabeno. los regímenes de inundación y la estructura vegetal, es-
Lagos estacionales/intermitentes de agua dulce (de tarían asociadas a los páramos. En el Ecuador no se
más de 8 hectáreas). Esta categoría incluye lagos en han llevado a cabo investigaciones para determinar
llanuras de inundación; muchos humedales de Manabí, su presencia, pero se asume que existen pues han si-
Guayas y la Amazonía baja forman lagos estacionales. do encontradas en los páramos de Colombia.
Lagos permanentes salinos/salobres/alcalinos. Un Humedales alpinos/de montaña, categoría que in-
ejemplo de lago salino de origen glacial es el Quilo- cluye praderas alpinas y de montaña, y aguas estacio-
toa (en Cotopaxi). nales originadas por el deshielo. Los humedales de
Lagos y zonas inundadas estacionales/intermiten- páramos estarían dentro de esta categoría. Son funda-
tes salinos/salobres/alcalinos. Dentro de esta catego- mentales en la producción de agua.
ría entran las llanuras de inundación formadas por el Pantanos con vegetación arbustiva. Incluye panta-
frecuente desbordamiento de ríos en la Costa sur (sis- nos y esteros de agua dulce dominados por vegeta-
tema Daule–Babahoyo–Guayas), al norte de Manabí ción arbustiva, turberas arbustivas ("carr"), y arbustales
(sistema Carrizal–Chone), y en general en la Amazo- de aliso (Alnus sp.); crecen sobre suelos inorgánicos.
nía baja. Varios pantanos de la Costa (Esmeraldas) y de la Ama-
Pantanos/esteros/charcas permanentes salinas/ zonía entran dentro de esta en esta categoría.
salobres/alcalinos, de los cuales hay un gran número Humedales boscosos de agua dulce. Incluye bos-
en el Ecuador. Se encuentran en la Sierra norte (pára- ques pantanosos de agua dulce, bosques inundados
mos húmedos), en Esmeraldas, Guayas y la Amazo- estacionalmente, y pantanos arbolados; crecen sobre
nía. Hay un sistema de charcas permanentes en el Par- suelos inorgánicos. En esta categoría podrían entrar
que Nacional El Cajas (Azuay). los guandales de la Costa y los bosques inundables
Pantanos/esteros/charcas estacionales/intermiten- de la Amazonía baja.
tes salinos/salobres/alcalinos, cuyo número en el Manantiales de agua dulce. Son abundantes en to-
Ecuador es abundante. El Inventario Nacional de Hu- do el país aunque falta identificar su número e impor-
medales ayudará a determinar los más importantes en tancia.

40
L o s e c o s i s t e m a s d u l c e a c u ’ c o l a s
2.22

Humedales geotérmicos; existen varios en la Sierra


centro y norte, y son los que están asociados con la
presencia de aguas termales.
Sistemas kársticos y otros sistemas hídricos subterrá-
neos. Hay algunos en las estribaciones de la cordille-
ra de los Andes, por ejemplo en las cuevas de Juman-
di (en Napo). Falta elaborar un inventario sobre estos
humedales.

2.22 Amenazas a los ecosistemas dulceacuícolas

Debido al desconocimiento de su importancia, los hu-


medales ecuatorianos soportan múltiples amenazas.
En la Costa, una gran cantidad de estos ecosistemas
ha sido destruida por dragado y drenaje de sus
aguas para convertirlos en zonas donde se practica
la agricultura, acuicultura y ganadería (no existen da-
tos sobre el porcentaje de conversión). El represamien-
to de algunos ríos ha alterado los ciclos hidrológicos
de varias cuencas hidrográficas. La sedimentación,
causada por el mal manejo de las cuencas aguas arri-
ba, es un problema serio en varias partes de la Cos-
ta en donde se presenta colmatación, o sea relleno de
la cuenca sedimentaria. Por ejemplo, la profundidad
del río Chone ha disminuido dramáticamente. En zo-
nas cercanas a grandes urbes como Guayaquil, el
dragado y drenaje para urbanización es un problema dos, pero sí hay evidencias de que se ha alterado las
grave en varios humedales. Los guandales del norte poblaciones de peces nativos e, inclusive de aves co-
de la Costa han sido alterados por la deforestación y mo el pato torrentero (Merganetta armata) que compi-
la construcción de diques para camaroneras aguas te con la trucha por los recursos. Algunos cuerpos de
abajo. La transferencia o trasvases de aguas de una agua están contaminados con desechos domésticos e
cuenca a otra no ha sido evaluada apropiadamente industriales, y con metales pesados en zonas de ex-
y no se conocen los efectos sobre la diversidad bioló- tracción minera. El efecto de fenómenos climáticos co-
gica acuática. La contaminación de algunos ríos es mo La Niña y El Niño ha afectado también los glacia-
evidente, particularmente en zonas urbanas e indus- res, que son la fuente de agua en muchas zonas al-
triales. toandinas.
En la Sierra, el mal uso del suelo ha ocasionado En la Amazonía, los principales problemas de los
la erosión de varias cuencas y la sedimentación de humedales están relacionados con la contaminación
sus aguas. La construcción de represas, trasvases y ca- por petróleo provocada por los constantes derrames y
nales ha alterado los regímenes hídricos de algunos accidentes producidos durante su explotación. Algu-
ríos. Existe sedimentación en varias lagunas altoandi- nos recursos biológicos de los humedales están sobre
nas. Las consecuencias de la introducción de la trucha explotados y particularmente los mamíferos acuáticos
(Salmo trutta) aún no han sido completamente evalua- están en gran riesgo de extinción.

41
2.23 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

2.23 Los ecosistemas marinos y costeros te la estación lluviosa (enero–abril) y su intensidad os-
cila de año en año. Su área de influencia va desde la
El ambiente marino costero del Ecuador es una singular Puntilla de Santa Elena hasta el norte del Perú.
zona de transición en el Pacífico sudeste, caracterizada La corriente de Humboldt es una masa de agua
por una gran variabilidad espacial y temporal del am- subtropical superficial, fría y salina, que fluye hacia el
biente físico. En el mar ecuatoriano se presentan aguas norte procedente de la costa peruana. Se caracteriza
tropicales cálidas procedentes del norte de la línea por presentar temperaturas entre 19 y 20°C, salinidad
ecuatorial y subtropicales frías provenientes del sur. Con alrededor de 35 ppm y alta concentración de nutrien-
apenas 950 km de extensión de norte a sur, en la Cos- tes. Su período de influencia ocurre durante la esta-
ta se pasa de la selva tropical localizada en Esmeral- ción seca (julio–octubre), con alcance entre la Puntilla
das, donde ocurren fuertes precipitaciones anuales y al- de Santa Elena y el centro de la Costa ecuatoriana,
tas temperaturas, hasta la aridez de la zona central (sur de donde se desvía hacia las islas Galápagos.
de Manabí y noroeste de Guayas). Estas condiciones El Frente Ecuatorial es una zona de transición en-
son interrumpidas en la cuenca del río Guayas, donde tre las masas de agua transportadas por las corrientes
se registran nuevamente altas temperaturas y abundan- de El Niño y Humboldt. Se caracteriza por un intenso
tes precipitaciones en la época lluviosa. Además, en el gradiente termohalino, que alcanza su máximo desa-
litoral ecuatoriano desaguan 67 cuencas hidrográficas rrollo durante la estación seca (24°C–33,5 ppm a 1°
de las 79 reportadas para el país, 19 de cuyos siste- S; y 18°C–35 ppm entre 2 y 3° S). Su posición du-
mas son considerados principales.3 rante la estación lluviosa es impredecible, pudiendo
incluso desaparecer. En la banda sur del Frente Ecua-
2.24 Sistemas de corrientes y masas de agua del torial tradicionalmente ha habido una alta productivi-
Pacífico sudeste dad biológica.
La subcorriente Ecuatorial o corriente de Cromwell
En la columna de agua, sobre el lecho marino conti- es una masa de agua subsuperficial fría procedente del
nental, convergen los principales sistemas de corrien- oeste, que alimenta los afloramientos del borde sur del
tes y masas de agua del Pacífico sudeste cuyas carac- Frente Ecuatorial. Su presencia ha sido registrada en
terísticas han sido descritas por varios autores.4 Éstos aguas oceánicas entre 70 y 150 m de profundidad y
son las corrientes El Niño y de Humboldt, el Frente está asociada a un núcleo de alta salinidad (35–35,2
Ecuatorial, la subcorriente Ecuatorial o corriente de ppm) y temperaturas casi homogéneas (13–15°C). Es-
Cromwell y el evento El Niño (gráfico 2.3). ta masa suministra agua rica en nutrientes.
La corriente de El Niño es una masa de agua tropi- La presencia ocasional del evento El Niño cambia
cal superficial, cálida y de baja salinidad, que fluye a los patrones oceanográficos señalados y origina cam-
lo largo de la Costa ecuatoriana procedente de la ba- bios en la composición y estructura de la biota marina.
hía de Panamá. Presenta temperaturas que varían en- Estas y otras complejas características climatológi-
tre 25 y 27°C, salinidad bajo 34 ppm y baja concen- cas, hidrológicas y de sedimentación, así como los pro-
tración de nutrientes. Su período de influencia es duran- cesos costeros localizados dependientes de la geomor-
fología, crean condiciones que favorecen la existencia
3. Algunos autores/as e instituciones que han estudiado las cuencas hidrogr‡ficas de una significativa biodiversidad en el ambiente mari-
de la Costa son Stevenson (1981), Cucal—n (1984, 1986, 1996), PMRC (1987), EMAP no. En resumen, en las aguas continentales del Ecuador
y DIGMER (1988), Arriaga y V‡sconez (1991), Carrera de la Torre (1993), y Figueroa
(1993 citado en PMRC 1993).
se registran amplios rangos biofísicos que permiten la
4. Entre estos/as se cuentan Stevenson y Taft (1971), Pak y Zaneved (1974), Enfield confluencia de especies con afinidades biogeográficas
(1976), Cucal—n (1983, 1984, 1986, 1987, 1996), JimŽnez y Bonilla (1980), Pesantes
y PŽrez (1982), Okuda et al. (1983), Cucal—n y Maridue–a (1989), Sonnenholzner
mixtas, tanto de la provincia Mexicana y Panámica del
(1991), y Chavarr’a (1998). norte, como de la provincia Peruano–Chilena, del sur.

42
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.26

GRÁFICO 2.3
Principales corrientes y masas de agua que inciden en el Ecuador
94¼ W 90¼ 85¼ 80¼

5¼ N

o
l Ni–
de E
e
ient
Fren COLOMBIA

Corr
te e
cua
tori
al
FFrreenn ECUADOR
0¼ ttee EE
ccuuaa
Provincia de ttoorrii
Gal‡pagos aall
Subcor
riente E
cuatoria Principales
l
cuencas
de arenaje

Afloramientos Golfo de Guayaquil

5¼ S
Corriente de Humbolt
PERô

94¼ W 90¼ 85¼ 80¼


Fuente: Hurtado et al. (1998c).

2.25 Clasificación de los ecosistemas marinos y 2.26 Diversidad de los ecosistemas marinos y
costeros costeros

Según Norse (1993) no existe un acuerdo universal En el Ecuador están presentes 10 de los 14 ambien-
para clasificar los ecosistemas marinos y costeros. Así, tes oceánicos del esquema de Salm y Clark (1989),
en este texto se adopta el esquema propuesto por Ray lo cual indica la gran diversidad de ecosistemas mari-
(1975 citado en Salm y Clark 1989), autor que hace nos. Estos son islas, bajos o terrazas arrecifales, ban-
referencia a tres niveles. El primero es el ‘grueso’, que cos o barreras aluviales, plataforma continental de fon-
se refiere a los ambientes costero, oceánico o pelági- dos suaves y duros, talud continental, cañón submari-
co; el segundo es el ‘medio’, que corresponde a há- no, planicie abisal, cordillera submarina y fosa oceá-
bitats (hábitats costeros asociados y arrecifes); y final- nica. Además, están las áreas de afloramiento y cel-
mente el nivel ‘fino’, en el cual se diferencia hábitats das temporales de masas de agua que son considera-
críticos con base en sus particularidades específicas das hábitats marinos asociados (gráfico 2.4).
(sitios de alimentación, reproducción, descanso o refu- Un rasgo sobresaliente de cualquier región subma-
gio). Los 32 tipos de ecosistemas y hábitats asociados rina es el margen continental constituido por la plata-
registrados en el país, de acuerdo con la clasificación forma, el talud y la elevación continental. Este margen
de Salm y Clark (1989) para el Ecuador, constan en bordea el continente y representa la transición con los
el gráfico 2.4. fondos oceánicos. Sin embargo, en el Ecuador este

43
2.26 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

GRÁFICO 2.4
Diversidad de los ecosistemas marinos y costeros en los 25 sectores de la Costa
25 25 25
25

20
19

16
nœmero de sectores

15

12 12 12
10
9
8 8 8 8 8

5
4 4 4
3 3 3 3 3
2 2 2
1 1 1
0
Playas (arena, grava , guijarro)

Planicies intermareales

H‡bitats de aves migratorias

H‡bitats de tortugas marinas

Plataforma continental de fondos duros


Plataforma continental de fondos suaves
Planicies costeras

H‡bitats de aves acu‡ticas


H‡bitats de mam’feros marinos

H‡bitats de especies amenazadas


H‡bitats de especies comerciales

Talud continental

Cordillera submarina
Costas rocosas
Acantilados

Lagunas costeras salobres


Islas de barrera

Manglar
H‡bitats de aves marinas
H‡bitats de aves playeras
Bah’as
Estuarios

Deltas
Dunas

Bajos
Celdas/masas de agua
Afloramientos

Arrecifes
Islas

Bancos aluviales

Ca–ones submarinos

Fosas oce‡nicas
Ecosistemas costeros costeros marinos Ecosistemas marinos
Hábitats asociados

Fuentes: Ayarza (1981), Ayón (1987), Boothroyd et al. (1994), DIGEIM (1994), Duffy y Hurtado (1984), Félix
(1994), García (1981), Hurtado (1987, 1990b), Hurtado et al. (1998c), Salm y Clark (1989), Valle (1997, 1998).

esquema se modifica por dos razones: la existencia En lo que se refiere a los ecosistemas costeros, en
de la dorsal de Carnegie, una cordillera submarina la franja litoral del Ecuador se han registrado 11 de
importante cuyas cimas más altas están en Galápa- los 13 mencionados en el esquema de Salm y Clark
gos; y la prolongación de la fosa Perú–Chile, que al- (1989). Estos son playas, costas rocosas, acantilados,
canza más de 4.000 m de profundidad. Otros rasgos bahías, estuarios, lagunas costeras, islas de barrera,
geomorfológicos importantes son el cañón submarino planicies intermareales y costeras, deltas y dunas.
frente a la desembocadura del río Esmeraldas, las an- Además, existe un hábitat costero asociado (el man-
tiguas terrazas arrecifales casi al borde de la platafor- glar) y seis hábitats críticos identificados para aves ma-
ma (como aquella frente a Atacames), y las zonas de rinas, playeras y migratorias, para mamíferos marinos,
deposición biocalcárea alrededor de las islas Santa y para especies amenazadas y comerciales.
Clara y de la Plata, y frente a Ancón en la provincia Los ambientes costeros mejor representados son las
de Guayas (Ayarza 1981, García 1981). playas, bahías, estuarios, acantilados, lagunas coste-

44
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.26

GRÁFICO 2.5
Representatividad de los ecosistemas marinos y costeros en los 25 sectores de la Costa
32

25
nœmero de ecosistemas marinos y costeros

19 19
17
15
14
12 12 12
11
10 10 10
9 9 9 9
8 8 8 8
7 7 7
6

0
Bah’a de Car‡quez-Pta. Charapot—
Punta Charapot—-Crucita

Ballenita-Puntilla de Santa Elena


Puntilla de Sta. Elena-Anconcito
San Francisco-Ca–averal
Ca–averal-Pedernales
Sur de Pedernales-Canoa

Crucita-Manta
Canoa-San Vicente

Palmar-Ballenita
Las Pe–as-Rio Verde
R’o Verde-Tachina

Manta-R’o de Ca–as
R’o de Ca–as-Puerto Cayo
Puerto Cayo-La Rinconada
Esmeraldas-Atacames
Atacames-Sœa
Sœa-San Francisco

La Rinconada-Valdivia
Valdivia-Palmar

Anconcito-Chanduy

Playas-Posorja
Posorja-Boca de Capones
Chanduy-Playas
R’o Mataje-Las Pe–as

Zona norte Zona central Zona sur

Fuentes: Ayarza (1981), Ayón (1987), Boothroyd et al. (1994), DIGEIM (1994), Duffy y Hurtado (1984), Félix
(1994), García (1981), Hurtado (1987, 1990b), Hurtado et al. (1998c), Salm y Clark (1989), Valle (1997, 1998).

ras y costas rocosas. Menor representatividad tienen marítima con Perú.


las planicies intermareales y costeras, los deltas y las Con el fin de conocer la representatividad de eco-
dunas. El manglar es, sin duda, el hábitat costero aso- sistemas marinos y costeros y hábitats asociados, se
ciado mejor representado: consta en 12 de los 25 ha subdividido la línea de costa en 25 sectores (gráfi-
sectores de la Costa (gráfico 2.4). co 2.5) de acuerdo con lo sugerido por Ayón (1987),
El territorio marino-costero del Ecuador ha sido di- quien basó su clasificación en los criterios geomorfoló-
vidido en tres zonas: norte, centro y sur (EcoCiencia, gicos y en las recomendaciones de manejo de Booth-
ECOLAP e INP 1999). La primera se extiende desde royd et al. (1994). Algunos resultados de este estudio
la frontera con Colombia (en la desembocadura del son los siguientes:
río Mataje) hasta Cabo Pasado; la segunda desde
Cabo Pasado hasta la Puntilla de Santa Elena; y la ter- • En términos generales, el Ecuador tiene una
cera desde la Puntilla de Santa Elena hasta la frontera gran diversidad de ecosistemas marinos y cos-

45
2.27 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

teros; en efecto, cada uno de los 25 sectores 2.27 ¿Qué conocemos de los ecosistemas marinos y
en los que se subdividió la línea costera incluye costeros?
por lo menos cinco tipos diferentes de ecosiste-
mas/hábitats. En la plataforma continental y en la columna de agua
• En cuanto a los ambientes costeros, la zona inmediata superior es donde ocurren los procesos eco-
norte se caracteriza por ser más diversa que las lógicos esenciales que sustentan a la biota marina. La
zonas central y sur. plataforma continental es el ambiente marino mejor es-
• En cuanto a los ambientes marinos, la mayor di- tudiado desde el punto de vista oceanográfico y pes-
versidad de ecosistemas se encuentra en la zo- quero, aunque la información disponible está subutili-
na central. zada desde un enfoque ecosistémico o de conserva-
• Los hábitats asociados y críticos están mejor re- ción de la biodiversidad marina.
presentados en la zona central que en las zo- El talud continental es una potencial fuente de recur-
nas norte y sur. sos pesqueros pero ha sido insuficientemente explora-
• Cuando se integra la información sobre ecosis- do. Salvo referencias aisladas de expediciones cientí-
temas marinos y costeros, y hábitats asociados ficas foráneas —que han sorprendido a la comunidad
y críticos, la zona central presenta la mayor re- científica por el hallazgo de una singular y rica biota
presentatividad en relación con las zonas sur y marina a 2.500 m de profundidad cerca a Galápa-
la zona norte. gos (Norse 1993)— este ecosistema es desconocido.

46
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.28

En los ambientes costa afuera se ha identificado Sobre los ecosistemas cañón submarino, planicie
áreas de afloramiento local que constituyen núcleos de abisal, cordillera submarina, bancos o barreras aluvia-
productividad marina, pues allí existen importantes re- les y fosa oceánica no hay información.
cursos marinos de los que dependen las pesquerías, y Respecto a los ecosistemas costeros existe un marca-
que además son hábitats críticos de vertebrados mari- do desnivel en cuanto al conocimiento de sus diferentes
nos de interés para la conservación. Por ejemplo, las componentes. Así, mientras los acantilados, dunas o
áreas de afloramiento de la zona continental alrede- planicies costeras intermareales apenas constituyen re-
dor de Isla Santa Clara en el golfo de Guayaquil y en ferentes de la caracterización de un área determinada,
las cercanías de la Isla de la Plata, sustentan la alimen- para ciertos estuarios existe buena información respec-
tación de las colonias de aves marinas de esas islas, to a sus características biofísicas, calidad de agua o
como piqueros patas azules (Sula nebouxii), pelícanos problemática socioambiental. Sin embargo, aún en es-
(Pelecanus occidentalis), fragatas (Fregata magnificens) tos casos, un denominador común es la desarticulación
y albatros (Diomedea irrorata). En el golfo de Guaya- entre los diferentes componentes físicos, químicos y bio-
quil existen otros hábitats asociados, como las celdas lógicos, aún dentro de una misma área de trabajo.
temporales de masas de agua, las mismas que cum- Más crítica aún es la atomización de la información so-
plen una función ecológica importante como centros bre los componentes de la diversidad de especies, lo
de dispersión de la biota marina, pero que han sido cual muchas veces es confundido con una falta de in-
poco estudiadas (Hurtado et al. 1998a,b). formación. Esto ha sido reconocido por la comunidad
Las islas e islotes son conocidas principalmente co- científica local y se está trabajando para resolverlo.
mo refugios de avifauna y como ecosistemas suma- A continuación se describe, a un nivel más especí-
mente importantes para realizar estudios evolutivos y fico, lo que se conoce sobre ocho ecosistemas mari-
de comportamiento de las especies que allí habitan. nos y costeros del Ecuador: plataforma continental,
Sin embargo, con excepción de las islas incluidas en arrecifes, zonas rocosas e intermareales, estuarios, ba-
el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (como la Pla- hías, playas y manglares.
ta y Santa Clara; mapa 4, p. 184) o la isla Santay,
el resto no han sido debidamente descritas ni estudia- 2.28 La plataforma continental
das. Salvo evaluaciones parciales en el golfo de Gua-
yaquil, la diversidad de especies del medio acuático La plataforma continental es la planicie submarina de
circundante a las islas estuarinas (que incluye sistemas pendiente suave que se extiende desde la línea de
como el Archipiélago de Jambelí o las islas de la Ba- costa hasta aproximadamente 200 m de profundidad.
hía de Ancón de Sardinas en el estuario de Cayapas- Se calcula que la superficie de este ecosistema en el
–Mataje), es virtualmente desconocida. Ecuador es de 29.124 km2. Esta plataforma, que tie-
Los bajos, terrazas arrecifales o arrecifes rocosos ne pocas irregularidades topográficas, alcanza su ma-
de la plataforma continental, constituyen uno de los yor estrechamiento y pendiente frente a las salientes
ecosistemas identificados a escala global como de costeras de la Puntilla de Santa Elena, el Cabo de San
gran productividad y diversidad, pero tampoco han si- Lorenzo (donde su anchura es de apenas 9 km), y el
do debidamente estudiados. Se posee solo un conoci- Cabo de San Francisco, mientras que la mayor exten-
miento marginal y, en muchos casos, anecdótico. El sión (120 km) y la menor pendiente se encuentra en el
Parque Nacional Machalilla es el único sitio ubicado golfo de Guayaquil y la zona norte de Manabí (49
en aguas continentales marinas del que hay informa- km). Solo en dicho golfo, la plataforma tiene 12.000
ción sobre los ambientes subacuáticos. En general, la km2, lo cual representa casi la mitad de su superficie
intensidad de pesca de buceo en los bajos y su im- total en el Ecuador (Ayarza 1981, García 1981,
pacto ha sido poco o nada documentada. PMRC 1989, Cucalón 1996).

47
2.29 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

El lecho de la plataforma posee una gran diversi- la tectónica de placas. En ciertas áreas no existe una
dad de hábitats cuyo origen se remonta a la última verdadera plataforma debido a su estrechez y fuerte
transgresión oceánica (avance del mar hacia el conti- inclinación (García 1981).
nente) ocurrida en el período Cuaternario, hace apro-
ximadamente dos millones de años, y durante un pro- 2.29 Arrecifes, zonas rocosas e intermareales
ceso dinámico caracterizado por el aporte permanen-
te de los sedimentos provenientes de los ríos y su re- Pese a su importancia ecológica como ecosistemas
distribución por la compleja circulación regional y lo- productivos, diversos y dinámicos, los arrecifes, zonas
cal. Por ejemplo, en la desembocadura del río Esme- rocosas e intermareales han sido poco estudiados, ex-
raldas, el cañón submarino cumple un importante rol cepto en sitios específicos. Uno de éstos es el Parque
en la distribución de los sedimentos. Asimismo, la pla- Nacional Machalilla, donde se realizó una identifica-
taforma de la desembocadura del río Guayas es una ción y caracterización de ambientes submareales e in-
extensa planicie sedimentaria que va desde Guaya- termareales (INEFAN/GEF 1998). Otros son las zo-
quil hasta la isla Puná; allí los microhábitats y comuni- nas intermareales de cinco localidades de Guayas y
dades bióticas se estratifican dependiendo del aporte Manabí, donde el Proyecto "Iniciativa Darwin" llevó a
estacional fluvial de dicho río (canal de Jambelí), del cabo el inventario de invertebrados marinos y ecosis-
aporte marítimo (Estero Salado, canal del Morro), y de temas bentónicos (Mora et al. 1998).
la compleja dinámica oceanografía del golfo de Gua- En el Parque Nacional Machalilla hay promonto-
yaquil. En la parte central del país, la plataforma pre- rios rocosos llamados islotes que forman barreras
senta irregularidades cóncavas y convexas, que pue- emergidas en costas expuestas, protegidas y semipro-
den haber sido causadas por la sedimentación de re- tegidas, y también son muy comunes, a lo largo de la
siduos de organismos, por las corrientes marinas o por costa de dicho parque, pequeñas formaciones arreci-

48
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.29

CUADRO 2.5
Zona intermareal: invertebrados bentónicos
Grupo Organismos colectados Especies identificadas
Poríferos 1
Cnidarios 1
Platelmintos 1
Anélidos (poliquetos) 15
Equiúridos 1
Sipuncúlidos 1
Artrópodos (crustáceos) 14 2
Moluscos 60 57
Briozoos 1
Equinodermos 11 11
Total 106 70
Fuente: Mora et al. (1998).

fales rocosas (UNEP y UICN 1988, Hurtado 1995a). tró en la playa de Puerto López (en la zona de
En el Ecuador no existen verdaderos arrecifes corali- amortiguamiento del área protegida); proba-
nos, sino rocosos, en los cuales se han formado algu- blemente ello obedece al ingreso de material
nos parches de coral, pero cuya dinámica es muy pa- orgánico y nutrientes procedentes de las activi-
recida a la de los coralinos (Hurtado 1995c). De dades humanas.
acuerdo con el Plan de Manejo del Parque Machalilla • En lo que se refiere a los macroinvertebrados
(INEFAN/GEF 1998), los arrecifes rocosos se encuen- bentónicos de arrecife, en la plataforma coste-
tran rodeando las islas, islotes y roqueríos. En las cos- ra continental se han reportado cuatro de las
tas expuestas, estos ecosistemas son relativamente pe- cinco clases de equinodermos (de éstos se ha
queños y tienen fuertes pendientes, mientras que en las identificado un género y 16 especies); ocho
protegidas y semiprotegidas son más extensos, llegan- géneros y cuatro especies de cnidarios; tres gé-
do hasta profundidades entre 20 y 25 m. neros y doce especies de moluscos; un género
En cuanto a la diversidad de especies de estos eco- de artrópodo; y una especie de crustáceo.
sistemas en dicho Parque se menciona lo siguiente: • Los peces de arrecife incluyen 106 especies en-
tre las cuales 16 son de registro dudoso pues
• Predomina la fauna y son sitios menos propi- estaban consideradas como endémicas para
cios para el establecimiento de macroalgas Galápagos. En la plataforma continental, las
bentónicas. familias más representadas son Serranidae (ca-
• En la zona intermareal arenosa hay dos espe- motillos, bacalao) y Pomacentridae (damiselas).
cies y un género de equinodermos, una espe- Cerca del 50% de las especies de este grupo
cie de crustáceo, un género de molusco y una resultó ser no residentes del arrecife; 68% co-
especie no identificada de anélido. La mayor rrespondió a peces herbívoros, 23% a corali-
diversidad y densidad de organismos se regis- nos y 2% a carnívoros (INEFAN/GEF 1998).

49
2.30 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

GRÁFICO 2.6 orientadas a la prospección de áreas de anidación de


Pacífico centro-oriental: representatividad de la fauna tortugas marinas (véase recuadro 7.2). En todo caso,
estuarina las playas accesibles han estado sujetas a una intensa
600 presión antropogénica, por lo que sería importante
518 preservar y estudiar aquellas embolsadas entre acanti-
lados de difícil acceso, las mismas que podrían ser
consideradas sitios de referencia para estudios ecoló-
gicos comparativos, que ahora escasean.
nœmero de especies

La única información comparativa que existe sobre


299 las playas es la relativa al uso turístico. Mediante un es-
tudio realizado por la Dirección de Turismo (DITURIS) se
identificó un total de 109 playas. Cuatro de estas son
179 consideradas como de atractivo excepcional en el ám-
bito internacional (Fraile norte y sur están incluidas en
el Parque Nacional Machalilla, mientras que las otras
40 dos —Salinas norte y sur— están abiertas a la explo-
0
tación turística); 31 playas constan como de atractivo
Peces Moluscos Crut‡ceos Total excepcional a nivel subregional; 36 playas como de
Fuente: Matthes y Kapetsky (1988). atractivo en el ámbito nacional; y 38 playas como de
atractivo local. En ese estudio también se indica que el
70% de las playas con atractivos turísticos se encuen-
Según el informe de Mora et al. (1998), en el que se tra en la Costa central: 39% en Manabí y 31% en
presentan resultados de estudios llevados a cabo en la Guayas (DITURIS 1983 citado en PMRC 1987).
Puntilla de Santa Elena, Salinas, Ballenita, Puerto Ló-
pez y Los Frailes, hay una gran diversidad de especies 2.31 Las bahías
en lo que respecta a la fauna de invertebrados bentó-
nicos marinos de la zona intermareal (cuadro 2.5). Los Por la relativa tranquilidad de sus aguas y la variedad
organismos más representativos son los moluscos, ané- de hábitats, las bahías no solo ofrecen refugio a una
lidos, artrópodos y equinodermos. gran diversidad de organismos marinos; ancestralmen-
te han constituido también sitios preferidos para el es-
2.30 Las playas tablecimiento de asentamientos humanos. Aunque
existen estudios académicos sobre estos ecosistemas,
Las playas, debido a su interdependencia con el océa- éstos están dispersos, no son integrales ni están orien-
no, son ecosistemas costeros muy dinámicos desde el tados a documentar sistemáticamente la diversidad
punto de vista ecológico. Sin embargo, al mismo tiem- biológica y a evaluar la degradación ambiental. Por
po son ambientes vulnerables al impacto humano por lo tanto, hace falta analizar a esos lugares usando un
el sobreuso y la erosión. No existen en el país estudios enfoque ecosistémico. Debe tenerse en cuenta que allí
ecológicos que permitan caracterizar y priorizar estos es donde usualmente llegan las aguas residuales do-
ecosistemas desde el punto de vista de su biodiversi- mésticas e industriales sin tratamiento y que, paradóji-
dad, pero se sabe que hay información académica camente, son destinos turísticos y constituyen la fuente
dispersa cuyos resultados habría que sistematizar, in- de abastecimiento de agua para el funcionamiento de
terpretar y complementar. Las únicas evaluaciones rea- laboratorios de larvas de camarón, por ejemplo. Ade-
lizadas con un enfoque de conservación han estado más, por servir de base a la infraestructura portuaria,

50
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.32

GRÁFICO 2.7
Pacífico centro-oriental: dependencia de la fauna estuarina
70 68
64,3
porcentaje de especies

44
39,8

23,7

13,7
9,8
6
0,4 2,9
0
Totalmente dependiente
del estuario

Huevos/larvas

(ruta migratoria)

obligatoria del estuario


Incidental

Adultos aliment.

Adultos reprod.

Facultativo

Dependencia

Acuicultura
(potencial)
Juveniles

Adultos

Fuente: Matthes y Kapetsky (1988).

en estos lugares pueden introducirse organismos trans- estuario interior del golfo de Guayaquil. Sobre éste
portados en las aguas de sentina5 de las embarcacio- existe una buena base de información para ciertas
nes de tráfico marítimo internacional. áreas, aunque discontinua y desarticulada desde un
enfoque ecosistémico. Por ello, para tener una idea so-
2.32 Los estuarios bre la riqueza de la biodiversidad estuarina, aquí se
presenta datos procedentes de Matthes y Kapetsky
Los estuarios son ecosistemas críticos, vulnerables y va- (1988) sobre 518 especies con distribución para el
liosos (Salm y Clark 1989). Son zonas donde se mez- Pacífico centro-oriental, que incluye al Ecuador:
clan los sistemas fluviales y marinos y que, por lo tan-
to, ejemplifican la interdependencia mar–tierra y cum- • El perfil de la biodiversidad estuarina incluye a
plen una función indispensable en los ciclos de vida 299 especies de peces, 179 especies de molus-
de peces, crustáceos, moluscos y otros organismos. cos y 40 especies de crustáceos (gráfico 2.6).
Aparte de los productos que proveen, son fuente de • Más de la mitad (56%) de las especies de fau-
una multiplicidad de servicios ambientales como cap- na estuarina tienen alguna importancia comer-
tación de carbono, filtración de aguas contaminadas cial y el 64%, aunque se tipifica como carente
y control de la erosión. de importancia comercial, cumple funciones vi-
Sin embargo, se conoce muy poco sobre la diver- tales dentro de la red trófica de la que depen-
sidad de especies de esos lugares, con excepción del den las especies comerciales.
• Al menos el 24% de la fauna estuarina ha sido
5. Las aguas de sentina son las que provienen de los barcos (labores pesqueras,
identificada como totalmente dependiente de es-
lavado de m‡quinas, etc.). te ecosistema (gráfico 2.7). Entre la fauna depen-

51
2.33 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

GRÁFICO 2.8 diente totalmente del estuario se incluye el 55%


Pacífico centro oriental: fauna asociada dependiente de moluscos, 10% de crustáceos y 7% de peces.
del estuario para su alimentación • Toda la fauna asociada al ecosistema estuarino
80 depende de éste en alguna fase de su ciclo de
71,6 70,4 vida:
- El 68% de la fauna asociada corresponde a
organismos adultos (gráfico 2.7), que depen-
porcentaje de especies

den de este medio para su alimentación (grá-


fico 2.8).
- El 14% requiere del ecosistema estuarino pa-
30 ra cumplir sus funciones reproductivas (gráfi-
co 2.7).
- El 64% usa facultativamente el estuario como
ruta migratoria (gráfico 2.7).
- Aproximadamente el 40% de la fauna aso-
ciada utiliza el estuario durante las primeras
etapas de su ciclo de vida como refugio
0 (gráfico 2.7), particularmente los peces, crus-
Peces Moluscos Crust‡ceos
Fuente: Matthes y Kapetsky (1988). táceos y moluscos, lo cual confirma su fun-
ción como área "nodriza" o "semillero" de la
biota marina (gráfico 2.9).
- En los estuarios existe una zonificación que
puede ser caracterizada por la diversidad
GRÁFICO 2.9 de especies que se distribuyen en las diferen-
Pacífico centro-oriental: fauna asociada que utiliza el tes zonas que lo componen (gráfico 2.10).
estuario como refugio en sus primeras etapas de vida
70 2.33 Los manglares
61,5
Los manglares —o bosques de mangle— son hábitats
47,5 asociados que crecen en la frontera entre las aguas ma-
rinas y la tierra firme, generalmente en la zona entre ma-
porcentaje de especies

reas de los estuarios, lagunas y pantanos costaneros; su


agua es salobre y frecuentemente se inundan con agua
de mar durante las mareas altas (Gang y Agatsiva
1992 citado en Mera 1999). Son hábitats muy comple-
jos y productivos y que prestan servicios ecológicos co-
mo prevenir la erosión costanera, proveer de alimento y
protección a mamíferos y aves, y presentar lugares ade-
cuados para la anidación, cría y alimentación de una
0 1,7 amplia gama de organismos acuáticos (Diemont 1995
citado en Mera 1999). La complejidad de la cadena
Peces Moluscos Crust‡ceos
de alimentos en los manglares y ecosistemas adyacen-
Fuente: Matthes y Kapetsky (1988). tes, implica relaciones de interdependencia entre pobla-

52
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.34

GRÁFICO 2.10
Pacífico centro-oriental: zonificación de la fauna asociada en el estuario
100
92,7
80,9
porcentaje de especies

18,1 16,8
13,5
4,4
0
Zonas entre ma- Bordes costeros Canales secunda- Bah’as, lagunas y çreas abiertas Aguas arriba del
reas (ambientes expuestos al mar rios (en fondos lo- canales principales (arenoso, lodoso) estuario o canal
rocosos arenosos) (barreras de dosos, esteros) del estuario. del r’o
arena, islas, etc.)

Fuente: Matthes y Kapetsky (1988).

ciones naturales aparentemente distantes. Por ejemplo, por Sensores Remotos (CLIRSEN 1996). Una tercera
grandes cantidades de peces y aves dependen de las causa importante ha sido el desarrollo urbano. A 1995,
hojas de los mangles que, al caer y descomponerse, ini- el CLIRSEN calculó que aproximadamente entre 3.000
cian una cadena productora de alimentos (Parsons y 5.000 hectáreas de manglar habían sido convertidas
1992 citado en Mera 1999). en ciudades y centros poblados en toda la Costa.
Los manglares han estado sujetos a una intensa de-
gradación. En la Propuesta para el Manejo del Ecosis- 2.34 Pérdida del manglar y de sus servicios
tema de Manglar en el Ecuador (DIGEIM 1994) se ambientales
apuntan algunas causas de su pérdida. Sin duda que
la expansión de la frontera camaronera es la principal Entre 1969 y 1995 desaparecieron 54.053 hec-
responsable de la tala de este ecosistema. Aunque exis- táreas de mangle, lo cual corresponde al 27% del área
te controversia respecto a las cifras de conversión a ca- cubierta por este ecosistema en 1969 (CLIRSEN
maroneras, ninguna otra causa ha tenido un efecto tan 1996). Los estuarios que más pérdidas de manglar han
crítico. En el pasado, la expansión de la frontera agrí- sufrido durante ese período fueron los de los ríos Cho-
cola y ganadera habría sido otra causa importante de ne (que perdió el 90%), Muisne (79%) y Cojimíes (70%)
la pérdida de estos ecosistemas (10.000 hectáreas (gráfico 2.11). La superficie perdida en el golfo de
convertidas a cultivos agrícolas y 40.000 hectáreas a Guayaquil equivale a 1,4 veces la superficie total del
zonas ganaderas). Desafortunadamente estas aproxi- manglar remanente en 1995 en todos los otros estua-
maciones han sido realizadas con base en referencias rios del país. Cayapas–Mataje, la única área que ha-
históricas y estimaciones que no tienen un soporte meto- bía permanecido relativamente a salvo hasta la déca-
dológico equivalente al estudio multitemporal del Cen- da de los 90, registró en 1995 una tala del 7,3% del
tro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales bosque que existió en 1969 (gráficos 2.11 y 2.12).

53
2.34 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

RECUADRO 2.3

El estuario del río Guayas


En el estuario interior del r’o Guayas y de sus afluentes, los r’os Daule y Babahoyo, el Instituto Nacional de
Pesca (INP) ha realizado investigaciones b‡sicas y de los niveles tr—ficos inferiores, principalmente, cuyos re-
sultados son interesantes (INP 1998).
Segœn este estudio, dicho ecosistema tiene una elevada biomasa planct—nica, grandes valores de nutrien-
tes, valores m’nimos de transparencia, y predominio localizado de ciertas especies de fitoplancton que, co-
mo indicadores biol—gicos, sugieren la presencia de aguas contaminadas (SuŽscum et al. 1998, Cajas, Coello
y Dom’nguez 1998, Cajas, Coello y Moya 1998, Cajas, Prado y Dom’nguez 1998, Cajas, Prado y Moya 1998).
Se han registrado valores de baja diversidad fitoplanct—nica y de ciertos grupos zooplanct—nicos (microcrus-
t‡ceos, clad—ceros y copŽpodos) que sugieren la presencia de ‡reas eutrofizadas localizadas (Cajas, Coello y
Dom’nguez 1998, Cajas, Coello y Moya 1998, Cajas, Prado y Dom’nguez 1998, Cajas, Prado y Moya 1998) y
sitios puntuales de contaminaci—n bacteriana asociada con las descargas de las aguas domŽsticas (Pin, Gar-
c’a y Castello 1998). Se ha documentado la distribuci—n y abundancia estacional de larvas de peces relacio-
nadas con los centros de mayor abundancia de fitoplancton (Luzuriaga et al. 1998). La entrada a los esteros
es una importante v’a de acceso para el reclutamiento de jaibas (Callinectes arcuatus y C. toxotes), pero se
cree que existe una sobreexplotaci—n de postlarvas de camar—n marino y fauna acompa–ante debido a la ac-
ci—n de los larveros. La escasez del infraorden Caridea (que comprende, entre otros grupos y especies, a los
camarones marinos de la familia Alpheidae, a los camarones de r’o del gŽnero Macrobrachium) ser’a atribui-
ble a la cantidad de desechos domŽsticos e industriales (Garc’a et al. 1998).
En cuanto a los problemas de la zona, en el estudio del INP (1998) se presentan los siguientes:

¥ Contaminaci—n por desechos domŽsticos e industriales que son vertidos al agua sin tratamiento pre-
vio. El golfo de Guayaquil recibe tres cuartas partes del desecho y carga contaminante de los efluen-
tes domŽsticos e industriales de toda la regi—n litoral (Hurtado 1995b, DIGEIM 1996).
¥ Respecto a la contaminaci—n por pesticidas, aunque no se cuenta ni con estad’sticas confiables ni con
estudios sistem‡ticos sobre su impacto en el ambiente y la salud humana, es extremadamente preo-
cupante conocer, por ejemplo, que en 1994 en el ‡rea de influencia del golfo se consumi— un total de
6.400.000 kilo/litro de plaguicidas, equivalentes aproximadamente a 3.200 toneladas de ingredientes
activos. Esta cifra corresponde al 70% del consumo nacional de plaguicidas (DIGEIM 1996), que in-
cluye los extremadamente t—xicos, cuyo uso est‡ prohibido en otros pa’ses.
¥ Contaminaci—n por otras fuentes de origen terrestre (como la acuicultura y la miner’a) o marino, co-
mo los hidrocarburos.
¥ La tala de manglar; entre 1969 y 1995 se han perdido 36.593 hect‡reas de este ecosistema, es decir,
el 23% de la superficie del bosque de mangle que existi— hace menos de tres dŽcadas en el estuario
del r’o Guayas (CLIRSEN 1996).
¥ Erosi—n y sedimentaci—n.
¥ Sobrepesca.

Existe un estudio sobre el manglar hecho de reforestación experimentales no cubrirían


por el CLIRSEN en 1999 al que no fue posible más de 300 hectáreas.
acceder. Sin embargo, en una nota del diario La pérdida de manglar significa la desapa-
El Universo, publicada el 29 de enero del rición de funciones ecológicas en el ecosistema
2000, se apunta que entre 1995 y 1999 se estuarino. Por ejemplo, según Intriago (1998),
han talado 3.036 hectáreas de mangle (759 se han alterado los procesos naturales de sedi-
hectáreas anuales), mientras que los esfuerzos mentación y, en consecuencia, la biogeoquími-

54
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.35

GRÁFICO 2.11
Estuarios: pérdida de manglar entre 1969 y 1995
100

80
porcentaje de pŽrdida

60

40

20

0
Cayapas
Mataje

Muisne

Cojim’es

Estuario de
Chone

Golfo de
Guayaquil

*Margen
occidental

*Margen
oriental

*Margen
oriental sur

estuario
*Islas del

Otras zonas

Total
Fuente: CLIRSEN (1996).
* Correspondientes al golfo de Guayaquil.

ca de los estuarios, así como se ha perdido gran par- instalar sistemas de tratamiento a bajo costo (por ejem-
te de la capacidad natural de depuración de las plo pantanos artificiales) sería de US$ 1.000.000,
aguas. Este autor menciona que se necesitan de 2 a mientras que utilizando sistemas convencionales el
22 hectáreas de manglar para filtrar nutrientes descar- costo llegaría a un billón de dólares (US$
gados por una hectárea de camaronera, y añade, ci- 1.000.000.000).
tando a Boto (1992) y a Wong et al. (1995), que una
hectárea de manglar podría recibir anualmente 300 2.35 Amenazas a los ecosistemas marinos y costeros
kg de nitrógeno, 30 kg de fósforo, o aceptar 5.000
m3 de aguas servidas sin ser afectado. Así como el Los ecosistemas costeros serían los más amenazados
manglar tiene la capacidad para la retener nutrientes, si se los compara con los hábitats costeros asociados,
también la tiene para acumular metales pesados de los hábitats críticos y los ecosistemas marinos (gráfico
los sedimentos. 2.13). Sin embargo, estos datos en realidad reflejan
El cálculo de una sola de sus funciones, la del tra- el mejor conocimiento que existe en el Ecuador sobre
tamiento natural de los desechos domésticos, permite los procesos costeros respecto a la dimensión de la
estimar que con la pérdida de las 54.000 hectáreas problemática ambiental en el medio marino. Debe te-
de manglar se ha reducido la capacidad de purifica- nerse en cuenta que los hábitats costeros críticos (de
ción de 270.000.000 m3 de aguas servidas al año, mayor accesibilidad) todavía no han sido evaluados
aproximadamente el 28% del total anual de los dese- adecuadamente, y mucho menos los hábitats marinos
chos domésticos de toda la población ecuatoriana — críticos, sobre los cuales casi nada se ha estudiado.
o el equivalente a los desechos de Quito y Guayaquil En comparación con el esquema de amenazas glo-
conjuntamente—. Según Ron Lavigne, profesor de bales a la biodiversidad marina identificadas por Nor-
ingeniería ambiental de la Universidad de se (1993), y con base en el conocimiento cualitativo
Massachussetts, si se quisiera reponer esta función me- actual sobre la presencia de las causas de deterioro
diante alternativas tecnológicas, el costo mínimo para ambiental en el Ecuador, se establece que la principal

55
2.35 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

GRÁFICO 2.12
Tasa anual de deforestación del bosque de mangle (1991–1995)
13 12,4 12,5

9,3
tasa anual (%)

2 1,9
1,6 1,4
1 1,2
0,6
0
Santiago Muisne Cojim’es Chone Golfo de Margen Margen Margen Islas del Otras Total
Cayapas- Guaya- occiden- oriental oriental estuario* zonas
Mataje quil tal* norte* sur*
Fuente: CLIRSEN (1996).
* Correspondientes al golfo de Guayaquil.

GRÁFICO 2.13
Grado de amenaza a los ecosistemas y hábitats marinos y costeros

Ecosistemas
H‡bitats marinos
costeros asociados 13%
32%

Ecosistemas
costeros
55%

Fuentes: Ayarza (1981), Ayón (1987), Boothroyd et al. (1994), DIGEIM (1994), Duffy y Hurtado (1984), Félix
(1994), García (1981), Hurtado (1987, 1990b), Hurtado et al. (1998c), Norse (1993), PMRC (1987, 1989),
Salm y Clarck (1989), Valle (1997, 1998).

56
L o s e c o s i s t e m a s m a r i n o s y c o s t e r o s
2.35

GRÁFICO 2.14
Tipos de amenazas a los ecosistemas y hábitats marinos costeros.

Introducci—n de
especies
5% Cambio atmosfŽrico
Sobreexplotaci—n/ global
interacci—n 4%
21%

Alteraci—n
f’sica
46%
Contaminaci—n
24%

Fuentes: Ayarza (1981), Ayón (1987), Boothroyd et al. (1994), DIGEIM (1994), Duffy y Hurtado (1984), Félix
(1994), García (1981), Hurtado (1987, 1990b), Hurtado et al. (1998c), Norse (1993), PMRC (1987, 1989),
Salm y Clarck (1989), Valle (1997, 1998).

amenaza a los ecosistemas marinos y costeros es la al- medio marino, los bajos se incluyen en este grupo po-
teración física (46%), en comparación con otras cau- co conocido, y también las barreras aluviales, talud
sas de impacto, como consta en el gráfico 2.14. continental, cañón submarino, fosa oceánica y áreas
En el ambiente costero, los ecosistemas que regis- de afloramiento (gráfico 2.15).
tran la mayor acumulación de amenazas conocidas La alteración física es una amenaza que incide en
son los estuarios, bahías y playas y, en el área mari- el mayor número de ecosistemas marinos y costeros.
na, la plataforma continental. Los manglares y los há- Esta incluye actividades como la tala de manglar, la
bitats de especies comerciales, como hábitats asocia- construcción de obras de drenaje y relleno, las faenas
dos, registran la mayor acumulación de amenazas en de pesca de arrastre con efecto permanente en los
relación con los otros hábitats críticos (gráfico 2.15). fondos marinos, y la construcción de represas e in-
Otros ecosistemas costeros con una acumulación fraestructura acuícola que altera los flujos de agua dul-
significativa de problemas son las islas de barrera, los ce. Pero también está la amenaza potencial de la ex-
deltas y las planicies intermareales y costeras. En el plotación de gas en el golfo de Guayaquil (en el Cam-
medio ambiente marino se identifican las islas e islotes po Amistad). Si esta actividad se lleva a cabo sin la
en este grupo (gráfico 2.15). implementación de medidas de prevención ambiental,
Ecosistemas con un menor número de amenazas el área marina adyacente, que es ecológicamente
conocidas son las lagunas costeras, acantilados, du- muy sensible, podría verse afectada.
nas y costas rocosas. Igualmente poco conocidas son La acuicultura de camarón es la actividad produc-
las amenazas sobre los hábitats críticos costeros de las tiva que incide sobre un mayor número de ecosistemas
aves marinas, migratorias o acuáticas, de tortugas y costeros y hábitats asociados, superando a la pesca
mamíferos marinos y de especies amenazadas. En el artesanal e industrial. Sin embargo, con la excepción

57
2.35 L a d i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s

GRÁFICO 2.15
Amenazas a los ecosistemas marinos y costeros
17 16
nœmero de amenazas y/o problemas

11
10
9

7 7

5 5 5 5 5
4
3 3 3 3
2 2 2 2
1 1 1 1
? ? ? ? ? ? ?
0
Planicies intermareales

H‡bitats de aves migratorias

H‡bitats de tortugas marinas

Plataforma continental
Planicies costeras

H‡bitats de aves acu‡ticas


Manglar
H‡bitats de aves marinas
H‡bitats de aves playeras

H‡bitats de mam’feros marinos

H‡bitats de especies amenazadas


H‡bitats de especies comerciales

Cordillera submarina
Playas
Costas rocosas
Acantilados

Lagunas costeras
Islas de barrera
Bah’as
Estuarios

Deltas

Ca–on submarino

Fosas oce‡nicas
Celdas/masas de agua
Afloramientos
Dunas

Bajos
Islas/islotes
Arrecifes
Bancos aluviales

Talud
Ecosistemas costeros Hábitats costeros asociados Ecosistemas marinos

Fuentes: Ayarza (1981), Ayón (1987), Boothroyd et al. (1994), DIGEIM (1994), Duffy y Hurtado (1984), Félix
(1994), García (1981), Hurtado (1987, 1990b), Hurtado et al. (1998c), Norse (1993), PMRC (1987, 1989),
Salm y Clarck (1989), Valle (1997, 1998).

del conocimiento que se tiene sobre la tala del man- Respecto a la introducción de especies, se sabe po-
glar y sus efectos, la incidencia del cultivo de camarón co sobre las implicaciones ecológicas de este fenóme-
sobre otros ecosistemas y hábitats asociados ha sido no, a pesar de las repercusiones económicas que po-
escasamente estudiada. Algo similar ocurre con la in- dría acarrear. Mientras tanto, cada vez se presta más
teracción de las pesquerías artesanal e industrial, cuyo atención a los cambios climáticos, particularmente los
impacto sobre los ecosistemas marinos y costeros ha si- asociados con el impacto de los eventos El Niño.
do marginalmente evaluado, excepto en el caso de la
sobre explotación de ciertos grupos de recursos pes-
queros particularmente en la plataforma continental.
Las amenazas mejor documentadas son la contami-
nación proveniente de fuentes terrestres (doméstica e
industrial) y marinas (hidrocarburos). Se han identifica-
do los sitios crónicos de contaminación donde se mo-
nitorea la calidad del agua, aunque hay poca infor-
mación sobre su impacto en la biodiversidad marina.

58
3

La diversidad de
las especies
Verónica Cano, Mario Hurtado y Carmen Josse

3.1 Diversidad y endemismo de vertebrados terrestres y dulceacuícolas


3.2 Diversidad y endemismo de los mamíferos
3.3 Áreas con mayor diversidad y endemismo de
mamíferos
3.4 Diversidad y endemismo de las aves
3.5 Áreas con mayor diversidad y endemismo de aves
3.6 Diversidad y endemismo de los anfibios y reptiles
3.7 Áreas con mayor diversidad y endemismo de
anfibios y reptiles
3.8 Diversidad y endemismo de los peces
3.9 Diversidad y endemismo de invertebrados terrestres y
dulceacuícolas
3.10 Resumen sobre la diversidad y el endemismo de la fauna
del Ecuador
3.11 Diversidad y endemismo de la flora
3.12 La flora de la Costa
3.13 La flora de la Sierra
3.14 La flora de la Amazonía

59
3 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

3.15 Diversidad de los microorganismos 3.45 Amenazas a las especies marinas y costeras
3.16 Flora: diversidad de las especies cultivadas 3.46 Amenazas a las tortugas marinas
3.17 Fauna: diversidad de las especies 3.47 Amenazas a los cetáceos
domesticadas 3.48 Especies marinas comerciales: valor
3.18 Amenazas a las especies terrestres y económico y estado de conservación
dulceacuícolas 3.49 El camarón
3.19 Introducción de especies exóticas 3.50 Otras pesquerías
3.20 La rana toro 3.51 Los peces pelágicos pequeños
3.21 La tortuga de agua dulce 3.52 El atún
3.22 Otras especies introducidas 3.53 Otras especies transzonales y mi-
3.23 Tráfico de fauna silvestre gratorias
3.24 Tráfico de flora silvestre 3.54 Amenazas a las especies marinas comerciales
3.25 Estado de conservación de las especies
terrestres y dulceacuícolas Anexo 1. Fauna del Ecuador amenazada p. 122
3.26 Fauna amenazada Anexo 2. Flora del Ecuador amenazada p. 130
3.27 Mamíferos amenazados
3.28 Aves amenazadas
3.29 Anfibios amenazados
3.30 Reptiles amenazados
3.31 Flora amenazada
3.32 Diversidad de las especies marinas y
costeras
3.33 Diversidad del plancton
3.34 Diversidad del fitoplancton
3.35 Diversidad del zooplancton
3.36 Diversidad del bentos
3.37 Diversidad del fitobentos
3.38 Diversidad del zoobentos
3.39 Los bivalvos
3.40 Diversidad de los vertebrados marinos
y costeros
3.41 Diversidad de los peces marinos
3.42 Diversidad de los reptiles
marinos
3.43 Diversidad de las aves marinas y
costeras
3.44 Diversidad de los mamíferos
marinos
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.1

s i bien el Ecuador cuenta con una extensi—n territorial relativamente peque–a,


la gran diversidad biol—gica existente lo ha convertido en uno de los pa’ses
m‡s ricos del mundo en lo que a ecosistemas, especies y recursos genŽticos
se refiere. Precisamente, estos valores han justificado la inclusi—n del pa’s dentro del reduci-
do grupo de las naciones denominadas megadiversas, las cuales en conjunto poseen el 70%
de las especies animales y vegetales del planeta (Mittermeier, Robles y Goettsch 1997).
El reconocimiento internacional de tal riqueza biol—gica coloca al pa’s en una situaci—n
privilegiada, y se convierte tambiŽn en un gran compromiso: conservar una biodiversidad
que est‡ sujeta a fuertes amenazas derivadas de actividades antr—picas que no son compati-
bles con el uso sustentable de los recursos naturales. Las respuestas a preguntas como Àcu‡n-
tas y cu‡les son las especies existentes en el pa’s y d—nde est‡n distribuidas? son de trascen-
dental importancia el momento en que se formulan pol’ticas y planes de conservaci—n.

3.1. Diversidad y endemismo de vertebrados referencia a especies marinas y costeras, éstas son tra-
terrestres y dulceacuícolas tadas con mayor detalle en 3.38—50.

La fauna ecuatoriana ha sido estudiada por investiga- 3.2 Diversidad y endemismo de los mamíferos
dores ecuatorianos y extranjeros; sin embargo el esta-
do actual de los inventarios depende del grado de in- Los principales estudios que han aportado al actual
terés que se ha puesto en el estudio de determinados conocimiento sobre los mamíferos del Ecuador constan
grupos taxonómicos. en el cuadro 3.1. Sin embargo, se han desarrollado
Dentro de un contexto particularmente sistemático, también muchas otras investigaciones enfocadas en la
los vertebrados son los mejor conocidos. Se dispone biología, ecología, comportamiento, etc. de diversas
de una significativa cantidad de información sobre especies y grupos taxonómicos, las mismas que han si-
aves y mamíferos, mientras que los anfibios y reptiles do llevadas a cabo por gente sobre todo de las uni-
son grupos que requieren mayor investigación. En lo versidades.
que concierne a la riqueza ictiológica, la información La mayoría de las investigaciones
sobre peces de agua dulce no es completa, y en lo ha sido desarrollada
que se refiere a peces marinos todavía los datos son durante las dos últi-
limitados, especialmente para algunos ambientes. Es mas décadas del
evidente que se requiere desarrollar grandes esfuerzos siglo XX (gráfico
con el fin de alcanzar un nivel de conocimiento más 3.1), y a las puer-
completo. tas del siglo XXI
Aunque en los acápites 3.2—10 también se hace las listas no son

61
3.2 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CUADRO 3.1
Estudios sobre los mamíferos del Ecuador
Año Autor Obra Observaciones
1590 Acosta Historia natural y moral de las Indias Primer reporte de un mamífero del
Ecuador (Sylvilagus brasiliensis)
1789 Velasco Historia del Reino de Quito Primer reporte oficial sobre mamíferos
del Ecuador
1812 Humboldt Relatos del viaje a Sudamérica Reportan varias colecciones
y Bonpland (1799-1804) y especies
1839 Darwin y Relatos del viaje a Sudamérica y Reporte sobre los mamíferos de las
Waterhouse Galápagos (1832-1836) Galápagos
1856-1863 Tomes Varios trabajos Descripciones y reportes de especies depositadas
en el British Museum of Natural History de Londres
1876 Tobar Mamíferos del Ecuador Primera lista para el Ecuador, con 96 especies
1880-1921 Thomas Varios trabajos Descripciones de primates, roedores, edentados,
carnívoros y quirópteros
1892 Wolf Geología y Geografía del Ecuador. Capítulo sobre la fauna del Ecuador
1892-1919 Allen Varios trabajos Descripciones de grupos, sobre todo roedores
1903-1905 Festa Varios trabajos Reportes y datos de colección de mamíferos
1910 Trouessart Mamifferes de la mission Colección y estudio de mamíferos durante la
de l’Equateur Misión Geodésica Francesa
1912-1961 Cabrera Los mamíferos sudamericanos, Registra descripciones y reportes de más de 200
catálogo de los mamíferos de especies del Ecuador
América del Sur, y otros.
1913-1925 Lonnberg Varios trabajos Descripciones y reportes basados en el material
enviado por cónsul Sueco en Ecuador
1921-1926 Anthony Varios trabajos Publica varios reportes acerca de nuevas
especies para el Ecuador
1931-1933 Tate Varios trabajos Se especializó en micromamíferos. La mayoría de
los estudios fueron de sistemática
1931-1938 Spillmann Varios trabajos Reportes sobre mamíferos fósiles
1938-1937 Hershkovitz Varios trabajos Descripciones de especies y estudios sistemáticos
1944 Orcés Sobre la existencia al norte del Primer ecuatoriano que publica un artículo
Amazonas de los géneros Atelocynus científico
y Grammogale
1948-1969 Hoffstetter Varios trabajos Información sobre mamíferos fósiles, sobre
todo edentados
1951 Dorst Quirópteros del Ecuador Incluye datos sobre la distribución y descripción
de algunas especies
1963-1965 Brosset Estado de los mamíferos de Observaciones ecológicas, biológicas y datos
Galápagos y murciélagos de occidente de distribución
1974 Baker Registros de mamíferos de Ecuador Información de 31 especies colectadas en
varias provincias
1979-1990 Trillmich et al. Varios trabajos Grupo de científicos con abundantes estudios
sobre pinnípedos de Galápagos
1980-1997 Albuja et al. Varios trabajos Descripciones y datos acerca de mamíferos
del Ecuador
1982 Albuja Murciélagos del Ecuador Primer compendio para el Ecuador. Incluye 105
especies y 18 nuevos registros
1985-1993 Whitehead Varios trabajos Estudios sobre cetáceos de Galápagos, en
et al. particular sobre el cachalote (Physeter catodon)

62
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.2

CUADRO 3.1 (continuación)

Año Autor Obra Observaciones


1988-1997 Barnett Informes inéditos y varias publicaciones Información sobre roedores andinos; presenta
nuevos registros para el Ecuador
1990-1992 McCracken Varios trabajos Primeros estudios ecológicos y sistemáticos sobre
et al. murciélagos de Galápagos
1991 Albuja Lista de mamíferos del Ecuador Incluye 321 especies para el Ecuador
1996 Albuja y Nueva especie de ratón marsupial Primer ecuatoriano que participa en la
Patterson (Caenolestes condorensis) descripción de una especie
1998 Tirira et al. Biología, sistemática y conservación Memorias del primer seminario-taller sobre
de mamíferos del Ecuador los mamíferos del Ecuador
1999 Tirira Mamíferos del Ecuador Incluye información sobre diversidad y
distribución de mamíferos, una guía de
identificación y datos sobre las colecciones en
el Ecuador y el extranjero. Reporta 369
especies en el Ecuador.
1999 Albuja Murciélagos del Ecuador Reporta 125 especies de murciélagos.
Proporciona datos de historia natural,
distribución y estado de conservación. Incluye
también una clave de identificación.

Modificado de: Tirira (1999).

definitivas; falta aún completar los estudios taxonómi- las listas existentes, pues la taxonomía cambia y tam-
cos de algunos grupos, sobre todo de roedores, y rea- bién es probable que el número de especies aumente
lizar investigaciones en localidades poco estudiadas. si se amplían las investigaciones.
De hecho, la lista de mamíferos ha sido periódicamen- En el Ecuador se encuentra casi el 8% de las espe-
te modificada a medida que se han reportado nuevas cies de mamíferos registradas en el mundo (cuadro
especies en el país. En el inventario de Albuja (1991), 3.3). Esta cantidad es menor a la de países como Bra-
por ejemplo, se menciona la presencia de 324 espe- sil que tiene 524 especies, México con 500, Perú con
cies, 162 géneros, 44 familias y 13 órdenes (cuadro 460 y Colombia con 456, pero indudablemente la
3.2). No obstante, en 1996, esta lista se incrementó gran riqueza biológica de esas naciones está en par-
debido al descubrimiento y descripción de una nueva te relacionada con su extensión territorial, la cual se-
especie de ratón marsupial, Caenolestes condorensis. gún el caso supera de 5 a 31 veces la superficie del
Otros registros recientes son el del ratón de agua del Ecuador (Tirira 1999).
Cajas (en Azuay), Chibchanomis orcesi, y el del ratón De las 369 especies reportadas en el Ecuador, 30
arrozalero de Tate, Oryzomys tatei (Albuja y Patterson son únicas en el mundo, lo cual representa el 8,1% del
1996, Jenkins y Barnett 1997, Musser et al. 1998; to- total nacional. Entre los grupos taxonómicos, el orden
dos citados en Tirira 1999). Ya en 1999, en un inven- Rodentia (que abarca a los roedores) es el que tiene
tario mastozoológico realizado por Tirira, se mencio- mayor cantidad de especies endémicas (22), seguido
na que la mastofauna nativa incluye 13 órdenes, 45 por los órdenes Chiroptera (murciélagos) que tiene cua-
familias, 185 géneros y 369 especies (cuadro 3.2). tro, e Insectivora (musarañas) con dos. Los órdenes Pau-
El incremento en el número de especies, entre cituberculata (que comprende a los ratones marsupia-
1991 y 1999, no solo confirma la diversidad masto- les) y Carnivora (que incluye a los canes y felinos sal-
zoológica del Ecuador; además ratifica la necesidad vajes, lobos marinos, osos, nutrias y cusumbos) tienen
de efectuar constantes revisiones y actualizaciones de solo una especie endémica cada uno (cuadro 3.4).

63
3.3 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.1
Trabajos y publicaciones sobre mamíferos ecuatorianos de acuerdo con las décadas y valores
acumulados, según el año de publicación
300 800

700
250 trabajos en nœmero

n•mero acumulado de trabajos


acumulado
trabajos en cada dŽcada

cada dŽcada 600


de trabajos
200 500

400
150
300
100
200
50 100
0
0
1500 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990
a 1900
Fuente: Tirira (1999).

3.3 Áreas con mayor diversidad y endemismo las hay mayor variedad, pues se han reportado 32 es-
de mamíferos pecies, en tanto que en aguas de la zona continental
se han registrado únicamente 24, como consta en el
Si se relaciona la diversidad de mamíferos con los pi- cuadro 3.5 (Tirira 1999).
sos zoogeográficos del Ecuador (Albuja et al. 1980) No se han realizado estudios detallados que per-
se observa que la mayor parte habita en los pisos tro- mitan identificar las áreas donde están concentradas
picales, a ambos lados de la cordillera de los Andes. las especies endémicas o con distribución restringida.
Así, en el piso tropical oriental se han registrado 191 Sin embargo, los datos proporcionados por Tirira
especies, lo que equivale al 51,8% de la mastofauna (1999) dan una idea de la situación. De acuerdo con
nacional. En los pisos tropicales noroccidental y suroc- los índices de endemismo reportados, la mayor canti-
cidental residen 136 y 116 especies de mamíferos, dad de especies de mamíferos con rangos restringidos
las mismas que representan el 36,9% y el 31,4%, res- al territorio ecuatoriano se concentra en el piso altoan-
pectivamente. dino: de las 49 existentes en ese piso 12 son endémi-
La diversidad de mamíferos disminuye conforme in- cas. Entre los mamíferos terrestres de Galápagos el en-
crementa la altitud. Así, el piso altoandino es el menos demismo es particularmente grande, ya que de las do-
diverso del Ecuador continental, pues cuenta única- ce especies reportadas nueve son endémicas: un lobo
mente con 49 especies (13,3% del total nacional). Se marino, un murciélago y siete ratones (cuadro 3.5). El
ha señalado también que en Galápagos existen solo elevado endemismo del piso altoandino y de Galápa-
doce especies terrestres y que, por lo tanto, esta es la gos se debe, probablemente, al aislamiento geográfi-
región con menor diversidad de animales de este gru- co al que han estado sujetas las especies que allí ha-
po. Sin embargo, en el océano que rodea dichas is- bitan (Albuja et al. 1993).

64
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.4

CUADRO 3.2
Los mamíferos del Ecuador según dos estudios
1. Según Albuja et al. (1993) 2. Según Tirira (1999)
Orden Familias Géneros Especies Orden Familias Géneros Especies
Marsupialia 2 9 21 Didelphiomorphiaa 1 10 19
Artiodactyla 3 6 10 Paucituberculataa 1 1 4
Carnivora 5 17 26 Artiodactyla 3 8 11
Cetacea 5 18 24 Carnivorab 6 23 31
Chiroptera 8 49 118 Cetacea 6 21 33
Xenarthra 4 8 12 Chiroptera 8 55 132
Insectivora 1 1 2 Edentatac 4 8 12
Lagomorpha 1 1 1 Insectivora 1 1 3
Perissodactyla 1 1 3 Lagomorpha 1 1 1
Primates 2 10 19 Perissodactyla 1 1 3
Rodentia 10 38 84 Primates 2 10 19
Pinnipedia 1 3 3 Rodentia 10 45 100
Sirenia 1 1 1 Sirenia 1 1 1
Total 44 162 324 Total 45 185 369
a. Forman parte de los marsupiales.
b. Incluye al orden Pinnipedia.
c. El orden Edentata equivale a Xenarthra.

3.4 Diversidad y endemismo de las aves partir de la década de los 80, la información ornitoló-
gica se incrementó sustancialmente con las contribu-
Es conocido que el continente Sudamericano alberga ciones de Ortiz, Greenfield y Matheus (1990), Ortiz
más de un tercio de la avifauna del mundo y que es- y Carrión (1991), Best, Heijnen y Williams (1996), y
ta riqueza probablemente alcanza su máxima expre- Ridgely, Greenfield y Guerrero (1998), entre otros.
sión en el Ecuador. Se calcula que en este país habi- Por ejemplo, Ortiz y Carrión (1991) registraron
ta más de la mitad de la avifauna del continente y más 1.531 especies de aves para todo el Ecuador, mien-
de la sexta parte de todas las especies de aves del tras que Best, Heijnen y Williams (1996) reportaron
planeta (Ridgely, Greenfield y Guerrero 1998). En 1.570, y Ridgely, Greenfield y Guerrero (1998) men-
comparación con otros países, el Ecuador es supera- cionan que hay 1.578 solamente en el Ecuador con-
do únicamente por Colombia que tiene 1.815 espe- tinental. Si se toma en cuenta esta última cifra y se con-
cies, Perú con 1.703, y Brasil con 1.622 (Mittermeier, sidera que en Galápagos existen 38 endémicas (Ca-
Robles y Goettsch 1997). naday 2000), es posible afirmar que la avifauna del
Las aves han recibido la mayor atención en los es- Ecuador incluye aproximadamente 1.616 especies,
tudios zoogeográficos que se han realizado en el es decir, el 17,9% del total mundial (cuadro 3.3).
país. De acuerdo con Campos (1998), entre los pri- La extraordinaria diversidad de este grupo se ha
meros trabajos científicos sobre este grupo destacan evidenciado en los inventarios llevados a cabo en cier-
los de Oberholser (1902), Chapman (1926) y Norton tos sitios. Solo en Limoncocha (al norte de la Amazo-
(1963) (todos citados en Campos 1998). Luego, a nía), en un área de 12 km2 se encontraron 460 espe-

65
3.5 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CUADRO 3.3 cies, en tanto que en la Estación Científica Río Palen-


Ecuador: número de vertebrados en relación con el que, ubicada en la provincia de Los Ríos, en un área
total mundial de 1,7 km2 se registraron 328, y en el Parque Nacio-
Especies en Especies en Porcentaje nal Podocarpus (en Loja y Zamora Chinchipe) alrede-
Grupo el Ecuador el mundo en el Ecuador dor de 500 (Albuja et al. 1993).
Mamíferos 369 4.629 8 Las especies verdaderamente endémicas para el
Aves 1.616 9.040 17,9 país son relativamente pocas, sobre todo si se tiene en
Reptiles 394 6.458 6 cuenta el reducido tamaño territorial y la posición geo-
Anfibios 415 4.222 9,8 gráfica del Ecuador con respecto a los países vecinos.
Peces 1.340 18.910 7,1 Según el World Conservation Monitoring Centre
Total 4.134 43.259 9,6 (WCMC 1992 citado en Estrella 1993), de las
Fuentes: Para los totales mundiales la fuente es Mittermeier, 1.435 especies de aves que fueron reportadas en ese
Robles y Goettsch (1997). Los datos del Ecuador provienen de año, 37 eran endémicas. Otros autores como Best,
Tirira (1999) para mamíferos; Ridgely, Greenfield y Guerrero
Heijnen y Williams (1996) mencionan que de las
(1998) y Canaday (2000) para aves; Coloma, Quiguango y
Ron (2000) y Torres-Carvajal (2000) para reptiles; Coloma y 1.570 especies de aves que registraron, entre residen-
Quiguango (2000) para anfibios; Barriga (comunicación per- tes y migrantes, 33 son endémicas para el país y 160
sonal 2000), Hurtado, Yturralde y Suárez (2000) y Fundación tienen rangos restringidos de menos de 50.000 km2.
Natura y WWF (1998) para peces.
Por su parte, Ridgely, Greenfield y Guerrero (1998) in-
cluyeron, dentro de las endémicas del territorio conti-
nental, a las especies que tienen un rango de distribu-
ción compartido por Colombia, el Ecuador y el Perú;
conforme a su clasificación, las tres naciones cuentan
con 197 especies que son "endémicas compartidas".
CUADRO 3.4 Finalmente, Canaday (2000) considera que apenas
Los mamíferos endémicos del Ecuador 14 especies son endémicas del Ecuador continental y
Orden Total de Especies 38 lo son de Galápagos (cuadro 3.6).
especies endémicas
Didelphiomorphia 19 0 3.5 Áreas con mayor diversidad y endemismo
Paucituberculata 4 1 de aves
Artiodactyla 11 0
Carnivora 31 1 Se han llevado a cabo varias investigaciones con el
Cetacea 33 0 objetivo de determinar los niveles de diversidad y en-
Chiroptera 132 4 demismo de las aves, y utilizar los resultados como in-
Edentata 12 0 dicadores en la selección de áreas prioritarias para la
conservación.
Insectivora 3 2
Terborgh y Winter (1983 citado en Ulloa, Suárez
Lagomorpha 1 0
y Silva 1995), por ejemplo, analizaron la distribución
Perissodactyla 3 0
de 153 especies con rangos menores a 50.000 km2
Primates 19 0
en el Ecuador y Colombia. Estos autores mencionan
Rodentia 100 22 que dos son las zonas ecuatorianas con niveles altos
Sirenia 1 0 de endemismo: las estribaciones noroccidentales de
Total 369 30 los Andes y la región del río Napo al noroccidente de
Fuente: Tirira (1999). la Amazonía.

66
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.5

Un análisis similar fue realizado por el Consejo In- CUADRO 3.5


ternacional para la Conservación de las Aves (ICBP Diversidad y endemismo de los mamíferos del
1992 citado en Ulloa, Suárez y Silva 1995), en el Ecuador según la región o piso zoogeográfico
cual se identificaron 121 sitios prioritarios para la con- Total de Especies
servación de la biodiversidad de la Tierra. Once de especies endémicas
éstos están localizados en el Ecuador; sobresalen el Piso zoogeográfico
noroccidente, las estribaciones occidentales de la cor- Trópico noroccidental 136 2
dillera de los Andes, los bosques secos del surocciden-
Trópico suroccidental 116 1
te y los Andes centrales. Otras zonas mencionadas
fueron las estribaciones orientales, la región del Na- Trópico oriental 191 2
po,1 los bosques de la cordillera oriental de los Andes Subtrópico occidental 110 3
y Galápagos.
Subtrópico oriental 114 0
La organización BirdLife International identificó zo-
nas denominadas áreas de endemismo de aves (EBA Templado occidental 57 7

por sus siglas en inglés) alrededor del mundo. Cada Templado oriental 51 6
una de éstas tiene prioridad en cuanto a la conserva- Altoandino 49 12
ción debido a que están sujetas a fuertes presiones an-
Galápagosa 12 9
trópicas y, a la vez, albergan dos o más especies de
aves con rangos de distribución menores a 50.000 Región
km2. A escala mundial se identificaron 2.600 especies Zona continental del
de aves con rangos restringidos (27% del total mundial) Océano Pacífico 24 0
y fueron acomodadas en 221 áreas de endemismo de
Zona insular del
aves, las mismas que albergan aproximadamente el
Océano Pacíficoa 32 1
78% de las especies que están en peligro de extinción.
En el Ecuador se han registrado 160 especies con dis- Fuente: Tirira (1999).
a Incluye las tres especies de pinnípedos.
tribución restringida, las cuales están repartidas en nue-
ve áreas de endemismo de aves: Chocó, centro norte
de los Andes, este de los Andes del Ecuador y Perú,
Amazonía y tierras bajas del Napo, región Tumbesina,
centro sur de los Andes, bosque de la cumbre de los
Andes, páramo central Andino, y Galápagos (mapa
CUADRO 3.6
5, p. 185) (Best, Heijnen y Williams 1996).
Número de aves endémicas del Ecuador según tres
Cabe señalar que muy pocas de las áreas de en- estudios
demismo de aves identificadas sostienen más de 50
Total de Especies Porcentaje
especies con rangos restringidos. Así, las áreas de es-
Estudios especies endémicas de endemismo
te tipo localizadas en la región Tumbesina del occiden-
te del Ecuador y Perú son internacionalmente importan- WCMC (1992
tes pues poseen 55 especies con rangos de distribu- citado en Estrella
ción menores a 50.000 km2 (Best y Kessler 1995). 1993) 1.435 37 2,6

Best, Heijnen y
Williams (1996) 1.570 33 2,1
1. La regi—n del Napo es un centro de biodiversidad y endemismo que correspon-
de a la esquina noroccidental de la regi—n amaz—nica. Canaday (2000) 1.616 52 3,2

67
3.6 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

Finalmente, en el estudio realizado por Sierra, tano bajo y la zona gelidofitia. Contrariamente, los
Campos y Chamberlin (1999) se menciona que la ambientes acuáticos y semiacuáticos presentaron los
avifauna ecuatoriana está concentrada bajo los menores valores de endemismo (mapa 7, p. 187) (Sie-
1.000–1.300 m de altitud, o sea en áreas que co- rra, Campos y Chamberlin 1999).
rresponden, según Albuja et al. (1980), al piso tropi-
cal, o en zonas de tierras bajas y piemontanas, se- 3.6 Diversidad y endemismo de los anfibios y reptiles
gún Sierra (1999b). De acuerdo con los análisis, la
diversidad de aves decrece conforme incrementa la Estos grupos taxonómicos han sido formalmente estu-
altitud hacia las estribaciones en los pisos montano diados desde 1800, fecha en la que se publicaron
bajo, montano y altoandino, y aumenta a medida las primeras descripciones de anfibios y reptiles ecua-
que la humedad se eleva. Así, en la Costa, la región torianos basadas en el material colectado por diversos
tropical árida tiene menor cantidad de especies que naturalistas. Trabajos como los de Gray (1831), Gunt-
la tropical húmeda (gráfico 3.2). her (1859), Peters (1861), Jiménez de la Espada
Al analizar los tipos de vege- (1875), Cope (1876) y Boulenger (1880) —todos ci-
tación propuestos por Sierra tados en Albuja et al. (1993)— contribuyeron notable-
(1999b), en función mente al conocimiento de la herpetofauna de Ecuador.
del número de especies, Asimismo, a inicios del siglo XX, en 1900, Despax pu-
se determinó que los blicó un trabajo sobre las colecciones realizadas por
bosques siempreverdes la Misión Geodésica, y entre 1934 y 1938 Parker
de tierras bajas de la presentó varios trabajos sobre los anfibios y reptiles
Amazonía y los bosques pie- del sur de Ecuador. En la década de los 40, Orcés
montanos de la Costa son los realizó sus primeros aportes sobre los ofidios veneno-
más diversos, puesto que allí habita sos y los Testudinidae ecuatorianos (Albuja et al.
alrededor del 30% de las especies 1993), y en las décadas siguientes destacan los tra-
ecuatorianas (mapa 6, p. 186). El bos- bajos sobre sistemática y zoogeografía realizados por
que siempreverde montano bajo de la Duellman (1969, 1972, 1973, 1978, 1981, 1990)
cordillera de la Costa, el bosque inun- y Lynch (1968, 1969, 1970, 1972, 1973, 1980,
dado de tierras bajas de la Amazonía y 1981) —todos citados en Coloma (1991). En cuanto
el bosque siempreverde montano de las a los aportes realizados por investigadores naciona-
cordilleras amazónicas son ecosistemas que al- les, cabe resaltar la labor de Orcés, Almendáriz y Co-
bergan al menos el 20% de las especies de aves loma, entre otros. En el transcurso de los años 90 el
del Ecuador. En cambio, los ecosistemas menos diver- estudio de la herpetofauna ha despertado gran inte-
sos son los bosques de palmas de la Amazonía, la rés, sobre todo para los diagnósticos ambientales,
gelidofitia, los herbazales montano altos, el herbazal puesto que muchas especies pueden ser utilizadas co-
montano, los páramos y el matorral seco montano de mo bioindicadoras (Campos 1998). A pesar de la
los Andes. Todos estos acogen menos del 4% de la gran cantidad de información que ha sido generada,
avifauna ecuatoriana (mapa 6, p. 186) (Sierra, Cam- los inventarios de herpetofauna todavía son incomple-
pos y Chamberlin 1999). tos debido a que hay zonas que no han sido bien ex-
Las áreas con mayor endemismo corresponden a ploradas, como las estribaciones orientales y occiden-
los ambientes secos de la Costa, entre los que desta- tales (Albuja et al. 1993).
can los bosques deciduos y semideciduos de tierras En lo que concierne a diversidad, Coloma (1991)
bajas de la Costa, la sabana, el bosque semideciduo recopiló y revisó la información acerca de los anfibios
piemontano de la Costa, el bosque semideciduo mon- del Ecuador y, con base en las especies descritas has-

68
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.6

GRÁFICO 3.2
Distribución ecosistémica de la avifauna
700
700

485 485
450
nœmero de especies

300 300

220
195 190 190

100 105 95
90
45
Tropical ‡rido occidental

Tropical hœmedo occidental

Piemontano occidental

Montano bajo occidental

Montano occidental

P‡ramo occidental
Gal‡pagos

Interandino

P‡ramo oriental

Montano oriental

Montano bajo oriental

Piemontano oriental

Tropical hœmedo oriental


OcŽano

Costa

Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).


Nota: Solo se toma en cuenta 1.512 especies.

ta diciembre de 1990, reportó 375 especies. A su descritas a partir de especímenes colectados en los te-
vez, Almendáriz (1991), publicó una lista con 402 es- rritorios insular, marítimo y continental (Coloma, Qui-
pecies de anfibios, las cuales fueron registradas tanto guango y Ron 2000, Torres-Carvajal 2000).
en el Ecuador continental como en Galápagos. Final- Según los reportes más actuales, el número de es-
mente, en una publicación reciente Coloma y Qui- pecies de anfibios y reptiles del Ecuador representa,
guango (2000) reportan que 415 especies han sido respectivamente, el 9,8% y el 6% de la diversidad de
formalmente descritas para el país. la herpetofauna mundial (cuadro 3.3). De las 374 es-
Por otro lado, se conoce que desde 1900 el nú- pecies de reptiles incluidas en la lista de Mittermeier,
mero de especies de reptiles ecuatorianos que han si- Robles y Goettsch (1997) —en la cual constan cinco
do descritas se ha incrementado en 13 especies cada especies menos de las reportadas por Almendáriz
año, como promedio. Por ejemplo, en 1991 Almen- (1991)—, 114 son endémicas del Ecuador (30,5%),
dáriz reportó 379 especies de reptiles para el Ecua- mientras que de las 402 especies de anfibios señala-
dor, mientras que en las listas publicadas en el 2000 das (trece menos que Coloma y Quiguango 2000),
se incluyen 394 especies, las mismas que han sido 138 son endémicas (34,3%). Coloma y Lombeida

69
3.7 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

(1992) difieren en cuanto al endemismo de anfibios, dad existente. Entre éstos se puede citar el de Torres-
pues señalan que de las 402 especies reportadas has- Carvajal (1998), quien indica que el género Stenocer-
ta 1992, aproximadamente 240, es decir el 60%, cus (un grupo de lagartijas) es uno de los más diversos
son endémicas. del Ecuador, pues comprende 13 especies de las cua-
les el 77% son endémicas. Es interesante acotar que,
3.7 Áreas con mayor diversidad y endemismo en este caso, el rango de distribución de Stenocercus
de anfibios y reptiles abarca principalmente la cordillera de los Andes, ha-
biendo solo una especie en la Costa y otra en la Ama-
La mayor parte de las especies de reptiles y anfibios zonía.
habita en las zonas bajas del Ecuador y, conforme au-
menta la altitud, decrece su diversidad. Aproximada- 3.8 Diversidad y endemismo de los peces
mente el 29,6% de las especies de anfibios y el
27,8% de las de reptiles están localizadas en el piso Los peces constituyen el segundo grupo más numeroso
tropical oriental. Mientras tanto, en el piso tropical oc- y menos conocido dentro de los vertebrados ecuato-
cidental se distribuye el 21,4% y el 27,4% de las es- rianos. En general, las investigaciones ictiológicas rea-
pecies de anfibios y reptiles, respectivamente. En com- lizadas en el país han sido puntuales y enfocadas al
paración, tan solo el 6,8% de las especies de reptiles estudio de pequeñas colecciones provenientes de po-
habita en el piso altoandino. Paradójicamente, se cal- cos sistemas fluviales. Gran parte de las contribucio-
cula que el 77% de las especies de anfibios que es- nes al conocimiento de este grupo ha provenido de
tán distribuidas en los pisos de mayor altitud son endé- las investigaciones realizadas por extranjeros; sin em-
micas (Coloma y Quiguango 2000, Coloma, Qui- bargo, también existen trabajos que reflejan el esfuer-
guango y Ron 2000, Torres-Carvajal 2000). zo nacional desarrollado en lo concerniente a este ám-
Duellman (1978 citado en Campos 1998), por bito (Albuja et al. 1993).
ejemplo, reportó 86 especies de anfibios y 87 de rep- Los resultados obtenidos de diversas investigacio-
tiles en Santa Cecilia (Sucumbíos), en un área de ape- nes ratifican la enorme diversidad ictiológica del país.
nas 3 km2, lo cual constituyó, en su momento, un ré- Balon y Stewart (1983 citado en Albuja et al. 1993)
cord mundial. Por otra parte, en una reciente investiga- encontraron 470 especies de peces en la cuenca del
ción llevada a cabo en el Parque Nacional Yasuní se río Napo, número que supera los registros de cual-
registraron 111 especies de anfibios y 107 de repti- quier otro sistema hidrográfico de tamaño similar en el
les. Seis especies de ranas de la familia Hylidae (ra- mundo. Hace casi una década, Barriga (1991) repor-
nas arbóreas) colectadas durante ese estudio constitu- tó que en el Ecuador había 706 especies de agua
yeron nuevos registros para la fauna ecuatoriana, dulce comprendidas dentro de 61 familias. No obs-
puesto que hasta 1998 habían sido registradas única- tante, en el 2000 este autor calcula que la riqueza ic-
mente en la Amazonía perua- tiológica es de por lo menos 820 especies (Barriga
na (Campos 1998). comunicación personal 2000).
Estudios más Los reportes sobre los peces de agua dulce (Barri-
específicos acer- ga 1991) y de aguas marinas continentales (Hurtado,
ca de la herpeto- Yturralde y Suárez 2000), así como de los endémicos
fauna del país tam- de Galápagos (Grove y Lavenberg 1997 citado en
bién corrobo- Fundación Natura y WWF 1998), permiten afirmar
ran la gran que este grupo está representado, en el Ecuador, por
diversi- alrededor de 1.340 especies, cifra que equivale al
7,1% de la biodiversidad mundial (cuadro 3.3). Este

70
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e i n v e r t e b r a d o s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.9

RECUADRO 3.1
Los escarabajos con cuernos

En su estudio sobre los escarabajos con cuernos presentes en el Ecuador (Coleoptera: Scarabaeidae: Dynas-
tinae), P. Ortiz (1997) menciona que hay 173 especies. Ella incluye 74 nuevos registros para el pa’s, de los
cuales 35 corresponden a especies endŽmicas en su mayor’a pertenecientes al gŽnero Cyclocephala. En lo
concerniente a los patrones de distribuci—n se indica que: el 32% de las especies se encuentra en ambos la-
dos de los Andes, bajo los 2000 m de altitud; el 24% se encuentra exclusivamente en el piso oriental; el 19%
habita en el piso occidental; y el 6% ocupa solo el piso altoandino. TambiŽn se encontraron especies que ha-
bitan en m‡s de un piso altitudinal: el 4% ocupa los pisos altoandino y amaz—nico, el 3% los pisos altoandi-
no y occidental; y finalmente el 12% se encuentra en los tres pisos (altoandino, oriental y occidental).

número fácilmente puede aumentar conforme se inten- en el mundo (Ministério do Meio Ambiente 1998).
sifiquen las investigaciones. En los diferentes estudios acerca de los invertebra-
A pesar de que no se cuenta con datos precisos so- dos del Ecuador se ha prestado atención principalmen-
bre los peces de agua dulce, cuya distribución está te a los que tienen importancia económica; muy pocos
restringida al territorio ecuatoriano, la información pa- enfatizan aspectos de diversidad o endemismo. Sin em-
rece reflejar, en general, un elevado grado de ende- bargo, los datos permiten suponer que se trata de un
mismo (Barriga 1994 citado en CAAM 1995). grupo muy diverso. Tampoco se sabe con exactitud
Por otro lado, aunque no hay datos actuales que cuántas y cuáles son las especies de insectos que se en-
permitan identificar las áreas más sobresalientes en cuentran en el país. No obstante, y solo para tener una
cuanto a diversidad de peces, hasta comienzos de la idea, en una hectárea de bosque tropical ubicado en
década de los 90 el piso tropical oriental era recono- las cercanías de la Estación Científica Yasuní de la Pon-
cido por albergar el mayor número de especies (apro- tificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) se regis-
ximadamente el 72% del total nacional), mientras que traron alrededor de 60.000 especies (Morell 1999).
los pisos tropical noroccidental y subtropical occiden- Una de las instituciones que más ha contribuido en
tal le seguían en importancia (15,3 y 14% de espe- el campo de la entomología es la PUCE. En el Museo
cies respectivamente). Según Barriga (comunicación de Zoología QCAZ, que es parte de esa universidad,
personal 2000), a comienzos del tercer milenio estas se guarda y genera gran parte de la información exis-
tendencias aún son vigentes. tente sobre los insectos ecuatorianos. En los recuadros
3.1, 3.2, y 3.3 se presentan los resultados de tres in-
3.9 Diversidad y endemismo de invertebrados vestigaciones que han sido desarrolladas con base en
terrestres y dulceacuícolas las colecciones de dicho museo, y que fueron comple-
mentadas con estudios de campo. Estos trabajos pro-
Los invertebrados incluyen aproximadamente el 95% porcionan una idea de la diversidad de este grupo ta-
de todas las especies animales conocidas. Solo el xonómico.
phylum Arthropoda (que comprende a los crustáceos, El Ecuador también sobresale por la gran diversi-
miriápodos, insectos, arañas y escorpiones, entre otros dad de lepidópteros, pues cuenta con 2.200 especies
grupos) cuenta con 1,5 millones de especies descritas, de mariposas, de las cuales 200 (9%) son endémicas
apenas una pequeña fracción de lo que debe existir del país. En el caso de las papiliónidas (morfo o ma-

71
3.10 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.2
Los carábidos

Los car‡bidos (Coleoptera: Carabidae) conforman una de las familias m‡s grandes dentro del orden
que agrupa a los escarabajos: aproximadamente 40.000 especies han sido reportadas en todo el mun-
do. En el Ecuador este grupo se distribuye desde el nivel del mar hasta los 5.000 m de altitud, inclu-
yendo Gal‡pagos, pero los pisos zoogeogr‡ficos donde hay m‡s especies son el altoandino y el tropi-
cal oriental. En total hay 377 especies (340 en el continente y 37 en Gal‡pagos) de las cuales 154 son
endŽmicas (120 en el continente y 34 en la regi—n insular) (Zapata 1997).

riposas azules) se calcula que 69 especies habitan en vertebrados, excluidos los peces, alcanza 2.794 espe-
el Ecuador, de las cuales tres son endémicas (Mitter- cies, lo cual representa el 11,47% del total mundial.
meier, Robles y Goettsch 1997). Aproximadamente Según los datos de Mittermeier, Robles y Goettsch
1.500 especies de mariposas pertenecientes al subor- (1997), que subestiman las cifras actuales, el Ecuador
den Rhopalocera (mariposas diurnas) han sido repor- ocupa el cuarto puesto entre los países con mayor di-
tadas para el país, lo cual corrobora la gran diversi- versidad de vertebrados (sin incluir a los peces). Asimis-
dad existente, pues en Brasil —que es un país con una mo, en lo que se refiere a diversidad de anfibios, este
extensión territorial mucho mayor— se han registrado país ocupa uno de los primeros puestos, posición supe-
3.000 especies (Moreno Espinoza en prep. citado en rada únicamente por Brasil y Colombia, y en cuanto a
Estrella 1993). En los acápites 3.39—45 se trata con aves y reptiles ocupa el cuarto y octavo lugares mun-
detalle a los invertebrados marinos y costeros. diales, respectivamente (cuadro 3.7). Mittermeier, Ro-
bles y Goettsch mencionan que si la diversidad de es-
3.10 Resumen sobre la diversidad y el endemismo tos dos grupos se traduce en número de especies por
de la fauna del Ecuador unidad de superficie, el Ecuador tendría 1,42 espe-
cies de anfibios y 5,5 de aves por cada 1.000 km2.
En este acápite se proporcionará datos comparativos Estas cantidades son relevantes si se las compara con
de la diversidad y el endemismo del Ecuador con res- las de Brasil, que tiene apenas 0,06 especies de anfi-
pecto a otros países. En algunos casos, las compara- bios y 0,19 de aves por cada 1.000 km2.
ciones presentadas han sido hechas con base en estu- En lo concerniente a peces, Mittermeier, Robles y
dios cuyas cifras difieren de las más actualizadas pa- Goettsch (1997) han señalado que, en el Ecuador, el
ra el país. No obstante, dicha información entrega número de especies dulceacuícolas es mayor a 44,
una visión clara de la importancia de una riqueza bio- dato que es ampliamente superado en los reportes ac-
lógica que sobresale en el neotrópico y el mundo. tuales. Así, en un trabajo realizado por Barriga (1991)
Hasta el momento se han registrado en el Ecuador se reportaron 706 especies de agua dulce, mientras
415 especies de anfibios, 394 de reptiles, 1.616 de que en el 2000 este autor considera que hay alrede-
aves y 369 de mamíferos (Coloma y Quiguango dor de 820 (Barriga com. pers. 2000). Si a esta cifra
2000, Coloma, Quiguango y Ron 2000, Torres-Car- se suman 479 especies de peces marinos (Hurtado,
vajal 2000, Ridgely, Greenfield y Guerrero 1998, Ca- Yturralde y Suárez 2000) y 41 especies endémicas de
naday 2000, Tirira 1999). Es decir, la diversidad de Galápagos (Grove y Lavenberg 1997 citado en Fun-

72
R e s u m e n s o b r e l a d i v e r s i d a d y e l e n d e m i s m o d e l a f a u n a d e l E c u a d o r
3.10

RECUADRO 3.3
Los mántidos

La superfamilia Mantodea (que abarca a las mantis) incluye 1.900 especies, de las cuales 416 habitan
en el neotr—pico (que es la regi—n que incluye los territorios desde MŽxico hasta el estrecho de Maga-
llanes). En el estudio realizado por Ayala (1998) se menciona que en el pa’s hay 69 especies dentro
de 33 gŽneros; con este trabajo se reportaron 9 especies nuevas para la ciencia. De acuerdo con estos
resultados, la cantidad de especies en Ecuador equivale al 3,6% de la diversidad de m‡ntidos del pla-
neta y al 16,2% del total neotropical.
Estas cifras son superiores a los reportes de los pa’ses vecinos, cuya extensi—n es mayor. De he-
cho, mientras en el Ecuador por cada 100.000 km2 hay 25 especies, en Colombia, Perœ y Brasil esta ci-
fra var’a entre una y cuatro. El endemismo de este grupo tambiŽn es alto ya que 25 de las 69 especies
y tres de los 33 gŽneros son œnicos del pa’s.
La mayor diversidad de m‡ntidos existe en la Amazon’a (46,7%), seguida por la Costa (28,3%) y
la Sierra (3,3%) y Gal‡pagos (1,7%). Adem‡s, se encontraron especies que est‡n distribuidas en varias
regiones; de Žstas el 13,3% habita tanto en la Costa como en la Amazon’a, el 3,3% est‡ en las tres re-
giones del Ecuador continental, el 1,7% habita en la Amazon’a y en la Sierra, y el 1,7% est‡ en la Cos-
ta y en la Sierra.

dación Natura y WWF 1998), resulta que el Ecuador han sido reportadas como endémicas (porcentaje rela-
tiene aproximadamente 1.340 especies de peces. cionado con las 364 especies reportadas por Mitter-
En cuanto a los invertebrados, la información toda- meier, Robles y Goettsch). En los casos de las aves y
vía es insuficiente. No obstante, en lo que se refiere a de los mamíferos, las cifras son menores: se ha repor-
las mariposas, las 2.200 especies del Ecuador permi- tado que 52 especies de aves —de las cuales 38 es-
ten que se ubique en el séptimo puesto mundial, y en tán restringidas a Galápagos— son endémicas del
el quinto respecto de la diversidad de papiliónidas Ecuador (Canaday 2000); mientras tanto, solo 30 es-
(cuadro 3.7) (Mittermeier, Robles y Goettsch 1997). pecies de mamíferos tienen rangos limitados al territo-
Pero no solamente el número absoluto de especies rio nacional (Tirira 1999). De acuerdo con las cifras
es elevado; también existe un gran endemismo. De proporcionadas por Mittermeier, Robles y Goettsch, el
acuerdo con la información existente, se calcula que Ecuador se ubica en el séptimo puesto mundial por el
de las 2.794 especies de vertebrados (excluidos los endemismo de anfibios, y en el noveno por el de rep-
peces) aproximadamente 436 son endémicas del tiles, como consta en el cuadro 3.8. Por último, en
Ecuador (15,6% del total). En cuanto al nivel de ende- lo concerniente a invertebrados, este país sobre-
mismo por grupos, los reportes indican que sale por su gran endemis-
240 especies de anfibios son endémicas pa- mo de mariposas (200 es-
ra el territorio ecuatoriano, lo cual equivale al pecies), lo cual lo ubica en
60% del total nacional (porcentaje relacio- el sexto lugar del mundo
nado con las 402 especies señaladas por (cuadro 3.8).
Coloma y Lombeida 1992). Dentro del gru-
po de los reptiles, 114 especies (30,5%)

73
3.11 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CUADRO 3.7
Posición mundial del Ecuador por cantidad de especies según grupos taxonómicos
Vertebrados Anfibios: Aves: Reptiles: octavo Mariposas: Mariposas
(excepto tercer lugar cuarto lugar lugar séptimo lugar papiliónidas:
peces): cuarto quinto lugar
lugar
Colombia Colombia Colombia Australia Perú Indonesia
(3.374) (583) (1.815) (755) (3.532) (121)
Brasil Brasil Perú México Brasil China
(3.131) (517) (1.703) (717) (3.132) (104)
Indonesia Ecuador Brasil Colombia Colombia India
(2.827) (402) (1.622) (520) (3.100) (77)
Ecuador México Ecuador Indonesia Bolivia Brasil
(2.606) (284) (1.559) (511) (3.000) (74)
Perú China Indonesia Brasil Venezuela Ecuador
(2.586) (274) (1.531) (468) (2.316) (69)
México Indonesia Venezuela India México Myanmar
(2.501) (270) (1.360) (408) (2.337) (68)
China Perú India China Ecuador Colombia
(2.404) (241) (1.258) (387) (2.200) (59)
India India Bolivia Ecuador Indonesia Perú
(2.222) (206) (1.257) (374) (1.900) (58-59)
Fuente: Mittermeier, Robles y Goettsch (1997).

3.11 Diversidad y endemismo de la flora más aporta a esta diversidad, pues cuenta con 2.999
especies de las cuales el 43% son endémicas del país.
El Catálogo de las Plantas Vasculares del Ecuador Si bien en el mencionado Catálogo también se
(Møller Jørgensen y León 1999) constituye el más re- presenta un análisis de la flora a partir de la composi-
ciente y exhaustivo estudio de la flora del país, puesto ción de especies en los diferentes rangos altitudinales,
que no se limita al tratamiento taxonómico; allí también los autores del mismo hallaron que es difícil encontrar
se analiza la diversidad, distribución geográfica, ende- rangos discretos de distribución, es decir, cualquier zo-
mismo y similitud entre zonas. Según esta publicación, na de elevación (por ejemplo, la de 2.000–2.500 m
en el Ecuador se han registrado 16.087 especies en de altitud) tiene el mismo índice de similitud con la zo-
273 familias, número que incluye 595 especies intro- na de 2.500–3.000 m de altitud, que ésta última con
ducidas y l86 que por su distribución global se espera- la zona entre 3.000 y 3.500 m de altitud. Este patrón
ría encontrar también en el país. Así, en dicha publica- en la composición cambia drásticamente solo a partir
ción se calcula que hay 15.306 especies nativas, de de los 3.500 m de altitud.
las cuales 4.173 son endémicas, es decir el 27,3%. Otro aspecto importante es la correlación que exis-
Esta riqueza coloca al Ecuador en el séptimo u octavo te entre superficie y número de especies en las distin-
lugar mundial en cuanto a diversidad de plantas vascu- tas zonas de elevación: cuanto mayor es la extensión,
lares, mientras que el número de plantas endémicas co- mayor será la diversidad. Una excepción a esta pre-
rresponde al 1,6% de las especies existentes en la Tie- misa son los bosques de los flancos externos de los An-
rra (gráfico 3.3). El grupo de las orquídeas es el que des situados entre 2.000 y 3.000 m de altitud, que

74
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e l a f l o r a
3.12

CUADRO 3.8
Posición mundial del Ecuador por cantidad de especies endémicas de anfibios, reptiles y mariposas
Anfibios endémicos: Reptiles endémicos: Mariposas endémicas:
séptimo lugar noveno lugar sexto lugar
Colombia Australia Indonesia
(367) (616) (700)
Brasil México Filipinas
(294) (368) (352)
Madagascar Madagascar Perú
(176) (274) (350)
China India Colombia
(175) (187) (300)
Australia Brasil Madagascar
(169) (172) (250)
México Indonesia Ecuador
(169) (150) (200)
Ecuador China México
(138) (133) (200)
Papua Nueva Guinea Filipinas Brasil
(134) (131) (200)
Estados Unidos Ecuador China
(126) (114) (200)
Fuente: Mittermeier, Robles y Goettsch (1997).

albergan una gran diversidad de flora, pese a su limi- Por supuesto, algunas de éstas también están presen-
tada superficie. Las plantas de lugares como estos son tes en otras regiones; al comparar la composición de
bastante desconocidas lo cual hace posible que una especies en las cuatro regiones naturales (Costa, Ama-
nueva especie de planta sea descrita para el Ecuador, zonía, Sierra y Galápagos), la mayor similitud se en-
cada dos días. cuentra entre las dos primeras.
En general, la distribución geográfica de los sitios Los géneros y familias más diversas de la Costa co-
de colección de plantas está relacionada con las vías rresponden a epífitas; sin embargo, también hay gru-
de comunicación, por lo cual las regiones de difícil ac- pos de plantas leñosas que tienen una alta importan-
ceso o carentes de caminos son prácticamente desco- cia entre la flora de la región, por ejemplo las legumi-
nocidas. La investigación de tales zonas podría elevar nosas y las especies del género Solanum.
fácilmente el número de especies de plantas del Ecua- La Costa cuenta con un gran número de ecosiste-
dor a cerca de 20.000. mas y microhábitats debido a múltiples razones. Una
es la presencia de una cordillera costera algo fragmen-
3.12 La flora de la Costa tada que se eleva hasta aproximadamente 800 m de
altitud en formaciones orográficas como las montañas
Considerando que, según Møller Jørgensen y León de Mache–Chindul, Cojimíes, Jama, Chongón–Colon-
(1999), la Costa comprende el área que va desde el che, Churute y Molleturo. Además, allí hay dos impor-
nivel del mar hasta 1.000 m de altitud, en esta región tantes cuencas hidrográficas, las de los ríos Esmeral-
existen 4.463 especies (casi 30% del total nacional). das y Guayas; también influye la presencia de la zo-

75
3.12 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.3
Número aproximado de especies en los países con mayor diversidad de plantas
60.000

50.000
nœmero de especies

40.000

30.000

20.000

10.000
0
Colombia

China

MŽxico
Venezuela

Perœ

Australia

Ecuador

Indonesia

E.U.A.

India
Brasil

Fuente: Mittermeier, Robles y Goettsch (1997).

na piemontana de los Andes. A estas condiciones oro- • Los manglares albergan 58 especies de las
gráficas se agrega la fuerte influencia climática de las cuales un 74% corresponden a epífitas (Corne-
corrientes marinas (véase 2.24). Con base en estos cri- jo 1994 citado en Bonifaz 1998).
terios, el bosque occidental del Ecuador puede ser di- • En la Estación Biológica de Bilsa —en la pro-
vidido en tres sectores: norte, central, y uno compues- vincia de Esmeraldas— se han reportado 15
to por la estrecha franja de tierras bajas al sur y las es- nuevas especies (seis de epífitas, cinco de soto-
tribaciones de los Andes (Bonifaz 1998). bosque y cuatro arbóreas), y un nuevo género.
De acuerdo con Cerón et al. (1999), la Costa se • Hay de un 50 a un 63% menos de especies de
divide en tres subregiones: norte, centro y sur. A su árboles y lianas con diámetros mayores a 10
vez, cada una de éstas se subdivide en tres sectores: cm que en la región amazónica ecuatoriana, a
tierras bajas, estribaciones de la cordillera occidental cambio de mayor diversidad en los estratos her-
y cordillera costera, excepto la subregión sur que ca- báceo, arbustivo y epífito (Bonifaz 1998).
rece de la cordillera costera. La siguiente subdivisión
de estos sectores corresponde a las formaciones vege- El sector occidental central de la Costa comprende los
tales propiamente dichas. bosques secos deciduos, semideciduos, húmedos
Según Bonifaz (1998), la Costa norte corresponde siempreverdes, matorrales secos, formaciones de sa-
básicamente a las formaciones de la provincia de Es- bana y manglares de Manabí, Los Ríos y Guayas. Los
meraldas conformadas por bosques siempreverdes hú- estudios florísticos realizados en el sector han aporta-
medos y muy húmedos, bosques semideciduos y man- do con los siguientes hallazgos:
glares. En este sector se han realizado algunos estu-
dios florísticos cuyos principales resultados revelan • La diversidad tiende a aumentar con la altitud,
que: la humedad y la pluviosidad, según indican los
inventarios de Palenque y Jauneche (en Los
• Existen aproximadamente 500 especies made- Ríos), donde se encontraron 1.100 y 728 es-
rables (Little y Dixon 1969 citado en Bonifaz pecies respectivamente (Dodson, Gentry y Val-
1998). verde 1985).

76
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e l a f l o r a
3.12

RECUADRO 3.4
La familia de las palmas

En el Ecuador existen 29 gŽneros y 120 especies de palmas nativas. A pesar de que este pa’s cubre apenas el
2% del ‡rea de SuramŽrica, en su territorio se encuentra el 53% de los gŽneros y el 15% de las especies de
palmas sudamericanas. Los gŽneros m‡s diversos son Geonoma con 30 especies, Bactris con 16, Wettinia
con 14 y Aiphanes con 11, y 13 gŽneros est‡n representados con solo una especie.
Las palmas est‡n distribuidas en el Ecuador desde el nivel del mar hasta los 3.500 m de altitud con la
especie Ceroxylon parvifrons (palma de ramos o palma de cera). En la Costa se han registrado 50 especies,
de las cuales 22 son restringidas a esa regi—n. En la Sierra hay 15 gŽneros y 50 especies de las cuales 7 son
endŽmicas. En la Amazon’a existen 60 especies de las cuales 40 son restringidas para esta regi—n.
En total, 16 son las palmas endŽmicas del Ecuador. De Žstas, siete tienen poblaciones geogr‡ficamente
muy restringidas sobre todo ubicadas en la zona biogeogr‡fica del sureste del pa’s.

Fuente: Valencia et al. (1998).

• En las cinco diferentes zonas de vida de la cor- Por último, el sector de la Costa sur y estribaciones oc-
dillera de Chongón–Colonche se registraron cidentales de los Andes corresponde a El Oro y parte
680 especies de árboles, arbustos, hierbas, de Loja, donde hay importantes extensiones de man-
epífitas y parásitas (Valverde 1991), mientras glar, matorrales secos, bosques secos deciduos y semi-
que en una hectárea del bosque húmedo de deciduos, y bosques húmedos premontanos. En esta
esa cordillera hubo 250 especies (Fundación subregión, donde la extensión de las planicies entre el
Natura 1992 citado en Bonifaz 1998). perfil costero y las montañas se reduce drásticamente,
• En los bosques secos y húmedos del Parque también se han llevado a cabo estudios florísticos, pe-
Nacional Machalilla, que forman parte de la ro en menor número que en los otros sectores. Esta es
cordillera de Chongón–Colonche, se han re- alguna de la información:
portado 93 especies maderables (García y
Santos 1991 citado en Bonifaz 1998). En esa • En un estudio realizado en el bosque húmedo
zona Josse (1996) encontró seis nuevas espe- premontano de la localidad de Daucay (en El
cies y dos nuevos registros de árboles para el Oro) se reporta 88 especies de plantas, entre
Ecuador. éstas nuevos registros para el Ecuador (Funda-
• En un sitio con formación de sabana, en la pro- ción Natura 1993 citado en Bonifaz 1998).
vincia de Los Ríos, se encontraron 120 espe- • En un inventario florístico realizado en el bos-
cies de árboles, arbustos, hierbas y epífitas. que seco de Puyango (en Loja), se registraron
• En los inventarios de los manglares de esta su- 204 especies de las cuales aproximadamente
bregión constan 15 especies en una localidad el 90% son compartidas con los bosques secos
de Guayas y 741 especies en la Reserva Eco- de Guayas en la cordillera de Chongón–Co-
lógica Manglares Churute (Cerón 1995 citado lonche (Cornejo 1997 citado en Bonifaz
en Bonifaz 1998) donde hay manglares y bos- 1998).
ques. • En el sitio Manta Real (en El Oro), donde la for-

77
3.13 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

nentes boscosos, donde especies herbáceas terrestres


y epífitas están atravesando rápidos procesos de espe-
ciación. De allí que los principales grupos, tanto en di-
versidad como en endemismo, corresponden a grupos
cuyo lapso entre generaciones es más corto, tales co-
mo orquídeas, helechos, bromelias y anturios, entre
otras (Møller Jørgensen y León 1999).

3.13 La flora de la Sierra

Cerca de la mitad de las especies de plantas del


Ecuador crece entre 900 y 3.000 m de altitud, confi-
nada a un área que apenas representa el 10% de la
superficie total del país (Balslev 1988). En toda la ex-
tensión que ocupa la Sierra, es decir, desde
900–1.000 m de altitud hasta los pisos nivales, hay
9.865 especies de plantas vasculares, 64,4% del to-
tal nacional según Møller Jørgensen y León (1999). Es-
ta gran diversidad está relacionada con la variedad
de hábitats que existe en la región andina. Según Sie-
rra (1999a), en esta región se encuentran 20 forma-
ciones naturales, un número mayor que las de la Cos-
ta o de la Amazonía. Los límites altitudinales de los ti-
pos de bosque en las estribaciones occidentales y
orientales son muy controvertidos. Debido a la pluvio-
mación vegetal es el bosque húmedo premon- sidad más alta y uniforme en las zonas orientales,
tano, ha sido reportado un nuevo género de ár- aquellas especies distribuidas a ambos lados de los
bol maderable de la familia de las leguminosas Andes pueden ser registradas centenas de metros de
(Ecuadendron), así como nuevas especies de altitud (a veces más de 1.000) más abajo en el lado
árboles y de palmas (Bonifaz 1998). oriental que en el occidental (Gilmartin 1973 citado
en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1998).
En cuanto al endemismo de la Costa, autores como Los tipos de vegetación de las vertientes y valles in-
Gentry (1986) y Balslev (1988) consideran que éste terandinos, y las especies que los componen, están ín-
oscila entre el 13 y el 20%. Para determinar estos por- timamente relacionados con su historia geológica. Se-
centajes se han basado en los análisis de la composi- gún ésta, la formación de América del Sur y de los An-
ción florística tanto de localidades específicas como des ha ocurrido durante los últimos 130 millones de
de colecciones de herbario correspondientes a un años de una manera compleja (Taylor 1991 citado en
área geográfica amplia. Para explicar semejante en- Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1998). La se-
demismo se han formulado dos explicaciones. La pri- cuencia temporal "último periodo interglaciar–último
mera es la existencia de un patrón de bandas estre- periodo glaciar–holoceno" indica que hubo una serie
chas que van de norte a sur y que representan las di- de cambios climáticos, de temperatura y de precipita-
ferentes zonas de vida, desde el Océano Pacífico has- ción, lo cual creó fases con situaciones distintas que
ta los Andes. La segunda es el aislamiento de rema- provocaron profundos cambios en la posición y com-

78
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e l a f l o r a
3.13

posición de los bosques montanos (Hammen 1989 ci- 1968, Harling 1979, Cañadas 1983). En general,
tado en Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1993). En el los valles secos no son muy diversos. En seis localida-
Ecuador, esta afirmación ha sido sustentado con los re- des de vegetación seca, ubicadas en las cuencas de
sultados de estudios palinológicos hechos en lagunas los ríos Chota y Guayllabamba, se encontraron entre
de la región interandina (Colinvaux et al. 1988 cita- 22 y 33 especies de plantas vasculares en transectos
do en Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1993). Tales de 100 m2, siendo una bromelia, Tillandsia recurvata,
cambios climáticos sucedidos durante el pleistoceno y la especie más abundante (Cerón 1993 citado en Va-
el holoceno (2.000.000–10.000 A.P.), así como la lencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1998).
conexión entre América del Norte y del Sur mediante Según Valencia et al. (1999b), en la Sierra se re-
el itsmo de Panamá, enriquecieron la biota andina conocen al menos dos subregiones: la norte–centro y
con elementos florísticos de varios orígenes: los tropi- la sur, que se diferencian en cuanto a su geología y
cales, adaptados a las zonas altas y frías como los flo- vegetación. Los Andes ecuatorianos al sur de 2º30´ S
ripondios (Brugmansia), papaya (Carica) y géneros (Azuay y Loja) tienen formaciones geológicas distintas
como Gynoxis y Miconia, entre otros, y los que migra- a las encontradas en el norte. Florísticamente, las dos
ron desde las zonas templadas hacia las tropicales, subregiones también son diferentes. Por ejemplo, la
como los alisos (Alnus), nogales (Juglans) o chochos mayoría de las especies de las familias Podocarpa-
(Lupinus) (Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1993). ceae y Proteaceae solo se encuentran en la subregión
Cuando analizaron la composición combinada de sur. A juzgar por la distribución de algunas especies y
las especies según zonas de elevación y regiones, géneros, el valle de Girón-Paute podría haber actua-
Møller Jørgensen y León (1999) encontraron que el do como una barrera de migración de las plantas ha-
mayor número de plantas vasculares del Ecuador cia el norte y hacia el sur de dicho accidente geográ-
(28%) está concentrado entre 1.000 y 1.500 m de al- fico, tanto durante las épocas glaciales como en las
titud, seguido de la zona de elevación adyacente interglaciares (Møller Jørgensen y Ulloa-Ulloa 1994 ci-
(1.500–2.000 m de altitud) que posee el 26,6%. So- tado en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen
bre los 2.400 m de altitud existen 1.568 especies de 1998).
arbustos y árboles (Møller Jørgensen y Ulloa-Ulloa En la subregión sur, donde no existen volcanes ac-
1994, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1995; ambos tivos y las montañas difícilmente sobrepasan los
citados en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 4.000 m de altitud, los diferentes tipos de vegetación
1998). La zona entre 3.000 y 3.500 m tiene, apro- se encuentran generalmente a menores elevaciones
ximadamente, tantas especies como las zonas de la que en el norte (Valencia et al. 1999b).
Costa y de la Amazonía entre 500 y 1.000 m de al- Algunos hallazgos producto de los estudios florísti-
titud, tomadas por separado (Møller Jørgensen y León cos permiten establecer comparaciones entre las dos
1999). subregiones de la Sierra:
De las 72 especies nativas de la familia Rosaceae,
53 crecen entre 3.000 y 4.000 m de altitud (Romole- • En el Parque Nacional Podocarpus, provincia
roux 1995 citado en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller de Loja, a 2.700 y 2.900 m de altitud y en
Jørgensen 1998). Los bambúes leñosos crecen casi parcelas de una hectárea, Madsen (1991 cita-
exclusivamente en los bosques andinos sobre 2.000 do en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen
m de altitud, y apenas una de las 50 especies ecua- 1998) encontró 90 y 75 especies de árboles
torianas crece bajo los 600 m (Clark 1995 citado en con un diámetro de al menos 5 cm, cifra que
Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen 1998). es considerablemente mayor a la obtenida ha-
Entre 1.200 y 3.400 m altitud se encuentran los cia el norte, cerca de Quito, en tres parcelas
valles interandinos áridos y húmedos (Acosta Solís ubicadas a 2.000, 2.700 y 3.300 m de alti-

79
3.13 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

el sur, no así en el norte. Sobre los 2.000 m de


altitud, el bosque de Baeza es el único de la su-
bregión norte que incluye Ficus, Inga y Ocotea,
géneros más bien diversos en los bosques de
tierras bajas (Valencia 1995, Valencia, Ulloa-
Ulloa y Møller Jørgensen 1998).
• Algunos tipos de vegetación como los páramos
secos, los de almohadilla y la gelidofitia, solo
existen en la subregión norte–centro (Valencia
et al. 1999b).

Respecto al endemismo de la flora de la Sierra, las es-


tribaciones de los Andes entre 900 y 1.500 m de al-
titud, sin duda las más diversas en cuanto a flora, tam-
bién son las más desconocidas debido a su inaccesi-
bilidad. En el cuadro 3.9 consta información sobre las
once familias que contienen 20 o más especies endé-
micas dentro del grupo de 173 familias y 4.430 es-
pecies de plantas con semillas que han sido registra-
das sobre 2.400 m de altitud (Møller Jørgensen y
Ulloa-Ulloa 1994 citado en Valencia, Ulloa-Ulloa y
Møller Jørgensen 1998). Las familias con mayor ende-
mismo también son las más diversas sobre dicha ele-
vación. Al momento, aproximadamente el 35% de las
especies andinas son consideradas endémicas, pero
este porcentaje varía conforme se publican nuevas in-
vestigaciones.
La distribución de las 1.261 especies endémicas
registradas sobre los 2.400 m de altitud en algunas
provincias, consta en el cuadro 3.10. Azuay y Loja,
pese a contar con el menor número de áreas protegi-
das, se cuentan entre las que tienen más especies en-
tud, donde hubo 55, 39 y 32 especies de ár- démicas, tanto de aquellas que se encuentran única-
boles respectivamente (Ulloa-Ulloa y Møller mente dentro de la provincia, como las que son com-
Jørgensen 1995, Valencia y Jørgensen 1992 partidas con otras localidades de la Sierra. El hecho
citado en Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgen- de que Pichincha ocupe el primer lugar en número de
sen 1998, Valencia 1995). especies endémicas locales y compartidas con otras
• Los bosques del sur son más ricos en familias y provincias, posiblemente se debe a que es la provin-
géneros que los del norte. cia más accesible y donde están los mejores centros
• Los géneros más diversos presentan patrones ta- de investigación botánica; por lo tanto, su flora ha si-
xonómicos que cambian con la altitud y la lati- do más colectada. El 50% de las especies endémicas
tud. Meriana, Symplocos, Persea, Clusia y localizadas sobre los 2.400 m de altitud tiene distribu-
Weinmannia son géneros ricos en especies en ción restringida a la provincia donde crece.

80
D i v e r s i d a d y e n d e m i s m o d e l a f l o r a
3.14

CUADRO 3.9
Las once familias de plantas con más de 20 especies endémicas sobre los 2.400 m de altitud
Especies endémicas Porcentaje del total Porcentaje del Porcentaje del total
de endémicas del total de especies de especies sobre
de la familia 2.400 m de altitud
Familia en todo el país
Asteraceae 251 19,9 44,1 12,8
Orchidaceae 217 17,2 29,2 4,9
Melastomataceae 108 8,5 62,4 2,4
Campanulaceae 73 5,8 61,8 1,6
Bromeliaceae 58 4,6 44,6 1,3
Ericaceae 48 3,8 40,0 1,1
Scrophulariaceae 46 3,6 38,6 1,0
Piperaceae 42 3,3 38,1 0,9
Rubiaceae 29 2,3 26,1 0,6
Solanaceae 24 1,9 16,5 0,5
Fabaceae 20 1,6 17,6 0,5
Otras 72 familias 345 27,5 7,8
Total 1.261 100 35,4
Fuente: Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen (1998).

3.14 La flora de la Amazonía Cabe resaltar que la región amazónica es menos ri-
ca que la Costa o la Sierra cuando se toma en cuenta
En la región amazónica del Ecuador se encuentran al- el área de vegetación natural existente, ya que ésta es
rededor de 4.857 especies de plantas (31,7% del to- mucho mayor en la primera que en las otras dos. Co-
tal nacional). Cuando se analiza según zonas de ele- mo ejemplo, la formación de bosque siempreverde de
vación y regiones, la zona entre 0 y 500 m de altitud tierras bajas cubre 581.264 hectáreas en la Costa,
de la Amazonía es la tercera más diversa entre los ran- mientras que en la Amazonía —donde el número de es-
gos de elevación analizados de las cuatro regiones pecies es apenas mayor— se extiende sobre una super-
del país, pues allí se encuentra el 26% de las especies ficie casi diez veces mayor. Si bien estas áreas corres-
de plantas vasculares (Møller Jørgensen y León 1999). ponden a la superficie en el 2000, y las colecciones
La Amazonía comparte aproximadamente el 30% botánicas y registros de Møller Jørgensen y León (1999)
de las especies de plantas con la Costa. Sin embargo, son producto de toda la historia de colección botánica
éstas deben haber evolucionado antes del levantamien- en el Ecuador, no se puede negar que la densidad de
to de la cordillera de los Andes, pues las tierras bajas especies es menor en la Amazonía, a no ser que toda-
de la región amazónica tienen una mayor afinidad flo- vía la intensidad de colección en esta región sea tan
rística con las zonas andinas que con las tierras bajas baja, que aún queda mucha riqueza botánica por ser
de la Costa. Probablemente la causa de esto es que en descubierta.
la Costa hay un mayor número de elementos de saba- La diversidad alfa (aquella encontrada en una lo-
na y de bosque seco, los cuales no están presentes ni calidad específica) es muy alta en la Amazonía ecua-
en la Amazonía ni en la Sierra (Møller Jørgensen y León toriana, donde se ha reportado un récord mundial:
1999). 307 especies de árboles de diámetro superior a 10

81
3.14 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CUADRO 3.10
Especies endémicas de plantas con semillas registradas sobre los 2.400 m de altitud
Especies endémicas Porcentaje del total Endémicas compartidas
de la provincia nacional de endémicas con otras provincias
Provincia sobre 2.400 m de altitud
Loja 131 20,6 350
Pichincha 115 18,1 398
Azuay 106 16,6 386
Zamora Chinchipe 37 5,8 135
Chimborazo 35 5,5 229
Carchi 35 5,5 150
Napo 31 4,9 180
Tungurahua 26 4,1 165
Morona Santiago 24 3,7 113
Cañar 21 3,3 160
Bolívar 19 3,0 112
Cotopaxi 18 2,8 179
Imbabura 18 2,8 167
El Oro 14 2,8 32
Sucumbíos 6 2,2 31
No conocidaa 12
Total 636 100 -

Fuente: Valencia, Ulloa-Ulloa y Møller Jørgensen (1998).


a Se refiere a plantas cuya localidad de colección es desconocida.

cm en una hectárea de bosque de la Reserva de Pro- más altos de especies de arbolitos, árboles de dosel y
ducción de Fauna Cuyabeno (Valencia, Balslev y Paz lianas se encuentran entre 0 y 500 m de altitud en la
y Miño 1994). Sin embargo, la diversidad beta región amazónica (Møller Jørgensen y León 1999). En
(aquella dependiente de la variedad de ecosistemas y la mayoría de los casos, las mismas familias dominan
hábitats en el paisaje), es relativamente pequeña, a di- en las tres regiones continentales; sin embargo, algu-
ferencia de la Sierra donde, debido a la presencia de nas como la familia de las acacias (Mimosaceae) son
los Andes, la diversidad total es mayor. más diversas en la Amazonía (cuadro 3.11).
Según Sierra (1999a), en la Amazonía hay nueve En lo que se refiere al endemismo de esta región,
formaciones vegetales, clasificación que se enriquece según Susana León, investigadora del Herbario QCA
al considerar las subregiones norte–centro y sur (Pala- de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PU-
cios et al. 1999). CE), entre las plantas vasculares endémicas del Ecua-
En el análisis de diversidad de los diferentes tipos dor que se encuentran bajo los 1.000 m de altitud,
de hábito (es decir si se trata de plantas cuya forma 462 han sido registradas en la Amazonía. Sin embar-
de crecimiento es como hierbas, arbustos, arbolitos, go, muchas de éstas existen también en otras regio-
árboles, lianas, epífitas o trepadoras) en cada zona nes, y de allí que solo 235 son endémicas para la re-
de elevación de todo el Ecuador, conjugando las va- gión amazónica de este país. De estas últimas, 50 son
riables región natural y altitud, resulta que los números árboles.

82
F l o r a : d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s c u l t i v a d a s
3.16

3.15 Diversidad de los microorganismos CUADRO 3.11


Las diez familias y los diez géneros más diversos de
Los microorganismos son cruciales para el funciona- la región amazónica, con su número de especies
miento de todos los ecosistemas de la Tierra, puesto Familias más diversas Géneros más diversos
que cumplen actividades únicas e indispensables en la Orchidaceae (579) Pleurothallis (76),
circulación de la materia de la cual todos los organis- Maxillaria (74) y
mos mayores dependen. Procesos como la producción Epidendrum (41)
primaria, descomposición, reciclaje de nutrientes, pro- Rubiaceae (238) Psychotria (70)
ducción de gases, entre otros, son llevados a cabo en- Melastomataceae (225) Miconia (89)
teramente por microorganismos o éstos juegan un pa- Piperaceae (151) Piper (87) y Peperomia (63)
pel importante en los mismos (Mooney et al. 1995). Araceae (114)a
Ocupan un rango mucho mayor de nichos ecológi- Bromeliaceae (104)a
cos que los macroorganismos, incluso los ambientes Mimosaceae (104) Inga (56)
extremos (temperaturas extremas, alta salinidad o aci- Solanaceae (100) Solanum (57)
dez, gran presión) donde no se encuentran otras for- Dryopteridaceae (96)a
mas de vida. Este grupo reúne a las eubacterias, pro- Sapindaceaeb Paullinia (46)
tozoos, virus, microalgas y hongos y, posiblemente, Fuente: : Møller Jørgensen y León (1999).
menos del 5% de especies que lo conforman ha sido a Ninguno de los géneros de estas familias tiene especies sufi-

descubierto y nombrado (Mooney et al. 1995). cientes para constar entre los diez primeros.
b Sapindaceae no es una de las diez familias más diversas; sin
En el Ecuador, las colecciones de microorganismos embargo su género Paullinia es uno de los más diversos.
son producto de estudios aislados que, en la mayoría
de los casos, han respondido a los intereses particula-
res de quienes investigan. Por esta razón, el acceso a lección de las plantas cultivadas. Ellas seleccionaron
la información es frecuentemente restringido. Gran los mejores alimentos de origen vegetal para llevarlos
parte son estudios clínicos (por ejemplo los relaciona- cerca de su sitio de vivienda, y algunas semillas que
dos con Trypanosoma cruzi, causante del mal de Cha- desechaban germinaron, a partir de lo cual continua-
gas). En la década de los 90 se ha puesto especial ron con el proceso de selección. Todo esto sucedió
énfasis en los estudios sobre el uso de los microorga- mientras los hombres se dedicaban a la caza y pesca
nismos como agentes reductores de la contaminación (Hawkes 1983 citado en Castillo 1998). La humani-
del suelo y del agua; es decir, están siendo emplea- dad actualmente disfruta de una amplia variabilidad
dos en procesos de biorremediación. de cultivos gracias a este proceso de selección.
Otro proceso que también ha beneficiado a la hu-
3.16 Flora: diversidad de las especies cultivadas manidad es el que lleva a cabo la propia naturaleza
a través de la evolución. Las mutaciones e hibridacio-
Existe una relación inseparable entre el proceso de do- nes, la diferenciación genética, la dispersión y la se-
mesticación de plantas y el comienzo de la agricultu- lección natural han producido nuevas variedades de
ra, que se remonta de diez a doce mil años atrás plantas que son parte de la diversidad de la vegeta-
(Hawkes 1983, Castillo 1991, Harlan 1994; todos ción natural. Muchas de estas no son utilizadas, otras
citados en Castillo 1998), cuando se comenzó a se- sí lo son, y otras han sido seleccionadas y cultivadas.
leccionar semillas y frutos por su sabor, tamaño, color Según Møller Jørgensen y León (1999), de las 595
y valor nutritivo, entre otras características. especies de plantas introducidas en el Ecuador, 346
Desde los orígenes de la agricultura, las mujeres (58%) son cultivadas u ornamentales. Además, anotan
han sido las principales actoras en el proceso de se- que 98 son cultivadas sin indicar si son nativas o intro-

83
3.16 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.5
Plantas útiles

En el Ecuador, hasta 1996, se llevaron a cabo 138 estudios etnobot‡nicos. De Žstos, 102 han sido ejecutados
en la Amazon’a, 26 en la Costa y 10 en la Sierra. Los pueblos ind’genas que han aportado con la informaci—n
son varios: aw‡, chachi y tsachila en la Costa; quichua y saraguro en la Sierra; y achuar, cof‡n, huaorani, z‡-
para, quichua, shuar, siona y secoya en la Amazon’a (Rios 1998).
El 80% de la poblaci—n del tercer mundo emplea las especies vegetales del tr—pico para el tratamiento
de diversas enfermedades, y casi el 25% de los medicamentos que son comercializados en la Tierra y cuyo
valor estimado es de US$ 30.000 millones anuales son derivados total o parcialmente de especies tropicales
(Centeno 1993 citado en Rios 1998). En una investigaci—n que se realiz— con 119 drogas obtenidas a partir
de plantas usadas en la medicina convencional se encontr— que el 77% era parte de la etnomedicina de di-
ferentes pueblos ind’genas (Farnsworth 1988 citado en Rios 1998).
En el Ecuador existe una gran diversidad de recursos vegetales œtiles, muchos de los cuales tienen usos
compartidos, es decir, que son usadas por pueblos diferentes, como lo demuestran las 25 especies alimen-
tarias y las 17 medicinales que son usadas casi a nivel general por pueblos ind’genas y sociedades rurales.
Entre las principales especies consumidas por diez pueblos ind’genas y una comunidad rural de colonos
mestizos se pueden mencionar a el achiote (Bixa orellana), aj’ (Capsicum annuum), papaya (Carica papa-
ya), guaba (Inga edulis), yuca (Manihot esculenta) y guayaba (Psidium guajava). Por otro lado, al compa-
rar las plantas medicinales empleadas por nueve pueblos ind’genas y una comunidad rural de colonos mes-
tizos se determin— el uso comœn del paico (Chenopodium ambrosioides), hierba luisa (Cymbopogon citra-
tus), t’a Tina (Scoparia dulcis), ortiga (Urera baccifera), y hierba mora o verbena (Verbena litoralis).
Otro caso de uso cosmopolita es de la cinchona (Cinchona spp.), un ‡rbol endŽmico de los bosques an-
dinos del sur del Ecuador. ƒste ha sido y sigue siendo usado para el tratamiento de la malaria o paludismo,
enfermedad que afecta a 200 millones de personas de los pa’ses tropicales (Centeno 1993 citado en Rios
1998). La corteza de varias especies de cinchona sirvi— para extraer la quinina, empleada luego como mode-
lo para preparar drogas sintŽticas como la cloroquinina, la quinacrina y la primaquina, que son la base de va-
rios medicamentos (COICA 1996 citado en Rios 1998).
De las aproximadamente 500 especies medicinales que se conocen en el pa’s, 228 son las m‡s utilizadas,
y de Žstas 125 las m‡s comercializadas. Muchas como la manzanilla (Matricaria chamomilla), el orŽgano
(Origanum vulgare) o la s‡bila (Aloe vera) fueron introducidas por los espa–oles y luego cultivadas; otras
son nativas y se extraen directamente de su medio silvestre, como la sangre de drago (Croton spp.) o la u–a
de gato (Uncaria tomentosa). De las 228 especies m‡s comunes, 30 son nativas, 47 introducidas y 150 de
origen desconocido o no reportado (Buitr—n 1999).
Aparte de las estrictamente medicinales, Rios (1998) reporta que, en las investigaciones sobre los usos
que dan a las plantas diferentes grupos ind’genas, se han registrado 7.500 especies; muchas de Žstas se repi-
ten y no todas son nativas. Sin embargo, la diversidad de especies œtiles sigue siendo muy importante y segu-
ramente representa una significativa fracci—n del total de plantas que se encuentran en el Ecuador.

ducidas. Según Estrella (1993), en América, el núme- reales, raíces, hortalizas, leguminosas, frutas y espe-
ro de especies domesticadas antes de la llegada de cias conformaron la dieta de los pueblos aborígenes,
los españoles oscilaba entre 250 y 300. Gran parte pero también se domesticaron plantas medicinales y ri-
de éstas pertenecía a la zona andina. Tubérculos, ce- tuales, y algunas de las que se extraían fibras.

84
F l o r a : d - i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s c u l t i v a d a s
3.16

RECUADRO 3.6
La biotecnología

La biotecnolog’a es "la aplicaci—n de principios cient’ficos y de ingenier’a genŽtica al procesamiento de ma-


teriales por agentes biol—gicos para obtener productos y servicios" (Sasson 1989 citado en Torres 1998). Los
agentes biol—gicos a los que se refiere esta definici—n son principalmente microorganismos, enzimas y cŽlu-
las animales y vegetales. Los productos y servicios incluyen aquellos relacionados con la industria alimenta-
ria, de bebidas, farmacŽutica y biomŽdica. As’, la biotecnolog’a contempla a todos los procesos de transfor-
maci—n de materias primas renovables, as’ como aquellos orientados a obtener cultivos de microorganismos
o cultivos celulares animales y vegetales para producir sustancias œtiles para el ser humano.
La biotecnolog’a es una compleja red de tecnolog’as que dan un nuevo ’mpetu a la concepci—n, orien-
taci—n y estrategias de las industrias tradicionales; no es una disciplina, sino un campo de actividad multidis-
ciplinario (Antebi y Fishlock 1986 citado en Torres 1998). Entre sus disciplinas se cuentan la biolog’a mole-
cular y celular, la bioqu’mica, la genŽtica, la microbiolog’a, la inmunolog’a, la qu’mica, la computaci—n y el
procesamiento de datos. La biotecnolog’a puede ser aplicada en varios sectores econ—micos como la indus-
tria alimentaria, agr’cola, ganadera veterinaria, farmacŽutica y qu’mica. Adem‡s, el desarrollo y aplicaci—n de
biotecnolog’as se puede llevar a cabo con diferentes niveles de complejidad, inversi—n y esfuerzo.
Los procesos de fermentaci—n, ampliamente empleados en la industria de los alimentos, se realizan a par-
tir de enzimas provenientes de cultivos de microorganismos. De igual manera, el cultivo de microalgas y mi-
crohongos provee una fuente importante de prote’nas utilizadas en la proparaci—n de alimentos balanceados.

La gente agricultora, tanto mestiza como indígena, a varios países industrializados. Otro cultivo nativo es
ha participado directamente en la conservación de al- la yuca (Manihot esculenta), base de la alimentación
gunas variedades locales. El mayor aporte lo ha he- de los pueblos indígenas y ahora de las nuevas comu-
cho el campesinado autóctono de los Andes, puesto nidades de la región (Castillo 1998).
que ha conservado la diversidad de plantas nativas Gracias a la permanencia de una importante po-
cultivadas y consumidas desde antes de la época in- blación indígena con sus prácticas ancestrales, mu-
caica. Generalmente esta gente mantiene una buena chas especies vegetales de la Amazonía se encuen-
variedad de especies y cultivares en un jardín peque- tran en pleno proceso de domesticación. Por ejemplo,
ño de la casa, emulando asociaciones de cultivo que durante un estudio etnobotánico realizado con un gru-
forman parte de los sistemas tradicionales de produc- po quichua del río Ahuano, se reportaron 14 especies
ción agrícola. En el campo de un agricultor común de comestibles trasladadas del bosque para ser sembra-
Imbabura, por ejemplo, se puede encontrar de 12 a das en las chacras (Rios 1998). Esto podría ser un mé-
15 cultivos diferentes sembrados en una parcela de todo de selección natural y humana que conduce a la
3.000 m2 (Castillo 1995). domesticación de especies. Al mismo tiempo de adap-
En la Amazonía se han originado importantes cul- tarse a un proceso de selección estas especies tienen
tivos industriales como el caucho (Hevea brasiliensis) y que entrar a formar parte de los sistemas agrícolas tra-
parientes silvestres del cacao (Theobroma cacao), que dicionales, adaptándose a la alternabilidad de espe-
han aportado gran cantidad de recursos económicos cies y suelos. Por otro lado, debido a su enorme bio-

85
3.17 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

diversidad, la Amazonía puede ser considerada una ger los árboles semilleros, no se trata de un proceso
fuente importante y básica de especies silvestres rela- de domesticación sistemático o tecnificado que inclu-
cionadas con los cultivos alimentarios e industriales ya cruces y mejoramiento genético. Según Herman
(Castillo 1998). Moser, director de la Fundación ProBosque, la recolec-
La Sierra, con sus contrastantes ecosistemas, es ción de semillas de las especies nativas depende com-
uno de los principales centros de domesticación de pletamente de los rodales silvestres; así, los árboles se-
plantas. La amplia gama de microclimas ha permitido milleros están en los remanentes de vegetación natural
que allí muchas especies de plantas cultivadas y silves- de todo el Ecuador.
tres evolucionen e incrementen su diversidad genética.
En la región andina se han originado importantes cul- 3.17 Fauna: diversidad de las especies domesticadas
tivos que han solventado problemas de hambre y nu-
trición en otros lugares del mundo. Por ejemplo, la pa- En el Ecuador, varias especies de animales han sido
pa (Solanum tuberosum andigenum), una planta origi- seleccionadas para ser reproducidas. Por ejemplo, el
naria de los Andes entre Colombia y Bolivia, constitu- cuy o cobayo (Cavia porcellus), originario de la re-
ye actualmente uno de los alimentos más consumidos gión andina, fue domesticado por los pueblos indíge-
en el planeta. nas antes de la llegada de los españoles a América,
En el cuadro 3.12 consta una lista de varias espe- y constituía una importante fuente de proteína para la
cies nativas de la Costa, tanto alimentarias como alimentación de esa gente. Después fue adoptado por
agrícolas. Todos estos cultivos tienen mucha importan- europeos y mestizos. Hasta la fecha continúa su crian-
cia ya que forman parte de la dieta de los habitantes za, que es poco tecnificada. Por lo general, las fami-
de esa región. La mayoría de estas plantas conforman lias campesinas no consumen los cuyes que crían,
sistemas de cultivo múltiples que han permanecido du- pues prefieren venderlos para obtener ingresos, lo cual
rante siglos; diferentes variedades locales de maní les obliga a sacrificar a los mejores ejemplares, inclu-
(Arachys sp.) todavía se siembran en varias poblacio- so a las hembras gestantes.
nes y por sus características culinarias no se han per- Actualmente, varias estaciones experimentales del
dido en la tradición de consumo del agricultor. Otras Estado, así como centros universitarios, están realizan-
plantas como los ajíes (Capsicum spp.) y las calaba- do investigaciones para incrementar la productividad
zas (Cucurbita spp.) también son parte de la alimenta- de esta especie. Se ha organizado la Campaña de
ción de la gente costeña. Mejoramiento del Cuy Criollo, la misma que consiste
Actualmente, la mayor parte de la producción es- en la promoción de cruces con animales puros prove-
tá basada en pocos productos, generalmente introdu- nientes del Perú, y en la aplicación de técnicas ade-
cidos de otras regiones del mundo (por ejemplo la ce- cuadas de manejo, sanidad y alimentación. A través
bada, trigo, arroz, soya y banano). Estos disponen de esta campaña se pretende establecer un Centro Re-
de una estrecha base genética, lo cual las vuelve muy gional de Pies de Cría, los cuales en un futuro inme-
vulnerables al ataque de plagas y enfermedades diato podrán ser utilizados en galpones familiares pa-
(Castillo 1998). El Ecuador basa su alimentación en ra refrescar la sangre criolla y, así, potenciar la con-
dos especies introducidas —trigo y arroz— y dos na- servación, mejoramiento y uso de esta especie de
tivas —maíz y papa—. gran valor nutricional (López 1993).
Con respecto a las especies maderables que son Los cuyes presentan características muy variables a
producidas en viveros, el porcentaje de plantas nati- causa de los cruces no controlados que se han efec-
vas que están siendo reproducidas y comercializadas tuado desde hace muchos años, por lo que no se pue-
es del 61% en un vivero de la Costa y de 42% en otro de hablar de razas.
de la Sierra. Si bien media una selección para esco- Otras especies nativas también son buenas alternati-

86
Fa u n a : d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s c u l t i v a d a s
3.17

CUADRO 3.12
Usos de algunas especies en la Costa
Nombre local Nombre científico Usos
achiote Bixa orellana colorante, condimento
achogcha Cyclanthera pedata sopas, ensaladas
ajíes (varias especies) Capsicum spp. condimentos
algodón Gossypium barbadense industrial
anonas, chirimoyas Annona spp. refrescos, consumo directo
basul Erythrina edulis cocido
caimito, cauje Pouteria caimito consumo directo
cauje Chrysophyllum caimito consumo directo
chontaduro Bactris gasipaes cocido, chicha
ciruelo Spondias sp. consumo directo
granadilla Passiflora sp. consumo directo
guaba (varias especies) Inga spp. consumo directo
jíquima Pachyrhizus tuberosus cocido, consumo directo
lucuma, logma Lucuma obovata. consumo directo
macadamia Macadamia integrifolia consumo directo
mamey Mammea americana consumo directo
maní Arachys hipogea tostado, condimento
maní de árbol Caryodendron orinocense cocido, aceite
maracuyá Passiflora edulis jugos, consumo directo
marañón Anacardium occidentale consumo directo
morete Mauritia flexuosa refrescos
palmiche Euterpe chaunostachys cocido
papaya Carica papaya consumo directo, jugos
pechiche Vitex gigantea consumo directo
pitajaya Hylocereus sp. consumo directo
pomarosa Syzygium jambos consumo directo, cocida
tabaco Nicotiana tabacum industrial
tagua Phytelephas aequatorialis industrial
tomate de árbol silvestre Cyphomandra spp. consumo directo
tomate silvestre Lycopersicon spp. medicinal, mejoramiento genético
torta, haba pallar Phaseolus lunatus sopas, ensaladas
unguragua Jessenia bataua extracción de aceite
yuca Manihot esculenta cocido, sopas
zapallo, zambo Cucurbita sp. cocido
zapote Matisia cordata consumo directo
zapotillo, zapote Achras zapota jugos, directo
Fuente: Castillo (1998).

87
3.18 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

vas económicas y alimentarias. Actualmente se están En el Ecuador no se puede hablar de introducción


ejecutando proyectos de manejo en cautiverio de mamí- de especies e impactos sobre la vida silvestre sin hacer
feros como la guanta (Agouti paca), guatuza (Dasyproc- alusión al caso de Galápagos, lugar en el cual muchas
ta fuliginosa), capibara (Hydrochaeris hydrochaeris), pe- especies nativas son afectadas o están amenazadas
carí de collar (Pecari tajacu), danta (Tapirus terrestris), y por ratas, cabras, perros, puercos, gatos, hormigas,
ratón liso (Proechymis semiespinosus) (Tapia 1998). El avispas y otros organismos introducidos (véase
Departamento de Vida Silvestre del Ministerio del Am- 6.13–15). A pesar de los enormes esfuerzos económi-
biente está manejando un programa de fomento de ca- cos y técnicos desplegados para contrarrestar los im-
mélidos (Lama glama) dentro y fuera del Parque Nacio- pactos de estas especies, hasta ahora ha sido imposi-
nal Cotopaxi (ECOLAP 1998). ble erradicar a la mayoría; las soluciones planteadas
son tan solo mitigadoras (ECOLAP 1998). Aunque la
3.18 Amenazas a las especies terrestres y situación es difícil de controlar, el personal del Parque
dulceacuícolas Nacional Galápagos y de la Estación Científica Char-
les Darwin ha llevado a cabo campañas para erradi-
La drástica reducción de las poblaciones de fauna sil- car a los animales introducidos de algunas islas. A tra-
vestre y los cambios en su estructura y distribución son vés de estas acciones se ha logrado eliminar a los chi-
solo algunas de las consecuencias derivadas de la vos (Capra hircus) de las islas Española, Plaza Sur,
persistente degradación ambiental. Aunque en el Santa Fe, Marchena y Rábida, mientras que la pobla-
Ecuador no se posee información precisa sobre el es- ción de la isla Pinta ha sido eficazmente reducida (Fun-
tado de conservación de las especies silvestres, es cla- dación Natura y WWF 1998).
ro que la destrucción de los hábitats naturales, la so- Pese a que no se ha evaluado el impacto de las
breexplotación de los recursos, la contaminación, la especies introducidas en el terrritorio continental, es
introducción de especies exóticas y el comercio ilegal evidente que algunas afectan o afectarán, directa o in-
son algunas de las principales causas de la extinción directamente, la vida silvestre nativa. En el Diseño y
de numerosas especies animales y vegetales (Ulloa y Formulación de una Estrategia para la Protección y
Suárez 1994 citado en Ulloa, Suárez y Silva 1995, Uso Sustentable de la Vida Silvestre (ECOLAP 1998)
Ministerio de Medio Ambiente 1999a). se sintetizaron algunos de los casos más recientes de
A continuación se analizan dos de los más serios introducción de especies exóticas al Ecuador continen-
conflictos ambientales que ponen en riesgo la supervi- tal, mismos que son mencionados a continuación.
vencia de las especies silvestres: la introducción de es-
pecies exóticas y el tráfico de flora y fauna. 3.20 La rana toro (Rana catesbeiana)

3.19 Introducción de especies exóticas La rana toro es una especie originaria de los Estados
Unidos, lugar donde, desde hace varios años, ha si-
El continuo desplazamiento en busca de nuevas tierras do manejada para obtener carne y piel. Por ser una
y recursos ha sido una práctica común del ser huma- especie bien cotizada y de fácil adaptación, la tecno-
no, lo cual ha facilitado el transporte e introducción, logía para su manejo fue ‘exitosamente’ exportada a
intencional o fortuito, de especies. Estos sucesos en países de Asia, Europa y Latinoamérica. Desafortuna-
muchos casos han provocado serios estragos ambien- damente, en 1988 esta especie también fue introduci-
tales; de hecho, se considera que después de la des- da en el Ecuador mediante la importación de 100 in-
trucción de los hábitats, la introducción de especies dividuos reproductores y 70.000 renacuajos, hecho
exóticas es probablemente la razón más importante que sucedió sin el conocimiento de las autoridades co-
de la desaparición de las especies nativas. rrespondientes (ECOLAP 1998).

88
A m e n a z a s a l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.22

En recientes estudios se ha señalado que esta es- las tortugas nativas de ese continente. A pesar de ello,
pecie se incorpora a la comunidad de anfibios sin pro- en el Ecuador se importa grandes cantidades de estos
blemas, y que debido a su voraz actividad depreda- animales, los cuales son vendidos en las tiendas de
dora puede alimentarse de la fauna nativa, así como mascotas sin ningún control. Estos reptiles pueden al-
competir con ésta al comer sus presas y usar los sitios canzar grandes tamaños, por lo que muchos propieta-
destinados para sus puestas. Aunado a esto, la rana rios se deshacen de sus ejemplares abandonándolos
toro es un vector potencial de enfermedades exóticas, en la naturaleza. Solo como ejemplo, el Vivarium ha
por lo que constituye un peligro latente que pone ba- recibido 190 individuos que han debido ser sacrifica-
jo riesgo a las especies nativas (Coloma 1992). Esta dos ya que no ha sido posible repatriarlos a su país
especie, inicialmente importada para criaderos ubica- de origen (ECOLAP 1998).
dos en la Costa, actualmente se encuentra distribuida
en las zonas tropicales y subtropicales del Ecuador oc- 3.22 Otras especies introducidas
cidental y oriental, y no se han realizado censos que
permitan conocer la magnitud del problema (ECOLAP Otras especies que han sido introducidas en el Ecua-
1998). dor con fines de producción y comercialización son la
tilapia, la trucha, la langosta de agua dulce, el "claw-
3.21 La tortuga de agua dulce (Trachemys scripta) fish", el avestruz y dos especies de caracoles.
La tilapia (Tilapia mozambica) es una especie pro-
La tortuga de agua dulce proveniente de Florida (Esta- veniente de África que fue introducida al país hace
dos Unidos), es una especie que se ha expandido rá- más de 20 años como parte de un programa promo-
pidamente en Europa provocando la desaparición de cionado por el Cuerpo de Paz. La trucha (Salmo trut-

89
3.23 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

ta), originaria de Europa, fue introducida a comienzos En el Ecuador se ha podido limitar los envíos gra-
de siglo XX. En la actualidad se encuentra en todo el cias a los controles en aeropuertos y puertos maríti-
sistema hídrico de la Sierra (ECOLAP 1998). Aunque mos, así como a las normativas de la Convención so-
no existen reportes que confirmen los efectos de la tru- bre el Comercio Internacional de Especies Amenaza-
cha sobre la fauna nativa, según Coloma (1992) es das de Flora y Fauna CITES (ECOLAP 1998). No obs-
probable que ésta sea un activo depredador de los re- tante, se estima que por lo menos el 45% del tráfico
nacuajos de los géneros Atelopus (jambatos), Telmato- de especies se realiza a través de fronteras terrestres,
bius (ranas acuáticas o kailas) y Centrolenella (ranitas donde es más difícil el control (Coello 1996 citado en
de cristal). Ministerio de Medio Ambiente 1999a).
La langosta de agua dulce (Cherax cuadrinatus) es Indiscutiblemente, la panorámica interna es dife-
una especie de rápida dispersión y peligrosa para la rente a lo que sucede en el ámbito internacional. La
conservación del ecosistema debido a su posible com- venta de fauna silvestre parece ser una fuente de in-
petencia con la fauna nativa. Sin embargo, el cultivo gresos muy importante para numerosas comunidades
de esta especie ha sido impulsado desde comienzos rurales. Así, en los mercados locales se expende una
de la década de los 90. Lo mismo ha sucedido con amplia gama de animales silvestres, mientras que en
el "clawfish" (Procambarus clarkii). Actualmente, en el los mercados internacionales solo ciertas especies son
mercado nacional la rentabilidad de estos dos produc- bien cotizadas (Ministerio de Medio Ambiente
tos no es buena pues el mercado internacional esta sa- 1999a). Los mercados para la fauna amazónica es-
turado, por lo que varios criadores han comenzado a tán localizados sobre todo en las provincias de Tungu-
abandonar esta actividad (ECOLAP 1998). rahua, Pastaza, Napo, Pichincha, Esmeraldas, Gua-
En la Sierra y en la Costa se está manejando el yas, Sucumbíos, Imbabura y El Oro. Las ciudades de
avestruz (Struthio camelus). Otras actividades como la Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Santo Domingo
cría de caracoles de origen europeo (Helix pomatia y de los Colorados y Esmeraldas son los principales
H. aspersa), también están siendo promovidas en el centros en los cuales se desarrolla este negocio (Coe-
Ecuador por entidades como la Corporación Financie- llo 1996 citado en Ministerio de Medio Ambiente
ra Nacional y la Cámara Franco-Ecuatoriana, pese a 1999a). Según Granizo (1992 citado en ECOLAP
que en otros países, como Estados Unidos, estos cara- 1998), las especies más comercializadas en el Ecua-
coles son considerados plagas severas de una serie dor son las serpientes y caimanes (por su piel), felinos
de cultivos (ECOLAP 1998). (por su piel y como mascotas), loros (por sus plumas y
como mascotas), tortugas (por su carne y como mas-
3.23 Tráfico de fauna silvestre cotas) y muchos roedores (por su carne).
Debido a que el comercio de fauna silvestre es clan-
El tráfico de vida silvestre es una actividad ilícita que destino, no se dispone de datos concretos que mues-
contribuye a la vertiginosa disminución de diversas po- tren la dimensión del problema. No obstante, se sabe
blaciones de especies silvestres, muchas de las cuales que, entre 1992 y 1997, el Vivarium de la ciudad de
están al borde de la extinción. Aunado a esto, duran- Quito recibió en custodia 1.024 animales silvestres en-
te la captura y transporte, los animales sufren incomo- tre reptiles, aves y mamíferos (ECOLAP 1998).
didades y maltratos, lo cual provoca una gran morta-
lidad, circunstancias que van en detrimento del valor 3.24 Tráfico de flora silvestre
del recurso (TCA 1995). A pesar de ello, el tráfico de
especies es una de las actividades más lucrativas del El uso y comercio de plantas medicinales en el Ecua-
mundo después del tráfico de drogas y de armas (Alho dor ha sido documentado en un estudio publicado por
1995 citado en TCA 1995, ECOLAP 1998). Traffic (Buitrón 1999). Allí se indica que aproximada-

90
E s t a d o d e c o n s e r v a c i — n d e l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.26

mente el 80% de la población ecuatoriana depende CUADRO 3.13


total o parcialmente de la medicina tradicional y, por Plantas amenazadas por la explotación y
consiguiente, de las plantas o productos "naturales". La comercialización
tendencia al uso de esta medicina es creciente, y se Nombre común Nombre científico
expresa en el Ecuador en el establecimiento de 200 Achupalla Puya eryngioides
tiendas especializadas en estos productos en tan solo Bálsamo Myroxylum balsamum
dos años (solo 150 están oficialmente registradas). Cascarilla o quina roja Cinchona pubescens
Asimismo, tradicionalmente estas especies han sido Chamana Dodonaea viscosa
vendidas en los mercados de zonas urbanas y rurales. Chuchuhuaso Maytenus laevis y M. krukovii
Casi toda la producción que es comercializada se ba- Copal Dacryodes sp.
sa en la recolección directa de la vegetación silvestre, Cedro Cedrela odorata
pues no hay plantaciones de estas especies. Al respec- Floripondio Brugmansia aurea
to, el caso de los aceites esenciales es una excepción Huambula Minquartia guianensis
puesto que sí hay cultivos, pero en su mayoría se tra- Nogal Juglans neotropica
ta de especies exóticas. Palo santo Bursera graveolens
Como no existen controles sobre este mercado, Sande Brosimum utile
hay adulteración y no se aplican estándares adecua- Sangre de drago Croton spp.
dos de fabricación ni de calidad. Tampoco hay infor- Uña de gato Uncaria tomentosa
mación sobre las especies usadas, puesto que en los Yagual Polylepis incana
datos oficiales de importación y exportación, las Fuente: Buitrón (1999).
plantas, semillas y frutos utilizados en medicina y per-
fumería son registrados generalmente como "los de-
más u otros" (Buitrón 1999). vestre que garantice un manejo apropiado y la protec-
Es difícil determinar las especies que estarían ame- ción de las especies amenazadas. Asimismo, entre las
nazadas por la sobreexplotación debido a la ausen- políticas propuestas se menciona que las especies
cia de información acerca de éstas y de los volúme- amenazadas o en peligro de extinción deben ser con-
nes que se comercializan. En todo caso, algunas de sideradas una prioridad y que requieren de un progra-
las que se venden constan en listas de especies made- ma específico de manejo. No obstante, para cumplir
rables cuya comercialización está prohibida o en las con esos objetivos es indispensable establecer, con
listas rojas de la Unión Mundial para la Naturaleza base en criterios científicos, cuáles son las especies
(UICN). En el cuadro 3.13 constan aquellas que fue- que demandan una especial atención.
ron identificadas como potencialmente amenazadas a
causa de la explotación irracional y del comercio en 3.26 Fauna amenazada
el Taller de Especialistas en Etnobotánica y Botánica
Económica (Suárez 1997). Los Libros Rojos elaborados por la Unión Mundial pa-
ra la Naturaleza (UICN) han sido utilizados, desde
3.25 Estado de conservación de las especies hace varias décadas, como una importante herramien-
terrestres y dulceacuícolas ta de conservación. Sin embargo, en los últimos años
ha quedado en evidencia la urgencia de desarrollar Li-
En la Estrategia Nacional para la Protección y Uso bros Rojos nacionales, que permitan tener una visión
Sustentable de la Vida Silvestre en Ecuador (Ministerio más real sobre el estado de conservación de las espe-
de Medio Ambiente 1999b) se planteó que es nece- cies en cada país, puesto que la información conteni-
sario contar con un marco político y legal de vida sil- da en los libros de la UICN tan solo provee una idea

91
3.26 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.7

Las categorías de los Libros Rojos de la


Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)

La clasificaci—n de la UICN contempla ocho grados de amenaza: extinto (EX), extinto en estado silvestre
(EW ), en peligro cr’tico (CR), en peligro (EN), vulnerable ( VU), menor riesgo (LR), insuficiencia de datos
(DD), y no evaluada (NE).
Las especies pueden ser consideradas como extintas cuando no hay dudas de que el œltimo individuo ha
muerto, o pueden ser extintas en estado silvestre cuando sobreviven en estado cultivado, en cautiverio o
cuando una o varias poblaciones est‡n naturalizadas fuera de su rango de distribuci—n original.
Todas las especies en peligro cr’tico, en peligro y vulnerables pertenecen a la categor’a de "especies ame-
nazadas" (aquellas que est‡n en gran riesgo de extinci—n a corto o mediano plazo). Cuando la especie no sa-
tisface las condiciones para ser colocada en una de las categor’as de especies amenazadas, puede ser ubica-
da bajo la categor’a de menor riesgo, o bien dentro del grupo de especies con insuficiencia de datos. Final-
mente, una especie puede ser colocada bajo la categor’a de no evaluada cuando no ha sido analizada de
acuerdo con los criterios establecidos.

Fuentes: Baillie y Groombridge (1996), Granizo et al. (1997).

global del estado de las especies. cuenta la lista elaborada por Coloma (1992), quien
En el Ecuador se han dado los primeros pasos. empleó los parámetros establecidos por la Corpora-
Hasta el 2000 se han realizado listas de especies de ción Centro de Datos para la Conservación (CDC),
aves y mamíferos que están en peligro de desaparecer mientras que la información de reptiles se apoya prin-
(Granizo et al. 1997, Suárez 1997). Estos documen- cipalmente en las listas globales de la UICN (Baillie y
tos están fundamentados en el consenso de diversos Groombridge 1996).
especialistas nacionales quienes, con base en su cono- En cuanto al estado de conservación de los demás
cimiento y experiencia, identificaron a las especies grupos de animales, como peces e invertebrados, la
que requieren ser protegidas y manejadas. Tales listas información existente es muy escasa, excepto en el ca-
contaron con el aval de la UICN puesto que se utilizó so de las especies comerciales (véase 3.48—53). Se
la metodología estandarizada por esa entidad, de mo- conoce que la crisis de las pesquerías, provocada por
do que la información es comparable con la que ha si- el empobrecimiento de las reservas de especies pelá-
do generada en otros países (Granizo et al. 1997). gicas y migratorias, es un problema; por ejemplo, la
El estado de conservación de las especies anima- desmesurada explotación de los recursos marinos de
les ecuatorianas que es presentado en este Informe ha Galápagos se ha hecho evidente a través de la re-
sido definido con base en la información de cada gru- ducción de las poblaciones de algunas especies co-
po. En el caso de mamíferos y aves se han utilizado, mo bacalao, langosta, tiburones y pepinos de mar (Ar-
respectivamente, como fuentes primarias los resultados cos et al. 1987, Carrasco 1993; ambos citados en
del Taller de Especialistas en Mamíferos (Suárez Ulloa, Suárez y Silva 1995).
1997) y el trabajo de Granizo et al. (1997), así co- Un número indeterminado de especies se ha ex-
mo los datos de la UICN a nivel global (Baillie y tinto. De hecho, solo considerando los grupos más co-
Groombridge 1996). Para los anfibios se tomó en nocidos (aves, mamíferos, anfibios y reptiles) la cifra

92
E s t a d o d e c o n s e r v a c i — n d e l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.27

RECUADRO 3.8

Las categorías del Centro de Datos para la Conservación (CDC)

Para evaluar el estado poblacional de las especies, el CDC emplea par‡metros que incluyen la jerarquizaci—n
de las especies y las referencias correspondientes al motivo por el cual son ubicadas en una u otra categor’a.
De acuerdo con la jerarquizaci—n, las especies pueden estar: amenazada cr’ticamente (N1), amenazada (N2),
escasa o poco comœn (N3), fuera de peligro (N4), posiblemente en peligro pero su estatus es incierto (NU),
de existencia hist—rica (NH), virtualmente extinta o extirpada (NX), y aœn no jerarquizada (N).
Segœn el motivo, una especie est‡ en una determinada categor’a debido a que:

¥ Hay pocas poblaciones naturales


¥ Es perseguida por las personas con diferentes fines
¥ Destrucci—n de sus h‡bitats
¥ Est‡ amenazada por las especies introducidas
¥ No ha sido reportada en m‡s de treinta a–os
¥ Hay pocas colecciones o registros visuales
¥ Su distribuci—n es restringida y fragmentada
¥ No est‡ protegida por ninguna ‡rea de manejo
¥ Ha declinado su rango de distribuci—n
¥ Presenta poblemas taxon—micos no resueltos

En la jerarquizaci—n de las especies no se utilizan variables numŽricas, pues no existen estudios que propor-
cionen este tipo de informaci—n. El estado de conservaci—n y su correspondiente jerarquizaci—n se realiza
fundamentalmente con base en la informaci—n bibliogr‡fica y en los registros de las colecciones que alber-
gan los museos nacionales y del exterior.

Fuente: Coloma (1992).

se aproxima a la docena. A esto se suman alrededor cuentan el tapir de la Costa (Tapirus bairdii) y los rato-
de 186 especies amenazadas de extinción y muchas nes de Galápagos (Nesorysomys darwini y N. swart-
otras que antaño presentaban vastas áreas de distribu- hi), de las que no se ha obtenido registros desde ha-
ción y que en la actualidad están circunscritas a zonas ce varias décadas (Tirira 1999). Algunas especies
extremadamente reducidas. amenazadas son el oso andino (Tremarctos ornatus) y
el tapir andino (Tapirus pinchaque), ambas habitantes
3.27 Mamíferos amenazados de los bosques nublados. En el bosque tropical del
oriente, el jaguar (Panthera onca) y el lobo de río (Pte-
De acuerdo con los especialistas en mamíferos del ronura brasiliensis) son ejemplos de la fauna amenaza-
Ecuador, a fines del siglo XX, tres especies se conside- da de la región.
ran extintas, 26 son vulnerables, cinco están en peli- Las 39 especies reportadas como amenazadas re-
gro y otras cinco en estado crítico (Suárez 1997) presentan aproximadamente el 10% del total de mamí-
(anexo 1, p. 122). feros del Ecuador; de éstas ocho son endémicas del
Entre las especies presumiblemente extintas se país.

93
3.28 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.9

El lobo de río: una especie en peligro crítico

El lobo de r’o o nutria gigante (Pteronura brasiliensis) es uno de los depredadores m‡s grandes que habi-
tan en el bosque hœmedo tropical sudamericano. En el pasado, este formidable carn’voro sol’a estar distri-
buido en toda la cuenca amaz—nica, pero la caza perentoria producida hace casi medio siglo redujo dr‡stica-
mente sus poblaciones, al punto de producir extinciones locales en Argentina y Uruguay (Fonseca et al.
1994). En la actualidad la cacer’a il’cita continœa pese a que no existen grandes incentivos comerciales y a
que la especie se encuentra legalmente protegida. Paralelamente, este animal enfrenta la progresiva pŽrdida
y fragmentaci—n de su h‡bitat (ecosistemas pr’stinos), lo cual constituye el principal peligro que asedia su
supervivencia en los albores del siglo XXI (Macdonald y Mason 1990, Staib y Schenck 1994).
Las pocas poblaciones que sobreviven son aquellas que han encontrado amparo en las zonas m‡s rec—n-
ditas del bosque tropical. Hasta la fecha, muy pocas investigaciones se han realizado acerca de la abundan-
cia, biolog’a y ecolog’a de esta especie en condiciones silvestres. En el Ecuador ha sido llevado a cabo solo
un estudio entre 1997 y 1998 (Rodr’guez en preparaci—n). De acuerdo con Melquist (1984 citado en ChehŽ-
bar 1990), Albuja (1991) y Rodr’guez (en preparaci—n), los lobos de r’o aœn se encuentran en los r’os Napo,
Pastaza y Curaray, y en los ubicados dentro del Parque Nacional Yasun’. La informaci—n para la Reserva de
Producci—n de Fauna Cuyabeno difiere, pues mientras Utreras y Araya (en prensa) asumen que la especie ha
sido extirpada del ‡rea, observaciones de 1999 hechas separadamente por Judith Denkinger y Friedman
Koester (naturalistas) confirman que todav’a es posible encontrar individuos en el r’o Cuyabeno.

En el Libro Rojo de la UICN a nivel global (Baillie das; de hecho, muchas se encuentran en peligro de
y Groombridge 1996) se mencionan 37 especies de extinción. Esto podría deberse a que se trata de un ta-
mamíferos amenazados cuyo rango de distribución in- xa muy grande y estudiado y, por lo tanto, se dispone
cluye al Ecuador. De éstas, 25 son vulnerables, once de más información. Sin embargo, también es cierto
están en peligro y una en peligro crítico. Además, se que la cifra de especies amenazadas es el reflejo del
señalan cuatro especies extintas. Dentro de la catego- grave problema ambiental que enfrenta el Ecuador.
ría de menor riesgo se incluyen 48 especies, mientras Según Granizo et al. (1997), hasta el momento
que 21 carecen de información suficiente para ser ca- hay cuatro especies dentro de la lista de extirpadas (la
talogadas (anexo 1). Aunque el porcentaje de fauna especie ha desaparecido de una localidad, pero no
amenazada (10%) es equivalente al determinado por necesariamente está extinta). Adicionalmente, 92 es-
los mastozoólogos ecuatorianos, el estatus de ciertas pecies han sido incluidas dentro de la categoría de es-
especies es diferente. Por ejemplo, el lobo de río, que pecies amenazadas. De éstas, que representan el
es catalogado por la UICN como vulnerable a escala 5,7% de la avifauna ecuatoriana, 15 corren el riesgo
mundial, en la lista nacional consta como en peligro de desaparecer (están en peligro crítico), en tanto que
crítico (anexo 1). 30 están en peligro y 47 son vulnerables (anexo 1, p.
122). Entre las especies de aves amenazadas, 18
3.28 Aves amenazadas son endémicas del país.
En el Libro Rojo de la UICN a nivel global constan
Las aves son el grupo que contiene el mayor número 125 especies de aves del Ecuador. De éstas, 53 se
de especies con poblaciones amenazadas o reduci- encuentran en el grupo de especies amenazadas, 70

94
E s t a d o d e c o n s e r v a c i — n d e l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.29

son reportadas en menor riesgo, para una los datos nen mayor cantidad de especies de aves con proble-
son insuficientes y otra no ha sido evaluada (anexo 1) mas de conservación.
(Baillie y Groombridge 1996). Wege y Long (1995) identificaron en el Ecuador
El devastador efecto de la reducción de la cober- 50 áreas prioritarias para la conservación, a las cuales
tura boscosa es, sin duda, el factor principal que me- denominaron áreas clave (mapa 8, p. 188). Para iden-
noscaba a las poblaciones de aves. Para muchas es- tificarlas utilizaron como indicadores a las especies de
pecies que están adaptadas a la vida en el interior del aves amenazadas, la mayoría ubicada en esta catego-
bosque y que rara vez salen de éste, la construcción ría debido a la pérdida de sus hábitats. Muchas áreas
de una carretera, por ejemplo, se convierte en una ba- clave están localizadas dentro de las áreas de endemis-
rrera infranqueable ante la cual las poblaciones aisla- mo de aves (EBA por sus siglas en inglés), lo cual signi-
das corren el riesgo de sufrir procesos de endogamia fica que albergan a especies amenazadas y endémi-
y desaparecer. En otros casos la destrucción de los há- cas del Ecuador. En el mapa 8 consta la distribución de
bitats disminuye los recursos alimentarios, los sitios de áreas clave en relación con las áreas de endemismo de
refugio e inclusive las posibilidades de encontrar pare- aves. Como se puede observar, estas últimas son extre-
ja (Campos 1998). En el Ecuador, la extirpación de madamente importantes en términos de conservación.
la cerceta colorada (Anas cyanoptera) y del chorlo ca- Las más sobresalientes, debido a la cantidad de áreas
bezón cuellicanelo (Oreopholus ruficollis) ha sido el re- clave que albergan, son el bosque húmedo del Chocó
sultado de la alteración de los humedales; también la y las estribaciones andinas hacia la Costa, así como la
extirpación de la agachona chica (Thinocorus rumici- región Tumbesina del suroccidente del Ecuador.
vorus) y del sabanero saltamonte (Ammodramus savan-
narum) es consecuencia de la abrupta modificación 3.29 Anfibios amenazados
de los hábitats herbáceos naturales (Granizo et al.
1997). A fines del siglo XX, como parte de la "crisis de la bio-
La cacería también tiene su impacto sobre este gru- diversidad mundial", se ha detectado una inexplicable
po. Esta actividad ha conducido a la drástica disminu- disminución de muchas de las poblaciones de anfibios
ción de poblaciones como la del cóndor andino (Vul- cuyos rangos de distribución también se han reducido
tur gryphus), un símbolo patrio del Ecuador. También notablemente. Si bien no existen datos numéricos,
la contaminación de los cuerpos de agua afecta sobre pues en el Libro Rojo de la UICN a nivel global (Bai-
todo a garzas, cormoranes, patos, patos aguja, águi- llie y Groombridge 1996) no se incluye ninguna de
las pescadoras, martines pescadores y otras especies las especies del Ecuador, debido a la ausencia de in-
que son consumidoras de peces y que, en muchos ca- formación sobre su estado de conservación, es eviden-
sos, mueren envenenadas por químicos. El tráfico de te que las poblaciones de anfibios han declinado, en
especies es otra actividad que ha diezmado a las po- particular durante la última década, lo cual concuerda
blaciones de aves, principalmente a las de loros con el mismo período de tiempo en el que se reporta-
(Campos 1998). ron, por primera vez, las disminuciones y extinciones
El grado de amenaza que afecta a las aves ha lle- globales de anfibios (Blaustein y Wake 1990 citado
gado a extremos preocupantes. De hecho, en un estu- en Coloma 1992).
dio publicado en 1995 se menciona que el Ecuador En un estudio sobre el estado de conservación de
ocupa el cuarto lugar en América en cuanto a número 386 especies de anfibios con base en las categorías
de aves amenazadas (Collar et al. en prensa citado de la Corporación Centro de Datos para la Conserva-
en Wege y Long 1995). Según otro cálculo, el de Mit- ción (CDC), Coloma (1992) identificó 18 como ame-
termeier, Robles y Goettsch (1997), el país se encuen- nazadas críticamente, 21 como amenazadas y una ex-
tra en el octavo puesto mundial de los países que tie- tinta. Adicionalmente, considera que 88 especies son

95
3.30 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.10

Desaparición del loro de orejas amarillas

El loro de orejas amarillas (Ognorhynchus icterotis) originalmente se encontraba distribuido en Colombia y


al oeste del Ecuador. Hoy en d’a solo dos poblaciones sobreviven, una en el macizo del volc‡n Ruiz-Tolima
en los Andes centrales de Colombia, y otra en el centro oeste del Ecuador. El tama–o poblacional no sobre-
pasa los 24 y 19 individuos, respectivamente (Collar et al. 1992 citado en Krabbe 1998).
Segœn Krabbe (1998), aunque la pŽrdida de h‡bitat ha contribuido para que esta especie se encuen-
tre en peligro de extinci—n, la cacer’a parece ser el factor principal que condujo al dr‡stico descenso
poblacional. Estas aves sol’an ser perseguidas por los pobladores locales, quienes las consideraban un
buen alimento.

raras o poco comunes, y que 132 posiblemente están nes de Anfibios en América Latina, realizado en Qui-
en peligro, pero su estatus todavía es incierto (anexo to, en 1999, se señaló que por lo menos 23 especies
1, p. 122). El resto de especies se encuentra bajo las de anfibios, antes abundantes en los Andes del Ecua-
categorías: fuera de peligro, existencia histórica y no dor, han desaparecido desde la década de los 80
jerarquizada. (Mantilla et al. 1999). En el 2000 la lista de anfibios
El total de especies amenazadas críticamente y del Ecuador incluye 26 especies catalogadas como
amenazadas equivale al 10% de la fauna de anfibios en posible riesgo de extinción (Ron et al. 2000).
reportada por Coloma (1992) para el Ecuador. No
obstante, se debe tener presente que Coloma y Qui- 3.30 Reptiles amenazados
guango (2000) mencionan que hay 415 especies de
anfibios en el país, con lo cual la cifra de especies En el Libro Rojo de la UICN a nivel global constan 15
amenazadas podría incrementarse. especies y 12 subespecies de reptiles de las cuales
En general, siete géneros de anfibios parecen ser una especie y una subespecie se encuentran en peli-
los más afectados: las ranas de cristal (Centrolenella), gro crítico, tres especies y cuatro subespecies han si-
las acuáticas (Telmatobius), las arbóreas y terrestres do catalogadas como en peligro, y ocho especies y
(Hyla y Eleutherodactylus), las nodrizas (Colostethus), cuatro subespecies son vulnerables (anexo 1, p. 122)
las marsupiales (Gastrotheca) y los jambatos (Atelo- (Baillie y Groombridge 1996). La cantidad de espe-
pus). Todas las especies afectadas son de tierras altas, cies de reptiles amenazadas equivale aproximada-
es decir que el fenómeno de extinción de anfibios pa- mente al 5,3% del total reportado en el Ecuador.
rece restringirse a los ecosistemas ubicados sobre los Dos subespecies de tortugas de Galápagos, Geo-
1.500 m de altitud. En las zonas bajas, aparentemen- chelone nigra abingdoni y G. nigra ephippium, cons-
te las poblaciones están saludables, salvo aquellas cu- tan como extintas en estado silvestre, mientras que otra
yos hábitats han sido destruidos. Sin embargo, el au- —G. nigra galapagoensis—está ubicada bajo la ca-
ge de la ranicultura de rana toro (Rana catesbeiana) tegoría de extinta (anexo 1). Las demás especies de
es una amenaza potencial que podría perjudicar a reptiles forman parte del grupo en menor riesgo.
mediano y largo plazo a muchas otras especies (Co- Entre las especies amenazadas, algunas han sido
loma y Lombeida 1992). sobre explotadas por el valor proteínico de su carne y
En el último Taller Internacional sobre Disminucio- huevos. Tal es el caso de las grandes tortugas de río o

96
E s t a d o d e c o n s e r v a c i — n d e l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s y d u l c e a c u ’ c o l a s
3.31

RECUADRO 3.11

La extinción del jambato

El caso m‡s palpable de las extinciones masivas de anfibios en el Ecuador es el del jambato (Atelopus ignes-
cens), una rana que hasta hace pocos a–os era muy comœn en las regiones altas del pa’s. De hecho, era im-
posible visitar los p‡ramos del Parque Nacional Cotopaxi sin encontrar decenas de ejemplares cerca de los
riachuelos. Sin embargo, desde 1988 no se ha logrado obtener registros de estos animales en ninguno de sus
antiguos h‡bitats. Otras especies del gŽnero Atelopus han sufrido iguales pŽrdidas en Venezuela y Centroa-
mŽrica (Coloma y Lombeida 1992).
La disminuci—n de las poblaciones de anfibios ha sido atribuida a varios factores antropogŽnicos que
operan a travŽs de escalas mœltiples. Frecuentemente, Žstos tienen relaciones sinŽrgicas y pueden desenca-
denar una cascada de impactos en las comunidades biol—gicas. La destrucci—n de los h‡bitats, la contamina-
ci—n ambiental y la introducci—n de especies ex—ticas de car‡cter invasor como la tilapia (Tilapia mozambi-
ca), la trucha (Salmo trutta) o la rana toro (Rana catesbeiana), son probablemente agentes causales de la
declinaci—n de anfibios en ciertos lugares. No obstante, su desaparici—n en ‡reas que no est‡n sujetas a mar-
cadas intervenciones humanas podr’a estar relacionada con la destrucci—n de la capa de ozono y el cambio
clim‡tico (Ron 1999 citado en Mantilla et al. 1999).
En 1988, Lee Berger (del Laboratorio Australiano de Salud Animal) detect— un hongo pat—geno en la epi-
dermis de varios anuros muertos en Australia y CentroamŽrica; posteriormente otros autores reportaron el
mismo hongo en ranas de AmŽrica del Norte (Merino 1999 citado en Mantilla et al. 1999). Teniendo en cuen-
ta esto, desde la dŽcada de los 80 se han desarrollado investigaciones similares en la regi—n andina del Ecua-
dor, con el fin de identificar agentes pat—genos en espec’menes muertos. Hasta el momento se ha encontra-
do la presencia de un hongo que produce una enfermedad llamada "Chytriodiomycosis" en Atelopus spp.
(complejo ignescens), Atelopus sp. (complejo bomolochos), Telmatobius niger y Gastrotheca pseustes. Los
espec’menes afectados provienen de las provincias de El Carchi, Imbabura, Chimborazo, Bol’var y Azuay
(Ron et al. 2000).

charapas (Podocnemis expansa) las cuales en la actua- tintas zonas, no se cuenta con información sobre po-
lidad se encuentran amenazadas. Del mismo modo, blaciones o sobre la distribución esperada y actual.
otras poblaciones, como las del caimán negro (Melano- Sin embargo, algunas especies maderables han sido
suchus niger), sufrieron una intensiva persecución por el objeto de veda debido a la sobreexplotación que han
valor de su piel y en la actualidad se encuentran en un sufrido y que ha hecho que empiecen a escasear. Las
lento proceso de recuperación. No se conoce el estado orquídeas también son un caso especial, pues son ob-
de la mayoría de las poblaciones de serpientes; no obs- jeto de un comercio ilícito. Esto es grave si se conside-
tante continuamente son cazadas debido a que son ra que la distribución de muchas especies de este gru-
consideradas peligrosas (Campos 1998). po sucede en rangos muy restringidos; de hecho, de
las casi 3.000 presentes en el país, el 42% es endé-
3.31 Flora amenazada mico, y 417 son conocidas solo por una colección,
que en la mayoría de los casos corresponde a una lo-
En el caso de las plantas del Ecuador es difícil decir calidad fuera del Sistema Nacional de Areas Protegi-
con certeza cuáles grupos o especies están amenaza- das (Valencia et al. 1998).
das. Si bien se han hecho muchos inventarios en dis- El desaparecido Instituto Ecuatoriano Forestal y de

97
3.32 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN), mediante 3.32 Diversidad de las especies marinas y costeras
una resolución emitida en 1996, decretó la veda de
varias especies maderables entre las que se cuentan La mayoría de la información sobre la diversidad de
la caoba (Swietenia macrophylla), chanul (Humirias- especies en aguas marinas y costeras del Ecuador
trum procerum), batea caspi (Cabralea canjerana), continental es sobre el plancton y los recursos marinos
guadaripo (Nectandra guadaripo), pilche (Brosimum comerciales de los cuales dependen las pesquerías;
alicastrum), guayacán (Tabebuia chrysantha) y cedro sobre los otros componentes de la biodiversidad es
(Cedrela spp.). muy poco lo que se conoce. En los acápites 3.39–54
Sin embargo, las autoridades actuales forestales son se expone los que se conoce sobre la diversidad bio-
escépticas respecto a la efectividad de las vedas. Con- lógica asociada a los ambientes marinos y costeros.
sideran que tales declaratorias no hacen sino fomentar
la corrupción y la falta de transparencia en los precios 3.33 Diversidad del plancton
y el comercio de la madera, con lo que se impide su
valoración real y aprovechamiento sustentable. En el El plancton, como productor primario y secundario de
anexo 2 (p. 130) consta una lista de las plantas consi- la red trófica, desempeña un rol importante en la
deradas en peligro de extinción según el desaparecido transferencia de energía de la cual dependen los re-
INEFAN y los especialistas que se reunieron en el Taller cursos pesqueros (Jiménez 1998a). Pese a ello, vir-
para la Identificación de las Prioridades de Investiga- tualmente no existe información sobre los flujos de
ción y Conservación de la Biodiversidad del Ecuador energía en los niveles tróficos primarios y, en general,
(Suárez 1997). se desconocen importantes grupos taxonómicos. Jimé-

98
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s m a r i n a s y c o s t e r a s
3.35

nez (1996) señala también que se desconoce las in- mayores concentraciones se localizan entre 10 y
terrelaciones y flujos de energía en las cadenas trófi- 20 m de profundidad (Jiménez 1996). Las condicio-
cas bentónicas, a pesar de constituir importantes nes hidrográficas, complejas y diferenciadas en es-
componentes para evaluar el impacto de agentes pacio y tiempo a lo largo de la costa ecuatoriana
contaminantes. Con el propósito de mejorar tal situa- (Cucalón 1996, Chavarría 1998), también gene-
ción, la desaparecida Comisión Asesora Ambiental ran características especiales en la composición y
de la Presidencia de la República (CAAM 1996a) distribución del fitoplancton.
propició una caracterización de los sistemas biofísi-
cos del golfo de Guayaquil. Jiménez (1996) compiló 3.35 Diversidad del zooplancton
la información dispersa y con esos datos estableció
un perfil de la diversidad del plancton (marino y es- En cuanto al zooplancton, la mayoría de las investi-
tuarino) del golfo de Guayaquil. Según ese mismo au- gaciones han sido sobre el mesozooplancton (tama-
tor (comunicación personal), durante el 2000 se esta- ño mediano) y el macrozooplancton (tamaño gran-
ba actualizando esa información, pero los resultados de), mientras que el microzooplancton (tamaño pe-
no estuvieron aún listos cuando se terminó de escribir queño) no ha sido estudiado, excepto los foraminífe-
este libro. Por lo tanto, la información ha sido com- ros planctónicos. Tampoco son conocidos los grupos
plementada con resultados de Cajas, Prado y Coello que pertenecen al micronecton, motivo por el cual
(1997a,b), Cajas et al. (1997), Cajas, Coello y Do- se desconoce la dinámica de los primeros estadíos
mínguez (1998), Cajas, Coello y Prado (1998), Ca- de los peces que sustentan las pesquerías (Jiménez
jas, Coello y Moya (1998), Cajas, Prado y Domín- 1996). Según Arcos (1998), los trabajos que tratan
guez (1998), y Cajas, Prado y Moya (1998) para el sobre la biología y ecología del zooplancton son
golfo de Guayaquil, con el fin de tener una idea par- pocos, por lo que se desconoce su rol en el trans-
cial de la riqueza planctónica. porte de tóxicos en los ecosistemas acuáticos loca-
les.
3.34 Diversidad del fitoplancton En el Ecuador se conocen 257 especies de zoo-
plancton marino y estuarino (gráfico 3.4). Conside-
Hay un buen conocimiento de la taxonomía, abundan- rando la importancia en relación con su abundan-
cia y distribución del fitoplancton marino, aunque exis- cia, distribución o con los flujos de energía, Jiménez
ten algunos grupos que no han sido investigados co- (1998b) ha identificado que aún existen vacíos en
mo los microflagelados y las algas cianofitas planctó- el conocimiento sobre los siguientes grupos:
nicas o cianobacterias. Los grupos más importantes,
por su abundancia y diversidad, son las diatomeas, • En el microzooplancton, los rotíferos y cilia-
dinoflagelados y cocolitofóridos. En menores propor- dos heterótrofos.
ciones se encuentran los silicoflagelados y ciliados fo- • En el mesoplancton, los radiolarios, cladóce-
tosintetizadores. Según los datos, el fitoplancton mari- ros, anfipodos, isópodos, poliquetos planctó-
no y estuarino incluye 570 especies (Jiménez 1996). nicos e hidromedusas, así como huevos y lar-
El número de especies consta en el gráfico 3.4. vas de crustáceos, peces y moluscos.
El golfo de Guayaquil es el área donde se han re- • En el macrozooplancton se requiere de una
gistrado las máximas concentraciones de fitoplancton primera identificación de grupos completos
(332.000 células/litro), en relación con las concentra- como miscidaceos, carideos, acetes, entre
ciones de la costa central y pese a que ha habido un otros.
incremento de fitoplancton en aguas del norte del • En cuanto al micronecton, falta conocer los
país. En sentido vertical, en la columna de agua las primeros estadíos del ciclo de vida de las es-

99
3.36 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

RECUADRO 3.12

La variabilidad en zonas de gran diversidad:


el área marina de la Isla Santa Clara

El ‡rea alrededor de la Isla Santa Clara ha sido identificada como una zona de alta productividad marina (Ma-
ridue–a 1997a,b,c, Maridue–a y Estrella 1998). Asimismo, JimŽnez (1997, 1998b) la considera como un nœ-
cleo de producci—n planct—nica que contribuye a enriquecer ‡reas m‡s oce‡nicas y menos productivas, co-
mo confirman los datos de Cajas, Prado y Coello (1997a,b), Cajas et al. (1997). Desde el punto de vista de la
diversidad, en el ‡rea marina alrededor de la Isla Santa Clara se ha registrado el 48% de las especies de fito-
plancton y el 52% de las de zooplancton reportadas en el golfo de Guayaquil (Hurtado et al. 1998b). Ade-
m‡s, se ha detectado fluctuaciones espacio-temporales significativas (Cajas, Coello y Prado 1998, Komex y Ef-
fic‡citas 1998).
Un an‡lisis de los datos de esos estudios respecto a la diversidad del fitoplancton muestra una marcada
variabilidad espacio-temporal en la localizaci—n de las zonas m‡s diversas en reducidos per’odos de tiempo.
As’, los datos cuasi sin—pticos, colectados en tres fases sucesivas, entre junio y julio de 1998, permitieron co-
nocer que las mayores concentraciones de especies var’an r‡pidamente su localizaci—n tanto superficial-
mente como en cuanto a profundidad. Esta compleja variabilidad evidencia el limitado alcance que tiene el
criterio de zonas de gran diversidad para la identificaci—n de ‡reas cr’ticas y delimitaci—n de ‡reas marinas
protegidas, particularmente con base en informaci—n de los niveles tr—ficos primarios.

pecies comerciales (peces pelágicos pequeños, les puede tener consecuencias graves, ya que de és-
camarones) y no comerciales. tos dependen importantes flotas pesqueras industriales
(camarón) y artesanales (cangrejos, conchas y otros bi-
3.36 Diversidad del bentos valvos). Aun así, el bentos ha recibido poca atención
en las investigaciones marinas en el Ecuadro, con ex-
La flora y fauna bentónica está compuesta por organis- cepción de determinados grupos, como consta a con-
mos que habitan en el fondo marino, por lo que son tinuación.
sensibles a los cambios que ocurren en las aguas y en
los diferentes tipos de fondos (Villamar, Gualancañay 3.37 Diversidad del fitobentos
y Cruz 1997). Estos cambios pueden ser producto de
actividades realizadas en tierra y que originan deterio- El escaso conocimiento del fitobentos es uno de los va-
ros ambientales como la contaminación y la sedimen- cíos (Jiménez 1996). Un ejemplo lo constituye las ma-
tación. Esto afecta las múltiples funciones ecológicas croalgas del medio ambiente marino. A pesar de exis-
que cumple el bentos en el medio marino, desde la tir información internacional sobre rangos de distribu-
captación de carbono (algas, como productores pri- ción a nivel del Pacífico Este e inclusive de Galápa-
marios) hasta la purificación de las aguas (pepinos de gos, este grupo es desconocido en la costa continen-
mar —Stichopus fuscus) y la limpieza del océano (po- tal del Ecuador. En un documento del Instituto Nacio-
liquetos y pepinos de mar). Cualquier afectación po- nal de Pesca y de la Comisión Asesora Ambiental de
tencial a los recursos pesqueros bentónicos y demersa- la Presidencia de la República (CAAM e INP 1996)

100
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s m a r i n a s y c o s t e r a s
3.39

GRÁFICO 3.4
Composición del plancton marino y estuarino
400
nœmero de especies

300

200

100

0
Silicoflagelados

Euglenophyta

Cocolitof—ridos

Cianophyta

Chlorophyta

Pter—pedos

Foramin’feros
Dinoflagelados

Diatomeas

Heter—pedos

Quetognatos

Tint’nidos

CopŽpodos
Euf‡sidos

Anf’podos
Fitoplancton Zooplancton

Fuentes: (Arcos 1978, 1998), Arcos, García y Aguirre (1993), Bonilla (1983), Cajas, Prado y Coello (1997a,b),
Cajas et al. (1997), Cajas, Coello y Domínguez (1998), Cajas, Coello y Prado (1998), Cajas, Coello y Moya
(1998), Cajas, Prado y Domínguez (1998), Cajas, Prado y Moya (1998), Cruz (1983a,b), Jiménez (1976,
1983a,b, 1989, 1996), Peribonio (1993), Peribonio et al. (1981), Pesántes (1978, 1983), Tazán (1965),
Zambrano (1983).

se señala que el Ecuador es el país de América Latina ta taxonómico, son los moluscos y, particularmente, los
que menos conoce sobre algas marinas, tanto desde bivalvos con 207 especies; los foraminíferos con 117
el punto de vista académico como del aplicado. De especies; los poliquetos con 51 especies, y los equino-
hecho, en los estudios puntuales realizados por el INP, dermos con 34 especies (Cruz 1977, 1983a, 1986,
apenas se reportaron 41 especies de macroalgas en Gualancañay 1983, 1986, 1989, Jiménez 1996,
Guayas y Manabí, las mismas que incluyen a repre- Mora 1990, Mora et al. 1998, Villamar 1983, 1986,
sentantes de las clorofitas, feofitas y rodofitas. En esta 1989, 1997, Villamar, Gualancañay y Cruz 1997,
investigación se identificaron 17 especies de uso co- Sonnenholzner 1997). Respecto a los artrópodos, que
mercial (gráfico 3.5) y se localizaron tres sitios con abarcan a los crustáceos, existe un marcado desnivel
grandes concentraciones de algas en esas dos provin- de conocimientos entre las especies comerciales (como
cias (CAAM e INP 1996). los camarones) y otros grupos marginalmente reporta-
dos. Sobre los poríferos, platelmintos, equiúridos, sipun-
3.38 Diversidad del zoobentos cúlidos y briozoos apenas se conoce que están presen-
tes en aguas marinas continentales (Mora et al. 1998).
En el Ecuador se han reportado once phyla entre los En resumen, hay grandes vacíos sobre el conoci-
que se cuentan los poríferos (esponjas), cnidarios (ce- miento de algunos grupos taxonómicos de zoobentos,
lenterados), platelmintos (turbelarios), anélidos (polique- así como una carencia de estudios biológicos y eco-
tos), equiúridos (gusanos marinos), sipuncúlidos (gusa- lógicos, inclusive de las especies comerciales.
nos marinos), artrópodos, moluscos, briozoos, equino-
dermos (erizos, estrellas y pepinos de mar) y foraminí- 3.39 Los bivalvos
feros. El número de especies en cada phyla consta en
el gráfico 3.6 (Jiménez 1996, Mora et al. 1998). Los bivalvos (que abarcan a las conchas) son el grupo
Los grupos mejor conocidos, desde el punto de vis- de invertebrados bentónicos de los que hay más infor-

101
3.40 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.5
Macroalgas
25 24
total de especies
especies con uso comercial
nœmero de especies

11

7 7
6

0
Clorofitas Feofitas Rodofitas
Fuente: CAAM e INP (1996).

mación, por lo que se toma como muestra representa- de bivalvos en una muestra submareal de 66
tiva a las 114 especies reportadas por Mora (1989, especies. Con base en estos datos se concluyó
1990) para el presente análisis biogeográfico. que la zona eufótica (hasta 50 m de profundi-
dad) es el área submareal con mayor diversi-
• De acuerdo con los patrones de distribución, el dad, y que el estrato entre 11 y 30 m de pro-
50% de las especies tiene una amplia distribu- fundidad es el más representativo en relación
ción geográfica en el Pacífico Este, que incluye con los estratos entre 1–10 m y 31–50 m. Por
los ambientes subtropicales y tropicales de los debajo de la zona eufótica el área de mayor
países comprendidos desde Estados Unidos diversidad se localiza entre 51 y 100 m, y és-
hasta el Perú y Chile. El 17% de especies tiene ta decrece conforme se desciende más.
su distribución desde México hasta el Perú, y el
31% con afinidades a las provincias biogeográ- En cuanto a los hábitats preferidos por los bivalvos se
ficas Mexicana y Panámica tiene su límite de encontró una mayor diversidad en substratos arenosos,
distribución en el Ecuador. Solamente el 2% pre- en relación con los substratos rocosos y fangosos (grá-
senta una distribución restringida: una especie fico 3.7). Los datos proceden principalmente de inves-
que se encuentra en Colombia y Ecuador (Pro- tigaciones submareales, por lo que los otros hábitats
tothaca ecuadoriana), y otra en el Ecuador y el costeros podrían estar mal representados (por ejemplo
Perú (Brachidentes playasensis). Salvo estos dos el manglar, ecosistema que alberga una gran diversi-
casos, actualmente no existe más información dad de moluscos).
sobre endemismo para la costa del Ecuador.
• Sobre la distribución de las especies a escala lo- 3.40 Diversidad de los vertebrados marinos
cal, se apunta que Guayas es la provincia que y costeros
tiene la mayor diversidad de especies de bival-
vos (86), en relación con Manabí, que tiene 74, Por constituir el nivel más alto de la cadena trófica, los
Esmeraldas con 64 especies y El Oro con 11. vertebrados dependen para su subsistencia de los ni-
• Existe información sobre la distribución vertical veles inferiores y por supuesto también del manteni-

102
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s m a r i n a s y c o s t e r a s
3.41

GRÁFICO 3.6
Número de especies del zoobentos, según phyla
250 241
nœmero de especies

117
83
51
34
1 12 1 1 1 1
0
Poriferos

Cnidarios

Sipuncœlidos

Artr—podos

Equinodernos

Foramin’feros
AnŽlidos

Equiœridos

Moluscos

Briozoos
Platelmintos

Fuentes: Cruz (1977, 1983a, 1986), Gualancañay (1983, 1989), Mora (1990), Mora et al. (1998),
Sonnenholzner (1997), Villamar (1983, 1986, 1997), Villamar, Gualancañay y Cruz (1997).

miento de los procesos ecológicos del medio marino. ces marinos). Los Clupeiformes (sardinas y anchovetas)
Sin embargo, con excepción de los peces con valor y Pleuronectiformes (lenguados) registran 24 especies
comercial, los vertebrados marinos han recibido esca- cada uno representadas en dos y tres familias respec-
sa atención desde el punto de vista ecosistémico y de tivamente. En menor proporción se encuentran grupos
conservación de la biodiversidad. representativos como los Rajiformes (rayas), Anguilifor-
Los grupos más diversos de vertebrados marinos y mes (anguilas), Scorpaeniformes (gallineta y lechuza),
costeros del Ecuador son el de los peces y el de las Tetradontiformes (tambuleros), Salmoniformes (huevi-
aves (gráfico 3.8). A continuación se presenta informa- nas), Siluriformes (bagres), Atheriniformes (peces vola-
ción sobre estos dos grupos, y también sobre los rep- dores y agujas), Gadiformes (congrios y merluzas), en-
tiles y mamíferos marinos. tre otros. En el cuadro 3.14 también consta cuántas fa-
milias y especies son comerciales, y cuántas especies
3.41 Diversidad de los peces marinos son endémicas.
Como no existía un análisis biogeográfico previo
El grupo de los peces marinos está compuesto por sobre los peces marinos del Ecuador, se hizo uno ad
479 especies, entre los que constan los peces de arre- hoc para este libro. Se ha usado la información de
cife (INEFAN/GEF 1998), que no están en la lista de 380 especies comerciales conocidas (Chirichigno, Fis-
Massay y Massay (1999). Como se observa en el cher y Nauen 1982, Massay 1983, Chirichigno y
cuadro 3.14, el grupo con mayor diversidad es el de Vélez 1998, Massay y Massay 1999). De estos da-
los Perciformes, conformado por 45 familias y 223 es- tos se desprende que la mayor afinidad de los peces
pecies (49% de la diversidad de peces marinos cono- marinos es con la provincia biogeográfica Panámica
cida en el Ecuador). Un grupo menos diverso pero y Mexicana (27%), frente al 4% de relación con la Pe-
igualmente importante son los Lamniformes (tiburones): ruano-Chilena. La mayoría de las especies (66%) tiene
14 familias y 40 especies (9% de la diversidad de pe- una distribución más amplia.

103
3.42 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.7
Distribución de los bivalvos según habitats
60 58
nœmero de especies

32
29
22
14
6 6 7
0 4 3 4 2
1 1

Estructuras (pilotes)
çreas con vegetaci—n

çreas sin vegetaci—n

Ra’ces de mangle

Manglar (estuarios)
Arcilloso

Grava

Areno-fangoso
Limoso

Fangoso

Areno-limoso

Coralino
Arenoso

Rocoso
Fuente: Mora (1990).

En cuanto a las especies de distribución restringi- 3.42 Diversidad de los reptiles marinos
da, solamente se registran seis (1,6%), las mismas que
constan en el cuadro 3.15. Antes de 1998, Chirichig- En el área marina costera del Ecuador han sido regis-
no y Vélez (1998) reportaron solo una especie de dis- tradas cuatro de las cinco especies de tortugas mari-
tribución restringida en el Ecuador y el Perú; luego, nas reportadas en el Pacífico sudeste, y una especie
Massay y Massay (1999) hicieron otra lista de peces de serpiente de mar (Pelamys platurus). Las tortugas
del Ecuador en la cual constan cinco especies que ha- marinas del Ecuador incluyen a tres especies de la fa-
bían sido reportadas por Chirichigno y Vélez como milia Chelonidae, la oliva (Lepidochelys olivacea), la
endémicas del norte de Perú. Este dato amplió el ran- negra del Pacífico (Chelonia mydas) y la carey (Eret-
go de distribución de dichas especies y la lista del mochelys imbricata), y a una de la familia Dermoche-
Ecuador. lidae, la tortuga laúd (Dermochelys coriacea) (Green
En cuanto a los hábitats de los peces marinos, la 1978, Green y Ortiz-Crespo 1982, Hurtado 1984,
mayoría de las especies fue encontrada en lugares 1991b, Almendáriz 1991, INEFAN/GEF 1998).
bentónicos de la plataforma continental de fondos sua- La tortuga oliva es una especie de hábitos epipelá-
ves y duros. En menores proporciones se registran gicos que se encuentra frecuentemente de 32 a 97 km
otros hábitats como ambientes estuarinos (13%) y man- fuera del litoral a lo largo de toda la Costa. Estas tor-
glares (1%) (gráfico 3.9). Matthes y Kapetsky (1988) tugas están más concentradas en su principal área de
demuestran que 299 especies de peces con distribu- alimentación, cerca a la Isla de la Plata, y al parecer
ción en el Pacífico Centro-oriental están asociadas con se desplazan en relación con la ubicación del Frente
los manglares en el ecosistema estuarino, por lo que Ecuatorial. Cuando suceden anomalías térmicas, esta
la información sobre los hábitats de estuario y manglar especie cambia sus patrones de distribución probable-
para peces marinos comerciales del Ecuador sugiere mente debido a que se desplaza en búsqueda de ali-
un vacío del conocimiento sobre éstos y es un tema mento. Durante los eventos El Niño se mueve hacia el
que requiere mayor investigación. sur del golfo de Guayaquil, llegando incluso a ser

104
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s m a r i n a s y c o s t e r a s
3.43

GRÁFICO 3.8
Número de especies de vertebrados marinos y costeros
500 479
nœmero de especies

222

89
32
5
0
Peces Reptiles Aves marinas Aves costeras Mam’feros

Fuentes: Almendáriz (1991), Chiluiza et al. (1998), Duffy y Hurtado (1984), EcoCiencia e INEFAN (1995), Félix
y Prieto (1991), Green (1978), Green y Ortíz (1982), Hurtado (1984, 1990b), Hurtado et al. (1998b), INEFAN,
Fundación Natura y ECOLAP (1996), INEFAN/GEF (1997), Jefferson, Leatherwood y Webber (1993), Massay
(1983), Massay y Massay (1999), Ortiz y Carrión (1991), Pople et al. (1997), Ridgely, Greenfield y Guerrero
(1998), Tirira (1999), Valle (1997, 1998), y Vidal (1992).

abundante en aguas peruanas en aguas someras cer- 3.43 Diversidad de las aves marinas y costeras
canas a la línea costera, donde además se torna vul-
nerable a la interacción con las actividades humanas. Ridgely, Greenfield y Guerrero (1998) mencionan que
No se han encontrado nidos de esta especie en las hay 89 especies de aves en los ambientes marinos y
playas del continente ni tampoco en Galápagos costeros pelágicos, neríticos, línea de costa, mangla-
(Green 1978, Hurtado 1990a, 1991b, 1992, Hur- res y humedales costeros. En su lista constan pingüinos
tado et al. 1999b). (que llegan durante los eventos El Niño), albatros, pe-
La tortuga negra del Pacífico no es tan abundante treles, pájaros tropicales, pelícanos, piqueros, cormo-
como la oliva, y se la encuentra en aguas tanto some- ranes, fragatas, flamencos, chorlitos, zarapitos, ostre-
ras como oceánicas. Pocos nidos de la tortuga negra ros, gavilanes, gallinetas, cigüeñelas, gaviotines, sal-
del Pacífico han sido encontrados en playas de la teadores, martines pescadores, papamoscas, gorrio-
Costa, principalmente en las zonas norte y centro, por nes y caciques. Para efectos del análisis presentado
ejemplo, en el Parque Nacional Machalilla (Green en este Informe, se considera una lista ampliada a
1978, Hurtado 1991b, 1992, INEFAN/GEF 1998). 222 especies que han sido reportadas en la franja li-
La tortuga carey es escasa; se la encuentra tanto toral y en los ecosistemas insulares (gráfico 3.10).
en aguas someras como en oceánicas, pero solo hay La información sobre aves marinas y costeras está
registros ocasionales tomados durante los desembar- muy dispersa y procede principalmente de inventarios
ques de la pesca artesanal. Hay pocos registros de la específicos realizados en las áreas marinas protegi-
tortuga laúd en aguas oceánicas, y es muy raro encon- das, y de estudios generales de la franja litoral, en los
trar esta especie en los desembarques de la pesca ar- que se incluye a aves que no dependen específica-
tesanal. La anidación de las tortugas, laúd y carey, es mente del medio marino costero para su subsistencia.
escasa y está dispersa en las playas de la costa con- El conocimiento sobre los hábitats se limita a los
tinental (Hurtado 1987b, 1991b). ambientes costeros donde se reproducen o descan-

105
3.43 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CUADRO 3.14
Peces marinos
Total de peces marinos Peces marinos comerciales Especies endémicas
Familias Especies Familias Especies
Batrachoidiformes 1 6
Beryciformes 2 3
Chimaeriformes 1 1
Elopiformes 2 2
Gasterosteiformes 2 4
Heterodontiformes 1 2
Lampridiformes 1 3
Lophiiformes 3 6
Notacanthiformes 1 1
Salmoniformes 10 12
Torpediniformes 1 3
Atheriniformes 5 12 1 1
Gadiformes 5 11 2 4
Lamniformes 14 40 5 22
Pleuronectiformes 3 24 2 2
Rajiformes 7 19 5 9
Scorpaeniformes 3 14 2 11
Siluriformes 1 12 1 3
Tetraodontiformes 5 13 1 1
Anguilliformes 7 16 2 5 1
Clupeiformes 2 24 2 10 1
Perciformes 45 223 20 95 4
Fuentes: Chirichigno, Fischer y Nauen (1982), Massay (1983), Chirichigno y Vélez (1998), Massay y Massay
(1999).

san. Salvo referencias generales, casi nada se ha do- la década de los 80, y cuyos resultados y conclusio-
cumentado sobre las áreas críticas neríticas u oceáni- nes más relevantes son:
cas ni sobre la importancia de los recursos pesqueros
para la subsistencia de las aves marinas. Tampoco se • Sitios importantes de anidación son la Isla de la
ha estudiado el impacto sobre este grupo de proble- Plata, Isla Pelado, Isla Santa Clara, el manglar
mas de deterioro ambiental como la sobrepesca e in- de la zona costera (como el Archipiélago de
teracción con la pesca, la contaminación por pestici- Jambelí), el estuario del río Chone y el estuario
das o las alteraciones físicas del hábitat. Cayapas–Mataje.
En resumen, ni siquiera para los ambientes costeros • Las principales amenazas a las aves marinas
mejor estudiados se dispone de una evaluación inte- son la colecta de huevos y jóvenes (en peque-
gral sobre la conservación de las aves marinas que ña escala), los animales introducidos en la Isla
pueda modificar substantivamente la caracterización de la Plata, el potencial efecto de la explora-
realizada por Duffy y Hurtado (1984) a comienzos de ción y explotación de gas en el golfo de Gua-

106
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s m a r i n a s y c o s t e r a s
3.44

yaquil (por la colonia de Isla Santa Clara), y la CUADRO 3.15


contaminación por pesticidas en ese mismo gol- Peces marinos cuya distribución está restringida al
fo. No se cuenta con datos sistemáticos sobre Ecuador y al Perú
la interacción de las aves marinas con la pesca. Familia Especie Nombre común
Muraenidae Priodonophis sp. Morena
Existen avances en cuanto a las recomendaciones pre- Scorpaenidae Pontibus dubius Lechuza
vistas en el documento de Duffy y Hurtado (1984), Pomadasyidae Pomadasys schyri Negro
pues las colonias de aves de la Isla de la Plata y de Scianidae Pareques lanfeari Camiseta
la Isla Santa Clara han sido estudiadas y monitorea- Scianidae Sciena wieneri Corvina
das (INEFAN/GEF 1998, Valle 1997, 1998), y en el Centrolophidae Schedophilus haedrichi Ojo de uva
2000 ambas forman parte del Sistema Nacional de
Fuente: Massay y Massay (1999).
Áreas Protegidas (mapa 4, p. 184). Por lo tanto, hay
posibilidades de mejorar su manejo.
De acuerdo con las listas de la Unión Mundial pa-
ra la Naturaleza (UICN), de la Convención sobre el fín común (Delphinus delphis) y al cachalote (Physeter
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de catadon) (Whitehead y Arnborn 1987).
Flora y Fauna CITES y de la Convención de Especies La ballena jorobada migra entre mayo y septiem-
Migratorias (también conocida como Convención de bre desde la Antártica para reproducirse en las
Bonn), once de las 89 especies de aves marinas y aguas del Ecuador y de Colombia (Félix 1998,
costeras se encuentran bajo alguna categoría de ame- INEFAN/GEF 1998). Este hecho ha permitido estu-
naza. diar su comportamiento, además de que se ha logra-
do establecer una industria turística en el Parque Na-
3.44 Diversidad de los mamíferos marinos cional Machalilla en torno a la observación de estos
cetáceos. El área marina alrededor del Refugio de Vi-
En el Ecuador se han avistado 24 especies de mamí- da Silvestre de la Isla Santa Clara también está dentro
feros marinos que corresponden a seis familias, y al de la ruta migratoria de la ballena jorobada (Yturralde
menos otras ocho se encuentran en el rango de distri- y Suárez 1998). Otros lugares donde han sido obser-
bución del Pacífico sudeste (Hurtado 1990b, Félix y vadas son el Bajo de Cantagallo, en la provincia de
Prieto 1991, Vidal 1992, Jefferson, Leatherwood y Manabí, y el Bajo de Copé en Guayas (Félix 1996
Webber 1993, Hurtado y Samaniego 1995, Chilui- citado en Garzón 1997).
za et al. 1998, Tirira 1999). Las 24 especies repor- Los lobos marinos como el de un pelo (Zalophus
tadas en el Ecuador representan aproximadamente la californianus) y el chuzco peruano (Otaria byronia) mi-
mitad del número de mamíferos marinos identificados gran ocasionalmente a la Costa durante las anomalías
en el Pacífico Sudeste (60, según Vidal 1992), e in- térmicas positivas (evento El Niño) o negativas (evento
cluyen cinco especies de ballenas con barbas (o gran- La Niña). No obstante, no han logrado establecer una
des ballenas), 16 de dentadas (que incluye a los del- colonia reproductiva, aunque se encuentran ejempla-
fines, orcas y cachalotes) y tres de lobos marinos. res de Z. californianus en la Isla de la Plata, y ocasio-
En aguas costeras, los cetáceos más conocidos nalmente de O. byronia en la Isla Santa Clara. En es-
son la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y ta última localidad se contaron 53 individuos que lle-
el bufeo (Tursiops truncatus). Este último tiene una po- garon durante el evento El Niño 97-98 y que, proba-
blación remanente de aproximadamente 2.500 indivi- blemente, retornaron a aguas peruanas una vez que
duos entre Posorja y la isla Puná (Felix 1994). Mien- cesó el fenómeno, ya que en posteriores monitoreos
tras tanto, en aguas oceánicas se conoce bien al del- no se avistó ninguno.

107
3.45 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.9 captura incidental durante las tres últimas décadas del
Distribución de los peces marinos según hábitats (con siglo XX. Las exportaciones fueron prohibidas en
base en una muestra de 380 individuos) 1981 y, durante el resto de esa década, se mantuvo
un comercio interno de carne calculado en 10.000
tortugas anuales, aunque este volumen pudo haber si-
do mayor ya que, por ejemplo, hubo indicios de un
Estuarios comercio clandestino de pieles (decomiso en Panamá
13% 1% de pieles de tortuga procedentes del Ecuador). En
Manglares
Bent—nico de
1990, este comercio interno fue nuevamente estimula-
plataforma 32%
32% do por la demanda y, para controlarlo, el Estado
Bent—nico de
Fondos suaves ecuatoriano declaró protegidas a todas las especies
plataforma
14% de tortugas marinas presentes en aguas territoriales.
Fondos duros
Bent—nico de talud 3% Costeros
Aparentemente, con esta medida el comercio se redu-
jo al mercado doméstico.
8% Aparte de esto y de la evaluación de la interac-
Pel‡gico ocŽanico
ción de las tortugas marinas con la pesca artesanal
realizada por Hurtado (1991b) a principios de
Fuentes: Massay y Massay (1999), Chirichigno, Fischer y 1990, cuando se documentó la captura incidental de
Nauen (1982). tortugas marinas en los espineles, no se cuenta con
una evaluación reciente. Es preciso tomar en cuenta
también la captura incidental de estos animales por la
3.45 Amenazas a las especies marinas y costeras flota camaronera, la cual, según Little y Herrera
(1991), oscilaría entre 8.178 y 11.064 tortugas
Aparte de información cualitativa y anecdótica sobre anuales. Debido a las presiones del mercado externo,
colecta y el comercio de corales, captura intensiva de particularmente por las amenazas de Estados Unidos
pepinos de mar, aumento del interés por los erizos, e de embargar el camarón, el gobierno ecuatoriano es-
impacto cualitativo de la "marisquería" en la zona in- tuvo obligado a adoptar los Dispositivos Excluidores
termareal, no se dispone de evaluaciones sistemáticas de Tortugas (TED por sus siglas en inglés). Sin embar-
sobre las amenazas a los invertebrados marinos. Inclu- go, no se conoce sobre su implementación a partir de
sive las amenazas a las especies comerciales han si- un estudio independiente de los intereses oficiales y
do escasamente documentadas (véase 3.60). comerciales.
Los problemas para la conservación de las espe-
cies vulnerables de vertebrados marinos costeros han 3.47 Amenazas a los cetáceos
sido estudiados con diferentes grados de profundidad.
Existe desde un estudio detallado de la interacción de El principal problema de los cetáceos en aguas coste-
tortugas marinas con la pesca artesanal, hasta referen- ras es la interacción con las diferentes flotas pesque-
cias anecdóticas de la interacción entre pesca y aves ras. Chiluiza et al. (1998) determinaron que esta fue
marinas. la causa del varamiento de cachalotes (Physeter cata-
don) en 13 de 25 casos, de bufeos (Tursiops trunca-
3.46 Amenazas a las tortugas marinas tus) en ocho de 30, y de ballenas jorobadas (Megap-
tera novaeangliae) en dos de cuatro. Félix y Samanie-
Las tortugas marinas, particularmente la oliva (Lepido- go (1994) y Hasse y Félix (1994) señalan que hay re-
chelys olivacea), han sido objeto de explotación y portes, en Río Chico, Salango y Puerto Rico, de vara-

108
E s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s : v a l o r e c o n — m i c o y e s t a d o d e c o n s e r v a c i — n
3.48

GRÁFICO 3.10
Número de especies de aves del litoral, según órdenes

70 67 Familias

Especies
nœmero de familias/especies

43

21
13 14 12 14
7 9 8
6 3 5 5 4 4 4
1 1 11
3 1 1 1 3 1 1 1 1 2 3 2 12 13 2
0
Procelariformes

Charadriiformes

Psittaciformes
Podicediformes

Sphenisciformes

Pelecaniformes
Ciconiformes

Strigiformes

Caprimulgiformes
Anseriformes

Falconiformes

Gruiformes

Columbiformes

Cuculiformes

Apodiformes

Coraciformes

Piciformes

Paseriformes
Phoenicopteriformes

Fuentes: Duffy y Hurtado (1984), EcoCiencia e INEFAN (1995), INEFAN, Fundación Natura y ECOLAP (1996),
INEFAN/GEF (1997), Ortiz y Carrión (1991), Pople et al. (1997), Ridgely, Greenfield y Guerrero (1998), Valle
(1997, 1998), Hurtado et al. (1998b).

mientos de cachalotes atrapados en redes agalleras. ticas de cetáceos (rutas migratorias, apareamiento,
También se estimó que cada bote de la flota de tras- crianza y alimentación) están subrepresentadas en el
mallo de Puerto López captura 0,038 delfines en ca- Sistema Nacional de Áreas Protegidas (mapa 4, p.
da viaje, con una incidencia anual de 156 individuos. 184), lo que hace aún más difícil garantizar la salud
No existe en el país investigaciones orientadas a de las poblaciones de cetáceos que habitan en las zo-
determinar el impacto de contaminantes en las pobla- nas marinas del Ecuador.
ciones de cetáceos, aunque a nivel del Pacífico sudes-
te se ha registrado residuos de pesticidas organoclo- 3.48 Especies marinas comerciales: valor económico
rados en tejidos de ballenas de Bryde (Balaenoptera y estado de conservación
edeni) y de rorcuales comunes (B. physalius), así como
residuos de DDT y sus metabolitos en el hígado y la En 1998 la pesca y la acuicultura constituyeron el se-
grasa (Torres, Aguayo y Cárdenas 1991). Este asunto gundo rubro de exportación de Ecuador (US$ 1.233
es particularmente preocupante porque uno de los millones) después del banano (US$ 1.419,6 millo-
principales problemas ambientales del golfo de Gua- nes). Esto desplazó al petróleo a un tercer lugar (US$
yaquil es justamente la descontrolada contaminación 922,9 millones), como consta en el gráfico 3.11. De
por pesticidas (véase recuadro 2.3). acuerdo con los datos del Banco Central (BCE 1999),
En el Libro Rojo de la Unión Mundial para la Na- entre 1980 y 1998 el 74% de las exportaciones den-
turaleza (UICN) y en los apéndices del CITES y de la tro del rubro pesquerías y acuicultura corresponde a
CMS constan todas las especies que se encuentran en camarón (cultivo y pesca), 18% a productos pesque-
aguas ecuatorianas. A escala nacional, las áreas cri- ros industrializados (harina de pescado, enlatados y

109
3.49 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.11
Valor de las exportaciones (FOB) de petróleo, productos agrícolas, pesca y otros, entre 1980 y
1998 (millones de US$)

2.000
millones de d—lares estadounidenses

1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200 Petr—leo
Agricultura
1980

Pesca y acuicultura
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990

Otros
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
Fuente: Banco Central del Ecuador (1999).

otros productos elaborados), 4% a atún, y 4% a pes- muerte masiva de camarones por el síndrome de la
cado en general. El Instituto Nacional de Pesca sostie- gaviota, el problema de enfermedades en estos ani-
ne que el sector pesquero genera alrededor de 250 males se ha agudizado. En 1992 arreció el ¨síndro-
mil plazas de empleo y que gesta el diario vivir de un me de Taura¨ y, más recientemente, en 1999, la
millón y medio de personas (INP 1999). De allí que ¨mancha blanca¨. Esto ha frenando el desarrollo de
cabe analizar cómo está la diversidad marina en la esa actividad y ha tenido un impacto económico, cal-
que se sustenta esta actividad productiva. culado por la CNA para el año 2000, de alrededor
de US$ 270 millones, esto es, 59% menos de lo que
3.49 El camarón generaron las exportaciones durante 1999 (Diario El
Universo del 6 de marzo de 2000). No se dispone de
Según datos de la Cámara Nacional de Acuacultura información cuantitativa sobre las repercusiones socia-
(CNA), el 90% de la producción de camarón (Pe- les de esta drástica reducción de la actividad, pero es
naeus vanamei ), correspondiente al período evidente que deben haberse producido graves trastor-
1980–1998, provino de cultivos y el 10% restante de nos derivados de la misma. Adicionalmente, Coello
la flota camaronera (gráfico 3.12). La frontera de las (1996) ha identificado los siguientes problemas am-
piscinas camaroneras se ha expandido principalmen- bientales:
te en detrimento de las áreas salinas (ahora casi ine-
xistentes) y del manglar. No existen, por lo tanto, ma- • Presión de las flotas pesqueras sobre todas las
yores posibilidades de expansión física, a menos que fases del ciclo de vida del camarón silvestre.
sea a expensas del manglar remanente cuya tala está • Deterioro de la calidad de los estuarios ocasio-
prohibida según la legislación vigente. nada por la tala del manglar y por diferentes
A partir de 1989, cuando se reportó la primera fuentes de contaminación, incluyendo las des-

110
E s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s : v a l o r e c o n — m i c o y e s t a d o d e c o n s e r v a c i — n
3.50

GRÁFICO 3.12
Capturas de camarón marino por pesca y cultivo (1980–1998)
16.000 pesca (10%)
Cultivo
14.000
Pesca
toneladas mŽtricas

12.000
10.000
cultivo
8.000 (90%)
6.000
4.000
2.000
0
1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998
1980

Fuente: Datos de 1999 de la Camara Nacional de Acuacultura.

cargas de agua de las propias camaroneras. nes estuvieron por debajo del promedio capturado du-
• Presión sobre otros recursos pesqueros ocasio- rante la década de los 90 e inclusive fueron inferiores
nada por el desperdicio de grandes cantidades a los de los años 80. En general, a partir de 1992 la
de larvas y juveniles de otras especies. tendencia de las capturas ha decrecido (gráfico
• Introducción de especies exóticas (genotipos fo- 3.13). A mediados de los años 90, Coello (1996) se-
ráneos de Penaeus spp. o camarón blanco) co ñaló que aparentemente había sobreexplotación, ya
mo alternativas para diversificar la producción. que se había superado ampliamente (entre dos y cua-
tro veces) la captura máxima anual prevista en 1.500-
Los datos sugieren que el principal rubro de exporta- 1.800 toneladas métricas y que, por lo tanto, la pes-
ción del sector pesquero —la acuicultura de cama- quería estaría operando por encima del máximo es-
rón— no tiene oportunidades de crecimiento inmedia- fuerzo recomendado.
tas, al menos al ritmo que se había proyectado duran- Finalmente, la fauna acompañante de la pesquería
te las décadas de los 80 y 90 (gráfico 3.12). Por lo de camarón marino es seguramente la que registra la
tanto, es preciso realizar un análisis que confirme si es- mayor diversidad de especies de peces: 261 en 56
ta actividad ya rebasó los límites de sustentabilidad, lo familias (Little y Herrera 1991).
cual ya indican los datos de rentabilidad (Coello
1996). 3.50 Otras pesquerías
En lo que respecta a la captura de la flota cama-
ronera, sus picos máximos y mínimos de producción De acuerdo con las estadísticas oficiales del Instituto
están relacionados con las anomalías térmicas (como Nacional de Pesca sobre desembarques, la pesca ar-
los eventos El Niño y La Niña), tal como se observa tesanal e industrial se sustenta principalmente en 118
en el gráfico 3.13. Durante los eventos El Niño, especies, que corresponden al 25% de la diversidad
82–83, 87 y 92–93, los volúmenes de captura supe- de peces marinos conocidos en el Ecuador. En las
raron al promedio de los años 80 y 90 respectivamen- capturas de la flota pesquera artesanal es donde hay
te. Sin embargo, durante El Niño 97-98 esos volúme- una mayor diversidad de especies (115) en relación

111
3.51 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.13
Pesca de camarón marino (1980–1998)

anomal’a TSM ( ¼C ) pesca


promedio de la pesca promedio de la 3
16.000 en los a–os 80 pesca en los a–os 90 2,5
14.000 2

anomal’a TSM ( ¡C )
toneladas mŽtricas

12.000 1,5
10.000 8.065,9 9.404,9 1
0,5
8.000
0
6.000
-0,5
4.000
-1
2.000 -1,5
1980

1981

1982
1983
1984
1985
1986

1994

1997
1987

1988
1989
1990

1991

1992
1993

1995

1996

1998
0

Fuente: Datos de 1999 de la Cámara Nacional de Acuacultura y de la National Oceanic and At-
mospheric Administration (NOAA).
Nota: la anomalía TSM (temperatura superficial del mar) es la diferencia que existe entre una tempera-
tura determinada y la temperatura normal (promedio de 30 años).

con las industriales, que se sustentan en solo 20 espe- Los pelágicos pequeños seguramente son los recur-
cies. En todo caso, este número de especies podría sos pesqueros mejor estudiados en el país. Sin embar-
ser superior, ya que en las estadísticas se registran ru- go, el énfasis de las investigaciones se ha concentra-
bros generales que pueden incluir una o varias espe- do en la información pesquera antes que en la bioló-
cies (INP 1999). Hay varias flotas pesqueras en el gica (Coello 1997b). El mismo autor resume así la in-
Ecuador, las cuales están especializadas en una o va- formación sobre los stocks:
rias especies o hábitats. A continuación consta infor-
mación sobre éstas. • Sardina: stock compartido con el Perú.
• Macarela: mayoría del stock en el Ecuador, aun-
3.51 Los peces pelágicos pequeños que habría mezcla con poblaciones del Perú.
• Pinchagua: hay poblaciones locales de tres es-
La flota que pesca con red de cerco a los pelágicos pecies, aunque no se conoce suficiente sobre
pequeños se ha sostenido en cinco especies. Estas son las diferencias en su forma de vida o en la dis-
tres de clupeidos (sardinas, Sardinops sagax y Etru- tribución entre especies.
meus teres, y pinchaguas, Ophistonema sp.) y dos de • Chuhueco: no hay estudios de identidad del
escómbridos (la macarela, Scamber japonicus, y el stock, aunque se cree que el más grande sería
chuhueco, Cetengraulis mysticetus), las cuales viven en el del golfo de Guayaquil (Coello 1996).
hábitats pelágicos costeros. Las capturas son comple-
mentadas con por lo menos cuatro especies más: dos Las estadísticas del INP (1999) y la bibliografía rele-
carángidos (el jurel, Trachurus murphy, y las caritas, vante sugieren que hay una sobreexplotación de los
Selene sp.), un escómbrido (la botellita, Auxis sp.) y un recursos en los que se sustenta la flota que pesca, con
scorpaeiniforme (la gallineta, Prionotus sp.) (gráfico red de cerco, peces pelágicos pequeños. Los hechos
3.14). en los que se basa esta afirmación son:

112
E s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s : v a l o r e c o n — m i c o y e s t a d o d e c o n s e r v a c i — n
3.51

GRÁFICO 3.14
Composición de la captura de la flota que pesca con red de cerco peces pelágicos pequeños

Otros Hojita-
Jurel 2,1 cucharita Botellita
2,6 0,3 0,2
Sardina del
Sardina sur
redonda 39,3
2,8

Chuhueco
6,5

Macarela
18,8

Pinchagua
27,4
Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

• Ante la disminución de la macarela, la sardina • Han disminuido los volúmenes de captura de


pasó a constituirse en el eje de esta flota pes- macarela en los años 90, a pesar de su débil
quera hasta 1986, cuando sus capturas comen- recuperación en 1997 (gráfico 3.15) (Aguilar
zaron a descender hasta casi desaparecer, a 1999). Esta especie predominaba en los de-
principios de los años 90 (Coello 1996). Las sembarques entre 1980 y 1983, habiendo su-
capturas de sardina colapsaron entre 1990 y perado ampliamente el rendimiento calculado
1994, cuando desaparecieron de los registros sostenible de la primera mitad de los años 80,
de desembarque (gráfico 3.15). A partir de como reporta Coello (1996), quien ya a me-
1995, Aguilar y Cedeño (1999) reportan su diados de los años 90 sugirió que había sobre-
reaparición hasta constituir el 57% de los desem- pesca de este recurso.
barques. Sin embargo, los volúmenes actuales • Los volúmenes de captura de pinchagua han
han disminuido notablemente en relación con disminuido progresivamente a partir de 1985.
las capturas de los años 80. Además, debe to- Mientras en ese año se pescó 328.000 tonela-
marse en cuenta que el máximo rendimiento sos- das métricas, en 1997 esta cifra se redujo a so-
tenible para el stock Ecuador–centro del Perú ya lo 43.000 toneladas métricas (gráfico 3.15).
fue alcanzado y superado durante la década Aguilar (1999) lo atribuye al colapso ocurrido
de los 80 (Coello 1996). En resumen, la sardi- entre 1976 y 1978, y Coello (1996) sugiere
na es un recurso sobreexplotado que no puede que, ya en los años 80, la explotación de pin-
ser manejado sin la colaboración del Perú, país chagua habría superado los niveles de máximo
donde se registra el 90% de las capturas del rendimiento sostenible (estimado en 200.000
stock Ecuador–centro del Perú (Aguilar 1999). toneladas métricas anuales). Así, esta especie

113
3.51 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.15
Evolución de los desembarques de peces pelágicos pequeños capturados por la flota que pesca
con red de cerco (1981–1997)

2.000.000
1.800.000
1.600.000
toneladas mŽtricas

1.400.000
1.200.000 Flota de red de cerco
1.000.000 Sardina del sur
800.000 Macarela
600.000 Pinchagua
400.000 Chuhueco
200.000 Sardina redonda
Otras especies
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

GRÁFICO 3.16
Desembarques de la flota de red de cerco que pesca peces pelágicos pequeños, según tipo de
embarcación

1.000.000
900.000
800.000
toneladas mŽtricas

700.000
600.000
500.000
400.000
300.000
Total
200.000
Clase IV
100.000
Clase III
Clase II
1987
1988
1989
1990

1991

Clase I
1992

1993
1994

1995

1996
1997

Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

114
E s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s : v a l o r e c o n — m i c o y e s t a d o d e c o n s e r v a c i — n
3.52

es otro recurso que ha sido sobreexplotado. barcos activos y en su rentabilidad (Aguilar 1999).
• El chuhueco ya fue sobrepescado en los años Así, esta pesquería habría dejado de ser sustentable.
70, por lo que ha sido necesario protegerlo a
través de vedas. Estas han sido modificadas en 3.52 El atún
varias oportunidades ante la falta de otros re-
cursos pesqueros, particularmente durante los La flota que pesca atún con red de cerco se sustenta
eventos El Niño (gráfico 3.15) (Coello 1996). en la captura de tres especies de escómbridos: el ba-
• El marcado descenso de las capturas registrado rrilete (Katsuwonus pelamis), el atún aleta amarilla
entre 1987 y 1997 por las embarcaciones de (Thunnus albacares) y el atún ojo grande (T. obesus)
clase I y II (de menor autonomía: 1-30 millas), y (gráfico 3.17). Estas especies tienen hábitos pelági-
el incremento de las de clase III y IV (de mayor cos, epipelágicos y mesopelágicos y se las encuentra
autonomía: más allá de 100 millas) confirman entre la superficie y 250 m de profundidad (Martínez
la drástica disminución de los recursos en el há- 1998a). Son animales muy migratorios por lo que sus
bitat pelágico costero donde ha operado tradi- stocks en explotación son compartidos por varios paí-
cionalmente la flota que pesca sardina con red ses (Coello 1996). El conocimiento de estos recursos
de cerco (gráfico 3.16). es muy bueno y ha sido ampliamente documentado
por la Comisión Interamericana del Atún Tropical
A estos hechos se suma que la flota que pesca con red (CIAT).
de cerco los pelágicos pequeños se caracteriza por Como se observa en el gráfico 3.18, las estadísti-
tasas de captura con una tendencia a la baja, tenden- cas de esta flota pesquera para el período
cia que también se hace evidente en el número de 1985–1997 muestran una tendencia al incremento en

115
3.52 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.17
Proporción de la captura de tres especies de atún entre 1987 y 1997

Aleta amarilla Ojo grande


36% 10%

Barrilete
54%

Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

GRÁFICO 3.18
Evolución de los desembarques de atún capturado por la flota de red de cerco entre 1985 y
1997, según especies

120.000

100.000
toneladas mŽtricas

80.000

60.000

40.000

20.000 Total
Barrilete
1985

Ojo grande
1986
1987
1988
1989
1990
1991

Aleta amarilla
1992

1993

1994
1995

1996

1997

Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

116
A m e n a z a s a l a s e s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s
3.54

los volúmenes de captura. Aunque los atunes se han


alejado de la franja litoral debido a la reducción de
su alimento —que consiste en peces pelágicos peque-
ños— (Coello 1996), es evidente que esta flota es la
que se encuentra en mejor situación. En 1997 se re-
gistró el máximo de capturas (110.267 toneladas mé-
tricas), volumen que duplica el promedio de lo captu-
rado entre 1985-1997 (51.752 toneladas métricas).
La flota que pesca atún con red de cerco es la única
que se encuentra en crecimiento y que cuenta con un
esquema de manejo regional y con monitoreo sobre
su sustentabilidad, a través de la CIAT.

3.53 Otras especies transzonales y migratorias

La flota palangrera pesca las mismas tres especies de


atún que la flota que utiliza red de cerco para hacer-
lo, particularmente el atún ojo grande (Thunnus obe-
sus), que representa el 69% de las capturas (gráfico
3.19). Esta especie, pelágica y mesopelágica, es
capturada en aguas oceánicas con el palangre que
opera entre 90 y 200–300 m de profundidad. Pero,
además, esta flota también captura tiburones: se ha re-
portado que al menos once especies de este grupo
son capturadas con el palangre; una de éstas, el tibu-
rón azul (Prionace glauca), es una especie transzonal
con amplia distribución en el Pacífico oriental. En me-
nor proporción se captura otra especie transzonal (el
dorado, Coriphaena hippurus), y cuatro especies muy
migratorias de la familia Istiophoridae: los picudos
(Makaira spp. e Istiophorus albicans) y el pez vela (Is-
tiophus platypterus) (Marín 1998, Martínez 1998a, crecimiento, de US$ 46,8 millones en 1994 a US$
INP 1999, Rodríguez y Morán 1999). 59,6 millones en 1998 (Asoexpebla 1999). Sin em-
Las especies en las cuales se sustenta esta flota pes- bargo, debe tomarse en cuenta que estas cifras inclui-
quera tienen una amplia distribución y, con excepción rían también productos procedentes de la flota pesque-
de los atunes —que son monitoreados por la CIAT—, ra artesanal. En resumen, la flota palangrera es una
las otras especies transzonales y migratorias no han si- pesquería escasamente documentada y estudiada.
do debidamente estudiadas en aguas ecuatorianas.
Como no se dispone de información sistemática ni du- 3.54 Amenazas a las especies marinas comerciales
rante largos períodos, no es posible analizar la ten-
dencia actual de capturas de la flota palangrera. Las La principal causa de la declinación de la mayoría de
estadísticas sobre las exportaciones de pescado fres- los recursos pesqueros es la sobrepesca, a la que se
co de USE Pesca-CORPEI muestran una industria en suman varios factores interactuantes (Coello 1996):

117
3.54 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

• Sobredimensionamiento del esfuerzo pesquero se nota una reducción significativa de las capturas de
(flota y número de pescadores). esa concha (a menos de la mitad de lo que fue extraí-
• Alteración de hábitats críticos como esteros, do durante los años 70). Tampoco se conoce el poten-
manglares y plataforma continental. cial pesquero y el nivel de explotación del stock del
• Contaminación del agua por diferentes fuentes, cangrejo rojo (Ucides occidentalis), pero se sugiere
principalmente de origen terrestre. que el recurso estaría sobreexplotado.
• Falta de políticas de manejo pesquero. La pesquería artesanal se sustenta en una gran di-
versidad de especies. Mientras según el INP (1999)
La subutilización de la fauna acompañante en las fae- se pescarían 115 especies representantes de 46 fami-
nas camaroneras de arrastre estaría causando un im- lias, Herdson, Rodríguez y Martínez (1985a,b) repor-
pacto en los recursos demersales, pues se desperdicia taron 170 especies para los desembarques de pesca
el 75% de la captura de peces (Coello 1996). Ade- artesanal. Sin embargo, aproximadamente tres cuar-
más, el 78% del desperdicio de la captura de larvas tas partes de lo capturado entre 1985 y 1997 corres-
de camarón no solo afectaría a las poblaciones de pondieron solo a 56 especies en ocho familias. El per-
peces, crustáceos y moluscos que son capturados inci- fil de la diversidad capturada por esta pesquería cons-
dentalmente en sus primeras etapas de vida, sino tam- ta en el gráfico 3.20.
bién a las poblaciones silvestres de las que depende La flota pesquera artesanal juega un rol socioeco-
la actividad camaronera. Coello agrega que se des- nómico importante en el Ecuador, ya que hay 138 si-
conoce el potencial pesquero y el nivel de explotación tios de desembarque a lo largo del litoral y un consi-
del stock de concha prieta y otros moluscos, aunque derable crecimiento durante las dos últimas décadas

118
A m e n a z a s a l a s e s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s
3.54

GRÁFICO 3.19
Evolución de los desembarques de la flota palangrera, según especies
10.000 Albacoras
Picudo negro 1,63% 0,51%
Picudo azul 0,35%
toneladas mŽtricas

8.000 Pez espada 2,51% Pez vela 0,10%


Picudo rayado 2,74% Dorado 0,12%
Atœn barrilete 0,02%
Atœn aleta amarilla 2,83%
6.000
Atœn ojo grande 68,65%
Tiburones 20,55%
4.000

2.000
Atœn ojo grande

Atœn aleta amarilla

Atœn barrilete
Tiburones

Picudo rayado

Pez espada

Picudo negro

Albacoras

Pciudo azul

Pez vela

Dorado
Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

GRÁFICO 3.20
Principales grupos de peces capturados por la flota pesquera artesanal

120.000 70
volumen capturado 62
100.000 nœmero de especies
nœmero de especies
toneladas mŽtricas

80.000

60.000

40.000 17
10 10 11
20.000 3
1 3 1
Istiophoridaae
Corypahenidas

Sciaenidae

Ophidiidae

Serranidae

Carangidae
Scombridas

Alopidae

Otras

Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

119
3.54 L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

GRÁFICO 3.21
Comparación entre el volúmen y el número de especies capturado por la flota pesquera
artesanal entre 1985 y 1997
60.000 volœmen de peces 140

nœmero de especies 115


50.000 111 120
102 97

nœmero de especies
toneladas mŽtricas

100
40.000 82
71 80
30.000 57 57 51
60
20.000 39 32
28 40
17
10.000 20
0
1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997
1985

Fuente: Instituto Nacional de Pesca (1999).

GRÁFICO 3.22
Comparación entre los volúmenes de desembarque de la flota artesanal y la anomalía TSM

60.000 anomal’a TSM 3


volœmen capturado 2,5
50.000
anomal’a TSM (¼C) anual

2
toneladas mŽtricas

40.000 1,5
1
30.000
0,5
20.000 0
-0,5
10.000
-1
-1,5
1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997
1985

Fuente: INP (1999) y datos de 1999 de la Cámara Nacional de Acuacultura y de la National Oceanic and
Atmospheric Administration (NOAA).
Nota: la anomalía TSM (temperatura superficial del mar) es la diferencia que existe entre una temperatura determi-
nada y la temperatura normal (promedio de 30 años).

120
A m e n a z a s a l a s e s p e c i e s m a r i n a s c o m e r c i a l e s
3.54

GRÁFICO 3.23
Comparación entre el número de especies capturadas por la flota artesanal y la anomalía TSM

140 anomal’a TSM 3


nœmero de especies

120 2,5

anomal’a TSM (¼C) anual


nœmero de especies
2
100
1,5
80 1
60 0,5
0
40
-0,5
20 -1
-1,5
1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997
1985

Fuente: INP (1999) y datos de 1999 de la Cámara Nacional de Acuacultura y de la National Oceanic and
Atmospheric Administration (NOAA).
Nota: la anomalía TSM (temperatura superficial del mar) es la diferencia que existe entre una temperatura determi-
nada y la temperatura normal (promedio de 30 años).

del siglo XX (Revelo, Solís y Villón 1999). Sin embar- 3.21 y 3.23). De igual manera que con el volumen,
go, las estadísticas del INP (1999) indican una reduc- durante los pasados eventos El Niño había incremen-
ción de los volúmenes de captura, en 1997, equiva- tado el número de especies en la composición de la
lente al 53% en relación con 1996 (gráfico 3.21). captura (gráfico 3.23).
Aunque esta disminución podría ser atribuible a los El potencial de los stocks explotados por la pesque-
efectos de El Niño 97–98, en eventos anteriores de ría artesanal de pesca blanca (la que se dedica a
este tipo (87, 92–93), se registraron incrementos en capturar la carne de buena calidad para la exporta-
los volúmenes de captura (gráfico 3.22). También en ción) no ha sido calculado; sin embargo se cree que
1997 se notó una disminución en la diversidad de es- muchos ya están en su máximo nivel de explotación
pecies que sustentan la pesca artesanal (51) en rela- (Coello 1996).
ción con 1996, cuando se reportaron 115 (gráficos

121
L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

Anexo 1. Fauna del Ecuador amenazada de extinción


según las categorías de la UICN

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
MAMÍFEROS Inia geoffrensis EN VU
Didelphiomorphia Physeteridae
Didelphidae Physeter catodon VU VU
Caluromys derbianus – VU Chiroptera
Glironia venusta VU VU Emballonuridae
Artiodactyla Balantiopteryx infusca EN EN
Cervidae Furipteridae
Pudu mephistophiles VU LR(nt) Amorphochilus schnablii VU VU
Carnivora Molossidae
Canidae Cabreramops aequatorianus EN VU
Speothos venaticus VU VU Phyllostomidae
Felidae Artibeus fraterculus – VU
Leopardus tigrinus VU LR(nt) Choeroniscus periosus VU VU
Oncifelis colocolo VU LR(lc) Lonchophylla handleyi – VU
Panthera onca VU LR(nt) Lonchophylla hesperia – VU
Puma concolor VU – Platyrrhinus chocoensis – VU
Mustelidae Thyropteridae
Lontra longicaudis VU – Thyroptera lavali – VU
Mustela felipei – EN Vespertilionidae
Pteronura brasiliensis CR VU Eptesicus innoxius – VU
Otariidae Edentata
Arctocephalus galapagoensis VU VU Dasypodidae
Zalophus californianus wollebaeki – VU Priodontes maximus VU EN
Ursidae Myrmecophagidae
Tremarctos ornatus VU VU Myrmecophaga tridactyla VU VU
Cetacea Perissodactyla
Balaenopteridae Tapiridae
Balaenoptera borealis – EN Tapirus bairdii EX? VU
Balaenoptera musculus EN EN Tapirus pinchaque VU EN
Balaenoptera physalus – EN Primates
Megaptera novaeangliae VU VU Cebidae
Delphinidae Aotus lemurinus VU VU
Sotalia fluviatilis VU DD Ateles belzebuth VU VU
Iniidae Ateles fusciceps EN VU

122
A n e x o 1 . Fa u n a d e l E c u a d o r a m e n a z a d a d e e x t i n c i — n

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Cebus apella VU – Anhimidae
Cebus capucinus VU – Anhima cornuta EN –
Pithecia aequatorialis VU LR(lc) Anatidae
Rodentia Anas cyanoptera EX –
Dinomyidae Netta erythrophthalma CR –
Dinomys branickii VU EN Sarkidiornis melanotos EN –
Muridae Cairina moschata VU –
Anatomys leander – EN Ciconiiformes
Megaoryzomys curioi – EX Threskiornithidae
Neacomys tenuipes VU – Theristicus melanopis CR –
Nesorysomys darwini EX? EX Cathartidae
Nesorysomys fernandinae CR EX Vultur gryphus CR –
Nesorysomys indefessus CR EN Falconiformes
Nesorysomys swarthi EX? EX Accipitridae
Oryzomys galapagoensis CR CR Rosthramus sociabilis VU –
Scolomys melanops VU EN Buteo galapagoensis EN VU
Sirenia Leucopternis occidentalis EN EN
Trichechidae Leucopternis semiplumbea VU LR(nt)
Trichechus inunguis CR VU Hapyhaliaetus solitarius VU LR(nt)
AVES Morphnus guianensis VU LR(nt)
Podicipediformes Harpia harpyja EN LR(nt)
Podicipedidae Falconidae
Podiceps occipitalis VU – Micrastur plumbeus EN EN
Sphenisciformes Falco deiroleucus VU LR(nt)
Spheniscidae Galliformes
Spheniscus mendiculus EN VU Cracidae
Procellariformes Ortalis erythroptera VU VU
Diomedeidae Penelope barbata EN VU
Diomedea irrorata EN LR(nt) Penelope ortoni EN VU
Procellariidae Penelope purpurascens EN –
Procellaria parkinsoni – VU Aburria aburri VU LR(nt)
Pterodroma phaeophygia CR CR Mitu salvini VU –
Puffinus creatopus – VU Crax rubra CR –
Pelecaniformes Crax globulosa CR VU
Phalacrocoracidae Odonthophoridae
Nannopterum harrissi CR VU Rhynchortyx cinctus VU –
Phoenicopteriformes Gruiformes
Phoenicopteridae Rallidae
Phoenicopterus rubber EN – Rallus semiplumbeus (Ecuador?) – EN
Anseriformes Rallus longirostris VU –

123
L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Aramides wolfi EN VU Eriocnemis nigrivestis CR CR
Laterallus spilonotus VU LR(nt) Eriocnemis godini CR CR
Charadriiformes Acestrura bombus VU EN
Burhinidae Acestrura berlepschi EN EN
Burhinus superciliaris VU – Metallura baroni LR VU
Thinocoridae Piciformes
Thinocorus rumicivorus EX – Capitonidae
Charadriidae Capito quinticolor VU –
Charadrius melodus VU – Ramphastidae
Oreopholus ruficollis EX – Andigena laminirostris VU LR(nt)
Laridae Galbulidae
Larus fuliginosus EN VU Galbula pastazae – VU
Columbiformes Passeriformes
Columbidae Furnariidae
Zenaida galapagoensis VU – Synallaxis tithys VU VU
Leptotila ochraceiventris EN VU Synallaxis cherriei VU LR(nt)
Geotrygon purpurata VU – Xenerpestes milosi VU –
Psittaciformes Margarornis stellatus VU –
Psittacidae Pseudocolaptes johnsoni VU –
Ara militaris EN VU Syndactyla ruficollis EN VU
Ara ambigua EN – Hylocryptus erythrocephalus VU VU
Ara chloroptera EN – Thamnophilidae
Aratinga wagleri VU – Dysithamnus occidentalis VU VU
Aratinga erythrogenys VU LR(nt) Myrmeciza griseiceps EN EN
Ognorhynchus icterotis CR CR Formicariidae
Leptosittaca branickii VU VU Psittasoma rufopileatum VU –
Pyrrhura orcesi EN VU Grallaria gigantea VU VU
Pyrrhura albipectus VU VU Tyrannidae
Brotogeris pyrrhopterus VU LR(nt) Hemitriccus cinnamomeipectus VU –
Touit stictoptera VU VU Onycorhynchus occidentalis EN VU
Hapalopsittaca amazonina EN EN Agriornis andicola EN VU
Hapalopsittaca pyrrhops EN EN Attila torridus VU VU
Amazona autumnalis VU – Pachyramphus spodiurus VU LR(nt)
Cuculiformes Lathrotriccus griseipectus LR VU
Cuculidae Cotingidae
Neomorphus radiolosus EN EN Doliornis remseni VU VU
Apodiformes Pyroderus scutatus CR –
Apodidae Cephalopterus penduliger EN VU
Cypseloides lemosi (Ecuador?) – VU Pipridae
Trochilidae Chloropipo flavicapilla VU –

124
A n e x o 1 . Fa u n a d e l E c u a d o r a m e n a z a d a d e e x t i n c i — n

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Mimidae Atelopus spumarius NU
Nesomimus trifasciatus CR EN Bufo blombergi N2
Thraupidae Bufo caeruleocellatus N3
Xenodacnis parina EN LR(nt) Bufo coniferus N3
Dacnis berlepschi EN VU Bufo glaberrimus N3
Tangara johannae VU LR(nt) Bufo haematiticus N3
Irisodornis porphyrocephala VU LR(nt) Bufo hypomelas N2
Buthraupis wetmorei VU VU Bufo spinulosus N1
Chlorospingus flavovirens – VU Osornophryne antisana N1
Wetmorethraupis sterrhopteron DD EN Osornophryne bufoniformis N3
Emberizidae Osornophryne guacamayo N3
Atlapetes pallidiceps CR CR Osornophryne talipes N1
Oreothraupis arremonops VU VU Centrolenidae
Ammodramus savannarum EX – Centrolene geckoideum NU
Camarhynchus pauper CR LR(nt) Centrolenella anomala NU
Camarhynchus psittacula VU – Centrolenella audax NU
Camarhynchus heliobates CR EN Centrolenella balionota NU
Fringillidae Centrolenella ballux N3
Carduelis siemiradzkii VU VU Centrolenella buckleyi N1
ANFIBIOS* Centrolenella cochranae N3
Anura Centrolenella flavopunctata NU
Bufonidae Centrolenella fleischmanni N3
Andinophryne colomai N2 Centrolenella gemmata NU
Andinophryne olallai NU Centrolenella grandisonae NU
Atelopus arthuri N1 Centrolenella griffithsi NU
Atelopus balios N2 Centrolenella heloderma NU
Atelopus bomolochos N1 Centrolenella megacheira NU
Atelopus boulengeri UN Centrolenella midas NU
Atelopus coynei N1 Centrolenella munozorum NU
Atelopus elegans N1 Centrolenella ocellifera NU
Atelopus halihelos NU Centrolenella pellucida NU
Atelopus ignescens NX Centrolenella peristicta NU
Atelopus longirostris N1 Centrolenella pipilata NU
Atelopus lynchi NU Centrolenella prosoblepon N3
Atelopus mindoensis NU Centrolenella puyoensis NU
Atelopus nepiozomus NU Centrolenella resplendens NU
Atelopus pachydermus N1 Centrolenella scirtetes NU
Atelopus palmatus NU Centrolenella siren NU
Atelopus planispina NU Centrolenella spinosa NU
Atelopus pulcher NU Centrolenella valerioi N3

125
L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Dendrobatidae Gastrotheca pseustes N3
Colostethus anthracinus N2 Gastrotheca testudinea NU
Colostethus cevallosi NU Gastrotheca weinlandii NU
Colostethus chocoensis UN Hemiphractus bubalus N3
Colostethus elachyhistus N3 Hemiphractus johnsoni NU
Colostethus exasperatus NU Hemiphractus proboscideus N3
Colostethus fuliginosus NU Hemiphractus scutatus N3
Colostethus infraguttatus N3 Hyla albopunctulata NU
Colostethus jacobuspetersi N1 Hyla alytolylax N3
Colostethus kingsburyi N2 Hyla columbiana NU
Colostethus marmoreoventris NU Hyla gryllata NU
Colostethus mystax NU Hyla larinopygion NU
Colostethus nexipus N3 Hyla lindae NU
Colostethus sauli N3 Hyla minuta N3
Colostethus shuar NU Hyla miyatai N3
Colostethus taeniatus N2 Hyla pacha NU
Colostethus torrenticola N2 Hyla pantosticta N3
Colostethus vertebralis N2 Hyla phyllognatha N3
Dendrobates histrionicus N3 Hyla picturata N3
Epipedobates anthonyi N3 Hyla psarolaima UN
Epipedobates boulengeri N3 Hyla ptychodactyla N1
Epipedobates erythromos N3 Hyla rossalleni N3
Epipedobates tricolor N3 Hyla torrenticola NU
Epipedobates trivitattus NU Hyla tuberculosa NU
Epipedobates zaparo N3 Nyctimantis rugiceps N3
Minyobates abditus N1 Phyllomedusa buckleyi N3
Hylidae Phyllomedusa ecuatoriana NU
Agalychnis craspedopus N3 Phyllomedusa perinesos NU
Agalychnis spurrelli N3 Sphaenorhyncus dorisae N3
Gastrotheca andaquiensis NU Sphaenorhyncus lacteus N3
Gastrotheca cornuta NU Leptodactylidae
Gastrotheca dendronastes N3 Ceratophrys cornuta N3
Gastrotheca espeletia N3 Ceratophrys stolzmanni N3
Gastrotheca guentheri N3 Eleutherodactylus acerus N3
Gastrotheca litonedis NU Eleutherodactylus actites NU
Gastrotheca monticola N3 Eleutherodactylus alberchi NU
Gastrotheca orophylax N3 Eleutherodactylus anatipes N3
Gastrotheca plumbea N2 Eleutherodactylus anomalus NU
Gastrotheca psychrophila N3 Eleutherodactylus appendiculatus N3
Gastrotheca riobambae N3 Eleutherodactylus atratus N3

126
A n e x o 1 . Fa u n a d e l E c u a d o r a m e n a z a d a d e e x t i n c i — n

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Eleutherodactylus balionotus NU Eleutherodactylus lymani N3
Eleutherodactylus baryecuus N3 Eleutherodactylus modipeplus N1
Eleutherodactylus calcarulatus NU Eleutherodactylus muricatus NU
Eleutherodactylus caprifer N2 Eleutherodactylus necerus NU
Eleutherodactylus carvalhoi N3 Eleutherodactylus nigrogriseus N3
Eleutherodactylus celator NU Eleutherodactylus nyctophylax NU
Eleutherodactylus cerastes NU Eleutherodactylus ocreatus N3
Eleutherodactylus chalceus NU Eleutherodactylus orcesi N3
Eleutherodactylus chloronotus N3 Eleutherodactylus orestes N2
Eleutherodactylus colodactylus NU Eleutherodactylus ornatissimus N1
Eleutherodactylus condor N3 Eleutherodactylus orphnolaimus NU
Eleutherodactylus cornutus NU Eleutherodactylus parvillus NU
Eleutherodactylus cremnobates NU Eleutherodactylus paululus N3
Eleutherodactylus crenunguis N3 Eleutherodactylus pecki NU
Eleutherodactylus crucifer NU Eleutherodactylus percultus NU
Eleutherodactylus cruentus NU Eleutherodactylus petersi NU
Eleutherodactylus cryophilus N1 Eleutherodactylus phoxocephalus N2
Eleutherodactylus cryptomelas NU Eleutherodactylus prolatus NU
Eleutherodactylus diastema NU Eleutherodactylus proserpens NU
Eleutherodactylus dolops NU Eleutherodactylus pseudoacuminatus NU
Eleutherodactylus duellmani NU Eleutherodactylus pugnax NU
Eleutherodactylus elassodiscus N3 Eleutherodactylus pycnodermis N3
Eleutherodactylus eremitus NU Eleutherodactylus pyrrhomerus N2
Eleutherodactylus eriphus N3 Eleutherodactylus quaquaversus NU
Eleutherodactylus ernesti NU Eleutherodactylus quinquagesimus NU
Eleutherodactylus ganonotus NU Eleutherodactylus rosadoi N3
Eleutherodactylus gladiator N2 Eleutherodactylus rubicundus NU
Eleutherodactylus gularis NU Eleutherodactylus ruidus NU
Eleutherodactylus helonotus NU Eleutherodactylus simonbolivari N2
Eleutherodactylus ignicolor N3 Eleutherodactylus sobetes NU
Eleutherodactylus incanus NU Eleutherodactylus spinosus N3
Eleutherodactylus incomptus NU Eleutherodactylus subsigillatus NU
Eleutherodactylus inusitatus N3 Eleutherodactylus supernatis NU
Eleutherodactylus katoptroides NU Eleutherodactylus surdus N3
Eleutherodactylus kirklandi NU Eleutherodactylus taeniatus NU
Eleutherodactylus latidiscus N3 Eleutherodactylus tenebrionis NU
Eleutherodactylus leoni N3 Eleutherodactylus thymalopsoides NU
Eleutherodactylus leucopus NU Eleutherodactylus thymelensis NU
Eleutherodactylus lividus N3 Eleutherodactylus trachyblepharis N3
Eleutherodactylus loustes NU Eleutherodactylus trepidotus N2

127
L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Eleutherodactylus versicolor N3 Caecilia orientalis NU
Eleutherodactylus vertebralis N3 Caecilia pachynema NU
Eleutherodactylus vidua N2 Caecilia tentaculata NU
Eleutherodactylus wnigrum N3 Caecilia tenuissima NU
Ischnocnema simmonsi NU Microcaecilia albiceps NU
Leptodactylus knudseni N3 Oscaecilia bassleri NU
Leptodactylus rhodomystax N3 Oscaecilia equatorialis NU
Leptodactylus stenodema N3 Rhinatrematidae
Phrynopus brunneus NU Epicrionops bicolor N3
Phrynopus flavomaculatus N3 Epicrionops marmoratus NU
Phrynopus peraccai N2 Epicrionops petersi N3
Phyllonastes heyeri NU Typhlonectidae
Phyllonastes lochites NU Chthonerpeton onorei NU
Physalaemus petersi N3 Potomotyplus kaupii NU
Telmatobius cirrhacelis N2 REPTILES**
Telmatobius niger N1 Crocodylia
Telmatobius vellardi N2 Alligatoridae
Vanzolinius discodactylus NU Melanosuchus niger EN
Microhylidae Crocodylidae
Chiasmocleis anatipes NU Crocodylus acutus VU
Nelsonophryne aequatorialis N1 Sauria
Nelsonophryne aterrima N3 Iguanidae
Syncope antenori NU Amblyrhynchus cristatus VU
Pipidae Conolophus pallidus VU
Pipa pipa N3 Conolophus subcristatus VU
Ranidae Testudines
Rana bwana N3 Cheloniidae
Rana vaillanti N3 Chelonia mydas EN
Caudata Eretmochelys imbricata CR
Plethodontidae Dermochelyidae
Bolitoglossa chica NU Dermochelys coriacea EN
Bolitoglossa palmata N3 Pelomedusidae
Bolitoglossa sima NU Peltocephalus dumerilianus VU
Gymnophiona Podocnemis unifilis VU
Caeciliaidae Testudinidae
Caecilia attenuata NU Geochelone denticulata VU
Caecilia bokermanni NU Geochelone nigra VU
Caecilia crassisquama NU Geochelone nigra abingdoni EW
Caecilia disossea NU Geochelone nigra becki VU
Caecilia dunni NU Geochelone nigra chathamensis VU
Caecilia nigricans NU Geochelone nigra darwini EN

128
A n e x o 1 . Fa u n a d e l E c u a d o r a m e n a z a d a d e e x t i n c i — n

CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza CLASE/orden/familia/especie Categoría de amenaza


Nacional Global Nacional Global
Geochelone nigra ephippium EW Geochelone nigra microphyes VU
Geochelone nigra galapagoensis EX Geochelone nigra porteri EN
Geochelone nigra guntheri EN Geochelone nigra vandenburghi VU
Geochelone nigra hoodensis CR Geochelone nigra vicina EN

Fuentes: Coloma (1992), Baillie y Groombridge (1996), Granizo et al. (1997), Suárez (1997).
EW = extinto en estado silvestre, EX = extinto, EN = en peligro, CR = en peligro crítico, VU = vulnerable, LR =
menor riesgo (bajo riesgo), cd = dependiente de la conservación, nt = casi amenazado, lc = preocupación menor, DD =
datos insuficientes.
* Para los anfibios la única clasificación sobre su grado de amenaza ha sido realizada con base en las categorías de la
Corporación Centro de Datos para la Conservación (CDC): N1 = amenazada críticamente, N2 = amenazada, N3 =
escasa o poco común, N4 = fuera de peligro, NU = posiblemente en peligro pero su estatus es incierto, NH = de existen-
cia histórica, NX = virtualmente extinta o extirpada, N = aún no jerarquizada. En el caso de los anfibios, la UICN no incluye
especies del Ecuador debido a la escasez de información.
** En el caso de los reptiles, no se ha hecho un estudio nacional sobre su grado de amenaza, por lo que solo se cuenta
con la clasificación global de la UICN.

129
L a d i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s

Anexo 2. Flora del Ecuador amenazada de extinción,


según regiones naturales

REGION/Familia Especie REGION/Familia Especie


AMAZONÍA Brunelliaceae Brunellia ovalifolia
Annonaceae Rollinia helosioides Brunelliaceae Brunellia pauciflora
Apiaceae Arracacia xanthorrhiza Brunelliaceae Brunellia zamorensis
Arecaceae Ammandra dasyneura Dicksoniaceae Dicksonia sellowiana
Arecaceae Aphandra natalia Flacourtiaceae Banara glauca
Arecaceae Astrocaryum chambira Lauraceae Ocotea sericea
Arecaceae Attalea maripa Lophosoriaceae Lophosoria quadripinnata
Arecaceae Chelyocarpus ulei Melastomataceae Axinaea merianiae
Arecaceae Oenocarpus mapora Melastomataceae Axinaea sclerophylla
Araceae Xanthosoma sp. Melastomataceae Axinaea sessilifolia
Bignoniaceae Tabebuia chrysantha Meliaceae Cedrela montana
Bombacaceae Patinoa paraensis Mimosaceae Anadenanthera colubrina
Burseraceae Dacryodes cupularis Oleaceae Chionanthus pubescens
Burseraceae Dacryodes peruviana Oxalidaceae Oxalis tuberosa
Cecropiaceae Pourouma cucura Podocarpaceae Podocarpus oleifolius
Cecropiaceae Pourouma floccosa Proteaceae Roupala spp.
Cecropiaceae Pourouma napoensis Rosaceae Polylepis spp.
Celastraceae Maytenus krukovii Rubiaceae Cinchona spp.
Euphorbiaceae Manihot brachyloba Sapotaceae Pouteria lucuma
Fabaceae Miroxylon balsamun Solanaceae Cestrum chimborazinum
Fabaceae Ormosia amazonica Solanaceae Solanum andreanum
Fabaceae Platymiscium pinnatum Solanaceae Solanum colombianum
Lauraceae Nectandra membranacea Tropaeolaceae Tropaeolum tuberosum
Lecythidaceae Couratari guianensis Verbenaceae Aegiphila ferruginea
Marantaceae Maranta ruiziana Verbenaceae Aegiphila monticola
Meliaceae Cabralea canjerana Verbenaceae Aegiphila purpurascens
Meliaceae Cedrela odorata Verbenaceae Aegiphila rimbachii
Meliaceae Swietenia macrophylla
Mimosaceae Cedrelinga cateniformis COSTA
Rubiaceae Uncaria guianensis Anacardiaceae Loxopterygium huasango
Rubiaceae Uncaria tomentosa Apocynaceae Aspidosperma spp.
Verbenaceae Vitex cymosa Araceae Dracontium croatii
Arecaceae Phytelephas aequatorialis
SIERRA Bignoniaceae Tabebuia chrysantha
Anacardiaceae Toxicodendron striatum Bombacaceae Huberodendron patinoi
Arecaceae Ceroxylon spp. Boraginaceae Cordia macrantha
Arecaceae Parajubaea cocoides Burseraceae Bursera graveolens
Asteraceae Aequatorium asterotrichum Burseraceae Protium colombianum
Basellaceae Ullucus tuberosus Caesalpinaceae Brownea multijuga
Brunelliaceae Brunellia acostae Caesalpinaceae Mora megistosperma
Brunelliaceae Brunellia cayambensis Combretaceae Terrninalia valverdeae
Brunelliaceae Brunellia ecuadoriensis Commelinaceae Cochliostema adoratissimum

130
A n e x o 2 . F l o r a d e l E c u a d o r e n p e l i g r o d e e x t i n c i — n

REGION/Familia Especie REGION/Familia Especie


Euphorbiaceae Croton lechleri Rubiaceae Simira ecuadoriensis
Fabaceae Dussia lehmannii Rubiaceae Uncaria tomentosa
Fabaceae Machaerium millei Sapotaceae Pouteria caimito
Fabaceae Myroxylum balsamum Sapotaceae Pradosia montana
Humiriaceae Humiriastrum procerum Sterculiaceae Herrania balaensis
Lecythidaceae Grias multinervia Sterculiaceae Theobroma bicolor
Lecythidaceae Gustavia foliosa Theophrastaceae Jacquinia sprucei
Lecythidaceae Lecythis ampla Tiliaceae Apeiba membranacea
Meliaceae Carapa guianensis Verbenaceae Avicennia germinans
Meliaceae Carapa megistocarpa
Meliaceae Guarea cartaguenya GALÁPAGOS
Meliaceae Guarea polymera Compositae Scalesia aspera
Moraceae Brosimum utile Compositae Scalesia atractyloides
Moraceae Castilla elastica Compositae Scalesia bauri
Moraceae Castilla tunu Compositae Scalesia crockeri
Moraceae Poulsenia armata Compositae Scalesia divisa
Myristicaceae Otoba gordoniifolia Compositae Scalesia gordilloi
Poaceae Guadua angustifolia Compositae Scalesia helleri
Phytolaccaceae Gallesia integrifolia Compositae Scalesia incisa
Rhizophoraceae Rhizophora harrisonii Compositae Scalesia microcephala
Rhizophoraceae Rhizophora mangle Compositae Scalesia pedunculata
Rubiaceae Alseis eggersii Compositae Scalesia retroflexa
Rubiaceae Chimarrhis glabriflora Compositae Scalesia stewartii
Rubiaceae Cinchona spp. Compositae Scalesia villosa

Fuente: Suárez (1997).

131
4

La diversidad
genŽtica
María de Lourdes Torres

4.1 ¿Qué es la diversidad genética?


4.2 Diversidad genética de la flora y fauna silvestres
4.3 Diversidad genética de las especies cultivadas
4.4 Conservación de la diversidad genética
4.5 Diversidad genética y seguridad alimentaria
4.6 Pérdida de la diversidad genética

133
4 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a
À Q u Ž e s l a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a ?
4.1

l a diversidad genŽtica es el fundamento de los diferentes niveles de la biodiver-


sidad, empezando por los ecosistemas, los cuales est‡n compuestos por dife-
rentes especies con mœltiples individuos cuyos genes tambiŽn var’an. En este
cap’tulo se da una idea de lo que se conoce en el Ecuador sobre este nivel de la biodiver-
sidad y su utilidad, y tambiŽn se abordan los temas relativos a la conservaci—n de la diver-
sidad genŽtica y a las causas de su erosi—n o pŽrdida.

4.1 ¿Qué es la diversidad genética? adaptación— depende, en gran medida, de su varia-


bilidad genética.
Es fácil comprender que las especies tienen genes di- Debido a que la biodiversidad es dinámica, las es-
ferentes, pero la diversidad genética comprende nive- pecies y sus poblaciones están en constante cambio
les mucho más finos que generalmente escapan a los evolutivo. Los diferentes organismos y su distribución
análisis tradicionales. Por ejemplo, la variabilidad en- actual son el resultado de procesos combinados de es-
tre individuos de distintas poblaciones, que puede ma- peciación y extinción. El motor que permite a una es-
nifestarse a través de una gama de colores en las flo- pecie adaptarse a nuevos ambientes son los procesos
res o en diferentes tonalidades de la piel. genéticos como las mutaciones, las recombinaciones
Y también la información almacenada en los genes genéticas, las introgresiones y la deriva génica, entre
de un solo organismo es vasta. Haciendo una analo- otros. Éstos, al suceder, inciden directamente en la di-
gía, se puede decir que cuando una especie se extin- versidad genética, pues proveen, a un individuo o a
gue es como si se perdiera una colección de libros de un grupo, de nuevas posibilidades para enfrentar la vi-
los cuales no hay copias. Inclusive cuando se reduce da. Si bien todos estos son procesos naturales, tam-
drásticamente la abundancia de una especie se pier- bién las modificaciones inducidas por la actividad hu-
de gran parte de su variabilidad genética, lo cual a mana, a todo nivel, influyen en los ritmos y en los pa-
su vez disminuye las posibilidades de ésta de adaptar- trones de especiación (Thorpe y Smartt 1995).
se a los cambios del ambiente (por ejemplo, de tem- A partir del análisis genético de las poblaciones es
peratura, humedad, ataque por parásitos o depreda- posible tener una idea del linaje de las especies y de
dores, etc.). Así, la supervivencia de las especies la correspondencia de su material genético con adap-
—íntimamente relacionada con su capacidad de taciones a diferentes ambientes. La comprensión de es-

135
4.2 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

ta relación entre diversidad genética y diversidad eco- secos del sur del Ecuador y norte del Perú (Schelde-
lógica es fundamental para planificar y lograr la con- man, Ureña y Van Damme 1999). Esto a su vez pue-
servación de la diversidad biológica. de ayudar a determinar qué sitios se deben proteger si
En el Ecuador, los estudios de diversidad genética se desea conservar estos recursos genéticos.
se han orientado principalmente hacia programas de Dentro del proyecto Leguminosas y su Fauna Aso-
mejoramiento de las especies utilizadas en las activi- ciada realizado por la Pontificia Universidad Católica
dades agropecuarias, mientras que se ha investigado del Ecuador (PUCE) se llevó a cabo un estudio cromo-
muy poco a la flora y fauna silvestres del país. Una ex- sómico de las abejas sin aguijón (melipónidos) del Par-
plicación es que recién se están realizando inventarios que Nacional Yasuní. Los resultados del mismo deter-
sobre el número de especies de determinados grupos minaron que existe una gran variabilidad a nivel inte-
taxonómicos. En pocos casos se ha estudiado la varia- respecífico en este grupo de animales.
ción genética en o entre las diferentes poblaciones de También el Laboratorio de Genética Evolutiva de la
una especie o un grupo. PUCE trabaja, desde la década de los 70, sobre el te-
ma de la variabilidad genética, específicamente la del
4.2 Diversidad genética de la flora y fauna silvestres género Drosophila (moscas de la fruta). Por ejemplo,
se analizaron los genes de diferentes poblaciones de
En el Ecuador hay una gran diversidad botánica en re- la especie Drosophila guayllabambae (localizadas en
lación con la extensión territorial. Si bien algunos gru- Guamote, Guayllabamba, Loja, etc.); los resultados
pos han sido estudiados hasta el nivel subespecífico (o de tal investigación revelaron la existencia de impor-
razas), no ha sido posible hacer esto con todos los gé- tantes variaciones poblacionales. En otra investigación
neros y familias. Al respecto, el caso de Galápagos de ese laboratorio llevada a cabo en el Refugio de
es especial, tal vez porque su flora es limitada y bien Vida Silvestre Pasochoa, se identificaron 46 especies
conocida. Allí se conoce que aparte de las 560 espe- nuevas de Drosophila en una hectárea, lo cual eviden-
cies de plantas nativas hay, aproximadamente, 40 cia la riqueza genética de ese género. En esa institu-
grupos más compuestos por subespecies y variedades ción se espera obtener más resultados en el futuro, que
(Tye 1999). La mayoría de estos taxa infraespecíficos permitan describir la diversidad de este género.
son endémicos y su futuro depende de lo que se haga El Centro Ecuatoriano de Acuicultura e Investigacio-
por su conservación en las islas. nes Marinas (CENAIM), por otro lado, está llevando
Otro ejemplo interesante de la diversidad genética a cabo un proyecto de manipulación genética del ca-
de la flora ecuatoriana es el de la chirimoya (Annona marón (Penaeus vanamei). El objetivo es determinar si
cherimola), una especie comestible domesticada. Per- existe variabilidad genética entre las poblaciones sil-
sonas especialistas en el tema consideran que en Lo- vestres de camarón de la Costa (por ejemplo, entre las
ja, al sur del Ecuador, es donde se originó esta espe- provincias de Esmeraldas y Guayas). En caso de de-
cie. Además de encontrarse en esa provincia densos tectar dicha variabilidad, ésta será empleada para el
bosques silvestres de chirimoyas, las investigaciones mejoramiento genético de la especie.
han demostrado que en Loja se cumple el rasgo típico
de las plantas que se encuentran en o cerca de su cen- 4.3 Diversidad genética de las especies cultivadas
tro de origen y diversificación. En esa región, los árbo-
les de chirimoya despliegan una gran variabilidad de Latinoamérica es la zona de origen de muchas plan-
características que son útiles para cualquier programa tas cultivadas; al menos 42 especies vegetales alimen-
de mejoramiento. El conocer el centro de origen de es- tarias de innegable importancia en la alimentación
ta especie también permite aclarar sus preferencias de mundial como el maíz, la papa y el cacao provienen
hábitat, que serían los valles interandinos templados y de esta región. Pero además de las especies alimen-

136
D i v e r s i d a d g e n Ž t i c a d e l a s e s p e c i e s c u l t i v a d a s
4.3

tarias existen otros grupos numerosos con usos medici- do de vitamina C y de sólidos solubles de las varieda-
nal, forrajero y forestal (MAG 1999b). des de tomate tradicionalmente cultivadas, así como
La importancia de la rica diversidad agrícola del para ampliar su rango de cultivo. Otra especie que es
Ecuador radica en el potencial que tiene de proporcio- endémica de Galápagos, L. chesmanii, ha aportado
nar genes para producir variedades mejor adaptadas con sus genes a las variedades comerciales. Estos per-
o más productivas y resistentes a plagas y enfermeda- miten a las plantas de tomate tolerar grandes niveles
des. Es, además, la fuente de alimentos alternativos de sequía y de salinidad del suelo, y sus característi-
para la gente y para los animales domésticos. Dado cas morfológicas facilitan la cosecha mecánica (Cas-
que el país se encuentra en la zona de origen de va- tillo 1998).
rias especies cultivadas, las poblaciones silvestres de Otras especies silvestres originarias del Ecuador
las cuales derivaron, y que están en los bosques natu- —y de Sudamérica en general— que han sido muy
rales, son de vital importancia para el mejoramiento. estudiadas son la papa (Solanum tuberosum), el maní
Esta riqueza genética ha sido estudiada sobre todo en (Arachis hipogea), el frijol (Phaseolus spp.), el cacao
los casos de las especies más cultivadas, lo cual ha (Theobroma cacao) y la yuca (Manihot sculenta). Mu-
permitido llevar a cabo programas de mejoramiento chos programas de investigación de otros países han
que han servido para obtener mejores cosechas. usado estas especies y variedades. Para ilustrar su ri-
El material genético de los tomates silvestres del queza genética sirve el ejemplo de la yuca. En un es-
Ecuador (Lycopersicon esculentum var. cerasiforme, L. tudio se revela que solo en el alto Napo se han en-
hirsutum y L. pimpinellifolium) es un ejemplo de germo- contrado 31 variedades de esta planta que son usa-
plasma silvestre utilizado en programas de mejora- das como alimento, medicina y para preparar chicha
miento. Ha sido empleado para aumentar el conteni- (MAG 1999b). El Laboratorio de Biotecnología de la

137
4.3 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

PUCE, en colaboración con el Centro Internacional za genética de las especies silvestres emparentadas.
de Agricultura Tropical (CIAT) y el Instituto Francés pa- Los bosques naturales del país contienen también
ra la Investigación y Desarrollo (IRD), está realizando parientes silvestres de muchos frutales como el aguaca-
una investigación acerca de la diversidad genética te (Persea spp.) y las diversas especies de chirimoya
de la yuca en varios países, con el objetivo de encon- (Annona spp.) y de papaya (Carica spp.). En el cua-
trar genes de resistencia que puedan ser utilizados en dro 4.1 consta una distribución tentativa, por regio-
programas de mejoramiento de esta especie. Ya se nes, de los géneros silvestres relacionados con las es-
ha analizado variedades de Brasil, Guayana y el pecies cultivadas.
Ecuador, y se ha determinado un alto índice de flujo Los estudios más sistematizados en el campo de la
génico entre variedades y un alto porcentaje de hibri- diversidad genética han sido realizados por el Institu-
dizaciones naturales entre variedades silvestres y do- to Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecua-
mesticadas. rias (INIAP), institución con una larga trayectoria de in-
Heiser (1972, 1989) ha publicado datos interesan- vestigación y conservación de los recursos fitogenéti-
tes sobre las relaciones de la naranjilla (Solanum qui- cos. Los cultivos andinos son el grupo mejor conocido,
toense) con otras especies del género Solanum para tra- pues se han desplegado acciones constantes de reco-
tar de identificar qué especies están emparentadas. Es- lección, conservación, evaluación y documentación.
te autor ha realizado cruces entre siete especies con el Según Jorge Soria, especialista en agrobiodiversi-
fin de identificar híbridos que presenten características dad y consultor del Instituto Interamericano de Coope-
que mejoren los cultivos de naranjilla. El número de es- ración para la Agricultura (IICA), existen muchos traba-
pecies con las que se puede llevar a cabo estos cruces jos realizados sobre varias familias y géneros que tie-
y la calidad de los híbridos obtenida reflejan la rique- nen importancia agrícola. Lamentablemente, muchas

138
D i v e r s i d a d g e n Ž t i c a d e l a s e s p e c i e s c u l t i v a d a s
4.3

CUADRO 4.1
Géneros taxonómicos que agrupan especies silvestres relacionadas con las plantas cultivadas, según regiones
naturales
Géneroa Cultivo relacionado Géneroa Cultivo relacionado
AMAZONÍA Oxalis oca
Ananas piña Passiflora taxos, granadilla
Annona chirimoya (anona) Phaseolus fréjol, tortas (haba)
Arachis maní Physalis uvilla
Bactris chontaduro Polymnia jícama
Bixa achiote Ribes mortiño blanco
Capsicum ajíes Rubus mora
Cucurbita sacha zapallos, mono zapallo Solanum sec. petota papa
Carica papaya y otras caricáceas Tropaeolum mashua
Manihot yuca Vaccinium mortiño
Cyphomandra tomate de árbol
Gossypium algodón COSTA
Hevea caucho Amaranthus amaranto, sangoracha
Ipomoea camote Capsicum ajíes
Lycopersicon tomate riñón Carica papaya
Pachyrhizus jíquima Cucurbita zambo, zapallo
Passiflora granadilla, taxo Cyclanthera achogcha
Solanum naranjilla, papa, pepino dulce Cyphomandra tomate de árbol
Theobroma cacao Gossypium algodón
Lycopersicon tomate riñón
SIERRA Pachyrhizus jíquima
Amaranthus amaranto, sangoracha Passiflora taxos, granadilla
Arracacia arracacha, zanahoria blanca Phaseolus tortas (haba)
Canna achira
Capsicum ajíes GALÁPAGOS
Carica papayuelos de altura Capsicum ajíes
Chenopodium quinoa Gossypium algodón
Cyphomandra tomate de árbol Ipomoea camote
Ipomoea camote Lycopersicon tomate riñón
Lupinus chocho Opuntia tuna
Lycopersicon tomate riñón
Fuente: Castillo (1998).
a Cada género puede estar constituido por varias especies.

de estas investigaciones han sido desarrolladas por dades de Chicago, Indiana y California, entre otras,
personas de otros países; por lo tanto, la información hay abundantes e importantes datos sobre las espe-
recopilada está fuera del Ecuador. Así, en los jardines cies ecuatorianas. Soria destaca los estudios del ca-
botánicos de Missouri y Nueva York, y en las universi- cao, especie en la que se ha encontrado un gran nú-

139
4.4 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

4.4 Conservación de la diversidad genética

La conservación del material genético de plantas y


animales en la naturaleza (in situ) es vital para mante-
ner los procesos evolutivos que han originado la gama
de organismos. Las áreas protegidas, al mantener es-
pecies silvestres, aseguran la permanencia del entra-
mado de relaciones ecológicas, las mismas que sus-
tentan los procesos genéticos que mantienen las po-
blaciones y la biodiversidad en general.
Pero también la conservación de germoplasma fue-
ra de su ambiente en bancos genéticos (ex situ) es
esencial para preservar los recursos genéticos. Este ti-
po de manejo estuvo inicialmente orientado a mante-
ner colecciones de variedades de cultivo de gran im-
portancia alimentaria. Por ejemplo, la colección del
Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(INIAP) contaba hasta noviembre de 1995 con 777
entradas de raíces y tubérculos andinos. Las especies
almacenadas son melloco, oca, mashua, zanahoria
blanca, jícama, miso, achira y jíquima. En 1989 se
creó al interior de dicho Instituto el Departamento Na-
cional de Recursos Fitogenéticos y Biotecnología (DE-
NAREF), lo cual permitió incrementar el número de es-
pecímenes a 9.175, hasta junio de 1996. Para alma-
cenar este germoplasma se usan los métodos más co-
munes de conservación (INIAP-DENAREF 1996). Pese
al esfuerzo, estas colecciones son marginales en com-
mero de variantes, para la misma característica, entre paración con las existentes en otros lugares del mun-
poblaciones nativas. Otro caso interesante es el toma- do, donde se calcula que, en total, hay cerca de un
te de árbol (Cyphomandra betacea), por lo que sería millón de entradas de germoplasma correspondientes
importante analizar genéticamente a las especies sil- a solo diez cultivos principales. En el cuadro 4.2 cons-
vestres de ese género para ver si, por su resistencia a ta información sobre las especies y la cantidad de es-
parásitos u otras características, pueden ser utilizadas pecímenes almacenados en cuatro bancos de germo-
en programas de mejoramiento de esta especie. plasma del Ecuador.
Finalmente, Soria señala que se debe sistematizar Pese a esta tendencia inicial, gradualmente se ha
los estudios que han sido realizados por centros de in- incrementando el número de colecciones de germo-
vestigación como el INIAP, la PUCE, la Universidad de plasma de especies silvestres, lo cual es trascendental
Loja y el Herbario Nacional, entre otros, cuyos datos para la conservación de la biodiversidad (Blixt 1994).
se encuentran desperdigados. Con esta base se po- El apoyo a programas de conservación in situ y ex
dría profundizar en los análisis y lograr un manejo situ a escala mundial pone en evidencia la importan-
adecuado de las especies y variedades interesantes cia de conservar la diversidad genética como parte
para la agricultura. del manejo de la biodiversidad. La idea de que los

140
C o n s e r v a c i — n d e l a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a
4.4

programas de conservación deben incluir análisis ge- diversidad genética. Uno de estos es el de EcoCien-
néticos cobra fuerza si pensamos en la riqueza de los cia, que está estudiando las poblaciones del oso andi-
recursos genéticos no explorados, como los de las no (Tremarctos ornatus) mediante técnicas de biología
plantas no comestibles, medicinales y maderables, y molecular. En esta investigación se usa el análisis de
de los animales, algas y hongos. microsatélites para determinar si existe variación gené-
Según Mallet (1996), la diversidad de la vida es, tica entre poblaciones. Se intenta identificar a cada in-
más que una simple cuestión de número de especies, dividuo para conocer la estructura de las poblaciones
un asunto fundamentalmente genético. Esto significa silvestres, sus hábitos alimentarios, su área de vida y la
que se puede utilizar una serie de análisis para inves- distribución de sexos, entre otros factores. El estudio
tigar la variabilidad a nivel inter e intraespecífico y, comenzó en agosto de 1999 y durará dos años; los
así, obtener información que sirva para conocer mejor resultados serán utilizados para proponer un programa
la diversidad biológica de un determinado lugar. En- adecuado de conservación de esta especie.
tonces, es importante que los estudios sobre la biodi- También el Laboratorio de Genética Molecular de
versidad se apoyen en los análisis genéticos, pues es- la PUCE ha iniciado un proyecto acerca de las mos-
to servirá, no solo para conocer detalles sobre la va- cas de la fruta (Drosophila spp.). Uno de los objetivos
riabilidad existente para una misma característica, si- es poder identificar a escala molecular (a través de mi-
no también para consolidar programas de conserva- crosatélites y genes de secuencia única) y citogenético
ción y para entender el linaje de los grupos estudia- a las especies. Se espera obtener una clasificación de
dos, así como sus procesos de especiación. especies y subespecies, lo cual reflejará la diversidad
En ese sentido, en el Ecuador se están llevando a genética de este grupo. Además, este laboratorio, en
cabo algunos proyectos cuya intención es conservar la colaboración con la Universidad de Montpellier (Fran-

141
4.4 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

CUADRO 4.2
Número de entradas en cuatro bancos de germoplasma (hasta junio de 1997)
Banco de germoplasma
Especie Nombre común INIAP UNL UA UEC
Allium sp. cebolla y afines 24 27 – –
Amaranthus sp. amaranto 433 – – –
Annona spp. anonas 5 95 – –
Arachis hypogea maní 250 72 – –
Arracacia xanthorrhiza arracacha,
zanahoria blanca 115 – – –
Avena sp. avena y afines 541 – – –
Bixa orellana achiote 1 – – –
Brassica sp. coles 15 – – –
Cajanus cajan fréjol de palo 7 – – –
Canna sp. achira 30 – – –
Capsicum sp. ajíes y pimientos 270 4 – –
Carica sp. papayuelos 24 30 10 –
Carica papaya papayas 25 – – –
Carica pubescens chamburo 13 – – –
Chenopodium quinoa quinua 489 – – 2
Cicer arietinum garbanzo 150 – – –
Cucurbita sp. calabazas 75 28 – –
Cyclanthera pedata achogcha 12 6 – –
Cyphomandra betacea
y especies silvestres tomate de árbol 31 14 – 2
Dolichos lablab sarandaja 33 42 – –
Erythrina sp. –– 6 – – –
Ficus sp. –– 4 – – –
Fragaria spp. –– 2 – – –
Glycine sp. soya 13 – – –
Gossypium sp. algodón y afines 158 – – –
Helianthus annuus girasol 117 – – –
Hordeum vulgare cebada 511 – – –
Inga spp. guabas y afines 3 – – –
Ipomoea sp. camotes silvestres 428 – – –
Lens sp. lenteja 251 – – –
Lupinus mutabilis y
especies silvestres chocho 530 – – –
Lycopersicon esculentum
y especies silvestres tomate y afines 89 35 – –
Mirabilis expansa miso 11 – – –
Opuntia sp. tuna 1 – – –

142
C o n s e r v a c i — n d e l a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a
4.4

CUADRO 4.2 (continuación)


Banco de germoplasma
Especie Nombre común INIAP UNL UA UEC
Oryza sativa arroz 11 – – –
Oxalis tuberosa oca 206 – – –
Pachyrhizus ahipa ahipa 17 – – –
Pachyrhizus erosus jícama 8 – – –
Pachyrhizus ferrugineus –– 1 – – –
Pachyrhizus panamensis –– 1 – – –
Pachyrhizus tuberosus jíquima 34 – – –
Passiflora sp. diversas pasifloras 151 13 130 –
Phaseolus sp. fréjol silvestre 19 – – –
Phaseolus lunatus fréjol torta 136 – – –
Phaseolus coccineus fréjol 153 – – –
Phaseolus vulgaris fréjol 907 230 – 20
Physalis peruviana uvilla 23 9 – 1
Pisum sativum arveja 226 – – –
Polymnia sonchifolia jícama 34 – – –
Pouteria sp. sapotáceas 2 – – –
Prunus serotina subsp. capuli capulí 220 – – –
Rubus sp. mora 62 – 15 –
Solanum sec. petota papas silvestres 334 – – –
Solanum muricatum pepino dulce 3 34 – 4
Solanum quitoense y afines naranjilla 184 12 – –
Solanum tuberosum
varias subespecies papa 134 39 – 32
Sorghum vulgare sorgo 73 – – –
Triticum sp. trigo y afines 144 – – –
Tropaeolum tuberosum mashua 95 – – –
Ullucus tuberosus melloco 299 – – –
Vaccinium sp. mortiño 29 – – –
Vicia faba haba 283 27 – –
Zea mays maíz 591 379 – –
forestales 16 – – –
pastos 170 – – –
varias especies
medicinales 140 – – –
otras especies 376 9 – –
Total 9.599 1.105 155 67
Fuentes: Para los datos del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, INIAP-DENAREF (1996). Los demás
fueron obtenidos mediante comunicaciones con: Rafael Morales (Universidad Nacio-nal de Loja–UNL); Jorge Vega (Facultad de
Agronomía de la Universidad de Ambato–UA); y Edgar Villena (Facultad de Agronomía de la Universidad de Cuenca–UEC).

143
4.4 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

cia), planifica realizar un estudio de la diversidad ge- investigadores/as de la PUCE ha identificado varias
nética de varias especies de monos que caracterice especies de bacterias y hongos que intervienen exito-
las diferentes poblaciones. Los resultados podrán ser samente en la degradación de dichos hidrocarburos lo
utilizados en programas de conservación. cual indudablemente ayudará a una mejor sistematiza-
El Laboratorio de Biotecnología de la PUCE inició ción de la investigación de la diversidad genética y
en enero del 2000 un estudio del árbol “palo colora- servirá como base para mejorar e incentivar procesos
do” (Polylepis spp.). El propósito es analizar tanto el li- de descontaminación ambiental.
naje de este género como determinar la diversidad in- Es evidente que la información acerca de la varia-
terespecífica. Los resultados serán importantes para los bilidad genética de un determinado grupo puede ser
programas de conservación de este género. Asimis- muy útil durante la planificación y ejecución de pro-
mo, el Laboratorio de Herpetología de dicha universi- yectos de manejo y conservación de la biodiversidad.
dad está interesado en realizar investigaciones que in- Los análisis moleculares modernos (como los RAPD y
cluyan análisis de la variabilidad genética de algunas microsatélites) otorgan información más detallada so-
especies de anfibios y reptiles. Se espera que esta in- bre la diversidad genética de un determinado grupo,
formación sirva para resolver problemas taxonómicos, que puede ser utilizada en proyectos de mejoramien-
entender mejor los procesos de especiación y diversi- to de las variedades cultivadas y de cría.
ficación, y aplicarla en programas de conservación. En el tercer milenio, el Ecuador tiene el gran reto
En el Ecuador ya se ha comenzado a realizar es- de estudiar la variación genética de su biodiversidad,
tudios de biorremediación, sobre todo relacionados pues esto es fundamental para evitar la pérdida de es-
con hábitats contaminados con petróleo. El grupo de tos recursos.

144
D i v e r s i d a d g e n Ž t i c a y s e g u r i d a d a l i m e n t a r i a
4.5

4.5 Diversidad genética y seguridad alimentaria Las estrategias de conservación in situ o ex situ con
respecto a la seguridad alimentaria deben también ser
Los recursos fitogenéticos son perecederos y limitados, consideradas. En el caso de la protección del germo-
fuente de genes que permiten obtener nuevas y mejo- plasma de las variedades cultivadas, la conservación
res variedades de gran productividad e interés econó- in situ ayuda a mejorar los sistemas de preservación.
mico. Éstos pueden hallarse en forma de: especies sil- Asimismo, mediante esta conservación se reconoce la
vestres y malezas emparentadas con las plantas culti- importancia y el papel de mujeres y hombres agricul-
vadas; variedades locales o "primitivas" que han sido tores en el mantenimiento y provisión de recursos ali-
cultivadas por hombres y mujeres desde hace cientos mentarios para la comunidad local y mundial (Brush
de años; líneas avanzadas en mejora provenientes de 1991 citado en Castillo 1998).
los programas de fitomejoramiento de los institutos de La concentración, en países desarrollados, de enor-
investigación; variedades comerciales actualmente mes bancos de germoplasma que contienen material
sembradas; y variedades comerciales en desuso (Cas- proveniente en su mayoría de las regiones de los paí-
tillo 1991). ses en desarrollo, así como el creciente problema de
En el mundo se conoce alrededor de 3.000 espe- la erosión genética, generan tópicos de discusión en
cies comestibles, pero solo aproximadamente unas el ámbito internacional. Estos tópicos tienen que ver
200 han sido domesticadas. Sin embargo, en la ac- tanto con la conservación (in situ y ex situ) de nuestra
tualidad alrededor del 90% de alimentos de origen ve- diversidad genética, la independencia en la provisión
getal se derivan de 20 especies cuyo germoplasma y producción de alimentos, la problemática de las pa-
ha provenido en su mayoría de Latinoamérica y Asia tentes, los derechos de uso de las variedades "primiti-
(65%). Algunos ejemplos son la papa, el maíz, la yu- vas", y el reconocimiento del trabajo y los resultados
ca, el algodón, el tomate, la caña de azúcar, la soya, de los fitomejoradores locales. Por esto durante la últi-
los frijoles y el arroz (Castillo 1991). ma reunión andina sobre acceso a los recursos gené-
Una aproximación al manejo de esta riqueza es la ticos realizada en Quito, del 21 al 24 de junio de
diversificación de los sistemas de cultivo. Esto significa 1995, se incluyó en el régimen de acceso a los recur-
que a través de la siembra de diversos productos se sos genéticos una sección específica sobre el tema. En
mantiene y usa su diversidad genética para asegurar la misma se recomienda a los países andinos y a la
el control de plagas, la fertilidad del suelo, la buena Junta del Acuerdo de Cartagena que se desarrolle es-
producción y la variedad de elementos nutritivos para tudios que contribuyan al reconocimiento y protección
lograr una buena dieta. Otra aproximación, distinta a de los conocimientos intangibles asociados a los recur-
la anterior, es la introducción de genes (mediante mé- sos genéticos, así como de sus prácticas consuetudina-
todos tradicionales de hibridación o por ingeniería ge- rias e innovaciones. El propósito es relevar la importan-
nética) con el fin de proveer resistencia a plagas, a cia de la contribución milenaria de las comunidades
condiciones de sequía o a temperaturas extremas. Es- indígenas y locales (aspecto al que también se hace
ta última tiene excelentes resultados a corto plazo, alusión en el Convenio sobre la Diversidad Biológica).
pues se incrementa la productividad, pero como pau- Es fundamental que en el Ecuador se reconozca la
latinamente se traduce en una agricultura genética- importancia de la agrobiodiversidad y la necesidad
mente uniforme, los cultivos se vuelven extremadamen- urgente de conservarla para garantizar la seguridad
te vulnerables en corto tiempo (Reid y Miller 1989 ci- alimentaria de sus habitantes. A pesar del cambio gra-
tado en Castillo 1991). De cualquier manera, en am- dual de los hábitos alimentarios que está ocurriendo
bos casos los parientes silvestres cercanos a las plan- no solo en las ciudades sino también en los sectores
tas cultivadas tienen un potencial muy grande y pue- rurales, y que ha promovido el abandono de los ali-
den contribuir a la seguridad alimentaria. mentos tradicionales y autóctonos, se debe desarrollar

145
4.6 L a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a

• La deforestación, gran parte de la cual se debe


a la ampliación de la frontera agropecuaria
(véase 2.17).
• La erosión activa y potencial de los suelos, que
asciende a 48%: la pérdida varía entre 10 y
50 toneladas anuales por hectárea dependien-
do del terreno.
• El escaso conocimiento de la biodiversidad sil-
vestre, de su valor económico y de los procesos
ecológicos que la sustentan.
• La ocupación sistemática del bosque tropical
húmedo y de las estribaciones andinas, la mis-
ma que incide directamente en la pérdida de
especies animales y vegetales, sin que sea po-
sible aprovechar su potencial científico, ecoló-
gico y económico.
• Una legislación inconsistente que no consigue
el uso sustentable de los recursos naturales.
• Una presión demográfica elevada y una estruc-
tura agraria defectuosa, sobre todo en ecosiste-
mas frágiles donde la degradación o destruc-
ción es más aguda.
• Los intereses económicos a corto plazo predo-
minan sobre la conservación y el manejo sus-
tentable.
• Los esfuerzos para prevenir y controlar la intro-
ducción accidental o intencional de especies
exóticas son insuficientes.
programas que logren, entre otros aspectos: conservar • Actividades como la minería, la construcción
la diversidad genética agrícola, conservar y utilizar los de carreteras y los procesos de colonización
cultivos nativos, valorizar la calidad nutritiva de los ali- han alterado los ecosistemas.
mentos tradicionales, y reintroducir alimentos autócto-
nos en la dieta de la población ecuatoriana a través Entre las principales causas de erosión genética rela-
de campañas de difusión. cionada con actividades agrícolas están: las políticas
de fomento agropecuario que favorecen a pocos cul-
4.6 Pérdida de la diversidad genética tivos, la aculturación de la población a través de pa-
trones y modelos de consumo foráneos, la aplicación
La erosión genética puede ser entendida como la pér- de nuevas tecnologías agrícolas basadas en el uso
dida o reducción de la biodiversidad, aunque más es- masivo de variedades mejoradas provenientes de un
pecíficamente se refiere a la disminución o desapari- solo origen, los monocultivos extensivos, la introduc-
ción gradual de la diversidad genética en o entre las ción y difusión de variedades de "alto rendimiento", y
poblaciones de plantas y animales. En el Ecuador va- la simplificación de los hábitos alimentarios en las ciu-
rios factores inciden en esta pérdida (MAG 1999b): dades.

146
P Ž r d i d a d e l a d i v e r s i d a d g e n Ž t i c a
4.6

La Costa es la región donde el porcentaje de ero- sos o escalesias (Scalesia spp.) casi ha desaparecido
sión genética es mayor. Con la tecnificación de la de San Cristóbal (Ministerio del Ambiente 2000).
agricultura y el monocultivo de especies de produc- La pérdida paulatina de los diversos productos
ción extensiva (como el banano y la palma africana) agrícolas profundiza el problema de la erosión gené-
muchas especies cultivadas y silvestres han desapare- tica a nivel de todo el país. Es un hecho que las cos-
cido. Igualmente la construcción de miles de hectáreas tumbres alimentarias han cambiado, factor que ha
de piscinas camaroneras ha reducido considerable- conducido a que hombres y mujeres agricultores siem-
mente la cantidad de manglares y los recursos genéti- bren menos cultivos nativos y más pastizales u otras
cos asociados a este ecosistema (Ministerio del Am- plantas introducidas o variedades uniformes. Por ejem-
biente 2000). plo, de las nueve especies de raíces y tubérculos an-
En la Sierra, un significativo porcentaje de vegeta- dinos, solo la papa es de consumo masivo; el mello-
ción natural ha sido reemplazada por cultivos y asen- co y algo de oca se encuentran en todos los merca-
tamientos urbanos, lo cual ha ocasionado la pérdida dos del país y el resto solo se consume en las locali-
irreparable de algunas especies y variedades, y el dades y el volumen producido es muy escaso (MAG
desplazamiento de cultivos de papas nativas, mello- 1999b).
co, oca, mashua y jícama. El Instituto Nacional Frente a esta pérdida gradual de diversidad gené-
Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), tica en todo el Ecuador se pueden mencionar ciertos
por ejemplo, ha realizado estudios para cuantificar la trabajos que han sido realizados para contrarrestarla.
erosión genética en tres tubérculos andinos y ha obte- En lo que se refiere a conservación in situ de recursos
nido cifras alarmantes: se ha perdido entre el 12 y el fitogenéticos, en 1990 el Departamento Nacional de
40% de la diversidad genética en provincias como Recursos Fitogenéticos y Biotecnología (DENAREF), la
Tungurahua, Chimborazo y Cañar. Sin embargo, aún Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y
hay una tendencia significativa en las comunidades in- The Nature Conservancy (TNC) iniciaron un proyecto
dígenas y en los asentamientos rurales a continuar para inventariar las especies silvestres relacionadas
sembrando variedades tradicionales de cultivos como con los cultivos. El proyecto cubrió gran parte de tres
maíz, papa, camote, melloco, ocas y otras especies áreas protegidas (los parques nacionales Podocarpus
altoandinas (Ministerio del Ambiente 2000). y Machalilla, y la Reserva Ecológica Cayambe–Co-
Las áreas naturales de la Amazonía han sido y si- ca), donde se registraron al menos 15 especies de pa-
guen siendo afectadas por la explotación petrolera, la rientes silvestres de plantas comestibles (Castillo
ampliación de la red vial, la colonización desorgani- 1998). En cuanto a la conservación ex situ, vale recal-
zada, la expansión de las áreas agrícolas y ganade- car el esfuerzo del INIAP como el mayor aporte lleva-
ras y la explotación maderera, actividades que conlle- do a cabo para rescatar y preservar la diversidad de
van una reducción de la diversidad genética. En la importantes cultivos.
cuenca del río Napo, por ejemplo, extensas zonas de La erosión genética es un proceso irreversible: nin-
bosque han sido convertidas en cultivos de palma afri- guna especie o cultivar que desaparece puede ser re-
cana y naranjilla, en pastizales, o en pequeñas fincas construida ni con los más métodos modernos de cruza-
agrícolas (Ministerio del Ambiente 2000). miento ni con las técnicas de ingeniería genética. Por
En Galápagos, sobre todo en las islas habitadas o lo tanto, es primordial promover proyectos con cober-
en las que hay plantas y/o animales introducidos, la tura nacional que rescaten no solo la agrobiodiversi-
erosión genética también se manifiesta. Por ejemplo, dad sino en general la riqueza genética
los bosques de cacaotillo (Miconia spp.) han desapa- del Ecuador.
recido en la isla San Cristóbal y han disminuido nota-
blemente en Santa Cruz. Asimismo, la zona de lecho-

147
5
Iniciativas para
la conservaci—n de
la biodiversidad
in situ y ex situ
Carmen Josse y Verónica Cano

5.1 La conservación in situ


5.2 El Sistema Nacional de Áreas Protegidas
5.3 Ecosistemas terrestres del Sistema Nacional de
Áreas Protegidas
5.4 Ecosistemas marinos y costeros del Sistema
Nacional de Áreas Protegidas
5.5 Amenazas a las áreas marinas y costeras protegidas
5.6 Protección de las áreas marinas y costeras
5.7 Conservación afuera del Sistema Nacional de Áreas
Protegidas: reservas privadas y territorios indígenas
5.8 Áreas prioritarias para la conservación in situ
5.9 La conservación ex situ
5.10 Los centros de tenencia y producción de vida silvestre
5.11 Zoológicos
5.12 Centros de tránsito y rescate de fauna
5.13 Centros de crianza de especies silvestres
5.14 Fauna de los centros de tenencia y producción de
vida silvestre
5.15 Situación de los centros de tenencia y producción
de fauna
5.16 Jardines botánicos

149
5 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.1

e n el Ecuador las iniciativas para lograr la conservaci—n de la biodiversidad, tanto


in situ como ex situ, se han incrementado durante las œltimas dŽcadas del siglo
XX. El Sistema Nacional de çreas Protegidas y su manejo, la representatividad de
la diversidad de ecosistemas terrestres, marinos y costeros en dicho sistema, las zonas in-
tangibles y las ‡reas prioritarias para la conservaci—n, los zool—gicos y centros de tenencia y
producci—n de vida silvestre son, entre otros, los temas analizados en este cap’tulo.

5.1 La conservación in situ áreas protegidas que están pobladas o que limitan con
asentamientos rurales. Las posibilidades de uso tienen
El artículo 8 del Convenio sobre la Diversidad Biológi- que ver con alternativas productivas sustentables, como
ca contiene un conjunto de obligaciones dirigidas a la el turismo orientado a la naturaleza, la extracción sus-
conservación de esa diversidad. Allí queda claro que tentable de los recursos no maderables y el aprovecha-
la conservación in situ es el enfoque primordial para miento de los servicios ambientales. Asimismo, con es-
la conservación. Ésta no es otra cosa que la preserva- te enfoque se pretende proteger y alentar los conoci-
ción de áreas que contienen una representación con- mientos, innovaciones y prácticas de las comunidades
siderable o sobresaliente de la biodiversidad local. indígenas y locales sobre los usos de los recursos bio-
Conocidas tradicionalmente como parques nacionales lógicos (Glowka, Burhenne-Guilmin y Synge 1996).
o reservas naturales, la connotación que se les ha atri-
buido es la de prohibición de uso. Sin embargo, las 5.2 El Sistema Nacional de Áreas Protegidas
estrategias más recientes para los sistemas de áreas
protegidas incluyen conceptos como reservas para uti- En el Ecuador, el primer parque nacional fue el de Ga-
lización sustentable, áreas de uso múltiple y sitios pa- lápagos, creado en 1936. Pero el Sistema Nacional
trimoniales (Glowka, Burhenne-Guilmin y Synge de Áreas Protegidas (SNAP) se estableció como tal en
1996). 1976, con nueve áreas, conforme a lo indicado por
La idea detrás de esta última posición es que se ne- la primera estrategia de conservación que se diseñó
cesita el apoyo y el consenso de las poblaciones usua- para el país (Putney 1976 citado en Valarezo, Gómez
rias, sobre todo de la gente de las comunidades loca- y Célleri 1999). En la siguiente estrategia, producida
les, para lograr conservar los recursos biológicos de las en 1989 (Cifuentes et al. 1989 citado en Valarezo,

151
5.2 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.1
Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Área protegida Superficie terrestre Superficie marina Fecha de creación
(hectáreas) (hectáreas) (dd/mm/aa)
Parque Binacional El Cóndor 2.440 0 06/04/99
Parque Nacional Cotopaxi 33.393 0 08/11/ 75
Parque Nacional El Cajas 28.808 0 06/06/77
Parque Nacional Galápagos 693.700 0 05/14/36
Parque Nacional Llanganates 219.707 0 01/18/96
Parque Nacional Machalilla 56.184 14.430 07/26/79
Parque Nacional Podocarpus 146.280 0 12/15/82
Parque Nacional Sangay 517.765 0 16/16/75
Parque Nacional Sumaco Napo–Galeras 205.249 0 03/02/94
Parque Nacional Yasuní 982.000 0 07/26/79
Reserva Biológica Limoncocha 4.613 0 09/23/85
Reserva de Producción de Fauna Chimborazo 58.560 0 10/26/87
Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno 603.380 0 07/26/79
Reserva Ecológica Antisana 120.000 0 07/21/93
Reserva Ecológica Cayambe–Coca 403.103 0 11/17/70
Reserva Ecológica Cayapas–Mataje 51.300 0 10/26/95
Reserva Ecológica Cotacachi–Cayapas 204.420 0 09/29/68
Reserva Ecológica El Ángel 15.715 0 08/05/92
Reserva Ecológica Los Ilinizas 149.900 0 12/11/96
Reserva Ecológica Mache–Chindul 119.172 0 08/09/96
Reserva Ecológica Manglares Churute 49.894 0 09/26/79
Reserva Geobotánica Pululahua 3.383 0 01/28/66
Reserva Marina de Galápagos 0 14.110.000 11/07/96
Refugio de Vida Silvestre Isla Santa Clara 5 0 06/03/99
Refugio de Vida Silvestre Pasochoa 500 0 12/11/96
Área de Recreación El Boliche 400 0 07/26/79
Total 4.669.871 14.124.430
Fuente: Ruiz (2000).

Gómez y Célleri 1999), se propuso un sistema mínimo miento del periodo de vigencia de las dos estrategias
conformado por 24 áreas y un sistema óptimo con anteriores, la Dirección de Áreas Naturales del Ministe-
ocho adicionales, lo que daba un total de 32 zonas rio del Ambiente elaboró el Plan Estratégico del Sistema
protegidas. Con respecto a estas 32 áreas, 24 han si- Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador (Valarezo,
do incluidas en el SNAP, cinco tienen algún tipo de Gómez y Célleri 1999), a través de un proceso parti-
protección distinta de las categorías del SNAP (bosque cipativo y enmarcado en las actividades del Proyecto
protector o reserva forestal) y tres no están protegidas. INEFAN/GEF de Protección de la Biodiversidad.
En atención al compromiso adquirido con la firma En el 2000 el Sistema Nacional de Áreas Protegi-
del Convenio sobre la Diversidad Biológica y al cumpli- das está conformado por 26 áreas naturales: 23 son

152
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.2

CUADRO 5.2
Objetivo de manejo de las categorías del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y categorías análogas según
la UICN
Categoría de la UICN Categoría del SNAP Objetivo de manejo
I. Reserva Científica
a) Reserva estricta de naturaleza Reserva Ecológica o Biológica Principalmente para la ciencia y la
b) Área silvestre Refugio de Vida Silvestre protección silvestre
II. Parque Nacional Parque Nacional Protección de los ecosistemas y
recreación
III. Monumento Natural Reserva Geobotánica Conservación de características
naturales específicas
V. Áreas de Manejo de Hábitats y Especies No existe categoría análoga Conservación e intervención
controlada
V. Paisajes Terrestres/Marinos Protegidos Área de Recreación Conservación de paisajes y
recreación
VI. Área Protegida con Recursos Manejados Reserva de Producción de Fauna Uso sustentable de los recursos
y ecosistemas naturales
No existe categoría análoga Área de Caza y Pesca
Fuente: Ulloa et al. (1997).

continentales, dos insulares y una es reserva marina de cada categoría. Por ello, la mayoría de categorías
(mapa 4, p. 184). El área marina abarca una super- en el SNAP es de naturaleza estrictamente protectiva,
ficie de 14.124.430 hectáreas y la terrestre cubre aunque en muchas áreas viven gentes y en otras se ex-
4.669.871 hectáreas, lo que equivale aproximada- plota intensivamente los recursos como, por ejemplo,
mente al 18% del territorio terrestre nacional (cuadro las camaroneras en las reservas ecológicas Caya-
5.1). En los años noventa se anexaron al SNAP once pas–Mataje y Manglares Churute. Últimamente se ha
áreas protegidas con cuatro distintas categorías de pensado en actualizar los objetivos de manejo de al-
manejo; estas categorías están consignadas en el art. gunas categorías de modo que haya una mayor equi-
70 de la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Na- valencia con la categoría VI de la UICN, en la cual
turales y Vida Silvestre y constan en el cuadro 5.1. La se permite el uso sustentable de los recursos. Bajo el
categoría "Reserva Geobotánica" no está estipulada sistema actual, la reserva que más se acerca a este
en dicha ley; sin embargo es análoga a la categoría concepto es la Reserva Marina de Galápagos, que
III de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), fue concebida con una orientación hacia el uso soste-
correspondiente a Monumento Natural. Para ayudar nido de los recursos naturales (Ulloa et al. 1997).
en la comprensión de sus objetivos de manejo, las ca- Luego del reconocimiento de algunos territorios in-
tegorías del SNAP son presentadas en el cuadro 5.2, dígenas en la Amazonía y de una larga lucha por ob-
junto con sus análogas según la UICN. tener formas de protección de estas tierras que asegu-
Limitaciones de diversa índole han incidido para ren la conservación de los recursos naturales a largo
que el desaparecido Instituto Ecuatoriano Forestal y de plazo, en enero de 1999, el Presidente de la Repúbli-
Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN) haya mane- ca del Ecuador firmó los Decretos Ejecutivos no. 551
jado de manera similar las diferentes áreas protegi- y 552 declarando como zonas intangibles las áreas
das, sin tomar en cuenta las especificaciones técnicas de Cuyabeno-Imuya (435.000 hectáreas dentro de la

153
5.2 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

incluyen en el cuadro 5.3 ni el Refugio de Vida Silves-


tre Isla Santa Clara ni el Parque Binacional El Cóndor.
En 1999, el personal encargado de la administra-
ción del SNAP sumaba 313 personas: 261 funciona-
rios permanentes del Estado y 52 contratados a través
de organismos de apoyo (la mayoría son guardapar-
ques). Además, cuatro funcionarios públicos están a
cargo de la administración de la vida silvestre a esca-
la nacional (Valarezo, Gómez y Célleri 1999).
El 24% de la superficie de las áreas protegidas es-
tá intervenida por acción antrópica, lo que reduciría a
3.545.635 hectáreas el área en estado prácticamen-
te inalterado. Si a esta superficie se le resta el área co-
rrespondiente al Parque Nacional Galápagos, resulta
que aproximadamente el 19% de la superficie conti-
nental del país con remanentes de vegetación natural
(Sierra 1999a), se encuentra bajo alguna categoría
de protección en el SNAP.
En el diagnóstico que consta en el último plan es-
tratégico (Valarezo, Gómez y Célleri 1999) sobre la
tenencia de la tierra en las áreas protegidas, se cons-
tata que el 71% de las tierras del SNAP pertenece al
Estado, mientras que el 29% pertenece a particulares.
La Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales
y Vida Silvestre vigente no contempla la existencia de
propiedad privada en el interior de las reservas y tam-
Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, y el terri- poco incorpora el tema de los derechos territoriales
torio Tagaeri y Taromenane (700.000 hectáreas den- ancestrales. Por lo tanto, la presencia de propietarios
tro y fuera del Parque Nacional Yasuní) (mapa 4, p. particulares, población colona–campesina y de comu-
184). En virtud de estos decretos, tales zonas quedan nidades indígenas en las áreas protegidas es una si-
protegidas a perpetuidad de cualquier actividad mine- tuación que no ha podido ser enfrentada adecuada-
ra, petrolera, maderera y de colonización (Ministerio mente por la falta de alternativas legales para solucio-
de Medio Ambiente y Unión Europea 1999). nar los conflictos. Este vacío, así como la ausencia de
La Costa es la región menos representada en el opciones productivas para las comunidades locales
SNAP, en particular la subregión centro-sur (provincias son hechos que ponen en riesgo la integridad y la con-
de El Oro, Los Ríos y Guayas). En cuanto a la corres- solidación del sistema.
pondencia con la división política del país, el SNAP se Cuatro áreas protegidas del SNAP incluyen ecosis-
encuentra en 21 de las 22 provincias del Ecuador, aun- temas costeros o marinos: las reservas ecológicas
que en muchas ocupa pequeñas superficies. Esta distri- Manglares Churute y Cayapas–Mataje, el Parque Na-
bución hace que las áreas protegidas presten actual- cional Machalilla y la Reserva Marina de Galápagos.
mente una serie de bienes y servicios a distintas pobla- Debido a que la legislación vigente no contempla ca-
ciones del país, o tengan la potencialidad de hacerlo tegorías específicas para el manejo de ecosistemas
(cuadro 5.3). Por ser de muy reciente creación, no se marinos y costeros, sobre todo en el continente, su pre-

154
CUADRO 5.3 L a
Bienes y servicios que presta el Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Provisión de agua Industria turística Recreación Investigación Educación Actividades Otros
ambiental de
subsistencia
Área Para el consumo Para la Para el Para generar Proyectos Empresas
protegida humano industria riego energía eléctrica comunitarios operadoras
c o n s e r v a c i — n

Parque Quito, Boliche Agua Canal 14 Quito Universidades Estudiantes


Nacional Machachi mineral Alumíes Salcedo esporádico
in

Cotopaxi Sangolquí embotellada Pastocalles Latacunga


Machachi
Pujilí
situ

Sangolquí
Saquisilí
Parque Cuenca Piscicultura 3 Cuenca Universidades Estudiantes Pesca
Nacional Soldados Soldados Poblaciones Pastoreo
El Cajas Laguna locales extensivo
Llaviuco
Parque San Cristóbal Bellavista 84 Población Universidades Estudiantes Turismo
Nacional Isla Santa Cruz local Científicos Poblaciones
Galápagos nacionales e locales
internacionales

155
Parque Ambato Pisayambo Comunidad Baños Universidades Estudiantes
Nacional (proyecto en Agoyán del Triunfo Salcedo ONG Poblaciones
Llanganates Río Golpe) San Francisco Río Negro locales
(en proyecto) Patate
Muyo Mulatos Píllaro
Parque Machalilla Pesca artesanal Huertos Isla de 6 Manabí Universidades Estudiantes Turismo
Nacional Guale e industrial familiares la Plata Poblaciones Científicos del país Pesca artesanal
Machalilla Agua Blanca Agua Blanca locales internacionales Paso del
Puerto López poliducto
Parque Loja Vilcagua Loja San Ramón Loja Universidades Estudiantes Caza
Nacional Zamora (agua Malacatus Zamora Científicos Poblaciones
Podocarpus Poblaciones embotellada) Vilcabamba Poblaciones internacionales locales
locales locales
Parque Baños Piscicultura Río Alao Central Alao Artesanías 6 Ambato Universidades Estudiantes Pastoreo
Nacional Riobamba Orquídeas Cebadas Central Paute Riobamba Científicos Poblaciones extensivo
Sangay Guano San Antonio Agoyán Sangay internacionales locales
Alao Ingapirca Río Blanco Tungurahua Consultores
Palora Quimiag San Francisco Altar Plan de Clubs
Macas Yaracyacu El Abanico Ecológicos
Atillo
Palmira
5.2

Ozogoche
Culebritas
CUADRO 5.3 (continuación)
Provisión de agua Industria turística Recreación Investigación Educación Actividades Otros
ambiental de
5.2
subsistencia
Área Para el consumo Para la Para el Para generar Proyectos Empresas
protegida humano industria riego energía eléctrica comunitarios operadoras
Parque Poblaciones La Cascada Proyecto Gran Universidades Estudiantes Paso del
Nacional locales Coca-Codo Sumaco Científicos/as Poblaciones oleoducto
Sumaco Siclair internacionales locales
Napo– Jondachi
Galeras
Parque Poblaciones 1 Coca Estación Estudiantes Caza Bases
I n i c i a t i v a s

Nacional locales Poblaciones Científica y otros Pesca petroleras


Yasuní locales de la PUCE investigadores Paso del
Universidades oleoducto
p a r a

Científicos/as
nacionales
l a

Reserva Poblaciones Limoncocha Poblaciones Estación Poblaciones Caza Bases


Biológica locales locales Científica locales Pesca petroleras
Limoncocha VISEK Paso del
oleoducto
Reserva Pesca Buceo Científicos/as Pesca
Marina de internacionales
Galápagos y nacionales

156
c o n s e r v a c i — n

Reserva Quito Sur Piscicultura Proyecto Club Quito Científicos/as Poblaciones Pastoreo Paso del
Ecológica (proyecto Quijos caza y Machachi internacionales locales extensivo oleoducto
d e

Antisana la Mica) (en proceso) pesca Pintag y nacionales Paso del


l a

La Mica Poblaciones acueducto


locales
Reserva Cantón Laguna el Sendero Científicos/as Poblaciones Pastoreo
Ecológica Espejo Voladero natural nacionales locales extensivo
El Ángel Laguna Estudiantes
voladero
Reserva Quito Tabacundo Quito Papallacta San Marcos Universidades Poblaciones Pastoreo Paso del
Ecológica Cayambe Papallacta Oyacachi Oyacachi Estudiantes locales extensivo oleoducto
b i o d i v e r s i d a d

Cayambe– Puerto HCJB San Marcos Reventador ONG Estudiantes


Coca Moncayo Sinangoe
in

Tabacundo
Pesillo
Reserva Empresas Iniciándose Poblaciones Universidades Poblaciones Concheo
s itu

Ecológica camaroneras locales Estudiantes locales Pesca


y

Cayapas– Estudiantes artesanal


Mataje
e x

Reserva Varias Playa Cuicocha Universidades Estudiantes Pastoreo


Ecológica comunidades de Oro Piñán Científicos/as Público en extensivo
s i t u

Cotacachi– (Esmeraldas) Cuellaje internacionales general Caza


Cayapas ONG
Proyectos
L a
Reserva Toachi Minería Machachi Central cerca Comunidad Refugio Los Ilinizas
Ecológica Pilatón de la Maná Parroquia Grupo Laguna
Los Ilinizas Machachi Proyecto Chaupi Nuevos Quilotoa
La Maná Toachi-Pilatón Horizontes
Río San Latacunga
Pablo
Reserva Quinindé Camaroneras Iniciándose Laguna de Fundación ONG
c o n s e r v a c i — n

Ecológica Esmeraldas Cube Jatun Sacha Fundación


Mache– Muisne Chachis Fundación Tercer
in

Chindul Pedernales Balzar Natura Mundo


Atacames Chorera (Pedernales)
Grande
situ

San
Salvador
Reserva Poblaciones Camaroneras Iniciándose Guayaquil Universidades Estudiantes Pesca
Ecológica locales Poblaciones Científicos artesanal
Manglares locales nacionales
Churute
Reserva Comunidad Moraspungo Universidades Poblaciones
Geobotánica Pululahua Pululahua Escuelas locales
Pululahua Caspigasi Colegios Estudiantes
Nieblí

157
Reserva de Riobamba Poblaciones Agoyán 2 Chimborazo Pastoreo
Producción Guano locales Paisajes extensivo
de Fauna Guaranda Ambato Manejo
Chimborazo de vicuñas
Reserva de Poblaciones Cofanes 18 Poblaciones Universidades Poblaciones Caza Bases
Producción indígenas Quichuas locales Escuelas locales Pesca petroleras
de Fauna locales Zancudo Lagunas Colegios Estudiantes Manejo de
Cuyabeno Sionas Flora charapas y
Secoyas Fauna caimán
de Pto. Bolívar negro
Refugio de Poblaciones Poblaciones Quito Universidades Poblaciones
Vida locales locales Sangolqu Colegios locales
Silvestre Amaguaña Estudiantes
Pasochoa
Área de Toma de 14 Quito Universidades Estudiantes Manejo de
Recreación agua Latacunga Colegios Ministerio de llamas y
Boliche San Francisco Machachi Educación alpacas
Nacional y Cultura
Viaje en tren

Fuente: Dirección de Áreas Naturales, encuestas a Jefes de Área.


5.2
5.2 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.4
Algunas amenazas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Área protegida Actividad petrolera Actividad minera Actividades Carreteras
extractivas (en construcción
industriales o en proyecto)
Parque Nacional Cotopaxi
Parque Nacional El Cajas X X
Parque Nacional Galápagos X
Parque Nacional Llanganates X X X
Parque Nacional Machalilla X
Parque Nacional Podocarpus X
Parque Nacional Sangay X X X
Parque Nacional Sumaco Napo–Galeras X X X
Parque Nacional Yasuní X X
Reserva Biológica Limoncocha X
Reserva de Producción de Fauna Chimborazo X X
Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno X
Reserva Ecológica Antisana X X X
Reserva Ecológica El Ángel
Reserva Ecológica Cayambe–Coca X X
Reserva Ecológica Cayapas–Mataje X
Reserva Ecológica Cotacachi–Cayapas X X X
Reserva Ecológica Los Ilinizas X
Reserva Ecológica Mache–Chindul X X
Reserva Ecológica Manglares Churute
Reserva Geobotánica Pululahua X
Reserva Marina de Galápagos X
Refugio de Vida Silvestre Pasochoa
Refugio de Vida Silvestre Isla Santa Clara X
Area de Recreación El Boliche X
Fuente: Valarezo, Gómez y Célleri (1999).

sencia dentro del sistema constituye una fuente de con- obras de infraestructura, los usos tecnológicos-indus-
flicto interinstitucional, principalmente porque las auto- triales y la explotación minera, petrolera y camarone-
ridades pesqueras cuestionan la jurisdicción de las au- ra (cuadro 5.4). Si bien a través de las carreteras se
toridades de conservación sobre los ambientes acuáti- puede acceder a la mayoría de áreas protegidas del
cos y particularmente sobre sus recursos (Ulloa et al. SNAP, varias que están en construcción o en proyecto
1997) (véase 5.6). fragmentan ciertas reservas y constituyen accesos po-
Otras causas de presión sobre el Sistema Nacional tenciales o reales para la colonización y la explota-
de Áreas Protegidas son: los asentamientos humanos ción de madera y otros recursos naturales (véase re-
desordenados, la extracción de productos y especies cuadro 2.2).
silvestres, la ampliación de la frontera agrícola, las En el plan estratégico elaborado por Valarezo, Gó-

158
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.2

GRAFICO 5.1
Sistema Nacional de Áreas Protegidas: eficiencia en la conservación de doce reservas

80
70

60
nivel de eficiencia

50

40

30

20
10

Cotacahi-Cayapas
Gal‡pagos

R.M. Gal‡pagos

Boliche

Machalilla

Podocarpus

Sangay

Cayambe-Coca

El Cajas

Cuyabeno

Yasun’

Pululahua
Fuente: Valarezo, Gómez y Célleri (1999).
Nota: Las doce reservas del gráfico superan la evaluación general del 50% (valor máximo =100) en la eficiencia
del cumplimiento de los objetivos de conservación.

mez y Célleri, en 1999, se evaluó el manejo del SNAP 3. Cumplimiento de los objetivos de conservación.
y se estableció una línea base para valorar su gestión Se refiere al cumplimiento de metas de conser-
a futuro. En dicha evaluación se detectaron problemas vación en términos de lo que se planteó en la
de carácter organizativo, institucional y legal que restan estrategia de 1989. Tienen que ver con la pro-
eficiencia al funcionamiento del sistema. Para medir la tección de los recursos naturales y de los servi-
eficiencia se tomaron en cuenta tres grandes temas: cios ambientales, y con la definición de las di-
ferentes categorías de manejo y uso sustentable
1. Recursos disponibles. Se refiere a los instrumen- de los recursos.
tos técnicos, administrativos, legales, políticos,
cognitivos y económicos, que se requieren pa- Los porcentajes sobre la eficiencia de manejo fueron
ra una administración eficiente de las áreas los siguientes: recursos disponibles 45%; productos al-
protegidas. canzados 45%; cumplimiento de objetivos de conser-
2. Productos alcanzados. Se revisan los aspectos vación 56%; y promedio total de eficiencia 50% (Va-
de ordenamiento del SNAP: organización insti- larezo, Gómez y Célleri 1999). Sin embargo, doce
tucional, facilidades administrativas, protección de las 26 áreas protegidas superan este promedio, tal
y control de las reservas existentes, participa- como se desprende del gráfico 5.1. Los valores entre
ción de otros actores en el manejo y beneficios 51 y 75% corresponden a un nivel de protección me-
de las áreas protegidas, y autogestión referida dio a bajo, con lo que no se puede garantizar la exis-
al financiamiento del SNAP. tencia del SNAP en el largo plazo.

159
5.2 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

cuenta común del desaparecido INEFAN. De allí que


el déficit calculado para el presupuesto de gastos del
SNAP, en 1998, fue del 60% aproximadamente, dife-
rencia que fue cubierta con otros ingresos del
INEFAN, especialmente provenientes del aprovecha-
miento de los recursos forestales (Valarezo, Gómez y
Célleri 1999).
En respuesta al diagnóstico más bien negativo so-
bre el SNAP, en la propuesta del plan (Valarezo, Gó-
mez y Célleri 1999) constan las situaciones ideales de
cambio o "situaciones objetivo" para enfrentar los cua-
tro problemas identificados.

1. Situación objetivo del problema "limitada ges-


tión técnica y administrativa para el manejo del
SNAP". Crear un organismo autónomo respon-
sable de la administración del sistema, con un
marco legal adecuado, poder político y gober-
nabilidad. Este organismo administraría susten-
tablemente el SNAP acogiéndose a los linea-
mientos de los planes de manejo, con personal,
infraestructura y recursos económicos suficien-
tes, en coordinación con el sector forestal, pro-
yectos, convenios y otros sectores involucrados.
2. Situación objetivo del problema "baja sustenta-
bilidad económica del SNAP". Diversificar las
Existe un deterioro progresivo de los recursos natu- fuentes de financiamiento a través del ordena-
rales renovables y culturales del SNAP, cuyos cuatro miento y fomento del turismo, la valoración eco-
principales problemas son, según Valarezo, Gómez y nómica y el cobro de bienes y servicios ambien-
Célleri (1999): la limitada gestión técnica y adminis- tales, con el establecimiento de concesiones
trativa; la baja sustentabilidad económica; el incre- para el uso de los recursos hídricos, la investi-
mento de las presiones socioeconómicas sobre los re- gación, el manejo de los recursos, el uso de la
cursos; y la reducida participación de los actores so- infraestructura y del espacio, y las compensa-
ciales en el manejo de las áreas protegidas. ciones por daños ambientales. Se plantea tam-
El Parque Nacional Galápagos cuya eficiencia de bién como situación objetivo la investigación y
manejo es la más alta (75%), constituye también el el aprovechamiento de la biodiversidad y de
área protegida que más ingresos ha generado al sis- los recursos genéticos silvestres con reglas cla-
tema. Así, en 1998, de los US$ 4.838.000 de in- ras, bajo la coordinación y control del organis-
greso por concepto de turismo en las áreas protegi- mo administrador y el reconocimiento de los de-
das, el 93% fue generado por este Parque. Hasta rechos por los conocimientos ancestrales.
1998, parte de este ingreso fue utilizado para el ma- 3. Situación objetivo del problema "incremento de
nejo del SNAP, pero con la promulgación de la Ley Es- las presiones socioeconómicas sobre los recur-
pecial para Galápagos se suspendió este aporte a la sos del SNAP". Contempla varios aspectos:

160
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.3

- La reducción de la explotación indiscrimina- 5.3 Los ecosistemas terrestres del Sistema Nacional
da de los recursos naturales y del avance de de Áreas Protegidas
la frontera agrícola desarrollando proyectos
de manejo de recursos en las áreas protegi- A pesar de la falta de información detallada sobre el
das y en sus zonas de amortiguamiento. Pa- estado de la diversidad biológica y de estudios siste-
ra esto será necesario contar con la partici- máticos sobre la representación de los diferentes eco-
pación directa de las poblaciones locales. sistemas en el SNAP, en los años 90 hubo aportes pro-
- La prohibición de realizar nuevas activida- venientes de diferentes fuentes y grupos de especialis-
des petroleras y mineras dentro de las áreas tas en los que se señalan áreas o ambientes priorita-
protegidas y la reducción paulatina de estas rios a ser conservados en el Ecuador. La mayoría coin-
actividades en las zonas donde han sido au- cide en cuanto a los ecosistemas, y uno, el de Neill y
torizadas. Øllgaard (1993), es más preciso al señalar las áreas
- La consolidación del Sistema Nacional de específicas con remanentes donde estos ecosistemas
Áreas Protegidas delimitando y señalizando están representados, las mismas que son:
las áreas protegidas actuales y futuras; la eli-
minación de las invasiones; y la solución de - Los remanentes de los bosques muy húmedos
los conflictos de tenencia de tierras. del noroccidente (Reserva de Asentamiento Co-
- Todas las actividades o proyectos de desa- munal Awa y los remanentes del noroccidente
rrollo, obras civiles y otras que se realicen de Pichincha).
dentro de las áreas protegidas y de sus zo- - Los remanentes de bosque en la cordillera de la
nas de amortiguamiento estarán enmarcadas Costa, especialmente el bosque muy húmedo del
en el ordenamiento territorial y en los planes extremo norte de la cordillera, en Esmeraldas.
de manejo correspondientes, y deberán te- - Los remanentes de bosque seco tropical en El
ner planes de mitigación de impactos am- Oro y Loja.
bientales que se apliquen eficientemente. - Las estribaciones occidentales de los Andes al
sur, en Azuay, El Oro y Loja.
4. Situación objetivo del problema "reducida par- - El extremo suroriente en la cordillera del Cón-
ticipación de actores sociales en el manejo del dor y el valle del alto río Nangaritza.
SNAP". Promover una participación amplia de - La cordillera de Cutucú.
los actores involucrados en la administración y
beneficios de las áreas protegidas; desarrollar Los remanentes de manglares y los humedales de Es-
incentivos para fomentar esta participación; y meraldas, Manabí y El Oro también han sido conside-
coordinar entre los organismos estatales, no gu- rados áreas prioritarias a ser incorporadas en el SNAP
bernamentales, comunidades y otros involucra- (Ulloa et al. 1997).
dos aspectos relacionados con el diseño y eje- En 1999 se publicó un estudio sobre las áreas
cución de los proyectos. También se propone la prioritarias para la conservación de la biodiversidad
intervención de los organismos seccionales y re- en el Ecuador continental (Sierra, Campos y Chamber-
gionales en la administración de las nuevas lin 1999). Éste fue el resultado de la confluencia de
áreas protegidas, así como la conformación de diferentes iniciativas tendentes a determinar las priori-
comités de apoyo en cada una que sirvan pa- dades de conservación a nivel del Ecuador continen-
ra promover la participación de la población tal. Para ello se utilizaron herramientas tecnológicas
local en la toma de decisiones, en la planifica- actuales (Sistemas de Información Geográfica) y meto-
ción y en el manejo de los recursos. dologías propias del ámbito de la biología de la con-

161
5.3 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.5
Criterios para identificar las áreas críticas para la conservación
Criterios Significado
1. Biodiversidad
Diversidad de especies Tiene relación con el número de especies de cada formación vegetal o ecosistema
Nivel de endemismo Se refiere a la presencia exclusiva de una especie en un lugar geográfico. Se ha
adoptado un nivel de endemismo basado en el territorio ecuatoriano
Concentración de especies Son más especialistas las que se encuentran en menos formaciones vegetales. La
especialistas especialización es una forma de endemismo ecológico y una medida del valor de
conservación de cada tipo de vegetación
Concentración de especies La clasificación del riesgo se basa en UICN (1994): en peligro crítico, en peligro
amenazadas y vulnerables
Concentración de especies Las especies sensibles son aquellas que pueden presentar problemas de conserva-
sensibles ción cuando se alteran sus ambientes
2. Representatividad SNAP
Nivel de protección en el SNAP Para valorar la representatividad de las formaciones vegetales o ecosistemas se ha
calculado su porcentaje de representación en las áreas protegidas en relación con
su área original o su distribución potencial; mientras menos representado un ecosis-
tema es más prioritario. Se usaron objetivos de conservación del 10% y del 14%
Eficiencia del SNAP Para esta valoración se tomó como referencia el diagnóstico de Valarezo, Gómez
y Célleri (1999). Su evaluación sirvió para ponderar el resultado del criterio "nivel
de protección en el SNAP"; con esto se obtuvo un nivel efectivo de protección
para cada ecosistema
3. Remanencia ecosistémica Corresponde a la superficie existente de una formación vegetal en relación con su
área original. Son más importantes para la conservación aquellas formaciones que
están próximas a desaparecer
4. Presión humana Las áreas bajo gran presión humana son las usadas por las poblaciones circundan-
tes. Estas áreas corren el riesgo de ser transformadas
5. Diversidad ecosistémica Este criterio se refiere a que la heterogeneidad paisajística es un factor que explica
los grandes niveles de biodiversidad.
Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).

servación (“Gap Analysis”). Los pasos seguidos en es- más detallada, confiable y geográficamente completa
te estudio fueron: identificación, evaluación y sistema- para el Ecuador. Los criterios utilizados para identificar
tización de la información disponible sobre la biodi- las áreas críticas para la conservación de la diversi-
versidad del Ecuador a nivel de especies y paisaje; dad biológica fueron: biodiversidad, nivel de protec-
valoración de cada localidad del país en función de ción brindado por el SNAP, nivel de remanencia eco-
los criterios establecidos; y priorización geográfica de sistémica, presión humana y diversidad ecosistémica.
las necesidades de conservación. El significado de cada criterio consta en el cuadro
Para la identificación, evaluación y sistematización 5.5. A continuación se resumen los resultados de los
se usó el Mapa de Vegetación Remanente del Ecua- análisis referidos sobre la representatividad de los di-
dor Continental (Sierra 1999a), puesto que entrega in- ferentes ecosistemas en el SNAP y la validez de esta
formación sobre diversidad ecosistémica, y se optó representación al ponderarla con aspectos como efi-
por el grupo de las aves (1.512 especies considera- ciencia en el manejo, prioridades de conservación
das) como el indicador de la diversidad y el endemis- por porcentajes de remanencia y vulnerabilidad a pre-
mo de especies, por ser el que cuenta con información siones humanas.

162
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.3

De los 45 ecosistemas que resultaron de la clasifi-


cación de formaciones naturales para el Ecuador (Sie-
rra 1999b), siete no se encuentran incluidos en ningu-
na de las áreas protegidas del SNAP. Éstos son bos-
ques deciduos y semideciduos piemontanos de la Cos-
ta, bosque semideciduo montano bajo de la Costa,
matorral seco montano bajo, matorrales seco monta-
nos de los Andes centro y norte, y matorral húmedo
montano de las cordilleras amazónicas. En cambio, la
superficie más grande de un ecosistema representado
en el SNAP corresponde al bosque siempreverde de
tierras bajas, con el 17,3% del total original (Sierra,
Campos y Chamberlin 1999).
Considerando objetivos de conservación del 10%
de la superficie total original de cada tipo de ecosis-
tema, según lo propuesto por la UICN en la Estrategia
Mundial de Conservación (1980 citado en Sierra,
Campos y Chamberlin 1999), así como del 14%, 21
ecosistemas estarían representados de forma deficien-
te, en el primer caso, y 26 en el segundo caso.
Al ponderar los resultados de este primer análisis en
función de los resultados de eficiencia de conservación
de cada una de las áreas protegidas del SNAP (Vala-
rezo, Gómez y Célleri 1999), se ajustaron las propor-
ciones de las áreas de protección efectiva de los eco-
sistemas. Así, resultó que 25 ecosistemas están subre-
presentados según el objetivo de conservación del Otros ecosistemas en riesgo corresponden tam-
10%, y 29 están subrepresentados usando el objetivo bién a la Costa o a los Andes occidentales: el bosque
de conservación del 14% (Sierra, Campos y Chamber- seco deciduo de tierras bajas y el bosque semideci-
lin 1999). Los niveles críticos ocurren en 20 y 25 de duo piemontano de la Costa.
los casos, respectivamente, donde menos del 5% del Aparentemente, la destrucción de los ecosistemas
área original del ecosistema está incorporado al SNAP está íntimamente ligada con la aptitud agrícola de las
(cuadro 5.6). A nivel regional sigue siendo la Costa y tierras. Sin embargo, las facilidades de acceso tam-
en especial las zonas secas, las menos representadas. bién juegan un papel preponderante. Las áreas que li-
Cuando se analizó los porcentajes de remanencia mitan con zonas de intervención humana sufren una
de ecosistemas sin tomar en consideración si están o presión progresiva, ya que la frontera agrícola/gana-
no dentro del SNAP, aparecieron tres ecosistemas que dera, de colonización y de extracción de recursos va
se encuentran en peligro crítico de extinción, ya que acabando con los relictos naturales. Los resultados del
han perdido más del 75% de su extensión original. És- análisis de remanencia son bastante preocupantes,
tos son el bosque siempreverde de tierras bajas de la puesto que 28 de los 45 ecosistemas (61%) tiene más
Costa, el bosque semideciduo de tierras bajas de la del 50% de su área limitando con una franja de pre-
Costa, y el matorral húmedo montano de los Andes sión ubicada apenas a 3 km de distancia, mientras
del norte y centro. que otros 18 tienen el 75% de su superficie bajo in-

163
5.3 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.6
Representación de ecosistemas valorados (%) por la eficiencia de manejo del SNAP y determinación de
ecosistemas críticos de acuerdo con los objetivos de conservación (10% y 14%)
Representación Objetivos
Ecosistemas o formaciones vegetales Absoluta Efectiva 10% 14%
Bosque deciduo piemontano de la Costa 0 0 -10 -14
Bosque semideciduo piemontano de la Costa 0 0 -10 -14
Bosque semideciduo montano bajo de la Costa 0 0 -10 -14
Matorral seco montano bajo 0 0 -10 -14
Matorral seco montano de los Andes del norte y centro 0 0 -10 -14
Matorral seco montano de los Andes del sur 0 0 -10 -14
Matorral húmedo montano de las cordilleras amazónicas 0 0 -10 -14
Matorral húmedo montano de los Andes del norte y centro 0,67 0,16 -9,84 -13,84
Bosque deciduo de tierras bajas de la Costa 0,81 0,22 -9,78 -13,78
Matorral seco de tierras bajas de la Costa 0,6 0,31 -9,69 -13,69
Bosque semideciduo de tierras bajas de la Costa 1,68 0,37 -9,63 -13,63
Bosque siempreverde de tierras bajas de la Costa 3,8 0,72 -9,28 -13,28
Sabana 1,34 0,94 -9,06 -13,06
Herbazal montano 1,45 1,08 -8,92 -12,92
Matorral húmedo montano de los Andes del sur 2,93 2,24 -7,76 -11,76
Bosque siempreverde montano alto de los Andes occidentales 4,96 2,36 -7,64 -11,64
Herbazal de tierras bajas de la Costa 3,15 2,58 -7,42 -11,42
Bosque de neblina montano bajo de la cordillera de la Costa 5,97 3,24 -6,76 -10,76
Bosque siempreverde piemontano de la Amazonía 5,27 3,29 -6,71 -10,71
Playas y líneas de la Costa 3,75 3,75 -6,25 -10,25
Bosque siempreverde piemontano de la cordillera de la Costa 9,59 3,79 -6,21 -10,21
Bosque de neblina montano de los Andes occidentales 10,85 5,31 -4,69 -8,69
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes occidentales 12,36 5,49 -4,51 -8,51
Bosque siempreverde piemontano de la Costa 15,7 5,8 -4,2 -8,2
Manglar 14,01 6,15 -3,85 -7,85
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes orientales del norte y centro 11,82 7,7 -2,3 -6,3
Bosque de tierras bajas inundado por aguas blancas 12,99 10,34 0,34 -3,66
Páramo seco 20,15 10,74 0,74 -3,26
Bosque siempreverde montano bajo de las cordilleras amazónicas 12,99 11,33 1,33 -2,67
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes orientales del sur 15,54 12,21 2,21 -1,79
Páramo herbáceo 20,05 14,49 4,49 0,49
Páramo arbustivo de los Andes del sur 15,59 14,9 4,9 0,9
Bosque siempreverde de tierras bajas de la Amazonía 17,34 15,16 5,16 1,16
Bosque siempreverde montano bajo de la cordillera de la Costa 26,91 18,41 8,41 4,41
Bosque siempreverde montano alto de los Andes orientales 32,7 20,29 10,29 6,29
Bosque de neblina montano de los Andes orientales 29 20,98 10,98 6,98
Páramo de frailejones 26,06 21,36 11,36 7,36
Bosque siempreverde inundable (guandal) 25,84 25 15,00 11
Bosque siempreverde montano de las cordilleras amazónicas 32,77 26,89 16,89 12,89
Manglillo 33,55 30,12 20,12 16,12
Gelidofitia 34,25 30,37 20,37 16,37
Bosque de tierras bajas de palmas e inundable por aguas negras 32,43 31,79 21,79 17,79
Matorral húmedo montano alto de las cordilleras de la Amazonía 46,53 37,34 27,34 23,34
Páramo de almohadillas 42,86 41,86 31,86 27,86
Herbazal montano alto 51,03 46,55 36,55 32,55
Herbazal de tierras bajas de la Amazonía 51,94 47,33 37,33 33,33
Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).

164
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.5

fluencia humana. Nuevamente, es en la Costa donde de la isla y la zona intermareal; está pendiente la de-
la presión es significativamente mayor debido a la cisión de complementar su conservación mediante la
fragmentación de los hábitats naturales (Sierra, Cam- inclusión del medio marino circundante. Este contem-
pos y Chamberlin 1999). plaría ecosistemas marinos como la plataforma conti-
Utilizando el criterio de diversidad ecosistémica se nental y los bajos, así como hábitats marinos asocia-
identificaron cuatro áreas geográficas de gran diversi- dos tales como área de afloramiento local y los hábi-
dad: la ubicada entre la línea de costa y la cordillera tats críticos de las especies de interés para la conser-
costera en Manabí; la confluencia de formaciones se- vación (ruta migratoria de ballenas y tortugas mari-
cas y húmedas en la cuenca del río Chota; el conjun- nas), así como de aquellas comerciales que dependen
to de ecosistemas secos en el este de la provincia de de los procesos ecológicos de esta área protegida tan
Loja; y la confluencia de formaciones secas y húme- productiva (Hurtado et al. 1998c).
das en el sector de Molleturo (Azuay). Los rasgos sobresalientes de la Reserva Ecológica
Al cruzar los resultados de este análisis con la ac- Cayapas–Mataje son el estuario (que lleva el mismo
tual cobertura del SNAP se constató que las áreas nombre), los ambientes deltaicos, el Archipiélago (del
identificadas como de gran diversidad ecosistémica mismo nombre), las islas de barrera y la planicie inter-
están fuera de los límites de las reservas del sistema. mareal. También están representados otros ecosiste-
El análisis integrado de estos diferentes criterios dio mas costeros como laguna costera, playas y bahía. El
como resultado un índice de prioridad para cada uno estuario conserva una muestra representativa del man-
de los ecosistemas del país, con base en el cual se glar menos intervenido de la Costa (EcoCiencia e INE-
puede delimitar al menos ocho regiones o sectores cu- FAN 1995). La Reserva Manglares Churute también
ya prioridad es crítica para la conservación, y que se contiene una buena muestra de bosque de manglar,
encuentran afuera del SNAP (Sierra, Campos y Cham- de ambientes estuarinos y del sistema léntico de la re-
berlin 1999). gión (INEFAN, Fundación Natura y ECOLAP 1996).

5.4 Los ecosistemas marinos y costeros del Sistema 5.5 Amenazas a las áreas marinas y costeras
Nacional de Áreas Protegidas protegidas

Las áreas protegidas que contienen ecosistemas coste- El mayor problema del Parque Nacional Machalilla
ros y marinos en la porción continental del Ecuador son son los barcos camaroneros que pescan con redes de
el Parque Nacional Machalilla, las reservas ecológicas arrastre cerca del litoral, y también los barcos que
Cayapas–Mataje y Manglares Churute, y el Refugio usan redes de cerco para capturar peces pelágicos
de Vida Silvestre Isla Santa Clara (mapa 4, p. 184). pequeños. Los últimos solo operan ocasionalmente.
Las playas son el ecosistema costero mejor repre- Asimismo, varios tipos de pesquerías artesanales cap-
sentado del Parque Nacional Machalilla, aunque allí turan, en las zonas protegidas marina e intermareal,
también hay costas acantiladas, costas rocosas y du- pulpos (Octopus spp.), larvas, postlarvas y hembras
nas. Es la única área protegida continental que inclu- grávidas de camarón (Penaeus spp.), pepinos de mar
ye ecosistemas marinos como plataforma continental, (Stichopus fuscus y Slenkothuria theeli), langostas (Pa-
islas, islotes y bajos, además del área marina adya- nulirus gracilis), moluscos (Spondylus spp. y Ostraea
cente a la Isla de la Plata, uno de los sitios de aflora- iridescens), coral (Antipathes spp.) y peces. También la
miento a lo largo de la costa ecuatoriana (Hurtado interacción de la pesca artesanal con los mamíferos
1995a,c, INEFAN/GEF 1998). marinos constituye una causa de mortalidad de estos
El estatus jurídico actual del Refugio de Vida Silves- animales. Otros problemas son la contaminación por
tre Isla Santa Clara protege solo el ambiente terrestre desechos pesqueros artesanales en las playas y las

165
5.5 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

aguas residuales industriales evacuadas sin tratamien- El principal problema de la Reserva Ecológica Ca-
to en el mar. A estas amenazas se suma el buceo sub- yapas–Mataje ha sido la conversión del bosque de
marino, mal manejado y sin normas, y la creciente y mangle en camaroneras, lo que ha ocasionado la pér-
desordenada actividad de observación de cetáceos dida de los hábitats en el estuario y la fragmentación
(Coello 1997a, INEFAN/GEF 1998). de los corredores biológicos de los que dependen los
El estado de conservación del Refugio de Vida Sil- vertebrados terrestres que cumplen funciones vitales en
vestre Isla Santa Clara es relativamente bueno, a pesar el manglar. Otros problemas son: la deforestación ace-
de la propensión a la erosión (aproximadamente una lerada en el bosque húmedo tropical de la cuenca
cuarta parte de la terraza superior de la isla se derrum- (que incide aguas abajo por la erosión y sedimenta-
bó por causa del evento El Niño 97-98). Solo ocasio- ción); los cambios de los patrones de circulación de
nalmente es utilizado como sitio de descanso y mante- aguas y drenaje; la salinización; la utilización de mé-
nimiento de las embarcaciones de los pescadores arte- todos prohibidos de pesca; y la reducción en los nive-
sanales así como para prácticas militares. Un problema les de captura de la pesca artesanal. Aunque se prac-
potencial es el interés de considerarlo destino turístico, tica una cacería de subsistencia, se captura especies
el cual está latente en quienes controlan las operacio- que están incluidas en las listas de especies amenaza-
nes locales de turismo recreativo en el Archipiélago de das de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)
Jambelí. Otro problema es la escasa capacidad de y en los apéndices de la Convención sobre el Comer-
control de las autoridades gubernamentales para hacer cio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna
cumplir las normativas previstas en los estudios de im- y Flora Silvestre CITES. Entre estas especies se cuentan
pacto ambiental relacionadas con la explotación de la iguana terrestre (Iguana iguana), el hormiguero (Ta-
gas en el golfo de Guayaquil (Hurtado et al. 1998a). mandua mexicana), dos de perezosos (Bradipus varie-

166
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.6

gatus y Choloepus hoffmanni), dos de monos (Cebus ejemplo implementar un corredor marino de sustentabi-
capuchinus y Alouatta palliata), y el cusumbo (Potos lidad complementario a la actual área marina protegi-
flavus), entre otras (EcoCiencia e INEFAN 1995). da, con el fin de ordenar los usos existentes (Hurtado,
Las principales amenazas a la Reserva Ecológica Yépez y Pozo 1999).
Manglares Churute son: inobservancia de los linea- El SNAP tampoco cuenta con una categoría de
mientos previstos en el Plan de Manejo (la construc- manejo que sea aplicable para proteger totalmente al
ción de un “by pass” para el control de inundaciones Refugio de Vida Silvestre Isla Santa Clara (equivalen-
es un ejemplo); competencia jurisdiccional con el sec- cia a la categoría 1a de la UICN, véase cuadro 5.2)
tor oficial pesquero y los consecuentes conflictos actua- y complementar su conservación con el manejo del
les y potenciales en el manejo de los recursos bioacuá- área marina adyacente, la que ha sido identificada
ticos; pesca y caza ilegal; dificultades para ejercer el como ecológicamente sensible. En el área marina se-
control debido a la piratería en aumento; y la conta- ría necesaria una reglamentación y zonificación de
minación por residuos agroindustriales, domésticos e los usos y mecanismos de gestión ambiental para que
industriales del área de influencia (INEFAN, Fundación puedan coexistir, simultáneamente, bajo los principios
Natura y ECOLAP 1996, comunicación personal de sustentabilidad, un área de fragilidad ecológica
2000 con Mireya Pozo, Jefa de Área de la Reserva junto con actividades tan disímiles como son la explo-
Ecológica Manglares Churute). tación de los recursos vivos (pesquerías industrial y ar-
tesanal) y de los recursos del subsuelo marino (explo-
5.6 Protección de las áreas marinas y costeras tación de gas en el golfo de Guayaquil). En este ca-
so tampoco existe una categoría de manejo en el
Ya que no existe un subsistema de áreas protegidas SNAP, y no es aplicable el concepto de Reserva Ma-
marinas y costeras en el SNAP, se tiende a forzar la rina como está concebida la de Galápagos, ya que
aplicación de las categorías de manejo previstas en la sería utópico tratar de excluir la pesca industrial en la
ley vigente. Sin embargo, esto solo agudiza los pro- principal zona pesquera del país (Hurtado, Yépez y
blemas de manejo en detrimento de la conservación Pozo 1999).
de los recursos que se intenta proteger. La categoría de Reserva Ecológica es una de las
Uno de los principales atractivos turísticos del Par- más proteccionistas de todas las que existen en la le-
que Nacional Machalilla son las ballenas jorobadas gislación vigente. Sin embargo, ésta ha sido aplicada
(Megaptera novaeangliae), cuya presencia estacional en áreas protegidas con diferentes tipos de usos (inclu-
se localiza sobre todo afuera de la actual área mari- yendo camaroneras y pesca artesanal). Por ello, es
na protegida. A propósito de esto se ha propuesto es- preciso una armonización conceptual y legal en el
tablecer una reserva marina como está concebida la SNAP, para evitar el uso indiscriminado de las "opcio-
de Galápagos, que mantiene muestras representativas nes abiertas y de la flexibilidad de manejo" que tam-
de biodiversidad destinadas principalmente para el bién se incluyen como objetivos de esta categoría
uso turístico y la investigación. Sin embargo, debido a (Hurtado, Yépez y Pozo 1999).
las prácticas consuetudinarias de la pesca artesanal Estos ejemplos sobre vacíos conceptuales y legales
en la zona, no parece viable tal propuesta ya que al- revelan la necesidad de fortalecer el SNAP con un
gunos de los usos incompatibles en esta área justa- Subsistema de Áreas Protegidas Marinas y Costeras,
mente corresponden a la pesca artesanal. Sin embar- así como avanzar en el diseño de esquemas interme-
go, solo la presencia estacional de ballenas joroba- dios entre los conceptos globales de Grandes Espa-
das frente a las costas del Parque, con todo el poten- cios Marinos (LME por sus siglas en inglés) y las cate-
cial que esto conlleva, es un motivo para la búsqueda gorías de la UICN en el medio marino. Una alternati-
de alguna categoría de protección alternativa, por va sería el establecimiento de corredores marinos de

167
5.7 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

tablecimiento de reservas naturales privadas para la


protección de sitios clave, por ejemplo, corredores
biológicos o un ecosistema con usos sustentables. Se
considera incluso la provisión de subvenciones o in-
centivos para captar el interés particular en la conser-
vación de tales áreas.
En el Ecuador, además de las zonas incluidas en
el SNAP, a 1998 existían 154 áreas de "reserva" con
una extensión total de alrededor de 2.390.000 hec-
táreas (Fundación Natura 1999b). Estas zonas se en-
cuentran bajo la administración de entidades privadas
o públicas diferentes del Ministerio del Ambiente, tales
como ONG, universidades, organismos seccionales,
operadores turísticos y personas particulares.
Sesenta y seis áreas son propiedad del Estado. A
menudo son bosques que protegen cuencas hidrográ-
ficas; muchas son administradas a través de los orga-
nismos seccionales estatales u otras instituciones, mien-
tras algunas no lo son de ninguna forma; solo siete
cuentan con un plan de manejo. Las otras 88 áreas
son privadas y de éstas dieciocho disponen de un
plan de manejo. Según la fuente utilizada, los registros
oficiales de declaratoria de algunas áreas datan de
1970. Ya que muchas fueron declaradas bosques pro-
tectores con el fin de evitar que el desaparecido Insti-
tuto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización
sustentabilidad que prevean no solo la inclusión de nú- (IERAC) los expropiara o que fueran invadidos por po-
cleos de protección y áreas de uso sustentable, sino blaciones colonas, no se sabe si aún existen y cum-
también el mantenimiento de los procesos ecológicos plen su papel de reserva natural. De las 154 áreas, el
y la salud de la interrelación mar y tierra de la que és- mayor porcentaje (61,8%) se concentra en la Sierra,
tos se nutren (Hurtado, Yépez y Pozo 1999). seguido de la Costa (25%) y de la Amazonía (13,2%)
Además, será necesario revisar la Ley de Pesca y (Fundación Natura 1999b).
establecer otros mecanismos de coordinación adminis- En un estudio llevado a cabo en 1992 (Fierro, Me-
trativa aplicables que eviten o minimicen las sobreposi- dina y Castillo 1992) se contabilizó 95 de estas reser-
ciones institucionales (Hurtado, Yépez y Pozo 1999). vas. Allí se menciona que de las áreas administradas
por ONG y grupos particulares, solo 19 estaban
5.7 Conservación afuera del Sistema Nacional de orientadas a la conservación, investigación, educa-
Áreas Protegidas: reservas privadas y territorios ción ambiental, ecoturismo o manejo sustentable, con
indígenas lo que pocas han demostrado una efectividad real pa-
ra la conservación.
Tanto en el Convenio sobre la Diversidad Biológica La Fundación Natura ha jugado un papel prepon-
como en las nuevas estrategias para la conservación derante en la constitución de la Red de Bosques Priva-
in situ de la diversidad biológica, se promueve el es- dos del Ecuador (conocida ahora como Corporación

168
L a c o n s e r v a c i — n in situ
5.8

Nacional de Bosques Privados), la misma que cuenta derechos territoriales colectivos y al uso doméstico de
con 41 áreas inscritas. El objetivo de esta organiza- los recursos naturales por parte de los pueblos indíge-
ción es compartir conocimientos y experiencias de ma- nas, constituye el primer paso en el camino de propor-
nejo sustentable entre los miembros, y brindarse apo- cionar un medio para proteger, a perpetuidad, los
yo solidario ante los conflictos que surgen de la ges- ecosistemas amazónicos, reconociendo al mismo tiem-
tión de estas zonas. po el papel y los esfuerzos de muchas comunidades
Sobre la validez de conservar áreas pequeñas, se indígenas que, a través de los preceptos de sus cultu-
sostiene que en el Ecuador es un esfuerzo importante ras, han manejado y conservado la selva amazónica.
por cuanto existe una fragmentación natural y, espe- Varios pueblos indígenas, tanto los que están asen-
cialmente antropogénica, que ha determinado la for- tados en áreas protegidas o en sus zonas de influen-
mación de remanentes boscosos, en la Sierra y en la cia, como los que no lo están, han manifestado su in-
Costa, de diversa ubicación altitudinal, grado de ais- terés en delimitar extensas áreas para destinarlas a un
lamiento y de singular valor para la conservación de uso múltiple y en las que se incluirían zonas de conser-
la diversidad biológica (Báez 1997). De manera par- vación.
ticular, la región occidental ecuatoriana se destaca por
endemismos localizados que, según Dodson y Gentry 5.8 Áreas prioritarias para la conservación in situ
(1991), obedecen al mosaico de hábitats pequeños y
naturalmente fragmentados en los cuales han ocurrido La especie es una de las unidades más reconocibles
procesos de especiación que han originado nuevos or- de la biodiversidad (Gaston 1996). Por ello es consi-
ganismos cuya distribución es muy restringida. derada uno de los elementos de referencia para la
La importancia de estas reservas, tanto privadas conservación. Ya que las especies están compuestas
como públicas, debería servir para seleccionar aque- por individuos que son entidades discretas y, por lo
llas que coinciden con áreas y ecosistemas de conser- tanto, posibles de medir, la evaluación del estado de
vación prioritaria identificados por los estudios ahora conservación de una especie (poblaciones, número
disponibles, con el fin de incluirlas en una estrategia de individuos, dinámica y tendencias) permite decidir
para la conservación in situ. En la propuesta de la si necesita ser protegida y manejada a través de una
nueva Ley de Biodiversidad (aún en discusión) constan estrategia particular.
diferentes tipos de incentivos económicos y mecanis- Dicha información no es fácil de conseguir, menos
mos de protección real para estas reservas, así como aún en países de gran diversidad y limitada informa-
espacios participativos para la planificación. Entre ción científica como el Ecuador. De hecho, sobre la
otros temas, esta Ley recoge los siguientes puntos: mayoría de las especies ecuatorianas o no existen re-
ferencias poblacionales o las disponibles son incom-
• Reconocimiento oficial de las áreas protegidas pletas. La carencia de estudios, si bien limita el éxito
privadas. del establecimiento de áreas para conservación, no
• Seguridad en la propiedad mediante prohibi- elimina la posibilidad de determinar (en parte argu-
ción de expropiación. yendo el principio de precaución), el grado de ame-
• Protección del Estado contra invasiones. naza que soportan ciertas especies o grupos y estable-
• Exoneraciones y deducciones tributarias. cer zonas prioritarias en las que éstas pueden ser man-
• Reglamentación de pago por servicios ambien- tenidas.
tales. Como consta en el mapa 9 (p. 189) son ocho las
áreas que ocupan los primeros lugares desde el punto
La declaratoria de zonas intangibles (mapa 4, p 184), de vista de la conservación de ecosistemas en riesgo,
que incluye el reconocimiento, respeto y apoyo a los así como de la diversidad y del endemismo de la avi-

169
5.8 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

fauna del Ecuador (Sierra, Campos y Chamberlin tienen gran diversidad, pero desde el punto de vista
1999). Geográficamente éstas corresponden a: de los ecosistemas no se consideran prioritarias, ya
que éste es el tipo de vegetación más ampliamente cu-
1. La Costa y Andes occidentales del sur del Ecua- bierto en el SNAP.
dor, en las provincias de El Oro y Loja, desde Los mapas de las áreas prioritarias para la conser-
la frontera con el Perú hacia el este en los An- vación de aves y mamíferos fueron elaborados obser-
des, hasta los límites del Parque Nacional Podo- vando cinco criterios: diversidad, endemismo, hábi-
carpus y, hacia el norte, hasta las estribaciones tats raros o amenazados, densidad poblacional, y es-
occidentales de los Andes en el sector de Mo- pecies amenazadas. En el caso de las áreas priorita-
lleturo, al oeste del Parque Nacional El Cajas. rias para la conservación de la flora, los mapas fue-
2. La Costa centro seca, desde la Isla Puná hacia ron desarrollados tomando en cuenta los mismos crite-
el oeste, hasta la península de Santa Elena, y es- rios, excepto el de densidad poblacional. Aquellas
pecialmente hacia el norte hasta el cabo de San zonas en las que coincidieron el mayor número de cri-
Lorenzo, pasando el Parque Nacional Machali- terios serían las primeras en recibir atención. En el ca-
lla, sobre la cordillera de Chongón–Colonche. so de los mamíferos ninguna de las áreas cumplió con
3. La Costa norte en la provincia de Esmeraldas, más de tres criterios de selección. La ubicación de los
desde el límite norte de las montañas de Ma- sitios difiere, aunque no completamente, dependiendo
che hacia el límite con Colombia y hacia el es- de los grupos considerados (Suárez 1997). Por ejem-
te, alrededor de la Reserva Ecológica Cotaca- plo, en el caso de las aves, están ubicadas sobre to-
chi–Cayapas. do al sur y al noroccidente del país (mapa 10, p.
4. Las estribaciones occidentales (hacia el callejón 190), en lo que correspondería a las áreas numera-
interandino) de la cordillera oriental de los An- das 1, 3 y 7 de la lista de Sierra, Campos y Cham-
des, entre las provincias de Sucumbíos, El Car- berlin (1999). Cuando se trata de los mamíferos, es-
chi e Imbabura. tarían en las estribaciones surorientales de la cordille-
5. Los humedales de la Costa centro y norte en las ra de los Andes, en las cordilleras costeras y en el ex-
provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí y Es- tremo noroccidental del Ecuador, lo que parcialmente
meraldas. corresponde a las áreas 1, 2 y 6 de dicha lista. Tam-
6. La región a lo largo de las estribaciones orien- bién se incluyen extensas áreas en la región amazóni-
tales de los Andes y las cordilleras amazónicas. ca, debido a la diversidad y a que es necesario
7. Las estribaciones occidentales (hacia el callejón disponer de grandes superficies si se quiere asegurar
interandino) de la cordillera oriental en el sector la conservación de las poblaciones de mamíferos
de la cordillera de Cordoncillo y los páramos grandes (mapa 11, p. 192). Finalmente, en el mapa
de Matanga, entre las provincias de Azuay, Lo- sobre conservación de la flora del Ecuador (mapa 12,
ja, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. p. 194), resaltan varias zonas de poca extensión y
8. Las estribaciones occidentales de los Andes, es- dispersas, ubicadas principalmente en el occidente
pecialmente en el centro del país. del país, además de dos zonas en las estribaciones
nororientales de la cordillera.
Esta información coincide con las áreas seleccionadas Resumiendo las diferentes propuestas, lo que más
por especialistas de diferentes grupos de especies de resalta son las localidades y ecosistemas de la Costa,
fauna y flora (Suárez 1997). La excepción serían las puesto que ocupan los primeros lugares, seguidos de
localidades de las tierras bajas del sur de la Amazo- las estribaciones occidentales y orientales de los An-
nía que también han sido incluidas por los especialis- des, sobre los 600 m de altitud.
tas en agrodiversidad, mamíferos y aves, porque con- En todo caso, uno de los temas que debe ser resuel-

170
L a c o n s e r v a c i — n ex situ
5.9

to antes de continuar definiendo áreas prioritarias para de eficiencia en el Parque Nacional Machalilla y en
la conservación en el Ecuador continental es la fijación la Reserva Ecológica Mache–Chindul, se requieren
de un objetivo específico de conservación. Se conside- aproximadamente 25.000 hectáreas más de bosque
ra que una meta del 10% del área total de cobertura siempreverde piemontano de la cordillera de la Costa
de cada ecosistema es válido y consistente con las re- para llegar al 10% de representatividad. Un nivel del
comendaciones de la Unión Mundial para la Naturale- 100% de eficiencia en estas reservas significaría que
za y del World Conservation Monitoring Centre sobre en vez de 25.000 solo harían falta 2.400 hectáreas
las prioridades de conservación a nivel pantropical adicionales para llegar a un 10% de representativi-
(UICN 1980, 1994, Murray et al. 1997; todos cita- dad. En el caso del bosque húmedo tropical de la
dos en Sierra, Campos y Chamberlin 1999). Costa, la mejora en la eficiencia del manejo de lo que
Lo importante para el caso del Ecuador, un país pe- ya está protegido podría reducir las necesidades de
queño y densamente poblado, es que la eficiencia de nuevas áreas de protección hasta en 40.000 hec-
manejo de las áreas del SNAP sí puede introducir una táreas (Sierra, Campos y Chamberlin 1999).
gran diferencia cuando se planifica para lograr los ob-
jetivos de conservación. Establecer o ampliar reservas 5.9 La conservación ex situ
es un proceso costoso y complicado, por lo que en la
medida de lo posible es preferible continuar con el sis- La conservación ex situ se define como el manteni-
tema vigente pero mejorando sustancialmente su efi- miento de los componentes de la diversidad biológica
ciencia en el manejo. Por ejemplo, con el actual nivel afuera de sus hábitats naturales, proceso que implica

171
5.10 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

RECUADRO 5.1

Importancia de la conservación ex situ

Diversas son las formas a travŽs de las cuales los programas ex situ pueden coadyuvar a la protecci—n de las
especies y los recursos genŽticos en su medio natural (in situ):

¥ La propagaci—n ex situ de especies cr’ticamente amenazadas puede prevenir su inmediata extinci—n.


¥ Las poblaciones ex situ de especies cr’ticamente amenazadas pueden ser empleadas en estrategias de
conservaci—n que, interactivamente, manejen tanto poblaciones en cautiverio como poblaciones sil-
vestres. De esta forma, al restablecer y reforzar las poblaciones naturales se puede asegurar la super-
vivencia de especies en sus h‡bitats originales.
¥ Las poblaciones ex situ pueden ser empleadas en programas de educaci—n, investigaci—n y relaciones
pœblicas, beneficiando as’ la supervivencia de individuos de la misma especie que se encuentran en esta-
do silvestre.

Fuente: IUDZG y UICN/SSC (1993).

tanto el almacenamiento de los recursos genéticos en nimiento y cría bajo condiciones ex situ debe ser fo-
bancos de germoplasma, como el establecimiento de mentado, siempre que los fines perseguidos sean la
colecciones de campo y manejo de especies en cau- conservación o la producción y uso sustentable (Minis-
tiverio (Estrella y Tapia 1993 citado en Ulloa, Suárez terio de Medio Ambiente 1999a,b,c).
y Silva 1995). El objetivo primordial de la conserva-
ción ex situ es apoyar la supervivencia de las especies 5.10 Los centros de tenencia y producción de vida
en sus hábitats naturales (IUDZG y UICN/SSC 1993). silvestre
Así pues, los centros de conservación ex situ deben ser
una parte constitutiva de todo programa integrado de Se considera que un centro de tenencia y producción
conservación de especies y recursos genéticos, como de vida silvestre (CTP de vida silvestre) es toda infraes-
un complemento para su protección in situ (Ulloa, Suá- tructura establecida según los procedimientos legales
rez y Silva 1995), principalmente cuando se trata de vigentes, que alberga en condiciones ex situ (cautive-
especies críticamente amenazadas. rio o semicautiverio) a especímenes de la vida silves-
Bajo este contexto, el art. 9 del Convenio sobre la tre ecuatoriana, con uno o varios de los siguientes ob-
Diversidad Biológica insta a los Estados a que adop- jetivos: producción y comercialización, educación,
ten medidas decisivas de conservación ex situ para re- conservación e investigación (Ministerio de Medio
forzar los programas de conservación in situ. Ambiente 1999a).
En el Ecuador, el diseño de la Estrategia para la En el Ecuador, los centros de manejo ex situ de la
Protección y Uso Sustentable de la Vida Silvestre es vida silvestre son usualmente llamados "unidades de
una muestra de los avances realizados en lo referente manejo". Sin embargo, esta denominación es incohe-
al problema de la desaparición de la vida silvestre en rente con la legislación actual, según la cual "unidad
el país. En este documento se establecen normas que de manejo" es el nombre genérico que se confiere a
rigen las actividades y acciones del manejo de la vi- las diferentes categorías de las áreas protegidas que
da silvestre, basados en el principio de que su mante- pertenecen al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

172
L a c o n s e r v a c i — n ex situ
5.11

RECUADRO 5.2

Políticas para la conservación ex situ en el Ecuador

¥ La conservaci—n ex situ debe realizarse particularmente en el caso de las especies amenazadas, cuando
existe el riesgo fundamentado de que sus poblaciones no son viables en el medio natural.
¥ La recolecci—n de individuos para la realizaci—n de programas ex situ no debe perjudicar, a largo plazo,
la existencia de poblaciones viables en condiciones naturales.
¥ El mantenimiento de individuos o poblaciones de vida silvestre en condiciones ex situ debe estar a car-
go de personal calificado.
¥ La cr’a y mantenimiento de elementos de la vida silvestre con fines comerciales o de consumo es acep-
table en el caso de especies que no est‡n catalogadas como amenazadas.
¥ La cr’a y mantenimiento de elementos de la vida silvestre con fines comerciales, de producci—n, o de
consumo pueden ser complementarios a la conservaci—n, siempre que ayude a valorizar la vida silves-
tre y a crear interŽs en la conservaci—n, como un mecanismo para aliviar la presi—n sobre las especies
que se encuentran en estado silvestre.
¥ La extracci—n de elementos de la vida silvestre para programas de cr’a en cautiverio con fines comercia-
les debe ser sometida a estrictos controles y, en ningœn momento, puede perjudicar la existencia de las
poblaciones naturales. Los individuos capturados no deben ser comercializados o destinados para el
consumo para evitar confusiones sobre su origen.
¥ El Estado procurar‡ crear centros de tenencia y manejo ex situ para que alberguen especies con fines
de conservaci—n, investigaci—n, producci—n y que hayan sido legalmente constituidos.

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente (1999b).

Considerando que en la mayoría de estos centros los bancos de germoplasma son tratados con mayor
no se practica un manejo sino una "tenencia de ejem- profundidad en el capítulo 4.
plares silvestres", se ha propuesto reemplazar el térmi-
no "unidad de manejo" por "centro de tenencia y pro- 5.11 Los zoológicos
ducción de vida silvestre" (CTP de vida silvestre) o cen-
tro de tenencia y manejo de vida silvestre (Ministerio Hasta hace poco, un zoológico era considerado co-
de Medio Ambiente 1999a). Estos centros se dividen mo un espacio abierto al público en el cual se exhi-
en CTP de fauna (zoológicos, centros de rescate, cen- bían animales en cautiverio únicamente con fines de
tros de tránsito, zoocriaderos de producción comer- recreación y diversión (Ali 1927, Zeuner 1963; am-
cial, zoocriaderos de investigación médica y farma- bos citados en Ministerio de Medio Ambiente
céutica y museos de fauna) y CTP de flora (jardines bo- 1999a). Esta clásica concepción difiere substancial-
tánicos, bancos de germoplasma, viveros y herbarios). mente del concepto moderno, el mismo que define a
A continuación se presenta una sinopsis sobre los un zoológico como un centro especializado en el que
principales CTP de vida silvestre en el Ecuador. La si- se mantiene una colección de fauna silvestre abierta al
tuación de los museos y herbarios es tratada en el sép- público, pero cuyo objetivo primordial es promover la
timo capítulo de este libro (7.32–34), debido a que conservación de la vida silvestre por medio de la edu-
son entidades que se dedican más a la investigación cación ambiental recreativa, la investigación biológi-
que a la conservación ex situ, propiamente. Asimismo, ca y la protección ex situ de especies amenazadas

173
5.11 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.7
Zoológicos según el Departamento de Vida Silvestre
Nombre Localidad Provincia
AmaZoónico Ahuano, Río Arajuno Napo
Eco-Zoológico San Martín Baños Tungurahua
Mini-Zoológico Yamburara Vilcabamba Loja
Vivarium Quito Pichincha
Zoológico Banco del Pacífico Guayaquil Guayas
Zoológico Cerro Blanco Cerro Blanco Guayas
Zoológico de Guayllabamba Guayllabamba Pichincha
Zoológico / curia Ibarra Imbabura
Fuente: ECOLAP (1998).

(Ministerio de Medio Ambiente 1999a). lógicos". Es por ello que algunas entidades que son
En la actualidad se ha tomado conciencia de que ubicadas por el DVS dentro de otras categorías, el Ins-
el mantenimiento de animales silvestres en zoológicos tituto de Ecología Aplicada (ECOLAP) las clasifica co-
se justifica cuando se ha confirmado que esta medida mo "zoológicos". Al Centro de Tecnologías de Fátima,
contribuye a la supervivencia de las especies que es- por ejemplo, se lo autodenomina "Centro de domesti-
tán severamente amenazadas en sus hábitats natura- cación y producción de especies amazónicas para fi-
les. Así pues, los zoológicos deben propender a la nes comunitarios y centro de rescate", pese a que los
conservación de la variabilidad genética original; las niveles de producción de fauna silvestre allí son míni-
poblaciones que son mantenidas en cautiverio deben mos —apenas 20 pecaríes (Pecari tajacu) en diez
constituir reservas genéticas de aquellas especies que años—, y las actividades de rescate de fauna se han
tienen poblaciones extremadamente reducidas en sus limitado a la liberación descontrolada de animales do-
ambientes naturales (Ministerio de Medio Ambiente nados o comprados. Asimismo, el Centro de Rescate
1999a). AmaZoónico no solo subsiste casi exclusivamente de
En el Ecuador, la definición que se ha utilizado has- las entradas que pagan los visitantes, sino que carece
ta el momento para zoológicos, zoocriaderos y cen- de una percepción clara acerca de lo que significa
tros de rescate es bastante ambigua. Por consiguiente, rescate.
sus objetivos institucionales son poco precisos, y en Más aún, pese a que el potencial que poseen tan-
muchas ocasiones se confunden sus funciones, al me- to los centros propuestos por el DVS como los identifi-
nos desde un punto de vista conceptual. cados por el ECOLAP les acercan más a los objetivos
El Departamento de Vida Silvestre (DVS) del desa- de un zoológico, ninguna de estas colecciones de fau-
parecido Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Na- na presentan las cualidades de manejo necesarias pa-
turales y Vida Silvestre (INEFAN), identificó como "zoo- ra justificar su inclusión bajo la estricta denominación
lógicos" a ocho CTP de fauna, los cuales están distri- de zoológicos (ECOLAP 1998). Ciertamente, si se to-
buidos en seis provincias del país (cuadro 5.7). No man en cuenta los cuatro principios que rigen el fun-
obstante, en el documento Manejo para la Protección cionamiento de un zoológico, es decir, educación, in-
y el Uso Sustentable de la Vida Silvestre en el Ecuador vestigación, conservación y recreación (IUDZG y
(ECOLAP 1998) se señala que de acuerdo con las ac- UICN/SSC 1993), los centros catalogados como
tividades reales que cumplen los CTP de fauna, al me- "zoológicos" en el Ecuador en realidad deberían ser
nos 15 centros deberían ser catalogados como "zoo- considerados meras "muestras de fauna".

174
L a c o n s e r v a c i — n ex situ
5.13

CUADRO 5.8
Centros de rescate de fauna reconocidos por el Departamento de Vida Silvestre
Centro de rescate de fauna Ubicación
Centro Dayuma Misahuallí
Centro de Rescate AmaZoónico Ahuano
Centro de Rescate Hacienda Jambelí Balao Chico
Centro de Tecnologías Fátima Puyo
Finca de Nelson Chiriboga Daule
Fundación Rescate de Fauna Quinindé y Tumbaco
Vivarium Quito
Zoológico Cerro Blanco Guayaquil
Zoológico del Banco del Pacífico Guayaquil
Zoológico San Martín Baños
Fuente: ECOLAP (1998).

5.12 Los centros de tránsito y rescate de fauna Según la evaluación realizada por el ECOLAP
(1998), pocos CTP de fauna son reconocidos como
En la Estrategia Nacional para la Protección y el Uso centros de rescate, y cuando lo son se debe a la in-
Sustentable de la Vida Silvestre en el Ecuador (Minis- fraestructura que ofrecen más que a la capacidad téc-
terio de Medio Ambiente 1999a) se especifica que nica que poseen; entre los más sobresalientes se seña-
los centros de rescate son lugares destinados a la re- lan a los centros de rescate de fauna ubicados en Tum-
cepción y al mantenimiento adecuado de los animales baco (Pichincha) y en Quinindé (Esmeraldas).
que son víctimas del tráfico de especies, con el obje- Por último, es necesario subrayar que aunque en el
tivo de rehabilitarlos y luego liberarlos en su hábitat Ecuador no existen entidades que hayan sido recono-
natural siguiendo rigurosos criterios y lineamientos. cidas oficialmente como centros de tránsito, algunas
Esta categoría de CTP de fauna también debe pro- operan como tales, por ejemplo el Vivarium (en Quito).
mover la investigación, sobre todo en lo concerniente
al desarrollo de técnicas apropiadas de manejo y a 5.13 Los centros de crianza de especies silvestres
estudios de etología. Finalmente, el centro de rescate
debe servir como un sitio de interpretación y concien- El manejo de la fauna silvestre con fines comerciales
tización acerca de la problemática del tráfico de es- es una actividad lícita impulsada por los Estados, no
pecies. solo como una estrategia encaminada a la conserva-
Hoy en día, la denominación de centros de resca- ción de la diversidad biológica, sino también como
te es asignada a una serie de infraestructuras que han una alternativa para que las comunidades locales ob-
sido puestas a servicio del Estado por personas par- tengan ingresos a través del uso sustentable de los re-
ticulares u ONG. En el Ecuador, siete CTP de fauna cursos naturales (TCA 1995, ECOLAP 1998).
son utilizados como tales (cuadro 5.8) y también al- Dentro de este contexto, los zoocriaderos son cen-
gunos zoológicos. No obstante, el excedente de es- tros de propiedad pública o privada que se dedican
pecímenes constituye una carga muy pesada, pues al mantenimiento, reproducción o crianza de animales
estos lugares no cuentan con el espacio y la infraes- silvestres bajo condiciones de cautiverio o semicautive-
tructura adecuada para acoger adecuadamente a los rio. La finalidad de algunos zoocriaderos es la produc-
animales. ción comercial de especímenes silvestres de fauna, los

175
5.13 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

CUADRO 5.9
Animales nativos producidos con fines comerciales en los centros de tenencia y producción
Especies Nombre común Unidades existentes Licencias
Diversas especies del orden Lepidoptera Mariposas 4 4
Diversas especies de la familia Dendrobatidae Ranas venenosas 1 1
Melanosuchus niger Caimán negro 1 1
Colossoma macropomum Cachama más de 200 0
Dormitator latifrons Chame más de 50 0
Fuente: ECOLAP (1998).

cuales son usados como recursos alimenticios, recrea- mento de Vida Silvestre y poseen licencia de funciona-
tivos, industriales, científicos o de conservación para miento, básicamente porque la competencia de este
repoblación (Baquero et al. 1994). Otros mantienen o Departamento no incluye las especies exóticas ni
producen animales con propósitos de investigación acuáticas. En general, los zoocriaderos establecidos
médica o farmacéutica o para extracción de ciertos hasta 1998 han enfocado sus actividades principal-
productos como toxinas (Ministerio de Medio Ambien- mente en diez ítems (especies o grupos de especies),
te 1999a). de los cuales cinco son especies introducidas y cinco
En el Ecuador, el art. 205 del reglamento a la Ley corresponden a fauna nativa (cuadros 5.9 y 5.10).
Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida También funcionan varios zoocriaderos en los que
Silvestre prohibe la colección y extracción de especí- se maneja fauna amazónica, principalmente mamífe-
menes, elementos constitutivos de la vida silvestre y ros. Por ejemplo, el Centro Experimental La Paca, la
otros materiales (Camacho 1995). No obstante, la cría Estación Experimental de la Escuela Politécnica del
de animales silvestres está contemplada en el art. 76 Chimborazo, el Centro de Tecnologías de Fátima (en
de la misma ley, en el cual se promulga que se deben Pastaza) y la Hacienda Jambelí (en Guayas).
establecer zoocriaderos para la reproducción y fomen- En 1974, a través del Decreto Ejecutivo no. 193
to de la fauna silvestre. En este sentido, únicamente los (Registro Oficial no. 506) se promovió la instalación
animales silvestres que hayan sido producidos en cau- de estaciones experimentales para la conservación y
tiverio pueden ser comercializados (ECOLAP 1998). multiplicación de llamas y otros camélidos. Además,
Los zoocriaderos forman parte de las unidades de se confirió al Ministerio de Agricultura y Ganadería la
manejo (CTP de fauna) identificadas por el Departa- facultad para establecer vínculos con países en los
mento de Vida Silvestre del desaparecido INEFAN cuales subsisten camélidos, con el fin de suscribir con-
(actualmente Ministerio del Ambiente). Sin embargo, venios internacionales tendentes a la conservación e
al igual que las otras categorías de CTP de fauna, es- incremento de tales especies. El decreto en cuestión
tos centros tampoco han sido definidos formalmente. fue ratificado con el establecimiento de estaciones ex-
Cabe mencionar que la normativa para el funciona- perimentales ubicadas en el Parque Nacional Cotopa-
miento de los zoocriaderos está contemplada en el xi y en la Reserva de Producción de Fauna de Chim-
Reglamento sobre Caza y Pesca que aún se encuen- borazo. En la actualidad existen más de 24 centros
tra en proceso de elaboración (ECOLAP 1998). que están dedicados a la cría de llamas (Lama glama)
Se calcula que en el Ecuador existen alrededor de y alpacas (Lama pacos). Seis de estos centros constan
1.000 centros dedicados a la producción de fauna en el cuadro 5.11. Adicionalmente, en 1976, el
silvestre (incluidas las piscicultoras). No obstante, sola- Ecuador entró a formar parte del Convenio para la
mente siete de éstos están registrados en el Departa- Conservación de la Vicuña (Vicugna vicugna), acuer-

176
L a c o n s e r v a c i — n ex situ
5.14

do que mantienen los gobiernos del Perú y de Bolivia CUADRO 5.10


desde 1969 (ECOLAP 1998). Centros de tenencia y producción de fauna nativa
En lo referente a los zoocriaderos con fines de inves- con fines comerciales que están legalizados en el
tigación médica y farmacéutica, el único centro que tra- Departamento de Vida Silvestre
baja con serpientes para la extracción de veneno y ela- Centro de tenencia y Etapa Ubicación
boración de sueros antiofídicos es el Instituto Nacional producción de fauna (provincia)
de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez (ECOLAP 1998). Mariposas
Hostería La Selva Comercialización Sucumbíos
5.14 Fauna de los centros de tenencia y producción Sacha Lodge Comercialización Sucumbíos
de vida silvestre Mindo Comercialización Pichincha
Mindo II Experimental Pichincha
En el diagnóstico sobre el manejo de la vida silvestre Caimanes
realizado por el Instituto de Ecología Aplicada de la Caimán Negro Experimental Sucumbíos
Universidad San Francisco de Quito (ECOLAP 1998) y Napo
se indica que aproximadamente 400.000 ejemplares Fuente: ECOLAP (1998).
de animales silvestres, la mayoría de los cuales corres-
ponde a especies introducidas, se encuentran alberga-
dos en los CTP de fauna (cuadro 5.12). De acuerdo CUADRO 5.11
con el número de ejemplares registrados, se conside- Centros dedicados al manejo de camélidos
ra que las familias nativas más sobresalientes en los Centro Ubicación (provincia)
CTP de fauna son: Psittacidae (loros y guacamayos) en Parque Nacional Cotopaxi Cotopaxi
aves; Tayassuidae (pecaríes) y Dasyproctidae (guatu- Reserva de Producción de
zas) en mamíferos; Dendrobatidae (ranas venenosas) Fauna Chimborazo Chimborazo
en anfibios; y Testudinidae (tortugas) y Alligatoridae Huasillama Cotopaxi
(caimanes) en reptiles (gráfico 5.2). Unidad de manejo de
Entre las especies de aves más representativas en camélidos del Dr. Stuart White Cañar
lo que a manejo se refiere se encuentran el pato silbón Estación Experimental
ventrinegro (Dendrocygna autumnalis), chachalaca ca- Aña Moyocancha Chimborazo
becirrufa (Ortalis erythroptera), amazona alinaranja Unidad de manejo
(Amazona amazonica), amazona harinosa (Amazona de alpacas Ancholag Pichincha
farinosa) y loro cabeciazul (Pionus menstrus). Entre los Fuente: ECOLAP (1998).

mamíferos destacan el pecarí de collar (Pecari tajacu),


tigrillo (Leopardus pardalis), guatuza (Dasyprocta fuligi-
nosa) y guanta (Agouti paca). Entre los anfibios se men- CUADRO 5.12
ciona a las ranas venenosas (Epipedobates tricolor). En Número aproximado de ejemplares albergados en
el grupo de los reptiles las tres especies que usualmen- los centros de tenencia y produción de fauna
Grupo Número de ejemplares
te están presentes en las colecciones son una tortuga
Aves 863
(Chelonoides denticulata), el caimán negro (Melanosu-
Mamíferos 1.087
chus niger) y la boa (Boa constrictor imperator).
Anfibios introducidos 57.207
Se calcula que al menos 95 especies que constan
Reptiles 789
en las colecciones de fauna del país están dentro de
Peces (nativos e introducidos) 372.340
alguna de las categorías de la Unión Mundial para la
Fuente: ECOLAP (1998).
Naturaleza (UICN) y de la Convención sobre el Co-

177
5.15 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

GRAFICO 5.2
Fauna nativa mejor representada en los centros de tenencia y producción, según familias
350

300

250
nœmero de individuos

200

150

100

50

0
Tapiridae
Cervidae
Hidrochaeridae
Procyonidae

Dasyproctidae

Accipitridae
Cathartidae
Ramphastidae

Cracidae
Psittacidae
Crocodylidae

Viperidae
Alligatoridae
Felidae
Cebidae

Tayassuidae

Anatidae

Boidae

Testudinidae
Dendrobatidae
mamíferos aves reptiles anfibios
Fuente: ECOLAP (1998).

mercio Internacional de Especies Amenazadas de Fau- 5.15 Situación de los centros de tenencia y
na y Flora Silvestre CITES. Estas son 45 especies de producción de fauna
aves, 28 de mamíferos, 21 de reptiles y una de anfi-
bios. Algunas son la chachalaca cabecirrufa (Ortalis De acuerdo con el Instituto de Ecología Aplicada de
erythroptera), pava crestada (Penelope purpurascens), la Universidad San Francisco de Quito (ECOLAP
amazona frentirroja (Amazona autumnalis), guacama- 1998), los centros de tenencia y producción de fauna
yo verde mayor (Ara ambigua guayaquilensis), guaca- silvestre adolecen de graves limitaciones: carecen de
mayo aliverde (Ara chloroptera), perico caretirrojo infraestructura; el personal a cargo de las colecciones
(Aratinga erythrogenys), puma (Puma concolor), oso está poco preparado; no hay inventarios; y existen res-
de anteojos (Tremarctos ornatus), mono araña (Ateles tricciones económicas y administrativas. Estos y otros
belzebuth), caimán negro (Melanosuchus niger) y co- factores han impedido que las instituciones ecuatoria-
codrilo americano (Crocodylus acutus). nas encargadas del manejo de la fauna en cautiverio
Aunque muchas de estas especies son difíciles de realicen esta actividad de forma coherente con los ob-
localizar en estado silvestre, en las colecciones de fau- jetivos de la conservación. En el cuadro 5.13 constan
na aún es factible encontrar algunos especímenes. Por las limitaciones de estos centros.
ejemplo, 28 cocodrilos americanos se hallan en cinco Al analizar los programas desarrollados en los dis-
colecciones de fauna. Su particular estatus (vulnera- tintos CTP de fauna se constató la escasez de proyec-
bles según la UICN y Apéndice I del CITES) y su pre- tos de educación, investigación y conservación. La
sencia en los CTP de fauna deberían ser tomados en gran mayoría de programas está vinculado con el tu-
cuenta para el desarrollo de programas de conserva- rismo y la recreación, especialmente en el caso de los
ción (ECOLAP 1998). zoológicos.

178
L a c o n s e r v a c i — n ex situ
5.16

CUADRO 5.13
Limitaciones en los principales centros de tenencia y producción de fauna silvestre
Centro de tenencia y producción Limitaciones
Zoológicos (muestras de fauna) - Falta de objetivos definidos
- Deficiencias en infraestructura y al nivel técnico
- Compra de animales silvestres provenientes del tráfico
de especies (salvo algunos centros)
- No cumplen con los principios que justifican la
existencia de un zoológico
Centros de rescate - Falta de objetivos
- Infraestructura inadecuada
- No hay personal especializado en manejo de fauna
silvestre
- No tienen una capacidad de carga establecida
- Cuentan únicamente con recursos financieros propios, lo
cual restringe su facultad de acción
Zoocriaderos - No se toma en cuenta aspectos de índole económico y
cultural al momento de promocionar o establecer
zoocriaderos, lo cual es fundamental para comercializar
un producto
- Infraestructura inadecuada
- Mantenimiento precario de los animales
- Personal poco capacitado
- Técnicas inadecuadas
Fuente: ECOLAP (1998).

5.16 Los jardines botánicos ción, dos reciben turismo y todos tienen programas
educativos.
Los jardines botánicos son centros que, en un terreno La asociación denominada Botanic Gardens Con-
al aire libre, mantienen una colección viva de plantas servation International (BGCI) junto con la Unión Mun-
silvestres con fines de conservación, investigación y dial para la Naturaleza (UICN) y el Fondo Mundial pa-
educación recreacional. Por lo general, la flora es or- ra la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) formu-
denada de acuerdo con sus características ecológi- laron una estrategia para la conservación de los jardi-
cas, usos y taxonomía. Por ello, la educación es uno nes botánicos, en la cual se detallan sus diez funciones
de los objetivos más relevantes, después de la conser- (véase recuadro 5.3) (UICN y WWF 1989 citado en
vación (Ministerio de Medio Ambiente 1999a). Ministerio de Medio Ambiente 1999a). Aunque los jar-
En el Ecuador tan solo tres centros han sido identi- dines botánicos del país no cumplen a cabalidad con
ficados como jardines botánicos: OMAERE (en el Pu- dichas funciones, en las evaluaciones recientemente
yo), el Jardín Botánico Tropical de la Universidad Luis realizadas se ha confirmado que estos centros poseen
Vargas Torres (en Esmeraldas) y el Jardín Botánico de un gran potencial para la educación y el turismo, y que
Cerro Blanco (en Guayaquil). De éstos, dos realizan sus deficiencias pueden ser superadas a través de un
investigación, dos tienen un programa de conserva- apoyo técnico y financiero adecuado (ECOLAP 1998).

179
5.16 I n i c i a t i v a s p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d in s itu y e x s i t u

RECUADRO 5.3

Funciones de los jardines botánicos

1. Debe existir un programa de informaci—n cient’fica, en el cual se incluya informaci—n sistem‡tica. Una
gran cantidad de estos jardines en el mundo son sitios donde se investiga las plantas. En varios casos,
junto a sus instalaciones se encuentran herbarios, lo cual facilita realizar estudios taxon—micos puesto
que se dispone tanto de muestras preservadas como de plantas vivas.
2. Deben promover la introducci—n y el estudio de plantas que tengan importancia econ—mica. Estos lu-
gares deben servir como centros de introducci—n, aclimataci—n, mejoramiento y estudio de plantas œti-
les Ñpor ejemplo, las plantaciones de caucho (Hevea brasiliensis) en MalasiaÑ.
3. Deben tener un centro de documentaci—n sobre plantas cultivadas, especialmente acerca de su origen
y naturaleza.
4. Deben ser centros de mejoramiento para la agricultura. Varios jardines bot‡nicos en el mundo sirven
como centros de colecci—n, selecci—n e hibridaci—n. De hecho, esos jardines han introducido al merca-
do miles de variedades mejoradas de plantas ornamentales.
5. Debe ser centros de capacitaci—n en bot‡nica y horticultura. Algunas funciones de esos jardines son la
ense–anza de la bot‡nica, sobre todo en el nivel superior.
6. Deben impulsar el desarrollo de presentaciones estŽticas de plantas y exhibiciones. Probablemente es-
ta es la funci—n m‡s conocida y consiste en exhibir plantas vivas, de una forma estŽtica e informativa,
tratando de demostrar la importancia que tienen en todos los aspectos de la vida de los seres humanos.
7. Deben ser centros de conservaci—n de plantas amenazadas. Esta es una de las principales funciones de
los jardines bot‡nicos, puesto que coadyuvan a la conservaci—n de plantas raras y en peligro de extin-
ci—n.
8. Deben ser centros de educaci—n pœblica y de extensi—n de las actividades bot‡nicas.
9. Deben procurar el mejoramiento de las tŽcnicas agron—micas relativas al cultivo de plantas œtiles.
10.Deben establecer bancos de semillas de las plantas medicinales aut—ctonas y cultivadas del pa’s.
11.Debe establecer mŽtodos de reemplazo para la conservaci—n ex situ de las especies que no pueden
mantenerse en bancos de semillas.

Fuente: UICN y WWF (1989 citado en Ministerio de Medio Ambiente 1999a).

Entre los planteamientos contenidos en la Estrategia propias de sistemas insulares. En la actualidad,


para la Protección y el Uso Sustentable de la Vida Sil- alrededor de 20 especies de la provincia de
vestre en el Ecuador (Ministerio de Medio Ambiente Galápagos se encuentran distribuidas en doce
1999a) se establece que se debe conservar ex situ las jardines botánicos en el mundo (Davis 1990 ci-
muestras más representativas y amenazadas de la flo- tado en Ministerio de Medio Ambiente 1999a).
ra silvestre, con el fin de asegurar su protección cuan-
do no sea posible aplicar estrategias de conservación
in situ. En este sentido, se especifica que los jardines
botánicos deberán poner énfasis en el manejo de las
especies amenazadas, sobre todo en el caso de las

180
MAPA 1
Zonas de altitud y principales ríos y cordilleras del Ecuador continental

Estuario de
Cayapas-Mataje

Colombia

Río C
Río
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San Francisco p as

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Chimborazo
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illera
Cord

Golfo de Isla
Guayaquil Puná
Perú
Arquipiélago
or

de Jambelí
ónd
el C
ra d
dille
Cor

Altitud (msnm)
0 - 200 3.000 - 3.600
200 - 400 3.600 - 4.000
400 - 600 4.000 - 4.600
600 - 1.000 4.600 - 5.000
1.000 - 1.600 5.000 - 5.600
1.600 - 2.000 5.600 - 6.000
2.000 - 2.600 6.000 - 6.400
2.600 - 3.000

0 50 100 km

Fuente: Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica de EcoCiencia.

181
MAPA 2
Bloques petroleros y áreas protegidas en la Amazonía ecuatoriana

Colombia
o
ífic
c

27
Pa

11
no
éa

18
Oc

15
7 14
19
16 31
21
17
22
28 10

23

24

25

Perú

Áreas protegidas
Bloques petroleros

0 50 100 km

Fuentes: Información del Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica de EcoCiencia; Arco Oriente, YPF e
ICARO (1999).

182
MAPA 3
Vegetación remanente en las tres regiones naturales del Ecuador continental (1996)

Amazonía
Bosque siempreverde de tierras bajas de la Amazonía
Bosque de tierras bajas de palmas y aguas negras
Bosque inundable de tierras bajas por aguas blancas
Bosque siempreverde piemontano de la Amazonía

ico
Bosque siempreverde montano bajo de las cordilleras amazónicas
cíf Bosque siempreverde montano de las cordilleras amazónicas
Matorral húmedo montano de las cordilleras amazónicas
Pa

Matorral húmedo montano alto de las cordilleras de la Amazonía


no

Herbazal de tierras bajas de la Amazonía


éa
Oc

Colombia

Perú

Sierra
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes occidentales
Bosque de neblina montano de los Andes occidentales
Bosque siempreverde montano alto de los Andes occidentales
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes orientales del norte y centro
Bosque siempreverde montano bajo de los Andes orientales del sur
Bosque de neblina montano de los Andes orientales
Bosque siempreverde montano alto de los Andes orientales
Matorral húmedo montano de los Andes del norte y centro
Matorral húmedo montano de los Andes del sur
Matorral seco montano bajo
Matorral seco montano de los Andes del norte y centro
Matorral seco montano de los Andes del sur
Costa Páramo de frailejones
Páramo herbáceo
Manglar
Páramo de almohadillas
Manglillo
Páramo seco
Bosque siempreverde de tierras bajas
Páramo arbustivo de los Andes del sur
Bosque siempreverde inundable (guandal)
Herbazal montano
Bosque siempreverde piemontano
Herbazal montano alto
Bosque siempreverde piemontano de la cordillera de la Costa
Gelidofitia (super páramo)
Bosque siempreverde montano bajo de la cordillera de la Costa
Nieves perpetuas
Bosque de neblina montano bajo de la cordillera de la Costa
Bosque semideciduo de tierras bajas
Bosque deciduo piemontano
Bosque semideciduo piemontano de la Costa Zonas intervenidas
Bosque semideciduo montano bajo
Bosque deciduo de tierras bajas
Sabana arbustiva
Matorral seco de tierras bajas
Herbazal de tierras bajas 0 100 km
50

Fuente: Sierra (1999a).

183
MAPA 4
Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Zonas Intangibles de la Amazonia

15 Colombia
El C
arc
16 hi
18 13
Esmeraldas

Imbabura
Provincia de Galápagos
20 Orellana
14
11 Pichincha 21
10
23 Sucumbíos
3
2 12 8
24
Manabí 17 Cotopaxi 4 9
Napo
ico

Bolívar
Tungurahua
5
cíf

Los Ríos 22
Pa

Pastaza
no

Chimborazo
éa

Guayas
7
Oc

19
Cañar

Morona Santiago
1

25
Perú
Azuay
26
El Oro
Zamora
Chinchipe
Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Loja 6 Zona Intangible Cuyabeno - Imuya
Zona Intangible Núcleo del Parque
Nacional Yasuní y Territorio Tagaeri
y Taromenane

1. Parque Nacional El Cajas 10. Reserva Biológica Limoncocha 19. Reserva Ecológica Manglares Churute
2. Parque Nacional Cotopaxi 11. Reserva Marina de Galápagos 20. Reserva Geobotánica Pululahua
3. Parque Nacional Galápagos 12. Reserva Ecológica Antisana 21. Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno
4. Parque Nacional Llanganates 13. Reserva Ecológica El Ángel 22. Reserva de Producción de Fauna Chimborazo
5. Parque Nacional Machalilla 14. Reserva Ecológica Cayambe–Coca 23. Refugio de Vida Silvestre Pasochoa
6. Parque Nacional Podocarpus 15. Reserva Ecológica Cayapas–Mataje 24. Área de Recreación El Boliche
7. Parque Nacional Sangay 16. Reserva Ecológica Cotacachi–Cayapas 25. Refugio de Vida Silvestre Isla Santa Clara
8. Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras 17. Reserva Ecológica Los Ilinizas 26. Parque Binacional El Cóndor
9. Parque Nacional Yasuní 18. Reserva Ecológica Mache–Chindul

0 50 100

Fuente: Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica de EcoCiencia.

184
MAPA 5
Áreas de endemismo de aves

ico
cíf
Pa
Colombia
o
an

O

Perú

Región Tumbesina Andes centrales del sur


Chocó Andes del este del Ecuador y del Perú
Andes centrales del norte Cumbres de los bosques andinos
Páramos andinos centrales Amazonía –tierras bajas del Napo

0 50 100

Fuente: Best, Heijnen y Williams (1996).


Nota: El área de endemismo de aves correspondiente a Galápagos no está incluida.

185
MAPA 6
Áreas con gran diversidad de aves

Colombia
ico
cíf
Pa
o
an

O

Perú

Nivel de importancia
Bajo

Medio

Alto
Zonas intervenidas

0 50 100 km

Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).

186
MAPA 7
Áreas con gran endemismo de aves

Colombia
co
i
cíf
Pa
o
an

O

Perú

Nivel de importancia
Bajo

Medio

Alto
Zonas intervenidas

0 50 100 km

Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).

187
MAPA 8
Localidades donde han sido registradas aves en peligro y su relación con las
áreas de endemismo de aves

fico

Colombia
P ací
no
éa
Oc

Perú

Áreas de endemismo de aves


Localidades
0 50 100 km

Fuente: Wege y Long (1995).


Nota: Para la identificación de cada área de endemismo de aves véase el mapa 5.

188
MAPA 9
Áreas críticas para la conservación de la biodiversidad (objetivo de
conservación 10%)

Colombia
ico
cíf
Pa
no
éa
Oc

Perú

Nivel de importancia
Bajo

Medio

Alto
Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Zonas intervenidas
0 50 100 km

Fuente: Sierra, Campos y Chamberlin (1999).

189
MAPA 10
Áreas prioritarias para la conservación de las aves

16
19 Colombia
15 14

17
f i co

20
22
ací

18
21
oP

1
n

23 24 6
éa

7
Oc

8
27 26
28 9
10 2
29 25

30
11
32
31
33 34
37 3
35
36
38 4
39
Perú
5
42 40 12

43
Un criterio de selección
41 44 Dos criterios de selección
Tres criterios de selección
Cuatro criterios de selección
13 Cinco criterios de selección
Sistema Nacional de Áreas Protegidas

0 50 100 km

Fuente: Suárez (1997).

190
Criterios de selección con los que cumple cada área
Gran Endemismo Existencia Gran Presencia de
diversidad o presencia de habitats densidad especies
Áreas de especies raros y/o poblacional amenazadas
prioritarias con distribu- amenazados a escala
para las aves ción restringida mundial o
regional
Amazonia
1. Estribaciones nororientales • •
2. Territorio Huaorani •
3. Zona oriental de Pastaza • •
4. Cordillera de Cutucú • •
5. Cordillera del Cóndor • • •
Sierra
6. Laguna de San Pablo •
7. Volcán Pichincha •
8. Sarapullo • • •
9. Quilindaña •
10. Laguna de Yambo •
11. Laguna de Colta •
12. Río León • • •
13. Shaime, Nangaritza y río Isimanchi • • • •
Costa
14. Zona Awá • • •
15. Noroccidente de Esmeraldas • •
16. Laguna de la Ciudad • •
17. Alto Onzole • • • • •
18. Cabeceras del Cayapas • • •
19. Balao •
29. Manglares de Muisne •
21. Playa de Cojimíes • •
22. Bilsa • • • •
23. Montañas de Mache y Chindul • • •
24. La Perla • •
25. Bosques premontanos de las
estribaciones occidentales • •
26. Río Palenque • • •
27. Estuario del río Chone • •
28. Sistema Chone-Carrizal •
29. Jauneche • •
30. Abras de Mantequilla • •
31. Sistema Daule–Babahoyo (humedales) •
32. Cordillera de Colonche • • •
33. Minas de Ecuasal • •
34. Cordillera de Chongón • •
35. Embalse de Chongón • • •
36. Montañas de Engunga–Chanduy •
37. Hacienda Las Mercedes • •
38. Isla Mondragón •
39. Cords. de Molleturo y Mullopungo • • • •
40. Piñas • • •
41. Estribaciones suroccidentales • •
42. Manglares de El Oro •
43. Bosques de Arenillas • • •
44. Bosques secos del sur • •

191
MAPA 11
Áreas prioritarias para la conservación de los mamíferos

Colombia
ico
cíf
Pa

18
o
an

19
O

20 9
10
21
11

12

23 6

24 13 2 3
14

4
5
25 26
15 16
27
Perú
17 7

28

Un criterio de selección
29
Dos criterios de selección
Tres criterios de selección
Cuatro criterios de selección
Cinco criterios de selección
Sistema Nacional de Áreas Protegidas

0 50 100 km

Fuente: Suárez (1997).

192
Criterios de selección con los que cumple cada área
Gran Endemismo Existencia Gran Presencia de
diversidad o presencia de habitats densidad especies
Áreas de especies raros y/o poblacional amenazadas
con distribu- amenazados a escala
prioritarias para ción restringida mundial o
los mamíferos
regional
Amazonia
1. Territorio Huaorani • •
2. Zona oriental de Pastaza • •
3. Río Tigre • •
4. Ríos Pastaza y Corrientes • •
5. Zona oriental de Morona-Santiago •
6. Bosque Protector Abitagua • •
7. Cordillera del Cóndor • • •
Sierra
8. Zona Awá • • •
9. Cabeceras del río Guayllabamba • •
10. Chacapata •
11. Estribaciones noroccidentales de
Pichincha (Mindo) • • •
12. La Otonga–Pacayacu • •
13. Estribaciones occidentales
de Bolívar •
14. Bucay-Chillanes • •
15. Cuenca del río Paute •
16. Estribaciones orientales del Austro • •
17. Bosque de Gima • • •
Costa
18. Cerro Mutiles • •
19. Manglares de Muisne •
20. Manglares de Pedernales •
21. Montañas de Chindul • •
22. Manglares del río Chone •
23. Zona marina entre Puerto López
y la Isla de la Plata • •
24. Cordillera de Chongón–Colonche • • •
25. Zona marina de Posorja • •
26. Bosque seco de la isla Puná • •
27. Manglares de Guayas y El Oro •
28. Bosques de Chilla • • •
29. Bosques secos de Loja •

193
MAPA 12
Áreas prioritarias para la conservación de la flora

Colombia
o
cífic
Pa

16 6
ano

7
17
Océ

18
19
1
10

20
11

21 2

23
24
22

12

25
3
13 Perú
26
4

27 28
29

30 Un criterio de selección
32 31 5 Dos criterios de selección
15
Tres criterios de selección
Cuatro criterios de selección
Sistema Nacional de Áreas Protegidas

0 50 100 km

Fuente: Suárez (1997).

194
Criterios de selección con los que cumple cada área
Gran Endemismo Existencia Presencia de
Áreas diversidad o presencia de habitats especies
prioritarias de especies raros y/o amenazadas
para la con distribu- amenazados a escala
ción restringida mundial o
flora regional
Amazonia
1. Alto Paushiyacu–Payamino
(base de los Andes) • • •
2. Arajuno–Nushiño • • •
3. Cordillera de Cutucú •
4. Cordillera del Cóndor • •
5. Río Nangaritza • • •
Sierra
6. Zona Awá • • •
7. Guanderas •
8. Bosque seco de El Chota •
9. Bosque seco de Tabacundo •
10. Estribaciones noroccidentales
de Pichincha • •
11. Pilaló • •
12. Estribaciones occidentales de
Chimborazo y Bolívar • • •
13. Bosques de Collay y Santa Bárbara • •
14. Fierro-Urco • • •
15. Amaluza • • •
Costa
16. Bosques muy húmedos de Esmeraldas • • • •
17. Montañas de Mache • • • •
18. Cerro Pata de Pájaro • • •
19. Bosques de Jama • • •
20. Humedales de Manabí • •
21. Cerro Montecristi • • •
22. Parte alta de la cordillera de
Chongón–Colonche (bosque de garúa) • • •
23. Abras de Mantequilla • •
24. Hacienda La Clementina • •
25. Manta Real • • •
26. Estribaciones occidentales de
cordilleras de Molleturo y Mullopungo • • • •
27. Humedales de El Oro • •
28. Bosques de Chilla, Zaruma y Daucay • • • •
29. Sambo Tambo • •
30. Bosques de Guachanamá • •
31. Bosques secos interandinos de
Sosoranga y Macará • •
32. Bosque seco suroccidental • •

195
MAPA 13
El archipiélago de Colón, provincia de Galápagos

Darwin

Wolf
Línea b
5 milla
15 milla

Pinta
40 milla

ase
s

Marchena Genovesa
s
s

Santiago

Fernandina
Fernandina Baltra
Rábida
Santa Cruz
Pinzón
San Cristobal
Isabela
Isabela Santa Fé

Floreana
Española

0 50 100 km

Fuente: Información proporcionada por la Fundación Charles Darwin.

196
6
El archipiŽlago de
Col—n, provincia
de Gal‡pagos
Carmen Josse y Verónica Cano

6.1 ¿Por qué un tratamiento especial para este archipiélago?


6.2 Diversidad de los ecosistemas terrestres
6.3 Diversidad de las especies terrestres
6.4 La flora terrestre
6.5 Los vertebrados terrestres
6.6 Los invertebrados terrestres
6.7 Diversidad de los ecosistemas marinos y costeros
6.8 Diversidad de la flora marina y costera
6.9 Diversidad de los vertebrados marinos y costeros
6.10 Diversidad de los invertebrados marinos y costeros
6.11 El endemismo en el archipiélago
6.12 Amenazas a la biodiversidad del archipiélago
6.13 La introducción de especies exóticas
6.14 Flora introducida
6.15 Fauna introducida
6.16 La inmigración

197
6 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

6.17 La pesca
6.18 Pesca ilegal
6.19 Pesca industrial
6.20 El turismo
6.21 La flora amenazada
6.22 La fauna amenazada
6.23 La conservación de la biodiversidad del archipiélago
6.24 Erradicación y control de la flora y fauna introducidas
6.25 Protección de la flora y fauna amenazadas
6.26 Leyes y cambios institucionales relacionados con la protección de
la biodiversidad
À Po r q u Ž u n t r a t a m i e n t o e s p e c i a l p a r a e s t e a r c h i p i Ž l a g o ?
6.1

l a provincia de Gal‡pagos es diferente del territorio continental en muchos


aspectos; por ello se le ha dedicado un cap’tulo en este Informe. Su parti-
cular historia natural, sus especies endŽmicas, los programas de erradica-
ci—n de las especies introducidas, las amenazas al archipiŽlago, los aspectos institucio-
nales, la inmigraci—n de poblaci—n, la Ley Especial para Gal‡pagos y los conflictos en tor-
no al manejo de las ‡reas de reserva marina y de parque nacional son, entre otros, los
temas de estas p‡ginas.

6.1 ¿Por qué un tratamiento especial para este lograron llegar allí después de recorrer cientos o miles
archipiélago? de millas marinas, y luego sobrevivieron en un entorno
hostil a las especies terrestres. Una vez que consiguie-
Sin duda Galápagos es uno de los sitios más sobresa- ron establecerse permanecieron y evolucionaron du-
lientes a escala mundial por su historia natural (Oxford rante miles de años sin influencias del mundo exterior.
y Bish 1999) y la manera en que ésta se expresa a Este hecho convirtió al archipiélago en una suerte
través de las adaptaciones de la fauna y de la flora, de laboratorio natural donde tuvo lugar una evolución
que se han desarrollado sobre un paisaje más bien con manifestaciones de lo que se conoce como radia-
árido y con formaciones de lava. Las islas emergieron ción adaptativa, un proceso relativamente rápido de
por procesos volcánicos hace tres a cinco millones de especiación in situ a partir de las poblaciones poco
años, y siguen siendo una de las regiones volcánicas numerosas que originalmente colonizaron las islas. Por
más activas del planeta (Human 1988). El archipiéla- este motivo, y como habría de esperarse en un archi-
go está conformado por 13 islas grandes, seis peque- piélago tropical aislado, tanto la flora como la fauna
ñas y más de cuarenta roqueríos e islotes que se en- muestran un gran endemismo. Numerosas comunida-
cuentran aproximadamente a 1.000 km de la costa des, interacciones ecológicas y adaptaciones de es-
ecuatoriana y a mucha mayor distancia de otras tie- pecies son únicas de estas islas.
rras (mapa 13, p. 196). Por todo lo anterior, sumado a que la biodiversi-
Para entender su extraordinaria biodiversidad es dad del archipiélago se ha mantenido en un estado
necesario recordar que estas islas no han estado co- saludable, gracias a que los seres humanos empeza-
nectadas a un continente. Por lo tanto, sus habitantes ron a llegar solo desde el siglo XIX, éste fue declara-
originales —animales, plantas y otros organismos— do Patrimonio Natural de la Humanidad por el Fondo

199
6.1 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.1
Características de las zonas de vegetación del archipiélago de Colón
Zona de vegetación Características
Zona litoral (costa) • No es propiamente un tipo de vegetación climática, pero si es una
0–10 m de altitud variación ecológica que se caracteriza por la presencia de especies
vegetales que toleran la sal.
• La franja costera es siempre verde.
• Las ensenadas están caracterizadas por la presencia de manglares,
mientras que en la playa arenosa y en las dunas se desarrollan
arbustos y hierbas suculentos.
• Cerca de la orilla se encuentra usualmente a Cryptocarpus pyriformis
formando enredaderas arbustivas.
• Hay pocas plantas endémicas.
Zona árida • Bosque semi-desértico dominado por árboles deciduos, arbustos (por
10–50 m de altitud ejemplo del género Bursera) y especies tolerantes a la sequía (como
los cactus Opuntia spp.). También se encuentran hierbas anuales que
sobreviven en la estación seca como semillas.
• Debido a la escasez de agua, se suele observar un patrón de
espaciamiento regular entre las especies (evitan la competencia).
• Hay un gran número de especies endémicas y abundantes líquenes.
Zona de transición • Es una zona intermedia entre la de Scalesia y la árida, dominada por
50–200 de altitud especies que están presentes en ambas.
• Bosque deciduo, mucho más denso y diverso que el de la zona árida.
Dos especies características son Pisonia floribunda y Psidium
galapageium, ambas endémicas.
• Hay muchas epífitas.
• Los géneros Bursera, Opuntia y Croton, característicos de las zonas
bajas, desaparecen o son escasos.
Zona de Scalesia • Exuberante bosque nublado dominado por Scalesia pedunculata en la
200–450 m de altitud isla Santa Cruz.
• Está presente solo en las tierras altas.
• Hay pocos arbustos. Los troncos y ramas están cubiertos por epífitas,
en su mayoría musgos; también se encuentran helechos, orquídeas,
bromelias y algunas especies del género Peperomia.
• Son ricas en términos de fertilidad y productividad. Gran parte de
estas zonas han sido transformadas en áreas de cultivo. En las islas
Santa Cruz, San Cristóbal e Isabela solo quedan remanentes. En
Santiago, los chivos (Capra hircus) han destruido mucho de la
vegetación.
• Hay muchas especies endémicas.
Zona de Zanthoxylum (sobre • Los pocos remanentes que quedan indican que esta zona es
la zona de Scalesia en intermedia entre el bosque de Scalesia y de Miconia.
algunos lugares) • Es un bosque abierto dominado por Zanthoxylum fagara,
450–650 m de altitud Tournefortia pubescens y Acnistus ellipticus.
• Hay abundantes musgos y helechos.

200
D i v e r s i d a d d e l o s e c o s i s t e m a s t e r r e s t r e s
6.2

CUADRO 6.1 (continuación)


Zona de vegetación Características
Zona de Miconia • Está localizada solamente al sur de las elevaciones de las islas San
450–650 m de altitud Cristóbal y Santa Cruz, donde se desarrolla una densa vegetación
arbustiva de Miconia robinsoniana.
• No hay árboles nativos.
Zona de pampa • No hay árboles ni arbustos.
650–850 m de altitud • La vegetación está compuesta de helechos y hierbas, principalmente
• La planta más alta es Cyathea weatherbyana que crece hasta tres
metros de altura.
• Es la zona más húmeda.
Fuentes: Perry (1984), Jackson (1990).

de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultu- provincia de Galápagos tendrá un régimen especial;
ra (UNESCO por sus siglas en inglés). Para la gente para su protección podrán restringirse los derechos de
ecuatoriana esto es un motivo de orgullo, pero tam- libre residencia, propiedad y comercio."
bién implica la responsabilidad de poder preservar es- La percepción de que ésta es una región única en
te patrimonio para las generaciones futuras. el mundo por su valor ecológico y de que es el moti-
En 1950, la población de las islas era de 1.346 vo por el cual llega al país una gran parte de turistas
habitantes, mientras que en el 2000 llegarían a extranjeros, juntamente con la presión internacional
17.359, número que ha sido calculado aplicando la puesta en la protección de este patrimonio natural,
tasa de crecimiento del 5,9% anual registrada entre alentó la formulación de la Ley Especial para Galápa-
1982 y 1990. Este crecimiento contrasta con el del gos, que fue presentada a las autoridades a fines de
resto del país, que para el mismo período fue del 2% octubre de 1997 (Fundación Natura y WWF 1998).
(PNUD 1999a). Tan notable incremento se debe a la Los temas prioritarios para la conservación y el ma-
inmigración proveniente del territorio continental ecua- nejo de la biodiversidad del archipiélago, y a los que
toriano. La mayor parte de inmigrantes son varones de tiene que dar una respuesta el Parque Nacional junto
edades entre 20 y 40 años. con las otras instituciones encargadas de las políticas
La población de Galápagos y sus dirigentes están y reglamentaciones son: el control de la inmigración,
conscientes de que con este ritmo de crecimiento po- el manejo de la Reserva Marina, el uso turístico, la in-
blacional los pocos centros urbanos pueden llegar a troducción de especies exóticas y las competencias
un punto de saturación (Fundación Natura y WWF institucionales.
1997), más aún si se toma en cuenta que el 97%
de la extensión del archipiélago corresponde al 6.2 Diversidad de los ecosistemas terrestres
Parque Nacional Galápagos. En enero de
1996 se dio un paso importante al introdu- En las islas es posible identificar
cir una reforma en la Constitución Política cambios graduales en la flo-
del Estado que autoriza tratar a la ra y en la fauna conforme
provincia con un régimen es- se incrementa la altitud
pecial para asegurar su con- (Perry 1984). Estos cam-
servación. Así, en el art. bios, que son más evi-
154 consta que "...la dentes en la composi-

201
6.3 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.2 restantes zonas de vegetación (en San Cristóbal, San-


Número de plantas vasculares del archipiélago ta Cruz, Floreana, Santiago, Pinta, Isabela y Fernandi-
según nueve estudios na) (Steadman y Zousmer 1988).
Estudio Número de taxaa
Hooker (1847) 253 6.3 Diversidad de las especies terrestres
Andersson (1855) 333b
Robinson (1902) 590 Cuando surgieron las islas, hace 3–5 millones de
Stewart (1911) 615 años, estaban completamente desprovistas de vida, y
Wiggins y Porter (1971) 702 c ahora son el hogar de aproximadamente 2.941 espe-
Johnson y Raven (1973) 635d cies terrestres. No obstante, en términos de biodiversi-
Porter (1976) 703c, e dad, el archipiélago es pobre en comparación con
522c, f otras áreas continentales de Sudamérica. Esto se debe
Porter (1979) 543c, f a que durante los intentos de colonización, ocurridos
Snell et al. (1995) 546a hace millones de años, las especies tuvieron que ven-
Tye (1999) 560a cer importantes obstáculos hasta poder llegar a las is-
Fuentes: Porter (1984), Snell et al. (1995), Tye (1999). las, principalmente haber recorrido alrededor de
a Incluye especies, subespecies, variedades y formas.
b Solamente están consideradas las plantas con flor.
1.000 km de océano, una distancia difícil de superar
c Las formas no son incluidas. para muchas especies e infranqueable para otras. Su-
d Solo incluye especies nativas. mado a esto, una vez que arribaron al archipiélago,
e Incluye especies endémicas, nativas e introducidas.
las especies atravesaron procesos de establecimiento
f Se consideran especies endémicas y nativas.
y extinción. Todos estos factores condujeron a que la
colonización haya sido más bien un evento raro y
que, por ende, la diversidad sea relativamente baja.
ción florística, se deben sobre todo a la variación en A pesar de ello, la biota terrestre es reconocida mun-
la precipitación, la cual difiere no solo de manera pro- dialmente, pues como resultado del aislamiento y la
porcional a la altitud, sino también entre una isla y adaptación a un ambiente inhóspito, las especies que
otra. En las tierras altas de la isla Santa Cruz, por lograron establecerse evolucionaron de una forma di-
ejemplo, la precipitación anual oscila entre 300 y ferente a la de sus parientes continentales, dando ori-
1.700 mm, mientras en las tierras bajas varía de 0 a gen a un conjunto de organismos únicos en el plane-
300 mm. Como consecuencia, el clima también se ta (Jackson 1990).
modifica, siendo más frío y nublado en los sitios ubi-
cados a mayor altitud (Jackson 1990). 6.4 Diversidad de la flora terrestre
Tal variación ha servido para que se propongan di-
versos sistemas de clasificación de los ecosistemas. Muchas plantas son distintas de sus congéneres conti-
Sin embargo, la mayoría de científicos ha seguido el nentales; inclusive es posible encontrar diferencias en-
modelo propuesto para un transecto de Santa Cruz, tre especies semejantes que habitan en islas vecinas.
en donde cada zona es definida por la altitud, como Debido también a que, en términos geológicos, el ar-
consta en el cuadro 6.1 (Jackson 1990). chipiélago es relativamente joven, parecería que mu-
A pesar de que el sistema de zonas es útil para chos de los organismos existentes atraviesan un proce-
describir los hábitats, cada isla es diferente. De he- so evolutivo hacia la formación de una nueva especie,
cho, en la mayoría tan solo hay dos zonas: la litoral y por lo que la clasificación taxonómica de las plantas
la árida. En cambio, en las islas grandes que cuentan insulares es compleja y el número de especies o de ta-
con elevaciones es posible encontrar una o más de las xa reportados usualmente varía conforme se llevan a

202
D i v e r s i d a d d e l a s e s p e c i e s t e r r e s t r e s
6.5

CUADRO 6.3
Reptiles del archipiélago de Colón
Familia Nombre científico Nombre común
Colubridae Dromicus biseralis (3 subespecies) Culebra
Colubridae Dromicus slevini (2 subespecies) Culebra
Colubridae Dromicus dorsalis (3 subespecies) Culebra
Gekkonidae Phyllodactylus tuberculosis Geko
Gekkonidae Phyllodactylus gilberti Geko
Gekkonidae Phyllodactylus leei Geko
Gekkonidae Phyllodactylus barringtonensis Geko
Gekkonidae Phyllodactylus galapagoensis Geko
Gekkonidae Phyllodactylus bauri Geko
Iguanidae Tropidurus grayi Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus bivittatus Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus pacificus Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus habellii Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus delanonis Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus albemarlensis Lagartija de lava
Iguanidae Tropidurus duncanensis Lagartija de lava
Iguanidae Conolophus subcristatus Iguana terrestre
Iguanidae Conolophus pallidus Iguana terrestre
Testudinidae Geochelone nigra (14 subespecies) Tortuga gigante
Fuente: Jackson (1990).

cabo más investigaciones (cuadro 6.2) (Jackson grupo poco representativo y los anfibios nativos están
1990). ausentes.
De acuerdo con uno de los últimos estudios, la flo- Los reptiles probablemente son los animales más
ra nativa del archipiélago está compuesta por 560 es- sobresalientes de las islas, pues algunos como las tor-
pecies de plantas vasculares (Tye 1999). Adicional- tugas gigantes (Geochelone nigra) y las iguanas terres-
mente se han registrado 470 especies de plantas in- tres (Conolophus subcristatus y C. pallidus), evolucio-
troducidas (Jaramillo 1999), lo cual significa que el nú- naron como formas gigantes, ante la ausencia de
mero total es de 1.030 especies. Así, aproximada- grandes mamíferos depredadores. En el archipiélago
mente el 46% de la flora identificada no es propia de se han registrado cinco familias de reptiles que com-
las islas. prenden cinco géneros, 19 especies y 22 subespe-
Poco se conoce sobre las criptógamas (plantas sin cies (cuadro 6.3) (Jackson 1990). Cabe mencionar
semillas); no obstante los reportes indican que por lo que según los reportes de Baillie y Groombridge
menos 329 especies, entre líquenes y briofitas, han si- (1996), G. nigra galapagoensis está extinta, mientras
do identificadas (Fundación Natura y WWF 1997). que G. nigra abingdoni y G. nigra ephippium están
extintas en estado silvestre. Consiguientemente solo
6.5 Diversidad de los vertebrados terrestres 21 subespecies sobreviven.
En lo concerniente a las aves terrestres se han re-
La fauna terrestre de las islas está dominada por repti- gistrado 17 géneros y 29 especies (Jackson 1990,
les y aves, en tanto que los mamíferos constituyen un Best, Heijnen y Williams 1996). Entre éstas destacan

203
6.6 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.4
Mamíferos terrestres del archipiélago de Colón
Familia Nombre científico Nombre común
Vespertilionidae Lasiurus brachyotis Murciélago vespertino de Galápagos
Vespertilionidae Lasiurus cinerus Murciélago escarchado
Muridae Megaoryzomys curioia Rata gigante de Galápagosa
Muridae Nesoryzomys darwinia Ratón de Galápagos de Darwina
Muridae Nesoryzomys fernandinae Ratón de Galápagos de Fernandina
Muridae Nesoryzomys indefessusa Ratón de Galápagos indefensoa
Muridae Nesoryzomys narboroughi Ratón de Galápagos de Narborough
Muridae Nesoryzomys swarthia Ratón de Galápagos de Santiagoa
Muridae Oryzomys galapagoensis Ratón arrozalero de Galápagos
Fuente: Tirira (1999).
a Especie extinta.

dos grupos que son considerados ejemplos vivientes baja, y la mayoría habita en las zonas húmedas (Jack-
de los procesos evolutivos desarrollados en las islas: son 1990).
los cucubes y los pinzones de Darwin. Los cucubes Los grupos más comunes son los moluscos (caraco-
han sido clasificados en cuatro especies y siete subes- les terrestres) y los artrópodos (insectos, arañas, escor-
pecies, todas pertenecientes al género Nesomimus, piones, ácaros). En algunos informes se indica que
mientras que los pinzones de Darwin conforman un hay 83 especies de caracoles terrestres; destaca el
grupo de 13 especies, comprendidas en cuatro géne- género Bulimulus pues existen más de 60 especies, ca-
ros (Geospiza, Platyspiza, Camarrhynchus y Certi- da una con un tipo de concha diferente (Fundación
dea). Natura y WWF 1997). Esta variación morfológica
Los mamíferos terrestres son los menos diversos en- existe no solo entre islas, sino también entre zonas. Por
tre los vertebrados nativos de Galápagos. Tirira ejemplo, en la isla Santa Cruz viven alrededor de 24
(1999) menciona que hubo cuatro géneros y nueve es- especies cuya distribución está correlacionada con los
pecies de mamíferos nativos incluidos en las familias patrones de altitud determinados por Jackson (1990)
Vespertilionidae (murciélagos) y Muridae (ratones); de para la zonificación de las plantas.
éstas solamente sobreviven cinco: dos de murciélagos El phylum de invertebrados terrestres más diverso
y tres de ratones (cuadro 6.4). es el de los artrópodos; los insectos son los más abun-
dantes y también los menos conocidos. Aproximada-
6.6 Diversidad de los invertebrados terrestres mente 1.616 especies de insectos son nativas y se
calcula que existen, más o menos, 296 especies entre
El ambiente de las islas es desfavorable para muchos arácnidos, ácaros, quilópodos y crustáceos (Funda-
animales, entre éstos los invertebrados terrestres, gran ción Natura y WWF 1997).
parte de los cuales no resiste el cli- Con la finalidad de mostrar con más detalle la di-
ma seco característico del archi- versidad de invertebrados terrestres, en el gráfico 6.1
piélago. Por consi- se presentan algunos datos de Jackson (1990), quien
guiente, la diversi- analizó ciertos grupos taxonómicos de las islas. Algu-
dad de este nos órdenes de insectos no están presentes, segura-
grupo es re- mente como consecuencia de los procesos de disper-
lativamente sión, así como de la limitada capacidad de muchos

204
D i v e r s i d a d d e l a f l o r a m a r i n a y c o s t e r a
6.8

RECUADRO 6.1

Pinzones y cucubes

Los ancestros de los pinzones de Darwin probablemente llegaron a Gal‡pagos arrastrados por los fuertes
vientos y, una vez establecidos all’, evolucionaron de distintas formas hasta producir un mosaico de singula-
res especies, cuya subsistencia dependi— de su adaptaci—n para utilizar los diferentes recursos. Se han regis-
trado 13 especies en las cuales es posible constatar la divergencia en la forma y funci—n de los picos. Cada
especie se ha especializado en algœn tipo de alimentaci—n, evitando as’ la competencia: algunas comen se-
millas, otras se alimentan de insectos, hojas, flores o chupan la sangre de otras aves y hay dos especies que
usan espinas como instrumentos para remover los insectos de las cavidades de los troncos.
Los cucubes (gŽnero Nesomimus) tambiŽn son notables entre las aves del archipiŽlago por su registro
evolutivo. Hay cuatro especies endŽmicas que quiz‡s descienden del cucube de cola larga (Mimus longicau-
datus) que habita en las costas ‡ridas del Ecuador y del Perœ.

de estos animales para adaptarse a un ambiente in- biente marino y costero de las islas es posible identifi-
hóspito. Por ejemplo, son muy escasos los insectos que car al menos cinco hábitats cuyas características son
viven en las grietas de las rocas o en hábitats simila- sintetizadas en el cuadro 6.5.
res, en donde existen buenas condiciones de hume-
dad (Jackson 1990). Asimismo, como la información 6.8 Diversidad de la flora marina y costera
sobre invertebrados terrestres es aún escasa (Abedrab-
bo 1994), los datos variarán a medida que se reali- Las especies vegetales propias de la zona litoral ocu-
cen nuevas investigaciones. Prueba de ello es que ha- pan una estrecha franja en las orillas de las islas. El ti-
ce apenas nueve años se reportó, por primera vez, al po de vegetación que se encuentra en esta zona de-
phylum Onycophora, con un especímen del genéro pende del tipo de costa; sin embargo, la tolerancia a
Peripatus (Abedrabbo 1991b). las condiciones de salinidad es una característica co-
mún. Algunas especies representativas de esta zona
6.7 Diversidad de los ecosistemas marinos y costeros son Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Lagun-
cularia racemosa, Conocarpus erecta, Maytenus octo-
El hecho de que el archipiélago esté localizado en un gona, Cryptocarpus pyriformis, Sesuvium spp., Ipo-
punto de cruce entre varias corrientes superficiales y moea pes-caprae, Heliotropium curassavicum, Atriplex
subsuperficiales que fluyen recíprocamente de occi- peruviana, Cacabus miersii y Scaevola plumeri (Jack-
dente a oriente (Abbot 1966 citado en Black 1987), son 1990).
ha vuelto muy especiales a sus ecosistemas marinos y Si bien la información sobre las algas es limitada,
costeros en cuanto a la diversidad de organismos. La según la Fundación Natura y Fondo Mundial para la
convergencia de estas masas de agua ha permitido el Naturaleza (Fundación Natura y WWF 1997) en el
inusual establecimiento de organismos tropicales, sub- archipiélago se han identificado alrededor de 333 es-
tropicales y temperados, y el aislamiento ha favoreci- pecies de este grupo. De éstas, las pertenecientes a
do el desarrollo de comunidades marinas que difieren los géneros Centroceras, Gelidium y Spermothamnion
de sus congéneres continentales marinos y costeros, son las más abundantes. Sin embargo, la lechuga de
tanto en estructura como en composición. En el am- mar (Ulva lobata) es una de las especies que más re-

205
6.9 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

GRÁFICO 6.1 en aguas insulares, aunque son solo visitantes ocasio-


Número de especies de invertebrados en el nales. Dentro de la familia Iguanidae consta el único
archipiélago, según órdenes saurio verdaderamente marino, Amblyrhynchus crista-
tus (iguana marina), representado por siete subespe-
200 200
cies que difieren en tamaño y coloración. Estas igua-
nas se alimentan de algas en los niveles bajos de la
nœmero de especies

zona intermareal, y su tiempo de permanencia en el


mar es alternado con largos períodos de descanso en
100
80 las orillas rocosas, en donde se exponen al sol (Eibl-Ei-
besfeldt 1984, Jackson 1990).
52
Del ambiente marino depende también una gran
21 21
14
1 diversidad de aves. Hasta ahora se han registrado 16
0 géneros y 19 especies de aves marinas (Harris 1984,
Lepidoptera

Diptera

Orthoptera
Ar‡cnidos

Hymenoptera

Hemiptera

Mantodea

Coleoptera

Best, Heijnen y Williams 1996), a las que se suma


una amplia gama de costeras y migrantes que pueden
ser observadas en el archipiélago. Harris (1982) in-
Fuente: Jackson (1990).
cluyó nueve especies dentro de la categoría de aves
Nota: Los datos no incluyen al phylum Onycophora, pues no se costeras residentes, mientras que bajo la categoría de
cuenta con información de especies. costeras y migrantes "regulares" enumeró a 31, y regis-
tró 48 como costeras y migrantes "posiblemente regu-
lares, pero en bajo número".
En lo referente a los mamíferos se reconocen a dos
salta, no solo por su llamativo color verde sino también especies semiacuáticas residentes: el lobo marino de
porque es el alimento preferido de las iguanas mari- dos pelos (Arctocephalus galapagoensis) y el lobo ma-
nas (Jackson 1990). rino de un pelo (Zalophus californianus wollebaeki),
ambos pertenecientes a la familia Otariidae (Jackson
6.9 Diversidad de los vertebrados marinos y costeros 1990). Eventualmente, el león marino sudamericano
(Otaria byronia) ha sido también observado alrededor
El grupo de los vertebrados acuáticos más abundante de las islas (Tirira 1999).
y diverso son los peces. Jackson (1990) registró 306 Las aguas oceánicas insulares se destacan por la
especies incluidas en 91 familias. No obstante, en el gran diversidad de cetáceos. Hasta el momento se
último inventario ictiológico, el número se incrementó han registrado 29 especies correspondientes a cinco
a 112 familias, 304 géneros y 444 especies, y los familias: Balaenopteridae que abarca dos géneros
peces óseos fueron los mejor representados (cuadro (Balaenoptera y Megaptera) y seis especies; Delphini-
6.6) (Grove y Lavenberg 1997 citado en Fundación dae representada por once géneros (Delphinus, Fere-
Natura y WWF 1998). sa, Globicephala, Grampus, Lagenodelphis, Orcinus,
Los reptiles marinos de las islas pertenecen a dos Peponocephala, Pseudorca, Stenella, Steno y Tursiops)
familias: Iguanidae (iguanas) y Chelonidae (tortugas); y catorce especies; Kogiidae que comprende un géne-
la única especie de tortuga que reside en Galápagos ro (Kogia) y dos especies; Physeteridae que incluye
es la negra del Pacífico (Chelonia mydas agassisi). tan solo a una especie (Physeter catodon); y Zhiphii-
También se ha encontrado a las tortugas laúd (Dermo- dae con cuatro géneros (Berardius, Hyperoodon, Me-
chelys coriacea) y a las carey (Eretmochelys imbricata) soplodon y Ziphius) y seis especies (Tirira 1999).

206
D i v e r s i d a d d e l o s v e r t e b r a d o s m a r i n o s y c o s t e r o s
6.9

CUADRO 6.5
Hábitats marinos y costeros del archipiélago de Colón
Hábitat Características

Orillas rocosas • En muchos lugares la costa está limitada por masas rocosas de color negruzco
o verdoso en las que se forman grietas y cavidades obscuras
• En apariencia carecen de formas vivientes. Sin embargo, las áreas intermareales
rocosas son ricas en organismos marinos que viven en hábitat crípticos
• Existe una zonificación en el área intermareal, por lo que en los diferentes niveles
es posible encontrar una gran diversidad de formas vivientes que se han adaptado
a las distintas condiciones. Algunas especies indicadores de cada zona son:
(1) zona supralitoral: gasterópodos (Nodilittorina galapagoensis)
(2) zona media-litoral: crustáceos (Tetraclita squamosa milleporosa)
(3) zona infralitoral: crustáceos (Megabalanus galapaganus); erizos de mar
(Eucidaris thouarsii y Echinometra vanbrunti)
Paredes rocosas • Abruptos acantilados que caen verticalmente hasta 100 o más metros de
verticales profundidad
• Son interrumpidas únicamente por bordes que han sido erosionados por las olas
• Están restringidas a las islas más distantes hacia el occidente, por lo que
constituyen un hábitat único
• Algunas especies representativas son las esponjas de rápido crecimiento
(Verongia), gusanos (Salmacima), ascidias (Alphidium, Halocynthia, Polyantrocarpa)
y briozoos (Borgiola, Heteropora). En este hábitat también hay corales blancos
Playas arenosas • Este hábitat está bien representado
• El sedimento de las playas arenosas puede estar compuesto de elementos como
carbonatos (derivados de la bioerosión de corales, algas calcáreas, conchas,
crustáceos, entre otros, y presentes, por ejemplo, en las islas Floreana, Santa Cruz y
San Cristóbal); toba, característico de las islas Bartolomé, Santiago y Floreana); y
basalto, presente en las islas Marchena, Isabela y Pinta
• Los organismos más conspicuos son los cangrejos fantasma (Ocypode
gaudichaudii) y los cangrejos ermitaños (Coenobita compressa)
Manglares • Existen cuatro especies de manglar: el rojo (Rhizophora mangle), negro (Avicennia
germinans), blanco (Laguncularia racemosa), y Conocarpus erecta
• Varias especies de algas son encontradas sobre las raíces de los manglares (por
ejemplo Bostrychia calliptera, Calaglossa lepriuvii). También se encuentran
gasterópodos como Ellobium stagnalis. Alrededor de los manglares se encuentran
tortugas marinas y rayas

Arrecifes de coral • Aunque existen arrecifes de coral, en la mayor parte de las costas del archipiélago
estas formaciones son incipientes
• Las especies más sobresalientes son Pavona clavus, P. gigantea y Porites lobata
Fuente: Wellington (1984).

207
6.10 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.6 6.10 Diversidad de los invertebrados marinos y


Peces del archipiélago de Colón costeros
Familias Géneros Especies
Peces sin mandíbula De acuerdo con la Fundación Natura y el WWF
(ostracodermos) (1997), alrededor de 1.945 especies de invertebra-
Lampreas 1 1 1 dos marinos y costeros han sido identificadas, entre
Peces cartilaginosos
los que se incluyen esponjas de mar (géneros Haliclo-
Heterodontiformes 1 1 1
na, Tethys y Cliona), anémonas, corales de los géne-
Orectolobiformes 1 1 1
ros Pavona y Porites, estrellas de mar, pepinos de mar,
Lamniformes 2 3 4
Carcharhiniformes 4 9 20
erizos de mar de los género Eucidaris, Lytechinus, Dia-
Squaliformes 1 2 2 dema, crustáceos (géneros Tetraclita, Megabalanus,
Rajiformes 3 3 3 Grapsus y Coenobita) y moluscos (géneros Pecten y
Myliobatidiformes 3 7 10 Fasciolaria). Hay aproximadamente 800 especies de
Peces óseos moluscos, de las cuales el 70% son gasterópodos, el
Albuloidei 2 2 2 27% bivalvos y el 3% pertenece a otros grupos (Hick-
Anguilloidei 5 26 37 man y Finet 1999).
Clupeomorpha 2 8 10
Gonorynchiformes 1 1 1 6.11 El endemismo en el archipiélago
Aulopiformes 1 1 2
Gadiformes 3 3 3
La biota de las islas es mundialmente reconocida de-
Ophidiiformes 3 9 12
bido a su gran endemismo. De hecho, de las 5.725
Batrachoidiformes 1 1 1
especies, 1.839 son endémicas. Este hecho es más
Lophiiformes 3 5 6
Gobiesociformes 1 2 3
marcado en el ambiente terrestre, donde se calcula
Beloniformes 3 14 23 que el 45% de las especies está restringido a esas is-
Atheriniformes 1 2 2 las. También es notable la tasa de endemismo en gru-
Beryciformes 1 2 3 pos terrestres como el de los reptiles (95%), mamíferos
Syngnathiformes 3 5 7 (89%), aves (79%) y moluscos (96%). El número de es-
Scorpaeniformes 3 9 13 pecies endémicas, tanto marinas como terrestres, cons-
Acathuroidei 3 4 6 ta en el cuadro 6.7.
Ammodytoidei 1 1 1
Blennioidei 5 16 20 6.12 Amenazas a la biodiversidad del archipiélago
Callionymoidei 1 1 1
Gobioidei 3 11 13
Diversos instrumentos legales, nacionales e internacio-
Labroidei 3 17 29
nales, han servido para que el 95% de la biodiversi-
Mugiloidei 1 4 6
dad del archipiélago haya sido preservada con éxito.
Percoidei 23 82 126
Polynemoidei 1 1 1
No obstante, las presiones políticas y económicas
Scombroidei 6 16 22 combinadas con el crecimiento de la población huma-
Stromateoidei 3 5 10 na y sus consiguientes secuelas, han puesto en riesgo
Trachinoidei 2 3 3 la estabilidad de los frágiles ecosistemas insulares. De
Tetraodontiformes 6 18 29 hecho, la gravedad de la situación llevó a que, a fi-
Pleuronectiformes 5 8 10 nales de 1995, la UNESCO juzgara conveniente in-
Total 112 304 444 cluirlo oficialmente en la Lista de Patrimonios en Peli-
Fuente: Fundación Natura y WWF (1998). gro. Esta decisión fue suspendida después de seis me-
Nota: Esta lista no incluye las especies de aguas profundas.

208
A m e n a z a s a l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.13

CUADRO 6.7
Tasas de endemismo en el archipiélago, según grupos taxonómicos
Especies nativasa Especies endémicas Porcentaje de
especies endémicas
Organismos terrestres
Plantas vasculares 560 180 32
Líquenes y briofitas 329 26 8
Reptiles 19 18 95
Aves 29 23 79
Mamíferos 9 8 89
Moluscos (caracoles) 83 80 96
Insectos 1.616 900 56
Otros artrópodos 296 81 27
Total (organismos terrestres) 2.941 1.326 45

Organismos marinos
Algas 333 116 35
Peces 444 41 9
Reptiles 2 1 50
Avesb 28 5 18
Mamíferosc 32 1 3
Invertebrados marinos 1.945 349 18
Total (organismos marinos) 2.784 513 18
Total (terrestres y marinos) 5.725 1.839 32

Fuentes: Fundación Natura y WWF (1997) para líquenes y briofitas, moluscos, insectos, otros artrópodos,
algas e invertebrados marinos; Tye (1999) para plantas vasculares; Jackson (1990) para reptiles; Best,
Heijnen y Williams (1996) y Harris (1982, 1984) para aves; Grove y Lavenberg (1997 citado en
Fundación Natura y WWF 1998) para peces; Tirira (1999) para mamíferos.
a No se incluyen las subespecies y variedades.
b Incluye las aves catalogadas como marinas y costeras. Las especies que visitan ocasionalmente las islas

no han sido incluidas.


c Incluye pinnípedos.

ses, cuando el gobierno del Ecuador expidió un decre- sobre el ambiente son los más relevantes en términos
to estableciendo un plazo para la elaboración defini- de conservación: la introducción de especies exóticas,
tiva de un nuevo proyecto de Ley Especial para la la inmigración, la pesca y el turismo (véase 6.13–20).
provincia de Galápagos (Oviedo 1997). En 1998, el
gobierno finalmente emitió una ley, a través de la cual 6.13 La introducción de especies exóticas
se fijan regulaciones que intentan mitigar los impactos
ambientales derivados de las diversas actividades hu- Es indudable que las consecuencias negativas más se-
manas que se desarrollan en el archipiélago. A pesar veras que se han detectado son producto de la intro-
de ello, la conservación a largo plazo de las islas ducción, accidental o deliberada, de especies exóti-
constituye un verdadero desafío para el Ecuador, pues cas. Este proceso se inició poco después del descubri-
son múltiples los problemas que se deben enfrentar. Se miento del archipiélago en 1535, cuando los piratas
considera que estos cuatro tipos de presión ejercidos y balleneros visitaron por primera vez el lugar, pero so-

209
6.14 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

GRÁFICO 6.2
Número de especies de plantas introducidas al archipiélago (1847–1998)

500 460 470


445

350
nœmero de especies

310
260

124
77
17 28
2
0
1847 1906 1976 1990 1996 1998

Fuente: Jaramillo (1999).

bre todo durante los intentos fallidos de colonización. de especies introducidas se incrementó notablemente
En efecto, cuando fue declarado Parque Nacional, ya (gráfico 6.2). En 1997, 470 especies fueron conside-
tenía un gran legado de organismos introducidos que radas como introducidas (Tye comunicación personal ci-
son perjudiciales para las especies nativas (Jackson tado en Fundación Natura y WWF 1998) y, en 1998,
1990). El transporte de alimentos y carga, esenciales once especies fueron encontradas por primera vez en
para suplir las necesidades de la población insular, así áreas naturales del Parque Nacional Galápagos don-
como la continua movilización entre islas, sobre todo de no habían sido registradas, a pesar de que sí ha-
debido a las actividades turísticas, han facilitado la bían sido reportadas en las áreas agrícolas (cuadro
dispersión de las especies exóticas, a tal punto que a 6.8). Ese mismo año se registraron por primera vez tres
principios del siglo XXI pocos islotes e islas se mantie- nuevas especies introducidas a las islas: Bidens bipin-
nen en estado prístino (Snell et al. 1995). nata, Dioclea virgata y Urena lobata (Jaramillo 1999).
En este sentido, la introducción de organismos exó- Estas plantas tienen una gran facilidad para adap-
ticos es uno de los más graves problemas de conser- tarse a los ambientes inhóspitos y una poderosa capa-
vación que amenaza no solo a la diversidad biológi- cidad de dispersión; pueden formar, en muchos casos,
ca terrestre, sino también a la integridad de sus proce- bosques monoespecíficos que desplazan a las espe-
sos evolutivos cuyos cambios usualmente son difíciles cies nativas y endémicas. Sumado a esto, en Galápa-
de detectar (Snell et al. 1995). gos existen muy pocos herbívoros, con lo cual su pro-
pagación se vuelve prácticamente ilimitada. Con el
6.14 La flora introducida paso de los años, los organismos más agresivos han
cubierto vastas zonas; los procesos de invasión ocu-
Desde 1847 hasta 1998, una gran cantidad de espe- rren principalmente en las tierras altas de las cuatro is-
cies foráneas ha ingresado a las islas, y muchas han las pobladas, posiblemente
encontrado condiciones favorables para su estableci-
miento. Sin embargo, entre 1971 y 1994, el número

210
A m e n a z a s a l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.15

CUADRO 6.8
Nuevos registros de plantas introducidas a las áreas del Parque de las islas habitadas
Familia Especie Isla
Santa Cruz Isabela Floreana San Cristóbal
Amaranthaceae Amaranthus spinosus X
Anacardiaceae Mangifera indica X
Apocynaceae Catharanthus roseus X X
Compositae Centratherum punctatum X X
Compositae Synedrella nodiflora X
Euphorbiaceae Euphorbia pulcherrima X
Euphorbiaceae Phyllanthus acidus X
Poaceae Digitaria decumbens X
Poaceae Echinochloa colonum X
Poaceae Melinis minutiflora X
Poaceae Penisetum clandestinum X X

Fuente: Jaramillo (1999).

porque las características climáticas allí son mejores, o el 21% de las áreas agrícolas en San Cristóbal, el
tal vez debido a que en esos lugares están las áreas 22% en Isabela y el 6% en Floreana, estaban ocupa-
de cultivo donde la mayoría de las especies introduci- das por especies invasoras (4.000 hectáreas aproxi-
das fue sembrada por primera vez. madamente) (Fundación Natura y WWF 1998).
Entre las especies más agresivas se cuentan la gua-
yaba (Psidium guajava), cascarilla (Cinchona succiru- 6.15 La fauna introducida
bra), mora (Rubus niveus), supirrosa (Lantana camara)
y pasto elefante (Pennisetum purpureum) (cuadro 6.9). Los primeros animales exóticos ingresaron en 1600,
Debido a que las características biofísicas de las islas cuando en los barcos de pescadores y balleneros lle-
difieren, las oportunidades para el establecimiento de garon ratas a Galápagos. Posteriormente, los colonos
las especies introducidas también varían. Así, una es- que se asentaron en las islas también introdujeron una
pecie que puede ser catalogada como "no agresiva" amplia gama de animales domésticos, muchos de los
en una determinada isla, en otras donde las condicio- cuales escaparon y formaron poblaciones silvestres
nes son más propicias para su desarrollo, bien podría que han sobrevivido a costa de la fauna y flora nati-
tornarse "agresiva" (Jaramillo 1999). En el cuadro 6.9 vas (Jackson 1990).
constan algunas especies de las agresivas y potencial- De hecho, debido a que la biota del archipiélago
mente invasoras. evolucionó sin la competencia y sin la presión de la
Aunque no existe un estudio sobre la superficie cu- depredación de los animales introducidos, con éstos
bierta por las plantas invasoras, en un censo agrícola las poblaciones de varias especies nativas y endémi-
llevado a cabo en 1996 se reveló que el 13,8% cas se han visto drásticamente mermadas. En la actua-
(1.500 hectáreas) del área en uso de la isla Santa lidad, alrededor de 25 especies de vertebrados exó-
Cruz estaba afectada por estas plantas, mientras que ticos han sido identificados (Snell y Rea 1999), entre
en una encuesta socioeconómica, realizada en los úl- los que se pueden cuentan los chivos (Capra hircus),
timos años de la década de los 90 por el Ministerio ratas (Rattus rattus y R. novergicus), ratones (Mus mus-
de Agricultura y Ganadería, se calculó que al menos culus), cerdos (Sus scrofa), gatos (Felis catus) y perros

211
6.16 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.9
Especies de plantas introducidas al archipiélago de Colón
Nombre común Isla
Santa Cruz Isabela Floreana San
Especies Cristóbal
Agresivas
Psidium guajava Guayaba X X X X
Chinchona succirubra Cascarilla X
Rubus niveus Mora X X
Lantana camara Supirrosa X X X
Pennisetum purpureum Pasto elefante X X
Potencialmente invasoras
Kalanchoe pinnata Hoja de aire X X X
Eugenia jambos Poma rosa X
Pennisetum clandestinum Pasto elefante X X
Ricinus comunis Ricino X X X X
Porophylum ruderale X
Momordica charantia X
Fuente: Jaramillo (1999).

(Canis familiaris). También aves de corral como galli- tas vivas que ingresan con fines agrícolas u ornamen-
nas y pavos, palomas domésticas (Columba libia) y tales (Fundación Natura y WWF 1997).
garrapateros (Crotophaga ani) han sido llevados inten-
cionalmente al archipiélago. Por lo menos tres espe- 6.16 La inmigración
cies de reptiles se han introducido (Phyllodactylus rei-
sii, Lepidodactylus lugubris y Gonatodes caudiscutat- La calidad de vida en la provincia de Galápagos es
tus) (ECOLAP 1998) e increíblemente dos especies de superior a la existente en cualquier otro lugar del Ecua-
anfibios, una no identificada perteneciente a la fami- dor. Por ejemplo, la tasa de desempleo es menor y el
lia Leptodactylidae y Scinax quinquefasciata (Hyli- salario es mayor (gráfico 6.3), y los porcentajes de in-
dae), han logrado establecerse con éxito en las islas digencia (2,3%) y de pobreza (18,8%) son menores
Isabela y Santa Cruz, aparentemente favorecidas por (gráficos 6.4 y 6.5) (PNUD 1999a). Este hecho atrae
los cambios climáticos derivados de uno de los even- a la gente del continente produciendo una masiva in-
tos El Niño (1997-1998) más húmedos de los últimos migración. Tal atractivo se potencia ya que diversos
118 años (Snell y Rea 1999). subsidios económicos benefician a la población gala-
Los insectos también constituyen un serio peligro, pagueña (agua, electricidad, transportación, gasoli-
pues muchos no solo se han convertido en plagas de na) (Fundación Natura y WWF 1997).
los cultivos sino que además compiten con las plantas En 1982 la población fue de 6.119 habitantes,
nativas e, inclusive, impiden la reproducción de los mientras que en 1990 estuvo compuesta por 9.785.
animales endémicos. Se calcula que 219 especies de Es decir, hubo un incremento neto de 3.666 personas
insectos foráneos habitan en el archipiélago (Peck en tan solo ocho años (CEPAR 1993 citado en Erick-
1996 citado en Fundación Natura y WWF 1997); son y Ospina 1998). Durante el período 1982–1990
éstos han sido transportados generalmente en las plan- la tasa de crecimiento poblacional a nivel nacional fue

212
A m e n a z a s a l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.17

GRÁFICO 6.3
Ubicación de las provincias por su tasa de inmigración y de ocupación económica
80
70 20 21
60
inmigrantes/poblaci—n total

50 17
porcentaje de

19
40
10 14 18
30 2 16
3 7
20 6 12
9 13
10 1 15
4
5 8 11
0
35 40 45 50 55 60
porcentaje de empleo/poblaci—n total

1.- Manab’ 6.- Imbabura 11.- Chimborazo 16.- Morona Santiago


2.- Esmeraldas 7.- Guayas 12.- Ca–ar 17.- Zamora Chinchipe
3.- Los R’os 8.- Cotopaxi 13.- Tungurahua 18.- Napo
4.- Loja 9.- El Carchi 14.- Pichincha 19.- Pastaza
5.- Bol’var 10.- El Oro 15.- Azuay 20.- Sucumb’os
21.- Gal‡pagos
Fuente: Erickson y Ospina (1998).
Nota: El gráfico está basado en los datos del censo de 1990, y sirve analizar la tasa de inmigración a Galápa-
gos y compararla con la estructura económica y la tasa de ocupación económica. Las dos variables son indicado-
res del nivel de remuneración en la provincia (salarios) y la probabilidad de encontrar empleo. Se entiende por "ta-
sa de inmigración" al porcentaje de residentes no-nativos entre el total de la población; "estructura económica" es la
Población Económicamente Activa (PEA) dedicada a un trabajo en el sector terciario; "tasa de ocupación económi-
ca" es la PEA como un porcentaje del total de la población de la provincia al momento del censo.

del 2,2% (PNUD 1999a), en tanto que en la provin- Conforme aumenta el número de habitantes se
cia de Galápagos fue del 5,9% (gráfico 6.6) (CEPAR intensifican las presiones sobre los ecosistemas —tal
1993 citado en Erickson y Ospina 1998). Conside- es el caso de la pesca (Oviedo 1997)—, y también
rando la población flotante (turistas, tripulación de los las movilizaciones entre el archipiélago y el conti-
barcos), la tasa de crecimiento poblacional anual de nente, así como entre islas. Esto ha puesto en peli-
esa provincia en el período 1990–1998, habría sido gro el "aislamiento", factor fundamental que ha da-
del 6,4%, y el número de residentes hasta noviembre do a los ecosistemas de Galápagos su característi-
de 1998, 14.660 (INEC 1998 citado en Fundación ca de unicidad (Fundación Natura y WWF 1999).
Natura y WWF 1999) (gráfico 6.6). Si además se tie-
ne en cuenta que ha disminuido la tasa de natalidad 6.17 La pesca
entre 1985 y 1995 (gráfico 6.7), el incremento po-
blacional en las islas solo puede ser atribuido a la in- Los recursos pesqueros son muy importantes para el
migración, la misma que es protagonizada sobre todo desarrollo de la población local, pero también son
por hombres entre 20 y 40 años. el atractivo para la industria nacional e internacio-

213
6.18 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

GRÁFICO 6.4 nal que se sustenta en los mismos. Se han cataloga-


Porcentaje de indigencia según regiones naturales do doce diferentes tipos de pesquerías, de las cuales
30 seis son consideradas tradicionales pues operan des-
27,9
de hace más de tres décadas (bacalao y afines, lisa,
porcentaje de indigencia

22,2 21,4 langosta, langostino, canchalagua y atún). Las otras


seis han aparecido desde la década de los 70 (co-
15,5
ral, tiburón, pepino de mar, peces pelágicos grandes,
peces pelágicos pequeños y mariscos costeros) (Ovie-
do 1997).
2,3 Aunque la información sobre las actividades de
0 pesca es limitada, se puede asumir que las presiones
Gal‡pagos Costa Sierra Amazon’a Nacional
sobre el ambiente marino han aumentado considera-
Fuente: PNUD (1999a).
blemente, en especial por la intensificación de estas
actividades (Fundación Natura y WWF 1997). Así, el
GRÁFICO 6.5 esfuerzo para conservar los ecosistemas marinos del
Porcentaje de la pobreza en relación con el total de archipiélago implica confrontar, entre otros, a la pes-
la población ecuatoriana ca ilegal y a la captura insostenible de pepinos de
70 mar y tiburones, estos últimos perseguidos solo por el
62,6 65 valor de sus aletas. Adicionalmente, los barcos indus-
porcentaje de pobreza

58,4 triales atuneros están realizando prácticas de pesca


54,3
como el uso de palangres y de redes de cerco que
amenazan a diversas especies, además de aves, ma-
míferos y reptiles marinos (Piu 1998), pues éstas son
18,8
capturadas en las redes o muerden las carnadas del
palangre y, a menudo, no son liberadas (Fundación
0 Natura y WWF 1998).
Gal‡pagos Costa Sierra Amazon’a Nacional
Fuente: PNUD (1999a).
6.18 La pesca ilegal

GRÁFICO 6.6 La pesca ilegal es aquella realizada dentro del área


Evolución del crecimiento de la población del de la Reserva Marina, y la dedicada a capturar espe-
archipielago (1950–1998) cies que se encuentran en veda temporalmente, como
las langostas (Panulirus gracilis y P. penicillatus) y el pe-
8
pino de mar (Stichopus fuscus).
Entre 1989 y 1996 se efectuaron 141 denuncias
6,4 sobre pesca ilegal en las islas y, como se puede ob-
porcentaje

5,9
servar en el gráfico 6.8, éstas han ido aumentando
4,9 paulatinamente. La mayor parte de las denuncias tuvie-
4,8
4,5 ron relación con la pesca de atún dentro de los límites
de la Reserva Marina, seguidas por las capturas de
4
1950/1962 1962/1974 1974/1982 1982/1990 1990/1998
pepinos de mar y tiburones. Entre 1996 y 1998 hubo
Fuentes: Ospina (1999) y Fundación Natura y WWF (1999). varias incautaciones (cuadro 6.10), de las cuales se
Nota: Se incluye a la población flotante.
puede deducir que, aparentemente, las preferencias

214
A m e n a z a s d e l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.20

de los pescadores clandestinos están cambiando; lue- GRÁFICO 6.7


go de haber explotado irracionalmente el pepino de Tasa de natalidad 1985–1995 en el archipiélago
mar (Stichopus fuscus), cada vez capturan más tiburo- (nacidos vivos por 1.000)
nes (Fundación Natura y WWF 1997). 25
23,1
6.19 La pesca industrial

tasa de natalidad
20,2
La especie más capturada por los pescadores indus- 19,8
triales es el atún aleta amarilla (Thunnus albacares), se- 17,9
17,4
guida por el atún barrilete (Katsuwonus pelamis) y el 16,9
17,7 17,4
atún ojo grande (T. obesus). Se calcula que, en 1996, 17,2
los pescadores industriales capturaron en aguas ecua- 16,2 16,1
15
torianas 74.674 toneladas de atún (incluidas las tres 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
Fuente: Ospina (1999).
especies), de las cuales el 11% provino de la provin-
cia de Galápagos. En 1997 la pesca industrial incre-
mentó notablemente; a escala nacional se pescaron GRÁFICO 6.8
113.151 toneladas de atún de las cuales el 23% fue Número de denuncias de pesca ilegal en las aguas
capturado en el archipiélago (Comisión del Pacífico que rodean al archipiélago
Sur 1998 citado en Jácome y Ospina 1999). Los pes- 50
cadores industriales justifican sus actividades argumen- 41
tando que el atún no es una especie endémica de las
nœmero de denuncias

31 32
islas, que sus capturas se han mantenido estables y
que con el apoyo de la Comisión Interamericana del
Atún Tropical (CIAT) se demostrará que se puede con- 17
tinuar con el mismo ritmo de pesca, a largo plazo, sin 12
poner en riesgo esta especie. No obstante, hacen fal- 7
ta datos científicos que corroboren si las capturas es- 0 1
0
tán o no afectando la estabilidad poblacional de esas 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

especies (Fundación Natura y WWF 1998). Fuente: Fundación Natura y WWF (1997).
Por otra parte, el problema central de la pesca in-
dustrial, tanto las faenas con red de cerco como con CUADRO 6.10
palangre, es que accidentalmente se capturan otras Incautaciones de pesca ilegal y avistamientos de
especies, sobre todo mamíferos marinos y, en el caso botes atuneros en el archipiélago (1996–1998)
particular del archipiélago, aves marinas (Fundación 1996 1997 1998a Total
Natura y WWF 1998). Aletas de tiburón 566 1.301 8.000 9.867
(cantidad)
6.20 El turismo Pepinos de mar 273.800 80.000 30.000 383.800
(cantidad)
Desde que se inició el turismo en 1969, ésta ha sido Avistamientos de 42 40 no hay datos 82
una actividad vital para la economía insular. Los datos botes atuneros
confirman que el número de visitantes ha crecido con-
Fuente: Jácome y Ospina (1999).
siderablemente; mientras en 1970 ingresaron al archi- a Los datos corresponden a una sola incautación, la realizada

piélago 4.579 turistas, en 1998 esta cifra ascendió a en el bote "Niño Dios".

215
6.20 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

GRÁFICO 6.9
Parque Nacional Galápagos: número de visitantes (1970–1998)
70.000

60.000

50.000
nœmero de visitantes

40.000

30.000

20.000

10.000

0
1970

1973

1976

1979

1982

1985

1988

1991

1994

1997
Fuente: Fundación Natura y WWF (1999).

cerca de 64.000 (gráfico 6.9). Ya que es muy difícil puesto (Fundación Natura y WWF 1999).
determinar el impacto del turismo, para este análisis se En lo que concierne a la capacidad de carga, en
ha seguido la línea de la Fundación Natura y el el Plan de Manejo, elaborado en 1996, se determinó
WWF (1997), quienes enfocaron el tema en dos dicha capacidad en 51 sitios turísticos (Cayot et al.
asuntos clave: la participación local y la capacidad 1996 citado en Fundación Natura y WWF 1998), te-
de carga. niendo como premisa el número máximo de grupos
La información, hasta 1998, muestra que los recur- que cada sitio puede soportar. El Servicio del Parque
sos provenientes del turismo reinvertidos en conserva- Nacional Galápagos adoptó este parámetro como
ción son bajos comparados con el total generado una herramienta para llevar a cabo sus funciones, em-
(cuadro 6.11). Esta situación resulta paradójica, sobre pleando adicionalmente los "itinerarios fijos" como un
todo si tenemos en cuenta que el éxito de las activida- indicador de que las visitas se realizan dentro de los
des turísticas depende fundamentalmente de la salud límites de la capacidad de carga establecida (Funda-
ambiental. Además, se calcula que hasta 1996 tan ción Natura y WWF 1998).
solo el 6% de los gastos de los turistas se quedaba en En el cuadro 6.12 se presentan datos sobre el uso
las islas (Fundación Natura y WWF 1997). de los sitios turísticos de acuerdo con los "itinerarios fi-
Aproximadamente cinco millones y medio de dóla- jados". La información demuestra que, desde 1995,
res del monto total (US$ 75 millones) de 1998, corres- el Servicio del Parque Nacional Galápagos no ha po-
ponden a lo recaudado por concepto de entradas al dido fijar itinerarios con base en la capacidad de car-
Parque Nacional Galápagos. La puesta en vigencia ga de cada sitio, debido a diversas razones como el
de la Ley Especial, en marzo de 1998, modificó la tamaño y la autonomía de las embarcaciones, el tipo
distribución de este ingreso, con lo que supuestamen- de pasajeros, las preferencias de las compañías turís-
te el 45% de esa recaudación se destinaría al mane- ticas, la distribución irregular de visitantes, etc. (Funda-
jo del Parque, lo cual ha permitido aumentar su presu- ción Natura y WWF 1999). En general, algunos si-

216
L a f a u n a a m e n a z a d a
6.22

CUADRO 6.11
Relación entre los ingresos por turismo, el gasto público y el presupuesto del Parque Nacional
Galápagos, 1992–1998 (en US$)
Año Ingresos por Gasto público Porcentaje Presupuesto del Porcentaje
turismo en las islas Parque Nacional
1992 42.142.365 1.722.141 4,08 318.827 0,75
1993 54.172.650 2.351.104 4,34 566.077 1,04
1994 60.864.358 3.364.737 5,52 837.004 1,37
1995 61.719.509 6.325.266 10,24 1.093.860 1,77
1996 69.363.712 6.623.019 9,54 1.073.747 1,55
1997 72.359.084 * * 1.441.721 1,99
1998 74.625.927 * * 1.802.115 2,41
Fuentes: Fundación Natura y WWF (1997, 1999).
* No hay información.

tios son subutilizados, en tanto que otros son sobreuti- sensibles a los eventos locales tales como una erup-
lizados. Consiguientemente, el problema del manejo ción volcánica, la introducción de un herbívoro o una
del turismo en Galápagos es la "distribución" de los vi- enfermedad.
sitantes (Fundación Natura y WWF 1998). Un segundo agente que ha puesto en riesgo a mu-
chas especies son las actividades agropecuarias, las
6.21 La flora amenazada mismas que han provocado el sobrepastoreo de ani-
males introducidos y la competencia con plantas intro-
La flora nativa y endémica reviste un gran interés y su ducidas (Tye 1999).
subsistencia depende exclusivamente de las medidas A lo largo de la historia de las islas únicamente se
que se adopten en favor de su conservación. Así, con han extinguido dos especies de plantas endémicas:
miras a priorizar las acciones que deben emprender- Blutaparon rigidum y Sicyos villosa, que habitaban en
se, en 1996 se inició la revisión del estatus de conser- las islas Santiago y Floreana, respectivamente (Jarami-
vación de la flora endémica de las islas conforme a llo 1999).
los criterios propuestos por la UICN (1994 citado en
Tye 1999). 6.22 La fauna amenazada
Según Tye (1999), hasta mayo de 1999 se finali-
zó la evaluación de casi un tercio de las 180 espe- La información de este acápite sobre las especies
cies de plantas endémicas (se cubrieron 54 especies amenazadas de fauna está clasificada de acuerdo
y 79 taxa). Según los datos, 38 de las 53 especies con los nuevos criterios de la Unión Mundial para la
evaluadas (una especie está extinta) y 63 de los 78 Naturaleza (UICN); las fuentes empleadas son: Baillie
taxa analizados (uno está extinto), se encuentran den- y Groombridge (1996) para reptiles; Granizo et al.
tro de alguna de las categorías de especies "amena- (1997) para aves; y Suárez (1997) para mamíferos.
zadas" (cuadro 6.13). Esta alta proporción se debe, Si bien las extinciones y las amenazas potenciales
en parte, a que muchos taxa endémicos tienen rangos han afectado a especies, subespecies y variedades,
de distribución tan pequeños que automáticamente en la información se cataloga solamente a las subes-
son clasificados como vulnerables, lo cual es acepta- pecies de tortuga gigante (Geochelone nigra). En
ble si se tiene en consideración que estas especies son cambio otras, como la iguana marina (Amblyrhynchus

217
6.23 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.12
Uso de los sitios turísticos del archipiélago según los itinerarios fijados
Año Número total Sitios Sitios Sitios con rango
de sitios subutilizadosa sobreutilizadosb aceptablec
1995 36 22 7 7
1996 (julio) 31 20 4 7
1997 (agosto) 31 16 5 10
1998 (enero) 33 16 6 11
1998 (julio) 32 18 5 9
1999 (enero) 32 19 5 8
Fuente: Fundación Natura y WWF (1999).
a Subutilizado: proporción del número semanal que es menor al 50% de la capacidad de carga efectiva.
b Sobreutilizado: proporción del número semanal que excede la capacidad de carga efectiva.
c Rango aceptable: proporción del número semanal entre el 51% y 100% de la capacidad de carga efectiva.

cristatus), son tratadas como una sola especie. diante un precepto legal emitido por el gobierno del
Se han registrado cinco taxa extintos (cuatro espe- Ecuador. En 1936, la ley entró en vigencia, pero es-
cies y una subespecie), 32 taxa están amenazados, y ta iniciativa no progresó sino hasta 1959, cuando el
dos subespecies están extintas en estado silvestre. La 97% del área terrestre fue declarada Parque Nacio-
mayoría de la fauna amenazada corresponde a ani- nal. En este mismo año se creó la Fundación Charles
males endémicos (30 entre especies y subespecies) Darwin (FChD) para las islas Galápagos, entidad in-
(cuadro 6.14). ternacional que desde entonces ha aunado esfuerzos
La situación de los invertebrados es poco conoci- para asegurar la protección de los ecosistemas insula-
da, aunque es probable que sus poblaciones hayan si- res, así como para desarrollar, a través de la investi-
do alteradas, principalmente en las partes altas, en gación científica, una gestión dirigida a la conserva-
donde la vegetación original se ha transformado en ción. Precisamente, con miras a cumplir las metas pro-
pastos y zonas agrícolas. Aparentemente, varias espe- puestas por la FChD, en 1964 se inauguró la Estación
cies de caracoles terrestres del género Bulimulus están Científica Charles Darwin (ECChD). Cinco años más
extintas (ECOLAP 1998). tarde se estableció el Servicio del Parque Nacional
Galápagos (SPNG), institución gubernamental respon-
6.23 La conservación de la biodiversidad del sable de su administración.
archipiélago El primer plan de manejo fue elaborado en 1974;
en éste se definieron los límites del Parque y las políti-
Con el fin de tener una idea general sobre las activida- cas y acciones que debían ser implementadas en fa-
des que se han emprendido para proteger el patrimo- vor de la conservación. Un segundo plan fue hecho en
nio biológico de la provincia de Galápagos, se presen- 1984 y luego reformado en 1996.
ta una reseña histórica basada en los compendios rea- Los peculiares atributos naturales del archipiélago,
lizados por Carrasco (1993), Amador et al. (1996), reconocidos en el ámbito mundial, condujeron a que
Fundación Natura y WWF (1997), y ECOLAP (1998). en 1979 fuera incorporado en la lista de Patrimonios
Las primeras acciones encaminadas a la conserva- de la Humanidad. Asimismo, en 1984 fue incluido en
ción se llevaron a cabo en 1934, cuando algunas is- la red de Reservas de la Biosfera del Programa Hom-
las y ciertas especies silvestres fueron protegidas me- bre y Biosfera de la UNESCO.

218
L a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.24

CUADRO 6.13
Flora del archipiélago: número de taxa según categoría de amenaza
Extinto En peligro En Vulnerable Cerca de No califica Número de
crítico peligro vulnerable en las taxa
categorías evaluados
anteriores
Especies 1 3 6 29 5 10 54
Todos los taxaa 1 6 12 45 5 10 79
Fuente: Tye (1999).
Nota: Se incluyen solamente las especies evaluadas hasta 1999.
a No incluye taxa infraespecíficos.

En lo que concierne a la conservación de los eco- 6.24 Erradicación y control de la flora y fauna
sistemas marinos, en 1986 se estableció la Reserva de introducidas
Recursos Marinos, con la cual se protegió tanto las
aguas en el interior del archipiélago como las que se Desde la década de los 70, el Servicio del Parque
encontraban hasta 15 millas contadas desde la línea Nacional Galápagos ha ejecutado programas para
base de las islas hacia afuera. En 1990 las aguas que erradicar y controlar las especies introducidas, para lo
están dentro del Parque fueron declaradas santuario de cual ha contado con el apoyo de la Estación Científi-
ballenas y, en 1992, se publicó su plan de manejo. ca Charles Darwin. Gracias a esta labor, han sido
Finalmente, en 1998 el gobierno del Ecuador pro- erradicados los chivos (Capra hircus) de las islas Espa-
mulgó la Ley Especial para Galápagos, a través de la ñola, Plaza Sur, Santa Fe, Marchena y Rábida, por
cual se establecen restricciones para la inmigración, medio de técnicas comunes de cacería (Fundación
se incrementa el fondo destinado al Servicio del Par- Natura y WWF 1998). No obstante, en las islas más
que Nacional Galápagos, se estipulan normas para grandes es más complicado usar esta técnica. De he-
controlar el ingreso de especies exóticas y se amplían cho, la población de chivos está conformada por mi-
los límites de la Reserva de Recursos Marinos (RRM) les de individuos, sobre todo en Isabela y Santiago
hasta 40 millas a partir de la línea base. En una dis- (ECOLAP 1998).
posición transitoria de la Ley Especial se reconoce una Uno de los logros más importantes de estas cam-
categoría nueva para el Sistema Nacional de Áreas pañas ha sido la eliminación de cerdos (Sus scrofa)
Protegidas, la de Reserva Marina, equivalente a la ca- gatos (Felis catus) y ratas (Rattus rattus y R. novergicus)
tegoría 6 de la UICN que permite usos múltiples. Así, de la isla Santiago (GNP-INEFAN 1996 citado en
la RRM cambió su nombre por el de Reserva Marina Fundación Natura y WWF 1997, Fundación Natura
de Galápagos (mapa 13, p. 196). y WWF 1998), programa que fue ejecutado con el
Aparte de lo que es la planificación y la regulación objetivo de proteger, entre otras, a las poblaciones del
para el manejo de los recursos naturales del Parque petrel pata pegada (Pterodroma phaeopygya), una es-
Nacional Galápagos, se han adoptado medidas pecie gravemente amenazada (Amador et al. 1996).
prácticas para paliar los efectos adversos que se deri- Las ratas negras también forman parte de aquellas
van de los problemas que afectan la estabilidad de los especies que deben ser erradicadas. Esto ya se logró
ecosistemas del archipiélago. Entre las principales se en el islote Pitt, y se ha trabajado también en las islas
puede señalar la erradicación y control de las espe- Santa Cruz (cerro Media Luna) y Floreana (cerro Pa-
cies introducidas y la protección de las nativas amena- jas), en donde los huevos, polluelos y adultos del pe-
zadas. Ambos puntos son tratados a continuación. trel pata pegada son atacados por los roedores. Asi-

219
6.25 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

CUADRO 6.14
Fauna del archipiélago: especies marinas y terrestres amenazadas o extintas, según grupos taxo-
nómicos
Grupo Extintas Amenazadas Endémicas
amenazadas
Extintas Extinta en En peligro En peligro Vulnerables
estado crítico
silvestre
Reptilesa 1 2 1 5 8 13
Aves 0 0 5 5 3 12
Mamíferosb 4 0 3 1 1 5
Total 5 2 9 11 12 30
Fuentes: Baillie y Groombridge (1996), Granizo et al. (1997), Suárez (1997).
a Incluyen las subespecies de tortugas gigantes (Geochelone nigra), mientras que en el caso de la iguana marina

(Amblyrhynchus cristatus), únicamente se hace referencia al estatus de la especie, más no al de las subespecies que
son señaladas por Jackson (1990), pues el Libro Rojo de la UICN no contiene esta información.
b Incluye solo los residentes en las islas, incluso pinnípedos. Los mamíferos marinos que han sido avistados en aguas

insulares no están considerados.

mismo, se han desarrollado campañas de desratiza- de químicos en cada planta invasora. Acciones pare-
ción en los principales centros poblados (ECOLAP cidas se han puesto en práctica en Floreana, en don-
1998). de los petreles pata pegada, cuando aterrizan en los
Otros animales introducidos también han estado arbustos de la exótica supirrosa (Lantana camara),
sujetos a los programas de control y erradicación. En mueren enredados (ECOLAP 1998).
Isabela y Santa Cruz, por ejemplo, se ha controlado Hasta aquí, el mayor esfuerzo para enfrentar el
a los perros ferales (Canis familiaris) que atacan a las problema de la introducción de especies es la pro-
dos especies de iguanas terrestres (Conolophus sub- puesta de instalar un Sistema de Inspección y Cuaren-
cristatus y C. pallidus ) y a la iguana marina tena para Galápagos (SICGAL), mediante la creación
(Amblyrhynchus cristatus) (ECOLAP 1998), mientras de un Reglamento Especial de Sanidad y Cuarentena
que en Santa Fe se llevó a cabo un programa para Agropecuaria. En 1994, el Reglamento fue oficial-
erradicar a la hormiga colorada (Wasmannia auro- mente promulgado y, en 1995, se desarrolló un pro-
punctata) (Abedrabbo 1991a). yecto para implementar dicho Sistema. En esta inicia-
En el caso de las plantas introducidas, las medidas tiva intervienen el Ministerio del Ambiente, a través del
de erradicación han tenido un éxito parcial, pues las Servicio del Parque Nacional Galápagos y de la Sub-
especies exóticas tienen una gran capacidad de dis- secretaría del Litoral, la Dirección Provincial Agrope-
persión y las técnicas usadas no son totalmente efecti- cuaria de Galápagos y la Fundación Charles Darwin
vas. Los programas de control se han llevado a cabo (Fundación Natura y WWF 1997). Para esta propues-
sobre todo en la isla Santa Cruz, en donde los bos- ta se gestionan recursos del Fondo para el Medio Am-
ques de cacaotillo (Miconia robinsoniana), zonas de biente Mundial (GEF por sus siglas en inglés).
anidación del petrel pata pegada (Pterodroma
phaeopygya) y del pachay (Laterallus spinolotus), es- 6.25 Protección de la flora y fauna amenazadas
tán siendo invadidos por la cascarilla (Cinchona suc-
cirubra) y la guayaba (Psidium guajava). Las técnicas El programa de protección se ha concentrado en las
de control utilizadas se han basado en la aplicación especies más amenazadas e implica el manejo de po-

220
L a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d d e l a r c h i p i Ž l a g o
6.25

RECUADRO 6.2

La fauna amenazada

Mam’feros. En la actualidad cuatro especies de ratones est‡n extintas. Sobreviven tan solo Oryzomys
galapagoensis, Nesoryzomys narboroughi y N. fernandinae. El lobo marino de dos pelos (Arctocephalus ga-
lapagoensis), est‡ amenazado debido a que en el pasado fue cazado indiscriminadamente. Se cree que has-
ta 1940, a–o en el cual la especie fue protegida, el nivel poblacional era bajo. Aparentemente, hoy en d’a sus
colonias est‡n saludables ( Jefferson et al. 1994 citado en Tirira 1999). Sin embargo, esta especie est‡ catalo-
gada aœn como vulnerable (Su‡rez 1997). Al parecer las especies restantes de mam’feros tienen poblaciones
estables.
Aves. La destrucci—n de la vegetaci—n de las partes altas de las islas habitadas ha causado la declinaci—n
del pachay (Laterallus spilonotus) en las islas Santa Cruz y San Crist—bal. Aunado a esto se han detectado
dr‡sticas declinaciones poblacionales de algunos pinzones, como el pinz—n de manglar (Camarhynchus he-
liobates), cuyo estado es cr’tico. Esta especie probablemente ha desaparecido de la isla Fernandina y se es-
tima que en la isla Isabela no hay m‡s de 50 individuos (Grant 1984 citado en ECOLAP 1998). El cucube (Ne-
somimus trifasciatus) ha desaparecido de la isla Floreana y solo una poblaci—n remanente subsiste en uno
de los islotes cercanos. La alteraci—n del h‡bitat tambiŽn ha mermado las poblaciones del gavil‡n de Gal‡pa-
gos (Buteo galapagoensis), el cual adem‡s es eventualmente cazado. Entre las aves marinas, todas las colo-
nias de anidaci—n del petrel pata pegada (Pterodroma phaeopygya) se encuentran amenazadas por la des-
trucci—n de su h‡bitat y porque son depredadas por especies introducidas (ECOLAP 1998).
Reptiles. Geochelone nigra, la tortuga gigante o gal‡pago es la especie con el mayor nœmero de subes-
pecies extintas. De acuerdo con de Vries (1984) y Jackson (1990), de las 14 subespecies originales, tan solo
diez subespecies sobreviven. No obstante, Baillie y Groombridge (1996) registran en el Libro Rojo de la UICN
solamente a una como extinta, mientras que dos est‡n catalogadas como extintas en estado silvestre. Las su-
bespecies restantes se encuentran amenazadas, principalmente porque los huevos y las cr’as son depredados
por los mam’feros introducidos. Las iguanas terrestres (Conolophus subcristatus) ten’an una amplia distribu-
ci—n en las islas Fernandina, Isabela, Santiago, Santa Cruz, Baltra y Plaza Sur, pero actualmente varias de sus
poblaciones est‡n amenazadas y en la isla Santiago es posible que hayan sido eliminadas (ECOLAP 1998).

blaciones, tanto in situ como ex situ. En su ejecución Como parte del manejo in situ, los nidos de las tor-
participan la Estación Científica Charles Darwin y el tugas son protegidos de los depredadores colocando
Servicio del Parque Nacional Galápagos. cercos a su alrededor. En tanto que para el manejo ex
En 1965 se inició un programa de crianza y repa- situ se han establecido centros de mantenimiento, re-
triación de tortugas gigantes (Geochelone nigra), cuyo producción, crianza y repatriación de tortugas gigan-
objetivo fue evitar la extinción de las subespecies más tes en las islas Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal
amenazadas. De hecho, gracias al trabajo realizado (ECOLAP 1998). Entre 1970 y 1995 fueron repatria-
desde entonces se ha logrado recuperar las poblacio- das 1.964 tortugas a su lugar de origen.
nes de las islas Pinzón (G. nigra ephippum) y Española Un programa similar fue ejecutado para las igua-
(G. nigra hoodensis). A fines de los años 90 se está tra- nas terrestres (Conolophus subcristatus y C. pallidus),
bajando con las poblaciones de las islas Isabela, San pues las poblaciones de Isabela (cerro Cartago) y
Cristóbal, Santiago y Santa Cruz (Amador et al. 1996). Santa Cruz (cerro Dragón–bahía Conway) estuvieron

221
6.26 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

RECUADRO 6.3
Los chivos en la isla Isabela

En Isabela los chivos (Capra hircus) se localizaban originalmente en Sierra Negra, al sur de esta isla. Sin em-
bargo, a comienzos de 1990 se detectaron migraciones de reba–os hacia el norte, inclusive en las estribacio-
nes y la caldera del volc‡n Alcedo, zona donde se encuentran las mayores poblaciones de tortugas gigantes
(Geochelone nigra vandenburghi). Ante estas circunstancias, en 1995 la Estaci—n Cient’fica Charles Darwin
y el Servicio del Parque Nacional Gal‡pagos emprendieron la "Campa–a Alcedo" con el fin de controlar a es-
tos herb’voros invasores. As’, en 1996 se eliminaron 13.000 chivos del volc‡n Alcedo, mientras que en 1997
se cazaron 8.714. Esto permite tener una idea del tama–o de esas poblaciones y del peligro que representan
para las especies nativas.

Fuentes: Calvopi–a (1991), ECOLAP (1998), Fundaci—n Natura y WWF (1997, 1998).

al borde de la extinción debido a los ataques de los la propagación natural de especies endémicas como
perros salvajes (Canis familiaris). Tal como en el caso Scalesia pedunculata y Acnistus ellipticus, y nativas co-
de las tortugas gigantes, las iguanas se reproducen en mo Zanthoxylum fagara, ha sido mermada a tal punto
los centros mencionados y son criadas allí hasta su re- que solo es posible encontrar individuos adultos de es-
patriación; 698 iguanas fueron repatriadas entre tas especies. Con miras a proteger la vegetación nati-
1982 y 1993 (Amador et al. 1996, ECOLAP 1998). va, en 1974 se establecieron cuadrantes cercados pa-
El petrel pata pegada (Pterodroma phaeopygya), ra que sirvan de "bancos de semilla" una vez que se
que habita en varias islas, ha registrado una severa lograra erradicar a los chivos. De acuerdo con Valde-
declinación poblacional, como consecuencia de la al- benito (1991), este proyecto tuvo el éxito esperado, ya
teración de sus hábitats de anidación y de la acción que se encontró una mayor cantidad de especies en
de las especies introducidas. Ante estas graves cir- las áreas cercadas que en las abiertas. A fines de los
cunstancias, en 1966 se estableció el programa para años 90 se está trabajando para proteger a tres espe-
salvar al petrel pata pegada, cuyo propósito es el de cies del género endémico Scalesia (ECOLAP 1998).
controlar a las especies exóticas que afectan su repro-
ducción y sobrevivencia (ratas, cerdos y supirrosas) 6.26 Leyes y cambios institucionales relacionados
(ECOLAP 1998). Además, mediante una supervisión con la protección de la biodiversidad
ejecutada para calcular el éxito reproductivo de los
petreles se constató que, en la isla Santa Cruz tal éxi- La biodiversidad de la provincia de Galápagos está
to osciló entre el 0 y el 10% durante el período amenazada por el aumento de la población, por la
1966–1981, mientras que en 1995 fue del 95%. En presión del sector pesquero, por el incremento de la
la isla Floreana se registró inicialmente un éxito repro- operación turística y por todas las consecuencias rela-
ductivo del 33%, en tanto que para 1995 se incre- cionadas con estas tendencias (véase 6.12–20). Por
mentó al 91% (Amador et al. 1996). lo tanto, en el Ecuador se ha empezado a modificar
En cuanto a la protección de la flora nativa, se pue- las leyes y normas que rigen tales actividades en las
de mencionar el caso de la isla Santiago, donde la ve- islas, y también se han introducido los cambios institu-
getación nativa ha sido drásticamente alterada a cau- cionales necesarios para poderlas aplicar.
sa del sobrepastoreo realizado por los chivos cimarro- La Ley de Régimen Especial para la provincia de
nes (Capra hircus). Según Valdebenito y Prado (1991), Galápagos fue presentada en octubre de 1997, y en

222
Leyes y cambios institucionales relacionados con la protecci—n de la biodiversidad
6.26

RECUADRO 6.4

Erradicación de cerdos salvajes en la isla Santiago

Los cerdos salvajes (Sus scrofa) constituyen un serio peligro para la flora y fauna nativa de Gal‡pagos. En la
isla Santiago estos animales pon’an en riesgo la reproducci—n y la sobrevivencia de las tortugas gigantes (Geo-
chelone nigra darwini), tortugas negras (Chelonia mydas agassisi) y petreles pata pegada (Pterodroma
phaeopygya). Ante esta situaci—n el Servicio del Parque Nacional Gal‡pagos inici—, en 1973, una campa–a pa-
ra erradicarlos.
Entre 1987 y 1989 fue cuando se logr— eliminar el nœmero mayor de cerdos desde que se inici— la cam-
pa–a (hasta 2.200 individuos en 1989). En 1997 se calcul— que su poblaci—n estaba compuesta por menos
de diez adultos y aproximadamente 20 juveniles.

Fuentes: Almeida (1991), Cruz, F. (1993), Amador et al. (1996), Fundaci—n Natura y WWF (1998).

febrero de 1998 el Presidente Interino de la República Galápagos (INGALA). Por ello se buscó conformar el
objetó parcialmente aquellos artículos relacionados Consejo del INGALA con un fuerte sentido de repre-
con la administración de la Reserva Marina y con las sentatividad y participación de todos los sectores pú-
regulaciones de la actividad pesquera en el archipié- blicos y privados, de modo que fuera un foro de con-
lago. Un mes después, en marzo de ese año, el Con- certación de políticas, de coordinación, de planifica-
greso Nacional se allanó al veto presidencial con su ción y de evaluación de las islas. Sin embargo, al ad-
respectivo "alcance". En lo pertinente a la pesca en la judicarle también la realización de obras, se mantiene
Reserva se dispuso que, hasta que se apruebe el nue- un conflicto de competencia con el Consejo Provincial
vo plan de manejo de la Reserva Marina, estará vi- (Fundación Natura y WWF 1999).
gente la zonificación del Plan de 1992, en el cual se En agosto de 1998, cuando entró en vigencia la
prohibe actividades pesqueras industriales en las cin- nueva Constitución Política de la República, se introdu-
co primeras millas y se impone limitaciones entre 5–15 jeron algunos cambios en la estructura institucional pre-
millas. En contraposición, en la Ley Especial remitida vista por la Ley Especial. Por ejemplo, el Consejo del
al Presidente se propone la exclusividad de la pesca INGALA, según la nueva Constitución, está presidido
artesanal en las 40 millas de la Reserva Marina (Fun- por el gobernador de la provincia e incluye la repre-
dación Natura y WWF 1998) (mapa 13, p. 196). sentación de los alcaldes de los tres cantones de la pro-
Temas como el control de la inmigración, la activi- vincia insular. Las atribuciones del INGALA se extien-
dad pesquera en la Reserva, la distribución de los in- den a la aprobación y control de los presupuestos de
gresos generados por quienes visitan el Parque Nacio- las entidades públicas de Galápagos, tanto las de ré-
nal Galápagos y, por supuesto, la composición de las gimen dependiente como las autónomas. Por supuesto,
instancias de administración y control de las islas, son esto último aumenta la conflictividad entre las entidades
los más debatidos de la Ley Especial. involucradas y su aplicación dependería de la redac-
En cuanto a las competencias entre las diferentes ción y aprobación de un estatuto oficial.
instituciones de Galápagos, la orientación general del En lo relativo a la inmigración, las autoridades de
cambio promovido por la ley vigente fue ampliar y for- las islas y los pobladores antiguos coinciden en que
talecer el ámbito de autoridad del Instituto Nacional debe ser frenada. Esto se facilitó con el Decreto Ejecu-

223
6.26 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

va. Según Michael Bliemsrieder, ex gerente del


INGALA, esa parte del Reglamento es tan detallada
que no se requeriría de reglamentos adicionales, sino
de procedimientos internos, que el INGALA debe
aplicar, para hacer cumplir la ley.
Según el censo de 1998, solo el 33% de residen-
tes tenía un carnet válido hasta ese año, y apenas el
26% de los carnets pertenece a la gente nativa de la
provincia de Galápagos. Mientras se expiden los
nuevos carnets, se ha procedido a entregar certifica-
dos de residencia a quienes carecían de un carnet vá-
lido. Otro tipo de control es el que se lleva a cabo en
los aeropuertos, donde pasajeros y pasajeras deben
llenar un formulario de control de migración mientras
que turistas y personas en tránsito deben presentar un
boleto de ida y vuelta (Fundación Natura y WWF
1999).
El tema de la pesca se volvió muy controvertido
desde 1992, cuando se aprobó el Plan de Manejo
de la Reserva de Recursos Marinos Galápagos crea-
da en 1986. Al no existir esta categoría de protección
en la legislación forestal y de áreas naturales vigente,
tivo no. 245 que suspendió la emisión de nuevos car- los conflictos de competencia entre las instituciones in-
nets de residencia hasta que se reglamente el control volucradas (Subsecretaría de Pesca, Armada Nacio-
migratorio en la Ley Especial. Sin embargo, subsiste el nal y Servicio del Parque Nacional Galápagos), no se
problema de que si bien en la ley se establecen medi- hicieron esperar. Ante esta situación, en 1996, el di-
das administrativas para controlar la inmigración, tam- rector ejecutivo del desaparecido Instituto Ecuatoriano
bién, y gracias a una serie de disposiciones laborales, Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre
fiscales y salariales, se crea una serie de incentivos pa- (INEFAN) creó, mediante la Resolución 058, la Reser-
ra la población de residentes (Fundación Natura y va Biológica de Recursos Marinos de Galápagos, co-
WWF 1998). Seguramente lo último es resultado de nocida como Reserva Marina de Galápagos, con los
las negociaciones hechas para lograr que esta pobla- mismos límites y plan de manejo de la reserva anterior,
ción apoye la propuesta de la Ley Especial. adjudicando al Parque Nacional Galápagos el con-
El Consejo del INGALA tomó una primera resolu- trol directo y exclusivo de dicha reserva.
ción, en mayo de 1998, según la cual se comenzaría Esta declaratoria aumentó la conflictividad del te-
un proceso de recalificación de la población, luego ma y enfrentó a las autoridades de pesca y a los in-
del cual expirarían los carnets de residencia expedi- dustriales pesqueros del continente con las autori-
dos con anterioridad. Sin embargo, esto no ha suce- dades del Parque, los operadores turísticos e, inclu-
dido. En el Reglamento a la Ley Especial, que fue pu- sive, con los pescadores artesanales de las islas. Ade-
blicado en el Registro Oficial del 11 de enero de más de que las bases legales, políticas y administrati-
2000, se señala y define las categorías de residentes vas son débiles, el manejo del área marina protegida
temporales, permanentes, turistas y transeúntes, así ha sido problemático por la falta de información bási-
como los procedimientos para la calificación respecti- ca sobre aspectos ecológicos y pesqueros, por la es-

224
Leyes y cambios institucionales relacionados con la protecci—n de la biodiversidad
6.26

casez de fondos y por un apoyo local limitado (Funda- GRÁFICO 6.10


ción Natura y WWF 1998). Número de pescadores y de embarcaciones
Para enfrentar estos problemas, a mediados de artesanales que están registradas
1996, el Servicio del Parque Nacional Galápagos y 700
la Estación Científica Charles Darwin iniciaron un pro-
ceso de planificación participativa, a través del cual 596 613
se reunió a los principales usuarios de la reserva con
el objetivo de revisar el plan de manejo en el seno de 392
un grupo multisectorial y representativo. Este grupo ha
270
ganado consenso en las islas en lo relativo al manejo
197
a largo plazo de la Reserva Marina, según lo estable-
101
cido en la Ley Especial (Heylings et al. 1998).
La supervisión de la pesca ha mejorado notable- 0
1993 1996 1999
mente a partir enero de 1997 con la ejecución del
Programa de Monitoreo Pesquero desarrollado por la Pescadores* Embarcaciones**
Estación Científica Charles Darwin y la Unidad de Re-
Fuentes: Fundación Natura y WWF (1997, 1999).
cursos Marinos del Parque Nacional Galápagos (grá- * Los pescadores incluyen propietarios y tripulantes.
fico 6.10). ** Las embarcaciones se refieren a botes, fibras y pangas, sien-
En la Ley Especial se contempló la creación de una do los botes los más grandes y las pangas las más pequeñas.
La disminución de embarcaciones, entre 1997 y 1999, se
autoridad de manejo interinstitucional para determinar
debería a que los registros de 1997, provenientes de la
el papel que, en este campo, juega la Reserva Marina Dirección General de la Marina Mercante y dek Litoral (DIG-
de Galápagos, y la participación de sus usuarios/as y MER), incluyen embarcaciones que no estaban en operación o
de las instituciones estatales a las que concierne direc- no existían cuando se empezó el registro con observaciones en
campo, desde 1998.
tamente su administración. Pese a estos espacios parti-
cipativos, y a que durante la redacción de la ley se
convocó a los actores interesados, el sector pesquero del archipiélago, así como entre las áreas protegidas
industrial, principalmente la flota atunera del continen- y las habitadas, expresadas en términos de competen-
te, se ha opuesto tanto a la delimitación de la Reserva cias y jurisdicciones institucionales, han complicado el
como a la autorización exclusiva a la flota artesanal manejo integral de la provincia de Galápagos. Si
para mantener actividades pesqueras en su interior. bien se han desplegado esfuerzos normativos para tra-
El "grupo núcleo" que se encargó de actualizar el tar de solucionar este tema —por ejemplo el Plan Glo-
Plan de Manejo de la Reserva presentó, en noviembre bal de Manejo del Turismo (1992) y el Plan de Mane-
de 1998, una versión final a la autoridad de manejo jo del Parque Nacional Galápagos (1996), que inclu-
interinstitucional, la cual fue aprobada en marzo de ye recomendaciones tanto para el área marina como
1999. Sin embargo, existen temas pendientes, por- para las zonas habitadas— fue la Ley Especial la que
que inclusive en el grupo núcleo no se pudo llegar a finalmente zanjó estas diferencias, adjudicando la ad-
acuerdos. Tales temas son la delimitación específica ministración de la Reserva Marina de Galápagos al
de cada una de las zonas contempladas en el Plan, el desaparecido INEFAN, hoy Ministerio del Ambiente.
tipo de artes de pesca o de formas de turismo permi- Es el mismo Servicio del Parque Nacional Galápagos
tidas y prohibidas en las diferentes unidades o zonas el que se hace cargo de dicha administración, pero
de la Reserva, así como la reglamentación específica estableciendo una "autoridad de manejo" interinstitu-
para estas áreas. cional encargada de definir políticas y aprobar el Plan
La separación entre las áreas terrestres y marinas de Manejo (Fundación Natura y WWF 1999).

225
6.26 E l a r c h i p i Ž l a g o d e C o l — n , p r o v i n c i a d e G a l ‡ p a g o s

El Servicio del Parque Nacional Galápagos es una se otorgan los permisos para el itinerario de cada em-
institución con larga trayectoria e importancia en las is- barcación.
las, ya que ha estado a cargo del manejo del área Hasta la promulgación de la Ley Especial, el INE-
protegida terrestre que constituye casi el 97% del ar- FAN fue el encargado de autorizar la operación de
chipiélago. Además, la distribución de los ingresos del embarcaciones turísticas. Entre 1995 y 1999, el nú-
turismo en el Parque Nacional le aseguran un presu- mero de barcos mantuvo una tendencia ascendente,
puesto mayor que el de otras instituciones públicas. lo mismo que su tamaño promedio y su capacidad (nú-
Sin embargo, el hecho de que gran parte de las pre- mero de pasajeros transportables) (cuadro 6.15) (Fun-
siones sobre la biodiversidad de las islas proviene de dación Natura y WWF 1999).
áreas sobre las que dicha institución no tiene jurisdic- Uno de los últimos conflictos, que estuvo relaciona-
ción, limita una administración exitosa del Parque y do con el inicio de operaciones de un nuevo barco
produce conflictos con otras instituciones del gobierno grande de pasajeros, reflejó la confusión legal e insti-
central y con las locales o territoriales (Fundación Na- tucional al respecto. Según la Unidad de Turismo del
tura y WWF 1999). La conformación del Consejo del Servicio del Parque Nacional Galápagos, otro proble-
INGALA habría sido diseñada precisamente para pa- ma en el manejo del Parque es la libre transferencia
liar estos conflictos. de cupos entre distintas embarcaciones, puesto que
En cuanto al turismo, el número de personas visitan- permite una concentración de cupos en un menor nú-
tes se controla a través de diferentes procedimientos, mero de embarcaciones que a la vez tienen mayor ca-
y el acceso a los sitios de visita está regulado por la pacidad (Fundación Natura y WWF 1998). Sin em-
capacidad de carga física calculada para cada uno bargo, en la tercera "Provisión Transitoria" de la Ley Es-
en el Plan de Manejo vigente, de acuerdo con lo cual pecial se prohibe cualquier incremento en las conce-

226
Leyes y cambios institucionales relacionados con la protecci—n de la biodiversidad
6.26

CUADRO 6.15
Número de embarcaciones de turismo en el archipiélago
1995 1996 1997 1998 1999
Botes para menos de 16 pasajeros 73 75 67 59 62
Botes de 17 a 50 pasajeros 12 12 13 12 15
Botes para más de 50 pasajeros 3 3 4 4 5
Total de embarcaciones 88 90 84 75 82
Capacidad total (pasajeros) 1.446 1.484 1.545 1.440 1.703
Capacidad promedio (pasajeros) 16,4 17,7 18,4 19,2 20,7
Fuente: Fundación Natura y WWF (1999).

siones y cualquier cambio en la capacidad de las em- ficos como el turismo, especies introducidas y agricul-
barcaciones que operan en las Galápagos, con ex- tura, reserva marina y estructura institucional. En no-
cepción de aquellas pertenecientes a residentes per- viembre de 1998 se expidió una versión final del re-
manentes que actualmente tienen una capacidad infe- glamento general para la aplicación de la ley, la mis-
rior a 16 personas (Fundación Natura y WWF ma que fue sometida a discusión con la población.
1999). Así, los criterios relativos a la estructura institucional,
De acuerdo con la Ley Especial, la distribución de sobre todo del INGALA y sus funciones, fueron adop-
los ingresos por concepto de impuesto de entrada al tadas conjuntamente.
Parque se desglosa de la siguiente manera: 45% pa- A fines de los años 90, la Fundación Natura y el
ra el Servicio del Parque Nacional Galápagos; 10% Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus si-
para el INGALA; 10% para el Consejo Provincial; glas en inglés) promovieron un estudio con el fin de
20% para los gobiernos municipales de la provincia; constatar si la última versión del reglamento general
5% para el Servicio de Inspección y Cuarentena; 5% ayuda a regular la Ley Especial. El resultado fue que
para la Armada Ecuatoriana por el servicio de patru- solo el 26% de los aspectos de la ley que necesitan
llaje; y 5% para el Ministerio del Ambiente (Fundación regulación ha sido expresamente resuelto en dicha ver-
Natura y WWF 1999). sión, la misma que fue publicada en el Registro Oficial
En cuanto al aspecto institucional y a las principa- en enero del 2000 (Fundación Natura y WWF
les herramientas legales previstas para un mejor mane- 1999).
jo de las islas, muchos de los temas de la Ley Especial
pueden ser aplicados sin la necesidad de emitir regla-
mentos, pero hay otros que no, como éste último sobre
el turismo y los permisos de operación, o las activida-
des pesqueras. Desde mediados de 1998 el Ministe-
rio del Ambiente está trabajando en la reglamentación
de la Ley Especial, a través de grupos de trabajo inte-
grados por personas pertenecientes a sectores especí-

227
7

Aspectos institucionales
relacionados con el manejo
de la biodiversidad
Luis Suárez, María Amparo Albán, Carmen Josse y Verónica Cano

INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

7.1 Cambios institucionales durante la década de los 90


7.2 Ministerio del Ambiente
7.3 Ministerio de Agricultura y Ganadería
7.4 Ministerio de Comercio Exterior, Industrialización y Pesca
7.5 Ministerio de Defensa Nacional
7.6 Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
7.7 Ministerio de Salud Pública
7.8 Ministerio de Energía y Minas
7.9 Ministerio de Educación y Cultura
7.10 Ministerio de Relaciones Exteriores
7.11 Instituto para el Ecodesarrollo de la Región Amazónica Ecuatoriana
7.12 Fondo Ambiental Nacional del Ecuador
7.13 Instituto Nacional Galápagos
7.14 Programa de Manejo de Recursos Costeros

229
7 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

7.15 Instituto Nacional de Desarrollo Agrario SISTEMAS DE INFORMACIÓN Y MONITOREO


7.16 Instituto Nacional de Colonización de la Re-
7.40 Sistema de Información Geocodificada de
gión Amazónica Ecuatoriana Recursos Naturales y Medio Ambiente
7.17 Consejo Nacional de Recursos Hídricos 7.41 Sistema de Información BIODATOS
7.18 Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual 7.42 Sistema de Información EcoBio
7.19 Comité Nacional de Recursos Genéticos 7.43 Centro de Información sobre la Biodiversidad
7.20 Consejos Provinciales del Ecuador
7.21 Concejos Municipales 7.44 Sistema Integrado de Indicadores Sociales del
Ecuador
7.22 Contraloría General del Estado
7.45 INFOPLAN y Directorio
7.23 Instituciones de investigación
7.46 Monitoreo de la biodiversidad en la Reserva
7.24 Secretaría Nacional de Ciencia y
Ecológica Cotacachi–Cayapas
Tecnología
7.47 Monitoreo de la biodiversidad en el Parque
7.25 Fundación de Ciencia y Tecnología
Nacional Machalilla
7.26 Instituto Nacional Autónomo de
7.48 Monitoreo de la Reserva de Producción de Fau-
Investigaciones Agropecuarias
na Cuyabeno y del Centro Secoya Remolino
7.27 Instituto Nacional de Pesca
7.49 Monitoreo del uso del suelo y cobertura vegetal
7.28 Instituto Oceanográfico de la Armada en la Amazonía ecuatoriana
7.29 Centro de Levantamientos Integrados de 7.50 Monitoreo de manglares y áreas salinas
Recursos Naturales por Sensores Remotos
7.51 Inventario de humedales del Ecuador
7.30 Instituto Geográfico Militar
7.52 Sistema de Monitoreo Ambiental en el Sector
7.31 Universidades Agropecuario del Ecuador
7.32 Herbarios y museos
7.33 Herbarios
7.34 Museos
7.35 Organizaciones no gubernamentales
ambientalistas
7.36 Agencias internacionales de cooperación

PROGRAMAS Y PROYECTOS NACIONALES E


INTERNACIONALES

7.37 Programas de posgrado


7.38 Programas de capacitación
7.39 Programas y proyectos sobre biodiversidad
C a m b i o s i n s t i t u c i o n a l e s d u r a n t e l a d Ž c a d a d e l o s 9 0
7.1

À Cu‡les son y hacia quŽ campos orientan sus intervenciones las instituciones vin-
culadas con el tema de la biodiversidad en el Ecuador? ÀQuŽ programas de pos-
grado, capacitaci—n e investigaci—n y quŽ proyectos son llevados a cabo en el
pa’s? ÀCu‡les son los sistemas de informaci—n y la capacidad de monitoreo de la biodiver-
sidad que ejecuta este racimo de instituciones? Estas y otras preguntas son las que se
responden en este cap’tulo.

INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN) en


remplazo de la Subsecretaría Forestal del Minis-
7.1 Cambios institucionales durante la década de terio de Agricultura.
los 90 • La creación mediante Decreto Ejecutivo, en sep-
tiembre de 1993, de la Comisión Asesora Am-
Hasta 1992, las orientaciones generales de la políti- biental de la Presidencia de la República
ca ambiental constaban en los planes nacionales de (CAAM) como organismo coordinador de la
desarrollo, mientras que las políticas sectoriales se ha- política ambiental del país.
llaban dispersas en los planes de las distintas entida- • La creación de la Unidad Asesora Ambiental
des del gobierno central con injerencia en la gestión (UNAMA) de la Secretaría General de Planifi-
ambiental y en el uso de los recursos naturales. Los re- cación del Consejo Nacional de Desarrollo
sultados de la Cumbre de Río de Janeiro, en 1992, (CONADE), como instancia técnica encargada
promovieron cambios en la actitud política y en las ac- de internalizar la dimensión ambiental en la
ciones estatales para articular un proceso de gestión planificación del desarrollo.
ambiental. En el Ecuador, éstos se expresaron en algu- • La promulgación mediante Decreto Ejecutivo,
nas decisiones adoptadas por el gobierno del ex pre- en junio de 1994, de los "Principios Básicos
sidente Sixto Durán Ballén (1992–1996), entre las para la Gestión Ambiental en el Ecuador", do-
que se destacan las siguientes (Ulloa et al. 1997): cumento elaborado por la CAAM.
• La creación del Fondo Ambiental Nacional
• La creación, en septiembre de 1992, del desa- (FAN), una entidad de derecho privado, con el
parecido Instituto Ecuatoriano Forestal y de propósito de captar recursos financieros para

231
7.2 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

programas orientados a la conservación y al Este proyecto, dividido en 35 actividades que fue-


mejoramiento de los recursos naturales y el am- ron planificadas solo para algunas áreas protegidas,
biente. contribuyó con la actualización y sistematización de la
• La elaboración de procedimientos para que los información sobre temas importantes relativos a la con-
proyectos de inversión pública cumplan con la servación y manejo de la biodiversidad en el país. Sus
obligación de presentar estudios de impacto ejes de trabajo (políticas y administración, planifica-
ambiental, sin los cuales no pueden ser aproba- ción y manejo, educación y capacitación, desarrollo
dos. de infraestructura, investigación y ecoturismo, y desa-
rrollo de las comunidades humanas relacionadas a es-
Estas fueron decisiones tomadas en las altas esferas y, tas áreas), sirvieron para ensayar la actualización no
por su fecha de promulgación, constituyen una respues- solo de la información, sino de los métodos de traba-
ta a los compromisos adquiridos por el país cuando ra- jo y planificación, y también para mejorar la capaci-
tificó el Convenio sobre la Diversidad Biológica en fe- dad institucional y los recursos humanos involucrados
brero de 1993. Otra instancia que se conformó con es- en el manejo de las áreas protegidas. El proyecto fi-
te propósito fue el Grupo Nacional de Trabajo sobre nalizó en 1999.
Biodiversidad (GNTB), promovido por la CAAM y
creado en febrero de 1994. Lo integran representantes 7.2 El Ministerio del Ambiente
de organizaciones gubernamentales, no gubernamen-
tales, universidades, centros de investigación e investi- El Ministerio del Ambiente fue creado mediante Decre-
gadores/as interesados/as en el tema de la diversidad to Ejecutivo en octubre de 1996. Posteriormente, en
biológica. Su objetivo es el de analizar aspectos sustan- enero de 1999, mediante Decreto Ejecutivo el Institu-
ciales sobre el tema, así como proponer políticas, estra- to Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales y Vida Sil-
tegias, ajustes administrativos y legales y proyectos prio- vestre (INEFAN) fue absorbido por este Ministerio que
ritarios. En el 2000, ese grupo es coordinado por el se hizo cargo de todas sus funciones y atribuciones.
Ministerio del Ambiente y constituye un ente asesor del Con la creación del Ministerio del Ambiente y la
Estado ecuatoriano, en particular de ese Ministerio, que desaparición del INEFAN se agrupó en una sola insti-
a su vez es el punto focal del mencionado Convenio. tución todo lo relativo a la administración, manejo y
El GNTB mantiene reuniones periódicas y trabaja a tra- conservación de los recursos naturales, hasta entonces
vés de subgrupos organizados en torno a temas espe- disgregados en instancias con competencias diferen-
cíficos como la bioseguridad, el acceso a los recursos tes. Así, por ejemplo, este Ministerio actúa como pun-
genéticos y la legislación. Varias de las organizaciones to focal de la aplicación del Convenio sobre la Diver-
que lo integran brindan apoyo a sus actividades. sidad Biológica en el Ecuador y, por lo tanto, coordi-
En su momento, el INEFAN jugó un papel prepon- na todos los asuntos relativos a la biodiversidad.
derante en lo relativo a la conservación de la biodiver- También tiene competencia directa en la conserva-
sidad del Ecuador, sobre todo en la conservación in ción in situ a través de la administración del Sistema
situ, pues era el ente encargado de las áreas protegi- Nacional de Áreas Protegidas y de la protección de
das, así como de los controles relativos al uso de la vi- las especies silvestres amenazadas y de las especies
da silvestre. En 1994, ese Instituto recibió del Banco o variedades silvestres emparentadas con las cultiva-
Mundial US$ 7,2 millones, a través del Fondo para el das. Con respecto a la conservación ex situ interviene
Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en in- en la utilización de los recursos biológicos, la investi-
glés), para ejecutar el proyecto Plan Maestro para la gación y educación, y la evaluación y reducción de
Protección de la Biodiversidad. La contraparte nacio- impactos sobre la biodiversidad. Por último, preside el
nal fue de US$ 1,5 millones. Comité Nacional de Recursos Genéticos (CNRG),

232
E l M i n i s t e r i o d e D e f e n s a N a c i o n a l
7.5

además de que la Ley de Gestión Ambiental le facul- de uso, manejo y zonificación de suelos que permita
ta para establecer normas relativas a la bioseguridad, orientar y coordinar las actividades productivas en los
con el propósito de regular la propagación, experi- ámbitos nacional y regional.
mentación, uso, comercialización e importación de or- La Dirección de Gestión Ambiental cumple funcio-
ganismos genéticamente modificados. nes de asesoría en temas ambientales y la DINAREN
Entre las funciones se encuentran las de coordinar, prepara propuestas de políticas y estrategias para el
unificar, ejecutar y supervisar las políticas, proyectos y uso, manejo y conservación de los recursos naturales
programas de diversas entidades y dependencias de renovables. Las funciones del SESA consisten en la de-
la función ejecutiva que se dedican a labores relacio- finición de políticas de acción relacionadas con la ma-
nadas con la gestión ambiental, además de cumplir y teria de sanidad agropecuaria, con el fin de precau-
hacer cumplir las disposiciones ambientales introduci- telar el estado fito y zoosanitario de los productos
das en la reforma constitucional de 1998. Allí se tra- agropecuarios de propagación o de consumo y de
tan los asuntos de contaminación, su control y monito- evitar el ingreso y diseminación de pestes vegetales o
reo, y se impulsa la definición de un reglamento único animales en el territorio nacional.
para la evaluación de los impactos ambientales y la El Ministerio tiene una competencia directa en los
constitución de una autoridad sobre el tema. Asimis- temas de conservación in situ de la diversidad agríco-
mo, es la institución encargada de ejecutar los asun- la y pecuaria, utilización de recursos biológicos, acce-
tos relacionados con la conservación de la biodiversi- so a los recursos genéticos de especies o variedades
dad, el aprovechamiento sustentable de los bosques y cultivadas o domesticadas y de sus parientes silvestres,
las políticas relativas a la calidad del agua y a la ca- e investigación y educación. También tiene competen-
lidad ambiental. cia directa sobre la bioseguridad en el sector agrope-
Desde 1999, en el Ministerio se están elaborando cuario, puesto que regula y supervisa el ingreso de or-
varias estrategias y sus respectivos marcos legales: la ganismos exóticos al territorio nacional.
Estrategia Nacional de Biodiversidad, la Estrategia Fo-
restal, la Estrategia Ambiental de Desarrollo Sostenible 7.4 El Ministerio de Comercio Exterior,
y la Reglamentación para la Evaluación de Impactos Industrialización y Pesca
Ambientales.
Este Ministerio ejerce su competencia directa en mate-
7.3 El Ministerio de Agricultura y Ganadería ria de biodiversidad a través de la Subsecretaría de
Recursos Pesqueros. Ésta tiene como objetivo planifi-
Este Ministerio es parte de la administración pública car, organizar, dirigir y controlar las actividades pes-
central y ejerce su competencia directa en materia de queras; tiene competencia en los temas de conserva-
diversidad biológica a través de la Dirección de Ges- ción in situ, utilización de los recursos biológicos (prin-
tión Ambiental, de la Dirección Nacional de Recursos cipalmente de los pesqueros) y acceso a los recursos
Naturales Renovables y Ordenamiento Rural (DI- genéticos de las especies acuáticas.
NAREN) y del Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agro-
pecuaria (SESA). 7.5 El Ministerio de Defensa Nacional
Su objetivo es promover el desarrollo armónico y
sostenido del sector agropecuario a escala nacional. Este Ministerio se involucra en temas de biodiversidad
Una de sus obligaciones es participar en el manejo a través de la Dirección General de la Marina Mer-
sustentable de los recursos naturales renovables. Ade- cante y del Litoral DIGMER), órgano técnico-adminis-
más, la Ley de Desarrollo Agrario y su reglamento ge- trativo dependiente de la Comandancia General de la
neral facultan a este Ministerio para formular un plan Marina. Entre otras funciones, dicha Dirección debe

233
7.6 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

prevenir y controlar la contaminación del agua; tiene y hacer cumplir las disposiciones legales y reglamen-
competencia sobre la biodiversidad acuática del país tarias en este campo.
(dulceacuícola y marina) en cuanto a la conservación
in situ y a la evaluación y reducción de impactos. 7.9 El Ministerio de Educación y Cultura

7.6 El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda Este Ministerio ejerce su competencia indirecta en ma-
teria de biodiversidad a través de la División de Edu-
Este Ministerio ejerce su competencia indirecta en ma- cación Ambiental y Vial. Ésta debe incluir la educación
teria de biodiversidad a través de la Subsecretaría de ambiental en todos los niveles del sistema educativo.
Saneamiento Ambiental, cuyas funciones están enfoca-
das a la solución de problemas de contaminación y a 7.10 El Ministerio de Relaciones Exteriores
la protección ambiental, especialmente en las zonas
urbanas e industriales. A este Ministerio le correspon- Este Ministerio ejerce su competencia en materia de
den funciones rectoras en materia de desarrollo y or- biodiversidad a través de la Subsecretaría de Organis-
denamiento urbano, además de la atención y solución mos Internacionales y especialmente a través de la Di-
a problemas de saneamiento ambiental. rección General de Medio Ambiente, creada median-
te acuerdo ministerial en junio de 1998. Esta Direc-
7.7 El Ministerio de Salud Pública ción tiene por objeto coordinar las relaciones institu-
cionales nacionales e internacionales en los temas am-
Este Ministerio ejerce su competencia directa en mate- bientales, canalizar esa información a las instituciones
ria de biodiversidad a través de la Dirección Nacio- nacionales e internacionales, analizar las iniciativas y
nal de Salud Ambiental. Sus funciones están enfoca- tendencias internacionales regionales y vecinales en la
das a la protección de la salud humana mediante la materia, preparar las instrucciones para la participa-
prevención y el control de la contaminación ambien- ción de las delegaciones nacionales ante los foros in-
tal. El Ministerio también tiene competencia directa en ternacionales en temas ambientales, e identificar y
la bioseguridad, puesto que debe proteger la salud de gestionar los recursos de la cooperación internacional
la población ante los posibles riesgos derivados del para la ejecución de proyectos en este campo.
desarrollo y transferencia de tecnologías. Pese a que no tiene competencia directa sobre la
biodiversidad, este Ministerio participa activamente
7.8 El Ministerio de Energía y Minas en la negociación y seguimiento de acuerdos interna-
cionales sobre el tema de la biodiversidad.
Este Ministerio ejerce su competencia indirecta en ma-
teria de biodiversidad a través de la Subsecretaría de 7.11 El Instituto para el Ecodesarrollo de la
Protección Ambiental, de la Dirección Nacional de Región Amazónica Ecuatoriana (ECORAE)
Protección Ambiental, y de tres Direcciones Ambienta-
les: Hidrocarburífera, Eléctrica y Minera. Dicha Subse- El ECORAE es una institución adscrita al Ministerio del
cretaría fue creada en 1994 y tiene como objetivos Ambiente. Fue creado en septiembre de 1992 para
orientar, dirigir y supervisar la gestión de la Dirección coordinar con los organismos seccionales, el Estado,
Nacional de Protección Ambiental, y coordinar las po- las ONG y las organizaciones sociales la formula-
líticas de control, preservación y rehabilitación am- ción, ejecución, evaluación y fiscalización del Plan
biental en los sectores energético y minero. También Maestro para el Ecodesarrollo de la Amazonía Ecua-
debe aprobar los estudios de impacto y los planes de toriana (ECORAE 1998). También le compete las fun-
control y manejo ambientales. Asimismo, debe cumplir ciones de asesoramiento, gestión y canalización de

234
E l P r o g r a m a d e M a n e j o d e R e c u r s o s C o s t e r o s
7.14

recursos, la evaluación de políticas, y la capacitación establece disposiciones relativas a la conservación de


a través de los organismos seccionales y de otras en- la biodiversidad. Así, en el art. 4, num. 6, se dispone
tidades que trabajan en la Amazonía. que el INGALA realizará, en coordinación con otras
entidades establecidas en las islas, investigaciones pa-
7.12 El Fondo Ambiental Nacional del ra el aprovechamiento de los recursos naturales, mari-
Ecuador (FAN) nos y terrestres, las aguas subterráneas y superficiales,
los usos agrícolas y el saneamiento ambiental, las ac-
Este Fondo es una organización privada que fue le- tividades agropecuarias y pesqueras, y demás accio-
galmente establecida en 1996 por iniciativa conjunta nes que deban ser controladas para el mantenimiento
del Ministerio del Ambiente y del sector privado, pe- de los ecosistemas insulares. Además, colaborará en
ro que solo comenzó a funcionar en 1999, luego de el cumplimiento de las disposiciones vigentes para la
que se definió su estructura operativa. El objetivo del conservación de la naturaleza y asesorará a los orga-
Fondo es promover el financiamiento estable y de lar- nismos del Estado en la preparación e implementación
go plazo para la conservación y el desarrollo susten- de los estudios de impacto ambiental para cualquier
table de los recursos naturales del Ecuador. Por lo tan- proyecto de infraestructura en la provincia.
to, funciona como entidad coordinadora a través de
la cual se canaliza los recursos provenientes de diver- 7.14 El Programa de Manejo de Recursos
sas fuentes destinados a financiar programas o pro- Costeros (PMRC)
yectos en áreas consideradas prioritarias, y que debe-
rían ser ejecutados por municipalidades, organizacio- Este Programa fue creado en 1995 mediante Decreto
nes comunitarias y locales, universidades, ONG y el Ejecutivo. Aunque no se trata de una institución, funcio-
sector privado. Los mecanismos financieros que se na como una entidad administrativa que goza de au-
han previsto son: canje y reestructuración de deuda, tonomía en el manejo económico. Su sede está en
fondos de dotación o agotamiento, donaciones, fon- Guayaquil. Tiene competencia directa sobre la biodi-
dos de contrapartida, fondos de cogestión (privado- versidad marino-costera, ya que sus objetivos son la
/público, privado/privado, nacional/internacional) y conservación, restauración, protección y manejo sus-
fondos estatales. tentable de los recursos costeros.
El Programa trabaja a lo largo del litoral del Ecua-
7.13 El Instituto Nacional Galápagos (INGALA) dor continental, en las provincias de Esmeraldas, Ma-
nabí, Guayas y El Oro, mediante el establecimiento
El INGALA fue creado en 1980 mediante Decreto Le- de Zonas Especiales de Manejo (ZEM) y Unidades de
gislativo. Es una entidad de derecho público, adscrita Conservación y Vigilancia (UCV). Si bien la provincia
a la Presidencia de la República, con personalidad y de Galápagos está incluida, hasta el 2000 todavía
capacidad jurídica para ejercer derechos y contraer no se han realizado actividades específicas allí. Las
obligaciones, con patrimonio y presupuesto propios, actividades ejecutadas a través del PMRC están dirigi-
autonomía administrativa y financiera. Su sede está en das principalmente al tema de la conservación in situ,
Puerto Baquerizo Moreno, provincia de Galápagos. mediante la protección de ecosistemas marino-coste-
Tiene competencia indirecta sobre la biodiversidad ros, especialmente manglares y otros humedales, pla-
del archipiélago especialmente en los temas de utiliza- yas e islas, dentro y fuera de las áreas naturales pro-
ción de los recursos biológicos, investigación y educa- tegidas. También trabaja en aspectos relacionados
ción, y evaluación y reducción de impactos. con la utilización de los recursos biológicos y a la in-
La Ley de Régimen Especial para la Conservación vestigación y educación sobre la biodiversidad mari-
y Desarrollo Sustentable de la provincia de Galápagos no-costera del Ecuador.

235
7.15 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

7.15 El Instituto Nacional de Desarrollo tre sus atribuciones consta el mantenimiento de las
Agrario (INDA) áreas de reserva forestal.

El Instituto fue creado en la Ley de Desarrollo Agrario 7.17 El Consejo Nacional de Recursos
de 1994. Es una entidad de derecho público adscri- Hídricos (CNRH)
ta al Ministerio de Agricultura y Ganadería, con per-
sonalidad jurídica y patrimonio propios. Ejerce su Este Consejo es una entidad autónoma que se originó
competencia directa en materia de biodiversidad prin- a partir de la desaparición del Instituto Ecuatoriano de
cipalmente a través de la Dirección Ejecutiva y de las Recursos Hidráulicos (INERHI). Fue creado mediante
direcciones distritales. Decreto Ejecutivo en 1994, en el cual también se esta-
Las funciones del INDA tienen relación con la ad- bleció el "Régimen de Aguas". La principal función del
ministración de las tierras rústicas. Mediante procesos Consejo es formular las políticas del sector hídrico en
de adjudicación y expropiación, esta institución pue- el Ecuador, para lo cual debe desarrollar instrumentos
de entregar tierras rústicas, siempre que la persona de planificación que promuevan el uso correcto de los
adjudicataria presente un plan de manejo en el cual recursos hídricos en el ámbito nacional. Según el Régi-
demuestre que el uso de la tierra no será en detrimen- men de Aguas, dicho Consejo también debe normar y
to del ambiente. El INDA también puede declarar la regular la calidad del agua en el país. Estas normas, a
expropiación de un predio rústico de dominio privado su vez, deben ser aplicadas por las respectivas Corpo-
siempre que se compruebe que su dueño emplea raciones Regionales de Desarrollo, las cuales son res-
prácticas o tecnologías que atentan gravemente a la ponsables de ejercer el control de la calidad del agua
conservación de los recursos naturales. Por ello, la en sus respectivas jurisdicciones.
competencia de este Instituto en materia de biodiver- El Consejo y las Corporaciones Regionales de De-
sidad se expresa en los temas de utilización de los re- sarrollo tienen competencia indirecta sobre la biodiver-
cursos biológicos y de evaluación y reducción de im- sidad especialmente en los temas de la conservación
pactos. in situ y de la evaluación y reducción de impactos,
puesto que regulan la calidad del agua y ejercen un
7.16 El Instituto Nacional de Colonización de la control sobre los contaminantes que pueden afectar a
Región Amazónica Ecuatoriana (INCRAE) los ecosistemas y organismos dulceacuícolas.

El INCRAE es otra entidad de derecho público adscri- 7.18 El Instituto Ecuatoriano de Propiedad
ta al Ministerio de Agricultura y Ganadería, con sede Intelectual (IEPI)
en la ciudad de Puyo, provincia de Pastaza. Fue crea-
do en 1996 como respuesta al proceso de descentra- Este Instituto fue creado mediante la Ley de Propiedad
lización del MAG en materia de colonización, con el Intelectual publicada en 1998, y es una entidad con
objetivo de regular la colonización en la región ama- autonomía tanto administrativa como financiera y ope-
zónica del Ecuador. Para ello ejerce las funciones de rativa. Uno de sus órganos es la Dirección Nacional
planificación y ejecución de políticas y programas de de Obtenciones Vegetales, cuya función es administrar
colonización. El ámbito de su jurisdicción está limita- los procesos de depósito y reconocimiento de los de-
do a las provincias de Sucumbíos, Orellana, Napo, rechos de propiedad intelectual sobre las nuevas va-
Pastaza, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. riedades vegetales.
Este Instituto tiene competencia indirecta sobre la El IEPI tiene competencia directa sobre la diversi-
biodiversidad de la región amazónica, especialmente dad biológica en los temas de derechos de los pue-
en el tema de la conservación in situ, puesto que en- blos indígenas y comunidades locales, y del acceso a

236
L a C o n t r a l o r ’ a G e n e r a l d e l E s t a d o
7.22

los recursos genéticos, puesto que debe velar por la dor está establecido que estos Consejos Provinciales
protección y defensa de los derechos de propiedad in- promoverán y ejecutarán obras de alcance provincial
telectual, incluyendo la protección de los conocimien- en vialidad, medio ambiente, riego y manejo de cuen-
tos tradicionales asociados a los recursos biológicos y cas y microcuencas hidrográficas, exclusivamente en
genéticos. las áreas rurales de su respectiva jurisdicción. Así, tie-
nen competencia directa sobre la biodiversidad de su
7.19 El Comité Nacional de Recursos jurisdicción especialmente en los temas de la conser-
Genéticos (CNRG) vación in situ, la utilización de los recursos biológicos
y la evaluación y reducción de impactos, puesto que
Este Comité fue creado mediante Decreto Ejecutivo en deben promover la protección de las cuencas hidro-
enero de 1999. Está presidido por el Ministerio del gráficas y el aprovechamiento sustentable de los recur-
Ambiente e integrado por delegados del Ministerio de sos pesqueros y forestales.
Agricultura y Ganadería, del Ministerio de Comercio
Exterior, Industrialización y Pesca, de la Confedera- 7.21 Los Concejos Municipales
ción de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE), del Comité Ecuatoriano para la Defensa La Ley de Régimen Municipal establece que los Con-
de la Naturaleza y el Medio Ambiente (CEDENMA) y cejos Municipales son entidades políticas autónomas
del Consejo Nacional de Educación Superior subordinadas al orden jurídico constitucional del Esta-
(CONESUP, que hasta mayo del 2000 se llamaba do. La Constitución Política de la República del Ecua-
Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Poli- dor atribuye a dichos Concejos la facultad de dictar
técnicas, CONUEP). ordenanzas para determinar el uso del espacio y esta-
Su creación respondió al compromiso asumido por blecer normas para el control, preservación y defensa
el Estado ecuatoriano ante la Comunidad Andina del ambiente, delimitando áreas de conservación y re-
cuando se aprobó la Decisión 391 relativa al Régimen servas ecológicas.
Común sobre Acceso a los Recursos Genéticos. La mis- Asimismo, la Ley de Descentralización y Participa-
ma exhorta a los gobiernos a designar una autoridad ción Social establece que los Concejos Municipales
nacional competente en materia de acceso a estos re- están facultados para exigir la presentación de estu-
cursos. Asimismo, el Comité Nacional de Recursos Ge- dios de impacto ambiental antes de la ejecución de
néticos regula las actividades de investigación y edu- las obras de infraestructura en su circunscripción territo-
cación sobre los recursos genéticos y debe velar por rial; velar y ejecutar acciones para proteger la inviola-
el respeto a los derechos de los pueblos indígenas y bilidad de las áreas naturales protegidas y prevenir y
de las comunidades locales sobre los conocimientos solucionar los impactos ambientales negativos que se
relacionados con dichos recursos. produzcan por la ejecución de proyectos de vialidad
llevados a cabo en el ámbito provincial respectivo.
7.20 Los Consejos Provinciales Muchos municipios ejercen su competencia directa
en materia de biodiversidad a través de dependencias
La Ley de Régimen Provincial establece que los Conse- específicas para la gestión ambiental.
jos Provinciales son instituciones autónomas y de dere-
cho público. Ejercen su competencia directa en mate- 7.22 La Contraloría General del Estado
ria de biodiversidad a través de los prefectos provin-
ciales y, en algunos casos, de dependencias específi- La Contraloría es el organismo superior de control fis-
cas para la gestión ambiental. cal en el Ecuador. Tiene autonomía administrativa y fi-
En el art. 233 de la Constitución Política del Ecua- nanciera y está representada por el Contralor del Esta-

237
7.23 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

do. Esta institución ejerce su competencia indirecta en que solo dos no forman parte de una estructura aca-
materia de diversidad biológica a través de la Direc- démica (cuadro 7.1). Según ese Directorio, la cober-
ción de Control de Obras Públicas y especialmente del tura geográfica es equilibrada, no así la ubicación de
Departamento de Control Ambiental, creado en 1996. las sedes, ocho de las cuales están en Quito.
En la Ley de Gestión Ambiental se señala que la En los acápites 7.24–30 se describe brevemente
Contraloría General del Estado podrá, en cualquier las funciones de algunos centros formales, tanto públi-
momento, auditar los procedimientos seguidos para la cos como privados, dedicados a la investigación de
aprobación de estudios y evaluaciones de impacto la biodiversidad y a la gestión ambiental, y en los acá-
ambiental. Asimismo, puede auditar la eficacia y eco- pites 7.31–34 se trata sobre las universidades, los
nomía de los planes de prevención, control y mitiga- herbarios y los museos.
ción de los impactos negativos de los proyectos, obras
y actividades de todas las entidades y organismos del 7.24 La Secretaría Nacional de Ciencia y
sector público. Tecnología (SENACYT)
De esta forma, la Contraloría debe controlar el uso
de los recursos económicos y naturales y el cumpli- Esta Secretaría es una entidad adscrita a la Vicepresi-
miento de las leyes, reglamentos, normas y ordenan- dencia de la República que fue creada mediante Decre-
zas ambientales en todos los proyectos, obras y acti- to Ejecutivo en 1994. Su objetivo es dictar las políticas
vidades de las instituciones públicas. de ciencia y tecnología y elaborar el respectivo progra-
ma, actividades en las cuales participan las entidades
7.23 Las instituciones de investigación que conforman el Sistema Nacional de Ciencia y Tec-
nología. Como entidad rectora del Sistema, la Secreta-
En la mayoría de los documentos relativos al estado del ría debe conseguir el financiamiento y negociar la coo-
conocimiento sobre la biodiversidad del país se apun- peración técnica y financiera para su funcionamiento.
ta que hace falta mucha información para poder usar-
la sustentablemente y al mismo tiempo protegerla. Se 7.25 La Fundación de Ciencia y
menciona que posiblemente el aspecto financiero es el Tecnología (FUNDACYT)
que más limita el desarrollo de la investigación, a tal
punto que en el ámbito latinoamericano el Ecuador, jun- Con el fin de canalizar el financiamiento para la inves-
to con Honduras, Nicaragua y El Salvador, son los paí- tigación existe la FUNDACYT, una organización de
ses que menos invierten en investigación: US$ 11,4 mi- derecho privado, sin fines de lucro, encargada de pro-
llones para todas las disciplinas científicas, frente a gramar y ejecutar las políticas, estrategias y planes na-
US$ 961 millones en México, US$ 106 millones en el cionales de ciencia y tecnología. Para la ejecución
Perú, o US$ 68,8 millones en Colombia (Vázquez y del Programa de Ciencia y Tecnología ha contado
Ulloa 1997). Pese a ello, existe un continuo avance en con un préstamo del Banco Interamericano de Desa-
el campo de los estudios sobre biodiversidad y en el rrollo (BID) de US$ 30 millones. Este Programa incluye
país se ha venido estructurando un importante potencial cinco componentes (FUNDACYT 1998):
para el desarrollo de las investigaciones orientadas ha-
cia la conservación (Vázquez y Ulloa 1997). 1. Proyectos de investigación científica y desarro-
En el Directorio de Instituciones, Proyectos y Espe- llo tecnológico.
cialistas en Biodiversidad del Ecuador (Buitrón y Flores 2. Capacitación de recursos humanos.
1999) se menciona que hay 14 entidades entre orga- 3. Eventos, pasantías y publicaciones.
nizaciones académicas y centros de investigación, 4. Proyectos de innovación y modernización tecno-
con especialidad en temas de la biodiversidad, de las lógica del sector privado.

238
L a s i n s t i t u c i o n e s d e i n v e s t i g a c i — n
7.26

CUADRO 7.1
Ámbito de trabajo de los centros académicos y de investigación relacionados con el conocimiento y la protec-
ción de la biodiversidad
Institución Nacional Sierra Costa Amazonía Galápagos
Centro de Informática Agropecuaria x x x
Colegio Ciencias Ambientales de la Universidad
San Francisco de Quito x
Coordinación de Asuntos Ambientales y Desarrollo
Sustentable del CONUEP x
Departamento de Ciencias Biológicas de la Escuela
Politécnica Nacional x
Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad
Católica del Ecuador x
Escuela Biología del Medio Ambiente de la
Universidad Del Azuay x
Escuela Ciencias Ambientales de la Universidad
Técnica Particular de Loja x
Facultad Ciencias Naturales de la Universidad de
Guayaquil x x
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales x
Herbario Nacional del Ecuador x
Herbario de la Universidad Nacional de Loja x x x
Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad
San Francisco de Quito x x
Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales x
Universidad Agraria del Ecuador x x
Fuente: Buitrón y Flores (1999).

5. Fortalecimiento del Sistema Nacional de Cien- nicos. Está presidido por el Ministro de Agricultura y
cia y Tecnología. Ganadería. Su objetivo primordial es la investigación,
desarrollo y aplicación del conocimiento científico y la
De estos cinco componentes, los tres primeros están re- generación y transferencia de tecnologías para lograr
lacionados con el tema de la biodiversidad en el una utilización sustentable de los recursos naturales del
Ecuador. sector agropecuario a nacional. Tiene una red de esta-
ciones experimentales ubicadas en diferentes regiones.
7.26 El Instituto Nacional Autónomo de El INIAP tiene competencia directa sobre la biodi-
Investigaciones Agropecuarias (INIAP) versidad agropecuaria del país, especialmente en los
temas de investigación y educación, utilización de re-
En julio de 1992, el Instituto Nacional de Investigacio- cursos biológicos y conservación ex situ. Específica-
nes Agropecuarias (cuyas siglas también eran INIAP) se mente en relación con el último tema se creó en esta
convirtió en una entidad de derecho público y con au- institución el Departamento Nacional de Recursos Fito-
tonomía en términos administrativos, económicos y téc- genéticos y Biotecnología —DENAREF (véase 4.3) pa-

239
7.27 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

ra temas relacionados con el mantenimiento del ger- los recursos bioacuáticos para lograr su utilización óp-
moplasma del país. La conservación ex situ en este ca- tima y racional. Además, presta asistencia técnica a
so se asocia al establecimiento de un banco nacional entidades públicas y privadas en materia de investiga-
de germoplasma, la organización de un sistema de ción y monitoreo, recomienda normas y sistemas ade-
conservación in vitro, la creación de bases de datos y cuados para utilizar racionalmente los recursos bioa-
la realización de inventarios y colecciones de los re- cuáticos y realiza el control de calidad de los produc-
cursos fitogenéticos. tos pesqueros.
El INIAP también tiene competencia sobre el acceso Así, queda claro cuál es su competencia sobre la
a los recursos genéticos (puesto que forma parte del Co- biodiversidad acuática del país, sobre todo la marina.
mité Nacional de Recursos Genéticos, véase 7.19) y en El INP también es parte del Comité Nacional de Re-
el tema de la bioseguridad en el sector agropecuario, cursos Genéticos, por lo que tiene competencia sobre
especialmente en cuanto a la investigación y evaluación el acceso a los recursos genéticos de las especies
de nuevas variedades y organismos vivos modificados. acuáticas.

7.27 El Instituto Nacional de Pesca (INP) 7.28 El Instituto Oceanográfico de la


Armada (INOCAR)
Este Instituto fue creado mediante Decreto Ejecutivo en
enero de 1961, como una entidad adscrita al Minis- Este Instituto fue creado en julio de 1972 como una
terio de Fomento. Actualmente está adscrito al Ministe- entidad gubernamental dependiente de la Comandan-
rio de Comercio Exterior, Industrialización y Pesca. Su cia General de la Marina. Entre sus funciones princi-
objetivo es la investigación científica y tecnológica de pales están las de planificar, coordinar, ejecutar y con-

240
L o s h e r b a r i o s y m u s e o s
7.33

trolar los trabajos de investigación científica, oceano- cas CONUEP) y la Fundación de Ciencia y Tecnolo-
gráfica y geofísica del ambiente marino. También tie- gía (FUNDACYT) también han canalizado fondos na-
ne a su cargo la elaboración de la cartografía náuti- cionales para una serie de proyectos relacionados
ca y la señalización para el tránsito naval, y brinda con el conocimiento y manejo de la biodiversidad y
asistencia técnica a quienes desarrollan estudios y pro- con la investigación aplicada.
yectos de conservación sobre el tema. Su jurisdicción Hasta 1998, FUNDACYT financió 47 proyectos
comprende el mar territorial del Ecuador. de investigación científica y tecnológica. De éstos, do-
ce están vinculados directa o indirectamente con la
7.29 El Centro de Levantamientos Integrados de biodiversidad. El aporte de esa Fundación para la
Recursos Naturales por Sensores Remotos (CLIRSEN) realización de estos proyectos entre 1996 y 1998 so-
brepasa los US$ 2,5 millones (FUNDACYT 1996,
Este Centro fue creado en 1977 con el objetivo de 1997, 1998).
preparar inventarios, estudios y evaluaciones de los re-
cursos naturales renovables y no renovables del país a 7.32 Los herbarios y museos
través de la teledetección. Su estación receptora de in-
formación satelitaria cubre no solo del Ecuador, sino Han sido los herbarios y museos las entidades que tra-
24 países más en Suramérica, Centroamérica y El Ca- dicionalmente, con sus colecciones y registros, han
ribe, a quienes se vende la información. El CLIRSEN provisto de los datos necesarios para dimensionar la
ha venido realizando una serie de proyectos para los riqueza de la biodiversidad del Ecuador. La mayoría
sectores agropecuario y forestal; les ha provisto una lí- de estos centros son parte de universidades, aunque
nea base de información y, en ciertos casos, datos de los hay también particulares y adscritos a otras institu-
monitoreo que permiten ordenar espacialmente las ac- ciones públicas. Actualmente, muchos de los análisis
tividades y definir políticas sobre el uso. sobre distribución de la biodiversidad, endemismo,
posibles extinciones o riesgos, priorización de ecosis-
7.30 El Instituto Geográfico Militar (IGM) temas para protección, entre otros, provienen de la sis-
tematización y utilización de la información contenida
Este Instituto, creado en 1928, tiene a su cargo la ela- en herbarios y museos.
boración de la cartografía básica nacional, así como
del archivo de datos geográficos y cartográficos del 7.33 Los herbarios
país. Aunque no tiene competencia específica sobre
la biodiversidad, provee de insumos para su gestión. Un herbario es una colección de especímenes de plan-
tas secas y prensadas, las cuales están arregladas en
7.31 Las universidades un determinado orden y son accesibles como referencia
o estudio (Jones 1987 citado en ECOLAP 1998). Los
Indudablemente, los centros con una historia más anti- herbarios representan una herramienta indispensable en
gua de investigación son las universidades. Numero- la investigación botánica y facilitan el conocimiento de
sos son los campos y temas dentro del área de protec- los diferentes grupos taxonómicos. En este sentido, el
ción y gestión de la biodiversidad en los que actual- propósito fundamental de estas instituciones es recolec-
mente existe una participación activa de estas institu- tar y preservar los especímenes vegetales, así como re-
ciones, generalmente apoyadas por proyectos con fi- copilar toda la información posible acerca de la distri-
nanciamiento externo. Sin embargo, el Consejo Na- bución geográfica, hábitat, hábitos, usos y característi-
cional de Educación Superior (CONESUP, antes Con- cas de la flora de una área en particular (Anónimo
sejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécni- 1968 citado en Espinosa 1995, ECOLAP 1998).

241
7.34 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

Católica (12.000 especímenes) y en el Herbario Na-


cional (15.000 especímenes), así como la cantidad
de muestras que se encuentran en buen estado, pues-
to que se calcula que entre el 65% y el 98% de las co-
lecciones depositadas a nivel nacional están bien pre-
servadas (ECOLAP 1998).
Pese a los grandes esfuerzos que se han realizado
en el campo de la botánica, el número de muestras
que aún no son incorporadas a los herbarios refleja la
necesidad de incrementar los presupuestos (ECOLAP
1998). Otro de los grandes problemas es la sistemati-
zación de la información, puesto que la mayoría de
estas unidades cuenta solo con libros o formularios que
se completan a medida que se ingresa un espécimen.
Únicamente en el Herbario Nacional y en el de la Uni-
versidad Católica se están implementando bases de
datos electrónicas con el apoyo del Jardín Botánico de
Missouri y de la Universidad de Aarhus (Dinamarca),
respectivamente. Existe ya un ambicioso proyecto que
está desarrollando una base de datos de la flora del
Ecuador, con un programa informático similar a TRO-
PICOS, la base que es manejada en el herbario del
Jardín Botánico de Missouri (Neill y Øllgaard 1993).
El personal que trabaja es escaso aunque muy
bien calificado. La mayoría de profesionales que de-
sempeñan sus labores en estas entidades ha realizado
posgrados en el exterior, lo cual potencia la capaci-
De acuerdo con el Index Herbariorum (1990 cita- dad nacional de investigación (ECOLAP 1998).
do en ECOLAP 1998), en el Ecuador existen diez her-
barios. No obstante, Espinosa (1995) reconoce for- 7.34 Los museos
malmente a once unidades de este tipo, la mayoría de
las cuales se encuentra en Quito (cuadro 7.2). Los museos desempeñan un papel fundamental en lo
En general, todos los herbarios poseen más o me- que concierne a la investigación de la biodiversidad.
nos los mismos grupos taxonómicos. Sin embargo, dos En estos centros se mantienen colecciones de especí-
resaltan por la cantidad de colecciones depositadas: menes preservados de fauna silvestre, parte de las
el Herbario de la Pontificia Universidad Católica del cuales está restringida solo para la investigación,
Ecuador (QCA) y el Herbario Nacional (QCNE) (cua- mientras que otra puede estar abierta al público con
dro 7.2). De acuerdo con el ECOLAP (1998), en am- propósitos de educación (Ministerio de Medio Am-
bos casos el grupo mejor representado es el de las an- biente 1999a). Además, en muchos museos moder-
giospermas, con 185.000 y 99.900 ejemplares, res- nos se depositan tejidos animales con el fin de alma-
pectivamente (cuadro 7.3). cenar material genético que puede ser empleado en
Es importante destacar el notable incremento anual estudios moleculares (Tirira 1999).
de las colecciones en el herbario de la Universidad En el Ecuador, las primeras colecciones de fauna

242
L o s h e r b a r i o s y m u s e o s
7.34

CUADRO 7.2
Herbarios del Ecuador
Año de Ubicación Total de
Herbario fundación ejemplares
Herbario P. Luis Sodiro (QPLS) 1850 Quito 35.000
Herbario del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Central
del Ecuador (Q) 1858 Quito 14.160
Herbario Reinaldo Espinosa (LOJA) 1949 Loja 13.000
Herbario del Departamento de Botánica de la Estación Científica 1964 Isla Sta. Cruz 7.738
Charles Darwin (CDS) (Galápagos)
Herbario Luciano Andrade Marín (QAME) 1968 Quito 20.000
Herbario de la Facultad de Ciencias Naturales de la
Universidad Estatal de Guayaquil (GUAY) 1969 Guayaquil 12.000
Herbario del Departamento de Ciencias Biológicas de
la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (QCA) 1971 Quito 209.200
Herbario del Centro de Investigación Río Palenque (RPSC) 1971 Sto. Domingo de 6.000
los Colorados
Herbario del Departamento de Ecología, Programa nacional
de Regionalización (QPNRA) 1975 Quito 3.000
Herbario del Museo Nacional de Ciencias Naturales de
Quito (QCNE) 1979 Quito 110.900
Herbario Alfredo Paredes (QAP) 1989 Quito 35.000
Fuentes: Neill y Øllgaard (1993), Espinosa (1995), ECOLAP (1998).

silvestre fueron realizadas por investigadores extranje- Instituto Nacional Mejía (MCN), el Museo Ecuatoria-
ros, razón por la cual gran cantidad de éstas se en- no de Ciencias Naturales (MECN) y el Museo de Zoo-
cuentra en museos del exterior, tales como American logía de la Pontificia Universidad Católica del Ecua-
Museum of Natural History (AMNH), Field Museum of dor (QCAZ); mientras en Guayaquil está el Museo de
Natural History (FMNH) y United States National Mu- Ciencias Naturales de la Universidad Estatal
seum (USNM), ubicados en los Estados Unidos; y Bri- (MUGM). El Museo de Historia Natural de la Estación
tish Museum of Natural History (BM[NH]), localizado Científica Charles Darwin (ECCD) está ubicado en
en Inglaterra (ECOLAP 1998, Tirira, 1999). Puerto Ayora, provincia de Galápagos. Existen ade-
En la actualidad las colecciones ecuatorianas han más colecciones pequeñas en la Universidad Central
mejorado considerablemente debido al creciente inte- del Ecuador, la Universidad Técnica de Ambato, la
rés por el recurso faunístico, así como a las leyes que Fundación Herpetológica Gustavo Orcés (FHGO), la
estipulan la obligación de depositar duplicados del Fundación Ecuatoriana para el Estudio de Mamíferos
material colectado en las instituciones nacionales Marinos (FEMM), y en otras instituciones ubicadas en
(ECOLAP 1998). las ciudades de Quito, Ambato, Cuenca y Riobamba
En el 2000 el Ecuador cuenta con seis museos (ECOLAP 1998, Tirira 1999) (cuadro 7.4).
científicos que poseen importantes colecciones de fau- Los principales grupos taxonómicos están represen-
na. En Quito están el Museo de la Escuela Politécnica tados en casi todos los museos (salvo en la Fundación
Nacional (EPN), el Museo de Ciencias Naturales del Herpetológica Gustavo Orcés y en la Fundación Ecua-

243
7.34 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 7.3
Herbarios del Ecuador: especímenes de flora preservados, según grupos taxonómicos
Vasculares Briofitas Pteridofitas Gimnospermas Angiospermas Total
inferiores
Monoco- Dicoti-
Herbario tiledóneas ledóneas
Herbario de la Universidad
Central del Ecuador 20 10 30 100 6.000 8.000 14.160
Herbario Alfredo Paredes 35.000 35.000
Herbario del Museo Nacional
de Ciencias Naturales de Quito 1.000 9.500 500 17.000 82.900 110.900
Herbario de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador 7.000 5.000 12.000 200 185.000a 209.200
Fuente: ECOLAP (1998).
Nota: No hay información sobre los otros siete herbarios.
a Incluye dicotiledóneas.

toriana para el Estudio de Mamíferos Marinos), que al- Herpetológica Gustavo Orcés seis tipos y paratipos
bergan sobre todo colecciones de herpetofauna y ma- entre reptiles y anfibios (ECOLAP 1998).
míferos marinos, respectivamente. El Museo Ecuatoria- El incremento anual de las colecciones es particu-
no de Ciencias Naturales, el Museo de Zoología de larmente importante en los museos de las universida-
la Universidad Católica y el de la Escuela Politécnica des. En el resto de las entidades tal incremento es me-
Nacional, son los más sobresalientes por el número de nor y en algunos casos inexistente. En lo referente al
especies y especímenes que albergan. En el Museo desarrollo de proyectos y a la realización de publica-
de la Escuela Politécnica Nacional, por ejemplo, son ciones científicas durante la década de los noventa,
relevantes las colecciones de mamíferos, peces e in- las instituciones más activas fueron el Museo de Zoo-
vertebrados, mientras en el Museo de Zoología de la logía de la Pontificia Universidad Católica y el Museo
Pontificia Universidad Católica se destaca la colec- Ecuatoriano de Ciencias Naturales, lo cual está estre-
ción de herpetofauna (anfibios y reptiles), y en el Mu- chamente relacionado con el número de personas que
seo Ecuatoriano de Ciencias Naturales hay aproxima- trabajan en estos centros y con su reconocido nivel
damente 8.000 ejemplares de aves. Los museos res- académico (ECOLAP 1998).
tantes mantienen colecciones menores, principalmente A pesar del progreso que han alcanzado los mu-
los que se encuentran en colegios y en universidades seos en el campo de la investigación y educación, aún
de provincia, en donde el material es utilizado con fi- se precisan grandes esfuerzos para el desarrollo de las
nes docentes. Es importante señalar que en el Museo colecciones nacionales, ya que si se las compara con
de Zoología de la Pontificia Universidad Católica hay otros países resultan pobres. Por citar un ejemplo, en
11.035 tipos, paratipos y holotipos principalmente de el caso de los mamíferos se calcula que las coleccio-
invertebrados, en tanto que en el de la Escuela Politéc- nes científicas están compuestas por alrededor de
nica Nacional han sido depositados alrededor de 61 25.000 especímenes, de los cuales menos del 50%
tipos y paratipos de vertebrados, sobre todo de mamí- se encuentra en el país. Por el contrario, las coleccio-
feros. En el Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales nes de naciones como Brasil y México superan los
hay 22 tipos y paratipos de aves, y en la Fundación 100.000 individuos por país, mientras que en Argen-

244
L a s o rg a n i z a c i o n e s n o g u b e r n a m e n t a l e s a m b i e n t a l i s t a s
7.35

CUADRO 7.4
Museos del Ecuador: especímenes de fauna silvestre preservados
Especímenes preservados
Museos Mamíferos Aves Reptiles Anfibios Peces Insectos
Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales (MECN) 1.176 7.276 545 799 163 22.000
Colegio Sebastián de Benalcázar 22 38 4 2 14 1.000
Fundación Herpetológica Gustavo Orcés (FHGO) – – 1.671 449 – –
Pontificia Universidad Católica del Ecuador (QCAZ) 2.200 1.520 3.789 11.556 400 300.000
Universidad Estatal de Guayaquil (MUGM)a 350 2.000 270 101 760 5.000
Escuela Politécnica Nacional (EPN)b 8.789 850 11.000b –b 70.000 3.000.000
Colegio Teodoro Gómez 82 146 15 8 13 0
Instituto Nacional Mejía (MCN) 220 2.400 168 13 108 30
Fundación Mundo Juvenil 18 100 3 2 0 pocos
Colegio Experimental Juan Montalvo 16 40 9 4 3 pocos
Universidad del Azuay 10 – 9 29 5 0
Universidad Central del Ecuador (MUCE) 50 210 80 5 30 200
Universidad Técnica de Ambato (CFUTA) 93 151 72 102 162 200
Museo de Historia Natural de la Estación
Científica Charles Darwin (ECChD) 109 * * * * *
Fuentes: ECOLAP (1998), Tirira (1999).
* No hay datos.
a Las cifras son aproximadas.
b Los datos de reptiles incluyen los especímenes de anfibios.

tina, Colombia, el Perú y Venezuela las colecciones de Las organizaciones no gubernamentales que res-
este grupo están constituidas por 50.000 especímenes pondieron a la encuesta fueron 43, las más importan-
(Hafner et al. 1997 citado en Tirira 1999). Es impor- tes si se tiene en cuenta su cartera de proyectos, la
tante acotar que las nuevas colecciones deben ser cla- producción de información, su participación en los es-
ramente justificadas y realizadas por personas capaci- pacios nacionales de planificación y diseño de políti-
tadas, pues de otra manera se estaría contribuyendo a cas y estrategias, y la asesoría que brindan en temas
la declinación poblacional de las especies, muchas de relacionados con la biodiversidad. La mayoría de es-
las cuales se encuentran en peligro de extinción. tas organizaciones no gubernamentales fue creada
antes de 1990.
7.35 Las organizaciones no gubernamentales La misión de ocho de las organizaciones está rela-
ambientalistas cionada con el desarrollo comunitario, el mejoramiento
de la calidad de vida de la población pobre, en gene-
Según el Directorio de Instituciones, Proyectos y Espe- ral, y del sector rural en particular. Constan en el Direc-
cialistas en Biodiversidad del Ecuador (Buitrón y Flores torio porque consideran que su gestión responde a los
1999), en 1998 las líneas de trabajo relacionadas principios del desarrollo sustentable. Hay muchas otras
con la biodiversidad más representadas entre las orga- ONG que trabajan en esta línea y que no constan en
nizaciones no gubernamentales (ONG) son la educa- el Directorio, posiblemente porque su trabajo está muy
ción y capacitación ambiental y la investigación cien- orientado a los aspectos sociales y antropológicos. Des-
tífica (gráfico 7.1). de mediados de la última década del siglo XX ha habi-

245
7.35 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

GRAFICO 7.1
Líneas de trabajo de las organizaciones no gubernamentales ambientalistas

60 57

45
nœmero de organizaciones

30
28 27
25 25 25
23
21 20 19 18
14

0
Educaci—n y capacitaci—n

Investigaci—n cient’fica

Manejo de flora

Manejo forestal
Planificaci—n y manejo
de ‡reas protegidas

Conocimientos tradicionales

Estudios de impacto ambiental


Agrobiodiversidad

Pol’ticas y legislaci—n

Colecciones cient’ficas
Ecoturismo

Manejo de fauna

Valoraci—n econ—mica

Conservaciones ex situ

Fuente: Buitrón y Flores (1999).

do una fuerte tendencia en estas organizaciones a in- tendrán una marcada influencia en algunos de los te-
volucrarse con más decisión en temas ambientales, pa- mas contemplados en el Convenio sobre la Diversidad
ra lo cual, en muchas ocasiones, han formado "consor- Biológica, por ejemplo la protección de los recursos
cios" o alianzas puntuales con organizaciones de línea naturales para la subsistencia, sobre todo a través del
claramente "ambientalista". Esta opción, que parte des- reconocimiento de los territorios de los pueblos indios.
de la formulación de los proyectos, obedece a la nece- En cuanto a su ámbito geográfico de trabajo, es
sidad, cada vez mayor, de afrontar los proyectos de de- decir, las localidades donde las organizaciones no gu-
sarrollo comunitario y de conservación de la diversidad bernamentales ambientalistas realizan sus actividades
biológica desde una perspectiva integral y multidiscipli- (gráfico 7.2), de las 43, algunas trabajan a en el
naria. ámbito internacional, como el Centro Internacional de
En el Directorio de Buitrón y Flores (1999) no se in- la Papa (CIP), la Cooperativa para la Asistencia y Re-
cluye información sobre las organizaciones indígenas mesas al Exterior (CARE) y el Centro Panamericano de
que luchan por el reconocimiento de sus derechos y Estudios e Investigación Geográfica (CEPEIGE). La ma-
por mejorar sus oportunidades de participación demo- yoría de las sedes está ubicada en Quito, lo que has-
crática y en el desarrollo, pero que también tienen y ta cierto punto es comprensible ya que las oficinas

246
L a s a g e n c i a s i n t e r n a c i o n a l e s d e c o o p e r a c i — n
7.36

GRAFICO 7.2
Cobertura geográfica de las organizaciones no gubernamentales ambientalistas que trabajan
sobre temas de biodiversidad
Gal‡pagos
(2 organizaciones)
Amazon’a Nacional
(7 organizaciones) (21 organizaciones)

Costa
(8 organizaciones)

Sierra
(13 organizaciones)
Fuente: Buitrón y Flores (1999).

principales de los organismos de financiamiento, tan- sidad. Doce son representaciones oficiales de sus res-
to nacionales como internacionales, se encuentran en pectivos países; los fondos y el personal provienen de
la capital. las asignaciones que esas naciones hacen para la
En lo que tiene que ver con las áreas protegidas, cooperación bilateral. Otras cuatro corresponden a
numerosas organizaciones ambientales han sugerido las delegaciones regionales de ONG internacionales;
que ciertos componentes sean ejecutados por organi- por último están las representaciones de los organis-
zaciones no gubernamentales y comunidades locales. mos multilaterales de asistencia como los del Sistema
Con este fin el desaparecido Instituto Ecuatoriano Fo- de las Naciones Unidas o el Banco Interamericano de
restal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN) Desarrollo (BID).
emitió, en 1995, una Resolución de Directorio (no. A ese grupo de agencias de cooperación bilateral
008 del 20 de septiembre). Sin embargo, el regla- cabe añadir otras agencias que otorgan financiamien-
mento no es el más adecuado para normar una coo- to y asistencia técnica a proyectos en ejecución en el
peración entre el Estado y el sector privado en rela- Ecuador. Igualmente, hay ONG internacionales que
ción con el manejo de dichas áreas, ya que las con- están financiando proyectos de ONG nacionales y
tribuciones exigidas a la sociedad civil son mucho ma- que, sin embargo, no se han registrado en el Directo-
yores que las estatales (Ulloa et al. 1997). rio. Tampoco consta el mecanismo de financiamiento
del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por
7.36 Las agencias internacionales de cooperación sus siglas en inglés, véase recuadro 7.1), cuyos fon-
dos se canalizan en el Ecuador a través del Programa
En el Directorio de Instituciones, Proyectos y Especialis- de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y
tas en Biodiversidad del Ecuador (Buitrón y Flores del Banco Mundial.
1999) constan 20 organizaciones extranjeras que En un inventario realizado en 1995 por el desapa-
brindan financiamiento, asistencia técnica y adminis- recido Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Natu-
tran fondos de proyectos relacionados con la biodiver- rales y Vida Silvestre (INEFAN) y el Proyecto FAO-Ho-

247
7.36 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

GRAFICO 7.3
Distribución de los fondos no reembolsables de la cooperación internacional, según sectores
(1998)
30.000
27.144

18.328
miles de d—lares

16.449

11.884 11.768
9.797 8.954 8.950

0
transporte

agricultura

perfeccionamiento
desarrollo social

administraci—n
del desarrollo
salud

otros
recursos naturales

Fuente: PNUD (1999b).

landa "Apoyo a la Implementación del Plan de Acción transmisión de energía, así como al proceso de mo-
Forestal del Ecuador (PAFE)", sobre los proyectos del dernización del Estado y de los gobiernos locales.
sector forestal y de áreas naturales y vida silvestre en En 1998, los fondos no reembolsables provenien-
el Ecuador, se obtuvo que de 139 proyectos, 50 es- tes de la cooperación internacional ascendieron a más
taban relacionados con la protección de la biodiversi- de US$ 113.000.000; la mayoría de este monto se
dad. De estos 50, y tomando solo en cuenta los que destinó a la preservación de los recursos naturales
estaban en ejecución (27) o habían concluido recien- (gráfico 7.3). Esta cifra representa un aumento del
temente (10), resultó que el financiamiento de los 37 27,4% en relación con 1997, lo cual se debió al
ascendió a US$ 25.393.000 (Ulloa et al. 1997). aporte de las fuentes multilaterales, cuyos fondos se in-
En un informe del PNUD (1999b) donde se reco- crementaron en un 131% de 1997 a 1998, debido
gen y analizan los datos de la cooperación internacio- en gran parte al aporte de las agencias del Sistema
nal para el desarrollo en 1998, se indica que en ese de Naciones Unidas. Sin embargo, el 64% de los fon-
año, el apoyo al gobierno del Ecuador estuvo cerca dos no reembolsables provino de la cooperación bila-
de los US$ 957 millones. De ese total, el 12% corres- teral. De acuerdo con el informe del PNUD, existen 43
pondió a préstamos no reembolsables y el 88% a cré- agencias de cooperación. En el gráfico 7.4 constan
dito de los gobiernos amigos y de los organismos fi- los países, grupos de países y organizaciones que han
nancieros internacionales. Los recursos provenientes otorgado financiamiento y el porcentaje de su aporte.
del crédito se destinaron principalmente a obras de in- En el Ecuador, el Programa de Pequeñas Donacio-
fraestructura, vialidad, servicios básicos, generación y nes (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial

248
L a s a g e n c i a s i n t e r n a c i o n a l e s d e c o o p e r a c i — n
7.36

RECUADRO 7.1

¿Qué es el Fondo para el Medio Ambiente Mundial?

El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglŽs) se cre— en 1991 para apoyar a los
pa’ses m‡s pobres en la soluci—n de los cuatro principales problemas ambientales globales: el calentamien-
to del planeta, la contaminaci—n de las aguas internacionales, la pŽrdida de la biodiversidad y el agotamien-
to de la capa de ozono. Este Fondo proporciona financiamiento a los proyectos de asistencia tŽcnica, inver-
si—n e investigaci—n, para que puedan lograr alcanzar los beneficios ambientales convenidos.
Veintiocho pa’ses, de los cuales doce son naciones en desarrollo, depositaron US$ 800 millones en un
fondo b‡sico llamado Fondo Fiduciario para el Medio Ambiente Global (GET por sus siglas en inglŽs). El Ban-
co Mundial administra y es depositario del GET.
El GEF es administrado por el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que a la vez actœan como
agencias de implementaci—n de los proyectos. Existen tres categor’as de proyectos: grandes (sobre US$ 1 mi-
ll—n), medianos (hasta US$ 1 mill—n) y peque–as donaciones (hasta US$ 50.000). Cada categor’a tiene sus
propios mecanismos de aprobaci—n, pero en todos los casos se considera dos criterios principales para la ad-
judicaci—n de los recursos. En primer lugar, un proyecto debe beneficiar al ambiente global, lo que en el ca-
so de la biodiversidad debe justificarse con su ubicaci—n en ecosistemas de importancia mundial con gran-
des niveles de diversidad y endemismo. En segundo lugar, el proyecto debe ser innovador y mostrar solven-
cia tŽcnica.

(GEF por sus siglas en inglés) es manejado por el mera fase concluyó y está en preparación una segun-
PNUD. Desde 1994 hasta ahora se ha financiado 79 da fase por US$ 20.000.000, de los cuales diez mi-
proyectos: el 53% en la Sierra, el 38% en la Costa y llones irían al Fondo Ambiental Nacional para crear
el 9% restante en la Amazonía. Aproximadamente el una cuenta fiduciaria para el Sistema Nacional de
60% de los recursos ha provenido de fondos del GEF, Áreas Protegidas, y los diez restantes servirían para
mientras el restante 40% ha sido financiado por la Em- continuar fortaleciendo el manejo de las áreas protegi-
bajada Real de los Países Bajos y por el Fondo de das y la vida silvestre. Dos proyectos grandes son ges-
Contravalor Ecuatoriano–Suizo. Esto indica que el PPD tionados ante el GEF para la protección de la biodi-
ha podido ampliar su capacidad de financiamiento a versidad en Galápagos, uno para monitoreo con un fi-
escala nacional movilizando otros recursos. nanciamiento aprobado de casi un millón de dólares
El programa de los proyectos de mediana escala y otro para apoyar la erradicación de especies intro-
es administrado en el país por el Banco Mundial y por ducidas. El Ministerio del Ambiente es una de las ins-
el PNUD. Hasta el 2000 han sido aprobados dos tituciones ejecutores.
proyectos por un total de US$ 1.690.000 y están en Aparte de estos proyectos, también están siendo
un estado avanzado de revisión seis proyectos más gestionados otros de carácter regional, en los que se
por un monto aproximado de US$ 5.000.000. ha incluido al Ecuador. Se trata de iniciativas para la
Un proyecto grande fue adjudicado al INEFAN pa- conservación y manejo sustentable de los recursos na-
ra mejorar la capacidad institucional y de gestión en turales de la Amazonía; para la aplicación del régi-
torno a las áreas protegidas (véase 7.1) y para incre- men común de acceso a los recursos genéticos en los
mentar el conocimiento sobre su biodiversidad. La pri- países de la comunidad andina; para la conservación

249
7.37 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

GRAFICO 7.4
Donantes de los fondos no reembolsables (1998)

Suiza 4% UNICEF 3%
Francia 1%
BID 5%
Otros 20%
BŽlgica 7%

Pa’ses Bajos 8%

Espa–a 19%

Estados Unidos 9%

Alemania 11%
Uni—n Europea 13%
Fuente: PNUD (1999b).

de los bosques secos entre el Perú y el Ecuador; y pa- El Catálogo de Posgrados en el Ecuador publica-
ra la identificación de prioridades de conservación a do por el ahora Consejo Nacional de Educación Su-
nivel ecorregional. perior (CONESUP) (CONUEP 1997), fue compilado
con el objeto de dar a conocer los cursos de posgra-
PROGRAMAS Y PROYECTOS NACIONALES do, aprobados por dicha institución, que se ofrecen
E INTERNACIONALES en las universidades y escuelas politécnicas del país.
En lo que tiene relación con la biodiversidad en un
7.37 Programas de posgrado sentido amplio y que involucra también el uso racional
de los recursos naturales, según dicho Catálogo hubo
El Reglamento de Escalafón de Educación Universita- cinco cursos de especialización (agua, suelos, desa-
ria y Politécnica vigente en el Ecuador hace una prime- rrollo sustentable y agrobiología/agroecología); nue-
ra división entre "estudios" y "cursos" de posgrado. Los ve maestrías (energía, desarrollo sustentable, agrobio-
primeros se clasifican como cursos de actualización y logía/agroecología, biotecnología, ciencias ambien-
pasantías realizadas por profesionales graduados/as tales y educación ambiental); y una especialización y
que les acreditan para la obtención de un certificado. maestría (energía).
Los cursos formales, en cambio, son los que les permi- En el 2000, el CONESUP está coordinando un
ten especializarse y obtener un título académico supe- programa de maestría sobre gestión ambiental que se-
rior de cuarto nivel. Estos últimos pueden ser cursos de rá ejecutado por varias universidades, para lo cual se
especialización, maestría o doctorado. Los programas está gestionando financiamiento de las agencias mul-
de doctorado (Ph.D.) todavía no se ofrecen en el país. tilaterales. Otro programa en preparación es el de Se-
En América Latina, en general, representan un porcen- guridad Alimentaria, el mismo que será ejecutado por
taje muy bajo en relación con especializaciones y la Escuela Politécnica Nacional y las universidades de
maestrías, excepto en Brasil, donde los programas de la Costa (Buitrón y Flores 1999).
doctorado cubren el 30% (CONUEP 1997). En lo concerniente al componente de capacitación

250
P r o g r a m a s d e c a p a c i t a c i — n
7.38

GRAFICO 7.5
Número de especialistas en temas de biodiversidad, según disciplinas
60

51
nœmero de especialistas

33

24 24
21

13 13
10 10 10
6 6 6 5

0
planificaci—n de ‡reas protegidas
pol’ticas ambientales

ecolog’a acu‡tica

etnobiolog’a

manejo de recursos naturales

agrobiodiversidad
ecolog’a

conservaci—n

biolog’a

taxonom’a

manejo de flora

manejo de fauna

sistem‡tica

biogeograf’a

Fuente: Buitrón y Flores (1999).

de recursos humanos que maneja la Fundación de bros y realizar once reuniones nacionales sobre temas
Ciencia y Tecnología (FUNDACYT), hasta 1998 se relacionados con la biodiversidad.
otorgaron 33 subvenciones para realizar maestrías en En el Directorio de Buitrón y Flores (1999) también
programas nacionales. De éstas, el 55% son estudios hay información sobre los y las especialistas con que
sobre recursos naturales y medio ambiente, el 30% so- cuenta el país, en diferentes disciplinas relacionadas
bre ciencias sociales, el 9% sobre producción de ali- con la conservación y el manejo de la biodiversidad
mentos, el 3% sobre biomedicina, y el 3% restante so- (gráfico 7.5). El análisis incluye 148 personas, mu-
bre ingeniería y procesos industriales. Por otra parte, chas de las cuales están preparadas en más de una
108 profesionales del Ecuador han recibido becas disciplina. Desafortunadamente, en la base de datos
para realizar estudios de posgrado en el exterior: el del Directorio no se incluye el nivel de formación de
37% se capacita en el área de recursos naturales y cada una.
medio ambiente, el 36% en el área de ingeniería y
procesos industriales, el 11% en biomedicina, el 6% 7.38 Programas de capacitación
en materias primas y minerales, el 5% en producción
de alimentos y el 5% restante en ciencias sociales El Sistema de Capacitación en el Manejo de los Re-
(FUNDACYT 1998). Asimismo, dicha Fundación ha cursos Naturales (CAMAREN) se inició en 1996 y aún
entregado recursos económicos para publicar cinco li- se encuentra en ejecución. Participan varias organiza-

251
7.39 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

ciones no gubernamentales, la Universidad de Cuen- tencia técnica. Una experiencia importante es la del
ca y el Ministerio del Ambiente como contraparte es- proyecto SUBIR, el cual es ejecutado en el norocciden-
tatal. Ofrece capacitación no formal sobre los sectores te ecuatoriano, desde 1992, con el objetivo de conser-
forestal y agropecuario a través de módulos que cu- var la biodiversidad, a través de la participación local
bren distintos niveles. Cuenta con el financiamiento de en el manejo de los recursos naturales (véase 7.46).
los gobiernos holandés y suizo. Una de las estrategias ha sido capacitar a la gente de
El Proyecto INEFAN/GEF también incluyó entre sus las localidades en dos ramas del conocimiento: las le-
actividades la ejecución de un sistema de educación yes y la biología (paralegales y parabiólogos). En el
a distancia para las cinco categorías de funcionarios primer caso, con el propósito de facilitarles herramien-
del desaparecido Instituto Ecuatoriano Forestal y de tas que les sirvan para defender sus derechos territoria-
Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN): profesiona- les y desarrollar mejor su organización y, en el segun-
les, técnicos, administrativos, guardaparques y moto- do, para que la comunidad cuente con personas capa-
ristas. El consorcio conformado por las organizaciones ces de realizar independientemente monitoreos ecoló-
no gubernamentales, EcoCiencia y el Centro de Edu- gicos sobre el estado de sus recursos. Hasta fines de
cación y Promoción Popular (CEPP), fue seleccionado los años noventa se había capacitado a 132 personas
para implementar esta actividad, en octubre de 1996. en los programas de paralegales y parabiólogos.
Durante la ejecución se amplió el sistema de educa-
ción orientado al manejo de los recursos naturales pa- 7.39 Programas y proyectos sobre biodiversidad
ra que además de cubrir al personal de dicho Instituto
(280 personas), sirviera a otras instituciones y comuni- En este acápite constan la mayoría de los programas
dades ubicadas alrededor de las áreas protegidas. y proyectos, tanto los nacionales como los internacio-
En el diagnóstico realizado se constató que la for- nales y los de ejecución mixta. Sin embargo, por sus
mación de las personas era muy desigual, por lo que características, otros han sido incluidos en otras sec-
se diseñó un sistema en el que se incluyó todos los ni- ciones. Por ejemplo, el Programa de Manejo de Recur-
veles educativos: primaria, ciclo básico, diversificado, sos Costeros (PMRC) consta en el acápite 7.14, y los
licenciatura y especialización superior. La capacita- proyectos de monitoreo de las áreas protegidas, como
ción se inició en 1998 y concluyó en 1999, bajo el el proyecto Uso Sostenible de los Recursos Biológicos
modelo de educación compensatoria para adultos (SUBIR) o el Programa Parques en Peligro, constan en
(períodos más cortos para cada nivel). los acápites 7.46–52.
El sistema ha dado cabida a más de 1.000 perso- Según el Directorio de Instituciones, Proyectos y Es-
nas: 157 funcionarios/as del INEFAN y 896 partici- pecialistas en Biodiversidad del Ecuador (Buitrón y Flo-
pantes de comunidades, gobiernos seccionales y or- res 1999) (este directorio es el más actualizado), en
ganizaciones civiles locales. A través de este sistema 1999 se estaban ejecutando 176 proyectos relacio-
(el primero de este tipo en el país) se pretende la pro- nados con la biodiversidad, de los cuales 98 estaban
fesionalización de funcionarios/as de las áreas prote- vinculados con la capacitación y educación ambien-
gidas, así como la formación de otras personas involu- tal, mientras que 86 eran de investigación científica
cradas en el manejo y la conservación de esas áreas. (gráfico 7.6). Solo 24 de los 176 proyectos (13,6%)
En 1999 fue asumido por el Ministerio del Ambiente. están bajo responsabilidad de las organizaciones gu-
Aparte de estas experiencias específicamente dirigi- bernamentales, lo cual quiere decir que el 86% restan-
dos a la educación y capacitación, la gran mayoría de te está a cargo de ONG e instituciones académicas
los proyectos sobre conservación y manejo de la bio- privadas. Solo 120 proyectos entregaron información
diversidad tiene componentes de capacitación que se sobre los montos del financiamiento recibido, el mismo
llevan a cabo a través de talleres y de extensión o asis- que asciende a un total de US$ 229.117.736. Sin

252
P r o g r a m a s y p r o y e c t o s s o b r e b i o d i v e r s i d a d
7.39

GRAFICO 7.6
Proyectos sobre temas de biodiversidad, según líneas de trabajo (1999)
100 98

86
nœmero de proyectos

51 48 46 45
40 39 37
31 31 28
24 22
20
14

0
educaci—n y capacitaci—n

investigaci—n cient’fica

manejo de ‡reas protegidas

conocimientos tradicionales

impacto ambiental

pol’ticas y legislaci—n

asistencia tŽcnica
manejo de flora

manejo de fauna

manejo forestal
valoraci—n econ—mica
de recursos naturales
agrobiodiversidad

colecciones cient’ficas
ecoturismo

biotecnolog’a
conservaci—n ex situ

Fuente: Buitrón y Flores (1999).

embargo, no se puede determinar si se trata de fon- Galápagos y 13 en todo el país.


dos públicos o fondos internacionales reembolsables o En el acápite 7.1 se mencionó el proyecto que,
no reembolsables. con fondos del GEF y nacionales, ejecutó el desapa-
En el Informe sobre Cooperación para el Desarro- recido Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Protegi-
llo (PNUD 1999b) se señala que durante 1998, con das y Vida Silvestre (INEFAN) junto con las organiza-
la contribución de 43 agencias, se ejecutaron 46 pro- ciones no gubernamentales para la protección y el
yectos del sector de recursos naturales y preservación manejo de la biodiversidad en áreas protegidas. La
y rehabilitación del medio ambiente. Estos contaron preparación de una segunda fase de este proyecto es-
con compromisos de financiamiento por US$ tá a cargo del Ministerio del Ambiente y su objetivo es
107.682.000, cifra que no necesariamente debe su- trabajar en la implementación de un plan estratégico
marse a la proporcionada en el Directorio de Buitrón para el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
y Flores (1999), pues en ambas recopilaciones po- Aparte de estos proyectos grandes, la Dirección de
drían estar repetidos algunos proyectos. Áreas Naturales y Vida Silvestre del Ministerio del Am-
Es importante señalar que 151 de los 176 proyec- biente ejecuta una serie de proyectos puntuales, con
tos recopilados en el Directorio de Buitrón y Flores el objeto de fortalecer ciertas áreas de gestión. Estos
(1999) estaban ejecutándose en más de una región o tienen que ver con la administración de las áreas pro-
a nivel nacional. Así, 90 proyectos eran ejecutados en tegidas, el control del tráfico de la vida silvestre, el fo-
la Sierra, 45 en la Costa, 45 en la Amazonía, 6 en mento de la cría de llama y alpaca.

253
7.39 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

Desde 1999, el Ministerio del Ambiente está desa- terio del Ambiente, es el de Explotación Petrolífera y
rrollando las Estrategias Nacionales de Biodiversidad Desarrollo Sostenible en la Amazonía Ecuatoriana (PE-
y de Cambio Climático, para lo cual cuenta con finan- TRAMAZ), enfocado principalmente a dos áreas pro-
ciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial tegidas que han sido afectadas por la actividad petro-
(GEF por sus siglas en inglés). lera: la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno y
Respecto del sector forestal, hasta 1999 se encon- el Parque Nacional Yasuní.
traban en ejecución dos proyectos importantes, auspi- En segundo lugar están los proyectos que no son
ciados por la Cooperación Técnica Alemana. Uno fue ejecutados por el Ministerio del Ambiente, pero que
el Programa Forestal–Sucumbíos (PROFORS) que con- cuentan con su aval, se inscriben en sus políticas y for-
cluyó en ese año, estuvo localizado en dicha provin- talecen su capacidad de gestión. El financiamiento
cia y cuyas líneas de acción fueron la agroforestería y proviene principalmente de las agencias de coopera-
el manejo forestal. El otro, denominado Proyecto Polí- ción bilateral. Se trata de grandes proyectos de con-
tica Forestal (PPF), se concentra en la provincia de Es- servación en áreas protegidas como son los parques
meraldas y continúa en ejecución; desarrolla activida- nacionales Yasuní, Podocarpus, Sangay, Sumaco Na-
des de manejo forestal, planificación y manejo de las po–Galeras y la Reserva Ecológica Cotacachi–Caya-
áreas protegidas, así como de valoración económica pas. Dentro de este grupo también se incluye el pro-
de los recursos naturales. yecto Conservación de la Biodiversidad en el Ecuador
Con el objetivo de apoyar a las comunidades an- (CBE), cuya meta es contribuir a la implementación del
dinas más afectadas por la deforestación se comenzó Convenio sobre la Diversidad Biológica en el país. Es-
a ejecutar, en octubre de 1993, el Proyecto Desarro- te proyecto, ejecutado por EcoCiencia, apoya al Mi-
llo Forestal Campesino en los Andes del Ecuador nisterio a través de la investigación y evaluación de
(DFC). Este forma parte del Plan de Acción Forestal del las áreas prioritarias para la conservación, el manejo
Ecuador (PAFE), y es una continuación del Proyecto de información sobre la biodiversidad en bases de da-
Desarrollo Forestal Participativo en los Andes, que se tos (EcoBio y CIBE, véase 7.42 y 7.43), la educación
ejecutó entre 1989 y 1995 en cinco países de la re- y difusión sobre biodiversidad para tomadores de de-
gión andina. Para desarrollar el DFC se firmó un con- cisiones, el fortalecimiento del Grupo Nacional de Tra-
venio entre la Organización de las Naciones Unidas bajo sobre Biodiversidad (GNTB) y el desarrollo y la
para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus si- armonización de políticas y legislación relacionadas
glas en inglés) y el gobierno ecuatoriano representado al tema.
por el INEFAN. La primera fase del proyecto, que con- La conservación e investigación de la agrobiodi-
tó con el financiamiento del gobierno de los Países Ba- versidad también es un tema cubierto por algunas or-
jos, terminó en 1998 (Proyecto DFC 1997), y desde ganizaciones gubernamentales, principalmente el Insti-
1999 se está desarrollando una segunda fase. tuto Nacional Autónomo de Investigaciones Agrope-
En el Proyecto de Asistencia Técnica a la Gestión cuarias (INIAP), entidad que ejecuta cinco proyectos
Ambiental (PATRA) coparticipan algunos Ministerios en esta línea.
(Ambiente, Energía y Minas, Industrias, Desarrollo Ur- En la región del golfo de Guayaquil, por tratarse
bano y Vivienda) además de varios municipios, el Ins- de un centro importante de actividades agroindustria-
tituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR) y el Ins- les, se desarrollan según Blum et al. (1998), una gran
tituto Nacional de Pesca (INP). Las líneas de acción cantidad de proyectos catalogados como "ambienta-
del proyecto PATRA son la asistencia técnica, la edu- les", entre los cuales constan desde proyectos de riego
cación y capacitación, la investigación científica y las y agua potable hasta proyectos de silvicultura. La ma-
políticas y legislación. yoría (80%) es ejecutada por el sector público (gobier-
Otro proyecto en el que la contraparte es el Minis- no central, entidades autónomas y organismos seccio-

254
S i s t e m a d e I n f o r m a c i — n B I O DAT O S
7.41

nales), y el monto de inversión alcanza US$ ra se trata de que las organizaciones gubernamenta-
205.326.790. La Comisión de Estudios para el De- les, no gubernamentales y particulares puedan acce-
sarrollo de la Cuenca del Río Guayas (CEDEGE) tam- der con mayor facilidad a la información.
bién recibe fondos de organismos internacionales pa- Para la implementación de este Sistema se digitali-
ra la gestión de los recursos naturales de la cuenca. zaron mapas, a escala 1:250.000, sobre suelos, co-
Institutos de investigación como el INOCAR y el bertura y uso del suelo, meteorología, subcuencas,
INP, aparte de sus estudios regulares, también mantie- geología, geomorfología, curvas de nivel, vías, pue-
nen proyectos con temas específicos de investigación blos, lineamientos, drenaje y división política y admi-
y estudios de impacto ambiental en ambientes estuari- nistrativa. La base de datos alfanumérica consta de
nos y marinos. campos de aplicación y atributos que pueden ser iden-
tificados por códigos (CLIRSEN 1997a,b). Según Ed-
SISTEMAS DE INFORMACIÓN Y MONITOREO gar Peñaherrera, funcionario del CLIRSEN, en el
2000, la base está siendo depurada, con miras a que
7.40 Sistema de Información Geocodificada de en el futuro próximo pueda estar a disposición del pú-
Recursos Naturales y Medio Ambiente (SIGREMA) blico a través de Internet.

En 1997, el Centro de Levantamientos Integrados de 7.41 Sistema de Información BIODATOS


Recursos Naturales por Sensores Remotos (CLIRSEN)
inició la conformación de este sistema de información, La Corporación Centro de Datos para la Conserva-
con el objetivo de reunir en una base de datos los tra- ción (CDC) ha compilado, sistematizado y manejado
bajos desarrollados por esa institución. De esta mane- información sobre temas referentes a la conservación

255
7.42 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 7.5 coordinador del programa de manejo de información


Número de registros contenidos en el Sistema de del proyecto Conservación de la Biodiversidad en el
Información BIODATOS Ecuador, esta información es continuamente renovada,
Grupo Número de registros sobre todo en lo que concierne a registros biológicos
Mamíferos 10.610 y cartográficos. Está a disposición de las instituciones
Aves públicas y privadas, excepto los registros etnobiológi-
Passeriformes 12.470 cos, con el objetivo de proteger los conocimientos tra-
No passeriformes 8.315 dicionales de los pueblos indígenas y de las comuni-
Anfibios 16.520 dades locales.
Reptiles 6.710
Peces de agua dulce 1.140 7.43 Centro de Información sobre la Biodiversidad
Peces marinos 1.160 del Ecuador (CIBE)
Insectos 8.520
Fuente: Datos proporcionados por la Corporación Centro
Como parte de las actividades ejecutadas durante el
de Datos para la Conservación (CDC). proyecto Plan Maestro para la Protección de la Biodi-
versidad (INEFAN/GEF) se creó este centro, cuya mi-
sión fundamental es recopilar, sistematizar y mantener
de la biodiversidad del Ecuador desde 1990, año de información sobre la biodiversidad del país (Dueñas
su fundación. La información es extraída de referen- 1999), y que es administrado por el Ministerio del
cias bibliográficas y es completada con estudios de Ambiente. En vista de que las principales fuentes de in-
campo. A fines de los años 90, el Sistema de Informa- formación son las instituciones nacionales e internacio-
ción BIODATOS tiene 65.445 registros de fauna y nales que se dedican a la investigación, realizan in-
180.000 de flora (información contenida en el Siste- ventarios biológicos y disponen de colecciones, se
ma TROPICOS) (cuadro 7.5). A grosso modo, la ba- efectuaron convenios con diez instituciones, cada una
se contiene información sobre taxonomía (flora y fau- de las cuales contribuyó con valiosa información que
na), ubicación geográfica, referencias de colección, ha servido para alimentar las bases del CIBE (cuadro
datos ecológicos (según especie), y estado de conser- 7.7). En 1998, este centro de información contaba
vación (según especie). La información de BIODATOS con 81.961 registros de plantas y 15.475 registros
proviene de localidades de casi todo el país. Según de animales (cuadro 7.8) (Dueñas 1998).
César Yumiseva, coordinador de la base, ésta es con-
tinuamente alimentada y la taxonomía se encuentra 7.44 Sistema Integrado de Indicadores Sociales del
actualizada. Esta información sirve a los agentes so- Ecuador (SIISE)
ciales, públicos y privados, dedicados a la planifica-
ción, investigación y toma de decisiones sobre el uso El objetivo fundamental de la desaparecida Secretaría
racional del patrimonio biológico que posee el Ecua- Técnica del Frente Social (STFS) ha sido fortalecer la
dor (Álvarez y Granizo 1993). capacidad nacional para el análisis y la formulación
de políticas y programas sociales. Esta Secretaría creó
7.42 Sistema de Información EcoBio el Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecua-
dor (SIISE) para proveer información socioeconómica
A principios de 1999, la Fundación Ecuatoriana de sobre los niveles de vida de la población ecuatoriana
Estudios Ecológicos, EcoCiencia, impulsó el desarrollo y, particularmente, sobre las condiciones de pobreza
de este sistema, el cual está constituido por diversas y vulnerabilidad social.
bases de datos (cuadro 7.6). Según Malki Sáenz, El SIISE ha contado con la asistencia técnica y fi-

256
I N F O P L A N y D i r e c t o r i o
7.45

CUADRO 7.6
Bases de datos que integran el Sistema de Información EcoBio
Base de datos Información que contiene
Directorio Registros de instituciones, proyectos y especialistas
vinculados con temas ambientales
Registros bibliográficos Artículos científicos, especialmente los que tienen datos
sobre el Ecuador
Registros biológicos Registros de flora y fauna que han sido obtenidos a partir
de estudios de campo
Registros cartográficos Datos provenientes de los proyectos realizados por
EcoCiencia o adquiridos por esta entidad
Banco de imágenes Diapositivas
Referencias de Internet Direcciones de páginas de Internet relacionadas con el
tema ambiental
Registros etnobiológicos Registros sobre etnozoología y etnobotánica
Catálogo de plantas y animales
del Ecuador Listas de especies
Bases complementarias Tesauro sobre la biodiversidad
Datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INEC) Censos y encuestas
Fuente: Datos proporcionados por EcoCiencia.

nanciera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Nacional de Planificación. Para cumplir con sus me-
y ha trabajado en colaboración con el Instituto Nacio- tas, la ODEPLAN ha establecido dos bases de datos
nal de Estadísticas y Censos (INEC) y el Frente Social. que sirven de soporte a sus funciones: INFOPLAN y
Ofrece tres tipos de bases de datos: indicadores so- Directorio.
ciales, directorio de políticas, programas y proyectos El INFOPLAN es una base de datos georreferen-
sociales, y estudios sobre las condiciones de vida de ciada que cuenta con el respaldo del Consejo Nacio-
la población ecuatoriana. Este Sistema contiene, ade- nal de Modernización del Estado (CONAM). Contie-
más, un componente de capacitación que está dirigi- ne información sobre aspectos sociales y gestión mu-
do a optimizar el uso de la información en la evalua- nicipal en el Ecuador, que proviene de los censos de
ción de proyectos y en la toma de decisiones. La infor- 1990 y de las encuestas socioeconómicas sobre ges-
mación está a disposición de entidades gubernamen- tión municipal realizadas en 1995. En el INFOPLAN
tales y no gubernamentales (STFS e INEC 1997). constan índices e indicadores sobre salud, vivienda,
educación y pobreza, entre otros. Algunos proveen
7.45 INFOPLAN y Directorio datos de la zona y sector censal según parroquias, so-
bre las actividades de los municipios, e incluyen ma-
La Oficina de Planificación (ODEPLAN) fue creada en pas temáticos.
1998 a través del Decreto Ejecutivo no. 120. Depen- La Oficina de Planificación cuenta con un Directo-
de de la Presidencia de la República y entre otras fun- rio que contiene información sobre entidades públicas
ciones cumple la de estructurar y coordinar el Sistema y prioridades de inversión.

257
7.46 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 7.7
Instituciones generadoras de información taxonómica que alimentan la base de datos del Centro
de Información sobre la Biodiversidad del Ecuador (CIBE)
Instituciones generadoras de información taxonómica Tipo de información
Pontificia Universidad Católica del Ecuador Plantas
Universidad Nacional de Loja Plantas
Universidad Técnica del Norte Plantas
Herbario Nacional del Ecuador Plantas
Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales. Aves, anfibios, reptiles, peces y mamíferos
Instituto Nacional Mejía Aves, anfibios, reptiles y mamíferos
Escuela Politécnica Nacional Aves, anfibios, reptiles, peces y mamíferos
Fundación Herpetológica Gustavo Orcés Reptiles
Universidad del Azuay Plantas y vertebrados
Universidad Estatal de Guayaquil Plantas
Fuente: Dueñas (1998).

7.46 Monitoreo de la biodiversidad en la Reserva Para realizar el monitoreo biológico se utiliza una
Ecológica Cotacachi–Cayapas serie de variables ambientales consideradas como "in-
dicadoras de la salud ambiental". Entre los grupos de
El Proyecto SUBIR (Uso Sostenible de los Recursos Bio- animales escogidos constan las aves, los anfibios, los
lógicos) comenzó a ser ejecutado en el Chocó ecua- reptiles, y los insectos terrestres y acuáticos, los mismos
toriano, en 1992, con financiamiento de la Agencia que son estudiados desde el punto de vista de su ri-
de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional queza y abundancia relativa, antes y después de la
(USAID). Ha sido manejado desde entonces por la explotación forestal. Con los resultados se sugerirán
Cooperativa para la Asistencia y Remesas al Exterior medidas para minimizar los impactos negativos de es-
(CARE-Ecuador). Sin duda, la explotación forestal es la ta actividad.
actividad que mayores estragos ha causado en la bio-
diversidad de esa área, y de la Reserva Ecológica Co- 7.47 Monitoreo de la biodiversidad en el
tacachi–Cayapas y su zona de influencia (Stallings Parque Nacional Machalilla
1993, "Proyecto Subir" 2000).
A través de SUBIR se han planteado algunas estra- Desde 1996 la Fundación Natura y la Corporación
tegias para el manejo forestal sustentable, entre las Centro de Datos para la Conservación (CDC) han rea-
cuales el monitoreo biológico es un componente esen- lizado actividades con el fin de generar información
cial (Mena 1999). Éste último está a cargo de Eco- científica que sirva para la conservación del Parque
Ciencia y fue concebido con el propósito de evaluar, Nacional Machalilla. Para ello se han ejecutado estu-
durante un período, el efecto de un sistema moderado dios que forman parte del Programa Parques en Peli-
de extracción de madera que fue establecido en las gro, el cual fue financiado en 1992 por la Agencia
áreas de manejo forestal de 26 comunidades afroes- de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
meraldeñas y chachi. Dichas comunidades están asen- (USAID), a través de The Nature Conservancy (TNC)
tadas en las inmediaciones de los ríos Cayapas y San- (Iturralde y Josse 1998). En el recuadro 7.2 consta in-
tiago, en la provincia de Esmeraldas (Cueva y Ortiz formación sobre uno de los monitoreos de fauna que
1999). se ejecutan a través de este programa. Otras investi-

258
M o n i t o r e o d e l u s o d e l s u e l o y c o b e r t u r a v e g e t a l e n l a A m a z o n ’ a
7.49

gaciones que formaron parte de dicho Programa, y CUADRO 7.8


que pueden ser consideradas como líneas de base Número de registros contenidos en la base de datos
para la implementación de programas de monitoreo a del Centro de Información sobre la Biodiversidad del
largo plazo, constan en el cuadro 7.9. Ecuador (CIBE), según grupos taxonómicos
El Proyecto Monitoreo para el Parque Nacional Grupo Registros
Machalilla forma parte del Programa Parques en Peli- Plantas 81.961
gro, por lo que cuenta con el respaldo económico de Aves 4.672
USAID y TNC. Es ejecutado por la Fundación Natura, Mamíferos 1.464
desde 1999, con el objetivo de establecer de forma Anfibios 1.472
sistemática y mediante la activa participación de la Reptiles 1.832
población local, la situación de algunos componentes Peces 369
ambientales, sociales y económicos de dicho Parque. Insectos 5.566
Con su ejecución se espera desarrollar y aplicar estra- Total 97.336
tegias de manejo integrales dirigidas a la conserva- Fuente: Dueñas (1998).

ción global del área.

7.48 Monitoreo de la Reserva de Producción de Fau- 7.49 Monitoreo del uso del suelo y cobertura
na Cuyabeno y del Centro Secoya Remolino vegetal en la Amazonía ecuatoriana

En 1999 se inició el diagnóstico ambiental, sociocul- Los bosques húmedos tropicales, particularmente los
tural y económico de las cabeceras del río Aguas Ne- amazónicos, son uno de los ecosistemas más ricos y
gras, en la Reserva de Producción de Fauna Cuyabe- complejos de la Tierra. En el Ecuador, el bosque de la
no y del Centro Secoya Remolino, con el objetivo de región amazónica está sujeto a un progresivo deterio-
elaborar una zonificación del área que limita con el te- ro derivado de la explotación petrolera y sus secue-
rritorio Secoya, la misma que en la actualidad tiene las, como la construcción de carreteras y la conse-
problemas de colonización. Este diagnóstico se inició cuente colonización que introduce cambios en las for-
a través del proyecto Explotación Petrolífera y Desarro- mas de uso del suelo, entre éstas la explotación agro-
llo Sostenible en la Amazonía Ecuatoriana (PETRA- pecuaria.
MAZ). Se han realizado varias visitas para obtener in- Ante esta situación, el Centro de Levantamientos In-
formación acerca de las condiciones de vida de sus tegrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos
habitantes; se han empleado imágenes de satélite pa- (CLIRSEN), en colaboración con el Instituto Nacional
ra determinar el avance de la colonización y el uso de Colonización de la Región Amazónica Ecuatoria-
del suelo, y se han llevado a cabo inventarios de la na (INCRAE) y la Organización de las Naciones Uni-
flora y la fauna, pero enfocados sobre todo en las es- das para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus
pecies aprovechadas por el pueblo. siglas en inglés), han realizado estudios con el fin de
En un futuro se espera que la gente de esta etnia evaluar a través del tiempo, la explotación del bosque
ocupe el área limítrofe para impedir la expansión de y los cambios que se producen en el uso del suelo, to-
la colonización. Según Stella de la Torre, consultora mando como punto de partida la información de
del proyecto Petramaz, los resultados obtenidos servi- 1977 y comparándola con la información de 1985,
rán como línea de base para estudios posteriores, a 1986 y 1988 (CLIRSEN 1985a, CLIRSEN y FAO
través de los cuales se intentará evidenciar los posibles 1986, 1988).
cambios ocurridos luego de que el pueblo secoya ha- El estudio de 1985 fue realizado en el área deno-
ga uso del territorio en mención. minada Frente de Colonización de la Región Amazó-

259
7.50 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 7.9
Estudios sobre el Parque Nacional Machalilla (1996–1999)
Estudio Actividades complementarias Período
Evaluación de los arrecifes del área marina • Censo e inventario de peces e invertebrados 1996–1997
costera e Isla de la Plata de arrecife
• Cuantificación del consumo de macroinverte- 1997–1998
brados de arrecife en las poblaciones de
influencia del PNM
• Estudio sobre la contaminación en la zona
marina
• Estudio de las especies explotadas por las 1998–1999
actividades de pesquería de arrecife
Estudio de anidación y éxito reproductivo • Marcaje de los nidos seleccionados para el 1997–1998
de dos especies de piqueros enmascara- estudio
dos (Sula dactylatra y S. nebouxii) en la • Monitoreo de nidos 1998–1999
Isla de la Plata
Estudio sobre la vegetación del Parque • Estudio sobre la vegetación y usos del 1996–1997
Nacional Machalilla bosque
• Monitoreo de la regeneración natural en las 1997–1998
áreas degradadas del matorral y el bosque
seco del PNM (Naranjo-Cuvi 2000)
• Evaluación de los efectos del fenómeno del 1998–1999
Niño sobre la regeneración natural en las
áreas degradadas del matorral y el bosque
seco del PNM (Naranjo-Cuvi 2000)
Fuentes: CDC (1997, 1998, 1999).

nica Ecuatoriana, ubicada en las provincias de Napo, 7.50 Monitoreo de manglares y áreas salinas
Pastaza y Morona Santiago, cuya superficie alcanza
53.799 km2 (CLIRSEN 1985a). Los otros dos estudios, Ante la carencia de información confiable sobre el
en cambio, fueron realizados en una zona piloto, loca- ecosistema de manglar en el país, en el Centro de Le-
lizada entre las provincias de Napo y Sucumbíos, que vantamientos Integrados de Recursos Naturales por
cubre una superficie de 4.503 km2 (CLIRSEN y FAO Sensores Remotos (CLIRSEN) se han planificado y eje-
1986, 1988). Este programa terminó en 1988. cutado varios estudios de carácter multitemporal, cuyo
La metodología empleada en estos estudios se ba- objetivo fundamental es monitorear, mediante informa-
só en la información proveniente de sensores remotos, ción satelitaria, la evolución de las superficies de man-
la misma que permite determinar las áreas críticas en glar, camaroneras y áreas salinas en el Ecuador.
las que se están operando cambios drásticos La primera investigación se realizó en 1984; en és-
(CLIRSEN y FAO 1988). En general, los resultados co- ta se elaboraron mapas históricos basados en la infor-
rroboran que los bosques amazónicos en los sectores mación de 1966 y se obtuvo el mapa evolutivo sobre
estudiados están siendo talados aceleradamente y sin el uso y ocupación de las áreas costeras dentro de las
planificación alguna. que se circunscribe el manglar (CLIRSEN 1985b). Des-

260
S i s t e m a d e M o n i t o r e o A m b i e n t a l e n e l S e c t o r A g r o p e c u a r i o
7.52

RECUADRO 7.2

Monitoreo de la anidación y protección de las tortugas marinas

En las playas del Parque Nacional Machalilla probablemente anidan tres especies de tortugas marinas: la ne-
gra del Pac’fico (Chelonia mydas agassizi), la carey (Eretmochelys imbricata bissa) y la laœd (Dermochelys
coriacea schlegelii), en tanto que en la Isla de la Plata se ha registrado una gran concentraci—n de tortugas
oliva (Lepidochelys olivacea). Las tres primeras especies han sido clasificadas por la Uni—n Mundial para la
Naturaleza (UICN) entre las vulnerables o en peligro de extinci—n. Ya que las tortugas que anidan en dicho
Parque no han escapado a esta condici—n, se implement— un programa de monitoreo con el fin de estable-
cer el estado de sus poblaciones, y usar la informaci—n como apoyo durante el dise–o de un plan de mane-
jo de las ‡reas marinas y terrestres ( Vallejo y Campos 1997).
El monitoreo se realiz— durante tres per’odos (1996Ð1997, 1997Ð1998 y 1998Ð1999). Particip— gente de
las localidades, entre ella estudiantes, grupos ecologistas, gu’as de turismo y guardaparques, quienes fueron
adiestrados/as en tŽcnicas de monitoreo. Est‡ previsto continuar con esta investigaci—n en el per’odo
2000-2001.

de entonces, el CLIRSEN ha procedido a la actualiza- de sus recursos (Briones et al. 1999). Los resultados
ción sistemática de la información mediante estudios que se obtengan servirán como referencia para la im-
en 1987, 1991, 1995 (CLIRSEN 1996) y el más re- plementación de un sistema nacional de monitoreo de
ciente ejecutado en 1999 a través del Proyecto PATRA. humedales y para proporcionar un respaldo científico
La información estadística y cartográfica derivada en el momento de diseñar planes de manejo para los
de estos estudios cubre toda la franja costera del país. humedales catalogados como críticos (Briones et al.
Esto ha permitido constatar que el ecosistema ha sido 1997).
manejado inadecuadamente, lo cual se refleja en los Hasta el momento se han inventariado los hume-
cambios considerables en la cobertura y uso del sue- dales lénticos de las provincias de Esmeraldas y Ma-
lo y la construcción de piscinas camaroneras en detri- nabí (Briones et al. 1997) y los humedales interiores
mento de las áreas salinas y del manglar (CLIRSEN de Guayas y El Oro (Briones et al. 1999). Está previs-
1987, 1996). to estudiar el resto de los humedales lénticos del país
y los costeros hasta el 2002.
7.51 Inventario de humedales del Ecuador
7.52 Sistema de Monitoreo Ambiental en el Sector
El proyecto Inventario de Humedales del Ecuador es Agropecuario del Ecuador
coordinado y ejecutado por EcoCiencia. El objetivo
es elaborar un inventario de humedales que sirva pa- Enmarcado en la modernización del Estado, el Minis-
ra identificar y caracterizar, por medio de evaluacio- terio de Agricultura y Ganadería (MAG) ejecuta el Pro-
nes ecológicas rápidas, los más representativos. Se grama Sectorial Agropecuario con el objetivo de ayu-
realizan diagnósticos biológicos y sociales, con el pro- dar a las instituciones del poder ejecutivo en la formu-
pósito de definir los beneficios económicos y sociales lación de políticas encaminadas a modernizar la agri-
que provienen de estos ecosistemas y el peligro que cultura, mejorar las instituciones vinculadas con este
corren ante la agresiva explotación y contaminación ámbito y beneficiar a hombres y mujeres productores

261
7.52 A s p e c t o s i n s t i t u c i o n a l e s r e l a c i o n a d o s c o n e l m a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d

del país. Este programa recibió el apoyo financiero Los recursos naturales que se emplearán como indi-
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (MAG cadores en el monitoreo son la biota (flora y fauna), el
1997). En 1995, el Instituto Interamericano de Coo- suelo y el agua. Entre los cambios se han selecciona-
peración para la Agricultura (IICA) se comprometió, a do cuatro: la erosión que está vinculada con el suelo;
través de un convenio con el Ministerio de Agricultura, la cobertura natural y uso del suelo relacionados con
a administrar los fondos suministrados por el BID y a la biota; la contaminación relacionada con el agua; y
proporcionar asistencia técnica al Ministerio en la eje- los aspectos socioeconómicos afines a los agentes.
cución del Subprograma de Cooperación Técnica de También se contempla un componente de capacita-
dicho Programa. ción, para que el Sistema pueda ser operado adecua-
Entre las acciones contempladas en dicho conve- damente por funcionarios/as y técnicos/as tanto del
nio consta el diseño de un Sistema de Monitoreo Am- Estado como de las empresas consultoras contratadas
biental en el Sector Agropecuario, con el fin de moni- (MAG 1998).
torear los cambios ocurridos en los recursos naturales
por efecto de los procesos agroproductivos. Está pre-
visto que en ese Sistema se registre el estado actual de
la agricultura y el ambiente (recursos naturales); se su-
pervise y proyecte los cambios que pueden producir-
se; se identifique las causas que desencadenan los
cambios; y se determine las medidas para corregir los
cambios negativos, o bien para estimular el desarrollo
de los positivos. Por medio de este mecanismo se es-
pera modificar los actuales procesos productivos en fa-
vor de una agricultura sustentable.

262
8
La biodiversidad
en las pol’ticas y
en la legislaci—n
Luis Suárez y María Amparo Albán

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA

8.1 La biodiversidad en la Constitución Política de 1998

POLÍTICAS

8.2 Políticas, estrategias, planes de acción y agendas de la década


de los 90
8.3 Políticas Básicas Ambientales del Ecuador
8.4 Plan Ambiental Ecuatoriano
8.5 Lineamientos para la Estrategia de Conservación y Uso
Sustentable de la Biodiversidad en el Ecuador
8.6 Agenda para el Desarrollo. Plan de Acción del Gobierno
1993–1996
8.7 Política Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre
8.8 Estrategia para el Desarrollo Forestal Sustentable
8.9 Política Ambiental para el Desarrollo Sustentable del
Sector Agropecuario
8.10 Agenda de Educación y Comunicación Ambiental
para el Desarrollo Sustentable

263
8 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

LEGISLACIÓN

8.11 La biodiversidad en la legislación nacional


8.12 La biodiversidad en la legislación de la Comunidad Andina
de Naciones
8.13 La biodiversidad en la legislación internacional
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a C o n s t i t u c i — n Po l ’ t i c a d e 1 9 9 8
8.1

e ste cap’tulo ha sido dividido en tres partes. En la primera constan los


art’culos de la Constituci—n Pol’tica del Ecuador que promueven la con-
servaci—n y el uso sustentable de la biodiversidad. En la segunda se re-
visan brevemente aquellas pol’ticas, estrategias, planes y agendas que han sido formu-
ladas durante los a–os noventa y que apuntan en ese mismo sentido. En la tercera par-
te se presentan los principales instrumentos legales, nacionales e internacionales, que
norman la conservaci—n de este recurso estratŽgico.

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA con el reconocimiento de los derechos colectivos de


los pueblos indígenas y negros, y la definición de de-
8.1 La biodiversidad en la Constitución Política rechos y obligaciones ambientales para personas na-
de 1998 turales o jurídicas, nacionales o extranjeras. La inclu-
sión de los derechos colectivos en la Constitución re-
La Constitución Política, denominada también Ley Su- presenta un significativo avance que facilita la formu-
prema del Estado, es el instrumento de mayor jerar- lación de políticas sociales y ambientales, en las cua-
quía en el ordenamiento jurídico del Ecuador y, por lo les se garantice una participación más justa y equitati-
tanto, constituye el marco fundamental para la defini- va de los pueblos indígenas y afroecuatorianos en el
ción de las políticas nacionales en diferentes temas, acceso a los recursos biológicos y en la distribución
entre éstos el ambiental. de sus beneficios. Asimismo, en la Constitución se es-
Las personas que formaron parte de la Asamblea tablecen deberes y responsabilidades, individuales y
Nacional Constituyente de 1998, quienes fueron ele- colectivas, en relación con la conservación y utiliza-
gidas por votación popular, redactaron la Constitución ción del patrimonio natural del país; se reconoce el
Política vigente desde agosto de ese año. Esta Carta derecho de la población a vivir en un ambiente sano
es una de las más avanzadas en el ámbito latinoame- que garantice el desarrollo sustentable y la preserva-
ricano respecto a la protección del ambiente, pues in- ción de la naturaleza; y se declara de interés público,
corpora importantes disposiciones en materia de con- entre otras cosas, a la conservación de la biodiversi-
servación y uso sustentable de la biodiversidad. dad y del patrimonio genético del país y al manejo
Entre las disposiciones más relevantes para la pro- sustentable de los recursos naturales.
tección de la biodiversidad destacan las relacionadas El reconocimiento explícito sobre la importancia

265
8.1 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, en tanto 6. El derecho a vivir en un medio ambiente sano,
elemento fundamental para garantizar la conservación ecológicamente equilibrado y libre de contaminación.
de la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios La ley establecerá las restricciones al ejercicio de de-
ecológicos, también constituye un importante logro en terminados derechos y libertades, para proteger al me-
materia de política ambiental. Del mismo modo, la in- dio ambiente.
clusión de una disposición constitucional, que obliga
al Estado ecuatoriano a establecer normas sobre la Capítulo cuarto: de los Derechos Económicos,
bioseguridad, crea un marco apropiado para el desa- Sociales y Culturales
rrollo de nuevos instrumentos legales que permitan re-
gular, en el Ecuador, la propagación, experimenta- Sección novena: de la Ciencia y Tecnología
ción, uso, comercialización e importación de organis-
mos genéticamente modificados. Artículo 80. El Estado fomentará la ciencia y la tec-
Varias normas de la Constitución Política tales co- nología, especialmente en todos los niveles educativos,
mo el reconocimiento del derecho de soberanía sobre dirigidas a mejorar la productividad, la competitivi-
la diversidad biológica, la aplicación del principio de dad, el manejo sustentable de los recursos naturales, y
precaución para evitar impactos ambientales negati- a satisfacer las necesidades básicas de la población.
vos aunque no exista una evidencia científica de da- Garantizará la libertad de las actividades científi-
ño, o la facultad para interponer un recurso de ampa- cas y tecnológicas y la protección legal de sus resulta-
ro con el fin de evitar o remediar actos u omisiones que dos, así como el conocimiento ancestral colectivo.
atenten contra el ambiente, representan avances signi-
ficativos en lo referente al desarrollo de un marco polí- Capítulo quinto: de los Derechos Colectivos
tico y jurídico apropiado para lograr la conservación
y el uso sustentable de la biodiversidad en el Ecuador. Sección primera: de los Pueblos Indígenas y
Las siguientes son las disposiciones constitucionales Negros o Afroecuatorianos
más importantes por sus implicaciones, directas o indi-
rectas, en materia de biodiversidad: Artículo 84. El Estado reconocerá y garantizará a
los pueblos indígenas, de conformidad con esta Cons-
TÍTULO I: DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES titución y la ley, el respeto al orden público y a los de-
rechos humanos, los siguientes derechos colectivos:
Artículo 3. Son deberes primordiales del Estado:
2. Conservar la propiedad imprescriptible de las
3. Defender el patrimonio natural y cultural del tierras comunitarias, que serán inalienables,
país y proteger el medio ambiente. inembargables e indivisibles, salvo la facultad
4. Preservar el crecimiento sustentable de la eco- del Estado para declarar su utilidad pública.
nomía, y el desarrollo equilibrado y equitativo Estas tierras estarán exentas del pago del im-
en beneficio colectivo. puesto predial.
4. Participar en el uso, usufructo, administración
Capítulo segundo: de los Derechos Civiles y conservación de los recursos naturales reno-
vables que se hallen en sus tierras.
Artículo 23. Sin perjuicio de los derechos estable- 5. Ser consultados sobre planes y programas de
cidos en esta Constitución y en los instrumentos inter- prospección y explotación de recursos no re-
nacionales vigentes, el Estado reconocerá y garantiza- novables que se hallen en sus tierras y que
rá a las personas: puedan afectarlos ambiental o culturalmente;

266
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a C o n s t i t u c i — n Po l ’ t i c a d e 1 9 9 8
8.1

RECUADRO 8.1
Los derechos colectivos

Los derechos colectivos constituyen un avance importante en el reconocimiento de los derechos de los pue-
blos ind’genas, del medio ambiente y de las personas consumidoras, lo que fortalece, a su vez, los derechos
ciudadanos.
El interŽs colectivo es generador de valores intr’nsecos que los diferencia de los dem‡s derechos. Con
el reconocimiento de los derechos colectivos queda consagrado el avance hist—rico del derecho que hasta el
momento se conceb’a sustancialmente como la realizaci—n individual de la persona dentro de la sociedad

Fuente: Acci—n Ecol—gica (1998).

participar de los beneficios que esos proyec- sustentable. Velará para que este derecho no sea afec-
tos reporten, en cuanto sea posible y recibir in- tado y garantizará la preservación de la naturaleza.
demnizaciones por los perjuicios socio am- Se declaran de interés público y se regularán con-
bientales que les causen. forme a la ley:
6. Conservar y promover sus prácticas de mane-
jo de la biodiversidad y de su entorno natural. 1. La preservación del medio ambiente, la conser-
9. A la propiedad intelectual colectiva de sus co- vación de los ecosistemas, la biodiversidad y la
nocimientos ancestrales; a su valoración, uso integridad del patrimonio genético del país.
y desarrollo conforme a la ley. 2. La prevención de la contaminación ambiental,
10. Mantener, desarrollar y administrar su patrimo- la recuperación de los espacios naturales de-
nio cultural e histórico. gradados, el manejo sustentable de los recursos
12. A sus sistemas, conocimientos y prácticas de naturales y los requisitos que para estos fines
medicina tradicional, incluido el derecho a la deberán cumplir las actividades públicas y pri-
protección de los lugares rituales y sagrados, vadas.
plantas, animales, minerales y ecosistemas de 3. El establecimiento de un sistema nacional de
interés vital desde el punto de vista de aque- áreas naturales protegidas, que garantice la
lla. conservación de la biodiversidad y el manteni-
13. Formular prioridades en planes y proyectos pa- miento de los servicios ecológicos, de conformi-
ra el desarrollo y mejoramiento de sus condi- dad con los convenios y tratados internaciona-
ciones económicas y sociales, y a un adecua- les.
do financiamiento del Estado.
Artículo 87. La ley tipificará las infracciones y de-
Sección segunda: del Medio Ambiente terminará los procedimientos para establecer responsa-
bilidades administrativas, civiles y penales que corres-
Artículo 86. El Estado protegerá el derecho de la pondan a las personas naturales o jurídicas, naciona-
población a vivir en un medio ambiente sano y ecoló- les o extranjeras, por las acciones u omisiones en con-
gicamente equilibrado, que garantice un desarrollo tra de las normas de protección al medio ambiente.

267
8.1 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

RECUADRO 8.2
La bioseguridad

La bioseguridad es el control sobre la transferencia, manipulaci—n y utilizaci—n segura de organismos vivos


modificados resultantes de biotecnolog’a, que puedan tener efectos adversos para la conservaci—n y el uso
sustentable de la biodiversidad y para la salud humana.
Se puede encontrar la referencia inmediata sobre el tema de bioseguridad en el art. 9 del Convenio so-
bre la Diversidad Biol—gica dentro del tema de gesti—n de la tecnolog’a. El tŽrmino usado en nuestra Cons-
tituci—n, "organismos genŽticamente modificados", ha sido reemplazado por el de "organismos vivos modi-
ficados" ya que dentro de esta denominaci—n se incluye a los anteriores.
Dentro del marco del Convenio sobre la Diversidad Biol—gica, en enero de 2000, los pa’ses partes defi-
nieron un protocolo comœn sobre el tema, denominado Protocolo de Cartagena. En el ‡mbito regional tam-
biŽn existe una propuesta para normar la bioseguridad en los pa’ses de la Comunidad Andina de Naciones.

Artículo 88. Toda decisión estatal que pueda afec- bre el impacto o las consecuencias ambientales nega-
tar al medio ambiente deberá contar, previamente, tivas de alguna acción u omisión, aunque no exista
con los criterios de la comunidad, para lo cual ésta se- evidencia científica de daño.
rá debidamente informada. La ley garantizará su par-
ticipación. Sección cuarta: de la Defensoría del Pueblo

Artículo 89. El Estado tomará medidas orientadas Artículo 96. Habrá un Defensor del Pueblo, con ju-
a la consecución de los siguientes objetivos: risdicción nacional, para promover o patrocinar el há-
beas corpus y la acción de amparo de las personas
1. Promover en los sectores público y privado el que lo requieran; defender y excitar la observancia de
uso de tecnologías ambientalmente limpias y los derechos fundamentales que esta Constitución ga-
de energías alternativas no contaminantes. rantiza; observar la calidad de los servicios públicos
2. Establecer estímulos tributarios para quienes y ejercer las demás funciones que le asigne la ley.
realicen acciones ambientalmente sanas.
3. Regular bajo estrictas normas de bioseguridad, Capítulo séptimo: de los Deberes
la propagación en el medio ambiente, la expe- y Responsabilidades
rimentación, el uso, la comercialización y la im-
portación de organismos genéticamente modifi- Artículo 97. Todos los ciudadanos tendrán los si-
cados. guientes deberes y responsabilidades, sin perjuicio de
otros previstos en esta Constitución y la ley.
Artículo 91. El Estado, sus delegatarios y concesio-
narios, serán responsables por los daños ambientales, 16. Preservar el medio ambiente sano y utilizar los
en los términos señalados en el artículo 20 de esta recursos naturales de modo sustentable.
Constitución. 19. Conservar el patrimonio cultural y natural del
Tomará medidas preventivas en caso de dudas so- país y cuidar y mantener los bienes públicos,

268
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a C o n s t i t u c i — n Po l ’ t i c a d e 1 9 9 8
8.1

RECUADRO 8.3

El principio de precaución

La adopci—n de medidas preventivas que se estipula en la Constituci—n del Ecuador, en doctrina jur’di-
ca es conocida como el Principio de Precauci—n. Este ha sido considerado dentro del Convenio sobre
la Diversidad Biol—gica, como norma positiva de derecho, es decir como parte de las normas que tie-
nen fuerza obligatoria en el ordenamiento jur’dico. De hecho, este principio est‡ recogido en el pre‡m-
bulo del Convenio sobre la Diversidad Biol—gica y dice que: "Observando tambiŽn que cuando exista
una amenaza de reducci—n o perdida sustancial de la diversidad biol—gica no debe alegarse la falta de
pruebas cient’ficas inequ’vocas como raz—n para aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al
m’nimo esa amenaza".

tanto los de uso general, como aquellos que áreas científicas y técnicas, y otras personas en institu-
le hayan sido expresamente confiados. ciones que establezca la ley.
La planificación provincial realizada por el Instituto
TÍTULO Xl: DE LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL Nacional Galápagos, que contará con asistencia téc-
Y DESCENTRALIZACIÓN nica y científica y con la participación de las entida-
des del régimen seccional dependiente y autónomo,
Capítulo cuarto: de los Regímenes Especiales será única y obligatoria.

Artículo 238. Existirán regímenes especiales de ad- Artículo 240. En las provincias de la región Ama-
ministración territorial por consideraciones demográfi- zónica el Estado pondrá especial atención para su de-
cas y ambientales. sarrollo sustentable y preservación ecológica, a fin de
Para la consideración de las áreas sujetas a régi- mantener la biodiversidad. Se adoptarán políticas que
men especial, podrán limitarse dentro de ellas los de- compensen su menor desarrollo y consoliden la sobe-
rechos de migración interna, trabajo o cualquier otra ranía nacional.
actividad que pueda afectar al medio ambiente. La ley
normará cada régimen especial. TÍTULO XII: DEL SISTEMA ECONÓMICO

Artículo 239. La provincia de Galápagos tendrá Capítulo primero: principios generales


un régimen especial. El Instituto Nacional Galápagos
(INGALA) o el que haga sus veces, realizará la plani- Artículo 243. Serán objetivos permanentes de la
ficación provincial, aprobará los presupuestos de las economía:
entidades del régimen seccional de pendiente y autó-
nomo y controlará su ejecución. Lo dirigirá un consejo 1. El desarrollo socialmente equitativo, regional-
integrado por el Gobernador, quien lo presidirá, los mente equilibrado, ambientalmente sustenta-
alcaldes, el prefecto provincial, representantes de las ble y democráticamente participativo.

269
8.2 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

RECUADRO 8.4
El recurso de amparo

Cualquier persona, por sus propios derechos o como representante de una colectividad, est‡ facultada para
proponer una acci—n de amparo ante el —rgano de la funci—n judicial designado por la ley. Esta facultad es-
t‡ contemplada en el art. 95 de la Constituci—n del Ecuador y constituye una herramienta para la protecci—n
del medio ambiente.
El recurso de amparo sirve para evitar o remediar las consecuencias de un acto u omisi—n ileg’timos de
una autoridad pœblica, que viole o pueda violar cualquier derecho constitucional consagrado en un tratado
o convenio internacional vigente y que, de modo inminente, amenace con causar un da–o grave. Cabe igual-
mente presentar esta acci—n cuando la conducta de los particulares haya afectado, de modo grave y directo,
un interŽs comunitario o colectivo.

2. La participación competitiva y diversificada llo y calidad de vida, y de conformidad con los con-
de la producción ecuatoriana en el mercado venios y tratados internacionales.
internacional.

Artículo 247. Son de propiedad inalienable e im- POLÍTICAS


prescriptible del Estado los recursos naturales no reno-
vables y, en general, los productos del subsuelo, los 8.2 Políticas, estrategias, planes de acción y
minerales y sustancias cuya naturaleza sea distinta de agendas de la década de los 90
la del suelo, incluso los que se encuentren en las áreas
cubiertas por las aguas del mar territorial. Las políticas constituyen instrumentos valiosos para la
Estos bienes serán explotados en función de los in- planificación de una nación puesto que en éstas se de-
tereses nacionales. Su exploración y explotación racio- finen los objetivos a largo plazo. Por lo general, la for-
nal podrán ser llevadas a cabo por empresas públi- mulación de políticas antecede a la elaboración de
cas, mixtas o privadas, de acuerdo con la ley. instrumentos legales, en los cuales dichas políticas se
Las aguas son bienes nacionales de uso público, traducen en normas o regulaciones específicas.
su dominio será inalienable e imprescriptible, su uso y Tres instrumentos de estrategia elaborados por la
aprovechamiento corresponderá al Estado o a quienes Comisión Asesora Ambiental de la Presidencia de la
obtengan estos derechos, de acuerdo con la ley. República (CAAM), constituyen un importante prece-
dente en el país sobre la concepción integral de los te-
Artículo 248. El Estado tiene derecho soberano so- mas de gestión ambiental y desarrollo sustentable: las
bre la diversidad biológica, reservas naturales, áreas Políticas Básicas Ambientales del Ecuador, el Plan Am-
protegidas y parques nacionales. Su conservación y biental Ecuatoriano y los Lineamientos para la Estrate-
utilización sustentable se hará con participación de las gia de Conservación y Uso Sustentable de la Biodiver-
poblaciones involucradas cuando fuere del caso y de sidad en el Ecuador. Otro importante instrumento de
la iniciativa privada, según los programas, planes y planificación nacional ha sido la Agenda para el De-
políticas que los consideren como factores de desarro- sarrollo, Plan de Acción del Gobierno 1993-1996,

270
Po l ’ t i c a s B ‡ s i c a s A m b i e n t a l e s d e l E c u a d o r
8.3

RECUADRO 8.5
El principio de soberanía

En el art’culo 3 del Convenio sobre la Diversidad Biol—gica est‡ escrito que: "De conformidad con la Carta
de las Naciones Unidas y con los principios del derecho internacional, los Estados tienen derecho soberano
de explotar sus propios recursos en aplicaci—n de su propia pol’tica ambiental y la obligaci—n de asegurar
que las actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicci—n o bajo su control no perjudiquen al medio
de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicci—n nacional."
Este principio "reconoce el derecho soberano de los Estados de explotar sus propios recursos de acuer-
do a sus propias pol’ticas ambientales. Los derechos soberanos de los Estados son derechos reconocidos ba-
jo el derecho internacional para fines espec’ficos, en este caso para la explotaci—n de recursos. Existe, sin
embargo, dos limitaciones importantes.
En primer lugar, el derecho de explotar los recursos est‡ vinculado a la responsabilidad de asegurar la
protecci—n ambiental transfronteriza. En segundo lugar, el derecho soberano debe ejercitarse tambiŽn de
conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con los principios del derecho internacional."

Fuente: Glowka, Burhenne-Guilmin y Synge (1996).

preparada por el Consejo Nacional de Desarrollo 8.3 Políticas Básicas Ambientales del Ecuador
(CONADE).
Entre las políticas sectoriales, tres son los principa- Las Políticas Básicas Ambientales del Ecuador fueron
les instrumentos de planificación que contienen direc- aprobadas en diciembre de 1993 y establecidas con
trices para la conservación y el uso sustentable de la carácter obligatorio mediante Decreto Ejecutivo no.
diversidad biológica: la Política Forestal y de Áreas 1802, publicado en el Registro Oficial no. 456 del 7
Naturales y Vida Silvestre del Ecuador, la Política Am- de junio de 1994. Fueron el resultado de un proceso
biental para el Desarrollo Sustentable del Sector Agro- de consulta y de un gran esfuerzo de concertación ins-
pecuario del Ecuador, y la Agenda Ecuatoriana de titucional, a escala nacional, en el cual participaron
Educación y Comunicación Ambiental para el Desa- varios sectores de la sociedad ecuatoriana.
rrollo Sustentable. Nueve son los postulados generales de estas polí-
Asimismo, el Convenio sobre la Diversidad Biológi- ticas:
ca (ver 8.13), suscrito y ratificado por el gobierno
ecuatoriano, constituye el principal instrumento de pla- 1. La sociedad ecuatoriana deberá observar per-
nificación nacional en esta materia, puesto que contie- manentemente el concepto de minimizar los
ne un conjunto de objetivos y políticas de carácter vin- riesgos e impactos ambientales negativos,
culante para el país, y la Constitución (ver 8.1), que mientras se mantienen las oportunidades so-
es la norma fundamental del Estado, contiene princi- ciales y económicas del desarrollo sustentable.
pios en favor de la conservación y preservación de la 2. Todo habitante del Ecuador y sus instituciones
biodiversidad y los recursos naturales. y organizaciones públicas y privadas deberán
realizar cada acción, en cada instante, de

271
8.4 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

manera que propenda en forma simultánea a ciedad civil ecuatoriana en la preparación de pro-
ser socialmente justa, económicamente renta- puestas relativas a la gestión ambiental, su ejecución
ble y ambientalmente sustentable. y control; y coordinar los procesos de toma de deci-
3. Las entidades del sector público y privado con- siones jurídicas, institucionales y programáticas rela-
tribuirán a identificar, para cada caso las polí- cionadas con dicha gestión.
ticas o estrategias específicas, las orientaciones Según las Políticas Básicas Ambientales, en el
y guías necesarias, a fin de asegurar una ade- Ecuador existen "áreas estratégicas" (la diversidad bio-
cuada gestión ambiental conjunta. lógica, los bosques y áreas naturales protegidas, los
4. Las consideraciones ambientales deberán estar recursos marino-costeros y los manglares) para las cua-
presentes explícitamente en todas las activida- les deberán establecerse políticas especiales, estrate-
des humanas. gias, programas básicos y acciones prioritarias.
5. La gestión ambiental se fundamentará básica- Estas políticas deben ser aplicadas a través de ins-
mente en la solidaridad, la corresponsabilidad, trumentos específicos de planificación ambiental, de
la cooperación y la coordinación. Criterio simi- estrategias y de proyectos.
lar guiará al Ecuador en su relación con los de-
más países y pueblos del mundo. 8.4 Plan Ambiental Ecuatoriano
6. El Estado ecuatoriano propenderá al estableci-
miento de incentivos de varios órdenes para fa- El objetivo general del Plan Ambiental Ecuatoriano
cilitar el cumplimiento de las regulaciones para (CAAM 1996b), formulado por la Comisión Asesora
la aplicación de iniciativas a los habitantes del Ambiental de la Presidencia de la República (CAAM),
país o sus organizaciones, tendentes a lograr fue implantar un proceso permanente de planificación
una adecuada gestión ambiental. de la gestión ambiental que contribuya al desarrollo
7. El Estado asignará la más alta prioridad, como sustentable del Ecuador. En este proceso debía haber
medios para la gestión ambiental, a la educa- una participación de la sociedad civil puesto que se
ción y capacitación ambientales, a la informa- trataba de fomentar el cambio de actitudes a todo ni-
ción, a la ciencia y tecnología. vel, orientar la actuación de las agencias guberna-
8. El Ecuador mantendrá una permanente actitud mentales, del sector privado, de las organizaciones
de apertura para convenir con otros países for- de la sociedad civil y de las organizaciones no guber-
mas de cooperación y compromisos tendentes a namentales, así como promover la gestión ambiental
lograr la gestión ambiental adecuada y asegu- en el ámbito nacional, regional y seccional.
rar los beneficios que se busquen en conjunto. Los objetivos específicos del Plan son los siguientes:
9. Se dará especial prioridad a la prevención y
control a fin de evitar daños ambientales de la • Formular e implantar un conjunto de políticas
degradación del ambiente y de la contamina- ambientales basadas en las expedidas median-
ción. te el Decreto Ejecutivo 1802, para contribuir al
logro de una gestión ambiental integral que el
Estas políticas deben ser asumidas y cumplidas tanto país requiere para su desarrollo sustentable.
por las instituciones estatales como por las de la socie- • Hacer un diagnóstico de la situación ambiental
dad civil; el Ministerio del Ambiente deberá promover, en el cual se identifiquen los principales proble-
apoyar y vigilar dicho cumplimiento. Además, deberá mas y sus causas, y poder formular propuestas
dirimir los conflictos de competencias institucionales en de políticas y estrategias sectoriales para los si-
relación con la gestión ambiental; realizar las accio- guientes campos de la gestión ambiental: am-
nes pertinentes para lograr una participación de la so- biente natural, ecosistemas frágiles, recursos na-

272
L i n e a m i e n t o s p a r a l a E s t r a t e g i a d e C o n s e r v a c i — n d e l a B i o d i v e r s i d a d
8.5

turales, ambiente humano, actividades produc- legales, institucionales, económicos, de ciencia y tec-
tivas y servicios, y riesgos y desastres naturales. nología, participación de la sociedad civil, educación
• Promover la ejecución de un conjunto de pro- e información. También constan los Principios Básicos
yectos estratégicos que permita la efectiva apli- para la Gestión Ambiental en el Ecuador, los mismos
cación de las políticas ambientales. Algunos de que tienen carácter no vinculante, es decir que com-
los temas de los proyectos son: la sistematiza- prometen solo moralmente a las personas e institucio-
ción y revitalización legal normativa; el fortale- nes. Estos principios abordan aspectos como la solida-
cimiento institucional; la educación y la capaci- ridad, la corresponsabilidad, la participación para lo-
tación; la información y comunicación; la cien- grar la conciliación de intereses, la cooperación y
cia y la tecnología; y el financiamiento para la coordinación, y el equilibrio entre lo social, lo econó-
gestión ambiental. mico y lo ambiental.
• Formular y promover la implantación de un con-
junto mínimo de programas ambientales que 8.5 Lineamientos para la Estrategia de
permitan la real y efectiva aplicación de las po- Conservación y Uso Sustentable de la
líticas y estrategias sectoriales. Estos programas Biodiversidad en el Ecuador
abordarían temas como el de la conservación
del aire puro, agua limpia y suelo sano; la lu- Uno de los más significativos avances después de la
cha contra la contaminación; la protección y el suscripción y ratificación del Convenio sobre la Diver-
uso económico de la biodiversidad; la lucha sidad Biológica fue, sin duda, la creación del Grupo
contra la deforestación; la lucha contra la ero- Nacional de Trabajo sobre Biodiversidad (GNTB), en
sión; el manejo de ecosistemas frágiles, la sa- febrero de 1994. Esto fue el resultado de un proceso
lud y la nutrición para el desarrollo sustentable, participativo para atender coherentemente todos los
la elevación de la calidad de vida de los asen- aspectos relativos a la aplicación de dicho Convenio.
tamientos humanos; el desarrollo petrolero sus- Este Grupo, que actualmente es coordinado por el
tentable; y la prevención y manejo de los ries- Ministerio del Ambiente, elaboró los Lineamientos pa-
gos naturales, desastres y emergencias. ra la Estrategia de Conservación y Uso Sustentable de
• Diseñar y promover la implantación de un con- la Biodiversidad en el Ecuador (CAAM 1995), Me-
junto mínimo de instrumentos y medios que diante estos lineamientos se invita a los organismos cu-
coadyuven al cumplimiento de las políticas, es- ya competencia se relaciona con la gestión ambiental,
trategias, programas y proyectos para la ges- a que adopten medidas para la protección de los eco-
tión ambiental. Los medios se refieren a la crea- sistemas, las especies y los recursos genéticos. El ob-
ción de un sistema para la evaluación de im- jetivo es salvar la biodiversidad remanente e impedir
pactos ambientales; al ordenamiento territorial; la degradación de los ecosistemas naturales o modifi-
a sistemas de unidades administrativas ambien- cados asegurando su adecuado manejo, protección y
tales públicas y privadas; a la cooperación in- restauración e implementando mecanismos de conser-
ternacional para la gestión ambiental; a los in- vación. Dichos lineamientos están orientados a:
centivos para la gestión ambiental y a la ma-
croeconomía ambientalmente sustentable y • La conservación y el uso sustentable de la bio-
cuentas patrimoniales. diversidad.
• La realización de un estudio nacional sobre la
El Plan contiene una matriz donde constan los proble- biodiversidad.
mas centrales de cada área estratégica, las causas y • El fortalecimiento de las estrategias de conserva-
las opciones de políticas, desglosadas según aspectos ción del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

273
8.6 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

• La reformulación de la política forestal. • Eliminar las actividades económicas en áreas


• La armonización de la legislación nacional. protegidas y examinar las concesiones en
• La formulación de la ley de biodiversidad. áreas de gran valor ecológico.
• La elaboración del reglamento de acceso a los • Fortalecer las acciones a través de las cuales se
recursos genéticos. ejecutan las políticas de manejo de áreas natu-
• El fortalecimiento de la base nacional de inves- rales protegidas. Descentralizar el manejo de ta-
tigación de la biodiversidad. les áreas e incorporar a las poblaciones locales.
• Definir y consolidar el plan de diversidad bioló-
8.6 Agenda para el Desarrollo. Plan de Acción del gica y las opciones de aprovechamiento susten-
Gobierno 1993–1996 table.

La Agenda para el Desarrollo, Plan de Acción del Go- Estas directrices fueron aprobadas en el Decreto Ejecu-
bierno 1993–1996 fue elaborada por el desapareci- tivo no. 1854 del 28 de junio de 1994 y constituyen
do Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE 1994) un importante referente político en materia ambiental.
que antes de la reforma constitucional de 1998 esta-
ba presidido por el Vicepresidente de la República. 8.7 Política Forestal y de Áreas Naturales y
Luego de estas reformas, el sistema de planificación Vida Silvestre
económica y social estará a cargo de un organismo
técnico dependiente de la Presidencia de la República La Política Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silves-
y contará con la participación de los gobiernos sec- tre del Ecuador vigente (INEFAN 1995) fue el fruto de
cionales autónomos y de las organizaciones sociales un proceso consultivo de varios años y contiene un
que determine la ley. conjunto de lineamientos, estrategias y acciones clasi-
La Agenda contiene algunas directrices para con- ficadas en función de aspectos sectoriales, ecológi-
trarrestar el deterioro ambiental y el mal manejo de los cos, económicos, sociales, institucionales y legales.
recursos naturales, entre las cuales las siguientes tienen Esta política, que ha sido aprobada, forma parte
una relación directa con la biodiversidad: del mandato legal otorgado al desaparecido Instituto
Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales y de Vida
• Desarrollo de un plan ambiental con énfasis en Silvestre (INEFAN), de proteger la biodiversidad y de-
la política institucional y la determinación de un sarrollar los recursos forestales, con lo cual se busca un
marco legal coherente. equilibrio entre conservación y desarrollo.
• Zonificación agroecológica del territorio nacio- Durante 1999 se revisó la política formulada en
nal, como base para fijar políticas de uso de 1995, de tal manera que los objetivos de la nueva
suelo en función de su potencialidad. propuesta son:
• Definir un marco legal sobre tierras baldías y
colonización con el objeto de impedir la defo- • Detener el proceso de pérdida de los bosques
restación. nativos, a través de la valoración de sus bienes
• Evaluar el problema nacional de los desechos y servicios y la aplicación de mecanismos de
sólidos y afluentes industriales y apoyar la forma- fomento, que propendan al manejo sustentable,
ción de microempresas para la gestión de esos con el fin de mejorar su competitividad con
desechos y tratamiento de aguas contaminadas. otros usos de la tierra.
• Regular y controlar las diferentes fases de la ac- • Conservar y manejar los bosques y recursos de
tividad pesquera, para fomentar una explota- las áreas naturales protegidas, mediante la ge-
ción sustentable. neración de alternativas de uso.

274
Po l ’ t i c a p a r a e l D e s a r r o l l o S u s t e n t a b l e d e l S e c t o r A g r o p e c u a r i o
8.9

• Restaurar las tierras de aptitud forestal sin bos- de la administración forestal del Estado, la terceriza-
que, incorporándolas a los procesos de desa- ción [delegación] de servicios hacia la sociedad civil,
rrollo a través de un masivo programa de fo- pero sobre todo, el entendimiento de que el buen ma-
mento a la forestación. nejo de los recursos naturales depende mucho más de
• Asegurar la participación y gestión de la socie- mecanismos concretos de fomento, antes que de me-
dad civil, en particular la de los pueblos y de canismos de control y protección coercitivos" (Ministe-
las nacionalidades indígenas y negras, en los rio del Ambiente 1999b).
procesos de toma de decisiones, de planifica- Algunas estrategias que tienen una relación más di-
ción y ejecución de programas forestales y de recta con la conservación de la biodiversidad, son:
conservación.
• Crear mecanismos y la base legal que permitan
Algunos textos de la Política Forestal y de Áreas Natu- el cobro por los servicios ambientales que pres-
rales y Vida Silvestre del Ecuador (INEFAN 1995) fa- tan los bosques privados, para compensar di-
vorecen la conservación y el uso sustentable de la bio- rectamente a quienes los protejan.
diversidad. Por ejemplo, allí se dice que dice que se • Otorgar concesiones de uso a las comunidades
debe "Establecer la coordinación y participación de locales que vivan del aprovechamiento susten-
las instituciones involucradas en el tema a fin de dise- table de los manglares y de otros humedales.
ñar una estrategia de investigación, monitoreo y valo- • Facilitar la ejecución de los planes de manejo
ración y protección de la biodiversidad", para lo cual forestal sustentable y del ordenamiento integral
se prevén acciones tales como: evaluar los mercados de las fincas y de los bosques comunitarios y
para productos y servicios de la biodiversidad y esta- exigir su cumplimiento, y en particular favorecer
blecer las posibilidades de acceso o restricción; crear la certificación forestal voluntaria.
programas de investigación sobre la biodiversidad; • Consolidar el proceso de ordenamiento territo-
determinar procedimientos para valorar económica, rial local y regional.
científica, ecológica, genética y culturalmente los pro- • Valorar, promocionar y regular el acceso a re-
ductos y servicios de la biodiversidad; y desarrollar al- cursos genéticos y de la biodiversidad, recono-
ternativas de protección y manejo de recursos biológi- ciendo el conocimiento ancestral de los pue-
cos y genéticos. blos y velando por la distribución equitativa de
los beneficios.
8.8 Estrategia para el Desarrollo Forestal Sustentable • Crear y consolidar un fondo nacional de la con-
servación forestal, para contar con un sistema
La Estrategia para el Desarrollo Forestal Sustentable de financiamiento, ágil y transparente, que uni-
fue elaborada por el Ministerio del Ambiente, durante fique los instrumentos financieros disponibles
1999, con el fin de implementar, en el ámbito fores- para el fomento del manejo sustentable de los
tal, una gestión que permita el manejo de los recursos bosques nativos, de las áreas naturales protegi-
forestales del país. En esta Estrategia se establecen los das y el desarrollo de la forestación.
lineamientos para el aprovechamiento sustentable de
los bosques, salvaguardando su biodiversidad y posi- 8.9 Política Ambiental para el Desarrollo
bilitando un crecimiento económico que propenda a Sustentable del Sector Agropecuario
mejorar las condiciones de vida de la población invo-
lucrada. En el Programa Sectorial Agropecuario del Ministerio
Algunos de los elementos novedosos de la Estrate- de Agricultura y Ganadería se formuló, mediante un
gia propuesta son "la desconcentración de funciones amplio proceso de consulta, la Política Ambiental pa-

275
8.10 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

ra el Desarrollo Sustentable del Sector Agropecuario poner políticas, estrategias y planes de acción. La
del Ecuador (MAG 1999a), la misma que fue publica- Agenda Ecuatoriana de Educación y Comunicación
da en el Registro Oficial no. 38 del 1 de octubre de Ambiental para el Desarrollo Sustentable (MEC et al.
1998. Esta política, elaborada a partir de un amplio 1994) fue preparada justamente con la información
diagnóstico de la situación ambiental del sector es un obtenida durante ese proceso.
esfuerzo muy importante encaminado hacia el desarro- En esta Agenda se estipula que:
llo sustentable. En la misma se definen nueve estrate-
gias operativas para orientar y optimizar el uso de los • El desarrollo sustentable es el centro de todas
recursos naturales renovables y la productividad agro- las preocupaciones educativas del país y, por
pecuaria del país. lo tanto, la educación ambiental debe ser con-
El panorama sobre el estado de los recursos físicos cebida como la herramienta fundamental para
y bióticos del sector, que se obtuvo con el diagnóstico, alcanzarlo. Ello implica replantear la educa-
fue bastante sombrío. Por ejemplo, el uso y manejo ina- ción de modo que responda a las necesidades
decuado de los suelos ha desencadenado procesos del desarrollo sustentable.
erosivos acelerados, la reducción de su fertilidad y el • La educación ambiental estimulará la solidari-
incremento de áreas con procesos de desertificación. dad, la igualdad, el respeto a los derechos hu-
Entre los objetivos específicos de esta política se manos y tendrá como base el pensamiento crí-
contempla dos directamente relacionados con la bio- tico e innovador, en sus expresiones formal, no
diversidad: formal e informal; promoverá la iniciativa auto-
gestionaria y el control ciudadano como ele-
• Proteger la biodiversidad silvestre y reducir la mentos claves para promover el cambio en la
expansión de la frontera agrícola en áreas frá- gestión ambiental de diversos factores sociales.
giles y protegidas. Por lo tanto, se adscribe a los principios suscri-
• Recuperar, conservar y administrar la biodiversi- tos en el Foro Global de Educación para socie-
dad agrícola del país. dades sustentables.
• La dimensión ambiental deberá ser tratada de
8.10 Agenda de Educación y Comunicación manera sistemática en los programas educati-
Ambiental para el Desarrollo Sustentable vos de todos los niveles de formación educati-
va, sin requerir de una asignatura especial. Por
En 1995, el Ministerio de Educación y Cultura, consi- lo tanto, la dimensión ambiental constituye un
derando que la educación ambiental es la condición eje transversal del curriculum.
previa para lograr una cultura en la que se practique • Deberán diseñarse y producirse materiales edu-
el desarrollo integral sustentable, expidió un Acuerdo cativos innovadores, en los que se promueva el
Ministerial que contiene el Reglamento de Educación, conocimiento multidisciplinario de la realidad
Capacitación y Comunicación Ambientales. Hasta ambiental local, nacional e internacional.
ese año, los esfuerzos relativos a la educación am-
biental en el país habían sido aislados y no habían es- LEGISLACIÓN
tado insertos en una política. También prevalecían di-
ficultades para obtener información ambiental de cali- 8.11 La biodiversidad en la legislación nacional
dad científica en las diferentes instancias de los circui-
tos de enseñanza y comunicación. Así, varias institu- Según el artículo 272 de la Constitución concerniente
ciones organizaron un proceso de consulta nacional a la jerarquía del orden jurídico, "la Constitución pre-
para analizar la problemática de tal educación y pro- valece sobre cualquier otra norma legal". Las disposi-

276
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a l e g i s l a c i — n n a c i o n a l
8.11

ciones de leyes orgánicas y ordinarias, decretos-leyes, a concluir que es urgente y necesario expedir un nue-
decretos, estatutos, ordenanzas, reglamentos, resolu- vo marco jurídico. El Ministerio del Ambiente está im-
ciones y otros actos de los poderes públicos deberán pulsando la elaboración y aprobación de las nuevas
mantener conformidad con las disposiciones de la leyes forestal y de biodiversidad. Otra limitación de la
Constitución y no tendrán valor si de algún modo estu- Ley Forestal es que si bien contiene enunciados y ob-
vieren en contradicción con ésta o alteraren sus pres- jetivos de manejo forestal sustentable, no provee herra-
cripciones. mientas que faciliten su aplicación. Según Hans Thiel,
En esa Carta también se dispone, a continuación, Director Nacional Forestal, desde 1995 se ha estado
que la resolución de conflictos entre normas de distin- elaborando una nueva Ley para el Desarrollo Forestal
ta jerarquía estará a cargo de los jueces, tribunales y Sustentable y una propuesta de reformas al reglamen-
autoridades administrativas, a través de la aplicación to de la ley vigente.
del principio de mayor jerarquía. La Ley que Protege la Biodiversidad fue publicada
Adicionalmente, según el art. 273 de la Constitu- en el Registro Oficial no. 35 del 27 de septiembre de
ción, las autoridades deberán aplicar las normas cons- 1996. En ésta, que consta de apenas dos artículos,
titucionales pertinentes aun sin invocación de la parte se define a la biodiversidad como un bien nacional de
interesada. Conforme al art. 274, las normas que es- uso público y se ratifica lo dispuesto en el Convenio
tuvieren en contraposición a los preceptos constitucio- sobre la Diversidad Biológica respecto a los derechos
nales o a los instrumentos jurídicos internacionales de- soberanos del país sobre sus recursos biológicos. Allí
ben ser declarados inaplicables. también se reconoce explícitamente los derechos de
En el Ecuador, los instrumentos jurídicos relaciona- las comunidades indígenas sobre los conocimientos
dos con el sector forestal, de áreas naturales y vida sil- asociados a la biodiversidad. Sin embargo, debido a
vestre son esencialmente la Ley Forestal y de Conser- su brevedad y a que sus artículos son solo de carácter
vación de Áreas Naturales y Vida Silvestre y su regla- declarativo, esta ley es insuficiente para regular todos
mento general de aplicación. Estos cuerpos jurídicos los aspectos relacionados con la conservación y el uso
no tienen disposiciones expresas respecto a los con- sustentable de la biodiversidad.
ceptos de biodiversidad, lo cual se explica porque fue- La legislación con respecto al sector pesquero y
ron promulgados antes de los años 90, cuando el te- bioacuático consta principalmente en la Ley de Pesca
ma de la biodiversidad no había sido conceptualiza- y Desarrollo Pesquero y su reglamento de aplicación,
do ni introducido en la agenda internacional. así como en el reglamento para la cría y cultivo de es-
Así, la diversidad biológica está subordinada al te- pecies bioacuáticas. Estas normas se caracterizan por
ma de las áreas protegidas y, dentro de éste último, al un énfasis en lo productivo antes que en lo protectivo.
tema forestal, cuando debería ocurrir lo contrario, es Esta legislación es también obsoleta y anacrónica ya
decir considerar al recurso forestal como uno de los ele- que hay una falta de correspondencia entre sus dispo-
mentos de la biodiversidad. Por lo demás, el tratamien- siciones y el manejo técnico de la conservación de los
to de la diversidad biológica silvestre en el país única- recursos de la biodiversidad marina y dulceacuícola.
mente se refiere a la flora y la fauna, y deja de lado Al igual que en el sector forestal y de áreas naturales
otros grupos como monera (bacterias), protistas y hon- y vida silvestre, en el pesquero y bioacuático las dis-
gos, y otros niveles como el ecosistémico y el genético. posiciones relacionadas con el tema de la biodiversi-
Tanto la Ley Forestal y de Conservación de Áreas dad no son expresas. Así, mediante analogía e inter-
Naturales y Vida Silvestre como su reglamento general pretaciones extensivas se debe colegir muchas de las
de aplicación adolecen de anacronismo en muchas aparentes intencionalidades relacionadas con la con-
de sus disposiciones. Esto, sumado a las interpretacio- servación de la biodiversidad.
nes extensivas e incluso analógicas de las leyes, lleva En cuanto al sector agropecuario, en la Ley de De-

277
8.12 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

sarrollo Agrario (1994) se ha introducido el concepto ponde a una política regional de independencia polí-
de desarrollo sustentable en lo relativo a las activida- tica frente a la creciente dependencia alimentaria con
des agropecuarias. Esto es importante, desde el punto respecto a los países desarrollados.
de vista jurídico, puesto que suma al ordenamiento ju- El derecho a la alimentación es considerado un de-
rídico disposiciones inexistentes en las leyes anteriores. recho soberano acorde con la dignidad humana. Tam-
Además, existen normas que regulan la investigación bién responde a un afán de protección de un sector
agropecuaria, el control sanitario y la ejecución de es- muy vulnerable a factores externos e intrínsecamente
ta actividad, las mismas que si bien requieren ser revi- dependientes de los factores naturales. Por esto, el te-
sadas, contienen lineamientos básicos que sirven como ma de la seguridad alimentaria está muy ligado al te-
antecedente para ir consolidando una actividad agro- ma ambiental, puesto que se respaldan mutuamente.
pecuaria sustentable. Es necesario además promulgar
una legislación sobre bioseguridad para este sector. Decisión Andina 328. Norma de Sanidad Agro-
Con respecto al sector turístico, en la Ley Especial pecuaria Andina. Registro Oficial Suplemento no. 70
de Desarrollo Turístico existen disposiciones de conser- del 20 de noviembre de 1992. La Decisión 328 cons-
vación en relación con la actividad turística, pero ha- tituye el marco jurídico regulador del sistema sanitario
ce falta precisarlos para evitar conflictos posteriores. en materia agropecuaria de los países miembros de la
Dentro del sector industrial, la actividad minera se Comunidad Andina, que debe ser armonizada con la
encuentra regulada principalmente en la Ley de Mine- legislación sobre sanidad agropecuaria de cada país.
ría, su reglamento general de aplicación y el regla-
mento ambiental para las actividades mineras, que Decisión Andina 344. Régimen Común sobre Pro-
contienen disposiciones relacionadas con la evalua- piedad Industrial. Registro Oficial no. 327 del 30 de
ción y eventual mitigación de los impactos ambienta- noviembre de 1993. La Decisión 344 constituye el
les generados por dicha actividad. Asimismo, existe marco jurídico regulador en materia de propiedad in-
un reglamento para la gestión ambiental dentro de las telectual para los países miembros de la Comunidad
actividades de explotación de petróleo. Andina. El régimen de los derechos de propiedad in-
dustrial debe ser considerado dentro del marco jurídi-
8.12 La biodiversidad en la legislación de la co sobre la biodiversidad, puesto que uno de los ob-
Comunidad Andina de Naciones jetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica es
lograr una participación justa y equitativa de los bene-
El Ecuador es miembro de la Comunidad Andina de ficios que se deriven de la utilización de los compo-
Naciones (CAN), una organización internacional con nentes de la biodiversidad.
capacidad normativa y judicial directa, la cual preva- El régimen común sobre propiedad industrial pue-
lece sobre la legislación nacional de cada país miem- de ser una herramienta para fomentar el uso sustenta-
bro. A continuación se presentan, en orden cronológi- ble de la biodiversidad, pues muchas de sus regula-
co, las decisiones andinas relativas a la conservación ciones protegen inventos que han sido realizados a
y al uso sustentable de la biodiversidad, un comenta- partir de componentes de la diversidad biológica.
rio sobre cada una y el sector más directamente vincu-
lado. Decisión Andina 345. Régimen Común de Protec-
ción a Obtentores de Variedades Vegetales. Registro
Decisión Andina 182. Sistema Andino José Celes- Oficial no. 327 del 30 de noviembre de 1993. La
tino Mutis sobre Agricultura, Seguridad Alimentaria y Decisión 345 constituye el marco jurídico regulador
Medio Ambiente. Registro Oficial no. 611 del 1 de de los países miembros de la Comunidad Andina en
noviembre de 1983. La creación de este sistema res- materia de protección a los obtentores de nuevas va-

278
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a l e g i s l a c i — n i n t e r n a c i o n a l
8.13

riedades vegetales. Las directrices para esta Decisión 8.13 La biodiversidad en la legislación internacional
fueron dadas por el Convenio Internacional para la
Protección de las Obtenciones Vegetales (véase El ordenamiento jurídico ecuatoriano reconoce por dis-
8.13). posición constitucional que todo instrumento jurídico in-
Ha sido regulada en el ámbito nacional mediante el ternacional ratificado por el país prevalecerá sobre las
reglamento de protección a obtentores de variedades leyes y otras normas nacionales. Esto quiere decir que
vegetales, promulgado en el Registro Oficial no. 925 todos los tratados, convenciones, convenios, protoco-
del 15 de abril de 1996. Mediante este instrumento se los y acuerdos sobre el tema de la biodiversidad que
regula aspectos relacionados con el procedimiento ad- han sido ratificados por el Ecuador, forman parte del
ministrativo del otorgamiento del registro de obtentor marco legal vigente para la conservación y el uso sus-
por parte de la autoridad nacional competente. tentable de dicha biodiversidad.
El reglamento designa a la Dirección Nacional Veintidós instrumentos son presentados a continua-
Agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Ganade- ción en orden cronológico, con un comentario sobre
ría como tal autoridad. Sin embargo, la nueva Ley de cada uno y una mención sobre el sector más directa-
Propiedad Intelectual crea la Dirección Nacional de mente relacionado.
Obtenciones Vegetales, como una dependencia del
Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) y la Convención para la Protección de la Fauna, Flora
designa como autoridad para la aplicación de la De- y Belleza Escénica Natural de los Países de América.
cisión 345. Registro Oficial no. 990 del 17 de diciembre de
1943. Esta Convención fue suscrita el 12 de octubre
Decisión Andina 391. Régimen Común sobre Ac- de 1940, en Washington D.C., con el objetivo de
ceso a los Recursos Genéticos. Registro Oficial Suple- proteger y conservar en su ambiente natural a los
mento no. 5 del 16 de agosto de 1996. La Decisión ejemplares de todas las especies y géneros de la flo-
391 es un instrumento jurídico de particular importan- ra y fauna nativa de los países de América, incluyen-
cia en materia de diversidad biológica, ya que esta- do las aves migratorias, para evitar su extinción.
blece las normas fundamentales para los países miem-
bros de la Comunidad Andina en cuanto al acceso a Convenio de Sanidad Agropecuaria entre Colom-
los recursos genéticos. Esta norma, a su vez, está fun- bia, Ecuador y Venezuela. Registro Oficial no. 147
damentada en el art. 15 del Convenio sobre la Diver- del 25 de octubre de 1966. Este Convenio fue suscri-
sidad Biológica. Con la promulgación de esta norma to el 16 de febrero de 1966, en Bogotá, Colombia,
se obtuvo una doble ventaja: con el fin de establecer una estrecha cooperación en
materia de sanidad agropecuaria entre los tres países
1. Se estableció un marco para los principios jurí- y constituir la Organización Bolivariana de Sanidad
dicos sobre el acceso a los recursos genéticos, Agropecuaria (OBSA).
así como un procedimiento general administra-
tivo que deberá ejecutarse para la suscripción Convención para la Protección del Patrimonio
de un contrato de esta naturaleza; y Mundial Cultural y Natural. Registro Oficial no. 581
2. Al constituirse en una norma vinculante para los del 25 de junio de 1974. Esta Convención fue suscri-
países miembros, la legislación en esta materia ta el 23 de noviembre de 1973 en París, Francia, con
será única. Si bien cada país deberá estable- el objeto de proteger el patrimonio cultural y natural de
cer sus reglamentaciones específicas, la base valor universal, único e irremplazable para todos los
legal que prevalece será igual para todos los pueblos del mundo, mediante la creación de un siste-
miembros de la región. ma eficaz de protección colectiva, organizada de ma-

279
8.13 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

nera permanente. La Convención se fundamenta en Convenio Internacional Relativo a la Intervención


que el deterioro o desaparición de un bien cultural o en Alta Mar en Casos de Accidentes que Causen una
natural de valor universal constituye un empobrecimien- Contaminación por Hidrocarburos. Registro Oficial
to nefasto del patrimonio de todos los pueblos del no. 598 del 1 de junio de 1978. Suscrito el 29 de
mundo. noviembre de 1969 en Bruselas, Bélgica, este Conve-
nio tiene como objetivo proteger los intereses de las
Convención sobre el Comercio Internacional de Es- poblaciones de los países suscriptores contra las gra-
pecies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CI- ves consecuencias de un accidente marítimo que cau-
TES). Registro Oficial no. 746, del 20 de febrero de se un riesgo de contaminación del mar y del litoral por
1975. Esta Convención fue suscrita el 3 de marzo de hidrocarburos. El Convenio se aplica en el área marí-
1973, en Washington D.C. Su texto ha sido objeto tima del Pacifico Sudeste, dentro de la zona marítima
de dos enmiendas: la primera realizada el 22 de ju- de soberanía y jurisdicción de las Partes contratantes.
nio de 1979 y la segunda el 30 de abril de 1983.
Tiene como objetivo proteger a las especies animales Convenio Internacional sobre Responsabilidad Ci-
y vegetales en vías de extinción, mediante el control vil por Daños Causados por la Contaminación de las
del comercio internacional de la fauna y flora amena- Aguas del Mar por Hidrocarburos. Registro Oficial no.
zada, muerta o viva y todas sus partes y derivados re- 604 del 9 de junio de 1978. Este Convenio fue sus-
conocibles, a través de la expedición de permisos de crito el 29 de noviembre de 1969 en la ciudad de
importación y exportación. Con un total de 195 Esta- Bruselas, Bélgica, con el objetivo de prevenir y reme-
dos miembros, ésta es una de las Convenciones más diar los daños causados por la contaminación marina
importantes en el ámbito mundial. provocada por los buques petroleros. Al margen de
Para cumplir con sus objetivos, la Conferencia de las iniciativas desarrolladas por la propia industria na-
las Partes del CITES revisa y publica periódicamente viera, los Estados miembros de la Organización han
una lista de las especies amenazadas que deben ser celebrado varios convenios orientados a garantizar la
tomadas en cuenta por los diferentes gobiernos, a fin indemnización de las víctimas.
de prohibir su captura y utilización para la fabricación
de artículos comerciales de carácter turístico, medici- Convenio para la Conservación y Manejo de la Vi-
nal, religioso, entre otros, que incentivan su cacería o cuña. Registro Oficial no. 226, del 21 de abril de
recolección y por ende su desaparición. 1982. Este Convenio fue suscrito en 1969 en La Paz,
Para su aplicación, en la Convención se establece Bolivia, con el propósito de fomentar la conservación
la existencia de autoridades administrativas y científi- y el manejo de la vicuña (Vicugna vicugna). Median-
cas que lleven a la práctica lo designado en la Con- te este Convenio los gobiernos signatarios prohiben,
vención. En el Ecuador, las autoridades administrativas en sus territorios, la caza y comercialización ilegal de
nombradas son el Director Ejecutivo del Ministerio del la vicuña y de sus productos y derivados.
Ambiente, el Director Nacional de Áreas Naturales y
Vida Silvestre, el Jefe del Departamento de Vida Silves- Protocolo para la Protección del Pacífico Sudeste
tre y el Director General de Pesca del Ministerio de Co- contra la Contaminación Proveniente de Fuentes Te-
mercio Exterior, Industrialización y Pesca. Mientras tan- rrestres. Registro Oficial no. 863 del 29 de enero de
to, las autoridades científicas son el Director del Institu- 1988. Este Protocolo fue suscrito el 22 de julio de
to Nacional de Pesca, el Director del Departamento de 1983, en Quito, Ecuador, con el objetivo de estable-
Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Cató- cer mecanismos adecuados para la protección del Pa-
lica del Ecuador y el Decano de la Facultad de Cien- cífico Sudeste contra la contaminación proveniente de
cias Naturales de la Universidad Estatal de Guayaquil. fuentes terrestres. Comprende el área del Pacífico Su-

280
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a l e g i s l a c i — n i n t e r n a c i o n a l
8.13

deste, dentro de la zona marítima de soberanía y ju- de noviembre de 1994. Esta Convención fue suscrita
risdicción de las partes contratantes, así como las el 9 de mayo de 1992, en Nueva York, con el obje-
aguas interiores hasta el límite de las aguas dulces. tivo de mantener las condiciones ambientales del pla-
neta a largo plazo, mediante la cooperación de todos
Convenio Constitutivo de la Organización Latinoa- los países y su participación en una respuesta interna-
mericana de Desarrollo Pesquero. Registro Oficial no. cional efectiva y apropiada, de conformidad con sus
504 del 21 de agosto de 1990. Este Convenio fue respectivas capacidades y sus condiciones sociales y
suscrito el 29 de octubre de 1982 en México D.F, económicas. También pretende lograr la estabilización
México, con el objetivo de constituir la Organización de las concentraciones de gases en la atmósfera que
Latinoamericana de Desarrollo Pesquero. Entre sus ob- producen el efecto invernadero, a un nivel que impida
jetivos están la conservación de los ecosistemas mari- alteraciones peligrosas en el sistema climático, en un
nos y dulceacuícolas y la utilización racional de los re- plazo suficiente que permita que los ecosistemas se
cursos pesqueros. adapten naturalmente al cambio, y al mismo tiempo
permita el desarrollo económico de manera sustenta-
Convenio Internacional para la Reglamentación de ble.
la Pesca de la Ballena. Registro Oficial no. 856 del Por tratarse de un problema mundial, esta Conven-
20 de enero de 1992. Este Convenio fue firmado el ción insta a los países suscriptores a tomar medidas de
2 de diciembre de 1946 en Washington D.C. Su ob- precaución para prever o reducir al mínimo las causas
jeto es promover la protección de las ballenas, espe- del cambio climático y mitigar sus efectos adversos.
cialmente de las especies amenazadas y migratorias Además, tiene vinculación con el Protocolo de Mon-
regulando su aprovechamiento con el fin de recuperar treal sobre emisión de sustancias tóxicas suscrito en
sus poblaciones. 1995.
En los considerandos se reflexiona sobre la protec-
Convención Relativa a los Humedales de Importan- ción de los ecosistemas a escala mundial y sobre el
cia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves efecto invernadero y un calentamiento adicional de la
Acuáticas (Convención de Ramsar). Registro Oficial superficie y la atmósfera terrestre que afectarán no so-
no. 33 del 24 de septiembre de 1992. Esta Conven- lamente a la humanidad sino también a los ecosiste-
ción es conocida como la Convención de Ramsar en mas naturales tanto terrestres como marinos, especial-
alusión a la ciudad de Irán en donde fue suscrita el 2 mente los efectos adversos del ascenso del nivel del
de febrero de 1971. El Ecuador adhirió el 10 de ma- mar sobre las islas y las zonas costeras.
yo de 1990. Este instrumento es de gran importancia
pues en nuestro territorio se encuentra una gran diver- Protocolo para la Protección del Pacífico Sudoeste
sidad de aves (alrededor del 18% de las especies de contra la Contaminación Radioactiva. Registro Oficial
aves del planeta), muchas de las cuales dependen de no. 563 del 8 de noviembre de 1994. Este Protoco-
los humedales. Por ende, la protección de sus hábitats lo fue suscrito el 21 de septiembre de 1989, en Pai-
constituye un imperativo. pa, Colombia, con el objetivo de proteger y preservar
El objetivo de esta Convención es conservar y pro- el área marítima del Pacífico Sudeste, contra la conta-
teger los humedales de importancia internacional, me- minación radioactiva. Su ámbito de aplicación es el
diante la armonización de políticas nacionales y una área marítima del Pacífico Sudeste en el mar territorial
acción internacional coordinada. de las partes contratantes. Establece principios que
propenden a la prevención de los impactos y daños
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre ambientales provocados por la contaminación ra-
el Cambio Climático. Registro Oficial no. 562 del 7 dioactiva en el medio marino.

281
8.13 L a b i o d i v e r s i d a d e n l a s p o l ’ t i c a s y e n l a l e g i s l a c i — n

Protocolo para la Conservación y Administración ción de las tierras secas, que incluyen las praderas se-
de las Áreas Marinas y Costeras Protegidas del Pací- miáridas y los desiertos. Además, se hace un llamado
fico Sudeste. Registro Oficial no. 563 del 8 de no- para que la comunidad internacional movilice recursos
viembre de 1994. Este Protocolo fue suscrito el 21 de financieros considerables, y en pro de la transferencia
septiembre de 1989, en Paipa, Colombia, con el ob- de tecnologías desde las naciones desarrolladas a los
jetivo de proteger las áreas marinas y costeras. Su ám- países en desarrollo.
bito de aplicación son los mares del Pacifico Sudeste, Un elemento fundamental de esta Convención es la
dentro de la zona marítima de las partes contratantes. prevención de las consecuencias, a largo plazo, de la
En el preámbulo se reconoce la necesidad de adop- desertificación como las migraciones multitudinarias,
tar medidas apropiadas para proteger y preservar los la desaparición de especies vegetales y animales, los
ecosistemas marinos y costeros frágiles, vulnerables o cambios climáticos y la necesidad de brindar socorro
de valor natural único y la fauna y flora amenazadas. a las poblaciones en crisis. Cuatro anexos explican en
detalle cómo se pondrá en práctica este acuerdo en
Convenio sobre la Diversidad Biológica. Registro África, América Latina y el Caribe, Asia y el Medite-
Oficial no. 647 del 6 de marzo de 1995. Este Con- rráneo norte.
venio fue suscrito durante la Conferencia de las Nacio-
nes Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, mejor Tratado de Cooperación Amazónica. Registro Ofi-
conocida como Cumbre de la Tierra, realizada en Río cial no. 779 del 12 de septiembre de 1995. Este Tra-
de Janeiro, Brasil, en junio de 1992. El Ecuador lo ra- tado fue suscrito por Bolivia, Brasil, Colombia, el
tificó en febrero de 1993. Este Convenio reconoce la Ecuador, Guyana, el Perú, Surinam y Venezuela el 3
importancia de la diversidad biológica en el manteni- de julio de 1978, en Brasilia, Brasil. Su objetivo es
miento de un sistema de vida sustentable y advierte so- que los países realicen esfuerzos y acciones conjuntas
bre su significativa reducción producida como resulta- para promover el desarrollo armónico de sus respecti-
do de las actividades humanas, y sobre la necesidad vos territorios amazónicos. Mediante éste se promue-
urgente de prevenir y atacar las causas de la pérdida ve la conservación y el uso sustentable de la biodiver-
de especies y ecosistemas en el planeta. sidad de la Amazonía.
Es además el instrumento internacional más com-
pleto para la conservación y el uso sustentable de la Convenio Internacional de las Maderas Tropicales.
biodiversidad y constituye un marco declarativo de Registro Oficial no. 779 del 12 de septiembre de
principios que deben ser desarrollados por las legisla- 1995. Este Convenio fue suscrito el 18 de noviembre
ciones de cada país. En general, existen pocos artícu- de 1983 en Ginebra, Suiza. Sus objetivos son: pro-
los que constituyen derecho sustantivo, es decir, de di- porcionar un marco de cooperación y consulta en
recta aplicación. Un principio fundamental, consagra- cuanto a la economía forestal, fomentar la expansión
do en el art. 3, es el derecho soberano de los países y diversificación del comercio internacional de la ma-
de explotar sus propios recursos en aplicación de su dera tropical, fomentar y apoyar la investigación y el
propia política ambiental. desarrollo con miras a mejorar la ordenación forestal
y la utilización de la madera, y fomentar el desarrollo
Convención de las Naciones Unidas de Lucha con- de políticas encaminadas a la utilización sustentable y
tra la Desertificación. Registro Oficial no. 775 del 6 la conservación de los bosques tropicales y sus recur-
de septiembre de 1995. Esta Convención fue suscrita sos genéticos.
el 17 de junio de 1994, en París, Francia. En ésta se
establece un marco para que los programas naciona- Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de
les, subregionales y regionales combatan la degrada- Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio,

282
L a b i o d i v e r s i d a d e n l a l e g i s l a c i — n i n t e r n a c i o n a l
8.13

Incluido el Comercio de Mercancías Falsificadas (AD- Convenio 169 de la Organización Internacional


PIC). Registro Oficial no. 853 del 2 de enero de del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Paí-
1996. Este acuerdo fue suscrito en diciembre de ses Independientes. Registro Oficial no. 304 del 24
1994 en Marrakech (Marruecos). Su objetivo es redu- de abril de 1998. Este Convenio fue ratificado por el
cir las distorsiones del comercio internacional y los Ecuador en abril de 1998. Allí se recogen algunas de
obstáculos al mismo, teniendo en cuenta la necesidad las demandas planteadas durante varias décadas por
de fomentar una protección eficaz y adecuada de los los pueblos indígenas. Constituye un marco apropiado
derechos de propiedad intelectual y de velar porque para el desarrollo de una legislación secundaria que
las medidas y procedimientos destinados a hacer res- reconozca los derechos fundamentales, individuales y
petar dichos derechos, no se conviertan a su vez en colectivos de estos pueblos y de los afroamericanos
obstáculos al comercio legítimo. En el artículo 27.1 de frente a los recursos naturales y a la biodiversidad. El
este Acuerdo se estipula que los países signatarios de- Convenio promueve el desarrollo de los pueblos indí-
ben otorgar patentes a todas las invenciones, sean és- genas y negros a partir del fortalecimiento de sus va-
tas productos o procesos, en todos los campos de la lores ancestrales y del respeto a su cultura, religión y
tecnología. Sin embargo, en el artículo 27.3 (b) se organización social. Reitera que estos pueblos tienen
permite excluir de la patentabilidad a plantas y anima- derecho a decidir sobre su desarrollo, en la medida
les pero no a microorganismos. También se estipula que éste no afecte sus vidas, creencias instituciones,
que las naciones signatarias deben proteger las nue- bienestar espiritual, posesión y uso de las tierras.
vas variedades de plantas a través de patentes, siste-
mas sui generis o una mezcla de ambos procedimien-
tos.

Convenio Internacional para la Protección de las


Obtenciones Vegetales (UPOV). Registro Oficial no.
70 del 22 de mayo de 1997. Este Convenio fue sus-
crito el 2 de diciembre de 1961, en Ginebra, Suiza.
Luego fue revisado el 10 de noviembre de 1972, el
23 de octubre de 1978 y el 19 de marzo de 1991.
Su objetivo es reconocer y garantizar los derechos de
propiedad del obtentor de una variedad vegetal nue-
va, mediante la creación de la Unión para la Protec-
ción de las Obtenciones Vegetales.

Acuerdo para la Creación del Instituto Interameri-


cano para la Investigación del Cambio Global (IAI).
Registro Oficial no. 188 del 6 de noviembre de
1997. Este Acuerdo fue suscrito el 13 de mayo de
1992, en Montevideo, Uruguay, con el objetivo de
promover los conocimientos y la cooperación científi-
ca regional para investigar el cambio global, median-
te la creación del Instituto Interamericano para la Inves-
tigación del Cambio Global.

283
9
Mecanismos de
financiamiento para
la conservaci—n de
la biodiversidad
Diego Burneo

9.1 Aproximación económica a la crisis del Ecuador en el 2000


9.2 Recursos de la cooperación internacional
9.3 Fondos fiduciarios y de capital de riesgo
9.4 Conversión de la deuda externa
9.5 La oferta de servicios ambientales
9.6 El mecanismo de desarrollo limpio
9.7 Oferta y calidad del agua
9.8 Bellezas escénicas
9.9 Manejo de la biodiversidad y generación de recursos económicos

285
9 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d
A p r o x i m a c i — n e c o n — m i c a a l a c r i s i s d e l E c u a d o r e n e l 2 0 0 0
9.1

e l potencial econ—mico del desarrollo sustentable es inmenso en pa’ses como el


Ecuador, considerado uno de los biol—gicamente m‡s diversos del mundo. Un
modelo de desarrollo de ese tipo coadyuvar’a a la recuperaci—n de las zonas
productivas, a la mitigaci—n de la pobreza, a la diversificaci—n de las fuentes de divisas, al
desarrollo de tecnolog’as y procesos productivos amigables con el ambiente, a la genera-
ci—n de empleo, al flujo de capitales internacionales y al fortalecimiento de la investigaci—n
y educaci—n. En este cap’tulo, que se inicia con una aproximaci—n econ—mica a la crisis del
Ecuador en el 2000, se presentan algunos mecanismos que sirven para captar recursos eco-
n—micos y orientarlos a la conservaci—n de la biodiversidad.

9.1 Aproximación económica a la crisis del Ecuador crementos de ésta se han logrado a través de la am-
en el 2000 pliación de la frontera agrícola, en muchos casos utili-
zando tierras no aptas para esta actividad (Barrera
A fines del siglo XX, el Ecuador está atravesando por 1999).
una profunda crisis. Durante 1999 se observó una La producción agropecuaria de tipo empresarial,
fuerte caída en la actividad económica en casi todos especializada en productos tales como banano, maíz,
los sectores, con un decrecimiento del Producto Interno palma africana, ganado de carne, flores, hortalizas,
Bruto (PIB), en sucres constantes, del orden de 7,3% en frutas o lácteos, se ha beneficiado en gran medida de
relación con 1998, año que tampoco fue bueno pa- las políticas del gobierno central en aspectos cambia-
ra el Ecuador: 0,4% de crecimiento (PNUD 1999a). rios, arancelarios y crediticios. En cambio la produc-
En términos per cápita, la situación fue aún peor, ción de los pequeños productores enfrenta problemas
observándose, en relación con 1998, una tasa de de- relacionados con el acceso a la tierra y al riego, ade-
crecimiento del producto per cápita del 8,8%, una re- más de ser fundamentalmente de subsistencia y depen-
ducción del 11,4% en el nivel de cosumo de los hoga- der de los ingresos no agrícolas de los productores
res, y un acelerado deterioro del salario real (cuadro (Barrera 1999).
9.1). El sector petrolero participa con el 14% en el PIB.
La participación de la producción agropecuaria en El sector terciario, que provee de servicios entre los que
el PIB, durante 1999, fue del 18,4% y se calcula que se cuenta el turismo, representa el 40% del PIB; y la ac-
para el 2000, la participación será del 18% (cuadro tividad turística es una de las más florecientes al mo-
9.2). La productividad agrícola es relativamente baja mento aportando individualmente con el 1,6% del PIB.
comparada con otros países latinoamericanos y los in- La producción manufacturera, en cambio, llegó en

287
9.2 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 9.1
PIB total, PIB per cápita y población (1995–2000)
1995 1996 1997 1998 1999 2000
PIB total (en millones de dólares)a 18.006 19.157 19.760 19.710 13.769 13.315
PIB per cápita (en dólares)a 1.571 1.638 1.655 1.619 1.109 1.053
Población (en millones)b 11,5 11,7 11,9 12,2 12,4 12,6
Fuente: Datos del Banco Central del Ecuador y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
a Hasta 1999 los datos son provisionales, y los de 2000 son proyecciones.
b Hasta junio del 2000.

1990 a representar el 15% del PIB, sin embargo su el índice de desarrollo humano del país entre 1993 y
participación ha venido disminuyendo desde entonces. 1999 retrocedió nueve posiciones, pues pasó del
En un estudio sobre la competitividad de la indus- puesto 64 al 73. Caracteriza a los sectores pobres
tria en el Ecuador, la Federación de Cámaras de In- del Ecuador la deficiente prestación de servicios socia-
dustrias señala que las ramas de mejor desempeño les, déficit y condiciones precarias de vivienda, insufi-
productivo e industrial son, fundamentalmente, ramas ciente cobertura de saneamiento básico, y subempleo
que aprovechan intensivamente los recursos naturales: y desempleo.
camarones congelados, pescado fresco y pescado y La crisis por la que atraviesa el Ecuador puede
moluscos preparados o en conserva; maderas en bru- transformarse en oportunidad si es que mujeres y hom-
to, madera trabajada, chapas y madera terciada o bres del país aprovechamos las potencialidades que te-
plywood; aceites de origen vegetal y productos vege- nemos, tales como nuestra diversidad cultural, los recur-
tales en bruto; sémolas y harinas finas de cereales; ex- sos naturales y todo el conocimiento asociado a éstos.
tractos tintóreos y curtientes; café y sucedáneos del ca- El Ecuador precisa, ahora más que nunca, atraer
fé (PNUD 1999a). la inversión extranjera y negociar créditos blandos pa-
En relación con el empleo1 se puede señalar que, ra detener la sobreexplotación de los recursos natura-
entre 1998 y 1999, el desempleo y el subempleo au- les y de la biodiversidad. Para ello es necesario bus-
mentaron, mientras el empleo pleno cayó significativa- car soluciones innovadoras de corto, mediano y largo
mente. plazo, las cuales deberían estar basadas, en gran me-
En general, el proceso de “modernización” del dida, en el manejo de la biodiversidad. Es imprescin-
Ecuador ha significado un deterioro de la calidad de dible orientar la captación de recursos externos por
vida para la mayoría de la población ecuatoriana, ex- parte del Ecuador, poniendo especial atención en
presado en la expansión y agravamiento de la pobre- aquellas fuentes de financiamiento de tipo "no reem-
za (62% de la población). Según el PNUD (1999a), bolsable" o con un costo fiscal mínimo, así como en el
desarrollo de mecanismos que permitan la venta de
productos y servicios relacionados con la biodiversi-
1. El 30% de la Poblaci—n Econ—micamente Activa del Ecuador se ocupa en el sec- dad, tanto en el ámbito interno como en el externo.
tor primario, el 20% en el sector secundario y el 50% en el sector terciario. El sector
primario comprende aquellas empresas cuyas actividades se relacionan con la pro-
ducci—n de materias primas para la industria o alimentos que no requieren elabora- 9.2 Recursos de la cooperación internacional
ci—n para su consumo (agr’colas, ganaderas, pesqueras, minerales y forestales). El
sector secundario lo conforman aquellas empresas que transforman materias primas
en productos elaborados (tejidos, calzados, electrodomŽsticos, construcci—n de vi- La cooperación internacional ofrece importantes mon-
viendas, autom—viles, etc.) y las que producen maquinaria y equipo para elaborar tos de recursos otorgados por organismos internacio-
otros bienes. El sector terciario agrupa a la empresas que brindan servicios produc-
tivos (comercio, transporte, banca, publicidad, turismo, educaci—n, salud, etc.). nales, gobiernos amigos, organizaciones no guberna-

288
Fo n d o s f i d u c i a r i o s y d e c a p i t a l d e r i e s g o
9.3

CUADRO 9.2
PIB total y agrícola
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
PIB total
(en millones de dólares) 16.880 18.006 19.157 19.760 19.710 13.769 13.315
PIB agricultura, silvicultura,
caza, pesca (en millones de dólares) 2.016 2.147 2.279 2.389 2.375 1.673 1.492
PIB agricultura, silvicultura, caza,
pesca (porcentaje del PIB total
millones de sucres de 1975) 17,1 17,2 17,5 17,6 17,3 18,4 18,0
Fuente: Datos del Banco Central del Ecuador.
Nota: Los datos hasta 1999 son provisionales y los de 2000 son previsiones.

mentales y empresas que son canalizados a través de Las principales fuentes institucionales de donaciones
convenios de cooperación bilateral y multilateral. Estos y préstamos son: los bancos internacionales (por ejem-
financiamientos son generalmente de carácter no plo el Banco Mundial o el Banco Interamericano de
reembolsable o sus condiciones son blandas. En Amé- Desarrollo); las organizaciones internacionales, entre
rica Latina, los países que más se benefician de la éstas las no gubernamentales como la Unión Mundial
cooperación internacional son Chile, Brasil y México, para la Naturaleza (UICN), Conservation International,
mientras que otros como el Ecuador han aprovechado The Nature Conservancy o el Fondo Mundial para la
menos las oportunidades de financiamiento no reem- Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés); y algunos
bolsable o de bajo costo. En 1997 el Ecuador recibió fondos creados con el fin de financiar la conservación
US$ 96,4 millones no reembolsables, mientras que de la biodiversidad, como el Fondo para el Medio Am-
Chile en promedio habría captado alrededor de US$ biente Mundial (GEF por sus siglas en inglés).2 Asimis-
400 millones en ese mismo año, pese a que ese país mo, existe financiamiento proveniente de los gobiernos
presenta un ingreso nacional per cápita cinco veces de los países desarrollados (denominado cooperación
mayor al ecuatoriano. bilateral) tales como Alemania, Japón, Holanda, Cana-
Varias son las causas que podrían explicar la es- dá, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Finlandia, Espa-
casa utilización de los recursos externos en el Ecua- ña, entre otros, y de la Unión Europea. Finalmente, al-
dor. Entre éstas se cuentan la falta de capacidad téc- gunas agencias especializadas del sistema de las Na-
nica para la formulación de proyectos, la inadecuada ciones Unidas, como el Programa para el Desarrollo
ejecución de los mismos, la discontinuidad o cambio (PNUD), la Organización para la Agricultura y la Ali-
de orientación en la gestión administrativa, los resulta- mentación (FAO por sus siglas en inglés) o el Fondo pa-
dos poco satisfactorios de los proyectos frente a los ra la Educación y la Cultura (UNESCO por sus siglas
desembolsos efectuados anteriormente, el incumpli- en inglés), también proveen de recursos. A este tipo de
miento en el pago de la contraparte local, al igual cooperación se la conoce como multilateral.
que la escasa y deficiente difusión de las ofertas de fi-
nanciamiento. 9.3 Fondos fiduciarios y de capital de riesgo
(venture capital)

2. Este Fondo tiene recursos que est‡n destinados a financiar proyectos cuyo obje- Los fondos fiduciarios representan una importante fuen-
tivo sea disminuir los efectos o corregir los problemas ambientales globales, princi- te de financiamiento de los sistemas de áreas protegi-
palmente el cambio clim‡tico, la reducci—n de la capa de ozono de la atm—sfera, la
pŽrdida de la biodiversidad y la poluci—n de las aguas internacionales. das y de otros proyectos de conservación de la biodi-

289
9.3 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

versidad. Éstos generalmente se crean con donaciones ciamiento de iniciativas conservacionistas innovado-
nacionales o internacionales. El Ecuador ha estableci- ras. Una alternativa para la captación de este tipo de
do, por ejemplo, el Fondo Ambiental Nacional (FAN), recursos son los llamados Fondos de Capital de Ries-
mientras en Honduras durante los últimos años, aproxi- go (en inglés "Venture Capital Funds"), que tienen co-
madamente el 75% del presupuesto dedicado a las mo objetivo potenciar ideas y empresas de gran futu-
áreas protegidas procede del Fondo Hondureño para ro. Existen casi en todas las ramas de la actividad hu-
la Protección del Medio Ambiente. Bolivia estableció mana, desde el ambiente hasta la producción de alta
un Fondo Fiduciario para el Sistema Nacional de tecnología. La ventaja de estos fondos radica en que
Áreas Protegidas, en 1993, con un capital inicial de no se trata de préstamos a los proyectos, sino de ca-
un millón de dólares otorgado por la Agencia Suiza pital de riesgo compartido. Como ejemplos de estos
de Cooperación para el Desarrollo; Belice y Jamaica fondos se puede mencionar EcoEnterprises Fund, crea-
también han instalado fondos fiduciarios para sostener do recientemente para proyectos a ser financiados en
sus sistemas de unidades de conservación. América Latina, incluido el Ecuador; Environmental
Los flujos privados de capital, al contrario que los Priority Business Advisory Services Inc., que fue funda-
de la cooperación internacional, se han incrementado do en 1997 como una firma consultora internacional
significativamente y la tendencia es que lo sigan ha- que maneja capitales de riesgo para proyectos am-
ciendo. Los mismos llegaron a US$ 256.000 millones bientales en Latinoamérica y el Caribe; Environmental
en 1997, sobrepasando los US$ 247.000 millones Enterprises Assistance Fund (EEAF), que es una organi-
de 1996 (Banco Mundial 1997). zación sin fines de lucro que provee capital de riesgo
Numerosos fondos nacionales e internacionales de largo plazo para negocios ambientales en países
han sido creados con el objetivo de facilitar el finan- en desarrollo; en México, EEAF invirtió en acciones en

290
C o n v e r s i — n d e l a d e u d a e x t e r n a
9.4

una “joint venture” mexicana-francesa que trabaja en


la zona de amortiguamiento de la reserva de biosfera
en la costa oeste de Baja California, para vender os-
tras a México, Canadá, Estados Unidos y Asia. En
Costa Rica, EEAF proveyó un crédito para que una
compañía maderera, que utiliza métodos sustentables
y que fabrica puertas con certificación verde, adquie-
ra más tierras. EEAF invierte en negocios relacionados
con la agricultura, forestación, acuicultura, turismo,
energía renovable, eliminación de contaminación y re-
ciclaje. Financia entre US$ 200.000 y US$1 millón
que puede ser crédito o acciones. Otro “venture capi-
tal” es BHP América Latina dedicado a la promoción
de inversiones empresariales y ambientales.

9.4 Conversión de la deuda externa

La conversión de deuda es un mecanismo que está vi-


gente, en el Ecuador, desde 1984. Entre ese año y
1987, las operaciones de conversión se realizaron
para financiar proyectos de compensación de pasivos
de la banca privada ecuatoriana con el Banco Cen-
tral. A partir de 1988, en el Ecuador se han realiza-
do operaciones de conversión destinadas a proyectos
sociales y ambientales mediante las regulaciones de
la entonces Junta Monetaria. Los primeros beneficia-
dos fueron la Fundación Natura y la Conferencia Epis-
copal Ecuatoriana.
El canje de deuda por naturaleza es un mecanis-
mo de financiamiento de proyectos ambientales que basado en la convicción de que los problemas am-
fue acogido, con mucho entusiasmo, en los medios bientales y sociales están íntimamente relacionados
conservacionistas cuando surgieron los resultados de con la deuda de los países en vías de desarrollo, y de
las primeras experiencias desarrolladas. Consiste en que es necesario reducir el peso de la deuda para
la compra (con un descuento) de una porción de la que en estas naciones se practique el desarrollo sus-
deuda comercial de un país en vías de desarrollo, por tentable. Hasta el 31 de diciembre de 1993, el mon-
parte de algún interesado, generalmente una organi- to total de conversión de deuda externa por proyectos
zación no gubernamental (ONG) internacional. La sociales y de protección ambiental ascendió a US$
condición impuesta estipula que el gobierno, en lugar 102 millones.
de pagar a la ONG acreedora del tramo de deuda, Estas operaciones de conversión permiten incre-
financia a una ONG nacional para que ejecute un mentar el capital original de la donación, con lo cual
proyecto de conservación. El recurso nacional queda también se beneficia el plan de inversiones del proyec-
depositado en forma de fondo de fideicomiso o es to. Este hecho hace que las instituciones cooperantes
transformado en nuevos bonos. Este mecanismo está internacionales prefieran asignar sus recursos en los

291
9.4 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

RECUADRO 9.1
Conversión de deuda externa en el Ecuador

A partir de 1988, en el Ecuador se han realizado operaciones de conversi—n de deuda por proyectos sociales
y ambientales mediante la expedici—n de regulaciones de la Junta Monetaria, de aplicaci—n general o espe-
cial, que definen al mecanismo en todos sus aspectos: tipo de deuda, tipo de proyectos que pueden ser finan-
ciados, precio de reconocimiento de la deuda (precio de las conversiones), forma de pago por parte del
Banco Central del Ecuador del valor de conversi—n, requisitos que deben cumplir los proyectos con el fin de
que sean calificados como elegibles al mecanismo, instituciones encargadas de la calificaci—n de los proyec-
tos y de la aprobaci—n de las operaciones; y auditor’a del funcionamiento de los proyectos, entre las m‡s
importantes.
En un principio, las autoridades monetarias concedieron autorizaciones individuales de conversi—n de
deuda externa para obras de car‡cter social, mediante resoluciones aisladas de la Junta Monetaria. Los
primeros beneficiarios fueron la Fundaci—n Natura, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y la Fundaci—n
General Ecuatoriana. Con la experiencia de estas tres entidades, la Junta Monetaria ha dictado dos regula-
ciones sucesivas que tienen como objetivo ampliar el mecanismo hacia otros sectores.

países que promueven este tipo de programas, pues se no de ese país. En 1997, el Ecuador emitió Eurobonos
logra un mayor provecho financiero para el proyecto. por US$ 350 millones a cinco años plazo y por US$
Hasta 1992, el mecanismo de conversión de deu- 150 millones a siete años plazo. Tanto los Eurobonos
da en el Ecuador había sido exclusivo para la deuda como los bonos Brady pueden ser recomprados por el
refinanciada por el país con la banca acreedora inter- Estado o cualquier entidad nacional o extranjera en el
nacional y que había sido registrada en el Banco Cen- mercado financiero secundario, lo cual posibilita desa-
tral (Acuerdo de Consolidación). El 20 de enero de rrollar proyectos de conversión de deuda.
1992 el Ecuador suscribió la Minuta del Quinto A principios del siglo XXI, el contexto es favorable
Acuerdo con el Club de París; el país también ha rea- para retomar este tipo de operaciones. Sin embargo,
lizado operaciones de conversión de la deuda bilate- la posibilidad de que el país se beneficie de esta fuen-
ral oficial que mantiene con los países miembros de te alternativa de financiamiento de proyectos depen-
ese organismo (Fierro-Renoy 1994). de, exclusivamente, de la decisión y oportunidad con
En marzo de 1992 se realizó la primera conver- las que se actúe en el cumplimiento de los convenios,
sión, la misma que fue por el 100% del monto adeuda- y de los resultados del proceso de renegociación de
do a Bélgica (US$ 6,8 millones) para proyectos de de- la deuda.
sarrollo campesino. En diciembre de 1993 se concretó Los proyectos que actualmente encuentran mayor
una operación del 100% del saldo adeudado a Suiza apoyo internacional son los ambientales, pues coad-
(34,9 millones de francos) y 26,2 millones de francos yuvan al logro de los requerimientos que los países de-
de la banca comercial suiza comprados por el gobier- sarrollados deben cumplir como compensación por
sus elevados niveles de contaminación. Además, las
empresas privadas pueden conseguir importantes cré-
3. VET = VUD + VUI + VO + VE; donde: VET = valor econ—mico total, VUD = ditos tributarios, exoneraciones de ciertos tributos y
valor de uso directo, VOI = valor de uso indirecto, VO = valor de opci—n, y VE =
valor de existencia. una publicidad mundial de sus productos.

292
L a o f e r t a d e s e r v i c i o s a m b i e n t a l e s
9.5

CUADRO 9.3
Valor del cambio de temperatura y precipitación en diferentes localidades de la Costa y
de la Sierra
Localidad Valor del cambio de la Valor del cambio
temperatura (porcentajes) de la precipitación
Promedio Mínima Máxima
Sierra
Quito 1,5 2,4 1,3 -1,3
Tulcán 1,6 0,9 1,9 9
Ibarra 1,6 1,2 1,1 -1,8
Cotopaxi 1,5 0,8 0 -15
Ambato 0,5 2,8 2,3 -8
Baños 1 2,3 0 18
Riobamba 1,5 1,7 1,3 25
Loja 0,7 1,3 1,3 24
Costa
Portoviejo 0,5 0,8 1 -36
Ancón 0,1 -50
Guayaquil 1 2 1,3 -37
Milagro 0,8 0,6 -0,2 -46
Babahoyo 0,6 0,2 0,2 -2
Machala 0,8 -24
Fuente: Cáceres (1998).

9.5 La oferta de servicios ambientales el valor de los servicios ambientales fuese incluido o
contabilizado en el Producto Interno Bruto mundial, és-
Durante los años 90 ha aumentado el interés interna- te debería ser sustancialmente mayor.
cional y el de la sociedad ecuatoriana por identificar Todo el trabajo empírico que se ha venido realizan-
y valorar las funciones y los servicios que producen los do hasta el momento, tanto en valoración ambiental co-
ecosistemas, con el fin de fortalecer las decisiones de mo en las diferentes metodologías que podrían ser uti-
política económica y ambiental de cada país. En un lizadas para el efecto, no ha permitido llegar a un con-
estudio desarrollado por Costanza et al. (1998) para senso ni sobre los mecanismos y los valores que pue-
identificar los servicios de los ecosistemas y su funcio- den ser imputables a los diferentes servicios ambienta-
namiento a escala mundial, se indica que los servicios les, ni sobre las condiciones bajo las cuales estos valo-
ambientales son críticos para el funcionamiento del res podrían ser generalizados para ciertos hábitats. Por
sistema de vida del planeta, pues contribuyen, direc- lo tanto, en este capítulo se utilizarán algunas de estas
ta e indirectamente, al bienestar humano y, por lo tan- valoraciones sin emitir criterios sobre cuáles son más
to, representan parte del valor económico total (VET) precisas, o cuáles han utilizado los mejores métodos de
del planeta.3 En este estudio se calcula que el valor valoración.
de los servicios ambientales (fuera del mercado) es Las fallas del mercado al internalizar los beneficios
cercano a los US$ 33 billones por año, lo cual se po- de la conservación o, en su defecto, los costos de la
dría comparar con un producto planetario bruto cerca- degradación ambiental, vuelven ineficientes los méto-
no a los US$ 18 billones anuales. Esto indica que si dos actuales de valorización, con costos de oportuni-

293
9.6 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 9.4
Ecuador: emisión de gases que causan el efecto invernadero, según fuentes de origen, 1990 (en
toneladas)
Gases emitidos

Fuente Dióxido de Metano Óxido nitroso Óxidos derivados Monóxido de


carbono (CO2) (CH4) (N20) (NOx) del nitrógeno (NOx)carbono (CO)
Energía (quema de
combustibles +
emisiones fugitivas) 18.878 41,1 0,5 85,9 615,6
Procesos industriales 1.150
Agricultura 398,4 0,1 2,7 62,9
Cambio 13.195 60,7 0,4 15,1 530,9
Desperdicios 64,0
Total 33.223 564,2 0,98 103,7 1.209,4
Fuente: Cáceres (1998).

dad subestimados por los propietarios de la tierra. Es- tinúa como hasta ahora, se calcula que se emitirá un
ta situación crea la equivocada percepción de que la billón adicional en los próximos cincuenta años. Esta
conservación representa un alto costo y un sacrificio tendencia permite prever grandes pérdidas económi-
de las oportunidades económicas expresadas en los cas causadas por el cambio climático, a menos que se
usos tradicionales de la tierra. Tal distorsión, a su vez, tomen correctivos urgentes (Totten 1999).
implica un particular reto para el Ecuador, que presen- Actualmente la concentración de emisiones de dió-
ta altas tasas de crecimiento de la población y una xido de carbono (CO2) es tan grande que esta situa-
acelerada demanda de tierra para dedicarla a la pro- ción fue analizada por el Grupo Intergubernamental
ducción tradicional. Bajo esa presión, la inhabilidad de Expertos sobre Cambio Climático (GIECC); sus
de generar beneficios directos de la conservación, así proyecciones sobre las emisiones de gases que cau-
como el carecer de mecanismos eficientes y oportunos san el efecto invernadero (GHG por sus siglas en in-
de valoración económica-ambiental, fácilmente pue- glés) indican que hasta el año 2100 habrá un aumen-
den hacer que las áreas naturales, de las cuales la so- to de 1–3,5ºC en las temperaturas medias mundiales,
ciedad obtiene una serie de beneficios ambientales y lo que equivale a una elevación superior a las varia-
económicos intangibles, sean alteradas y cambiadas ciones de temperatura registradas en el mundo duran-
a otros usos para satisfacer los intereses locales y de te los últimos 10.000 años (PROFAFOR-FACE 1999).
corto plazo. Desde el punto de vista práctico, el cos- Esta preocupante situación también está ocurriendo en
to de controlar y mantener el capital ambiental bien el Ecuador. Las mediciones realizadas en distintas ciu-
podría aproximarse al valor de los flujos de los servi- dades indican que se ha incrementado el valor prome-
cios derivados del mismo. dio de las temperaturas mínimas en 1,4°C, y en las
máximas en 1°C; estas variaciones de temperatura se
9.6 El mecanismo de desarrollo limpio pueden asociar a una reducción promedio de 9,3%
en las precipitaciones (cuadro 9.3).
Como producto de la actividad humana se han emiti- El servicio ambiental que brinda la vegetación del
do más de 300.000 millones de toneladas de carbo- bosque consiste en producir oxígeno mediante el pro-
no durante el siglo XX y, si la actividad productiva con- ceso de fotosíntesis, por medio del cual el dióxido de

294
L a o f e r t a d e s e r v i c i o s a m b i e n t a l e s
9.6

RECUADRO 9.2
El Protocolo de Kioto

En el Protocolo se prevŽ tres mecanismos de ejecuci—n cooperativa que los pa’ses industrializados signata-
rios pueden usar para complementar sus acciones nacionales relacionadas con los compromisos adquiridos
para la reducci—n de la emisi—n de gases que causan el efecto invernadero. ƒstos son:

¥ El mecanismo de implementaci—n conjunta (joint implementation), un enfoque basado en proyectos,


que faculta a los pa’ses industrializados a financiar programas de reducci—n de gases que causan el efec-
to invernadero en otros pa’ses, para recibir, a cambio, unidades de reducci—n de emisiones respaldadas
por las emisiones no realizadas por el otro pa’s (art. 6).
¥ El mecanismo de desarrollo limpio, el cual permite a los pa’ses desarrollados acumular certificados de
reducci—n de emisiones (CER por sus siglas en inglŽs) en retorno al financiamiento de proyectos que
incluyan actividades de reducci—n de carbono en pa’ses en v’as de desarrollo y que coadyuven al desa-
rrollo sustentable de dichas naciones (art. 12).
¥ La negociaci—n de emisiones internacionales (international emission trading), que faculta a los pa’ses
industrializados signatarios a negociar la reducci—n de emisiones de gases que causan el efecto inverna-
dero, para complementar los compromisos adquiridos, por lo que los pa’ses que reduzcan sus emisio-
nes m‡s all‡ de la cuota acordada en el Protocolo podr‡n vender a los pa’ses que han emitido en exce-
so de la cuota (art. 17).

Fuente: Totten (1999).

carbono del aire es fijado como biomasa orgánica. De nacional. Hasta marzo de 1999, 84 países habían
tal forma, la acumulación excesiva de dióxido de car- ratificado el Protocolo de Kioto (véase recuadro 9.2) y
bono se reduce y, por lo tanto, disminuye el efecto in- muchos ya han implementado el cobro de fuertes im-
vernadero, cuyas consecuencias económicas y huma- puestos por la emisión de carbono a la atmósfera. En
nas podrían ser incalculables (Castro y Arias 1998). Dinamarca, por ejemplo, se implementó un sistema de
Un punto muy importante a considerarse es que la de- restricción a la contaminación y otro para transar cer-
forestación de los bosques tropicales, especialmente tificados de contaminación. Algunos estados de los Es-
los de la Amazonía, contribuye significativamente a la tados Unidos han hecho lo propio y el Congreso de
emisión de dióxido de carbono. Las cifras de emisión ese país está analizando una legislación para forzar
de gases de diferente origen, en el Ecuador, y las a las corporaciones a tomar acciones tempranas para
fuentes que los emanan constan en el cuadro 9.4. En la reducción de sus emisiones de carbono.
el informe del GIECC se señala que las emisiones ne- Todas las alarmantes cifras calculadas para valorar
tas de estos gases ocasionadas por los cambios en el los desastres directos causados por el calentamiento
uso de la tierra y por la actividad forestal, han sido cal- global se potencian cuando se analizan otras conse-
culadas en aproximadamente 1,6 gigatoneladas cuencias negativas del efecto invernadero, no conside-
anuales (PROFAFOR-FACE 1999). radas en estos análisis, tales como la emigración de
Frente a esta situación, los gobiernos están desa- las personas afectadas y la consecuente colonización
rrollando acciones a escala nacional, regional e inter- y deforestación de los bosques, la pérdida irrecupera-

295
9.6 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

ble de especies, tanto animales como vegetales, con rea. En general, después de 50 años se llega a un
lo que se pondría en más riesgo la capacidad de los 75% de la biomasa total de un bosque, lo que quiere
ecosistemas de proveer sus servicios a la humanidad. decir un promedio anual de 10 toneladas métricas por
El carbono puede ser almacenado, al proteger los hectárea (Medina y Mena 1999).
bosques naturales, al aprovechar sustentablemente los En los páramos, debido al clima y a las condicio-
recursos forestales y no forestales o al transformar las nes del suelo (hasta dos metros de suelo orgánico), se
tierras degradadas en plantaciones de árboles y reali- encuentra una gran cantidad de carbono almacenado
zando agroforestería en las fincas. que equivaldría a unas 1.700 toneladas de carbono
La cantidad de carbono que puede ser fijada de- por hectárea. Así, si se considera el servicio de alma-
pende del tipo de bosque, y el almacenamiento varía cenamiento de carbono, este ecosistema podría ser
entre 300 y más de 1.000 toneladas métricas de car- aun más importante que el bosque tropical (Medina y
bono por hectárea. Este elemento se fija más en los Mena 1999).
bosques que están creciendo; uno maduro fija, en pro- Las empresas que usan intensivamente combustibles
medio, 600 toneladas métricas de carbono por hectá- fósiles y tienen una gran necesidad de reducir sus emi-
siones en el corto plazo, podrían obtener beneficios in-
mediatos financiando proyectos de protección y preser-
4. En el documento de Ellerman, Jacoby y Decaux (1999) se analizan dos casos adi- vación de bosques. Alternativamente, aquellas compa-
cionales dentro de los requerimientos del Protocolo de Kioto. El primero hace refe-
rencia a un escenario de autarqu’a donde los pa’ses no pueden transar "derechos de
ñías que persiguen lograr reducciones de las emisiones
contaminaci—n" entre s’, y, en el segundo caso, se revisa la posibilidad de transar de carbono en el futuro, pueden optar por plantaciones
permisos de contaminaci—n solo entre los pa’ses miembros del Anexo I del Protoco-
forestales que ofrecerán beneficios a mediano plazo,
lo. En el primer caso, el costo total de la captura de carbono ascender’a a US$ 120
billones y, en el segundo, el precio de equilibrio de mercado es de US$ 127/ton. utilizando el mecanismo de implementación conjunta.

296
L a o f e r t a d e s e r v i c i o s a m b i e n t a l e s
9.6

RECUADRO 9.3

Ingresos por la protección y oferta de agua: las experiencias del Fondo


para la Conservación del Agua (FONAG) y de la Empresa de Teléfonos,
Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA)

A travŽs del Programa FONAG de la Empresa Municipal de Agua Potable de Quito (EMMAP-Q), se ha creado
un fideicomiso que servir‡ para la protecci—n de las cuencas y fuentes de agua. Tiene un fondo semilla de
500 millones de sucres (aproximadamente US$ 40.000). A partir de enero del 2000 recibe un aporte del 1%
de los ingresos de la EMMAP-Q en lo referente a agua potable (no incluye alcantarillado), con lo cual ingre-
sar‡n al fondo aproximadamente US$ 10.000 mensuales. Se espera que los rendimientos permitan financiar
proyectos de protecci—n, especialmente de las laderas de las cuencas de importancia h’drica. TambiŽn se ha
planificado implementar una ordenanza municipal, para el pago de una tarifa al consumo de agua potable y
de uso industrial.
La Direcci—n de Gesti—n Ambiental de la Empresa de TelŽfonos, Agua Potable y Alcantarillado, (ETAPA)
de la ciudad de Cuenca mantiene, desde 1998, una tasa impl’cita para la protecci—n de las fuentes de agua.
Esta tasa (6,58% de los ingresos brutos por concepto de agua y alcantarillado) cubrir’a, en el a–o 2000, el
80% de los gastos de protecci—n de las zonas de reserva generadoras de agua (aproximadamente 4.000 mil-
lones de sucres o US$ 160.000). Actualmente, ETAPA est‡ intentando explicitar la tasa del 6,58% para que
aparezca en la planilla de cobro y poder iniciar una sensibilizaci—n de la poblaci—n de Cuenca.

Fuentes: Entrevistas con Carlos Land’n, Director de Ambiente de la EMAAP-Q y encargado del programa
FONAG, y con Pablo Lloret, Director de Gesti—n Ambiental de ETAPA.

Ellerman, Jacoby y Decaux (1998) mencionan que tos de reducción de la deforestación, un mínimo de
si se permite el libre comercio de los permisos de con- 320 millones de toneladas de dióxido de carbono y
taminación con los países que no son miembros del un máximo de 640 millones en el período
Anexo I del Protocolo de Kioto, el precio de equilibrio 1990–2050 (Trexler y Haugen 1995). Esto quiere de-
de mercado (clearing market price) sería de US$ 24 cir que aun si las posibilidades del Ecuador fuesen tan
por cada tonelada métrica de carbono emitida a la at- bajas como se señala en ese estudio, se podrían ge-
mósfera. Así, el costo total de reducción de la emisión nerar entre US$ 106 millones y US$ 213 millones
de carbono, para cumplir con el Protocolo, se reduci- anuales tan solo por captura de carbono, utilizando
ría de US$ 120 billones, en caso de autarquía,4 a un precio promedio de mercado de US$ 20 por tone-
US$ 11 billones en el comercio globalizado. Con ese lada métrica fijada.
precio de equilibrio, el 71% del compromiso, acorda- Para los proyectos de implementación conjunta pue-
do por los países miembros del Anexo I, sería cumpli- de existir un financiamiento directo, en cuyo caso el do-
do con la importación de los permisos. nante corre con toda la inversión, pero puede usufruc-
Asumiendo supuestos bastante realistas sobre ca- tuar de todo el servicio de captación de carbono. Tal
lendarios para la implementación de proyectos fores- es el caso del Programa FACE de Forestación (PROFA-
tales en diferentes países, se señala que entre los 20 FOR–FACE) que, en el Ecuador, ya ha promovido la re-
países tropicales más significativos, el Ecuador podría forestación de miles de hectáreas en la Sierra y están
capturar, a través de nuevas plantaciones y de proyec- empezando a hacerlo en la Costa.

297
9.7 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

y Cuenca. El deterioro de la calidad y de la cantidad


del agua tiene implicaciones muy graves tales como la
erosión, sedimentación (especialmente para las repre-
sas hidroeléctricas), escorrentías, inundaciones y se-
quías, que reflejan la alteración del clima local.
Parte de las funciones de producción, almacena-
miento y regulación del agua realizadas por los bos-
ques y otros ecosistemas, consiste en proveer un flujo
de recursos hídricos a la sociedad, que puede ser in-
terrumpido por las acciones humanas, por ejemplo,
usando el suelo en las zonas de influencia y en las la-
deras de las cuencas de importancia hídrica. Pese a
que prácticamente no existen valoraciones de este re-
curso en el Ecuador, basta hacerse algunas preguntas
para entender su valor económico: ¿cuánto estaría
usted dispuesto a pagar para que las fuentes de agua
de una ciudad no desaparezcan o se contaminen?,
¿cuánto le costaría al país y a sus habitantes, en tér-
minos de impuestos, que la vida útil de un proyecto hi-
droeléctrico se reduzca a la mitad por el incremento
desmedido de la sedimentación ocasionada por la
destrucción de los bosques aledaños?
De todas maneras, la estabilidad de la oferta de
agua (cantidad y calidad) no tendría valor si no exis-
tiesen personas dispuestas a pagar por ella. Chomitz
y Kumari (1995) realizaron un estudio de los benefi-
cios domésticos que proveen los bosques tropicales
haciendo énfasis en los derivados de los recursos hí-
Un financiamiento indirecto se obtiene cuando el dricos. Allí mencionan que en el Ecuador se podría
proyecto vende los derechos de contaminación en una obtener aproximadamente US$ 5 por hectárea por
bolsa de carbono, que trabajaría en forma similar a año, utilizando una metodología que contemple la dis-
una bolsa de valores. Para asegurar que cada tonela- ponibilidad a pagar para evitar la erosión de la tierra.
da vendida será fijada, se debe manejar una reserva Al igual que en otros países, en el Ecuador, el ser-
como seguro. Esta podría ser, en el futuro, una fuente vicio de protección de las fuentes de agua tiene gran
de ingresos interesante para el país, en especial para utilidad, puesto que el dinamismo de la economía de-
los proyectos de restauración ambiental. pende, en buena medida, de la producción de energía
hidroeléctrica, cuyo potencial está, a su vez, en función
9.7 Oferta y calidad del agua de la tasa de sedimentación que sufran las represas.
Por otro lado, al ser el agua un recurso vital, su calidad
Los mecanismos de regulación y captación hídrica no y disponibilidad resultan indispensables para el bienes-
se circunscriben exclusivamente a los bosques, pues tar de la sociedad. Desde el punto de vista industrial,
ecosistemas como los páramos también juegan un rol este servicio representa un insumo de la producción.
importante: proveen de agua a ciudades como Quito En el Ecuador se han iniciado algunos intentos pa-

298
L a o f e r t a d e s e r v c i o s a m b i e n t a l e s
9.8

CUADRO 9.5
Número de visitantes a las áreas protegidas (1990–1998)
Visitantes a las áreas protegidas
Año Nacionales Porcentaje de Extranjeros/as Porcentaje de Total
nacionales extranjeros/as
1990 186.528 74,9 62.579 25,1 249.107
1991 172.477 74,3 59.717 25,7 232.194
1992 191.594 67,8 91.095 32,2 282.689
1993 119.795 62,1 73.258 37,9 193.053
1994 144.789 61,6 90.160 38,4 234.949
1995 190.528 67,7 90.869 32,3 281.397
1996 183.875 62,5 10.290 37,5 294.165
1997 182.548 62,2 111.170 37,8 293.718
1998 186.706 59,6* 119.939 40,4 296.645
Fuente: Sección de Administración de Áreas Naturales del INEFAN.
* Porcentajes calculados utilizando promedios ponderados de participación de cada grupo de interés, en función
de las tendencias históricas.

ra determinar mecanismos de pago por el servicio am- causada por las crecidas de agua que bajan torren-
biental de protección y oferta de agua; tal es el caso cialmente por zonas de ladera y provocan inundacio-
de las experiencias del Fondo para la Conservación nes en los valles. Estos desastres son, en parte, el resul-
del Agua (FONAG), en Quito, y de la Empresa de Te- tado de la pérdida de la cobertura vegetal, la misma
léfonos, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA) en que cumple la función de retener y regular el flujo del
Cuenca (recuadro 9.3). agua proveniente de las lluvias. En ese sentido, el cos-
Kumari (1995) presenta un estudio sobre las venta- to de la desaparición de los bosques ubicados en las
jas en la producción ocasionadas por el servicio de re- cuencas adyacentes a poblados, podría compararse
gulación de agua generado por los bosques tropicales con los costos sociales y de destrucción de la infraes-
en Malasia, y ha propuesto un valor de US$ 25 por tructura física provocada por los desastres naturales.
hectárea por año. Kishor y Constantino (1994) presen- No existe, hasta el momento, casi ninguna retribu-
tan valores por hectárea para los distintos componen- ción económica para aquellos actores sociales que,
tes del servicio ambiental de protección de aguas en en beneficio de la sociedad, mantienen la cobertura
Costa Rica (suministro de agua para consumo urbano, boscosa en áreas frágiles, pese a que tal servicio am-
productividad hidroeléctrica, protección de tierras agrí- biental, además de ser reconocido, debería estar con-
colas y control de inundaciones), que oscilan entre templado en el paquete de incentivos económicos que
US$ 16,5 y US$ 35,6 por hectárea, por año. Si bien el Estado debería instaurar en las zonas rurales.
estos valores no pueden ser transferidos directamente
al Ecuador, sí dan una idea de la importancia econó- 9.8 Bellezas escénicas
mica implícita de este servicio ambiental y el gran cos-
to de oportunidad que representa la utilización, no sus- El valor por el servicio por bellezas escénicas podría
tentable, de este recurso para el desarrollo del país. sumarse a la tarifa de entrada a aquellos centros turís-
Uno de los problemas económicos que enfrenta el ticos y áreas donde se compruebe que estas bellezas
Ecuador es la degradación de la infraestructura física son el punto de atracción. En tal sentido, se debería

299
9.8 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

RECUADRO 9.4

Valoración de los productos no maderables: un ejemplo

En un estudio realizado por Grimes et al. (1994) en el bosque primario de la estaci—n cient’fica Jatun Sacha
(provincia de Napo), se calcul— el valor de los productos no maderables que fueron encontrados en tres
parcelas de una hect‡rea cada una. Para ello, realizaron una encuesta socioecon—mica a la poblaci—n quichua
de las comunidades aleda–as y en los mercados m‡s cercanos, y obtuvieron un valor de 8Ð12 especies depen-
diendo del cuadrante. Los productos variaron desde frutas y medicinas hasta resinas y cortezas.
Los valores netos obtenidos fueron de US$ 162,23 por hect‡rea, por a–o, para el primer cuadrante; US$
146,69 para el segundo; y US$ 64,63 para el œltimo. Si bien las cifras anuales por hect‡rea, a una tasa de des-
cuento de 5%, son muy superiores a otros usos del bosque como la explotaci—n de la madera (se asume una
rotaci—n de 40 a–os), la ganader’a o la agricultura, el estudio no presenta las ganancias anuales por familia,
por lo que es dif’cil determinar si la extracci—n de las especies de la vida silvestre representa una alternativa
para la econom’a familiar.
Uno de los problemas de la valoraci—n econ—mica de la biodiversidad es la falta de informaci—n, inclu-
sive en lo referente a valores f‡ciles de obtener como los relacionados con la comercializaci—n (ECOLAP
1999).

identificar, mediante estudios técnicos, lo que el sector genera rentas, tanto para las áreas protegidas como
turístico estaría dispuesto a pagar para la conserva- para las comunidades que viven dentro o en su entor-
ción de las bellezas escénicas en el área correspon- no. De hecho, éste ha aumentado considerablemente
diente. Edwards (1991) realizó un estudio sobre la de- en las últimas décadas del siglo XX y, cada vez, más
manda de turismo en la provincia de Galápagos rela- personas están interesadas en conocer las bellezas na-
cionada con la presencia y protección de la vida sil- turales de otras regiones del mundo. Según estadísti-
vestre, en el que calculó un valor entre US$ 549 y cas del Ministerio de Turismo, los ingresos generados
US$ 662 por hectárea cada año. por turismo han crecido constantemente durante el pe-
DeShazo y Monestel (1998) plantean que puede ríodo 1993–1998 (US$ 230 millones hasta US$
establecerse una interrelación interesante entre los sec- 290 millones, respectivamente), hecho que ratifica la
tores privado y público, mediante el aprovechamiento bondad de esta industria. En la provincia de Galápa-
de los servicios de belleza escénica que aporta la bio- gos, por ejemplo, el gasto realizado por los turistas su-
diversidad. Dicen que las relaciones entre ambos sue- bió de US$ 61.720.000, en 1995, hasta aproxima-
len ser beneficiosas, ya que en esta situación se cuen- damente US$ 75 millones, en 1998 (Fundación Na-
ta con el potencial para mejorar las experiencias re- tura y WWF 1999). En general, durante los años 90
creativas de las personas visitantes y para fortalecer el ha habido un aumento paulatino de la gente que visi-
manejo de los recursos de la biodiversidad. La empre- ta las áreas protegidas del Ecuador (cuadro 9.5).
sa privada, por lo tanto, debería compensar a las áreas Comúnmente se barajan cifras substanciosas sobre
protegidas mediante una retribución económica por es- la actividad turística, a la que se considera una gran
te servicio ambiental derivado de la biodiversidad. oportunidad para el financiamiento de las áreas pro-
El turismo ha sido considerado una actividad que tegidas, siempre que se convierta en "aliada" de la

300
M a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d y g e n e r a c i — n d e r e c u r s o s e c o n — m i c o s
9.9

RECUADRO 9.5

Utilización de la palma mocora

En un estudio realizado por Borgtoft Pedersen (1994) sobre la utilizaci—n de las fibras de la palma mocora
(Astrocaryum standleyanum) se calcul— un valor entre US$ 82 y US$ 165 por hect‡rea en cuatro cuadrantes
de agroforester’a ubicados en la provincia de Manab’. Siguiendo con el patr—n de valoraci—n de los bienes y
servicios ambientales, la cifra obtenida representar’a el valor de uso directo, que es establecido por el mer-
cado.
Estas palmas, en pie, dan sombra al cafŽ, cacao y chirimoya producidos en la regi—n. Este beneficio rep-
resenta uno de los valores de uso indirecto, el mismo que sumado con los que esta palma podr’a dar para
la manutenci—n del suelo y evitar la erosi—n, generar’a un valor econ—mico aœn mayor. Una de las formas de
establecerlo ser’a usando el "mŽtodo de reemplazo del costo". La diferencia de costos de las chacras que
tienen esta palma, con otras cuyas condiciones son similares pero no tienen palmas, podr’a ser una buena
aproximaci—n (ECOLAP 1999).

conservación. Por ejemplo, según Alvaro Umaña, pro- Al momento, la mayor cantidad de información es
fesor del Instituto Costarricense de Administración de la referida a especies, aunque existen también algu-
Empresas (INCAE), se calcula que en Costa Rica, un nos cálculos como los de Adger et al. (1995) quienes
país muy desarrollado en este campo, ingresan anual- obtuvieron un valor anual de US$ 12,8 a US$ 32,
mente, por concepto de ecoturismo, entre US$ 700 y por hectárea, para conservar la biodiversidad de los
800 millones. Esta cifra ilustra cómo un país más pe- bosques de México, o trabajos más puntuales como
queño y menos biodiverso que el Ecuador ha logrado los señalados en los recuadros 9.4 y 9.5. Con pará-
incursionar en esta actividad con éxito, y constituye un metros como los de Adger et al. y suponiendo que el
ejemplo que podría ser igualado o superado. índice de biodiversidad de los países de la cuenca
amazónica, en especial el de la cuenca alta (Ecuador)
9.9 Manejo de la biodiversidad y generación de es mayor, los valores por biodiversidad deberían incre-
recursos económicos mentarse considerablemente.
Tanto la producción agrícola como la ganadera
Asignar un precio monetario a la pérdida de la biodi- son atacadas por plagas. Se han identificado en el
versidad no es una tarea fácil, aunque se puede usar mundo aproximadamente 70.000 especies de pestes
algunos ejemplos para tener una idea del potencial que asolan a los cultivos agrícolas y que han destrui-
económico que este recurso encierra. Así, en una de do más del 40% de toda la producción potencial de
las mejores evaluaciones llevada a cabo por Simpson, alimentos, a pesar de que anualmente se aplican cer-
Sedjo y Reid (1996), se concluye que en ninguna otra ca de tres millones de toneladas de pesticidas alrede-
parte en el mundo la industria farmacéutica estaría dis- dor del planeta. Cerca del 99% de las pestes que ata-
puesta a pagar más por la conservación del hábitat can a los cultivos se puede controlar mediante enemi-
que en algunas zonas del Ecuador, y se calcula un pa- gos naturales y la presencia de resistencia genética de
go anual promedio mayor a US$ 20 por hectárea, las plantas huéspedes (Castro y Barrantes 1999). Ca-
para evitar la deforestación. da insecto considerado peste puede tener entre 10 y

301
9.9 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

CUADRO 9.6
Exportaciones de los productos que provienen de la biodiversidad (1997–1999)
Exportaciones
1997 1998 1999 (hasta septiembre)
Toneladas Valor FOB Toneladas Valor FOB Toneladas Valor FOB
(miles de (miles de (miles de
dólares) dólares) dólares)
Aceite de pescado 3.416,73 1.660,73 338,90 163,58
Artículos de cestería 10,07 83,20 20,39 66,40 5.228,00 36.211,00
Artículos de madera
y corcho 11.605,57 9.235,77 20.551,27 10.249,79 15.512,02 8.245,21
Atún 22.344,16 68.534,60 17.351,57 60.729,50 14.573,00 30.779,79
Cacao y elaborados 75.024.48 131.750,49 24.780,90 47.099,64 61.466,95 78.170,04
Camarón 108.984,28 209.604,06 62.704,13 118.145,32 96.779,96 153.406,04
Enlatados de pescado 80.983,04 181.873,07 99.334,78 253.877,98 89.677,25 200.331,49
Extractos y aceites
vegetales 3.899,61 2.795,81 3.567,30 2.689,23 7.222,13 4.753,01
Flores naturales 14.895,71 37.743,54 18.061,70 45.499,43 11.793,09 29.156,63
Harina de pescado 45.939,73 22.858,99 22.954,03 13.415,53 25.547,83 8.337,73
Harina y elaborados
de maíz 923,87 321,47 278,23 101,80 4.188,94 617,26
Jugos y conservas
de frutas 23.017,18 49.269,00 21.240,21 50.143,74 25.810,49 48.129,55
Langostas 61,18 798,28 43,55 618,79 4,97 75,47
Otras fibras vegetales 409,82 22,90 533,26 34,02 979,90 52,33
Otras frutas 3.911,81 50,68 13.501,77 5.953,60 6.925,04 1.918,47
Otras maderas 11.142,58 16.896,53 13.074,58 18.931,65 10.354,74 14.550,15
Otras mercancías 43,69 45,09 5,90 15,20 9,63 21,87
Otros productos
agrícolas 2.960,01 556,21 8.998,88 955,01 71,19 46,14
Paja toquilla, mocora
y guinea 9,00 18,00
Pescado 12.391,66 23.014,75 13.317,23 21.806,09 23.183,27 23.994,88
Piñas 8.936,00 2.644,62 7.109,39 2.409,05 8.385,81 2.684,63
Productos agrícolas
en conserva 29,06 44,13 11,12 44,55 18,69 83,59
Sombreros de paja
toquilla y mocora 90,32 1.269,65 173,48 3.747,98 116,04 2.201,34
Total 322.036,26 551.469,49 284.909,53 538.388,96 311.416,86 490.542,15
Total de exportaciones
agrícolas y pesqueras 3.256.458,92 2.895.580,42 2.004.504,92
% con respecto a
exportaciones agrícolas
y pesqueras 23,37% 22,67% 32,13%
Total de exportaciones
de petróleo 1.411.576 788.974 790.651
Total de exportaciones 5.264.363 4.203.049 3.173.738
% con respecto a
exportaciones petroleras 53,92% 83,21% 81,45%
% con respecto a
exportaciones totales 14,46% 15,62% 20,29%
Fuente: Base de datos de Comercio Exterior del Banco Central del Ecuador.
M a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d y g e n e r a c i — n d e r e c u r s o s e c o n — m i c o s
9.9

CUADRO 9.6 (continuación)


Nota: Puede haber diferencias con los datos de la inferencia estadística mensual debido a reprocesos y fuentes.
Aceite de pescado: todos. Artículos de cestería: esterillas, esteras y carrizos, de materia vegetal, de materia vege-
tal, asientos de roten (ratan), mimbre, bambú o materias similares, los demás. Artículos de madera y corcho: mar-
cos de madera para cuadros, fotografías, espejos u objetos similares, cajones, cajas, jaulas, tambores y envases si-
milares; carretes para cables, paletas, paletas caja y demás plataformas para carga; collarines para paletas, barri-
les, cubas, tinas y demás manufacturas de tonelería y sus partes, de madera, incluidas las duelas, artículos de me-
sa o de cocina, de madera, palillos de dientes, palitos y cucharitas para dulces y helados, los demás muebles de
madera. Atún: albacoras o atunes blancos, atunes de aleta amarilla, frescos o refrigerados, filetes congelados, los
demás. Pescado: lenguados, escualos, listados o bonitos de vientre rayado, caballas, los demás. Cacao y elabo-
rados de cacao: todos. Enlatados de pescado: sardinas, sardinelas y espadines, atunes, listados y bonitos, caba-
llas, las demás preparaciones y conservas de pescado, camarones, langostinos y demás decápodos natantia, los
demás crustáceos. Extractos y aceites vegetales: de almendra de palma, grasas y aceites, vegetales, y sus fraccio-
nes, margarina, excepto la margarina líquida, extractos, esencias y preparaciones a base de estos extractos, esen-
cias o concentrados. Flores naturales: los demás. Harina de pescado: harina, polvo y "pellets" de pescado, aptos
para la alimentación humana, otros de pescado. Harina y elaborados de maíz: harina y almidón. Jugos y con-
servas de frutas: palmitos, mangos, jugo de piña tropical, de papaya, de maracuyá, de mango. Langostas: lan-
gostas. Otras fibras vegetales: Bambú. Otras frutas: aguacates (paltas), guayabas, mangos y mangostanes, papa-
yas, granadilla, maracuyá y demás frutas de la pasión, chirimoya, guanábana y demás anonas, tomate de árbol
(lima tomate, tamarillo), uchuvas (uvillas). Otras maderas: virola, mahogany, imbuia y balsa, dark red meranti, light
red meranti y meranti bakau, las demás. Otras mercancías: coral y materias similares, en bruto o simplemente pre-
parados, pero sin otro trabajo; valvas y caparazones de moluscos, crustáceos o equinodermos y jibiones, en bruto
o simplemente preparados, pero sin cortar en forma determinada, sus polvos y desperdicios, cera de abejas o de
otros insectos. Otros productos agrícolas: quinua, setas y demás hongos, frutos de los géneros Capsicum o Pimen-
ta, raíces de yuca, camotes, jengibre, curcuma. Paja toquilla, mocora y guinea: paja y cascabillo de cereales, en
bruto, incluso picados, molidos, prensados o en "pellets". Productos agrícolas en conserva: setas y demás hongos,
y trufas, maíz dulce. Sombreros de paja toquilla y mocora: sombreros y demás tocados de fieltro, fabricados con
cascos o platos de la partida no 65.01, incluso guarnecidos, de paja toquilla o de paja mocora, cascos sin forma
ni acabado, platos (discos) y cilindros aunque estén cortados en el sentido de la altura, de fieltro, para sombreros,
de las demás materias.

15 enemigos naturales que pueden controlarlo. Los 1992). En cambio, el Ecuador todavía no ha
beneficios económicos de los enemigos naturales son usufructuado el potencial biológico que posee
calculados, para los Estados Unidos, al menos en US$ y, en general, los países latinoamericanos lo
12.000 millones por año, y para todo el planeta, en han aprovechado poco aún. Por ejemplo, de
US$ 100.000 millones (Pimentel 1997). las patentes en biotecnología obtenidas a partir
La biodiversidad puede producir innumerables be- de la investigación de la biodiversidad de los
neficios por su riqueza en tanto fuente de materia pri- países latinoamericanos, solo el 11% pertenece
ma e ingredientes para la producción química, indus- a naciones de esta región; el restante 89% per-
trial y de medicamentos, lo cual atrae las inversiones tenece a Japón, los Estados Unidos y otros paí-
de grandes empresas farmacéuticas, entre otros resul- ses de Europa. Por lo tanto, es necesario esta-
tados. De allí que la prospección de la biodiversidad blecer medidas que apoyen y regulen una bio-
y su uso comercial han ganado especial atención des- prospección redituable, la conservación y el
de los años 70. La experiencia más conocida y que uso sustentable de la biodiversidad, y que per-
marcó la pauta es la desarrollada por el Instituto Na- mitan descubrir y desarrollar productos farma-
cional para la Biodiversidad de Costa Rica (INBio) con céuticos derivados de los recursos naturales (Pi-
la empresa farmacéutica Merck Ltd. (Harvard School mentel 1997).

303
9.9 M e c a n i s m o s d e f i n a n c i a m i e n t o p a r a l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

En el Ecuador se han realizado muy pocos estudios periencia de la prospección al azar, Aylward opta por
para valorar económicamente los beneficios de la bio- una tasa de éxito de 1 en 10.000. Sin embargo, de
diversidad. Por ejemplo, Buitrón (1999) ilustra este acuerdo con Balick (1990), el 25% de las plantas usa-
aporte a través de los volúmenes y los valores expor- das tradicionalmente pueden mostrar alguna bioactivi-
tados de algunos productos y plantas que ella denomi- dad en la prospección. La tasa de Balick implica au-
na "útiles", tales como el jengibre, las plantas medici- mentar los números de Aylward por un factor de
nales, diferentes variedades de cascarilla y el condu- 2.500 para especies asociadas con el conocimiento
rango. Grimes et al. (1994) concluyeron que el valor ancestral. Solo bajo estos dos supuestos diferentes y
económico de los productos no maderables del bos- plausibles, se puede llegar al cálculo de que cada
que húmedo tropical del Ecuador podría oscilar entre una de las especies no estudiadas, y que poseen pro-
US$ 122 y US$ 147 por hectárea, por año. Por otro piedades médicas tradicionales, tiene un valor poten-
lado, Vogel (1995) introduce algunas variantes a los cial en regalías de US$ 8.737.500, en contraste con
cálculos realizados por Aylward (1993) sobre el valor la cifra de US$ 466 dada por Aylward para plantas
de las especies y señala que, al aplicar una tasa de que no incluyen dicho conocimiento.
descubrimiento del 15%, en lugar de una regalía del ¿Qué significa esto para un pequeño país como el
2%, el cálculo de Aylward de US$ 466 por especie Ecuador, rico tanto en germoplasma como en conoci-
(US$ 233 por muestra y dos muestras por especie), miento ancestral? Vogel (1995) da un ejemplo del va-
debería ser multiplicado por un factor de 7,5. Aunque lor potencial que pueden tener estos componentes de
esta corrección pueda parecer muy grande, Vogel la biodiversidad escogiendo, para el cálculo, las plan-
mantiene que al ajustar la tasa de descubrimiento, la tas medicinales. Para esto emplea dos estudios: el de
corrección es aún más drástica. Basándose en la ex- Ruíz (1993), quien ha publicado una lista de 43 es-

304
M a n e j o d e l a b i o d i v e r s i d a d y g e n e r a c i — n d e r e c u r s o s e c o n — m i c o s
9.9

pecies de la región andina con 2,7 propiedades me- millones, lo cual significa un 0,1% del presupuesto es-
dicinales por especie, y uno similar de Mena (1993) tatal. Este valor no se compadece con los verdaderos
sobre las plantas útiles de las tierras bajas del noroc- requerimientos de recursos, que permitan al Ecuador
cidente, quien establece una lista de 63 especies con ingresar en un proceso serio de manejo sustentable de
una media de 2,6 propiedades medicinales por espe- la biodiversidad para aprovechar todo su potencial
cie. Vogel señala que al existir ocho especies de la económico.
misma familia entre las dos regiones, para evitar la do- Es justamente debido a estas limitaciones financie-
ble contabilidad, resta estas ocho que son comunes en ras, que el Estado ecuatoriano debería prestar mayor
las dos listas y multiplica el número de especies por el atención a los mecanismos de financiamiento, como
respectivo número de propiedades medicinales por es- la cooperación internacional, la conversión de deuda
pecie, con lo cual llega a un total de 256 propieda- externa o las asociaciones con capitales privados in-
des. Al multiplicar este número por la cifra de Aylward ternacionales, y desarrollar los instrumentos necesarios
de US$ 466, y por 2.500 (el cálculo del 25% de para la negociación y comercialización de los diferen-
bioactividad de Balick), y por 7,5 (la tasa de regalía tes productos y servicios ambientales que el país pue-
eficiente de 15%), se obtiene que el valor esperado, de ofrecer.
de plantas listadas por sus usos tradicionales, es de Ante la urgencia de revertir los actuales indicado-
2,24 billones de dólares (2,24E+9). res de deterioro social y económico deberíamos, más
Otra forma de visualizar el valor económico de la que nunca, remitirnos a los principios del desarrollo
biodiversidad del Ecuador es analizando los produc- sustentable, que indican que éste puede lograrse solo
tos de exportación que son obtenidos directamente de cuando se concilien el crecimiento económico, la equi-
ésta. Del cuadro 9.6 se desprende que aproximada- dad social y económica y la sustentabilidad ambien-
mente el 32% de las exportaciones agrícolas y pes- tal. Caminar hacia un modelo de desarrollo de ese ti-
queras puede estar directamente relacionado con la po es la única alternativa para cambiar el rumbo de
biodiversidad. Este porcentaje equivale prácticamente un mundo que se consume a sí mismo y transformarlo
al 20% del total de las exportaciones del país. Sin em- en otro de renovación y de sustento.
bargo, debido a la estructura de las cuentas naciona-
les del Banco Central, en algunos rubros (como "otras
frutas"), los recursos biológicos nativos y exóticos están
mezclados, lo cual dificulta el análisis del aporte de la
biodiversidad nativa a la economía nacional.
Lamentablemente, la situación económica actual
del Ecuador está lejos de ser la que se requiere para
desarrollar procesos serios de valoración económica
de la biodiversidad, que permitan incorporar al mer-
cado nacional e internacional, los bienes y servicios
ambientales en forma eficiente y creíble. Esta realidad
puede ser comprobada si se analiza los montos desti-
nados a la gestión ambiental en la proforma del pre-
supuesto general del Estado para el año 2000. La
proforma presupuestaria contempla para el Ministerio
del Ambiente tan solo un monto aproximado de US$
2.771.840 de un total de la proforma de US$ 2.630

305
10

Las prioridades en la
conservaci—n de la
biodiversidad
Luis Suárez y Carmen Josse

10.1 El contexto
10.2 Los temas prioritarios para lograr la conservación de la
biodiversidad
10.3 Sobre la conservación in situ
10.4 Sobre la conservación ex situ
10.5 Sobre la biotecnología
10.6 Los temas prioritarios de investigación
10.7 Sobre los impactos ambientales
10.8 Aspectos institucionales y gestión de la biodiversidad
10.9 Sobre los saberes ancestrales

307
10 L a s p r i o r i d a d e s e n l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d
E l c o n t e x t o
10.1

e ste œltimo cap’tulo del Informe est‡ dedicado a se–alar algunos temas priorita-
rios y los enfoques que deben ser tomados en cuenta en la Estrategia Nacional
de Biodiversidad y su Plan de Acci—n, con el fin de lograr la conservaci—n de la
diversidad biol—gica en el Ecuador y cimentar las posibilidades de adopci—n de un mode-
lo de desarrollo sustentable. El cap’tulo se inicia con una breve caracterizaci—n del contex-
to nacional en el cual se pretende lograr dicha conservaci—n y luego se discuten las priori-
dades en cuanto a seis temas primordiales: la conservaci—n in situ y ex situ, la biotecnolo-
g’a, la reducci—n de los impactos ambientales, la gesti—n institucional y el reconocimiento
de los saberes ancestrales.

10.1 El contexto tabilidad en el plazo más corto y con la menor inver-


sión. De ahí la dificultad de que, en un país con tantas
El bienestar de la población humana depende, entre necesidades y con un status quo en el que la inequi-
otras cosas, de los bienes y servicios derivados de la dad es la norma, se pueda promocionar, con éxito,
biodiversidad. No obstante, en el Ecuador hay una una propuesta cuyos frutos serán evidentes en el media-
clara tendencia hacia el deterioro de este recurso, oca- no o largo plazo, y que depende del involucramiento
sionada principalmente por la alteración y pérdida de de los diferentes sectores de la sociedad, ya que dicha
los hábitats. Además, en el país se subutiliza la diver- propuesta, por su propia noción de sustentabilidad,
sidad biológica, seguramente por el desconocimiento debería basarse en la participación democrática de
de sus múltiples alternativas de aprovechamiento. los diferentes actores sociales y no en la imposición.
En una nación que está atravesando por una pro- Este contexto sirve para ilustrar lo complejo que es
funda crisis social y económica, la única posibilidad lograr la conservación de nuestra biodiversidad, y la
de lograr la conservación de la biodiversidad consiste necesidad de encontrar temas, espacios y aliados es-
en diseñar y aplicar una propuesta de desarrollo sus- tratégicos en esta tarea. Uno de estos espacios es el
tentable acordada con los diferentes actores y sectores área rural, ya que sin duda la mayor amenaza para
sociales y productivos del país, partiendo del recono- la sobrevivencia de los ecosistemas, las especies, los
cimiento de que muchos de los componentes de la bio- genes y el conocimiento asociado a su uso es la des-
diversidad tienen un potencial comercial y económico trucción de los hábitats, asunto que en el país cobra
muy grande. Sin embargo, este enfoque del desarrollo grandes dimensiones dada la alta tasa de deforesta-
es muy diferente del practicado actualmente en el ción y el pertinaz avance de la frontera agrícola. Igual
Ecuador y que está enfocado en obtener la mayor ren- escenario de deterioro lo presentan los ambientes ma-

309
10.2 L a s p r i o r i d a d e s e n l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

rinos y, sobre todo, los costeros. 10.3 Sobre la conservación in situ


De ahí la importancia de mejorar los sistemas pro-
ductivos que están causando la pérdida de la diversi- Pese a todos los problemas que aquejan al Sistema
dad biológica, es decir, de lograr que actividades co- Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador (véase ca-
mo la agricultura, la forestería, la pesca o el turismo pítulo 5), actualmente su superficie representa alrede-
estén basadas en la utilización sustentable de los re- dor del 18% del territorio continental y el 97% de la
cursos naturales. Con ello se estimularía la conserva- región insular. De ahí que una prioridad para la con-
ción de la biodiversidad, se reducirían las presiones servación de la diversidad biológica sea el fortaleci-
sobre las áreas naturales y protegidas, se minimizarían miento de este sistema, inclusive convirtiéndolo en el
los impactos ambientales negativos y se evitaría la so- eje fundamental del ordenamiento territorial del país.
breexplotación de dichos recursos. En este sentido, es El fortalecimiento del Sistema Nacional de Áreas
importante impulsar sistemas productivos que incre- Protegidas abarca una serie de aspectos entre los que
menten la diversidad de especies y variedades en la se cuentan: la redefinición de las categorías de mane-
producción, disminuyan la necesidad de insumos im- jo de las áreas, incluyendo en ello acuerdos con las
portados y aumenten el grado de autoconsumo y los autoridades pertinentes para evitar las explotaciones
ingresos en el ámbito local. petrolera y minera; el ordenamiento de los aspectos re-
Parte de la estrategia para lograr este objetivo es lacionados con la tenencia de la tierra; y, el cese de
la utilización de mecanismos financieros y de argu- la construcción de caminos que promueven el estable-
mentos económicos que permitan valorar los recursos cimiento desordenado de asentamientos humanos que
naturales, en general, y biológicos en particular (véase amenazan la integridad, no solo de las áreas protegi-
capítulo 9). En este contexto es necesario diseñar me- das, sino de importantes remanentes de cobertura na-
canismos que permitan la distribución justa y equitati- tural que se encuentran afuera del sistema.
va de los beneficios derivados de la biodiversidad y También hay que considerar el establecimiento de
de los costos de su conservación, lo cual equivale a nuevas áreas protegidas en algunos ecosistemas te-
establecer incentivos económicos para quienes apun- rrestres, dulceacuícolas, marinos y costeros que están
ten a conservarla y a usarla sustentablemente, así co- actualmente mal representados en el mencionado Sis-
mo a internalizar los costos generados por el deterio- tema, y que son sido considerados prioritarios. En es-
ro ambiental. Precisamente, las nuevas propuestas de te sentido, es importante la creación y fomento de las
la Ley Especial para la Conservación y Uso Sustenta- reservas privadas y de los territorios indígenas, ambos
ble de la Biodiversidad y de la Ley para el Desarrollo con el propósito de lograr la conservación in situ afue-
Forestal Sustentable (aún en discusión en diciembre de ra del sistema actual.
2000) han sido elaboradas bajo este enfoque. Asimismo, el fortalecimiento del sistema de áreas
protegidas requiere de una mayor capacidad científi-
10.2 Los temas prioritarios para lograr la ca, técnica e institucional para mejorar su manejo y lo-
conservación de la biodiversidad grar que estas zonas no sean consideradas un obstácu-
lo, sino una fuente de los recursos necesarios para brin-
La efectiva conservación de la biodiversidad en el lar- dar bienestar económico a diferentes actores sociales.
go plazo depende, como ya se mencionó, de una reo- La reorganización administrativa del Sistema Na-
rientación profunda del modelo de desarrollo vigente. cional de Áreas Protegidas es otro aspecto necesario.
A su vez, una prioridad en dicho proceso es la transfor- Se debe considerar la descentralización y sus efectos
mación o el refuerzo de ciertos ámbitos relacionados en cuanto a las competencias institucionales, así como
con la diversidad biológica. Entre estos hemos seleccio- promover la participación de los sectores afectados o
nado seis, los mismos que son tratados a continuación. beneficiados para resolver los conflictos existentes o

310
L o s t e m a s p r i o r i t a r i o s p a r a l o g r a r l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d
10.5

potenciales y, para asegurar el apoyo de otros grupos


importantes de la población local.
También se requiere definir mecanismos para finan-
ciar el actual Sistema, tales como: el cobro por los ser-
vicios ambientales, la distribución equitativa de los re-
cursos generados por estos servicios o por el uso de
otros recursos naturales, el cobro por la concesión de
servicios recreativos o de otra índole originados en las
áreas protegidas, la cogestión con el sector privado,
entre otros.

10.4 Sobre la conservación ex situ

Hasta fines de la década de los noventa, numerosos


proyectos han estado orientados hacia la experimen-
tación de diferentes sistemas productivos, con el fin de
implementar el concepto de desarrollo sustentable y de
ofrecer oportunidades de mejorar la calidad de vida
de las poblaciones rurales aledañas a las áreas de re-
serva naturales. El fruto de estas experiencias debe ser
recogido y aprovechado, para evitar el desperdicio
de recursos y dar pasos concretos en la valorización
de la agrobiodiversidad, así como en la producción
de algunos bienes silvestres con fines comerciales.
En lo que se refiere a las colecciones ex situ, los es-
fuerzos deben concentrarse en las especies amenaza-
das y las que tienen potencial económico (por ejem-
plo, los parientes silvestres de las especies cultivadas). el país, por lo menos con parte del proceso de inves-
Con ello se promoverá el desarrollo económico, la se- tigación y utilización de estos recursos, incorporando
guridad alimentaria y la innovación tecnológica. En un mayor valor agregado a los productos.
ese sentido es importante establecer un sistema nacio- Dada la tendencia mundial hacia el desarrollo tec-
nal de conservación ex situ que permita mantener, en nológico y hacia la obtención de principios activos u
las diferentes regiones del país, colecciones de los otros productos derivados de la biodiversidad con el
principales recursos genéticos. fin de reproducirlos sintéticamente, es importante que
en el país se conozcan los recursos de los cuales se
10.5 Sobre la biotecnología dispone para estos fines. En ello, el saber ancestral
juega un papel fundamental y, por supuesto, debe
Es necesario mejorar los sistemas de conservación, in considerarse la consecuente distribución equitativa de
situ y ex situ, de los recursos genéticos silvestres actual los beneficios hacia quienes son portadores y portado-
o potencialmente comerciales, pensando en otros ras del conocimiento.
campos además de la agrobiodiversidad. Esto no so- En cuanto al desarrollo y transferencia de tecnolo-
lo conlleva su recolección e inventario, sino también el gía es importante implementar programas nacionales
desarrollo de tecnologías apropiadas para cumplir, en de biotecnología que aprovechen los recursos biológi-

311
10.6 L a s p r i o r i d a d e s e n l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d

cos y genéticos del país, apuntando al desarrollo de • Realizar estudios ecológicos de especies ame-
productos para mercados externos e internos. nazadas y especies endémicas.
En general, es vital aprovechar el potencial econó- • Mejorar el conocimiento sobre la diversidad de
mico de nuestra biodiversidad impulsando nuevas ac- invertebrados y microorganismos.
tividades productivas o agregando valor a las existen- • Recolectar la información de las colecciones
tes, con el fin de mejorar los niveles de bienestar, in- procedentes del Ecuador que están en museos,
greso y empleo de la población ecuatoriana. En este herbarios y bancos de germoplasma del extran-
sentido, es necesario mejorar la información sobre jero.
mercados y adoptar tecnologías que permitan la utili-
zación sustentable de los bienes y servicios derivados Y las prioridades en el campo genético son:
de la biodiversidad. También es fundamental aprove-
char el potencial turístico que tiene el Ecuador, gracias • Realizar estudios genéticos y bioquímicos de
a la extraordinaria diversidad biológica, cultural y ét- especies o grupos con potencial económico.
nica de nuestro país. • Realizar estudios genéticos de especies y varie-
dades amenazadas.
10.6 Los temas prioritarios de investigación • Realizar estudios genéticos de especies y varie-
dades endémicas.
Debido precisamente a la gran diversidad biológica y
a nuestro limitado conocimiento sobre la misma, es ne- Para poder realizar estos estudios es importante au-
cesario canalizar los esfuerzos de investigación hacia mentar la capacidad científica de las entidades públi-
la caracterización de las áreas geográficas poco estu- cas y privadas dedicadas a la investigación de la bio-
diadas y hacia grupos taxonómicos específicos. Así, diversidad, apoyando su fortalecimiento institucional y
algunas de las prioridades, en cuanto al estudio de los la formación de recursos humanos. Asimismo, es nece-
ecosistemas, son: sario continuar sistematizando y organizando la infor-
mación disponible sobre la biodiversidad del Ecuador
• Caracterizar la diversidad (inventario) y el esta- (véase capítulo 7) con el fin de mejorar el acceso a la
do de conservación de los ecosistemas marinos misma y su calidad, de modo que pueda ser mejor uti-
y costeros. lizada durante los procesos de toma de decisiones.
• Continuar con el inventario y el análisis del es-
tado de conservación de los humedales. 10.7 Sobre los impactos ambientales
• Estudiar las relaciones entre las especies y sus
hábitats, y las condiciones mínimas de integri- Necesitamos comprender científicamente las conse-
dad de hábitat necesarias para asegurar su fun- cuencias desencadenadas por los diferentes tipos de
cionamiento y la provisión de servicios ambien- impactos en los ecosistemas, así como los procesos de
tales. sucesión y ajuste que tienen lugar en los mismos, con
el fin de disminuir los efectos negativos y poder esta-
En cuanto a las especies, las investigaciones priorita- blecer, tanto programas de recuperación de las áreas
rias deberían orientarse hacia: degradadas y de los servicios ambientales que éstas
prestan, como programas orientados hacia la protec-
• Realizar inventarios biológicos en áreas poco ción y recuperación de especies amenazadas.
estudiadas. En este aspecto será útil identificar indicadores de
• Realizar inventarios de especies o grupos con impactos generados por diversas fuentes, que permi-
potencial económico. tan establecer o consolidar programas de monitoreo

312
L o s t e m a s p r i o r i t a r i o s p a r a l o g r a r l a c o n s e r v a c i — n d e l a b i o d i v e r s i d a d
10.9

de la diversidad biológica y poder, así, evaluar perió- centración de funciones y servir de base para fortale-
dicamente su situación. cer las actividades de ordenamiento territorial y la apli-
Ya que los recursos hídricos son un bien estratégi- cación de políticas e instrumentos legales en los
co que día a día cobra mayor importancia, por su es- ámbitos regional y local.
casez y por el aumento de la población que lo deman- Si bien muchos aspectos de la descentralización
da, es prioritario que las autoridades ambientales del aparato público van a influir, directa o indirecta-
aborden el tema desde diferentes ángulos. Los siste- mente, en la gestión de los recursos biológicos, las au-
mas fluviales y los humedales deben ser tratados como toridades ambientales deben prevenir futuros conflictos
ecosistemas especiales, poniendo mayor atención y de competencias, planificando un proceso de este ti-
control en los temas de contaminación de los cuerpos po específicamente para el sector ambiental. Esta des-
de agua y ordenamiento de su uso, con el fin de ase- centralización de la gestión debe responder a las par-
gurar la cantidad y calidad del recurso. ticularidades ecológicas y socioeconómicas que ca-
Por un lado se debe apuntar a lograr la conserva- racterizan a las diferentes regiones del Ecuador.
ción de las fuentes y del entorno natural que protege
su calidad y regula su cantidad y, por el otro lado, se 10.9 Sobre los saberes ancestrales
debe tornar más eficiente su gestión a diferentes nive-
les; concretamente en las organizaciones agrarias pa- Otro elemento clave que debe ser tomado en cuenta
ra lo relacionado con las responsabilidades y dere- durante la elaboración de la Estrategia Nacional de
chos de beneficiarios y beneficiarias del riego y, a ni- Biodiversidad debe ser la protección, recuperación y
vel de instituciones municipales y seccionales, para valoración de los saberes y prácticas tradicionales. Es-
que las obras de captación de agua cumplan con las to implica el desarrollo de instrumentos legales que
regulaciones destinadas a evitar y mitigar los impactos protejan los derechos fundamentales y colectivos de
ambientales, así como para asegurar un pago por el los pueblos indígenas y de las comunidades locales y
recurso proporcionado y los costos incurridos en su que garanticen la distribución justa y equitativa de los
conservación. beneficios derivados de la utilización de dichos cono-
cimientos y prácticas. Asimismo, requiere el desarrollo
10.8 Aspectos institucionales y gestión de la de programas educativos que permitan fortalecer la
biodiversidad identidad e integridad cultural de los pueblos indíge-
nas y mestizos, basándose en la diversidad cultural
En el campo institucional es importante clarificar las re- del país (histórica, étnica, de género, generacional,
laciones entre las diversas entidades que tienen com- regional), así como de las comunidades locales, y po-
petencia sobre la diversidad biológica, con el fin de tenciar la capacidad de diálogo entre saberes y disci-
evitar la duplicación de esfuerzos y la contraposición plinas.
de objetivos. Por lo tanto, se requiere diseñar y ejecu-
tar una estrategia institucional que defina los roles de
las diferentes entidades públicas y fomente la partici-
pación de la sociedad civil, especialmente de los ac-
tores locales, en la conservación y el uso sustentable
de la biodiversidad. Como el involucramiento de ac-
tores no está libre de conflictos es menester crear los
espacios adecuados de concertación y resolución de
divergencias. Sin duda, dicha estrategia debe enmar-
carse en los procesos de descentralización y descon-

313
l a biodiversidad es un recurso estratégico cuya con-

servación depende de todas las personas, pero en el

contexto del Ecuador es algo que atañe particularmente a quie-

nes toman las decisiones sobre cómo será aprovechada. En un

país en crisis, donde las propuestas innovadoras deben ser la re-

gla para lograr el desarrollo sustentable, es imprescindible comu-

nicar, cada vez a más personas, pero en especial a ese grupo,

los valores explícitos e implícitos de la diversidad biológica y to-

do el potencial que su uso sustentable conlleva. Solo así, median-

te la generación de un proceso multitudinario de valorización de

la naturaleza y del uso sustentable de ésta, se habrá dado un im-

portantísimo paso hacia el desarrollo de un país y, por qué no,

de un planeta con mayor equidad y justicia.

314
Siglas
(Con el fin de orientar la búsqueda en las referencias citadas, solo se incluyen aquellas siglas
que constan como tales en el texto, y otras pocas que no siempre han sido desarrolladas)

ASOEXPEBLA Asociación de Exportadores de Pesca ECOLAP Instituto de Ecología Aplicada de la


Blanca Universidad San Francisco de Quito
BCE Banco Central del Ecuador ECORAE Instituto para el Ecodesarrollo de la Región
BID Banco Interamericano de Desarrollo Amazónica Ecuatoriana
CAAM Comisión Asesora Ambiental de la EMAP Empresa Municipal de Agua Potable
Presidencia de la República FAO Food and Agriculture Organization
CAF Corporación Andina de Fomento (Organización de las Naciones Unidas para la
CDC Corporación Centro de Datos para la Agricultura y la Alimentación)
Conservación FUNDACYT Fundación de Ciencia y Tecnología
CFN Corporación Financiera Nacional GEF Global Environment Facilty (Fondo para el
CLIRSEN Centro de Levantamientos Integrados de Medio Ambiente Mundial)
Recursos Naturales por Sensores Remotos GNTB Grupo Nacional de Trabajo sobre
COICA Coordinadora de las Organizaciones Biodiversidad
Indígenas de la Cuenca Amazónica ICBP International Council for Bird Preservation
CONADE Consejo Nacional de Desarrollo (Consejo Internacional para la Conservación de
CONFENIAE Confederación de Nacionalidades las Aves)
Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana IGM Instituto Geográfico Militar
CONUEP Consejo Nacional de Universidades y IICA Instituto Interamericano de Cooperación para la
Escuelas Politécnicas Agricultura
CPPS Comisión Permanente del Pacífico Sur INEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
CTP Centro de Tenencia y Producción de Vida INEFAN Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas
Silvestre Naturales y Vida Silvestre
DENAREF Departamento Nacional de Recursos INIAP Instituto Nacional Autónomo de
Fitogenéticos y Biotecnología Investigaciones Agropecuarias
DFC Proyecto Desarrollo Forestal Campesino en los INOCAR Instituto Oceanográfico de la Armada
Andes del Ecuador INP Instituto Nacional de Pesca
DIGEIM Dirección General de Intereses Marinos ITTO International Timber Trade Organization
DIGMER Dirección General de la Marina Mercante (Acuerdo Internacional sobre Maderas Tropicales)
y del Litoral IUCN. International Union for the Conservation of
DITURIS Dirección de Turismo Nature (Unión Mundial para la Naturaleza)

315
S i g l a s

IUDZG The World Zoo Organization, International TNC The Nature Conservancy
Union of Directors of Zoological Gardens UICN Unión Mundial para la Naturaleza
(Organización Mundial de Zoológicos, Unión UNEP United Nations Environment Programme
Internacional de Directores de Parques (Programa de las Naciones Unidas para el
Zoológicos) Medio Ambiente)
MAG Ministerio de Agricultura y Ganadería UNESCO Fondo de las Naciones Unidas para la
MEC Ministerio de Educación y Cultura Educación y la Cultura
OPIP Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza WRI World Resources Institute
PATRA Proyecto de Asistencia Técnica a la Gestión WWF World Wildlife Fund (Fondo Mundial para la
Ambiental Naturaleza)
PMRC Programa de Manejo de Recursos Costeros
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo
PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente
PROFAFOR-FACE Programa FACE (Forest Absorbing
Carbondioxide Emissions) de Forestación
PUCE Pontificia Universidad Católica del Ecuador
SENACYT Secretaría Nacional de Ciencia y
Tecnología
SIISE Sistema Integrado de Indicadores Sociales del
Ecuador
SNAP Sistema Nacional de Áreas Protegidas
STFS Secretaría Técnica del Frente Social
SUBIR Proyecto Uso Sostenible de los Recursos
Biológicos
TCA Tratado de Cooperación Amazónica

316
Referencias citadas
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tín Científico Técnico (Guayaquil) 17, no. 14. Pu- Datos para la Conservación. En La investigación
blicación del Instituto Nacional de Pesca (INP). para la conservación de la diversidad biológica

317
R e f e r e n c i a s c i t a d a s

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rez. Quito: EcoCiencia. ceutical Prospecting and its Role in Biodiversity
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rra del Ecuador. En Propuesta preliminar de un y Chile): diagnóstico regional. Mares Regiona-
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338
R e f e r e n c i a s c i t a d a s

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rro y Jambelí). Acta Oceanográfica del Pacífico terio de Agricultura y Ganadería, Programa Sec-
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Oceanográfico de la Armada (INOCAR). tal, Quito. Documento inédito.
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Santa Clara, golfo de Guayaquil, después de la Ecuador. WRI, Washington D.C. Documento iné-
prospección sísmica en agosto de 1997. Infor- dito.
me técnico presentado por el Instituto Oceano- World Resources Institute (WRI), Unión Mundial para
gráfico de la Armada (INOCAR) a Energy Devel- la Naturaleza (UICN) y Programa de las Nacio-
opment Corporation Ecuador Ltd., Guayaquil. nes Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
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of the Asia Pacific Symposium mangrove ecosys-
tems, editado por Y. Wong y N. Tam. S.i.,
295:243–54.

339
Colaboradores/as
María Amparo Albán Mario Hurtado
Doctora en Jurisprudencia. Directora ejecutiva del Biólogo. Consultor ambiental.
Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental. Casilla 09-01-10355, Guayaquil
Av. Eloy Alfaro 1770 y Rusia, tercer piso, Quito mhurtado@gye.satnet.net
albanr@uio.satnet.net
Carmen Josse
Lourdes Barragán Bióloga, Ph.D. Consultora.
Antropóloga. Consultora. Casilla postal 17-12-257, Quito
Casilla 17-03-312, Quito carmenjosse@hotmail.com
lbarragan@andinanet.net
Luis Suárez
Diego Burneo Biólogo, M.Sc. Director del proyecto "Conservación
Economista, M.Sc. Coordinador de desarrollo de la Biodiversidad en el Ecuador", EcoCiencia.
institucional, EcoCiencia. Casilla postal 17-12-257, Quito
Casilla postal 17-12-257, Quito biodiversidad@ecociencia.org
dburneo@access.net.ec
María de Lourdes Torres
Verónica Cano Bióloga molecular, Ph.D. Coordinadora de la espe-
Bióloga. Consultora. cialización en Biotecnología del Colegio de Ciencias
Aparicio Rivadeneira y Jacinto Jijón y Caamaño de la Vida de la Universidad San Francisco de Quito.
Manzana 26, Quito Casilla postal 17-21-109, Quito
verocano@yahoo.com lourdes@mail.usfq.edu.ec

Tarcisio Granizo
Biólogo. Especialista en áreas protegidas, The Nature
Conservancy.
Juan González N35-26 y Juan Pablo Sanz, Edificio
Vizcaya, torre 2, piso 10, Quito
tgranizo@q.tnc.org.ec

340
Las instituciones
coeditoras
El Ministerio del Ambiente entre el ser humano y la naturaleza.
El Ministerio del Ambiente es la autoridad estatal en- A través de su proyecto "Conservación de la Biodi-
cargada de definir y regular las políticas ambientales versidad en el Ecuador", que es ejecutado en colabo-
y de coordinar los planes, proyectos y programas ración con el Ministerio del Ambiente y financiado por
orientados a lograr un ambiente sano, mediante una el Gobierno de los Países Bajos, se pretende promo-
gestión participativa, equitativa y solidaria. Entre sus ver la conservación y el uso sustentable de la diversi-
funciones se cuentan el diseño de las estrategias sus- dad biológica llevando a cabo actividades de investi-
tentables para la conservación del ambiente, la pro- gación, manejo y difusión de información, capacita-
moción del desarrollo y de la participación de la co- ción a actores clave y formulación de políticas e ins-
munidad, y la incorporación de la dimensión ambien- trumentos legales, con la activa participación del Esta-
tal en la gestión pública y en los valores ciudadanos. do, la comunidad científica y otros sectores de la so-
La ejecución del proyecto "Plan de Acción Nacio- ciedad civil.
nal de Biodiversidad", que es llevado a cabo con el
apoyo directo de la UICN y del Programa de Nacio- La Unión Mundial para la Naturaleza
nes Unidas para el Desarrollo (PNUD), responde al (UICN)
compromiso adquirido por el Ecuador cuando ratificó La UICN es una asociación que agrupa a Estados, de-
el Convenio sobre la Diversidad Biológica, en el cual pendencias gubernamentales, organizaciones no gu-
se insta a diseñar Estrategias de Biodiversidad en las bernamentales, científicos/as y expertos/as de 181
que se establezca las prioridades y formas de interven- países. Su misión es influir, alentar y ayudar a las so-
ción para lograr la conservación y el uso sustentable de ciedades de todo el mundo a conservar la integridad
la biodiversidad. Dicho proyecto tiene como objetivo y la diversidad de la naturaleza y asegurar que cual-
generar consensos para implementar las acciones, me- quier uso de los recursos naturales se haga de mane-
diante la participación de poblaciones indígenas, co- ra equitativa y ecológicamente sostenible.
munidades locales, el sector privado, organizaciones La oficina de la UICN para Suramérica (UICN-
no gubernamentales e instituciones de investigación. Sur), junto con EcoCiencia y con el apoyo del Minis-
terio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo
EcoCiencia de Alemania (BMZ), ejecutan el proyecto "Fortaleci-
EcoCiencia es una entidad científica ecuatoriana, pri- miento de Capacidades Nacionales en América del
vada y sin fines de lucro, cuya misión es conservar la Sur para la Conservación y Desarrollo Sostenible de
biodiversidad mediante la investigación científica, la la Biodiversidad", cuyo objetivo es profundizar sobre
recuperación del conocimiento tradicional y la educa- los elementos económicos, sociales, legales y políticos
ción ambiental impulsando formas de vida armoniosas que impactan en la conservación de la biodiversidad.

341
êndice de ilustraciones

Mapas
1. Zonas de altitud y principales ríos y cordilleras del Ecuador 181
2. Amazonía: bloques petroleros y áreas protegidas 182
3. Vegetación remanente en el Ecuador continental (1996) 183
4. Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Zonas Intangibles 184
5. Áreas de endemismo de aves 185
6. Áreas con gran diversidad de aves 186
7. Áreas con gran endemismo de aves 187
8. Localidades de aves en peligro 188
9. Áreas críticas para la conservación de la biodiversidad 189
10. Áreas prioritarias para la conservación de las aves 190
11. Áreas prioritarias para la conservación de los mamíferos 192
12. Áreas prioritarias para la conservación de la flora 194
13. El archipiélago de Colón, provincia de Galápagos 196

Gráficos
2.1 Amazonía: remanencia de las formaciones naturales 33
2.2 Consumo de leña y carbón por sectores y regiones 35
2.3 Principales corrientes y masas de agua 43
2.4 Diversidad de los ecosistemas marinos y costeros en
25 sectores de la Costa 44
2.5 Representatividad de los ecosistemas marinos y costeros
en 25 sectores de la Costa 45
2.6 Pacífico centro-oriental: representatividad de la fauna estuarina 50
2.7 Pacífico centro-oriental: dependencia de la fauna estuarina 51
2.8 Pacífico centro oriental: fauna dependiente del estuario para
su alimentación 52
2.9 Pacífico centro-oriental: fauna que utiliza el estuario en sus
primeras etapas 52
2.10 Pacífico centro-oriental: zonificación de la fauna en el estuario 53
2.11 Pérdida de manglar entre 1969 y 1995 55
2.12 Tasa anual de deforestación del mangle 56

342
ê n d i c e d e i l u s t r a c i o n e s

2.13 Grado de amenaza a los ecosistemas marinos y costeros 56


2.14 Tipos de amenazas a los ecosistemas marinos y costeros 57
2.15 Amenazas a los ecosistemas marinos y costeros 58
3.1 Trabajos y publicaciones sobre mamíferos ecuatorianos 64
3.2 Distribución ecosistémica de la avifauna 69
3.3 Número de especies en los países con mayor diversidad
de plantas 76
3.4 Composición del plancton marino y estuarino 101
3.5 Macroalgas 102
3.6 Número de especies del zoobentos 103
3.7 Distribución de los bivalvos según hábitats 104
3.8 Número de especies de vertebrados marinos y costeros 105
3.9 Distribución de los peces marinos según hábitats 108
3.10 Número de especies de aves del litoral 109
3.11 Exportaciones de petróleo, productos agrícolas, pesca y
otros productos 110
3.12 Capturas de camarón marino por pesca y cultivo 111
3.13 Pesca de camarón marino (1980–1998) 112
3.14 Composición de la captura de la flota que pesca con
red de cerco peces pelágicos pequeños 113
3.15 Desembarques de peces pelágicos pequeños capturados
por la flota que pesca con red de cerco 114
3.16 Desembarques de la flota de red de cerco que pesca
peces pelágicos pequeños, según tipo de embarcación 114
3.17 Proporción de la captura de tres especies de atún 116
3.18 Desembarques de atún capturado por la flota
aue pesca con red de cerco 116
3.19 Desembarques de la flota palangrera 119
3.20 Principales grupos de peces capturados por la flota artesanal 119
3.21 Comparación entre el volúmen y el número de especies
capturadas por la flota artesanal 120
3.22 Comparación entre los desembarques de la flota artesanal
y la anomalía TSM 120
3.23 Comparación entre el número de especies capturadas
por la flota artesanal y la anomalía TSM 121
5.1 Sistema Nacional de Áreas Protegidas: eficiencia en
la conservación de doce reservas 159
5.2 Fauna nativa en los centros de tenencia y producción 178
6.1 Número de especies de invertebrados en el archipiélago 206
6.2 Número de especies de plantas introducidas al archipiélago 210
6.3 Ubicación de las provincias por su tasas de inmigración
y de ocupación económica 213
6.4 Ecuador: porcentaje de indigencia según regiones 214

343
ê n d i c e d e i l u s t r a c i o n e s

6.5 Ecuador: porcentaje de la pobreza en relación con el


total de la población 214
6.6 Crecimiento de la población del archipielago 214
6.7 Tasa de natalidad en el archipiélago 215
6.8 Denuncias de pesca ilegal en las aguas que rodean
al archipiélago 215
6.9 Parque Nacional Galápagos: número de visitantes 216
6.10 Número de pescadores y de embarcaciones artesanales 225
7.1 Líneas de trabajo de las organizaciones no gubernamentales 246
7.2 Cobertura geográfica de las organizaciones no gubernamentales 247
7.3 Distribución de los fondos no reembolsables de la
cooperación internacional 248
7.4 Donantes de los fondos no reembolsables 250
7.5 Número de especialistas en temas de biodiversidad 252
7.6 Proyectos sobre biodiversidad 253

344
êndice de cuadros y
recuadros
Cuadros
1.1 Amazonía: pueblos indígenas que viven en las áreas protegidas 11
2.1 Formaciones naturales del territorio continental 24
2.2 Costa: cobertura original y remanente de las
formaciones naturales 31
2.3 Sierra: cobertura original y remanente de las
formaciones naturales 32
2.4 Deforestación en el Ecuador 34
2.5 Zona intermareal: invertebrados bentónicos 49
3.1 Estudios sobre los mamíferos del Ecuador 62
3.2 Los mamíferos según dos estudios 65
3.3 Número de vertebrados en relación con el total mundial 66
3.4 Los mamíferos endémicos 66
3.5 Diversidad y endemismo de los mamíferos 67
3.6 Aves endémicas según tres estudios 67
3.7 Posición mundial del Ecuador por cantidad de especies 74
3.8 Posición mundial del Ecuador por cantidad de especies
endémicas 75
3.9 Familias de plantas con especies endémicas sobre
los 2.400 m de altitud 81
3.10 Especies endémicas de plantas registradas sobre los
2.400 m de altitud 82
3.11 Las diez familias y los diez géneros más diversos
de la región amazónica 83
3.12 Usos de algunas especies en la Costa 87
3.13 Plantas amenazadas por la explotación y comercialización 91
3.14 Peces marinos del Ecuador 106
3.15 Peces marinos cuya distribución es restringida al
Ecuador y al Perú 107
4.1 Géneros que agrupan especies silvestres relacionadas
con las plantas cultivadas 139
4.2 Número de entradas en cuatro bancos de germoplasma 142

345
ê n d i c e d e c u a d r o s y r e c u a d r o s

5.1 Ecuador: Sistema Nacional de Áreas Protegidas 152


5.2 Categorías de manejo del Sistema Nacional de
Áreas Protegidas y de la UICN 153
5.3 Ecuador: bienes y servicios que presta el Sistema Nacional
de Áreas Protegidas 155
5.4 Algunas amenazas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas 158
5.5 Criterios para identificar las áreas críticas para la conservación 162
5.6 Representación de ecosistemas valorados por la eficiencia de
manejo del SNAP y ecosistemas críticos de acuerdo con los
objetivos de conservación 164
5.7 Zoológicos del Ecuador 174
5.8 Centros de rescate de fauna 175
5.9 Animales nativos producidos en los centros de tenencia y
producción de fauna 176
5.10 Centros de tenencia y producción de fauna nativa 177
5.11 Centros dedicados al manejo de camélidos 177
5.12 Número de ejemplares en los centros de tenencia
y producción de fauna 177
5.13 Limitaciones de los principales centros de tenencia
y producción de fauna 179
6.1 Características de las zonas de vegetación del archipiélago 200
6.2 Número de plantas vasculares del archipiélago 202
6.3 Reptiles del archipiélago 203
6.4 Mamíferos terrestres del archipiélago 204
6.5 Características de los hábitats marinos y costeros
del archipiélago 207
6.6 Peces del archipiélago 208
6.7 Tasas de endemismo en el archipiélago 209
6.8 Nuevos registros de plantas introducidas a las áreas del Parque 211
6.9 Especies de plantas introducidas al archipiélago 212
6.10 Incautaciones de pesca ilegal y avistamientos de botes atuneros 215
6.11 Relación entre los ingresos por turismo en las islas, el gasto
público y el presupuesto del Parque 217
6.12 Uso de los sitios turísticos del archipiélago 218
6.13 Flora: número de taxa según categoría de amenaza 219
6.14 Fauna: especies marinas y terrestres amenazadas o extintas 220
6.15 Número de embarcaciones de turismo en el archipiélago 227
7.1 Ámbito de trabajo de los centros académicos y
de investigación 239
7.2 Herbarios del Ecuador 243
7.3 Especímenes de flora preservados en los herbarios 244
7.4 Especímenes de fauna silvestre preservados en los museos 245
7.5 Registros en el Sistema de Información BIODATOS 256

346
ê n d i c e d e c u a d r o s y r e c u a d r o s

7.6 Bases de datos que integran el Sistema de


Información EcoBio 257
7.7 Instituciones que alimentan la base del Centro de
Información sobre la Biodiversidad del Ecuador 258
7.8 Registros contenidos en la base del Centro de
Información sobre la Biodiversidad del Ecuador 259
7.9 Estudios sobre el Parque Nacional Machalilla 260
9.1 PIB total, PIB per cápita y población 288
9.2 PIB total y agrícola 289
9.3 Cambio de temperatura y precipitación en
diferentes ciudades de la Costa y de la Sierra 293
9.4 Emisión de gases que causan el efecto invernadero 294
9.5 Número de visitantes a las áreas protegidas 299
9.6 Exportaciones de los productos que provienen de
la biodiversidad 302

Recuadros
2.1 Usos energéticos y maderables del bosque nativo andino 36
2.2 La construcción de la carretera Borbón–Maldonado–Mataje 38
2.3 El estuario del río Guayas 54
3.1 Los escarabajos con cuernos 71
3.2 Los carábidos 72
3.3 Los mántidos 73
3.4 La familia de las palmas 77
3.5 Plantas útiles 84
3.6 La biotecnología 85
3.7 Las categorías de los Libros Rojos de la UICN 92
3.8 Estado de conservación según las categorías del CDC 93
3.9 El lobo de río: una especie en peligro crítico 94
3.10 Desaparición del loro de orejas amarillas 96
3.11 La extinción del jambato 97
3.12 La variabilidad en zonas de gran diversidad:
el área marina de la Isla Santa Clara 100
5.1 Importancia de la conservación ex situ 172
5.2 Políticas para la conservación ex situ en el Ecuador 173
5.3 Funciones de los jardines botánicos 180
6.1 Pinzones y cucubes 205
6.2 La fauna amenazada 221
6.3 Los chivos en la isla Isabela 222
6.4 Erradicación de cerdos salvajes en la isla Santiago 223
7.1 ¿Qué es el Fondo para el Medio Ambiente Mundial? 249
7.2 Monitoreo de la anidación y protección de las
tortugas marinas 261

347
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

8.1 Los derechos colectivos 267


8.2 La bioseguridad 268
8.3 El principio de precaución 269
8.4 El recurso de amparo 270
8.5 El principio de soberanía 271
9.1 Conversión de deuda externa en el Ecuador 292
9.2 El Protocolo de Kioto 295
9.3 Ingresos por la protección y oferta de agua 297
9.4 Valoración de los productos no maderables: un ejemplo 300
9.5 Utilización de la palma mocora 301

348
êndice de fotograf’as
(Todas las fotos pertenecen al Archivo EcoCiencia)

Capítulo 1
Feria de semillas de Cajabamba, Chimborazo (Luis Suárez) 5
Pescador de róbalo, Manabí (Mario García) 6
Mujer de Cajabamba, Chimborazo (Patricio A. Mena) 7
Pescador de róbalo, Manabí (Mario García) 8
Conchera de Muisne, Esmeraldas (Mario García) 9
Mujer chachi, Loma Linda, Esmeraldasl (Mario García) 10
Mujer afroecuatoriana, Esmeraldas (Robert Chartier) 13
Pescador en el estuario de la Reserva Ecológica
Cayapas–Mataje, Esmeraldas (Mario García) 14
Niño cofán con instrumento musical en Sinangüé,
Orellana (Luis Suárez) 15

Capítulo 2
Río Daule, Guayas (Patricio A. Mena) 20
Volcán Tungurahua, Tungurahua (Patricio A. Mena) 23
Parque Nacional Podocarpus (Luis Suárez) 26
Empalizado de la vía Coca–Yuca (Luis Suárez) 37
Río Shiripuno (Mario García) 39
Río Napo (Mario García) 41
Islote La Tortuguita, Parque Nacional Machalilla,
Manabí (Alfredo Salazar) 46
Reforestación del manglar en Muisne, Esmeraldas (Mario García) 48

Capítulo 3
Oso andino, Tremarctos ornatus (Patricio A. Mena) 61
Gallo de la peña, Rupicola peruviana (Patricio A. Mena) 68
Rana andina (Mario García) 70
Lagartija, Anolis sp. (Patricio A. Mena) 73
Ceibo, Ceiba trichistandra (Mario García) 78
Flor andina (Mario García) 80
Flor andina (Patricio A. Mena) 89

349
ê n d i c e d e f o t o g r a f ’ a s

Ballena jorobada, Megaptera novaeangliae,


Manabí (Luis Suárez) 98
Barco pesquero en Puerto López, Manabí (Luis Suárez) 115
Pesca de camarón en Bahía de Caráquez,
Manabí (Mario García) 117
Fondo submarino (s/n) 118

Capítulo 4
Feria de semillas de Cajabamba, Chimborazo (Luis Suárez) 137
Feria de semillas de Cajabamba, Chimborazo (Patricio A. Mena) 138
Venta de naranjilla en las faldas del volcán
Reventador, Sucumbíos (Luis Suárez) 140
Venta de frutas en Santo Domingo de los Colorados,
Pichincha (Mario García) 141
Indígena shuar con fruto de cacao (Luis Suárez) 144
Feria libre de La Marín, Quito (Alfredo Salazar) 146

Capítulo 5
Bosque nublado en el volcán Reventador,
Sucumbíos (Luis Suárez) 154
Zoológico de Salango, Manabí (Mario García) 160
Cóndor en el zoológico del Colegio Militar,
Quito (Mario García) 163
Parque Nacional Podocarpus (Patricio A. Mena) 166
Reserva Ecológica Cotacachi–Cayapas,
Esmeraldas (Mario García) 168
Vivero forestal en Conocoto, Pichincha (Mario García) 171

Capítulo 6
Iguana terrestre, Conolophus subcristatus (Patricio A. Mena) 201
Cangrejo de lava, Grapsus grapsus (Mario García) 204
Iguana marina, Amblyrhyncus cristatus (Patricio A. Mena) 210
Cactus de lava, Brachycereus nesioticus (Mario García) 224
Bahía de Puerto Ayora (Patricio A. Mena) 226

Capítulo 7
Barco chinchorrero en Manta, Manabí (Mario García) 240
Museo de Salango, Manabí (Mario García) 242
Investigadoras en el campo (s/n) 255

350
ê n d i c e d e f o t o g r a f ’ a s

Capítulo 9
Telar de cintura, Imbabura (Patricio A. Mena) 290
Vendedor de hobos en el valle del Chota,
Imbabura (Mario García) 291
Peladores de tagua, Manabí (Alfredo Salazar) 296
Cascada de San Rafael, Sucumbíos (Mario García) 298
Explotación maderera, Esmeraldas (Robert Chartier) 304

Capítulo 10
Pobladores del manglar, Esmeraldas (Mario García) 311

351
êndice anal’tico
abejas sin aguijón, 4.2 aguas termales, 2.21
acacias, 1.9, 3.14, 3.19 ají, 3.16
acantilados, 2.26, 2.27, 2.35, 5.4 algas, 3.15, 3.34, 3.36, 3.37, recuadro 3.6, gráf.
acceso a los recursos genéticos, 4.5, 7.1, 7.3, 7.4, 3.5, 6.8, 6.9
7.18, 7.19, 7.27, 7.36, 8.8, 8.12 alimentación, alimentos. Véase seguridad alimentaria
achuar, 1.6 alisos, 2.21, 3.13
Acuerdo para la Creación del Instituto Interamericano Amazonía, región, 1.2, 2.1, mapa 3
para la Investigación del Cambio Global (IA), amenazas, 2.16–19, 2.20, 2.22, 4.6
8.13 áreas prioritarias para la conservación, 5.8, ma-
Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Pro- pas 10, 11 y 12
piedad Intelectual Relacionados con el Comer- áreas protegidas, cuadro 1.1, 5.2, 5.3, 5.7
cio, Incluido el Comercio de Mercancías Falsi- características geográficas, 1.2, 2.1
ficadas (ADPIC), 8.13 clima, 2.1
acuicultura. Véase camarón consumo de leña y carbón, gráf. 2.2
adaptación, 1.1, 1.4, 4.1, 6.1, 6.3, recuadro 6.1 cordilleras, 1.2, 2.1, 3.5, 5.3, 5.8, mapa 1
afloramiento, áreas de, 2.24, 2.26, 2.27, 2.35, 5.4 cultivos, 3.16, cuadro 4.1
afroecuatorianos. Véase pueblos afroecuatorianos deforestación, 2.15, 2.17, 2.18, 9.6
agencias de cooperación, 7.36, 9.2. Véase también ecosistemas, 2.5, 2.6, 2.20, 2.21, gráf. 2.1
cooperación internacional erosión genética en la, 4.6
Agenda Ecuatoriana de Educación y Comunicación estado de conservación, 2.15
Ambiental, 8.10 expansión de la frontera agrícola, 2.18
Agenda para el Desarrollo, 8.6 fauna, 2.20, 3.3, 3.5, 3.7, 3.8, recuadro 3.1,
agricultura, agropecuaria, 1.1, 1.3, 1.7, 1.9, 2.10, recuadro 3.2, recuadro 3.3, 5.11, 5.13,
2.13, 2.14, 2.15, 2.16, 2.17, 2.18, 2.22, 5.14
2.33, 3.16, 4.1, 4.3, 4.5, 5.3, recuadro flora, 3.14, 3.16, recuadro 3.4, anexo 2 (p. 130)
5.3, 6.14, 6.21, 7.13, 7.26, 7.37, 7.38, formaciones naturales, 2.5, 2.6, gráf. 2.1
7.52, 8.9, 8.11, 8.12, 9.1, 9.6, 9.9, cuadro instituciones, 5.13, 5.14, 7.11, 7.16
9.9 monitoreo de la, 7.48, 7.49
agroquímicos. Véase pesticidas petróleo, mapa 2. Véase también explotación pe-
agua, valor del, 1.3, cuadro 5.3, 9.7, recuadro 9.3, trolera
10.7 pobreza, indigencia, gráf. 6.4, gráf. 6.5
aguacate, 4.3 programas, proyectos, 7.36, 7.39, 7.48, 7.49

352
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pueblos indígenas, 1.6, cuadro 1.1, 2.4, 5.2 aves, 1.2, 2.20, 2.26, 2.27, 2.35, 3.1, 3.4–5,
remanencia de las formaciones naturales, 2.15, 3.10, 3.22, 3.23, 3.26, 3.28, 3.38, 3.43,
gráf. 2.1 3.45, recuadro 3.10, cuadro 3.6, gráf. 3.2,
reservas privadas, 5.7 gráf. 3.10, anexo 1 (p. 122), 5.3, 5.8, 5.14,
tráfico de especies, 3.23 6.5, 6.9, 6.11, 6.17, 6.19, 6.22, recuadro
zonas intangibles, 5.2 6.1, recuadro 6.2, 7.34, 7.46, 8.13, mapas
amenazas 5, 6, 7, 8 y 10
a Galápagos, 4.6, 6.12–20 avestruz, 3.22
a las áreas protegidas, 5.2, 5.3, 5.5 awá, 1.7, 5.3
a las especies, 3.18–31, 3.43, 3.45–47, 3.54, Azuay, 3.13, recuadro 3.11, cuadro 3.10, 5.3, 5.8,
5.5 gráf. 6.3
a los ecosistemas, 2.16–19, 2.22, 2.35, 5.3,
5.5, 10.7
Véase también ‘contaminación’, ‘deforestación’, ‘ex- bacalao, 6.17, 2.29, 3.26
plotación’, ‘tráfico de especies’, ‘pérdida de bio- bacterias, 3.15, 3.34, 4.4, 8.11
diversidad’, ‘pesca ilegal’, ‘sobreexplotación’ Baeza, 3.13
Ancón, 2.26 bahías, 2.1, 2.26, 2.27, 2.31, 2.35, 5.4
Andes. Véase ‘cordillera, ‘estribaciones’, ‘Sierra’ bajos. Véase arrecifes
anfibios, 1.2, 3.1, 3.6–7, 3.10, 3.20, 3.22, 3.26, ballenas, 3.44, 3.47, 5.4, 5.6, 6.9, 6.23, 8.13
3.29, recuadro 3.11, anexo 1 (p. 122), 4.4, bambú, 2.7, 3.13
5.14, cuadro 5.9, gráf. 5.2, 6.5, 7.34, banano, 2.18, 3.17, 3.48, 4.6, 9.1
7.46, 6.15 bancos. Véase barreras aluviales
Ángel El, Reserva Ecológica, cuadro 5.1, cuadro 5.3, bancos de germoplasma, 4.4, 4.5, 5.9, 5.10, 7.26,
cuadro 5.4, mapa 4 10.6
animales. Véase fauna Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 7.25,
Antisana, Reserva Ecológica, cuadro 1.1, cuadro 7.36, 7.44, 7.52, 9.2
5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 Banco Mundial, 7.1, 7.36, recuadro 7.1, 9.2
archipiélago barreras aluviales, 2.26, 2.27, 2.35
de Cayapas–Mataje, 5.4 bases de datos. Véase sistemas de información
de Colón. Véase Galápagos bellezas escénicas, valor de, 9.8
de Jambelí, 2.27, 3.43, 5.5 bentos, 2.29, cuadro 2.5, 3.36–39, gráf. 3.6
área de recreación, cuadro 5.1 BID, 7.25, 7.36, 7.44, 7.52, 9.2
áreas de endemismo de aves, 3.5, 3.28, mapas 5 y 7 Bilsa, Estación Biológica, 3.12
áreas prioritarias para la conservación in situ, 3.5, BIODATOS, sistema de información, 7.41, cuadro
3.28, 5.3, 5.6, 5.8, mapas 9, 10, 11 y 12 7.5
áreas protegidas. Véase Sistema Nacional de Áreas biodiversidad, 1.1
Protegidas biomas, 1.1, 2.2. Véase también ecosistemas
arrecifes, 2.25, 2.26, 2.27, 2.29, 3.41, 5.4, cua- biomasa, recuadro 2.3, 9.6
dro 6.5 bioprospección, 8.1, 9.9
Atacames, 2.26 biorregiones, 2.3. Véase también ecorregiones
atún, 3.48, 3.52, 3.53, 6.17, 6.18, 6.19, cuadro biorremediación, 3.15, 4.4, 9.3
6.10 bioseguridad, 7.1, 7.2, 7.3, 7.7, 7.26, 8.1, 8.11,
8.12, recuadro 8.2

353
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biotecnología, recuadro 3.6, 4.3, 7.26, 7.37, recua- Cajas El, Parque Nacional, 2.21, 3.2, 5.8, cuadro
dro 8.2, 9.9, 10.5 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4
bivalvos, 3.36, 3.38, 3.39, 3.54, gráf. 3.7, 6.10 calabaza, 3.16
boas, 5.14 calentamiento global, cambio climático, recuadro
Boliche El, Área de Recreación, cuadro 5.1, cuadro 3.11, recuadro 7.1, 8.13, 9.6, cuadro 9.3,
5.3, cuadro 5.4, mapa 4 cuadro 9.4, recuadro 9.2
Bolívar, provincia, recuadro 3.11, cuadro 3.10, gráf. calidad de vida en el Ecuador, 1.6, 1.8, 6.16, gráf.
6.3 6.3, gráf. 6.4, gráf. 6.5, 8.1, 9.1, 10.4
bosque andino, 2.7, 2.14, recuadro 2.1, 3.13, camarón, camaroneras, 1.9, 2.22, 2.31, 2.33,
3.27, recuadro 3.5, 4.2, 5.8 2.34, 2.35, recuadro 2.3, 3.36, 3.46, 3.48,
bosque de neblina montano, 1.7, 2.7, 2.10, 2.14, 3.49, 3.54, 4.2, 4.6, 5.2, 5.5, 5.6, 7.50,
3.27 8.11, cuadro 9.6
bosque deciduo de tierras bajas, 2.2, 2.3, 2.9, camélidos, 3.17, 5.13, cuadro 5.11, 7.39, 8.13
2.13, 3.5, 3.12, 3.13, 5.3, 7.36 campesinos, 1.4, 1.8, 2.14, 2.18, 3.16, 3.17,
bosque seco montano bajo. Véase matorral húmedo 5.2. Véase también comunidades locales
montano canchalagua, 6.17
bosque seco tropical. Véase bosque deciduo de tie- cangrejos, recuadro 2.3, 3.36, 3.54
rras bajas Cañar, provincia, cuadro 3.10, 4.6, gráf. 6.3
bosque semideciduo de tierras bajas, 2.13, 3.5, cañón submarino, 2.26, 2.27, 2.28, 2.35
3.12, 5.3 capacidad de carga, 6.20, 6.26
bosque semideciduo montano bajo, 3.5, 3.12, 5.3 capacitación. Véase educación
bosque semideciduo piemontano, 2.13, 3.5, 3.12, carábidos, recuadro 3.2
5.3, 5.8 caracoles de Galápagos, 6.6, 6.22
bosque siempreverde de tierras bajas, 1.7, 1.9, 2.5, caracoles introducidos, 3.22
2.13, 3.5, 3.12, 3.14, 5.3 carbón, consumo de, 2.17, recuadro 2.1, gráf. 2.2
bosque siempreverde inundable de tierras bajas, 1.9, carbono, secuestro de, 1.3, 2.32, 3.36, 9.6, recua-
2.6, 2.20, 3.5, 3.12 dro 9.2
bosque siempreverde montano bajo, 3.5 Carchi, provincia, 1.7, 2.11, 3.29, recuadro 3.11,
bosque siempreverde piemontano, 1.7 cuadro 3.10, 5.8, gráf. 6.3
bosques privados, 5.7, 8.8, 10.3 carreteras, caminos. Véase red vial
botellita, 3.51 cascarilla, recuadro 3.5, 6.14, 6.24, 9.9
bromelia, 2.5, 2.7, 2.13, 3.12, 3.13 caucho, 3.16
bufeo, 3.44, 3.47 causas de la extraordinaria biodiversidad en el Ecua-
dor, 1.2, 2.24
Cayambe–Coca, Reserva Ecológica, cuadro 1.1, 4.6,
CAAM, recuadro 2.2, 3.33, 7.1, 8.2, 8.4 cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4
cacao, 2.18, 3.16, 4.3 Cayapas–Mataje
cacaotillo, 4.6, 6.24 Archipiélago, 5.4
cacería, 3.28, 3.30, recuadro 3.9, recuadro 3.10, estuario, 2.27, 2.34, 3.43, 5.4, 5.5
5.5, 5.13, recuadro 6.2, 8.13 Reserva Ecológica, 5.2, 5.4, 5.5, cuadro 5.1,
cachama, cuadro 5.9 cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4
cadena trófica, 2.32, 3.33, 3.40 CDC, 3.26, 3.29, recuadro 3.8, 7.41, 7.47
caimán, 3.30, 5.14, cuadro 5.9, cuadro 5.10 CEDEGE, 7.39

354
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

celdas temporales de masas de agua, 2.26, 2.27 CITES, 3.23, 3.43, 3.47, 5.5, 5.14, 8.13
CENAIM, 4.2 clawfish, 3.22
Centro de Educación y Promoción Popular (CEPP), 7.38 clima del Ecuador, 1.9, 2.1, 2.5, 2.7, 2.8, 2.11,
Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Na- 2.23–24, 6.2
turales por Sensores Remotos (CLIRSEN), 2.18, CLIRSEN, 2.18, 2.33, 2.34, 7.29, 7.40, 7.49,
2.33, 2.34, 7.29, 7.40, 7.49, 7.50 7.50
Centro de Información sobre la Biodiversidad del CNRG, 7.2, 7.19, 7.26, 7.27
Ecuador (CIBE), 7.43, cuadro 7.7, cuadro 7.8 CNRH, 7.17
Centro de Rescate AmaZoónico, 5.11 cocodrilo americano, 5.14
Centro de Tecnologías de Fátima, 5.11, 5.13 cofán, 1.6
Centro Ecuatoriano de Acuicultura e Investigaciones colmatación, 2.22
Marinas (CENAIM), 4.2 colonización, 1.6, 1.7, 2.15, 2.16, 4.6, 5.2, 5.3,
Centro Experimental La Paca, 5.13 5.7, 6.13, 7.16, 7.48, 8.6, 9.6. Véase tam-
Centro Secoya Remolino, 7.48 bién inmigración
centros de investigación, 7.1, 7.23–34, 7.43, cua- colonos, 1.7, 2,15, 2.17, recuadro 3.5, 5.2, 5.7.
dro 7.1 Véase también colonización
centros de rescate de fauna, 5.10, 5.11, 5.12, cua- columna de agua, 2.24, 2.27, 3.34
dro 5.8, cuadro 5.13 Comisión Asesora Ambiental de la Presidencia de la
centros de tenencia y producción de vida silvestre, República (CAAM), recuadro 2.2, 3.33, 7.1,
5.10–16, cuadro 5.12, gráf. 5.2 8.2, 8.4
centros de tránsito de fauna, 5.10, 5.12 Comisión de Estudios para el Desarrollo de la Cuenca
CEPP, 7.38 del Río Guayas (CEDEGE), 7.39
cerdos introducidos, 6.15, 6.24, 6.25, recuadro 6.4 Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT),
cetáceos, 3.44, 3.47, 5.4, 5.6, 6.9, 6.23, 8.13 3.52, 3.53, 4.3, 6.19
chachi, 1.7, 7.46 Comité Nacional de Recursos Genéticos (CNRG),
chame, cuadro 5.9 7.2, 7.19, 7.26, 7.27
charapa, 3.30 Comunidad Andina de Naciones, 8.12, recuadro
Chimborazo 8.2
provincia, 3.29, recuadro 3.11, cuadro 3.10, comunidades locales, 1.4, 1.10, 3.16, 3.23, 4.5,
4.6, gráf. 6.3 4.6, 5.1, 5.2, 5.13, 7.1, 7.18, 7.19, 7.35,
Reserva de Producción de Fauna, 5.13, cuadro 7.38, 7.39, 7.42, 8.8, 9.8, 10.9. Véase
5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 también pueblos indígenas y afroecuatorianos
chirimoya, 4.2, 4.3 conchas. Véase bivalvos
chivos introducidos, 3.19, 6.15, 6.24, 6.25, recua- concejos municipales, 7.21
dro 6.3 cóndor
chocho, 3.13 ave, 3.28
Chocó, 1.7, 2.5, recuadro 2.2, 3.5, 3.28, 7.46, cordillera del, 1.2, 2.1, 3.5, 5.3, 5.8, mapa 1
mapa 5 Parque Binacional El, 5.2, cuadro 5.1, cuadro
Chongón–Colonche, cordillera de, 3.12, 5.8, mapa 1 5.3, cuadro 5.4, mapa 4
chuhueco, 3.51 CONESUP, 7.19, 7.31, 7.37
CIAT, 3.52, 3.53, 4.3, 6.19 conocimiento ancestral. Véase saberes ancestrales
CIBE, 7.43, cuadro 7.7, cuadro 7.8 Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE), 7.1,
cinchona. Véase cascarilla 8.2, 8.6

355
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

Consejo Nacional de Educación Superior (CONE- Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicu-
SUP), 7.19, 7.31, 7.37 ña, 8.13
Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH), 7.17 Convenio para la Protección de las Obtenciones Ve-
consejos provinciales, 6.26, 7.20 getales, 8.12, 8.13
conservación de la biodiversidad Convenio para la Reglamentación de la Pesca de la
áreas prioritarias para, 5.3, 5.6, 5.8 Ballena, 8.13
aspectos institucionales, 7.1–52 Convenio Relativo a la Intervención en Alta Mar en Ca-
Galápagos, 6.23–25 sos de Contaminación por Hidrocarburos, 8.13
genética, 4.4 Convenio sobre la Diversidad Biológica, 1.4, 1.10,
ex situ, 4.4, 4.5, 4.6, 5.9–16, 6.25, 7.2, 7.26, 4.5, 5.1, 5.2, 5.7, 5.9, 7.1, 7.2, 7.35,
10.4, 10.5 7.39, 8.1, 8.2, 8.5, 8.11, 8.12, 8.13, re-
in situ, 4.4, 4.5, 4.6, 5.1–8, 6.25, 7.1, 7.2, cuadro 8.2, recuadro 8.3, recuadro 8.5
7.3, 7.4, 7.5, 7.14, 7.16, 7.17, 7.20, Convenio sobre Responsabilidad Civil por Daños Cau-
10.3, 10.5 sados por la Contaminación del Mar por Hidro-
legislación, 8.1, 8.11–13 carburos, 8.13
políticas, 8.1–10 Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales,
temas prioritarios, 10.2–9 1.4, 1.10, 8.13
Constitución Política, 1.4, 1.8, 1.10, 6.1, 6.26, conversión de deuda externa, 9.4, 9.9, recuadro 9.1
7.2, 7.20, 7.21, 8.1, 8.11 cooperación internacional, 7.10, 7.37, 7.36, 7.38,
contaminación, 2.16, 2.18, 2.22, 2.35, recuadro 7.39, 8.4, 9.2, 9.3, 9.4, 9.9
2.3, 3.18, 3.28, 3.36, 3.43, 3.47, 3.49, coral, 2.29, 3.45, 5.5, 6.10, 6.17. Véase también
3.54, recuadro 3.11, 5.5, 7.2, 7.5, 7.6, arrecifes
7.7, 7.51, 7.52, recuadro 7.1, 8.1, 8.3, cordillera
8.4, 8.13, 9.4, 9.6, 10.7 de la Costa, 1.2, 2.1, 2.9, 3.5, 3.12, 5.3, 5.8,
Contraloría General del Estado, recuadro 2.2, 7.22 mapa 1
control de especies introducidas, 3.19, 6.23–25, re- de los Andes, 1.2, 2.1, 2.3, 2.14, 3.3, 3.5,
cuadro 6.3, recuadro 6.4, 7.36 3.7, 3.12, 5.8, mapa 1. Véase también ‘Sie-
Convención CITES, 3.23, 3.43, 3.47, 5.5, 5.14, rra’ y ‘estribaciones de los Andes’
8.13 de Chongón–Colonche, 3.12, 5.8, mapa 1
Convención de Lucha contra la Desertificación, 8.13 de Cutucú, 1.2, 2.1, 3.5, 5.3, 5.8, mapa 1
Convención de Ramsar, 2.20, 2.21, 8.13 del Cóndor, 1.2, 2.1, 3.5, 5.3, 5.8, mapa 1
Convención para la Protección de la Fauna, Flora y de Galeras, 1.2
Belleza Escénica Natural, 8.13 submarina, 2.26, 2.27
Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Corporación Centro de Datos para la Conservación
y Natural, 8.13 (CDC), 3.26, 3.29, recuadro 3.8, 7.41, 7.47
Convención Relativa a los Humedales de Importancia Corporación Nacional de Bosques Privados, 5.7
Internacional, 8.13 corredor biológico, 5.5, 5.6, 5.7
Convención sobre Cambio Climático, 8.13 corredor marino de sustentabilidad, 5.6
Convenio Constitutivo de la Organización Latinoame- corrientes marinas, 2.1, 2.24, gráf. 2.3
ricana de Desarrollo Pesquero (OLDESPECA), Costa, región
8.13 amenazas, 2.13, 2.16–19, 2.20, 2.22, 2.35,
Convenio de las Maderas Tropicales, 8.13 3.20, 3.22, 3.45, 3.46, 4.6, 5.3, 5.5, 5.6,
Convenio de Sanidad Agropecuaria, 8.13 10.1

356
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

áreas prioritarias para la conservación, 3.28, 5.3, cría de especies nativas, 3.17, 5.9, 5.10, 5.11,
5.8 5.13, recuadro 5.1, cuadro 5.13, 6.25, 7.39,
áreas protegidas en, 5.2, 5.3, 5.4, 5.5, 5.6 8.11. Véase también manejo de biodiversidad
características geográficas, 1.2, 2.1, 2.13, 2.23 criptógamas, 6.4
clima, 2.1, 2.23–24 cucubes de Galápagos, 6.5, recuadro 6.1, recuadro
cordillera, 1.2, 2.1, 2.9, 3.5, 3.12, 5.3, 5.8, 6.2
mapa 1 cultivos, 1.6, 1.7, 1.8, 1.9, 2.17, 2.18, 2.33,
corrientes marinas, 2.1, gráf. 2.4 3.16, 3.22, 3.24, recuadro 3.5, 4.3, 4.4,
consumo de leña y carbón, gráf. 2.2 4.5, 4.6, cuadro 4.1, cuadro 4.2, recuadro
cultivos, 3.16, cuadro 4.1 5.3, 6.14, 7.2, 7.3, 8.11, 9.9, cuadro 9.6,
deforestación, 2.13, 2.17, 2.33–34 Véase también camarón
ecosistemas, 2.5, 2.6, 2.8, 2.9, 2.21, 2.25–33, Cumbre de Río de Janeiro, 7.1
5.3, 10.6 Cutucú, cordillera, 1.2, 2.1, 3.5, 5.3, 5.8, mapa 1
endemismo, 2.13, 3.12 cuy, 3.17
erosión genética, 4.6 Cuyabeno
estado de conservación, 2.13 Reserva de Producción de Fauna, 1.7, cuadro
expansión de la frontera agrícola, 2.18 1.1, 3.14, recuadro 3.9, 5.2, cuadro 5.1,
fauna, 2.20, 3.3, 3.5, 3.7, 3.8, 3.27, 3.42, cuadro 5.3, cuadro 5.4, 7.39, 7.48, mapa 4
3.43, recuadro 3.1, recuadro 3.2, recuadro río, 2.21, recuadro 3.9
3.3,
flora, 3.12, 3.16, recuadro 3.4, anexo 2 (p. 130)
formaciones naturales, 2.5, 2.6, 2.8, 2.9, cuadro deciduo. Véase bosque deciduo
2.2 Decisión 391, 7.19, 8.12
instituciones, 7.14 Decisiones Andinas, 8.12
pobreza, indigencia, gráf. 6.4, gráf. 6.5 declinación de anfibios, 3.29, recuadro 3.11
programas y proyectos, 7.36, 7.37, 7.39, 7.46, Defensoría del Pueblo, 8.1
7.47, 7.50, 7.51, recuadro 7.2, 9.6 deforestación, 1.2, 2.11, 2.13, 2.15, 2.16, 2.17,
pueblos afroecuatorianos, 1.9 2.18, 2.22, 2.34, recuadro 2.1, cuadro 2.4,
pueblos indígenas, 1.7, 2.13 cuadro 2.11, cuadro 2.12, 4.6, 5.5, recua-
remanencia de las formaciones naturales, 2.13, dro 6.2, 7.39, 8.4, 8.6, 9.6, 9.9, 10.1
cuadro 2.2 delfines, 2.20, 3.44, 3.47. Véase también cetáceos
reservas privadas, 5.7 deltas, 2.26, 2.35, 5.4
tráfico de fauna, 3.23 DENAREF, 4.4, 4.6, 7.26
costas rocosas, 2.26, 2.35, 5.4, cuadro 6.5 Departamento de Recursos Fitogenéticos y Biotecnolo-
Cotacachi–Cayapas, Reserva Ecológica, 5.8, cuadro gía (DENAREF), 4.4, 4.6, 7.26
5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, 7.39, 7.46, ma- derechos
pa 4 colectivos, 1.4, 1.10, 8.1, recuadro 8.1, 10.9
Cotopaxi de los pueblos afroecuatorianos e indígenas, 1.4,
Parque Nacional, 3.17, recuadro 3.11, 5.13, 1.6, 1.9, 1.10, 5.2, 5.7, 7.18, 7.19, 8.1,
cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 8.11, 8.13, 10.9
provincia, cuadro 3.10, gráf. 6.3 de propiedad intelectual, 1.6, 1.10, 7.18, 8.1,
crecimiento de la población, 6.1, 6.12, 6.16, gráf. 8.12, 8.13
6.6, gráf. 6.7

357
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desarrollo sustentable, 7.35, 8.1–13, 9.1–9, empleo, 3.48, 9.1


10.1–9 endemismo, 1.2, 2.1, 2.11, 2.13, 2.15, 3.1–14,
descentralización, 7.16, 7.21, 8.1, 8.6, 10.3, 10.8 3.28, 3.38, 5.3, 5.7, 5.8, 6.11, mapas 5 y 7
desconcentración, 8.8, 10.8 endogamia, 3.28
descontaminación. Véase biorremediación épera, 1.7
desechos domésticos e industriales, 2.22, 2.34, epífitas, 2.5, 2.7, 2.14, 3.12
2.35, recuadro 2.3, 5.5, 8.6. Véase también equinodermos, 2.29, 3.38
contaminación erosión
desempleo, 6.16, 9.1 del suelo, 1.8, 2.16, 2.18, 2.22, 2.32, 2.33,
deuda externa, conversión de, 9.4, 9.9, recuadro 9.1 4.6, 5.5, 8.4, 9.7
dieta, 3.16, 4.5 genética, 4.5, 4.6
Dirección General de la Marina Mercante escalesia, anexo 2 (p. 130), 4.6, 6.25, cuadro 6.1
(DIGMER), 7.5 escarabajos, recuadro 3.1, recuadro 3.2
diversidad Escuela Politécnica del Chimborazo, 5.13
alfa, 3.14 Escuela Politécnica Nacional, 7.34, 7.37
agrícola. Véase cultivos Esmeraldas
beta, 3.14 provincia, 1.7, 1.9, 2.5, 2.6, 2.21, 2.23, 3.12,
biológica, 1.1 3.23, 3.39, 5.3, 5.8, 5.12, gráf. 6.3, 7.14,
étnica. Véase pueblos indígenas y afroecuatorianos 7.39, 7.46, 7.51
domesticación, 3.16–17. Véase también manejo de río, 1.9, 2.26, 2.28, 3.12, mapa 1
biodiversidad especiación, 2.11, 3.12, 4.1, 4.4, 5.7, 6.1
dorado, 3.53 especialistas en biodiversidad, gráf. 7.5
dorsal de Carnegie, 2.26 especies, 1.1, 1.2, 2.29, 2.32, 3.1–60, 4.3, 4.5,
dunas, 2.26, 2.27, 2.35, 5.4 5.9–16, 6.3–6, 6.8–11, 6.21–22,
7.41–43, 10.6
Estación Científica Charles Darwin, 3.19, 6.23,
EcoCiencia, 4.4, 7.38, 7.39, 7.42, 7.46, 7.51 6.24, 6.25, 6.26
ECOLAP, 5.11, 5.14, 5.15 Estrategia de Biodiversidad, 7.2, 7.39, 8.2, 8.5,
ECORAE, 7.11 8.7, 10.1–9
ecorregiones, 2.3, 2.5 Estrategia para el Desarrollo Forestal Sustentable, 7.2,
ecosistemas, 1.1, 2.1–35, 5.3–6, 6.2, 6.7, cuadro 8.8
6.1, cuadro 6.5, 9.7–8, 10.6 estribaciones de los Andes, 2.1, 2.7, 2.13, 2.14, 3.5,
ecoturismo, 5.7, 7.1, 9.8. Véase también turismo 3.6, 3.12, 3.13, 3.28, 3.28, 4.6, 5.3, 5.8
educación, 1.10, 5.7, 5.10, 5.11, 5.15, 5.16, estuario de Cayapas–Mataje estuario, 2.27, 2.34,
7.1, 7.2, 7.3, 7.9, 7.13, 7.14, 7.19, 7.26, 3.43, 5.4, 5.5
7.31–34, 7.37–38, 7.39, 8.3, 8.4, 8.10 estuarios, 1.9, 2.26, 2.27, 2.32, 2.33, 2.34, 2.35,
efecto invernadero. Véase calentamiento global gráf. 2.11, recuadro 2.3, 3.41, 3.43, 3.49,
El Niño, evento, 1.2, 2.22, 2.24, 2.35, 3.42, 5.4, 5.5. Véase también ‘ríos’ y ‘golfo de Gua-
3.43, 3.44, 3.49, 3.51, 3.53, 5.5, 6.14, yaquil’
6.15 estudios de impacto ambiental, 5.5, 7.1, 7.13,
El Oro, provincia, 2.8, 3.12, 3.23, 3.39, cuadro 7.21, 7.22, 7.39
3.10, 5.2, 5.3, 5.8, gráf. 6.3, 7.14, 7.51 etnias. Véase pueblos indígenas y afroecuatorianos
Embajada Real de los Países Bajos, 7.36, 7.39, 9.2 etnobotánica, 3.16, recuadro 3.5, 7.42

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evento El Niño, 1.2, 2.22, 2.24, 2.35, 3.42, 3.43, Fondo para la Conservación del Agua (FONAG), 9.7
3.44, 3.49, 3.51, 3.53, 5.5, 6.14, 6.15 fondos de capital de riesgo, 9.3
evento La Niña, 1.2, 2.22, 3.44, 3.49 fondos fiduciarios, 9.3
evolución, 1.1, 3.16, 6.1, 6.4, recuadro 6.1 fondos para el desarrollo, 9.3
ex situ, conservación, 4.4, 4.5, 4.6, 5.9–16, 6.25, foraminíferos, 3.35, 3.38
7.2, 7.26, 10.4, 10.5 forestería. Véase reforestación
explotación formaciones naturales, 2.4–11, cuadro 2.1, mapa 3
maderera, 1.3, 1.7, 1.9, 2.13, 2.17, recuadro fosa oceánica, 2.26, 2.27, 2.35
2.1, 3.31, 4.6, 5.2, 7.46, 8.13, 9.1, 9.3, frailejón, 2.11, cuadro 2.3
cuadro 9.6 fragmentación, 2.17, 2.18, 2.19, 3.27, 5.2, 5.3,
minera, 2.22, recuadro 2.3, 4.6, 5.2, cuadro 5.5, 5.7. Véase también pérdida de biodiver-
5.4, 7.8, 8.1, 8.11, 10.3 sidad
petrolera, 1.6, 2.15, 2.16, 2.22, 3.48, gráf. Frente Ecuatorial, 2.24, 3.42
3.11, 4.4, 4.6, 5.2, cuadro 5.4, 7.39, 7.48, frijol, 4.3, 4.5
8.4, 8.11, 8.13, 9.1, 10.3, mapa 2. Véase frontera agropecuaria, expansión de la, 2.10, 2.17,
también gas 2.18, 2.33, 4.6, 5.2, 5.3, 6.21, 6.22, 8.9,
exportaciones, 2.24, 3.48, 3.49, 3.53, gráf. 3.11, 9.1, 10.1
9.9, cuadro 9.6 Fundación Charles Darwin, 3.19, 6.23, 6.24, 6.25,
extinción, 2.13, 2.14, 2.15, 2.20, 2.22, 3.19, 6.26
3.25–31, 4.1, 5.3, 6.3, 6.21, 6.22, 6.24, Fundación Natura, 5.7, 6.26, 7.47, 9.4
7.32, 7.34, 8.13 FUNDACYT, 7.25, 7.31, 7.37

FAO, 7.36, 7.39, 7.49, 9.2 Galápagos, 2.3, 2.26, 2.27, 2.29, 3.3, 3.4, 3.5,
Fátima, Centro de Tecnologías, 5.11, 5.13 3.6, 3.8, 3.10, 3.19, 3.26, 3.27, 3.30,
fauna, 3.1–10, 3.17, 3.19–22, 3.23, 3.26–30, 3.42, recuadro 3.2, recuadro 3.3, anexo 2
3.35, 3.38, 3.40–44, 4.2, 5.10–15, 6.5–6, (p. 130), 4.2, 4.3, 4.6, cuadro 4.1, 5.2,
6.9–10, 6.13–15, 6.22, 7.32, 7.34, 5.6, 5.16, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro
7.41–43 5.4, 6.1–26, 7.13, 7.14, 7.34, 7.36, 7.39,
fenómeno de El Niño. Véase evento 8.1, 9.8, mapa 13
fitobentos, 3.37 gallineta, 3.51
fitomejoramiento. Véase mejoramiento ganadería, 2.17, 2.22, 2.33, 4.6, 5.3, 7.3, 9.1,
fitoplancton, recuadro 2.3, 3.34, recuadro 3.12 9.9. Véase también frontera agropecuaria
flora, 1.2, 3.5, 3.11–14, 3.16, 3.24, 3.31, 3.34, gas, explotación de, 2.35, 3.43, 5.5, 5.6
3.37, 4.2, 4.3, 5.8, 5.10, 5.16, 6.2, 6.4, gatos introducidos, 6.15, 6.24
6.8, 6.14, 6.21, 7.32–33, 7.41–43, 9.9, gavilán de Galápagos, recuadro 6.2
mapa 12 GEF, 5.2, 6.24, 7.1, 7.36, 7.37, 7.38, 7.39, re-
floripondio, 3.13 cuadro 7.1, 9.2
flotas pesqueras. Véase pesca gelidofitia, cuadro 2.3, 3.5, 3.13, cuadro 5.6
Fondo Ambiental Nacional, 7.1, 7.12, 7.36, 9.3 genética, diversidad, 1.1, 4.1–6, 10.6
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), 6.26, 9.2 germoplasma, 4.3, 4.4, 4.5, cuadro 4.2, 5.9, 5.10,
Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), 5.2, 7.26, 10.6
6.24, 7.1, 7.36, 7.37, 7.38, 7.39, recuadro globalización, 1.4, 9.6
7.1, 9.2

359
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GNTB, 7.1, 7.39, 8.5 impacto ambiental, recuadro 2.2, 2.11, 2.30, 2.35,
golfo de Guayaquil, 2.1, 2.27, 2.28, 2.32, 2.34, recuadro 2.3, 5.2, 7.1, 7.2, 7.5, 7.8, 7.13,
2.35, recuadro 2.3, 3.33, 3.34, 3.42, 3.43, 7.15, 7.17, 7.20, 7.21, 7.22, 7.46, 8.1,
3.47, 3.51, recuadro 3.12, 5.5, 5.6, 7.39 8.3, 8.4, 8.11, 8.13, 10.1, 10.7. Véase
gradiente también ‘amenazas’, ‘contaminación’, ‘defores-
altitudinal, 1.2, 2.1, 2.7, 3.3, 3.5, 3.7, 3.11, tación’, ‘explotación’, ‘frontera agropecuaria’
6.2, mapa 1 in situ, 4.4, 4.5, 4.6, 5.1–8, 6.25, 7.1, 7.2, 7.3,
termohalino, 2.24 7.4, 7.5, 7.14, 7.16, 7.17, 7.20, 10.3, 10.5
Grupo Nacional de Trabajo sobre Biodiversidad INCRAE, 7.16, 7.49
(GNTB), 7.1, 7.39, 8.5 INDA, 7.15
guacamayo, 5.14 indígenas. Véase pueblos indígenas
guandal. Véase bosque siempreverde inundable de indigencia, gráf. 6.4
tierras bajas INEFAN, 3.31, 5.2, 5.11, 6.26, 7.1, 7.2, 7.35,
guanta, 3.17, 5.14 7.36, 7.38, 7.39, 8.7
guatuza, 3.17, 5.14 INFOPLAN, 7.45
guayaba, recuadro 3.5, 6.14, 6.24 INGALA, 6.26, 7.13, 8.1
Guayas, provincia, 2.5, 2.8, 2.9, 2.13, 2.21, INIAP, 4.3, 4.4, 4.6, 7.26, 7.39
2.23, 2.26, 2.29, 2.30, 3.12, 3.23, 3.37, inmigración en Galápagos, 6.1, 6.12, 6.16, 6.23,
3.39, 3.44, 5.2, 5.8, 5.13, gráf. 6.3, 7.51. 6.26
Véase también golfo de Guayaquil INOCAR, 7.28, 7.39
INP, 7.27, 7.39
insectos, 3.9, recuadro 3.1, recuadro 3.2, recuadro
helechos, 2.7, 3.12 3.3, 6.5, 6.6, 6.15, 7.46, 9.9
herbarios, 4.3, 5.10, recuadro 5.3, 7.32–33, 10.6 instituciones, 6.26, 7.1–52, 9.2, 9.4, 10.8
herbazal, 2.20, 3.5, 3.28, cuadro 5.6 Instituto de Ecología Aplicada (ECOLAP), 5.11, 5.14,
híbridos, 4.3 5.15
hidrocarburos. Véase explotación petrolera Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI),
hongos, 3.15, recuadro 3.11, 4.4, 8.11 7.18, 8.12
hormigas introducidas a Galápagos, 3.19, 6.24 Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Coloniza-
hot spot, 1.7, 2.15 ción (IERAC), 5.7
huaorani, 1.6 Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales y Vi-
humedales, 2.20–22, 3.28, 3.43, 5.3, 5.8, 7.14, da Silvestre (INEFAN), 3.31, 5.2, 5.11, 6.26,
7.51, 8.8, 8.13, 10.6, 10.7. Véase también, 7.1, 7.2, 7.35, 7.36, 7.38, 7.39, 8.7
‘ecosistemas costeros’, ‘estuarios’ y ‘ríos’ Instituto Geográfico Militar (IGM), 7.30
Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agro-
pecuarias (INIAP), 4.3, 4.4, 4.6, 7.26, 7.39
igapó, 2.6 Instituto Nacional de Colonización de la Región Ama-
iguana marina, 6.8, 6.9, 6.22, 6.24 zónica Ecuatoriana (INCRAE), 7.16, 7.49
iguana terrestre, 5.5, 6.5, 6.24, 6.25, recuadro 6.2 Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA), 7.15
Ilinizas Los, Reserva Ecológica, cuadro 5.1, cuadro Instituto Nacional de Pesca (INP), 7.27, 7.39
5.3, cuadro 5.4, mapa 4 Instituto Nacional Galápagos (INGALA), 6.26, 7.13,
Imbabura, provincia, 3.23, 3.15, recuadro 3.11, 8.1
cuadro 3.10, 5.8, gráf. 6.3

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Instituto para el Ecodesarrollo de la Región Amazóni- islas de barrera, 2.26, 2.35, 5.4
ca Ecuatoriana (ECORAE), 7.11 islote Pitt, 6.24
Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR),
7.28, 7.39
introducción de especies, 2.31, 2.35, 3.11, 3.16, jaguar, 3.27
3.18, 3.19–22, recuadro 3.11, 5.13, 5.14, jambato, 3.22, recuadro 3.11
cuadro 5.12, 6.4, 6.12, 6.13–15, 6.23–25, Jambelí, Archipiélago de, 2.27, 3.43, 5.5
recuadro 6.2, recuadro 6.3, cuadro 6.8, cua- jardines botánicos, 5.10, 5.16, recuadro 5.3
dro 6.9, gráf. 6.2, 7.36 Jauneche, 3.12
invertebrados, 1.3, 2.20, 2.29, cuadro 2.5, 3.9, jurel, 3.51
3.10, 3.26, 3.35, 3.38, 3.39, 3.45, 6.6,
6.10, 6.22, 7.34, 10.6. Véase también ‘in-
sectos’, ‘moluscos’ La Niña, evento, 1.2, 2.22, 3.44, 3.49
isla lagartijas, 3.7
Baltra, recuadro 6.2 lagarto de la Costa, 2.20
de la Plata, 2.26, 2.27, 3.42, 3.43, 3.44, 5.4, lagos, lagunas, 2.1, 2.21, 2.22
recuadro 7.2. Véase también Parque Nacional lagunas costeras, 2.21, 2.26, 2.33, 2.35, 5.4
Machalilla langosta, 3.26, 5.5, 6.17, 6.18
Española, 3.19, 6.24, 6.25 langosta de agua dulce, 3.22
Fernandina, 6.2, recuadro 6.2 langostino, 6.17
Floreana, 6.2, 6.14, 6.24, 6.25, recuadro 6.2, lechuga de mar, 6.8
cuadro 6.8, cuadro 6.9 legalización de tierras, 1.6, 1.10, 5.2, 5.7, 7.35,
Isabela, 6.2, 6.14, 6.15, 6.24, 6.25, recuadro 10.3
6.2, recuadro 6.3, cuadro 6.8, cuadro 6.9 legislación, 8.1, 8.11–13
Marchena, 3.19, 6.24 leña, consumo de, 2.17, recuadro 2.1, gráf. 2.2
Pinta, 3.19, 6.2 león marino sudamericano, 6.9
Pinzón, 6.25 Ley de Desarrollo Agrario, 2.18, 7.3, 7.15, 8.11
Plaza Sur, 3.19, 6.24, recuadro 6.2 Ley de Desarrollo Forestal Sustentable, 8.11
Puná, 2.1, 2.28, 5.8 Ley de Descentralización y Participación Social, 7.21
Rábida, 3.19, 6.24 Ley de Gestión Ambiental, 7.2, 7.22
San Cristóbal, 4.6, 6.2, 6.14, 6.25, recuadro Ley de Minería, 8.11
6.2, cuadro 6.8, cuadro 6.9 Ley de Pesca, 5.6, 8.11
Santa Clara, Refugio de Vida Silvestre, 2.26, Ley de Propiedad Intelectual, 7.18, 8.12
2.27, recuadro 3.12, 3.43, 3.44, 5.2, 5.4, Ley de Régimen Especial para Galápagos, 5.2, 6.1,
5.5, 5.6, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 6.12, 6.20, 6.23, 6.26, 7.13, 8.1
5.4, mapa 4 Ley Especial de Desarrollo Turístico, 8.11
Santa Cruz, 4.6, 6.2, 6.6, 6.14, 6.15, 6.24, Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y
6.25, recuadro 6.2, cuadro 6.8, cuadro 6.9 Vida Silvestre, 1.6, 2.18, 5.2, 5.13, 8.11.
Santa Fe, 3.19, 6.24 Véase también Ley de Desarrollo Forestal
Santay, 2.27 Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable, 8.11, 10.1
Santiago, 6.2, 6.24, 6.25, recuadro 6.2 Ley que Protege la Biodiversidad, 8.11
islas, islotes, 2.1, 2.26, 2.27, 2.28, 2.29, 2.35, Ley sobre Conservación y Uso Sustentable de la Biodi-
5.4, 7.14, 8.13 versidad, 5.7, 10.1

361
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lianas, 3.12, 3.14 2.30, 3.12, 3.37, 3.39, 3.44, 5.3, 5.8,
libros rojos. Véase listas rojas gráf. 6.3, 7.14, 7.51, recuadro 9.5
Limoncocha, Reserva Biológica, cuadro 1.1, 3.4, manantiales, 2.21
cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 manejo de áreas protegidas, 5.1–7, 6.20, 6.23–26,
Lineamientos para la Estrategia de Conservación y 7.1, 7.35, 7.36, 7.38, 8.6
Uso Sustentable de la Biodiversidad en el Ecua- manejo de biodiversidad, 1.4, 1.6, 5.1–16, 4.3–5,
dor, 8.5 6.20, 6.23–25, 7.1–52, 8.1–13, 9.8, 9.9
lisa, 6.17 maní, 3.16, 4.3
listas rojas, 3.26, 3.27, 3.28, 3.29, 3.30, 3.47, re- manipulación genética, 4.2, recuadro 8.2
cuadro 3.7, anexo 1 (p. 122), 6.22, recuadro manglar, 1.9, 2.20, 2.26, 2.27, 2.33–34, 2.35,
6.2 3.12, 3.39, 3.41, 3.43, 3.49, 3.54, 4.6,
lobo de río, 3.27, recuadro 3.9 5.3, 5.4, 5.5, cuadro 6.5, 7.14, 7.50, 8.3,
lobos marinos, 3.3, 3.44, 6.9, recuadro 6.2 8.8
Loja, 2.8, 2.9, 2.14, 3.4, 3.12, 3.13, cuadro 3.10, Manglares Churute, Reserva Ecológica, 3.12, 5.2,
4.2, 5.3, 5.8, gráf. 6.3 5.4, 5.5, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro
loros, 3.23, 3.28, recuadro 3.10, 5.14 5.4, mapa 4
Los Ríos, provincia, 2.5, 3.4, 3.12, 5.2, 5.8, mántidos, recuadro 3.3
gráf. 6.3 mariposas, 1.2, 3.9, 3.10, cuadro 5.9, cuadro 5.10
masas de agua, 2.24, 6.7
llamas. Véase camélidos matorral húmedo montano, 2.10, 2.13, 5.3
Llanganates Los, Parque Nacional, cuadro 1.1, 2.11, matorral seco de tierras bajas, 2.8, 2.9, 3.12
cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 matorral seco montano, 1.9, 3.5, 5.3
mecanismo de desarrollo limpio, 9.6, recuadro 9.2
mecanismo de implementación conjunta, 9.6, recua-
macarela, 3.51 dro 9.2
Machalilla, Parque Nacional, 2.27, 2.29, 2.30, medicinales, especies, usos, 1.9, 3.16, 3.24,
3.12, 3.42, 3.44, 4.6, 5.2, 5.4, 5.5, 5.6, recuadro 3.5, cuadro 3.12, 4.3, cuadro 4.3,
5.8, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, 9.9
gráf. 5.1, 7.47, recuadro 7.2, mapa 4. Véa- mejoramiento genético, 3.17, 4.1–5, recuadro 5.3
se también Isla de la Plata melipónidos, 4.2
Mache–Chindul, Reserva Ecológica, 3.12, 5.8, cua- metales pesados, contaminación por, 2.22
dro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4 microorganismos, 3.15, recuadro 3.6, 8.13, 10.6
macroalgas, 2.29, 3.37 minería. Véase explotación minera
maderables, especies, 3.12, 3.16, 3.24, 3.31, Ministerio
recuadro 5.3. Véase también explotación ma- de Agricultura y Ganadería, 5.13, 6.14, 7.3,
derera 7.15, 7.16, 7.19, 7.52, 8.9, 8.12
maíz, 3.16, 4.3, 4.5, 4.6, 9.1 de Comercio Exterior, Industrialización y Pesca,
mamíferos, 2.22, 2.26, 2.33, 2.35, 3.1, 3.2–3, 7.4, 7.19, 7.27, 8.13
3.10, 3.17, 3.23, 3.26, 3.27, 3.44, 3.47, de Defensa Nacional, 7.5
anexo 1 (p. 122), 5.5, 5.8, 5.13, 5.14, 6.5, de Desarrollo Urbano y Vivienda, 7.6, 7.39
6.9, 6.11, 6.15, 6.17, 6.19, 6.22, recuadro de Educación y Cultura, 7.9, 8.10
6.2, 7.34, mapa 11 de Energía y Minas, 7.8, 7.39
Manabí, 2.7, 2.8, 2.9, 2.21, 2.23, 2.28, 2.29, de Relaciones Exteriores, 7.10

362
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

de Salud Pública, 7.7 organizaciones gubernamentales, 7.2–30


del Ambiente, 3.17, 5.2, 5.7, 6.24, 6.26, 7.1, organizaciones indígenas, 1.6, 1.10, 7.19, 7.35
7.2, 7.11, 7.12, 7.19, 7.36, 7.38, 7.39, organizaciones no gubernamentales, 5.7, 5.12, 7.1,
7.43, 8.3, 8.5, 8.8, 8.11, 8.13, 9.9 7.35, 7.38, 9.2, 9.4
mocora, recuadro 9.5 Oriente. Véase Amazonía
moluscos, 2.29, 2.32, 3.35, 3.38, 3.39, 3.54, orquídeas, 2.5, 2.7, 2.13, 2.14, 3.11, 3.12, 3.31
gráf. 3.7, 5.5, 6.6, 6.10, 6.11, 9.1 oso andino, 3.27, 4.4, 5.14
monitoreo, sistemas de, 7.46–52
monos, 4.4, 5.5, 5.14
Montecristi, cerro, 2.13 pachay, 6.24, recuadro 6.2
mora, 6.14 pajonal, 2.11. Véase también páramo
moretal, 2.6 palangre, 3.53, 6.17, 6.19
Morona Santiago, cuadro 3.10, 5.8, gráf. 6.3, Palenque, 2.13, 3.4, 3.12
7.16, 7.49 palma africana, 2.18, 4.6, 9.1
mosca de la fruta, 4.2, 4.4 palmas, 2.4, 2.6, 3.5, 3.12, recuadro 3.4, recuadro
mujeres, 3.16, 4.5 9.5
municipios, 6.26, 7.12, 7.21, 7.39, 7.45, recuadro pantanos, 2.1, 2.20–1, 2.33
9.3, 10.7 papaya, 3.13, 4.3
murciélagos, 3.2, 3.3, 6.5 páramo, 1.8, 2.3, 2.11, 2.14, 2.21, cuadro 2.3,
musarañas, 3.2 3.5, 3.13, recuadro 3.11, 5.8, cuadro 5.6,
museos, 3.9, 5.10, 7.32, 7.34, cuadro 7.4 9.6
paralegales, parabiólogos, 7.38
parque binacional, cuadro 5.1
Naciones Unidas, Sistema de, 7.36, 9.2 parques nacionales, cuadro 5.1
Napo participación local, 16, 1.10, 5.2, 6.20, 6.26,
alto, 4.3 7.21, 7.38, 7.47, 8.1, 8.3, 8.4, 8.7, 10.1,
provincia, 2.21, 3.23, cuadro 3.10, gráf. 6.3, 10.3, 10.8
7.16, 7.49, recuadro 9.4 Pasochoa, Refugio de Vida Silvestre, 2.10, 4.2, cua-
región del, 3.5 dro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, mapa 4
río, 2.1, 2.3, 2.6, 2.21, 3.5, 3.8, recuadro 3.9, Pastaza
4.6, mapa 1 provincia, 3.23, 5.13, gráf. 6.3, 7.16, 7.49
naranjilla, 4.3, 4.6 río, 2.6, recuadro 3.9, mapa 1
nogal, 3.13 pastizales, 2.14, 4.6
nutrición, 3.16, 4.5 pasto elefante, 6.14
patentes, 4.5, 8.12, 8.13, 9.9. Véase también pro-
piedad intelectual
ONG, 5.7, 5.12, 7.1, 7.35, 7.38, 9.2, 9.4 pavas, 5.14
operadores turísticos, 5.7, 6.26 pecarí, 3.17, 5.11, 5.14
ordenamiento territorial, 5.2, 7.3, 8.4, 8.8, 10.3, peces, 2.22, 2.29, 2.32, 3.8, 3.10, 3.41,
10.8 3.51–54, 5.5, 6.9, 6.17, cuadro 6.6, 7.34
Organización de las Naciones Unidas para la Agri- pelágicos grandes, 6.17
cultura y la Alimentación (FAO), 7.36, 7.39, pelágicos pequeños, 3.51, 3.52, 5.5, 6.17
7.49, 9.2

363
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

pepino de mar, 3.26, 3.36, 3.38, 3.45, 5.5, 6.10, plantas vasculares, 1.2, 2.7, 2.11, 3.11, 3.13,
6.17, 6.18, cuadro 6.10 3.14, 6.4. Véase también flora
pérdida de biodiversidad, 1.2, 2.17, 2.18, 2.33, plataforma continental, 2.26, 2.27, 2.28, 2.29,
2.34, 3.18, 3.54, 4.1, 4.5, 4.6, 5.5, 8.7, 2.35, 3.41, 5.4
8.13, 9.6, 9.7, 9.9, 10.1. Véase también playas, 2.26, 2.29, 2.30, 2.35, 5.4, cuadro 5.6,
‘amenazas’ cuadro 6.5, recuadro 7.2
Peripatus, 6.6 PMRC, 7.14
perros ferales, 6.15, 6.25 PNUD, 7.36, recuadro 7.1, 9.2
pesca, 1.3, 2.35, 3.42, 3.43, 3.46, 3.48–54, 5.5, PNUMA, recuadro 7.1
5.6, 6.12, 6.16, 6.17–19, 6.26, 7.4, 7.27, población, 6.12, 6.16, gráf. 6.6
8.11, 8.13, 9.1, 9.9, cuadro 9.6, 10.1 Población Económicamente Activa (PEA), gráf. 9.1
artesanal, 2.35, 3.36, 3.42, 3.46, 3.49, 3.50, pobreza, gráf. 6.4, gráf. 6.5, 9.1
3.54, 5.5, 5.6, 6.26 Podocarpus, Parque Nacional, cuadro 1.1, 3.4,
con red de cerco, 2.35, 3.51–53, 5.5, 6.17, 3.13, 4.6, 5.8, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cua-
6.19 dro 5.4, 7.39, mapa 4
de buceo, 2.27, 5.5 poliquetos, 3.35, 3.36, 3.38
ilegal, 3.46, 5.5, 6.17, 6.18 Política Ambiental para el Desarrollo del Sector Agro-
industrial, 2.35, 3.36, 3.46, 3.47, 3.48–53, pecuario, 8.9
5.5, 5.6, 6.17–19, 6.26, 9.9 Política Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre,
palangre, 3.53, 6.17, 6.19 8.7
impacto, recuadro 2.3, 2.35, 3.42, 3.43, 3.46, políticas, 2.3, 3.25, 4.6, recuadro 5.2, 6.26, 7.1,
3.51, 3.54, 5.5, 6.12, 6.16 8.1, 8.2–10
pesticidas, 1.8, 2.8, 2.18, recuadro 2.3, 3.43, Políticas Básicas Ambientales del Ecuador, 8.3
3.47, 9.9 Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE),
petrel pata pegada, 6.24, 6.25, recuadro 6.2, re- 3.9, 4.2, 4.3, 4.4, 4.6, 7.33, 7.34, 7.35,
cuadro 6.4 8.13
petróleo. Véase explotación petrolera posgrado, programas de, 7.37
pez vela, 3.53 principio de precaución, 8.1, recuadro 8.3
Pichincha, provincia, 2.5, 3.13, 3.23, cuadro 3.10, principio de soberanía, recuadro 8.5
5.3, 5.12, gráf. 6.3 Producto Interno Bruto, 9.1, cuadro 9.1, cuadro 9.2
picudo, 3.53 producto per cápita, 9.1
pisos zoogeográficos, 2.5, 2.6, 2.7, 2.8, 2.9, PROFAFOR-FACE, 9.6
2.10, 2.11, 3.3, 3.5, 3.7, cuadro 3.5 PROFORS, 7.39
pinchaguas, 3.51 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
pinzones de Darwin, 6.5, recuadro 6.1, recuadro 6.2 (PNUD), 7.36, recuadro 7.1, 9.2
piscicultura, 5.13. Véase también camarón, camaro- Programa de las Naciones Unidas para el Medio Am-
neras biente (PNUMA), recuadro 7.1
plagas, 3.16, 3.22, 3.49, 4.3, 6.15, 7.3, 9.9 Programa de Manejo de Recursos Costeros (PMRC),
Plan Ambiental Ecuatoriano, 8.4 7.14
plancton, recuadro 2.3, 3.33–35, recuadro 3.12 Programa Forestal–Sucumbíos (PROFORS), 7.39
planicie abisal, 2.26, 2.27 Programa Parques en Peligro, 7.47
planicie intermareal y costera, 2.26, 2.27, 2.35, 5.4 Programa Sectorial Agropecuario, 7.52, 8.9
plantas. Véase flora programas de capacitación, 7.38. Véase también
educación

364
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

programas de posgrado, 7.37 ranas. Véase anfibios


programas sobre biodiversidad, 7.39 ratas introducidas, 6.15, 6.24, 6.25
propiedad intelectual, derechos de, 1.6, 1.10, 7.18, ratones nativos, 3.2, 3.3, 3.17, 3.27, 6.5, recuadro
8.1, 8.12, 8.13 6.2
Protocolo de Kioto, 9.6, recuadro 9.2 recurso de amparo, recuadro 8.4
Protocolo para la Conservación y Administración de recurso estratégico, 1.3
las Áreas Marinas y Costeras Protegidas del Pa- recursos
cífico Sudeste, 8.13 genéticos, 1.8, 4.1–6, 5.2, 5.9, recuadro 5.1,
Protocolo para la Protección del Pacífico Sudeste con- 7.2, 7.19, 8.5, 10.4, 10.5. Véase también
tra la Contaminación Proveniente de Fuentes Te- acceso a los
rrestres, 8.13 hídricos. Véase agua
protozoos, 3.15 pesqueros, 2.27, 3.33, 3.38–60, 6.17, 7.4,
Proyecto Conservación de la Biodiversidad en el Ecua- 7.20, 7.27, 8.13
dor, 7.39, 7.42 red de cerco, pesca con, 2.35, 3.51–53, 5.5, 6.17,
Proyecto Desarrollo Forestal Campesino en los Andes 6.19
del Ecuador (DFC), 7.39 red vial, ampliación de la, 1.6, 1.7, 2.15, 2.16,
Proyecto INEFAN/GEF, 7.38, 7.39, 7.43 2.17, 2.18, recuadro 2.2, 3.28, 4.6, 5.2,
Proyecto Monitoreo para el Parque Nacional Macha- cuadro 5.4, 10.3
lilla, 7.47 reforestación, 2.34, 7.39, 9.6, 10.1
Proyecto PATRA, 7.39, 7.50 Reforma Agraria, 1.6, 1.8, 1.9
Proyecto PETRAMAZ, 7.39, 7.48 refugios de vida silvestre, cuadro 5.1
Proyecto Política Forestal, 7.39 región andina. Véase Sierra
Proyecto SUBIR, 7.38, 7.39, 7.46 regiones naturales del Ecuador, 2.1
proyectos sobre biodiversidad, 7.39, 9.3, 9.6 registros biológicos, cartográficos, sociales. Véase sis-
PUCE, 3.9, 4.2, 4.3, 4.4, 4.6, 7.33, 7.34, 7.35, temas de información
8.13 remanencia de las formaciones naturales, 1.2, cuadro
pueblos afroecuatorianos, 1.9, 7.46, 8.1, 10.9 2.2, cuadro 2.3, gráf. 2.1, mapa 3
pueblos indígenas, 1.4–10, 2.4, 3.16, 3.17, recua- reptiles, 3.1, 3.6–7, 3.10, 3.21, 3.23, 3.26, 3.30,
dro 3.5, 4.5, 4.6, 5.1, 5.2, 5.7, 7.18, 7.19, 3.40, 3.42, 3.46, anexo 1 (p. 122), 4.4,
8.1, 8.7, 8.11, 8.13, 10.9 5.14, 6.5, 6.9, 6.11, 6.15, 6.17, recuadro
pulpos, 5.5 6.2, cuadro 6.3, 7.34, 7.46
Pululahua, Reserva Geobotánica, cuadro 5.1, cuadro Reserva Marina de Galápagos. Véase Galápagos
5.3, cuadro 5.4, mapa 4 reservas
puma, 5.14 biológicas, cuadro 5.1
Puná, isla, 2.1, 2.28, 5.8 de producción de fauna, cuadro 5.1
Puyango, bosque seco de, 3.12 ecológicas, cuadro 5.1
geobotánicas, cuadro 5.1
privadas, 5.7, 8.8, 10.3
quichua, 1.6, 1.8 Reventador, volcán, 2.1, mapa 1
ríos, 1.2, 2.6, 2.20–22, 2.28, mapa 1. Véase tam-
bién ‘estuarios’ y ‘humedales’
radiación adaptativa, 6.1 Aguarico, 2.6
rana toro, 3.20, 3.29, recuadro 3.11 Chone, 2.22, 2.34, 3.43

365
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Chota, 1.9, 3.13, 5.3 shuar, 1.6


Coca, 2.6 Sierra, región
Curaray, recuadro 3.9 amenazas, 2.15, 2.16–19, 2.22, 3.22, 4.6,
Cuyabeno, 2.21, recuadro 3.9 2.15
Esmeraldas, 1.9, 2.26, 2.28, 3.12 áreas prioritarias para la conservación, 5.3, 5.8
Guayas. Véase golfo de Guayaquil áreas protegidas, 5.2, 5.3
Guayllabamba, 3.13 características geográficas, 1.2, 2.1
Mataje, 2.26 clima, 2.1
Nangaritza, 5.3 consumo de leña y carbón, recuadro 2.1, gráf. 2.2
Napo, 2.1, 2.3, 2.6, 2.21, 3.5, 3.8, recuadro cultivos, 3.16, 4.2, cuadro 4.1
3.9, 4.6 deforestación, recuadro 2.1
Pastaza, 2.6, recuadro 3.9 ecosistemas, 2.7, 2.10, 2.11, 2.21, 5.3
Quinindé, 1.9 endemismo, 3.13
Santiago, 2.6 erosión genética, 4.6
Véase también estuarios estado de conservación, 2.14
expansión de la frontera agropecuaria, 2.18
extinción, 2.14
sabana, 2.3, 3.5, 3.12, 3.13 fauna, 3.3, 3.5, 3.7, 3.8, 3.17, 3.22
saber ancestral, 1.3, 1.4, 1.6, 1.7, 1.8, 1.9, 1.10, flora, 3.13, 3.16, cuadro 3.9, cuadro 3.10, 4.2,
3.16, 4.5, 5.1, 5.2, 7.18, 7.19, 7.42, 8.1, anexo 2 (p. 130)
8.8, 8.11, 8.13, 9.1, 9.9, 10.5, 10.9 formaciones naturales, 2.7, 2.10, 2.11, cua-
salinización, 5.5 dro 2.3
Sangay, Parque Nacional, cuadro 1.1, cuadro 5.1, pobreza, indigencia, gráf. 6.4, gráf. 6.5
cuadro 5.3, cuadro 5.4, gráf. 5.1, 7.39, programas, proyectos, 7.36, 7.39
mapa 4 pueblos afroecuatorianos, 1.9
sangre de drago, recuadro 3.5 pueblos indígenas, 1.8
sanidad. Véase bioseguridad remanencia de las formaciones naturales, 2.14,
sardinas, 3.41, 3.51 cuadro 2.3
secoya, 1.6, 7.48 reservas privadas, 5.7
Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SE- tráfico de fauna, 3.23
NACYT), 7.24 Véase también ‘estribaciones’, ‘cordillera de los
secuestro de carbono. Véase carbono Andes’
sedimentación, 2.22, 2.24, 2.28, recuadro 2.3, SIGREMA, 7.40
2.34, 3.36, 5.5, 9.7 siona, 1.6
seguridad alimentaria, 1.8, 3.15, 3.16–17, 4.3, Sistema Nacional de Áreas Protegidas, 5.1–8, 6.23,
4.5, 7.37, 8.12, 10.4 6.26, 9.8, 10.3, mapa 4
SENACYT, 7.24 administración, 7.2
Servicio del Parque Nacional Galápagos, 6.20, amenazas, 5.2, cuadro 5.4
6.23, 6.24, 6.26, recuadro 6.4 categorías de manejo, 5.2, 5.6, cuadro 5.2
servicios ambientales, 1.3, 2.19, 2.32, 2.33, 2.34, conocimiento de los ecosistemas marinos y coste-
5.1, 5.2, 5.7, cuadro 5.3, 8.8, 9.5–8, 10.3, ros, 2.27
10.6, 10.7 conservación de la diversidad genética, 4.4
shiwiar, 1.6 creación, 5.2, cuadro 5.1

366
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

ecosistemas marinos y costeros, 3.47, 5.4–6 tapir, 3.17, 3.27


ecosistemas terrestres, 5.3 temperatura, fluctuación, 2.1
educación en, 7.38 tenencia de la tierra, 1.6, 2.18, recuadro 2.1, 5.2,
financiamiento, 9.3 10.3
manejo, 5.1–7, 6.20, 6.23–26, 7.1, 7.35, terrazas arrecifales. Véase arrecifes
7.36, 7.38, 8.6 territorios indígenas, 1.6, 1.10, 5.2, 5.7, 7.48,
monitoreo biológico en, 7.46, 7.47 10.3
participación local en su manejo, 1.6, 5.2, 7.35, tiburones, 3.26, 3.41, 3.53, 6.17, 6.18
7.47, recuadro 7.2 tigrillo, 5.14
petróleo, 1.6, 5.2 tilapia, 3.22, recuadro 3.11
Plan Estratégico, 5.2, 7.39 TNC, 4.6, 7.47
políticas y legislación sobre, 8.1, 8.3, 8.5, 8.6 tomate, 4.3, 4.5
problemas, 5.2 tomate de árbol, 4.3
proyectos en, 7.1, 7.39 tortugas, 2.30, 2.35, 3.21, 3.23, 3.30, 3.42,
pueblos indígenas, 1.6, cuadro 1.1, 5.1 3.45, 3.46, 5.4, 5.14, 6.5, 6.9, 6.22, 6.25,
superficie terrestre y marina, cuadro 5.1 recuadro 6.2, recuadro 6.4, recuadro 7.2
superficie intervenida, 5.2 tráfico de especies, 3.18, 3.23–24, 3.28, 3.31,
tenencia de la tierra, 5.2 3.46, 3.49, 5.12, 7.39. Véase también Con-
Sistema de Información BIODATOS, 7.41 venio CITES
Sistema de Información EcoBio, 7.42 Tratado de Cooperación Amazónica, 8.13
Sistema de Información Geocodificada de Recursos trucha, 2.22, 3.22, recuadro 3.11
Naturales y Medio Ambiente (SIGREMA), 7.40 tsachila, 1.7
Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecua- Tumbesina, región, 3.5, 3.28
dor (SIISE), 7.44 Tungurahua, provincia, 3.23, cuadro 3.10, 4.6, gráf.
sistemas de información y monitoreo, 7.40–52 6.3
sobreexplotación, 2.22, 2.35, recuadro 2.3, 3.18, turbera, 2.21
3.24, 3.30, 3.43, 3.49, 3.51, 3.54, 9.1, turismo, 1.3, 2.30, 3.44, 5.1, 5.2, 5.5, 5.7, 5.15,
10.1 5.16, 6.12, 6.20, 6.26, 7.1, 7.47, 8.11,
subempleo, 9.1 9.1, 9.3, 9.8, cuadro 9.5, 10.1
Sucumbíos, 3.7, 3.23, cuadro 3.10, 5.8, gráf. 6.3,
7.16, 7.39, 7.49
suelo, erosión del, 1.8, 2.16, 2.18, 2.22, 2.32, UICN, 5.2, 5.14, 5.16, 6.21, 6.22, 9.2. Véase
2.33, 4.6, 5.5, 8.4, 9.7 también listas rojas
Sumaco, volcán, 2.1, mapa 1 Universidad Católica. Véase Pontificia
Sumaco–Napo Galeras, Parque Nacional, cuadro Universidad de Cuenca, 7.38
1.1, cuadro 5.1, cuadro 5.3, cuadro 5.4, Universidad de Loja, 4.3
7.39, mapa 4 Universidad Estatal de Guayaquil, 8.13
superficie del Ecuador, 1.2 universidades, 3.2, 3.9, 3.17, 4.2, 4.3, 4.4, 4.6,
supirrosa, 6.14, 6.24, 6.25 5.7, 5.16, 7.1, 7.12, 7.19, 7.31–34, 7.37,
7.38, 8.13
uña de gato, recuadro 3.5
tala. Véase explotación maderera UPOV, 8.13
talud continental, 2.26, 2.27, 2.35 usos del suelo, 2.18, 5.1

367
ê n d i c e a n a l ’ t i c o

valor económico de la biodiversidad, 1.3, 3.48–53, Zamora Chinchipe, 3.4, cuadro 3.10, 5.8, gráf.
recuadro 3.5, 5.2, 5.13, recuadro 5.2, cua- 6.3, 7.16
dro 5.3, 7.39, 8.1, 8.7, 8.8, 9.2–9, 10.4, záparo, 1.6
10.5, 10.7 Zona de Convergencia Intertropical, 2.1
valoración de la biodiversidad, 1.3 zona eufótica, 3.39
variabilidad genética, 4.1–6 zona intermareal, 2.29, cuadro 2.5, 3.45, 5.4, 5.5,
várzea, 2.6 6.9
veda, 3.31, 3.51, 6.18 zonas de elevación, 3.11, 3.13, 3.14
vegetación, 2.4–2.11. Véase también flora zonas intangibles, 5.2, 5.7
vegetación remanente del Ecuador continental, cuadro zonas rocosas, 2.29
2.2, cuadro 2.3, gráf. 2.1, mapa 3 zoobentos, 3.38
vertebrados, 3.1–8, 3.40–44, 6.5, 6.9. Véase tam- zoocriaderos. Véase cría
bién ‘anfibios’, ‘aves’, ‘mamíferos’, ‘reptiles’, zoológicos, 5.10, 5.11, cuadro 5.7, cuadro 5.13
‘peces’ zooplancton, recuadro 2.3, 3.35, recuadro 3.12
vicuña. Véase camélidos
virus, 3.15
Vivarium, 3.21, 3.23, 5.12
viveros, 3.16, 5.10

WWF, 6.26, 9.2

xerofítico, 2.2, 2.3, 2.8, 2.9

Yasuní, Parque Nacional, 1.6, cuadro 1.1, 3.7, 3.9,


recuadro 3.9, 4.2, 5.2, cuadro 5.1, cuadro
5.3, cuadro 5.4, 7.39, mapa 4
yuca, 3.16, 4.3, 4.5

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