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NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 18 º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-24654-2014
CARATULADO : CATAL ÁN / EMPRESA DE TRANSPORTES
RURALESLTDA
VISTOS:
A fojas 3 don José Ramón Gutiérrez Silva, abogado, domiciliado en calle Alonso de
Córdova N° 5900, comuna de Las Condes, en representación de don Abrahan Catalán
Farías, doña Bernardina del Tránsito Veloz Ramírez, doña Bernardita Ivonne, doña
Carolina Viviana, doña Alejandra Soledad y doña Ana María, todas de apellidos Catalán
Veloz, domiciliadas en calle Los Espinos N° 161, sector 2, comuna de Santo Domingo,
deduce demanda de indemnización de perjuicios extracontractual en contra de Empresa de
Transportes Rurales Ltda, representada por su Gerente General don Víctor Alejandro Ide
Benner, domiciliado en Jesús Díaz Martínez N°s 730 y 800, comuna de Estación Central.
Funda su demanda en que el día 23 de Noviembre de 2010, aproximadamente a las
7:25 horas, doña Paula Catalán Veloz, hija y hermana de los demandantes, viajaba como
pasajera en el bus de la empresa Tur Bus patente XL 1740, conducido por don José Luis
Abarca Saavedra, el cual circulaba en dirección hacia Santiago por la Ruta 78, cuando a la
altura del kilómetro 45, abruptamente traspasa el eje central de la calzada, destruyendo a su
paso la barrera de contención que separa los sentidos del tránsito, alcanzando la pista del
sentido contrario, chocando de frente con el camión conducido por don Juan Hernán Ortega
Vilchez, placa patente FY 8854, que circulaba en dirección hacia San Antonio.
Dice que el informe N° 724-2010 de fecha 4 de febrero de 2011 del Departamento
de Investigación de Accidentes del tránsito de Carabineros, consigna una descripción
detallada del accidente y sus causas, transcribiendo una parte del mismo.
Señala que doña Paula Catalán Veloz, viajaba en el Tur Bus accidentado, pues
aquella mañana lo había tomado para dirigirse hacia la ciudad de Santiago, para asistir a
clases en la Universidad Andrés Bello, ya que era alumna de la Facultad de Derecho de
dicha institución, donde cursaba cuarto año. Añade que la causa del accidente, corresponde
a la culpa en la organización de la empresa de transporte, toda vez que de acuerdo a los
informes de los organismos técnicos que investigaron el accidente, las causa preliminares
del mismo, apuntaban al chofer del bus accidentado, puesto que las presunciones en las que
se basa la dinámica del accidente, guardan directa relación con los siguientes aspectos:
a. Que el chofer del bus haya desatendido momentáneamente la conducción al realizar una
acción ajena a la misma, lo que le hizo perder el control del móvil.
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b. Que el conductor del bus haya sufrido repentinamente una patología médica que le
ocasionara la pérdida del dominio de su cuerpo, lo que provocó que perdiera el control del
móvil.
c. Que el conductor del bus haya conducido el móvil con sus capacidades perceptivas,
reactivas y psicomotoras disminuidas producto de la ingesta de fármacos.
Indica que la investigación llevada adelante por la Fiscalía de Talagante en la causa
RUC 1001089148-0, ha concluido en forma categórica que el conductor del bus de la
empresa demandada no fue víctima de ninguna patología médica ni venía conduciendo con
sus capacidades disminuidas, teniendo en cuenta lo anterior, concluye que las causas del
accidente se pueden encontrar en una de las siguientes hipótesis:
a. En un error en la conducción del chofer del bus, como hipótesis menos probable atendido
que dos de las presunciones contenidas en el informe de Carabineros fueron descartadas por
la Fiscalía;
b. En una falla técnica de la máquina, lo cual se explica por el hecho de que se encuentran
formalizados por la fiscalía 8 personas pertenecientes al equipo de mantención técnica de la
empresa demandada.
Hace presente que el fiscal a cargo de la investigación, señor Leonardo Tapia,
formalizó a 8 personas por cuasidelito de homicidio por su presunta responsabilidad en esta
tragedia, el ex Gerente de mantenimiento de la empresa don Gonzalo Marambio, y otros 7
operarios. Agrega que la acusación se basa en el informe de la Facultad de Ingeniería
Mecánica y Metalúrgica de la Universidad Técnica Federico Santa María, el que estableció
como causa del accidente el “quiebre por fatiga de material en el vástago de rótula de
dirección derecha, por lo que el conductor don Juan Luis Abarca, perdió el control del
vehículo, sobrepasando el eje central de la Ruta 78, y chocó de manera frontal con un
camión, siendo esta causa la más coincidente con la experiencia que la propia Paula Catalán
Veloz, relata sobre las circunstancias del accidente, pues indica que la máquina hacía ruidos
(crujidos) muy fuertes e inusuales, y que durante todo el trayecto, el bus tuvo bruscos
frenazos y movimientos intempestivos.
Manifiesta que como consecuencia del choque, doña Paula Catalán Veloz, quedó
con múltiples lesiones, mutilaciones, además de secuelas físicas y psicológicas que sufrirá
durante el resto de su vida, puesto que dentro de los diagnósticos se encuentran
politraumatismo, traumatismo toracoabdominal cerrado, laceración pulmonar y contusión
pulmonar, laceración hepática, fractura orbitomalar derecha, estallido ocular derecho,
evicerado con implante, fractura expuesta de humero izquierdo, fractura de femur
izquierdo, fractura de falange proximal 5° dedo izquierdo, fractura 5° metacarpiano
izquierdo, TEC simple, lesión nervio radial izquierdo y trastorno de estrés postraumático.
Explica que luego del accidente, Paula fue trasladada, politraumatizada, siendo
tratada en el Hospital San Juan de Dios y en el Hospital Traumatológico, manejándose
inicialmente sus fracturas con tutores externos, para luego poner un enclavijamiento
endomedular de fémur y placas de humero, sufriendo además, el estallido de su ojo derecho
y una fractura en la órbita del mismo, lo que hace que presente una notoria depresión en esa
zona de la cara y que la prótesis ocular que debe utilizar, esté en desnivel con respecto al
ojo izquierdo; así también tuvo múltiples fracturas nasales, las cuales le han demandado
varias cirugías para intentar corregirlas tanto funcional como estéticamente, presentado una
cicatriz en la zona frontal, depresión en órbita derecha junto con la pérdida de visión del ojo
derecho. Añade que funcionalmente presenta múltiples secuelas y limitaciones tanto físicas
como psicológicas, entre estás están limitación de la movilidad del brazo izquierdo,
intensos dolores de cuello y espalda que limitan la realización de actividades tan básicas
como inclinarse para poder leer, estrés postraumático, un severo problema con su
autoestima producido por las marcas y cicatrices que presenta principalmente en su rostro y
que le impiden relacionarse socialmente, tanto en el plano profesional como afectivo, por lo
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que estamos hablando de una persona que, como consecuencia del accidente en cuestión, ha
quedado con una incapacidad casi completa, pasando de estar a punto de terminar sus
estudios de derecho a ser una adulta que a sus más de 30 años, depende totalmente de sus
padres y hermanas.
Expresa que el accidente de Paula representó un gigantesco impacto y cambio en la
vida de su familia, en todo sentido, pues se ha llevado los últimos 4 años en operación tras
operación, terapia tras terapia, muchas de las cuales serán de por vida, fuertes dolores de
piernas y de columna.
Refiere que el día del accidente, al principio no se sabía nada de ella, lo que
significó una terrible angustia para todos sus familiares y cercanos, siendo encontrada en el
Hospital San Juan de Dios, donde los médicos les decían que Paula podía estar viva 5
minutos y podía fallecer de cualquier cosa, hablando diariamente y cada 3 horas con los
médicos que la atendía, quienes les decían que su muerte era inminente, lo que les
provocaba una situación de angustia que los fue enfermando de uno en uno, porque no
querían comer ni beber, quedando inconsciente por casi un mes, no pudiendo mover su
cuerpo cuando comenzó a despertar, encontrándose completamente paralizada.
Expone que el 31 de diciembre de 2010, Paula fue trasladada a la Mutual de
Seguridad en la cual le han hecho las terapias para que vuelva a moverse y a caminar,
porque antes era como una tabla, no pudiendo aún los demandantes, superar lo ocurrido.
Agrega que la pena aún los invade cada vez que se sientan frente a Paula y ven su ojo y su
cara llena de cicatrices; sus dificultades de desplazamiento le impiden valerse por sí misma
y le imponen la necesidad de contar con asistencia casi permanente; los problemas que
tiene para estudiar y desenvolverse socialmente, no pudiendo hacer su vida normal, hechos
que son imputables a la empresa demandada, siendo el origen de los daños de naturaleza
patrimonial y extrapatrimonial que avalúan en la suma de $882.000.000.
Respecto de los daños patrimoniales, sostiene, respecto del daño emergente, que los
daños ocasionados a Paula, implican e implicarán un importante costo económico para la
familia, consistiendo éste en la certeza de que, como consecuencia de las incapacidades
antes descrita, junto con las terapias y tratamientos futuros, su familia deberá mantenerla
económicamente durante toda su vida, lo que avalúan en la suma de $500.000 mensuales,
los que multiplicados por la expectativa de vida promedio en nuestro país, que es de 79
años, asciende a la suma de $282.000.000
En cuanto a los daños extrapatrimoniales, dice que habiéndose reformulado el
concepto de daño moral como aquel capaz de comprender otros menoscabos además de la
molestia o dolor moral o físico, como por ejemplo el daño corporal o biológico, el daño a
derechos de la personalidad, el perjuicio estético o la pérdida del gusto vital, los que
avalúan en la suma de $600.000.000, haciendo consistir estos daños en el pretium doloris y
en el perjuicio de agrado.
Señala que el derecho aplicable al supuesto fáctico que generó la acción en contra
de Tur Bus, se encuentra en la responsabilidad extracontractual, toda vez que si bien existía
un contrato de transporte entre la empresa demandada y Paula Catalán Veloz, debe
repararse que los actores son los familiares directos de la persona que iba en el vehículo,
sufriendo el denominado daño reflejo, el cual es de naturaleza extracontractual.
Previo análisis de los requisitos de procedencia de la acción de indemnización
extracontractual, finaliza solicitando, se tenga por interpuesta la demanda de indemnización
de perjuicios por responsabilidad extracontractual en contra de la demandada ya
individualizada, y en definitiva condenarla al pago total de $882.000.000, esto es:
1. $282.000.000 por concepto de daño emergente;
2. $200.000.000 para cada uno de los padres, y $50.000.000 para cada una de sus
hermanas, por concepto de daño moral
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O la suma que esta magistratura estime pertinente conforme a derecho, más los intereses y
reajustes correspondientes, con expresa condenación en costas.
A fojas 50 don Gustavo Cuevas Manríquez, abogado en representación de la
demandada, ambos domiciliados para estos efectos en Cerro El Plomo N° 5420, oficina
1305, comuna de Las Condes, contesta la demanda, indicando que no son efectivas las
causas del accidente esbozadas en la demanda, ya que no efectivo que hubo un error de
conducción del bus, puesto que el conductor don José Luis Abarca Saavedra (Q.E.P.D.), al
momento de iniciarse el trayecto se encontraba en perfectas condiciones físicas e
ingresando a trabajar luego de su período de descanso en tierra; como tampoco que hubo
una falla mecánica de la máquina, ya que se representada ha contado y cuenta con un
programa de mantenimiento general preventivo de la flota de autobuses, cumpliendo su
obligación legal de revisión técnica semestral, ordenada en la normativa vigente respecto de
cada uno de los autobuses, y además, con el propósito de brindas mayor seguridad al
transporte de los pasajeros, ha contado y cuenta con un plan de mantenimiento, el cual
consiste en revisiones periódicas, mediante ingreso de los autobuses a taller mecánico para
el chequeo general, así como para reparaciones de eventuales desperfectos. Aclara respecto
del autobús accidentado, que durante el mes previo al accidente fue sometido a las
revisiones que conforme al plan de mantenimiento le correspondieron en los días 3 de
noviembre de 2010, 5 de noviembre de 2010, 11 de noviembre de 2010, 15 de noviembre
de 2010, 17 de noviembre de 2010, 18 de noviembre de 2010 y 19 de noviembre de 2010
Hace presente que naturalmente, a raíz del accidente, los neumáticos y partes y
piezas del autobús resultaron destruidos, no siendo efectivo que los neumáticos se
encontraran en mal estado al momento del accidente ni que se hubiere quebrado por fatiga
de material, el vástago de la rótula de dirección derecha del autobús, lo cual queda
demostrado en que el autobús, aprobó sin inconvenientes su última revisión técnica
realizada el 26 de agosto de 2010, revisión que es reglamentada por el Decreto Supremo N°
156 del año 1990 del Ministerio de Transporte y por el Manual de Procedimientos e
interpretación de resultados de dicho Ministerio, no generando la demandada, ni por acción
ni por omisión, situación de peligro o de riesgo alguno, rechazando categóricamente la
insinuación de los demandantes en orden a que por causa de la formalización de personas,
efectuada por la Fiscalía, pudiere desprenderse una presunción de culpa de Tur Bus.
Manifiesta que las barreras metálicas de contención de la autopista Ruta 78,
producto de deficiencias de diseño, no fueron capaces de sostener y retener el autobús, el
cual finalmente sobrepasó las mismas e impactó con los árboles existentes en el área,
ingresando a la pista del sentido contrario, impactando al tracto camión y a su
semirremolque, placa patente JE9960, conducido por don Juan Hernán Ortega Vilches
(Q.E.P.D.), producto del cual fallecieron 20 personas, resultando con diferentes lesiones
otras 15.
En primer término, opone la excepción de falta de legitimidad activa de los
demandantes, exponiendo que los demandantes no son víctimas materiales del accidente,
no sufriendo daño alguno y que además, los perjuicios materiales y demás daños sufridos
por la verdadera víctima corresponden a doña Paula Catalán Veloz, cuyos daños ya han
sido resarcidos por Tur Bus.
En segundo lugar, expresa que los demandantes persiguen un enriquecimiento
injusto, buscando una doble indemnización del mismo daño que ha sido resarcido a la
propia víctima del accidente, puesto que con posterioridad al accidente, doña Paula Catalán
ha sido cubierta en todos sus gastos médicos por su representada, aun teniendo la certeza
que bajo ningún modo le correspondía asumirlos, sin embargo, siempre ha estado
consciente que las consecuencias de este innecesario y evitable suceso ha tenido un duro
impacto en los lesionados, y por ello, aun postergando la defensa de sus propios intereses,
ha decidido acercarse a todos ellos para ofrecer voluntariamente un resarcimiento
patrimonial.
En tercer lugar, opone la excepción de falta de legitimidad pasiva de su
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representada, por no aplicarse el artículo 2320 y 2322 del Código Civil, ya que el
argumento principal de los actores para fundamentar la presente acción, se refiere a una
supuesta responsabilidad extracontractual que a Tur Bus le correspondería con ocasión de
las lesiones sufridas por doña Paula Catalán Veloz, en el trágico accidente ocurrido con
fecha 23 de noviembre de 2010 en la Autopista del Sol de la Ruta 78, por cuanto no se
verifican los elementos propios del ilícito civil, toda vez que el chofer del bus no cometió
delito ni cuasidelito civil alguno, adoptando Tur Bus todas las medidas y providencias que
le impone el deber de cuidado y vigilancia.
En cuarto lugar, alega la inexistencia de relación causal, puesto que el resultado
dañoso del accidente, no ha sido consecuencia necesaria y directa de Tur Bus ni del chofer,
pues fue esencial y determinante para la ocurrencia del daño, el hecho de que las barreras
de contención no estaban en situación de cumplir ni cumplieron con su función de contener
a los vehículos que transitaban por dicha ruta, ya que si hubieren cumplido con la tarea para
la cual están llamadas, dicho sistema de contención hubiese permitido encauzar el bus,
conteniéndolo, evitando que el bus traspasara el eje central, cruzando a la pista contraria e
impactando al tracto camión y su semirremolque.
Argumenta además que Tur Bus ha cumplido cabalmente con el estándar del debido
cuidado exigido en el desarrollo de su actividad, ya que el bus se encontraba con todas sus
mantenciones al día al momento de iniciarse el viaje, sin que el vehículo sufriera ningún
tipo de desperfecto al momento de iniciarse el viaje ni al momento de producirse el
accidente.
Refiere que a las pocas horas de ocurrido el accidente, Tur Bus tomó conocimiento
de lo ocurrido y aún sin tener claridad respecto de las causas del mismo, dispuso
inmediatamente de un programa de socorro, asistencia y reparación, coordinando y
solventando toda la atención de urgencia que requerían los lesionados, sufragando en lo
sucesivo, todos los gastos funerarios de las víctimas fatales, así como también los demás
gastos de traslado, alojamiento y alimentación de los familiares que acompañaban a los
lesionados en sus tratamientos de cuidado y rehabilitación. Agrega que junto con los
tratamientos antes mencionados, Tur Bus puso a disposición de los lesionados y familiares,
tanto de éstos como de los difuntos, tratamiento psicológico dirigido por profesionales
contratados especialmente para estos efectos, todos íntegramente pagados por Tur Bus,
brindando asesoría gratuita a todas las víctimas del accidente o sus herederos a fin de que
pudiesen hacer efectivo el seguro obligatorio de accidentes personales, y además,
reembolsó, de acuerdo a las declaraciones de lesionados o herederos, el valor del equipaje
perdido.
Aclara que aun estando en la convicción de la absoluta ausencia de cualquier
responsabilidad jurídica a su respecto, Tur Bus, a partir de los primeros días del mes de
diciembre de 2010, puso en marcha un programa de reparación monetaria a los lesionados o
herederos de las víctimas.
Sostiene que la investigación de la Fiscalía de Talagante, carece de valor probatorio
en este juicio civil, porque las hipótesis expuestas de la demandante, no son efectivas.
En lo referente a los perjuicios, explica que el daño moral “per se” no existe,
debiendo éste ser determinado por el juez en base a pruebas que rinda la demandante
respecto del dolor efectivo que les ha generado la pérdida de que se trate, no pudiendo ser
la indemnización una ocasión de lucro para familiares de la víctima material del accidente,
menos aun cuando Tur Bus ha solventado todos los gastos médicos de doña Paula Catalán.
Señala que la indemnización del daño emergente solicitada, es improcedente, por
cuanto a cantidad de $282.000.000 es solicitada en base a un cálculo de un tratamiento
futuro de $500.000 mensuales, asumiendo que doña Paula Catalán Veloz vivirá hasta los 79
años y que requerirá de esa suma mensual permanentemente para costear gastos médicos.
Añade que la cantidad pretendida no corresponde al daño real emergente, sino a una
hipótesis de futuros tratamientos, que hasta la fecha no se han producido, respecto de los
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6°) Que la parte demandada solicita se rechace la tacha opuesta, toda vez que el
testigo ha realizado un informe técnico avalado por su currículum y conocimiento técnico
en la materia, sólo efectuando una labor investigativa de los hecho que dan cuenta en estos
autos, careciendo de un total interés en los resultados del juicio.
7°) Que para que proceda la tacha establecida en el numeral 6, es necesaria la
existencia de un interés pecuniario en los resultados del juicio, cuestión que no puede
desprenderse de los dichos del testigo, por lo que procede rechazar la tacha opuesta.
8°) Que a fojas 446 la parte demandante deduce la tacha establecida en los N°s 5 y 6
del Código de Procedimiento Civil en contra del testigo don Gonzalo Marambio Castellón.
Funda la tacha del N° 5 en que el testigo fue trabajador dependiente de la demandada a la
época de los hechos sobre los que va a declarar, y la del N° 6 en el reconocimiento que ha
hecho el testigo, de que el resultado de este pleito no le es indiferente, de lo que se puede
entender un interés en su resultado.
9°) Que la parte demandada solicita el rechazo de ambas tachas. La del N° 5 por no
existir dependencia alguna del testigo con la empresa Tur Bus que lo presenta a declarar,
desde hace más de 3 años, y en cuanto a la del N° 6, por cuanto el testigo se ha limitado a
mencionar que el juicio no le es indiferente por cuanto él se desempeñaba a la época de los
hechos como Gerente de Tur Bus, afirmación de la cual no puede concluirse de manera
alguna, que el testigo tenga interés directo o indirecto en el pleito.
10°) Que para que proceda la tacha establecida en el N° 5 del artículo 358 del
Código de Procedimiento Civil, es necesario que al momento de ser presentado como
testigo, éste se encuentre bajo un vínculo de subordinación y dependencia con la parte que
lo presenta, cuestión que en la especie no se da, por lo que procede rechazar dicha tacha.
11°) Que uno de los requisitos para acoger la tacha establecida en el N° 6 del
artículo previamente señalado, es que éste interés tenga el carácter de pecuniario, lo que no
puede ser desprendido de los dichos del testigo, procede rechazar dicha tacha, como se dirá
en definitiva.
12°) Que a fojas 459 la parte demandante deduce la tacha establecida en el N° 6 del
artículo 358 del Código de Procedimiento Civil respecto del testigo don Pablo Andrés
Barañao Díaz, argumentando que el testigo carece de imparcialidad necesaria, por tener en
el pleito interés directo o indirecto, manifestado en su declaración haber elaborado informes
remunerados para y por la parte demandada, de manera que además se ha formado opinión
previa a los resultados de estos autos.
13°) Que la parte demandada solicita el rechazo de la tacha opuesta, en
consideración de que el testigo no tiene ningún tipo de interés en el juicio, ya sea directo o
indirecto, según él mismo ha señalado, puesto que ha realizado el informe técnico en base a
estudios y procedimientos que de modo alguno producen un juicio previo.
14°) Que tal como se ha venido analizando, a juicio de esta sentenciadora, para que
proceda la causal invocada, es necesario que este interés sea de tipo pecuniario, cuestión
que no puede ser desprendida de los dichos del testigo, procede rechazar dicha tacha, como
se dirá en definitiva.
15°) Que a fojas 838 vuelta la parte demandante deduce la tacha establecida en el
artículo 358 N° 6 del Código de Procedimiento Civil en contra del testigo don Carlos
González Aravena, por cuanto éste ha manifestado que ha mantenido amistad con el
personal superior de la empresa, que son órganos de la administración de éste, y por su
intermedio se manifiesta la amistad.
16°) Que la parte demandada solicita el rechazo de la misma, por cuanto el testigo
es absolutamente imparcial en esta declaración, habiendo señalado el mismo, no tener
interés en este juicio, sino que se conozca la verdad, no existiendo causal de inhabilidad, ya
que simplemente ha manifestado tener cierta amistad con ciertas personas que no ha
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identificado, los cuales de ningún modo revisten los hechos de carácter grave como lo dice
el Código de Enjuiciamiento, por lo que la tacha debe ser rechazada.
17°) Que la parte demandante interpone la tacha de falta de imparcialidad del testigo
y la funda en la amistad que pudiese tener el testigo con personal superior de la empresa,
sin perjuicio de lo cual, no desprendiéndose de los dichos del testigo ni interés ni íntima
amistad con la parte que lo presente, procede rechazar la tacha, como se dirá en definitiva.
18°) Que a fojas 1133 la parte demandante formula la tacha establecida en el
artículo 358 N° 4 del Código de Procedimiento Civil, en contra del testigo don Francisco
José Fresard Bobadilla, fundada en el hecho que el testigo ha manifestado representar al
Dictuc para los efectos de prestar declaración y ha reconocido a su vez, que la labor de
investigación desarrollada por esa institución, ha sido remunerada, solicitando se acoja la
tacha invocada.
19°) Que la parte demandada solicita se rechace la tacha toda vez que el testigo no
es trabajador dependiente de Tur bus, que es la parte que lo presenta, y que ha venido a este
juicio con el fin de deponer en relación con el informe que elaboró respecto del accidente
vial de estos autos. Asimismo, expone que la parte demandante no ha acreditado de manera
alguna la tacha interpuesta, por cuanto no ha probado ninguna relación de dependencia.
Finaliza indicando que el testigo es un ingeniero independiente que ha concurrido
voluntariamente a la audiencia, no inhabilitándolo como testigo, el hecho de que la
elaboración de su informe sea remunerada.
20°) Que para que proceda la tacha establecida en el N° 4 antes dicho, es necesario
que el testigo tenga una relación de dependencia y subordinación con la parte que lo
presenta, cuestión que no puede ser desprendida de los dichos del testigo, quien señala
expresamente trabajar para el DICTUC, se rechazará la tacha interpuesta, como se dirá en
definitiva.
II. EN CUANTO A LA DEMANDA INDEMNIZATORIA
21°) Que a fojas 3 don José Ramón Gutiérrez Silva, abogado, domiciliado en calle
Alonso de Córdova N° 5900, comuna de Las Condes, en representación de don Abrahan
Catalán Farías, doña Bernardina del Tránsito Veloz Ramírez, doña Bernardita Ivonne, doña
Carolina Viviana, doña Alejandra Soledad y doña Ana María, todas de apellidos Catalán
Veloz, domiciliadas en calle Los Espinos N° 161, sector 2, comuna de Santo Domingo,
deduce demanda de indemnización de perjuicios extracontractual en contra de Empresa de
Transportes Rurales Ltda, representada por su Gerente General don Víctor Alejandro Ide
Benner, domiciliado en Jesús Díaz Martínez N°s 730 y 800, comuna de Estación Central,
solicitando en definitiva condenarla al pago total de $882.000.000, esto es: 1. $282.000.000
por concepto de daño emergente; 2. $200.000.000 para cada uno de los padres, y
$50.000.000 para cada una de sus hermanas, por concepto de daño moral, o la suma que
esta magistratura estime pertinente conforme a derecho, más los intereses y reajustes
correspondientes, con expresa condenación en costas.
22°) Que a fojas 50 don Gustavo Cuevas Manríquez, abogado en representación de
la demandada, ambos domiciliados para estos efectos en Cerro El Plomo N° 5420, oficina
1305, comuna de Las Condes, contesta la demanda, solicitando se rechace en todas sus
partes, con expresa condenación en costas.
EN CUANTO A LAS EXCEPCIONES PLANTEADAS
23°) Que al contestar la demanda el demandado sostiene como “excepciones” la
falta de legitimidad activa, falta de legitimidad pasiva y de inexistencia de relación causal.
24°) Que la falta de legitimidad activa la sustenta en el hecho que quien ha sufrido
el daño es doña Paula Catalán Veloz, como víctima material, y no los actores, quienes son
los padres y hermanas de la víctima directa. Este último hecho, esto es, la relación de
parentesco con la víctima directa del accidente de estos autos, se encuentra acreditado
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esencialmente, que el bus en el que viajaba la pasajera doña Paula Catalán Veloz, se desvió
de su natural pista de circulación sobrepasando las barreras de contención de la autopista,
colisionando otro vehículo en la pista contraria.
40°) Que no se ha alegado caso fortuito o fuerza mayor, tampoco se encuentra
acompañado antecedente alguno que permita concluir causa concurrente que resulte ajena,
ya sea al conductor del bus o al bus propiamente tal, que justifique la pérdida de control del
vehículo.
41°) Que el actor entrega dos hipótesis respecto a la causa del accidente
anteriormente señalado, esto es: error en la conducción o falla técnica del bus, basándose en
el Informe de la Siat de la Fiscalía de Talagante para ponderar como una más probable que
la otra.
42°) Que del informe técnico pericial N° 724-A-2010 emanado de Carabineros de
Chile, SIAT, resulta claro, tal como ha sido reconocido por la propia demandada, que el
chofer del bus patente XL 1741 perdió el control del móvil conforme la dinámica del
accidente
43°) Que sin perjuicio que aparentemente la investigación en materia penal no se
encuentra agotada, para la cual resulta relevante la causa basal específica en cuanto
permitirá en su caso atribuir responsabilidad penal a persona determinada, es el caso que la
mera circunstancia que la dinámica del accidente antes descrita, hace que la demandada
sea responsable en esta sede por el actuar de sus dependientes.
De haberse desviado el bus de la pista de circulación debido a un manejo
descuidado del chofer dependiente de Tur Bus, la demandada responde del actuar del
mismo.
De haberse debido la desviación del bus de la pista de circulación en fallas
mecánicas del bus, la demandada responde de sus dependientes a cuyo cargo encomendó
la revisión mecánica periódica del bus destinado a transporte de pasajeros, quienes además
depusieron en autos.
En ambos caso cabe aplicar lo dispuesto en el artículo 2322 del Código Civil, norma
en la cual también se sustenta la demanda.
44°) Que el demandado pretende excusarse señalando la inexistencia del nexo
causal en el caso de marras, argumentando que las barreras de contención que separaba
ambas pistas de la carretera no se encontraban en condiciones de cumplir su función de lo
contrario hubiese permitido encauzar al bus evitando que traspasara el eje central de la
autopista.
45°) Que por un lado que el informe de la Siat antes mencionado refiere que las
barreras de contención se encuentran acorde a la Norma Chilena NCh 2032/2-1198.
46°) Que además no es posible soslayar que la causa inicial y directa del accidente
de tránsito de autos se encuentra constituido por el desplazamiento del bus Tur Bus hacia
la pista contraria chocando frontalmente con tracto camión que circulaba en sentido
contrario; y que a raíz de aquello, es que se generó el choque de enormes proporciones
que resultó con un número considerables de muertos y heridos, entre los que se encontraba
doña Paula Catalán Veloz, hija y hermana de los actores.
47°) Que encontrándose establecido el ilícito civil y la relación de causalidad con
los daños directos de doña Paula Catalán Veloz, consistentes en politraumatismo,
traumatismo toraco adbominal cerrado, laceración pulmonar y contusión pulmonar,
laceración hepática, fractura orbitomalar derecha, estallido ocular derecho, evicerado con
implante, fractura expuesta de humero izquierdo, fractura de femur izquierdo, fractura de
falange proximal 5° Dedo izquierdo, fractura metacarpiano izquierdo, tec simple, lesión
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nervio radial izquierdo, trastorno estrés postraumático., todo conforme informes de fojas
610 y siguientes.
48°) Que conforme informes del Servicio Médico Legal de Melipilla, a aparejado a
fojas 626 y 636 aparece que las lesiones que sufriera doña Paula Catalán Veloz revisten el
carácter de graves, con secuelas estéticas atendida deformación en rasgos faciales y
derivadas de la pérdida total del ojo derecho, aparte que éstas sanen en 100 a 120 días con
igual discapacidad.
49°) Que de lo anterior aparece que las lesiones de doña Paula Catalán Veloz no
resultaron en una discapacidad permanente a diferencia de lo sostenido por los actores, no
apareciendo que éstos encuentren sujetos a sostener económicamente a doña Paula por el
resto de su vida como alegan, atendida que ésta estaría impedida al efecto. Ello por lo
demás constituyen suposiciones de los actores. Ello basta para desestimar la partida de
daño emergente pretendida.
50°) Que además los actores reclaman la concurrencia de daño moral, haciéndolo
consistir en dos partidas diferentes, a saber “pretium doloris” que se traduce en la
angustia cierta que experimenta la familia, esto es los actores, lo que se encuentra
acreditado con informes psicológicos y testigos.
51°) Que a este respecto cabe señalar que efectivamente los actores han sufrido un
daño reflejo toda vez que un miembro importante y cercano de su grupo familiar ha
resultado con las lesiones y secuelas descritas precedentemente en motivaciones
precedentes, resultando pertinente que éste sea indemnizado, fijándose prudencialmente
por esta sentenciadora en la suma de $40.000.000 para cada uno de los padres
demandantes, esto es don Abraham Catalán Farías y doña Bernardita del Tránsito Veloz
Ramírez,; y $5.000.000 para cada una de las hermanas demandantes , esto es doña
Bernardita Ivonne Catalán Veloz, doña Carolina Viviana Catalán Veloz, doña Alejandra
Soledad Catalán Veloz y doña Ana María Catalán Veloz.
En dicho concepto se encuentra inserta aquello pretendido por “perjuicio de
agrado” dados los términos en que éste fue planteado en la demanda, esto es “temor y
angustia” que alteraría la calidad de vida de los actores.
52°) Que los demás antecedentes en nada alteran lo que se ha venido analizando.
Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto los artículos
1698, 2.284, 2.314, 2.320, 2.322 del Código Civil; artículos 144, 160, 170, 254, 262, 309,
358 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se declara:
VI. Que se rechaza la tacha interpuesta en contra del testigo don Pablo Andrés
Barañao Díaz, fundada en el N° 6 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil.
VII. Que se rechaza la tacha interpuesta en contra del testigo don Carlos
González Aravena, establecida el artículo 358 N° 6 del Código de Procedimiento Civil.
VIII. Que se rechaza la tacha interpuesta en contra del testigo don Francisco José
Fresard Bobadilla, establecida en el artículo 358 N° 4 del Código de Procedimiento Civil.
IX. Que se rechaza las excepciones de falta de legitimidad pasiva y activa
planteadas.
X. Que se acoge la demanda, sólo en cuanto se accede al daño moral pretendido
en los términos expresados en la motivación 51 de la sentencia, rechazándose en lo demás.
XI. Que cada parte pagará sus costas .
Regístrese, notifíquese y en su oportunidad archívense.
Pronunciada por doña Claudia Donoso Niemeyer, Juez Titular; Autorizada por doña
Marta Hurtado Vásquez, Secretaria Subrogante.
Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162
del C.P.C. en Santiago, dos de Octubre de dos mil diecisiete
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