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MATERIAL BIBLIOGRÁFICO PARA “SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN” DEL

INSTITUTO “LA SALLE”

Profesor: Emanuel Riffel.

Bibliografía consultada:
Serafini, M. T. (2011). Cómo se escribe. Buenos Aires: Paidós

Introducción.
Tal como se ha presentado en clase, en el primer capítulo del trabajo final (marco teórico)
habrá de incluirse toda la información que nos permita describir cada uno de los aspectos y
condiciones que hacen al fenómeno que estamos investigando. Ahora bien, resulta
fundamental que la exposición de temas a tratar se estructure a través un hilo conductor
para lograr coherencia y cohesión, características fundamentales de todo texto expositivo.

1. Estructuración del texto.


1.2. Organización de la información.
En primer lugar, elaborar una enumeración sobre los posibles temas o subtemas a abordar
suele ser una buena opción. Dicha enumeración no necesariamente debe presentarse en
forma de listado, otra opción que proponemos es la de “racimo asociativo” [ CITATION
Ser11 \p 33 \l 11274 ] . Tal formato supone que en el centro de una hoja en blanco
ubiquemos el tema a tratar, luego en modo radial deberíamos colocar ideas primarias en
torno al tema central. A partir de tal disposición, construiremos una segunda estructura
radial, cuyas ideas se presentarán como derivaciones o subtemas de los primeros. Según la
autora: “el empleo de la asociación impulsa a buscar relaciones lógicas y a traer a la
memoria muchas informaciones útiles que ya poseíamos” [ CITATION Ser11 \p 33 \l 11274 ] .
Por último, es necesario tener en cuenta que el intento de vincular ideas inconexas puede
conllevar divergencia y dispersión en el tratamiento de las temáticas, lo cual puede traer
aparejado que se pierda la finalidad a la que se pretende arribar en términos expositivos.
Una alternativa marcadamente distinta es la de “flujo de escritura” [ CITATION Ser11 \p 41 \l
11274 ]. Consiste en comenzar a escribir y desarrollar ideas sin un eje estructurante. Tal
forma de escritura facilita la dinámica de la actividad para quienes el “papel en blanco”
supone un obstáculo. También sirve a los fines de aclarar opiniones o perspectivas
personales en relación a un tema, o para ahondar en la presentación descriptiva de un
fenómeno. El aspecto negativo que presenta tal modalidad reside en que “las relaciones
entre las ideas no se hacen explícitas” [ CITATION Ser11 \p 41 \l 11274 ] . Por lo cual, la
reconstrucción e integración de las partes se vuelve una tarea posterior de carácter
ineludible. En consecuencia, no debe pensarse que el texto deba escribirse “de un solo
tirón” [ CITATION Ser11 \p 42 \l 11274 ], y más aún, que resulte ser el definitivo.
1.3. Clasificación.
Hasta aquí lo expuesto evidencia que la “clasificación” de información supone un trabajo
reflexivo de segundo orden, básicamente porque no se trata solamente de “rellenar”
espacios en blanco, sino de observar la calidad del vínculo entre las ideas. Muchas veces
hemos experimentado al momento de evaluar trabajos la sensación de acumulación de
información inconexa, que sirve a los fines de aumentar las páginas, pero que al mismo
tiempo produce un empobrecimiento del mismo. Tener presentes la noción de “clase”
[ CITATION Ser11 \p 71 \l 11274 ] , es fundamental para el ordenamiento de la información. Se
entiende por “clase”: “un conjunto de elementos que poseen propiedades comunes”
[ CITATION Ser11 \p 71 \l 11274 ] . Como condición elemental debemos saber que la
organización de ideas por clase supone tener en claro qué es lo propio de dicha clase a los
fines de tener un criterio justificado de pertenencia. Por otro lado, la jerarquización de
clases habilita a la “analogía” en la medida que dentro de una clase puede haber elementos
que se diferencian entre sí, pero que comparten al mismo tiempo algún “aspecto común” de
clasificación. Este aspecto común, se reconoce en el concepto de “idea principal” o
“categoría” [ CITATION Ser11 \p 79 \l 11274 ] . Cada derivación o subtema, debe estar ligado
necesariamente a la idea principal o categoría (que a su vez se deriva del tema central de
nuestro trabajo). Allí reside la clave de integración de la información presentada. Podemos
habilitar varias ideas principales o categorías en la medida que nos resulte necesario
incorporar información que lo demande. De todos modos, lo fundamental para la creación
de una nueva categoría reside en que todos los elementos que a ella pertenezcan deben
contener esa dimensión común que los haga partícipes de manera justificada.
La tarea de jerarquizar ideas en categorías y subcategorías implica que las primeras tengan
tal nivel de abstracción o generalización suficiente que nos permita subsumir un buen
número de subcategorías. De modo tal que cuanto más niveles seamos capaces de construir,
entonces más ordenada se encontrará la información presentada. Por otro lado, si hay
alguna categoría que presenta muy pocas ramas o derivaciones, deberíamos pensar que tal
vez dicha categoría sea en realidad un subelemento de alguna otra categoría de mayor
generalidad.
La aplicación directa de tales consideraciones en el trabajo, puede evidenciarse en la idea
de “esquema”:
“Un esquema está constituido por una lista de ideas organizadas jerárquicamente, de forma que todos los
elementos del mismo nivel se alinean verticalmente a lo largo de la página, y, si se estima conveniente, se
identifican con letras y números” [ CITATION Ser11 \p 91 \l 11274 ] .

Por ejemplo:
Introducción.
Capítulo 1.
1.
1.1.
1.1.1.
1.1.2.

2.
2.1.

2.2.

2.2.1.

2.2.2

2.2.3

2. Modelos para la vinculación de ideas.


La relación entre ideas puede acontecer de diversas maneras, proponemos a continuación
diversos formatos que habiliten a dicho vínculos [ CITATION Ser11 \p 45-51 \l 11274 ]:
a. Por analogía: Supones la diferenciación de ideas a partir de una idea común que las
englobe. Por ejemplo: La idea de “conflicto de liderazgo” en una organización
puede llevarnos a una especificación de los “tipos de liderazgos”, y los tipos de
liderazgos puede llevarnos a preguntarnos acerca de los pro y los contra, de cada
“modelo de liderazgo”.
b. Por oposición: justamente se trata de examinar la idea contraria a la postulada. Si
nosotros hablamos en un trabajo del “empobrecimiento cultural de los medios de
comunicación” podríamos pensar, “los medios de culturización en los ámbitos de la
comunicación”.
c. Causa-consecuencia: en términos generales, la postulación de una proposición
demanda necesariamente de la explicitación de sus fundamentos (en lógica se
conoce como la relación necesaria de la conclusión con las premisas). Ninguna idea
puede presentarse sin que esté de alguna manera desarrollada las condiciones que
contribuyeron a dicha postulación. Por ejemplo, se constata el aumento de Diabetes
tipo II en la población infantil de un país, el “por qué” de tal suceso nos lleva a la
exposición de hábitos poco saludables en dicha población.
d. Por precedencia: supone un vínculo de tipo temporal entre dos ideas. Por ejemplo:
El tratamiento de un tema actual, evidenciando un problema similar en el pasado.
Tal circunstancia, no contiene en sí misma un vínculo de tipo causal, sin embargo,
la reiteración de la temática en el tiempo permite establecer dicho vínculo.
e. Por sucesión: supone la enumeración de acontecimientos o eventos, sin que ello
demande un vínculo causal. Por ejemplo, la descripción de movimientos
migratorios.
f. Por generalización: permite cierta conclusión (con pretensiones de universalidad) a
partir de casos particulares. La generalización de tales casos supone una reiteración
fenoménica en relación a algún índice o criterio observacional derivado de la teoría.
Pensamos que las entrevistas o encuestas a realizar pueden alinearse en esta
modalidad expositiva.
g. Por búsqueda de tipologías: supone partir de una idea general que nos conduzca a
ideas específicas. Este formato, se asemeja bastante al modelo por analogía. En el
sentido que ambos comparten una dimensión, pero al mismo tiempo también existe
una diferencia específica entre ellos.
h. Por experiencia de autoridades: no es una falacia sustentar una afirmación a partir
de una o varias afirmaciones en la que se despliega el juicio de una autoridad en la
temática tratada. Al igual que en la generalización, la presencia de información que
nos ayude a construir una afirmación universal en términos argumentales no implica
falta de honestidad intelectual, por el contrario, reconocemos en ello los aportes
significativos de otros investigadores.

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