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Pero dentro de todas las ventajas que el Internet ofrece, también hay riesgos si no
se usa correctamente, desde estafas al comprar cosas en línea, hasta contenido
violento.
Actualmente internet está generando nuevas adicciones, convirtiéndose en nuevos
desafíos en el campo de la psiquiatría (Navarro, 2001) como el desarrollo de
patologías que están asociadas al uso excesivo de esta tecnología, como: el
placer excesivo de estar en línea; irritabilidad o síntomas depresivos al no estar
conectados; deterioro de las relaciones familiares y sociales; al igual que
negligencia laboral (Navarro, 2001). Con el paso de los años internet se ha vuelto
un medio muy popular, y junto con esta creciente notoriedad, apareció el uso
excesivo y como tal la adicción a internet (AI); a Ivan Goldber psiquiatra
estadounidense, es a quien se le da el crédito de proponer el término de Adicción
a Internet en 1995, al encontrar en sujetos, el uso compulsivo y patológico de
internet (Goldberg, 1995 a,b; Mitchell, 2000).
Lo más característico del modo en el que nos relacionamos con Internet es que
hay un número inagotable de formas de interacción y que cada día aparecen
nuevas posibilidades. Algunas de estas interacciones están diseñadas para lograr
el máximo “engagement” término muy utilizado en marketing online y que significa
“implicación o compromiso”, pero que bien podría traducirse como “enganche” o
“dependencia”, y que, en extremos nada saludables, son la base de la adicción a
internet. Estos extremos de dependencia y adicción, pueden producirse en usos
de la Red como: ciber chats, ciber juego, cibersexo, ciber compras… y cada uno
de ellos tiene diferentes componentes y formas de expresarse.
Según Roberto Balaguer (2001) en su artículo «Globalización, Postmodernismo,
Nuevas Adicciones y Drogas», cada experiencia en Internet está orientada a
conectar con determinados aspectos, necesidades o fragilidades de nuestra
personalidad: afán competitivo en el juego, necesidades sociales u otros diferentes
potenciales adictivos. Los chats, los juegos, junto con la pornografía, es lo que
genera más poder adictivo.
Un uso problemático del móvil, por ejemplo, tendría unas características
diferenciales, conductualmente hablando: conversaciones interminables, atención
obsesiva a cuestiones como la cobertura o la batería, comprobaciones repetidas
de los mensajes recibidos o enviados, tener el móvil cerca en cualquier situación…
En Psicología Clínica las personas con adicción al móvil se han descrito como
personas con ansiedad, con una baja tolerancia a la frustración, que toleran mal
una soledad no deseada que les provoca irritabilidad y emociones displacenteras,
que tratan de suplir con un uso compulsivo del móvil.
Las apuestas en la red o las visitas a los casinos online tienen un riesgo y un perfil
diferente de usuarios. Generalmente presentan descontrol de impulsos, malestar
emocional y un porcentaje considerable de las personas adictas al ciber juego
tiene antecedentes personales de adicciones de otro tipo.
Los adictos a compras por internet representan, según estudios recientes, el 3%
de los internautas. Comprarían productos nuevos e innecesarios de forma
compulsiva. Los datos al respecto, nos hablan de sujetos con un afrontamiento del
malestar de tipo evitativo, con problemas de aislamiento social, timidez y
ansiedad, además de ser personas influenciables y vulnerables a la publicidad y
los medios de comunicación.
En niños y adolescentes, el uso de Internet y las redes sociales requiere una
atención especial y un minucioso plan de actuación por parte de los padres.
Los padres necesitan estar informados de la actividad de sus hijos e hijas menores
en Internet. A veces los problemas con las Redes Sociales e Internet están
relacionados con dificultades académicas, de relación, sociales o familiares. En
muchos casos, las conductas de adicción a la tecnología en estas edades pueden
ser la manifestación de otros problemas psicológicos y/o psiquiátricos (ansiedad,
depresión, TDAH, inicio de cuadros psicóticos, trastornos del espectro autista…).
En algunos casos, el abuso de las nuevas tecnologías es un patrón de conducta
pasajero y que se limita en el tiempo conforme el niño, niña o adolescente madura
emocionalmente, pero no podemos subestimar las cifras del problema: “un 6%
hace un uso problemático de la red y presentan una disminución del rendimiento
académico, ansiedad e irritabilidad”, según un estudio realizado en Baleares
por José Mª Vázquez (2006) «Estudio para determinar la prevalencia del juego y el
uso de Internet, así como detectar las conductas problemáticas a fin de estimar la
población de riesgo».
PREGUNTAS
A. SI
B. NO
C. ALGUNAS VECES
A. SI
B. NO
C. ALGUNAS OCACIONES
D. NUNCA
A. SIEMPRE
B. NUNCA
C. AVECES
4 ¿Deja de salir con su novia, familia o amigos por pasar más tiempo
conectado a la Red?
A. SI
B. NO
C. ALGUNAS VECES
D. NUNCA
A. SIEMPRE
B. NUNCA
C. AVECES
6 ¿Cuál es la mayor cantidad de tiempo diario que ha invertido en Internet
que no sea por motivos laborales o de estudio?
A. Un día
B. 1 hora
C. Mas de 6 horas
7 ¿Con qué frecuencia utiliza Internet que no sea por motivos laborales o de
estudio?
A. NUNCA
B. TODOS LOS DIAS
C. ALGUNOS DIAS
A. SIEMPRE
B. ALGUNAS VECES
C. NUNCA
A. SI
B. NO
C. NUNCA
A. SIEMPRE
B. ALGUNAS VECES
C. NUNCA