Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
A diario, millones de niños y niñas son víctimas de violencia en sus hogares. Algunas
formas de violencia pasan inadvertidas, sobre todo para quienes las ejercen o son
testigos de las mismas. La negligencia y el maltrato psicológico son dos de ellas. Lo
invisible de estas violencias, aumenta el sufrimiento de quienes las padecen en su vida
cotidiana, profundiza las marcas que deja y debilita las posibilidades de sobreponerse.
En ambos casos, se trata de patrones de conductas que son ejercidos por los adultos
responsables del cuidado de los niños y niñas. La negligencia refiere al cuidado
inadecuado continuo y a la falta de protección que los niños requieren para su
desarrollo integral. La falta de higiene, la mala nutrición, la falta de controles médicos,
las ausencias reiteradas a la escuela, la vestimenta inadecuada a las condiciones
climáticas, la ausencia de adultos que cuiden, los accidentes por descuidos, la
exposición a materiales audiovisuales sin supervisión y/o en exceso, son solo algunas
de ellas.
El maltrato psicológico es el que se realiza a través de amenazas, gritos, frases de
menosprecio e intimidación, apodos, chantajes emocionales y humillaciones. Hace
sentir al niño que es despreciado e incapaz. Incluye tanto la "violencia verbal" como el
ser testigo de actos violentos. Es el que mayor dificultad presenta para su
identificación y abordaje. Muy frecuentemente la violencia emocional lleva consigo
otras formas de maltrato, aunque también puede presentarse de manera aislada. En
todos los casos transmite al niño el mensaje de ser inútil, defectuoso, no querido, estar
en peligro, o de ser sólo valioso en la medida en que satisface las necesidades de otra
persona.
INTERVENIR ES PREVENIR
La mayoría de los estudios efectuados para conocer los indicadores que explican el
maltrato (indicadores personales, familiares y socio-culturales) provienen de familias
en las que han intervenido servicios de protección infantil, lo que ha llevado a un
"error sistemático" profesional de identificación y señalamiento del abuso. Preferimos
evitar la denominación indicadores de riesgo porque este a menudo implica una
causalidad entre presencia de riesgo y el maltrato. En cambio con el término de
indicadores hacemos referencia a asociaciones significativas estadísticamente con la
presencia de algún tipo de maltrato.
Enfoque de derechos
Enfoque de género
Promueve una cultura equitativa de respeto hacia las personas y los colectivos
sociales, se basa en el principio de igualdad y no discriminación y el ejercicio y garantía
de los derechos humanos. Este enfoque apunta a resaltar la construcción sociocultural
alrededor de los géneros, proponiendo valoraciones que promuevan la igualdad de
oportunidades y permitan la reflexión sobre la influencia de los estereotipos sociales
en los procesos de desarrollo y formación individual y de la cultura. El enfoque de
género, al ser una categoría de análisis de las construcciones sociales, pretende
incorporar estrategias para contrarrestar las relaciones de poder que se encuentran
naturalizadas, y aportando a la transformación social mediante el reconocimiento de la
diversidad.
Enfoque de bienestar
Enfoque intergeneracional
Pone en evidencia que las personas tienen necesidades específicas con relación a la
etapa de desarrollo evolutivo en la que se encuentran. Fomenta y resalta el derecho de
las personas de toda edad a expresarse, así como la validez de sus opiniones y deseos,
implica el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como interlocutores
válidos y sujetos clave en los procesos educativos y sociales, más aún cuando pueden
estar en situación de riesgo. f. Enfoque inclusivo Implica hacer efectivo el derecho a la
educación sin discriminación alguna, respetando las diversidades culturales,
socioeconómicas, étnicas, de orientación sexual, de necesidades educativas especiales
asociadas o no a la discapacidad, entre otras. Permite crear estrategias específicas que
eliminen barreras que limiten la permanencia, de niños, niñas y adolescentes en el
proceso de aprendizaje, participación activa, promoción y culminación de su formación
en el sistema educativo.
Enfoque pedagógico
Procedimiento médico
Procedimiento psicológico
Procedimiento legal
El Estado ecuatoriano faculta a quien haya sido víctima de acoso, discriminación y/o
violencia o tenga conocimiento de un caso, debe denunciarlo. La víctima tiene derecho
a recibir una protección inmediata, reparación integral, asistencia psicológica, la
protección especializada y efectiva, el patrocinio legal gratuito de parte de la
Defensoría Pública y la investigación de la Fiscalía para la sanción a quienes tengan
responsabilidad. La denuncia se debe realizar en las siguientes dependencias, todas
ellas integradas al Consejo de la Judicatura:
● Fiscalía,
● Unidades de Flagrancia,
● Unidades judiciales especializadas contra la mujer y la familia y
● Defensoría Pública.
Fiscalía
Son las instancias que proporcionan atención integral a mujeres víctimas de violencia.
Sus servicios incluyen equipos técnicos para atender de manera profesional e
inmediata. Estos equipos están conformados por médicos, psicólogos/as y
trabajadores/as sociales. Disponen de un área de atención primaria donde la víctima
recibe asesoría en relación con el proceso legal.
El principio del interés superior del niño o niña, también conocido como el interés
superior del menor, es un conjunto de acciones y procesos tendentes a garantizar
un desarrollo integral y una vida digna, así como las condiciones materiales y afectivas
que permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible a las y los
menores.
Se trata de una garantía de que los menores tienen derecho a que, antes de tomar
una medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus
derechos y no las que los conculquen. Así, se tratan de superar dos posiciones
extremas: el autoritarismo o abuso del poder que ocurre cuando se toman decisiones
referidas a menores, por un lado, y el paternalismo de las autoridades, por otro.
El interés superior del menor es un concepto triple: es un derecho, un principio y una
norma de procedimiento.
Se trata del derecho del menor a que su interés superior sea una consideración
que prime al sopesar distintos intereses para decidir sobre una cuestión que le
afecta.
Es un principio porque, si una disposición jurídica admite más de una
interpretación, se elegirá la interpretación que satisfaga de manera más
efectiva el interés superior del niño o niña.
Es una norma de procedimiento ya que, siempre que se deba tomar una
decisión que afecte a menores, el proceso deberá incluir una estimación de las
posibles repercusiones de esa decisión en las y los menores interesados. La
evaluación y determinación de su interés superior requerirá las garantías
procesales.