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LA APLICACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE

ACTUACIÓN FRENTE A LA VIOLENCIA

ACCESO A LA INFORMACIÓN Y PREVENCIÓN

El derecho de acceso a la información ha sido ampliamente desarrollado en el Sistema


Interamericano18, estableciendo una serie de estándares relativos al contenido y
alcance del derecho, los principios rectores del mismo, los requisitos para restringirlo y
las obligaciones estatales que conlleva. Los Estados Miembros de la OEA también han
afirmado en distintas ocasiones su compromiso de adoptar medidas legales y de
política pública necesarias para garantizar el derecho al acceso a la información en sus
jurisdicciones.

El artículo 13 de la Convención, al estipular expresamente los derechos a “buscar” y a


“recibir” “informaciones”, protege el derecho que tiene toda persona a solicitar el
acceso a la información bajo el control del Estado, con las salvedades permitidas bajo
el régimen de restricciones de la Convención. Consecuentemente, dicho artículo
ampara el derecho de las personas a recibir dicha información y la obligación positiva
del Estado de suministrarla, de forma tal que la persona pueda tener acceso a conocer
esa información o reciba una respuesta fundamentada cuando por algún motivo
permitido por la Convención el Estado pueda limitar el acceso a la misma para el caso
concreto.

VIOLENCIA POR NEGLIGENCIA Y VIOLENCIA PSICOLÓGICA

A diario, millones de niños y niñas son víctimas de violencia en sus hogares. Algunas
formas de violencia pasan inadvertidas, sobre todo para quienes las ejercen o son
testigos de las mismas. La negligencia y el maltrato psicológico son dos de ellas. Lo
invisible de estas violencias, aumenta el sufrimiento de quienes las padecen en su vida
cotidiana, profundiza las marcas que deja y debilita las posibilidades de sobreponerse.

En ambos casos, se trata de patrones de conductas que son ejercidos por los adultos
responsables del cuidado de los niños y niñas. La negligencia refiere al cuidado
inadecuado continuo y a la falta de protección que los niños requieren para su
desarrollo integral. La falta de higiene, la mala nutrición, la falta de controles médicos,
las ausencias reiteradas a la escuela, la vestimenta inadecuada a las condiciones
climáticas, la ausencia de adultos que cuiden, los accidentes por descuidos, la
exposición a materiales audiovisuales sin supervisión y/o en exceso, son solo algunas
de ellas.
El maltrato psicológico es el que se realiza a través de amenazas, gritos, frases de
menosprecio e intimidación, apodos, chantajes emocionales y humillaciones. Hace
sentir al niño que es despreciado e incapaz. Incluye tanto la "violencia verbal" como el
ser testigo de actos violentos. Es el que mayor dificultad presenta para su
identificación y abordaje. Muy frecuentemente la violencia emocional lleva consigo
otras formas de maltrato, aunque también puede presentarse de manera aislada. En
todos los casos transmite al niño el mensaje de ser inútil, defectuoso, no querido, estar
en peligro, o de ser sólo valioso en la medida en que satisface las necesidades de otra
persona.

VIOLENCIA FÍSICA Y PSICOLÓGICA

La posibilidad de evaluar un fenómeno, proceso o variable psicológica se encuentra


profundamente determinada por los conocimientos que existan sobre su génesis,
desarrollo y consecuencias, así como por el grado en que se haya alcanzado una
definición consensuada y operativa. En este sentido, debemos resaltar algunas
deficiencias en el concepto actual de maltrato infantil que afectan a la fiabilidad y
exactitud con que puede ser evaluado.

La primera de ellas es que un mismo comportamiento puede ser considerado o no


maltrato en relación al momento evolutivo en el que se encuentra el niño. La segunda
se refiere al papel que juega la vulnerabilidad del niño, ya que un mismo
comportamiento parental puede no causar daño en un niño sano pero ser considerado
negligente si el niño padece algún tipo de discapacidad.

VIOLENCIA ENTRE PARES: ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar se reconoce como un fenómeno complejo, influido por múltiples


factores, sociales y personales, en el que intervienen diversos actores con múltiples
formas y dimensiones. Una de ellas, es la que se da de forma naturalizada en las
relaciones de convivencia en la cultura de iguales. Nos proponemos abordar el
fenómeno del acoso escolar desde una dimensión que permita ver el problema de
forma integral, tomando en cuenta factores sociales, institucionales y las relaciones de
convivencia entre iguales, a diferencia de los enfoques tradicionales en los que la
violencia se analiza bajo un enfoque unidimensional y se asume como una condición
de la conducta humana inmodificable o bien, como un proceso psicopedagógico
individualizado.

INTERVENIR ES PREVENIR

La educación es una herramienta fundamental para que la humanidad construya una


sociedad pacífica, libre y justa. La violencia es una manifestación de las tendencias de
una sociedad marcada por la falta de modelos educativos que permitan la prevención,
la comprensión, y la intervención del fenómeno desde lo social. Un modelo educativo
fundamentado en la resiliencia, la cual es entendida como la capacidad de
sobreponerse a la adversidad y a las experiencias de violencia, permite prevenir y
contrarrestar las causas del acoso escolar generando espacios de ambientes
educativos resilientes en las víctimas, en la familia, y en la comunidad educativa.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y NEGLIGENCIA

La mayoría de los estudios efectuados para conocer los indicadores que explican el
maltrato (indicadores personales, familiares y socio-culturales) provienen de familias
en las que han intervenido servicios de protección infantil, lo que ha llevado a un
"error sistemático" profesional de identificación y señalamiento del abuso. Preferimos
evitar la denominación indicadores de riesgo porque este a menudo implica una
causalidad entre presencia de riesgo y el maltrato. En cambio con el término de
indicadores hacemos referencia a asociaciones significativas estadísticamente con la
presencia de algún tipo de maltrato.

VIOLENCIA DE ESTUDIANTES O MADRES, PADRES DE FAMILIA Y/O REPRESENTANTES


LEGALES DETECTADA O COMETIDA HACIA PERSONAL DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA

Con la finalidad de evitar la impunidad en casos de violencia y brindar a la comunidad


educativa una herramienta teórico-técnica que permita una atención adecuada e
inmediata de forma articulada, este documento sustenta su abordaje de los siguientes
enfoques:

Enfoque de derechos

Tiene como objetivo reconocer a las personas como sujetos de derechos,


independientemente de su sexo, etnia, edad, condición socioeconómica o cualquier
otra distinción que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de esos derechos. En virtud de este reconocimiento,
es deber del Estado respetar, proteger y garantizar los derechos a través de la
implementación de políticas públicas alineadas a las normativas nacionales e
internacionales vigentes.

Enfoque de género

Promueve una cultura equitativa de respeto hacia las personas y los colectivos
sociales, se basa en el principio de igualdad y no discriminación y el ejercicio y garantía
de los derechos humanos. Este enfoque apunta a resaltar la construcción sociocultural
alrededor de los géneros, proponiendo valoraciones que promuevan la igualdad de
oportunidades y permitan la reflexión sobre la influencia de los estereotipos sociales
en los procesos de desarrollo y formación individual y de la cultura. El enfoque de
género, al ser una categoría de análisis de las construcciones sociales, pretende
incorporar estrategias para contrarrestar las relaciones de poder que se encuentran
naturalizadas, y aportando a la transformación social mediante el reconocimiento de la
diversidad.

Enfoque de bienestar

Reconoce al bienestar como un estado en el cual cada individuo es consciente de sus


propias capacidades, afrontando las tensiones normales de la vida y en capacidad de
contribuir con su comunidad. d. Enfoque intercultural Abarca el reconocimiento de los
diferentes pueblos, culturas, cosmovisiones, formas, opciones, concepciones y
prácticas de vida implícitas en el acto de comprender y respetar a quien es distinto.
Busca fortalecer la convivencia armónica para entender, promover y desarrollar
actividades concretas que se encuentren adaptadas a las necesidades socioculturales.

Enfoque intergeneracional

Pone en evidencia que las personas tienen necesidades específicas con relación a la
etapa de desarrollo evolutivo en la que se encuentran. Fomenta y resalta el derecho de
las personas de toda edad a expresarse, así como la validez de sus opiniones y deseos,
implica el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como interlocutores
válidos y sujetos clave en los procesos educativos y sociales, más aún cuando pueden
estar en situación de riesgo. f. Enfoque inclusivo Implica hacer efectivo el derecho a la
educación sin discriminación alguna, respetando las diversidades culturales,
socioeconómicas, étnicas, de orientación sexual, de necesidades educativas especiales
asociadas o no a la discapacidad, entre otras. Permite crear estrategias específicas que
eliminen barreras que limiten la permanencia, de niños, niñas y adolescentes en el
proceso de aprendizaje, participación activa, promoción y culminación de su formación
en el sistema educativo.

Enfoque pedagógico

Se fundamenta en el concepto de una educación para la vida que posibilite la


formación y el desarrollo humano desde una visión integral, donde los estudiantes y
las estudiantes vivan experiencias esenciales y afines a sus intereses, aptitudes y
actitudes y que fortalezcan la toma de decisiones personales con conocimiento.
Enfoque restaurativo Este enfoque se ha incluido específicamente en este documento
debido a los temas que aborda. El enfoque restaurativo busca romper con el esquema
punitivo de gestión de la convivencia escolar (a tal falta, tal sanción), aportando una
nueva perspectiva que plantea la transformación de los conflictos desde la asunción de
responsabilidad y reparación de daños. El enfoque, además de proporcionar prácticas
reactivas a cualquier situación conflictiva, plantea también estrategias a nivel
preventivo y proactivo, aportando nuevas metodologías para la gestión de las
relaciones en el salón de clase.
DETECCIÓN DE VIOLENCIA Y OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR
MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y SANCIONES, EN CASO DE VIOLENCIA SEXUAL

Procedimiento médico

Lo pertinente en casos de violencia sexual es acudir a alguna de las Unidades de


Atención de Peritaje Integral (UAPI) de la Fiscalía para la atención médica. En dichas
unidades se realiza un examen médico que tiene carácter legal y es una prueba
importante para la consecución del proceso legal. En esta dependencia se facilita
atención integral (médica, psicológica y social), además de proveer asistencia legal.
Algunos hospitales cuentan con atención específica para estos casos. En el anexo al
final se listan los servicios de las UAPI a nivel nacional.

Procedimiento psicológico

En caso de vulneración de derechos sufrida por alguna persona vinculada a la


institución de educación superior XXXX, la Unidad de Bienestar Estudiantil reali ar una
primera intervención en crisis enfocada en un proceso de contención y gestión de
emociones basada en la escucha respetuosa y empática. Es importante reducir el nivel
de estrés, potenciar estrategias de afrontamiento, conectar a la persona con sus redes
de apoyo y facilitar la atención de un/a profesional de la psicología para terapia clínica.
Tal y como se recoge en la sección anterior, algunas unidades de atención médica
brindan, de igual manera, asistencia psicológica. No obstante, la Unidad de Bienestar
Estudiantil ofrecerá información de los lugares donde se puede acudir en su localidad.
A manera de ejemplo se detallan centros en donde se brinda asistencia y
acompañamiento psicológico en la ciudad de Quito.

Procedimiento legal

El Estado ecuatoriano faculta a quien haya sido víctima de acoso, discriminación y/o
violencia o tenga conocimiento de un caso, debe denunciarlo. La víctima tiene derecho
a recibir una protección inmediata, reparación integral, asistencia psicológica, la
protección especializada y efectiva, el patrocinio legal gratuito de parte de la
Defensoría Pública y la investigación de la Fiscalía para la sanción a quienes tengan
responsabilidad. La denuncia se debe realizar en las siguientes dependencias, todas
ellas integradas al Consejo de la Judicatura:

● Fiscalía,

● Unidades de Flagrancia,
● Unidades judiciales especializadas contra la mujer y la familia y

● Defensoría Pública.

Fiscalía

Esta institución atiende denuncias de cualquier hecho relativo a violencia contra la


mujer y/o personas de las diversidades sexo-genéricas. Se pueden denunciar hechos
de violencia psicológica, física y sexual, incluida la violación, abuso, acoso y
discriminación. Miembros especializados de la Fiscalía tomarán el testimonio
anticipado. Dicho testimonio es importante y tendrá fuerza legal, evitando as que la
víctima sea re victimizada al tener que repetir el relato de los hechos. El testimonio es
grabado, se lo realiza en la cámara de Gesell e ingresa mediante cadena de custodia.
De acuerdo con el tipo de violencia que se haya suscitado, se proceder a realizar
pruebas psicológicas y médico-legales por profesionales capacitados en el área. El juez
o la jueza, otorgará medidas de protección adecuadas a la víctima según el caso. En
caso de violencia sexual se recomienda a la víctima no bañarse y llevar las prendas que
portaba en el momento en que ocurrió el delito, estas sirven como pruebas. Las
denuncias se pueden presentar en las Fiscalías28 Especializadas a mujeres por
violencia de género (ver anexo). Es importante saber que en la Fiscalía no se
proporciona tratamiento médico ni psicológico. Se realiza un examen médico legal,
pero no se realiza tratamiento alguno. Tampoco se provee asesoramiento legal.

Unidades judiciales especializadas contra la mujer y la familia

Son las instancias que proporcionan atención integral a mujeres víctimas de violencia.
Sus servicios incluyen equipos técnicos para atender de manera profesional e
inmediata. Estos equipos están conformados por médicos, psicólogos/as y
trabajadores/as sociales. Disponen de un área de atención primaria donde la víctima
recibe asesoría en relación con el proceso legal.

EL INTERÉS SUPERIOR DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

El principio del interés superior del niño o niña, también conocido como el interés
superior del menor, es un conjunto de acciones y procesos tendentes a garantizar
un desarrollo integral y una vida digna, así como las condiciones materiales y afectivas
que permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible a las y los
menores.

Se trata de una garantía de que los menores  tienen derecho a que, antes de tomar
una medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus
derechos y no las que los conculquen. Así, se tratan de superar dos posiciones
extremas: el autoritarismo o abuso del poder que ocurre cuando se toman decisiones
referidas a menores, por un lado, y el paternalismo de las autoridades, por otro.
El interés superior del menor es un concepto triple: es un derecho, un principio y una
norma de procedimiento.

 Se trata del derecho del menor a que su interés superior sea una consideración
que prime al sopesar distintos intereses para decidir sobre una cuestión que le
afecta.
 Es un principio porque, si una disposición jurídica admite más de una
interpretación, se elegirá la interpretación que satisfaga de manera más
efectiva el interés superior del niño o niña.
 Es una norma de procedimiento ya que, siempre que se deba tomar una
decisión que afecte a menores, el proceso deberá incluir una estimación de las
posibles repercusiones de esa decisión en las y los menores interesados. La
evaluación y determinación de su interés superior requerirá las garantías
procesales.

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