El flujo de energía en el cuerpo humano, se basa sobre todo en la conversión de
macronutrientes (Hidratos de carbono, proteínas y grasas) en formas de energía biológicamente utilizables. Estos macronutrientes poseen energía química, la cual ceden sus enlaces químicos para la fosforilación de adenosín trifosfato (ATP) y de esta manera la célula muscular pueda obtener energía de este compuesto para lograr transformarla en energía mecánica. Este proceso, se da mediante los procesos influyentes en el metabolismo (anabolismo y catabolismo), la energía derivada de todas las reacciones que incluyen los procesos del metabolismo sirve para activar las reacciones exergónicas por la molécula ATP, y a su vez, esta permite la transferencia de energía de reacciones endergónicas. De esta manera el metabolismo energético de las células musculares conseguirá que se dispongan de las cantidades necesarias de ATP para satisfacer las demandas energéticas en cada momento. En el presente ensayo se estudiarán los sistemas energéticos, mediante la degradación de los diferentes compuestos para la obtención de energía. Fuentes energéticas Los macronutrientes que ingerimos no pueden ser utilizados directamente como fuente de energía en el cuerpo humano, todos ellos ceden sus enlaces para la formación de ATP. Para Wilmore (2014 Pág. 117) “la formación de ATP da a las células los medios para almacenar y conservar energía en un compuesto altamente energético” esto da pie a la primera ley de la termodinámica que establece Chicharro (Pág. 183) “La energía no se crea, no se destruye, sino que se obtiene o se transforma en otra forma de energía”. Basados en la función del tipo de sustrato, los sistemas energéticos se pueden clasificar en 1) Metabolismo de los fosfágenos (sustratos ATP y fosfocreatina). 2- Metabolismo de los hidratos de carbono. 3- Metabolismo de las grasas y 4- Metabolismo de las proteínas. Por otro lado, basados en la resíntesis de ATP, la célula muscular dispone de 3 mecanismos, 1- Resíntesis de ATP a partir de la fosfocreatina (PCr). 2- Glucolisis anaeróbica, con la transformación del glucógeno muscular en lactato y 3- Fosforilación oxidativa. Estas clasificaciones Chicharro (Pág. 186) las agrupa en el siguiente cuadro.
Fuente: Chicharro L. (2008)
Los procesos de resíntesis de ATP y la glucolisis anaeróbica tienen en común que ambos se llevan a cabo en condiciones anaeróbicas, a diferencia de la fosforilación oxidativa que imprescindiblemente requiere de la presencia de oxígeno, este sistema es el que proporciona la mayor cantidad de energía a partir de la combustión biológica de los hidratos de carbono, grasas y proteínas, sin embargo todos estos procesos no se dan de manera aislada, alguno autores definen a todos estos procesos como un continum energético en el que predomina un sistema sobre otro dependiendo de las características de determinados momentos. El metabolismo de los fosfágenos, está compuesto por cantidades combinadas de ATP y fosfocreatina (PC) almacenadas en el músculo en pequeñas cantidades, las cuales son imprescindibles para la función muscular, es un sistema de alta energía en el que el ATP mediante la hidrolisis por medio de la enzima ATPasa libera energía química convirtiéndose en ADP, posteriormente la descomposición de la PC deriva en energía utilizada para garantizar el suministro constante de ATP mediante la reacción de la enzima creatinkinasa (CK) la cual transfiere un grupo fosfato de alta energía a una molécula de ADP para su refosforilaciòn de ATP. Para Atin (2019 Pág. 13) “representa la vía más rápida e intensa de obtención de energía, pero sus limitadas reservas musculares sólo son suficientes para proveer fuerza muscular máxima durante un periodo muy corto de tiempo”. Para dar valor a los periodos cortos de tiempo a los que Atin se refiere, Wilmore (2014 Pág. 121) establece que “Nuestras reservas de ATP y PC pueden mantener las necesidades de energía de nuestros músculos tan solo de 3 a 15 seg. durante un sprint máximo, más allá, los músculos deben depender de otros procesos para la formación del ATP”. En base a los descrito por los autores es un sistema que puede ser de utilidad para movimientos con una potencia explosiva, pero de corta duración, un ejemplo de ello en el deporte podría ser la halterofilia, o los sprint. El metabolismo de los carbohidratos: Los carbohidratos son compuestos que forman parte de la principal fuente de energía, según su composición química Gillamás, Gutierrez, Hernando, Mendez y Tordesillas (2017, Pág. 394) se pueden clasificar en simples o complejos, los simples llamados monosacáridos (CH20) son moléculas simples que al unirse forman a los carbohidratos complejos sin embargo dentro de este tipo se encuentras los disacáridos los cuales son la unión de dos monosacaridos y los complejos denominados polisacáridos los cuales forman estructuras complejas que pueden ser lineales o ramificada. Los carbohidratos los reservamos en el cuerpo de diferentes maneras en los músculos en forma de glucógeno muscular, en el hígado como glucógeno hepático y en la sangre como glucosa. Los carbohidratos en última instancia se convierten en glucosa para producir ATP y su metabolismo está compuesto por distintas rutas metabólicas, que se van activando en función de su producción o degradación. Entre estas rutas tenemos la glucogénesis en la que se produce glucógeno posterior a la ingesta de alimentos con carbohidratos, para ser almacenado en el hígado y en los músculos; Glucogenólisis cuando estas moléculas de glucógeno se degradan para producir glucosa; Gluconeogénesis se sintetiza la glucosa a partir de otras fuentes que no son carbohidratos; y la Glucolisis la cual es el mecanismo en donde se degrada una molécula de glucosa para producir dos moléculas de piruvato o acido pirúvico. Wilmore (2014 pág. 122) establece que “este proceso no requiere oxígeno, pero el uso de oxígeno determina el destino del ácido pirúvico formado por la glucolisis” lo que determina que la glucosa nos permite obtener energía tanto en condiciones anaeróbicas como en condiciones aeróbicas. En este caso la glucolisis se diferencia denominándose glucolisis anaeróbica en donde las moléculas de piruvato posteriormente formaran ácido láctico. Chicharro (2008 Pàg.188), hace referencia a este metabolismo como metabolismo anaeróbico láctico, haciendo una diferenciación del metabolismo de los fosfágenos el cual denomina metabolismo anaeróbico láctico. En el caso de que la glucolisis se de en presencia de oxígeno, Chicharro establece que “el piruvato se introduce en la mitocondria y tras sufrir una transformación se incorpora al ciclo de los ácidos tricarboxilicos o ciclo de Krebs. Posteriormente la obtención mayoritaria se produce en un proceso denominado fosforilación oxidativa” El metabolismo de las grasas, los lípidos, según Vasudevan (2011, pàg.73) “son compuestos que son relativamente insolubles en agua, pero solubles libremente en solvente orgánicos” en nuestro cuerpo los lípidos forman parte de una reserva energética de gran duración cuya acción se activa en esfuerzos de tiempos prolongados, permitiendo así el ahorro del glucógeno muscular y hepático. Estos se pueden clasificar en tres grandes grupos según Katch, McArdle, Katch (2011, pág. 41) Lípidos simples, lípidos compuestos y lípidos derivados, los lípidos simples “son grasas neutras, que consisten principalmente en triagliceroles” los cuales son una forma eficaz de acumulación de energía metabólica, dentro de ellos tenemos a los ácidos grasos saturadas y los insaturados, según Katch y cols “los saturados contienen solo enlaces simples entre los átomos de carbono, y los enlaces restantes se unen al hidrógeno.” Mientras que los insaturados “contienen uno o más dobles enlaces a lo largo de la cadena principal de carbono. Cada doble enlace en la cadena de carbono reduce el número de sitios potenciales de unión al hidrógeno”. dentro de ellos se encuentran los monoinsaturados (aumento del HDL) y los poliinsaturados (disminución del HDL). Por otro lado, tenemos a los lípidos compuestos, que según Katch y cols “consisten en grasa neutra combinada con fosfolípidos y glucolípidos” dentro de ellos tenemos a las lipoproteínas las cuales se forman predominante mente en el hígado con la unión de triagliceroles, fosfolípidos o colesterol con proteínas. Estos constituyen la principal fuente de transporte de los lípidos en la sangre, dentro de ellos tenemos a los quilomicrones, de alta densidad (HDL), de baja densidad (LDL) y muy baja intensidad (VLDL). Y, por último, se encuentran los lípidos derivados los cuales según Katch (2011 pág. 42) “incluyen sustancias formadas a partir de lípidos simples y compuestos” dentro de estos el más conocido es el colesterol. El metabolismo de las grasas se da por medio de un proceso de oxidación, el cual según Wilmore (2014 Pág.125) “solo los triglicéridos son fuente energética importante” estas moléculas almacenadas en las células grasas y en fibras musculares esqueléticas por un proceso de lipolisis el cual se lleva a cabo mediante las enzimas lipasas liberando una molécula de glicerol y tres moléculas de ácidos grasos libres, estos ácidos grasos libres son empujados al torrente sanguíneo y hacen su ingreso por las fibras musculares en las cuales por un proceso de betaoxidación su cadena de carbono se divide en dos produciendo ácido acético el cual se transforma en acetil CoA. A partir de este punto su metabolismo es igual al de los hidratos de carbono, a diferencia de que su combustión completa requiere de más oxigeno por la cadena de carbono que trae consigo, lo que trae como resultado que se envíen mas electrones a la cadena de transporte por lo que se genera mucha más energía que en el metabolismo de la glucosa. El metabolismo de las proteínas, para González (2007 pág. 2) “son moléculas de gran tamaño formadas por una cadena lineal de aminoácidos” sus clasificaciones radican dependiendo de multiples factores, entre los cuales están según su composición en simples y conjugadas; según su forma tridimensional en fibrosas y globulares; y por ultimo según su función en proteínas estructurales, de transporte, protectoras, hormonales y enzimáticas. Estos aminoácidos pueden ser transformado en glucosa mediante el proceso de gluconeogénesis, y otros alternativamente pueden convertirse en productos del metabolismo oxidativo como piruvato o acetil CoA, sin embargo, cuando los aminoácidos son catabolizados su grupo de nitrógeno se encarga de formar nuevos aminoácidos y el restante es convertido n urea para ser excretado por la orina. Conclusión
Los sistemas energéticos no trabajan de forma independiente, en función de la
intensidad, la duración, la condición física, la dieta, el género, la composición de las fibras musculares y las condiciones ambientales habrá más predominancia de uno sobre otro, lo importante es saber que el cuerpo humano tienen sistemas de energía inmediata como la que demanda el sistema ATP-PCr, tenemos un sistema de energía a corto plazo como lo dispone el sistema de la glucolisis anaeróbica y fuentes de energías que nos proporcionan energía a largo plazo como la distribuida por los sistemas oxidativos aeróbicos. BIBLIOGRAFÍA
- Atin M (2019) Influencia de la actividad física sobre el metabolismo muscular y su
valoración recuperado el 6 de abril de 2020, consultado en https://eprints.ucm.es/51009/1/T28751.pdf - Chicharro L. (2008) Fisiología del ejercicio, edición 1era, editorial Panamericana, Madrid - España - González L (2007) Las proteínas en la nutrición. Recuperado el 8 de abril del 2020, consultado en https://www.medigraphic.com/pdfs/revsalpubnut/spn- 2007/spn072g.pdf - Guillamás C. Gutiérrez E. Hernando A. Méndez M. Tordesillas L. (2017) Metabolismo, Nutrición y patologías relacionadas. Editorial Editex S.A, Madrid España - Vasudevan D. (2011) Texto de bioquímica. 6ta edición, editorial Cuellar Ayala, Guadalajara – México - Wilmore J. Costill D. (2014) Fisiología del deporte y el ejercicio. 5ta. Edición. Editorial Panamericana, Madrid – España.