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IMPROCEDENCIA
DE LOS PROCESOS
CONSTITUCIONALES
Luis CASTILLO CÓRDOVA / Edwin FIGUEROA GUTARRA /
Giancarlo CRESCI VASSALLO / Fernando MURILLO FLORES /
Martín SOTERO GARZÓN / Alexander RIOJA BERMÚDEZ /
Raffo VELÁSQUEZ MELÉNDEZ / José ROJAS BERNAL /
Luis ZAVALETA REVILLA
www.gacetaconstitucional.com.pe
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA
DE LOS PROCESOS
CONSTITUCIONALES
PRIMERA EDICIÓN
JUNIO 2015
2,740 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
José Rivera Ramos
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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CAPÍTULO I
La esencia de los procesos
constitucionales y su relación
con la procedencia de la
demanda constitucional
CAPÍTULO I
La esencia de los procesos constitucionales
y su relación con la procedencia
de la demanda constitucional(*)
Luis CASTILLO CÓRDOVA(**)
Introducción
La separación radical entre ontología y ética (entre ser y deber ser) propia
de la modernidad produjo, entre otras consecuencias, un desinterés grande,
cuando no un notable desprecio por el conocimiento de las cosas según sus
esencias. Para la modernidad “el is es una masa amorfa y ciega, que carece por
completo de telos”(1). La posmodernidad ha significado en muchos aspectos,
una justificación para regresar a categorías del conocimiento justificadas
en la antigüedad. En particular, la posmodernidad, de la que es heredero el
Estado Constitucional de Derecho, reclama la vuelta a la metafísica, a la ética
enraizada en el ser, y al reconocimiento de que la esencia de las cosas tiene
una dimensión comunicable que no solamente es cuantificable o verificable
empíricamente(2).
En particular, acertadamente esto se ha puesto de manifiesto en la juris-
prudencia del Tribunal Constitucional, no solamente cuando apela a la meta-
física a la hora de reconocer los derechos fundamentales(3), sino también a
la hora de reconocer que dichos derechos tienen una naturaleza marcada
(*) Este artículo es una ampliación de otro que apareció publicado en Gaceta Constitucional. Nº 78,
junio de 2014, pp. 21-24. Este mismo artículo ampliado se ha publicado en Pensamiento Constitu-
cional. Nº 19, 2014.
(**) Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Piura.
(1) CIANCIARDO, Juan. El conflicitivismo en los derechos fundamentales. EUNSA, Pamplona, 2000,
p. 135.
(2) SERNA, Pedro. Positivismo conceptual y fundamentación de los derechos humanos. EUNSA,
Pamplona, 1990, p. 118 y ss.
(3) Tiene declarado el TC que “la persona humana, por su dignidad, tiene derechos naturales anteriores
a la sociedad y al Estado, inmanentes a sí misma, los cuales han sido progresivamente reconocidos
hasta hoy en su legislación positiva como derechos humanos de carácter universal”. Exp. Nº 04637-
2006-PA/TC, fundamento 45.
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por el bien humano que lo justifica(4), y que cumple el papel de telos del res-
pectivo derecho fundamental(5). Hoy no solamente está justificado sino que
es necesario pensar también en las categorías jurídicas en clave de esencia(6).
Una valoración tanto del Código Procesal Constitucional como de su apli-
cación en la práctica, exige que nos preguntemos por la esencia de los procesos
constitucionales, particularmente cuando, diez años después de la entrada
en vigor de la norma procesal constitucional, resulta justificado examinar
la corrección y consecuente constitucionalidad de sus formulaciones pres-
criptivas. A continuación, será planteada esta pregunta y se la responderá desde
los llamados procesos constitucionales de la libertad(7): proceso de amparo, de
hábeas corpus y de hábeas data. El propósito de plantear esta pregunta es doble.
Primero, dejar sentados unos elementos constitutivos de la naturaleza de estos
procesos constitucionales, de modo que pueda servir al operador jurídico no
solo para la aplicación de la concreta legislación en torno a los procesos men-
cionados, sino también –e incluso– para plantear alguna reforma legislativa de
ser necesaria. Y, en segundo lugar, utilizar estos elementos constitutivos como
parámetro de evaluación de las causales de improcedencia de la demanda cons-
titucional recogidas en el Código Procesal Constitucional.
(4) La finalidad de un derecho fundamental es la consecución del bien humano debido a que lo jus-
tifica, desde que el derecho fundamental es el derecho humano constitucionalizado. Cfr. CASTILLO,
Luis. “La interpretación iusfundamental en el marco de la persona como inicio y fin del derecho”.
En: SOSA SACIO, Juan Manuel (coordinador). Pautas para interpretar la Constitución y los
derechos fundamentales. Gaceta Jurídica, Lima, 2009, pp. 31-72.
(5) Por solo mencionar un ejemplo, el Tribunal Constitucional tiene dicho de los derechos funda-
mentales, que “su contenido protegido alcanza a todos los aspectos que contribuyen a un mayor
grado de realización del bien jurídico que protege”. Exps. Nºs 00025-2005-PI/TC y 00026-2005-PI/
TC, f. 44.
(6) Lo que exige y permite una definición de la categoría contenido esencial desde parámetros materiales
y no desde parámetros formales/matemáticos. Cfr. “Hacia una reformulación del principio de propor-
cionalidad”. En: CARBONELL, Miguel y GRÁNDEZ, Pedro (coordinadores). El principio de pro-
porcionalidad en el Derecho contemporáneo. Palestra del Tribunal Constitucional, Palestra editores,
Lima, 2010, pp. 297-319.
(7) Expresión acuñada por el Tribunal Constitucional. Cfr. por todas la Sentencia al Exp. Nº 01582-
2013-PA/TC, f. 3.
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(8) En este punto reiteraré algunas de las ideas vertidas en torno al amparo en mi artículo “Sobre la
esencia del amparo. En particular sobre su excepcionalidad”. En: Pensamiento constitucional. Nº 15,
Fondo editorial de la PUCP, 2011, pp. 51-83.
(9) A diferencia de las de tipo formal como la ya clásica formulada por Alexy que los define como
mandatos de optimización. ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Centro de
Estudios Constitucionales, Madrid, 1993 (trad. Ernesto Garzón Valdéz), p. 99.
(10) Lo tengo justificado en: “La interpretación iusfundamental en el marco de la persona como inicio y
fin del derecho”. En: SOSA SACIO, Juan Manuel (Coordinador). Pautas para interpretar la Consti-
tución y los derechos fundamentales. Gaceta Jurídica, Lima, 2009, pp. 31-72.
(11) Así, ha dicho el Tribunal Constitucional que “un derecho tiene sustento constitucional directo, cuando
la Constitución ha reconocido, explícita o implícitamente, un marco de referencia que delimita nomi-
nalmente el bien jurídico susceptible de protección”. Exp. Nº 00023-2005-PI/TC, fundamento 47.
(12) Así, de una disposición que exprese que: “todos tienen derecho a la vida”, se puede concluir una norma
constitucional directamente estatuida en los términos siguientes: “está ordenado respetar el derecho a la
vida”, o, dicho con otras palabras, “está ordenado respetar el contenido esencial del derecho a la vida”.
(13) Normalmente, el constituyente reconoce los derechos fundamentales a través de este tipo de disposi-
ciones constitucionales, que son unas de máximo grado de generalidad.
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(14) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La Constitución como objeto de control constitucional”. En: Gaceta
Constitucional. Tomo 55, julio 2012, pp. 276-279.
(15) Es el presupuesto para hablar de normas constitucionales inconstitucionales. Al respecto cfr.
BACHOF, Otto. ¿Normas constitucionales inconstitucionales? Palestra editores, Lima, 2008, p. 65
y ss.
(16) En los fundamentos 5 a 8 de la sentencia al Exp. Nº 01333-2006-PA/TC, el Tribunal Constitucional
en buena cuenta estableció que la norma que se desprendía del artículo 154.2 de la Constitución, era
materialmente inconstitucional por ser contraria a la norma 2.2 de la Constitución.
(17) Lo he justificado en: “El contenido constitucional de los derechos fundamentales como objeto de
protección del amparo”. En: Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional. Nº 14, 2010,
pp. 89-118.
(18) ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Centro de Estudios Constitucionales,
Madrid 1993, pp. 63-73.
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(26) Por ejemplo, en relación con el derecho a la pensión, el Tribunal Constitucional estableció en la sen-
tencia al Exp. Nº 01417-2005-PA/TC, los elementos que conformaban el contenido esencial de un
tal derecho, manifestando en el apartado g del fundamento 37 que: “Debido a que las disposiciones
legales referidas al reajuste pensionario o a la estipulación de un concreto tope máximo a las pen-
siones, no se encuentran relacionadas con aspectos constitucionales directamente protegidos por el
contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, prima facie, las pretensiones relacionadas
con dichos asuntos deben ser ventiladas en la vía judicial ordinaria. Las pretensiones vinculadas a
la nivelación como sistema de reajuste de las pensiones o a la aplicación de la teoría de los derechos
adquiridos en materia pensionaria, no son susceptibles de protección a través del amparo constitu-
cional, (…) porque no forman parte del contenido protegido del derecho fundamental a la pensión”.
(27) En este contexto, es posible afirmar que “los criterios de interpretación que sirvan a tal cometido
[de diferenciación] deberán encontrarse inspirados, en última instancia, en el principio-derecho de
dignidad humana”. Exp. Nº 01417-2005-AA/TC, fundamento 27.
(28) A estas dos modalidades se ha de agregar otras como: la consuetudinaria y la contractual (Exp.
Nº 01417-2005-AA/TC, fundamento 9), sobre las cuales se podrá realizar los mismos juicios que se
realicen sobre la Ley o Reglamento.
(29) Esta es la característica diferenciadora con la teoría absoluta del contenido esencial de los derechos
fundamentales. Para esta teoría el contenido del derecho está conformado por un núcleo y una
periferia. Esta, que es el contenido accidental, no tiene rango legal o reglamentario, sino constitu-
cional, en la medida en que “la periferia puede ser restringida, según las necesidades que se deriven
de otros derechos, bienes o intereses que aparezcan tipificados en la Constitución o que sean rele-
vantes en la vida social” (BERNAL PULIDO, Carlos. “Estructura y límites de la ponderación”, 2003,
p. 405). Es decir, “si la parte no esencial se podrá restringir solo cuando es necesario para salvar otro
derecho fundamental o un bien jurídico constitucional, entonces la parte no esencial tendrá rango
constitucional, pues si no lo tuviese podría ser restringida para salvar un derecho o bien jurídico infra-
constitucional”. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El contenido constitucional de los derechos funda-
mentales como objeto de protección del amparo”. Ob. cit., p. 100.
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(30) Más aún cuando el juez tiene la obligación de preferir la Constitución a la ley y al reglamento cuando
resuelva una controversia.
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Con lo hasta aquí dicho puede darse por cumplido el primero de los pro-
pósitos mencionados en la introducción: dejar sentados unos elementos cons-
titutivos de la naturaleza de los procesos constitucionales. Corresponde ahora
abordar el segundo de los manifestados propósitos: utilizar estos elementos
constitutivos como parámetro de evaluación de las causales de improcedencia
de la demanda constitucional recogidas en el Código Procesal Constitucional(39).
Con base en los dos elementos esenciales antes definidos, es posible sostener
la siguiente regla general de procedencia de las demandas constitucionales: una
demanda constitucional procederá siempre que se justifique agresión mani-
fiesta del contenido esencial o constitucional de un derecho fundamental. Esta
demanda, consecuentemente, deberá ser declarada fundada si se llega a acreditar
la agresión manifiesta del contenido constitucional de un derecho fundamental.
Esta regla está en consonancia con las disposiciones constitucionales
del artículo 200 en las que se recogen los procesos constitucionales de la
libertad. En efecto, según estas definiciones normativas, no interesa ni el
tipo de agresión (si es amenaza o vulneración efectiva), tampoco interesa el
tipo de agresor (si proviene de los poderes públicos o de los particulares); lo
realmente importante es la presencia de una agresión a los derechos funda-
mentales, y tal agresión, como se ha justificado antes, tiene una doble exi-
gencia desde la esencia de los procesos constitucionales: que sea manifiesta, y
que sea al contenido esencial o constitucional de los derechos.
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(40) En definitiva se trata de un proceso constitucionalizado antes que uno constitucional (EXP.
Nº 00191-2003-AC/TC, fundamento 2). Está “destinado a controlar la ilegalidad por omisión de
la Administración Pública” (CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento”. En: CAS-
TAÑEDA OTSU, Susana (coordinadora). Derecho Procesal Constitucional. Tomo II, Jurista
editores, Lima, 2004, p. 963), lo que ha llevado incluso a la Comisión de juristas que redactaron el
anteproyecto del Código Procesal Constitucional a manifestar que “esta institución debería ser eli-
minada, pues no solo no es clara, sino que en puridad no es un proceso constitucional”. AA.VV.
Código Procesal Constitucional. Anteproyecto y legislación vigente. Palestra, Lima, 2003, p. 25.
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(43) El amparo, dijo el Tribunal Constitucional, es “un proceso alternativo, en el que la protección de los
derechos constitucionales queda librada a la opción que toma el justiciable”. Exp. Nº 1418-2001-AA/
TC, fundamento 2.
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(44) La Constitución española dispone que “[c]ualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades
y derechos reconocidos en al artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tri-
bunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y,
en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional” (art. 53.2 del CE). Cfr.
JIMÉNEZ CAMPO, Javier. “Artículo 53. Protección de los derechos fundamentales”. En: ALZAGA
VILLAAMIL, Oscar (coordinador). Comentarios a la Constitución española de 1978, p. 514 y ss.
(45) La Constitución argentina ha establecido que “[t]oda persona puede interponer acción expedita
y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u
omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja,
altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la
norma en que se funde el acto u omisión lesiva” (art. 43 de la CA). Cfr. BIDART CAMPOS, Germán.
Tratado elemental del Derecho Constitucional Argentino. Tomo VI, Ediar, Buenos Aires, 2000,
p. 312. También EKMEKDJIAN, Miguel Á. Tratado de Derecho Constitucional. Tomo IV,
Depalma, Buenos Aires, 1999, p. 51.
(46) El Tribunal Constitucional ha recordado que “[e]ste Tribunal, por lo demás, ya ha señalado en rei-
teradas ocasiones que ‘(...) solo en los casos de que tales vías ordinarias no sean idóneas, satisfac-
torias o eficaces para la cautela del derecho, o por la necesidad de protección urgente, o en situa-
ciones especiales que han de ser analizadas, caso por caso, por los jueces, será posible acudir a la
vía extraordinaria del amparo, correspondiendo al demandante la carga de la prueba para demostrar
que el amparo es la vía idónea y eficaz para restablecer el ejercicio de su derecho constitucional vul-
nerado, y no el proceso judicial ordinario’” (SSTC Exps. Nºs 1416-2007-PA, fundamento 3; 5691-
2008-PA, fundamento 2; 4521-2009-PA, fundamento 9)”. Exp. Nº 01495-2010-PA/TC, fundamento
3. Repárese en el erróneo entendimiento de que el Tribunal Constitucional tiene sobre el significado
de la vía igualmente satisfactoria, que le lleva no solo a pasar por igualmente satisfactorio lo sim-
plemente “idóneo, satisfactorio y eficaz” al margen del grado de igualdad; sino también a olvidarse
de las exigencias esenciales (agresión manifiesta al contenido esencial del derecho fundamental) a la
hora que dispone la procedencia del amparo solo frente a la “necesidad de protección urgente”.
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añadir la ausencia de una razón que la justifique. ¿Cuál podría ser la causa
que justifique esta causal de improcedencia? La justificación parece ser una
meramente práctica: evitar que demandas constitucionales como el amparo
lleguen a los Tribunales de justicia en número importante. Pero esta justifi-
cación es solo aparente, no solamente porque en la inmensa mayoría de dis-
tritos judiciales, el amparo y el hábeas data es tramitado y resuelto por el
mismo juez que conoce los procesos ordinarios civiles o laborales o mixtos;
sino también porque si realmente exigimos solamente la procedencia del
proceso constitucional cuando exista agresión manifiesta del contenido cons-
titucional del derecho fundamental, entonces el número alto de demandas
constitucionales no debería intentar ser reducido por cuestiones de carga
procesal, debería intentar ser reducido con la disminución de agresiones de
los derechos fundamentales, tanto de los particulares como –principalmente–
de los poderes públicos(47).
Por estas razones, esta causal de improcedencia debiera ser eliminada(48).
Esto no significará, habrá que decirlo una vez más, la desnaturalización del
amparo o el hábeas data; porque bastará ser especialmente riguroso en exigir
la agresión manifiesta del contenido esencial o constitucional del derecho fun-
damental para tener la seguridad de que no se hará un uso extralimitado ni por
exceso ni por defecto, de los procesos constitucionales.
(47) Es fácil percatarse que si como dice la Constitución, la persona es el fin (artículo 1) y el Estado es
un medio; entonces la existencia y legitimidad de este dependerá de la promoción que del fin realice.
Una tal promoción se realiza cuando se promueve la plena vigencia de los derechos fundamentales.
De esta manera, el Estado se deslegitima en su actuación cuando los poderes públicos vulneran
derechos fundamentales.
(48) En la práctica esta causal ha supuesto que verdaderas agresiones manifiestas al contenido esencial
del derecho fundamental no sean atendidas a través de los procesos constitucionales de la libertad, so
pretexto de la existencia de vías igualmente satisfactorias, que no siempre se indicaban o se sabían
cuál era. En estos casos, se generaba una desnaturalización de los procesos constitucionales, en este
caso por defecto en la protección que están llamados a otorgar.
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agredido, por la razón que fuese acudió a la vía judicial ordinaria y aún no con-
siguió pronunciamiento, pueda abandonar esa vía y acudir a la constitucional.
Algo semejante ocurre con la causal de improcedencia recogida en el
artículo 5.4 del Código Procesal Constitucional: “no proceden los procesos
constitucionales cuando: (…) No se hayan agotado las vías previas, salvo en
los casos previstos por este Código y en el proceso de hábeas corpus”. Las
vías previas no se sostienen desde la esencia de los procesos constitucionales,
sino por alguna razón distinta; y exige, consecuentemente, que se le interprete
sin llegar a desnaturalizar los procesos constitucionales. Así, como enunciado
general vale el siguiente: si se exigiese agotar la vía previa cuando existe razón
fundada para no esperar por parte del agresor el cese de la agresión, se negaría
la esencia de los procesos constitucionales, en este caso por defecto. Esto
sostiene precisamente la necesidad de excepciones a la obligación de agota-
miento de la vía previa(49) (administrativa(50), privada(51), arbitral(52) y judicial(53)).
(49) Como las recogidas en el artículo 46 del CPConst., formuladas respecto del amparo, pero no circuns-
critas a él.
(50) La justificación de agotar la vía previa ha sido formulada por el TC en referencia expresa a la Admi-
nistración Pública del siguiente modo. Primero, “en que permite a la Administración Pública la
revisión de sus propios actos, ejerciendo el control de las instancias inferiores por parte de las de
mayor rango” (Exp. Nº 02041-2007-AA/TC, fundamento 3); y segundo, “en la necesidad de brindar
a la Administración la posibilidad de revisar sus propios actos, a efectos de posibilitar que el admi-
nistrado, antes de acudir a la sede jurisdiccional, pueda en esa vía solucionar, de ser el caso, la lesión
de sus derechos e intereses legítimos” (Exp. Nº 02833-2006-PA/TC, fundamento 5).
(51) Por todas, cfr. Exp. Nº 02833-2006-PA/TC, fundamento 8.
(52) Por todas, cfr. Exp. Nº 06139-2006-AA/TC, fundamento 3.
(53) Así lo tengo justificado en: Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional. Análisis
de los procesos constitucionales y jurisprudencia artículo por artículo. Gaceta Jurídica, Lima, 2009,
pp. 186-187.
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(54) Ha acertado el TC cuando ha manifestado que “la posibilidad del ‘amparo contra amparo’ tiene
fuente constitucional directa en el segundo párrafo del artículo 200.2 de la propia Constitución, (...).
A partir de esta consideración, el Tribunal ha precisado que (...) cuando el Código Procesal Cons-
titucional se refiere en su artículo 5, inciso 6), a la improcedencia de un proceso constitucional que
cuestiona una resolución judicial firme recaída en otro proceso constitucional, esta disposición res-
trictiva debe entenderse referida a procesos donde se han respetado de modo escrupuloso el debido
proceso y la tutela procesal efectiva en sus distintas manifestaciones”. Exp. Nº 04853-2004-PA/TC,
fundamento 5.
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(55) Dijo el TC, que “el Tribunal Constitucional considera que la norma acusada de inconstitucional
vulnera el derecho de acceso a la justicia como manifestación del derecho al debido proceso, reco-
nocido en el artículo 139.3 de la Constitución, toda vez que, conforme se ha expuesto, no permite
cuestionar judicialmente las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones, negando la posibilidad
de reclamar una eventual afectación de los derechos fundamentales ante un órgano jurisdiccional y,
por ende, no susceptibles de ser garantizados mediante un recurso judicial, lo cual resulta contrario
a los tratados y la jurisprudencia internacional sobre derechos humanos”. Exp. Nº 0007-2007-PI/TC,
fundamento 38.
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corregir los excesos que comporta una determinada situación, aquella debe
ceder frente a los objetivos correctores que entraña o presupone el proceso
constitucional”(56).
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CAPÍTULO II
Contenido constitucionalmente
protegido: un esbozo de reglas
para su determinación
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
CAPÍTULO II
Contenido constitucionalmente protegido:
un esbozo de reglas para su determinación
Edwin FIGUEROA GUTARRA(*)
Introducción
El Derecho constituye un medio de control de las conductas y con más
énfasis aún se expresa esta facultad en cuanto se deben regular aquellos con-
tenidos que conciernen a derechos fundamentales. Por lo tanto, conforme
sostiene Manuel Aragón, exmagistrado del Tribunal Constitucional español,
el control constituye un elemento inseparable del concepto de Constitución, y
en desarrollo de esa idea la protección de un derecho fundamental asume una
dimensión estimatoria, cuando hay necesidad de resarcir, proteger y tutelar un
derecho fundamental, vulnerado por el poder político o particulares, así como
se esboza una dimensión denegatoria, en cuanto deba denegarse la protección
solicitada, en razón de no concurrir determinados requisitos para la dispensa
de tutela.
Los conceptos de tutela de un derecho fundamental o protección urgente
de un derecho constitucional tutelado por la Carta Fundamental conducen
usualmente, las más de las veces, a la respuesta estimatoria de una pretensión
constitucional, esto es, a declarar fundada la demanda y conceder, total o par-
cialmente, cuanto es objeto de la pretensión.
Esta naturaleza se condice con el deber de protección o Schutzpflicht que
enuncia la doctrina alemana para los casos de relevancia constitucional, en los
cuales se traspone la simple barrera de un asunto que concierna a las partes
en controversia, para reconducir la pretensión a un escenario de especial pro-
tección en el cual, es tan grave, ostensible y evidente la vulneración a un
derecho fundamental, que resulta racionalmente imperativo asistir en derecho
al pedido de la parte vulnerada en su pretensión.
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Doctor en Derecho. Juez Superior Titular de Lambayeque. Profesor de la Academia de la Magis-
tratura. Profesor visitante de la Universidad de Medellín, Colombia.
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DERECHOS FUNDAMENTALES
Contenido
adicional
Contenido
esencial
Contenido
no esencial
(3) Vide MARTÍNEZ PUJALTE. Antonio Luis. La garantía del contenido esencial de los derechos
fundamentales. Tabla XII Editores, 1a edición, Perú, 2005, p. 32.
(4) Constitución española de 1978. Artículo 53.1.
Los derechos y libertades reconocidos en el capítulo II del presente Título, vinculan a todos los
poderes públicos. Solo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá
regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en
el artículo 161.1.a.
(5) STC Exp. Nº 01417-2005-PA/TC. Caso Anicama Hernández.
§2.4 El contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales
20. Tal como refiere Manuel Medina Guerrero,
“En cuanto integrantes del contenido constitucionalmente protegido, cabría distinguir, de un lado,
un contenido no esencial, esto es, claudicante ante los límites proporcionados que el legislador
establezca a fin de proteger otros derechos o bienes constitucionalmente garantizados, y, de
otra parte, el contenido esencial, absolutamente intangible para el legislador; y, extramuros del
contenido constitucionalmente protegido, un contenido adicional formado por aquellas facultades
y derechos concretos que el legislador quiera crear impulsado por el mandato genérico de asegurar
la plena eficacia de los derechos fundamentales” (La vinculación negativa del legislador a los
derechos fundamentales. McGraw-Hill, Madrid, 1996, p. 41).
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(6) En especial la jurisprudencia española acusa problemas respecto a estos contenidos con la sentencia
215/1994, del 14 de julio, relativa a la esterilización de los deficientes psíquicos, a petición de su
representante legal y con autorización judicial, planteando problemas de aplicación del artículo 428
del Código Penal.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
nomofiláctica que este desarrolla, le exige determinar cuáles son las inter-
pretaciones correctas y en especial, cuáles son aquellas incompatibles con la
naturaleza, determinación y vigencia de los derechos tutelados por la Carta
Fundamental. Por tanto, nos queda abordar casos en los cuales esta tarea ha
sido llevada a cabo.
En aras de una gráfica inicial de los escenarios negativos respecto al con-
tenido constitucionalmente protegido, podemos señalar diversas cuestiones
como las siguientes:
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En el presente caso, de fojas 90 a 91 de autos y de fojas 109 a 110, primer cuaderno, obran las
resoluciones judiciales cuestionadas, en las que se observa que se encuentran debidamente
motivadas y al margen de que sus fundamentos resulten o no compartidos en su integridad por el
recurrente, son pronunciamientos que respaldan lo resuelto, por lo que no procede su revisión a
través del proceso de amparo; máxime cuando en autos lo que realmente cuestiona el recurrente es
el criterio jurisdiccional utilizado por el órgano jurisdiccional al momento de calcular y aplicar los
intereses legales ordenados en la sentencia.
(10) STC Exp. Nº 03730-2010-PA/TC. Caso Florencio Aguilar.
2. (…) la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante Resolución Nº 02,
de fecha 14 de abril de 2009, declaró improcedente la demanda de amparo por considerar que se
encuentra incursa en la causal de improcedencia contemplada en el artículo 5, inciso 1) del Código
Procesal Constitucional. A su turno la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de
la Corte Suprema de Justicia de la República, mediante Resolución de fecha 13 de abril de 2010,
confirmó la apelada por los mismos fundamentos.
3. Que del petitorio de la demanda se aprecia que lo que la recurrente pretende en el fondo es que
en vía de proceso de amparo se ordene dejar sin efecto la resolución de fecha 21 de enero de 2009,
expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, y se reponga
las cosas al estado de reexaminarse la resolución casatoria de fecha 7 de octubre de 2008, que
declaró improcedente el recurso de casación, en el proceso seguido contra la Municipalidad Pro-
vincial de Huaura-Huacho sobre reivindicación. No obstante de los actuados se desprende que se
trata de una resolución que se encuentra debidamente motivada, que ha sido expedida dentro de un
proceso llevado a cabo con todas las garantías del debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva,
y donde el recurrente ha ejercido en forma irrestricta todos los mecanismos procesales para hacer
valer sus derechos presuntamente vulnerados.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Conclusión
La tarea de dilucidar la justicia constitucional a través de estándares juris-
prudenciales constituye un reto de importancia y de primer orden para los
órganos de defensa de los derechos fundamentales, tanto a nivel del Poder
Judicial, como primer bastión de defensa de estos derechos, así como del
Tribunal Constitucional, en su responsabilidad no solo de constituir herra-
mienta de última instancia, sino de delimitar, con carácter final, el modo en
que es construida esa jurisprudencia que a su vez constituye criterios-guía
para las decisiones constitucionales del Poder Judicial.
Bajo esa pauta, apreciamos, a tenor de lo trabajado supra, que mucho de
lo determinado a nivel de justicia constitucional respecto al contenido cons-
titucionalmente protegido de un derecho fundamental, ha sido expresado en
clave negativa, fundamentalmente a partir de la noción de que las situaciones
descritas en los casos referidos, no inciden con un nivel de gravedad mani-
fiesto en el ámbito del contenido constitucionalmente protegido de un derecho
fundamental.
Ello demanda el reto objetivo de construir, con mejor ánimo descriptivo,
los escenarios en los cuales sí se afecta este contenido y, por tanto, exige de
los intérpretes de la Constitución, en especial de los jueces constitucionales,
la configuración de dichos ámbitos. Es una tarea no sencilla por cierto pero
que debe resultar positiva, pues los escenarios de improcedencia, y al mismo
tiempo, de procedencia, deben ser continuadamente delimitados, en tanto han
de fijar líneas jurisprudenciales de acción para los órganos jurisdiccionales
que defiendan derechos fundamentales, más aún si esta tarea de fijación de
46
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
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CAPÍTULO III
Vías específicas e igualmente
satisfactorias
LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
CAPÍTULO III
Vías específicas e igualmente satisfactorias
Luis Miguel ZAVALETA REVILLA(*)
Introducción
Durante la vigencia de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, los ciudadanos, a efectos de buscar la protección de sus derechos
fundamentales, podían escoger entre iniciar un proceso constitucional o uno
ordinario(1). Por ello, se ha señalado que el amparo en nuestro país no era un
proceso residual o excepcional, sino más bien uno alternativo(2).
Ahora, con la entrada en vigencia del Código Procesal Constitucional,
Ley Nº 28327, se instituyó el carácter residual del amparo. El artículo 5,
inciso 2, de este cuerpo normativo estableció como una causal de impro-
cedencia de los procesos constitucionales la existencia de una vía procedi-
mental específica e igualmente satisfactoria para la protección del derecho
constitucional vulnerado.
Cabe señalar que si bien el artículo 5.2 del Código Procesal Constitu-
cional se encuentra entre las disposiciones generales de los procesos de tutela
de derechos, esto no implica que sea aplicable a todos estos procesos cons-
titucionales. El propio dispositivo legal indica que la mencionada causal de
improcedencia no tendrá asidero en el proceso de hábeas corpus.
Ahora bien, en esta ocasión, centraremos nuestro análisis en el proceso
de amparo, al ser el más desarrollado tanto por la doctrina como por la juris-
prudencia. Procederemos a explicar la evolución en nuestro país del proceso
de amparo, además de establecer la relación entre la causal de improce-
dencia recogida en el artículo 5.2 y la establecida en el artículo 5.1 del Código
Procesal Constitucional.
(*) Miembro del área Constitucional y Procesal Constitucional de Gaceta Jurídica S.A.
(1) Por “vía ordinaria” nos referimos a todo proceso judicial ordinario en contraposición a las “vías
extraordinarias” que serían los procesos constitucionales.
(2) SSTC Exps. Nºs 00220-2001-AA/TC, 00976-2001-AA/TC y 01418-2001-AA/TC, et ál.
51
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(3) La Ley Nº 23506, Ley de Amparo y Hábeas Corpus, señalaba en su artículo 6.3 que:
“No proceden las acciones de garantía:
(…)
3) Cuando el agraviado opta por recurrir a la vía judicial ordinaria”.
(4) Cfr. ABAD YUPANQUI, Samuel et ál. Código Procesal Constitucional. Comentarios, exposición
de motivos, dictámenes e índice analítico. 2ª edición, Palestra, Lima, 2005, p. 71.
(5) Ibídem, p. 72.
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LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
II. Relación entre los artículos 5.1 y 5.2 del Código Procesal
Constitucional
Las causales de improcedencia más usuales en la jurisprudencia cons-
titucional son sin duda las contenidas en los incisos 1 y 2 del artículo 5 del
Código Procesal Constitucional. Ahora, como ha señalado la doctrina –pos-
teriormente acogida por el Tribunal Constitucional–, estas causales de impro-
cedencia mencionadas constituyen dos presupuestos procesales distintos
que deben ser observados preclusivamente, de manera que solo cumplido el
primero, pueda ingresarse a valorar el segundo.
El inciso 1 exige que el derecho afectado tenga relevancia constitu-
cional; asimismo, que el ámbito subjetivo de este derecho –que se considera
53
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
54
LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
(7) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Cuando la esencia de los procesos constitucionales dice cómo debe
ser la procedencia de la demanda constitucional”. En: Gaceta Constitucional & Procesal Constitu-
cional. Nº 78, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2014, p. 23.
(8) Ibídem, p. 22.
(9) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La determinación de la vía igualmente satisfactoria en el amparo”.
En: JuS. Doctrina & Práctica. Nº 12, Grijley, Lima, marzo de 2007, p. 258.
55
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Así, si en la vía judicial ordinaria existe una vía por la cual es posible
alcanzar la salvación del derecho constitucional supuestamente agredido y
además es un proceso que por su rapidez, celeridad, inmediatez y prevención
en la tutela del derecho invocado es posible calificarlo de igualmente satis-
factorio; entonces, quien interponga la demanda deberá acreditar que, a pesar
de esas previsiones normativas generales que acercarían eficacia y satisfacción
de un proceso judicial ordinario al proceso constitucional, existe una serie de
razones de hecho que hacen que esa prevista rapidez, celeridad, inmediatez y
prevención de la tutela del derecho invocado no pueda ser real y efectiva en
el caso en concreto.
Teniendo presente lo anterior, el TC ha señalado que dicha causal de
improcedencia será aplicada siempre y cuando existan otros procesos judi-
ciales que en la práctica sean rápidos, sencillos y eficaces para la defensa de
los derechos que protege el proceso de amparo; caso contrario, es obvio que
el proceso de amparo constituye la vía idónea y satisfactoria para resolver
la controversia planteada(10). Es así que, solo en los casos en los que tales
vías ordinarias no sean idóneas, satisfactorias o eficaces para la cautela del
derecho, o por la necesidad de protección urgente, o en situaciones especiales
que han de ser analizadas por los jueces, caso por caso, será posible acudir a la
vía extraordinaria del amparo, correspondiendo al demandante la carga de
la prueba para demostrar que el proceso de amparo es la vía idónea y eficaz
para restablecer el ejercicio de su derecho constitucional vulnerado, y no el
proceso judicial ordinario de que se trate(11).
Esta carga de la prueba ya había sido señalada por el profesor Castillo
Córdova al precisar que la carga de la prueba recae sobre quien pretende que
se examinen los supuestos actos lesivos de su derecho constitucional a través
de la demanda constitucional, es decir, quien alega la inexistencia de una vía
judicial igualmente satisfactoria(12). Ahora bien, el examen y la probanza de
que existen o no vías ordinarias idóneas podría realizarse tanto en concreto
como en abstracto. Si fuese en abstracto, el examen y la probanza deberían ir
dirigidos sobre las previsiones normativas (legislativas y reglamentarias) tanto
del proceso judicial ordinario, que pretende ser considerado como igualmente
satisfactorio, como del proceso constitucional.
56
LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
(13) Ídem.
(14) En posición contraria, Rodríguez Santander: “pretender que sea el individuo –y no el juez– quien
deba sustentar la inexistencia en el ordenamiento procesal de vías idóneas para satisfacer su pre-
tensión, significa invertir la presunción que da lugar al principio iura novit curia”. RODRÍGUEZ
SANTANDER, Roger. “Amparo y residualidad. Las interpretaciones (subjetiva y objetiva) del
artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional”. En: Justicia Constitucional. Vol. 1, Nº 2, Palestra,
Lima, agosto-diciembre de 2005, p. 114.
(15) STC Exp. Nº 01387-2009-PA/TC, f. j. 5.
(16) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La determinación de la vía igualmente satisfactoria en el amparo”.
Ob. cit., p. 246.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
En un esfuerzo por uniformizar los criterios utilizados por los jueces cons-
titucionales del Poder Judicial, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia
de la República emitió la Resolución Administrativa Nº 252-2007-PJ a efectos
de permitir a los jueces identificar vías judiciales ordinarias igualmente satis-
factorias. Es así que se establecieron los siguientes criterios:
“Recomendar a los distintos órganos jurisdiccionales del territorio de la
República en cuyo conocimiento se ponga una demanda de amparo, tener
en cuenta los siguientes criterios establecidos a nivel doctrinario y juris-
prudencial para la determinación de si se está ante una vía ‘igualmente
satisfactoria’:
a) Irreparabilidad del daño al derecho invocado si se recurre a medios
ordinarios de protección;
b) Probanza que no existen vías ordinarias idóneas para tutelar el
derecho invocado;
c) Análisis del trámite previsto a cada medio procesal, así como la
prontitud de esa tramitación; y
d) Evaluación sobre la inminencia del peligro sobre el derecho invocado
y adopción de medidas para evitar la irreversibilidad del daño alegado
o acerca de la anticipación con la cual toma conocimiento de una
causa” (el resaltado es nuestro).
Sin embargo, este intento por llenar el vacío jurisprudencial existente y
generar uniformidad de criterios en los jueces constitucionales no fue recogido
por el Tribunal Constitucional(25) y ni siquiera tuvo la acogida esperada entre
los propios magistrados del Poder Judicial.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
VÍAS IGUALMENTE
SATISFACTORIAS
ANÁLISIS ANÁLISIS
OBJETIVO SUBJETIVO
Magnitud del
Estructura Tutela Amenaza de
bien involucrado
idónea idónea irreparabilidad
o del daño
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
1. El proceso laboral
64
LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
(34) Ibídem, f. j. 8.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
2. El proceso contencioso-administrativo
a) Haber sido al momento del despido dirigente sindical, menor de edad, madre gestante o persona
con discapacidad;
b) Estar gestionando la conformación de una organización sindical; y
c) El fundamento de la demanda es verosímil.
Si la sentencia firme declara fundada la demanda, se conservan los efectos de la medida de repo-
sición, considerándose ejecutada la sentencia”.
(40) STC Exp. Nº 00206-2005-AA/TC , f. j. 23.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
3. El proceso civil
(43) Ídem.
(44) RTC Exp. Nº 03833-2011-PA/TC, f. j. 8.
69
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
“El acto presuntamente lesivo, constituido por el acuerdo (…) adoptado por la
mencionada Junta de Propietarios (…), y cuya nulidad se pretende, puede ser
cuestionado en sede ordinaria a través del proceso abreviado de impugnación
judicial de acuerdos a que se refiere el artículo 92 del Código Civil. Dicho
procedimiento constituye la ‘vía procedimental específica’ para la remoción
de los presuntos actos lesivos de los derechos constitucionales invocados en
la demanda y, a la vez, resulta también una vía ‘igualmente satisfactoria’
como el ‘mecanismo extraordinario’ del amparo, razón por la cual la contro-
versia planteada debió ser dilucidada en el referido proceso”(45).
El trámite del proceso abreviado se encuentra en los artículos 486 al 494 del
Código Procesal Civil, de los cuales se concluye que los plazos de esta vía son
similares a los del amparo. Además, como en el resto de vías en el proceso civil,
se cuenta con la posibilidad de solicitar medidas cautelares. Por ello, desde una
perspectiva objetiva el proceso abreviado constituye una vía igualmente satis-
factoria al amparo. Ahora bien, nuevamente cabe advertir que de presentarse la
necesidad de tutela urgente, la perspectiva subjetiva para el análisis de las vías
igualmente satisfactorias nos habilitará la procedencia del amparo.
70
LUIS MIGUEL ZAVALETA REVILLA
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo respon-
sabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o
calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.
(48) STC Exp. Nº 00142-2011-PA/TC, f. j. 20.
(49) Ídem.
(50) Ídem.
71
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
proceso arbitral cuya decisión afectaría sus intereses. Ahora bien, el TC advierte
que el tercero no puede encontrarse en el supuesto del artículo 14 del Decreto
Legislativo Nº 1071, esto es, el supuesto de extensión del laudo arbitral(51).
Conclusión
De lo expuesto en este trabajo, queda claro que el deber de tutelar los
derechos fundamentales no es exclusivo del Tribunal Constitucional ni de los
jueces constitucionales, sino que también recae en el juez ordinario. Por ello,
resulta indispensable que este se encuentre plenamente capacitado a realizar una
adecuada valoración del contenido protegido por los derechos fundamentales.
Esto a su vez conlleva que se exija al legislador construir procedimientos
aunque formalmente ordinarios, materialmente constitucionales. De esta forma,
se evitaría la desnaturalización de los procesos constitucionales como meca-
nismos de protección que solo deberán activarse allí donde haya incontro-
vertible agresión de un derecho constitucional y se requiera una tutela urgente.
De no ser así, se generaría una sobrecarga procesal en la justicia consti-
tucional, dado que al juez no le quedaría más remedio que admitir todas las
demandas por considerar que los procesos ordinarios ofrecen un menor grado
de eficacia en la protección de los derechos constitucional que los procesos
constitucionales y, por consiguiente, no pueden ser considerados como vías
idóneas e igualmente satisfactorias.
Finalmente, como muestra de lo anterior podemos señalar el incremento
de las causas que ingresan al Tribunal Constitucional, sin que ello corresponda
necesariamente con una mayor cantidad de vulneraciones a los derechos fun-
damentales, sino a una “ordinarización” de la justicia constitucional.
Sin lugar a dudas, resulta necesario generar una conciencia en los liti-
gantes a efectos de que se abstengan de interponer demandas constitucionales
manifiestamente improcedentes, pues con esta práctica vienen consumiendo
los escasos recursos que deberían ser utilizados para analizar, con exhaus-
tividad y celeridad, asuntos verdaderamente relevantes.
72
CAPÍTULO IV
Litispendencia
y procedencia
de los procesos
constitucionales
CAPÍTULO IV
Litispendencia y procedencia
de los procesos constitucionales
Martín Alejandro SOTERO GARZÓN(*)
Introducción
El artículo 5 del Código Procesal Constitucional establece que: “no
proceden los procesos constitucionales” de amparo, hábeas corpus, hábeas
data y cumplimiento cuando: i) en vía del inciso 3: “el agraviado haya
recurrido previamente a otro proceso judicial para pedir tutela respecto de
su derecho constitucional amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del
proceso de hábeas corpus”, y cuando ii) en vía del segundo párrafo del inciso
6: “haya litispendencia”.
En este trabajo explicaremos el contenido y alcance de dichas disposi-
ciones con base en dos aspectos metodológicos que conviene explicar.
Por la extensión que debe respetar este trabajo, nuestro análisis se con-
centra en el proceso de amparo. Esto no excluye que nuestras afirmaciones
puedan valer cuando se examine la procedencia o improcedencia de otros
procesos constitucionales de la libertad(1). Nuestra intención es que nuestras
afirmaciones se sostengan en nociones jurídicas transversales que permitan
que las conclusiones a las que arribemos puedan aplicarse en mayor o menor
medida a procesos como el hábeas data, hábeas corpus y cumplimiento con
algunos matices propios de las particularidades de cada tipo de proceso.
Un segundo aspecto es el orden de la exposición. Nuestra intención es
explicar que la litispendencia es un instituto propio de la Teoría General del
Proceso (y, por ende, exigible en cualquier tipo de proceso) pero su aplicación
(*) Abogado asociado en Priori & Carrillo Abogados. Profesor de Tutela Cautelar y Diferenciada en la
Facultad de Derecho de la PUCP.
(1) Acogemos la denominación tributaria de la obra de Cappelletti. Cfr. “La giurisdizione constituzionale
delle liberta: primo studio sul ricorso constituzionale (con particolare risguardo agli ordinamenti
tedesco, svizzero e austriaco)” Serie: Quaderni dell’Asosociazione fra gli studiosi del proceso civile.
Milano: Giuffre, 1955. La primera edición al castellano fue publicada por el Instituto de Derecho
Comparado de la Universidad Nacional Autónoma de México (1961), y en nuestro medio se cuenta
con la edición de “La jurisdicción constitucional de la libertad con referencia a los ordenamientos
alemán, suizo y austriaco”, serie: Tiempos del constitucionalismo. Palestra, Lima, 2007.
75
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(2) Véase también. Cfr. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales. Elementos para
una teoría general. 3a edición, Palestra, Lima, 2007, p. 434.
(3) Así se ha establecido: “El derecho al procedimiento es un derecho prestacional al ser un derecho
subjetivo y constitucional. (…) Como derechos subjetivos, todos los derechos prestacionales son
relaciones triádicas entre un titular de derecho fundamental, el Estado y una acción positiva del
Estado (…) Cada vez que existe una relación de derecho constitucional de este tipo, entre el titular
de un derecho fundamental y el Estado, el titular de derecho fundamental tiene la competencia de
exigir judicialmente el derecho”. (…) Las normas de procedimiento y de organización deben crearse
de tal manera que, con suficiente probabilidad y en suficiente medida, el resultado sea acorde con los
derechos fundamentales. Puede aquí dejarse de lado la pregunta de hasta qué punto es posible crear
una conexión semejante entre el procedimiento jurídico y sus resultados”. ALEXY, Robert. Teoría
de los derechos fundamentales. 2a edición, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid,
2012, pp. 393-394 y 419-420.
76
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
Sobre tal base podemos abordar el segundo punto de vista desde el cual
se analiza el funcionamiento del amparo. Este es el punto de vista que pone la
atención en el tipo de tutela jurisdiccional que el amparo debería otorgar a fin
de cumplir el rol que le ha encomendado la Constitución.
Bajo la óptica de los promotores de la regulación legal del amparo, se
sostiene que el amparo es un proceso dirigido a otorgar tutela diferenciada
de tipo urgente, la cual debe otorgarse y actuarse inmediata y oportunamente
frente a la amenaza de lesión o lesión de los derechos fundamentales.
Los propios forjadores del código sostuvieron en tal sentido que: “[s]i los
derechos constitucionales protegidos por el amparo tienen la calidad de fun-
damentales, esto es, que teniendo base constitucional no pueden ser afectados
por ninguna ley del Congreso, significa que su tutela debe estar a la altura
de semejante importancia. Por tal razón, se estableció su tratamiento dife-
renciado, es decir, lo opuesto al tratamiento ordinario propio de los procesos
civiles, en donde regularmente se discuten derechos privados. Dentro de esta
tutela diferenciada y atendiendo a la calidad excepcional de los derechos a ser
protegidos se optó por la tutela de urgencia”(4).
Sobre tal premisa, se buscó estructurar un proceso que reaccione oportuna
e inmediatamente ante la amenaza cierta e inminente de lesión o lesión
concreta a los derechos fundamentales(5), con base en un proceso regido por
lo que sus propulsores identificaron como sumarización procedimental y
sumarización cognitiva, así como técnicas de aceleración del proceso(6).
(4) AA.VV. Código Procesal Constitucional. Comentarios, exposición de motivos, dictámenes e índice
analítico. Palestra, Lima, 2004, p. 70.
(5) Código Procesal Constitucional
“Artículo 1.- Finalidad de los Procesos
Los procesos a los que se refiere el presente título tienen por finalidad proteger los derechos
constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación
de un derecho constitucional, o disponiendo el cumplimiento de un mandato legal o de un acto
administrativo. (…) (el resaltado es nuestro).
Artículo 2.- Procedencia
Los procesos constitucionales de hábeas corpus, amparo y hábeas data proceden cuando se amenace
o viole los derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio,
por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona. Cuando se invoque la amenaza de
violación, esta debe ser cierta y de inminente realización. (…)” (el resaltado es nuestro).
(6) “Siendo un proceso urgente, el procedimiento se ciñó a las características más saltantes de estos:
se empleó sumarización pocedimental (se acortaron los plazos para contestar y proponer defensas
de forma y para su trámite en segundo grado, se eliminó la reconvención, el dictamen fiscal que
generalmente alargaba los procesos innecesariamente, entre otros) y lo que es más importante, se
77
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
empleó sumarización cognitiva (el juez decide si hay audiencia para complementar su información,
las pruebas son documentales y se adjuntan a la demanda o contestación). Y como ya se anotó ante-
riormente, se agregaron a la estructura sumaria del procedimiento algunas técnicas de aceleración
como, por ejemplo, la actuación de la sentencia impugnada”. AA.VV. Código Procesal Constitu-
cional. Comentarios, exposición de motivos, dictámenes e índice analítico. Ob. cit., pp. 70-71.
(7) Véase también ABAD YUPANQUI, Samuel. El proceso constitucional de amparo. 1a edición,
Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 97.
(8) No es el espacio ni el objetivo de este trabajo presentar las discrepancias que pueden constatarse
entre la intención y la realidad de la regulación del amparo, el cual en nuestra consideración dista
mucho de ser un proceso en el que se otorgue tutela urgente. Además del dato de la realidad en el que
los procesos de amparo pueden durar tanto o más que los procesos ordinarios, baste remitir al lector
a la incongruencia que doctrinal y legislativamente supone estructurar un proceso “urgente” cuya
eficacia además requiera ser garantizada a través de resoluciones cautelares (art. 15 del CPCons.) que
vendrían a ser también manifestación de tutela urgente.
Cfr. MARINONI, Luiz Guilherme. Tutelas urgentes y tutelas preventivas. Communitas, Lima, 2010.
(9) TARUFFO, Michelle. “Leyendo a Ferrajoli: Consideraciones sobre la jurisdicción”. En: AA.VV.
Derecho y democracia constitucional. Una discusión sobre Principia Iuris de Luigi Ferrajoli. ARA,
Lima, 2011, p. 345.
78
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
(10) Ídem.
(11) Esta noción se sintetiza afirmando que “la tutela jurisdiccional [efectiva) despliega sus efectos
en tres momentos distintos: primero, en el acceso a la justicia; segundo, una vez en ella, que sea
posible la defensa y obtener solución en un plazo razonable, y tercero una vez dictada sentencia,
la plena efectividad de sus pronunciamientos”. GONZALES PÉREZ, Jesús. El derecho a la tutela
jurisdiccional. 3a edición, Civitas, Madrid, 2001, p. 57.
(12) CHAMORRO BERNAL, Francisco. El artículo 24 de la Constitución. El derecho al libre acceso a
los tribunales. Iura editorial. Barcelona, 2005, p. 33. Citado por: PRIORI POSADA, Giovanni. “El
derecho de acceso a la justicia y el rechazo liminar de la demanda”. En: Themis. Nº 57, Lima, 2009,
p. 108.
(13) Así se ha dicho también: “[m]ás que un principio, el acceso a la justicia es la síntesis de todos los
principios y garantías del proceso, sea en el plano constitucional o infraconstitucional, sea en sede
legislativa o doctrinal y jurisprudencial. Se llega a la idea de acceso a la justicia, que es el punto
metodológico más importante del sistema procesal en la actualidad, mediante el examen de todos y
cualesquiera de los grandes principios”. RANGEL DINAMARCO, Cándido. La instrumentalidad
del proceso. Communitas, Lima, 2010, p. 525.
(14) Ídem.
79
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
80
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
Nº 2, agosto-diciembre 2005, pp. 71-82 inclusive; en contra, cfr. EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “La
opción por un amparo estricto y residual en el Perú”. En: Estudios Constitucionales. Año 5, Nº 2, 2007,
pp. 83-98 y “El amparo como proceso ‘residual’ en el Código Procesal Constitucional peruano: una opción
riesgosa pero indispensable”. En: Pensamiento Constitucional. Año XII, Nº 12, Lima, pp. 221-254.
(18) ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Traducción Carlos Bernal Pulido, 2a edición,
Centro de estudios políticos y constitucionales, Madrid, 2012, p. 67.
(19) Ídem.
(20) “El punto decisivo para la distinción entre reglas y principios es que los principios son normas que
orden [sic] que algo sea realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibilidades jurídicas
y reales existentes. Por lo tanto, los principios son mandatos de optimización, que se caracterizan
porque pueden cumplirse en diferente grado y que la medida debida de su cumplimiento no solo
depende de las posibilidades reales sino también de las jurídicas. El ámbito de las posibilidades
jurídicas se determina por los principios y reglas opuestos”. Ídem.
(21) BERNAL PULIDO, Carlos. “La ponderación en el Derecho Constitucional de los Estados Unidos y de
Hispanoamérica. Estudio introductorio”. En: ALEINIKOFF, Alexander. El Derecho Constitucional
en la era de la ponderación. Palestra, Lima, 2010, p. 10.
(22) Ídem.
81
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(23) RIVAS, Adolfo. Tratado de las tercerías: el proceso de complejo. Volumen I, Depalma, Buenos
Aires, 1993, p. 67.
(24) Ídem.
82
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
83
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(29) MÁLAGA DÉGUEZ, Francisco. La litispendencia. J.M. Bosch Editor, Barcelona, 1999, p. 38.
(30) VEGA, Jaime. Ob. cit., p. 170.
(31) Ídem.
84
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
verificarse que “entre las mismas partes y con el mismo interés para obrar,
se está discutiendo el mismo petitorio en otro proceso (…) iniciado con
anticipación”(32).
(32) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Las excepciones en el Código Procesal Civil”. En: La formación del
proceso civil peruano. Comunidad, Lima, 2003, p. 359.
(33) Cfr. MÁLAGA DÉGUEZ, Francisco. Ob. cit., p. 518.
(34) Ídem.
85
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
3.1. La eficacia excluyente deducible del inciso 3) del artículo 5 del Código
Procesal Constitucional
86
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
87
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
88
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
i) La concurrencia de presupuestos
Una primera constatación (aséptica, felizmente) se presenta al advertir
que el Tribunal Constitucional ha expresado en más de una ocasión cómo es
que la aplicación de ambos dispositivos exige la configuración de los mismos
elementos: las mismas partes, identidad de hechos (causa petendi), e identidad
de protección idónea y eficaz (petitorio).
Así se tiene, por ejemplo, que en referencia explícita al supuesto de
improcedencia contenido en el inciso 3) del artículo 5 del Código Procesal
89
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
90
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
(42) En dicha sentencia se expresa: “Que, el artículo 5 del Código Procesal Constitucional en su inciso 6)
expone; ‘no proceden los procesos constitucionales cuando: (...) 6) se cuestiona una resolución firme
recaída en otro proceso constitucional o haya litispendencia (...)’, en concordancia con lo establecido
por el artículo 446 inciso 7) del Código Procesal Civil (...).
Que, a fojas 232 de autos, obra copia de la demanda contencioso-administrativa presentada ante la
sede correspondiente del Poder Judicial, con fecha 10 de diciembre de 2002 a las 15:50 horas (Expe-
diente Nº 2664-2002), esto es, el mismo día de la presentación de la demanda de amparo. Resulta
imposible establecer cuál demanda fue presentada primigeniamente y así configurarse el inciso 3) del
referido artículo 5 del Código Procesal Constitucional. Por ello, al prevalecer el vicio, resulta tarea
de este Tribunal evaluar si existe la identidad de procesos que configurarían la denominada ‘litispen-
dencia o excepción de pleito pendiente’”. Cfr. También: Exp. Nº 05821-2009-PA/TC.
91
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
92
MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(47) CHIOVENDA, Giusseppe. “Relación jurídico procesal y litispendencia”. En: Ensayos de Derecho
Procesal. Tomo III, p. 166.
(48) MÁLAGA DÉGUEZ, Francisco. Ob. cit., pp. 40-41.
(49) STC Exp. Nº 03365-2007-PA/TC.
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MARTÍN ALEJANDRO SOTERO GARZÓN
jurídicas como también fácticas puede o no tutelar de forma eficaz los derechos
fundamentales en juego.
Aplicando para ambas normas aquí analizadas lo sostenido por el profesor
Castillo: “no se trata de alegar esta causal para declarar la improcedencia
cuando se haya recurrido a cualquier otro proceso judicial. Este debe, por lo
menos, lograr o estar encaminado a lograr lo mismo que puede lograrse por
el proceso constitucional”(50) en términos de tiempo y modos de protección.
Conclusión
En este trabajo hemos abordado solo dos preceptos de nuestro Código
y nos queda la sensación de que aún queda mucho por analizar, discutir y
proponer. Si el lector compartiese tal sensación esperamos que ello sea porque
logramos un objetivo muy importante: fomentar el interés y la discusión sobre
cómo regular la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales.
Sin perjuicio de aquello, de lo dicho en este trabajo puede concluirse que:
i) El amparo es una garantía constitucional, que se activa ante el pedido de
tutela debido a la amenaza de lesión o lesión de un derecho fundamental
y que debe actuar idónea y oportunamente.
ii) El Estado debe garantizar un efectivo acceso al amparo. Por ello, las
causales de improcedencia del amparo contenidas en el artículo 5 del
Código Procesal Constitucional deben aplicarse justificada y razona-
blemente.
iii) Una limitación específica al acceso al amparo es la litispendencia. En
sentido estricto, la litispendencia genera un efecto excluyente cuando se
verifica una identidad entre dos pretensiones interpuestas en dos procesos
distintos. El segundo proceso en el que se entabló la pretensión debe
concluir sin un pronunciamiento de fondo.
iv) La litispendencia está prevista como causal de improcedencia en el inciso
6) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional. También es posible
concluir que está contenido en el inciso 3) del mismo artículo 5 del
Código Procesal Constitucional.
(50) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. ARA, Lima, 2005,
p. 206
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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CAPÍTULO V
Sentido constitucional
de las vías previas
LUIS CASTILLO CÓRDOVA
CAPÍTULO V
Sentido constitucional
de las vías previas(*)
Raffo VELÁSQUEZ MELÉNDEZ(**)
Introducción
Nuestro Tribunal Constitucional (TC) ha ayudado muchas veces al escla-
recimiento o concretización de ciertos principios o derechos contenidos en la
Norma Suprema, de tal suerte que hoy en día el propio TC tiene declarado
que sus sentencias cumplen incluso una función pedagógica(1), a las que
debemos acudir para prever medianamente el tratamiento constitucional que
corresponde a las situaciones conflictivas que se nos presentan.
En muchas ocasiones, el desarrollo jurisprudencial coherente del TC,
apoyado por la doctrina mayoritaria, ha conllevado que aceptemos de manera
pacífica ciertas instituciones, como la exigencia de agotar las vías previas (admi-
nistrativas o privadas) antes de activar el proceso constitucional de amparo. En
ese orden, nuestros comentarios a la sentencia que nos precede se centrarán en
el contenido que pretende atribuirle el TC a la exigencia del “agotamiento de la
vía previa”, este será el único punto al que nos referiremos en adelante.
(*) Este trabajo amplía y modifica algunas de las posturas expuestas en nuestro trabajo:
“Los procedimientos administrativos y privados como vías previas. Comentarios a la STC Exp.
Nº 02833-2006-PA”. En: Jus Constitucional. Nº 10, Grijley, Lima, 2008.
(**) Abogado por la Univerdidad Nacional Mayor de San Marcos. Asociado de Miranda & Amado Abogados.
(1) “La función pedagógica que cumple la justificación de las sentencias comporta también una
obligación social importante de la judicatura respecto de la función que realiza en el Estado
democrático. Esto supone, entre otras cosas, una actitud de acercamiento al ciudadano mejorando, en
lo posible, la técnica de redacción de las sentencias y resoluciones en general, que permitan no solo
mayor transparencia, sino que den a la ciudadanía mayor confianza en la función trascendente que la
Constitución confía a los jueces. En este sentido, la doctrina suele reclamar no solo ‘abundancia’ en
los argumentos sino, sobre todo, racionalidad en su elaboración.
No se trata de auspiciar motivaciones extensas, prolijas, interminables, pues la ‘cantidad’ de
motivación no constituye, por sí sola, ‘calidad’ de motivación. Es más, algunas motivaciones
extensas, pero completas de malabarismos argumentativos, de vericuetos dialécticos y, en definitiva,
farragosas, no solo resultan poco comprensibles y (al menos en este sentido) poco racionales, sino
que además pueden ser una pantalla que encubra alguna arbitrariedad”.
Sentencia emitida en el Expediente N° 1744-2005-AA, f. j. 10 (caso Jesús Absalón Delgado Arteaga).
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(2) Sentencia recaída en el Expediente N° 0076-1996-AA/TC (caso José Díaz Roldán y otro), publicado
el 23 de marzo de 1998.
(3) Con respecto al cambio del sistema de amparo alternativo por uno subsidiario, véase: sentencias y
resoluciones emitidas en el Expediente N° 0206-2005-AA, ff. jj. 5-6 (caso César Antonio Baylón
Flores); Expediente N° 4196-2004-AA, f. j. 6 (caso Celia Rosario Arburua Rojas); Expediente
N° 04598-2004-AA, f. j. 3 (caso Daniel Augusto Franco Moya); Expediente N° 02283-2005-AA,
f. j. 4 (caso Empresa de Transportes de Pasajeros y Servicios Múltiples Tours Arwaturo S.C.R.L.);
Expediente N° 08657-2005-AA, f. j. 3 (caso Empresa de Transportes Urbano Buenos Aires E.I.R.L.).
En doctrina, véase: EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “El amparo como proceso ‘residual’ en el
Código Procesal Constitucional peruano. Una opción riesgosa, pero indispensable”. En: Anuario de
Derecho Constitucional Latinoamericano 2007. Tomo I, Konrad Adenauer Stiftung, Montevideo,
p. 371 y ss. ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. “La consagración del amparo residual en el
Perú”. En: AA.VV. Derechos fundamentales y Derecho Procesal Constitucional. Jurista Editores,
Lima, p. 119 y ss. DONAYRE MONTESINOS, Christian. “Implicancias del Código Procesal
Constitucional peruano: la consagración de un amparo residual y el nuevo escenario para la tutela de
los derechos constitucionales laborales”. En: AA.VV. Derechos fundamentales y… Ob. cit., p. 157 y
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RAFFO VELÁSQUEZ MELÉNDEZ
ss. CAIRO ROLDÁN, Omar. “La consolidación del amparo subsidiario en el Perú”. En: Actualidad
Jurídica. Tomo 147, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, pp. 158-162.
(4) Sentencia emitida en el Expediente N° 2833-2006-PA/TC, f. j. 5 (caso Milder Sidanella Llamosas
Lazo).
(5) “(P)ara este Colegiado queda claro que en el caso de autos se presenta lo que la doctrina denomina
vías paralelas, las que surgen cuando el actor tiene a su disposición dos o más acciones judiciales
para reparar el agravio a un derecho constitucional. Si se ejecuta una de las otras acciones judiciales,
el amparo deviene improcedente, porque se optó por la vía judicial ordinaria. Es importante precisar
que el término ‘paralelas’ no significa que se trata de vías que sigan líneas paralelas, sino de vías con-
vergentes, pues partiendo de puntos distintos, y transitando por caminos también distintos, conducen
a un mismo resultado (...)”. Sentencia emitida en el Expediente N° 0330-2003-AA/TC, f. j. 4.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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RAFFO VELÁSQUEZ MELÉNDEZ
(8) En un conocido estudio que generó una interesante discusión académica con el profesor Alejandro
Nieto, el también profesor José Ramón Parada Vásquez sostenía que en sus inicios el proceso con-
tencioso-administrativo era el cauce necesario que debían activar las Administraciones Públicas si
pretendían hacer efectivas sus pretensiones y/o intereses contra administrados que se ponían a estos.
Ello porque, en un inicio, las decisiones de la Administración no gozaban de carácter ejecutivo y
ejecutorio, siendo, por ende, necesario acudir a los órganos jurisdiccionales, cuyas decisiones sí
tienen tal atribución. La Administración no podía tomarse la justicia por su propia mano. PARADA
VÁSQUEZ, José Ramón. “Privilegio de decisión ejecutoria y proceso contencioso”. En: Revista de
Administración Pública. N° 55, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1968, p. 75.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(9) DROMI, José Roberto. Acto administrativo. Ediciones Machi, Buenos Aires, 1973, p. 40 y ss. Véase
también PARADA, Ramón. Derecho Administrativo. Tomo I, 9a edición, Marcial Pons, Madrid,
1997, p. 147 y ss.
(10) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁNDEZ, Tomás-Ramón. Curso de Derecho Adminis-
trativo. Tomo I, Palestra, Lima, 2006, p. 552.
(11) LINARES, Juan Francisco. Fundamentos de Derecho Administrativo. Editorial Astrea, Buenos
Aires, 1975, p. 416.
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RAFFO VELÁSQUEZ MELÉNDEZ
Sin embargo, debemos tener cuidado de ser seducidos con tal posición
sobre las vías previas que pareciera estar encubierta en la sentencia en
comentario, pues incurre en serios equívocos. Ello por cuanto entre la ins-
titución de la vía previa y de la conciliación no existen puntos de contacto,
o al menos que se asemejen, que nos permitan darle un tratamiento similar
a ambas. Mientras la primera supone que la entidad que deberá atender la
pretensión del administrado es la misma contra quien se formula esta, impo-
niendo de incluso una respuesta al conflicto suscitado; en la segunda existen
dos sujetos que ponen a conocimiento de un tercero imparcial su conflicto de
intereses, para que les asista en alcanzar una solución consensuada. Por tanto,
resulta errado considerar que la vía previa constituye un medio alternativo
de resolución de conflictos y, en cuanto tal, favorable a los intereses de los
administrados, cuando en realidad, tal opción supone una restricción de sus
derechos fundamentales.
(12) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁNDEZ, Tomás-Ramón. Ob. cit., pp. 558-559.
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(13) SANTAMARÍA PASTOR, Juan Alfonso. “Sobre el origen y evolución de la reclamación adminis-
trativa previa”. En: Revista de Administración Pública. Nº 77, Centro de Estudios Constitucionales,
Madrid, 1975, p. 136.
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(14) SAGÜÉS, Néstor Pedro. Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo. Tomo III, 4a edición,
Editorial Astrea, Buenos Aires, 1995, p. 192. El mismo parecer manifiesta Adolfo Rivas para quien
“la existencia de recursos administrativos intentados, pero pendientes de resolución, no impiden el
inicio del amparo si existen pronunciamientos administrativos denegados sobre la misma materia”.
RIVAS, Adolfo Armando. El amparo. La Rocca, Buenos Aires, 2003, p. 253.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(15) Sentencia del Tribunal de Garantías Constitucionales, publicada en El Peruano del 11 de marzo de
1986, citada en: ABAD YUPANQUI, Samuel. El proceso constitucional de amparo. Gaceta Jurídica,
Lima, 2004, p. 243.
(16) Sentencia emitida en el Expediente N° 0508-1996-AA/TC, f. j. 2 (caso Segundo Francisco Caján
Castro).
(17) Sentencia emitida en el Expediente N° 067-93-AA/TC (caso Club de Regatas “Lima”).
(18) Sentencia emitida en el Expediente N° 2833-2006-PA/TC, f. j. 8 (caso Milder Sidanella Llamosas
Lazo).
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(19) El profesor Mijail Mendoza estima que la finalidad de las asociaciones no determina que sus
miembros sean titulares o no del derecho constitucional de asociación por dos razones: i) se trata de
un derecho de libertad, razón por la cual no adquiere relevancia constitucional el tipo, clase, natu-
raleza del fin que con su ejercicio se promueve; ii) cumple una función instrumental, pues conlleva la
realización de otros tantos fines constitucionales. De ahí que si la asociación persigue una finalidad de
lucro, no puede desterrarse su tutela porque esa misma finalidad tiene sustrato constitucional, como
son las libertades de trabajo y de empresa. Una lectura contraria, conllevaría negar la posibilidad de
que se ejerzan tales libertades de manera colectiva. MENDOZA ESCALANTE, Mijail. “El derecho
fundamental de asociación”. En: Jus Constitucional. N° 7, Grijley, Lima, 2008, pp. 27-28.
(20) Sentencia emitida en el Expediente N° 1027-2004-AA, f. j. 2.c (caso Melquiades Cruz Huamán y
otros).
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(21) Sentencia emitida en el Expediente Nº 04938-2006-PA, f. j. 10 (caso César Abel Paz Soldán Salazar),
sentencia emitida en el Expediente Nº 08766-2006-PA, f. j. 8 (caso Carlos Augusto Cancela Arias).
(22) La noción de Constitución histórica fue acuñada por el profesor Manuel García-Pelayo. Se trata de un
método interpretativo (utilizado en reiteradas ocasiones por nuestro TC) en virtud del cual se analiza
la regulación que ha tenido cierta institución o tópico constitucional en las anteriores Constituciones
para derivar de ello una suerte de tradición constitucional que sirve para entender el significado o
sentido actual que debe atribuirse a la misma institución constitucional. “[E]l historicismo constituye
el fundamento espiritual de la tesis de que la constitución de un pueblo no es un sistema producto de
la razón, sino una estructura resultado de una lenta transformación histórica, en el que intervienen
frecuentes motivos irracionales y fortuitos irreductibles a un esquema. Por consiguiente, está claro
que la constitución de un país no es creación de un acto único y total, sino de actos parciales reflejos
de situaciones concretas y, frecuentemente, de usos y costumbres formados lentamente y cuya fecha
de nacimiento es imprecisa”. GARCÍA-PELAYO, Manuel. Derecho Constitucional Comparado.
7ª edición, Manuales de la Revista de Occidente, Madrid, 1964, p. 42.
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(23) Sentencia emitida en el Expediente Nº 04938-2006-PA, ff. jj. 11-17 (caso César Abel Paz Soldán
Salazar); sentencia emitida en el Expediente Nº 08766-2006-PA, ff. jj. 8-15 (caso Carlos Augusto
Cancela Arias).
(24) GÓMEZ MONTORO, Ángel José. Asociación, Constitución, ley. Sobre el contenido constitucional
del derecho de asociación. Tribunal Constitucional - Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,
Madrid, 2004, p. 144.
(25) Cfr. sentencias emitidas en los Expedientes Nºs 04241-2004-AA, f. j. 5 (caso Saturnino Ubaqui Pozo);
01027-2004-AA, ff. jj. 2.a - 7.b - 7.c (caso Melquiades Cruz Huamán y otros); 06730-2006-PA, ff. jj.
11-17 (caso Odila Yolanda Cayatopa de Salgado); 09332-2006-PA, f. j. 16 (caso Reynaldo Armando
Shols Pérez); 00009-2007-PI/TC y 00010-2007-PI (acumulados), ff. jj. 86-96 (caso Organizaciones
no Gubernamentales - ONG), 07953-2006-PA, f. j. 1 (caso Juan José Pinto Criollo - Casino de
Policía); Expedientes Nºs 04938-2006-PA, f. j. 7 (caso César Abel Paz Soldán Salazar); 07704-
2005-AA, f. j. 5 (caso Julio Alfredo Bernabé Ccamaña), entre otros. Cfr. También: MENDOZA
ESCALANTE, loc. cit.; GÓMEZ MONTORO. Ob. cit., p. 151.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(26) “La potestad normativa consiste en el poder de la asociación para conferir normas, como el estatuto
y ciertos reglamentos, donde se establecen los derechos de los asociados, la organización y funciones
de sus órganos, las faltas, sanciones y el procedimiento sancionatorio, que son aspectos que con-
ciernen a la organización y funciones y actividad interna de la asociación. La potestad administrativa
consiste en el poder de la asociación para gestionar el cumplimiento de sus fines, a través de la expe-
dición de resoluciones, acuerdos y demás actos de relevancia individual o colectiva, esto es, actos que
no sean normas. La potestad sancionatoria viene a ser la atribución de las asociaciones de sancionar
a sus miembros ante la comisión de faltas previstas en sus estatutos y reglamentos”. MENDOZA
ESCALANTE. Ob. cit. p. 26.
(27) Conforme tiene dicho el TC, la autonomía de la voluntad constituye uno de los principios que sustenta
el reconocimiento y goce del derecho de asociación. “[E]sta pauta basilar plantea que la noción y
pertenencia o no pertenencia a una asociación se sustentan en la determinación personal”. Sentencia
emitida en el Expediente Nº 01027-2004-AA, f. j. 2.a (caso Melquiades Cruz Huamán y otros).
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RAFFO VELÁSQUEZ MELÉNDEZ
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(28) Con relación a algunos casos resueltos por nuestro TC y que se relacionan con el respeto del debido
proceso (y de los derechos que este contiene) en las actuaciones entre privados, véase: CRESCI
VASALLO, Giancarlo. “La eficacia horizontal de los derechos fundamentales en la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional del Perú”. En: Jus Constitucional. N° 7, Grijley, Lima, 2008, p. 44 y ss.
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RAFFO VELÁSQUEZ MELÉNDEZ
(29) “[E]l establecimiento de cualquier requisito para poder iniciar un proceso judicial importa, per se,
una limitación del derecho de acceso a la justicia”. Sentencia emitida en el Expediente Nº 00010-
2001-AI/TC, f. j. 12 (caso Ordenanza Nº 290, de la Municipalidad Metropolitana de Lima).
(30) La teoría de los derechos fundamentales contenidos en normas-principios tuvo como principal pro-
pulsor a Robert Alexy. De acuerdo con este autor, “los derechos fundamentales (...) están contenidos
en normas que ordenan que algo sea realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibi-
lidades jurídico y reales existentes”. De ello se deduce que de existir dos posibilidades interpretativas
para el ejercicio y/o realización de un derecho fundamental, debe escogerse aquella que la haga lo
más efectiva posible. ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Centro de Estudios
Políticos Constitucionales, Madrid, 2001, p. 86.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Conclusión
En primer lugar, hemos advertido que la regla sobre el agotamiento de
la vía previa administrativa puede bien cumplir la finalidad de otorgar a la
Administración la oportunidad para rectificar sus propios actos y, en conse-
cuencia, posibilitar que el administrado, antes de acudir a la sede jurisdic-
cional, pueda en esa vía solucionar su conflicto de intereses. En efecto, esta
pretendida finalidad conciliadora es una posible consecuencia práctica de la
mencionada regla, pero de ningún modo constituye su razón de ser.
Por tanto, sería errado pretender, como lo hace el TC, que esa misma
finalidad sea predicable respecto de las vías previas privadas, sin antes
determinar si estas y las vías previas administrativas comparten el mismo
fundamento o, sin averiguar por lo menos cuál es el fundamento por el cual
se instauró esa exigencia para los conflictos inter privatos, para a partir de
ello, determinar si de ese pretendido fundamento se puede derivar la misma
finalidad que se expresa con respecto a su semejante gubernamental.
Con respecto a la exigencia de agotar la vía previa estatal antes de poder
acudir a un proceso judicial, hemos advertido que aquella se sustenta en el
principio de autotutela administrativa. De otro lado, con relación a las vías
previas privadas verificamos que en estricto el derecho de asociación no
legitima la imposición de agotar la vía previa estatutaria para luego de agotada
recién poder presentar el conflicto de intereses ante los tribunales.
Sin embargo, hemos advertido también que imponer la obligación de
resolver todos los conflictos que se susciten entre los particulares y la aso-
ciación ante el Poder Judicial, podría traer consecuencias dañinas y desfa-
vorables incluso al supuesto lesionado en sus derechos. De ahí que sea más
conveniente y favorable a la realización de los derechos establecer que la vía
previa privada es solo facultativa, es decir, que depende de la voluntad del
interesado su agotamiento o no.
(31) MENDOZA ESCALANTE, Mijail. “El amparo frente a actos de particulares. I Parte: amparo
directo”. En: Actualidad Jurídica. Nº 166, Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p. 171.
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CAPÍTULO VI
La sustracción de la materia
en los procesos constitucionales
CAPÍTULO VI
La sustracción de la materia
en los procesos constitucionales
Alexander RIOJA BERMÚDEZ(*)
Introducción
Dentro del esquema del Código Procesal Constitucional peruano se
ha establecido la posibilidad de que el juez pueda rechazar in límine una
demanda constitucional cuando esta no se encuentre dentro de los alcances
dentro de otras situaciones, de lo establecido en el artículo 5 del Código
Procesal Constitucional; sin embargo, por cuestiones de espacio y tiempo no
nos detendremos en poner énfasis a cada uno de los incisos que conforman
esta norma procesal, pero sí centrarnos en el inciso 5 del citado cuerpo legal,
la cual a la letra señala que: “no proceden los procesos constitucionales
cuando a la presentación de la demanda ha cesado la amenaza o violación
de un derecho constitucional o se ha convertido en irreparable”, nos esta-
ríamos refiriendo a la figura de la sustracción de la materia en los procesos
constitucionales.
Sin embargo, esta situación contrasta con lo establecido en el artículo 1
del Código mencionado, el cual precisa: “Los procesos a los que se refiere
el presente título tienen por finalidad proteger los derechos constitucionales,
reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación
de un derecho constitucional, o disponiendo el cumplimiento de un mandato
legal o de un acto administrativo. (…)”.
Como bien ha señalado Castillo(1), si la finalidad de los procesos cons-
titucionales es la consagrada en el artículo 1 del Código Procesal Constitu-
cional, entonces de manera general cabe argumentar la improcedencia de la
demanda constitucional cuando la finalidad se ha conseguido o simplemente
no es posible conseguir. En tal sentido, y sustentándose en una interpretación a
contario sensu de la parte inicial del segundo párrafo del artículo 1 del Código
(*) Magistrado del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas. Docente universitario.
(1) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Tomo I, Palestra,
2006, p. 118.
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(7) PEIRANO, Jorge. “El proceso atípico”, p. 129, citado por Jorge Fábrega. En: Estudios Procesales.
Tomo II, Editora Jurídica Panameña, Panamá, 1998, p. 1195.
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(8) QUIROGA LEÓN, Aníbal. “Los excesos del Tribunal Constitucional peruano: a propósito del
control concentrado de la constitución”. En: Estudios Constitucionales. Revista Semestral del Centro
de Estudios Constitucionales. Universidad de Talca, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, p. 45.
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(10) RIOJA BERMÚDEZ, Alexander. Derecho Procesal Civil. Teoría general. Doctrina. Jurispru-
dencia. Editorial Adrus, Arequipa, 2014, p. 253.
(11) STC Exp. Nº 06218-2007-PHC/TC, f. j. 12.
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
puede tratarse de una mera suposición, sino que, por el contrario, la afectación
del derecho o bien jurídico tutelado debe ser objetiva y concreta”(15).
Asimismo, en la misma línea, el Colegiado ha señalado en reiterada juris-
prudencia(16) que tal como lo dispone el inciso 1) del artículo 200 de la Consti-
tución, el hábeas corpus no solo procede ante el hecho u omisión de cualquier
autoridad, funcionario o persona que vulnera la libertad individual o derechos
conexos, sino también ante la amenaza de que se pueda producir tal vulne-
ración. Para tal efecto, deben concurrir determinadas condiciones, tales como:
a) la inminencia de que se produzca el acto vulnerador, esto es, que se trate
de un atentado a la libertad personal que esté por suceder prontamente o en
proceso de ejecución, no reputándose como tal a los simples actos prepara-
torios; y, b) que la amenaza a la libertad sea cierta, es decir, que exista un
conocimiento seguro y claro de la amenaza a la libertad, dejando de lado con-
jeturas o presunciones.
El Tribunal Constitucional, en reiterada línea jurisprudencial (cfr. SSTC
Exps. Nºs 02593-2003-AA/TC, 03125-2004-AA/TC y 05259-2008-AA/TC),
ha señalado que para que pueda tutelarse a través de los procesos consti-
tucionales, la amenaza de violación de un derecho constitucional debe ser
cierta y de inminente realización; es decir, el perjuicio debe ser real, efectivo,
tangible, concreto e ineludible, excluyendo del amparo aquellos perjuicios
que escapan a una captación objetiva. En consecuencia, para que sea consi-
derada cierta, la amenaza debe estar fundada en hechos reales y de inminente
realización, esto es, que el perjuicio ocurra en un futuro inmediato, y no en
uno remoto. A su vez, el perjuicio que se ocasione en el futuro debe ser real (es
decir, que inequívocamente menoscabará alguno de los derechos tutelados);
tangible (que se perciba de manera precisa), e ineludible (que implique irre-
mediablemente una violación concreta).
Finalmente, a través de la STC Exp. Nº 01032-2003-AA/TC, el Tribunal
ha establecido que “(...) para que la amenaza sea considerada cierta, debe estar
fundada en hechos reales, y no imaginarios, y ser de inminente realización, es
decir, que el perjuicio ocurra en un futuro inmediato, y no en uno remoto. A
su vez, el perjuicio que se ocasione en el futuro debe ser: real, pues tiene que
estar basado en hechos verdaderos; efectivo, lo cual implica que inequívo-
camente menoscabará alguno de los derechos tutelados; tangibles, esto es que
debe percibirse de manera precisa; e ineludible, entendiendo que implicará
irremediablemente una violación concreta”. Asimismo a través de la STC Exp.
Nº 05719-2005-AA/TC este Colegiado ha entendido que la amenaza cierta
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(17) ETO CRUZ, Gerardo. Tratado del proceso constitucional de amparo. Tomo I, Gaceta Jurídica,
Lima, 2014, p. 542.
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(18) VARGAS, Abraham L. Estudios de Derecho Procesal. Ediciones Jurídicas Cuyo. 1999, p. 141.
(19) Ídem.
(20) SAGÜÉS, Néstor Pedro. Derecho Procesal Constitucional. Acción de Amparo. Astrea/Depalma,
Buenos Aires, 1995, p. 180.
(21) STC Exp. Nº 0091-2005-PA/TC.
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(22) GARCÍA RAMÍREZ, Sergio. Los derechos humanos y la jurisdicción interamericana. Nº 106. Ins-
tituto de Investigaciones Jurídicas México. Serie Doctrina Jurídica, p. 130.
(23) SALOMÉ. Ob. cit., p. 84.
137
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Conclusión
Respecto de la norma bajo comento, se pueden advertir dos situa-
ciones la primera está dada en el sentido de que, cuando el acto lesivo de un
derecho constitucional cesó o devino en irreparable antes de la presentación
de la demanda de tutela de derechos fundamentales, el juez deberá declararla
improcedente, toda vez que no existe problema concreto alguno materia de
análisis constitucional.
La segunda situación que puede presentarse está dada por el caso en
que, si el acto lesivo de un derecho fundamental devino en irreparable luego
de presentada la demanda de tutela de derechos fundamentales, esta también
debe ser declarada improcedente, en tanto que tampoco exista al momento de
resolver problema alguno que analizar en sede constitucional.
Se advierte además, la existencia de algunos conceptos que previamente
hemos analizado de manera breve como la amenaza, la violación del derecho
constitucional y irreparabilidad.
En tal sentido, la norma impide que se dé trámite a un proceso cons-
titucional cuando la violación no exista, cuando el acto lesivo ya no tenga
razón de ser. Ello con base en que los procesos constitucionales no tiene por
finalidad la discusión de una situación que ya terminó antes de recurrir a la
vía constitucional. Por el contrario, es la finalidad de los procesos constitu-
cionales proteger los derechos constitucionales reponiendo al estado anterior
a la violación o amenaza de violación y no cuando esta no exista o se haya
tornado en irreparable. Sin embargo, consideramos que ello no impide que
exista una sanción para quien cometió la infracción constitucional.
En el caso de que la cesación del acto violatorio de un derecho constitu-
cional se hubiese generado con posterioridad a la interposición de la acción
138
ALEXANDER RIOJA BERMÚDEZ
139
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(27) ORÉ CHÁVEZ, Iván. “Sobre la responsabilidad civil derivada de la infracción constitucional”.
En: <http://www.derechoycambiosocial.com/revista009/responsabilidad%20civil.htm>. Consulta realizada
el 11/03/2014.
140
ALEXANDER RIOJA BERMÚDEZ
141
CAPÍTULO VII
Los problemas en el análisis
de procedencia del amparo
contra resoluciones del CNM
CAPÍTULO VII
Los problemas en el análisis
de procedencia del amparo
contra resoluciones del CNM
Giancarlo E. CRESCI VASSALLO(*)
Introducción
Desde el 2001, aproximadamente, el Tribunal Constitucional ha venido
conociendo centenares de procesos de amparo mediante los que se cuestionan
las decisiones vinculadas a los procesos de ratificación de jueces y fiscales, así
como la imposición de todo tipo de sanciones o medidas disciplinarias –cier-
tamente, la de destitución es una de las más cuestionadas– por parte del Consejo
Nacional de la Magistratura. Aun cuando cada caso concreto constituye una
historia particular con variados matices, esta situación ha permitido que el
Colegiado Constitucional vaya sentando una serie de pautas en torno a ello,
tanto antes como luego de la entrada en vigor del Código Procesal Consti-
tucional que supuso un cambio en el régimen del proceso de amparo y la
existencia de la causal de improcedencia prevista en el artículo 5, inciso 7)
del código adjetivo acotado, conforme a la cual, “no proceden los procesos
constitucionales cuando se cuestionen las resoluciones definitivas del Consejo
Nacional de la Magistratura en materia de destitución y ratificación de jueces
y fiscales, siempre que dichas resoluciones hayan sido motivadas y dictadas
con previa audiencia al interesado”.
Ello ha originado que en la práctica, las demandas sean, sino todas, en
su gran mayoría, rechazadas de modo liminar casi de manera automática por
muchos jueces de la República, e incluso, generándose pronunciamientos
contradictorios al interior del propio Tribunal Constitucional –unas veces se
declara la improcedencia de las demandas a pesar de su rechazo liminar; otras,
en virtud de ese rechazo liminar, se ordena la admisión a trámite para luego
evaluar el fondo del asunto; y, otras se desestiman por infundadas–. El punto
es, desde nuestro humilde punto de vista, que la evaluación de si una reso-
lución ha sido motivada y dictada con previa audiencia al interesado, cons-
tituye una evaluación de fondo, y por lo tanto, no correspondería declarar la
145
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
improcedencia de las demandas, menos aún de modo liminar, sino optar por
declararlas infundadas. Y, el otro punto es que esta situación viene generada
por el propio Código Procesal Constitucional al regular este aspecto como una
causal de improcedencia. Conviene recordar, que al establecerse la anotada
causal, el legislador no ha hecho más que compatibilizar dicho artículo con
la interpretación que con anterioridad ya había realizado el Tribunal Consti-
tucional de los artículos 142 y 154.3 de la Constitución y, en aquella época,
el Colegiado no declaraba improcedentes las demandas, sino infundadas,
como correspondía. En esa medida, es objeto del presente trabajo examinar lo
que ocurre en la práctica con la referida causal de improcedencia, para cuyos
efectos, será pertinente revisar los alcances interpretativos que de los artículos
142 y 154.3 de la Constitución ha establecido el Tribunal Constitucional, los
problemas de aplicación que se han generado, incluso a partir de la propia
jurisprudencia del Colegiado Constitucional, para concluir con algunas con-
sideraciones finales.
I. El numeral 5.7 del Código Procesal Constitucional y su compatibi-
lidad con la interpretación de los artículos 142 y 154.3 de la Cons-
titución que realizó el Tribunal Constitucional
El artículo 154.3 de la Constitución(1) –al igual que el numeral 142
de la Norma Fundamental(2) en materia de evaluación y ratificación de
jueces– prescribe que la resolución de destitución expedida por el Consejo
Nacional de la Magistratura en forma motivada y con previa audiencia
del interesado es inimpugnable. Como puede apreciarse, en uno u otro
caso el efecto es el mismo: no pueden someterse a revisión, o lo que es lo
mismo, no pueden ser impugnadas en sede judicial, las resoluciones del
Consejo Nacional de la Magistratura en materia de ratificación o desti-
tución de magistrados, salvo en el caso de la ausencia de dos presupuestos
bien precisos –motivación y previa audiencia al interesado, que no es otra
(1) Cfr. El artículo 154.3 de la Constitución: Son funciones del Consejo Nacional de la Magistratura:
Aplicar la sanción de destitución a los Vocales de la Corte Suprema y Fiscales Supremos y, a solicitud
de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, respectivamente, a los jueces y fiscales de
todas las instancias. La resolución final, motivada y con previa audiencia del interesado, es inim-
pugnable” (el resaltado es nuestro).
(2) Cfr. Artículo 142 de la Constitución: “No son revisables en sede judicial las resoluciones del
Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, ni las del Consejo Nacional de la Magistratura
en materia de evaluación y ratificación de jueces” (el resaltado es nuestro).
146
GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
(3) Cfr. El artículo 5.7 del Código Procesal Constitucional: Causales de improcedencia: No proceden los
procesos constitucionales cuando: “Se cuestionen las resoluciones definitivas del Consejo Nacional
de la Magistratura en materia de destitución y ratificación de jueces y fiscales, siempre que dichas
resoluciones hayan sido motivadas y dictadas con previa audiencia al interesado” (el resaltado es
nuestro).
(4) Cfr. artículo 139.3 de la Constitución: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: La
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser desviada de la
jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los previamente esta-
blecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas
al efecto, cualquiera sea su denominación”.
147
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Una interpretación aislada de los artículos 142 y 154.3 viola los más ele-
mentales principios de interpretación constitucional (unidad de la Constitución
y concordancia práctica), pues despoja a los derechos fundamentales de toda
garantía jurisdiccional de protección, y resulta contraria al principio de fuerza
normativa de la Constitución (artículo 51)(5) y al de corrección funcional, pues
no solo desconoce el carácter vinculante de la Constitución, sino también la
función de contralor de la constitucionalidad conferida al Tribunal Constitu-
cional por mandato del artículo 201 de la Norma Fundamental(6). A ello cabe
agregar que dicha interpretación confunde la autonomía que ha sido constitu-
cionalmente reconocida al Consejo Nacional de la Magistratura (artículo 150
de la Constitución(7)) con autarquía, pues pretende, so pretexto de ello, que sus
resoluciones no sean objeto de control constitucional cuando eventualmente
puedan resultar contrarias a los principios y derechos fundamentales reco-
nocidos en la Carta Fundamental.
(5) Cfr. El artículo 51 de la Constitución: “La Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley,
sobre las normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia
de toda norma del Estado”.
(6) Cfr. El artículo 201 de la Constitución: “El Tribunal Constitucional es el órgano de control de la
Constitución. (…)”.
(7) Cfr. El artículo 150 de la Constitución: “El Consejo Nacional de la Magistratura se encarga de la
selección y el nombramiento de los jueces y fiscales, salvo cuando estos provengan de elección
popular. El Consejo Nacional de la Magistratura es independiente y se rige por su Ley Orgánica”.
148
GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
(8) Cfr. El artículo 200.2 de la Constitución: “Son garantías constitucionales: La Acción de Amparo,
que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona,
que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la Constitución, con excepción de los
señalados en el inciso siguiente. No procede contra normas legales ni contra Resoluciones Judiciales
emanadas de procedimiento regular”.
(9) Cfr. El artículo 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”. Artículo
25 de la Convención Americana de Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o
la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio
de sus funciones oficiales”.
(10) Cfr. La Cuarta Disposición Final Transitoria de la Constitución: “Las normas relativas a los derechos
y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Uni-
versal de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias
ratificados por el Perú”.
(11) Cfr. El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional: “El contenido y alcances
de los derechos constitucionales protegidos por los procesos regulados en el presente Código deben
interpretarse de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados sobre
149
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
derechos humanos, así como de las decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre
derechos humanos constituidos según tratados de los que el Perú es parte”.
(12) Cfr. Sentencia recaída en el Expediente Nº 08333-2006-PA/TC, caso Miguel Ángel Tomayconza
Fernández Baca, fundamento 3.
(13) Cfr. Sentencia recaída en el Expediente Nº 02409-2002-AA/TC, fundamento 2.
150
GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Conclusión
Los artículos 150 y 154 de la Constitución instituyen al Consejo Nacional
de la Magistratura como el órgano constitucional encargado de la selección,
nombramiento, ratificación y destitución de los jueces y fiscales. En efecto, de
conformidad con los mismos, el Consejo Nacional de la Magistratura cons-
tituye el único órgano competente para nombrar, previo concurso público de
méritos y evaluación personal, a los jueces y fiscales de todos los niveles;
ratificar, cada siete años, a los jueces y fiscales de todos los niveles; aplicar la
sanción de destitución a los Vocales de la Corte Suprema y Fiscales Supremos
y, a solicitud de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, res-
pectivamente, a los jueces y fiscales de todas las instancias; y, extender a los
jueces y fiscales el título oficial que los acredita como tales, sin perjuicio de
las demás atribuciones que su Ley Orgánica le reconoce.
Por su parte, el Tribunal Constitucional es un órgano constituido sometido
a la Constitución y a su ley orgánica. En su función de Máximo Intérprete
constitucional (art. 201 de la Constitución y art. 1 de su Ley Orgánica), tiene
el deber de integrar todas las normas constitucionales, y otorgar así seguridad
jurídica y unidad normativa al Derecho Constitucional, garantizando el respeto
a los derechos fundamentales y la primacía normativa de la Constitución,
156
GIANCARLO E. CRESCI VASSALLO
157
CAPÍTULO VIII
El plazo para plantear
la demanda en los procesos
constitucionales
CAPÍTULO VIII
El plazo para plantear la demanda
en los procesos constitucionaless
José Miguel ROJAS BERNAL(*)
Introducción
Dentro de las causales de improcedencia que prevé el Código Procesal
Constitucional para las demandas de amparo, hábeas data y cumplimiento
(art.5), se encuentra aquella referida al plazo que tiene el afectado para su
interposición (inciso 10), el cual es de sesenta (60) días hábiles en los amparos
ordinarios, y de treinta (30) tratándose del amparo contra resolución judicial
(artículo 44), el primero de los cuales resulta extensible al hábeas data y al
cumplimiento (arts. 65 y 74 del Código, respectivamente).
No se trata, sin embargo, de un requisito que se derive directamente
del texto de la Constitución (como sí lo es, por ejemplo, la improcedencia
para cuestionar resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura, que ya
encontramos en los artículos 142 y 154 inciso 3 de la Constitución), sino, más
bien, una opción legislativa que se mueve dentro de lo “constitucionalmente
posible”, y ciertamente, dentro de la delegación efectuada por el constituyente
al legislador democrático para configurar las “garantías constitucionales”
(art. 200, antepenúltimo párrafo de la Constitución).
Que la causal de improcedencia referida al plazo para interponer la
demanda constitucional no se desprenda directamente de la Constitución
no quiere decir, sin embargo, que aquella no pueda justificarse a partir de
ciertos principios constitucionales y de la propia naturaleza que comparten los
procesos constitucionales de la libertad(1).
(*) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor de Derecho Constitucional.
(1) La noción de “presupuestos procesales consubstanciales” a los procesos constitucionales ha sido
desarrollada por RODRÍGUEZ SANTANDER, Roger. “Amparo y residualidad. Las interpretaciones
(subjetiva y objetiva) del artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional peruano”. En: Justicia
Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina, Año 1, Nº 2, agosto-diciembre, Lima, 2005, p.
63.
161
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
I. Normativa vigente
Como se vio, el plazo para interponer una demanda constitucional (de
amparo, hábeas data o cumplimiento) figura en el Código como una causal
de improcedencia (art. 5, inc. 10(3)), al mismo tiempo que se precisa la forma
(2) ETO CRUZ, Gerardo. Tratado del proceso constitucional de amparo. Tomo II, Gaceta Jurídica,
Lima, 2013, p. 784.
(3) Según dicha norma, no proceden los procesos constitucionales de la libertad cuando “ha vencido el
plazo para interponer la demanda, con excepción del proceso de hábeas corpus”.
162
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
(4) Este artículo señala: “El plazo para interponer la demanda de amparo prescribe a los sesenta días
hábiles de producida la afectación, siempre que el afectado hubiese tenido conocimiento del acto
lesivo y se hubiese hallado en posibilidad de interponer la demanda. Si esto no hubiese sido posible,
el plazo se computará desde el momento de la remoción del impedimento.
Tratándose del proceso de amparo iniciado contra resolución judicial, el plazo para interponer la
demanda se inicia cuando la resolución queda firme. Dicho plazo concluye treinta días hábiles
después de la notificación de la resolución que ordena se cumpla lo decidido.
Para el cómputo del plazo se observarán las siguientes reglas:
1) El plazo se computa desde el momento en que se produce la afectación, aun cuando la orden
respectiva haya sido dictada con anterioridad.
2) Si la afectación y la orden que la ampara son ejecutadas simultáneamente, el cómputo del plazo se
inicia en dicho momento.
3) Si los actos que constituyen la afectación son continuados, el plazo se computa desde la fecha en
que haya cesado totalmente su ejecución.
4) La amenaza de ejecución de un acto lesivo no da inicio al cómputo del plazo. Solo si la afectación
se produce se deberá empezar a contar el plazo.
5) Si el agravio consiste en una omisión, el plazo no transcurrirá mientras ella subsista.
6) El plazo comenzará a contarse una vez agotada la vía previa, cuando ella proceda”.
163
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
1. ¿Qué sucede en el caso del amparo contra laudo arbitral? ¿Debe apli-
carse el plazo ordinario de 60 días o, más bien el atípico de 30 días
hábiles, vale decir, homologando el laudo arbitral a una resolución
judicial?
164
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
(5) En su momento, el Tribunal Constitucional siguió también este razonamiento, aunque refiriéndose
al tema de la competencia judicial en el amparo arbitral, señalando que no era aplicable el artículo
51 del Código, el cual establecía que el amparo contra resoluciones judiciales se interponía ante la
Sala Civil de turno de la Corte Superior de Justicia respectiva (STC Exp. Nº 06149-2006-AA/TC,
fundamentos 2 a 10).
(6) La aplicación del plazo ordinario al amparo arbitral también ha sido acogida por el Tribunal
Constitucional: Cfr. por todas, STC Exp. Nº 00144-2011-AA/TC, fundamentos 7 y 8.
(7) Con todo, debemos señalar que, hace algún tiempo, el Tribunal Constitucional sugirió al legislador
establecer un plazo de prescripción más reducido para interponer una demanda de amparo contra una
resolución del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, en atención a la seguridad jurídica
que debe rodear todo proceso electoral (STC Exp. Nº 05854-2005-AA/TC, fundamento 39.c); sin
embargo, esta exhortación no ha sido acogida legislativamente hasta la actualidad.
(8) Véase, a modo de ejemplo, la RTC Exp. Nº 09425-2005-PA/TC.
(9) Por todas, se puede revisar la RTC Exp. Nº 04747-2009-PA/TC.
165
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(10) Allí se señala: “El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma
manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva”.
(11) STC Exp. Nº 05761-2009-PHC/TC, fundamento 27, punto segundo.
(12) Un ejemplo de ello puede verse en la STC Exp. Nº 01126-2011-HC/TC, fundamento 10, a).
(13) En tal sentido, si bien dicha declaración de improcedencia no es “una decisión final que se pronuncie
sobre el fondo” del asunto (art. 6 del Código), consideramos que materialmente tal pronunciamiento
sí reviste autoridad de cosa juzgada, por lo que resulta oponible a las partes del proceso y al juez
constitucional.
166
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
(14) Este artículo dispone que: “Para la procedencia del proceso de cumplimiento se requerirá que el
demandante previamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el cumplimiento del deber
legal o administrativo, y que la autoridad se haya ratificado en su incumplimiento o no haya con-
testado dentro de los diez días útiles siguientes a la presentación de la solicitud. Aparte de dicho
requisito, no será necesario agotar la vía administrativa que pudiera existir”.
(15) Esta norma señala que: “Para la procedencia del hábeas data se requerirá que el demandante pre-
viamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el respeto de los derechos a que se refiere
el artículo anterior, y que el demandado se haya ratificado en su incumplimiento o no haya contestado
dentro de los diez días útiles siguientes a la presentación de la solicitud tratándose del derecho reco-
nocido por el artículo 2 inciso 5) de la Constitución, o dentro de los dos días si se trata del derecho
reconocido por el artículo 2 inciso 6) de la Constitución. Excepcionalmente se podrá prescindir de
este requisito cuando su exigencia genere el inminente peligro de sufrir un daño irreparable, el que
deberá ser acreditado por el demandante. Aparte de dicho requisito, no será necesario agotar la vía
administrativa que pudiera existir”.
167
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Tampoco es, esta, una hipótesis que el Código haya previsto de forma
expresa. Sin embargo, el asunto ha sido abordado por la jurisprudencia cons-
titucional.
El criterio inicial del Tribunal Constitucional, forjado antes de la entrada
en vigencia del Código Procesal Constitucional, era aquel según el cual la
demanda de amparo debía interponerse dentro de los 60 días hábiles siguientes
a la publicación de la norma.
(16) Este es también el parecer del Tribunal Constitucional, cuando señala que el plazo de prescripción en
el hábeas data “puede resultar renovado con un posterior pedido a efectos de viabilizar la procedencia
de la pretensión judicial en los términos que exigen los artículos 44 y 62 del Código Procesal Cons-
titucional” (RTC Exp. Nº 0841-2012-PHD/TC, fundamento 5). Y a nuestro juicio, dicho plazo puede
ser renovado incluso cuando el que estuviera ya corriendo todavía no se ha agotado: en tal caso, el
cómputo de los 60 días hábiles deberá realizarse a partir de la notificación de la respuesta (expresa o
tácita) del demandado al segundo reclamo del actor.
(17) Un supuesto adicional al contemplado, es cuando el propio Tribunal Constitucional, sobre la base de
determinadas razones objetivas, concede un plazo adicional a la parte demandante, para que pueda
extraordinariamente interponer una demanda de amparo: es el caso, por ejemplo, de las SSTC Exps.
Nºs 05961-2009-PA/TC, fundamento 20, que tiene calidad de precedente vinculante (en materia de
autos usados); 05619-2009-AA/TC (nuevo plazo en el amparo arbitral, luego de la emisión del pre-
cedente vinculante sobre esta materia); y 02039-2007-PA/TC (así reconocido posteriormente en la
RTC Exp. Nº 03729-2011-PA/TC).
168
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
169
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
170
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
efecto con la entrada en vigor de la norma, sino que se presenta sin solución
de continuidad en el tiempo en tanto la norma no sea derogada o declarada
inválida”, por lo que no cabía computar plazo de prescripción alguno.
Siendo este el estado actual de la jurisprudencia, es posible afirmar que
siempre será más beneficioso para la persona afectada interponer su demanda
de amparo directamente contra la norma en cuestión, y no (solo) contra el acto
que materializa su aplicación, ya que en este último caso, sí regirá el plazo de
60 días hábiles que establece el artículo 44 del Código(20).
171
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
172
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
(24) En esta misma línea de razonamiento, véase la STC Exp. Nº 04893-2009-PA/TC, fundamentos 2 al 5.
173
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
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JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
176
JOSÉ MIGUEL ROJAS BERNAL
estaba ante un acto lesivo por omisión, es decir, la omisión del Ministerio
de dar respuesta al trámite iniciado por la empresa recurrente, la cual se
mantenía intacta hasta la fecha de interposición de la demanda, por lo
cual concluyó que no había operado la prescripción en el caso concreto.
Finalmente, dos reglas igualmente imprescindibles, son las siguientes:
d) Si la afectación y la orden que la ampara son ejecutadas simultáneamente,
el cómputo del plazo se inicia en dicho momento (art. 44, inc. 2).
e) El plazo comenzará a contarse una vez agotada la vía previa, cuando ella
proceda (art. 44, inc. 6).
Conclusión
Visto en perspectiva, el plazo de prescripción en el amparo (y por deri-
vación, en el cumplimiento y en el hábeas data) es un requisito de proce-
dencia que cumple un importante fin en los procesos constitucionales: generar
seguridad jurídica en las relaciones que se construyen alrededor del ejercicio
de los derechos fundamentales. Se trata de un valor tan preciado que, cuando
se lo ha tenido que llevar al “altar de la ponderación”, se han brindado razones
y argumentos de suficiente peso para ello(38). Sin embargo, ello no quita que,
también esta institución procesal, debe ser leída a partir de fin que persiguen
los procesos constitucionales como criterio rector: la tutela efectiva de los
derechos fundamentales. En esa apreciación, creemos que juega un rol des-
tacado el denominado principio pro actione, siempre y cuando nos encon-
tremos ante una duda razonable sobre el transcurso de los 60 o 30 días hábiles
que establece la ley.
177
CAPÍTULO IX
Las otras causales
de improcedencia
en el Código Procesal
Constitucional
CAPÍTULO IX
Las otras causales de improcedencia
en el Código Procesal Constitucional
Fernando MURILLO FLORES(*)
Introducción
A partir de la vigencia del Código Procesal Civil (1993) se puso en relieve
una responsabilidad judicial trascendente para el proceso: la de calificar la
demanda. El artículo 430 del Código Procesal Civil (CPC) establece: “Si el
juez califica la demanda positivamente, da por ofrecidos los medios probatorios,
confiriendo traslado al demandado para que comparezca al proceso”. Era lógico
que a partir de entonces también podía calificarse negativamente la demanda.
La calificación negativa de la demanda se materializa en dos decisiones:
la de inadmisibilidad y la de improcedencia, en ambos casos, basadas en
supuestos legalmente establecidos. En el primer caso, si no se superan las
razones de la inadmisibilidad la demanda es rechazada; en el segundo caso,
la improcedencia de la demanda importa negar el acceso a la tutela jurisdic-
cional, esta negación, siempre y cuando sea por una causa real, objetiva y
debidamente motivada, será una decisión constitucionalmente válida, caso
contrario, será una decisión inconstitucional.
Luego del Código Procesal Civil, la Ley del Proceso Contencioso Admi-
nistrativo (2001) también estableció un catálogo de causales por las que se
debe declarar improcedente una demanda y, en esa misma tendencia está el
Código Procesal Constitucional (2004). A diferencia de este código, la Ley
del Proceso Contencioso Administrativo (LPCA) establece como causales de
improcedencia, las contempladas en el artículo 427 del CPC (Cf. el artículo
23.7 del D.S. Nº 013-2008-JUS); esta remisión expresa de la LPCA al CPC, el
Código Procesal Constitucional (CPConst.) no la tiene, esta ausencia sugeriría
que no le es aplicable supletoriamente el CPC en cuanto a sus causales de
(*) Abogado por la Universidad Andina del Cusco. Magíster en Derecho Civil y Procesal Civil por la
Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Juez Superior
Titular de la Corte Superior de Justicia de Cusco.
181
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(1) No consideramos al proceso de cumplimiento, en razón a que este considera sus propios supuestos de
improcedencia. Cfr. Artículo 70 del Código Procesal Constitucional.
(2) Exp. N° 0016-2012-PI/TC, f. j. 7.
182
FERNANDO MURILLO FLORES
183
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
(4) Es importante considerar que luego del amparo laboral contra los denominados despidos arbitrarios,
el amparo contra resoluciones judiciales debe ser el que más se interpone.
184
FERNANDO MURILLO FLORES
Apelación
Casación (recurso)
Apelación
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CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
Apelación
Segundo caso:
Casación
Casación (recurso)
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FERNANDO MURILLO FLORES
Casación
Ya no existe
otro recurso
Casación (recurso)
187
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
188
FERNANDO MURILLO FLORES
Constitucional expuso: “5. Que, por consiguiente, y de acuerdo con los ar-
tículos 9 y 5.2 del Código Procesal Constitucional, la evaluación de la pre-
tensión donde se advierta la existencia de hechos controvertidos no es pro-
cedente en sede constitucional, pues carece de etapa probatoria, por lo que la
demanda debe desestimarse” y en otra sentencia expresa: “(…) este Tribunal
estima que al existir hechos controvertidos no es procedente el proceso de
amparo, pues carece de etapa probatoria, por lo que de acuerdo con los cri-
terios de procedencia establecidos en los fundamentos 8, 19 y 20 de la citada
sentencia(8) que constituyen precedente vinculante, y en concordancia con los
artículos 9 y 5.2 del Código Procesal Constitucional, corresponde declarar
improcedente la demanda”.
Como se aprecia en los casos expuestos, en realidad la improcedencia está
determinada –en principio– porla limitación del amparo frente a la actividad
probatoria necesaria para resolver el caso, al no poseer una estación probatoria.
189
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
190
FERNANDO MURILLO FLORES
(9) Código Procesal Civil. Artículo 99.- Quien pretenda, en todo o en parte, ser declarado titular del
derecho discutido, puede intervenir formulando su exigencia contra demandante y demandado.
Esta intervención solo será admisible antes de la expedición de sentencia en primera instancia.
El excluyente actuará como una parte más en el proceso. Si ofreciera prueba, esta se sujetará al
trámite propio del proceso en que comparece, otorgándose similares facultades probatorias a las
partes.
La intervención del excluyente no suspende el proceso, pero sí la expedición de la sentencia.
(10) Exp. Nº 01770-2013-PA/TC, F. 6.
191
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
V. La incompetencia
La redacción actual del artículo 51 del CPConst. determina la competencia
territorial de manera absoluta, otorgando facultad de elección al demandante,
para presentar la demanda ante el juez de su domicilio o ante el juez del lugar
donde se afectó el derecho, sin posibilidad de prórroga de dicha competencia,
bajo sanción de nulidad.
En el CPConst. no está contemplada la posibilidad de declaración de
improcedencia de la demanda por la causal de incompetencia, lo que obliga a
aplicar supletoriamente el artículo 427.4 del CPC.
Es más, en los casos en los que se infringió esta determinación absoluta
de la competencia territorial, el Tribunal Constitucional expresó: “Que en
consecuencia, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 427, inciso 4),
del Código Procesal Civil, de aplicación supletoria por mandato del artículo
IX del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, la demanda debe
ser declarada improcedente”(11).
A partir de aplicación abierta del CPC, para declarar la improcedencia de
una demanda constitucional de amparo, debe repensarse lo establecido por el
Tribunal Constitucional cuando al desarrollar lo expresado en el artículo IX
del título preliminar del CPConst, distinguiendo los procesos constitucionales
de la libertad y los ordinarios establece: “Es por esa razón que el artículo
IX del CPConst., a guisa de ejemplo, condiciona la aplicación supletoria de
códigos procesales afines, en sede de procesos de la libertad, a dos tipos de
límite: uno negativo y otro positivo; de manera que toda norma supletoria no
solo no debe contradecir los fines que persigue el amparo, sino que, además,
debe coadyuvar al mejor desarrollo de los mismos”(12) para dejar establecido
que esta aplicación de una norma procesal ajena al CPConst., lo es cuando
el proceso está en desarrollo, mas no cuando realmente exista una causal de
improcedencia a mérito de la que se deba negar el acceso a la tutela jurisdic-
cional constitucional.
192
FERNANDO MURILLO FLORES
193
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
194
FERNANDO MURILLO FLORES
195
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
que sin llegar a ser vinculante, como en los tres primeros casos, sí permiten
establecer que si un extrabajador contratado por servicios no personales o por
locación de servicios, suscribió luego un contrato CAS que concluyó en sus
propios términos, no puede dar lugar –dicha conclusión del CAS– a un debate
en el proceso de amparo sobre la contratación anterior. Si una nueva demanda
se subsume en lo anterior ¿puede admitírsela sin crear en el demandante un
peligroso espejismo de derecho? En este caso creo que estamos ante el último
párrafo del artículo VI del título preliminar del CPConst., que establece: “Los
jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los
reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a
la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por
el Tribunal Constitucional”, sin dejar de mencionar que la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional tiene la misma disposición, con el añadido de que no
cumplirla es bajo responsabilidad.
Conclusión
En lo breve de este trabajo hemos dejado establecido que el CPConst.,
además de las causales expresas de improcedencia establecidas en su artículo
5, contempla otras causales en su texto, y que en algunos casos le es de apli-
cación supletoria el CPC para tal declaración, como lo hemos expuesto en
cuanto a la incompetencia, la ausencia de legitimidad para obrar, la impo-
sibilidad jurídica del petitorio, así como la improcedencia manifiesta debi-
damente motivada.
Especial cuidado debe tenerse en el caso del amparo contra resoluciones
judiciales, cuya causal especial de improcedencia la establece artículo 4 del
CPConst., al verificarse no solo que no se haya consentido la decisión judicial
que vulnera el derecho constitucional, sino –y principalmente– la Resolución
Judicial Firme, pues ello define la intensidad del control constitucional del
proceso cuestionado.
196
JURISPRUDENCIA
Reglas para determinar el contenido
constitucionalmente protegido
STC Exp. Nº 02988-2013-PA/TC
Caso: Edmundo Goicochea Alvarado
Sentido del fallo: Improcedente la demanda
Publicada en la página web del Tribunal Constitucional el 11/08/2014
EXP. Nº 02988-2013-PA/TC-LIMA
EDMUNDO CÉSAR GOICOCHEA ALVARADO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 23 de junio de 2014
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edmundo César Goicochea
Alvarado contra la resolución de fojas 449, su fecha 16 de abril de 2013, expedida por
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada
la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que el recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normali-
zación Previsional (ONP), solicitando que se declare inaplicable la Resolución
Nº 4244-2009-ONP/DPR/DL 19990, de fecha 28 de octubre de 2009; y que, en
consecuencia, se le otorgue pensión de jubilación según el régimen general del
199
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
200
JURISPRUDENCIA
201
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
202
JURISPRUDENCIA
203
Reglas para determinar cuando una vía
jurisdiccional puede entenderse como
igualmente satisfactoria
EXP. Nº 03070-2013-PA/TC-AREQUIPA
EDDY ALFREDO BERNAL AGUEDO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Arequipa, a los 18 días del mes de julio de 2014, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Miranda Canales, Sardón de Taboada,
Espinosa-Saldaña Barrera, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Eddy Alfredo Bernal Ague-
do contra la sentencia de fojas 360, su fecha 23 de abril de 2013, expedida por la Se-
gunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que declaró infundada
la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 18 de marzo de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra
Corporación Lindley S.A., solicitando que se declare nulo el despido incausado del
que fue objeto; y que, en consecuencia, sea repuesto en el cargo de operario de
204
JURISPRUDENCIA
205
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
1. El demandante solicita su reposición en el cargo de operador de producción, sos-
teniendo que ha sido despedido incausadamente debido a que su vínculo laboral a
plazo fijo se desnaturalizó en virtud de lo dispuesto en el artículo 77 del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR; por lo que, solicita que a través del presente proceso se
ordene su reincorporación a la sociedad demandada como trabajador a plazo inde-
terminado. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y
a la protección adecuada contra el despido arbitrario.
2. Cuestiones procesales
2.1. En el presente caso, de los autos se aprecia que lo pretendido en la demanda en
realidad debe ser dilucidado en una vía diferente a la constitucional. Al respecto,
el artículo 5, inciso 2 del Código Procesal Constitucional exige examinar si, pese
a que una demanda alude al contenido protegido de un derecho constitucional, el
proceso de amparo constituye la vía adecuada para resolver el caso. En otras pala-
bras, esta causal de improcedencia exige a los jueces constitucionales realizar un
análisis sobre la pertinencia de la vía constitucional.
2.2. Como señala la mencionada disposición del Código Procesal Constitucional, úni-
camente procede acudir a la vía especial y urgente del amparo para solicitar la
protección de derechos fundamentales si no existe una vía ordinaria (específica)
que sirva de igual o mejor modo para la tutela de los mismos derechos (es decir,
si no existe una “vía igualmente satisfactoria”). Considerado debidamente, el exa-
men de esta causal de improcedencia no propone verificar simplemente si existen
“otras vías judiciales” en las que también se tutelen derechos constitucionales (de
hecho, en la mayoría de vías ordinarias se protege, de manera más o menos direc-
ta, ámbitos garantizados por derechos constitucionales), sino que debe analizarse
si tales vías ordinarias serían igual o más efectivas, idóneas o útiles que el proceso
de amparo para lograr la protección requerida.
2.3. En este contexto, a partir del análisis de la jurisprudencia del Tribunal Constitu-
cional, tenemos que existen dos perspectivas para entender cuándo una vía puede
ser considerada “igualmente satisfactoria”: una objetiva, vinculada al análisis de
la vía propiamente dicha (vía idónea), y otra subjetiva, relacionada con el examen
de la afectación iusfundamental (urgencia iusfundamental).
2.4.Desde la perspectiva objetiva, el análisis de la vía idónea puede aludir tanto:
(1) a la estructura del proceso, atendiendo a si la regulación objetiva del pro-
cedimiento permite afirmar que estamos ante una vía célere y eficaz (estructura
idónea)1, o (2) a la idoneidad de la protección que podría recibirse en la vía ordi-
naria, debiendo analizarse si la vía ordinaria podrá resolver debidamente el caso
206
JURISPRUDENCIA
207
Existencia de procesos sobre
el mismo objeto desnaturaliza escencia
extraordinaria del proceso de amparo
EXP. Nº 06293-2006-AA/TC-ICA
CARLOS BERNABÉ BERROCAL QUISPE
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 20 días del mes de abril de 2007, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, con la asistencia de los señores magistrados Landa Arroyo, Alva Orlandini y
Bardelli Lartirigoyen, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Carlos Bernabé Berrocal
Quispe contra la sentencia de la Primera Sala Civil Mixta Descentralizada de Chincha
de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 292, su fecha 24 de abril de 2006, que
declara improcedente la demanda de amparo de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 13 de setiembre de 2005, el recurrente interpone demanda de amparo con-
tra Compañía Hotel Paracas S.A., solicitando que se declare inaplicable la carta de
despido de fecha 23 de agosto de 2005, y que, por consiguiente, se ordene su repo-
sición y el reintegro de todas las remuneraciones dejadas de percibir. Manifiesta que
fue despedido en represalia por su condición de secretario de defensa del Sindicato de
Trabajadores de la Compañía Hotel Paracas S.A.
208
JURISPRUDENCIA
209
Agotamiento de la vía previa busca que la
Administración revise sus propios actos
EXP. Nº 02833-2006-PA/TC-LIMA
MILDER SIDANELIA LLAMOSAS LAZO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 28 días del mes de noviembre de 2007, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los magistrados Landa Arroyo, Beaumont Callirgos y Eto Cruz,
pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Milder Sidanelia Llamo-
sas Lazo contra la sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fojas 213, su fecha 30 de noviembre de 2005, que declara infundada la de-
manda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 3 de setiembre de 2003, la recurrente interpone demanda de amparo contra
el Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), solicitando que se declaren inaplicables
los artículos 34 y 38 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR; y que, en consecuencia, se
ordene su reposición en el cargo que venía desempeñando, con el pago de las remu-
neraciones dejadas de percibir y los intereses legales correspondientes, y se formule
210
JURISPRUDENCIA
211
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
interponer la demanda de amparo “comenzará a contarse una vez agotada la vía pre-
via, cuando ella proceda”. Y porque el inciso 10) del artículo 5 del CPConst. esta-
blece que no proceden los procesos constitucionales cuando “[h]a vencido el plazo
para interponer la demanda, con excepción del proceso de hábeas corpus”.
§. El agotamiento de la vía previa
5. Sobre la finalidad del agotamiento de la vía previa, debe destacarse que este Tribu-
nal en la STC Exp. Nº 0895-2001-AA/TC, haciendo referencia al agotamiento de
la vía administrativa, que también resulta aplicable a las vías previas, ha estableci-
do que “[l]a exigencia de agotarse la vía administrativa antes de acudir al amparo
constitucional se fundamenta en la necesidad de brindar a la Administración la po-
sibilidad de revisar sus propios actos, a efectos de posibilitar que el administrado,
antes de acudir a la sede jurisdiccional, pueda en esa vía solucionar, de ser el caso,
la lesión de sus derechos e intereses legítimos”.
6. Y es que la exigencia del agotamiento de la vía previa tiene por objeto preser-
var el carácter subsidiario del proceso de amparo, evitando que el acceso a esta
jurisdicción constitucional se produzca sin dar oportunidad a la Administración
Pública de pronunciarse y, en definitiva, de remediar la lesión que luego se invoca
en el proceso de amparo, pues conforme al artículo 38 de la Constitución tiene el
deber “de respetar, cumplir y defender la Constitución”.
7. No obstante su obligatoriedad, existen determinadas circunstancias que pueden
convertir el agotamiento de la vía administrativa en un requisito perverso o en un
ritualismo inútil, particularmente, cuando de la afectación de derechos fundamen-
tales se trata. En tales casos, se exime al administrado de cumplir esta obligación.
Las variables, en sentido enunciativo, de esas excepciones se encuentran recogi-
das en el artículo 46 del CPConst.
8. De otro lado, debe señalarse que, tratándose de agresiones atribuidas a las entida-
des que conforman la Administración Pública, la vía previa viene constituida por
la vía administrativa, que siempre viene configurada por los recursos administra-
tivos y el procedimiento administrativo, que son conocidos, tramitados y resuel-
tos al interior de la propia entidad. En cambio, tratándose de agresiones atribuidas
a particulares o personas jurídicas, el afectado estará sujeto a tal exigencia, única-
mente si el estatuto de aquella contempla el referido procedimiento, ya que según
el inciso 3) del artículo 46 del CPConst. no será exigible el agotamiento de las vías
previas si esta “no se encuentra regulada”.
9. Para que se cumpla el agotamiento de la vía previa, no basta la sola presentación
de los recursos administrativos por parte del demandante, sino que estos deben
cumplir con los requisitos establecidos por la ley para su validez y eficacia ad-
ministrativa. Asimismo, los recursos administrativos, para que den inicio al ago-
tamiento de la vía previa y suspendan el cómputo del plazo de prescripción, de-
ben ser presentados en el plazo legalmente estipulado para ello, ya que un acto
administrativo que no es impugnado dentro del plazo adquiere la calidad de cosa
212
JURISPRUDENCIA
213
Corresponde declarar la improcedencia
si los hechos vulneratorios cesan antes
de la presentación de la demanda
EXP. N° 04475-2012-PHC/TC-HUÁNUCO
EDWIN JHON RAMÍREZ DÍAZ
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 13 de marzo de 2013
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Teodosio Ramírez Cande-
lario, a favor de don Edwin Jhon Ramírez Díaz, contra la resolución expedida por
la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, de fojas
199, su fecha 1 de octubre de 2012, que declaró improcedente la demanda de hábeas
corpus de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que con fecha 3 de setiembre de 2012, don Teodosio Ramírez Candelario interpone
demanda de hábeas corpus a favor de don Edwin Jhon Ramírez Díaz, y la dirige
contra el agente penitenciario del Establecimiento Penitenciario de Huánuco, don
Michael Guillermo Carbajal Laurente, así como contra el director de dicho centro
reclusorio, denunciando que con fecha 27 y 29 de junio de 2012 el citado agente
214
JURISPRUDENCIA
215
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
216
No basta la identidad de las partes
procesales para declarar la existencia
de litispendencia
EXP. Nº 984-2004-AA/TC-APURÍMAC
SANTOS CARRIÓN LEÓN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 días del mes de julio de 2004, la Sala Segunda del Tribunal Cons-
titucional, integrada por los señores magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli
Lartirigoyen y García Toma, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Santos Carrión León contra la sentencia
de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, de fojas 127, su fecha
27 de febrero de 2004, que declara fundada la excepción de litispendencia y por con-
cluido el proceso de acción de amparo de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 5 de setiembre de 2003, el recurrente interpone acción de amparo contra el
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Abancay, solicitando que se lo reponga en
el puesto de policía municipal que venía desempeñando en dicha entidad. Alega que
prestó servicios para la Municipalidad en condición de contratado por más de 3 años,
hasta el 31 de diciembre de 2002, fecha en que culminó su contrato; que, sin embargo,
el nuevo Alcalde dispuso en forma verbal la continuidad de las funciones que venía
desempeñando, sin que a la fecha de interposición de la demanda se hubiese cumplido
217
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
218
JURISPRUDENCIA
219
Debida motivación debe garantizarse
especialmente en resoluciones
que impongan sanciones
A una primera lectura del artículo 5.7 del Código Procesal Constitucional
pareciera que son improcedentes las demandas que cuestionen las resolu-
ciones emitidas por el Consejo Nacional de la Magistratura. No obstante,
se entiende que será así en tanto dichas decisiones respeten el derecho fun-
damental a la debida motivación. De esta forma, queda esta establecido
SUMILLA
que la exigencia a la debida motivación no solo se circunscribe a las reso-
luciones jurisdiccionales, sino que también abarca las de índole adminis-
trativa. Es imperativo, entonces, que las resoluciones sancionatorias con-
tengan una motivación adecuada a derecho, como una manifestación del
principio de tutela jurisdiccional e interdicción de la arbitrariedad.
EXP. Nº 08333-2006-PA/TC-LIMA
MIGUEL ÁNGEL TOMAYCONZA FERNÁNDEZ-BACA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 18 días del mes de octubre de 2006, reunido el Tribunal Constitucional
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados García
Toma, presidente; Gonzales Ojeda, vicepresidente; Alva Orlandini, Bardelli Lartiri-
goyen, Landa Arroyo y Mesía Ramírez, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Miguel Ángel Tomaycon-
za Fernández-Baca contra la sentencia de la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fojas 463, su fecha 15 de marzo de 2006, que declaró improcedente
la demanda de amparo de autos.
220
JURISPRUDENCIA
ANTECEDENTES
Con fecha 11 de diciembre de 2003, el recurrente interpone demanda de amparo con-
tra el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y el Poder Judicial (Oficina de
Control de la Magistratura - OCMA), a fin de que, como pretensión principal, se pro-
ceda a la reposición de los derechos de defensa y al debido proceso limitado por los
emplazados, razón por la que deberá declararse la nulidad de todo lo actuado a par-
tir de la fecha de dicha violación, incluyendo la resolución final del Consejo Nacio-
nal de la Magistratura; y, como pretensión subordinada, se declare inaplicable el inci-
so 4) del artículo 286 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulnerar el derecho
a la libertad de trabajo. Respecto a la violación del debido proceso, aduce que ha sido
destituido del cargo de Vocal Titular de la Corte Superior de Justicia de Puno por su
actuación como Presidente de dicha Corte y tras habérsele seguido un proceso disci-
plinario por parte de la OCMA, entidad encargada de realizar la investigación e im-
poner la sanción, lo cual no conlleva la destitución de magistrados. Refiere que se
propuso al Presidente del Poder Judicial formular ante el Consejo Nacional de la Ma-
gistratura su destitución, por supuestamente haber transgredido la prohibición pre-
vista en el artículo 196.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, cargo que no logró
desvirtuar por habérsele recortado el derecho de defensa. Precisa que el vicio se ha
producido en el desarrollo de las investigaciones realizadas por la OCMA, pues se
le negó el derecho a informar oralmente pese a que ello fue oportunamente solicita-
do, pues hubo un cambio de fecha del que no tuvo conocimiento a su tiempo ya que
se encontraba de licencia en la ciudad de Lima, todo lo cual convertía en nula dicha
programación. Sostiene que partir de entonces ha venido reclamando por tal agravio,
lo que se refleja en los medios impugnatorios deducidos, los cuales han sido desesti-
mados de plano y sin fundamento racional. Alega que la OCMA escogió como vale-
dera la prueba del quejoso y desconoció la suya, debido a la “pretensión” de empren-
der un negocio privado, proponiendo su destitución tras entender que la tentativa era
igual a la consumación y, lo que es más grave, como si la tentativa fuera la causal re-
clamada por la norma para su procedencia, lo que, a su juicio, evidentemente vulne-
ra el debido proceso, pues además se utilizó una prueba prohibida y proscrita por la
Constitución, esto es, una cinta de audio previamente editada contenía una conversa-
ción como consecuencia de las relaciones comerciales entre el quejoso y su cónyuge.
Agrega que, por su parte, el Consejo Nacional de la Magistratura aplicó un dispositi-
vo legal que no formó parte de la investigación en la instancia inferior (OCMA), por
lo que el debido proceso también se vulneró, ya que no existió un correlato con un su-
puesto de hecho en la realidad. Alega que, conforme al artículo 211 de la Ley Orgáni-
ca del Poder Judicial, no procedía su destitución pues previamente no había sido san-
cionado con la medida disciplinaria de suspensión, habiendo en cambio acreditado en
autos, conforme a la certificación de la OCMA, que no registraba medida disciplinaria
anterior alguna. Manifiesta que el Consejo debió devolver el expediente a la OCMA,
y no rebasar arbitrariamente sus facultades y modificar la tipificación sin una nueva
acusación y sin nuevo debate, y que además, tampoco motivó debidamente su resolu-
ción. Arguye que se ha atentado contra su derecho a la instancia plural, pues el recur-
so de reconsideración interpuesto no mereció pronunciamiento alguno. Respecto a la
221
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
222
JURISPRUDENCIA
FUNDAMENTOS
Petitorio y Consideraciones Previas
1. Mediante la demanda de autos, el recurrente pretende que se deje sin efecto la des-
titución ordenada por el Consejo Nacional de la Magistratura como consecuencia
del procedimiento disciplinario instaurado en su contra.
2. El artículo 154.3 de la Constitución dispone que la resolución de destitución expe-
dida por el Consejo Nacional de la Magistratura en forma motivada y con previa
audiencia del interesado es inimpugnable.
3. Respecto del carácter inimpugnable de las resoluciones del Consejo Nacional de
la Magistratura –en materia de destitución– o, lo que es lo mismo, no revisables
en sede judicial –en materia de evaluación y ratificación–, conforme lo establece
el artículo 142 de la Constitución, este Tribunal ha establecido1, en criterio que re-
sulta aplicable, mutatis mutandi, que “el hecho de que una norma constitucional
pueda ser analizada a partir de su contenido textual no significa que la función del
operador del Derecho se agote, en un encasillamiento elemental o particularizado,
con el que se ignore o minimice los contenidos de otros dispositivos constituciona-
les, con mayor razón si resulta evidente que aquellos resultan siendo no un simple
complemento, sino en muchos casos una obligada fuente de referencia por su re-
lación o implicancia con el dispositivo examinado. La verdad, aunque resulte ele-
mental decirlo, es que las consideraciones sobre un determinado dispositivo cons-
titucional solo pueden darse cuando aquellas se desprenden de una interpretación
integral de la Constitución, y no de una parte o de un sector de la misma (...)”.
4. En efecto, “(...) cuando el artículo 142 de la Constitución establece que no son re-
visables en sede judicial las resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratu-
ra en materia de evaluación y ratificación de Jueces (...), el presupuesto de vali-
dez de dicha afirmación se sustenta en que las consabidas funciones que le han
sido conferidas a dicho organismo sean ejercidas dentro de los límites y alcances
que la Constitución le otorga, y no dentro de otros distintos, que puedan convertir-
lo en un ente que opera fuera o al margen de la misma norma que le sirve de sus-
tento. En el fondo, no se trata de otra cosa sino de la misma teoría de los llama-
dos poderes constituidos, que son aquellos que operan con plena autonomía dentro
de sus funciones, pero sin que tal característica los convierta en entes autárquicos
que desconocen o hasta contravienen lo que la misma Carta les impone. El Con-
sejo Nacional de la Magistratura, como cualquier órgano del Estado, tiene límites
en sus funciones, pues resulta indiscutible que estas no dejan en ningún momento
de sujetarse a los lineamientos establecidos en la norma fundamental. Por consi-
guiente, sus resoluciones tienen validez constitucional en tanto las mismas no con-
travengan el conjunto de valores, principios y derechos fundamentales de la perso-
na contenidos en la Constitución, lo que supone, a contrario sensu, que si ellas son
223
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
ejercidas de una forma tal que desvirtúan el cuadro de principios y valores mate-
riales o los derechos fundamentales que aquella reconoce, no existe ni puede exis-
tir ninguna razón que invalide o deslegitime el control constitucional señalado a
favor de este Tribunal en los artículos 201 y 202 de nuestro Texto Fundamental”2.
5. No puede, pues, alegarse ningún tipo de zona invulnerable a la defensa de la cons-
titucionalidad o la protección de los derechos humanos, toda vez que la limita-
ción que señala el artículo 142 de la Constitución –como la prevista por el nume-
ral 154.3– no puede entenderse como exención de inmunidad frente al ejercicio de
una competencia ejercida de modo inconstitucional, pues ello supondría tanto que
se proclamase que en el Estado Constitucional de Derecho se pueden rebasar los
límites que impone la Constitución, como que contra ello no exista control jurídi-
co alguno que pueda impedirlo.
6. En tal sentido, las resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura en materia
de destitución podrán ser revisadas en sede judicial, en interpretación, a contrario
sensu, del artículo 154.3 de la Constitución, cuando sean expedidas sin una debida
motivación y sin previa audiencia al interesado.
7. En el presente caso, la destitución impuesta al demandante constituye una sanción
que tiene como marco un procedimiento sancionatorio en sede administrativa, de
tal manera que, en tanto su finalidad es pronunciarse sobre actos u omisiones an-
tijurídicas que pudiera haber cometido el demandante, en todos los casos la vali-
dez de la decisión final dependerá del respeto del derecho de defensa y de que
esté sustentada en pruebas que incriminen a su autor como responsable de
una falta sancionable3.
8. Asimismo, debe tenerse presente que, en todo Estado Constitucional y Democrá-
tico de Derecho, la motivación debida de las decisiones de las entidades públicas
–sean o no de carácter jurisdiccional– es un derecho fundamental que forma parte
del contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva. El derecho a la mo-
tivación debida constituye una garantía fundamental en los supuestos en que con
la decisión emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de
las personas. Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, su-
ficiente y congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia,
inconstitucional.
9. Conforme a lo expuesto, corresponde a este Tribunal determinar si el proceso san-
cionatorio sustanciado por el Consejo Nacional de la Magistratura respetó las ga-
rantías mínimas exigibles a todo procedimiento administrativo encaminado a res-
tringir derechos.
2 Ídem.
3 STC Exp. Nº 2209-2002-AA/TC.
224
JURISPRUDENCIA
225
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
226
Amparo es improcedente si busca solucionar
conflictos de Derecho Público interno
EXP. Nº 02118-2007-PA/TC-LIMA
CAJA DE PENSIONES MILITAR POLICIAL
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 9 de noviembre de 2007
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por la Caja de Pensiones Militar Po-
licial contra la resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fojas 358, su fecha 9 de noviembre de 2006, que declara liminar-
mente improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que con fecha 28 de noviembre de 2005 la recurrente interpone demanda de am-
paro contra el Ministerio de Justicia y el FEDADOI con el objeto de que cese el
proceso de distribución de los fondos que han sido transferidos por el Gobierno
de los Estados Unidos al Gobierno del Perú en virtud del Acuerdo celebrado entre
ambos Estados y aprobado a través del Decreto Supremo Nº 055-2004-RE, toda
vez que tal distribución atentaría contra el derecho de propiedad de la demandan-
te, al suponer la entrega de fondos de los cuales es titular.
227
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
228
JURISPRUDENCIA
7. Que asimismo a través de la STC Exp. Nº 2939-2004-AA/TC este Tribunal ha re-
conocido a las personas jurídicas de derecho público como titulares de algunos de-
rechos constitucionales que pertenecen a la persona humana estableciendo en di-
cho caso, a propósito del derecho al debido procedimiento administrativo que:
“(...) atendiendo a la naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al
debido procedimiento administrativo, se reconoce su extensión a las personas
jurídicas, y, entre ellas, se debe hacer extensivo dicho reconocimiento de la ti-
tularidad del derecho fundamental para el caso de las personas jurídicas de de-
recho público, pues una interpretación contraria concluiría con la incoherencia
de, por un lado, habilitar el ejercicio de facultades a las municipalidades con-
sagradas en la Constitución y, por otro, negar las garantías necesarias para que
las mismas se ejerzan y, sobre todo, puedan ser susceptibles de protección”.
reconociendo expresamente algunos derechos fundamentales a las personas
jurídicas de derecho público para hacerlos valer en sede constitucional cuando se
señala que:
“Este fundamento encuentra su sustento constitucional en el sentido de reco-
nocer a las personas jurídicas, independientemente de su naturaleza pública o
privada, que puedan ser titulares de algunos derechos fundamentales, y que en
esa medida puedan solicitar su tutela mediante los procesos constitucionales,
entre ellos, el amparo”.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confie-
re la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar la REVOCATORIA de la resolución recurrida de fecha 9 de noviembre de
2006 y la resolución del Cuadragésimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima de fecha 3 de diciembre de 2005 y ordenar se admita a trámite la demanda.
Publíquese y notifíquese.
SS. MESÍA RAMÍREZ, VERGARA GOTELLI, ÁLVAREZ MIRANDA
229
Improcedencia de la demanda
por vencimiento del plazo
para su interposición
EXP. Nº 03488-2009-PA/TC-LIMA
JOSÉ CECILIO RUIZ RODRÍGUEZ
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 24 de setiembre de 2009
VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don José Cecilio Arnaldo Ruiz
Rodríguez contra la resolución emitida por la Sala de Derecho Constitucional y So-
cial de la Corte Suprema de Justicia de la República a fojas 42, de fecha 9 de enero de
2009, que declara improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 18 de abril de 2008 el recurrente interpone demanda de amparo
contra el Titular del Primer Juzgado de Trabajo señor Julio Heyner Canales Vi-
dal, contra los vocales integrantes de la Segunda Sala Laboral de Lima señores
Yrrivarren Fallaque, Toledo Toribio, Yangali Iparraguirre y contra el Procurador
Público de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial solicitando se declare inapli-
cable: a) La Resolución Nº 36 del 12 de enero de 2007 que declaró improcedente
su pedido de nulidad de la Transacción Extrajudicial y del desistimiento de la pre-
tensión y del proceso, en el proceso laboral que iniciara contra la Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú (PUCP) sobre reconocimiento de complemento de Pen-
sión de Jubilación. b) La Resolución de Vista del 27 de junio de 2007 que confirma
230
JURISPRUDENCIA
la resolución del 12 de enero de 2007, por considerar que las citadas resoluciones
han vulnerado su derecho a la pensión y a la tutela judicial efectiva.
Específica el recurrente que interpuso demanda de otorgamiento de pensión de in-
validez complementaria contra la PUCP (Exp. Nº 250-2001), la cual fue estimada
por el Primer Juzgado de Trabajo de Lima mediante Resolución del 11 de marzo
de 2004. Ante dicha situación, la PUCP interpuso recurso de apelación siendo los
actuados elevados a la Sala demandada; estando a la espera del pronunciamiento
de la Segunda Sala Laboral el demandante suscribió con la PUCP el 17 de mayo
de 2004 un Acuerdo Extrajudicial para luego en base a ello presentar su desisti-
miento ante la Segunda Sala Laboral de Lima, la que lo aprobó mediante Resolu-
ción del 15 de junio de 2004. Finalmente, refiere que con fecha 22 de noviembre
de 2008 ante el Primer Juzgado Laboral de Lima requirió la nulidad de la Resolu-
ción del 15 de junio de 2004, ya que el derecho a la pensión es irrenunciable e in-
transferible, dicho pedido fue desestimado por las resoluciones cuestionadas en el
presente proceso.
2. Que con fecha 12 de junio de 2008, la Octava Sala Civil de Lima declaró impro-
cedente la demanda, por considerar que la demanda ha sido interpuesta fuera del
plazo prescrito por el artículo 44 del Código Procesal Constitucional. A su turno,
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República confirmando la apelada declaró improcedente la demanda por similares
argumentos.
3. Que, este Colegiado ha señalado en anteriores oportunidades que para emitir un
pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, es decir, para determinar si se
ha vulnerado algún derecho fundamental, prima facie se deberá verificar si es que
la demanda de amparo cumple con los requisitos de procedibilidad.
4. Que en el recurso de agravio constitucional que corre a foja 56 del cuaderno de la
Corte Suprema, el recurrente afirma que la afectación a sus derechos constitucio-
nales invocados se ha producido al haberse emitido las resoluciones cuestionadas
que declararon improcedente su pedido de nulidad de la Resolución por la que se
aprobó la Transacción extrajudicial que suscribiera con la PUCP sobre derecho
de carácter irrenunciable (pensión) y; del desistimiento de la pretensión y del
proceso aprobado en el proceso laboral que sostuvo con la precitada universidad.
5. Que, de conformidad con el segundo párrafo del artículo 44 del Código Procesal
Constitucional “(...) Tratándose del proceso de amparo iniciado contra resolución
judicial, el plazo para interponer la demanda se inicia cuando la resolución que-
da firme. Dicho plazo concluye treinta días hábiles después de la notificación de
la resolución que ordenase cumpla lo decidido”. De lo señalado se entiende que el
cómputo del plazo de prescripción en amparo contra resoluciones judiciales invo-
lucra a dos resoluciones diferentes, así se inicia el plazo para interponer el amparo
con la notificación al demandante en amparo de la Resolución firme que lesiona
algún derecho constitucional y concluye dicho plazo treinta días después de noti-
ficada la Resolución que ordena el cumplimiento de la decisión que se encuentra
231
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
firme. Es pertinente, sin embargo, referir que existen resoluciones firmes que por
su naturaleza no requieren de la emisión de una resolución que ordene su cum-
plimiento. En estos casos el plazo regulado en el artículo 44 del Código Adjeti-
vo mencionado se computa desde el día siguiente de notificada esta. En todo caso
y de existir duda en la aplicación del plazo de prescripción se debe estar a lo dis-
puesto por el principio pro actione reconocido en el artículo III del Título Prelimi-
nar del Código Procesal Constitucional.
6. Que corre desde fojas 67 a 72 del principal copias de las notificaciones de las re-
soluciones impugnadas por el recurrente, así tenemos: a) El 24 de enero de 2007
le fue notificada al demandante la Resolución Nº 36 del 12 de enero de 2007 (fojas
68); b) El 24 de julio de 2007 se notificó al demandante la Resolución de Vista del
27 de junio de 2007 que confirma la resolución del 12 de enero de 2007.
En dicho contexto este Tribunal observa que ha transcurrido en exceso el plazo
contemplado en el artículo 44 del Código Procesal Constitucional. A igual conclu-
sión se arriba si consideramos la notificación de la Resolución Nº 39 emitida por
el Juzgado emplazado realizada el 15 de noviembre de 2007, por la cual ordenó se
cumpla con lo ejecutoriado.
Estando a lo dicho la presente demanda debe ser desestimada en aplicación del ar-
tículo 5 inciso 10) del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de amparo.
Publíquese y notifíquese.
SS. VERGARA GOTELLI, MESÍA RAMÍREZ, LANDA ARROYO, BEAUMONT
CALLIRGOS, CALLE HAYEN, ETO CRUZ, ÁLVAREZ MIRANDA
232
ÍNDICE GENERAL
Índice general
Presentación.............................................................................................................. 5
CAPÍTULO I
La esencia de los procesos constitucionales
y su relación con la procedencia de la demanda constitucional
Luis Castillo Córdova
Introducción.............................................................................................................. 9
I. Sobre los elementos que hacen a la esencia de los procesos constitucionales..... 10
1. La protección del contenido esencial o constitucional de los derechos
fundamentales............................................................................................. 11
2. El carácter manifiesto y no litigioso de las agresiones............................... 17
II. Sobre la justificación de las causales de improcedencia de los procesos cons-
titucionales de la libertad.................................................................................. 19
1. La formulación de una regla general de procedencia................................. 19
2. Las causales de improcedencia en el Código Procesal Constitucional....... 20
3. Otras causales de improcedencia no recogidas en el artículo 5 del Código
Procesal Constitucional............................................................................... 28
Conclusión: cuando el ser de los procesos constitucionales exige un deber ser a la
hora de su tratamiento legislativo y jurisprudencial................................................. 29
CAPÍTULO II
Contenido constitucionalmente protegido:
un esbozo de reglas para su determinación
Edwin Figueroa Gutarra
Introducción.............................................................................................................. 33
I. Contenido esencial, no esencial y adicional de un derecho fundamental......... 35
II. Contenido constitucionalmente protegido de un derecho fundamental............ 37
III. Praxis e improcedencia en relación con el contenido constitucionalmente
protegido........................................................................................................... 38
IV. Condiciones de procedencia de la causal relativa al contenido constitucional
protegido........................................................................................................... 43
235
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
CAPÍTULO III
Vías específicas e igualmente satisfactorias
Luis Miguel Zavaleta Revilla
Introducción.............................................................................................................. 51
I. Del amparo alternativo al amparo residual....................................................... 52
II. Relación entre los artículos 5.1 y 5.2 del Código Procesal Constitucional...... 53
III. Aproximaciones al concepto de vías específicas e igualmente satisfactorias... 54
1. Reciente criterio del Tribunal Constitucional sobre las vías igualmente
satisfactorias................................................................................................ 61
IV. Vías igualmente satisfactorias en nuestro ordenamiento jurídico..................... 64
1. El proceso laboral........................................................................................ 64
2. El proceso contencioso-administrativo....................................................... 67
3. El proceso civil............................................................................................ 69
Conclusión ............................................................................................................... 72
CAPÍTULO IV
Litispendencia y procedencia
de los procesos constitucionales
Martín Alejandro Sotero Garzón
Introducción.............................................................................................................. 75
I. El amparo como proceso constitucional-urgente.............................................. 76
II. El acceso al amparo: La lectura constitucional de todos los supuestos con-
templados en el artículo 5 del Código Procesal Constitucional....................... 78
III. La litispendencia como causal de improcedencia de acuerdo al Código Pro-
cesal Constitucional.......................................................................................... 81
1. La relación entre pretensiones..................................................................... 82
2. La litispendencia y su efecto excluyente ante la identidad de pretensiones.... 83
3. La eficacia excluyente de la litispendencia en los procesos de amparo...... 86
4. El devenir jurisprudencial: la interpretación concurrente del inciso 3) y la
segunda disposición del inciso 6) del Código Procesal Constitucional...... 89
236
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO V
Sentido constitucional de las vías previas
Raffo Velásquez Meléndez
Introducción.............................................................................................................. 99
I. Significado de las vías previas.......................................................................... 100
II. Vía previa y autonomía administrativa............................................................. 102
III. Restricción del derecho de acceso a la justicia................................................. 105
IV. Sobre la exigencia de agotar vías previas privadas . ........................................ 107
V. ¿El derecho de asociación como fundamento de las vías previas privadas?....... 109
1. Sobre el derecho de asociación................................................................... 109
2. ¿El contenido constitucionalmente protegido del derecho de asociación exige
respetar las vías previas previstas en los estatutos o en normas internas? . ..... 112
Conclusión................................................................................................................ 116
CAPÍTULO VI
La sustracción de la materia
en los procesos constitucionales
Alexander Rioja Bermúdez
Introducción.............................................................................................................. 119
I. Finalidad de los procesos constitucionales....................................................... 121
II. Sustracción de la materia.................................................................................. 124
III. Rechazo de la demanda..................................................................................... 131
IV. La amenaza o violación de un derecho constitucional...................................... 133
V. Irreparabilidad del derecho............................................................................... 135
Conclusión................................................................................................................ 138
CAPÍTULO VII
Los problemas en el análisis
de procedencia del amparo contra resoluciones del CNM
Giancarlo E. Cresci Vassallo
Introducción.............................................................................................................. 145
I. El numeral 5.7 del Código Procesal Constitucional y su compatibilidad con
la interpretación que de los artículos 142 y 154.3 de la Constitución realizó
el Tribunal Constitucional................................................................................ 146
237
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES
CAPÍTULO VIII
El plazo para plantear la demanda
en los procesos constitucionales y supuestos controvertidos
José Miguel Rojas Bernal
Introducción.............................................................................................................. 161
I. Normativa vigente............................................................................................. 162
II. Tipos de plazo................................................................................................... 164
1. ¿Qué sucede en el caso del amparo contra laudo arbitral? ¿Debe aplicar-
se el plazo ordinario de 60 días o, más bien el atípico de 30 días hábiles,
vale decir, homologando el laudo arbitral a una resolución judicial?......... 164
2. Si bien el Código establece que no existe plazo alguno para plan-
tear una demanda de hábeas corpus, ¿cambia en algo esta regla cuando
lo que cuestiona la demanda es una resolución judicial?............................ 165
3. ¿Cómo opera el plazo de prescripción en los procesos de hábeas data y
de cumplimiento? Concretamente, la declaración de improcedencia por
el transcurso de los 60 días hábiles, ¿imposibilita la interposición de una
nueva demanda de hábeas data o de cumplimiento?................................... 166
4. ¿Es aplicable el plazo de prescripción en el amparo contra normas?......... 168
5. ¿Qué sucede en el caso de un tercero afectado por una resolución judicial
expedida en un proceso del que no fue parte? ¿Se aplica también, respec-
to de él, el plazo de 30 días hábiles?........................................................... 171
III. El cómputo del plazo: ¿a partir de qué momento (dies a quo) se comienza a
contar el plazo de prescripción?....................................................................... 172
1. Cómputo del plazo ordinario (60 días hábiles)........................................... 173
2. Cómputo del plazo extraordinario o atípico (30 días hábiles).................... 174
IV. Cómputo del plazo y naturaleza del acto lesivo................................................ 175
Conclusión................................................................................................................ 177
CAPÍTULO IX
Las otras causales de improcedencia
en el Código Procesal Constitucional
Fernando Murillo Flores
Introducción.............................................................................................................. 181
I. La improcedencia del amparo contra resolución judicial, cuando se consintió
la resolución que afecta el derecho constitucional del demandante................. 184
238
ÍNDICE GENERAL
JURISPRUDENCIA
●● STC Exp. Nº 02988-2013-PA/TC
Caso: Edmundo Goicochea Alvarado. Reglas para determinar el contenido
constitucionalmente protegido.......................................................................... 199
●● STC Exp. Nº 03070-2013-PA/TC
Caso: Eddy Bernal Aguedo. Reglas para determinar cuando una vía jurisdic-
cional puede entenderse como igualmente satisfactoria................................... 204
●● STC Exp. Nº 06293-2006-PA/TC
Caso: Carlos Berrocal Quispe. Existencia de procesos sobre el mismo objeto
desnaturaliza escencia extraordinaria del proceso de amparo.......................... 208
●● STC Exp. Nº 02833-2006-PA/TC
Caso: Milder Llamosas Lazo. Agotamiento de la vía previa busca que la
administración revise sus propios actos............................................................ 210
●● RTC Exp. Nº 04475-2012-PHC/TC
Caso: Edwin Ramírez Díaz. Corresponde declarar la improcedencia si los
hechos vulneratorios cesan antes de la presentación de la demanda................ 214
●● STC Exp. Nº 00984-2004-AA/TC
Caso: Santos Carrión León. No basta la identidad de las partes procesales
para declarar la existencia de litispendencia..................................................... 217
●● STC Exp. Nº 08333-2006-PA/TC
Caso: Miguel Ángel Tomayconza Fernández-Baca. Debida motivación debe
garantizarse especialmente en resoluciones que impongan sanciones............. 220
●● STC Exp. Nº 02118-2007-PA/TC
Caso: Caja de Pensiones Militar Policial. Amparo es improcedente si busca
solucionar conflictos de Derecho Público interno............................................ 227
●● STC Exp. Nº 03488-2009-PA/TC
Caso: José Ruiz Rodríguez. Improcedencia de la demanda por vencimiento
del plazo para su interposición.......................................................................... 230
239