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De acuerdo a lo que dice mi compañero Adolfo, el precio de las cosas no es el

mismo, sin embargo, el valor de los objetos está determinado de acuerdo a cada
individuo y sus necesidades.

Hay que recordar, el Smith afirma que “los individuos, en primer lugar, buscan las
cosas estrictamente necesarias; en seguida, intentan hacerlas agradables y,
finalmente, tratan de diversificarlas y refinarlas por el placer estético”. [Hurtado
Prieto, Jimena. (2003). LA TEORÍA DEL VALOR DE ADAM SMITH: LA CUESTIÓN DE LOS
PRECIOS NATURALES Y SUS INTERPRETACIONES. Cuadernos de Economía, 22(38), 15-45.
extraído de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-
47722003000100002&lng=en&tlng=es].

Por lo tanto, en cuanto a la pregunta ¿Por qué las cosas valen lo que valen?,
podría decirse que, efectivamente, el valor está en la mente de las personas y más
allá de eso, está determinado por la deseabilidad y la necesidad que estas tienen
de algo específico. En este sentido, las propiedades intrínsecas de un objeto
pueden ayudar a determinar su valor y su precio correspondiente, pero siempre
será de acuerdo a lo que un individuo considere óptimo.

Claro está que la valoración de un bien o servicio está determinada por los
individuos (consumidores – sociedad en general), además considerando el factor
oferta- demanda se puede considerar la deseabilidad de diversos objetos o
productos. Probablemente, basándome en la paradoja del agua y el diamante, el
primer recurso no tendría menor valor que el diamante en un desierto, por
ejemplo, por eso también se debe considerar el contexto en el cual se sitúa cada
objeto de “valor”.

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