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Silvia Palma

HACIA UN ENFOQUE SEMÁNTICO DE LAS EXPRESIONES


IDIOMÁTICAS.

1) Introducción
Voy a presentar aquí dos enfoques contemporáneos del estudio de la lengua: la
teoría del léxico- gramática propuesta por Maurice Gross, y la teoría de la polifonía de
0. Ducrot. En cada caso, comenzaré por presentar brevemente las generalidades de la
teoría, para luego aplicarla a un punto que me parece presentar un gran interés: las
expresiones fijas.
Entiendo por expresión fija la combinación estable (fija) de dos o más términos,
que funciona como elemento de la frase (definición de Casares (1950, p. 170)). Para
la presentación del enfoque de M. Gross me basaré en las ideas desarrolladas en
Méthodes en syntaxe (1975) y en diversos artículos dedicados al estudio de las
expresiones fijas (1982), (1984), (1 986) y (1988).
En cuanto a la teoría de la polifonía, las nociones teóricas que utilizo son las
desarrolladas por Ducrot en Le diré et le dit (1984). Es importante señalar que Ducrot
no ha tratado específicamente el tema de las expresiones fijas y que lo que propongo
aquí es una aplicación de su teoría.

2) La teoría del léxico-gramática


M. Gross se ubica en el marco teórico del léxico-gramática, basado en la teoría
transformacional de Z. S. Harris. Dentro de este marco, la unidad de sentido es la
oración simple y no la palabra.
Se trata de un enfoque netamente sintáctico, y el objeto del estudio de M. Gross
lo constituyen las oraciones simples y las transformaciones que éstas puedan
sufrir.

J. F. Corcuera, M. Djian y A. Gaspar, eds. La Lingüística francesa. Situación y perspectivas a finales del siglo XX, Zaragoza, 1994
La postulación de transformaciones, que permiten pasar de una oración O l a una
oración 02 se ve justificada por un argumento de economía: 01 tiene determinadas
restricciones, bastante complejas, que aparecen también en 02- Si se las describe de
manera independiente, esas restricciones aparecerían dos veces en la gramática. La
solución transformacional consiste en la descripción de 01 con todas sus restricciones
y en la aplicación de una operación TR, que transforma a 01 en 02, sin afectar las
restricciones.
Para Gross, todas las transformaciones tienen excepciones (incluso las conside-
radas más generales, como el pasaje a la voz pasiva): este estado de cosas lo lleva a
considerar que una de las funciones de éstas es justamente la de diferenciar los elementos
del léxico, según que puedan o no sufrir una determinada transformación. A partir
de la lista completa (o lo más exhaustiva posible) de, por ej., los verbos o las
construcciones simples, y de las diversas propiedades que éstos presentan, se van a
poder determinar las clases sintácticas. De esta manera, dos elementos pertenecerán a
la misma clase si poseen las mismas propiedades sintácticas.
La innovación del enfoque de Gross consiste en presentar esas clases por
extensión, a través de tablas que permiten ver exactamente cuántos y cuáles elementos
de la lengua pertenecen a cada clase.
Me he limitado hasta ahora a hacer una presentación sumamente esquemática de
las ideas fundamentales de este modelo, que constituyen la base de todos los trabajos
realizados en el marco del Laboratorio de Análisis Documental y Lingüístico (LADL).
Quisiera pasar ahora a comentar la posición de Gross en lo que respecta al tratamiento
de las expresiones fijas.
Una primera idea presente en estos estudios, y que se opone a la tendencia general
en las gramáticas, es la de considerar que las expresiones fijas no constituyen
excepciones. En su artículo sobre la clasificación de las construcciones fijas (1982),
M. Gross propone un estudio sintáctico formal de estas expresiones, y toma como
ejemplo el caso de estirar la pata (morir), en la frase:
1) Pedro estiró la pata, cuyo significado no es previsible a partir de los significados
de estirar y de pata.
Observamos que:
a) el sujeto es variable, pero el verbo y el objeto no pueden ser modificados,
b) no se puede sustituir el verbo por un sinónimo, por ej.: ?alargar la pata.
c) no se puede reemplazar el objeto directo por un sustantivo sinónimo, sin que
desaparezca el significado específico de la construcción, por ej: ?. estirar la pierna.
d) no se puede modificar el artículo por un posesivo, como en: *estiró su pata.
e) no se pueden intercalar adjetivos: * estiró su larga pata.
Existen, sin embargo, ciertas posibilidades de variación:
f) el modo verbal: va a estirar la pata, me temo que estire la pata, g) se pueden
agregar algunos complementos, por ej: estiró la pata súbitamente.
A partir de estas observaciones, habría que analizar estirar la pata como una
estructura verbal, de la cual la pata sería complemento. El paso siguiente será verificar
la aplicación de transformaciones a esa construcción.
Descubrimos que:
h) la transformación de pasivo no se puede aplicar:
2) *La pata fue estirada por Pedro.
i) la interrogación tampoco:
3) - * ¿Qué estiró Pedro?
- La pata.
j) la transformación de relativa tampoco:
4) *La pata que estiró Pedro.
k) pero la pronominalización es aceptada:
5) Pedro estiró la pata y tú también la estirarás algún día.

En realidad, la imposibilidad de aplicación de ciertas transformaciones es de


carácter general y aparece también en las combinaciones libres, por ej: la pregunta
encabezada por Qué? sólo se aplica cuando el objeto directo puede ser ocupado por la
forma indefinida «algo». Desde el momento en que el reemplazo de Pedro estiró la
pata por Pedro estiró algo es inaceptabler también la interrogación será imposible.
Si el comportamiento de este tipo de expresiones se explica por el hecho de no
responder a las condiciones de aplicación de las transformaciones, es justo preguntarse
en qué medida son excepcionales.
En su artículo de (1982), Gross propone una notación específica para las
posiciones nominales fijas, encabezándolas con la letra C . De esta manera, la oración
1

Pedro estiró la pata será representada como: NOVC1, que la distinguirá de la cons-
trucción libre NOVN1, correspondiente a Pedro compró una mesa, por ejemplo.
De todas maneras, no le interesa explicar el significado o el origen de una forma
fija, sino su estructura y sus posibilidades de transformación, a través de las cuales
establecerá una clasificación del tipo siguiente:
(CO): Co V @ (sujeto fijo, complemento libre). Ej: parársele los pelos,

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(C1): No V C1 (sujeto libre, complemento directo fijo). Ej: hacer la vista gorda,
(CP1): No V Prep C1 (sujeto libre, complemento indirecto fijo). Ej: irse por las
ramas.
(C1PN): No V C1 Prep N2 (sujeto y 2 compl. libres, 1er complemento fijo). Ej:
Q

dar con un hacha a alguien.


(CNP2): No V NI Prep C2 (sujeto y 1er compl. libres, 2 complemento fijo). Ej:
Q

no dejarle hueso sano,


(C1P2): No V C1 Prep C2 (sujeto libre, dos complementos fijos). Ej: dar gato
por liebre.
Una de las primeras conclusiones de este tipo de estudio ha sido el reconocimiento
de un volumen de expresiones fijas comparable al de las formas libres, lo que justifica
plenamente su consideración como elementos no excepcionales.
Por otra parte, Gross se opone a un estudio meramente distribucional, que
afectaría una entrada léxica para cada uso: el "normal" y el "figurado". Considera que
los diferentes valores que puede tomar un verbo tienen todos un componente común
de significado, y que muchas veces es la posibilidad de opción de determinados actantes
la que determinará la naturaleza de los otros actantes y su relación con el verbo.
Coincide con J.P. Boons, quien señala que cuando el verbo conserva su sentido
"propio", ciertos complementos son optativos, mientras que en el uso «figurado» éstos
son obligatorios, por ej:
comulgar (durante la misa)
*(con ruedas de molino)
Es decir que los diferentes empleos de un verbo pueden representarse por medio
de una sola entrada, y las restricciones de presencia de los complementos indicarán
cuál de los valores está enjuego .
2

Presentaré ahora muy brevemente el estudio de una construcción particular: los


adverbios fijos construidos con como, siguiendo a Gross (1984) . 3

Desde el punto de vista sintáctico, la parte fija del complemento es regular: se


la puede obtener por reducción de frases paralelas, por ej.:
6a) Mi vecina habla como un loro
corresponde a:
6b) Mi vecina habla como (un loro) [habla]
Para Gross, el agregado de un complemento fijo como C puede tener diferentes
efectos semánticos:
a) de intensidad: 7) Pedro es (muy) bruto, como un burro.
b) estilística: 8) Juan es lento como una tortuga.
c) en un grupo pequeño de oraciones, como C aparece en posición de comple-
mento obligatorio del verbo: 9) Está perdido como perro en cancha de bochas.
No nos parece justificado hacer esta distinción semántica, ya que creemos que la
noción de intensidad está presente en todos los casos. Cada vez se relaciona al sujeto
de la oración con la cosa o la persona que se reconoce generalmente como represen-
tativa de esa característica: los burros para la ignorancia, las tortugas para la lentitud,
etc. En este sentido (y contrariamente a lo que sostiene Gross), la forma como C no
haría intervenir simplemente la redundancia, en realidad agrega contenido: no se
trata de alguien lento o bruto dentro de los límites habituales sino sumamente lento
o bruto, a tal punto que puede ser comparado con el representante por excelencia de ese
rasgo.
Es a través de un enfoque de tipo semántico como este tipo de matiz podrá ser
captado pero, antes de entrar de lleno en ese punto, hagamos una recapitulación del
aporte de Gross (y de los seguidores de su teoría):
1 ) La consideración de las expresiones fijas como elementos de la lengua que se
encuentran al mismo nivel que las construcciones libres: no son excepciones a la regla
y su volumen es comparable al de las construcciones libres.
2) Un estudio de la lengua con una importante base empírica, a través de tablas que
recopilan exhaustivamente los elementos que presentan cada una de las características
consideradas.
3) Una explicación a través de aspectos sintácticos (por ej: obligatoriedad/
opcionalidad de ciertos complementos) de los diferentes valores que corresponden a
una única entrada léxica. 4) A través de la noción de posiciones nominales fijas, la
delimitación de qué es libre y qué es fijo en una construcción, en vez de tomar al
conjunto como idiomàtico.
Paso ahora a desarrollar la segunda parte de este trabajo.
3) La teoría de la polifonía
Comenzaré por presentar las nociones básicas de esta teoría, para luego aplicarlas
al estudio de las expresiones fijas.
Ducrot (1984) retoma la problemática de la enunciación. Diremos muy esque-
máticamente que para una lingüística de la enunciación, muchas formas gramaticales,
muchas palabras del léxico, giros y construcciones tienen (al hacerse uso de ellas) la
característica constante de instaurar - o contribuir a instaurar - relaciones específicas
entre los interlocutores. Un enunciado es una ocurrencia particular de entidades
lingüísticas, que pertenece a lo observable. Realiza una oración, que constituye una

J. F. Corcuera, M. Djian y A. Gaspar, eds. La Lingüística francesa. Situación y perspectivas a finales del siglo XX, Zaragoza, 1994
entidad abstracta.
Por otra parte, hay que distinguir del enunciado y la oración, la enunciación. Se
trata del acontecimiento histórico que constituye, por sí misma, la aparición de un
enunciado, es decir, el hecho de que una oración haya sido realizada.
Es imposible desarrollar aquí el conjunto de la teoría, de modo que me limitaré a
presentar las nociones que utilizaré en mi análisis: las de enunciador y locutor.
Cuando uno habla, no se presenta forzosamente como haciéndose cargo de lo que
dice: puede poner un punto de vista en boca de otra persona (real o virtual), con respecto
al cual indicará su acuerdo, desacuerdo, etc. El enunciador es aquél a quien se atribuye
la responsabilidad de lo que se dice en el enunciado, y el locutor es el que produce
efectivamente el enunciado.
Como dije al principio, Ducrot no se ha ocupado específicamente de las expresio-
nes fijas, pero las nociones que propone son de gran utilidad para un estudio de éstas.
Vamos a retomar el ejemplo de construcción comparativa que utilizamos para
Gross:
10) (= 6) Mi vecina habla como un loro,
La explicación propuesta (la forma con como es el resultado de una reducción de
frases paralelas) lleva a considerar este ejemplo como idéntico a otros, que sin embargo
son muy diferentes desde el punto de vista semántico. Por ej:
11) Mi vecina habla como su hermana.
12) Mi vecina habla como una nina pequeña.
11 ) puede significar que tiene una voz muy parecida a la de su hermana, o que
copia su manera de hablar, por ejemplo, mientras que 12) presenta otra característica.
Ambos ejemplos tienen un contenido bien diferente del de 10).
Para dar cuenta del significado de 10), propongo considerar al verbo hablar
como escalar, es decir que a partir de él podemos atribuir predicados de diferentes grados:
hablar poco, hablar bastante, hablar mucho, etc. Mi hipótesis es que, dentro de esa
escala, hablar como un loro indica la zona de grado máximo. Así, afirmar Mi vecina
habla como un loro, implicará atribuirle una característica a un alto grado.
Para justificar esta afirmación, haremos un pequeño rodeo, que nos llevará a
considerar algunos rasgos de las oraciones exclamativas. Sabemos que las exclamacio-
nes hacen intervenir un alto grado, por ej: si un locutor dice: ¡Qué buen tiempo! nos
enteramos de que el día está muy bueno, o en el caso de ¡Quépena!, de que está muy
triste.
Las exclamaciones - y también los adverbios de enunciación - forman parte de las
llamadas expresiones de mostración: son elementos que sirven para calificar la
enunciación (y no el contenido), presentándola como provocada, "arrancada" por un
sentimiento. Este tipo de expresiones sufre restricciones, tanto de posición como de
combinación, y lo que vamos a hacer es comparar esas restricciones con las que pueda
tener nuestro ejemplo Mi vecina habla como un loro. Si éstas coinciden, habremos
probado de manera indirecta que se trata de una expresión que hace intervenir el alto
grado.
a) Afinidad con ¡a posición frontal (aunque no es obligatoria):
13a) Lamentablemente, su hermano no podrá venir.
13b) ¡Como un loro habla mi vecina!
b) Imposibilidad de interrogación:
14a)*¿Su
14b) * ¿Mi hermano no podrá
vecina habla comovenir,
un loro?lamentablemente?
c) Imposibilidad de entrar en relativas restrictivas y posibilidad de aparecer en
relativas apositivas:
15a) *Su hermano que lamentablemente no podrá venir acaba de llamar.
15b) Su hermano, que lamentablemente no podrá venir, acaba de llamar.
16a) *Mi vecina que habla como un loro se quedó afónica.
16b) Mi vecina, que habla como un loro, se quedó afónica.
d) Imposibilidad de negación:
17a) *No lamentablemente, su hermano no podrá venir.
17b) *Mi vecina no habla como un loro
De la similitud de comportamiento observada, podemos concluir que efectiva-
mente hay un alto grado en juego en la expresión que estudiamos.
Otra manera de presentarlo sería mediante la postulación de dos enunciadores:
E i y Un mismo locutor sostiene a) que X (mi vecina) conversa, punto de vista que
correspondería a Ej; b) al darse cuenta de que su afirmación es demasiado débil, se
corrige, proponiendo una formulación más fuerte, a través de E . 2

Es interesante notar que este mismo juego de enunciadores aparece en un ejemplo


de estructura sintáctica diferente: costar un ojo de la cara. Por razones de espacio, no
voy a retomar las pruebas de distribución, sólo presentaré el papel de los enunciadores.
En el enunciado:
18) A Pedro le cuesta un ojo de la cara mantener su yate.
el locutor atribuye a Ej el punto de vista según el cual a Pedro le cuesta caro

J. F. Corcuera, M. Djian y A. Gaspar, eds. La Lingüística francesa. Situación y perspectivas a finales del siglo XX, Zaragoza, 1994
mantener su yate, y luego, a través de E , se corrige para decir que le cuesta realmente
2

carísimo.
Lo que sostengo es que no está enjuego aquí una afirmación en el sentido habitual,
ya que en ese caso no habría oposición de enunciadores. Este rasgo es, justamente,
definitorio de los enunciados negativos. Se trata entonces de un tipo especial de
afirmación, que la consideración de los predicados como escalares ha permitido
identificar, y que he denominado atribución de alto grado. He presentado aquí
solamente algunos ejemplos, pero espero que permitan dar una idea de todas las
perspectivas que abre un enfoque de este tipo para el estudio de las expresiones fijas.
Nos parece ofrecer las ventajas siguientes:
1) Pone de manifiesto la riqueza de estas expresiones para transmitir un contenido
fuertemente subjetivo.
2) Da una explicación semántica a problemas eminentemente sintácticos, referi-
dos a construcciones (por ejemplo: los adverbios fijos construidos con como) o a po-
sibilidades de combinación (fenómenos de polaridad).
3) Permite considerar a las expresiones fijas dentro del modelo general de la
lengua: no se trata de excepciones sino de formas con ciertas particularidades, que se
pueden relacionar con otros elementos libres de la lengua.

El presente trabajo indica una nueva vía de estudio para el complejo fenómeno de
las expresiones fijas, tomando como base la transmisión de una evaluación subjetiva
del locutor y la consideración de los predicados de la lengua como escalares. Nos ha
parecido interesante establecer un paralelo con el modelo propuesto por Gross,
eminentemente sintáctico, para mostrar hasta qué punto se pueden dar explicaciones
muy diferentes de un mismo fenómeno, según el punto de vista desde el cual se lo
considere. Las dos perspectivas presentadas nos parecen ilustrar claramente el resul-
tado de observar un mismo objeto con herramientas diferentes.

C.N.R.S (E.H.S.S.) Paris.

NOTAS

1 Recordamos que la notación propuesta por Gross es la siguiente: N es el sintagma nominal


0

sujeto, V el verbo, Nj el primer complemento, y así sucesivamente.


2 Sin embargo, el probleme de la distinción se mantiene cuando en ambos casos el número y la
construcción de los complementos coinciden.
3 M. Gross (1984, p.237) define como adverbio fijo la categoría de complementos optativos de
la oración, que tienen carácter idiomàtico, y cuyas propiedades combinatorias con limitadas con
respecto a las de los adverbios libres.
4 El enunciado sería aceptable en caso de una negación metalinguistica.

BIBLIOGRAFÍA
CASARES, J. (1950). Introducción a la lexicografía moderna- Revista de Filología Española A

Anejo Lll, Madrid.


DUCROT, 0. (1984). El decir y lo dicho Paris, Hachette.
x

GROSS, M. (1975). Méthodes en syntaxe, Paris, Hermann.


(1982). «Une classification des phrases «figées» du français», Révue Québécoise de
linguistique, Vol. 1 1 N 2, pp. 151 - 185.
Q

(1984). «Une famille d'adverbes figés: les constructions comparatives en comme., Révue
Québécoise de linguistique Vol. 13 N 2, pp.237- 269.
Q

(1986). «Les nominalisations d'expressions figées», Langue Française N 69, pp.64- 84. Q

(1988). «Les limites de la phrase figée», Langages N 90, pp.7- 22. HARRIS, Z.S. (1976).
Q

Notes du cours de syntaxe, Paris, Le Seuil.

J. F. Corcuera, M. Djian y A. Gaspar, eds. La Lingüística francesa. Situación y perspectivas a finales del siglo XX, Zaragoza, 1994

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