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TEMA 4.

- LA POESÍA EN EL NOVECENTISMO, LAS VANGUARDIAS Y LA


GENERACIÓN DEL 27. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

En el desarrollo del tema nos estamos refiriendo al periodo cronológico situado entre
1914 (fecha en que se considera liquidado el movimiento modernista ) y 1936, en que se
produce la disolución de la Generación del 27 como grupo, consecuencia de la Guerra
Civil.
En este periodo coinciden dos movimientos renovadores de la poesía española:
el novecentismo, representado por Juan Ramón Jiménez, y los poetas de la Generación
del 27, que serán los encargados de incorporar a la poesía española algunas de las
características de los movimientos de vanguardia europeos.

El Novecentismo:
Con el nombre de “novecentistas o “Generación del 14” nos referimos a un
grupo de escritores nacidos hacia 1880 que se dan a conocer entre 1910 y 1913 y que
sirvieron de puente ente entre la generación de fin de siglo y las vanguardias.
Todos ellos poseen una sólida formación académica, lo que se refleja en sus
características más destacadas:
- En su concepción del arte, defienden lo intelectual y rechazan los rasgos subjetivos,
personales y anecdóticos. Separan la literatura y la vida, dando lugar a lo que Ortega
llamó “la deshumanización del arte”.
- Huyen del tono vehemente y apasionado y persiguen el equilibrio clásico, basado en
lo simple (arte puro), pero alejándose de lo fácil.
- Siguen empleando el simbolismo, pero lo hacen depurándolo de su sentimentalismo.
- Siguen preocupándose por la modernización de España, pero defienden el
europeísmo y lo universal frente al localismo del 98.
- El género literario característico de esta etapa es el ensayo. Esta elección les aleja
del público mayoritario, de modo que es una literatura para minorías.
La poesía novecentista está representada por Gómez de la Serna, impulsor de las
vanguardias y creador de la greguería, y especialmente, por Juan Ramón Jiménez,
que veremos después.

Los movimientos de vanguardia:


Son un conjunto de tendencias artísticas (también llamadas “Ismos”) surgidas en Europa
a partir de 1908 que tienen su apogeo en la década de los veinte y comienzan a decaer a
finales de la década, sustituidas por un movimiento de rehumanización y compromiso.
El rasgo característico de todos ellos es su deseo de romper violentamente con
los conceptos del arte heredados del siglo anterior (incluido el Modernismo en España).
Esta ruptura se manifiesta en el rechazo del subjetivismo y de la sentimentalidad
romántica; y el rechazo de la concepción del arte como “mimesis” (imitación) de la
realidad y de la concepción “racional” del arte.
Aunque los movimientos de vanguardia fueron bastante numerosos, por su especial
incidencia en la literatura destacamos los siguientes:
- Expresionismo (Alemania, 1905): rechazan el arte como representación de
realidades externas a favor de la representación de las tensiones espirituales
internas. Para ello distorsionan las formas para expresar sentimientos y emociones
generalmente atormentadas. En España pudo influir en el esperpento, de Valle
Inclán.
- Futurismo (Marinetti, 1909) Se caracteriza por su tono rupturista y violento
hacia todo lo anterior y su defensa de la modernidad, de ahí la exaltación de

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principios como la fuerza, la guerra - considerada como la “higiene del mundo”- o la
presencia de temas como los adelantos técnicos (automóvil, aeroplano, etc) y la
velocidad. A ellos se debe el descubrimiento de lo que se llamó la “escritura en
libertad”, es decir, no sujeta a las trabas que impone la lógica (abolición de la
sintaxis, de la puntuación, de adjetivos y adverbios para conseguir una mayor
rapidez...) que después desarrollaría el Surrealismo bajo el concepto de “escritura
automática”.
- Dadaísmo: Surge a la vez en Suiza, impulsado por Tristan Tzara, y en
Estados Unidos en 1916 y se extiende a Alemania y Francia. Rechazan la cultura de
su tiempo utilizando métodos expresivos deliberadamente incomprensibles, que se
apoyaban en lo absurdo y lo irracional. Algunos de estos métodos pasaron a los
surrealistas.
- Surrealismo nace en 1924 (primer manifiesto de A. Bretón) con un tono insolente y
revolucionario. Pretende la representación de una nueva realidad total en la que se
dé entrada también y especialmente a todo aquello que rebasa la lógica (el mundo de
los sueños, el subconsciente: influencia de Freud). Desarrollan la técnica de la
escritura automática, la metáfora irracional, la técnica del "collage" y el verso libre.
El surrealismo supone el final del ideal de poesía pura y de la deshumanización del
arte y vuelve a introducir lo humano, lo social y lo político (arte comprometido). No
sólo influyó en los poetas del 27, sino que pervive hasta nuestros días.
- Ultraísmo: Surge en España y toma elementos de todas las vanguardias. Entre sus
características destacan la ruptura del discurso lógico, la exaltación de la modernidad, la
eliminación de lo sentimental y lo personal; la renovación de la metáfora y la introducción de
innovaciones tipográficas.
- Creacionismo, desarrollado por el chileno Vicente Huidobro, buscaba crear la propia realidad
en el poema mediante la construcción de imágenes nunca dichas.

En España, las primeras manifestaciones vanguardistas aparecen en 1908 de la mano


de Gómez de la Serna. Entre 1918-25 se desarrollan el Creacionismo y el Ultraísmo, los
dos movimientos de vanguardia hispánicos. Entre 1925-30 se da el influjo predominante
del surrealismo.

La generación del 27
Son un conjunto de escritores nacidos entre 1892 y 1905 y que se dan a conocer en
la década de los veinte. La fecha (1927) hace referencia a un acto celebrado en el
Ateneo de Sevilla para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora al que
asistieron muchos de los miembros del grupo. También en este año se publicaron
algunos libros importantes como Perfil del aire, de Cernuda; Romancero gitano de
Lorca o Cántico de Jorge Guillén.
Hay que citar a Juan Ramón Jiménez y a Ortega y Gasset como las dos figuras que
ejercieron un magisterio sobre estos poetas. El primero en el plano poético y el segundo
como influencia ideológica y teórica.
Todos ellos pertenecen a la burguesía liberal, tienen una considerable cultura
literaria y un sentido cosmopolita muy profundo. Mantienen una relación personal
estrecha (conviven en Residencia de Estudiantes, escriben en las mismas revistas) y, en
general, unas ideas estéticas parecidas: coinciden con las vanguardias en el propósito de
renovar la poesía, pero respetan la tradición española, tanto culta (Góngora, Lope de
Vega, los místicos, Juan Ramón, Machado) como popular (romancero, lírica popular).

En su trayectoria se suelen distinguir tres etapas:

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- Hasta 1927 cultivan una lírica deshumanizada, evasiva y alegre en sintonía con los
movimientos de vanguardia europeos: la literatura se considera un juego con las
palabras y con los conceptos, no tiene por qué reflejar la realidad de la vida y no busca
otra cosa que no sea la propia belleza. Dentro de esta línea situaríamos el
neopopularismo (o primitivismo) presente en Lorca (Romancero gitano, Poema del
cante Jondo) o Alberti (Marinero en tierra). La poesía vanguardista más cercana a los
movimientos europeos se observa en Gerardo Diego (Manual de espumas). La poesía
pura, en la que predomina la reflexión sobre la emoción siguiendo las huellas de Juan
Ramón Jiménez está representada por Jorge Guillén (Cántico) y Pedro Salinas (La voz a
ti debida, Razón de amor).
- A partir de 1927 observamos un movimiento de rehumanización: vuelven a escribir
sobre los grandes problemas del hombre (el sentido de la vida, el amor, el dolor, la
angustia, la muerte, las dudas religiosas..). En esta etapa es importante la influencia del
Surrealismo, por ejemplo en Lorca (Poeta en Nueva York), Alberti (Sobre los ángeles),
en Vicente Aleixandre (La destrucción o el amor) y en Luis Cernuda (Los placeres
prohibidos).
- Con la Guerra Civil se dispersa el grupo: los que sobreviven siguen escribiendo una
poesía profundamente humana.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)


Es el máximo representante del novecentismo y el poeta por excelencia, con una
obra amplísima que fue sometiendo a un continuo proceso de revisión con un
denominador común: la búsqueda de la belleza y el ansia de eternidad.
Se acepta como clasificación de su obra la que él presentó en los últimos años de
su vida:
1º.- Poesía sensitiva, hasta 1915.
2º.- Poesía intelectual, desde su Diario de un poeta recién casado hasta 1936.
3º.- Poesía suficiente o verdadera, la creada entre 1936 y el fin de su creación.
Obra poética
 Poesía sensitiva. Sus primeros libros, Almas de violeta y Ninfeas (1900), son
de corte rubeniano (matizado pronto en Rimas [1902]). En 1903 publica su primer gran
libro, Arias tristes (1903), lleno de melancolía, soledad y acento becqueriano y
modernista; el tema del paso del tiempo y de la muerte son frecuentes en este libro de
versos octosílabos y asonancias, de lenguaje sobrio y matizada adjetivación. Le siguen,
entre otros, Jardines lejanos (1904) y Pastorales (1911, aunque escrito antes).
 Entre 1908 y 1913 Juan Ramón compone Elegías, La soledad sonora, Poemas
mágicos y dolientes…, en los que muestra un Modernismo recargado, aunque más
intimista y menos ornamental que el de Rubén; su verso más frecuente es el alejandrino.
A esta época pertenece también Platero y yo [1914], suma de auténticos poemas en
prosa).
 Poesía intelectual. Se inicia con Estío (1915), un libro, de nuevo, sencillo:
versos octosílabos, asonancias, poemas breves, supresión de lo ornamental… Pero la
ruptura definitiva con el Modernismo llega con Diario de un poeta recién casado
(1917), escrito durante el viaje a América para casarse. Desaparecen el léxico
modernista, la adjetivación sensorial, los ritmos sonoros...; predominan los poemas
breves, densos, en versos escuetos y preferentemente libres, sin rima o con leves
asonancias. Hay también poemas en prosa.
Siguen libros como Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesías (1923),
Belleza (1923)…, en los que continúa su proceso de interiorización y depuración. Esta

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etapa se corona con La estación total, en el que el poeta intenta abolir el tiempo y
poseer la belleza, la realidad, el propio ser.
 Poesía suficiente o verdadera. Pertenece esta poesía a su estancia en América,
después de que estallara la guerra civil española. A estos años corresponden dos grandes
libros: En el otro costado (1936-1942) y Dios deseado y deseante (1948-1949). En el
otro costado contiene el largo poema en prosa “Espacio” (1941-1954), que se considera
la cima de la creación. Contiene una suma de recuerdos y análisis personales asociados
libremente.
En Dios deseado y deseante muestra un extraño misticismo, un anhelo metafísico
de eternidad, que le lleva al contacto o a la posesión de un dios que identifica con la
Naturaleza, la Belleza o la propia conciencia creadora. Utiliza el verso libre y un
lenguaje depurado y difícil.
En conclusión, Juan Ramón representa la búsqueda de Belleza y Eternidad,
influyó en los poetas del 27 y más tarde, en los novísimos.

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